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comunicacin.
Qu sucede si no aprendemos a comunicarnos adecuadamente y no sabemos expresarnos
sin reproches o quejas? Toda nuestra vida se convierte en una gotera continua que carcome
el amor y la paz de hogar. Aprender a comunicarse es esencial.
ms. Adela dej de ser la muchacha dulce y tierna del noviazgo, para convertirse
en una pesadilla. Ayuda idnea dijo el ministro que los uni en matrimonio,
ayuda errnea le dicen en broma sus compaeros de trabajo.
Manuela, Dardo y muchos de mis pacientes, suelen expresar este tipo de frases
Ya no lo soporto ms, No deja de molestarme, Sigue por semanas recordando
y murmurando, mientras el dolor se arremolina y todas las opciones de futuro bajo
el umbral de sus horizontes parecen oscuras por completo.
Tener una buena comunicacin en el matrimonio no es algo sencillo. En un
inicio todas las parejas creen que todo ir sobre ruedas, pero al surgir las
diferencias entre ambos, comienzan las desavenencias. Lograr un buen
matrimonio es algo sumamente difcil si la comunicacin entre esposos es
defectuosa o inadecuada. Para establecer una relacin que sea duradera y
gratificante se necesita algo ms que bienestar econmico.
Los matrimonios que logran ser felices y desean estar por siempre unidos, poseen
un secreto, sus canillas (tuberas), no gotean. En mi casa una canilla goteaba, no
haba sanitario (plomero) que pudiera con ella. Un da, en la Biblia, encontr en
Proverbios 27:15: gotera continua en tiempo de lluvia y la mujer rencillosa son
semejantes. Me sent agradecida por la sencillez y profundidad de ese mensaje.
Las personas rencillosas son ese tipo de gotera continua que puede ser una
pesadilla interminable: carecen de autocontrol en las emociones y dejan gotear
sus frustraciones, decepciones y angustias sin poder expresar con sabidura lo
que sienten o les sucede.
Los matrimonios que perduran son aquellos que han aprendido a expresar
opiniones y emociones con franqueza; donde la ternura se hace presente y el
respeto da lugar a la paciencia y a la comprensin. Cuando estas cualidades son
parte del matrimonio, la comunicacin es un deleite y no hay lugar para el dolor.
Marta Martnez