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EL PARALELISMO

DEL
TIEMPO DE NOÉ
CON NUESTRO
TIEMPO
EL PARALELISMO DEL
TIEMPO DE NOÉ
CON NUESTRO TIEMPO

Por William Soto Santiago


Jueves, 25 de julio de 2002
Panamá, Panamá

M uy buenas noches, amados amigos y hermanos


presentes; es para mí una bendición y privilegio
grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir
con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de
la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este
tiempo final.
Reciban también saludos de mi esposa Erica y también
de mis niñas América y Yahannah Gabriela. También
reciban saludos de nuestro Hno. Bermúdez y también de
Benjie, José Benjamín Pérez, quien tampoco pudo estar con
nosotros en esta ocasión; pero Miguel y Benjamín también
les aman grandemente.
Para esta ocasión leemos en San Mateo, capítulo 24,
versos 30 al 39, donde nos habla Cristo de este tiempo
final, dice:
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en
el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra,
y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del
cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y
juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un
extremo del cielo hasta el otro.
4 WILLIAM SOTO SANTIAGO

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su


rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano
está cerca.
Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas,
conoced que está cerca, a las puertas.
De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta
que todo esto acontezca.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
pasarán.
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de
los cielos, sino sólo mi Padre.
Mas como en los días de Noé, así será la venida del
Hijo del Hombre.
Porque como en los días antes del diluvio estaban
comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento,
hasta el día en que Noé entró en el arca,
y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó
a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos
permita entenderla.
Nuestro tema es: “EL PARALELISMO DEL TIEM-
PO DE NOÉ CON NUESTRO TIEMPO.”
“EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ CON
NUESTRO TIEMPO.”
De eso es que nos habla Cristo cuando nos dice que la
Venida del Hijo del Hombre para este tiempo final será
como en los días de Noé; por lo tanto, tenemos que estudiar
los días de Noé para poder comprender nuestro tiempo y
las cosas que estarán sucediendo en nuestro tiempo.
Ahora, ¿cómo vamos a conocer las cosas que deben
suceder en nuestro tiempo? Cristo dice: “Yo Jesús he
enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en
las iglesias.” [Nota - Apocalipsis 22:16]
EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ CON ... 5

Por lo tanto, en el Mensaje de ese Angel estará conteni-


da toda la revelación divina de las cosas que nosotros
debemos conocer en cuanto a nuestro tiempo, el cual es un
tiempo como el de Noé.
Para ver nuestro tiempo como el tiempo de Noé, o sea,
ver el paralelo o paralelismo que hay en nuestro tiempo con
el tiempo de Noé, y el paralelismo del tiempo de Noé con
nuestro tiempo, tenemos que estudiar la Escritura y ver
cómo estaban en aquellos tiempos.
En aquellos tiempos la humanidad había llegado a su
fin; dice la Escritura que todo pensamiento del corazón de
ellos era de continuo al mal. Eso está en Génesis, capítulo
6, verso 5 en adelante. Dice:
“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha
en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del
corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la
tierra, y le dolió en su corazón.
Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los
hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y
hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de
haberlos hecho.”
Esta era la condición de la humanidad en aquel tiempo.
¿Y no es la misma en nuestro tiempo? La humanidad se
encuentra en la misma condición, por eso las guerras y los
diferentes problemas en medio de la raza humana.
Ahora, en los días de Noé, miren aquí, a continuación
dice:
“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.”
“Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.” Noé era de
la descendencia de Adán, era Noé la persona número diez
de esa descendencia, y era un Profeta dispensacional.
Dios tiene dispensaciones en las cuales El trata con el
6 WILLIAM SOTO SANTIAGO

ser humano; y para cada dispensación El tiene un Profeta


dispensacional a través del cual Dios trae el Mensaje para
esa dispensación. Y aunque Dios ha enviado muchos
Profetas a la Tierra para hablar por medio de ellos, Profetas
dispensacionales ha tenido muy pocos.
Profetas dispensacionales son los Profetas más grandes
que Dios envía a la Tierra. Dios tiene siete Profetas dispen-
sacionales para siete dispensaciones, los cuales son:
Adán, para la primera dispensación, la Dispensación de
la Inocencia, con el Mensaje de Dios para esa dispensación.
El segundo Profeta dispensacional fue Set, para la
Dispensación de la Consciencia.
El tercer Mensajero dispensacional fue Noé, para la
tercera dispensación, la Dispensación del Gobierno Huma-
no.
Y estos días de Noé, vean, eran los días en donde Dios
tenía presente un Profeta dispensacional, un Profeta grande,
como lo fue Adán y como lo fue Set.
El cuarto Profeta dispensacional fue Abraham, para la
Dispensación de la Promesa.
El quinto Profeta dispensacional fue Moisés para la
quinta dispensación, la Dispensación de la Ley.
El sexto Profeta dispensacional es Jesús, para la
Dispensación de la Gracia.
Y el séptimo Profeta dispensacional es el Angel del
Señor Jesucristo, para la Dispensación del Reino.
Y este es el tiempo señalado paralelo al tiempo de Noé;
por lo tanto, tiene que aparecer en la escena un Profeta
dispensacional. Y el único Profeta dispensacional que falta
de todos los que están señalados para ser manifestados, es
el último: el séptimo Profeta dispensacional. Por lo tanto,
este tiempo paralelo al tiempo de Noé es el tiempo para el
Profeta de la Dispensación del Reino estar presente.
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Ahora, siendo que es un tiempo como el tiempo de Noé,


pues tiene que estar presente un Profeta dispensacional, a
través del cual Cristo, el Angel de Jehová, el Angel del
Pacto, se vele y se revele; y así se manifieste Cristo, el Hijo
del Hombre a través de un Profeta.
Pero ese Profeta NO es Cristo, ése es el Angel del Señor
Jesucristo, el Mensajero de Jesucristo para el Día Postrero,
que es un Profeta dispensacional a través del cual Cristo en
Espíritu Santo estará manifestándose y dándole a conocer
a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder pronto; y
estará dándonos así la fe de Rapto, que es la fe para ser
transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas
del Cordero.
En los días de Noé Dios halló un hombre justo, el cual
halló gracia delante de Dios, no porque Noé no tenía
problemas, sino porque Noé sacrificaba a Dios el sacrificio
por el pecado, y por consiguiente sus pecados estaban
cubiertos ante Dios con la sangre de esos animalitos; por lo
tanto halló gracia delante de Dios.
Y por cuanto Dios no hará nada sin que antes revele Sus
secretos a Sus siervos Sus Profetas (como dice Amós,
capítulo 3, verso 7), Dios reveló a Noé las cosas que El iba
a hacer: le reveló a Noé que iba a destruir la raza humana
con un diluvio, y Noé dio a conocer ese Mensaje a la
humanidad; y ella, la humanidad, no creyó, era algo fuera
del entendimiento humano.
La humanidad no sabía que había llegado a su final y
que Dios cada cierto tiempo tiene una etapa de juicio
divino, en donde juzga a la humanidad, y en donde coloca
sobre la Tierra el juicio, y entonces ahí viene el problema
para la humanidad, los juicios divinos caen sobre la raza
humana; y eso es cuando cada dispensación llega a su final,
se cierra con un juicio divino.
8 WILLIAM SOTO SANTIAGO

O sea, que Dios juzga esa generación bajo esa dispen-


sación, y luego trae el juicio divino que corresponde por
todas las cosas que ha hecho esa generación bajo esa
dispensación.
Y siempre aparece al final de una dispensación: un
Profeta dispensacional para una nueva dispensación. Por lo
tanto, con ese Profeta dispensacional Dios da a conocer las
cosas que han de suceder a la humanidad, y con ese Profeta
dispensacional cierra esa dispensación que ha llegado a su
final, y abre una nueva dispensación; por eso viene con un
Mensaje dispensacional.
El Mensaje de ese Profeta es el Mensaje con el cual se
cierra la dispensación que ha llegado a su final, y es el
Mensaje donde vienen siendo hablados los juicios que han
de venir sobre la humanidad; y en ese mismo Mensaje y
con ese mismo Mensaje se abre una nueva dispensación; y
ese Mensaje es el Mensaje para la nueva dispensación.
Ahora, en los días de Noé estaba presente un Profeta
dispensacional, el cual las cosas que hablaba eran cosas
inconcebibles a la mente humana, pero eran la verdad.
Y cuando lo que habla un Profeta dispensacional es la
Palabra de Dios, la Verdad de Dios, no importa que sea
inconcebible a la mente humana: como él estará hablando,
así es como Dios va a hacer, porque él está dando a conocer
los Pensamientos Divinos a la humanidad.
Nadie conoció la Mente de Dios, sino el Espíritu de
Dios; y el Espíritu de Dios viene en esos Profetas y revela
a esos Profetas las cosas que Dios va a hacer. Por lo tanto,
los Pensamientos Divinos vienen siendo dados a conocer
por ese Profeta dispensacional que El envía al final de cada
dispensación, para luego comenzar una nueva dispensación.
Ahora, encontramos que este tiempo en el cual vivimos,
Cristo profetizó que sería como en los días de Noé. Por lo
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tanto, este tiempo es el tiempo en donde esta generación


llega a su final, y en donde Dios llama a juicio esta
generación, la juzga, y traerá el juicio divino, que es la gran
tribulación, donde caerán los juicios divinos sobre la raza
humana.
Ahora, así como Dios tuvo paciencia en aquellos días
de Noé... no tuvo paciencia de la humanidad, sino de Noé,
el cual estaba construyendo el arca donde escaparían Noé
y su familia, y los animales y reptiles que entrarían al arca,
y también las aves que entrarían al arca. Dios no podía
destruir la humanidad sin Noé terminar el arca, porque
sería destruido también Noé y su familia.
Ahora, se ha venido anunciando a la humanidad, por
miles de años, que vendrá el juicio divino sobre la raza
humana, así como Noé anunció que venía el juicio divino
sobre la raza humana en su tiempo. La gente podía decir:
“Ya lleva cincuenta años predicando lo mismo y todavía no
ha venido el juicio divino.” Y la humanidad no sabía que
era la Paciencia de Dios, Paciencia de Dios con Noé en lo
que Noé terminara el arca; porque si Noé no terminaba el
arca y Dios enviaba el diluvio, destruiría a Noé también;
pero Noé halló gracia delante de Dios, y Dios no podía
destruir al justo con los injustos.
Y ahora, encontramos que Cristo ha estado construyen-
do Su Iglesia de etapa en etapa; y por causa de los escogi-
dos de Dios, Dios no puede traer el juicio divino sobre la
raza humana hasta que Cristo haya completado Su Iglesia;
porque esos son los escogidos de Dios, esos son los hijos e
hijas de Dios, y Dios no puede destruir a Sus hijos junta-
mente con el mundo. Por lo tanto, tiene que esperar a que
Cristo termine la construcción de Su Iglesia, y entre a
Cristo, que es el Arca de Salvación, toda persona escrita en
el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
10 WILLIAM SOTO SANTIAGO

Es en nuestro tiempo donde se completará la Iglesia del


Señor Jesucristo con los últimos escogidos de Dios que son
llamados y juntados en este tiempo final, conforme a la
profecía de Cristo de San Mateo 24, verso 31:
“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y
juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un
extremo del cielo hasta el otro.”
Llama y junta a Sus escogidos bajo el Ministerio de los
Angeles del Hijo del Hombre, bajo el Ministerio de los Dos
Olivos: Moisés y Elías. Y eso es con Gran Voz de Trompe-
ta, o sea, con un Mensaje dispensacional, con el Mensaje
del Evangelio del Reino; y son llamados y juntados en el
Cuerpo Místico de Cristo los escogidos de la Iglesia del
Señor Jesucristo en este tiempo final.
Y cuando se complete ese recogimiento de los escogi-
dos del Señor Jesucristo en Su Iglesia, entonces Dios
llamará ciento cuarenta y cuatro mil hebreos (doce mil de
cada tribu) con el mismo Mensaje de la Gran Voz de
Trompeta del Evangelio del Reino, que gira alrededor de la
Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de
Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de
Reclamo.
Con ese Mensaje siendo revelado es que son llamados
los escogidos de entre los gentiles, y luego los escogidos
del pueblo hebreo; esa es la Gran Voz de Trompeta con la
cual los Angeles del Hijo del Hombre llaman y juntan a los
escogidos de Dios. Y luego vendrá el juicio divino sobre la
raza humana, vendrá el juicio divino como vino el diluvio:
vendrá sobre la raza humana, en el Día Postrero, el diluvio
de fuego, fuego atómico, el cual está profetizado para la
humanidad, para este tiempo final.
En Malaquías, capítulo 4, verso 1 en adelante, dice:
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno,
EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ CON ... 11

y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán


estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho
Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.”
¿Ven? “El día ardiente como un horno.” O sea, que ya
no será con un diluvio de agua, sino un diluvio de fuego
atómico, fuego volcánico, y fuego de todo tipo de fuego
que hay en la Tierra; y terremotos, maremotos y volcanes,
y así por el estilo.
Todo ese juicio divino caerá sobre la raza humana, y
vendrán graves problemas para la raza humana, como fue
en los días de Noé.
Ahora, cuando caigan estos juicios divinos sobre la raza
humana se habrá cerrado la Dispensación de la Gracia; ya
Cristo no estará en el Trono del Padre haciendo Intercesión
con Su Sangre, ya habrá salido del Trono de Intercesión, ya
estará completa la Iglesia de Jesucristo, ya estarán transfor-
mados todos los escogidos de Dios, los muertos en Cristo
estarán resucitados, y todos estaremos con Cristo en el
Cielo, en la Cena de las Bodas del Cordero, en la Casa de
nuestro Padre Celestial.
Ahora, antes de que caiga el juicio divino, Cristo en
Espíritu Santo en medio de Su Iglesia a través del Mensaje-
ro del Día Postrero, a través del Angel del Señor Jesucristo,
viene el llamado de la Gran Voz de Trompeta, y viene así,
por consiguiente, la manifestación de Cristo, el Hijo del
Hombre, en medio de Su Iglesia.
Pero ese Profeta Mensajero NO es Cristo, no es el Hijo
del Hombre; pero en él estará Cristo, el Hijo del Hombre
manifestado, hablándole a Su pueblo, llamando a Sus
escogidos y juntándolos en Su Iglesia, Su Cuerpo Místico
de creyentes.
Por eso este tiempo sería como los días de Noé, en los
cuales hubo un Profeta dispensacional allá, y por consi-
12 WILLIAM SOTO SANTIAGO

guiente habrá un Profeta dispensacional acá, el cual está


señalado como el Angel del Señor Jesucristo.
Dice Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, Cristo con esa
Voz de Trompeta, dice: “Sube acá, y yo te mostraré las
cosas que sucederán después de estas.”
Hay que subir a la etapa, a la edad donde Cristo está
obrando en este tiempo final, que es la etapa de la Edad de
la Piedra Angular. Cristo en Espíritu Santo ahí se revela a
Su Iglesia y en medio de Su Iglesia, y nos da a conocer
todas estas cosas que deben suceder pronto, en este tiempo
final, el cual es un tiempo como en los días de Noé.
Y ahora, ¿cómo es que El nos va a dar a conocer todas
estas cosas que deben suceder pronto? Por cuanto no hará
nada el Señor Jehová, sin que antes revele Sus secretos a
Sus siervos Sus Profetas, El tendrá un Profeta en la Tierra
para ese propósito. Conforme a Amós, capítulo 3, verso 7,
El no hará nada sin que revele Sus secretos a Sus siervos
Sus Profetas.
Ahora, veamos Apocalipsis 22, verso 6, y ahí está la
contestación a la forma en que Cristo nos dará a conocer
todas estas cosas que deben suceder pronto, en este tiempo
final. Dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el
Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado
su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben
suceder pronto.”
“El Dios de los espíritus de los Profetas.” ¿De quién son
los espíritus de los Profetas? De Dios. Los espíritus de los
Profetas son los cuerpos angelicales de los Profetas,
cuerpos teofánicos de los Profetas. Son ¿de quién? De
Dios.
“El Dios de los espíritus de los Profetas ha enviado Su
Angel:” ha enviado un espíritu de Profeta, ha enviado un
EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ CON ... 13

Profeta, ha enviado Su Angel.


¿Para qué lo ha enviado? “Para manifestar a Sus siervos
las cosas que deben suceder pronto.” Manifiesta a la Iglesia
del Señor Jesucristo todas estas cosas que deben suceder
pronto, y después las manifestará al pueblo hebreo, donde
ciento cuarenta y cuatro mil hebreos lo recibirán.
Ahora, hemos visto que es por medio del Angel del
Señor Jesucristo que Cristo dará a conocer a Su Iglesia
todas estas cosas que deben suceder pronto; y por consi-
guiente, también al pueblo hebreo dará a conocer estas
cosas que deben suceder pronto por medio de Su Angel
Mensajero; y también a la humanidad, como lo hizo por
medio del Profeta Noé: por medio del Profeta Noé Dios dio
a conocer las cosas que iban a suceder pronto en el tiempo
de Noé.
Y ahora, nosotros viviendo en el tiempo paralelo al
tiempo de Noé estaremos obteniendo el conocimiento de
todas estas cosas que deben suceder pronto. ¿Y cómo? Por
medio del Angel del Señor Jesucristo, que es el último
Profeta dispensacional que Dios tendría y enviaría a la
Tierra para anunciar el final de la Dispensación de la
Gracia y los juicios divinos que vendrán sobre la raza
humana; porque ha despreciado la Misericordia el mundo,
y por consiguiente le vendrá el juicio divino entonces;
porque el que desprecia la Misericordia, lo que le queda
entonces es el juicio divino para recibirlo.
Y ahora, este Angel Mensajero ya hemos visto que es
un Profeta, un espíritu de Profeta que estará manifestado en
carne humana en la Tierra en este tiempo final; y será un
Profeta como Noé, un Profeta dispensacional como Noé era
un Profeta dispensacional.
También Cristo en San Lucas dijo que este tiempo sería
como en los días de Lot: en los días de Lot hubo también
14 WILLIAM SOTO SANTIAGO

un Profeta dispensacional, el cual fue Abraham. Por lo


tanto, este tiempo sería paralelo a los días de Lot, que son
los días de Sodoma y Gomorra, en donde también Dios
tenía en la escena un Profeta dispensacional: Abraham, el
Padre de la fe.
Siempre que va a ocurrir en la Tierra algo grande, Dios
tiene en la Tierra un Profeta grande, un Profeta dispensa-
cional; y a ese Profeta Dios revela las cosas que han de
suceder, y ese Profeta las revela al pueblo.
“Y el que es de Dios, oye la Voz de Dios.” El que no
quiera escuchar la Voz de Dios, pues le sucederá como a la
gente del tiempo de Noé: que no conocieron y vino el
diluvio y se los llevó a todos.
Ahora, ¿por qué no conocieron? Porque no creyeron el
Mensaje de Noé; porque Noé estaba diciendo lo que iba a
suceder, pero por cuanto no lo creyeron entonces no lo
conocieron, no lo entendieron, y vino sobre ellos el juicio
divino que Noé les anunció de parte de Dios.
Para este tiempo final estarán siendo anunciadas las
plagas, los juicios, las copas, y todos estos juicios divinos
que están prometidos para ser derramados durante el
tiempo de la gran tribulación. Estos juicios divinos del
Apocalipsis caerán sobre la raza humana en este tiempo
final.
Ahora, ¿qué podemos hacer?, ¿podemos evitarlos? No,
ya están profetizados que van a caer sobre la raza humana.
¿Pero cómo podemos escapar de esos juicios divinos si son
inevitables para la raza humana? Vamos a ver cómo
podemos escapar. En San Lucas, capítulo 21, verso 34 al
36, dice la forma en que podrán escapar muchas personas
de esos juicios divinos:
“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros
corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de
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los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros


aquel día.
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que
habitan sobre la faz de toda la tierra.
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos
por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y
de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”
Hay una forma para escapar y ser hallados dignos de
evitar estos juicios divinos que han de venir, y estar en pie
¿cómo? delante del Hijo del Hombre, estar en pie delante
de Cristo, el Hijo del Hombre en Su manifestación final a
través del Angel del Señor Jesucristo, para que lo entiendan
claro.
Ahora, esta manifestación de Cristo, el Hijo del Hom-
bre, será por medio de un hombre en el Día Postrero. Cristo
estará velado y revelado en un hombre hablándonos todas
estas cosas que deben suceder pronto, y dándonos así la fe,
la revelación para ser transformados y ser llevados con
Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero y escapar de los
juicios que han de venir sobre la raza humana.
Vean, el Rvdo. William Branham hablándonos en el
Mensaje: “Tratando de hacer a Dios un servicio,” dice...
eso fue en el mes de noviembre, el día 27 del año 1965; el
mes antes de su partida él predicó este Mensaje en Shreve-
port, Lousiana, y dijo... Este es un extracto (el que les voy
a leer), está en la página 165 del libro de “Citas,” párrafo
1471, y dice:
“Pero el Elías de este día es el Señor Jesucristo. El ha
de venir según Lucas 17:30, dice que el Hijo del Hombre
ha de revelarse entre Su gente. No un hombre, ¡Dios! Pero
vendrá por un profeta. Y El nunca tuvo dos profetas
mayores en el mundo al mismo tiempo.”
Y ahora, Cristo, el Hijo del Hombre, está prometido
16 WILLIAM SOTO SANTIAGO

para ser manifestado en este tiempo final, para revelarse en


medio de Su pueblo, en medio de Su Iglesia; y será Cristo
el mismo Dios manifestándose, pero será manifestándose
a través de un hombre, de un Profeta.
Ese es el misterio de la Venida del Hijo del Hombre, de
la manifestación del Hijo del Hombre como en los días de
Noé: vendrá por un Profeta; y nunca tuvo dos Profetas
mayores al mismo tiempo. O sea, que tendrá un sólo
Profeta y será un Profeta dispensacional; y ese será el
Angel del Señor Jesucristo.
En ese Profeta estará Cristo en Espíritu Santo velado y
revelado, hablándole a Su Iglesia todas estas cosas que
deben suceder pronto, y preparando a Su Iglesia para ser
transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas
del Cordero.
Pero ese hombre, ese Angel, NO es el Señor Jesucristo,
pero en ese hombre estará el Señor Jesucristo en Espíritu
Santo manifestado, y será paralelo al día o a los días de
Noé.
Como los días de Noé, así será el día en que el Hijo del
Hombre se manifieste; y el misterio grande de la manifes-
tación del Hijo del Hombre es que será Cristo en Espíritu
Santo manifestado a través de un Profeta dispensacional
llamado el Angel del Señor Jesucristo. A través de ese
Profeta estará la manifestación del Hijo del Hombre en el
Día Postrero, así como se manifestó Cristo, el Hijo del
Hombre, a través de los apóstoles, a través de San Pablo -
San Pedro, San Pablo, y a través de los diferentes ángeles
mensajeros; también se manifestó en una forma maravillosa
por medio del Rvdo. William Branham.
Esa manifestación que vimos en el Rvdo. William
Branham de parte de Dios, era la manifestación del Hijo del
Hombre, de Cristo en Espíritu Santo operando Su ministe-
EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ CON ... 17

rio y discerniendo los pensamientos del corazón de las


personas, y dando la Palabra a Su pueblo.
Para este tiempo final Cristo estará en medio de Su
Iglesia velado y revelado en un hombre, que es el Angel del
Señor Jesucristo del libro del Apocalipsis, el cual le dio a
Juan el Apóstol la revelación del Apocalipsis. A través de
ese hombre, Cristo en Espíritu Santo se manifestará y le
revelará todas estas cosas que deben suceder pronto a Su
Iglesia, y llamará y juntará a Sus escogidos, y nos preparará
para ser transformados y llevados con El a la Cena de las
Bodas del Cordero.
En ese hombre veremos el Ministerio de Jesucristo
siendo manifestado. Pero ese hombre no es el Señor
Jesucristo, es el Angel del Señor Jesucristo.
Y la señal de que estaremos viviendo en el tiempo
paralelo al tiempo de Noé es que estará presente el Angel
del Señor Jesucristo, y por consiguiente Cristo en él velado
y revelado; y así tendremos a plena vista el Hijo del
Hombre manifestado en el Día Postrero como en los días
de Noé. Y así estaremos viviendo el paralelismo del tiempo
de Noé hoy, en el tiempo en que nos ha tocado vivir.
“EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ
CON NUESTRO TIEMPO.”
¿Vieron lo sencillo que es todo? Es tan sencillo que si
no vigilamos nos pasará por encima y ni nos daremos
cuenta de lo que Dios ha prometido y cómo lo está reali-
zando en nuestro tiempo.
Ahora, Juan el Apóstol quiso adorar al Angel del Señor
Jesucristo, y el Angel le dijo que no lo hiciera. ¿Por qué el
Angel no le permitió que lo adorara? Porque el Angel no es
el Señor Jesucristo. ¿Y por qué Juan quiso adorar al Angel?
Porque vio a Jesucristo manifestado en Su Angel, y pensó
que tenía que adorar al Angel; pero el Angel le dijo que no
18 WILLIAM SOTO SANTIAGO

lo hiciera.
Y ahora, estamos nosotros viviendo en el tiempo
paralelo al tiempo de Noé para estar en pie delante del Hijo
del Hombre en Su manifestación en medio de los gentiles,
en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.
“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos
por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y
de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”
Estar en pie delante del Hijo del Hombre en Su mani-
festación, eso es estar creyendo la Palabra de Cristo que El
estará hablando a través de Su instrumento, creyendo toda
esa revelación divina que Cristo estará dándonos, con la
cual estará dándonos a conocer todas estas cosas que deben
suceder pronto; y así estaremos en pie delante del Hijo del
Hombre, delante de Cristo en Su manifestación en el Día
Postrero a través del Angel del Señor Jesucristo.
¿Vieron lo sencillo que es todo? Todo es tan sencillo
que hasta los niños lo pueden comprender.
Y ahora, hemos visto lo que es el paralelismo del
tiempo de Noé con nuestro tiempo.
“EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ
CON NUESTRO TIEMPO.”
Ese es nuestro tema sobre el cual estamos hablando en
esta noche. Y en ese paralelismo encontramos que aunque
la humanidad no creyó a Noé y su Mensaje, y no reconoció
el ministerio de Noé, hubo un grupo pequeño que sí creyó
y que trabajó brazo a brazo con Noé en la construcción del
arca; y esos fueron los que escaparon del juicio divino del
diluvio.
Para este tiempo final habrá también un grupo de
personas que creerán el Mensaje de Cristo, el Hijo del
Hombre, que estará dándonos a conocer - a través del cual
nos dará a conocer todas las cosas que han de suceder
EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ CON ... 19

pronto; y ese grupo estará al tanto de todo lo que Dios está


haciendo y de lo que El hará en este tiempo, y serán
preparados para ser transformados y llevados con Cristo a
la Cena de las Bodas del Cordero.
Y ahora, ¿quiénes son esas personas que estarán
escuchando la Voz de Cristo por medio del Angel de
Jesucristo? Pues aquí estamos escuchando la Voz de Cristo,
y recibiendo en nuestras almas Su Palabra, y preparándonos
para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de
las Bodas del Cordero.
Por lo tanto, toda persona, con su corazón abierto a la
Palabra de Cristo, tenga su vida arreglada con Cristo; y el
que todavía no ha recibido a Cristo como su Salvador y no
ha sido bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucris-
to, HÁGALO LO MÁS RÁPIDO POSIBLE.
En San Marcos, capítulo 16, verso 15 al 16, dice Cristo,
luego de resucitado habla a Sus discípulos y les dice:
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evange-
lio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que
no creyere, será condenado.”
Es un asunto de creer: creer en nuestro amado Señor
Jesucristo, y confesar a Cristo nuestros pecados, pedirle a
Cristo perdón y pedirle a Cristo que nos limpie con Su
Sangre preciosa y que nos salve, y ser bautizados en agua
en Su Nombre; y Cristo da Su Espíritu Santo a las personas
que así hagan; y las personas obtienen el nuevo nacimiento
y son nacidas en el Reino de Cristo, y así obtienen salva-
ción y vida eterna. Esas son las personas que escaparán de
los juicios divinos de la gran tribulación, esas son las
personas que entran al Reino de Dios, al Reino de Cristo.
Cristo dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo,
que el que no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar
20 WILLIAM SOTO SANTIAGO

en el Reino de Dios.”
Así que se requiere que la persona reciba a Cristo como
nuestro Salvador, arrepentido de sus pecados, y lave sus
pecados en la Sangre de Cristo, porque es lo único que
puede quitar el pecado del ser humano; y sea bautizada la
persona en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y
Cristo lo bautizará con Su Espíritu Santo y fuego, y
obtendrá la persona el nuevo nacimiento, y obtendrá un
cuerpo angelical de la sexta dimensión, y así estará coloca-
da dentro del Reino de Cristo.
Esas son las personas que escaparán de los juicios
divinos; como escapó Noé y su familia escaparán estas
personas, porque estarán en pie delante del Hijo del
Hombre en este tiempo final, serán transformadas en este
tiempo final cuando Cristo complete Su Iglesia.
Cuando Cristo complete Su Iglesia resucitará a los
muertos creyentes en El y a nosotros nos transformará, y
luego nos llevará con El a la Cena de las Bodas del Corde-
ro, a la Casa de nuestro Padre Celestial, que es la séptima
dimensión; y allí estaremos en esa Gran Fiesta de la Cena
de las Bodas del Cordero por tres años y medio.
Durante esos tres años y medio que estaremos de Fiesta
en el Cielo, la Tierra estará pasando por los juicios divinos
de la gran tribulación.
Así como la Tierra pasó por el juicio divino del diluvio
mientras Noé estaba en el arca, la Tierra pasará por los
juicios divinos de la gran tribulación; pero los escogidos
estarán con Cristo en el Cielo, en la séptima dimensión, que
es donde Dios habita; esa es la Casa de nuestro Padre
Celestial. Allí estaremos y allí estará Cristo repartiendo los
galardones a todos los que Lo han recibido como su
Salvador en el tiempo que les tocó vivir en esta Tierra.
Y ahora, hemos visto que hay grandes bendiciones en
EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ CON ... 21

este tiempo, que es un tiempo paralelo al tiempo de Noé.


Hay grandes bendiciones para los creyentes en Cristo. Hay
grandes juicios divinos para los incrédulos.
Por lo tanto, el que no quiera recibir los juicios divinos,
pues tiene que ser un creyente en Cristo bautizado en agua
en el Nombre del Señor Jesucristo y nacido en el Reino de
Cristo.
Por lo tanto, toda persona que todavía no ha recibido a
Cristo como su Salvador y no ha sido bautizado en agua en
Su Nombre, es éste el momento para recibir a Cristo como
su Salvador. Si hay alguno aquí, levante su mano y oraré
por usted en este momento para que Cristo lo reciba, lo
perdone y lo llene con Su Espíritu Santo.
Por aquí tenemos una persona, tenemos acá otra,
tenemos por acá más personas...
Todos los que todavía no han recibido a Cristo como su
Salvador, y no han sido bautizados en agua en Su Nombre,
lo pueden hacer. Pueden ponerse en pie. Vamos a orar por
estas personas que así en esta noche desean que se ore por
ustedes para que Cristo tenga Misericordia de ustedes. Para
así... sea más fácil: pueden pasar al frente.
Oraremos por las personas que quieren recibir a Cristo
como su Salvador, para que Cristo tenga Misericordia de
ustedes; y en seguida, lo más pronto posible, deben ser
bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
Recuerden que les leí la Escritura que Cristo habló
cuando dijo:
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evange-
lio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que
no creyere, será condenado.”
¿Ven? Es un asunto de creer para ser salvo, y esto está
al alcance de cualquier persona.
22 WILLIAM SOTO SANTIAGO

Vamos a orar por todas las personas que han pasado al


frente. Pueden seguir pasando todos los que deseen recibir
a Cristo, para que Cristo les perdone, les salve y les lleve en
ese momento glorioso de Fiesta de la Bodas del Cordero,
les lleve al Cielo para estar con Cristo gozando de esa Gran
Fiesta; esa es la Recepción de las Bodas de Cristo con Su
Iglesia.
Si hay alguien más puede pasar antes de que comence-
mos a orar...
Ahora, recuerden, la Escritura dice: “La Sangre de
Jesucristo nos limpia de todo pecado.” Por eso es que
recibimos a Cristo como nuestro Salvador, para que El con
Su Sangre nos limpie de todo pecado, porque no hay otra
cosa que pueda limpiarnos de pecado; sólo la Sangre de
Cristo es la que nos limpia de todo pecado.
Por eso todo ser humano necesita ¿a quién? A Jesucris-
to. Sin Cristo el ser humano está perdido, con Cristo el ser
humano está a salvo.
Vamos a inclinar nuestros rostros y vamos a orar por las
personas que han pasado al frente para recibir a Cristo
como su Salvador personal. Levanten todos sus manos y
repitan la oración que vamos a hacer:
Padre Celestial, ante Tu presencia vengo en estos
momentos, y recibo a Jesucristo como mi único y sufi-
ciente Salvador. Reconozco que soy pecador y necesito un
Salvador.
Señor Jesucristo, Te recibo como mi Salvador absolu-
to. Te ruego perdones mis pecados. Te ruego me limpies
con Tu Sangre preciosa, y Te ruego me llenes de Tu
Espíritu Santo y produzcas en mí el nuevo nacimiento, y
me hagas una nueva criatura.
Y cuando los días terrenales terminen me lleves
contigo a la Casa de nuestro Padre Celestial, al Cielo.
EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ CON ... 23

Quiero estar en esa Gran Cena de las Bodas del Cordero


contigo, Señor Jesucristo. En Tus manos me encomiendo.
Reconozco que Tu Sangre es la única que puede
limpiar de todo pecado al ser humano, y proclamo que la
Sangre de Jesucristo me limpia de todo pecado.
Padre Celestial, he recibido a Jesucristo como mi
único y suficiente Salvador. Te ruego, Padre Celestial,
seas conmigo y me acompañes todos los días de mi vida,
y me ayudes a vivir estos días que me quedan en la Tierra
sirviéndote todos estos días de todo corazón.
Y deseo pronto ser bautizado en agua en el Nombre
del Señor Jesucristo como Cristo ordenó, para así cumplir
con este mandato divino.
Y deseo que me llenes con Tu Espíritu Santo y produz-
cas el nuevo nacimiento en mí. En Tus manos me enco-
miendo, ¡Oh, Señor Jesucristo!
Y ahora, Señor Jesucristo, en Tus manos yo enco-
miendo estas personas que Te han recibido como su
Salvador, sé con ellos y bendíceles, cuídales y ayúdales
todos los días de su vida; y que pronto sean bautizados en
agua, lo más pronto posible. Los encomiendo en Tus
manos ¡Oh, Señor Jesucristo!
Y Señor, ayúdales todos los días de su vida, acompá-
ñales. Y que cuando nos reunamos en el Cielo en esa
Gran Fiesta, ellos también estén allí todos reunidos con
todos nosotros, disfrutando de esa Gran Fiesta de la Cena
de las Bodas del Cordero. Los encomiendo en Tus manos
¡Oh, Señor Jesucristo!
Y Te doy gracias, ¡oh, Padre Celestial!, por haber
traído estas ovejas Tuyas a los pies de Cristo en esta
noche. Las encomiendo en Tus manos en el Nombre del
Señor Jesucristo. Amén y amén.
Y ahora, el próximo paso es ser bautizados en agua en
24 WILLIAM SOTO SANTIAGO

el Nombre del Señor Jesucristo como ustedes escucharon


que Jesús ordenó, y como nos dice San Pedro en el libro de
los Hechos, capítulo 2, verso 36 en adelante, cuando dice:
“Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel,
que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha
hecho Señor y Cristo.
Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a
Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué
haremos?
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros
hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el
Señor nuestro Dios llamare.
Y con otras muchas palabras testificaba y les exhorta-
ba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautiza-
dos; y se añadieron aquel día como tres mil personas.”
Creyeron y fueron bautizados en agua en el Nombre del
Señor Jesucristo. Y sigue diciendo más abajo:
“Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de
ser salvos.”
Las personas que han de ser salvas, son añadidas a la
Iglesia de Cristo, reciben a Cristo como su Salvador, son
bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y
Cristo los bautiza con Espíritu Santo y fuego; y así obtie-
nen el nuevo nacimiento.
Así que el próximo paso es ser bautizados en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo.
El Rvdo. Carlos Elizondo les estará informando cómo
y cuándo y dónde pueden ser bautizados en agua en el
EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ CON ... 25

Nombre del Señor Jesucristo, como ordenó Cristo y como


lo hicieron los apóstoles con todos los que creyeron en
Jesucristo. Todos queremos escapar de los juicios divinos
que han de venir, y para eso, pues tenemos que estar con
Cristo, que es nuestro Salvador.
Así que vamos a dejar al Rvdo. Carlos Elizondo con
nosotros para que él les dé a conocer cuándo y dónde
pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor
Jesucristo.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes
en esta noche, dándoles testimonio del paralelismo de los
días de Noé con hoy, con nuestros días.
Con nosotros el Rvdo. Carlos Elizondo para continuar.
“EL PARALELISMO DEL TIEMPO DE NOÉ
CON NUESTRO TIEMPO.”

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