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Economía y usos de espacios costeros y marinos
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Bazzino Ferreri, G.A., 2009. Calamar gigante (
Dosidicus gigas
) y cambio climático: adaptaciones y vulnerabilidad, p. 473-482. En: E. Rivera-Arriaga, I. Azuz-Adeath, L. Alpuche Gual y G.J. Villa-lobos-Zapata (eds.). Cambio Climático en México un Enfoque Costero-Marino. Universidad Autónoma de Campeche C-Universidad, Gobierno del Estado de Campeche. 944 p.
Calamar gigante (
Dosidicus gigas
) y cambio climático: adaptaciones y vulnerabilidad
Gastón A. Bazzino Ferreri
R
En el presente capítulo se analizan algunos de los impactos potenciales causados por eventos climático-oceanográficos, tales como El Niño o La Niña, sobre la pesquería del calamar gigante (
Dosidicus gigas
) en el Golfo de California y el Océano Pacífico. Además, se examina la reciente expansión geográfica de
D. gigas
con relación a ciertos atributos poblacionales (adaptaciones y vulnerabilidad) y su respuesta frente al cambio climático global (calentamiento global, expansión de la zona de mínimo oxígeno y acidificación de los océanos).
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Economía y usos de espacios costeros y marinos474
L D. gigas
N/ N
La pesquería del calamar gigante (
Dosidicus gigas
) en el Golfo de California () es conside-rada en la actualidad una de las más importantes en el noroeste de México. La captura de esta especie se inició en el a principios de los 1970, en su mayoría por pequeñas embarcaciones a escala local. En el año 1980 se otorgaron permisos de pesca a grandes barcos y la captura anual alcanzó las 22 000 toneladas. En 1982, la pesquería se colapsó y el calamar prácticamente desapareció del durante casi una década. Algunas posibles explicaciones para dicho colapso incluyeron la posibilidad de una sobreexplotación del recurso o incluso una disminución en la demanda de calamar en los mercados, lo cual podría haber causado que la captura del recurso no significara una oportunidad de negocio atractiva o rentable.Según los antecedentes, el calamar gigante reapareció a partir de 1989, y para al año 1994 la pesquería reanudó operaciones en la región central del reflejando un patrón estacional bien marcado que se mantiene hasta el presente. Durante los meses de verano (mayo-octubre) la pesquería opera en la región de Santa Rosalía (Baja California Sur), mientras que durante el invierno (noviembre-mayo) se localiza en la región de Guaymas (Sonora) (Markaida y Sosa-Nishizaki, 2001). Por otro lado, las capturas comerciales de
D. gigas
en el Océano Pacífico frente a la península de Baja California han sido esporádicas u ocasionales, centrándose princi- palmente en la región costera frente a bahía Magdalena sólo en algunos años y durante cortas temporadas de pesca, al parecer coincidiendo con la ocurrencia de eventos El Niño (
e.g.
año 1998).Durante los últimos 10 años, el calamar gigante se ha convertido en una de las pesquerías más importantes del país con capturas que han superado las 100 000 toneladas en algunos años (figura 1). Sin embargo, se ha observado una fuerte variabilidad interanual en la serie histórica de las capturas provocando un grado de incertidumbre en relación al aseguramiento de la materia prima para la industria establecida. Hasta la fecha se desconocen las causas de esta variabilidad aunque las primeras explicaciones sugirieron que puede haber una relación con los patrones migratorios de alimentación, de reproducción o con el éxito del reclutamiento (Klett-Traulsen, 1981; Ehrhardt
et al
., 1982, 1986; Ramírez y Klett-Traulsen, 1985) y más recientemente otros autores han sugerido que dicha variabilidad puede estar relacionada a fac-tores climático-oceanográficos, como la ocurrencia de eventos El Niño o La Niña (Lluch-Cota
et al.,
1999; Morales-Bojórquez
et al
., 2001; Nevárez-Martínez
et al.
, 2002)..Los episodios más evidentes de variabilidad espacio-temporal en la disponibilidad de calamar gigante dentro del fueron observados durante las temporadas de pesca de 1998 y 2005. En el primer caso coincide con la ocurrencia del fuerte evento El Niño 1997-1998 y en el segundo caso con la presencia de anomalías cálidas durante 2004-2005 similares a las observadas en un evento El Niño débil. De acuerdo a los registros pesqueros (avisos de arribo), a comienzos de 1998 se registró una caída abrupta de las capturas de calamar gigante en las principales áreas de pesca del (Guaymas y Santa Rosalía), mientras que en el Océano Pacífico se comenzaron a observar grandes concentraciones de calamar gigante en la zona costera frente a la región
Rivera-Arriaga, Azuz Adeath, Alpuche Gual y Villalobos-Zapata (eds.)475
El NiñoLa NiñaCapturas
C a p t u r a s ( t o n e l a d a s x 1 0 0 0 )
120100806040200
1 9 7 4 1 9 7 6 1 9 7 8 1 9 8 0 1 9 8 2 1 9 8 4 1 9 8 6 1 9 8 8 1 9 9 2 1 9 9 6 1 9 9 8 2 0 0 0 2 0 0 2 2 0 0 4 1 9 9 0 1 9 9 4 2 0 0 6
de bahía Magdalena, las cuales impulsaron un desplazamiento de la flota pesquera del Golfo hacia dicha zona con registros de capturas que alcanzaron aproximadamente 12 000 toneladas (Nevárez-Martínez
et al.
, 2002).Los eventos El Niño constituyen la señal interanual más fuerte de variabilidad climática en el (Herrera-Cervantes
et al
., 2007; Lluch-Cota
et al.,
2007) y en el Océano Pacífico Oriental. Esta posible relación entre la ocurrencia de eventos El Niño y el desplazamiento del calamar gigante por fuera del puede estar directamente asociada a un stress fisiológico causado por las altas temperaturas, o indirectamente a través de un efecto negativo sobre las poblaciones de peces mictófidos o de pelágicos menores (
e.g.
la sardina del Pacífico; Lluch-Cota
et al
., 2007), las cuales constituyen algunas de las presas del calamar gigante dentro del (Markaida y Sosa-Nishizaki, 2003).En este contexto, vale la pena mencionar que algunos de los posibles escenarios futuros de cambio climático contemplan un posible aumento en la amplitud y frecuencia de los eventos El Niño (Collins, 2000a y b; Latif y Keenlyside, 2008; Perry
et al.
, 2009), lo cual podría ocasio-nar una disminución considerable en la abundancia del calamar gigante dentro del y podría reflejarse en una mayor variabilidad interanual de las capturas con efectos negativos sobre la pesquería. Sin embargo, aún se desconoce con certeza cuáles son los impactos potenciales que pueden ocasionar determinados eventos climático-oceanográficos, tales como El Niño o La Niña, sobre la pesquería del calamar gigante en el o en el Océano Pacífico (figura 1).
Figura 1.
Capturas anuales de calamar gigante (
Dosidicus gigas
) en México durante el período 1974-2007 (datos proporcionados por Sagarpa). Los períodos sombreados indican la ocurrencia de eventos El Niño o La Niña.
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