PASCUA

INFORMAMOS…
PROYECTO PASTORAL PARROQUIAL
Son ya varios los que han entregado sus aportaciones al mismo en
orden a proceder a su redacción definitiva. Rogamos al resto de los
Grupos lo entreguen en fecha próxima, por favor. Queremos
presentar el borrador último en la próxima reunión del CPP.
Volvemos a insistir en la necesidad de vuestra colaboración a
propósito de nuestra Hoja Parroquial: Rogamos no dejéis las Hojas en
el banco, por favor. Así evitaremos que muchas de ellas descansen en
el suelo o en descansillo del propio banco, sin que nadie haga ya uso
de ellas naturalmente. ¡Gracias!
CUARESMA
VIVIR DE OTRA MANERA, RESPIRAR CON OTRO RITMO,
SUMERGIRNOS DE NUEVO EN EL EVANGELIO.
Leemos estos días en San Pablo:
Una avalancha de sacrificios no sirve de nada si no ayunamos de
SI CRISTO NO HA
aquello que nos ha vuelto sordos.
RESUCITADO, VANA ES
NUESTRA FE…
Y lo meditamos
Parroquia wwwpacomargijon.org
CORAZÓN DE MARÍA, GIJÓN
PASCUA. Ciclo C (18.04.10)
Telfno. 985 370944
“ESTABA YA AMANECIENDO” (Jn. 21, 3)
Cada día estoy más sorprendido de la frescura y simbolismos de las lecturas
referidas a la Resurrección. Detalles aparentemente insignificantes, testimonios
transparentes, diálogos ágiles y progresivos, personas transformadas…
¡También esto es resurrección! Quizás sea mejor decir “manifestaciones de
resurrección”.
“Estaba ya amaneciendo”… es algo más que un contexto descriptivo. Me
encanta esta expresión porque me permite vislumbrar la nueva luz, el nuevo
día que en aquellos hombres nacía. “Estaba amaneciendo” me habla de la
agilidad y presteza con que ellos se levantan, se mueven, se saludan, se
esperan, oran, se reúnen… Sencillamente la transformación de aquella semilla
de Vida y Resurrección afloraba en sus corazones con ilusión y pujanza.
En estas circunstancias –renovados, progresivamente confortados con la
presencia del Maestro- “Jesús se presentó en la orilla”… De nuevo me surge
la idea al pensar que aquellos pobres hombres estaban todavía en la orilla de la
Noticia y Presencia de Jesús. Quiero decir que aún no había calado más que en
su orilla la gracia, el germen de su tan hondo contenido.
Permitidme que os haga una pregunta directa: ¿No estamos también nosotros
todavía en la experiencia de un Jesús en nuestra orilla? ¡Anécdotas, rumores,
carreras, sobresaltos, incertidumbres, escepticismos, incredulidades…! ¡Quizás
sigamos viajando en la geografía de la fe en un tren de cercanías, sin billete de
AVE, de alta velocidad! Lo mismo cabe decir si nos expresamos de otra
manera: Jesús se nos sigue manifestando tan solo en pequeños hechos, en
pequeños acontecimientos de su vida, sin que nosotros profundicemos mucho
en su esencia y persona divinas.
“Pero los discípulos no sabían que era Jesús”. ¡Hermoso texto para una
pausada Lectio divina! ¡Claro! Si Jesús hablara claro de una vez por todas. Si
Jesús fuera más explícito. Si Jesús me escuchara un poco más… Julio
Martín

PALABRA DE
DIOS
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 5, 27b-32. 40b-41
En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo: -
«¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése?
En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis
hacernos responsables de la sangre de ese hombre.» Pedro y los
apóstoles replicaron: - «Hay que obedecer a Dios antes que a los
hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros
matasteis, colgándolo de un madero.
Lectura del libro del Apocalipsis 5, 11-14
Yo, Juan, en la visión escuché la voz de muchos ángeles: eran millares y
millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos, y
decían con voz potente: «Digno es el Cordero degollado de recibir el
poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la
alabanza.» …
Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 1-14
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago
de Tiberiades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón
Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los
Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: - «Me voy
a pescar.» Ellos contestan: - «Vamos también nosotros contigo.»
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya
amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos
no sabían que era Jesús. Jesús les dice: - «Muchachos, ¿tenéis pescado?»
Ellos contestaron: - «No.» Él les dice: - «Echad la red a la derecha de la
barca y encontraréis. » La echaron, y no teman fuerzas para sacarla, por
la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a
Pedro: - «Es el Señor.» Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba
desnudo, se ató la túnica y se echó al agua.
LA RESURRECCIÓN DE JESÚS
• La Resurrección de Jesucristo es el misterio central de la
predicación de los Apóstoles y sus colaboradores. Los Apóstoles
basarán la veracidad de su predicación en que son testigos de
los hechos. Así se ve en los tres discursos de San Pedro que
recogen los Hechos de los Apóstoles: «A este Jesús, Dios lo
resucitó y todos somos testigos de ello»
• Las narraciones de la Resurrección son de una gran
espontaneidad y realismo. En todas ellas se manifiesta la honda
impresión que causaron aquellos hechos en los que los narran. El
mismo modo de contarlo revela que intentan ser lo más fieles
posible a los hechos de los cuales han sido testigos. El
fundamento de su predicación posterior será precisamente que
son testigos de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Se
puede decir con certeza que las narraciones evangélicas
corresponden al género narrativo histórico, aunque no pretenden
hacer historia como la haría un profesional de esta ciencia, pues
sólo narran experiencias directas. El motivo central de todas las
descripciones de la Resurrección que contienen los evangelios es
mostrar la propia fe y mover a los que las lean a aceptar la fe en
Jesús resucitado.
• Los evangelistas nos han transmitido los hechos de la
Resurrección. No pretenden hacer una historia detallada de lo
que pasó, sino contar lo que vieron y lo que se convirtió en el
fundamento de su fe.
• El motivo central de todas las descripciones de la
Resurrección que contienen los evangelios, es
mostrar la propia fe y mover a los que las lean, a
aceptar la fe en Jesús resucitado
JESÚS
RESUCITADO