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En junio de 2014, el Estado Islámico (IS) realizó su ofensiva sobre el oeste iraquí. En pocos días, partiendo desde Siria y la región de Anbar, casi un tercio del país cayó bajo su poder, incluida la segunda ciudad del país: Mosul. Según los analistas, esta conquista nunca podría haberse llevado a cabo sin la connivencia de los antiguos miembros del partido Baath y los otros movimientos insurgentes suníes. Para aproximarse a las complejas relaciones entre el secularismo baathista y el salafismo del IS habría que retroceder varias décadas, pasar por Camp Bucca y recordar la represión sufrida por el pueblo suní. Un cóctel de injusticias cuyo resultado es el IS. (Publicado en el Diario GARA)
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Los lazos del Baazismo con el Estado Islámico (1/2)
En junio de 2014, el Estado Islámico (IS) realizó su ofensiva sobre el oeste iraquí. En pocos días, partiendo desde Siria y la región de Anbar, casi un tercio del país cayó bajo su poder, incluida la segunda ciudad del país: Mosul. Según los analistas, esta conquista nunca podría haberse llevado a cabo sin la connivencia de los antiguos miembros del partido Baath y los otros movimientos insurgentes suníes. Para aproximarse a las complejas relaciones entre el secularismo baathista y el salafismo del IS habría que retroceder varias décadas, pasar por Camp Bucca y recordar la represión sufrida por el pueblo suní. Un cóctel de injusticias cuyo resultado es el IS. (Publicado en el Diario GARA)
En junio de 2014, el Estado Islámico (IS) realizó su ofensiva sobre el oeste iraquí. En pocos días, partiendo desde Siria y la región de Anbar, casi un tercio del país cayó bajo su poder, incluida la segunda ciudad del país: Mosul. Según los analistas, esta conquista nunca podría haberse llevado a cabo sin la connivencia de los antiguos miembros del partido Baath y los otros movimientos insurgentes suníes. Para aproximarse a las complejas relaciones entre el secularismo baathista y el salafismo del IS habría que retroceder varias décadas, pasar por Camp Bucca y recordar la represión sufrida por el pueblo suní. Un cóctel de injusticias cuyo resultado es el IS. (Publicado en el Diario GARA)
Fuerzas progubernamentales iraques toman posiciones en el rea de Al-Aramil, al sur de Ramadi. AFP
l embrollo sectario que
ahoga Irak comenz en 1990, cuando la ONU le impuso trece aos de estrictas sanciones, cuyas consecuencias forzaron a Saddam Hussein a entregar ms poder a los lderes tribales y religiosos para mantener su frreo control. Dentro de la mirada de grupos que encontraron beneficio en las sanciones destac la orden naqshbandi, que, pese a ser suf, interpreta de forma ortodoxa el Corn y defiende la sharia. El vnculo entre el aparato militar baazista y los naqshbandi se dio con matrimonios y entrega de poder en regiones como Tikrit, Kirkuk y Mosul, donde la cofrada tiene una dilatada presencia. Izzat al-Douri se encarg de apuntalar estos lazos tejidos en los ochenta. Hombre de confianza de Saddam Hussein desde la infancia, fue nombrado sheikh de la orden. En 2003, cuando comenz la invasin de EEUU, el baazismo movi con destreza sus relaciones con el sunis-
hutsa
REPORTAJE
hutsa
El ISIS lanz en junio de 2014
su ofensiva sobre el oeste iraqu y, en pocos das, tena en su poder casi un tercio del pas. Una conquista imposible sin la connivencia de exmiembros del partido Baath y otros movimientos insurgentes sunes, segn los analistas. Para acercarse a las complejas relaciones entre el secularismo baazista y el salafismo del ISIS habra que recordar Camp Bucca y la represin contra los sunes. Un cctel de injusticias cuyo resultado es el ISIS.
mo fundamentalista o no para iniciar la
resistencia. Tras la ejecucin de Saddam, en diciembre de 2006, uno de los grupos insurgentes que surgi con ms fuerza fue el Ejrcito de los Hombres de la Orden Naqshbandi (JRTN), liderado Al-Douri. Algunos beneficiarios del baazismo eligieron el camino de la resistencia de Al-Douri, otros emigraron a los pases del Golfo o se unieron a las redes yihadistas. Apresados, torturados y despojados de su honor, cientos de sunes adoptaron el salafismo en la prisin de Camp Bucca. Se estima que 17 de los 28 altos cargos del ISIS coincidieron all. Entre ellos, Abu Bakr al-Baghdadi y Haji Bakr, quien fuera coronel de la Inteligencia baazista y considerado idelogo de la estrategia del ISIS. Esto permiti el contacto de Al-Qaeda con el imponente aparato de seguridad que Saddam haba creado para reprimir a kurdos, chies y fundamentalistas. En 2006, cuando comenz la guerra civil y sectaria, el Estado Islmico (ISIS) que anunci la formacin del Estado Islmico de Irak, un ente separado de Al-Qaeda pese a portar su estandarte y el JRTN canalizaron la resistencia contra las fuerzas de la ocupacin. Los ataques del JRTN se dirigieron a los soldados de EEUU y sus colaboradores. A diferencia de Al-Qaeda, rechaz los objetivos civiles y enfoc su discurso al panarabismo no sectario. Pese al contraste ideolgico, la meta comn de derrocar al Gobierno posibilit su coexistencia en la regiones sunes. Esta insurgencia cont entonces con la colaboracin de Al-Assad, quien tema correr la suerte de Hussein y facilit un corredor yihadista desde su pas. Aos ms tarde, el boomerang fundamentalista golpeara Siria. Los sunes En el conflicto iraqu, EEUU entendi que solo podra derrotar al fundamentalismo usando a los propios sunes. As nacieron los Consejos del Despertar (Sahwa), una alianza tribal de exinsurgentes que luch contra AlQaeda. A cambio, el Ejecutivo se comprometi a reinsertar a los baazistas de bajo rango en el aparato de seguridad y facilitar la integracin de los sunes en el nuevo Irak. Nada de eso ocurri al concluir la guerra en 2008. El Gobierno chi de Nuri al-Maliki conden al ostracismo a quienes durante dcadas monopolizaron el poder. Tras la guerra, los yihadistas volvieron a la sombra. Nunca fueron derrotados, como decan los ocupantes. En realidad se estaban preparado, captando adeptos a medida que