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T EMA

SOCIALES S 48
B o l e t í n d e l P r o g r a m a d e Po b r e z a y Po l í t i c a s S o c i a l e s d e S U R
AGOSTO
2004
SUR Corporación de Estudios Sociales y Educación
J o s é M . I n f a n t e 8 5 •F o n o : 2 3 6 0 4 7 0
Fax:2359091•Santiago,Chile
h t t p : / / w w w . s i t i o s u r . c l

CONSTRUIR FAMILIA:
La perspectiva de gays y lesbianas*
Primera parte

Florencia Herrera Oesterheld

1. FAMILIA Y HOGAR designarlo casi todo, pareciera que no nos dice nada. Por lo
general se lo aplica a la familia elemental o nuclear, de tipo
En este capítulo, a partir de un análisis bibliográfico, se conyugal y definida por la unión socialmente reconocida de
examinan diversas nociones de uso extendido vinculadas a un hombre y una mujer que viven con sus hijos.1 De esta
la noción general de familia. Entre ellas, las relativas a fami- definición se deduce que: la familia se basa en una pareja
lia y hogar, como fenómenos basados en el parentesco y la heterosexual (que goza de un reconocimiento social); para
localidad, respectivamente; y las de co-residencia, funcio- que una pareja sea una familia deben existir hijos comunes;
nes domésticas y grupos domésticos. Se aborda el tema de la y, finalmente, los miembros de esta familia deben residir jun-
familia homosexual, donde la alianza no da paso a la pro- tos. A lo largo de este capítulo se intentará abordar algunos de
creación. En último término, se habla de cómo se organizan estos tópicos y hacer algunas distinciones básicas.
las personas para relacionarse con sus seres más cercanos; de Los conceptos de familia y hogar han sido frecuentemente
la organización de las relaciones íntimas, que pueden estar utilizados como sinónimos. Hasta que Bender (1967) insistió
mediadas por vínculos de parentesco, por co-residencia, por en la necesidad de diferenciarlos, pocos consideraban útil esta
un sentido de pertenencia o por la realización de funciones distinción y muchas definiciones de familia aún incorporaban
domésticas. Pero, sobre todo —como se verá en el siguiente la residencia común como parte integral. Los hogares eran
capítulo—, mediatizadas por vínculos de afecto y por los considerados productos del sistema de parentesco y de las re-
derechos de toda persona a cuidar y ser cuidada. glas de residencia y de herencia (Bestard 1991:72–73).
A partir de Bender, la distinción más aceptada por los
1.1 Familia y hogar: diferencias conceptuales y empíricas antropólogos es la que relaciona a la familia con el parentes-
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El término ‘familia’ ha sido tan usado, en el ámbito coti- co , y al hogar con la localidad o lugar de residencia
diano al igual que en el teórico, que a la vez que sirve para (Yanagisako 1979). Es decir, familia y hogar tienen criterios

(*) Este documento corresponde a parte del Capítulo I: FAMILIA Y HOGAR, de la tesina presentada por la autora para optar al Diploma de Estudios
Avanzados (Universidad de Barcelona, Facultad de Geografía e Historia, Departamento de Antropología Social), titulada CONSTRUIR FAMILIA:
LA PERSPECTIVA DE GAYS Y LESBIANAS. La pregunta principal que se plantea esta investigación es cómo gays y lesbianas construyen familia. En
otras palabras, se pretende describir e interpretar las narrativas que elaboran los homosexuales en torno a la familia y a sus necesidades
de cuidar y ser cuidados.En el siguiente número de este Boletín se publicará el Capítulo II: FAMILIA HOMOSEXUAL.
1
En definición de ‘familia’ en el Diccionario Akal de Etnología y Antropología, Piere Bonte y Michael Izard (Madrid: Ediciones Akal, 1996).
Respecto de las citas de textos originales en inglés, lass traducciones son de la autora.
de afiliación distintos. En el caso de la llama grupo doméstico: i) el modelo 1.3 Residencia, hogar y funciones
familia, la pertenencia de sus miembros normativo, donde la residencia es domésticas
se decide por los lazos de parentesco, conceptualizada como un efecto secun-
Hasta el momento sólo se ha hablado
mientras que para el hogar, la afiliación dario de otros factores, como las reglas
de la residencia como elemento impor-
al grupo estaría dada por la co-residen- de residencia pos-marital; ii) el mode-
tante para definir el hogar. Pero de la
cia. La familia no necesariamente ne- lo estructural-funcional, donde la resi-
residencia no se pueden inferir funcio-
cesita estar localizada en una misma re- dencia es considerada como una simple
nes como la producción, la distribución,
sidencia, y los miembros del hogar no contingencia externa: los individuos se
la socialización y la reproducción, las
requieren estar emparentados por lazos juntan para producir, reproducirse, con-
que sí son importantes a la hora de ha-
de filiación o afinidad. sumir, etc. y sólo co-residen como re-
blar de familia y de hogar. Además de
Por otro lado, la coincidencia entre sultado de esta asociación; y iii) el
distinguir entre familia y hogar, se debe
familia y hogar, como se ve frecuente- modelo racional, en el que los indivi-
hacer una segunda distinción entre re-
mente en la sociedad occidental, no es duos hacen elecciones residenciales de
sidencia y funciones domésticas, es de-
empíricamente universal (Bestard la misma manera en que hacen otras
cir, entre la composición de los hogares
1991:75); hay numerosas sociedades elecciones: para maximizar sus ganan-
y lo que ellos hacen (Bestard 1991). De
cuyas familias no forman hogares o cu- cias. De esta forma, los tres modelos
acuerdo con la terminología de Netting
yos hogares no están compuestos por comparten el supuesto de que la resi-
y cols. (1984), es necesario diferenciar
familias. La situación más frecuente en dencia no es un fenómeno en sí, sino
la morfología (composición residencial)
que la familia no conforma una unidad que es epifenómeno del matrimonio, el
y la función (actividades) de los hoga-
residencial es aquella en que el padre/ parentesco o la economía.
res, para evitar conclusiones erradas
esposo reside fuera del hogar familiar. Contrariamente, Verdon opina que la
sobre su funcionamiento basadas sólo en
De acuerdo con Bender, en sociedades residencia es un fenómeno en sí mismo
su estructura. No se puede presuponer
en que los hombres adultos residen per- y no sólo la expresión espacial de gru-
una correspondencia entre morfología y
manentemente en una casa de hombres, pos organizados con otros propósitos;
función. Donde la morfología coincide,
las familias nunca son unidades residen- para este autor, la residencia es el pro-
las funciones pueden variar. De este
ciales. Sin embargo, en determinadas ceso que conforma el ‘grupo residen-
modo, tampoco se puede sacar conclu-
circunstancias un miembro de la fami- cial’ y refiere al simple hecho de ocupar
siones de las funciones que ejerce un
lia que vive lejos del hogar familiar sí una morada con el propósito de dormir.
hogar sólo a partir de su composición.
puede considerarse parte del hogar. Por Por su parte, Bender afirma que el énfa-
Bestard (1991) afirma que “las tipologías
otro lado, Bender afirma que la situa- sis debe estar no en los lugares donde
morfológicas pueden esconder variacio-
ción en la cual los hogares (unidades la gente reside (las moradas físicas), sino
nes funcionales importantes, y ser inca-
doméstico-residenciales) no contienen en el grupo social que forma la unidad
paces de revelar principios de organiza-
familias está muy extendida, incluso co-residencial. Las moradas, los luga-
ción completamente diferentes” (p. 79).
dentro de nuestra propia sociedad (p. res específicos, los objetos materiales
Bender se enmarca dentro del mismo
495). De esta manera, “es tan poco ra- se vuelven importantes sólo en la me-
razonamiento, al afirmar que el concep-
zonable clasificar los hogares en térmi- dida en que son culturalmente defini-
to de hogar, además de la residencia
nos de relaciones de parentesco, como dos como características relevantes de
común, implica a un grupo de personas
lo es clasificar a las familias en térmi- los grupos de residencia. Así, afirma el
que llevan a cabo funciones domésti-
nos de residencia” (p. 497). autor, “todos los grupos sociales pueden
cas. El hogar no sólo se refiere a un gru-
Sin embargo, para Yanagisako tener una dimensión espacial, pueden
po de individuos que comparten una
(1979:198), las premisas de Bender de estar ubicados en uno u otro lugar, y
vivienda, sino también a individuos que
que la familia y el hogar son fenómenos con distintos propósitos. La co-residen-
llevan a cabo una serie de actividades,
lógica y empíricamente diferentes y que cia, como la comprendemos aquí, no
denominadas ‘actividades o funciones
parentesco y localidad pertenecen a abarca toda la gama de ‘grupos cerca-
domésticas’, aunque sin una definición
universos distintos de discurso, son fal- nos’ que puedan existir, sino tan sólo
muy precisa. Al respecto, Yanagisako
sas. Para esta autora, existen sistemas un tipo de cercanía grupal. Aquí se re-
(1979) afirma que “a pesar de lo impre-
culturales en los que parentesco y loca- fiere al vivir juntos, definido básicamen-
ciso de [las] definiciones, en el núcleo
lidad forman parte del mismo universo te por la proximidad de los espacios
de la mayoría de las concepciones de
de discurso y no se pueden separar. destinados a dormir y un sentimiento
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lo ‘doméstico’ hay dos conjuntos de


similar al expresado en el concepto
actividades funcionales: aquellas rela-
1.2 Hogar y co-residencia popular de hogar” (p. 498). Para este
cionadas con la producción y consumo
autor, el grado en el cual la co-residen-
Un concepto estrechamente relacio- de comida, y aquellas relacionadas con
cia es un aspecto significativo de los
nado al concepto de hogar es el de la la reproducción social, incluidos el par-
grupos sociales varía enormemente. Así,
co-residencia. Bender afirma que para to y la crianza de los niños” (p. 166).
a diferencia de Verdon, opina que la
ser un concepto útil, el de residencia De acuerdo con Bestard (1991) los
residencia puede ser epifenómeno del
debe ser separado del de parentesco (p. hogares son integrados a la sociedad
grupo social, como también puede ser
497). Por su parte, Verdon (1980) anali- mediante sus actividades y, en tanto
que el grupo se constituye como tal prin-
za tres distintos modelos de lo que él grupos primarios, llevan a cabo activi-
cipalmente por la co-residencia.
dades básicas como la producción, la familiar simple, hogar familiar extendi- ciones familiares particulares, y busca
distribución, la transmisión y la repro- do, y hogar familiar múltiple (p. 29). Por una definición en términos puramente
ducción. Sin embargo, es importante su parte Bestard (1991), basándose en estructurales. “Sin embargo —indica—
recalcar que no todas estas actividades Laslett, observa cinco tipos de hogares: ya que las familias han sido definidas y
tienen necesariamente que ser realiza- hogares compuestos por un solo miem- clasificadas en primer término sobre la
das por hogares, ni todos los hogares lle- bro, hogares sin núcleo conyugal, fami- base de su estructura, la inclusión de
van a cabo las mismas tareas. Asimismo, lias conyugales, familias extensas y funciones específicas como parte de la
estas actividades pueden cambiar a lo familias múltiples. definición sólo puede llevar a confusión,
largo del tiempo. a menos que se esté razonablemente
Bender (1967:499), intentando delimi- 1.4 Familia y reproducción: distintos seguro de que la relación entre forma y
tar el concepto de funciones domésti- enfoques función sea invariable. Porque si no se
cas, asevera que estas actividades están dan unidas necesariamente, entonces
Yanagisako distingue tres candidatos
referidas a las necesidades de vivir del queda la alternativa de excluir de la
para una definición universal de la fa-
día a día, incluyendo la provisión y pre- categoría ‘familia’ todos los casos en los
milia: el primero es Murdock (1949),
paración de la comida y el cuidado de cuales las funciones no estén asociadas
para quien la familia es un grupo social
los niños. Difieren de otro tipo de acti- con la forma” (p. 502). El autor insiste
caracterizado por la cooperación eco-
vidades en el sentido de que son apro- en que no hay razón para asumir que
nómica, residencia común y reproduc-
piadas para ser realizadas por grupos requisitos funcionales para la supervi-
ción. Incluye adultos de ambos sexos,
pequeños. Sin embargo, hay gran varia- vencia de la sociedad deban necesaria-
al menos dos de los cuales mantienen
bilidad al respecto. Pueden ser llevadas mente ser llevados a cabo por institu-
relaciones sexuales aprobadas social-
a cabo por unidades domésticas residen- ciones como el matrimonio o la familia
mente, con uno o más hijos nacidos de
ciales conformadas por familias, por nuclear; de esta forma, el agente
dichas relaciones o que han sido adopta-
unidades co-residenciales que no con- socializador no tiene por qué ser un gru-
dos por ellos. Es de advertir, sin embargo,
tienen familias, por familias que no for- po basado en el parentesco.
que para la mayoría de los antropólogos
man unidades residenciales, o por otro Así, Bender define la familia en tér-
su definición no es universal.
tipo de grupos sociales. Para el autor, minos del parentesco, ya que en todas
El segundo es Goodenough (con
“es bastante obvio que las personas que las sociedades las personas reconocen
Bohannan, Fox y Fortes), quien designa
residen juntas no siempre desempeñan las relaciones de parentesco y las usan
a la mujer y su hijo dependiente como
funciones domésticas. […] Asimismo, para formar grupos sociales; además,
el grupo familiar nuclear. Tras esta idea
hay numerosas instancias etnográficas indica, estas relaciones pueden organi-
está la creencia de que la función vital
en que las funciones domésticas son rea- zarse en un número limitado de mane-
de la familia es el parto y la crianza de
lizadas por grupos cuyos miembros no ras lógicas. Yanagisako afirma que si se
los niños. Yanagisako sostiene que
residen juntos” (p. 495). divorcia a la familia de las funciones
“mientras está indudablemente en lo
Por su parte, Wilk y Netting (1984) que puede llevar a cabo, la única ma-
correcto al afirmar que en toda socie-
afirman que hay cierto tipo de activi- nera de decidir quiénes son los miem-
dad humana pueden encontrarse madres
dades que están consistentemente aso- bros de una familia en un caso en
e hijos, ver su relación como el núcleo
ciadas con el hogar, como la producción, particular, es pedirles a los involucra-
universal de la familia es atribuirle una
distribución, y transmisión de bienes, dos que identifiquen “las unidades de
significación social y cultural que en
reproducción y co-residencia. Sin embar- ‘parentesco’ culturalmente significati-
algunos casos puede estar ausente”
go, no cierran la puerta a que en cada vas” en su sociedad (197–198). Pero de
(196–197). Los hechos biológicos de la
sociedad, o en cada escenario social, los esta manera no se llegaría a una defini-
reproducción no producen una relación
hogares puedan estar referidos a distin- ción universal de la familia, sino que al
madre-hijo inmutable e, incluso en la
tos tipos de actividades, que no necesa- descubrimiento de muchos tipos de fa-
historia euroamericana, no se puede asu-
riamente se limitan a las señaladas. milia.
mir que la maternidad haya implicado
Por otro lado, las principales tipologías Yanagisako afirma que, a pesar de que
siempre los mismos componentes fun-
que se han establecido en relación con tanto Bender como Goodenough inten-
cionales o los mismos componentes de
el hogar han tomado como referencia tan divorciar a la familia de funciones
significado.
central la co-residencia y los lazos de específicas, sus definiciones de ésta
El tercer candidato de Yanagisako es
parentesco existentes entre los integran- están arraigadas en una visión funcio-
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Bender, con su caracterización de la


tes del grupo en cuestión, y no toman nal de la familia. Goodenough evita
familia como un fenómeno estrictamen-
en cuenta las actividades que puedan especificar las funciones que lleva a
te de parentesco. Aquí el problema es,
compartir. Así, Laslett (1972), aun cuan- cabo la familia, pero tras su definición
si se define la familia en términos sólo
do afirma que la palabra ‘hogar’ indica está la idea de que la principal función
genealógicos, como sin duda —para
residencia compartida, parentesco y de la familia es la reproducción; si no,
Yanagisako— lo está haciendo Bender,
ciertas actividades, al describir los prin- no tendría por qué escoger a la madre y
¿cómo se reconocen sus límites?
cipales tipos de grupos domésticos, los su hijo como su núcleo universal
Bender opina que las definiciones
clasifica por el tipo de composición fa- (Yanagisako 1979:197). Lo mismo pasa
funcionalistas de la familia son inade-
miliar. Así establece tres principales con Bender, que a pesar de intentar de-
cuadas, ya que no hay conexiones in-
categorías de hogares familiares: hogar finir estructuralmente a la familia, tam-
variables entre formas de familia y fun-
bién ve la reproducción como la fun- personal adecuadamente enculturado 1.5 Grupo doméstico y conceptos
ción básica. “La concentración de rela- para ocupar posiciones sociales nece- alternativos a hogar
ciones genealógicas, la equivalencia sarias para la perpetuación del orden
Hemos hablado de familias, hogares,
entre éstas y las relaciones basadas en social, es la actividad primaria del do-
grupos co-residenciales, ¿cómo se defi-
roles, el implícito foco en la familia nu- minio doméstico (p. 189). Relacionado
ne, entonces, el término ‘grupo domés-
clear en su discusión de las familias de con lo anterior, destaca la frecuencia
tico’? Algunos autores lo utilizan como
facto, demuestran el compromiso de con la cual distintos autores acuden a
sinónimo de ‘hogar’, mientras otros ha-
Bender con la reproducción como la las relaciones genealógicas para expli-
cen una distinción entre ellos.
función esencial de la familia” car la variación en las relaciones do-
Yanagisako aclara que utilizará el con-
(Yanagisako 1979:198). mésticas. Sin embargo, para Yanagisako,
cepto de grupo doméstico para englo-
Fortes (1958) señala a la familia ele- “la estructura de una familia, hogar, o
bar los conceptos de familia y hogar.
mental como el núcleo reproductivo del cualquier unidad social no es meramen-
En este sentido, el grupo doméstico se-
dominio doméstico. Estaría conforma- te la suma de sus lazos genealógicos,
ría un concepto más general que el de
da por dos generaciones sucesivas uni- sino la configuración total de las rela-
hogar. Asimismo, Carter (1984) afirma
das a través de una dependencia ciones sociales existentes entre sus
que el grupo doméstico está compuesto
primaria mutua entre los padres y el miembros” (p. 185). Estas unidades so-
por dos dimensiones: la familiar y el
niño. El niño depende de sus padres para ciales también están caracterizadas por
hogar. La primera hace referencia al
que le den cuidado y amor, y los padres relaciones de autoridad, influencia, so-
parentesco, mientras la segunda “es
dependen del niño como el vínculo en- lidaridad y conflicto.
definida por tareas compartidas, inde-
tre ellos y su satisfacción reproductiva. De acuerdo con lo anterior,
pendientemente de que sus miembros
En este sentido, el grupo doméstico pue- Yanagisako niega que la reproducción
estén vinculados por parentesco o ma-
de incluir a tres generaciones sucesivas, sea la función central de la familia o
trimonio o sean co-residentes” (p. 45).
así como a miembros relacionados con del hogar y, a su vez, afirma que el usar
Por su parte, Gray (1989) afirma que
el núcleo del grupo. “Uno podría decir la malla genealógica en estudios de
mantiene la distinción de Carter, pero
que el dominio doméstico es el sistema parentesco equivale a decir que el pa-
que usa una terminología alternativa: lo
de relaciones sociales a través del cual rentesco sólo se trata de los hechos bio-
que Carter llama grupo doméstico, él lo
el núcleo reproductivo es integrado con lógicos de reproducción. “La creencia
llama hogar; y la dimensión de hogar
el ambiente y con la estructura de la de que los hechos de la procreación y
de Carter, Gray la denomina dimensión
sociedad” (p. 9). los intensos vínculos emocionales que
funcional (p 144, pie de página). Por su
Por su parte, Lévi-Strauss (1974) afir- originan dan a la familia un núcleo in-
parte, Mearns (1989) afirma que “para
ma que la familia es un grupo social mutable, es lo que sostiene nuestra bús-
los propósitos de este argumento, la no-
que cumple con al menos tres caracte- queda de nociones universales. Pero es
ción de grupo doméstico se refiere al
rísticas: “1) Tiene su origen en el matri- innegable que, cuando catalogamos
conjunto de personas, normalmente re-
monio. 2) Está formado por el marido, algo como ‘familia’, nos estamos refi-
sidentes en una morada, que ponen en
la esposa y los hijos(as) nacidos del riendo a algo más que unidades desti-
común al menos parte de sus ingresos,
matrimonio, aunque es concebible que nadas a la procreación y socialización.
dividen las tareas, y comparten regular-
otros parientes encuentren su lugar cer- Son unidades referidas mucho más a la
mente la comida, de tal manera que
ca del grupo nuclear. 3) Los miembros producción, el intercambio, el poder, la
constituyen una unidad reconocible tan-
de la familia están unidos por a) lazos inequidad y el estatus. Cuando reconoz-
to para el analista como para la pobla-
legales, b) derechos y obligaciones eco- camos plenamente que así como la fa-
ción local” (p. 237).
nómicas, religiosas y de otro tipo y c) milia es una unidad reproductiva,
Como se puede observar, hay distin-
una red precisa de derechos y prohibi- también es una parte integral de las es-
tas posiciones con respecto a cómo se
ciones sexuales, más una cantidad va- tructuras económicas y políticas de la
utiliza el concepto de grupo domésti-
riable y diversificada de sentimientos sociedad, podremos liberarnos de nues-
co. Sin embargo, las sugerencias no se
psicológicos tales como amor, afecto, tra injustificada concentración en sus fun-
agotan sólo en este término, y tanto
respeto, temor. etc.” (p. 17). Y con res- ciones procreativas, y de las nociones que
Bender como Verdon hacen propuestas
pecto a la reproducción, el autor afir- se derivan de tal posición” (p. 199).
para lograr definiciones más acotadas
ma que la familia conyugal que se Por su parte, Gray y Mearns (1989)
para los fenómenos que están describien-
limita a la madre y los hijos(as) es casi señalan que así como los lazos genea-
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do. Así, con respecto a la distinción entre


universal, pues se basa en la dependen- lógicos no comportan necesariamente
residencia y actividades domésticas,
cia fisiológica y psicológica que existe co-residencia o la realización de tareas
Bender afirma que existen tres fenóme-
entre unos y otros (p. 27). compartidas, tampoco implican que la
nos sociales distintos: familias, grupos
Yanagisako llama la atención sobre el procreación sea la función básica del
co-residenciales y funciones domésticas,
rol que le atribuyen los antropólogos a hogar. Para ellos, “es necesario mirar
fenómenos que pueden coincidir (como
la reproducción como la función princi- más allá del parentesco si se quiere des-
idealmente lo hacen en nuestra socie-
pal de la familia (Fortes, Goody, cribir la particularidad de lo domésti-
dad), o también variar independiente-
Goodenough, Bender, entre otros). Afir- co” (p. 23).
mente (p. 495). De esta forma, el autor
ma que existe la creencia de que la re-
reemplaza el concepto de hogar por el
producción, es decir, la provisión de
de grupos co-residenciales.
Para Yanagisako, la distinción que rea- ambiente al mismo tiempo que conser- abandonar la búsqueda de una defini-
liza Bender entre familias, grupos co- va ciertas similitudes formales por lar- ción universal de familia y de su nú-
residenciales y funciones domésticas es gos períodos”, los grupos domésticos son cleo irreducible y propone asumir que
muy útil, ya que obliga al etnógrafo a unidades de naturaleza dinámica, uni- ‘familia’ y ‘hogar’ son ‘odd-job words’.2
explicar la naturaleza exacta de la uni- dades de cambio a la vez que de conti- Por otra parte, concentrarse en los ho-
dad social que está examinando. Así, nuidad (p. xx). Señalan, asimismo, que gares como si fueran unidades autocon-
debe decidir si se trata de una familia o el grado en que las actividades de pro- tenidas y aisladas no es la mejor estra-
de una unidad residencial, y debe des- ducción, reproducción, socialización, tegia. Las relaciones dinámicas que
cribir las funciones que lleva a cabo. consumo están basadas en el hogar, va- establecen los distintos hogares entre sí
Además, esto permite reconocer la co- ría tanto entre las distintas culturas como y con la sociedad en general, deben ser
existencia de varios tipos de grupos co- dentro de una misma cultura. De esta consideradas centrales en el análisis
residenciales a distintos niveles dentro forma, los análisis que muestran una (Yanagisako 1979, Gray y Mearns 1989).
de la misma sociedad, y que un indivi- supuesta estabilidad de los tipos de ho- Asimismo, se debe tomar en cuenta que
duo puede pertenecer a más de un gru- gares tanto a lo largo de la historia como las comunidades que se estudian no son
po residencial simultáneamente. a través de las culturas, sólo sirven para homogéneas y su estratificación debe
Verdon destaca la contribución de limitar el análisis y alejarlo de la reali- ser considerada a la hora de estudiar los
Goody al insistir en que el grupo domés- dad. Netting y cols. prefieren ver al grupos domésticos que las componen
tico es multifuncional, ya que compren- hogar como un proceso, con estructuras (Yanagisako 1979).
de diversas actividades (o ‘situaciones’, que cambian y con fronteras inestables. Muchas veces, al hablar de cómo se
en palabras de Goody, citado en Verdon En este sentido, afirman que “llegar a explican los cambios que sufren los gru-
1980). Para Goody hay tantos grupos una definición de hogar clara y preci- pos domésticos, se ha dado por sentado
como situaciones, y el grupo doméstico sa, válida interculturalmente, es tan pro- —quizá implícitamente—que existe un
se definiría como la zona donde se su- blemático como la descripción de un campo que está dentro de la unidad
perponen estos distintos grupos. Para elefante hecha por un ciego” (p. xxvi). doméstica y otro que está fuera. Al res-
Verdon, en cada proceso hay un grupo Siguiendo este mismo razonamiento, pecto, Fortes (1958) afirma que, para
sólo si se cumplen los requisitos de que Yanagisako también opta por estudiar las propósitos analíticos, es necesario dis-
haya criterios específicos de afiliación diferencias y la variabilidad de los gru- tinguir entre el dominio doméstico con-
y que estos criterios sean definidos con pos domésticos, y observa que las com- siderado como un sistema interno, y el
respecto a los individuos involucrados paraciones que reducen sociedades domino político-jurídico, como un sis-
en el proceso. Por ‘proceso’, Verdon completas a un solo tipo de hogar obs- tema externo. Estos dos dominios tienen
(1980) entiende una serie de activida- truyen la comprensión y la explicación una relación recíproca: “Todo miembro
des repetidas regularmente, como la de la organización doméstica. En este de una sociedad es simultáneamente
producción, la preparación de la comi- sentido, es mejor investigar sobre la una persona en el dominio doméstico y
da, la distribución de productos, la so- variedad de las unidades domésticas en en el dominio político-jurídico. Su
cialización de los niños, etc. En este las sociedades y, también, sobre las ar- estatus en el primero recibe definición
sentido, ya no se hablaría de un grupo ticulaciones de los grupos domésticos y sanción del segundo” (p. 12). El ca-
doméstico multifuncional, sino de gru- entre sí (p. 174). rácter del grupo doméstico está regula-
pos unifuncionales. El concepto de gru- Para enriquecer la comprensión de los do, en parte, por las normas político-
po doméstico sería reemplazado por los grupos domésticos, Yanagisako propone jurídicas.
de grupo residencial, grupo de produc- comenzar investigando las actividades De acuerdo con Bestard (1998) y
ción, grupo de consumo, etc. (p. 123). que son centrales para las relaciones Segalen (2000), el parentesco tiene un
Al analizar el grupo doméstico, es re- domésticas en cada sociedad, en vez rol mediador entre el individuo y la so-
levante tomar en cuenta que su compo- de empezar por estudiar sus grupos do- ciedad. Contribuye a atenuar los efec-
sición, tamaño, y las funciones que mésticos. “Si partimos por identificar las tos de los choques provocados por los
cumple, varían tanto a lo largo del tiem- transacciones productivas, rituales, po- cambios económicos y sociales y tam-
po como a través de las distintas socie- líticas y de intercambio importantes en bién ayuda a la integración del indivi-
dades (y también dentro de cada una sociedad, y sólo entonces procede- duo a un mundo muy formalizado
sociedad). De esta manera, encontrar mos a preguntar qué tipos de unidades (Segalen 2000). La diversidad cultural
una definición de hogar o grupo domés- de parentesco o de localidad se involu- de las sociedades urbanas avanzadas no
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tico que dé cuenta de todas las formas cran en estas actividades, y de qué puede pensarse sin el parentesco, pues
que ellos pueden tomar en las distintas manera lo hacen, disminuiremos la pro-
circunstancias, es realmente difícil. El babilidad de pasar por alto algunas de 2
Odd-job words es una expresión difícil
gran riesgo es que las definiciones y estas unidades sobresalientes, particu- de traducir. Por una parte, fonéticamente
tipologías de hogar, en vez de enrique- larmente aquellas que no calzan con juega con la expresión corriente odd-job
cer la comprensión del grupo domésti- nuestra noción convencional de hogar” works, que alude a trabajos temporales,
provisorios. Odd-job man remite en par-
co, la empobrezcan. (pp. 186–187). Lo que se debe evitar es te a la idea de nuestro “maestro chasqui-
Netting y cols. (1984) proponen que, definir a priori que las funciones que lla”, aquel que arregla cualquier cosa.
en la medida en que “la organización cumple la familia o el hogar son siem- Entonces una odd-job word es algo así
como un concepto comodín, que quie-
del hogar es sensible a los cambios del pre las mismas. Yanagisako llama a re decir muchas cosas.
éste hace posible la adaptación a nue- Yanagisako afirma que no se puede en- tido, remarca Yanagisako, la ideología
vas situaciones y la transmisión de di- tender el cambio de la composición o que ha producido un tipo de organiza-
ferencias culturales (Bestard 1998). de las actividades del hogar sin com- ción familiar puede persistir a pesar de
Yanagisako, por su parte, afirma que prender a los hogares como unidades de alteraciones en las formas de organiza-
muchos investigadores han cuestiona- significado cultural (p. 330). ción, y el cambio en las conductas no
do la utilidad de la dicotomía domésti- Por su parte, Netting y cols. recono- necesariamente implica que las ideolo-
co versus público (o político). Se basa cen que a su esquema analítico del ho- gías culturales hayan cambiado (pp.
en los resultados de investigaciones en gar, donde éste estaba dividido en mor- 183-184). El problema aquí es identifi-
género para afirmar que las relaciones fología y funciones, le falta una tercera car los principios ideológicos subyacen-
domésticas frecuentemente están tan dimensión: la del hogar como una uni- tes para determinar cuándo ha habido
mezcladas con relaciones políticas, que dad conceptual. Un hogar, además de un cambio ideológico relevante. En re-
separar los aspectos domésticos de los ser definido por su tamaño y por las ac- lación con lo anterior, Yanagisako afir-
políticos llevaría a malinterpretarlas. tividades que se realizan en él, puede ma que “la gran promesa de esta estra-
Para la autora, antes se tendía a pasar ser definido como una entidad simbóli- tegia analítica reside en su capacidad
por alto las consecuencias políticas y ca, un modelo cognitivo dentro de las para identificar la tensión dinámica en-
las motivaciones de las acciones feme- mentes de los miembros de una socie- tre ideología y acción como posible
ninas en el grupo doméstico (pp. 190 y dad. Carter (1984) denomina a esta ter- fuente de cambio, transcendiendo así
191). Sin embargo, estas investigacio- cera dimensión ‘household system’ (sis- las limitaciones de un marco analítico
nes han logrado posicionar las relacio- tema doméstico3 ), y hace referencia al que invariablemente atribuye el cam-
nes domésticas en el centro de los sistema cultural de reglas y estrategias bio a las limitaciones impuestas a la
procesos políticos y económicos de la del hogar. “En una tosca analogía con familia, el hogar y el parentesco por
sociedad. Yanagisako no duda en afir- la teoría de juegos, si consideramos los factores externos” (p. 184).
mar que la dicotomía doméstico versus hogares como sistemas, encontramos en
público es analíticamente improducti- ellos dos tipos de elementos: reglas y 1.7 Nuevas formas de construir
va y empíricamente infundada. estrategias. Allí donde las reglas domés- familia
Lloyd (2001) sigue esta misma línea y ticas especifican la manera en que los
En los últimos tiempos, el núcleo con-
también opina que la división de lo pú- recursos y personal culturalmente defi-
yugal se ha vuelto más inestable y la
blico y lo privado ha traído más des- nidos pueden combinarse adecuada-
familia adopta nuevas formas. El divor-
ventajas que ventajas. “El movimiento mente para formar hogares, las estrate-
cio y la unión libre se han traducido en
de la mujer y la teoría feminista han gias domésticas se preocupan del uso
familias monoparentales, familias
desafiado crecientemente la idea de óptimo del personal y recursos disponi-
reconstituidas, familias desinstituciona-
que las esferas pública y privada pue- bles para lograr las metas individuales
lizadas. Sin embargo, estas familias
den ser tratadas como si estuvieran rígi- y las tareas colectivas” (p. 48).
conviven con las redes de parentesco y
damente separadas entre sí. Esta Una de las principales dudas que han
estos lazos en modo alguno se vuelven
división, se ha argumentado, ha sido surgido en el estudio de los grupos do-
más débiles. Todo lo contrario, frente al
central en la exclusión de la mujer de mésticos es, ¿por qué allí donde los
debilitamiento del vínculo conyugal, los
sus derechos ciudadanos y ha oscureci- miembros de una sociedad acuerdan que
lazos de parentesco se refuerzan y se
do los avances en las políticas sociales una forma particular de hogar o familia
recombinan. Se crean nuevas familias
relativas a la familia. Como ya hemos es el ideal, suele descubrirse que un
que se caracterizan por su fluidez y di-
visto, la familia no es una esfera que porcentaje significativo de los hogares
versidad (Bestard 1998).
esté separada del resto de la sociedad. o familias divergen de ese ideal?
Frente a esta situación, Segalen (2000)
Afecta y es afectada por los cambios Yanagisako propone que el cambio es-
señala que la inestabilidad del grupo
políticos, sociales y económicos” (p. tructural y la continuidad estructural en
doméstico no es una situación nueva.
161). las instituciones familiares no son fenó-
Antiguamente también había segundas
menos excluyentes. De esta manera,
nupcias e hijos de distintos matrimonios.
1.6 Ideología y acción en el grupo propone una nueva manera de estudiar
La alta mortalidad (sobre todo femeni-
doméstico el dilema del cambio y la continuidad
na) no permitía que la pareja se pudie-
en la familia. La clave está en exami-
Otro aspecto relevante para compren- ra proyectar a largo plazo. “El grupo do-
nar la relación entre los cambios en la
TEMAS SOCIALES nº 48 • agosto 2004 • 6

der el funcionamiento de los grupos do- méstico antiguo es tan inestable como
ideología de la familia y el parentesco,
mésticos es el de los significados que la célula conyugal contemporánea, so-
y los cambios en los arreglos institucio-
atribuyen las personas a la familia, el bre todo si se tienen en cuenta los di-
nales propiamente dichos. En este sen-
parentesco y el hogar, significados que vorcios. Nuestra sociedad no ha inven-
tienen efectos vitales sobre los compor- 3
El término original household system
tado ni la movilidad geográfica ni la
tamientos: “El hogar no puede separar- alude a la noción de “hogar en cuanto inestabilidad de los matrimonios some-
se de las ideas que las personas tienen sistema”. Para evitar lo engorroso de la tidos a los azares de una mortalidad a
sobre el grupo doméstico, ni de concep- frase, hemos traducido household menudo devoradora” (p 47). Actualmen-
system como “sistema doméstico”, pues
tos simbólicos como familia y hogar, que obviamente traducirlo como “sistema te la esperanza de vida de las socieda-
influencian las decisiones y guían las hogareño” distorsiona el significado de des occidentales permite que una pro-
acciones” (Netting y cols. 1984:xxi). la expresión.
yección de vida en común de cincuen- basan las nociones hegemónicas del pa- Household: Families, Co-residence
ta años sea posible. En este sentido, la rentesco. “A través de la cooperación en and Domestic Functions.” American
gran diferencia es que antiguamente la arreglos alternativos de inseminación y Anthropologist, 69(5): 441–59.
inestabilidad de la familia era provo- coparentalidad, lesbianas y gays han BESTARD, JOAN. 1991. What’s in a
cada por factores externos, mientras desafiado la centralidad de las relacio- Relative. Household and Family in
que ahora es resultado de la voluntad nes heterosexuales y del modelo de pa- Formentera. Oxford: Berg Publishers
de sus miembros. Por otra parte, el di- ternidad de dos personas de géneros Limited.
vorcio tiene consecuencias diferentes ‘opuestos’, en las relaciones de paren- BESTARD, JOAN. 1998. Parentesco y
para el grupo doméstico que la viudez tesco” (Weston 1991:19). modernidad. Barcelona: Paidos.
(por ejemplo, en el caso del divorcio, A este respecto, Weeks (2000) afirma CARTER, ANTHONY T. 1984 “Household
la pareja conyugal y la parental se di- que estamos siendo testigos del surgi- Histories” in Households.
socian). miento de nuevas maneras de concebir Comparative and Historical Studies
Se observa, en las sociedades occi- la familia y la vida íntima. “‘Familia’ es of the Domestic Group. Edited by R.
Netting, R. R. Wilk, and E. J. Arnould,
dentales, una coexistencia de normas una palabra con muchos ecos, que abar-
pp. 44–83. Berkeley: University of
matrimoniales; así, junto al matrimo- ca una variedad de significados socia- California Press.
nio tradicional surgen uniones más flexi- les, culturales, económicos y simbólicos.
FORTES, MEYER. 1958. “Introduction”
bles y precarias. Las parejas que coha- En las discusiones sobre políticas socia-
in The Developmental Cycle in
bitan ya no entienden su cohabitación les, sin embargo, se la usa convencio- Domestic Groups. Edited by J.
como una etapa previa al matrimonio nalmente para denotar las relaciones que Goody, pp: 1–14. New York:
y se desarrollan nuevas relaciones de involucran el cuidado de niños. Es sor- Cambridge University Press.
parentesco en torno a la pareja infor- prendente, por lo tanto, que el término GIDDENS, ANTHONY. 1992. The
mal. Hasta hace unas cuatro décadas, sea de uso común entre personas que se Transformation of Intimacy.
la unión libre, el divorcio y la familia autoidentifican como no-heterosexuales Sexuality, Love and Eroticism in
monoparental eran considerados figu- para denotar algo más amplio: un círcu- Modern Societies. Cambridge: Polity
ras de desviación con relación a la nor- lo basado en la afinidad, que puede o Press.
ma. Actualmente se asiste al final de no involucrar niños, portador de un sig- GRAY, JOHN N. 1989. “The Household
la norma única del matrimonio monó- nificado cultural y simbólico para los in Nepal: Social and Experiential
gamo y todas estas figuras forman par- sujetos que participan de él, o que en él Crucible of Society” in Society from
te de un mismo modelo considerable- y a través de él alcanzan un sentido de Inside Out: Anthropological
mente aceptado (Segalen 2000). pertenencia” (Weeks 2000:216). Perspectives on the South Asian
Sin embargo, algunos rasgos se man- Desde principios del siglo XX se han Household. Edited by J. N. Gray, and
tienen. Teóricamente, la elección de escuchado múltiples discursos sobre la D. J. Mearns. New Delhi: Sage.
pareja es totalmente libre, pero la crisis de la familia y muchas veces se GRAY. JOHN N., AND D. J. MEARNS.
homogamia social que caracterizaba ha anunciado su muerte, ya sea por las 1989. “Introduction. Household and
las uniones antiguas sigue presente en enfermedades sexuales, por la inmorali- Domestic Group” in Society from
las uniones contemporáneas. Una de las dad, por la intervención del Estado o por Inside Out: Anthropological
Perspectives on the South Asian
razones que facilita la aceptación de el individualismo y la pérdida de fun-
Household. Edited by J. N. Gray, and
la unión libre es que continúa siendo ciones (Segalen 2000). Sin embargo, la D. J. Mearns. New Delhi: Sage.
fuertemente endógama; de esta mane- familia ha probado ser una institución
LASLETT, PETER. 1972. “Introduction:
ra, no comporta desorden social extraordinariamente durable y resisten-
The History of the Family” in
(Segalen 2000). te, a la vez que flexible (Yanagisako Household and Family in Past Time.
Otro fenómeno que forma parte de 1979). Así, “más que una ‘célula bási- Edited by Laslett P. and R. Wall. pp.
las nuevas formas que adopta la fami- ca’ de la sociedad o una ‘última mura- 1–90. Cambridge: Cambridge
lia a finales del siglo XX es el que dice lla’ contra las agresiones, la familia University Press.
relación con las parejas homosexuales. aparece como una institución flexible y LÉVI-STRAUSS, CLAUDE. 1974. “La
Giddens (1992) plantea que hombres y resistente desde el momento en que la familia” in Polémica sobre el origen
mujeres homosexuales han precedido consideramos con una cierta perspecti- y la universalidad de la familia. Bar-
a los heterosexuales en desarrollar unio- va histórica. En lugar de analizarla en celona: Cuadernos Anagrama.
nes libres, ya que han tenido que arre- términos de crisis, hay que preguntarse LLOYD, CATHERINE. 2001. “The
TEMAS SOCIALES nº 48 • agosto 2004 • 7

glárselas sin los marcos tradicionales cómo ha vivido la familia las transfor- Transformation of Family Life and
del matrimonio. Por otra parte, en so- maciones económicas, sociales y cultu- Sexual Politics” in Governing
ciedades donde el parentesco se en- rales de los últimos ciento cincuenta European Diversity. Edited by
cuentra asociado a la procreación, las años, cómo ha resistido y cómo ha con- Montserrat Guibernam. London: Sage
familias homosexuales están renego- tribuido” (Segalen 2000:20). Publications.
ciando el sentido que aquel tiene MEARNS DAVID J. 1989. “Household
(Bestard 1998). De acuerdo con Weston and Social Identity: Domestic Group,
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Domestic Space and Ritual Contexts
(1991), el discurso sobre las familias ho-
mosexuales cuestiona muchos de los su- BENDER, DONALD R. 1967. “A Amongst Indians in Malaysia” in
Refinement of the Concept of Society from Inside Out:
puestos procreativos sobre los cuales se
Anthropological Perspectives on the SEGALEN, MARTINE. 2000. Antropolo- WESTON, KATH. 1991. Families we
South Asian Household. Edited by J. gía histórica de la familia. Madrid: Choose. Lesbians, Gays, Kinship.
N. Gray, and D. J. Mearns. New Taurus Universitaria. New York: Columbia University Press.
Delhi: Sage. VERDON, MICHEL. 1980. “Shaking off WILK R. RICHARD AND ROBERT McC
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University of California Press. Press. of the Domestic Groups.”s Annual
Review of Anthropology, 8: 161–205.

SITIOSUR
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sitiosur es el sitio web de SUR Corporación de Estu-


dios Sociales y Educación. En él se da cuenta de la
historia de la Corporación, de su misión, principios,
recursos, organización, redes en que participa, links
con otras organizaciones, actividades del momen-
to y publicaciones.
En la BIBLIOTECA ON-LINE de sitiosur, algunas de
las publicaciones de Ediciones SUR están disponi-
bles para su descarga gratuita. Entre ellas:

De las series sobre Estudios Sociales:


• La comunidad perdida. Ensayos sobre identidad y
cultura. José Bengoa (1996).
• Informe sobre la Decencia. Javier Martínez & Mar-
garita Palacios (1996).
• La desigualdad. José Bengoa, Francisca Márquez, Susana Aravena (1999).
• Espacio público, participación y ciudadanía. Olga Segovia & Guillermo Dascal, eds. (2000).
• La sociedad civil popular del poniente y sur de Rancagua (1930-1998). Gabriel Salazar (2000).
• Conversaciones públicas para ciudades más seguras. Varios autores (2000).
• Seguridad ciudadana, participación social y buen gobierno: el papel de la policía. Varios autores (2001).
• Territorio local y desarrollo. Experiencias en Chile y Uruguay. Lucy Winchester y Enrique Gallicchio, eds.
(2003).

De la Colección Intervenciones en la Ciudad:


TEMAS SOCIALES nº 48 • agosto 2004 • 8

• Palabras escritas en un muro. El caso de la Brigada Chacón. Textos de Alejandra Sandoval, con documen-
tación iconográfica (2001).
• Ferias libres: espacio residual de soberanía ciudadana. Gabriel Salazar (2003).

S
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T EMA
SOCIALES
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