Vous êtes sur la page 1sur 9

IX Encuentro Nacional y III Congreso Internacional de Historia Oral de la República

Argentina 

“Los usos de la Memoria y la Historia Oral”

Recuerdos, silencios y olvidos: la valoración del pasado en Los Antiguos

Pamela Violeta Chávez

Victoria Horwitz

Celina San Martín.

Instituto de Arqueología (25 de mayo 217, Cap. Fed. C1002ABE)

celinasanmartin@hotmail.com

vhorwitz@mail.retina.ar

pamelavch@yahoo.com.ar

El propósito del trabajo es reflexionar y analizar los efectos de nuestra presencia


como investigadoras en el campo –reflexividad- (Hammersley y Atkinson 1994),
destacando la relevancia de nuestra actividad en relación a nuestros objetivos y
fines. Actualmente somos miembros de un equipo con formaciones disciplinarias
diferentes y con intereses diversos reunidos en torno a la meta de dar cuenta de la
continuidad de la presencia indígena en sus múltiples manifestaciones en el área
circundante a Los Antiguos (noroeste de Santa Cruz, Argentina).

El equipo -que inició sus investigaciones en el área en el año 2005- estudia la


historia de la ocupación desde las primeras ocupaciones hasta la actualidad 1 . Los
                                                            
1
 Subsidios UBACYT F061 y ANPCyT-PICT 2006- 00668
Actas del IX Encuentro Nacional y III Congreso Internacional de Historia Oral de la República Argentina.
Dirección General Patrimonio e Instituto Histórico, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires.
ISBN 978-987-1642-02-1.

 
  1
objetivos son registrar y documentar las formas de dicha presencia a través de los
materiales arqueológicos, las fuentes escritas y los relatos orales interpretándolos
y analizándolos desde su respectiva espacialidad y temporalidad. Las primeras
ocupaciones en el área cercana a Los Antiguos comenzaron hace poco menos de
cuatro milenios (Mengoni Goñalons et al. 2009) y las primeras familias colonas
llegaron durante el primer cuarto del siglo XX (Barbería 1995). Hoy en día residen
en Los Antiguos alrededor de 4000 personas. De acuerdo con nuestros temas
individuales nos interesan las formas del conocimiento local, los rituales cotidianos
y las percepciones y representaciones de la historia y el tiempo.

Consideramos como eje de esta comunicación el trabajo con relatos de vida,


entendidos como constructos individuales y sociales (Díaz Larrañaga 1999), y las
etapas metodológicas del trabajo con los relatos, definidas por Daniel Bertaux
(1989): la función exploratoria, la función analítica y la función expresiva. Durante
estas etapas el relato es leído de diferentes maneras por el investigador. De modo
que en esta presentación primero definimos los temas y posibles líneas a seguir y
luego interpretamos los relatos recopilados para, de ese modo acceder a las
relaciones socio-estructurales, entendiendo por ello las relaciones, normas y
proceso que estructuran y sustentan la vida social (Bertaux 1989: 95).

Las preguntas fueron acerca del recuerdo que las personas tenían de su pasado
acerca de tres temas: (a) el conocimiento tradicional y uso de plantas de la zona,
(b) las historias de familias colonas, y (c) el reconocimiento (visibilidad y
adscripción) de pueblos originarios. Las entrevistas fueron grabadas y se
registraron datos contextuales a partir de la elaboración de notas.

En febrero de 2008 Pamela Chávez (arqueología) inició las entrevistas


etnobotánicas en miras a recuperar saberes tradicionales del uso de plantas. Los
criterios de selección de los primeros entrevistados requerían que fuesen
personas mayores, preferentemente nacidas o criadas en la zona, y usuarios o
conocedores sobre el tema. Las primeras entrevistas fueron a la dueña de una
estancia donde nos encontrábamos realizando trabajos arqueológicos y un
encargado de otra estancia. Los restantes potenciales sujetos fueron

  2
recomendados por integrantes del INTA local. Unos meses después, sobre la
base de una lista de familias colonas confeccionada con funcionarios locales 2 ,
Victoria Horwitz (arqueología) realizó una segunda serie de entrevistas acerca de
historias de familia durante el mes de noviembre de 2008. En febrero de 2009
realizamos la tercera serie de entrevistas, siendo las entrevistadoras Pamela
Chávez y Celina San Martin (antropología). Algunas personas fueron entrevistadas
por segunda vez mientras que otras se agregaron como consecuencia de
recomendaciones de Eliana Echeverría, integrante de la secretaría de Turismo
local. Las entrevistas fueron realizadas en simultáneo; preguntando acerca del
conocimiento tradicional sobre plantas y por la visibilidad y adscripciones posibles
con identidades indígenas.

En esta última ocasión en total se llevaron a cabo 36 entrevistas, de las cuales 8


fueron en su lugar de trabajo y 28 en sus casas, las mismas conjugan la
modalidad abierta con la dirigida (Guber 2005). Comenzamos cada una de las
entrevistas procurando establecer un clima de confianza, para lo cual explicamos
a los entrevistados la meta del proyecto y nuestros objetivos particulares. A través
del acceso a los recuerdos y a la trama de la memoria social compartida nos
aproximamos al pasado y a su relación con el presente.

Lo que ha complejizado el proceso de trabajo entre la fase exploratoria y la fase


analítica es el hecho de que compartimos una meta de investigación pero, no
obstante, debemos aunar puntos metodológicos y conceptuales. Para ello nos
preguntamos: ¿cómo pensamos el campo en relación con nuestros intereses?,
¿cómo pensamos la búsqueda y construcción de información y datos?

Si bien nuestros temas de investigación –y por ende temas de interés durante las
entrevistas- podrían considerarse aislados o independientes, nos preocupa crear
una base de comunicación que permita anticipar la tercera etapa que refiere a la
forma de presentar lo investigado o la función expresiva (Bertaux 1989) que surge

                                                            
2
 Ángel Seguel fue director de cultura y Miriam Olivares es secretaria del Concejo Deliberante de la
Municipalidad de Los Antiguos.  

  3
de las anteriores. Durante la escritura consideramos, por un lado, el intercambio y
comprensión de datos entre distintas disciplinas en función de la meta propuesta
como equipo, y por otro, la presentación del mismo frente a la comunidad a través
de un lenguaje accesible facilitando la interacción, circulación y discusión de las
producciones de la investigación con los habitantes.

Reflexionamos acerca de las concepciones y metodologías de abordaje previas de


los temas que nos interesaban: el uso y conocimientos de plantas, las
historias de familia, y la presencia de población originaria. A esto sumamos
las formaciones académicas disimiles que condicionaron en parte la manera de
preguntar, la concepción del entrevistado y de la entrevista y, como consecuencia,
la forma de analizar e interpretar los relatos. La diferencia estuvo dada en un
principio por las formas de categorizar la información y la necesidad de
compatibilizar la cuantificación de datos versus el carácter cualitativo del mismo.
Revisar la función exploratoria que propone Bertaux nos aproximó a repensar
nuestras categorizaciones y explorar el universo conceptual y expresivo del otro y
sus propias formas de categorización.

Iniciamos un diálogo entre nuestras subjetividades a partir de los relatos


recopilados, durante el cual deconstruimos nuestra entrada al campo, la definición
anticipada o no de lo que buscábamos, la preparación adecuada o no de las
preguntas y la conformación de la muestra. Luego profundizamos nuestras
interpretaciones y relaciones con los conceptos teóricos.

El relato de vida no resulta útil aislado del contexto por lo cual la entrevista es una
totalidad que nos importa en tanto tal y no sólo según el valor de la información
recortada. Por ejemplo, tomamos el caso de la arquitectura, como práctica a partir
de la cual se actualizan valores estéticos (De Garay Arellano 2001). Hemos
observado en varios hogares la mantención y reconstrucción del tipo antiguo de
rancho de adobe (combinado también con cartón) y piso de tierra, paralelo a la
nueva vivienda de material cemento, cocina a gas y luz eléctrica. Durante las
entrevistas complementamos estas observaciones y los entrevistados
respondieron que estaban recuperando el rancho -en algunos casos la vivienda en

  4
la que habían vivido con sus padres- para su uso, para hacer allí las cosas cómo
se hacían antes.

A lo largo de una misma entrevista nos encontramos con negaciones acerca de la


presencia de pueblos originarios, leyendas según las cuales: acá venían a morir
los indios, regocijo y orgullo ante la presencia de flechas y pinturas rupestres y
localizaciones exclusivas de indígenas aún y solo en reservas próximas al área.
Estas aparentes contradicciones deben profundizarse y analizarse pues es aquí,
donde el pasado es recortado en virtud de intereses presentes. El entrevistado a
partir de posicionarse en el entramado social actual reconstruye su trayectoria de
vida que inscribe en el pasado (Grossberg 1992).

De acuerdo con esto podríamos decir que nos encontramos frecuentemente con
una representación arqueologizante de lo indígena (Navarro Floria 2006),
caracterizada por dejar fuera de la continuidad histórica y fuera del orden de vida
real u operante a los pueblos originarios y que solo los recupera a partir de un
orden mítico o fantástico, escindido de lo real.

Hemos advertido que las personas entrevistadas contestaban con mayor


diversidad de respuestas ante la pregunta por la presencia de población originaria.
En cambio, ante la pregunta acerca del uso de plantas nativas notamos un mayor
consenso en las respuestas. Esta comparación nos permitió sacar algunas
conclusiones preliminares. De acuerdo con nuestra hipótesis de que la población
originaria cuenta con una presencia en el lugar extendida en el tiempo y el
conocimiento tradicional de plantas nativas fue trasmitido de generación en
generación. Postulamos que la diversidad de respuestas frente a la pregunta por
la presencia de población originaria, por un lado, y el consenso en las respuestas
en relación a la pregunta por el conocimiento y uso de las plantas nativas, por el
otro, se relaciona con procesos históricos conocidos que han condicionado las
formas de adscripción identitaria. Mientras que la transmisión del conocimiento de
plantas pudo haber ocurrido de forma desinteresada, no pasó lo mismo con las
adscripciones identitarias.

  5
Otra de las conclusiones es que durante cada entrevista interpretamos diferentes
reacciones de acuerdo con el tema referido en las preguntas. Ante las consultas
orientadas a registrar el conocimiento y uso de plantas y en lo referido a las
historias de familia advertimos una abierta predisposición a hablar. En cambio,
advertimos que los entrevistados respondían generalmente con vacíos, silencios,
negaciones, adscripciones y autoadscripaciones a las preguntas relacionadas con
el reconocimiento de población originaria.

En los relatos orales advertimos en principio dos tipos de historias que parecieran
correr paralelas: la historia oficial, que puede recordarse, y la historia que
pertenece a los no eventos (Trouillot 1995), a lo indecible (Abercrombie 2006), a lo
que pareciera no haber ocurrido ni pasado nunca. Las estructuras oficiales
imponen su marca deshistorizando la existencia de reservas como lugar o
reservorio de indígenas. Estas estructuras aparecen materializadas en los
discursos de los entrevistados quienes niegan la posibilidad de adscripciones a la
identidad originaria sosteniendo que el indio o indígena no forma parte de lo real y
actual, sino de lo místico y pasado. En contraposición, ante las preguntas sobre el
conocimiento tradicional y uso de plantas nativas las respuestas develan la
presencia de indígenas en la zona. En este cruce de respuestas es donde
advertimos las tensiones locales que tienen que ver con la presencia y la
continuidad en el espacio de los pueblos originarios.

Sin embargo, lo que parecería no haber ocurrido nunca surge a partir de “la acción
de personas que vienen a deshacer con su memoria el hechizo de la historia”
(Abercrombie 2006: 59). Como, por ejemplo, la que se manifiesta en el rescate del
rancho como perteneciente a un orden social no vigente sino pasado.

Ambas historias, la de una memoria social oficial y enunciable junto a la de una


memoria social que quedó ligada a lo privado y subjetivo, están presentes en la
mayoría de las personas entrevistadas.

Los cambios en las formas de representar el pasado implican cambios sociales en


las instituciones públicas, en las arquitecturas, en las formas de archivar y

  6
recordar, en los rituales (Abercrombie 2006). La resistencia entonces a reproducir
estas formas de representación del pasado que se imponen desde la memoria
oficial podemos rastrearla a partir de ampliar la mirada a la diversidad de formas
en que el pasado aparece representado y analizar a través de estas formas la
creatividad de la memoria durante tales procesos de recuperación.

Bibliografía

- Abercrombie, T. Caminos de la memoria y el poder. Etnografía e historia


en una comunidad andina. Sierpe Publicaciones, La Paz, 2006.
- Barbería, E.M. Los Dueños de la Tierra en la Patagonia Austral, 1880-
1920. Río Gallegos, Universidad Nacional de la Patagonia Austral, 1995.
- Bertaux D. “Los relatos de vida en el análisis social” en Historia y Fuente
Oral 1, Barcelona, 1989.
- De Garay Arellano, Graciela. “Arquitectura de primera contra ciudadanía
de segunda. Ciudad de México 1949-2000”. XIII International Congress of
the Latin American Studies Association Washington DC, September 6-8,
2001. LASA 2001.
- Díaz Larrañaga, Nancy. “El relato de una vida: apuntes teóricos-
metodológicos en comunicación”. Revista Latina de Comunicación
Social, 22, 1999.
- Grossberg, L. We gotta get out of this place. Popular Conservatism and
Postmodern Culture. Routledge, New York, 1992.
- Guber R. El salvaje Metropolitano. Paidos, Buenos Aires, 2005.
- Hammersley M. y Atkinson P. Etnografía. Paidos, Barcelona, 1994.
- Mengoni Goñalons G.L., M. J. Figuerero Torres, P. V. Chávez y
Fernández M. V. “Cronología de las ocupaciones arqueológicas del área
Los Antiguos-Monte Zeballos y Paso Roballos (N.O. de Santa Cruz)”. En:
Tras la senda de los ancestros: arqueología de Patagonia, P. F. Azar, E.
M. Cúneo y S. N. Rodríguez de Torcigliani, editores. EDUCO, Neuquén,
2009.

  7
- Navarro Floria, P. “Paisajes del progreso. La Norpatagonia en el discurso
científico y político argentino de fines del siglo XIX y principios del XX”.
Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales.
Barcelona: Universidad de Barcelona, vol. X, núm. 218 (76), 2006.
- Trouillot, M.R. Silencing de Past. Power and the Produccion of History.
Boston: Beacon Press. 1995.

  8

Vous aimerez peut-être aussi