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Cuadernos de apuntes
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Índice
Cuaderno No. 1 11
Cuaderno No. 2 45
Cuaderno No. 3 103
Cuaderno No. 4 131
Cuaderno No. 5 157
Cuaderno No. 6 173
Cuaderno No. 7 193
Cuaderno No. 8 229
Cuaderno No. 9 249
Cuaderno No. 10 265
Cuaderno No. 11 273
Cuaderno No. 12 277
Cuaderno No. 13 285
Cuaderno No. 14 339
Cuaderno No. 15 349
Cuaderno No. 16 357
Cuaderno No. 17 361
Cuaderno No. 18 373
Cuaderno No. 19 437
Cuaderno No. 20 459
Cuaderno No. 21 465
Cuaderno No. 22 469
JOSE MARTI
Obras Completas
21
Cuadernos de apuntes
Primera reimpresión
ISIlN 959-06-0018-X
959-06-0076-X
959~06-0049-1
puede llamarse corazón cubano, i&mo queréis que nosotros nos legis- cata ley. Si Religión es la manifestación clara de Dios en la tierra, ai
lemos por las leyes con que ellos se legislan? es Dios que crea y que manda y hombre que adora y que obedece,icómo
Imitemos. 1No !-Copiemos. i No .-1 Es bueno, nos dicen. Es ameri- es natural, cómo es legítima religión que manda al hombre que se rebele
cano, decimos.-Creemos, porque tenemos necesidad de creer. Nuestra contra el precepto de su Dios?
vida no se asemeja a la suya, ni debe en muchos puntos asemejarse. La Más claro:
sensibilidad entre nosotros ca muy vehemente. La inteligencia es menos iCómo es natural religión que se rebela contra la naturaleza?
positiva, las costumbres son más puras icómo con leyes iguales vamos a iCómo ea legitima religión que se alza contra la Ley?
regir dos pueblos diferentes?
Laa leya americanashan dado al Norte alto grado de prosperidad, y
Los pueblos fanáticos son malos.
lo han elevado tambikn al más alto grado de corrupción. Lo han meta-
Todo tiene en lo vida su cantor y su poema.-Pero el poema del fana-
lificado para hacerlo próspero. lhlaldita seala prosperidad a tanta costa!
tismo es terrible.-El Circo en Roma, la Saint-Barthelemy en Francia, la
Inquisición en España- horrorosos cantos.-Nerón. Catalina de Médicis,
Ved los mártires de nuestra revolución .-Decidme si hay entre ellos algún Torquemada,-bárbaros cantores.
norteamericano.-
Y si el estado general de ilustración en los Estados Unidos os seduce, El alma es la facultad de observar, juzgar y transmitir, en cuanto
a pesar de la corrupción, de su metalificación helada, ino podremos pi&a. ,-recibir impresionesen cuanto siente,- y causárselasy causarlas,
nosotros aspirar a ilustrar sin corromper?-La realiza... en cuanto se mueve.-Esencia, cadena entre el hombre y Dios, cuyos esla-
Yo quiero educar a un pueblo que salve al que va a abogarse y que bones sou espinososy van siendo cada vez más cortos.-Larga cadena.
no vaya nunca a misa. -Es lo que falta al hombre para llegar a Dios.--Ancho puente del que,
en cada una de nuestras encarnaciones, salvamos un arco más.-Puente
En religión, esto es, en la interpretación de Dios, todo sería posible. obscuro al principio, más claro y más brillante mientras más se acerca
-Es preciso buscar lo probable. al fin.
El hombre camina hacia Dios.-
Hay alma en los animales. El es la luz que brilla al fin del puente.
Por eso los hombres buenos sienten placer en serlo, y ansia de ser
La Tierra no es todo el universo. mejores.
Hay otros planetas que no conocemos. El que no la sienta, dista mucho de anegarseen la completa luz.
Y no debemosser tan egoístas que creamos que para redimirnos tan
exclusivamente, dejase el Dios en que la Iglesia cree, abandonado lo que No hay Providencia.
indudablemente existe en los otros cuerpos que se agitan en el espacio. La Providencia no es más que el resultado lógico y preciso de nuestras
Y luego, iqué delito habían cometido los hombres de la Edad Antigua acciones, favorecido o estorbado por las acciones de los demás.
para no ser redimidos? Si Jesúsera Dios, ipor qué ese vacío de unción Si aceptáramos la Providencia católica, Dios sería un atareadisimo
evangélica desdela creación hasta él? 0 no era Dios, o Dios es caprichoso. Tenedor de Libros.
La naturaleza ha prescrito una ley, ineludible, como todas las suyas. El dolor es la única escuela que produce hombres.-iDichoso aquel
-La Religión católica impone a sus apóatolesla inobservancia preciso de que es desgraciado!
18 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
CUADEFiNO No 1 19
Hablar de si mismo es tarea estúpida y enojosa. “Que para el pueblo que cautivo gime
“Brilla siempre la luz de la esperanza!”
Dios es.
La idea de sustancia creada envuelve en sí la idea de esenciacreadora. Harto tiempo la patria con menguado
Y su&znaia creada como somos, nos rige un algo que llamamos con- Llanto y gemidos importuna al cielo:-
cien&;-nos dirige otro a!go que llamamos razón, disponemosde otro iDesnude al fin la espada vengadora!
CJbnoque llamamos voluntad.- Voluntad, razón, conciencia,-la esencia iEncienda ya la fulminante tea!
en tres formas.- Cuando hay un brazo que al combate guie
Si nosotros, vida creada, tenemos esto,-Dios, ser creador, vida crea- Es pueblo infame el que cautivo llora.
dora, lo ha de tener.-Y
. quien a tantos da, mucho tiene. j A luchar! i a luchar! ique allá en el monte
Dios es, pues. .
El Dios de la esperanza nos sonríe!
Y es la suprema conciencia, la suprema voluntad, y la suprema razón.
;Qné esperan los valientes y esforzados
Los Sacramentos son simplemente convenciones religiosas, conven- Jóvenes arrojados?
ciones católicas. ¿Qué esperan, pues, que al campo no se lanzan
Acato el Matrimonio porque lo comprendo en el orden natural como E indomables guerreros
justa ley moral, y en el orden civil como precisa institución social. Por la patria a morir no se abalanzan?
Respetola Extrema-unción, porque en la esfera hwnana de la caridad, icorred!, iluchad!, ivenced! y ante las aras
cs la compasión hacia el enfermo, y el respeto a la muerte, que tantas De la patria oprimida,
cosasbellas encierra para mí. Despedazadel yugo que la infama
i0 dejad a sus plantas vuestra vida!
Cristiano, pura y simplementecristiano.- No alcéis para mi patria los palacios
Observancia rígida de la moral,-mejoramiento mío, ansia por el Un tiempo gala del lujoso asirio:
mejoramiento de todos, vida por el bien, mi sangre por la sangre de Alzad en ella templos a la Gloria,
los demás;- he aquí la única religión, igual en todos los climas, igual Y, si os niega su brazo la Victoria,
en todas las sociedades,igual e innata en todos los corazones. Alcanzaréis la palma del martirio!
Cuando yo era niño, muy niño, la idea no adquirida de Dios se unia.
en mí a la idea adquirida de adoración.-Hoy, que se ha obrado en mr, En el cielo de América anchuroso,
por mi mismo, esta revolución que acato porque es natural, y me regocija Cubre el crespón la estrella de la patria.-
porque deslinda y precisa, la idea de Dios ha sobrevivido a mis antiguas ¿Y habrá quien ya no luche?
ideas,- la idea de adoración ha pasado para no volver jamás.- ¿Y habrá quien otra voz que la doliente
Del pueblo esclavo y mancillado escuche?
¿Y habrá quien torpe sienta
Sa!tar su corazón entre cadenas
j Venid ! ivenid!-mi sangre bullidora Y busque sólo en el mezquino llanto
Hierve al clamor de gloria y de venganza, Alivio infame a las comunes penas?
Y ya escucho una voz en mis oídos
iDespierta, oh pueblo mísero, cobarde!
Que me dice con cántico sublime:
iLa frente altiva que en el polvo hundiste
“Alentad, corazones decididos,
Lauros arranque a la memoria triste!
20 MARTf / CUADERNOS DE APUlWtS CUADERNO N9 1 21
A. Kur
En nosotros, mezcla de espíritu que anima y cuerpo que obedece, el
espíritu hace cometer el delito, el espíritu es el único responsabledel
Sí. La temen cuando la ven de cerca, cuando la prisión sombría y
delito, el espíritu-obcecado o pervertido.-
oscura trae a su pensamiento la idea próxima y terrible de la cesación
de la vida. iPor qué, pues, por una culpa del espíritu, castigáis la materia sin
conciencia, sin voluntad, sin culpa?
La temen así. La temen despuésde cometer el crimen-y 2d.e qué
Me diréis que porque el espíritu sabe que se acaba con la materia,
sirve entonces ei temor?.-pero sólo piensun en ella antes de cometerlo.
Piensan en ella, piensan con terror en ella,-pero la razón másvulgar dice y el mundo le da goces,y no quiere acabarse.-Pero si al matar el cuerpo,
habéis dejado libre el espíritu inmortal, sin haberlo corregido, sin haberle
que en el que es capaz de decidirse a matar,-rrubyuga, apaga la proba-
hecho más que enconar18 y enfurecerlo durante algún tiempo iqué
bilidad de una muerte que se concibe; pero a la que siempre se cree
consecuenciamoral, qué utilidad trae vuestra pena?
escapar,-la satisfacción de una ambición o una venganza bastante pode-
rosa para llevarlo a aquella acción. Sed lógicos con la naturaleza.
Además, el que mata, mata deliberadamente,-y entonceses criminal, Castigad al espíritu culpable, como nosotros lo castigaríamos, al
-o mata en momentosde exaltación-y entonceses un desventurado. espíritu en esta encarnación, porque ni nosotros la hicimos, ni ella
cometió culpas que nos autorizaran a destruirla. Y no lo castigaríamos
Si delibera antes de matar, y, sin embargo, mata,-prueba esto la
con la crueldad-que entonces seríamos iguales a vosotros, sino con el
ineficacia de la pena.
aislamiento de este cuerpo que, teniendo una vez razón al fin, comparáis
Y si mata en momentosde exaltación,-y se le aplica la ley,-prueba exactamente a la gangrena,-con el aislamiento, que es el preciso deber
esto su bárbara crueldad. de la sociedad sobre el individuo pernicioso, que la obliga a separarlo de
Y si sólo de estosdos modossepuede matar,-y para castigar el uno es la comunión con cuya concurrencia trastorna y hace daño.-Deber y no
ineficaz ,-y castigando el otro es injusta,-ipor qué mata la ley? derecho, porque aunque parezca vulgar este argumento, vulgar y de
Y hay más. todos es la idea de Dios y es la más grande de todas las ideas.--La
Si el sentimiento pudiera obrar sin que la infamia lo infestara, si el Sociedad no anima cuerpos, no crea cuerpos, no tiene sangre que darles.-
sentimiento rigiese solo, y de templador de leyes, se convirtiese en iCómo, pues, ha de tener derecho para destruir cuerpos que no anima,
legislador, el mundo sería feliz:-dejad, pues, que el sentimiento rija ni crea?
una vez al menos, y que la razón pruebe a corregir los crímenes sin Y se me escapó un argumento que no quiero desperdiciar.-Podríais
atacarlo.-!% no lo habéis dejado nunca solo icómo habéis de saber lo decirme que yo confieso que vosotros matáis, porque el espíritu sabe que
que es?-iTeméis que seaalgo muy malo? ¿Y puede haber algo másmalo la muerte de la materia se acaba para los goces del mundo, y no quiere
que nuestras instituciones que desde los primeros años rigen, y nada acabarsey perderlos.
han conseguido remediar? Yo tengo dos razones que destruirían este argumento.
Dejadnos probar. ~NO venís probando vosotros vuestra pena, una Es la una que el espíritu llega a saber completamente esto, a pensar
pena que nadie es ya bastante infame para considerar natural, desdeel incesantementeen esto, a temer esta privación de goces, cuando su crimen
principio del mundo? iPor qué sois tan egoístascuando vuestro goísmo descubierto le hace gemir en una prisión que le muestra la muerte de
es cruel, y tiene manchasde sangre, y no ha hallado aún resultadc a vuestra cerca.-Aquí aparece vuestra doctrina bajo la forma del saludable temor
prueba, que aunque se apoyara sobre todas las argucias y todas las que el castigo de otros inspira a los que se sintiesen dispuestos a ser
conveniencias de la ley, seria siempre repugnante y enemiga natural del criminales.-
sentimiento, que obra en nosotros con más enérgico y rnhs noble imperio
24 bfAR+í / CUADERNOS DE APUNTES 25
cu.4DERNo No 1
Pero aparece con la faloedad con que aparece siempre.-El criminal
Y si vuestras leyes dejan bastante tiempo para adquirir tan bárbara
teme la muerte; pero sólo produce el efecto que se ansía este temor cuando
costumbre,-4 existiendo desdetantos siglos hace, permiten hoy aún que
el crimen está hecho, cuando el temor no es saludable, cuando el temor
alguien mate por hábito,-ide qué sirven, una vez más, vuestras leyes?-
es ya inútil.-Y ide qué sirve entonces?-Y he ahí sin fuerzas vuestro
Y he aquí una prueba que el azar me proporciona de la inmoralidad
argumento.
del c&tolicismo.-
Y e3 la otra razón, que este raciocinio es la venganza y no la ju.sticiu.-
Conoceréis algún católico que no defienda la pena de muerte;-pero
Tú has cometido un crimen, t& has privado a algo de la vida;-dice
iconocéis algún defensor de la pena de muerte que no sea católico?
la sociedad al asesino:tú sólo amas tus goces,tú no quieres morir porque
los pierdes;-pues yo te privo de ellos porque es lo único que amas.-f, “iSeimagina V. que si el temor de la
vida sin goces te corregiría; pero yo temo que tú goces si no te quito penade muerteha sidoineficaz,el miedo
de una pena menor seri mós poderoso?“-
la vida; te la quito, pues, porque no quiero que tenga3 la menor proha-
hilidad de gozar.-Así, inmoral, ineficaz, injusta, vengativa, es vuestra Esto dice Karr apoyando la pena capital por el poco temor que
pena.-Y alegáis para apoyarla su conveniencia social, aunque compren- inspira la pena de presidio.
déis su iniquidad natural. Pero si veis que no corrige, si sentís que es Y en el orden de las penas bárbaras, Karr tiene razón.
cruel, ipor qué la sostenéisaún? Verdad es; la pena del presidio es inicua, es inmoral, es degradante.
iCreéis que haya algún juez que hayå firmado impasible la sentencia -para la sociedad que la impone como para el miserable que la sufre.-
de muerte de un hombre? No puede haberlo, porque ese hombre seria Verdad es;-y prueba esto enérgicamente mi argumento anterior.-
un monstruo.- Y si todas las manos tiemblan cuando la autorizan, y todos Pena corporal, marca el cuerpo, lo despedaza,lo flagela; sin dar el espec-
los corazones se avergiienzan, y todas las naturalezas la rechazan cuando táculo terrible, es m8s terrible que el espectáculo. La pena de muerte
la palpan tan de cerca,-¿ tendréis valor para sostener que es buena?-El mata una vez.--El presidio mata lentamente, mata todos los días, mata
más convencido de la bondad de la pena de muerte entre vosotros, a pedazos.-Castiga durisimamente el cuerpo; pero la constitución robusta
ifirmará sin temblar y sin sufrir la sentencia a muerte de otro ser resiste al castigo,-cumple su pena, sale de allí.-Ha habido para el
humano?-Dígalo el que tenga ese valor especial que se necesitaría para criminal rudas penas, penas muy violentas.-Ha durado su martirio años,
decirlo. decenas enteras de años,-su martirio corporal por una culpa del e3pí-
Indudablemente, la mujer tiene algo más de Dios que nosotros.-Pre- ritu.-Y tras él, inmediatamente tras él, nuevo crimen lleva de lluevo
guntad a una mujer si quiere la pena de muerte, y si alguna os dice que al presidio al viejo criminak- No corrige, pues, las culpas espirituales
la quiere entonces os diré que es buena.-Aunque ninguna os lo dirá; esta inconcebible pena que tritura el cuerpo.-
porque eso no sería mujer, sino engendro de todo lo repugnante y todo Pero de que el presidio sea ineficaz, de que el presidio sea una insti-
lo horrible. tución que no corrija, una torpe institución, ipuede deducirse acaso que
la pena de muerte sea buena, ni eficaz, ni necesaria?
Dado vuestro orden inicuo’de penas, verdad es, vuelvo a decir;-ies
Dice Karr: “El asesinoha matado a un hombre porque llevaba un
algo ineficaz, aunque precisa, la pena de presidio!
reloj.“-
Para vosotros.
Es decir que se puede matar, se puede hacer la acción horrible de No para mí que enemigo de la pena de muerte, ataco como conse-
matar por una cosa de tan poco valor, tan oscura, tan innoble, tan sencilla
cuenca lógica la pena de presidio como siempre innecesaria, y siempre
como un reloj.
inmoral, y siempre inútil.
Pero no se puede negar que como matar no esJey de la naturaleza, los
Y no bago más que ser consecuente.-
primeros asesinatoshan de costar violentos esfuerzos al asesino.-De
Digo yo que es injusta la pena capital, porque sacia en el cuerpo
aquí que cuando un hombre llegue a matar a otro por un reloj ea porque
coaclado, indeliberante, inculpab!e, la ira que despierta el crimen del
ese hombre tiene costumbre de matar.-
espíritu, impulsador, responsable,lleno de culpa.-
CUADERNO nO 1 27
26 MNlTí / CUADERNvs DE APUNTES
iCómo, pues, admitir pena que el mismo absurdo apoya, y que es iQué importa una honra más, si nos ha dado
escuela de crueldad para el guardián, escuela de venganza y de ira sorda Algunas horas de placer?
para el preso, infecto tonel de las Danaides que recibe el agua impura, y
la detiene algún tiempo, y la arroja más impura que antes?-
iconsiste acaso la ventaja en que el agua impura tarda algún tiempo ZENEA
en salir?-Tarda un año, dos, diez, veinte;-pero cada nuevo ario lo carga
de nuevas substancias corrompidas;-y iay del agua limpia y clara en
que aquella corriente de agua infectada va a meiclarse!-
l ¿Por qué cantáis a la memoria mía?
Guardad para el dolor vuestros gemidos,
Los hijos de la Fe, los nobles vatea:-
Impedir la extinción de la pena de muerte, pretender demostrar su iGuardad de vuestra lira los sonidos
bondad, es defende;la.-Y, en verdad, que se necesita cierto valor para Para el Mico ardor de los combates!
arrostrar bajo su nombre;-el mismo que se necesita para oponerse a la No.-No vistáis de lágrimas mi historia.
abolición de la esclavitud. Infortunios mayores
Desde que pude sentir, sentí horror a la pena.-Desde que pude juzgar, Alcen en vuestro pecho los dolores.
juzgué su completa inmoralidad.-No me distinguiré jamás en soluciones iPor qué gemis dolor a mi memoria,
utilitarias; pero si algo de utilidad he comprendido, ha sido la completa Si es mi dolor mi suspirada gloria?
inutilidad de la pena capital.-
Y a mí me parece que si hubiera tenido la desgracia de sentir ! #No me cantéis así. Los que en mi muerte
pensar de otra manera, no me hubiera atrevido a decirlo jamás.- Sentfa el corazón despedazado
Siento por esto angustia cuando alguno lo dice.-Siento por esto pena iDónde vendréis a dar la despedida?
porque el talento original de Karr se haya convertido en paladfn de algo iSobre qué tumba posaréis los ojos?
tan sangriento.- iSobre qué losa os postraréis de hinojos
Ilusión será quizás de mi fantasía acalorada; pero me parece que todo A llorar los azarea de mi vida?
lo que aboga por la pena de muerte tiene manchas de sangre. iGuardad, guardad el llanto,
Ilusión es, dirán riendo los que aboguen;-pero se me antoja ya que y truéquese en placeres vuestro canto!
no lo es y creo firmemente que es verdad. No fue bastante eI mundo
Me hace sufrir el esprit de Karr,-y siento francamente no tener miis Para guardar consigo eternamente
que él para arrancar y desmenuzar el suyo.- Estas nevadas canas de mi frente,
Pelletan, predicando el progreso hace muchos progresistas, en el sen- iY este poema del perdón profundo!-
ido moral de esta palabra. Secad de vuestras lágrimas la fuente.-
Si fuera jesujta, hubiera agregado inmensa gente a la Compañía de iAquel a quien fue estrecha sepultura
Jesús. La extensión limitada de la tierra,
Veamos con calma, con toda la calma del dolor, estos inconvenientes El infinito espacio, el cielo inmenso
del talento. Sin ellos, no existiría en todas las cosas la ley de la armonía, En su gigante corazón encierra!-
el principio inmutable del equilibrio.
SiOh! ino lloréis así por mi partida!
J. Xf.
Si clamaba mi sangre la balanza
Novbre. 1871.- De mi patria querida,
iQué queréis que yo hiciera con la vida?
28 MAFtTf / CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO ñ9 1 29
i Oh ! ; qué dulce es vivir entre placeres Y dentro este volcán de lava hirviente
Vida febril, fascinadora, loca! Todo en aquello6 que bailando gozan
Verdad que a veces algún alma cae De su existencia natural se exalta:-
Y al santo hogar inmaculado trae iOh! ino bailéis asi!-Si todo falta
Un miserable corazón de roca, A la ley previsora de la vida,-
U o6cura6 mancha6 de negruzco lodo Si el equilibrio natural se rompe,-
En el virgineo manto;- Si todo en brazos de ese Dios se olvida,-
Cuerpo6 sin alma,-almas sin honra,-todo ¿Qué terrible poder os da derecho
Es verdad. Para decirnos con razón mentida
Que en medio a esa carrera sin medida
-j Es verdad! i Maldito canto ! No se os escapa el corazón del pecho?
;A bailar! ja bailar! iAhogue la fiesta -i Es verdad ! jEs verdad! iMaldito canto!
Esa terrible voz ! iPreSto la6 damas! iA bailar! ia bailar! iahogue la fiesta
iA mí lo6 del placer! Suena la orquesta. Esa terrible voz! i presto las damas!
-Bailemos, pues.-La fiebre del deseo iA mi los del placer! iSuena la orquesta!
Mal contenido en el mundano pecho,
Desbordada se lanza, -Bailemos, pues. Suavisima es la danza,
Fuera del cuerpo que le viene estrecho Dulce el calor del tembloroso seno
En brazo6 absorbentes de la dan,za.- Que estrecho contra mi;-flexible ondea
i Baila, mujer ! iUn hombre te comprime El talle de mi dama,
Con tembloroso abrazo y tu inocencia Como la fresca y amorosa grama
En vano el fuego de tu ardor reprime! Al fecundante soplo de la brisa;-
iRojo color enciende tus mejillas! i Bella es la vida en mágico embeleso !-
iMustia la flor de tus cabellos cae ! i A mí los del placer! iUna sonrisa!-
i Adios! ;Un paso más...! iA mí las hijas del Amor!-iun beso!
iA bailar! ia bailar! j Ah! Ya no quiero
iAy! las sencillas Verte lejos de mi: iverte es mi vida!-
Vfrgenes del hogar ¿no se os alcanza Deja, mujer, que en tus miradas beba
Que así cual se marchitan esas flores, La fiebre del placer;-deja que estreche
Se marchita la flor de la esperanza Este nido de amor que me arrebata;
Y la más bella flor de los amores?- Deja que aspire entre tus labios rojos
El almíbar sabroso que me anuncia
Como arrastra terrible al remolino La languidez divina de tus ojos;
El equilibrio roto de las aguas, Amemos y murámonos... iqué es esto
Así arrastra al confuso torbellino con que mis pies tropiezan?
El vértigo fatal. Queman mi frente
Los femeniles brazos que la rozan;- -iEsto? Nada.
Arde en los ojo6 luz fosforescente;- La honra de una mujer que se ha caído
Lo6 aéreo6 vestidos se destrozan Y que anda por aquí pisoteada.
32 MARTi / CUADERNOS DE APUNTES CUADERVO XQ 1 33
Sin un rayo de sol con que te envíe Un detalle en el órgano es a veces una revolución en el sistema
La expresión inefable de mi anhelo! La vida de UII infeliz condenado depende de mi viaje a su Audiencia.
-Voy al ferrocarril.-Hace un minuto que ha marchado.-El hombre
Pero no temas, madre,-que no tengo muere.
En mí esta nieve yo. Si la tuviera, Todos saben el suceso y dicen:
Una mirada de tus dulce8 ojos -iDesventurado!-iEra SU suerte! iHabía de ser!
Como un rayo del sol la deshiciera.- No.
iNieve viviendo tú? Pedirme fuera Las causas reales destruyen las hipótesis.
Que en tu amor no creyese i oh, madre mía ! La suerte, el destino, el escrito, la desventura, fueron un minuto más
Y si en él no creyera, en el reloj.
La serie de fas vidas viviría, Un minuto antes, y el hombre se habría salvado.
Y como alma perdida vagaría,- Un minuto despuk, y el hombre murió.
iY eterno loco en los espacios fuera !- Hubo causas materiales:-horas-ferrocarril: ia qué buscar causas
i Amame! f Amame siempre, madre mía ! abstractas?
Hay causas probadas y evidentes: ia qué buscar causas impalpables
J. MARTí e improbables?
30 Diciembre, 1871 Más.
Un niño vive. Es la vida de sus padres-es bello-es decidor-es
generoso-es noble.
L-Porque mi corazón está vacío Se asoma en un día frío al balcón y muere de pneumonía.
Con todo ese metal que tú me has dado -iTan hermoso!-iYa otra vez vio de cerca la muerte!-iEra su
Y que no sé por qué razón es mío destino! i Había de ser !
Cuando tal vez un hombre desgraciado Y ipor qué había de ser?
Muere, como ef de ayer, de hambre y de frio.-
Si era bello como un rayo de 901, y bueno como un algo de Dios.
Del d.-A. 29 ipor qué había de morir?
L.-i Amor? ¿Es eso amor? Pues dame amores
No se hubiera asomado al balcón, y no hubiera muerto.
Que este agitado corazón ansía
No hubiera habido frío, y no hubiera muerto.
Algo más que metales y que flores.
La razón explica esto-lo comprende-lo palpa-ve-ipor qué no
D.-Amor tendrás, y la gentil Lucía
creer lo que ve la razón?
De beso8 suaves cubrirá tu frente
Creo en Dios, porque comprendo a Dios.
Y jugará con ellos,
Y adornará inocente No creo en la Providencia, porque mi razón no me hace ver sus
Con flores de 8u alma tus cabellos. efectos, ni sentir su necesidad.
L.-¿No hay nada más allá? iTodo ae acaba No afirmaré yo que haya otra cosa:-mis afirmaciones serían abstrac-
En el roce de un beso ciones poéticas,-bellas peculiaridades. No tendría razones con que
Que con un beso siempre igual se lava? afirmar nada.
A. 3Q Niego, sí, que haya esto, por lo mismo que hay razones que apoyan la
negación, y no hay ninguna que afirme la existencia.
Nada ha de ser. Nada está predestinado a ser. Lo único verdadero es lo que la razón demuestra como tal.-Nada
Todo en el mundo, menos él mismo, es el efecto del azar. hay cierto más que ello .-Lo demás, cuando más, es probable.
34 MARTf / CUADERNOS DE riPUt?T?3 CUADERNO No 1 37
No hay fe.-No hay derecho para tener fe.-iQué derecho tenemos Creamos,pues, en esto. Mas creamosen absoluto;-porque la propo-
para creer lo que no se prueba, y hacerlo creer,-creyendo? sición en absoluto es aquí lo único demostrable.
Lo racional es siempre efectivo. Algo hace lo que existe, pero ipodemos personificar este algo?-
Lo efectivo es siempre racional. No jcómo probamos nosotros que es persona?
Lo efectivo es real. ¿Es algo, o es alguien?
La razón es, pues, la ley de la realidad. Es alguien, es ser inteligente, libre y sensible, puesto que nos dio
Lo que podemos hacer o evitar se explica, porque lo evitamos: lo inteligencia, sensibilidad y voluntad.
hacemos. Nos hizo, pero ipor esto ha de ser igual a nosotros?
Lo que no podemos evitar ni hacer, no se explica, porque si no, lo El mismo derecho tienen las plantas para creer que Dios es un árbol,
evitaríamos o lo haríamos. y los minerales para creer que es un pedazo de piedra.-También Ios
No pretendamos, pues, explicar lo inexplicable.- hizo a ellos.
Remediemos lo irremediable, y, si lo remediamos, ya hemos encon- Nos hizo-es verdad. Luego tiene lo que nos dio-es hombre.
trado la explicación. Pero lo hizo todo-también es verdad;-Iuego tiene lo que dio a
todo;-tiene más existencia que la humana-más formas-reunión dc
todas las manifestacionti del ser.
Todo 10 hizo; luego, si tiene forma, debemos afirmar que tiene la
Tendemos a mejorarnos.
forma de’
Todo lo que va haciendo nuestra mejora, tiene su razón para me-
jorar.-Todo está en nuestro dominio.- Todo es consecuencia de nosotros
mismos.
Lo que es, tiene razón para ser.
FRAGMENTO
Si la razón es innata en lo que es,-si nace con lo que es, las cosas
que no tienen razón,-no son.
Creer para esperar demuestra impotencia en el espíritu.
Acabo de soñar. Porque es mi empeño
Esperar para creer demuestra sensatez y verdad.
Imaginar que infamias y miserias
Lo admitido no es siempre lo cierto.
Fantasmas son de un borrascoso sueño.
Admitir lo admitido por el hecho de estarlo es cobardía dc ánimo o
No faltará quien diga y apoyado
negación de inteligencia.
por Ia recta razón de que me alejo
Todo lo hacemos:-
Que tengo yo un soñar muy dilatado
Lo hecho es real.
Y a la región de un mundo no probado
Lo real es racional.
Arrebatar por mí ilusión me dejo.
Creamos,-pues.
El efecto es consecuencia de la causa.
No tengo yo la ley de la medida
La causa es real puesto que produce las cosas reales. Ni las sendashollé de la materia
Las cosas reales no pueden ser producidas sino por causa real. Ni obedecí la historia empobrecida
Creamos,-pues.- Que hace del mundo miserable feria ;
Pero nuestra potencia para crear no existe. Pero siento otras leyes y otra vida
No podemos crear, porque no nos lo explicamos:-si nos lo expRc8- iY no es ley de la vida la miseria!
ramos, crearíamos.
Pero lo creado, real, es;-4 creador, pues, ha de ser y ha de ser red. ’ Esti incondusoel documento.
.?J8 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
CUADERNO Np 1
39
Ni enseño yo sentencia demostrada,
3 veces la obscenidad de las ideas-montón de escenas en su mayor parte
Ni exactas leyes de la ciencia enseño,
Mas huyo horrorizado de la nada repugnantes, y a las veces indignas de los sentimientos diáfanos y purísimos
Y en la fe de otro ser asegurada que suspiran en las almas poéticas?
Las leyes dejo de este ser, y sueño; Compi!emos.
Que tengo para mí que así soñando Una escena fantástica mediana,-unas octavas sonoras que revelan
hlientras otros de mí se van riendo, un espíritu ardiente,-una mujer que asesina en una fctida taberna,-un
Ellos detrás de mí se van quedando diálogo amoroso demasiado cargado de imágenes,-13 historia de un
Y yo’la cierta vida voy viviendo. robo,--13 vida de las galeras inmundas de la Cárcel,-la muerte de una de
esas tristes mujeres, que comienzan a serlo cuando han cesado de vivir;
-he ahí en toda su plenitud “El Diablo Mundo”.
Bellísimos versos,-amargas, y a veces verdaderas, reflexiones,-revc
No se me llame enemigo apasionado de Espronceda.-Enemigo suyo lación de un alma poderosa,-todo esto hay, y fuera necia obstinación
en el campo de la Idea porque niega el bien y el progreso, esas dos afir- negarlo;-pero esto, en medio de‘tabernas, ladrones, asesinos y rameras;
maciones de la vida, esas dos razones de la existencia, no lo soy con -esto, en medio de todo lo más asqueroso y repulsivo que la sociedad
pasión, porque las pasiones, sólo por serlo, son de suyo violentas, injustas actual encierra. Y ies esto un poema? Confesemos que si Espronceda
e irracionales. quiso escribirlo, no lo comenzó jamás-0 convengamos que dio en la
Y hay más.-Allá en mis mocedades,--que, en vidas prematuras como incomprensible manía de poetizar el vicio, el crimen y la infamia.
la mía, mocedades hay de los ll a 15 años,-era Espronceda el libro ¿Qué es Adán?-Ei espíritu de Espronceda que vive en el ansia de
que más complacía a mis nacientes exaltaciones de poeta.-No he querido un más allá,--el alma que puede presumirse noble y turbulenta, y se des-
leer un solo juicio de Espronceda.-He oído ensalzarlo con injustas prende de las ligaduras de la vida miserable y ansía la vida espléndida
razones, y vituperarlo con vulgares argumentos.-Pero la vida, para mí que contempla absorto y palpitante,-esto es Adán, o mejor dicho, esto
como para todos, es un provechoso libro abierto. He procurado verme, quizás iba 3 ser Adán.-Porque al poeta que con toda la libertad de
y entenderme, y saber qué era, por qué era, y para qué era, y en el curso la fantasía crea un tipo, dado le es dotarle de todas aquellas condiciones
de este mi doloroso estudio, Espronceda ha venido a ser para mí el más enérgicas, de toda aquella elevación de instinto, de toda aquella ansiedad
fluido de los rimadores, el más digno de ser relegado al olvido entre los de nobleza que cautivan y embelesan el ánimo, y ora lo agitan de indig
poetas españoles. nación, ora lo conmueven de tristeza, ora lo arrebatan de entusiasmo, y
Nació para mártir, y no fue siquiera hombre. siempre lo purifican, y siempre lo hacen hermano cariñoso del poeta.
Nada hay original en Espronceda. Sintió el vacío que en las almas -Pero no hay en Adán más ambición que la ambición del lujo:-no es
elevadas dejan las cosas de la Tierra, y se inclinó a ser escéptico. Pero el alma devorada por 13 presunción de la cosa divina, y 13 impaciencia
-escéptico porque quiso-su escepticismo poco natural, poco espontáneo por llegar a ella;-es simplemente 13 inercia, simpática por la forma de
no cuidó de disimular que vivía de la vida-grandiosa por lo potente y belleza que la rodea, envidiosa del esplendor terreno, de 13 vida del brillo,
por lo nueva-del inmortal inglés. de 13 cosa mundana miserable.-A esto se reduce el Adán que podemos
Veamos a Adán, la esencia de lo que todos consideran como su mejor juzgar, el único Adán que podríamos admirar, si mereciese admiración.
creación.-El viejo que misteriosa y fantásticamente recobra el vigor en
-Porque aquí no se comprende qué va 3 haber más después,-no se
los afectos y la belleza en las formas de 13 juventud ino es quizás la copia
siente un plan que se va a desarrollar. iPor qué, pues, ese loor ciego
del Fausto sublime de Goethe?
al amante de Teresa? iPor haber vestido con las galas de una imagi-
Y esto en cuanto a 13 creación, que en cuanto a 13 ejecución iquién
nación poética un consorcio inmoral? ¿Por divinizar el impuro amor de
ha de pretender con justicia la gloria del poema para un montón de
los sentidos? iPor presentar la vida, ajena a toda nobleza, ajena a toda
escenas sin conexión racional, en que la rima de los versos hace olvidar
virtud, mezquinamente reducida a las embriagueces del placer? Si vivió
CUADERHO N* 1 41
40 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
peya.-Pudo extasiarse en las vastisimas esferasdel lirismo, y cu fantasia
en el cieno, si no fue bastante enérgico para salir de él icómo no había que era en realidad más vigorosa de lo que mostró ser, hubiera asegurado
de encenagarse? icómo SU espíritu, no nacido para el fango, no había a la poesía españolala gloriosa posesiónde un Victor Hugo.-Pero hubo
de sacudirse febrilmente para despojarse de su negra vestidura?-Este de abandonarse a la raquítico vida de los goces, creyó que a In sati+
sacudimiento ea su hastío.-El canto a Teresa, los versos a Jarifa,-iqué facción de todos ellos debía consagrarse la existencia, tomó por vida la
son sino el morituri te safutant de un gladiador que no tiene el valor parte gangrenada de la vida, vivió en miseria, y tanto se detuvo en ella
necesariopara esperar la victoria, y se deja matar sin defenderse?-iQue que la miseria vivió en él, y debilitó su inteligencia, y marchitS las florea
hemos,pues, de admirar en Espronceda?-¿El ánimo cobarde que no de su espíritu, y fue impotente para dominarla, y la cantó.-Lloremos
supo salir de la miseria, e, impotente para ser su vencedor, fue su poeta? en buen hora el extravío de tau privilegiado ser;-pero no vcr:ga una
-Admire10 quien pueda. admiración irracional e injusta a llevar a Ias almas Irr gangrena que lo
Y fúndase la admiración de algunos en el grandioso plan que atri- corrompió.-
buyen a la prosecución de “El Diablo Mundo”.-iQué justifica ese apa- No. Espronceda no llenó In misión sacrosanta del poeta. La desco.
sionamiento por una profundidad desconocida, que no se siente, ni se noci6. La falseó.-La vida honrada, la energía del civismo, la delicadeza
presume, ni siquiera se entrevé ?-Verdad es que pudo hacer un gran de los sentimientos, ese conjunto de grandezas y dulzuras que hacen el
poema, que pudo hacer de Adán la historia de esas almaa que viven en alma del poeta, faltan en este hombre que cometió la falta imperdonable
la noble inconformidad con lo presente, en el afán de desasirsede él, de descender de la altura en que nació.-No fue original-no fue vir-
en la ansiedad por escaparsedel vaso que las retiene en la esfera de la tuoso-si tuvo cl presentimiento, no tuvo la fortaleza de la seguridad del
Tierra.:-todo esto pudo hacer, pero nada dice que pretendiera hacerlo, más allá-no dejó como huellas de su paso más que cantos a la deses-
nada apunta este pensamiento gigante e inmortal, nada hace presentir peración y al vacío--jcómo, pues, fue poeta Espronceda? Ha dado al
que hubiera de llegar hasta allí.- Admiremos al genio, pero admirémosle mundo, sin embargo, una lección severa que ha cambiado por la inmors
por lo que ha hecho, o por aquello que de lo que ha hecho se deduce talidad que despreció. El olvido de las virtudes arranca sus coronas a
que pudo hacer.- Generalmente, y apunto esta reflexión aunque pueda los genios. No basta nacer:--*:9 preciso hacerse. No basta ser dotado de
tacharse de inoportuna, todos los poetas valen mucho más que suspoesías. esachispa más brillante de la divinidad que se llama talento:--es preciso
-Son almas puras que no encuentran quizás, por un medio material de que el tn!ento fructifique, y esparza susfrutos por el mundo.-En la arena
educación o por una circunstancia favorable, manera de manifestarse en de la vida, luchan encarnizadamenteel bien y el mal.-Hay en el hombre
toda su plenitud. cantidnd de bien suficiente para vencer. ivergüenza y ba!dón para el
La imaginación fogosa, los generososinstintos, la encantadora rima de vencido !
Esproncedale hubieran consolidado la inmortalidad del genio si hubiera J. MARTí
rido virtuoso. 31 Marzo: 1872
Espronceda nació a Iaa puertas de la inmortalidad. ¿Por qué se alejó
de ella? Los hombres que la Naturaleza favorece especialmente,traen
Evcr of thee.-
con su nacimiento el deber de corresponder a sus favores. ¿Qué derecho
ha tenido Espronceda para ser menos de lo que pudo ser? Los genioa Ever of thee I’m fondly dreaming,
sa deben a la virtud y al perfeccionamiento de la humanidad.-iCómo They gentle voice my spírit
concederle los honores del genio al que niega la una y se opone a la Thou art the Star that midiy beaming
marcha triunfante de la otra?- Shone o’er my pass when all was dark & dread
Pudo Espronceda inclinarse a cantar los dolores de la Patria, o lay Still in my heart thy forms 1 can cherish
angustias de los esclavos, o laa hazañas de los héroes, y hubiera sido Every kind thought like a bird flies to thee
notabilísimo poeta épico.- Máa.--Su espíritu independiente y vagabundo Ha! Never till life and memory peri&,
hubiera hallado nuevao formas y menos forzado movimiento a la epo-
JIIRTÍ / CUADERNOS DE APUNTES
CUADERNO NQ 1 43
Can 1 forget how dear thou art to me, Los únicos misterios creíbles son los misterios de la causa, cuyos
Moon. moon & ni@ wherever 1 may he
efectos son palpables.
Fondly 1 am dreaming ever of thee?
El escorpión es inútil.-No.-El hombre es egoísta.-
~jscnrus-~sarosns--y sombríos
Hallas al verlos huy los ojos míos: No debe decirse la Comuna.
iAiy!-cuando se copiabanTpresentían
que alguna vez de verte dejarían. El abogado es necesario.
...de cate pensamiento sería la muerte del mayor argumento de la Puesto que tenemosla razón, no puede existir nada contrario a ella.-
tiranía.-Nunca fue Roma más ilustrada que cuando la mató su vileza.- Si ello existiera, no se comprendería la existencia de la razón, no tendrfa
Nunca estaba Francia mas civilizada que cuando entregó cobardemente la razón objeto.-Luego, nada existe contra ella. Luego, todo lo que ella
su libertad.-No se me oculta que va acercándosemis a Dios la civiliza- destruye no puede apoyarse en verdad.
ción americana.-Pero Yo preveo que morirá sin llegar a él, porque
comienza a debilitarse en su principio,-No es Mesalina, como Roma.
No es sierva de sus vicios como Francia;-pero tiene algo de romana?y
esto la conducirá a morir aun como francesa.
Empírico. Dogmatismo.
Trascendental. Pirrónico.
Ontológico. Escolástico.
Contingente. Ecléctico.
Me veo libre, inteligente, fuerte, sensible, y como veo que todo tiene
una causa, y yo no puedo ser causa de mi mismo, sé yo por mi ser propio
que he sido creado por quien tiene la plenitud de la inteligencia y
fortaleza y libertad.
Y ha de tener la plenitud, porque yo la cnncibo, y la adivino, y h
amo y la ansío.
Al estudiar la metafísica de N. me he sentido verdaderamente Sentin:entalidad: palabra mía: que en la observación de la naturaleza
[envuelto] por una atmósfera densisima de discusiones especiosasy he creído necesaria y he usado, con esta propia fuerza de invención y
raciocinios alambicados, inútiles y estériles. sentido propio que su individual inteligencia da-en todas sus operaciones
racionales-al individuo.
DE SISTEMAS
Fichte toma el yo humano por punto de partida de las ciencias. DE I.iZ CERTEZA.-BAL!VES
Condillac quiere extraerlo todo de la sensación.
Hume negó la existencia de los cuerpos. Los filósofos se agitan constantemente por hallar la base de los
Schelling reasume la identidad universal, conocimientos humanos. La certeza no es ciertamente la base de los
Kant aplica la idea de tiempo a las ideas. conocimientos; pero para conocer una cosa, es preciso estar cierto de ello.
Escolústico retórico e ingenioso. De aqui la importancia del conocimiento de la certeza: no es causa, pero
Aristóteles todo explicado por la materia y la forma. es accidente principal.
Picágc -as todo lo hacía salir de las matemáticas, y confundía 10 mate- Hay ciencia humana y extrahumana. La humana tiene límites; sabe,
mático y lo moral. y de todo lo que sabe, está cierta. En la extrahumana, nada sabe el
Platón a la entrada de su escuela: No entre aquí el que no sepa hombre, ni de nada está cierto. Hasta aquello de lo que se cstci cierto,
geometría. hasta allí llega, la ciencia del hombre. La extrahumana empieza allí.
Pirrón ern escéptico. En esta cuestión hay tres cuestiones:
axiomática. Todos afirman algo en este punto. Fichte acude a la Iógico entre dos verdades opuestas, una certeza indudablemente exiate; en las
general para explicarse el misterioso desarrollo y aplicación de la facultad cosas que existen, pero que no se manifiestan con bastante claridad, existe
de adquirir la certeza. Filósofos especiosos creen que empiezan con la la certeza también. Pues a la certeza entre las verdades opuestas, no ae
duda; pero al dudar, afirman que dudan, estan ciertos de que dudan; llega sin la comparación y reflexión. Y a la certeza sobre el hecho real >
porque ellos no serian capaces de decir que creen algo de que no estin pero escondido, no se llega sin una investigación reflexiva.
ciertos. Luego en la misma duda, elemento principal es la afirmación A veces, pues, la certeza es directa, y reflexiva a veces.
de la certeza. Balmes afirma también que la reflexión ea escasa y a veces nula. No;
en todo ser formemente (lo contrario de deformemente) organizado, la
La certeza, pues, existe. El trabajo de la Filosofía consiste en investigar
esfera del conocer será mayor o menor, pero en ella reflexiona sobre todo
sus fundamentos, y la manera de adquirirla.
lo encerrado en ella. En unos habrá más reflexión que en otros, según
Nadie niega la verdad de los actos internos que inexplicablemente se
sepa mayor número de cosas, y según el grado de desarrollo inteligente
suceden en sí: por esto la certeza es innegable, aun para Berkeley y Hume que alcance; pero en todo ser forme hay reflexión. El niño no la tiene
que negaron la existencia de los cuerpos. En las abstracciones de SU
tan desarrollada como el hombre, porque las facultades se amplían con
razón, dudaba Hume y negaba. En los actos necesarios de la vida, la
el mayor y más frecuente número de aplicaciones que se hace de ellas. Y
efectuaba y la creía. Y si su negación era verdad, y si la verdad es la es natural que el hombre haya visto y conocido más objetos y recibido
conformidad de la cosa con el concepto de la cosa ;cómo se explica por más sensaciones que el niño. Pero la fuerza reflexiva existe con sna
verdadera esa ruda diferencia que Hume encontraba entre la certeza de perfodos de incubación y desarrollo naturales, en la edad infantil como
sus actos, y la negación de sus aberraciones? en la edad de los adultos.
Hay certeza primitiva y reflexiva. La certeza se adquiere por actos directos a veces.
La primitiva es directa y espontánea: del yo a la cosa. Y a veces, por actos investigadores perfectamente humanos, subjetivos,
La reflexiva es producida por la reflexión, la impresión, el desarrollo sobre el objeto o el sujeto tomado como objeto, que en sí envuelven la
de los actos y del concepto de los actos en-el yo. Pero en toda certeza, comparación y reflexión.
como agente impulsor o reflexionador, siempre el yo. Y aquí comienza Dicen los filósofos que las fuentes de la certeza son:
a caer la doctrina sensacionalista de Condillac.
La certeza es, pues, cierta, porque inevitablemente, forzosamente, L-el sentido íntimo,
claramente es. 2.-los sentidos exteriores,
Es puesto que vemos que es. 3.-el sentido común,
Esto parece dogmático; pero ni Fichte, ni Hume, ni Pirrón, ni Berkeley 4.-la razón,
saben ni pueden escapar tampoco de él. 5.-la autoridad.
La del género humano, instintiva. II.-El testimonio de los sentidos, no es fuente perfecta. Los sentidos
se equivocan 0 se ilusionan fácilmente.
La filosófica, meditada y madurada.
III.-El sentido común, poderosa fuente de certeza.
Balmes cree que la certeza se forma sin actos reflejos. En cosas super-
IV.-La razón, poderosa pero extraviable fuente.
ficinlmente existentes, no concurren, porque la vista 0 el tacto 0 nuestra
inteligencia nos dan la inmediata seguridad en la verdad de lo que V.-La autoridad, nueva forma del testimonio de los sentidos, porque
Pero aquí creemos por los sentidos ajenos, cuando conformes, idénticos, igual-
inmediatamente vemos a nuestro lado, y concebimos, y tocamos.
52 MARTi / CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO No 2 53
mente reflexivos sobre un objeto mismo. Así, la autoridad ea buena más sencillas conciben las ideas. Pero no hay en la tierra espíritu tan
fuente de certeza. alto que conciba y en si encierre y en sí resuma la verdad generadora de
En el sentido íntimo, no cabe reflexión; pero si hacemosdudar al que verdades. Vemos que se unen, que se forman en grupos, que ascienden
cree, y piensa y se asegura y cree, esta certeza directa, primera, se con- en progresión simplificadora; pero en la Tierra la vida más ilustre es
vierte, desde ese instante, en reflexiva. Luego en la certeza por sentido absorbida por una sola ciencia.
íntimo puede haber acto reflejo. La ciencia trascendental, existe; pero no existe en el orden intelectual
En el testimonio de los sentidos, ea más directa, la manera de adquirir hamano.
la certeza. Vemos, y creemos. Tocamos, y creemos. Si existe, en algún orden indudablemente ha de existir; superior al
En el sentido común, la certeza es instintiva y directa, pero seconfirma nuestro, más sintético, más conjuntivo, más armónico. En el orden post-
humano e infra-humano; en el orden intelectual universal; que como
con la reflexión.
todos los hijos van a un padre, y todas las ramas a un tronco y todos
En la razón, todo es reflexivo. los rayos a un sol, .todas las ciencias van a una ciencia, todas las verdades
En la autoridad, de nada hay certeza sino con ayuda de la razón van a una verdad, todos los mundosvan, en el universal sublime armónico
reflexionadora y el sentido común investigador. sintético conjunto, a Dios.
Es pues, a veces, la certeza directa, y reflexiva a veces. Luego :
Si existe la ciencia trascendental en el orden intelectual absoluto.
III.-la idea¿¿dadno es fuente de representación. Hay tres órdenes de medios para percibir la verdad: por esto hay tres
luego, clases de verdades percibidas. Percibimos:
la identidad y la causalidad son fuentes primitivas de representación. La con la conciencia-verdades de sentido íntimo,
idealidad es derivada de la causalidad. Justamente la más poderosa y lo con la evidencia -verdades necesarias,
más general es la que hace Balmes más débil y mezquina. con el instinto intekctwl (s. c.)-verdades de sentido común.
La vida es indudablemente una contradicción. Deseamos lo que no Yo creo en la divinidad de mi esencia, toco y miro y creo en la
podemos obtener; queremos lo que no tendremos; y no podría existir con- miserabilidad da mi existmnk-Y sin embargo a veces,involuntariamente
tradicción si no existieran dos fuerzas distintas y contrarias. como que transijo con mi mkrabilidad. iQué soy yo?
Una absoluta convicción. La que yo soy co me lo debo a mi mismo.
Ni una duda disfrazada de creencia. Ni un instante de transición con- Yo no naci por mi voluntad Yo no me di lo que en mi vale. Lo que hay
migo mismo. Puesto en mí, entrn en mí. Yo quiero saher lo que yo soy. en mi sólo esmio, en cuanto temporalmenteea ello en mi. Soy lo que soy,
Dice: “Esta indomable vida de mi espíritu necesitaba para no caer sin que yo WI responsablede un espiritu que no pudo elegir: sin que yo
vencida resignación y luz.” pueda vanagloriarme de un alma que yo no creé. Ahora escribo...
Pues, iquién impide aquí dud al entre si es caer vt?ncUJn 0 vencida
resignación?
El acento en la í: vencida.
Un hombre no es hombre hasta que en sí no funde a una mujer y de Noche. En la tierra dormida
si sale desarrollado y desenvueltoen hijos. Y en el alma combatida
Y en cl ser, p en el dolor.
Noche, sombra, J en la frente
YO: esto es: Una personalidad briosa e impotente, libérrima y esclava, Claridad de lava hirviente
nobilísima y miserable,--divina y humanísima, delicada y grosera, noche Que me quema el corazón.
y luz. Esto soy yo. Esto es cada alma. Esto es cada hombre. Entremos
en esto.
Para entrar en mí, tengo que entrar por mí mismo. El yo reentra en Tierra; tierra en cuanto aicanza
el yo. Círculo ardiente, círculo rudo que es en sí la imagen de la devorada La mirada que ae lanza
humanidad. Postrados en él, nuestra conciencia de la libertad pugna por A lar entrañas del str
romperlo, nuestros ojos ciegan cansiidosde mirar en el fondo del vacío: Y tn el camino si apenas
nuestra alma se vuelve a sí, y en ella halla, en ella, inmaterial e incor- Macla en sangre de sus venas
La sangre de una mujer.
pórea, la verdad incorpórea e inmaterial que no ha pedido hallar en la
materia, porque nada puede estar donde no existe. En ella halla la rudeza
muerta, el bien relativo, el círculo entreabierto. En el alma humana hay No ts que eufra: no es que llore:
una hoguera cuyas llamaradas llegan hasta Dios. No ta que tema: no ta que adore
~EM, causante. En todas partes, en todos los espíritus, en todas las Ee que no aé sufrir ya:
inteligencias, en todo hay &wa. Y en la par adormecida
Arrastrando voy la vida
Para un libro. YO. Sin sufrir y sin llorar.
Yo tengo algo confusas mis ideas sobre mis propios sentimientos. A
veces, me confieso que soy bueno. A veces, me golpeo con ira y me
exaspero porque creo que brotan de mí malvados o egoístaspensamientos. Dice Piin : Su talento, su topiritu y su alma: Pues qué iel talento
Es preciso que yo, puesto en mi, me vea por mí a mí mismo. Que no es el alma? Esto me revela todo mi siotema. El espírit; ta un atributo.
me analice yo en quien soy: que yo me sepa a mi: que sobre la convicción El tspíritu tm la fuerza más mía, más escondida, más noble, es la fuerza
de la absoluta independencia, con mi voluntad de mi naturaleza valerosa gentratriz: el ser del ser.
o débil, funde yo mi propio conocimiento, rompa yo toda otra idea de
vanidad o de egoísmo.
CtJADERrlo nO 2 71
70 MARTÍ / CUADERNOS DZ APUNTOS
Sobre el terrible lecho de la calma
Mi descarnada mano reunía
nEDENCI6N Sin fuerza el brazo, sin amor el alma
El s de la agonía
Mujer, en vano que la vida encienda Cuánto fui: cuánto soy: cuánto se encierra
La abrasadora lengua de los sabioa En esta alma en la tierra encadenada
Sin que este pobre corazón entienda Que rota por el peso de la tierra
El lenguaje de amor vivo en tus labios Sin vivir ni morir vive enclavada
Ni ser sin ser, ni noche sin aurora Cuanto en mis horas de mayor locura
Ni joven corazón sin bien amada La locura de un Dios en mí germina
Ni sin ángel el ánimo que llora Triunfe el alma con audaz bravura
Ni sin amor el alma enamorada Sin forma vil y mísera y mezquina
Mujeres son las lágrimas perdidas Sueños, florea, ardor, infierno, mundo,
De esas pobres estrellas amorosas Cuanta joya al afán .el devaneo
Que cruzan por el cielo de las vidas Cuánto en la mar de la ansiedad profundo
Augurio y sombra de almas misteriosas Lleva luchando el hombre de lo etéreo
Mujeres son las lágrimas lloradas
Todo; todo, mi mano descarnada
En el mundo de vírgenes creadoras
Lo deja viva s, mí canto
Que de su vil creación avergonzadaa
Por sentir mi mejilla calcinada
El 6 ablandan de las férreas horas; Por una gota mísera de. llanto
Porque el tropel de lágrimas divinas
Una gota no más; gota encendida
Sobre este mundo de las almas muertas
En el volcán de un corazón potente,
Levante las dormidas peregrinas
Engendro en el seno de mi vida
Al rerurrexit del dolor despiertas.
Por un rayo soberbio de mi frente
En vano, en vano, que Ia vida loca
Y Dios ! Y Dios! y en mí se condensaba
Contemple en sí cadáveres impuros
Y en mí lo redimido presentía
Mientras sin voluntad 7
El fuego redentor que arde en los puros
6 Dos palabras ininteligibles.
@ Palabra ininteligible.
G PAabra ininteligible.
7 Idm.
72 JIARTí : CL'ADERSOS DE APUNTES
cvADsEXoIe2
Si en mi rostro la lágrima cruzaba
Y la Iágrima aquella no venía
PAISES DE EUROPA
Y el alma se me ahogaba
Y abrasado de llanto me moría.-
L-Las Islas Britinicas. 13.-Peninsula Táurica.
2.-Xirpania. 14.-Yariges-Mctanastcs.
Te vi, te amé. te vi sobre la cama
3FGdRa lS.-M-ir.
De Io tú*, y al dulce peso
4.-Germania. 16.-Chersoneso de Tracia.
De tus amantes sueños de fortuna
b.-Rhetia y Vindelicia. l7.-Macedonia.
En tus labios la flor se abrió en un beso
6.-Nórica
7.-Pannonio.
Y nívea ya la blonda cabellera 8.-Illiria. 18F&eci8 ..,
Te he visto en oropéndola trocada
9.-Dalmatia.
Aquella roja flor de primavera
lo.-Italia.
En tus mejillas albas deshojada
1 l.-Islas Sardinis. 19.-Dacia.
12.-Sarmatia Europea.
De nuevo alzar el alma valerosa
Y del materno amor fortalecida
Brazo a brazo arranca a la rugosa PAfSE! DELASIA MENOR
Muerte fatal el hijo de tu vida
L-El Ponto y la Bitbyaia. S.-La Gallatir.
2.-El Asia propia. 6.-La Paphagonia.
Y cuando el sol de iluminar cansado
3.-La Phrigic 7.-L Pamphilia.
Su frente oculta en el azul del cielo,-
A-La Lycia S.--La Cappadocia.
La frente vi del hombre fatigado
Y ocultábase en ti, luz de consuelo-
EN ASIA FUERA DEL ASIA MENOR
Y cuando vi que el alma en las mujeres
l.--Armenia. 15.-Asiria.
Es un germen vivífico de flores
2.-Cilicia. 16.-Susiana.
Ora se abre germinando seres
3.Carmatia Asiática. 1?.-Media
Ora se cierra en acallar dolores
4-Cólcbida W-Persia.
§.--Eberia 19.-Parthia.
Sentí que aquella lágrima esperada
&-Albania. 2O.-Carmania.
Que dentro de un ser se estremecía
7.-Isla de Chip= 21.-Hircania
Por mi mejilla pálida abrasada
&--Siria Cóncava. 22.-Mareanir.
Como brotar de redención corría.-
9.-Phcnicia. 23.-Bactriana.
lO.-Palestina. 24.-Sogdiana.
La Metempsicosis se funda en la semejanza de los seres creados. ll.--Judea 25.-Sacae.
12.-Arabia. 26.-Scitia extra y.
10
_.,.-Mesopotamia. 27.~itia íntra y.
10 Palabras ininteligibles. lG.--Babilonia, 28.-Scrica.
CUADERNO ti 2 75
74 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
FILOSOFIA Y LETRAS
sociedad de hoy es necesarioestudiar en algo los residuo de las sociedades Muy señor mío:”
que han vivido, Con sereno juicio, COUdesconfiado ánimo, con lógica
Perdone V. que haya pensado en molatar, para una egoísta extrava-
rectitud, con habilidad y comparación y fino escrúpulo. Analícese en k
gancia mía, la atención de V.
narración el carácter del que la narra, y para hallar la verdad de lo
Hace do, meses,se presentó a V. un joven que k pedía trabajo inte-
narrado, quitese de ello lo que le pone la naturalaa y punto intimo de
kctual, de versión, manual, cualquier trabajo que le produjese lo suficiente
vista especialdel narrador. Dos hechosexactamente igualesen sí mismos,
para el pago de su matrícula en la Facultad de Filosofía y Letras que
en las causaso en los efectos o en uno sólo variado, siendo los mismos,
espontáneamenteamaba y que con insaciable aliento de pobre deseabu
quedan ya totalmente diferentes. Pasión de patria, carácter de individuo, para sí.
exaltaciones o modos de estilo: quítese todo esto de la historia para que
El joven era yo: no tuvo V. trabajo; pero yo uní a mi título de Lic.
quede, y aún nos quedará algo parecido a la historia creíble y verdadera.
en Derecho, mi título de Mo. en Filosofía, en el mes pasado da
Principios eternos la rigen: la ambición y la soberbia entre los Septiembre.
hqmbres; el espíritu de dominación en los monarcas; el espíritu de inde. Ahora, el día 19 de Octubre salí de Madrid y comenzar6 muy pronto,
pendencia en los países: la identidad del Espíritu uno con todos los fuera de España, el ejercicio de mi carrera.-Me atrevo a hacer a V. una
espíritus hijos vivos y per-se-tenientesen la tierra. Puesto así desde un . ..
muy rara propo~lcion.-Para el ejercicio de mi carrera de Derecho
ánimo recto, quizás vean los ojos claros en tanto tiempo casi perdido necesito, muy esencialmente,un Diccionario de Escriche y un libro de
que pasó, en tanto tiempo inadivinable y misterioso que queda aún por Comentarios de Gutiérrez. Y sobre esto, me alegraría llevar conmigo los
venir. dos de Filosofía de Azcárate.
En la humanidad, ias invasiones de conquista son los puntos determi- Pero en cambio de estoslibros producidos, sólo puedo yo ofrecer los
nantes de la historia. La de Moisés en la Palestina, la de Alejandro en frutos ligeros de una inteligencia incipiente que confía en producirlos un
Asia, la de Julio César en cuanto imaginó, la de los del Danubio en los día. Por eso envío a V. esta especiede artículo cuya mayor parte escribí
de Tíber, la de los sarracenosen Europa, la de Carlo Magno en los tres
11 Este borrador de carta salió publicado en Crisol, revista editada por el Bloque
pueblos, la que los Cruzados contenían, la de los crueles en la América, la de Obreros Intelectuales de México, número de julio de 1931. Aparece intercalada
del Bonaparte en los... la del Prusiano en el francés. Y dentro de estas en un artículo de Camilo Carrancá TrujilIo, bajo el título “Una carta desconocida de
José Martí”. Este articulo comienza con los siguientes párrafos:
grandes invasiones, invasiones pequeñas. Y unificado por un espíritu
“Don Alfonso Mercado, con quien me liga una franca amistad que reconoce por
tiránico el poder de tanto y tanto espíritu, por espíritu humano ambicioso origen nuestra común admiración a Jo& Martí, guarda como rico tesoro dos modestas
y rebelde, desmembrase por la rebelión y la ambición de los pequeños 10 libretas de apuntes que pertenecieron a aquel grande hombre, traídas por él a
México en 1875, euando, deepuds de graduarse de Licenciado en Derecho y Licenciado
que la soberbia bárbara e injusta y unificadora del grande conquistó. A en Filosofía y Letras, abandonaba Europa para reunirse en nuestro país con sus
Io uno por la tiranía. padres y hermanos.
A lo vario por la ambición. A la libertad por la
“En la casa de don Alfonso Mercado, que aún era niíio, habitó José Martí de
independencia. A la justicia por el respeto y por la paz. Ya pasamos, 1875 a 1876; en su casa contmjo matrimonio con la seiiorita Carmen Zayas Bazán.
quizás, aquellas dos primeras eras de la historia. De+ el 79 ha empezado y en su casa también habitó de retonío a México en 1694, saliendo de ella igual-
mente para los Estados Unidos a dar los últimos retoques de organización a Ia
el mundo a realizar como efectiva la tercera, que en principio y en campaña revolucionaria en que tan próximamente había de perder la vida.
ansiedad no dejó de entender y sentir nunca. iQuién sabe; nadie aún “Se comprenderá, pues, cómo don Alfonso Mercado ha podido conservar estas
dos modestas libretas de Martí, entre los papeles de su padre, el licenciado don
puede saber; cuando la cuarta venturosa época iluminará y revivirá! Manuel Mercado noble hermano, m.4~ que amigo, y confidente del Apóstol.
“Hemos examinado con no disiiulada emoción aquellas dos libretas. Contienen
muchas notas, apuntes e impresiones que, con la venia del señor hfercado, daremos
Vive con un hombre: sólo así sabrás quién es. a conocer próximamente. Sin duda le sirvieron en España, en Madrid y en Zaragoxa,
durante sus estudios. En ellas aparece el borrador de esta carta, que a
bennosa y significativa, porque revela cudnto esfueno necesitó hlartí para terminar
su carrera, ‘no pam vida auya. que para esto no seguiría más carrera que la de
hombre: para sostén y ayuda de su pobre y agobiada casa’.”
78 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
cuADExN0 NQ 2 79
al volver de ver a V. el día en que me anunció que no tenía trabajo, J
que para acompañar a esta carta termino ahora.
Este artículo, otros como él, cuantos V. estime, si en algo son eati-
mables, necesario que yo escriba, daré a V. con gusto si con mí propio
trabajo puedo conseguir los libros que me han de ayudar para el desem-
peíio de mi carrera, no para vida mia, que para eato no seguiria yo más
cnrrera que la de hombre: para sostény ayuda de mi pobre y agobiada
ca8a.
El futuro y uor. pasivos resultan 20s. suprimida la 8 inicial de sus
Rara parecerá a V. esta carta.- Artículos de buena voluntad por
características temporales, si bien el sor. está basado en la raíz.
libros de buena ciencia.- Trabajo ofrecido en cambio de base8de trabajo;
no hay en ello, sin embargo, rareza alguna. X1 futuro activo y medio, siendo 2Q tiene desinenciascontractas de
Vivo en la calle del Olmo NQ 3 principal. Allí espero respuesta de presente en EO,o lo que es =, característica temporal contraible c
Catacarta y el perdón de mi extraña, y, porque no conozco a V., atrevida El aoristo 2Q activo y medio, en indicativo, es verdadero imperfecto
. :r y en los modos restantespresente.
proposiclon.
De nuevo pide a V. disculpas y es de V. a. 8. q. b. Con el acento se distinguen a veces. En los demás casos, acudiendo
al Diccionario no aparecerá tal radical, siendo aor. 2Q y como basados
J. M.
sobre !a raíz, como e! 2Qde pasiva, con voc*lra cardinales (a, L, v,> para
pasar de ella a la radical, trocaremos la
TIEMPOS 20s.
Como tienen por última de la radical una vocal alterable (a, L, u,) al
chocar ésta con las vocales intermedias, lo cual sólo puede suceder en
los presentes e imperfectos de las tres voces, se motivã contracción, y
El perfecto y plusq. 20s. de activa resultan de los primeros suprimida
se efectua s/ las reglas de la Gram. Y desde el futuro en adelante, en
la característica temporal correspondiente, (K, +, x,) advirtiendo que el
que no hay contracción, se trueca la característica verbal que eq breve,
perfecto suelecambiar.
er. larga
80 MARTf / CUADERNOS DE APUNTES CUADEXNO No 2 81
GUTURUES
-5-
-6-
-7-
A su LnL4
Quiero cantar l lar Atrfdu y quiero cantar a Cadmo, y la lira resuena
40 amor en IU cwrdas.
Cambié poco ha las cuerdas, y la lira toda, y yo ciertamente cantaha
los combates de Hérculer, y k lira contrwba amorea
Héroes, pasarlo bien en 10ruceuivo de nuestra parte; puea la lira canta
do amore&
A LA!3 MUJERES
AL AMOR
6%
A LA PALOMA
AL VIVIR SIN ENVIDIA
Querida paloma,
2 de dónde, de dónde vuelas? No las cosasde Gijw, el rey de IOSSardios, importa a mí
ide dónde, corriendo sobre el aire, derramas y destilas tanto3 perfumes? ni el oro me arrastra,
iQuién eres? iQué te da cuidado? ni envidio los tiranoa.
Anacreonte me envió a un niño, a Batilo-al que manda siempre en El remojar la barba con perfumes importa a mí.
todos, y al‘ tirano. El rodear la cabellera de rosas importa a mí. El hoy me importa.
iQuién supo, pues, el mañana?
Citerea me vendió habiendo tomado un pequeño himno, y yo sirvo
Así, pue3, mientras hay tranquilidad, bebe y juega, y has libaciones
en todo esto a Anacreonte, y ahora
ya ves que llevo sus cartas, y dice
a Luto, no sea que la ,xrfermedad si algunn llega, diga: no conviene
haber de hacer a mí muy pronto libre, y yo en verdad, aunque me dé
que tú bebas.
suelta, permaneceré esclava junto a él, pues iqué importa a mí volar por
montesy campos y posarme en los árboles habiendo comido algo salvaje?
Entre tanto ahora, en verdad, como, habiendo arrebatado el pan de
las manos del mismo Aanacreonte, y da a beber a mí el vino que bebe
antes. Habiendo bebido, bailaré, y ocultaré a mi señor con mis alas.
Habiéndome posado sobre la misma lira dormir& A UNA MUCHACHA
Ahí lo tienes todo, hombre: acércate: me has hecho más habladora
que una corneja. La hija de Tántalo cierta ocasión quedó trocada piedra en las ribercra
de los frigios, y en otra ocasión la hija de Pandión voló pájaro golondrina.
Sería 70 espejo para que siempre me mirases.
Sería hecho túnica para que siempre me llevases.
Quiero ser convertido en agua, para que frotase a ti las carnes.
Oh, mujer, sería ungüento para que frotase a ti.
92 JIARTÍ / CUADERSOS DE APUNTES
Si cabe5 contar las hojas todas de los árboles, y enrontrar lw olas del
mar todo, haré a ti solo narrador de mis amores: primeramente pon de los
de Atenas 20 amores y otros 15.
Después de Corinto pon serie5 de amores, pues es en la Aoya donde
las mujeres son hermosas.
Ponme también los Lesbios, y hasta de los Jonios, y de Caria, y de
Rodas: 2,000 amores.
iQué dices? Apunta siempre en la tablilla. Aún no he dicho los
Sirios, ni los deseos de Canobo, ni los de Creta que los reúne todos,
donde el amor celebra banquetes en. las ciudades.
iQué? iQuieres que te cuente aún los amores de mi alma, los de más
allá de Cádiz, los de los Bactrianos y de los Indios?
A LA CIGARR4
EDAD DE HIERRO
26
Pero es hombre
se miraban unos a otros y Príamo suplicante dijo este discurso:-Aquiles En que el mismo Dios se agita
semejante a los dioses, acuérdate de tu padre, de tanta edad como yo, Dios es bondad, tú lo sabes
sobre el triste umbral de la vejez, y ciertamente quizás los vecinos rodeán- Y él ea tan noble y tan bueno
dole le asedian y no hay quién para haber de desviar la guerra y la Que no hay sin él día sereno,
desdicha y oyendo de ti viviente, se alegra y, además espera todos los Ni con él hay penasgraves.
días ver al hijo querido volviendo de Troya, mas yo soy completamente
desgraciado, puesengendré ilustres hijos en la ancha Troya, de los cuales
Ve lágrimas: las enjuga
digo que ninguno me ha quedado. Por amor la confianza ama
50 tenía cuando llegaron los hijos de los Aqueos (9 tenía de un solo
Y así el afecto cautiva
vientre, y las concubinas me parieron los otros en los palacios).
Y los ánimos subyuga.
Y ciertamente el impetuoso Marte desató las rodillas de los más, y el
-Bendita el ansia que ciega
que era sólo para mí, y defendía a la ciudad y ciudadanos, tú lo mataste
-Bendito el amor que cree
poco ha, peleando por la patria.
Vengo ahora por él a las naves de los Aqueos para haber de ser resca- Y de una mirada lee
tado de ti, y traigo rescatesinnumerables. El corazón a que llega
Pero, Aquiles, respeta a los dioses, acordándote de tu padre, compa- ¿Te acuerdas? También un día
décete de mi, yo más digno de compasión aún. Soñaste de ansía cegando,
Y yo me atrevi a cosas como ningún otro mortal sobre la tierra, el Y aquel hombre te iba amando
haber extendido las manos a la boca del asesinode mi hijo. Y tu viviendo, María.
Marqués
-iOh Lola! Oh señora
Bien hice yo esta mañana
En levantarme a la aurora
Allí vi campos de grana;
Aquí jardín de Ylna
-Galante viene el Marqués
-Contrasta la galanura
Tiene como ves, y quien ea
Que cuando os ve no murmura
De asombro, si la hermosura
Gime esclava a vuestros pies.
1) Este cuaderno, escrito de puño p letra de Martí, esta compuesto por hojas
cosidas de 21.5 x 30.5 centímetros.
Bakounine, el revolucionario ruso.
Discipulo de Panlof, introductor en Rusia de la filosofía de Schelling.
Stanekevith, el joven elocuente, llevó a Hegel.
Bielinski, el acerado critico, fue el Voltaire ruso.
Conspira:-vilipendiaba-escupía: compuso.
Colectivismo de Bakounine: comunismo.
Ayuntamiento comunista, en lo político sometido a un gobernante
irresponsable,-en lo administrativo a un oficinero regular, implacable e
impasible.-Bakounine habló en Berna: en Basilea, amplió su sistema.
Liquidación Social
Propiedad colectiva del suelo
Propiedad en común de todos los instrumentos de trabajo
Sustitución de todo Estado político por asociaciones de trabajadores.
Restaurar el eslavismo: ¿es ésta privativamente toda la idea rusa?
Extender la dominación de los eslavos: idarán lugar a esto las descom.
posiciones internas del imperio? Otro es el r* justo: el carácter de !a
democracia vengadora que avanza en la sombra. Lo que Bakouníne llevó
a los soñadores occidentales,-o ‘no lo llevaría la forma colérica de la
naciente libertad rusa a los mal contentos trabajadores de Occidente?
Mas ino será consuelo a esto, real consuelo, pensar que en tanto que la
potente aristocracia rusa gasta todas sus armas en el pecho heroico de
los nihilistas,-la libertad, con el ejemplo francés y su majestuoso
desarrollo en la paz ilustrada, habrá afirmado ya irrevocablemente y
sólidamente sus conquistas, contagiando de asombro y de esperanza a los
atentos pueblos limitrofes?
No han descansado los eslavófilos. iCuánto dinero dieron a Taz!
1840. Tuvo gran enemigo en Tchadayef, el enérgico y sombrío oficial de
húsares a quien el czar declaró loco.
Dividiéronse los eslavófilos: en autoritarios ortodoxos J republicanos
socialistas.
caliente y abrigado hogar las tempestadesde los campos,-ni en el Como una marmórea estatua
adormecido corazón el real clamor de un pueblo fusteado y engañado.- Enfrente a la Calderona
Ignorau los dkpotas que el pueblo, la masa sufridora, es el verdadero Un hombre de pie se halla,
jefe de las revoluciones. Y acarician hipócritamente a aquella brillante De rizo negro vestido,
masa que, por parecerle inteligente, parece la influyente y directora. Y Sólo su pecho engalana
dirigen en verdad, con dirección necesaria y provechosa, en tanto que Del áureo vellón la enseña
obedecen.-En tanto que obedecena las inspiraciones y encomiendasde De negro cordón colgado.
su pueblo. Pero en cuanto, por propia debilidad, asustadosde su obra, Alta y estrecha es su frente,
la detienen, allí donde la labor fácil termina, y el peligro real comienza:- Larga y saliente su barba,
cuando aquellos a quienes aceptó y tuvo por buenos, con su pequeñez lo Su nariz es aguileña
empequeñecen,y con su vacilación lo arrastran, sacúdeseel pais altivo E insegura la mirada.
al peso de los hombres, y continúa impaciente su caminu, dejando atrás Alzado lleva el bigote
n los que no tuvieron bastante valor para seguir con él.- Y en la prolongada cara
La política oportunista, como ahora se llama, pretendiendo erigir en A que de pesadomarco
especial escuela lo que no es más que el predominio del buen sentido Sirven las guedejas lacias
en 1s gestión de los negocios públicos,-la política oportunista que no Que con sus castañas ondaa
consisteen esperar, ciegamentey a pesarde todo, sino en no impacientarse Hasta su gorguera bajan,
cuando hay derecho a tener esperanzas,-no puede ser el loco empello de La palidez enfermiza
fingir esperanzasallí donde no hay razón alguna que las alimente o Tan sólo se ve animada
autorice. La libertad cuesta muy cara, y es necesario o resignarse a vivir Por dos círculos rosados
sin ella, o decidirse a comprarla por su precio. Que sus pómulos esmaltan.
iQuién al mirar de aquel hombre
-porque yo no quiero ver nunca, por lo que a mí ataík-celebradas La paz marchita y cansada
en mí más condiciones que la incorruptible dignidad e indomable energía Del rey don Felipe euarto
que importa al provecho de la patria. La majestad sospechara?
La tragedia se habla.-Talma
Ya se murió mi querido.-
Dugazon dijo: “Mi compañero Larive, muerto el gran Lekain, repte- Ya se murió mi consuelo;-
senra a Montaigne en el teatro Francés.“-Hablaban de Romeo y Julieta. Ya no tengo quien me diga
-Lo conveniente seria hacerse.- Ojitos de terciopelo.-
-iBravo, jeune homme!-dijo, tendiéndole la mano,-Mlle. DumesniL
La Dumesnil tenía sobre esto una hermosa frase:-No se deba Además de la “Biblioteca Internacional Científica”,-que como
representar: se debe ser.-- ninguna otra colección señalael carácter audaz y reflexivoSy las conquistas
pasmosasde estos tiempos, sobre todos los de la humanidad brillantes
Armas y armaduras-Asselinan. París-1840. y útiles;-existe lar*
Trajes, armas, muebles, arquitectura, coronas, cetros &.-He&-
Paris-1837. 10 Pnlaha ininteligible.
112 AlARTf / CUADERNOS DE A?UNTES CUADERNO Np 3 113
“Biblioth&que Universelle et Revue Suisse.” Lasalle canta lealmente-sin florear la partitura. Voz llena igual,
Se publica en Lausanne. serena y alta. Voluminosa, bien educada, bien timbrada, y elevable sin
esfuerzo. Actor notable.-
En lo de Cervantes-jno llega el curioso empeño, sobre hacerlo Gayarre, en fuerza de su puríaimo canto, espiritual canto, llega a
médico higienista, con no otras menosdificiles artes-hasta hacerlo, con perder los contornos de su humana forma.-;Qué frasear, y qué atacar
grandes muestrasde asombro,perito en Geogrofia?-De Fermín Caballero notas agudas, en el -0 nuovo mondo, tu mi appartien!-
(libro de 1840) es el pecado.-Todo por cosastan serias cumo saber que La Rettzké lleva a su canto, con cada personaje, el espíritu del
en verano llueve a menudo, que por tal costa anda tal cabo, que la norhc personaje.- Y el pensamientointegro del compositor. Pierde un aplauso
entra oscura, y se oscurece más luego,-que el día nace por Oriente, y por no aumentar ni rebuscar un efecto. Estudia en la música,-no las
que el sol calienta más al mediodía. notas,-f orma,-sino el carácter, la pasión, el tipo-germen.-Selika, en
verdad, no debe cantar como Valentina. De aquélla, desamada,bruscas
Lancha fue un impresor, y añaden que librero, que vivió a fines del sacudidas,hondos lamentos,súbitos arranques. De ésta, amada, ni esclava,
ni de tierra ardorosa, natural desenvolvimiento; dentro de una pasión
eiglo 18.-De su casa es la mejor edición, la más completa, que se conoce
diaria humana.
de las obras de Quevedo. 11 tomos en 8Qmayor prolongado.
Faccio-Director de Orquesta.-
Oí esta vez la Africana a la Rettzki, Lasalle J Gayarre.- Los Medinaceli viven hoy en el palacio que mandó construir Lerma,
%laravíllosa, maravillosa música la del 49 acto.-No es bien estimada en au tipo, uno de los más famososde Madrid.
porque no puede ser fácilmente interpreteda.-
Gran alma se ha menesterpara entender aquella inmensa alma. Luego Sobre mal gusto.-Pues jno dijo Lope a una María que con Jesús
de estudiar y comparar, tengo a Meyerbeer por Miguel Angel y Shakes- casaba-
peare en la música. Genio de la fuerza-en la riña, en el odio-er: la Cerrad al mundo los ojos,
ternura. A una nube preñada de rayos voló el final del 39 acto, aquel María, pues ya sois vos
incendio y ataque del buque. ~NO es tal vez el 4Q acto de La Africana Niña en los ojos de Dios
el trozo más imponente y perfecto de música que se conoce?-Cómo Para dar al mundo enojos?
brotan en aquella menuda, plácida, trémula, suave orquestación de la
romanza: Mi batte il cor,-i0 spettasol dimi!-del tenor, los deliquios
celestes,los latidos precipitados, las sonrisas no llegadas a los labios, los SCHOPENHAUER
solemnessobrehumanosgoces vencedor y satisfecho, de aquel que palpa
y ve lo que aoñó;- Vasco de Gama en tierras de Selika! “Que el dolor es perenne”-Schopennauer.
Los tremendosrencores de Nelusko, y el respetoy espanto que inspiran, Lo que es perecne es la causa del dolor. El dolor es el resultado de
como soplo de tempestadpor entre las olas, corren por entre las cuerdas, la inconformidad de la naturaleza sentidora-alma-con la existencia
y estallan rugidores en bronce.-Aria de Nelusko, coreada.- real.-0 la inconformidad del deseo con el logro. Aquél es el dolor de
Ni cabe mayor severa elevación que la de 13 bendición del Sacerdote los pensadoresy poetas,-ultrahombres. Este es el dolor de los hombres.
al matrimonio de Selika y Vasco. Aquél es el dolor filosófico. Sobre aquél debe recaer exclusivamente mi
De Neiusko,--en la tormenta: examen. La inconformidad es constante; pero no incesante. El conoci-
“Adamastor re dell’acque profonde” miento de sí mismo no puede llegar hasta desposeernosdel conocimiento
De Selika,-en el calabozo:- de loa demás.
“Figlio del Sol, mio dolce amor”- Si sufrimos por la falta de analogia entre el mundo adivinado
-- posterior, y el mundo actual sufrido i hemosde ser acaso los únicos que
114 MARTí / CUADERNOS DE APUBTIS
CUADERNO ti 3 115
suframos de esta manera? La relación entre los mismos afli$dos
disminuye la aflicción. La soledad nos abruma, y cuando hallamos un ésta? ¿Lo personal no es real?-iSólo lo que pasa fuera ea cierto, y no
hermano de la pena ya no estamos solos. Cesa el dolor, porque cesa lo ea lo que pasa dentro? iMas, aceptando la irracional distinción o es
instantáneamente uno de sus motivos: Se encuentra algo de lo que se Hamlet frío espejo de razonadas impresiones,-o desbordado torrente de
bUsca,-y como el ser humano, volente, sentidor y queredor, tiende sentimientos borrascosos, signalantes e íntimos?-
siempre n concentrar, cree hallado todo en la porción que ha hallado.
Por ficción y exaltación, el dolor cesa,, ése es él placer. Si lo personal no es real, a los ojos de los que no tienen este superior
Son orígenes tan puros de placer las dos formas de esta relación privilegio de una alta personalidad, lo extremadament: bello,-y entre
conso!adora: la amistad y el amor.- esto lo heroico,--no sería nunca cierto, ni bello,-por cuanto todo es en
toda su intensidad sentido, y en toda su verdad entendido por escaso
El amor es la adhesión ardorosa e incondicional que un individuo de número de hombres.-Así-esa doctrina del ser real-mata los héroes.-
un sexo siente respecto a un individuo del otro.-La diferencia de sexos
es, no sólo su cualidad, sino su esenciacaracteristica. No es una amistad Penitenciaría.-En la cárcel que en Madrid se construye se ha
ncrecicla por las seduccionessexuales,-que no es lo mismo que sensua- realizado una innovación. En las de otros países,las celdas construidas en
les,---y que puede tener una acepción honesta. El amor tiene una naturaleza cada departamento frente a frente, a los dos lados de un estrecho corredor,
propia semejante en algunos puntos a la de la amistad, pero en otros forman dos perfectas paralelas ===p=.-Y en la cárcel de Madrid, con
propia y exclusiva, y grandemente superior a ella. La amistad no excluye mayor costo, porque en vez de correr el arco de la bóveda, igual de un
nunca la libertad del criterio. El amor llega a arrebatarlo,-por 10
cabo al otro, hay que rectificar el arco sustentador a la construcción de
menos llega a conmoverlo. Es la devoción de todas las facultades a un cada uno de los de la bóveda, se ha elegido una construcción distinta.-
solo objeto de un sexo distinto.- Y es ésta. =Z>
Tiene esta innovación una explicación, y es la que la determinó.
En Erlau volcó EU coche, y se rompió el brazo derecho. En vano Teniendo en cuenta la extensión y dirección de los rayos visuales en laa
pretendió devolverle su agilidad Jorge Stahly, el mejor médico de celdas paralelas-un vigilante colocado en un extremo, dada la conside-
Hungría. Dio la dirección a su mejor discípulo, Sarkoczy.-Al fin, vino rable longitud del corredor, no alcanzaría a ver más que una parte y
a mendigo. Remediada su pobreza por unos jóvenes ricos que le reco- no la mayor de las celdas somètidas a su vigilancia. Abriéndose el
nocieron por sus esfuerzos de tocar ante ellos algo de lo que le habían ángulo, irían a perderse los extremos de sus lados, no en el extremo del
oído en otro tiempo, murió al fin en Pesth, en 1827.-iBrillante Behary !” corredor, sino en las paredes paralelas, dejando sin vigilancia el resto
de Ias celdas.-Con la nueva disposición, desapareceeste inconveniente.
Al subir a mi casa vi a un niño que me recordó el mío. Lo acaricié, El vigilante alcanza sin esfuerzo desde un extremo al otro extremo.-
me incliné a besarlo. El niño sonreía, y la madre me dijo brutalmente: Tiene en cambio la reforma un serio inconveniente.-Por el corredor
-Vaya, vaya señuritu! Está bunitu, eh? Está bunitu? En! Pus vaya de paredesparalelas, la comida, subida por un ascensor,rodada por sobre
para arriba! &!.es construidos sobre el barandaje, y colocado un empleado en cada
Y yo, en tanto, tenía llenos de ardentísimas iágrimas los ojos y de banda, de un tiempo y con gran rapidez, se sirve a los presosde las dos.-
suave perfume el corazón.- Con el corredor reformado, habrá de repartir la comida de modo
distinto.-U n carrillo rodante sobre cada balcón.-
iPor qué predominará Hamlet en la obra de Shakespeare-iPorque
es la m5s real o la más personal de sus obras?-Pero iqué distinción ea Don Carlos.-Señor, os Ilamo, no a que me perdonéís,‘sino a perdo-
naros, iperdóneos Dios como yo!-
17 A continuación apuntesde Martí sobre Lules Lefebrre. Véase tomo 15 págs. “Ya es hora”-dijo, y lloró, y murió.-
294296, de estas Obras Completas.
Ruy Gómez, a Felipe 2Q.-Señor, ei príncipe ha muerto.
116 MARTÍ / CUADERNOS DE APUNTES CUADEIIXO No 3 117
Felipe 29.-Dios nie lo dio, Dios me le quita: cúmplaseBUvoluntad. De sus ojos amenaza,-
Y dice un poeta- Revela que en bigoteras
Durmió la noche pasada.
Y con siniestro talante, El jubón ajironado
Firme paso y voz severa, Que su airoso cuerpo entalla,
Salió sin que contrajera Por obra del mismo Burges
Un músculo su semblante.- La da su hechura bizarra.
Gregüescosde rizos viste,
Calzas de pelo de Italia
Frases del tpo. de Felipe IV.- Y del recogido fieltro
...guantes de ámbar o atezados. Con que la jaulilla tapa,
Mal sujeta en las prisiones
Su atavío lo componen De mi trencellín de esmeraldas,
Guardainfante y saboyana, Juguete del vago viento
En que él contrae y oscurece Se mece una pluma blanca
Al chamelote de aguas. Que de besar trata en vano
Costosaspiedras de luces Su valona cariñana
A sus colonias se enlazan, De crugientes gorgoranes
Que las hebras de su pelo Con guarniciones labradas,
Cual oro de ley engastan. Un airoso ferreruelo
En rizada lechuguilla Le va azotando la espalda.
Lleva presa la garganta, Rico cabestrillo de oro
Por lo azul y por las puntas Su altivo pecho engalana
Quebradora de pragmáticas. Y por mostrar la impaciencia
Dejando mirar el rostro Que tiene el dueño en sacarla
Va el manto de humo a la cara, Lleva presa en tiros cortos
Que para mostrar las cosas Y en vaina abierta la espada.-
No hay mejor sino velarlas.
Y por si al encender un pecho (De Chaves: El balcón de) 18
Fuera poco gala tmta
Por bajo del guardainfante,
Preso en virillas de plata Zabaleta, extremado, pintor de costumbres del Siglo de oro.-
Asoma su aguda punta Para ser un gran paisajista es necesario ser un gran poeta-porque
El breve chapin que calza. no se debe ser poeta, sino cuando se puede serlo grande.
No era sólo la hija del Regente, alegre abadesa. Por España, como
Galán de noble talante por Francia,-regocijábanse las monjas.-
Va siguiendo sus pisadas En las Trinitarias Descalzas de San F. de Tomo, hacíanse loas. Y
Dejando ver en los ojos en una de ellas, vistió de hombre, como escolar que fingía ser, la que
Chispas de fuego del alma.
Su levantado bigote l* Varias palabras ininteligibles.
CUADEIWO ti 3 119
118 MARTi / CUADERNOS DE AFWNTES
Alonso Riquelme.
en el siglo se llamó Marcela del Carpio, la hija natural y misteriosa, La compañía de Manuel Vallejo
masno negada, de Lope,-y luego tomó en el convento, y en la Literatura Pedro Villegas.
con sus versos, el nombre celebrado: Sor Marcela de San Félix. Autores del tpo. de Lope
Sainetes,-de Luis Quiñones de Benavente
Aunque no fuera más que por recordar aquel encantador Hortensio, Matrimonio del Rey.-Viejas carrozas:-palafrenos viejos. Nada
de quien tanto bien decía Cicerón,-no huelga saber que, si bien en ha dado a esta fiesta el arte moderno. Parecía, más que regia fiesta, en
mucho más estrecho campo, vivió y brilló como Predicador cristiano, en verdad fastuosa,-mascarada. Nada dice a esta época, eso-que no fue el
comediasdel Teatro antiguo celebrado, un inspirado predicador, a quien espíritu-sino la vestidura de otra época. Parecía que en las carrozas
Lope, describiendo la profesión de su hija, llama Tulio, Crisóstomo iban seres de este mundo que se asomabanpor las ventanas de otro.-
segundo, Crisólogo español; era el tal el P. Hortensio de Paravicino.- Cadáveres galvanizados. Gusanosvivos de un cuerpo muerto.
Parece que fue hombre de levantado estro e inspiradisima palabra;-
según unos,- aunque al decir que volvió al púlpito, después de cierto El sistemacelular absoluto, sin permitir que el preso se comunicara
escándaloen que fue herido del cómico Villegas su hermano José Antonio con nadie, nació y murió pronto, en la penitenciaría de Filadelfia.-
Calderón,- dice el Marqués de Molins:-volvió a predicar, y no por Actualmente, se aisla al preso de sus compañeros, pero se le permite
cierto mejor ni más claro. Ello, teología habia de ser, que pone grillos.- ver a su familia, habla con sus guardianes, está en contacto con gentes
Sermón de Berberia llegó a llamar Calderón a uno de Hortensio en que no han de corromperlo más, (caso de que no fuere su prisión injusta
“El Príncipe cantante.“- y estuviere corrompido).
Dice de Cervantes el marqués de Molins:
“El sábado 23 de abril del siguiente año 1616 se abrían las puertas Assamblée Natíonale.-Enqucte parlementaíre sur le régime des
de aquella pobre iglesia, es decir, del lugar más decente y acomodado de etablissementspenitentíaires.-1873 y 1874.
la cosa, para que pasara un féretro, que traían en hombros cuatro
hermanos de la Orden Tercera. El cuerpo que en él venía estaba amorta- Mr. Carpenter.-“Crofton System”.-
jado con el mismo sayal, llevaba descubierto el rostro, y no tenía cruzadas Van der Brughen.-“ Etudes sur le systèmepenitentíaire irlandais.”
las manos sobre el pecho, como era uso: sólo con la diestra empuñaba
una cruz a guisa de espada.” Crofton somete al penado al régimen de la celda por un tiempo que
“Apenas los hermanos Terceros pusieron el ataúd en el suelo, se nunca pasa de un año: al principio, el reo está absolutamenteincomuni-
agolparon las religiosas a la celosía de un cuarto inmediato, que servía cado.-Solitary confinement: al cabo de algunos días le visita el capellán
de coro; pero la capucha de San Francisco cubría la frente lisa y des- y el director del estab!ecimiento,y luego que se le ve inclinadaala reforma,
embarazada; estaban cerrados los alegres ojos, y las barbac de phta, cediendo a sus reiteradas súplicas, le permiten que trabaje en algo
crecidas durante la larga enfermedad, y la hinchazón de la hidropesía,- mecánico y poco distraído, como tejer esparto, hacer cuerdas, o cosa
desfiguraban el rostro aguikño.“- semejante, ocupación que aun siendo monótona, le parece muy aceptable
al. que ha esperimentado los horrores de la soledad, de la ociosidad en
el aislamiento. Despuésde algunos mesesde este trabajo le permiten,
como premio a sus buenos propósitos, que se ocupe en otro oficio más
Lo de Selvajes de las Academias a que asistía Cervantes, viene-
agradable; enseñana leer y escribir al que lo ignora; a quien sabe leer,
iquién lo diría?-de que las tenía en su casa D. Francisco de Silva.
le dan libros religiosos primero, amenosluego; le autorizan a escribir a
120 bfARTí / CUADERNOS DE APUNTES
CUADERNO Np 3 121
su familia; y, cumplido e! tiempo de celda, pasa el penado al 29 período,
o prisión en común, dividida en cuatro grados- Llama a Franklin-jpor qué ?-la electricidad revolucionaria. iPor
lo del pararrayos? iFue esa acaso la obra de Franklin en Europa?
Que el absolutismo mata.-Elocuente juicio,-y mós que juicio,
Sobre la Historia del Movimiento Repuhlicano.- exhibición de Francia bajo Luis XV,-y de Espafía bajo sua reyes.
Cop. lo--E! continente de la República.-Falta a este capitulo la
Que Feijoo no ea Voltaire. Cierto que no.-
admirab!e grandeza que los varios y extraordinarios caracteres de América
Que en la soledad lo que desaparece, no reaparece.-Y cita a Darwin,
debieron imprimirle. El problema ha sido pensado, y no sentido. Fácil
or. of Sp. cap. x:-“L as especies extintas no reaparecen.“-Continuando
tal vez, pero no entusiasta, corrió sobre el papel la pluma. Siéntese en él
el mismo proceso racional,-no .-En otro proceso, aunque iniciado luego
calor de estufa.
de terminado aquel en que vinieron y murieron, sí.-¿No he visto en
Debilita la expresión el diluimiento de las ideas capitales.
el Museo del Havre loa cuchillos de silex que ha poco usaban indígenas
Nótase en las metáforas visible forzamiento, y deliberado propósito.
de la América del Norte? Helos aquí, en pleno siglo fúlgido viviendo a
Hay algo de elocuencia escenográfica. El afán de oponer y contrastar,
la par en la época de piedra.- Que el espíritu humano se desenvuelve,
roba a las veces a las ideas contrapuestas exactitud u oportunidad. La y adelanta sobre todo, más que en la averiguación de la inescrutable
historia no ea cera que se amolda a nuestras manos caprichosas. Ni causa, en los conocimientos de acomodación,-ea de absoluta certidum-
cabe, en obra severa, fantasear sobre motivo histórico.-
bre.-Que en todas partes, y paralelamente se desarrolle el espiritu
En este capítulo hace falta poda.-Concretar, para vigorizar. Sentir
humano por progresivas épocas,que como zonas morales ciñen con igual
más, para brillar mejor.- Deslúceuse hermosos párrafos, verdaderamente
presión a todo el universo sentido-es afirmación osaday antihistórica.-
hermosos, con la trabajada amplificación de ideas comunes. No fue
Donde nazca un nuevo grupo de hombres, autóctono y aislado, nace hoy
esta vez tan delicado el tejido que no se viese la mano del tejedor
con todas aquellas feroces luchas, desnudo cuerpo, primitivo culto, de
metaforista. Es justo, sin atreverse a serlo completamente. Admira, con
las agrupaciones originarias ya perdidas en su propio desarrollo.
entusiasmo que impone la doctrina. Reconoce verdades honrosas, sin
Y clama el libro: “Qué restauración ha sido idéntica a la obra que ha
apuntar los obstáculos graves que, con haber sido vencidos, hacen mayor
creído renovar?*’-He aquí una deducción absolutamente exacta,-uno
la honra. iCuánto ha quedado por decir, siquiera fuese somerísimnmente
de los grandes principios que entrarían a formar la ciencia histórica.
de aquellos turbios orígenes, arrebatado empuje, labor de limpia, y
Dicho se ha ya, en enérgica síntesis: “Ea hermoso que las reaccionea
gestación dolorosa de nuestra América latina!-iCuánto sobre sus errores
respeten siempre la mayor parte de la obra de las Revoluciones.“-
necesarios, sobre sus guerras fatales, sobre la heredada cizaña, sobre el
En resumen histórico retrospectivo, un tanto caprichoso, por cuanto
majestuoso porvenir!-iQué callar a Bolívar, como si no cupiera en
entre los fundadores del arte nuevo ojvida a Miguel Angel,-hace a Roma,
Castelar, para el hombre más grande de la raza latina en estos tiempos,
tras Alarico individualista,-y de la caída de Constantinopla deriva loa
aquella hermosa frase de Quintana!-
orígenes del Renacímiento,-termina este cap. 29, afirmando con buen
NO alcanzó, en suma, este capítuio la altura del objcto.-Capítulo
acuerdo, limpio estilo y estro levantado el advenimiento de las repúblicas
anémico.
democráticas, que vendrían tras las monarquías constitucionales, como
En la expresión ampuloso y bizantino. En el propósito justo y loable.-
éstas vinieron tras las monarquías absolutas.
En las ideas que lo realizan, incompleto y tibio.-
Mas 2por qué comparar la absorción del feudalismo por los reyea,-
A ideas nuevas, sociedades nuevas.-
a la descomposiciónde la teocracia por los cismas?. Pues dividir ¿ea lo
América es el continente de la República.- mismo que agrupar? iFortalecer, es lo mismo que debilitar?
Afirmación curiosa: Nuestra América ha ganado la República sin Suma del capítulo.
esfuerzos y sin sacrificios.-
Cap. So-La educación republicana en Europa.-
Yo seré como aquel pobre Oabrecrp-de que habla Hartzenbusch-
La educación en Europa es ya republicana.-
“ansi dicho con farta razón, caseyendo, hame doto más que otro ningún.
CUADERNO No 3 123
122 MARTí / CUADERNOS DE APUNIES
2Q En el sistema de Crofton, en el 2Q período, los presos trabajan El sistema de Aubum, de New York, mezcla la celda y el taller.--
en comunidad, pero clasificados no por delitos, sino por su marcha dentro Celda de noche y taller de día, en silencio:-imposible, aun en la
del establecimiento. Los del ler. grado usan el uniforme sin distintivo;- penitenciaría de N. Y., donde priva el sistema.
ganando cierto número de marcas pasan al 2Q grado, y se les conoce
porque llevan una placa, tienen más libertad de acción, y ganan mayor La comisión de Versalles (73 a 75) aceptó la celda constante para
jomal- los detenidos. Mas no pa. los condenados a más de un año de prisión, a
Despuésde obtenido otro número de marcas, pasan al 3er. grado, en menos que no lo soliciten, reduciéndose entonces a una cuarta parte la
el que disfrutan de grandes distinciones para prepararlos al goce de la duracián de la pena, porque es que gana en calidad más de lo que pierde
libertad intermedia, adviertiendo que el paso de una a otra categoría en cantidad.-
no obedece a tiempo fijo, sino que depende de las marcas que gane Wynes, notable penitenciarista americano, Pte. del Congreso de
el penado con su trabajo, de modo que éstesabe que teniendo un número Stockolmo.
dado, sin que nadie pueda estorbarlo mejora de posición, pues, como Antes de Bentham y Howard, parece que Bernardino de Sandoval,
dice Crofton, el preso tiene su suerte en su mano, y así se estimula con su
a los hombres al trabajo sin violencia de ningún género, ni castigos “Tratado del cuidado que se debe tener de los presospobres.” Toledo,
degradantes. Cuando los penados llegan al período de la prisión interme- 1554.
dia-intermediate prisons- se les permite que trabajen como jorna- y el Doctor Cerdan de Tallada, en su “Visita de la cárcel y de los
leros, visten el traje que cada uno acostumbró a llevar antes de BU preaos”.- Valencia 1574, habían abogado con tanto brío, como hoy Röder
arresto;-comen y trabajan en comunidad, hablan con la franqueza’ con en Alemania; y Concepción Arenal en España, por la necesidad de la
que podrían haCerlo obreros libres, y aun cuando están vigilados por los reforma penal.
inspectores,seles trata con muchasconsideraciones,y por ningún concepto Por entonces,era el oficio de Alcaide propiedad de quien lo remataba
ae les humilla; se les permite salir solos por la ciudad, y a veces lea y ejercía.-
entregan cantidades para pagar cuentas del establecimiento.-Todas sus Cristóbal de Chavea clamó también contra laa cárceles españolas,
conversacionesy sus actos son escrupulosamentevigilados, sin que ellos “más terribles-decía-que los baños de Argel” en su “Relación de la
lo conozcan, y cuando en algunos se descubren malos deseos,se da parte Cárcel de Sevilla”.
al Jefe, retrocede de grado, y puede volver hasta la celda, según la Hubo en Madrid cuando la inmunda cárcel de Corte, un calabozo,
magnitud de la falta cometida. Concluido el tiempo de prisión interme- donde, por abandono de los empleados,murió de hambre un preso.-Y
diaria, recibe el penado su licencia (ticket of leave) y entra a disfrutar de llamó el calabozo, el del olvido.
de la libertad condicional durante la cual aún sigue vigilado por las
124 MARTí / CUADERNoS DE APUNTES CUADERlVO Np 3 125
En aquella Corte era donde, para minorar la fetidez, cuando los das como las graves y las medias,-tan ricas-tan estremecedoras-tan
magistrados hacían la visita, iban por delante de elI@ dependientes sonoras? Esa nota que vacila al ascender,que tiembla al terminar, y que
quemando incienso o plantas aromáticas. termina pronto, ies Ia voz juvenil, potente y fresca, extraordinario
complemento de aquel registro grave inimitable? He aquí cómo los
Röder.-“N eccsaria reforma del sistema penal.” esfuerzos, y los años de labor continua, sin robar nada de su purísimo
Lasky.-“Estudios penitenciarios.” timbre a aquella voz meliflua, comienzan a arrebatarle la potencia para
Demetz et Blouet.-“Rapports sur les penitenciers dea E. Dnis*“- atacar esas notas agudas, afiladas y altas, que así como van a herir
Choppin.-” Statistique des prisons et établissements penitentiaires.” directamente el espíritu absorto que las recoge, suelen volverse traidora-
Las cárceles deben ser radiales.-1s mente contra el pecho valeroso que las emite.
Ni es tampoco su método de canto,-y esto, si no a los oídos
Fausto.-La Nilsson. meridionales, a los amantesdel puro arte place,-ese canto que pudiera
Cuando se es presa de un gran dolor, se recuerdan luego mal las llamarse de notas redondas, que a manera de sarta de perlas apretada-
impresionesque se recibieron ajenas a él. Cien puñales r?lavadosen mi mente engastadas en eje invisible, caen las unas sobre las otras,
pecho no me causarían el dolor que esta primera carta r#e ha causado. aumentando con el brillo y sonido de cada una el sonido J brillo de las
l Ciega,-ciega para mí !-He ido esta noche a Fausto. anteriores. Ni es tampoco ese canto, como el cromo a la pintura, y el
Música del sujeto,-no como la de Meyerbeer arrancada a la natura1eza dorado al oro, imita esemétodo melódico y lleno, que solloza y gime, más
externa, con la que como que compenetra y ajusta la emoción interior,- que canta. No desdeña el trino, y dicen que en otras óperas lo usa.
sino como otra alguna música, casi exclusivamente oriåinada en las Pero no abusa de él, y en lo común, su canto, por su soberana expresión
armonías del alma amante.-Exceptúase raro número./-Bella es la artística realzado, sigue de cerca y cerradamentela partitura del creador.-
romanza, esta vez temísimamente cantada por Gayarre: No acude a falsos recursos. Sabe admirar y por esosabe respetar.-Mas,
Salve, dimora casta é pura.- a menudo corta la frase,-porque no siempre los traidores alientos llegan
Gayarre abusa del falsete, pero aun éste es correcto y ljmPio*-Canta donde alcanza la brava voluntad. No engarza las notas altas, tal vez
melodiosamentesin el canto italiano. porque laa emite con visible esfuerzo, y se siente ya pobre de ellas.-Pero
La novedad era la Nilsson.- en las bajas--parece aquella garganta un nido de caricias y sollozos.-
Con estos ojos que me han comido las lágrimas que no Boros no la En el aria de Ias joyas, si bien no pudo atacar con franqueza la aguda
pude ver bien.-La oí con recogimiento. En algunos instante% si Por nota final-causó justo asombro por la corrección y flexibilidad del
mala ventura ya no en todas se entiende porque a las vecesse *lamatemplo recitado.-En el dúo-en el alma se quedan, como dormidos tórtolos,
al arte.-IQué cadencia, y qué modo de terminar la pura nota baja en aquellos pasesdelicadísimos.
una lágrima!-Sus sollozos desgarran el pecho. Cuando @acila*solloza En cuanto a rostro y cuerpcL-iqué ojos habían de quedarme para
ahogadamente,y se echa sobre su hermano muerto clamando: i Ah* mio mirarla,-ai estos que tengo me son escasospara mirar 8 estas criaturas
fratello!,-se busca uno en el pecho la herida que aquel ge#rido causa*- que llevo en el corazón?-
No ha de tener rival la Nilason en los recitados. No ba de tenerla Oí a un buen barítono, concienzudo cantante, de voz segura, tierna y
tampoco en la manera de decir su frase de salida. Luego de oírla, repítese llena.
el sentimiento convencido: hay otro mundo despuésde éste* Se será
Y a un buen bajo, correcto y severo. Aquél es Kaussman. Este,
perfecto, allá donde se oigan perpetuamente esassublimes Joces*
español: Vidal.
iPero, los órganos vocales no se revelan ya a la completa realización
de esa gran concepción artística? iLas notas agudasson tan bien timbra- Aquel público, el de las altas localidades, que en otros teatros ocupa
las bajas-como que sufre un yugo, gusta de imponerlo. Cree mal quien
te A continuaciónhay dos pequetíos
dibujos de Martí, referente* al asunto. cree que cobra por unos dineros el derecho de ser descortés.-
126 YA& / CUADEEUYOS DE *pmrres
CUADERNO NQ 3 127
La Brichental aplaudían con amor, Merécelo, a lo que dicen, esta
señora, ya entrada en años, por su discreción, conocimientos y talento Concepción Arenal.--”
especial de dueiia de casa. Hace salón.-
Las ilustraciones del tuledo, como se dice hoy en lengua bárbara, Tarea del 7.-
visitan su elegante casa. La tertulia comienza cuando el teatro acaba. “La guerra agresiva no depone las armas hasta despuésde haber
No se declararán las hostilidades en aquel estimable hogar los comba- alcanzado satisfacción completa. Para conseguir estos fines, se puede
tientes políticos. Está excluido de aquella esgrima este puñal. Parece llegar hasta la destrucción misma del enemigo; pero este caso extremo
que el arma ahí es la bella lengua, y el blanco: artes, las grandes madres, no debe considerarse como el objeto directo de la fuerza legitima. Debe,
y las grandes% al mismo tiempo, apoyarse en causas legítimas, y do puede ir más allá
Y oí contar la vida de Gayarre, a un primo de un amigo suyo. Mas de su objeto; salco en caso de necesidad.
esta historia concuerda con la que de público corre. Este dulcisimo tenor, Los mediosprevios deben ser.* 1QNegociacionesdiplomáticas.-2Q Lla-
que en las tablas parece-como a veces la Nilsson-anunciar una vida mamiento a la opiniórrz 3Q Mediación internacional como la que en el
futura ,-y por la calle con hongo, calzones de paño oscuro y capa, es Tratado de París (1856) propone el art. 8.-Oficiosa, o formal.-”
un buen hombre pequeño, sincero, brusco y rechondo,-era-no ha “La intervención de una potencia mediadora suspende de derecho
muchos años, herrero. Hasta los 10 ó 12 años guardó ganado. Luego las hostilidades hasta que sus funciones terminan.-
machacó el hermoso metal: de él debían ser las pulseras y los anillos.- “La intervención oficiosa no tiene más importancia que la moral”.-
Aficionado al canto, como trabajaba cerca de Pamplona, tomaba parte en
Hefter.-
las fiestas de una sociedad coral que había en la capital navarra. Allí le
oyó el viejo maestro, D. Hilarión Eslava.
-Y tú iqué haces?-díjole maravillado de su voz.- Tiene el Hefter de bueno que, reflejando su libro, más que las
-hJachaco hierro.- opiniones de los tratadistas occidentales, las de sus propias tierras, nos
-Debías irte a Madrid.- instruye indirectamente de éstas,por ser las fuentes en que por naturaleza
Pocos mesesdespuésvino a Madrid Gayarre, y entró de corista en la él ha bebido,-y nos demuestra ademáscomo la razón humana, girando
Zarzuela, que por cierto pone en escena ahora una muy desmayada de con sus alas a los cuatro vientos, por encima de las cabezas de los
Emilio Alvarez, el ajustador de Calderón al teatro moderno, con mejor hombres, inspira en lo presente a los hombres de buena voluntad que
fortuna que en “El Capi& de las Animas”.- con el roce crecen, comunesgenerosospensamientos,-y para lo porvenir,
Pero Gayarre amaba su bigote.- que.con la unión de los buenos se aseguran iguales esperanzas.-
Y como se preparase una representación en que el coro debía salir
desbigotado, con mengua de Carlos el Calvo y de Víctor Manuel,-díjols
el Director. Represalia-da reprende. En anglo-sajón withernam.
-Despediré a V. si no se quita para esta noche el bigote.-
-Por despèdido, díjole el navarro.- Cierto que Heffter, en sus “Actos de violencia y represalia”, cuenta
Y se fue a contar su desdicha a D. Bonifacio Eslava, que le dio 2,000 entre éstos:
reales, pa. q. con ellos fuese a Italia. “La detención y secuestro de los súbditos y de los héroes del enemi-
Y fue*.-y ese es el tenore divino a quien pagan todos los verano% go”,-en tercer lugar, y como recurso último.
en Londres, en la temporada de oro, 2,500 lbs. esterlinas:T-y tl quien la Pero ea cierto también que añade que esta secuestración,como simple
Nilsson, en pública carta, acaba de llamar el primer tenor de Europa.-
medida de precaución, no tiene más objeto que facilitar una prenda, y
5 Dbre. 79.
n A continuación están: “Notas sin orden, tomadas sobre la rodilla. al pie de
al Palabraininteligible. loa cuadros. Rapidísima visita al Salón de ‘autores contemporáneos’. Museo de
Madrid.” Véase el tomo 15 de estas Obrus Completas, páginas 136-144.
CUADERNO Np 3 129
128 MARTI' / CUADERNOS DE APUNTES
no derecho sobre la vida de las personas,ni sobre los bienessecuestrados. No a hacer ridícula gala de devaneosoratorios, que no han de ser los
Y añade: “1a parte ofendida puede retener los súbditos enemigos como malesdesgarradoresde la patria pedestal pa. pueriles vanidades &.-
rehenes”.-Y a está desechadala vieja teoría, que permitía atentar a su
Chiurir, dicen los italianos.-Pues cuerdo anduve cuando escribí claror,
vida, aunque los teorizantes cuenten con Grotius y Cocceji.
en castellano.-
Y dice H:-Una potencia neutral no puede favorecer a otra en sus
netosde represalia. Pero puede tomar parte en las represaliasde otra con
-iQué afaenado está eseseñor! dijo una catalana viéndome escribir.-
objeto de poner fin a las violaciones de Derecho Internacional, o a
De ahí, afanado.-
procedimientos contrarios a la humanidad y la justicia. En este caso,
los Estados cumplen un deber común trazado por la Naturaleza. Como
De los diputados iQué vergonzoso e inútil espectáculo!22
órganos scpremos‘y múltiples de la humanidad les compete hacer respetar
sus leyes donde quiera que fuesen violadas.
El viejo vestido de mujerm
1880
hora-. dr ti~~t:. (Ie zorra y de cerdo.-Y como cada hombre cs un dato La madre está espantada,
,‘5tr;cln:. I f L1 .I c-ta ciencia-1 hombre mismo estorbará perpetuamente La cuna junto,
que ‘ea L‘~,P~~;.¡c) el hombre. Y, sin embargo, aunque nada es en Más blanca que la sábana calada
ai?zrie!>cix 1~1;s dc.icompr:esto-nada e.5 en realidad mis metXico y Brilla a la luna su hijo difunto.
re<7!ll:I!. r!!::. ~r*~~IeciL~le y fnt-1. 1.7.1s incontrastable y norma! que nuestra
vida. - iSombra... por qué te llevas
Mi Serafín?
-Yo necesito de flores nuevas
I.:n e:ta tierr;,, no hay más que un:! salva&m:-el sacrificio.-No hay En mi jardín.
már ,l”e uu bien seguro, que vierte de sacrificarse:-la paz del alma.-
‘radas ias desventuras comienzan en el kstante en que,-disfrazcdo de Allí murió la madre, arrodillada
rczi~ humana:--el desee obliga al hombre 3 separarse,--siquiera sea In Junto a la cuna:
de: vi;lciGn i:np.~rcel.‘til>le,-del rumpiimiento heroico de! deber.-El Por la ventana gótica calada
tì:a: liril): he aquí la calma. Entraba quieta la mansa luna:-
Verdad que no es perdido de Europa, y de los Vedas se hicieron los Eddas, libros sagrados de
El tiempo ya vivido- Escandinavia,-y Escandinavia se llama así de Scandah, hermano de
Y como de la tierra lo arrebata Iodah, y jefe de los inmigrantes indios que huyeron de los vencedores de
La muerte en su sencilla edad de plata: Asgartha y poblaron la India; Iodah, en suma, esel mismo Odin, u Odino,
Cuando torne ese espíritu en forma nueva, tenido por los norteños como principio de todo valor, y germen de toda
iVolverá con la edad q. ahora se lleva!-% existencia y sabiduría.
i Qué periódicos,-tantas veces, y tan justamente, castigados con multas Al volver los bárbaros sobre Roma, creían que iban a caer sobre la
y prisiones!-le Boudoir;- Lé Boccace; le Pirron; la Privoiserie Pari. ciudad de mármol y oro. Y así cantaban: “Vamos a destruir a Asgar,
sienne;-Emile Blain, autor de una novela publicada en el Petit Republi. la ciudad del Sol.“-
cain, fue multado en 500 fs., y condenado a un año de prisión.-
Lu filosofía de la India, y su historia, no sólo fueron al Egipto, “II n’avait pas encare Eait sesdents de sagesse.“-
conquistado por hIanú, que es el rey Marres, no sólo fueron a la Grecia,
e inspiraren a sus cantores y a sus filósofos;-también fueron al Norte
%zf~ Reproducida en el tomo 16 pág. 306 de estas Obras Completas.
2s Rqrroducido en el tomo 16 pág. 306 de estas Obros Completas. 80 Véase el tomo 17 pág. 143 de estas Obras Completas.
CUAPERNO hQ 4 143
142 b!ARTf / CUADERNOS DE APUWTU
Experimentos de Durham Hammond demuestran que el cerebro ea 2 A qué grandes ocasiones dedicarse? 2 Dónde inspirarlas? 2 A quién
anémico en el sueño: esto se prueba indirectamente por la mayor cantidad sino a sí, volver los ojos? iDónde la lucha grandiosa, no envilecida o
de sangre que circula en la piel y extremidades en el sueño por la mayor ridiculizada por el interés? 2 Dónde el espectáculo maravilloso? 2 Ni
radiación. c8mo, como en obra de fragua, doblar el libro de leyes, o el de cuentas,
para abrir, a modo de autómata, el libro de la naturaleza? Preferible
Carmc&.c:--“ ;Que vous me chnrmez de parler ainsi!” es no ser,-a no ser sincero.-
La Reine-“C’est que je dis ce que je pense!”
iPesa-como un amor muerto!
De Carmosk-A. hlusset.
81 Reproducido en el tomo 16 pág. 307 de estas Obras Completas. Le sirue Ia 3% Reproducido en el tomo 16 pág. 308, de estaa Obr&., Comtdetas.
poesia“Lbrmid~“. Véasep$. 311 del mismo tomo.
144 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO Nc 4 14.5
Un pajarito negro ae posa sobre el tejado blanco.- le Dimanche son tour chez le barbier, qui débite au maire ses opinions
Mariposas negras,- mariposasrojas,-mariposas blancas. administratives-le pauvre gardeur des oies les paysans qui vont voir les
outils du peintre.
“Obrar bien es lo que importa”.-Calderón.
Brandon-le peintre des snilitaires. Au “Journal Amusant.“-86
“Haz lo que debas: suceda lo que quiera”--divisa de la casa de
Borgoña. .iNo debe el brazo
Que lanza no en+uñó, mover la pluma!
Tu proverai sí come sa di sale
lo pane altrui, e come é duro calle
lo scentlere e’l salir per l’altrui scale. De cuerpo-corpear.
“Paradiso’‘-canto 17.
-Siento un verdadero pesar en verme obiigado a contener lo que,
AMicorazón no tiene fuerza más que para la virtud, tan naturalmente como la esencia de los nardos, para V. se me sale
del alma.-
Por el pino escueto, ha rodado la nieve, sin fijarse en él; pero se ha Y ipor qué contenerlo?
fijado en el pino nuevo, y lo ha cubierto, así como el dolor a laa almas
jóvenes y fuertes, para saciarseen ella3.88 -La amistad es casi imposible entre una mujer que siente con
tanta delicadeza y un hombre que ama con tanta pasión.
Summerland Sketches-or-Ramhles in the backwoods of México and -Y iquién impide a V. que me eme apasionadamente?
Central America.-Félix L. Oswald.-Philadelphia-Lippincott Sr Co.- -iNadie! Nadie me lo impide. Pero isufriría V. una pasión ilegítima?
1880. -iMendoza!
-Véalo V. Desde este momento, yo no puedo ya ser su amigo. En
Mas piensa, público noble, vano querría yo ahora recoger mis palabras; en vano intentaria V.
Que cuando a sobra de fuego hablarme, y yo oírla, sin recordarla3.-Adiós, pues:-iun largo y último
Quemada el alma, el sosiego adiós!-Nuestra conversación ha sido un rayo de luz para mi alma.
Pierde en su destierro doble:-84 Brilla, ca¡i&ta, pero no vuela: ieste rayo de luz no volará! El placer
es una golondrina-y laa golondrinas ino hacen verano!-vienen ioh
Blanche d’Antigny-4 modelo de Nana---Buen folletín de Mardoche qué gozo! Todo es claro en el cie!o, puro en el corazón, vigoroso en la
en L.I.B.,-a propósito de la Nuna (teatro) de Busnach.-“Un Rubens”- mente. Se van las golondrinas; ioh, qué invierno! Sin la luz del estío,
como decía de B.I.A.--ch. D. Iriarte, hoy historiador de Venecia y la mente está fría;-sin el nido, vacía la ventana; ilas golondrinas se
Florencia. c los coiores bril!autes del verano!-
h;in llevado, sobre sus alas parda.,
(Las golondrinas.)
Henry ;\l:Jrger, al morir:-Réponds-lui que j’ai lu Voltaire.--
El amor: renueva. Yo siento, amando, el generoso olvido, la fortale
Léonce Petit-le spirituel dessinateur des villageois-des enfants qui
cedora esperanza. Una mujer me dijo: “Esta es mi segundajuventud.“-
vont prende les bellespaires de Rlr. Normandin-des garcons qui attendent
93 A continuación “Orilla de palmeras...“.Véaseel tomo 17 pîgs. 282-285 de aa A continuación los versos “Tiene el alma del poeta” y “ER verdad”. Véanse
e8tas Ohms Conrpleras. cl tomo 17 pág. 238, para el primero. y el tomo lú págs. 315.316 de esta: Ohr:~
34 Véase“Amor con amorsepaga“, en el tomo18 de estas Obras Completas. Completas, para el segundo.
146 MARTi / CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO NQ 4 147
Otra me dijo: “Estas son para mí unas nuevas bodas.“-iPobre rejuve- De Bryant. “Thanatopsis.”
nccedor, que dando vida, envejece!-iVenturosos, si lo son los viI* Fitzedward Hall ha señalado, con áspero lenguaje, grandes faltas
egoístas! de prosa en el culto Bryant,-tenido por purista, si no por el más purista
de los prosadores americanos.-
Entregados al trabajo, no hay manera de que la pena nos venza. El Spmmington ha escrito (Harpper’s) una biografía un tanto ultra-
trabajo, y el bienestar espiritual que produce, son la más dulce venganza entusiasta, de Bryant.-Y otras de Moore y Samuel Lover.-
de los que nos hacen sufrir. Pero hay veces en que el sufrimiento es tan
acerbo que quita toda capacidad para el trabajo: “icette afreuse maladie “Herr Omnes”-el Caballero Todos,-de Lutero.-
d’arnour!“-dijo Musset.-iEspantosa enfermedad!-
“Ultima Thule”---la última obra de Longfellow.-
No soy-ilíbreme Dios de serlo!--un revolucionario empedernido. “Iron Cate”-la última obra de Holmes.-
No ligo mi vida a los tumultos. Pero no me importa que sca impopular Bryant, en un artículo del Sun, era juzgado como un artista del
el cumplimiento de un deber: lo cumplo, aunque sea impopular. pensamiento, no como un poeta.
La más difícil tarea, y la m2s inútil, es ap&onar a una mujer vulgar. Y como desde la tribuna‘ vi un extraño que sufría con el éxito de
Se gastan en la empresa fuerzas que no han de ser remuneradas. La mis palabras,-me afligí de manera, y me conturbó su pena de tal modo,
superioridad, lejos de ser un arma favorable, se vuelve en contra de quien que estuve a punto de acabar balbuceando mi discurso. Ya-interrumpido
la posee y la emplea.- por esta nota discordante, y para mi alma muy hiriente, el concierto de
amor que necesito-sentí que mis palabras no corrían con su habitual
De ZoIa:-un detallista, no un abarcador.86 facilidad,-ni mis ideas, apenadas por aquelia pesadumbre, podían volar
a sus mansiones altas.
Sobre Zola, a propkito de V. Hugo.-Y bien,-a pesar de sus últimas
pequeñeces de concepción del conjunto, compensadas de sobra por la Noche solitaria-i aciaga!-i De cuán distinta manera, cuando--acos-
concepción grandiosa de detalles que se revela en su expresión maravi- tada en el mismo lecho, le hablé del libro comenzado, de unión de pueblos,
llosa-de él, como de todos los poetas-una frase sola encierra el resumen de ideas no entendidas, de mi dolor por la miseria ajena;-de cómo
o la previsión de cuanto encierran libros enteros de ciencia de anúlisis.- aumenta el bienestar, de cómo el bienestar peligra, bien seguro. De que
a riquezas y a pobrezas ríe!
Joven-espera a tw treinta años*’
Este árbol combatido combate.-Y en verdad. que la muerte es seria y debe ser tratada seria-
Por los pies a la negra tierra atado, mente.-Es un crimen no oponer a la muerte todos los obstáculos posibles.
Por las nubes del cielo coronado,
Por los vientos del mundo sacudi(lo.- LU primeras batallas, perdidas por Francia. en la guerra franco-
Alma reina-alma diosa-alma Señora, prusiano.-fueron las de Wysemburgo. Froschwiller y Forhach.
Astro prejo que dentro el cuerpo vaga, Gravísimo error fue el de marchar sobre los Ardenas. en vez de
iValor que sufre, compasión que Ilora!- presentar batalla a los Príncipes reales de Sajonia y Prusia, en Chalons,
Espíritu inmortal, dominio extenso defendiendo así el paso del hlarne.
A la pureza sólo penetrable, Al presuntuoso Olivier y al altivo Grammont, sucedieron el apóstata
Inmensidad de amor para el inmenso, Duvernois, el inquieto David, el implacable Grandperret, el autoritario
Para el mezquino, polvo deleznahle:- Palikao-incendiador del palacio de estío de Pekín.-Y Frochn, el
Espíritu que vibra observador ingeniose y el censor satírico de los males del ejbrcito
En la nudosa fibra francés,-en cuya proclama la, al pueblo de París como su gobernador,-
De la caliente víd;-en las azules si bien se estudia, prescindiendo como prescinde en pleno Imperio de
Espirales del hacchisch,-en la rica toda alusión al Emperador, y empleando un lenguaje eminentemente civil,
Espu:na del cafeto,-que sn!pica -puede verse una declaración simulada, pero grave y briosa, de guerra
De mariposas de oro la hullente a Napoleón.-
Sangre del hombre;-universal corriente A la batalla de Rézonville, o de Mans-La Tour, tan bravamente ganada
Que las formas del ser inmenso inflamaa por los franceses, sucedió aquella desastrosisima de Gravelotte, presenciada
Y enrojeces 0 calmas la frente; por el viejo rey Guillermo, que sentado en una tabla colocada sobre dos
Y el fuerte corazón ciñes de llamas; barriles, bebía a intervalos de un vaso de vino, y veía caer los mås
Vencedor de Noé-dulce delicia gallardos soldados de su batallón querido, el batallón de la Reina de
Que a los moros dormidos acaricia, Prusia.-En tanto que Bazaine, el jefe del Ejército en aquella batalla
Vid, café, misterioso jugo humano, que duró 9 horas,-estaba a muchos kilómetros de aquella batalla entre
Padre de la pasión; los bosques,-aislado entre las lejanas fortalezas de San Quintín y
Que el necio teme, que al rebelde espanta, Plappeville.
Misteriosa semilla,
De la sangre, del genio, y de la planta- Y hubo un Mr. Podevin-prefecto del Meurthe, que en un cartel
De mí te acuerdas; de la cárcel mía fijado en las paredes, i rogaba a los habitantes de Nancy que recibieran
Los recios nervios compasiva afloja;- bien al enemigo !
A ella-ísin ella el Sol no lo seria!- iY el prefecto de Meziéres quiso destituir a un corregidor, porqúe
Conmigo al mundo en que no hay cuerpo arroja; organizaba a los vecinos de su municipio para la defensa contra Prusia!
Rumbo al cielo boguemos: iY el prefecto de Ch a 1ons rogaba a los habitmtes de la ciudad que
Y en el mar de las almas saludemos dejaran pasar a los enemigos sin provocar actos hostiles, para preservar
iLa eternidad que en nube se levanta así-- cuando se perdían la independencia y la honra de la patria-los
De los versos, del hombre: de la plsnta! monumentos de la ciudad!
--
“Ln celoda de las armns” llamnhan lo3 antiguos caballeros al relisiosu Luego de la inactividad culpable de Bazaine después de la victoria
y digno recogimiento en que se abstraían los dias anteriores al del de Rézonville, y de que él se excusa, con la necesidad de remitir los
152 MARTÍ / CUADERNOS DE APUNTES
CUADERKO Np 4 153
heridos a Metz, de proveerse de agua escasa en aquellos lugares y la
necesidad de proveerse de víveres y municiones; vino la sangrienta batalla En 1657, otro Gobernador señalaba el 7 de marzo para dar gracias
de Cravelotte,-tras de la cual viéronse claramente los planes de alemanes al “al1good and merciful God.“-
y franceses. En 1675, los ingleses, poseedores ya de Netherland. daban gracias a
Dios.
En el otoño de 1777, el Gral. Burgoyne se rindió al general Gatea en
El día ll de Dbre. de 1620, 102 emigrantes desembarcaron en la Saratoga. Esto indujo a los miembros del Congreso Continental a feco-
costa de Cape Cod Bay.- mendar a los Estados que señalasen un día para dar gracias n Dios
Un año después, en carta de Edward Winslow, de Plymouth,-se por las recientes victorias obtenidas sobre los enemigos.
cuenta con ese candoroso y homérico estilo de los pueblos nuevos, el El 17 de diciembre fue este día.
alborozo con que celebraron los,peregrinos aquel hermoso año de dolores Otro día de gracias famoso fue el 7 de mayo de 1778, y en él se
y cosechas, tras del cual contaban con 7 grandes casas de vivienda y 4 celebró el tratado de amistad firmado en febrero del mismo año entre
para usos del trabajo, con otras más en preparación, y se consolaban del Francia y los E.U.-Dicen que fue un día de extraordinario y sincero
gran número de colonos muertos con la abundante colecta de maíz indio, regocijo. Washington comió en público, rodeado de sus oficiales. Al
no tan perezoso en crecer como la cebada y los guisantes, a pesar de salir del campo de los festejos, fue calurosisimamente aplaudido. Había
que para lograr una y otros bien, los puritanos habían abonado el campo andado ya un cuarto de milla, y lo aplaudían todavía,-y mil sombrcroa
con gran suma de sábalos y arenques. danzaban en el aire. Los vítores a él se mezclaban a los que en su orden
Recogidas las cosechas, diputó el Gobernador 4 hombres, que fueron del día del 6 había establecido q. se diesen “por la larga vida del rey
de caza de aves,-los que mataron tantas aves en un día que con ellas de Francia”- “y a la larga vida de todos los poderes europeos amígos”.-
pudo regocijarse la comunidad una semana.-En ejercicios de armas El 26 de noviembre de 1789, fue el día señalado por Washington en
pasaron los recién llegados esos días ;-y en cumplimiento con el gran su primera proclama sobre observancia de un día de gracias generales.
jefe indio- Massasoit, a quien por tres días entretuvieron y festejaron, En otra proclama suya, en 1795, señaló el mismo día.-
en pago de lo cual el rey indio hizo que sus hombres, que llegaban a 90, Y aquellos señalamientos de día, cuando hechos por el gobernador
mataran cinco venados, que comió en paz y gozo con sus felices vecinos.- Jay, de N. York, fueron acusados agriamente de oler a monarquía.
Y de aquellos pavos que aquel día comieron, viene. sin duda, el tradicional De entonces acá un día de noviembre o de diciembre es el señalado
uso del pavo en todas las comidas de hegar del Día de gracias.- por el Gobierno para estas públicas gracias. Generalmente, es el día 26
Ya en 1645, el Día de gracias era cosa solemne, y fiesta religiosa, o un día cercano, anterior o posterior,-los almacenes se cierran.-Las
mandada observar por el Gobernador dc la Colonia.-William Kieff regia aves desplumadas cuelgan en las cocinas. Los carros de ferrocarril,
entonces la New Netherland, y ordenó que en todas las iglesias holandesas cargados de gente, vuelven a la mesa paterna a los emigrados del viejo
e inglesas se dieran solemnes gracias, en una ~JïOChI8 que así reza: hogar. La Iglesia ha hecho del día de gracias una de sus fiestas.-Los
“Por cuanto ha plocido a Dios Todopoderoso, en su clemencia y niños pasean las calles en grupos bulliciosos, enmascarados, trompe
merced ilimitada, sobre otros muchos anteriores beneficios, permitirnos teando.- Los mercados rebosan gente. Regimientos, colegios, todo género
alcanzar la paz por tanto tiempo deseada con los indios- de asociaciones celebran con banquetes y paradas.
“Por tanto, se estima necesario proclamar el hecho a todos los
Nethcrland, con el fin de que en todos los lugares de la dicha comarca, Stellu, era Estella Anna Lewis, gran amiga de Edgar A. Poe, quien
donde haya iglesias holandesas e inglesas establecidas,‘sea Dios Todopo- decía de ella que mujer alguna había tenido su genio desde Safo. Un libro
deroso especialmente bendecido, orado y agradecido el próximo miércoles de sonetos a Poe, defendiéndolo de sus detractores, es una de las últimas
antes de las 12 día 6 de Stebre., debiendo ser el texto y el serm¿n obras de Stella. Lamartine la llamó Petrarca femenina.-Su obra más
aplicables al objeto.“- celebrada, que na alcanzado lima. edición, representada con éxito en
Atenas,+ “Safo”.-Antes había escrito “Hellemar”. LOS críticos com-
CUADERNO Np 4 155
154 MARTÍ / CUADERNOS DE APLWCES
paran el género de Safo al “Yon” de Talfour.-Tradujo la Eneida. Tiene Bien solitario estoy, y bien desnudo:
una bella balada: “The Forsaken”. Y un libro que alcanzó gran boga: Pero en tu pecho, ;oh niño! está mi escudo.
“Records of the Heart.”
Va siendo la virtud entre la gente
Fidarsi é bene, ma non fidarsi é meglio. A la moderna usanza, gran delito:
iSalud a la gallarda delincuente!
iDe muerto en nombre, gracias da el proscrito!
Dentro del pecho tenía
Una espléndida vivienda: El pecho lleno de lágrimas:
Cuantos a mí se asomaban, Los flacos brazos sin brío:
Decían : i vivienda esplendida!- 2 A quién volveré los ojos?
Poblábame mi palacio -A mi hijo!-
Fe en mujer: sentí con ella, Si vienen dos brazos mórbidos
Como si en la espalda floja A enlazar mi cuello frío:
Fuertes alas me nacieran. Los haré atrás: sólo quiero
-Me desperté esta mañana, Los de mi hijo!
Vi las dos alas por tierra- iSombTas que pueblan los Andes
Me palpé dentro del pecho Americanos!-vencidos
Las ruinas de mi vivienda.- De cuyo espíritu férvido
--Desde entonces pasar miro iMe siento hijo!
Pueblos y hombres en la tierra, Si para luchar de nuevo
Como estatua que sonríe Contra el hipántropo altivo,
Con sus dos labios de piedra.s* Flechas nuevas necesita
Vuestro hijo,-
Leandro, es el hombre. Y Hero, la dormida- No al curare venenoso
La dicha-al otro lado de Ia vida! Pediré matador filtro :
Hincaré su brazo: El tósigo
iBien vengas, mar! de pie sobre la roca iDe ella es hijo!3”
Te espero altivo: si mi barca toca
Tu ola voraz, ni tiemblo ni me aflijo
Alaattengo, y huiré: ilas de mi hijo! Comme Gélasimus, dans le Stichus de Planté, il eut pu dire: Ibo intro
ad libros, et discam de dictis melioribus.-
Mi nave-ipobre nave!
Pusiste al cielo el rumbo, ioh error grave! Il arrive d’ordinaire que la plus profonde tristesse, si l’on trouvre des
Y andando por mar seco- larmes et des paroles, se transforme en une douce melaricolie. Hoffmann.
Con estrépito horrendo diste en hueco-. Maître Martin.
Castiga asi la tierra a quien la olvida:
A quien la vida burla, hunde en la \-ida.
99 A continuación “Sueño despierto” y “Mi caballero” del Ismaelillo; y también
“Una virgen espléndida”. Véanse las págs. 22, 25 y 317 del tomo 16 de estas
99 A continuación “Tamanaco”. Véase el tomo 17. pág. ‘237 de estas Obraq Obras Completas.
Complelas.
156 MARTi / CUADERNOS DE APUNTES
Paramaconi.-Terepaima.-Conocoima.-Bravos.
9c5p2mIcIoIc.
El movimiento es contagioso.
Goethe hizo tal vez todo lo que había que hacer en la poesía moderna.
Se alimentaba de 6 randes pensamientos. iTanto esfuerzo-pnra dejar a lo sumo, como memoria de nuestra
vida, una frase confusa, o un juicio erróneo, o pa. q. los q. fueron montes
Las almas humana@son como las flores; se abren, y perfuman todo de dolor parezcan granillos de arena, en los libros de un historiador!
en torno suyo; al más’ ligero soplo de la dicha.
iY tantas cosas n obles como pudieran hacerse en la vida! Pero iCómo persigue la imagen poética! iCómo acaricia el oído! ICómo
tenemos estómago. Y ese otro estómago que cuelgac y que suele tener solicita que se le dé forma! 1Con qué generosa inquietud le brinda II
hambres terribles.- que se la aproveche, aunque sabe que tomar forma humana es quedar
muerta, por lo ruin de la lengua de los hombres para expresar estascosas
Las Vestales,enciePden el fuego sagrado. iDónde estáis, Vestales supremas!...
ocultas, que encendéisRI fuego sagrado del amor para conservar la vida?
Siempre que me siento a escribir, la Fortuna celosa me pone una
iQuién hizo el Código de Napoleón? ¿A quién cabe en (verdad) copa de hiel al lado. Mi obra es trocarla en mieles.-Jamás he entrado en
una gran labor sin que alguna profunda pena haya venido a perturbarme
justicia honor tan graP de? Si a Napoleón, por él será absuelto. Solo Cl
en el comienzo.-Y he hecho mi jornada bravamente, con un muerto a
podría absolverlo.
la espalda.
El pensamientode Gn acto produce en los músculosel mismo estreme-
Por &nbolos, a la Mitología: por aspiraciones, a la Religión.
cimiento que el acto trismo.
CLUERNO Np 5 163
162 bwwi ,/ CUAD~~OS DE Apoh;tES
iYo quiero romper las jaulas a todas las aves;-que la naturaleza siga
su curso majestuoso, el cual el hombre, en vez de mejorar, interrumpe;
Del hombre: Ilerakle~, Dios del Sol. Su carrera es oscurecida, y a
-que el ave vuele libre en su árbol;-y el ciervo salte libre en su bosque;
menudo estorbada, por las nubes.
-y el hombre ande libre en la humanidad !
Era un hombre (de eapiritu tan sereno) que hacia pensar en la luz de
las estrellas. Ni vale que Horacio diga que el uso es la única regla del lenguaje;
-que de los grandes ha de imitarse lo bueno y no lo malo; y Horacio
iQué bienestar tar. suave, el que rne queda después de un trabajo también echó en tierra su escudo en el combate y huyó presto, lo cual
mental excesivo! no ha de imitarse ciertamente, aunque lo haya hechn Horacio. Lo que es
razón para que tampoco se le imite en lo otro.
iEa, piadosos, que colgáis piernas, brazos y orejas a los santos: haáis
I’o que los paganos! En el matrimonio, en cuanto empieza a faltar la identidad, ya no
cabe felicidad. Nada menos que la identidad es necesaria.
El egoísmo era la nota de los tiempos antiguos. El humanitarismo (el
altruismo, la abnegación, el sacrificio de sí por el bien de otros, el olvido De los árboles nacen gusanos verdes.
de si) es la nota de los tiempos modernos. No hablo de la gente común:
ésta en todas partes, es una traílla de bestezuelas; el estómago del Uni-
verso; hablo de los espíritus superiores que ensalzan y representan estos En premio del pequeño bien que le hice, el esclavo engrillado me
tiempos. kajo un pájaro preso-al que mató mi hijo. iLuego, el hombre tiene
la capacidad de hacer el mal instintivamente, y sin conocimiento de que
lo hace y sin culpa? 20 ha de pagar la talpa del mal que involuntaría-
Y luego, en la noche solitaria, saldrá de la tierra silenciosa, iun ave
mente hace?
blanca!
Vapor embriagador- vapor que aviva y anubla los sentidos-emerge Ni será escritor inmortal en América, y como el Dante, el Lutero,
(de la lectura) de la vida romana. el Shakespeare o el Cervantes de los Americanos, sino aquel que refleje
en sí las condiciones múltiples y confusas de esta época, condensadas,
Me siento como una angustia en la médula. desprosadas, ameduladas, informadas por sumo genio artístico. Lenguaje
-- que del propio materno reciba el molde, y de las lenguas que hoy influyen
Nació en sí mismo. en la América soporte el necesario influjo, con antejuicio suficiente para
Hijo de sí mismo. grabar lo que ha de quedar fijo de esta época de génesis, y desdeñar
Otros nacen. lo que en ella se anda usando lo que no tiene condiciones de fijeza, ni
se acomoda a la índole esencial de nuestra lengua madre, harto bella
iEa! ia dónde me llevas?-A tus parques y por tanto poderosa, sobre serlo por su sólida estructura, para ejercer
No quiero ir... Todo es cárcel a la postre, luego del acrisolamiento, dominio sumo-tal ha de ser el len-
En esta tierra. El jaco encarcelado guaje que nuestro Dante hable.
Entre las barras va. Mira el Auriga Y en él,-asunto continental, que sea fuente histórica, y monumento
Su pescante cual c’árcel. Y yo miro visible a distancia-con 10 que por espíritu, y por forma, quedará su
Cárcel también en esta suntuosa obra como representación doble de la patria cuya literatura entra a fundar.
Carroza que nos lleva.- Porque tenemos alardes y vagidos de Literatura propia, y materia prima
Allí todo está preso. El árbol en sus cercados, el ciervo en su parque-
tillo, el pájaro en su jaula, el león-do. encerrado-vive como cerdo.-
164 CUADERYO Sq 5 165
de ella, y notas sueltas vibrantes y poderosíaimas-mas no Literatura que se niega a obrar de concierto con los pueblos que le son afines en
propia. No hay letras, que son expresión, hasta que no hay esencia que el logro del fin general!-Y mientras mayores sean !as posibilidades de
expresar en ellas. Ni habrá literatura hispanoamericana, hasta que no disociaciones menos serán las de una literatura comun, enérgica y gran-
haya-Hispanoamérica. Estamos en tiempos de ebullición, no de conden- diosa, que recibe vida de las naciones, y se les da luego. La3 dras
sación; de mezcla de elementos, no de obra enkrgica de elementos unidos. literarias son como 103 hijos: rehacen a 9119 nadres.-
Están luchando las especies por el dominio en la unidad del género.--El Caro sintió esto: mas le faltó el gusto artístico. Tuvo el poder, la
apego hidalgo a lo pasado cierra el paso al anhelo apostólico de lo por- sinceridad, el atrevimiento: n:as le faltó el crisol que funde.-Fue como
venir. Los patricios, y los neopatricios se oponen a que gocen de su de- buscador de una sustancia que muere cuando ya comienza a hervir en
recho de unidad los libertos y los plebeyos. Temen que les arrebaten su la redoma la sustancia ansiada.
preponderancia natural, o no les reconozcan en el Gbno. su parte legí- “Siguiendo las pisadas del sistemaortográfico de Fr, L. de L. Miguel
tima-se apegan los indios con exceso y ardor a su Gbno. La práctica A. Caro a coronar la frente del Nuevo Mundo”-Tejera.
sesuda se impone a la teoría ligera. Las instituciones que nacen de los iUn sistema ortográfico que pisa!
propios elementos del país, únicas durables, van asentándose, trabajosa iUn Nuevo Mundo con frente!
pero seguramente, sobre las instituciones importadas, caibles al menor
soplo del viento. Siglos tarda en crearse lo que ha de durar siglos. Las iPuede dar a Cuba el partido liberal lo que le ha ofrecido?-No.
obras magnas de las letras han sido siempre expresión de épocas magnas. Los pueblos, una vez lanzados, no se detienen. El fuego, una vez
Al pueblo indeterminado, iliteratura indeterminada! Mas apenas se encendido, arde. ‘Por eso no ha de emprenderse una contienda política
acercan los elementos del pueblo a la unión, acercánse y condensanse en sin tener condición dispuesta a todas sus direcciones posibles. No ha de
una gran obra profética los elementos de su Literatura. Lamentémonos encenderse fuego que no pueda apagarse. Lo demás es impre+ón
ahora, de que la gran obra nos falte, no porque nos falte ella, si no culpable.
porque esa es señal de que nos falta aún el pueblo magno de que ha de
ser reflejo,-que ha de reflejar-(de que ha de ser reflejo) ¿Se unirán, Se tiene que comprar en su precio todo beneficio.
en consorcio urgente, esencial y bendito, los pueblos conexos y antiguos Ningún gran beneficio se adquiere sin gran costo. Es ley econó-i-ka,
de América? ¿Se dividirán, por ambicionesde vientre y celos de villorrio,
aplicable a la vida de los pueblos, porción de la vida universal, donde
en nacioncillas desmeduladas,extraviadas, laterales, dialécticas...?
todas las leyes están íntímamente trabadas, y donde todo es análogo.
En las palabras, hay una capa que las envuelve, que es el uso: es A los que, a la par que se oponen a la Revolución, admiran este
necesario ir hasta el cuerpo de ellas. Se siente en este examen que algo pueblo-icómo pudo -wr este pueblo lo que es sino por la Reroluk’m?
se quiebra, y se ve lo hondo. Han de usarse las palabras como se ven si quieren imitarlo en su prosperidad, el modo cuerdo es imitarlo en los
en lo hondo, en su significación real, etimológica y primitiva, que es la mediospor los cuales ha venido a ser próspero.-
única robusta, que asegura duración a la idea expresada en ella.-Las
palabras han de ser brillantes como el oro, ligeras como el ala, sólidas Y iqué dice la carta de la Revolución?
como el mármol.- --
Y a los que quieren entrar en lo ya conseguido, se les dice que e3 ley
...iPues no vive próspera ni largamente pueblo alguno que tuerce su en política, o vida de la Nación, como en la vida personal, que nadie
vía de aquello que le marcan sus origenes, y se consagra a otro fin que goce de un beneficio cuyo precio no ha pagado.
aquel fatal que presentaban los elementosde que consta! iPues en igual
continente, de iguales padrea, y tras iguales dolores, y con iguales pro- Sólo la maldad, o la incapacidad por la falta de posesiónpropia de
blemas,-se ha de ir a iguales fines! i Acelera su fin particular el pueblo estasvirtudes,-d e concebir cosasnobles- podrán adscribir a estas reso-
166 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
CUADERNO NQ 5 167
luciones el deseo de serse con ellos gratos a la fama, y de saciar un deseo
pueril y enfermizo de renombre. No hay vida más amarga, tornadiza, y Ni de esosversos meramente sonoros (bailantes, danzarines).
escasa en resultados, que la vida pública. Para quien conoce los oscuros -- --
talleres en que suele elaborarse la fama, y sabe que los vicios ambiciosos Y él amaba su lengua, que uo hay como esto de saber de donde viene
pueden en ella más que las virtudes modestas que, satisfechas de ser cada palabra que se usa, y qué lleva en sí, y a cuánto alcanza;-ni hay
puras, no cuidan de parecerlo;-para quien sabe que los pueblos, hoy nada mejor para agrandar y robustecer la mente que el uso esmeradoy
aún grandemente ignorantes, si regidos alguna vez por razón, se rigen oportuno del lenguaje. Siente uno, luego de escribir, orgullo de creador
más por sus pasiones,-por lo que dominan mejor en ellos quienes se las (de escultor y de pintor).
halagan;-para aquellos hombres hourados que no saben sacrificar una --
convicción al placer de parecer bien al pueblo apasionado-no pueden Cercenar elegancias.
ser esosciertamente motivos tentadores. No hay dolor como el de salir -.. -~
de su escondidoy pacífico retiro. Pero no hay maldad, ni responsabilidad, iQué originales somos! iE aparador. El juego de pelota!
como las de sentirse capaz de hacer, con daño propio, bien ajeno, y ---..--
-por gozar de paz egoísta, dejar de hacer el bien ajeno. Renan:-Limpidez griega.
-.__ .-
En Cuba la idea de anexión,-que nació para acelerar el goce de Ya me veo jugando comigo. Y para hacerte aprender con gozo, ya
la libertad, ha mudado intento y motivo, y no es hoy más que (nada ahora te hago un bonetillo de maestro, y te monto espejuelosen tu risueña nariz.
de) el deseo de evitar la Revolución. iPor qué quieren anexarse? Por y te siento en altísima silla, porque te acostumbres a ser en todo alto.
lo grande de esta tierra. Y ipor qué es esta tierra grande, sino por la
Revolución? Pero en los días que corren, y en las relaciones de ambas Ea, ia escribir! Pero si alguna vez has de mover la pluma en defensa
partes, nosotros podremos gozar de los beneficios de la Revolución sin de alguna injusticia, o en servicio de tu ambición, o de algún malvado-
exponernos a sus peligros.- Pero eso no es racional: se posee lo que se séqueseahora mismo tu manecita blanca, y quédesetu pluma sobre el
compra. Nadie compra para beneficio de otro. Si lo dan, será porque les papel como convertida en piedra, f y vuele de tus labios, como una
viene beneficio. mariposa avergonzada, la palabra de vida!-
iVoz anticuada! Pues Monlau mismo, con ser académico, no halió La vela, toda blanca 41en aquel mar-todo negro,
que de las 9702 voces q. el D. de la A. da’ por caídas en desuso,cuatro
MI, por lo menos,han caído en él injustamente. Florea negras y rojas.
P. L. Courier restauró en gótico el Dafnis y Cloe, de Amyot; y comenG Vivir en el destierro-tallar en nubes.
tarea igual con Herodoto.
Littré tradujo a Homero y a Dante al francés del Siglo XIII. Yo nací de mí mismo, y de mí mismo brotó a mis ojos, que fo
Duffield ha traducido a Cervantes en el inglés de Ben Johnson. calentaban como soles,el árbol del mundo.-Ahora, cuando los hombres
nacen, están en pie junto a su cama, con grandes y fuertes vendas
Arcaísmos.- Dans ce ríche amas de débris il n’est pas interdit de preparadas en las manos, todas las filosofías, las religiones, los sistemas
choisir quelquesépavesqui peuvent être remísesdans la circulation, paï~e políticos. Y lo atan, y lo enfajan-y el hombre es ya, por toda su vida
que les termes ainsí dcstitués ne choquent ni l’oreille ni f’analogíe et en la tierra, un caballo embridado. Yo soy caballo sin-silla. De nadie
qu’ils se comprenneut d’eux mêmes.” recibo ley, ni a nadie intento imponerla. Me salvo de los hombres, y
Nodier.- S’il est vrai de dire que Nodier fut un romantíque bien
longtemps avant le romantisme,-il faut bien vite ajouter qu’il n’a atteint
son plein développement que par le romantisme et sans sa bandière.-
Jean Sbogar est l’histoire d’un bandit illyrien, en révolte centre la
conquête francaise et dont Nodier pendant son sejour en Illyrie avait
suivi de prés les exploits et le pro&.-N. aimait passionément les
conspirateurs.
Therése Aubert.-Une histoire d’éxilés.-“Cest perils, ces angoisscs, ces
fièvres d’inquietude, ces voluptés funébres (-excelente frase-) ces
bonnes fortunes assaesinéss de mort, Nodier les rassembla tout et en
CUADERNO DE APUNTES”
Pasa en poesía como en pintura: se debe copiar del natural, y no ¿Y aquí (en Esp.) se ha peleado por una forma de gobierno, y no
hacer las figuras de memoria.- pudimos nosotros pelear allí por ella?-Pues la conquista, que es allí
v/dro., originario, ¿es más respetable que la monarquía, que viene de
Dios, y que habéis echado aquí por tierra?
De Kuyter, disfrazado de monje, tomó el castillo de Lowestein: lo
A quien me diga* que a ello se oponen lw glorias espníiolas-;la
atacaron, entraron al castillo, se defendió cuerpo a cuerpo, mató a muchos,
verdadera gloria está en dejar de ser cruel, y en reparar el daño, y en
fingió huir, hasta llevar a los asaltantes a una mina, la incendió-y voló
adquirir, a trueque de un pedazo de tierra turbulento, el honor de ser
con ellos.-
libertadores de hombres! iHacer agradecidos cuánto mejor que hacer
desesperados!
“Out of nought”-de la nada. Y iqué bienes os vienen de conservar aquel terruño a nosotros tan
caro, para vosotroa tan perjudicial y canceroso? ¿Cuándo esperáis
“We read that King Saul, when he would liberate the men of Jabez redimiros del ansia de empleos, de lujo inmoderado, del hábito de vivir
from the hands of Nahad, the Amusnite, hewed a yoke of oxen in pieces, s/ el Estado, del exceso de militares soberbios, a quienes nada basta,
and sent them as tokens over al1 Israel, saying: “Ye who will not follow luego de haber poseído aquello ? Pues de nada de eso os redimiréis
Saul and Samuel, with them shall be dealt even as with those oken. And mientras tengáis aquella tierra anhelada de donde os viene tanto mal hábito
the fear of the Lord carne upon the people, they carne forth, and the men adniiniatrativo, tanto mal social, tanto estorbo politíco.
of Jabez were delivered.“-
-(de) lo cual recuerdan con horror:
iOh! lqué lección ! Los neerlandeses, que habían resistido todas las --“From which recoil with horror.”
crueldades de Alba y de la Inquisición, no resistieron el aumento de sus
impuestos.-1Con los impuestos, todos se sentían heridos! Con la Inq. iQué argumentos tenéis en contra? Que los asturianos no venderán
quedaba a cada uno la esperanza de que el verdugo no llamaría a su sua harinas. Pero de esto os viene beneficio, porque si pueden venderlas,
puerta, sino a la del vecino.- las venderán, y si no pueden venderlas, no deben venderlas. Si ése no es
un ramo verdadero de riquezas, no ficticiamente sostenido por un sistema
“Incensed at such conduct”-irritado con aquella conducta. absurdo, transitorio y tiránico, que ha de prescribir, sino por la abun-
dancia y las facilidades de la naturaleza y del comercio-no debéis
empeñaros en que perdure. Eso es dar muerte, y no conservar la vida,
“In pregnancy”.-En preñez.
a laa provincias.-Eso ea echarse en los brazos del enemigo, que ea la
Miseria.- iPor qué mantenéis a los asturianos convencidos de que pueden
El espíritu de Pizarro es el espíritu español. Leo en Motley: vendernos sus harinas? De esto viven, y en esto comercian, sólo esto
“Known to be affluent, he was tortured by exposing the soles of bis hacen, en esto sólo quedan sus esperanzas, su .porvenir, sus cálculos:-
feet to a fire until they were almost consumed. On promise that his life pues iqué hará esa provincia infortunada, cuando, como ha de acontecer,
should be spared, he then agreed to pay a heavy ransom: but hardly had porque todo lo que ea natural acontece, no pueda ya vendernos sus
he fumished the stipulated sum when, by express order of Don Frederic harinas? Nada sabrá hacer cuando no pueda hacer esto: sus lugares,
(el hijo de Alba) himself,-he was hanged in his own doorway; and empobrecidos, tardarán mucho en abrirse nuevas vías; sus mercaderes,
bis dissevered limbs afterwards nailed to the gates of the city.“- aturdidos, no podrán salvarse de la general ruina: y les sorprenderá
1Qué epitafio, ni quien pudiera merecerlo ! :-“Nadie le excedió eu la carencia de su fuente de riqueza, antes de haberse abierto otra para
nada.” sustituirla: lo que acontece spre. q. se adscribe la fortuna de un país a
una sola clase de productos: y le sorprenderá el invierno pero con las
178 MARTi /’ CUADER?lOs; DE ApUWTE$
CUADERNO So 6 179
bodegas sin vino y laa despensas vacías; y los habréis engañado, enlo-
quecido, vendido, arruinado: he ahí el porvenir de las provincias con la mismos.-Al hacernos dueños de nosotros, y prepararnos de manera que
protección que afectáis darles, o que de buena fe creéis darles. no sirvamos ciegamente a sombrías intenciones o a vergonzantes intereses.
Oh lqué cosa tan fiera y tan hermosa: la defensa de Harlem! A sacar a la luz lo que está en la sombra, y a luchar a la luz.-
-- Establecer el problema es necesario, con sus datos, procesos y conclu-
i A qué miserias, y casualidades no obedece la, fama! iQuién ha siones.-Así, sinceramente y tenazmente, se llega al bienestar: no de otro
hecho más que John Haring, y quién conoce a John Haring? Cuando los modo.-
so!dados de Orang;, mandados por Sonoy, atacaron el Diemerdyk, pa. Y se adquieren tamaños de hombres libres.-
privar a Amsterdam de recursos, y obligar a Alba a levantar el sitio de
Harlem,-ya al perderse la batalla, J. H. de Horn, se colocó, enteramente Un drama: “El Tirano”. Abstracto, anda en la selva. Todo le ataca,
solo, sobre el dique, en un lugar tan estrecho entre la 1 de un lado y el en mil formas dramáticas.-Analizar el fondo tiránico de la naturaleza
Diemer Lake de otro, que dos hombres, pecho a pecho, apenas hubieran humana. Tiranía en todas sus formas.-“iYo no he matado a uno!
podido estar allí de pie.-Allí, armado con espada y escudo, hizo frente Vil i nos corrompiste! nos mataste el alma.” Muere de hambre por
y mantuvo a distancia a mil de sus enemigos, durante un periodo bastante miedo: va a coger una fruta y teme que esté envenenada y ve en el árbol
largo para que sus camaradas, a haber querido, se reuniesen y repeliesen un hombre: 1Ah tú eres aquél! iNo! iNo! yo sé quien eres: eres aquel
el ataque. Xas allí se estuvo hasta que sus derrotados compañeros habían otro.-
huido; y entonces. sin herida de acero ni de ba!a, se echó al mar, y realizó Y va a caer, acosado como lobo en una choza, donde pa. refrescar
su fup. sus labios bebe la leche del pecho de una mujer que se la ofrece.-Y
muere creyendo ver en ella una de sus victimas.
El guauajo es el burro de los pavos.-Y el pavo real el más neciot
inútil y amado.
Cuando cualquier accidente inesperado, dé nuevo curso a la corriente
----
nacional, no será entonces iay! aquella pacífica corriente que no tenía
En América, la revolución est3 en su período de iniciación-Hay tantos agravios de muerte, y violencias de hogar, y compulsiones al
que cumplirlo. !3e ha hecho la revolución. intelectual de la clase alta: indecoro que vengar como ésta de ahora. A los rencores que produjeron
helo aquí todo. Y de esto han venido más males que bienes. la guerra anterior, se unirán los que la guerra ha producido, y a todo
esto, el deseo de los cubanos sometidos, y en estos años humillados, por
Y pasa allí como con el vino que se mezcla con vinagre,-que todo sostener hacienda y familia, de vengar su afrenta y su sumisión en 10s
se vuelve vinagre. que a ella los obligaron.-Cada cual querrá entonces hacer olvidar IU
incomprensible reconciliación.
-Ev... no es nada el que no es el primero.--
-El primero será siempre el que más desdeiie serlo.- Una sombra nos envuelve, y es necesario desasirnos de ella, y vernos.
faz y faz, y como somos, con n/miserias, grandezas y esperanzas.
Sacidos en una época turbulenta, arrastrados al abrir los ojos a la
luz por ideas ya hechas y por corrientes ya creadas, obedeciendo a “Soon to succced”-próximo a suceder.
instintos y a impulsos, más que a juicios y determinaciones, los hombres
de la generación actual vivimos en un desconocimiento lastimoso y casi Con jugo de zanahorias, entre otras cosas, colornn la mantequilla. Si
total del problema que nos toca resolver.-A estudiarlo, establecerlo y puesta al fuego, da espuma o materia sólida. eso no es mantequilla.-Con
dilucidarlo, viene este periódico. A ponernos en posesión de nosotros nchiotc-
180 MARTÍ / CUADERSOS DE APUPiTES CtJAtwJth'o N9 6 181
“E! oc’!o ~5 la almohada del diablo.“-De uu elector alemán. La sangre de la oveja: (Ln caso de alma).
--
“Cpon parole”--he leído en hlutley. D. de Toledo.-113 E-18 St.-(4 A.)
Y es lo que debe quedar de todas las ligas amorosas que no puedeu De Bo!et.-126, Third Place.-B.
yer llevadas a buen puerto: un beso en la mano.
La vida tiene sus bestias y sus fieras.-Y sus gusanos. Y iqué extraño poder hay en toda naturaleza humana para elevarse,
como sin esfuerzo, y a la mirada natural. a la más grande altura!-
El canto es luego: hoy ea el tono llanto.“r
iQuP avaricia de aaber!-
?viéxico Company Limited.-
78 No. 30 Broadway-N. York.
iA quí: forzar la trabajada pluma
A echar en molde flojo lo q. pienso?
Ofrecer a un periódico americano un estudio cada tres meses s/ el
iSabe al romperse en el peña1 la espuma
estado de la literatura en loa países americanoa.-
que hay en el fondo del Océano inmenso?
Del estilo de Garfield.-Era su inglés como el griego de Xenofonte y Mas esa que fue en el primer momento la inspiración sana del
de Tucídides: amplio, elegante, arrogante, límpido (lozano). corazón, vino a ser luego la inspiraci,ón fatigada de la im&nación. De
la trascendental e influyente inspiración involuntaria vino II la floja y
Veo que el trabajo es fuente de toda alegría, y todo pobre de ánimo fría inrpiiación voluntaria. Cada pensamiento trae su molde: mas, así
ea un verdadero desertor. En esta batalla de la vida hay què morir como piedra de litógrafo segasta cuando imprimen en ella muy numerosos
sonriendo. ejemplares, y pierde vigor de línea y tinta la figura impresa, aai pierde
fuerza de influir y color con que brillar el pensamiento que cae sobre
Yo hallaré manera de poner alas de rosa a mi mejor pensamiento, y otros pcnsamieutosen un molde usado. Y lo que comenzó como rugido
enviárselo, por sobre esos anchos mares.- de león, acaba a poco como ladrido de can.
Desvelar, descubrir-tal es el ansia del ser humano: huronear, la La luz de la luna, vaga, vasta, misteriosa, ilimitada, Ic seduce.-
osada mano febril, escrutadora mano, hundir, como hasta el pomo la Abismos de luz tibia y mar propio de espíritus ve en ella.-
espadaantigua del mundo, hasta el hombro el brazo investigador, espada --
nueva del mundo nuevo.- He leído en un periódico de B. Aires-Empresa de Salv&aje!
Representar un rol.-B. A.
“Recuerdos históricos”, por Manuel A. López.-Bogotá. Indignidad por indignación.-B. A.
InJinridnr por intimar.-Perú.
De Guerra Junqueiro: se ha acercado a los abismosde la vida, se han
Distribuir los roles.-B. A.
cantado algunas historias espantosas,de esasq. parecen increíbles, y son La Natalidad ha excedido a la Mortalidad.-México.
inciertas; y reculo espantado. De aquí, de este honrado asombro, de esta --
poderosa rebelión de un alma clara contra el oculto crimen, de esta Yo soy como aquellos llanos de Siberia, que dan fruto abundante en
impresión inolvidable del mundo infame en el puro espíritu; de este
medio del frío.-Del dolor, flores.
choque de un alma juvenil, sincera, tierna, blanca, con ese fétido aire de
pantano que exhalan los espíritus corrompidos,-nació el libro.-Es la
Modo de escribir:
lucha de un ángel contra los demonios de alas negras, ojos hambrientos,
Primero, tiendo los rieles, y luego-echo a andar !a máquiua.-
manos garrudas, y ojos hambrientos que lo persiguen. Al llegar al des-
canso, al quitarse las ropas del combate, escribió el 13ro. Es el reflejo
del infierno en unos ojos puros.-Es el cuento de un espantosoviaje.- 48 Palabra ininteligible.
186 .U.UtTí cUADERNOS DE APUNTES
Esa rosa que me das
Necesito ver antes lo que he de escribir.- De tu rosal es la flor,
Me creo, estudio, reconstruyo en mi los colores y el aspecto de In que Y estos versos que 10 exhalo
tengo que pintar. Son la flor de mi dolor.-
Si he de envolver el somhrerito de paja y las pequeñas botas que llay en estos versos, quiebros desusados y asonantes raros.-Son
usó hace un año mi hijo, miro si el papel periódico en que los envuelvo \.oluntarios. En el sentir que añaden a la expresión, y en el anhelo de
está escrito por las pasiones de los hombres, o si defiende cosas de -er fiel a la verdad, han sido escritos.-Es la literatura caliente.
justicia, y los envuelvo en él porque defiende cosasde justicia.-Creo en
esoscontagios.
Me han dicho, buen Florencio,-
que deseas-
Porque amo a mi deber, más que a mi hijo.---
Ver WI grano de trigo,
Luego que sobre él cruza y recruza
Tú debesgozar dP toda la libertad que quepa dentro de mi CbJrO.
La rueda corpulenta del molino:
De las instituciones humanas, que hallo hechas y entre las cuales
vivo-yo no conozco, ni recuerdo, ni exijo, más deberes que los míos.- Pues, i ven ! ábreme el pecho :
No cuento como existentes los deberesde los demás para conmigo.-- Que traigo en él un grano bien deshecho.
‘r;l hombre tiene antes la fuerza de deshacerque la de hacer.- Bueno es sufrir: cuando en el lado izquierdo
Del seno roto arder se siente un cáncer,
iQué mi5 importa saber lo que el hombre hizo en este aeterminado Sobre la llaga ardiente, un perfumado
momento de su vida, en esta o aquella época concreta, accidental y Lirio blanco y azul sus hojas (alas) abre.
transitoria?-% esencia permanente es lo que quiero investigar, no
efectos que pasan, sino la causa que las produce busco. No me importan
Y se pinta en el rostro
las estacionesdel camino humano, que se levantan y destruyen en arreglo
a las conveniencias de los vivientes, sino el \ +or- acomodable, pero Un suave orgullo,-i y un divino gozo !
libre, que echa a andar el tren por ellas.
Certaines gens distinguent trop bien les arbres pour apercevoir la
El hierro, amigo mío, fo&.-( Prov. alemán).
Se’funde así:-y el bondadoso herrero ---
Me iba a decir, junto a su yunque erguido,
Cómo se funde el hierro. “A l’aide des renseignements =ur
c des affaires locales qu’il a decouvert
Y yo, que lloré tanto dans dixsept paquets des Archives, M. Taine prétend refaire une Histoire
Ayer. posé en el yunque de la Rèvolution où l’on voit defiler des centaines et dea milliers de tout
Mi mano ya insegura, y dije al hombre: petits évènements tragiques et odieux, comiques et burlesques, mais d’où
;Yo sé cómo se funde!- la Revolution est complètement absente avec ses grandes Assemblées, et
_- ses ímmenses mouvements populaires, et sa foi ardente en une revolution
30 de Octubre.- sociale, parce que rien de tout cela ne se lit dans les 17 paquets, et M.
188 hIARTí / CUADERNOS DE APL'STES CUADERNO X9 6 189
Taine ne lit que les 17 paquets.” T. Colani. sur Zola: “Lea Rougon Felicer, eLtrofas de Henri Ctiauoine, pálidos y artificiales In3 nueve
Macquart” dans La Nouvelle Revue.- últimos versos.-
Zola:-Alberto Durero: figuras precisas y netas, rudas, pero imbo- Poca3 lágrimas derrama
rrables. Maneras en literatura, como en pintura. Por conyugales traicione3
Mujer que de vera3 ama,
Si sabe seguir de dama
Que el “Assommoir” de Zola debe mucho n “Le Sublime” de Denis
Despuésde la3 bendiciones.-
Poulot,-y a las “Scénes” de Henry hlornier.
Hartzenbusch en “La Redoma encantada”.
iPoetas mujeres! La tristeza debe ser viril. “De tous le3 sentimentsque font battre le coeur de l’homme, I’amitik
est le moins fragile et le moins douloureux.“-
Car, a présent que j’ai vécu “The steed that carried General Sheridan to Winchester has been
Desabusé,meurtri, vaincu, inmortalized in poetry and painting.”
Mais rendu sage, “Virginia’8 Black Horae Cavalry will live forever in our history.“-
Je renonce a un rêve incertain
Que fait la jeunesseà un matin Que así como esa3hojas en el techo,
De son voyage. Refléjense al morir nuestra3 figuras
Agrandadas en el cielo.
J’avais eu le tort d’oublier
Que chaque homme est un ouvrier Yo ando con un león dentro del pecho que me arrebata la pluma da
Qui, sans relâche, la mano.
Poursuit, courbé sur le sillon,
Entre le joug et l’aiguillon, Y harto cara me cuesta esta libertad en que te dejo-ptirque si me
Sa lourde tâche. tocara hoy morir-de lo que, bien por calores de la fantasía, bien por
lar, flaquezas reales del cuerpo, no me siento lejos, moriría atormentado.
Or le joug, c’est la pauvreté, Y no con aquella calma con que, apenas tenga a mi lado a mi mujer
L’aiguillon, cette activité y a mi hijo, tendré el derecho de morir. No moriría hoy tranquilo.
San.3poésie,
Non plus celle qui seulement Es preciso dejar reposar iaa impresiones. En silencio, hacen 9u obra
Aime a suivre nonchalammeat y csmino. De este reposo viene el juicio êólido, pleno, seguro. El juicio
Sa fantaisie; que sigue inmediatamente a la impresión es incompleto.
Mais ce constant et rude effort La mala voluntad es un áspid inmenso de mil colas.-Idea el mal y
Qui doit durer jusqu’à la mort decide clavar el aguijón-en un lugar de la tierra-y el golpe de SU
Entrecommence aguja es sentido allá lejos, muy lejos tras monte3y maree,y )a y 3:~perfume
Demain, encare, et puis toujours, 343 evapora
L>un aprés l’autre usant le3 jours
De l’existence. 40 Hay varim~ palabras ininteligibler
190 MARTi / CUADERNOS DE APUIWES
CUADERNO
16’ 6 191
Salida de correos-4 de Julio.-Correo para Barquisimeto, Tocuyo )
Yaracuy. En el Congreso.-“No he venido aquí a intimidar, ni a ser intimidado.”
De mi cuaderno al golpe
Ruedan las copas.
Así rodarán, de mi pena al choque,
De mí arrancadas, mis humanas ropas.
Los bultos que contenían la rica efigie de la Soledad que posee San
Francisco, aparecen en 1651-en las costas de Naiguatá, donde residía
el Señor del Corro, pa, qn. venía la efigie, muchos días antes que el buque
conductor.-
Y fue q. habdo. salido la embarcación del pto. de Vigo, la azotó el
mal tpo., y pa. salvarse, arrojó al agua gran parte del cargamento.-
Algunos de los efectos llevados entonces por la corriente y los vientos,
llegaron primero a las costas venezolanas, como nuncios de un suceso
cuyos pormenores se conocieron más tarde.-
A. Rojas.-
En Abril de 1881,- de pañuelo y sombrero, y adornado el cinto con una espadade 6’ de plata;
Gve. Fouqué escribía la crítica de la Rep. Frac.:- espada de cazoleta, que aún usan los I!aneros en viaje.
Victorin Jonciéres, de la Liberté;
Leon Kerst, de Le Voltaire, Las alas tienen punta,-y cuando las tiendo, y rechazadas, vuelven
H. de Lapommeraye, de la France, a mí, en mí se clavan.-
George de Fourcy, del Paris Joumal;
Paul Ferrier, de Le Gaulois;- El 13 de Sbre. de 1830 murió Bolívar en Santa Marta.
Adrian Laroque, de Le Petit Joumal. He visto la Gaceta de Venezuela en que se da cuenta de ese hecho. Se
M. Savigny, de L’ Illustration. me han venido las lágrimas a los ojos, y se me ha hinchado el corazón
G. Maillard, de Le Pays. de ellas, al leer la proclama que Bolívar, seguro de su muerte, dirigió
0. Comettant de Le Siécle. a los colombianos el día 10 de diciembre.
j Oh! qué grande infortunio-‘y icómo la ambición o el rencor, con-
Opisicionista inútil:-“emigrée à pinterieur”-St. Geneat. vierten a los hombres en infectas peñas!-~NO se postraron ante aquella
muerte, a llorar de hinojos su imprevisión y su vergiienza,-a redimirse
Buscar cantos llaneroa.- de su ingratitud, por un dolor!-iOh! iqué grande y cuán pequeños,
hombres!-
Sobre todo el de la lucha en décimas de negro y blanco, defendiendo
“El bienhechor del mundo” escribe de él a pocos días F. de Feo.
cada unc) su color.-
Martín, prefecto del Magdalena;- y “el genio del mal”, lo llama un
menguado fanático, gobernador de Maracaibo, Juan Anto. Gómez.
A aprender a ginetear:
Montéme en un burro muerto, La muerte de Sabin.
Y no me pudo tumbar.
ì qué miedo de sus pasiones; iqué batallar con ellas como con tigres! subterráneo, encendido algún mnterial de azufre en el seno de la tierra; o
;qué sentirse nial segura en la victoria! iqué brillantez y fuego en el en la misma ciudad de Sta. Fe, o allí cerca, empezó a rarefacerse el aire,
cambclte!---;qulc- del-aneo de amores, sin puerto ni reposo! icómo está y rarefactó a moverse, y en este movimiento, se causó y de él se originó
).a, aderezadn CC,n todos sus arreos. para entrarse por la morada del Señor! aquel ruido en los meatos o concavidades de la tierra” (grósero y poderoso
Desen:barazo. ;ilsundancla, fervor 1 fuego y fuerza de este género son artificio, que lleva al padre a construir, como las entrañas del cicla, las
t10s ;ie ?‘*.resa de Jr-US: mas? asi corno sucede que un espíritu inferior que entrañas de la tierra a su semejanza) ; “pues no encontrando las venas
se JK~;J de las csbras de otro superior, copia a &te desmayadamente en por donde avenarse, hacía esfuerzo para buscarlas y hallar su salida: 1
IC visik,le. sin acertar con la causa interna de la iengua maravillosa que como empezó aquí así la rarefacción, como el movimiento no tuvo bastante
SI: anlor o dolor hablan,-así acontece que cuando se ponen en contacto fuerza pa. romper, ni aun pa. mover la tierra en Santa Fe, y engruesado
dos e:iJiritus de semejante naturaleza y poderío, se aumentan con unirse ya, y rarefactó mucho más aire en Lima, Callao, y otros circunvecinos
y se sienten fuertes siptiéndose entendidos, y se avigora con esta pura lugares, ailí reventó el estrago, que se concibió en las entrañas de la
smistad de la inteligencia y con este coloquio con el ser idéntico, las tierra de Santa Fe: y pa. esta concepción fue necesario el fuego, que
fw!rn~ que, por miedo de parecer mal o de andar solas, no se hubieran siendo con casualidad, moría de azufre encendida, exhaló por los poros,
a!rwido tal vez sin aquel estimulo a sacarse 3 luz con todo su lucimiento y se dio a percibir por los sentidos.“- Esto es discurriendo filosóficamente,
irl 8S¿alkt.- -Y esto pasó a la madre con Teresa.-Que en cuanto a imitación y en lo natural.
cj tratlcc.Sin no hay obra de ellas que valga a no tener el traductor o
Ifi;itr?dor fuerzas del mismo género y alcance que el que creó lo que él En 1741, Gumilla (José) jesuita español, q. como Cassaní, explotó
;:11itEL_- mucho los trabajos del Padre Rivero, publicó en JIadrid:
“El Orinoco ilustrado, historia natural, civil y geográfica de este gran
I7eí Padre Juan Rivero, jesuita tuledano, queda la Historia de las río y de sus caudalosas vertientes: gobierno, usos y costumbres de los
Y;~io:!es de los llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta, manuscrita, indios sus habitantes, con nuevas y útiles noticias de Animales, Frutos,
r;l UI: ~10 ejemplar, en la biblioteca de Bogotá.-La escribió en 1728. Aceites, Recinas, Yerbas y Raíces medicinales.“--Eu 1795, se hizo otra
edición.
r-1 Padre José Cassani, italiano, publicó en 1741 la Historia de las
.:fi’c,<>!rFS de los Jesuitas en el Nuevo Reino. Era dado a ciencias, y en En 1767, en la noche de San Ignacio, fueron expulsados los jesuitas,
:;li;,q, pa. su época, profundo. Y dado a lo real, y no muy pagado de que labraban 63 grandes predios, y explotaban la mina de diamantes de
:::i!agros. Su estilo es macizo, vigoroso y claro y de ningún modo des- Tena, que quedó cegada, y sólo en plata labrada dejaron $90.000,
dcaable. La nota saliente en él es su tendencia a lo físico.-“Yo quiero “avaluada la onza española a peso”.-“Hincaos y besad la &duIa”, dijo
pensar-dice,- de aquel ruido de 1687, que fue tenido a milagro y aviso el Virrey Messía de la Cerda, conde de la Vega de Armijo, al superior:-
d<: ì)ios pa. juntar a sus f ie 1es, y darles idea de la necesidad de la “iSólo a Dios. 1” dijo éste.-
~iltud per la proximidad de la muerte, haciendo con el espanto lo que
<‘on cl amor no podía hacer, y que era celebrado luego en iglesias y D. Antonio Julián, jesuita expulso, airado contra las falsas especies
.*í,nw~:tr>s como sagrado día, día que ha dado lugar a aquel reparo que corrían a propósito de América en las obras de Chinsole, la blarti-
2.)~ ~~‘!“JlO : eso e; del tiempo del ruido, que no fue otro que el terremoto nière, Colrti é Gazzestiere Americano,-escribió una flista. Geoprxfia
& L:ii!a t*n aquel año. Yo quiero pensar que como el terremoto es aire del Magdalena. q. no se conoce, e imprimió “La Perla de Amkica,
oprimido en la tierra, que busca puerta o boca para salir a su esfera” provincia de Sbnta Marta, reconocida, observada y expuesta en dixuwos
reztupends imaginación, que trueca a la tierra en poco menos que en históricos por el sacerdote D. Antonio JuliSn”. Vivía prendado t!e la
;&mago de hombrp) “y como la opresi8n del aire se hace por su rare- lengua guajira que estimaba como la más sonora: clara, breve y tersa
facción, y la rarefacción se causa con el calor que produce el fuego de las que había oído en América. Se pronuncia naturalmente;-“no
204 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
exige inflexiones raras de labios, y aberturas, ni contracciones de nariz:” volvieron en breve a quedar como se estaban”.-Parece haber en Moreno,
abunda en vocales: suspalabras son de pocas sílabas. ya en 1760, un pujante y desembarazado enciclopedista. Fue como un
Varela.-
Bella fue, como obra de imprenta, la “Hista. del Cristo Paciente” “Son propensos a la herejía”-dice de los colonos el Arzobispo
trad. del lat, al cast. por el Dr. D. JoseLuis de Aznola y Lozano, e impreso Compañón, aunque inteligentes y dados al estudio.-Es decir jalmas
en la Impta. Real de D. Anto. Espinosade los Monteros.-Y dice Vergara libres! iinstinto fiero!-ipropio genio! itierra propia!
q. a los jesuitas, a Espinosa, a D. Manuel del Socorro Rodríguez y a D. Pero Moreno abrió brecha. En 1791, Pedro Plata, con alabanza del
Anto. Nariño se deben los adelantos de la imprenta bogotana. periódico oficial, que era el de Rodríguez, y el cual sosteníay protegía el
Virrey Ezpeleta, sostuvo unas conclusiones en castellano: y Rodz. dijo:
El Virrey Ezpeleta estableció escuelaspopulares en los barrios de “Tuvimos el gusto de ver un, certamen literario digno de la Filosofía,
Bogotá. porque en él triunfó la razón de las pesadascadenasdel peripato. Lució
-- la sabiduría en su verdadero aspecto, porque faltaron las vanas sutilezas
de la Metafísica, esos juegos del entendimiento que han condenado a
Mucho disputaron los frailes dominicos con Mutis, “sobre si el Sol cárcel perpetua la verdad.” Papel periódico, No. 32.-iEstudiaron 10s
andaba o no”.- latinos en griego? decía Rodz.-pues ipor qué han de estudiar los
castellanosen latín?-Hubo grandes conversiones de ergotistas en neofiló-
Ecléctico y desembarazado,y no apegado a escuelas,sino temeroso sofos, como el Sr. Joaquín Camacho, de claro talento y fe vehemente.ó4
de las trabas que ellas ponen, y dejan disputas que de ellas nacen, aparece
en sus obras numerosasy sobre todo en su famoso Plan de Estudios. D. En 1792, 15 de Eno., por cédula, Carlos v fundó un Colegio de Noble8
Feo. Anto. Moreno, abogado y teólogo: “Bien conocida es ya la inutilidad Americanos en la ciudad de Granada “bajo la inmediata inspección de
de ias cuestionesinterminables y reflejas que con el nombre de teología Su Majestad”:-no se llevó a efecto.
se han enseñadoen las escuelas.“-“Por 63, dice Vergara, aunque alaba
mucho aquellos tpos. el estudio del Dro. Canónico, pero un estudio De los dominicos, y del ergo con ellos, fue el dominio de la educación
desordenado,absorbía todo el tpo., que se destinaba pa. la jurisprudencia, en N. Granada.
y el Dro. Civil era admirado como cosa accesoria.” Reforma cta. puede
este Moreno. En otra parte dice: “manteniendo la filosofía de los siglos Ezpeleta 6tr a teatros, a escuelas,a libraciones; Compañón protestaba
anteriores, se imposibilita a los jóvenes pa. cultivar su entendimiento”.- airado y restringía.-
“Debe el maestro proceder por preceptos claros y metódicos, absteniéndose
del mal método introducido en n/ escuelas,en q. se acostumbra disputar Hay una reseña histórica del Teatro de Bogotá, escrita por Juan
sobre todas las materias con cavilaciones y sofisterías inútiles.“-“Que Feo. Ortiz.-
los curas aprendan agricultura y mineria.“-“Nada tiene de Física lo Dábanseal principio comedia& como en la entrada del Virrey Amar,
q. hasta aquí se ha enseñadoen las escuelascon ese nombre. Sin tratar de Guillén de Castro, o de Lope, Calderón y Comella, y una que otra
de los fenomenosnaturales, único objeto de esta ciencia, se han ventilado loa, como cl canto del FucAa del Dr. García Tejada.
cuestionesabstractas.“-Y se nombró, en mérito de esto, Director Real de
Estudios a Moreno; “pero las mejoras introducidas por el autor del Plan Nariño, que tenía en su casa muchos libros prohibidos del Siglo 18,
no hallaron apoyo en la Corte, y la juventud no pudo aprovecharse sino reunía gran número de gentes.
por muy poco tpo. de las ventajas que ellas le prometían. Las cosaa
54 Hay una frace ininteligible.
53 Palabras ininteligibles. 65 Palabra ininteligible.
CUADEnNO
No 7 207
206 MARTÍ / CUADLWOS DE APUKTES
en la vida, se aprovecha menosagua de la que se pierde.-Así en la vida-
Dor José Caro, habanero, residente en París, trató allá con Nariño
no se recibe en pago de la durisima tarea más que tres panes al día-
sobre independencia de la N. Granada.
Y, como merced de difícil logro, un poco de trigo y aceite de Kiki cada
año.-
Mi barquisimetano tiene el labio inferior como el indio botocudo.K0
C’astnrm dolo&-(el campo de la pana) célebre paisaje de Joussin.
Aucell, en catalán-pájaro.
Sobre la tumba objeto del dolor de la zagala, léese: Yo tambün fui a
Angel, en italiano-pájaro.
A rcadzü.
Las voluptuosas esfinges del Serapeum.-Recuerdo a Chacmool:-es
Ohnberger, pintor suizo, discípulo de Comelius, de Roma. Algo de
el paso de la escultura de la esfinge, a la sentada, a la en pie.-Posición
la pintura de Lebrun: columnillas, lagos regios, complicados accidentes,
que recuerda el origen. Tono general, que da aun en el contorno del
numerosos paisajes.-Ha hecho L eda, que está en Rusia, y Lecho de
hombre, el esfingeo contorno. Muerte, soberana fantasía, salvo recargo de accidentes,en que un cadáver
a la orilla de espléndida laguna, en noche augusta, coronado de rosas
Libro riquísimo en datos nuevos: “El Egipto en imagen y en palabra”, sobre su ataúd expuesto al aire, y rodeado de gentes, se exhibe ante dos
por Jorge Ebers.- templos: el de la .Naturaleza y el de Cristo, cuyo altar majestuoso, de
colosalesnronorciones, sirve como de destechadotrono a la muerta. Y
El Serapeum, templo magnífico del Dios Serapis, en Alejandría. allá, sobre un pilar de la baranda no interrumpida-cortando el lago,
álzaseuna Iámpara, cuyo humo y luz se elevan sobre los montesy sombras
El Egipto pueblo agricultor, que vive de la labor del agua y de los ciel paisaje.-
bueyes, hace Dios al Nilo y al toro (apis) Hapí-Osiris Apis Osar-Hapi.
De allá vienen en Serapis y los serapeum griegos.- Eso es lo verda- En la ciudad de los muertos de Memphis había s/ Estrabon, un templo
dero:-“¡ transubstanciación de las almas hasta su completa unión con de Serapis.-Hoy se ha hallado.
el espíritu del mundo!“-“La presidía, entre los egipcios, el dios Sakari. El bravo Phalarismw del asendereadoUlrico de Hutten (1500) contra
Ulrico de Wurtemberg, que mató a su primo Juan de Hutten-El Pha-
Como junto al templo soberbio de Apis, arrimábanse-lunares de larismzu (plática de tiranos) fue coronado por Maximiliano. Y entoaced,
belleza-las míseras celdas de fango del Nilo y adobe en que vivieron laureado, lo agasajó su familia, que lo había desdeñadoantes del lauro.-
los-(no primeros monjes, como Ebers afirma-i y los de India?)- Elocuente, batallador, culto, escribiendo a la par sus versos bravos con
monjes egipcios.- la punta de la pluma y la punta de la espada--su personalidad conspicua
recuerda la de Salvatore Rosa.-
Como los brahmanes en las selvas,-luchaban los servidores de Osiris
por la íntima purificación al servicio de Serapis.-iEsa lucha no es En las arquivoltas de puertas y ventanas góticas, la hoja de col rizada,
meritoria!- Se ha de vencer a la vida-iviviendo 1-- berza, cardo espinoso.-
De las 2 flores de lis icuál es la más bella en copia-la natural ar
Las Danaides se hallan en aquellas gemelasThanes y Tans, que desde o la decorativa, idealizada por el hombre?
el Nilo llevaban en cántaros horadados el agua. necesaria a las 360
libaciones que se hacían delante del altar de Serapis diariamente.-Así Gabriel Max-que lo pinta todo: Luz-El último adiós de Ia joven
cristiana-como si hubiera vivido, en circos p cuevas, por Ios añoa
56 A continuación hay varias frases escritas a lápiz, completamente borrosas e
ininteligibles. Le siguen luego, en letra muy clara, las dos composiciones del poeta 67 Hay un pequeño dibujo de una flor de lia.
italiano Carducci, tituladas Odi Barbore Y Su 1’Adda.-
208 MARTf / CUADERNOS DE APUNTES CUADERSO No 7 209
primeros,-loa 5 siglos puros-del cristianismo-ha hecho de una poesía Me hablaba Eloy Escobar de Sotillo, aquel valiente coronel de la
de Chamisso,muy conocida en Alemania, un cuadro de igual mérito y Independencia y luego infatigable e invencible monaguero,-y me decia
tono a los demás suyos.-El león ha matado a la joven de quien vivía de él que era “negro como el humo de la pelea y bárbaro como un toro
como novio, antes que cedérsela al hombre destinado a ser su esposo.- cerril” .-Y me lo pintaba, como aire de huracán en hora de reposo,
Ricaurte-Decio Mus-Curcio-Arnaldo de Winkelried-Zi.’ :iI, que bordeando, con paso grave y con mirada igual a la del toro móvil J
por una brecha alzó una escala, y llegó oculto, a su remate con la espada pujante, dispuestosiempre a la pelea,-1 as calles anchasy las vías amenas
escondida, y solo-gritó sobre el muro a los suyos: i Alá Akbar!- de Caracas, rodeado de sus garrosíes-llaneros a caballo, pintorescos,-
Huyeron los sitiados, que se creyeron asaltados por muchos hombres. y del pueblo curioso, ávido de oír su palabra ruda. Mas si no llevaba lanza,
Babilonia fue de loa árabes.- la pedía-porque él no sabía decir palabra,-sino con la lanza apayada
en la cuja, y movida por su fuerte mano en torno al pecho recio.68
iLas palomas guardarán la casa! Como aquel Amir árabe, que, luego
de vencer, no quiso, al abandonar su campamento, echar abajo su tienda, “Carducci é un pagano legítimo comme il Goethe.”
su fostad, porque en eu cima habían anidado dos palomrs.-Y al volver, Carlo di Thaler
halló intacta la tienda-y fundó, sobre el viejo Cairo, a Fostud fastuosi-
“Díe Gegenwart”.-Berlín
sima:-Año 638, El Misr o Masr de los Egipcios,-también í(ahira,
Cairo: hoy arrabal del Cairo nuevo.
La estatua de Ramsés,echada en un pantano, en medio de un bosque
de palmeras, al lado de la cual pasan indiferentes los hombres de hoy,
Tu amor refresca mi alma como aquella fuente de agua dulce que
ignorantes de lo que fue Memphis.
corre al pie del sicomoro viejo, sucesorde aquel que vino abajo en 1636,
y a cuya sombra es fama que, ya cerca de lo que hoy es Cairo, descansaron S.Agustin no podía leer sin llorar el libro 49 de la Eneida.
María y los suyos en su fuga a Eimto.
Estudios próximos.-
iQué tradición tan bella aquella que supone que lavando María los
pañales del niño en la fuente, de una gota de agua que cayó al sue:., La Humboltiana.
nació la que allí se vio-mata de bálsamo. Madrigal religioso. Guimaraes.
Carducci.
Eres para mí como esas aguas de cuya salud se nutre el bálsamo -La casa de Calcaño.-
-(que hacen crecer el bálsamo)-tradición del Jordán :-botánica
aemitica. Grandes memoristas:
Magliabecchi-bibliotecario de Cosme III.
;Qué hueca explicación por comparación ¿ ‘-9 milagros cristianos,- Avicena-
por los milagros de América-y de aquella mitologia por ésta!- Cineas, embajador de Pirro.
Anucuodinu: atribúyese la virtud de restituir la memoria.
En el sicomoro de Matarpe, es fama que en un hueco se escondió con
Jesúsla Virgen perseguida; y que una araña los cubrió con su tela. Al pie de la estatua de Camoena,en su plaza, en Lisboa, vénse rodeando
el pedestala aquellos gloriosos poetas y prosistas muertos:
Ayer, hoy y mañana, libro curioso de antaño. Flores. Estudio de cosas
y trajes y tipos de majos. 68 A continuación estti la composicih Rime Nuowe, de Carducci: unos wrsos
de Theo. Gautier; y unos comentarios, en italiano, de Albcrrn Afario, sobre Ia
composición Odi Barbare, de Carducci.
210 MARTi / CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO Np 7 211
Fernando López, Pedro Nunes, Azurara, Barros, Castanheda, Monsinho Tienen razón esos cánticos, esos actos extraordinarios:-sa palabra
de Quevedo, Corte Real y Sa. de Meneses. de veneración al gran hombre enclavado. A lava, dique. Frente al eterno
vicio, la virtud debe levantar, para no ser arrebatada en la corriente,
En Lisboa, el cementerio principal es llamado Placeres. monumentos eternos.
Para la comedia nacional, úsase en Lisboa el teatro de Sta María;
para el drama, el del Príncipe Real. La prosa tiene alas de hierro, y tarda en venir. La poesia tiene alas
de mariposa, y viene pronto.-
Todos los hombres tienen el deber que los antiguos magos se habían -Por eso perece, porque se quema a toda luz.-
impuesto, y que los libros de alta magia representan con la letra hebrea -No-porque, mariposa eterna, va en busca de la luz eterna, lno
res&:--Domar el amor y el odio. ha llegado todavía!
IY la poesía valerosa avanza, arrastrando, arrastrando sus alas!
Y apenas hay una imagen más completa de las capacidades del hombre
que aquella que de si propios hacían los magos en un manuscrito hebreo iPor qué en vez de diluir las ideas en largos artículos, no han de
del Siglo 16:-“Reina con todo el cielo y se hace servir por todo el sintetizarse, a modo de odas, en prosa, cuando son ideas madres-en
infierno”.-D orna el amor terrible,-el odio doma. IDoma el amor y el párrafos cortos, sólidos y brillantes?
odio torvo doma!
La prosa que llega más aprisa, es la prosa poética.-Se lee de los
Federico Müller observa que no hay entre los objetos de América y prosistas, no lo propio, para expresar lo cual la belleza de la prosa es
de Asia aquella identidad, o semejanza al menos, que en las industrias escasa c impotente ,-sino aquello en que reflejan los grandes trances de
usuales, y adaptación a la vida de plantas materiales y animales-hubiera la historia de los hombres o de la naturaleza. A Plinio, a Cicerón, a
existido a haber la relación íntima supuesta. Suetonio, a Marcial, a Juvenal, a Persia.-¿Qué de las pesquisiciones
históricas, qué de los paseos retóricos,-qué de las lides del atrio y del
Lenormant y otros asiriólogos, la tradición hebraica del diluvio es foro?-Los versos de Horacio.
anterior lo menos 12 siglos a la redacción del Génesis.
Discurso,-en sentido de discurrir, no de hablar.-
Los escandinavos usaban en tiempos antiguos barcos de cuero. Sobre la religión.-
Sobre el dolor.-
He aquí que antes de conocer la teoría de Apassiz, yo pensaba, como Sobre la poesía en nuestro tiempo.
él piensa, que las razas americanas son autóctonas.-Pues la tierra-en
condiciones geológicas iguales-si pudo producir en unos lugares el De su cabello, atado en simple ruedo sobre la nuca: una flor negra.-
hombre-ipor qué no pudo producirlo en otros?-Que los pueblos ame-
ricanos presenten afinidades con los pueblos de Occidente--no quiere “Fearless virtue bringeth boundless gain.“--
decir que de allá vengan.-Que se acerquen los vasos de la cerámica
de México a los etruscos, y se halle sobre una inscripción maya una “De tous ces baladins qui dansent sur la phrase.”
cabeza de elefante--prueba, a lo sumo, comercio entre las dos tierras, sin Bailier.-
que sea menester acudir a directa filiación entre las razas de un continente Bolivar venía triunfante, y dijo que él era la oliva de la paz.-Para
y las de otro para explicarlo. Pues ino afirma Le Plongeon, que ha serlo-se le dijo con tanto ingenio como injusticia,-os falta el principio
visto en las murallas de Uxmal negros tripulando barcos?-Y ino tengo y el fin.-
yo la copia de un busto, relieve en piedra, de guerrero barbudo?
212 MARTi / CUADER-iOS DE APUNTES
El Mago del Norte, el famoso y sombrío hebraísta Hammann, que, Proyectad en e! gabinete del físico el espectro solar: multitud de rayas
luego de su tormentosa juventud, escribió en aquella lengua incompren- negras lll:ntan las línc?s
‘ coloridas. P.royectad los espectros del hierro,
sible pa. su época, porque tenía la troncal sencillez de la lengua hebrea. del sodio, del ca!cio, de otras sustancias,y vereis que en aquellas aparecen
Y en esta lengua se echó a buscar la unidad absoluta, y el punto donde rayas coloridas que corresponden a las rayas negras del espectro solar.
se reúnen la materia y el espíritu. Voló altísimamente, y quedó solo.-El Ecto qaicre decir que cm la atmósfera del Sol se queman hierro, sodio,
maestro de Herder, Richter en su Estética, dijo de él: “El gran H. es un calcio y otras sustancias.
cielo profundo, poblado de estrellas brillantes”.
Ver la carta que Aurrecoechea escribió a su padre desdela capilla.
Klopstock canta en la Mesiada la emancipación de la especiehumana,
y la de Alemania en su tragedia Herrman. En los Bardites, el antiguo
+Allez au Locvrc; peignez pendant un an desfigures de Paul Veronése,
valor germano.
la secondeannéepeignez l’dntiope du Corrége; la troisiéme ann6e,peígnez
“Baronne A. de Carlowitz.” sous i’inspiration de L. de Vinci. Aprés quoi vous serez un peíntre”.-
Esto hace decir A. Houss a Delacroix en Mlle. de Beaupréau.
Richter comparó a Herder a un istmo florido entre la Grecia y el
Oriente. Con Klopstock-Gleim, 2o- y Herder, So.-Escuela romántica. “Il n’étaít pas assez physionomiste pour voir le pied d’une femme
sansle regarder.”
-Obras de Herder:
Traité sur Ossian. ?rTosabía yo que Mozart hubiese estado enamorado de Sofía Arnould.
Chants des anciens peuples.
Forêts critiques. Decía Bernabé Díaz que él no había WJ
Fragments sur la nouvelle litterature allemande.- para hablar sobre todo,-de leer más libros que aquellos que sabía de
Sur I’art en Allemagne. memoria.-
Idées sur la philosophie de l’histoire de l’humanité.-1784. Dice. de Filosofía de Voltaire,
El Instructor;
La mariposa azul es la vestal del aire.-(A. Rojas).-Busca las flores La Colmena.
azules.- Dista. de In Revn. Francesa por Thiers.-
El papilio saphyro-la bellísima mariposa de la tierra colombiana. Succclió a poco que afligido mi espíritu por dolores más graves que
los que corrientemente lo aquejan,-y como extinguida temporalmente
Y como el mirlo azul a la llama que le finge el Sol, el alma se despierta aqueila luz de esperanza a la que yo había escrito los primeros versos.
y se entrega entera, a todo afecto que le parece ser aquel extraordinario iss itlcas v.;bre mi hijo salían de mis iirbios en versoa graves, de otro
amor que ansía.
:..I ?n:dLrns ir:intclisihlc3.
CUADERNO NQ 7 215
214 MARTí / CL.QDERSOS DE APUNTES
Pintor contemporáneo portugubs: Miguel Angel Lupi, dibujar:te exce- ;Cómo no han de ser hlü!ler y- Heine amigos de Herder?-E impri-
lente, pintor de historia y de paisaje. r!iir;on sus obras.
Guiomar Torrezao, castiza escritora, l-enérolo espíritu, notable dama
portuguesa. ;Oh! si sobre la tumba de todos los hombres pudieran grabarse
nqcel!ns paiabras que el duque de Weimar hizo’ grabar sobre la tumba
El rey de Portugal es traductor de Shakespeare. Instrumentos (Ie Herder: Luz, Amor, Verdad.
árabes.-ss
Esa calme plat Tpe un alemán decía que rodeaba spre. al ecuador
Berta Sieck, autora de un bello cuadro en que Julia Capuleto espera vivificante.
a Romeo,caidas las ropas f!otantes de los hermososhombros,---probandose
como maquinalmente una sortija que saca de la caja de joyas entreabierta 1Qué modo tan conmovedor y tan sincero,-centelleante como luz de
que brilla en la mesa, al lado de un jarrón de ílores iabiertas!---y unn estrella,-el de Jean Paul Richter!-
viola, lánguidamente sentada ella, junto al balcón ancho.-
Berta Sieck estudió en Munich con Max Adamo y Liezen hiayer. “In magnis voluisse sat est.“- ( ?)
--
Moyse, lorenés, pintor de los hebreos. Lo estiman los artistas. Ha
“Dans les cas où je ne pouvais être ,de leur avis, j’ai eté du mi&‘--
pintado Circuncisión, Asamblea de rabinos, Lectura en la Sinagoga.
___- Hcrder, Prólogo a su Hísta. de la poesía hebrea.
Ut pictura poe&-Hor.-
--- Dialoguistas: Platón.
“Porque es necesario que ese hijo mío, sobre todas las cosas de la Shaftesbury
tierra, y a par de las del cielo, y lsobre las del cielo!, amado;-ese hijo Diderot.
mío a quien no hemos de llamar José sino Ismael-no sufra lo que yc Lessing.
he sufrido.“- (Pa. Ismaelillo).
Para mí, “Capítulo de Historia”-magno éxito concederá a éstos la
-1Qué me ha costado en este mes larguísimo domar mis impacien- fortuna: más alteza, más amor a la tierra, más puro celo por su bien
cias!-1Pero no cuelga la naranja de oro de la rama verde--sin que antes -no.-Bien sé que los que trabajan para el porvenir .son siempre, sin
haya estado un buen espacio la semilla escondida debajo de la tierra!- variación y excepción alguna, censurados, perseguidos y acusados de
visionarios en el presente.-
-Por sobre el cielo.
Gérome dibuja con un alambre. Lo imitó Vereschagin.
“El deísmo puro, que tiene la moral por revelación y el honor por _--
cu!to.“- El creacionismo:-frase aquélla de la baronesa de Carlowitz en
Aquella noble mezcla de acción conmovedora y fuerza cómica de los
su estudio sobre Herder.
Captur, de Plauto.-
CE En el cuaderno,muy bien dibujados por Martt, hay dos instrumentoe De las letras y el hogar caballero.-
mu&ales Grabes.
CUADERNO ti 7 219
218 MARTí / CC.iDERSOS DE APC'hTES
iNunca coqueteas, como los que se entretienen en lim.ar versos:-tú Canto al mediodia: quietud abrasante.-Las hojas desmayadasal beso
mismo, Carducci, coqueteas en Congedo; esto no está bien en ti, cantor de del Sol.-
Addua !
Para la poesía:
Armonía-no artificio.
Y suelo, en noche oscura,
Dejando la callada
Alcoba, irme con ánima insegura “Una imaginación viva y un corazón sensible prometen una vida
A sentar a la margen reposada borrascosa a quienes están dotados de semejantes prendas”-Carlota
De la mansa cañada.--- Corday, en au carta a Barbaroux.
Tus trenzas, por mis manos, las ajadas ;Oh! el dolor-cómo demacra.
Carnes tender entre mis brazos fieles.-
“La vertu de Rosine” y “Le Repenti de Marion” me han reconciliado
con Arséne Houssaye.-Y aquellos elegantessonetosdel artista. Y sobre
Hijo mío, cuando leas esos libros, hinchados, como miembro enfermo, todo, “Le 41 fauteuil”.
de plañidos;-ten lástima a sus autor%; pero desdéñalos. De eunucos,
no de hombres, son esos libros.-La vida tiene sus eunucos. Studium cum divite vena.
--
iEunucos, Boabdilejos!- Fuge-Látet anguis sut herba.
La vida tiene eunucos:
Los tiene el plectro.
“On recontre une foule d’individus qui s’acharnent B ajouter un mui~
cdrrectif aux élogeaque leur impose la reputation d’un hotie heureuse-
63 Palahas ininteligibles.
220 JIARTí / CU.'ADERSOS DE APUSTES CU.UIERNO .,? 7 221
ment doué, et ceux-l:t trouvent tojours mayen de d&ouvrir ce mais del peri=*
--miento, vía suya, órgano suyo, traje suyo. hlas no es eso lo
quelque part, quand même il n’existerait que dans leur prope imagi- que ha venido la rima siendo hasta ahora, ahogada túnica de Xcsso.-
nation.” (” del pensamiento desvestido).
Hoffman-“Bonheur Au Jeu”. Al calor de mi amor iqué variedad de formas torna este hijo mío! A
su belleza natural icuánto no añade la enamorada fantasía!-Ni una sola
En cuanto a antigüedades. de las imágenesde este pequeño libro ha dejado de ser vista por miy
Hay cosascuriosas-icuántas veces se toma una metáfora de poeta en ojos, con sus formas, proporciones y esto antes de venir en forma de
su sentido estricto, por un ser vivo!-Por ejemplo-juzgado luego-mi versos a los labios.-Y cuando la imagen se ha desvanecido, allí he escrito
Rey Amarillo.-Entonces dirían los anticuarios: “Adoraban los hombrea el último verso donde se desvanecía, extinguido el fuego, la impresión.-
en aquel tiempo a un rey amarillo”.- Deslealtad de poeta, villanía de padre hubiera sido lo contrario.-Por eso
amo este libro: porque esepequeñuelosuelto entre suspáginas, ora triste,
Aquella Bastilla, coronada de nubes negras, besada por aguas turbias, ora risueño, ora travieso, esa sencilla criatura, a quien yo hago, con la
cercada de murallas roídas, hecha como para encarcelar---m&- que el potencia de mi amor, rey mío, mago mío, caballero mío,-ha pasado
cuerpo de los hombrea-el espíritu humano:-iSombría y maravillosa realmente ante mis ojos, alado, relampagueante, bullicioso, como yo lo
construcción!-Nunca hubo analogía mayor entre el edificio y su destino. pinto.-Si he visto a un niño bello, cubierto apenaspor ligerísima camisa,
sentado en alto poyo, batiendo al aire sus dos piea rosados-me he dicho:
Unos, quieren a las letras como a sus esposas; otros, como a 6us así, como eseniño a los que de abajo le ven, se asomaEl a mi alma-y he
queridaa;-otros, como a hijas. Es el amor menos brillante, pero el más escrito “Mago” .-Si lo imaginaba rey en un trono, húmedo y fluido como
útil y puro. un trono q. reluciere para Galatea, y a su presencia, como homenaje a
mi monarca y dueño le llevaba, a modo de cazador su jauría, mis pasiones
Aquel Méry-tan abundante en frases felices. Llama a la Luna-astro embridadas-esta idea de reyecía, aleteando sobre mi alma enamorada,
estúpido.-Mofándose de las Comisiones de las Academias, dice: “Le -hacía nacer esasencillez que acaba gravemente, porque así van gravedad
Secrétaire seul se rassemblait tous les Jeudis.“--(‘RUiner su kirie”:- y sencillez aparejadas en mi alma,-Rey amarillo.
gastar aún despuésde no tener nada.
Cada hombre, si mira atentamente, construye el mundo. Se explica
“Le ThéAtre de Salon”- comedias de Mérey-entre ellas “L los mitos eternos. Los produce él mismo, en igual o semejanteforma.
coquétte” y Aprés deux ans”.-
“Recreacionesfisicas”-libro instructivo y recreativo de G. Tissaudíer.
Aquel modo de hacer versos realmente poéticos, con la llaneza: y
construcción diyecta de la prosa:-no atormentando la frase por aseme- Yo rezo siempre la oración del árabe: Señor, hazme ir por el camino
jarla a la latina.-ni G4como órgano enfermo.-Así RIéry. recto.-
;I\Ii oLjeto?-no se me calumnie, diciendo que quiero imitar nada “The General has learned the Beecher tríck. When a man puts out
ajeno: mi oLjcto es desembarazar del lenguaje inútil la poesía: hacerla his hand he graspsit before the man has a chance to squeeze.-This saves
duradera, haciéndola sincera, haci6ndola vigorosa, haciéndola sobria; no him many a pa:‘n, and makes the man happy besides.“.-
dejando más hojas que las necesariaspara hacer brillar la flor. No em- --
plear palabra en los re;sos que no tenga en sí propia real e inexcusable iQué arrogante obra puede hacerse, echando a andal juntos por la
importancia.-Denunciar el vulgar culto a la rima, y hacer a &ta esclava vida a tres seresque sobre ella piensendistintamente,-el uno, dado como
Que l’heure de l’amour d’une autre soit suivie Los Códices virgilianos más antigus son:
Savourez le regard qui vient de la beauté: El Augusteo-260 versos de las Geórgicas-trib., al Siglo 2o-Un
Etre seul-c’est la mort ! Etre deux, c’est la‘vie! retaso en la bib. Vaticana.-Otro en la de Berlin.
L’ amour, c’est l’immortalité.-
El Mediceo. Siglo IV.-Bib. Palatina-Cap. de Mer.
FO .4 continuaciún hay una página con notas de Martí acerca de las distintas El Vaticano-o Antiquisem Virgiliano codicis fragmenta et picturae.-
interoretaciones cluirománticas sobre los dedos Y “montes” de la mano. En la
página siguiente ht~ un dibujo, de su mano, y dé las líneas de ella, hecho por él Bih. Vaticana.-
mismo. V&av el loro “Facetas de Martí”, por Gonzalo de Quesada y Miranda,
La Habana, 1939, págs. 83-92. 0’ Palabra ininteligible.
22-l MARTi / CV.ADERSOS DE APUNTES
Heme? publicador de Virgilio, 41 edición revisada por Wagner.- Tal vez conoció Bello la OJa a la Vegetación de Reinoso: Este heredero
de Rioja, que con Lista. volvió a la excelsitud de antaño la decaida escuela
sevillana.
Enrique de Villena y Juan de Nena, más que tradujeron. parafrasearon
a Virgilio.-
La Academia.
Traductores.
De 8 a lo---dos clasescada noche.
Aníbal Caro-muy célebre.-
Xlfieri-de la Eneida. Los Cl&icos.-
Arici-Eglogas y Geórgicas-
Leonel da Costa. Eglogas y Geórgicas-verso suelto-Portugal.-
Manl. Odorico Mendes.-“Virgilio Brazileiro”.- Lilcrntnra universal.
Warton
Inglaterra.
Dryden Cmversaciones americanas-(todo lo que tienda a nuestro desenvole
Vos+--Álemania. vimiento)
Delille-La Eneida en verso. Conversaciones europeas.-
Bartbe!emy y hléry-después de !u de Caro.
Hay una clase de poesía que sale, como un río de sangre, del alma
Asperrima,-coxno dice Virgilio-bravisirna.- atormentada, y rompe por entre pefiascos en su espantada fuga, y no
abre sus ondas sino para dejar paso a clamores, y flamea al sol, que
Truth for authority-not authority for trut!!.- la acaricia imperturbable, con viva llama roja, y se mueve lentamente-
como un agonizante.-Y hay otra que parece lira blanda, de cuerdas
Lucretia Mott. sonantísimas,-en cuyos flexibles alambrea hallan acordes fuertes todos
10s vientos-los nivosos: como los alisios,-de la vida. iVaso de perfume;
Libro por comprar:- -no, para abrasante agua, cauce de piedrasl-
“Alodern Thinkers”-by Van Buren Denslow-Ll. D.-Sketches of
eminents philosophers.
PArrafo memorable y aplicable, éste del discurso de Fermín de Ia
No recibas dones-porque un don ciega los ojos del sabio-y pervierte Puente a Apezechea, sobre poetas andaluces, en su recepción en la
las palabras del’recto-Aloisés. Academia:-
“¿Qué ha de hacer- decía al hablar de Lucano,-y de su afán de
Combate el mal como combatirías una enfermedad de tu cuerpo.--De ser original, y de la falta de tipo en la Farsalìa,-qué ha de hacer la
los chinos.- Literatura sin la religión que la inspira, sin la humanidad que se refleje
en sus obras, y las juzgue y las sancione? Describir-lo único que ve, lo
Los romanos, al entrar con C&ar en Roma: único que !e queda, el mundo material. De aquí es que en esta época
Urbani, servate uxores, coechum cnlvum adducimus. de decadencia, que por dichas causas es superior a todas, como que no
la han traído los hombres, sino que la ha dispuesto la Providencia; no
Basiorum, de Juan Segundo, holandés, 1511.- habrá otra poesía que la descriptiva, puesto que las demás no pueden
existir.”
CPADEESO SQ í 227
226 M4RTí ,I CIJADERVOS DE hi’CZTES
COI-W,cn modo de pensar. repetimos, sin dar paso al propio ingenio, los
tipos antiguos,-0 a Iòsumo, los modernos que más señaladamentetalan
por entre e!!os, y los imitan. Como que tomamos sobre alas ajenas la
xedida Je nuestras alas. hs tiempos por venir, no verán, pues, los
xuestro?, puesto que se ajuntan mansamente a nquellos a que nos
amoldamIs.-Pues ipor qué se es grande en poesía, si no por traer a ella
contingente nuevo, y abrir vía nueva, y hallar lengua más alta, más
tierna, más terrible que las otras lenguas? No se es vistr, a distancia,
desdekjos, sino a condición de ser montaña.
iOh! iqué bochornosa esclavitud! iqui- voluntario y estéril servi. i Amor! No hay compañero
miento!-En metros, a que va: si no la idea entera, buena psrte de ella, Más lisonjero:
la parte de idea que va siempre en la forma aparejada;---en asuntos, cn
228 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
Y ríe y empuja.-
Pero a este amor traicionero
Lo he despedido, CUADERNO DE APUNTES -,’
Lo he visto a la luz clara
Y le he cQ 8
Y en sus inquietos ojos
A veces miro-
Negros, negros relámpagos,
Rayos rojizos;-
Yo tengo ahora
Otro niño, niño:-
“The Hepelian philosophy has won to its service many of the clearest
minde and most profound minds amon g our living philosophers, and a
thoughtful observer of our periodical litterature may trace the influente
or that schooi in the treatment of questions of history, science, art and
theology, which at first seem far removed from the metaphysics of
Hegel.“-“ The Spectator”-London-1880.-
71 Palabra ininteligible.
CUADERSO ?ìo 8 233
-32 MARTí / CL-ADERSOS DE APUNTES
y un reformador osado,-por m5s que en los pueblos nuevos todo pu&
osarse con menos riesgo y mayores probabilidades de fortuna que e:l l,,j
:\mt3lie Reus.-II’. I- t oire de la Litterature contemporaine an Italie.-
f-:!,.:rprntier et C. viejos.--conserva, sin embargo, el espíritu de su pueblo. El no ha bccho
II y a tlt~ ‘1‘11. Gautier-le Théo dc Ffaubert: une “llistoire du sus versos corriendo a través de los bosques, subiendo a una Luhardilia
Il<‘!lln!!tis~ne”. miserable, calent!mdose a la luz de libros viejos. Sus versos son tr,lrlquilos,
blandos. perfumados, como escritos en elegante cenador. o rico ,nahi.
El clhia, como Pico de la Mirandola-de omni re scibili et quihusdam
3liU.. nete:--algo de Tennyson. Hay en ellos comfort y riqueza. Es la literatura
de un pueblo próspero. Este p ue bl o no vive de pasiones interiores--sino
011 a publie W París un journal t,e Boudoir destiné à décrire amou- del choque y prn;rrc.-o de los elementos externos. Anda, crece. ríe, engorda:
ruge, humea! EQe pueljlo es un magnifico paisaje-el1 mediodía.
reu-t~ment la chambre ;ì coucher des actrices à la mode.
-2 Litterature de chcrrrinogre?
“H3z lo que dehas-suceda lo que quiera”.-Casa de Corgoña.
--
Jules Claretie qui 3 fait aussi-je croic-un drame sur Camille Des-
moulins;--a deroulé, d’ailleurs tristes, Iss journées fameuses de Ia Hay una 1’ida de Abraham Lincoln, publicada cn 1866--Appleton-
Re\-olution dans ces autres drames: por D. F. Sarmiento. Hay en el estilo una mezcla singular de sobriedad
Rnymond Lindey. chkica, de corrección castiza, y de impureza galicana.-Se ve el hombre
Lc beau Solignac hecho a grandes lecturas, y capaz de honrados pensamientos.
Les nluscadins-( Siglo 18) --
-Tiene V. el orgullo de la modestia.
-Cruel! Et tu disais que tu m’aimais? De “L’Ipbygénie en Tauride” -Es mejor que tener IR modestia del orgullo.-
-~tle Cluck et Pacini.-
Se da por base el amor un elemento que en el matrimonio no es capaz
Vino Mariani-hecho de coca, la planta confortante del Perú. de sostenerlo: la simpatía física. La rápida impresión esterna preside,
casi exc!usivamente, a las vehementes expresioI:es y graves promesas que
-Des sommités.- se han hecho con~liciones indispensables del amor.-Y ihay tanta dife-
rencia de g:lstarse 3 amarse. 1 Debe hacerse--salvo malicia- lo que hacen
Los misterios de Oberammergau duran de 8 a.m. 3 7 p.m. Desde ciertos indics del Estado de Veracruz-tomarse 3 prueba. Vivir bajo cl
la entrada de Jesús a Jerusalén hasta su apoteosis. mismo techo. Ir juntos al arroyo: Cnrgar juntos la leña. Oirse y cono-
terse.-Y si la simpatía definitiva de 13s almas no sanciona la atracción
Hay naturalezas ferozmente dotadas. Los efectos tranquilos no les pasajera de los cuerpos-separarse. El equilibrio entre las condiciones
bastan. La guerra es su elemento. Son mares hirvientes. Parecen hechos de los cónyuges, y su mutuo conocimiento, son eh el matrimonio las
de lava y de aire de tormenta. Enamorados de la calma, no pueden vivir únicas condicionrs de ventura.-Lo demás es jugar la vida a cara o cruz.
en ella. Inmensamente activos: necesitan una pasión que los devore.
Buenos--yerran; puros-pecan; nobles-cometen villanías:- es exceso iPor quE ha de hacerse-con gran riego dt la ventura de la vida-
de ardor: es accidente. La-forma de pasión y su objeto impcktan poco:- punto de honor que los que han sido novios sean cónyhges?-El honor
la paiión les es precisa, mismo exige que no nos pongamos en condiciones de faltar a él.-iSobre
la mera simpatia,--esa mera mariposa-ha de construirse cosa tan maciza
Aquí no se conoce esa juventtid febril y melancólica de nuestrrw
como un hogar?
tierras latinas,-esos poetas p5lidos-esas desesperaciones prematuras.-
Ni Shelley, ni Leopardi hubieran sido americanos. Longfellow, que es
americano, es verdaderamente grande, porque siendo un sentidor extremo,
234 MARTi / CUADERNOS DE APUNTES
CUADER.0 id 8 233
iY si la marip-a bate las alas?-;Y si vuela-icaprichoncillo
insecto!-hacia otro sol más vivo que el que primero lo sedujo? ~NO
pueden hombre y mujer equivocarse ? ¿IIa de pagarse con el malestar de RLSIA
toda la vida la vanidad de no querer confesar un error?-Vale más
desgarrllrse un poco e! alma, cuando se está aún en época de cura, que ‘30 saben los nihilistas--movidos hoy a una por un objeto co~nún-
arrastrar dentro del pecho sus jirones rotos, cuando no se está ya en si-luego qce se decidiera en su favor ia gran catástrofe que esperan--se
época de curarse.-Ni cabe aducir excesos de imaginación,-que la razón constituiría la Rusia conforme al colectivismo anárquico de Bakounirre,
queda siempre libre, aun en medio de eas mágicas nubes azules J a ia asociacibn integral de Fourier, al patriarcado tutefar de Catnte, al
rosadas.-No ha de fundarse con la imaginación lo que ha de resistir comunismo de Marx, o al Banco de cambio de Prudhon.-” 31. L.
luego los embates de la razón. La razón es una piqueta: la imaginación Gagueur.
-otra mariposa?- ~__-
M. F. Paillard Sr Co.- La cuestión en la vida e.& reducida a una simple frase:-0 hacer
víctimas, o serlo. Los hombres se agrupan, según tiendan a hacerlas-
680 B’Way.
egoístas; o a serlo-mártires; o a hacerlas y serlo modestamente, sin
crueldad ni abnegación seGa!adas,-indiferentes. Los egoístas, a! fin,
Félix Soublette, dramaturgo venezolano nacido en Cuba.-
combaten. Los indiferentes son esa gran masa inerte y fuerte, opuesta a
todas las transformaciones naturales en los diversos grados de desenvol-
“Incurrir en follaje”--llama con excelente acuerdo Cecilio Acosta al
vimiento de la vida.-Siente un hembre una simpatía viva,--0 aguijoneado
vicio de ampulosidad y exuberancia en el ‘lenguaje.
del deseo, idealiza un cuerpo,-o, agitado por la imaginación, se jura
a un ser bello. Contrae amores: liga a sí una existencia. Despierta esa
C. C. Starkweather.--
hermosa creencia de amor, que da la vida-y cuyo desvanecimiento-si
18 Wall Street.
Room 31. -- no al cuerpo-al alma da la muerte.-Pero cl amor, que absorbe toda
“Tribune”.-
la vida de la mujer, no puede absorber igualmente la del hombre. Si
Feo. Se!lén-35 West 16 th. St.-?” afloja éste, sin embargo, los lazos contraídos-mata la ventura, y la
virtud tal vez, en la mujer que le ama.-
Esa es la cah!=“Eso es lo dificil:--eso es lo que hay que vencer.“- iDebe girar en torno a aquella luz, esclavo de ella, por él encendida?-
Modismo de Santo Domingo. 20 apagarla brutalmente?-0 se hsce !a victima-o se es víctima.
Puesto que se provocó este amor que ata, 0 se aceptó sin reflexión,-se fuu
i? A continua&n está la composiciin de Martí dedicada a Leonor García Vélez, cómplice de él, y ha de pagarse pena.-Hay un remedio: lo licito: rechazar
hija del general Calixto García Iñiguez. Véase torno 17 pág. 182 de estas 06rnr
Cm delas. bravamente solicitudes pasajeras.-La pasión es como un manto de teatro:
acabada la función, deja al desnudo la verdadera naturaleLa de los actores.
242 BfARTí / CL;.\DERSOS DE N'UN1'ES CUADERNO No 8
La raz¿n ha de entrar en lo que la rszón ha de sostener. Aceptemos aquel Hay dos generaciones en Cuba: los de antes, y los de ahora. Los
lazo qtie seaprobable que !ue,~0 no tengalnoscausa alguna pa. romper.- que vinieron cansadosa la rev¿Jución,-y los que nacen de ella.
Los ayacuchanos se distinguen grandemente por su talento p& la Alalán !-gran frío.
escultura. Hacen muy bellas cosasen la piedra de huamango, tan parecida Aca&n!-gran dolor físico.
al mar.mol. Atatán!-gran asco.
-~
On n’a pas plus tôt mis les Iévres à nn verre, qu’il est dejá vide!“-
Ayacucho-rincón de muertos.
Le père Grandel-Balzac.
“Cuzco y Lima”.-Mr. ‘Markham.
--_-
Grabados hay con cincel en piedras a ocho legua3 de Arequipa.-
La fortaleza de Alontaitambo.
Los atrevidos acueductos de Nazca.
En la fortaleza de Sacsahuaman(Cuzco) 3e nota clarísimamente que
103peruano3 conocían el arte de la fortificación. Anuario Nacional-Alfredo Leubel.
Jesús-Magdalena-La Magdalena del Tiziano.-Amor divirio.- decide!] de la trascendencia y utilidad de las más nobles fuerzas
Amantes vicjos.- humanas?-donde la ausencia de todos los vicios, y el amor ferviente y
práctica austera de todas las virtudes, no bastan a lograr la paz del alma,
Grato m’ d il sonno, é pui I’esser di sasso, ni a dejar tras de sí-por el placer inmenso de hacer bien-no por la
SIentre que il danno e la vergogna dura: pueril vanidad de alcanzar fama-una huella visible y duradera?-
Nar vede, non dormir-m’c gran ventura
Peró nou mi destar! oeh! parla basso- Drumond 81 Shilctto
27 Park Place
31. G.-Est. de la Noche. New York.-
Tammany, el indio legendario, curaba las heridas causadas por las Para vivir no hay más que un medio: sobreponerse a la vida; mirarla
serpientes cascabel con raíces de seneca y phítano.-Y para ahuyentar como de gigante a enano-vivir es como ir arrastrado por un torrente.
las serpientes, esparcía por la tierra semilins de fresnos. Se es tragado por él sin beneficio humano, ni gloria propia. 0 se
desembaraza uno de las olas, y sereno desde la playa, las mira correr. Y
-‘Ve only know that however supreme and resistless the genius of queda la poderosa mente libre, mientras las aguas ruedan. Pero para
a man be, it docs not absolve him from the moral obligation that binds esto se necesita ser egoísta.-
us all.
-“Nor is there any bnser prostitution than that which would grate Elemento para la variedad, brillantez y novedad de la poesía septen.
self-indulgente with an inmortal name.” trional: el cambio de estaciones.-En tierras de estación perpetua, donde
(Address of George Wm. Curtis, after the unveiling of Robert Curn’e no cnmbia la Naturaleza-el alma ae refiere en.,.
statue at Central Park).
Neórico - Mures
Espaldudo - Nubosor
Pervadente Frutados
Llancos
Mercadeabies
Artazhombres.
‘4 Palabra ininteligible.
252 MARTi /’ CUADERSOS DE APUNTES
C~NUXNO NQ 9 253
El deber de un hombre no es forzar las condiciones de la vida, para
ocupar en ella una situación mas alta que las que su3 condicione3 le Le voyageur dit à la fleur:
permiten, sino hacer en cada una de la; condiciones en que se halle la “Le zéphir fait un crime, quand il arrache la fleur qu’il trouve à son
mayor suma de mejor obra posible.- passage,et s’énivre de son parfum, et, aprés de s’en être énivré, ouvre les
Es ndemk, un deber corregir todo error que sc note en alCctir!as de ailes, et laisse tomber la fleur. On ne doit faire dans l’ombre que ce
las condiciones anteriores. qu’on peut fairc li la lumiérc du jour. L’ amour engendre des devoirs
___- et de9 plasirs: nucun ne doit en jouir les plaisirs, qui ne peut accomplir
To knead-moldear. le9 devoirs.” -Et-l’honncte voyageur seserra le coeur fier, plein d’angoisse.
baisa le9 feuilles de la flcur blanche, et s’cn alla, laissant la fleur pure
To cluster-agrupar.
____ dnns sa tige.”
“To die in harness.“--Ldmund Yates dijo de Gladstone: “In: wiil die
in harness.” A Dann, enviéndole el Ismaelillo:-
-h’lon ami estimé:
De Arthur Stanley, el último Dean de Westminster, dijo PII Y. York Je viens de publier un petit livre, non pour en tirer profit, mais pour
el R. Newton: en faire présent å ceur que j’aime, au nom de mon fils, qui est mon
“To stay tire legions of orthodoxy, when nothing else could, he seigneur: c’est le roman de me9 amours avec mon fils: on se fatigue de
threw himself before them, his nostrils dilated, and his eye flashing fire, lire tant de romnns d’amour avec de9 femmes.
daring the fury of a whole church. So was it always with him. Whenever Je vous envoie le livre, en gage de la bonne memoire de mon coeur:-
a wrong showed its head, his hand was lifted to strike. Whenever interest aujourd’hui que je recouvre les rêines de ma vie, ne saurais-je oublier
or subserviency or fear silenced other voices, his was clear and strong, celui qui m’aida, dans un moment d’épreuve, à le9 tenir en haut. CC
denouncing the lie, declaring the truth. Whenever a man stood, alone, ne fut pas mon mérite,-ce fut le votre, qui me fit gagner votre amitié.-r!’
if he were earnest and honest, however mistaken there was A. Stanley at
his side to see fair play. Greathearted hero, let thy sprit follow us.“- El alma humana es noble-puesto que llega a soportar la vida, en
la que suele dejar de hallar totalmente placeres, por la mera conciencia
La vida tiene sus bestias y sus fieras,-sus pavos reales y sus águilas. de su deber, de su capacidad parn el beneficio de otros. Goza en EU
-~ martirio, si con prolongar BU martirio, otros 9e.aprovechan de él.-
Los hombres capaces de hacer cosas universales no deben consagrar SU
tiempo a, ni perder sus fuerzas en, p asiones personales y pequeiias.-Son El verso no ha de andar por tierra, como la hormiga, sino por9ohrc
piedras sobre las alas, o hidras que muerden las alas. Una gran alma no ella, como la.98x3.
necesita de pequeños goces.-Las grandes ideas y las grandes acciones El verso ha de ir cantando, saltando, rebotando, como cascada de
son la familia natural de un hombre grande.-Grande por su interior aguas lujosas sobre las piedras del abismo.
grandeza, que es la grandeza esencial y real, halle o no ocasión de
realizarse.
75 Traduccik:
Las leyes, no siendo leyes morales, que cl hombre ha!la en si hc~has, “Mi estimado amigo: Acabo de publicar un neuueño libro no nara beneficiarme
no obligan a los que son capaces de hacerlas. con ello, sinopararegalarloII aquellos a quienes-amo, en nombre de mi hijo, que es
mi señor:
_ cs la novela de mis amores con mi hijo: uno se canoa de leer tanta
-__ novela de amor cou muieres.
Le envío este libro en prenda de la buena memoria de mi corazón:-hoy que
El verso ha de ser plástico. recobro las riendas de mi vida? yo no podría olvidar a aquel que me arud6, en
-_ un momento de prueba, a mantenerlas en alto. No fue mi mérito,-fue el suyo, el
que me hizo ganar su amietad.-”
CUADERNO Yi9 9 255
23 1 MARTÍ / CCADERSOS DE APUNTES
El escritor diario no puede pretender ser sublime. Semejante pujo Huele ahora de súbito a jazmines: ¿es algún alma buena que piensa
parn en e.xtravagancia. Lo sub!ime es In esencia de ia vida: la montaña en mí?-
remata en pico: lo sublime es como pico de montaíía. Es como quien Y así pensando, Iloro.-
quisiera andar a pasos naturales por sobre picos de moutaña. Cae en el Y esto me sorprende, en medio de tareas que en verdad no tienen
abismo. Los empedrados no son de cúspides, sino de pedrezuelas. Esa relación alguna con esto.
perpetua actitud queda para los que son dueños de sí mismos, y pueden Ni hay, en este cuarto encimado, cercanos jazmines.
esperar la hora de la inspiraciln, en que el cuerpo se agiganta, y se
hincha la vela de la vida, como vela de barco, a vientos desconocidos, y se Para mí, la palabra Universo explica el Universo: Versus uni: lo
anda naturalmente a paso de monte, y se es por un instante como co-rey vario en lo uno.
de la Naturaleza.-
Para e! que nb es dueño de sí, y no puede esperar la hora, ha de Ciencia y poesía:
aprovecharla, si le sorprende, pero no ha de forzarla.-Que la inspiración Lo que Tyndall dice de Emerson.
e3 dama, que huye de quien la busca; el escritor diario, que puede ser La última Thule de Séneca y la América.
sublime a laa veces, ha de contentarse con ser agradable. Lo que Huxley dice de las profecías zoológicas de Ovidio.
Y en Huxley: “En el hombre de genio, el espíritu científico toma la
A las veces, como gigante que se echa a la espalda racimos de enanos, forma de sistema filosófico o teológico, o poesía, que sugiere más que
y sufre riendo los golpes freneticos que dan en su dorso los coléricos afirma”.
cnanillos ,-me propougo batallar sonriendo con las contrariedades de la
vida, que son de ruin ralea, y no dejarme vencer, ni ofuscar, ni morder El escultor construye como construye la Naturaleza: masas rudas
tic ellas.-Es en vano: en tanto que el ángel no tenga alas, las serpientes primero, y acabadas luego. (Observ. de fiuxley.)
chuparán siempre la sangre del ángel.-Es lucha de perros y de osos.
El oso pujante viene a tierra tarascado, sacudido, aturdido, espumante,
El lenguaje ha de ser matemático, geométrico, escultórico. La idea
polroricuto.-Y4 expira en el polvo.
ha de encajar exactamente en la frase, tan exactamente que no pueda
quitarse nada de la frase sin quitar eso mismo de la ideo-
Nada espanta tanto al alma grande corno las cosas pequeñas.
Ei Angel es la más bella creación humana. El movimiento ocasiona la producción de la fuerza latente, (produce
la fuerza) 0 la fuerza yace en la materia y el movimiento y el movimiento
En la Naturaleza no hay que confundir el espiritu fisico, el ánima la despierta.
wrporal, la fuerza impulsadora,-con el espiritu afectivo, sintiente, y
76 Hay una frase ininteligible.
pensante.
71 Variasfrasee inintcligiblee.
256 ñfARTí / CUADERSOS DE APUNTES CUADSRNO No 9 257
El jarro de leche.-El mar en el jarro.- “Elocuencia nerviosa (de T.) qutaegún Cicerón, hablando no de ‘1.
Toda madre debiera HamarseMaravilla. -no es para los oídos del pueblo.”
“Concisión nerviosa”-dijo de la de T., Dubois.
De D. F.-“ Il a saisi I’insaisissable.“-La poesía que flota fuera de “Estilo nervioso” dijo del autor de “Guatemala” el mexicano Góma
nosotros en la h’aturaleza. El mundo invisible, pero sensihlea las almas Flores.
superiores, que puebla el espacio tibio y misterioso re.
Las Décadas, de Tito Livio.
construcción gramatical del conjunto, quedaria: Tácito, consumado artista.
“Sometida a la injlwncia rornana.“- Político, más versado en las artes profundas de la historia que TBcito,
Es visible el dislate: h’o se puede acomodar un adjetivo común a pero menos artista.
dos sustantivos que no lo rigen de igual manera, ni lo quieren en el
mismo caso. iCosa maravillosa, el elogio fúnebre de los héroes de Atenas,, que
Hubiérase dicho: pone el enérgico Tucídides en boca de Pericles!
“Sometida a la influencia, y entonces a las armas, de Roma.“- Y en Tácito iqué discurso bueno aquel de Galba, cuando adopta a
Pisón; y aquel de Othón, al darse la muerte; y aquel otro discurso en
La Harpe atribuye a la rapidez y concisión de Tácito la dificultad que Tiberio desdeña los altares que los aduladores de su imperio le
que tienen muchos en seguirle y comprenderle, “porque no todos los ofrecieron!
lectores le sienten, de la misma manera que no todos los perros rastrean
la caza”. Nada me parece más justo, ni más puesto en verdad, ni más revelador
Y Burnouf decía: ” Hasta esta misma condición, censuradapor algunos, de mente ahondadora, que aquel modo de Tácito de espticar granda
que, avara de palabras, encierra en suscortes bruscos y en sus inesperados sucesospor causas triviaks.- Porque así es en lo cierto, y tal va eI
contrastes más ideas que vocablos, no es por lo común más que una feliz mundo.-Una rivalidad entre dos caudillos crea dos sistemaspolitices
audacia de su ingenio, que concibe su pensamiento con energía y lo diversos. iY cómo llueven las razones para apoyar aquellos siazemu
expresa a grandes rasgos”. recién creados!-i El celo, y el temor de verse por encima al rival, ou&
Es menos numeroso que Cicerón, y más ritmico. elocuentea!
“Si los pensamientosde T. pecan alguna vez de oscuros, ni es porque
sea poco feliz en concebirlos, ni desmañadoo torpe en expresarlos, sino La coca~rice, o basilisco, é etimologicameate la stessa parok che
porque están fuera del alcance de la comprensión del que los lee. Como cocwd~.
tiene sus horizontes la vista del cuerpo, los tiene el entendimiento, que es
cual la vista del alma. Con menos luz que las nebulosas,se nos muestra
Lo smeraldo é la pietra degli sposi ed é molto rinomato perché renda
no obstante la luna más clara y reluciente que aquéllas, por la sola razón
casto l’amore: se lo porta la sposaabbandonata, impallidisce e si acolora
de que la ven mejor nuestros ojos. Los grandes escritores son como las
quando il suo lontano signore commette infedeltá.
águilas: cuando remontan su vuelo, únicamente alcanzan a divisarlas los
de vista penetrante.“-Rubió y Ors.
Nel piacevole racconto del seco10XV, al “Wright% m Wife” del
iQué ventura, que no me entiendan! y iqué dolor, si me entendiesen! signar Furnivall, troviamo una ghirlanda o corona, che, posta sulla tao&
del morito, nppassisceo si mantien fresca a seconda che la moglk 6
fedek o inf&k.
7s Hay unas lineas que parecen en verso, pero resultan indescifrables.
258 MARTÍ / CUADERNOS DE APUNTES
CUADERNO NQ 9 259
Sueño leporino del que duerme con los ojos abiertos, como la liebre.
Dicesí che ui elefante indiano ben educato sia capace di capire
Disgustosa. circa trenta parole o frasi di quelle adoperate comunementedai custodi.
---
Vi sono molti raccrlilti orientali “del gatto che non si poteva wnattare”. Y cattivi rapporti corrompon i costumi.
II cane. gli divise in due la coda con un morso, i’elefante con la sua
pruboscidt: lo scaglió a grandisaima distanza e se lo mise sotto la zampa, Cuentan de un oso que quiso quitar una mosca (turchina) de la nariz
ma como gli confittó un coltcllo nello stomaco, un orso lo sbranó colle de su dueiio dormido, e intentó sacudirla con la garra: con lo que dejó
zanne. RIa il gattc rimase incólume, sebbenegrappassea modo a euoi la nariz de su dueño mal parada.-
nemici e li facessesoffrire assai.“-
Y cuentan de tres que descubrieron un tesoro, y acordaron partirlo
Los libros sagrado3 buddhistas fueron escritos en Pali, dialecto del entre los tres: y uno fue a buscar vituallas (oitto en Ital.), las que trajo
Sánscrito. envenenadas, y dieron muerte n los dos, que, conforme lo tenían
concertado, mataron a su vuelta, al proveedor.-Los tres, pues, murieron
Libro Játaka o Libro delle Nascite-compilazioni di Govelle che por no querer repartir honradamente cl tesoro,-(La novella del “doppio
raccontano la vita giornaliera ed i pensieri proprii di quella popolazione. delitto”, si trova in molti libri francesi e iederchi. Farola del Játaka).
(Buddha) . Nascite--Ri-nascite.
----
11proff. Tansböll da Copenaga ha pubblicato circa trecente di queste I versi inglesi “Il diavolo era malato, e il diavolo desiderava d’esser
narrazioni (favoli, raconti meravigliosi, ed arnmaestramenti morali j frate, il diavolo guarí, e il diavolo non divento frate.“-Nel “Gesta Roma-
Játaka, nel testo originale. Egli fondó la filología Pali. norum” il lupo amma!ato desidera d’essereun agnello. Grandísimo poema
alemán hay en que un zorro se vuelve penitente. Todas esas fábulas
vienen del Vakajátaka.
Rhys Davides, abile spositore delle credenze buddhiste. Nell comento
che accompagnala sua traduzione di quaranta “Noveile delle nascite”, e
Il Buddhismo inculcó la benevolenza verso tutte le creatuve humane.
il resoconto pui completo che esista della vita de Gotama Buddha, e delle
cause che condusseroal conseguimiento del Buddhismo.
Como aquel budista del Sanjiavake-játaka que habiendo habido (de
un mal sacerdote, ambicioso y sistem&ico) poder de resucitar a los
L’asino colla felle di Leone
muertos, resucitó un tigre, que lo devoró al punto.
La vacca pazza Racconti
La Rana ed il Búe Játaka
La Cornacchia e la volpe Il “Giudizio de Salomone.3” Una novella Játaka racconta d’un caso
J
nel quale il Bodhisat decide a quella di due donne debba giustamente
Las fábulas de Esopo, inspiradas muchas de ellas en las de la India, appartenere un certo fanciullo reclamato dall’una e dall’ altra.
traducidas luego al Sánscrito, han sido muy gustadas por los doctos
indios. Il tentativo da S. Pietro di camminare su1mare di Galilea trova un
rincontro in un certo padron di casache, bramoso‘O la parola della legge,
Y en cl Milinda-Pahna hablan sobre cosas del alma Milinda ? lasció la sua navicella presso la scalinata di sbarco, ma tornando non la
Nigcuma trovó piú; tentó allora di atraversare il canale che serviva di strada,
va Palabra ininteligible.
COADEMO Np 9
260 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
col@ mis versos al viento:
camminando sulla superficie dell’acqua. Finch& rimasse ferme nella fede El tiempo hallar8 aua faltas:
riposta del Maestro,-l’acqua lo sostenne, ma cominció ad affondare Sacudiómelor el aire:
appena cominció a vacillare la sua fede.” Cinco líneas quedan (salvas, 8at.m)
Un campo di mango (en la India). Chopin murió oyendo cantar a la condesa Podocka el Ave Marfa de
Schubert!
La de Chopin “música vivida”.
En el libro delle
. Nascite está en parábolas, novelas y narraciones toda
la generosa, conciliadora, serena, justa, tolerante, amorosa filosofía de El hombre eo el Universo Unificado.
Buddha. El Universo es el hombre varificado.
iCómo llama la atención del “Hammathana”! iQué método tan cierto, Y el alma, ansiosade cosas nobles, de carácter de nobleza a cosas
tan racional, de dar con la verdad! fijar la atención sobre un objeto, de innobles.
modo de investigar plenamente las partes que lo cwrtituyen, el principio
y el origen, la existencia y la destzucción final; la naturaleza de las partw El hombre, en cuanto descubre una fuerza, la ataca. El hombre ea
que lo componen,- lo que hay en él de esencial y de accidental. celoso, y se irrita de ver algo erguido.
Voy por la tierra como rodeado de nubes, y con los pies en el vacío.
Colgué mis versos al viento:
El tiempo hallará sus faltas: 1 hung my veraea in the wind
Sacudiómelosel aire: Time and time their faulta may find
Cinco líricas quedan (sanas,salvas) All were winnowed through & through
Five Iines Iasted sound & true.sl
¿Por qué ha de decirse mente profunda pa. dar a entender, no que la Nut-tree-noga).
Nutty-nugosos.
mente es honda, sino que sabe ahondar? Dígase: abismo profundo, JJ
mente ahondadora.
Germinales.
Ni se alegue que porque se usa: que porque a un gañán que no sabe
Le bod Yiclr: le boulevard St. Micbel.
acomodarseel chaleco, se le antoje llevarlo toda su vida, con IaS solapas
Le Paya latin, de Mürger.
en el dorso, y en la pechera la espalda, y lo hagan asimismo muchos
gañanes,- no ha de quedar establecido modo semejantede usar el chaleco.
Fuérzase a su primera forma lo torcido, que este torcer es destorcer: y The practice of nominating candidates for election by the people in
ajustar el idioma a sue (fuentes, patrones, modos; orígenes) es hacerlo party conventions, resta upon the theory that such conventions are com-
claro. s0 A continuación,Marti repite lar frases qus eomienrdneon “iPor qu6 tu
de tkcii mente profImia”.?”
El ritmo conquista. 81 Son los versa de Emrson’que aparecen traducidoa al español ea Ir pidnr
anterior, J repetidos en Clta.
262 MARTÍ /’ LLADERSOS DE APUSTES
CUADERNO
nO 9 263
~l>“Cd cfi faithful reprccentati\es of t!w part!-. frecly choscn by the
‘The bfonroe doctrine was an announcement that Europe wouId
tnenlll(.rs thercof in local primary meetings.
interfere with tbe existing status of de Governments of the New WorId at
her peril.”
I'Ubli: ,lLiUllK~ p. ?alJf?r & ¡ihruS nUe\os:
Sobre Hamilton :
“Having not been for the Federalis~, which still remains the best
,nodern exposition of the art of Government in the language, this resuk-
the yielding of rebelliow N. York to thc ncw Constitution-would hare
not been reached.”
---
Hamilton, creador dc la política de neutralidad. “Los E. U. no han
de mezclarse en las contiendas europeas.”
La doctrina de Monroe.-
‘-The Monrue doctrine grew out of R protest against any ìnlerference
Lv Spain with the independence of her quondam subjects in the cowtry.”
CUADERNO DE APUNTES ”
10
ti Eate cuaderno con hojas de 13.5 x 21 centimetrea cosido con hilo, lleva en la
primera página, o cubierta: f‘E. Unidos” 11882 I.
-crueler Sr wickeder.
-1 was mercurial-B-Béecher.
-That terra incogni~a, the human mind, must be explored-B.-
Esas mujeres son como los confites, que una vez chupados, se des
hacen.-Pero, dejan perfume en los labios!-Las que no dejan acíbar.
Usura y emjdeaclos:
En México se cxía mal único del país el de que los empleadosviviesen
de :omar dinero a usura sobre sus sueldos, y los usureros de darlo.
En IBashington, se averiguó, con motivo de la imposibilidad de pagar
a !os que colcct:in de los empleadosdinero pa. pagar las elecciones,-que
una de las razones que los inhabilitaba pu. contribuir, era la de venir
pagando de 9 a 18 por ciento de interéj mensual a los prestamistassobre
sueldos-Times, Aug. 29/82.
hlodo de ekgw:
En Virginia, el Gobernador Mahoue exige a todos los empleadosque
contribuyan con un cinco por ciento de la paga que reciben del Gobierno
para los gastos de eleccioneslocales, a fin de que triunfe el partido del
Gobernador.-Y remueve inmediatamente a todo el que no paga.
Exige el Comité dc Elecciones del Estado.
Exige el Comité de Elecciones generales del Partido.
Y eso en los años sueltos, “off year”: en los años de elección prebi.
dencial, exige ademásel Comité de Elección Presidenciab-
Un empleadode $1,000, tiene que pagar $40 anualesde contribución
en un año común para ayudar a mantener en el poder al Partido que
le dio el empleo.-
268 MARTi ,’ CUADERKOS DE Al’UNTES CUADJiENO h’Q 10 269
Asi, del poder de dar empleos viene la perpetuación en el poder, J Sólo que con los ejemplor sucede que es más fácil cenaura&& que
su monopolio práctico, y la destrucción de hecho de la lucha pacífica seguirlos.
de los votos, puesto que en éstos se influye por miedo, o por dinero:-y
se hace necesaria una catástrofe nacional inesperada, tremenda y cscan-
daloca, para que sea posible la caída por anonadación del partido -Drogas-La de la Muerte.
empleador, y el ascenso al Gobierno de cualquiera de los partidos rivales- -iPor qué? ihonrado, no eres rico?
.~- Campaña periodística del año 1882.~Sun, Agto. 29/82. Ven conmigo a un taller, donde se elabora el dinero.
El dueño fuma buen tabaco.
¿Qué medita?
El Profesor Herbermann, Catedrático de Latín en el colegio de la Interior de una casa de corniaión.
Ciudad de N. York, ha hallado en la la epístola, 65 sq., de Horacio y en
Hurto.-Robo.
los versos que traducidos al inglés, dicen:
Habla con sigilo (el dueño).
“The voice that says, Make money, money, man. Sonríe con dulzura (el criado).
Well, if so be; if not, what way you can; Habla con aspereza a los menores (el criado).
-el origen de la máxima americana:
El criado arde spre. en deseos de vengarse en loa demás (de que lo
“Rlake money, honestly if you can; but make money anyhow.”
ce) de su necesidad de serlo.
La Bolsa-La casa de los MilIs-Allá dentro matan a golpea el
Las mujeb-3 ae descuelgan por las ventanas, en pleno dia y ante corazón humano !
numeroso público, del cuarto donde por ebrias las han encerrado eus
maridos. Sun del ll Setbre.
Et conune elle se precipitait vera ce but, elle le manquait.
c
Los niños de 14 años asaltan a mano armada a las mujeres en sus
Ces conjectures, d’autant plus propres à faire impreasion qu’elles
camas: Sun del ll Setbre.
étaient plus proportionnées aux âmes qui les concevaient, furent accueillies
et repetées.
En política, no vencen jamás sino los partidos interesados y ambiciosos.
Sólo ellos, por sus pasiones, tienen el empuje arrollador necesario
para la victoria. Mais l’homme se deprave des qu’il a dans le coeur une acule pensée
Un hombre honrado está salifndose siempre al paso de si mismo, v qu’il est constamment forcé de dissimuler.-No!
saltando ante si.-
Ellos, por sobre sí.- El ruido de mis palabras despierta mis pensamientos.
La cordura es la enemiga del éxito.
Y la verdad acaso es de una beldad demasiado severa para que “NOUS n’envisapeons l’amour que comrne une passion de la même
deslumbre.- nature que toutes les paesions humaines, c’est fi dire, ayant pour effet
Las gentes populares aman la rosa de grandes hojas rojas y sin
d’égarer notre raison, ayant pour but de nous procurer des jouissances.
olor.-
Les Allemands voient dans l’amour quelque chose de religieux, de
Y la dalia, bella y sin perfume.
aacré, una èmanation de la divinité même, un accomplissement de la
Les damas finas aman la violeta.-
destinée de l’homme sur cette terre, un lieu muysterieux et tout-puissent
La beldad de la verdad sólo cautiva a las almas previsoras y virtuosas.
entre deux âmes qui ne peuvent exister que pune pour I’autre.
270 MARTÍ ,’ CUADERNOS DE APUNTES
271
CUADERNO nO 10
Sous fe premier point de vue, l’amour est commun à I’homme et aux
animaux. Sous le second, il est commun à I’homme et à Dieu.“- Mas , iay de mi! que en vano, en vana envío
De Benjamín Constant, en sus “Reflexions sur le théâtre allemand”, A la inhumana mi doliente acento!
que preceden a su adaptación, a su afrancesación, a su reducción a mera iQué delirio, qué suedo ea este mio?
tragedia francesa de la trilogía de Wallenstein? de Schiller. Prender quise la sombra, atar el viento,
Seguir el humo y detener el río:
Y mientras lo imposibie loco intento
“Elle a quelque chose de solennel parce que l’on sent qu’il y a en elle Tengo en casa la vid medio podada
quelque chose d’irrevocable.“- Y en el bosque Ia grey abandonada!
De B. Coñst., describiendo a la Tecla del Wallenstein.
Aunque de genio; desembarazado y puro, de Bello en su Égloga
“A benevolent being is centrifuga], and non centripetal.“-Beecher. imitación de Virgilio, ensayo en rima clásica.-
Recuerde ese frío sentidor, y ese dudador de oficio, que l& hombres
más amados de Francia no han sido Prosper Mérimée ni Henri Beyle.
ll
Lo del pecho del pelícano es fábula, pero no del hornbti, que “alimenta
a su prole con el contenido de su estómago, y pa. que nada se pierda,
exhala con ello la vestidura interior, (el saco) (lining) de su propia
anatomía, de lo que a menudo, al pie de sus hijos, exhausto, muere”.
84 A continuación el verso “Fuera del mundo...” Véase el tomo 16, píg. 258. tIc
estas Obras Completas.
2;c, MARTi i CUADERNOS DL: AI’LrSTES
86Estecuaderno
estAformadopor hojasde135x 21.5centímetros,quellevanel membrete:
“Memorandum-Fmm An@oSpanish-Amerkan Naval Agency, Vicente Mestre, Agent and
$5 A continuación el verso “iDios las maldiga... !” Véase el tomo 16, págs. 259-260, de estas Commission Merchant 120 & 122 Front Street, or entrance 100 & 102 Wall Street, New
Obras Completas.
York-188”. -Martí tenía sus oficinas en 120 Front Street [1886]
.. .de cinta que flota, de estandarte que se levanta, de flor que se
abre, de bandera que pelea.-
...como morían en-los tiempos primitivos los gigantes desdentados en
las cavernas, frente al mar todavía espeso y negro, bajo el cielo que
todavía no era azul.
...estreUa que muerde.
. ..es una desdicha que mis pensamientos no sean flores, porque si
lo fueran, yo haría con ellos un ramillete...
Aquel modo de sentarse de los indias tiene algo de columpio. - De un ternísimo amor por la cañada...
Del chiquito, con el sombrero, - una estrella Otros se acuestan con sus queridas: yo con mis ideas.
El otro,4 grave, de ojos medio cerrados, q. sabe esperar, el Quila. ...pero en cambio de los cabellos que se pierden, &, &.- iqué soberano
espfritu de clemencia se entra, con las lecciones del destierro, por el corazón,
Hay algo de sagrado, en estos hombres producidos origmalmente por la tierra en el cual caben todos los habitantes de la tierra propia, &, &. - El sentimiento
en que habitan.
de la patria se acrisola, y en el crisol se quedan como inútiles, para no dar salida
Corren a trancos elásticos. más que a lo que tiene de vivífico y puro, todas esasrencillas, odiosiks, reparos
Saltan a paso elástico,s7 de nacimiento, cosas de hombres de poco estado y mentes de baja naturaleza,
de que los que se sirven malamente del patriotismo abusan, pero que no caben
El médico, sale andando con majestad, corno un rey primitivo que se entra en el corîzón de los patriotas verdaderos: - esto se aprende, y una indig~ci&n
por su selva. No hay mayor dignidad en un rey de oficio. - fecunda, y una determinación febril y ciega de arrollar todo lo que merme la
persona humana. -
. ..pues ¿acasocreéis que he necesitado yo menos valor para venir aquí que el
que vosotros necesitáis para escucharme? -
Oh! que tremendo júbilo, después de esos rastreos de las miradas y del
...política viva: no esa política muerta, que no nace directamente de las alma en el extranjero, para los ojos, las manos, el ser entero, como un manto
necesidades y naturaleza del país, ni lo satisface, ni 10dejará tranquilo cuando se s/la tierra propia, y decir aquí todo es mío, es mío! -
le aplique.
“Se desarrollaron paralelamente en Lucía el espíritu y el cuerpo, como
...que sólo dejan de entender la honradez en los demás los que han dejado de dos compañeros que se dan el brazo para subir las cuestas y andar el mal
ser hombres honrados. camino.»-
Un Viaje de Novios.
...mayor traición, (y por no hacerla hemos muerto) era postrarse de hinojos
ante una reina, y con la espada misma recibida de susmanos, echarla por la espalda “Hierve la olla: a esta chica hay que casarla.”
de su reino. -Mayor traición serfa, a no tener la política sus leyes...
Un V. de N.
“Solana”- iprado? iretiro? -
...el oro y la seda de la garganta...
¿No es ridículo un hombre persiguiendo a una mosca? ...aquella irresolución sobre el derecho propio que parece defecto
inevitable de los que se habitúan a defender y respetar el derecho ajeno. -
Y si mato una mosca, me pongo a discutir con angwtia con mi conciencia si he
tenido el derecho de matarla. ...talentos de arte menor, buenos para mantener y conservar, pero no
bastante calientes de adentro para arremeter y crear.
De sutil y revuelta Ingeniería.
..ni esas violencias que salen al discurso porque están en el alma.
87Tachado por Martí.
66Idem.
-82 M.ARTí / CUADEHNOS DE AF'UNTES 283
CLXDERNO !8 12
La Batalla de las Aln~as.~~ Jacinto Verdagucr:
ti.--
“La Atlántida.”
La agitación revolucionaria.-Fanáticos, ambicioso+ descontentos.
Idilis y cantes rristichs.
turbulentos, habituados a prácticas libres. Z. SQo
L_--
La Leyenda de Montserrat.
Oda a Barcelona.
Porq;e un crítico no debe juzgar una madera por sus virutas, wtro.
Taritat.
peadaspor el cepillo y mudadas de coloi como todo lo que corta el hierro
Lo Canigó:-dexripción del Pirineo, algo abibliotecada.
y oprime la mano del hombre, sino que ha de esperar, para juzgarla
bien, a verla como puntal sosteniendo edificios; o como lanza arreme-
Hay algo sutil y Inisterioco en el espíritu de Libertad que le hace
tiendo contra los enemigos, o como casco, ayudando al carpnmento de
perdurar y vencer por irresistible empuje en medio de las más difíciles
tu nave amenazadaû sostenersea flote.
condiciones.
.--
--Ni una hora de descansoen la tarea de fomentar la patria.
harem, del árabe haram, vedado.
serrallo, del persa Serai, palacio.
l’cro no excitándola, no conmoviéndola estérilmente, no sacudiéndola
de las hecesde odio que hayan podido dejar en ella sus amarguras, sino
transformándolas, por obra de superior virtud política, en los sentimientos iQui&nes salvaron al pnís de este peligro? iQuién? Al país no lt
de franca concordia y de noble respeto que son indispensables para es necesario saber quix lo calva.-
amasarun pueblo que tiene el tronco en euemistaclcon las raíces.-
-- ...Ni en agitaciones peligrosase infecundas que pudieran considerarse
Para h Biblicteca clásica: como sangrientas coqueterías, mientras no adelanten con un plan firme
Los libiios del Harper’s Half Hour Seria.-Virgilio Romero. y premeditado a un fin posible y concreto.
Y hasta los huevos mismos de las gallinas, ¿no son mejores los que iQué dice cse hombre bien la virtud, siendo un malvado! La carne
ponen en libertad que los que producen en el estado de domesticidad y de puerco podrida también suele dar luz! oI
servidumbre? Of course, an omelet made out of them, tasted ever so tamo-la paja del trigo, en Venevuela.
much better than.if made out of home-laid eggs.
h. Entrena.
John Burroughs, más ingenuo, amable y espansivo que Thoreau. 105 Walnut St.-
Y en los poNosse observa hasta esto: que los que han sido concebidos
en libertad no pueden soportar luego la cría bajo el ala de los animares Cigarrería cerca del Lafayette. Llerena.
domésticos:-” they seem to inherit a shynessthat. make them refuse to
eat, and at the first opportunity they slip off in the grass and are gone. Calinga de Cuba?) o te!inga:-dialecto que hablan en el
(¿Caringa
Every kind of woods even to live insects, they will refuse, and wili starvc Golconda y el Oryz’ah. (Leyden: Memorias $obre las lenguas indo-
to death rather than eat in captivity. chinas.)
ss Hay un dibujo de Martí de lo que parece ser un ave Manca, con 13s alas
abiertas. ‘Jl A continuaciónhay un recorte de un periódico de Nueva York. en el que se
~0 Hay unosapuntesde Martí sobreun estudioque proyectabaacerca de la afirma que, efectivamente, la carne de puerco podrida despide luz De puño y letra
revolucióncubana. Véaseel Lomo18. págs.283-284,de estasObrns Completas. de Martí, lleva la nota: “Setbre. 1886.”
3-L hmui / CUADERIYOS DE APUNTES
Manuel Restori
385 B’Way. Room 12.
Edith Borrell.
29 W. 16 St.
Jasper L. Harben.
83 Warren St.
-News.-
Pero este amor de patria ha de ser enteramente puro, sin mezcla de CUADERNO DE APUNTES”’
interPs personal, activo, activo hasta el frenesí, hasta el sacrificio, hasta
la bandera, pero con una actividad de sacerdote, sin que ella se manche 13
rlunca con el menor viso de ambición o celo.
Después de Balta --el Perú oye de Manuel Pardo que está próximo A esto atribuye Barros la crisis de Chile en los años siguientes.
a una bancarrota, -y el Congreso, sin más resultado que el escándalo,
procesa a los administradores del tesoro en la administración anterior, Bolivia, envalentonada con la alianza, dice a Chile en 27 de marzo
entre ellos a Piérola. de 1873 , que va a someter el protocolo de diciembre a los representantes de
la nación “ conforme a los principios del sistema representativo que rige
Cedían las entradas por el guano, y el Perú miró hacia el salitre de en Bo!ivia”.
Tarapacá, explotado por chilenos, en su mayor parte.
Dice Barros q. pa. q. Chile no pudiese resistir a las necesidades pa. él “Pérou et Bolivie.-RCcit de voyage, suivi d’études archéologiques
vejatorias q. proyectaba el Perú s/ Tarapacá-fomentó las resistencias et ethnographiques et de notes sur I’écriture et les langues des popuiations
de los Estados en Chile, ayudado de Bolivia. indiennes”. Ouvrage contenant plus de 1100 gravures, 27 cartes, et 18
plans. Paris, Hachette, 1880. Charles Wiener.
El Perú, aprovechando la estancia en Lima de Ballivian, que volvía
de Europa a ocupar la Presids de Bolivia, le movió autorizar un tratado El Congreso de Bolivia, desaprobó el protocolo de diciembre, y aprobó
de alianza, so pretexto de defender a Bolivia de Chile, entre Bolivia y el tratado secreto.
Perú, pa. defenderse unidas contra cualquier enemigo exterior q. amena-
zase su soberanía, independencia, o integridad de territorio. El tratado Chile envia a mediados de 1873, nueva legación, en demanda de segu-
se firmó en 6 de febrero de 1873, en Lima. ridad y concordia a La Paz, y celebra el tratado de 6 de agosto de 1874.
Como en 1873, Buenos Aires se agitaba por límites contra Chile, quiso Renuncia a la mitad que no había cobrado, y a su mitad futura. Establece
el Perú, y lo rechazaron las Cámaras argentinas, hacerle entrar en la que no se cobrarán más derechos, ni impondrán más contribuciones que
alianza. las que entonces se cobraran, -en 25 años. Las cuestiones, por arbitraje.
Regía a Chile D. Tomás Frías, cuya prudencia e inteligencia celebraba
El tratado se mantuvo secreto. Barros, -muerto ya Ballivian. No era Frias amigo del Perú.
En 18 enero 73, Perú estanca el salitre, -y da dos meses pa. entrar
en el nuevo régimen.-Compra a $2.40 en el sitio de embarque-y por Pero en marzo de 1875, -una revolución trae a Hilarión Daza
beneficio fiscal se toma el exceso de la venta. Confisca a otro exportador. al poder.
Los de Tarapacá, airados, esportan grandemente en los dos meses. Violencias dictatoriales de q. son víctimas los trabajadores de Ata-
Baja el salitre. Para evitar nueva baja, el Perú limita la producción. (23 cama. Asesinatos. Desdén a las reclamaciones consulares.
de abril) de lo setbre. a 31 agto. comprará el Perú 84.500,OOO de salitre. Bolivia había recomendado a sus cónsules que reclamasen siempre
5 productores, nombrados por el prefecto, dirán cta. se compra a cada en favor de sus súbditos: y el prefecto de Antofagasta niega al cónsul
uno. Disgustos y preferencias. Va arruinándose Tarapacá. Va prospe- chileno el derecho de reclamar ante él, -sino aqte el gobierno en La
rando Antofagasta. Al S. del grado 24, descubre Chile salitre. Paz, a 18 dias.
En 28 mayo 18X---El Perú “autoriza al Ejecutivo a adquirir los
Jueces parciales e impuros fallan ciegamente contra los chilenos.
terrenos y establecimientos de Tarapacá que le quieran vender,- y a Chile reclamaba diplomáticamente.
contratar la elaboración y venta, con los que no le vendan,-y a imponer Por carguío y alumbrado Bolivia impuso nuevas contribuciones.
a éstos un derecho de exportación arbitrario. Barros dice que quería Chile las soportó, como municipales.
ser el único productor de salitre, y obligar a todos a vender.
La ley autorizaba al Perú a contratar un empréstito de 7 millones de Perú intenta en vano uniformar el régimen tributario de los saiitres
libras, 4 para comprar las salitreras y accesorios. No halló prestantes. en los tres países. Chile se niega, por no comprometer àlgún día su
Muchos se decidieron a venderle; y él pagó en pagarés a tal plazo, llegó sistema de libertad comercial.
el plazo, y no pagó.
296 MARTf / CUADERNOS DE APUNTES CUNIERNO ti 13 297
El Congreso de Bolivia, en 14 febrero de 1878, -y ya del 77 venía le regala ! Cesión temporal,WJdel desierto de Atacama. Pues que de tal
encendiéndose la hostilidad, -al aprobar la transacción de 27 novmbre. sinrazón sc ampara para defender la ocupación-injusta fue ésta, y no
73, grava cada libra de salitre con un impuesto, mínimum, de 10 c. racional-ni defendible. Cuando se va más allá de la razón para defender
Protesta Chile. algo, es que no se halla dentro de la razón manera de defenderlo.
SuspendeBolivia la ejecución de la ley. Y luego, leyendo cuidadosamenteel libro, vese que el decreto de Bo-
Bolivia, en el desafiar y detenerse, seguía los movimientos de los livia decretando la venta de los bienes de la Compañía se refiere a choques
rumores de guerra o paz entre B. A. y Chile. entre El Gobierno y la Compañía, de que Barros no habla. Falta algo n
Vuelven estosrumores a fines de 1878. la explicación ciara del suceso: probablemente lo que justifica a Bolivia.
Ordena Bolivia, contra reclamos diplomáticos, que pague la COID Pero el libro ofrece sendosvacios.
pañía de Antofagasta $90,000 q. hubiera debido pagar a no haber sus- A tiempo que los buques chilenos ocupaban las playas de Cobija y
pendido la ley. Tocopilla, el Coronel Sotomayor vencía al abogado Luis Cabrera, hombre
Chile pide el arbitraje, y suspensiónde los procedimientos contra la animoso, que dirigía a los bolivianos apostados en CaLzrruz, población
compañía. situada en un oasis del desierto, a orillas del río Loa, y como descanso
No respondeclaramente Bolivia. Al fin, en lo febrero 1879, decreta
y reparo de los viajeros y de laa recuas de mulas que trafican entre Potosí
que queda rescindida y sin efecto la convención de 27 de noviembre de
y la costa. Con lo que, a juicio de los chilenos, quedó acabada la guerra
1872, y suspendidoslos efectos de la ley de 14 de febrero de 1878. Y
con Bolivia, y ellos dueños del desierto de Atacama.
que se reivindiquen las salitreras “detentadas por la compañía”.
Chile tomó esto a confiscación de los bieneschilenos, como $6.000,000.
El 5 de abril de 1879-Chile declaró la Guerra al Perú,
El prefecto de Antof. suspendió la explotación y empezó a obedecer el
decreto. Las causasque trabajosamente acumula Barros son:
Chile retiró el ll a su ministro, -y el 14 de febrero de 79, ocupó a -Que había tratado de alianza, callado primero, y confesado franca-
Antof. con 500 soldadoschilenos e impidió la ejecución del decreto. mente luego, sin declaración hostil, al comunicar que no podía hacer decla-
Aquí empezóla gutrra. ración de neutralidad sin consultarlo con su Congreso, entre el Perú y
Bolivia.
-Que el agentediplomático del Perú en Chile, había venido, existiendo
Movilízanse y ármame y piden anexión a Chile-Antofagasta, Cara-
el tratado de alianza y callándolo, a ver de evitar la guerra con Bolivia,
coles y Mejillones.
y servir de mediador, si Chile comenzabapor desocupar a Antofagasta.
Reúnensecon gran entusiasmolos militares bolivianos, y levantan enfá-
-Que en Lima y otros pueblos del Perú “se hacían manifestaciones
tica acta. Es curioso el ejército de Bolivia.
belicosas contra Chile, paseando unidos los estandartes de las dos repú-
2,232 soldados, mandados por más de 1,000 oficiales: de éstos, 22
blicas secretamentealiadas”.
generales, 135 coroneles, y sólo 72 subtenientes. El Bon. Daza tenía
-Que la prensa del Perú “se mostraba arrogante” contra Chile.
540 hombres, y de ellos solo 173 eran soldados.
-Que Prado se dirigió a algunas personasinfluyentes de Chile para
ver de evitar el rompimiento, y mandó a Lavalle, como ministro del Perú,
Barros, desde que habla de la ocupación de Antofagasta, describe a mediar.
los derechos de Chile de una manera distinta a como los había descrito -Que, mientras Lavalle estaba en Santiagos“e1 gobierno del Perú
antes: habla de una propiedad real del grado 23 abajo de que no había animaba a su prensa, reconcentraba a su ejército, mandaba crear nuevos
hablado antes: dice que Chile había hecho cesión temporal a Bolivia cuerpos de tropas, reparaba sus naves, hacía- partir pa. el Sur del Perú
-iinconcebible y ridiculo caso, que un pueblo fuerte, emprendedor y algunas divbiones bien amunicionadas,y alentaba con promesasa Bolivia.
necesitado dé la parte más rica y nueva de su territorio a un pueblo
vecino débil, y se haga tributario de un pueblo a quien regala por lo que 9s Palabra ininteligible.
CUADERSO NQ 13 299
298 hIARTi / CUADERSOS DE APUNTES
-terrible”. ~LO extraña Barros? Pues sobre que debía ser dicho esto
--I!as, lo que precedió inmediatamente a la declaración de guerra fue a Chile por un pueblo ardiente provocado a luchas, -no menos debía
que el Perú difiriese por un mes, lo que no era mucho diferir, la res- decir Prado, sintiéralo o no tan absolutamente. para exculparse de la
puesta en consulta con su Con,,u-eso, a la petición de Chi!e pa. que se amistad a Chile que se le suponia.
declarase neutral.-
Apremiado por el pueblo, que cada noche se reunía agitadamente en
Si el Perú hubiese querido la guerra ino hubiera estado preparado las puerted del Palacio de Gobierno, éste no pudo resistir por largo tpo. a
para ella?-jno hubiera enviado con anticipación sus tropas al Sur? esta exigencia:-y por decretos de 15 y 17 de abril decretó la espulsíón
iHubiera Prado hecho lo que privadamente hizo por evitarla?-¿No era de los chilenos que debía llevarse a efecto en el perentorio término de
natural que el Perú, cuyo territorio meridional estaba ocupado por chi- ocho días.
lenos, temiese una invasión semejante a la de Chile envalentcnado por lo
de Atacama?-iNo era natural que una prensa americana se encendiese Esfuérzase desde ahora Barros en acumular razones contra el Perú,
en ira por la ocupación de Antofagasta, visiblemente deseada y preme- -y en pintarlo agitado, clamoroso, amenazadori vociferador, colérico.-
ditada con cautela? iPodía romperse un tratado de alianza, hecho con Mas todo lo que el Perú hciese después de la declaración de la guerra,
el Congreso, sin el Congreso? iPodía reunirse el Congreso con menos de y fueran los que fuesen el grado de su alarma y la exaltación con que
un mes? Si el Gobierno del Perú hubiese deseado la guerralia qué expo- la expresara-no añade esto ápice a las razones que tuviera Chile a la
nerse a evitarla, con la acción de Prado y Lavalle?-Parece claro que si declaración para llevarla a efecto.
el Perú, ardiente y generoso, quería el castigo del pueblo patricida, su
Gobierno prudentemente evitaba el conflicto. iQue el Perú, en aquel mes -Que por el 15 se ordenó la expulsión de los chilenos q. no tuvieran
en que difería la respuesta, sólo buscaba aplazamiento pa. prepararse! carta de ciudadanía, o estuviesen casados con peruanas, residiesen. desde
Pues con él, --ino se lo daba a Chile! Pues si hubiera anhelado la diez anos en el país, y fuesen propietarios de bienes raíces.
lucha-hubiérale con un mes bastado para prepararse a ella. Ni qué ,-Que por decreto del 17, la expulsión se hizo gral.:-y “en cumpli-
cabía hacer en un mes, desprovisto como estaba para el cruento combate? miento de la parte penal de esos decretos, en Lima y Callao fueron redu-
Ni cómo había de imaginar, a pesar’de los sucesos de Bolivia, que tal cosa cidos a prisión los chilenos q. por falta de recursos o enfermedad-no
espantosa fuese cierta? Porque dos pueblos de América merecen ser que- pudieron embarcarse; pero se respetó el plazo acordado para salir del
mados por el fuego de Dios si vienen a guerra! y por dineros! y por territorio”.
minas! y por cuestión de pan y bolsa! Oh! que fuera la ira litigo que -Que el prefecto de Arequipa, que 2 días antes que el Gobierno
fiagelase, o barrera que cercase, o palabra que ennobleciese y conmoviese decretó la expulsión, concedió 48 horas.
al hermano traidor! Traidor a su dogma de hombre, y a su dogma de -Que en la provincia de Tarapacá se concedieron dos o tres horas.
pueblo americano! -Que en Iquique no habían podido embarcarse sin la protección de
marinos ingleses y americanos.
“El día anterior, el Perú, informado por el telégrafo, había declarado -Que en Huanillod tuvieron q. emprendo su viaje a pie, por los
en campaña el ejército y la escuadra-por cuanto el Perú”, decía el de- arenales del desierto hasta llegar a orillas del Loa, donde los socorrieron
creto, “se halla en estado de guerra con la república de Chile”. las tropas chilenas.
“Dos dias desputs, el 6 de abril, el mismo Gobierno hacía en Lima, -Que los chilenos del Per% atendían a 40,ooO.
la publicación solemne del tratado secreto, demostrando con el hecho que -Que Chile no pensó en expulsar a los bolivianos y peruanos.
no necesitaba la reunión del Congreso para hacer efectiva la alianza.” -Que de esto se aprovechó Chile, -haciendo de los fuertes traba-
jadores expulsos de Tarapacá y refugiados en Antofagasta, los mejores
El pueblo de Lima, reunido con frecuencia en calurosos meetings, oyó y más útiles soldados de la campaña. Lo que no fue torpeza del Perú,
decir a Prado, a quien se seguía teniendo a pesar de esto por amigo ni habilidad de Cl&--nuesto arre en Tarapacá lo hubieran sido aún
de Chile,-“Chile quiere la guerra! Pues bien-la tendrá Aremenda
300 MARTf / CUMERVOS DE APUKTES CUADERNO XQ 13 301
mejores, y se hubieran alzado inmediatamente con la tierra, como se con Bolivia, había de vacilar en responder, para hallar de esta vacilación
alzaron con la de Atacama. indispensable, que no podía ser m& inofensiva, pretexto para la decla-
ración de guerra; -ni puede dejar de pensarseque si el Perú hubiera
Barros pinta así el estado de los dos ejércitos: asumido actitud tan arrogante, y deseadotan ardientemente la lucha, y
A principios de 1879 tenía el Perú 4,200 soldados mandados por estadotan de antearanopreparado pa. ella, -no hubiesepedido un mesde
3,870 oficiales de todas categorías, de los cuales 26 eran Grales. Gastaban plazo, (lo cual era visiblemente manera de retardar, sino evitar, el con-
en ellos 4.000,OOO. Cuatro buques acorazados: la fragata Independenciu. f!icto, o de hallar durante el mesun modo de evitarlo aún no hallado) para
Los monitores Hwíscar, Atahualpa y Man& Cápac. hacer la declaración, sino que, en acuerdo con su arrogancia, con su desdén
Corbetas ‘de madera Unión y Pilcomayo. de su adversario, con el auxilio que esperaba de Bolivia, con su doble
Doce buquesmenores. número de tropas de mar y de tierra, con su presunción en sus ciencias
Gastaba en su escuadra $5000,000 militares, con su convicción de que la guerra seria una campaña de apa-
Se creían los peruanosdice Barro-más diestro por sus revoluciones ratos, y con los 5 millares y medio de poblacion que podía alzar con la de
que los chilenos.
Bolivia, contra los 2.500,OOOde Chile;-en acuerdo con todo esto, que
Chile tenía 2,400 hombres-de los cuales 410 eran artilleros, 530
suponeen el Perú, y, afirma que en él había y bu!lía, Barros Arana, hubiera
jinetes, -y el resto infantes.
-sin necesidadde declarar la guerra, y suponiendo que mientras comen-
Su marina era 2 fragatas acorazadas: el Blanco Encalada, y el Abni-
zaba transcurriría spre. el mesde preparación que seintenta creer que bus-
rante Cochrane, dos corbetas de madera: O’Higgins y Chacabwo, una
cañonera de madera: Magaflunes. 4 buques menores. caba con la demora-hubiera publicado su tratado de alianza, y declarado
Dice que el Congreso había venido aminorando el ejéricto de 3,500 que estaba a 61. Paréceme ver intento marcado, generoso y prudente
hasta el tipo de entoncesZ-J que tan distante se hallaba de pensar en intento, en el Gobierno del Perú de impedir la guerra, y de buscar tiempo
guerra que el dbre. de 1878, cdo. la discusión diplomática con Bolivia y medios para impedirla. Niego a Chile el derecho de declarar la guerra
tomaba un carácter alarmante, hicieron las Cámaras supresionesimpor- al Perú. Y si Chile dice que no podía desocupar a Antofagasta, como el
tantes en el ministerio de Guerra y Marina. Y al fin del capítulo dice: Perú le pedía, pa. tratar con Bolivia, porque desamparabalos intereses
“Chile llevaba a susdoa.enemigosuna graneventaja:-tenía admón. sólida de los chilenos, ipor qué calla la fórmala o las fórmulas que induda-
y seria”.- Pues si la tenía, no pudo rebajar el ejército cdo. se estaba en blemente proponía Lavalle, porque no hubiese tenido sentido común que
peligro de una guerra conocida. 0 no era seria la admón.: o no es cierto no los propusiera, para garantizar las propiedades de los cuidadanos de
que Chile hiciera realmente semejantesrebajas. Chile mientras se gestionaba el arreglo?
“No es dc extrañarse, que el día en que la guerra vino, Chile se hallase Chile venía apeteciendoel territorio, poblándolo a su guisa, y poniendo
con un ejército insignificante y un armamento insuficiente para la cam- la mira en el vejamen y destrozo del pueblo peruano,-cuyas riquezas
paña a que era provocado, contra los deseosy las tendencias del país.” naturales, desdén del acumulamiento paciente de la fortuna, y brillo
Dice que al Perú le era fácil aumentar sus fuerzaa, con las que fácil- intelectual,-como que son condiciones que ella no posee,-envidia. Si
mente pasaría a él, como pasó, Bolivia. con Bolivia era la querella ia qué ir a Lima, sólo porque el Perú protegía,
Que los ejércitos de Chile estaban fortalecidos por la instrucción y como era natural, sus tierras de Tarapacá y pedía un mes pa. declararse
por la paz. o no neutral;-y no ir a La Paz, donde estaba el Gobierno vejador,
Que Chile no estabapreparado para la empresaa que se le provocaba. perseguidor de los chilenos, arruinador de la Compañía de Antofagasta,
Ni el Perú provocó a Chile, puesto que nada tuvo que hacer el Perú -el dueño de los terrenos discutidos, el enemigomás cercano, y disputado
con la ocupación de Antofagasta, principio imprevisto y súbito de la del terreno discutido,-el perpetuo ofensor y burlador de 10s tratados
guerra;-ni el Perú se ocupó en dar o negar la declaración de neutralidad,
y derechos chilenos; que así lo pinta Barros?
que mañosamenteexigió Chile, sabiendo que, dado el tratado de alianza
302 MARTí’/ CUADERNOS DE APUNTES
CUADERNO No 13 303
Bolivia fue Q4pretexto, con el cual se recogió de paso a Antofagasta;
Perú, el objeto real, en el que se iban a saciar, no tanto ansias de poseer Chile, dejar sus hogares en busca de fortuna; ni eran numerosos en
las salitreras de Tarapacá, cuanto viejos, celosos y tenaces rencores. El Chile; ni habían destrozado muelles, ni aparatos, ni pueblos chilenos.
odio del fuerte al débil, odio misterioso e implacable: el odio del que
envidia una superioridad de espíritu y una largueza de coraz$ que no El libro de Barros Arana ha sido escrito para demostrar que ha tenido
posee. El odio del que no inspiraba simpatias hacia el que las inspira. razón Chile:pues ése es precisamente el libro que convence de que no
El odio del mezquino al generoso: un odio grande. ha tenido razón Chile.
La guerra toma, en manos de Chile, un carácter devastador, asolador
innecesario de la riqueza peruana, desde el primer combate, el de Iquique. El libro de Barros Arana.
Cuéntalo así Barros: Yo entré a leer este libro con una generosa creencia (prevención) de
Habían salido del Callao la Unión y Pilcomayo el 7. El 12 de abril que, aunque las razones de abnegación y sentimiento pudiesen estar
avistan al N. de la embocadura del Loa a una cañonera chilena Magallanes: de parte del Perú, las razones prácticas a lo menos estarían de parte de
Aurelio Garcia contra Juan J. Latorre. Averióse una de las máquinas Chile. Porque sólo se concibe lo racional, en tanto no se palpa lo
peruanas. Retiráronse éstos. monstruoso. El primer movimiento, al tener noticia de un crimen, es
De enfrente de Iquique, donde regía la escuadra chilena el Almirante rechazarlo. Y una vez creído-explicarlo, si cabe;-y si cabe, discul-
Williams Rebolledo “salieron algunas nutres a recorrer la costa vecina, parlo.-Mas yo no creía que un pueblo se hubiera echado responsabilidad
destruyendo los muelles y aparatos de embarque que el gobierno del tan grave encima-si no lo hubiera podido aligerar con causas visibles y
Perú tenía en esos lugares para el carguío del guano”. capitales, de fuerza y de peso.
Pues eran acaso los muelles y aparatos instrumentos de guerra? Pues
estaba la guerra suficientemente enconada en esa primera escaramuza Recuerdos del libro de Joaquín M. Vergara:
para justificar esa destrucción injustificada y a mansalva? Pues no es “Historia de ia Literatura en Nueva Granada”
claro desde el primer instante que la guerra no se hacía por honor
mancillado, sino por odio a las riquezas del Perú-el más villano, el “166 hombres fueron los conquistadores del Imperio Muisca, gober-
menos excusador, el más imperdonable de los odios? Pues, triunfantes nado por dos príncipes-el Zipa en Bogotá, y el Zaque en Tunja.” Por
en este primer encuentro, ni la disculpa de la ira por la’ derrota tienen loa entre los dos príncipes se entraron los 166 hombres.
chilenos para esa obra de tala. Por el contrario, debía la primera victoria
disponerlos a la generosidad. “iQué se hizo la nación que poblaba este vasto territorio, y cuyas
Luego cebaban odios viejos;-porque no había causa para encenderlos ciudades y castillejos agrupados hicieron que los españoles dieran a
nuevos,-ni deja nunca la victoria, y sobre todo la la victoria, de nuestra despoblada sabana el nombre de Valle de los Alcázares?”
predisponer a la clemencia.
Y ahora, y en una nota vergonzante, sale a relucir la causa, aatuta- “El P. Torquemada se queja en su historia de la negligencia de las
mente callada en su lugar natural, de los decretos de expulsión de los Iras. personas de letras que vinieron a esta tierra. Por fortuna, los indios
chilenos dados en Lima. Encendidos en ira por el destrozo voluntario, habían escrito algo en piedras, que leyó 260 años después el canónigo
innecesario y frío de sus muelles y aparatos de embarque, se amotinó Duquesne.”
-como dice Barros,-4 pueblo de Lima, y en consecuencia de aquel
“Entre los muiscas, el mohan Probablemente sería el inspirado:
clamor público, y por este acta chileno, se decretó la expulsión de Ios
rapsodas. Los chibchas tendrían también sus cantos religiosos y sus
chilenos del Perú. ¿A qué el alarde del historiador de que no expulsó
himnos guerreros, que cantarían seguramente en el monótono recitado por
Chile a peruanos y bolivianos ? Ni éstos tenían por hábito, como los de
donde empieza el canto entre los pueblos bárbaros. Debieron cantar los
01 Palabra ininteligible. chibchas sus enconadas guerras con el Zaque de Tunja; cantar debieron
a Bóchica, como lo llama Vergara por haber oído Bóchica y no Bochica,
304 MARTÍ / CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO NQ’ 13 305
como se escribe y habla siempre, a los indi- de Chipasaque al Norte, y Grave defecto es ése del libro de Vergara: el airado y rencoroso
a los de Ubague, al Oriente. Bochica es el Adún y el Dios de lOs Muicca~: empeño de enaltecer, por sobre toda gloria de América, las glorias de
iAdán y Dios a un tiempo? España, y de España eclesiástica, con singular tendencia a hallar bueno
cuanto fue malo, o excusable lo que no tuvo excusa, o grande lo mediano,
Piedrahita dice de los poetas indios: sin que falte algún juicio suyo, donde la pasi6n del crítico desluce la
“Danzaban y bailaban al compás de sus caracolas y fotutos, cantaban seductora ingenuidad del hombre, en que al tratar de americanos, ee
juntamente algunos versos y canciones que hacen en su idioma y tienen empeñe en recalcar lo que tiene él por medianía. ,
cierta medida y consonancia, a manera de villancicos y endechasde los A este propósito recuerdo aquella iracunda tirada del lívido y celoso
españoles. En este género de versos refieren los sucesospresentes y cura... s6, en el aposento del pintor mexicano... Oe. iQué erguirse, con
pasados,y en ellos vituperan o engrandecen el honor y deshonor de las miradas y silbos de culebra contra Bolívar, cuya miniatura notable,
personasa quien los componen: en las materias graves mezclan muchas pintada por el prócer’ Espinosa, tenía yo en las manos! iQué gigante,
pausas, y en las alegres guardan proporción: pero siempre pareceti sus aquel que pasó de tal modo por las aguas, y las encrespóy removió de tsl
cantos tristes y fríos, y 19 mismo sus bailes y danzas. suerte, que 50 años despuésde su hundimiento, aún levanta estasnegras
espumas!
El único trozo de poesía india conservado en Colombia es uno de Sacudía aquel clérigo el manteo, y fusteaba con él la sombra,-cual
los coconucos, que trae el Gral. Mosquera en la pág. 41 de su Geografía si en ella estuviera su enemigo. Inconcebible rabia le animaba. Con
de los E. U. de Colombia. ademanes y lengua de placero regateaba al héroe sus glorias, y por
quitárselas a él, dábaselasa otros menos gloriosos. “iPues no lo he de
Y dice:
odiar-decía, y cuenta, que éstasfueron una a una susmismaspalabras-,
Surubu 1Qma: Subí a una altura, ~NO le he de odiar sí con los españolessería yo hcy un gran personaje,
Nevin ra: Allí me senté, y ahora no soy más que un clérigo pobre y perseguido?” Y qué decir
Canan cruz: Encontré una cruz, mal de su país! Y, qué llamar charlatanería a esa dote riquísima de
Nigua gra: Me puse a llorar. efusión afectuosa que distingue a los hombres de América, y que él, como
a grave defecto, achacaba a los verbosos bogotanos! He aquí porqué yo
Cuarenta años despuésde la fundación de Bogotá y Tunja, principiaron
creo que son los pechos humanos, nidos de todo género de seres,ora de
los pobladores a hacer versos-mas éstos no eran cantos de hazañas, ni
águilas, ora de insectos. Víbora parecía el cura, con sus ojos viscosos,
de amores con las sumisasy tiernas criaturas de la tierra nueva, sino
con su color lisa y exangüe, y sus cabellos ralos.cayéndole sobre el cuello
como símbolo de la significación mezquina que en cuanto a adelantos de
nervioso, y sus movimientos coléricos e irregulares.
espíritu había de tener la colonia,-uno que otro epigrama latino en honor
de algún varón ilustre, u octava real, o mal soneto, celebrando tal vez,
Miguel de Espejo, Cristóbal de León y SebastiánGarcia fueron de los
-y ésteera de los sujetos más altos, la publicación de un libro.
primeros versadorea.
Por cierto que no hace al caso el maravillamiento de Vergara, que
tiene como a hazaña que los padres españoleshicieran aprender a sus
Lamente con justicia Vergara que no sedujesepa aquellos rimadores
hijos gramática española y latina-l o cual deduce, no de que constase a
tan grandes y pintorescos sucesoscomo aquellos propios suyos-lo cual
lo menos que así lo hacían, aunque menos no podían hacer, ni hay
aconteció de lejos porque no serían por entonces las cosas tan altw y
padre, español o turco, que deje de hacer cosa semejante con sus hijos;
singulares como ahora, vista8 de lejos, y privados de datos, nos parecen,
-sino de que estos versillos se escribían a los cuarenta años de la
-y porque las propias pequeñeces,o el no ser las hazañas tan grandes.
fundación,-cuando los más, si no todos, eran de los que habían venido
de Españacon su poco de letras; lo cual no es raro,-porque nunca falta ab Está tachado por Martí el nombre “Aguilar”.
caballero, baladrón, ni poeta en junta de españoles. aa Está tachado por Martí el nombre “Felipe Gutiérwz”.
306 MARTí 1 CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO NV 13 307
les quitaran la admiración, y con ella el vigor peí-tico, por los hechos Por 1” vez aparecieron sus obras en junto en el cuarto tomo de la
suyos,-y el rencor y la envidia,--0 por los ajenos. Mas cierto que hay “Biblioteca de autores españoles” de Rivadeneyra.
belleza en aquella fundación de Bogotá, donde juntos Quesada, que había
fundado a Santa Fe,-Belalckar, que con su tropa de españoles había iQué vida aquélla, tan sombría y grandiosa, coma cuando de vuelta
aparecido por el Sur; y Fredermann que de Venezuela había salido a a Cubagua, de donde habían salido con Antonio Sedeño a cautivar indios
Cundinamarca por los llanos de San Martin-establecieron-“con cere- que les sirviesen en la pesca de las perlas, volvían, con Castellanos entre
ellos, espantados y hambrientos, seguidos de cerca por los tigres que,
monias extremadamente poéticas y caballerescas” la nueva ciudad. Cierto
que no desdicen de las más hermosas páginas del romance, ni del libro cebados en los cuerpos muertos de los malaventurados indios, que dejaban
como huella de sí los expedicionarios,-buscaban, jornadeando como
de la guerra troyana, ni de los más gallardos sucesos dignos de ser
ellos, y acampando como ellos, a los aterrados españoles!
narrados en lengua eminente el esbelto Vasco Núñez, arrodillándose, como
echado a tierra por el peso del alma conmovida, y al cielo por impaciencia
y aleteo del genio,-ante el sereno Mar del Sur;-ni Quesada, rodeado Y iparece querer Vergara que Castellanos sea,-a ajustarnos a lo
de ciudadanos, y cabildos, y capellanes-“arrancando yerbas, regando que dice en su prólogo,-tenido por gloria de la Iglesia. Pues buena
polvo al viento, volviendo la punta de su espada a los cuatro puntos andaba entonces la Iglesia de aquel tiempo, entre tigres, airada soldadesca,
del globo, tomando posesión de la tierra en nombre del Emperador y Rey e indios muertos. Que se reparasen en la prebenda los cansados, y en
Carlos v-y desafiando a singular batalla al que lo contradijese”. Que ello gozasen los dineros que habían habido, o adquiriesen los que de otro
así lo dice Vergara, y no ha de intentar decirse mejor lo que está tan modo no habían podido hacer,-no quiere decir que puedan ser tenidas
bien dicho. Lo grande es lo simple. como obras del espíritu evangélico, aquellas que nacieron y fueron hechas
de hombres avezados a combates. Lugar de descanso, mas no fuente de
Y luego se embarcan camino de España, los 3 capitanes, en un buque
inspiración, fue para Castellanos, y otros como él, el claustro.
construido en Guataquí-puerto del Magdalena.
Ni hubo porque no cantansen los bardos del tpo. los torneos y las
justas que se celebraban en la plaza; ni casos que debieran ser graves, y Ayudaron a Castellanos, y con haber él pedido y buscado esta ayuda
de choque de razas, como si toda idea de venganza no estuviera muerta, dio a entender que era hombre de vastos propósitos, sincera intención, e
-tales cual la muerte del Capitán Zorro, a cuyo nombre parece que se importantes y maduros talentos.
Juan de Avenllano, con la relación verbal de la expedición sobre la
apareja algo de insolente y arrogante, a manos del brioso mestizo hijo
Dominica;
natural del Mariscal Vanegas y de la madre de Zaque-Zaquipa, hermana
Francisco Soler, con el plano de la laguna de Venezuela, que así
del cacique de Guatavita. Como que aquel día debieron de andar mohínos
llamaban entonces al lago de Maracaibo;
los conquistadores, y alentados y seguidos los indios. Ni porque desde-
El Capitán Nuño de Arteaga, con la cuenta escrita de la expedición
ñasen tratar de los amores tempestuosos de Hernando de Alcocer y
que hizo con Pedro de Limpias por el Cabo de la Vela;
Guismar de Sotomayor,-ni de las famosas hechicerías de Juana García
Francisco de Orellana, que describió también su viaje por el Amazonas;
-la negra. Y Gonzalo Fernández y Juan de Orozco, autor de un libro perdido
(de viajes y aventuras) que llamó El Peregrino,-con la narración de
Caste¿!anos, al fin, conquistador primero, beneficiado luego de Tunja, las guerras y trances de Cartagena, hasta la época en que lIegó a ella
donde sin razón se le supuso nacido, y poeta en las postrimerías de su Castellanos.
revuelta existencia, escribio al fin en 100,000 versos sus afamadas Ele&,
que son verídicas, exuberantes, incorrectas y pintorescas crónicas de Llamó Castellanos a su obra: “El egias de varones ilustres de Indias’*,
aquellas v’d1 as y sucesos. Por 1570 empezó a componer sus elegías. -que dividió en cuatro partes, de las cuales la última, en que cantaba
las hazañas y muerte de Quesada, la fundación de Bogotá, Tunja, y otros
308 MARTÍ / CUADERNO!3 DE APUNTES CUADERNO
Np 13
pueblos, y k.s guerra.s de los indios antes de que llegaran los espuñoles,-
desapareció. sin que desapareciesen las demás. Y como tal como sucede Parte Segunda
con el 2” tomo de la Historia de las Revoluciones de Centro Amkica por
Mearure que pereció, o a manos de su autor, que se arrepintió de haberla Elegia
escrito en el wntido liberal que por entonces lo animaba, o, como se cree
en Guatemala, por la familia. seiialadamente católica, a instancias del lz A la mte. de Micer Ambrosio.
clero.--es fijo que c-te libro fue voluntariamente perdido, o por enemigos 23 A la mte. de George Espira. (?)
personales de Quesada, lo cual no lo explicaba bastante, o por avisados 3z A la mte. de Felipe de Uten. ( ? )
españoles que comprendían cuán importante era que quedaran envueltos 4* Relación de las cosas del Cabo de la Vela.
en el agrandador misterio los sucesos de la conquista,-y no se hiciera 53 A la mtc. de D. Pedro Fernández de Lugo.
vulnerable la dominación española por aquellas mismas artes y hendi- 63 Elogio de D. Luis de Rojas.
duras por las que ella se había entrado. Así se hace hoy mismo con 7* Elogio de D. Lope de Orozco.
aquellos acontecinlientos a los que se quiere conservar prestigio, y de los
que se aguardan grandes resultados.-Y no convenía que
Castellanos Parte Tercera
hiciera con la conquista de Nueva Granada lo que Gage hizo, en su
donairoso y perseguido libro-con la toma de Mexico, y las otras hazañas Historia de Cartagena.
de Cortés. Que las cosas de hombres, por sucesos humanos se explican, Elegío a la mte. de D. Juan de Bustos Villegas.
y lo que aparece milagroso, alguna razón común y clara tiene. El mis- Elegía a la mte. de Feo. Bahamonde Lugo.
terio está, no en que lo haya, sino en que no se le conoce. Elogio de Pedro Fernández de Bustos.
Elegía a la mte. de Don Sebastián de Benalcázar.
De las tres partes del libro del fecundo, animoso, ingenioso y desatinado Catálogo de los gobernadores de Popayán, y cuasi epilogo de lo
Castellanos,he aquí los asuntos: contenido en su historia, en metros sueltos &.
...Juan Valenciano
El descubrimiento de América. 1Que trabajo Juan López! 1Qué Macías!
A la muerte del Capn. Rodrigo de Arana. Pero Rodríguez Carrión Mantilla!
A !a mte. de Feo. Bobadilla. 1Qué Pedro Corredor! Qué Juan de Frías!
Mte. de Crist. Colón. 1Qué Diego Montañés! Juan de Pinilla!
Mte. de Diego Colón. Paredes Calderón! Francisco Díaz!
Mte. de Juan Ponce de León. Un Martín de las Islas! un Chinchilla!
Elogio de Diego Velázquez de Cuéllar. Paniagua! Pero Ruiz Herrezuelo! ,
Mte. de D. Feo. de Garay. Y aquel que vive hoy, Pedro Soteko!
Mte. de Diego de Ordás.
Conquista de la isla de la Trinidad. Habla así de la vida de los conquistadores:
Mte. de Jerónimo de Ortal. “No comían guisadoscon canela,
Mte. de Antonio Sedeño. Ni confites, ni dulces canelones;
Elogio de la isla Cubagua. Su más cierto dormir era la vela;
Elogio de la isla Margarita. Las duras armas eran sus colchones;
CUADERNO No 13 311
310 MARTÍ / CVADERSOS DE APUNTES
Habla de la fuente de juventud de que hablaban los indios “en la becas en número de 18 eran españoles,J que los de 2* becas llamados
isla que llamaban Bimimi”-(en las Floridas). convictores, pagaban media pensión al año. De los jesuitas fue la Univer-
sidad Javeriana.
Los dominicos, desde 1543 enseñaban gramática: ganaron a los
Mezcla con chistes, cuentos como el del portugués recién casado de jesuitas el pleito sobre fundación de la Universidad, lo que celebraron con
la india, a quien ésta se le huyó de la hamaca, pa. cosa humana, y col-
regocijo estrepitoso, procesión con el estandarte del Doctor Angélico, acto
gando de un árbol la blanca camisa, con lo que el portugués, puesto que
literario en que los catedráticos futuros se propusieron cuestiones en
era de noche, creyó que era ella,-emprendió su camino por el monte;
diferentes facultades
-hallando el lusitano, cuando se levantó al cabo a buscarla-el pellejo,
de la querida carne ya vacio!
En 1767, cuando su expulsión, tenían 13 colegios en el Nuevo Reino.
En sonoras estrofas, las mejores tal vez de las Elegías, pinta las des-
Tratóse de fundar un colegio de indios, y se llegó hasta la adqui-
gracias del ¿do. Zuazo, enviado por D. Feo. Garay pa. capitular con
sición de una casa, mas no pasó de ahí.
Cortés las conquistas que proyectaba en una parte del territorio otorgado
a éste. Sus naufragios, su viaje de isla en isla, su sed ardiente, su posesiór
“Las locerías de Natá y Ráquira, las esferasque fabrican los descen-
por el arenal seco--con una cruz de leños arrojados por la mar a la
a Dios en demanda de agua, dientes de los que labraron y tejieron el templo de Sogamoso; los tejidos
playa, apretada en las manos, su plegaria
de Pasto y Túquerres, que semejan los de Flandes, y en alfombras que
y el hallarla, clavando en el encuentro de los dos brazos de una cruz
igualan a las europeas,y la pintura de vasijas y cajas de Pasto y Timaná,
señalada en tierra, y el grande contento-hallaron en el beneficiado intér-
fábricas originales sin mezcla de ciencia europea, que recuerdan por
prete pujante y felicísimo.
su barniz, dibujos y finura los artefactos de la China; los tejidos de esteras
y las hamacas de Chingoté y Corozal; las de manta de Boyacá; las de
Otro libro escribió, también perdido: “La Historia Indiana.” lienzo del Socorro,-y otras fábricas espontáneas,populares. son pruebas
de la aptitud de los indios para las artes mecánicas.”
De Espejo y León, como de Sebastián García, el primer granadino de
quien se condcen versos, se conocen los hechos en honra de la Historia “Sobrevendrá con frecuencia, encontrar aporcando papas o cargando
Zn&zna de Castellanos. esteras, el descendientedel Zipa de Bogotá, o que demos una peseta de
No faltaba el Espejo, sabio como era de consejo, y grave de palabra, jornal al bisnieto del inventor del calendario muisca.”
en ir caballero en su mula tras el Arzobispo Barrios, que cabalgaba más
decorosamente, a terciar en aquellas frecuentisimas querellas que se Sobre la guerra de los Pijaos, aquellos no domados, escribiéronse, y
movían-dice Vergara-entre los impertinentes Oidores “y los petulantes perdiéronse; dos obras: la una “Guerra y conquista de los indios pijaos”,
caballeros de la conquista.97 por Hernando de Angulo y Velasco, natural de Vélez quien sobre haber
sido Escribano de Cámara y Mayor de Gobernación, y alguacil del Santo
Fundó Fray Luis Zapata de Cárdenas un colegio seminario, de San Oficio,-mereció que de él dijese Ocariz que era “muy instruido en
Luis, que a su muerte pasó a los jesuitas, y a cuyo seminario se adscribió papeles y noticias de todas materias y de historia”.
la obligacion de recibir los hijos de los caciques, pero esta orden no se Y la otra obra es la “Comedia de la Guerra de los Pijaos” de Herm
llevó a efecto-pu= vemos en los años siguientes que sus alumnos de nando de Ospina, natural de Mariquita, notado de satírico.
‘rLa guerra de los pijaos, que duró largo tiempo, y no fue concluida
97 Hay un apunte, en letra que no es de hlartí, que dice: “Las locerías de Natá sino con el exterminio total de aquellos altivos y valerosos indios, ea muy
y Ráquira; las esteras que fabrican los descendientes de los que labraron y tejieron interesante. Para terminarla, tuvo que ir en persona el Presidente Juan
el templo de Sogamoso los tejidos de Pasto y LU”.
314 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
CUADERNO Nc 13 315
de Borja, auxiliado por la lanza formidable de Don Baltasar, de popular
recuerdo, al frente de una expedición, que a duras penas pudo rendir “La quietud y firmeza que va tomando el Gobierno Civil y la armonía
el indomable valor del famoso Calarcá.” ya bien establecrda con el poder eclesiástico, aseguran la paz de que dis-
fruta la comunidad granadina. El oro de los conquistadores con tanta
En los primeros años del siglo 17, publicó Brochero, (Dr. Luis)-un
liviandad gastado, y con tanta sangre y labor conseguido, ya no va a
discurso sobre el uso de los coches.
convertirse en capas de escarlata en la Corte Castellana, sino que se gasta
No se podría conocer bien la historia de los primeros tiempos de en la colonia en fábricas de iglesias, casas y colegios, en fundación de
N. Granada sin acudir a las Noticias historiales, tan suelta, animada e obras pías altamente benéficas, y en grandes establecimientos benéficos y
ingenuamente escrita por el padre Simón, que era carraquense. Y a laboreo de minas importantes. Todos los animales domésticos de Europa
Cuenca se fue a publicar la la parte de su libro, en 1627: que las dos pastan en nuestras dehesas, más bellos y más robustos que en las comarcas
últimas, aún corren manuscritas por los estantes de la biblioteca nacional andaluzas; y el pato de nuestras lagunas acompaña en los corrales, domes-
de Bogotá. Su estilo es extremadamente llano, sin gala alguna ni aliño ticado ya, a la volantería traída de España. Las semillas europeas ae
litersrio, pintoresco, y vacío como las cosas que pinta, sin que la fantasía dividen su floreciente imperio en los campos con los maizales chibchas,
ni la gramática le estorben. Cuenta como quien vio y oyó. El tomo y en las vegas de los valles el plátano sonante da su fruto de oro a
impreso termina con la relación de la muerte de la hija del tirano Aguirre, una raza que no lo conocía, el blanco pan de Dña. Elvira Gutiérrez, la
por su padre, el tirano de la isla Margarita. Y lo no impreso se refiere primera que amasó harina en este suelo; y la dama castellana, trasladada
con su marido al Nuevo Reino, ha encontrado nuestro maíz digno rival
a la conquista de Nueva Granada.
de su trigo.”
Del Dr. D. Luis de Betancourt, cuyo nacimiento se disputan Bogotá “De aquí para adelante hallaremos más abundancia de escritores,
y Quito, fue persona de grandísima valía, estuvo en puestos altos, rehusó y más difmdídas las letras en nuestra naciente colonia.”
el obispado de Popayán, y escribió en español, cuando allá fue, encargado
de procurar en corte por las iglesias de Indias, un “Tratado de la pre- D. Juan Rodríguez Fresle, santafereño, el autor de El Carnero,-era
ferencia que deben tener los que nacen en Indias como patrimoniales, hijo de uno de los conquistadores que vino con Ursúa, el más gallardo y
simpático capitán que vino a Nueva Granada.
para ser proveídos, en sus iglesias y oficios”. Que no han logrado ver
--
los granadinos.
Esta palabra de los macheteros viene en América de viejo, y la usa
Dice Vergara : en El Carnero, Fresle: al hablar del capitán Gerónimo de Insar, “que lo
“Cien años van a cumplirse de la fundación de Santa Fe. Los con- fue, dice, de los macheteros”.
quistadores han muerto, y la sociedad santafereña está compuesta ya de
criollos o nacidos en este suelo, gobernados por jueces españoles. La De cuán feroces y burdos f’ueron los conquistadores,-da buena idea
cruz victoriosa domina en paz los Andes granadinos. Las tribus indianas esta frase de Fresle,--lamentándose de que Quesada, siendo letrado, no
han ido rindiendo poco a poco su cerviz a los españoles, y los que no hubiese escrito, o puesto a otros a escribir. las cosas de su tiempo:-“a
han querido doblarla han sido exterminados, como sucedió con los altivos los demás sus compañeros y capitanes no culpo. porque había hombres
y belicosos pijaos. Todas las ciudades están ya pobladas, y el terreno de entre ellos que tos cabildos que hacían los firmaban con el hierro con
la área granadina repartido en vastas encomiendas. que herraban SL’S vacas. Y de esto no más”.
“Los sueñes de El Dorado, y el ansia de nuevas conquistas se han
Sobre trato -le los indios: “Al gunos dijeron que descendían de fenicios
calmado: en Sta. Fe van terminando las periódicas innovaciones intro-
y cartagineses: cttros que descienden de aquella tribu que se perdió. Estos
ducidas por las residencias, y la última de ellas, tomada por el Mo. La
parece que llevan algún camino, porque vienen con aquella profecía del
Gasca al marqués de Sofraga fue sin el grito de favor al Rey! que tan
Patriarca en su hijo Isacar, respecto que estas naciones, las más de ellas,
a menudo intervino en las pasadas.”
sirven de jumento de carga. Al principio en este reino, como no había
316 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
CUADERNO No 13 317
caballos ni mulas en que trajinar las mercaderías que venían de Castilla
y de otras partes, las traían estos natura!es a cuestas hasta meterlas en que Cristóbal de Torrea, propagador de la doctrina de Sto. Tomás en la
esta ciudad, desde los puertos donde cargaban y desembarcaban. como “Lengua eucarística del hombre bueno”,- IlCgace a Garzón de Tahuste,
hoy hacen las arrias que las trajinan: y sobre quitar este servicio personal que dio a Zamora base para su historia con su Historicr Antigua de los
se pronunció un auto de que nació un enfado que adelante lo diré en su Chibchas, hoy perdida; y a Piedrahita abundante materia con su ‘5ucesíím
lugar. Ya no cargan, como solían; pero los cargan pasito no más”. de Prelados y Jueces seculares del Nuevo Reino de Granada”,-perdida
hoy como la otra.
“En este tpo. había una cédula en la casa de la contratación de Sevilla,
por la cual privaba Su Majestad el Emperador Carlos V., nuestro Rey Alasoa de Villarreal, predicador grande, y de influencia y pro en las
y Señor, que a estas-partes de Indias no pasasen sino personas españolas, cosas de la iglesia bogotana. Pred. famoso y poeta, como Alasoa-el
cristianos viejos y que viniesen con sus mujeres. Duró esta cédula mucho jesuita Rangel.
tiempo. Angora pasan todos. Debióse de perder.”
Cardoso (Feo. José) que se entretuvo,--como aquel que en el Siglo 18
escribió en España un tratado en que no usaba palabra que no fuese a
El estilo de Rodríguez Fresle es tan límpido y sencillo, tan personal
y natural, que aún hoy pudiera ser leído,-en cuanto a lenguaj-mo la vez latina y española-en escribir una novela en que había la letra 0.
producción de nuestros tiempos. No es pensador levantado, pero inge
nioso; más que creador, crítico; más que imaginador, discreto. No labra Ossorio de las Peñas, aquel que hacía sermonea aplaudidos sobre Ia
su frase: la deja correr. Los sucesos salen de su pluma vivos, como si Fábrioa de lac atenciones de Dios- y Capa AZ&: lo cual revela, con
acabaran de pasar. Saca de ellos lo que naturalísímamente de ellos ae extravío de la fantasía, cierta fuerza de imaginación: “El Sol concebidc
desprende;-y el no interrumpirlos con comentarios, les da relieve y en la sombra”-“Aguilas del Ala Grande”-“Candelas en la Purificación
vigoriza. Cuando filosofa, flaquea. Narra, no estudia. Cuenta con fide- de Ntra. Sra.”
lidad, sencillez y donaire. Cuanto escribe está lleno de variedad y movi-
miento ;-y vese su libro no como esos otros que parecen, en vez de rioa Perdida la “Flores de Sucesos Indianos”, de Juan García de Espinosa,
caudalosos, canales simétricos y rectos por donde corre, con tono igual y au Política mineral.
y fuerza igual, el pensamiento; sino rebelde espontánea corriente que aquí
crece, alli se debilita, más acá reposa en un remanso, más allá serpea “Primer hijo de Góngora” llama a Camargo, el del poema a Loyola,
por un recodo, y ora se revuelve frente a áspero peñasco, con cólera y celebrándolo, el literato y jesuita quiteño D. Antonio Navarro Navarrete,
estruendo, ora, el obstáculo vencido, se desliza de nuevo mansamente que prologó y publicó el poema en Madrid.
desembarazada y sigilosa.
Cantó Juan de Pereira a la Virgen de Chiquinquirá-(prosa).
Antonio Acero, famoso pintor santafereño.
En este Siglo 17 no hubo más que prosistas y rimadores gongorinos.
Llégase, recogiendo al pasar algunos clérigos, nombrados, oomo Pedro
F. Valenzuela-por su “Tratado de medicina y modelo de curar en estas De extremado en universal sabiduría,-y poeta máximo, en laa raraa
partes de Indias “;-Pedro de Solís y Valenzuela que en su Epítome de ocasionesen que se apea a serlo,- y sabedor de lenguas muertas y vivas,
la vida y muerte del ilustrísimo Dn. Doctor D. Bernardino de Almansa, -y de cosas de la naturaleza exterior y la interior,-hablando, como
Arzobispo de Sta. Fe de Bogotá-hace curiosa relación de las enemía- el Latín inusitado, el indio patrio; de fecundo, elegante, eruditísimo y
tades del marqués de Sopaga, D. Sancho de Girón, Pte. de la R. Audiencia prudente, estimaron en BU tiempo en el Nuevo Reyno y en Españo lo que
de Sta Fe, residenciado y condenado a 80,000 pesos luego; y Miguel se recuerda y repite en el tomo 40 de la “Historia Gral. de Agustinos
Silvestre de Luna, y Baltasar de Fodar que hacían sonoros sonetos,-y Descalzos” que publicó en Zaragoza en 1756, (un siglo después de la
muerte del sabio) el padre Feo. de Aafs,-al tunjano o santafereño fikofo
CUADERNO Np 13 319
“Las palabras nunca por sí solas mueven o ponderan: si no llevan CUMERKO No 13 323
alma, de poco sirven.”
Sólo que, como con temor de que no se le entienda, presenta una
CHIBCHA JAPONÉS (SENA)
misma idea de diversos modos, aunque todos claros.
lo--Día- -Ata Eifitoí
En 1696 daba fin a un “Tratado de Astronomia”, en que a asertos 2Q- Rosha Bouteka
tales como el de que el mundo terminará, porque tienen q. cruzarse algún 3Q- Mica Xka
día las elipsesque recorren los astros, sucedencálculos sobre la potencia 4?- Muhica Sokka
cabalística de los Nros. 3, 4 y 14,-e¡ sacerdote Anto Sánchez de Cozar SQ- Hisca Itska
Guanienta, q. quería rebajar la edad del mundo, de 4,000 años a 3,881, 6Q- Ta Moulka
y celebrar en otro día el nacimiento de Jesús. 79-- Cuhupena Nounacka
Su estilo no es en ninguna manera literario;-sino revuelto, y cargado 8Q- Sahuza Tatska
de indisculpables repeticiones, y muy pobre. 9Q- Aca Konoka
IOQ- Ubchihica Toca
De Torres Villarroel se recibieron muchos ejemplares en las colonias.
Epitafio del partífice Sugamuxi
La imprenta entró en México en 1500; en el Perú, en 1680; en Chile,
en 1820; en Buenos Aires, en 1800. i Agai guandola in !
Assy quahuaia su cuhumá Sugamuxi Pisihipqua Pahá blysysuca ti
En Vergara leo que, mientras que en Europa son 6, y en Asia 15 qüe bísqúa: sus ichomysca ti Cundinamarca: bié puyquy es chié ti quita:
las lenguas matrices,--en América eran 55, que originaron más de 2,500. sus mague ti chútas Sues, ma eta muysa aelnesequsquachica vée suá
Habla de la comedia original de los peruanos Olluco, que fue impresa piquihisa. Agadis Segásquabi fihisca.
Tschudí en su diccionario qwchjua. La traduce así el P. Lugo:
De los muiscas,nada se conserva. iOh, gran dolor!
No hay hoy un solo indio que lo hable. Aquí yace.el gran Sugamuxí compaswo y amante pastor de su rebaño:
Lenguaracesgrandes, que vale como entendedoresen la lengua indi- el mejor hombre de Cundinamarca: la corona y honra de su nación: el
gena, fueron los dominicos: (P. Lugo) jesuitas también escribieron amigo de los hijos del sol, y que al fin adoró las luces del Sol eterno.
(P. Dadey, probablemente milanés). Roguemos por su alma:
Citano se llamó el lenguaje que vino de la mezcla de voces chibchas De saber el chibcha, se sabrían los nombres geográficos. Algunos
y españolas. se saben.
Zipacon, lamento del Zipa: tenía el Zipa cuatro palacios: Tensaquillo,
Desnaturalizaron la lengua chibcha, por compararla al latín.
hoy Bogotá: Bogotá o Muenqueta, hoy Tunja, y allá la Corte: Tabío,
Paravey publicó en 1834 una memoria encaminada a probar que la
lugar de baños termales; y Zipacon, lugar de duelo, donde se recogía a
lengua muisca nació de la japonesa, árabe o vasca:
Ilorar sus muertos.
Seik (J) Zaque (M) Gobernador o Rey. Bogotá (Baca-tá) extremidad de sementera, o del campo.
Fo-Chekia-Bochica-Dios. Tocan-zipa-llanto del Zipa.
Gonat - Huthaca 1 Gachan-Zípá-Risa, gozo del Zipa.
La Luna, esposade Dios.
Guet - Gueteca I Sogamoso-el desaparecido.
En el calendario coinciden nombres y distribución de tiempos: Lenguas de aquellos lugares fueron la gutural y consonantosaAyriw;
y la Betoyam, de que derivaron la de Arauca, y la de Ele, por medio de
la Firara, madre directa de estasdos. Los de Meta hablaron el 4chágua:
CUADERNO NQ 13 325
324 MARTi / CUADERNOS DE APUXTE~
Al cuaderno 4Q-véanse Velasco y la Madre Castillo.
-la Sáha, que Gumilla quisiera Ilamar, por nasa!, uxrigol,--bpera: la
Sitrifa, gutural. Y los aálivas eran “amabilísima gente, la ITI& dócil. ‘To make haste slowly.”
mansay tratable de las descubiertas en aquellos ríos”.-Y la Guajiva, !
la Chivicoa. “Strength comes from growth, and not from effort.”
Plaza cita, a propósito del Meta, la luculie, jobúc, quilifai. nnabali.
aolaca, atabaca, todas de la Betoyn-Firarn. ;isperns todas, como cctn
“Madison in political genius, brillancy and scholarship was in no
madre suya.
rcspect the equal of his illustrious predecessor. But he had the faculty of
De la caribe venían los dialectos guayana. polcnca. guiri, guayquirí.
repose. America wanted rest after revolution and war. Madison gave
mapuy y cumanagota.
her rest.”
De la sáliva, el aturi.
De la guajiva, muchas entre las tribus chiricoas.
La achagna era elegante, suave y rica. “He was a large man”:rico:
Plaza: “Memorias pa. la Historia de la Nueva Granada. de& su “He was well off.”
descubrimiento hta. 1810.” “He was a welbto-do man.”
Los achaguur viven aún en Cabuyaro, a las márgenesdel Fcletn.
El sáliva, se habla en Macareo. “Whittier-Holmes.”
El turna, se habla en Yiramena, ambos n orillos del Meta. “Ameritan like Whittier.”
Los indios aprendian antes y mejor la lengua do loo misioneros. qur*
éstos las de ellos: así los paezes. Sí, se puede hacer algo en una Historia de la Lit. Am.: y es esto:
Hay la lengua de los cocomucos. iQué ha puesto de si, qué ha puesto de su espíritu propio y nuevo, la
Y el putumayo, que hablan las tribus del Caquetn. América en Io que han escrito los americanos? Ha puesto algo. iCuando
se parecen a alguien?
En Nueva Granada, cayeron sobre odios recientes. 8t.t afios antes de
la venida de los españoles,avasalló el Zippa Nemeguek (hueso de león)
Decían a Juan Vte. González por su costumbre de acaparar cuanto
al Cacique de la rica y poderosa comarca de Guatavita.
libro veia- traga-Libros.
Y como viera venir hacia él a Pedro José Rojas, que no acaparaba
El padre Aloruo de Zarnora escribió, ya por 1700, una llana, modesta con menor fortuna los dineros, dijo.
y detallada “Historia del Nuevo Remo y de la Provincia de San Antonino, -Ahí viene mi hembra!
en la Religión de Sto. Domingo”, en la que quiso, sobre todo, contar -Pues no me llaman traga-libroi? El traga-librar.
las proezas y merecimientosde los religiosos en las faenas de la conquista. Libra es en Venezuela una moneda de oro común en el país.
Y con razón: “que las Casashabía hecho con Quesada la increíble cam-
paña del Magdalena y Opón; y el Padre Juan Verdejo, había llegado
En algunos pueblos de Colombia, los campesinosponen en la mano a
con Fredermann a Venezuela, atravesando IOS llanos de San Martín.
los niños muertos una copa de cartón “para no pasar sequía en el camino”.
desde Venezuela”.
-Y le amarran a los pies unos zapatos de cartón “para que no se
ctiwren, porque el camino del cielo es muy estrecho y está todo lleno
Amena, y rica en datos, de la trascendencia de algunos de los cuales
de tunas”.
no sospechael buen historiador, es esta Historia. Y pintoresca, y un tanto
agraciada en el de&.
326 MARTi / CUADERNOS DE APUNTES
Heraclio fue desterrado a Puerto Rico, donde estuvo un año, viviendo Partenogénesis.
-.según decía él-de hacer sermones. Calcaño debió a poco un favor a
Pedro José Rojas. Viajeros notables por Venezuela:
Y cuando ibamos por el camino en que me hacia Eloy este cuento. Federmann, Raleigh, Labaysse, Humboldt, Depons, Conde de Segur,
vimos aquellas letras que para el pórtico de,la finca Sans Souci dibujó Robinson, Dicane, Wallace, Linden, Otto, Spruce, Karsten, Hawkshaw,
Humboldt, que-con el reloj solar de la plaza de San Jacinto son los Schomburgk, Lisboa &-Goering, reciente.
únicos recuerdospersonalesque Caracaa de él conserva.
Propósito de Humboldt.
Poco despuésde la mordida de la culebra cascabel se debilita la “Pero sabéis-dice en carta a Lalande-que mi objeto principal es
actividad del corazón. la Física del mundo; la composición del globo, el análisis del aire, la
fisiología de los animales y de las plantas, las relaciones generales,final-
Para la cefalalgia nerviosa, infusión de eucaliptos globulus. mente, que ligan los seresorganizados a la naturaleza inanimada.”
Fungólogo-espórailn. Aquella luz de las estrellas meridionales, que brilla tan especial y
singularmente, y que hizo prorrumpir a Ht. en deseosde scribir un estudio
De Specimen he leído especímenes, en Venezuela, en La Vargasirr. sobre ellas.
i Con qué derecho.3 Pues tal vez con derecho perfecto. Del latin.
Y le pareció que las estrellas brillaban, no con la luz fría de las
Familiarizado con los movimientos interiores y cóleras majestuosas estrellas del norte; sino con la luz (elocuente y centelleante) de los astros
de latierra; crecido en el comercio’íntimo con los grandes ejes volcánicos, de la América del Sur.
que, como sierpes huecas, penetran por el Continente;-hay en su prosa
algo de esagrandeza y majestad de la naturaleza que ama y penetra,-de Capuchino del Orinoco.
los mares que ha visto secar-de las montañas que ha visto levantarse Brachyurus chiropotes-Geof. II Hil. Tiene un rabo que es uno
-del fuego que ha visto hervir. Para él, la tierra se conmueve como de sus más bellos ornamentos. Y por lo grueso y poblado se asemeja a
si la llevase sobre los hombros algún inmenso Atlantc;-y como hombre un penacho.
encadenadoque pugnara por echar abajo con sus palmasrecias los.muros La lucilia hominivorax, mosca de Cayena, se aposenta en las fosas
que 10 cierran-así ve al fuego preso empujar hacia harriba las sabanas. nasalesy deposita en ella larvas que ocasionan la muerte en medio de
rebosar ríos, y regarse por valles y por mares. los sufrimientos más atroces.
La picadura del tábano produce hemorragias.
Foco volcánico.
Soy como aquella laguna colombiana, “tan cristalina y limpia”, que
Recuerdoscubanos hallados en la Vargasia. “si una paja cae en ella, la despide luego a sus orillas”. De mí,-o de
En la sesióndel 4 de noviembre, se ley6 un artículo de Antenor Le+ mi tipo de mujer. La laguna de Guatavita.
cano, acerca de la influencia de la Iuna sobre los vegetales. El 9 presentó
Arístides Rojas dos testimonios de esta influencia. Creo que dije esto esta noche: 21 de abril.
iDiría algo de indios cubanos Arístides Rojas el 30 de marzo, cuando “Una madre prde: una madre no puede ser nunca desoída. Es verdad
habló sobre un collar, ídolos de piedra y cobre, y varias hachas, de indios que las tormentas del espíritu son como guijas gruesasy puntiagudas que
de Venezuela y las Antillas? estorban el paso al agua pura; es verdad que los dolores privan de alas
a la palabra; pero el agradecimiento se las pone. iCómo no han de salir
CUADERNO No 13 331
prepara, se adiestm, se acera De aquí la pcsibii de krs poemas críticos IA tareas comunistas en sueño deobeso,conelcllellograsosalitndosedelos
Venezoliada, de Núñez Cáceres. La Metamorfosis, de Ovidio. bordes de la camisa, la servilleta sobre los mus& la mano sobre la servilleta
Que el papel es mas libre theatro, que aquel donde tiene licencia el vulgo de Berlioz de él se ha dicho: “Il n’était pas un doux, un calme, comme on
graduar, la amistad de aplaudir, y la envidia de morder.” dit aujourd’hui: il était un grand ému, un gran nerveux”. En Italia estaba
D.Fco.LópezdeAguilarensuprólogoalaDonîtea,deLope,aca’ónstpraciu. cuando supo que lo engañaba una mujer. Y según cuenta 61 en sus memo-
rias, afii6 su puñal, tomó el tren - y vino a Paris-a matarla! -Yo estima
Dijeron tephlíssimamertte. poco a los hombres que piensan en matar a las mujeres. Es un miserable
aquel hombre cuyo amor resiste al engaño de la mujer a quien ama. Y si no
Airoso, generoso, osado... y desembarazado fue Feo. L6pe.z de Aguilar. No era por amor ipor que la mata? Yo no entiendo asi el dolor que la traición de
de los ingenios que rastrean la tierra Tenía ímpetu Decía lo más sencillo, original- la mujer amada causa. Porque, luego de certificada la traición, no quedan
mente. en aquella mujer las condiciones que amábamos. La amábamos porque nos
amaba: esta razón, luego del engaño, ya no existe. La amábamos, porque el
“iC6mo no riñe tu amo? Porque no es casado?” espíritu humano necesita hallar o fingirse que ha hallado,-algo puro y
“Donde hay voluntad, mejor es entrarse que llamar.” tierno: no subsiste esta causa tampoco. Queremos en la mujer lo abnega-
do, lo generoso, lo blando, lo delicado: pues ya no podemos en mujer
“El pan con ojos, el queso sin ojos, el vino que salte a los ojos.” semejante querer esto. Ni las condiciones generales del espíritu feme-
nil; ni la ternura y delicadeza que el espíritu ansía; ni el amor que se
La casada y la ensalada dos bocados y dejalla. nos tiene, - podemos amar, tras el engaño, en esa criatura: iqué amare-
mos - pues? ¿El deleite ffsico? - pero éste no es concebible, ni excusable,
“No hay casa donde no haya su chiticalla.” sin el afecto, sin cierto género de viva simpatía afectuosa, sin la relacibn
espiritual que luego del engaño no subsistirian. De manera, que es como
Se repinta en Blois la mancha de sangre del Duque de Guisa, - y en Holyrook si nos empeñáramos en aspirar en un ánfora vacia la esencia de que estuvo
serepinta la de Rizzio. Asílos demoledores del muro en que fueron a clavarselas balas llena. No podemos engañar a nuestro sentido. El irá por donde brille
con que los comunistas fusilaron al general Leconte ya Clement Thomas - dispa- ánfora nueva llena de perfume. Porque se ama el perfume, no el ánfora: se
raban tiros de revólver sobre los trozos del muro, y los vendían como reliquias a los ama por el alma y por el cuerpo, mas no por el cuerpo, si no está como velado,
coleccionadores afamados. Gille ha hecho de este muro una litografía extraor- aromado, embellecido, entibiado por el alma. Ni concibo, pues, dolor
dinaria. En el suelo yacen muertos los dos infortunados: el uno, vientre atierra, semejante. Y mientras más vivo haya sido el amor puesto en la engañadora
caída la cabeza blanca sobre la mejilla derecha; a pocos pasos de su mano rígi& criatura, y más confianza hayamos puesto en ella, y más honor le hayamos
el sombrero que poco antes sostenía: de otro lado, separado por tres troncos de hecho c6n nuestro tierno respeto - con más claridad veremos, por lo extre-
Arbolespegadosalmuro,yace, tambiéncaídoentierrabocdabajo,el~~leconte, mado del contraste, la injusticia de nuestro afecto. Que de más alto suena
tendidos hacia adelante de ambos lados de su cabeza los dos brazos abiertos y más el golpe. Y más se clava la saeta que viene de mAs lejos.
rígidas las piernas. Ni mãs testigo. Ni más accidente. Se recuerda a Goya. Desaparecen las cosas cuando cesan de existir las razones que las
Pocas pruebas se hicieron de dos retratos de Gille no publicados. El produjeron. Como, con la capacidad para el engaño, que es revelada por
uno de Bergeret -con su rostro fatigado y enjuto bajo su kepis lleno de el engaño mismo, desnúdase la mujer amada de todo el brillante arreo
estrellas y galones: -el otro del grueso Castiani, que reposa de sus con que la engalanamos, - y aparece que faltan de ella las condiciones
334 MARTÍ / CUADERNOS DE APUNTES
-Encargó el zar el estudio de la cuestión a un Comité Secreto com. “EEta poesía (la mística) aun la imperfecta y heterodoxa, OU tenga
puesto de 103 grandes funcionarios del Estado,-del que formaba parte por intérpretes yogui3 indostánicos, gnósticos de Alejandría, rabinos
el gran duque Constantino, preparado por el zar. judíos o ascetascristianos, no es ni ha podido ser en ningún siglo género
-Piden los nobles lituanos reforma de las relaefones que les unían universal y de moda, sino propio y exclusivo de algunas almas selectas,
a los siervos:-y aunque esto era un medio de agravar a los siervos, desasidas de la-s cosas terrenas, y muy adelantadas en los caminos de h
puesto que se pretendía nivelarlos con los de otras regiones, cuando ellos espiritualidad.”
M. Pelayo-Disc. de rece?,
336 MARTi / CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO NQ 13 337
Quiere volar, como los brahmanes, y como el neoplatónico Sinesio, el P. Herrera-En sayo histórico y biográfico de la literatura ecuatoriana.
místico griego del siglo N, discípulo de Hipatía, a ser Dios juntamente -publicado en un periódico quiteño.
con Dios. Gwnilk-El Orinoco ilustrado.
Hwnboldt.-His. de la Géographie du N. Monde.
Cieco é al nostro voler, vane son I’opre, Comara-Anda en Rivadeneyra, y hay una edición de Barcia: “His-
Cadono al primo vol le mortal piume. toria General de las Indias”. “Historia de la Conquista de la Nueva
España”.
Vittoria Colonna. Oviedo.-Ed’ rcron
’ ’ de la Academia de la Historia, con prólogo de
Amador de los Rios. El sólo publicó una pequeña parte en 1500, cincuenta
A veces, se siente uno más pesado que la tierra, y como que le parece y tantos.
natural hundirse en ella. Y otras veces, se siente uno mas ligero que la Lo del Capit. Alcatena, lwgo que oyó a @s:
tierra, y como que le parece natural abrir las alas, y volar sobre ella. -Eduardo, haz un sacobien grande, para meter dentro toda eaaviruta.
Viruta por conversación inútil.
Cañashay en América,+omo las que antes de Colón se vieron, s/ loc
antiguos cronistas-en la isla de bfadera, que podían contener de un
nudo a otro 9 garrafas de vino.
Libros americanos
Flora Columbiae, Dr. Karsten.
Piedrahita, indígena. “Historia General del Nuevo Reino de Granada”.
Compendio historial de las conquistas del Nuevo Reinv Ratos de
Suesca,por el Adelantado Don Gonzalo Ximenez de Quesada.
14
EI Las hojas de este cuaderno (de 24 x 32 ceutíuxtros) estáu escritas por una
sola cxa ya que son cortes de mapas del servicio meteorológico del Cuerpo de
Scííales del Ejkcito norteamericano (\I’ar Dcprtment Weather hfap) [ 1886-1887 J.
Comprar el “The Ameritan Citizen’s Manual” por Worthington C.
Ford: $1.25.-Putnam’s: 27 & 29 W. 23 St.
342 MMtTf / CUADERNOS DE APUNTES 1 could have painted pictures like that yuuth
Ye praise so...
cercenando. Su risa es ancha y honda, y un poco fria. Choca con su
tiempo, porque éste ama la Humanidad y la tierra como diosas; y él tiene Browning.
como dios al hombre. Pero se salva de los peligros de esta adoración
del hombre porque ama la humanidad involuntariamente. Ve acción Los termistas.
donde 109 demás ven ‘tiranía. Lo ciega el amor a la acción, como a otros Les termites.
ciega el amor a la dicción. Lee a 1a vez las dos historias del hombre, Los terministas.
-la que se cuenta o enseña al mundo, y la más personal y oculta de
deseos e intenciones que lo mueven. Pone constantemente en paralelo la pisarse los palitos. *-Vd. le ha hecho pisar los palitos. (Chile)
forma o teoría, que disfraza, con los intentos reales que encubre: lee a pisarse la huasca.-(B. A.)
la vez las dos líneas de la vida. Su revelación constante e implacable
aturde. Tiene hambre de médula.loO pisar el palito (gaucho) (pisó el palito y cayó en la trampa?
tropero: (U) conductor de ganados, bien por su cuenta, bien por corre-chepillo
cuenta ajena.
rulo-rizo,-Urug.lO”
tropa: rebaño, manada (U)
por la fuerza ennoblecedora de la inteligencia-
“Amor de Dios--amor rafz”-
A. y Z: art. s/ Sta. Teresa en el D. de la M. Oc@6 hluchos críticos creen de buena fe que están cediendo a la justicia
cuando están cediendo a la envidia.
“El desgraciado que no puede amar” (el demonio)
Sta. Teresa. Pasa con (el espíritu-la elocuencia) como con los bxcos, que cuando
traen buen viento y agua honda navegan con todo garbo y ligereza, con
iCuantas veces he visto en las tinieblas elaborarse sobre mi cabeza la
aire y gracia de pluma por el aire, y cuando andan por mar baja, o 4
luz! (centelleos, relampagueos, senos abiertos, curvas de cometa, rectas
viento es perezoso, tambalean que da grima, se les aflojan las velas comr
y curvas) senos de vieja, y parece pesada corpulencia la que antes lucía CW:W
encantadora doncellez.
Dicen que Felipe II:*O~
picana: la vara de los carreteros: Urug.
Onomato-manía (Charcot) : “empeño en encontrar una palabra que
huye de la memoria”.
desaplomado. (el andar desaplomado) Pereda en S.
100 A continuación hay unas notas tituladas: “Mis negros”, destinadas, al pa-
recer, a un libro que proyectaba escribir. Véase el tamo 18 pág. 285 de esias voz dilacerante ( ? )
Obras Completas.
101 A continuación un recorte de periódico que dice: “Escribiendo al marqués
de Mondéjak, gobernador de Nápoles, le dijo que era necesario gobernar de manera 102 Hay una frase ininteligible a lápiz
que no se quejasen todos de él, aludiendo a lo que dijo otro rey: Fonoso será
que los malos nos aborrezan: lo que a nosotros toca es proceder de. manera que
también no nos aborrezcan los buenos.”
3* MARTÍ / CUADERNOS DE APUSTW
CUADEFINO
No 14 345
pitarrosa. el amor de sí, o el de los demás,más la deja. La verdad es que los rostros
de los hombres de más belleza moral decaen y pierden gran luz conforme
correr la escuela. Sant. viven, y los ojos se fatigan y 8e apagan y la piel ae decolora, y el cráneo
se despueblade cabello, y la frente se enjuta, y las mejillas se ahuecan, y
to play hooky.-h acer la rabona-Urug. y Argentina sólo en laa divinas horas de la acción o el discurso supremo les aale
al rostro la gloria del alma.
futivarse-Cuba
faire l’école brussoniére El estilo tiene su plasticidad, y despuésde producirlo como poeta, ae
jubilarse-Venez. le debe juzgar y retocar como pintor: componer las distancias y valores,
agrupar con concierto, concentrar los colores esenciales,desvanecer los
feto: cn Uruguay e? sietemesino de España. que dañan la energía central. El estilo tiene susleyes de dibujo y perspec-
Coprolito: el excremento fosilizado tiva. Aunque es mejor componer el cuadro en la mente, de primera
Ecuménicas, os: “el baile ecuménico” del Dr. Vida. intención, y echarlo al papel completo, pa. q. no haya luego que recalen-
De todas partes. Algo como cursi. tarlo, cuando falten al juego rehecho algunos de los elementospropicios.
La historia de “La Caridad Cristiana” anticipada por la Djihau-Ara. Para sufrir, como para pensar, necesito estar solo.
la hija pura y fidelísima, de los Mogoles.-L. de L.-Poémes Bar bares.
“iojo a la tijereta!“- Dicen en todo el Oriente de Venezuela por
Hay un momento cxtraíio de transformación en las naturalezas origie “no pierda el timón”: “no se deje caer“. . “no se eche encima al Gobierno*‘.
nales que, llevadas de su ansia de saber, han ahondado en las literaturas Viene de la tijereta, o figura que hace la gaviota con los pies cruzados
y gustando de ellas por lo refinado del amor artístico, no se atreven sino cdo. vuela, y es tal q. cdo. pierde la vista de ella se perturba y cuele
a sacrificarlas por completo a la novedad potente que les puja de adentro, perder la vida.-
y, produciéndose en ese estado adolescente, dan como producto de este
estado un estilo confuso, atomrentado y casi deforme, en que las galas Compayré’s “History of Pedagogy
literarias, de In lit. aprendida, afean y oscurecen la originalidad clue traduc. por Prof. Payne: “The best work in existence on the Theory
corcovea bajo ellas, y ésta no trilla en todo su poder, como (luego ha and Practice of Education.“-
de brillar) seguramente, ha de brillar después, cuando la determinaciOn D. C. Heath & Co.
de pensar y hablar con sinceridad haya llevado al escritor a entender que
de todas las literaturas lo único cierto y perpetuo es lo que la rah Tambo: en Ur. y B. A.: lecherias muy concurridas, donde venden la
aconseja en las letras como en los actos todos de la vida: la armonía. leche al pie de la vaca. Casi todos los tamberos son vascos. En el campo
Armonía en cl conjunto, y fuerza de idea. pronia y distinta, en cada (una) los tambos son al aire libre. Vaca tambera es la vaca mansa, que se deja
palabra. ordeñar.
En Chile y Bolivia- tambo es el parador en el camino..
Desagrada (tener que) reconocer que el hombre de mayor idealidad Palenque.-Dicen en Uruguay al corral donde se ordeñan laa vacaa;
del Universo, el Cristo, pueda tener el rostro deslustradò, cansado, caído, atan los caballos. Suelen atar allí los potros en doma; de lo que viene la
sin aquella beldad y aquella gloria que aun a los rostros sube dc la frase: palenquear potros.- En México (v. Prieto) al lugar de laa fiestaa
inocencia y confianza del alma no probada, en la edad de la juventud. públicas de baile y juegos.
ignorante y fiera. Pero la verdad es que la vida come, y por donde paca Candombe: Ur.: Baile de los negroa de nación. De ahí candombero;
deja la huella de su diente; y en los que viven con más intensidad, ya por al partido candombero.
346 MARTI' / CUADERNOS DE APUNTES
Ni come ni deja comer, dice después:“They wiìl neither fish nor hunt A Wilson Son.
bait.“- Port of Spain
Trinidad
Quillrrngo; Chi&mgo:-tapado (abrigo) del indio patagón, hecho de
piel de avestruz o de guanaco. Bedoya, el tendero paraguayo, se presentó en una fiesta de iglesia
con un traje de etiqueta de seda blanca, y. sombrero alto de fieltro.
No es (pá) todos ka bota de potro.-No es para todos la pobreza: no Otro paraguayo fue a saludar a unos viajèros con calzones de merino
es para todos esa empresa: eso es para almas grandes.-De los gauchos. verde.
Hijo de tigre, overo ha de ser: que siendo hijo de tigre, ha de tener Recado, en P: la silla de montar de las mujeres.-
las manchas de la piel de su padre. Gaucho. Recado, en G:-los útiles de montar q. van con la silla
Recado, en M:-las viandas que se ponen a la olla.
“Donde hay yeguas, potros nacen” G. Roble--el marino paraguayo.-Paraná-
“JZllos son blancos, y se entienden”.-G. Luna-Sentado en la cubierta de su goleta, conversando con SUS
Alusión a la política del país. marineros.-Descalzo.-Combate con los brasileros. -Cae prisionero,
jestos pitetas! herido.-Al despertar y verse preso, se arranca los vendajes, y deja correr
la sangre, hasta quedar muerto.
Loe inútilea:-Nieve frita.lo3
lipq.-P.-El camisón de las indias paraguayas
10s A continuación hay dos recortes de periódicos americanos, uno relacionado Huipil.-G.-La saya de laa indias guatemaltecas.
oon loa gremios obreros, y el otro sobre los juicios con jurados.
loe Ee~c cuaderno csti fondo por hoju de 20 x 21.5 cantfmcttoc, coridu con
hilo.
Notas del “Pordenone” de W. D. Howells
“We are only pencils God paints with”. (Eso pensé, y escribí en
horrendos versos, cuando muy niño).
Mi tierra tiene que ser purificada como el establo de Augias: hay que
volcar sobre ella un río-hay que torcer sobre ella un río.-
Ciego de Avila.
Manuel Laera.
---
Manl. Jané: Ingenio Natividad Ing. Mapo, Seti. Spíritus.
---
You hear good Juan playing in alzB
Humphreys
William Cor. John
No hay por qué llevar las uñas sucias, cdo. se pueden llevar limpias.
iPrefiero el q. las lleve una mujer desaseada o una limpia? ~Medias
sucias a medias limpias?
Si la sangre callada gotea Roloff envió a la Junta a Pedro Castillo a pedir auxilio: “qne no
ea tenían”.
anda
ea “Armamento, no necesitabayo; porque yo me armaba en loa ataques.”
L. y anda. R.
Mientras haya en Am. esclavos Las cápsulas las comprábamos al enemigo. Sti. Sp. y Villa Cluk
L. y 8. muy buenos para municiones.
Mientras haya una injusticia
L. y 0. Cdo. M. Camposocup6 al fii las V. como un tablero de ajedrez, con
Mientras haya un enfermo social 40,000 hs. más loa 20,000 q. había, cdo. R. fraccionó en fuerzas pequeñaa
L. y a. las suyas, y sólo anda con unos 20, sin más caballo que valiera q el suyo
y dos más,-cdo. todo era juego, y a cada tiroteo tenían, orden de sacudir
Zanjón. las fzas. esp. q. lo oyesen,-cdo. Pancho Jiménez les ofreció llevarlos a
Marcos Garcia había hecho la primera propaganda. Spottorno y “Cuba Libre”, a un territorio seguro, y en cada aguada les esperaban los
Pérez Trujillo, los dos comisionados,dijeron a Roloff, por la Cámara, que esps.y al fin se refugiaron en un corojal.
Camagüey y Oriente se habían entregado ya. Roloff cree que Spot. fue
engañado; estaba enfermo. Y Oriente estaba peleando.-A Oriente les Sobre monarquia y república:
dijeron lo mismo, y Las Villas estaban peleando. El Camagüey rendido en “Multiplicar los resortes del gobierno ea multiplicar sus vicioa. No
medio: todo el Camogüey, como 70 leguas. Enseñaron los telegramas sin razón se ha preferido el más simple.”
comunicando el rendimiento. Creo q. nadie puede decir q. las V. tenían Y que ino había antes otro parlamento tenebroso, intrigante, irrespon-
nec. del Z. cdo estaban reponiéndose. Habían pasado, es verdad, una sable y real? A un parlamento imperfecto, a la Corte, lo ha sustituido otro
época muy angustiosa. Tenían municiones y armas”. mejor. Spre. habrá la consulta de las cabezas. Y el déspota mayor, no
Spot, como era muy recto, nunca falló y tenía muchísima influencia. puede prescindir en cierto modo de ellas.
El estaba enfermo en un rancho.
Todos los perturbadores y díscolos de la revolución, en el Zanjón: Divisiones de los militares.
Pérez Trj., Roa, Figueredo. Narsesabandonó por envidia a Reliaario, desarmóparte de su ejército,
-.- y se perdió Milán.
Mariano Torres, que al día sigte. de capitular con Roloff, de jefe
del batallón de infantería, regimiento Sibanea (por una serranía de Los ilustres bandoleros de q. hablala* Relisariwlos q. le sucedieron
Trinidad) salió de Guan. con cartas de Roloff a V. G. y a M. anunciándole en Africa.
q. V. estaba conspirando. Y allá volvió a entregarse a Oriente. Mandó
a dos comisionados.-Vicente Pujals y Lacret-a ver si las Villas estaban ‘n/ gentes de lujo y de rapiña”.
rendidas. “Espérenme un mes”, dijo Roloff. Y llevaron el recado, (a
Calvar) (por Pedro Alfonso). El ingenio San Miguel estaba comprometido a levantarse con d
- .-..., Inglesito por jefe: en el ingo. había armas: el enfermero, por miedo,
los denunció.
“Nosotros nos entregamoscon la condición de q. éramoslos últimos.“-
Roloff. Y como no era así, no ae sintió obligado.
1% Dos palabraa ininteligibla.
366 MARTÍ / CUADEHNOS DE APUNTES
CCADEFlNO
NV lí 367
En la Ciénaga, viniendo, coparon al Inglesito. Los hombres estuvieron
en el camino real, a reunirse con Reeves. No hay nada en el poder q. seduzca o complazca a un hombre mag-
nanimo.-Egoísta, amigo del poder y temible.-0 generoso,q. sólo estime
Pepe Carrero y Tudela, jugador y monedero falso, denunció a Luis la autoridad por el bien a q. pueda guiar con ella.
Morejón.
José Hidalgo.
Gabriel Fouxedo, en Cárdenas.
The Pleasuresof Life pa. Barbarrosa. Port Tampa.
Yo fui bueno hace cien años Un wpañol le avisaba del convoy: otro montaba a caballo, a llevar la
En Calam de Judea: noticia.
Y hoy, en salvilla de plata,
Como de lo que serví.- Los Clubs.
Art. en Patria.
Maquinita eléctrica.
(veilleuse) . Ah God! the pretty fools of rhyme
That shriek and sweat in pigmy war
“La Intolerancia”. Before the stony face of time.
Eso heme? heredado de los españoles. Aspereza, rudeza, contra los
q. no piensan corno nosotros. Aplicar esto a las rivalidades miserablesante el concepto de la patria.
Arto p. Patria.
The Pleasure of Life para Ernesto’*”
Juntamos, es tan necesario q. estemostodos juntos!
que nos sintamos fuertes y consoladospara lo q. tenemos q. hacer. “0 gusano: jefe!:-no guía, y no jefe.-N/pueblo ea de todos,-y
está hecho de todos-del rico, q. arma un barco él solo, porq. un rico
Carta a Pedro Gonzála Llorente. me dio muc. veces con que armarlo, y de los pobres que dan muchas
veces.-L. de Brisson-redingote.
Marcos Gutiérrez quiere saber si la Soc. Homeópata, cl. expide títulos,
r30a pastar con el ganado de los campos.
le podria recibir el examen en castellano.
El q. se conforma con su propio bienestar,-el q. no padece del dolor
E. y H. pa. garganta. de los otros-ganado:-
Pues eso es lo q. significa este movimiento:-y el q. sea hombre de
#
El negro irritado (Granados). sr,-afuera y el q. sea hombre de los demás, adentro!
Arto. p. Patria. Un bien grande hacen los viles en el mundo, y es purificar con la
paciencia los corazones generosos,dándoles así mayor limpieza e influjo
Ese, el colérico, el q. excite miedo, el q. hace temer cóleras y venganzas, mayor con q. como reguero luminoso, cl. persigue hasta su villano rincón
ésees el gran enemigo del negro. a la serpiente, perseguir la vileza.
Anarquistas: los bisontes: acorralarse como los bisontes, en cerco Hay caras de cuero, y asentaderasde goma elástica, y espaldasde
contra el resto del mundo: la dicha no está en eso, sino en q. el bisonte lacayo, q. se encorvan mós mientras más 5s les pega.
pasee en paz y respetado por esta vida.
Que lcuando todo padece, cuando todo sangra; cuando... jestaró yo
El No. 10 y el 24 de Humphreys. como un rey, con los pies en la estufa, leyendo rimas y tirios para salirme
pa. levantar fuerzas. como un sortilegio con un cúmulo de remiendos y el traje de remiendo?
J todo yo de remiendo, a que los mios me admiren, los míos, que lloran
Yo conozco el placer de la palabra pintada, y del palacio de los perro
samientos, y de decir lo q. se ha sentido o visto, de modo q. haga bien 128 Varias palabrasininteligiblee.
129 Idem.
al mundo, y lo sienta y lo vea.
1~ Idem.
Pero eso es placer inferior, y deber inferior.
CUADERh’O KQ 17 371
370 MARTí / CUADERNOS DE AF’UNTES
No hay vueltas que darle. Hay que poner hospital de almas como ae
y sangran, porque sé mucho de....71sl De sus penas es de lo que quiero pone hospital de cuerpos. Y que se cure la enfermedad con la mayor
saber para remediárselas. Esa es, amigo mio, mi literatura, mi literatura ternura de este modo, no quiere decir que no se le ponga nombre a la
salvaje. enfermedad. Descubrirla, y curarla. El q. lastima a la patria cdo. la
Yo he leído esto y aquello, y todo, y no me importa que se aepa. patria se levanta, infame. El que va rimando iras, cuando los demás
ArtQ. L.13* del enemigo. olvidan el odio y se deciden a amar, infame. Y a todos los infames juntos,
pa. q. se les conozca y13’ un letrero: Esos, y luego, por supuesto, ae les
A migo : da la medicina, y se les admite en la Tabla Redonda, como admitió alu el
Jesús, amigo mío, escribió tan poco! Ganar un alma, consolar un rey Arthur.
ahna ino es mejor que escribir un artículo de oropel, donde se prueba
que se ha leído esto o aquello ? Menos palmas y más almas. Yo quiero No traigo voz de indecorosa súplica-he visto el ángel de fuego.
consolar al triste, enseñarle al confuso lo que hay de verdadero en su
doctrina, y no lo que hay de ira y soberbia, y mucho amor de sí; yo Las corrientes paralelas se atraen en Química, y en la vida.-
quiero que el rico vea y entienda la amargura toda, y la amarga raíz de
la vida del pobre, y en cuanto el pobre lo es por la injusticia natural, o lo iCómo puede Ia novia, aunque la redujere luego la prosa de la vida.
c-s por la injusticia o la ignorancia humanas. Mi padre, al gato que olvidar al q. murió pensando en ella?
pecaba, le hundía la nariz en el pecado, y así hago yo con los soberbios:
les restriego la nariz contra la aflicción y la inmundicia. De asco, serán
menos. Un bribón dice que mi literatura es salvaje, porque digo estas
cosas, porque me sale de las venas la sangre de los demás; porque mi
sangre es la sangre de todos. Y yo le digo: bribón, y sigo mi camino,
consolando al triste. Patria es eso, equidad, respeto a todas las opiniones
y consuelo al triste.
;Que por qué no sentirlo? y digo que después: pero icómo, mientras
haya en el mundo pena, mientras haya injusticia en mi patria? Morir no
es nada, morir es vivir, morir es sembrar. El q. muere, si muere donde
debe, sirve. En Cuba, pues, iquién vive más que Céspedes, que Igno.
Agramonte? Vale, y vivirás. Sirve y vivirás. Ama, y vivirás. Despídete
de ti mismo v vivirás. C ae 1>ien v te levantarás. Si mueres, vales y sirves.
Pero si quedas vivo, icuándo puedes existir para ti, por tu fama, para
que digan de ti, para que digan que supiste esto y aquello? Los ccnter-
tulios de afuera, so capa de política, vendrán a convenir con los soberbios
de adentro, con los pequeños y malos de adentro: y no habrá patria,
mientras los buenos y creadores, los originales y los equitativos, no
vigilen, sin má+ de los soberbios perezosos y los contertulios de afuera.
Crieme, amigo, no habrá república y dime qué tiempo queda así para
wribir.
18
“Si el cínico Crates se une en público con Hiparca, los pilluelos le El Inglorious Columbus.l*T
silban y escarnecen. Sólo en Otahití, cuando llega Cork, se toma por lo
serio hacer en público talcs actos, como ceremonia religiosa.” Lord y Lady vienen de Loa/.
Varela
Volvoreta: Mariposa.
Sobre Descubrimiento de América.
El patriotismo es, de cuantas se conocen hasta hoy, (ha sido hasta
De Bucon: en la Nueva Atlántida: ahora) la levadura mejor, (entre todas las conocidas), de todas las vir-
At the same time, and an age after or more, the inhabitants of the tudes humanas.
great Atlantic did flourish. For though the narration and description
which is made by a great man with you, that the descendantsof Neptune iQué saben de la verdad los que hablan contra los libros? Cuando
planted there; and of the magnificent temple, palace, city and hill; and Brewster vino a fundar la Nueva Inglaterra, huevo de los E. Unidos, trajo
the manifold streams of goodly navigable rivers, (which, as so many consigo 275 volúmenes.- Y no es eso lo máscurioso, sino que su colección
chains, environed the same site and temple) ; and the severa1degreesof no era la mayor. Otros de los fundadorea las tenían más grandes.
ascent whereby men did climb up to the same, as íf it had been a scala
coeli, be all poetical and fabulous; yet so much ís true that the same rsr A continuaciónhay un recorte de peri¿dicocon un artículo titulado El
country of Atlantis, as well that of Peru, then called Coya, as that of Continente Americano Duscubiwto por los Chinos.
348 MARTÍ / CUADERVOS DE APUNTES
CUADERNO No la 379
Todo esto convida al aplauso, el gusto mejor, el de encontrar un
hombre heroico-la pena mayor,‘” Reconocer la virtud es practicarla. En eso se conoce al que es incapaz
de la virtud,-en que no la sabe conocer en los demás. El hombre que lo
,. niega todo, a quien se niega es a si mismo.
Los palaros de vuelta a 10s’~~
Esto es un grato ágape, donde dos hermanos que no tienen el hábito
de verse, pero que se quieren con el corazón, reconocen que los hábitos How is price made to be such, but by his education as a price?-El
diarios no les cambian el alma, y que en el día <le la prueba estarán niño que vi en el elevado, tirano de su abuelo. El abuelo, un calafateador,
juntos, y que después de la purificación se sentarán juntos, a... un yankee viejo,-1 a b orioso, ojos de avestruz, caidos y complacientes,
nariz de pimiento, gruesa por la ppnta, mejillas sonrosadas, boca de pico.
De la patria, yo, que me muero de ella, no puedo hablar de ella.- Rudo el gabán, pies de estanciero, manos de trabajo. De seda, el cordón
Se habla en soneto, de lo que se quiere mucho, o en alta voz, indignado del reloj. De mano de casa, la camisa. Y el nietecito, un lindo déspota:
y profético, cdo. algo nos lo amenaza y el exceso del deber cura el de suyo el mundo,-& carro, que reía de él,-el periódico, que mordía y
la modestia, de modo que la lengua se hace fuego y las palabras amparan echaba al suelo, la barba del abuelo, a todos los ocupaba. Gozaba, en
a la criatura querida como el león erguido a sus cachorros. hacerlos trabajar a todos. Sonreía, de ver que trabajaban para él. Impe-
raba feliz y sereno.“O
-Well, my experience has been this,
No soft money ever honorably earned, “It is always the fashion in Africa, among the Manuema tribe, to
-Soft money means wrong somewhere celebrate the dawn with music” Stanley.141
-It is only that which costs, that lasts.
-De los 300 ejemplares de la edición en folio de Shakespeare no se
Siente el bueno amargura indecible, no porque su bondad no es esti- v.endieron en 50 años más que 48 ejemplares.
mada,-porque el hombre que hace e) bien para que le estimen la bondad,
o se cansa de hacerlo en cuanto no se la estiman, no es bueno de veras, “When Bliicher first saw London, after the battle of Waterloo, hia
+ino por la angustia de ver que los hombres no son como para su bien natural exclamation was: What a city to plunder!”
debieran ser,yue la pompa los deslumbra,-que la verdad no les inte-
resa,-que la virtud enérgica y continua les molesta y desagrada,-que “In peace, there is nothing so becomes a man
siguen a quien les adula con sus vicios, y abandonan a los que con su As modest stillness and humility-“.
ejemplo y con su palabra quieren librarlos de ellos,-que cortejan como
Shakespeare
lacayos el éxito triunfante, y dejan por los caminos sin una mirada .Je
compasión ni un pedazo de pan a la verdad desvalida.-Todo eso es Y que hasta en la naturaleza es funesto lo rojo; como en la hormiga
verdad, pero de eaas penas crece el hombre bueno, más fuerte mientras roja de Africa, que tiene veneno.142
más necesitados estén de él los que lo dejan en la soledad, y en lo interior
de su corazón ensangrentado sonríe, como corona la ruina de muros “Mr. Emerson essays are gathered from his journals. So were Goethe’a
humeantes una torre de lun. ipersevera, oh joven amigo, que no hay dicha nnd Montaigne’s. So were Thoreaus’s-“.
más cierta en el mundo que la que viene a un corazón bien templado de
padecer en el servicio de los hombres!
140 A continuación hay una poesía en inglés, titulada “Nigbt” de Joseph Elenco
White.
158 A continuación varias palabras. a lápiz, ininteligibles 141 Hay dos recortes de periódicos, en inglés, sobre las tribus africanas.
13o Hay tres palabras ininteligibles. 142 A continuación hay dos recortes, uno en inglés, sobre Napoleón; y otro, en
francés, sobre máximas de salud.
CUADERSO Np 18 381
380 MARTi / CUADERNOS DE APUNTES
No la pasión feroz del venenoso,sino la alta del combateentre las idear.
Husero, en el Perú, cementerio:
Al huesera se irá pronto
Enseñarlesn. pint., n. música, n. literatura, n. mujeres y cdo. se vuelvan
El muy tonto-
los ojos a Hispano América, con curiosidad que tanto puede ser pasajera
Iturrino como interesada,que H. Am. seenseñede modo que nos dé crédito, J sirva
esta sociedad realmente a los paísescuyo nombre toma, y de cuyo nombre
“La Vie desMofs” del filólogo Darmesteler, el colaborador de Hatzfeld.
no se puede honradamente valer si no 6e emplea en su servicio.
“Le Mot et la Chose”, de Francisco Sarcay.
Michel Bocal dio conferencias notables en la Sorbona sobre la Ciencia
del Lenguaje. La vida,-pero la vida, de veras, iquién no la da por la tierra en
que nació? ¿Ni cómo-a los países que la dieron, y a sus dignos hijos,
pueden ser antipáticos los que la quieren dar? Los mismos que creen
“Fmncisque BouiUier, dans ses nouvelles études familieres de psycho-
que no la darían, la dan. Pero de estascosasha de hablarse!con la boca
logie et de morale, a denoncé la corruption de la langue par la mauvaise
foi industrielle et politique.” de la herida, en el campo de batalla. Vigilar es una cosa y abusar otm,
El rayo, y la humedad, partió en dos el globo alado de la tableta de
Que los antiguos corsos, según Diodoro de Sicilia, cuidan del padre, Cbiapas: ea preciso remediar la obra del rayo; y juntar de modo que
no vuelva a partirse el globo con alas-.
en vez de la parturienta;-y los iberos, según Strabon:-y hoy los vascos,
-y otros muchospueblos, según Liibboch, “On the Oriain of Civilisation (Bario-H. de M.-p. 225)
and the Primitive Condition of Man”;- Gastar la pólvora en chimangos. Avecita de presa muy pobrecita, que
Taylor, “Early History of Mankind”. come las carroñas de los caballos que se mueren.-148
Pross, “Das Kind in Brauch und Sitte der Völker”.-
como los indios caribes, y ciertas tribus de la Guayana. Criticu y Ezito.-Del libro de versos de Charlotte p Emily Brontí!
(Charlotte, la de Jane Eyre) se vendieron, según carta de Carl; a De
El Circulo Literario de Lima. Quincey, dos ejemplaresen un aíio.lU
Presidente Gonzíìlez Prada.
Criticos: “Sans doute Pantolabus et Crispinos écrivirent contra Horace
Márquez,-(peruano) el traductor de Shakespeare. de son vivant et Virgile essuyales critiques de B+~s”.~~
Y Cuba debe ser libre-de España y de los Estados Unidos. Toda gran verdad polftica es una gran verdad natural
Estamosen los tiempos feudales, en que el bandido, alzado contra la La miel roe el hierro. (Los tanques de hierro para transportar micl
ley injusta y el’odioso gobernante, venía a ser para el pueblo burdo el en los barcos de N. Orleans.)
héroe de la libertad.-Inglaterra.
Entre los insectos Eumenesy AmmophiIa, el /emule grub come doble
No hay deleite mayor que el de ver a los hombres batallar con libertad que el macho.
y fe por lo que les parece verdadero,-asi como no hay espectáculo más
doloroso que el de los hombres sumisos,por la ignorancia o la pasión,
o el interés, a la voluntad ajena. 148 A continuacibnhay un recorte de periódicocon un trabajo titulado Uno
-- paginode amor; y otro con una nota sobrela civilización palencana.
1M Hay otro recorte de periódico, en inglés, con una anécdota de un rey fr;mda
Strife: Homero.-Odio senil.- 146 Hay un nombn escrito en letra ininteligible.
îUADERS0 No 18 32.3
3&2 MARTÍ / CU.kDERNOS DE ATUNTES
-me parecía que eran los montes1no espaldasarrugadas de la madre
en páginas (de crítico de oficio) tierra, sino...
donde el único verde que se ve es el del veneno. (Sobre crítica a uno América.-Sí a los valles,-Poussin, Lorenés, Arcadia. Si a los-montes
que escribe con color, que está de más cuando es mucho; pero no cuando -cambiaban las montañasa la luz del sol, como la cabeza de los co!ibríes:
está en su lugar. como una rosa en un jardín 1 si se tiende la mano, parece que se va a tocar el dorso de los montes,-las
----.
nubes dormidas, perezosas.-
Homúnculo,
Arte Estagirico : “que? purum ad segregare docet’ Descabezo una loma, me gusta rnk que decapiro una loma, que le
oi a Flor Crombet, hablándome de Panamá.
Fausto.-iQué es el Fausto, más que una co!osal tentativa para re ~--
solver el problema del mundo, entrar en lo desconocido, ver como ee “Canciones cubanas”. La Principal. Plaza del Vapor.
elabora la naturaleza, como anima el espíritu la formu, como lo inexplie
cable se aclara por el estudio de la,s tentativas hechas para explicarlo, y Los incapacesde crear spre. acusan de imitación a los creadores,
cn katas, en la reunión y naturaleza de éstas,el secreto de él3 l*s I,os talentos frustrados son los enemigosimplacablesdel talento.
Fausto.-Wagner ¿no sera el símbolo de la ciencia sin el espíritu, que En los talentos sucedeal revés que cn las casas,donde el de arriba cs
por no poseer a éste, que es el revelador, no se explica? el que envidia al de abajo, y no como en el talento, que el de abajo es el
Inutilidad de la ciencia sin el espíritu. que envidia al de arriba. Es la accesoria, que le dice a la casaprincipal:
Hom. vuela, y la ciencia no puede volar. ?Vagner se queda, cdo. Hom. ique me quitas el sol! Y la sacristía, llena de pergaminos y casullas?que
sale R guiar a F. y Mef.- le saca el puño n la catedral, porque la ve con naves y torres.
malos, habrían de ser mejores. Dejen de vivir como lapas inmundas, Y templar, con la dicha de verte
pegadas a los oficios del Estado. El frenético amor de la muerte
Que el destierro co!érico inspira
Socialismo.-Lo primero que hay que saber es de qué clase de socia-
lismo it: trzta: si de Id Icaria cristiana de Cabet, o las visiones socráticas
¿A qué el sol q. del cielo
de -Ilcott; c) ei mutualismo de Prudhomme, o el familisterio de Guisa, o
Muestra al mundo au plácido rayo,
el Coiins-kmo dt- Bélgica, o el de los jóvenes hegelianos de Alemania:
A qué el aire vibrante de mayo?
-aunque bien puede verse, ahondando un poco, que todos ellos convienen
en una Lasegeneral, el programa de nacionalizar la tierra y los elementos
Kant y Spencer.- lh7 La perfección de un órgano no puede estar más
de producción; y como pre-requisito indispensablede toda su organización
que en su educación al objeto para que existe. ¿En qué otra cosa puede
“the land of the country and al1 other instruments of production shall be
ser perfecto un órgano? Es verdad que la forma primitiva del corazón
madethe joint property of the community, and the conduct of al1industrial
ea una simple vejiga de pulsaciones“una dilatación de la gran arteria”;
operations be placed under the direct admnistration of the State”. (Los
pero esa forma primitiva del corazón es tan perfecta, propia y útil en el
pisos de Navarro. La teoría de los pisos de ?.avarro.)
animal que la posee, como sería imperfecta, impropia e inútil en un
-Los Zadrungas de los búlgaros.
animal más complicado, que requiriese otro instrumento más vasto para
-Las Asociaciones de los “Marketgardeners” búlgaros.
la circulación, o como la de este instrumento más vasto sería imperfecta,
-Los “mirs” rusos.
impropia e inútil en el animal de forma primitiva.
Si el desarrollo espiritual depende del cuerpo, lo que hay que probar
Ud. me ha de perdonar que no le cite libros, no porque no lea yo uno
es que conforme se va desarrollando el cuerpo, se va desarrollando el
que otro, que es aun más de lo que deseo, sino porque el libro que más espíritu.
me interesa es el de la vida, que es también el más difícil de leer, y
El ver de nada me sirve, si no está la explicación de lo que veo,
el que más se ha de consultar en todo. lo que se refiere a la política, si mi entendimiento no convierte en elemento de juicio la visión. El
que al fin y al cabo es ei arte de asegurar al hombre el goce de SUS .
objeto está fuera de mí; pero la inteligencia del objeto está en mí. Yo
facultades naturales en ci bienestar de la existencia.
me comlmico con él. El conocimiento del orden de las comunicacionesea
In filosofía, en cuanto al hombre.
Y se sabede muchos científicos como los que, porque han oído hablar
A eso se reduce toda la investigación filosófica:-“Yo”, “lo que no
de los experimentos de Darwin en la drosera y sarracenia, tomaron a 10
serio la novela del Prof. Lobel y su amigo Triedowitz.-(a la planta es yo”, y “como yo me comunico con lo que no es yo”, son los tres
objetos de la filosofía.-Y en el, yo lo que hay de propio individual, p
homicida).
lo que hay de adquirido y funesto.
Ciencia y Poesía:-Lo que Huxley dice de las profecías zoológicas Lo imperfecto de esta existencia se conoce en que en toda ella apenas
de Ovidio. hay unos cuantos momentos de dicha absoluta, dicha pura, que son los
Los científicos han de hacer como Tyndd (Emerson) y filoleschott de pleno desinterés, los de confusión del hombre con la naturaleza
(Hugo), que basan a menudo susdeduccionesen lo que prevén y afirman (Emerson. La tarde de Emerson: Cuando pierde el hombre el sentido
los poetas: de si, y se transfunde en el mundo).
J!ol. dice en “L’Unité de la Science”: “But the poet (Hugo) has said
with right: Whatever despair is in the wrong.” Lo que hay que ver es si espíritu y cuerpo se desarrollan al mismo
(lu.&y: “En el hombre de genio, el espíritu científico toma la form; tiempo; si por ejemplo, entre el amor maternal de la gallina y el de Ia
de sistemafi!osófico o teológico, o poesía, que sugiere más que afirma.-
147 Al margende estahoja hay escritolo siguiente:ILa novedadde Spencerl
-J ¿Eickhomy Brotteweck?
CUADERNO No 18 389
388 bíARTí / CUADERNOS DE AF'UXT'ES
“Certain plants excrete swtijuice, by glands at the base of the stipules,
mujer hay una diferencia correspondiente a la diferencia física entre la aa at the back of ieaves of the common laurel, greedily sought by the
estructura corporal de la gallina y la de la mujer. insects to the disadvantage of the plants.” (iQué poeta expresaría mejor
el peligro de las almas bellas, roídas por las mujeres, sobre todo cuando
El trueno, de semillas coronado están en cuerpo bellos,-perseguidas, volcadas por tierra, violadas, co-
Pasa asolando, y más fragante deja midas a pedazos, chupadas por las mujeres, y abandonadas en cuanto
La rama, 8 mí más ágil sesecan?)
Y más alegre al pájaro en su reja.
“The plants which. produced flowers with the Iargest glands or
nectaríes, excreting most nectar, would oftenest be visited by insects.”
Cabeza reaonda : empaque a lo Grant,-gabán azul: mirada de adentro:
zapato bien lustrado : nueva especie de urbanidad: quevedos de oro.
iPor qué el trabajador literario gusta más de trabajar por la noche?
Acentúa con la mirada la frase que lee. Habla como de memoria: no me
Los periódicos hechos de noche ipor qué son más brillantes?
parece que me ha hecho un hombre la visita, sino una bala de cañón.
Agente de libros.
¿Qu” sabe Biart, aunque sabe tantas cosas? Dice Biart, creo que
en su estudio s/ Marina: “1 a más interesante figura de mujer del Nuevo
Odi vulgum pecus et arceo
Mundo, donde son raras las heroínas”.
¿QuC: especie de huella material dejan las ideaa en la memoria, que
Peruana.---
colocándose en un idea, aunque no tengan entre sí más conexión, real
Ucrcedcs Cabello de Carbonera
ni aparente, que el capricho, se recuerda que le antecedieron?
Los sabios conocen su “flora de N. América”, y todo el mundo su
Espectáculo odioso: El hijo de Napoleón, avergonzado de su padre.
texto de botánica: y la ciencia es tal, y tal fue su honradez, que cada
(Ver las Memorias de Dumas:)
edición salía como enteramente nueva de sus manos, con yerros corregidos,
Espertáculo admirable: Besy, la mujer de Tom Moore.
7 el juicio anterior rehecho o deshecho según las pruebas.-Su servicio
(Mi libro-Bessy More.)
no ha sido sólo desarrollar la Botánica; sino, por el orden de ella, los
conocimientos generales. (De Asa Gray, el amigo de Darwin).
iCuál es la función propia de la imaginación en la obra literaria?
Ortografia.-
“The usual nuisance of soldiers”
Por lo menos, hacen falta dos signos:
Coma menor,,
Por ejemplo: estilo de dromedario, confundiendo la altura de la joroba con la altura
“Juntos de noche, Hafed, juntos de día”. del monte: (confundiendo la joroba con la montaña)
Así indico que la pausa en Hafed ha de ser más larga que en noche:
si no icómo lo indico? icómo estorbo que otro pueda leer: “Juntos de yopn (en B. A. en un per.) por de tipa
de noche,-Hafed, juntos de día”, desluciendg el verso, J poniendo H
Hafed en el segundo inciso, cuando quiero yo que esté en el primero? ¿Y no es la misma Caridad, según Feo. de Sales, la virtud que se
Y el otro signo, el acento de lectura o de sentido, para distinguirI<! opone a In Castidad? qué la hace peligrar! jCuántas que pasan por
del acento común de palabra. culpas, no son más que generosidades! iCuánto hombre ha esclavizado,
Y otro más, el guión menor. ha afeado su vida, por no echar en cara su liviandad a la mujer que se
/< MAXTi , CL’ADERSOS DE APC’YTES
CUADERNO No 18 391
:ij. .!’ !j,.i ,-‘. !- i~.dZ,iS! ;Sí. y sin gozo físico. y abominando, como iQué concreciones! Sentido común profundo,-súbita eminencia
i: !,.i . TLI:.?.. i.3, :- ;tic: Contactr sin dmor! Esa es la hiîtoria, santa tal -vuelta al sentido común,-genio iluminador que corre por bajo la
\:.L. li? ll_l~;...- ( !p:zas : cu!pas. sagacidadconstante, se enseñaal sol, como un monstruo magnífico, y con
grandes movimientos circulares se hunde en la mar serena, pero que, por
T.- .: 8.: 181 111f.--:II sujetare mi pjl.tLra en cl de>tlerro, J me dejaré le luz que tiene bajo la superficiet centellea cin cesar.
a’, .i.ci; por r:!:.!. +in que me _ ced(izca el deceo dei hrilio. ni me intimide
v: (,!‘“j, r)>:lJl!> , Ili me arrastre la teritacitin de dejarla ver, ante3 de The distínction and end of a soundly constituted man is his labor.
ii< :ender ::i ;lrtip2gar con ella &.- -The greatest spirit only attaining to humility.
--.- --
Emerson
En í«s \ ers<:s <le Sellén: i~ue no hay más que un abril pars el hombre!
¿J’ los que han nacido sin él, preparados para el dolor sin un solo día Aquila non capit muscas.
de P rimavera i Asinus asínum fricat.
El drama.-La mujer amante,---ca5ada,--sacrificada al poeta egoísta.
Era caballo “koklanis”, de las yeguas queridas de Mahoma:-no
Ella se da a él, en alma y cuerpo: todo. a él. El ia acepta como entrete-
“aterbi”, ni “kadísqui”. De aquellas 5 yeguas, únicas entre los 20,006
nimiento. Ni siquiera como er;tret~nimientc, sino climo halago a SU va-
caballos, que al oír sonar llamada cuando por fin comían y bebían libre3
nidad, como tributo a su seducció::, y como esludid. Es el deber de la
despuésde 3 días de batallar, acudieron a su deber, entre los 20,000 indio
hermosva: sometérsele. El deber !Ie Ia flor: darle su aroma. Lo del
~115 cabellos, fortalece al ferentes.--La s mujeres, más fieles en la desdicha.
poema. * Leonor, desnuda, sin más i;-stiílool que . 1L
guerrero cansado, que llega a ella moribundo. con la fatiga de sus armas;
-‘de a caballo No hay exclamación, observación, deducción, sutileza, por contem-
recupera las fuerzas con las de Lepnor desnuda e inerme, y slb
poránea y complicada que nos parezca, que no esté, como escrita de
con sus armas iigeras, rejuvenecido y ufano, Perc el drama no tiene
nuestros días, en los autores griegos. Y en los latinos, ya más débil,
por qué repetir lo del poema, ni privarme de escribirlo, aunque concuerda por imitación.
en esta idea esencial.
El1 a entra.- Cachimban: (provenzal) : cachimba
iTodo por él, por él:.... 1 Hasta la ignominia de sufrir aquellos IJCSOS! Ont des palabres: (provenzal
iPor qué no 10s estrujo? ipor qué lo soporto? iPor rjuti pude resistirme
A palaver (inglés)
a ellos en tiempo, y no me resistí! Le Cardinal de Retz; par Chantelanga
Pero no, no es esa la razón. Porque si me rebelo, si aplasto ~SOB Indios.
besos, si me arranco de esos brazos, si me desenredo del cuerpo esa ser- Cuentan del pintor americano West que cuando vio por primera vea
piente, si me saco del pecho, de los tejidos, de la sangre, del hueso, ese el Apolo de Roma exclamó:-“A young indian warrior.”
fango,-él peligra, a él lo obIipo.-iNo! que él no me deba mk que Ta
felicidad. iPor él, hasta la ignominia! iI’arpndea?-Pestaíiea.
Como este paño de terciopelo negro con bordados de oro es él: vasto,
y recamado. Arabescos de pensamiento, de oro puro, en noche solemne, Emerson se anticipó a Darwin. La poesía vio antes: se anticip6
(Recuerdo de la iuz de luna sobre la bahía de La Habana.) en verso.
La escena en que, dormido él, le lee ella el pensamiento. And strivíng to be man, the worm
~-
Mounts through al1 the spires of form
De Emerson.-Frases celestes.
39‘2 .\I.iRTí / CUADERNOS DE APUNTES CUADEFuiO No 18 393
Sales sobre lecturas: Yo, antes de conocerlos, practicaba ya aquellos dos versos latinos
que dicen :
In order to read with profit, we must only read one book nt a time,
and morever, the book must be read from one end to the other. Unr Contra verbosos noli contendere verbis:
cairle a la vez: como en las comidas. Sermo datur multis, animi sapientia francis
Lo de Kempis es la verdad:-“Por todas partes he buscado el reposo.
y sólo lo he hallado en la compañía de un libro, en un rincón callado.” Lo que San Pablo de los cristianos:-“En teniendo pan y vestido
Ni Sénecaseacerca n las leccionesdel Evangelio, aunque fue él quien dijo: estemoscontentos”.
“Hay cierta grandeza dc alma en contentarse con comer de vajilla de Como San Pablo, que sabia cómo gozar de la abundancia y resignarse
barro como si fuese de plata; pero la hay mayor en usar la de p!nta con a la escasez:“1 know both how to abound, and how to suffers loss.”
tan poca vanidad como si fuese de barro”.
Ext. del Esprit de Feo. de Sales. Iioracio le dice a Lenconuc lo mismo que Pablo a los cristianos.
En Horacio, paciente,
El que bebe agua en tapara lo mismo que
Y se casa en tierra ajena en Pablo, ardiente.
No sabe si el agua es clara Horacio, a Lenconve.
a Licinio.
Ni si la mujer es buena.
“The morning stars sang together, and al1 the songs of God shouted
Las mujeres de ciertos paísesson como las de Persia para Alejandro,
for joy.”
que ni a la mujer e hijas de Dario quiso ver, porque “la vista de lae
mujeres persasera mala para los ojos”. Job, 30, 7
“Harpers harping with their harps, and singing the song of Mases
and the Lamb.”
S. Bernardo dice que scria milagro mayor que el dc resucitar a los
muertos, el de hablar familiar-mente con personas dè otro sexo, y no Rev. 14/2 15/3
perder parte, si no todo, dc la castidad del corazón.
Fue Demócrito el que mantuvo que la nieve era negra. --Del “Innocenta Abroad” que produjo a los editores al fin $75,000,
La anécdota del Disputador: tiicgún editor de N. York, Boston ni Filadelfia quiso hacerse cargo.
-“iPero si eso es tan claro como que dos y dos son cuatro. -Carlyle no encontró publicador psrn el “Sartor Resartua” en
--Niego eso también. Dos y dos son veintidós”. Inglaterra.
El éxito.-De “Mme. Gervaisais” de los Goncourt:-“C’était superbe,
No hay verd’ad moral que no quede expraado: como In mejor de
I’insuccés fut complet. A peine si 300 exemp. se vendirent” dice Daudet.
ias comparaciones poéticas, con un hecho físico.
-A “Mr. Barnes of N. York”, que ha producido a su autor Junter
No se puede abrir un libro de ciencia sin que salten en montfn
$100,000, ningún editor de los E. U. lo quia, y el autor tuvo que
ilustraciones preciosas de los hechos del espíritu.-Sí: hechos del espírJu.
publicarlo por su cuenta-.
Todo se va muriendo -A Johnson, a Samuel Johnson, el editor a quien propuso su “Irene”
A mi alrededor: lo mandó “a cargar baúles”.
¿Ea que se muere todo -Del juego estúpido de las cuatro bolas “Pigs in clover”, se vendió
0 que me muero yo? más de un millón en la primera semana.
-Both Coldsmith’s comedies were once refused, his first by Garrick,
Todos esos versos que empiezan “Quisiera ser I(;“, “Si yo fuera 8” bis second by Colman.
-son más que de Anacreonte (Oda 22) imitaciones de Dyonisio.
Y en la poesía quechúa hay tambiSn su “Quisiera ser &“; pero de Leer a Maurice Thompson
COXIS del psis, y parece autóctono. -ciencia en poesía:
Y en la p. persa: Hafiz: Ah, could 1 hide mc in my song! Thoreau
To kiss thy lips from which it flows. Borroughs
Thompson (menor)
Sé de náuseas mortales, y el deseo (Algo de) Dudley Warner.
De vaciar de una vez el pecho ansioso,
Como en la mesa el bebedor cansado Ver de cerca lo grande, marea.
Vuelca la copa del inútil vino
-- Yo no envidio a los muertos,
Un recuerdo-un “mnemosynon”. Porque no sufren:-
Envidio a los que mueren
“Viola algunas veces la madre Sor Beatriz fregar el caldero de la
comunidad, de rodillas, y darle mil abrazos y begos, y al estropajo con Envidio a los enfermos
que lo hacía, derramando muchas lágrimas, y con semblante agradecido Que & consumen
a Nuestro Señor, de que la hubiese puesto en semejantes ocasiones”. (Sor Y se consumen.
Maria de la Antigua,-según se cuenta en la introducción a su “Dcscngafio
,de Religiosos, y dc Almas que Tratan de Virtud”. El iambo colérico, el anapesto pomposo.
Torces iambo (terrible iambo) dice Cátul’o.
El éxito.-Del “Nature” de Emerson sólo w vendieron 500 ejemp.
en doce años. No hay postres más ricos que una corteza de pan de buena harina,
-Del “Vanity fair” de Thackeray, “the publishers are said generally bien tostado.
to have looked shy upon it”.
398 MARTí / CUADERNOS DE APUKTES
CUADERNO No 18 399
La inteligencia de la mano: se equivoca, al escribir pan, y escribe
Los Marats acaban, o empiezan--como el Marat de la historia,-por
ban. En vez de una letra labial, pone otra labial. Aun en su abandono,
dedicar su libro “Le Feu”, ( re 1ié en marocain vert plein et porte les arma
la inte!igencia obra. Composición, por partes y elementos, de la inteii-
de la reine de France, c’est B dire, les blasone accolés de France d
gencia.-Y en dos palabras seguidas, al equivocar una letra (Lan pueno) ,
d’Autriche) a María Antonieta.-El libro está en la biblioteca de Lu&
dirá luego la letra que cambió: tan, (pan) pueno (bueno)
xn,-del biobliófilo Barón Double.
Hay dos teatros: el social, que requiere un arte menor, local y relativo:
Bryce y Noailles, un inglés y un francés, piensan como yo, piensan
y el de arte mayor, el teatro de arquetipos. Como hay dos vidas, la que
como yo sobre el estado pujante, embrionario, no satisfactorio de los
se arrastra, y la que se desea.
Estados Unidos.
Uno dijo de Lincoln que era un “low, cunning clown”. La discreción es el pasaporte de ta honradez. Había estado pensando
durante el día en la dificultad de ser honrado, en la necesidad de
4cKl MARTí / CUADERNOS DE APPUNTES CUADERNO NQ 18
dKmularlo, o de aparecer ante los hombres con la menor cantidad de Lo del inglés:
honradez posible. Y despierto en medio de la noche con esta frase en “A man well fed, sir, can ne’er do ill.”
los labios. El pensamiento, pues, continúa obrando durante el sueño. Y Lo de Juvenal a propósito de Horacio:
no sólo el pensamiento, sino las cualidades artísticas que lo afinan \ “Satur est, quum dicit Horatius: Eúan!
condensan (acendran).
A los que se empeñan en ganar riquezas sin pararse en los medios
Nous inventons la comédie: si nous nous bornions à la lire? (La feos, les pasará mientras más suban lo que al ‘español Ignacio de que
comedia está en el mundo: para el diálogo en francés de mi Teatro en habla Catulo, que “mientras más reía para que se le vieeen los dientes,
escenas). más orina se suponía que había bebido para limpiárselos” -(según IR
costumbre celtibera)
Es preciso odiar, como Horacio, ael aparato fastuoso de los persasr. Diré con Catulo, cuando celebraba el trabajo que se tomó su ornigq,
(tumido Antimaco) Cinnn para acabar la Smyrna:
(verve bouffie: venosus liber) Para mei mihi sunt bordi monumenta:
;\t populus tumido gaudest Antímaco.
El mismo corazón ino tiene en sus movimientos como valles y
montañas? Largas calmas, y brillantes energias. Súbitas acumulaciones. el nox tibi longo venit de Propercio, el “ya se acerca a ti la noche
de espíritu como de sangre. *Nuestra felicidad depende del modo con qup larg?‘.
nuestra sangre circula”-le dijo la dama turca a Boswell. “El epigrama antiguo (mera inscripción primero y luego poema breve)
(Dato para “Los precedentes del naturalismo”.- era simple, cuando el pensamiento se desenvolvía por grados marchando
con gracia, y a paso igual, hasta que quedaba expresado por entero,
En la vida no suele suceder como a Johnson: que, buscando manzanau, (Catulo)-0 compuesto, cuando el pensamiento se oculta para no mos-
se encontró con un Petrarca. Lo general es que, buscando Petrarcas, nos trarse más que al fin, de un modo ingenioso, picante e inesperado.”
encontremos con manzanas. (Marcial)
“L’homme qui a mangé devient meilleur”. ‘i~N~ podía el rey Teodorico soportar al senador Symmachus, que era
Daudet en “Trente ans &” hombre bueno y virtuoso; y mandó que lo mataran. Pero enseguida
perdió el rey su alegría usual, y andaba lúgubre y hablando solo, hasta
CUADERSO ,%Q 18 403
402 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
que una vez, en la comida, cuando servían el pescado le pareció que Y entre las causasq. contribuyeron a acelerar la conquista de ciertas
la cabeza del animal era la de Symmachus. Y esta visión causó su tribus semitaspor los europeos fue la creencia de aquellas en q.r6r
muerte:-“Lo de San Sebastián, sin el milagro”.
iPero fueron derivados los seresanimándoseunos de otros, eligiéadost
A mí, como el médico Perot del hospital de Arizona, me hace desmayar y diversificándose por su acción espontánea, o fueron (compuestos)
el olor de una culebra. creados cada uno de por sí, como grados distintos de una misma escala
-- que es otra de las explicaciones de su semejanzay relación innegable3
Nariz de alma.
La teoría del ünearned increment of Iand” de St. Mill.-(George) .
“The quarters of la Halle and the Place Maubert have undoubtedly
their apropriate manners, and manners very strongly marked; but they “A grief without R pang, void, dark and drear”.
are not those of the nation, and are-therefore-not fit subject to be Coleridge.
painted.“160 Work without hope draws nectar.
(Lo de Alf. de Vigny: “ ...nous conduirait à l’argot des bagnes”) And hope without an object cannot iive.
Y han dado en llamar ahora (los que no pueden, por supuesto, Coleridge.
producirlos) “suspirillos germánicos” por lo breves, y por no ser más
que un pensamientoo impresión, a lo que tan viejo es que, para no subir ~NO dice Albert Wolf:
más, se halla a cada página en la Antología Griega. Y en los poetas “Mais le théâtre (le Théâtre libre de M. Antoine)
latinos. base sa raison d’être sur le scandale”?
iBasa su razón de ser!
El calor produce el sonido.
“De lá vient la supériorité des oeuvres personellessur les oeuvres do
El “pater cenae” el anfitrión, o la persona más considerada de la pure invention, de la page vécue sur la page composée. Les Mémoires du
mesa. plus ignoré deshommesme semblentintérèssantes. On a vu le grand suc&
des cahiers du Capitaine Coignet.”
An answer to Tolstoi. --
Lo-q. dice es encantador. Sincero. Falta de garbo y esbeltez. Al& La Poesía es, ademasde todo, el mejor método de embalsamar las
como en Karr, fuerte y desproporcionado. Martillazos de cíclope. Pesadez ideas esenciales. La poesía latina, por ejemplo, no vive hoy,-aparte del
de león. Pero no esverdadero: it i.snot trae. encanto de la pintura de aquellos tiempos, y la picardía y abandono de
aquel modo de amar-sino por los apotegmasque se sacan de ella. El
Está en el grado menor de la aristocracia de la pena, que es aquel hombre se halla en ella, y saluda con cariño y respeto a los maestrosque
en q. se conoce la fealdad del mundo, y el desorden aparente de la vida, le descubren y reclaman su propia alma: (el alma del que lee) .13”
sobre lo cual cabe un grado mayor, que es el de vivir a pesar de eso,
sobreponiéndosea lo aparente que salta a los ojos, y convencido de la En Zola sc r-enuevan,y como que se funden, (reaparecen) Io3 varios
real armonía, que canta, en acordes vagos, pero bastantes, de todas caracteres, métodos, observacionesy frases de las obras francesas de las
partes del mundo y del alma. Desinterés absoluto, y prescindencia de sí. cpocas que le han antecedido. Tal observación suya en La J. de V., es la
No traer a sí el mundo, sino darse al mundo, verlo mayor, y contentarse
con ser parte de él. 151 Aquí quedainterrumpidala frase.
1~ -4 continuación hay un pequeño recorte de periódico, eo inglés, aoluc un
poema de Jorge Washington.
IRa A continuaciónhay un nombreen letra ininteligible.
,404 bL4RTí / CUADERKOS DE APUNTES
CUADERKO No 18 405
expresión nueva, a lo Eielding, de lo que ya ha dicho antes, con la
elegancia del tiempo, un poeta franck, acaso tomándolo de lo que estaba mismaspalabras, una por una:-10 que sale del corazón, va al corazón.
ya en griego 0 latín. ¿O depende eso de lo constante e idéntico de la (En Guatemala? Discurso sobre la Elocuencia). En W:-That which
naturaleza, qde siendo una, como es una en su composición y en la8 cornea from the heart, goes to the heart. Yo estaba orgulloso de haber
aencias la mrnte que la observa, ha de ser una, con pocas variaciones, hallado, como una de las fórmulas de la vida, que sé que he sccudo de
en el resultado de la observación,-en la pintura? Lo de la J. de V. y el mi observacha directa y mi e.Tperiencia, esta frase que escribi y no
poeta recuerda lo’ que lú3 escribió a propósito del drama de Tolstoi, sobre publiqué:-No se recibe más que lo qur se da. Yo no sabía quien era
el lenguaje de cierta escena: “iya eso lo teníamos hermosamente dicho!” Coleridge hasta hace unos tres años. iY hoy la hallo en Colerídge, palabra
Si pensamiento, ya está. Si forma, cómo ha de ser la fea y grosera prefe- por palabra!
rible a la hermosa? Ni hay tanta novedad como se piensa en la escena
de las lavanderas de “L’Assommoir”. .-iy la disputa del cochero y la el verso oratorio de S. Díaz Mirón.
costurera en la “Marianne” de M arivaux? Zola es un resultado; en él
se juntan, como para fundirse, el romanticismo y el realismo. En un perildico de Centro América lei ayer una traducción de Victor
Hugo, que dice lo mismo que estaslíneas de Horacio de Batteux:
El inglés es duro de veras:-Dice Thackeray, hablando de su viaje al “Les plus hauts pins sont les plus tourmentés par les vents. Les hautes
Sur, cuando iba recitando sus estudios sobre los “Humoristas Ing!eses tours sont celles qui s’ écroulent avcc le plus d’éclat, enfin, c’est sur les
en los E. Unidos”: The negroes did not shock me, or excite my com- plus hautesmontagnc qui tombe la foudre.”
passionate feelings ot 011. They are so grotesque and happy that 1 cannot
cry over them.
El aromático y agrio Moselle.
Una gran pruehn de la excelencia dc los griegos es el valor que daban
“And hoth the censure and the praise werc medi&.“-
a la amistad.
La inteligencia del cuerpo. Los movimientos inteligentes de los De “Kasselas”, Macaulay.
músculos. Otra especie de inteligencia, que dirige los actos que ee
llaman “maquinales”. Mis pies, acostumbradosa ir a tal hora durante dos lógica fiscal-lógica de fiscal-
uiíos a aquella casa de Madrid, se iban solos, y me llevaban delante de lógica de promotor fiscal
la puerta, cuando yo iba leyendo, y pensando en asuntos distintos de
la casa y la visita. Podría decirse que era el afecto, el deseo,una como Esas estrofas que acaban con el mismo verso con que comienzan
v.oluntad involuntaria. Pero ahora, al qvitarme los zapatos de goma, que vienen, si no del griego, como creo, del latín por lo menos,-de Catulo,
son diferentes de los que tuve hasta ayer, mi mano fue a buscar la hebilla que estudió tanto a los griego+ en su
que los cerraba sobre cl empeine, en vez de ir al talón, que cs por donde Animales Volusi, casacac.‘larta,
se quitan éstos. 0 en el magnífico
Ad se ipsum, de la oda 52.
La poesía de acentos es superior en energía, música y variedad de
efectos a la poesía de consonantes. Musset, el dolor de Catulo.
Yo no sabía quién era Wordsworth, yo no 10 había leído nunca, en iDónde aprendió Heine, sino en
Wordsworth ni en nadie, cuando dije lo mismo que Cl dijo, y con lar Catulo en la oda XCI, De Lesbicl.
7. en ,, 9, cxv, A Geh?
‘:,a Nombre ininteligible.
CUADERNO N9 18 407
406 MARXi /' CL'LDERSOS DE APUNTES
L a poesla
’ esta’ toda montada en metáforas y usa una lengua que 11spensèrentU,Armand Marrast [ils voulaient acheter sa plume) parce
creemos ahora natural pero que parecerá luego como ahora la gongórica, qu’il était pauvre, oubliant qu’il n’était pauvre que parce qu’il était grand.
cuando pasen las cosaspresentes que aún sirven de razón, y dan cierta J. Simon.
naturaleza a los modos violentos y parafrásticos de interpretarlas. Sc
412 MARTí 1' CUADERNOS DE APUNTE? 413
CUADERNO
NQ 18
Le systkne de Pierre Leroux, le Socialiste avec Proudhon,-lc de la victoire. Ne sommesnous plus le peuple d’Austerlitz? “Ses applaudis-
circulw- sementséclataient dans toute la Chambre et se repetaient au dehors d’un
J. Simon. bout de la France B l’autre.-Mais si Mr. Thiers faisait le denombrement
. de nos troupes, demandait compte de nos aprivoisements, constntait
Proudhon était un buteur pour Pierre Leroux;--et Pierre Leroux, pour I’indifférence ou l’hostilité de I’Europe, et voulait qu’on lui apprit le aom
Proudhon, était un fou. et les services du général en chef. 1Quel mauvais citoyen!, disait-on de
J. Simon. taus cotés: “Il étale nos miséres”.
J. Simon.
La fortune que le père transmet à ses enfants n’est pas toujours le
produit de sa propre activité. Il l’a reue lui mêmedc sesauteurs. Il n’en “On B beau dire que la guerre est transformée, et qu’on se fcra
est que le dépositaire. Il ne peut en disposerlibrement commede sa chose desormais la guerre B la mecanique. L’homme comptera toujours pour
J. Simon. quelques chose dans les affaires humaines. 11 y aura toujours des
intelligents et desbrutes, des forts et des faibles, desvaillants et des Idches.
Le Play voulait (1848) la suppressiondu partage égnl et de la quantiti Cest une question de savoir si une immense année dont aucun général
disponible, et leur remplacement par le droit absolu de tester,-pour ne peut avoir consciente vaut un corps moins nornbreux, mais discipliné,
détoumer les parents d’appliquer la doctrine de Blalthus. solide, alerte, que le général a dans la main, et qu’il peut porter instan-
La rémedc de Jnrvnl centre le hlalthusianisme, consiste à “degrever tanément par tout où est le péril.”
le père de sept enfants vivants”. ¿Pourquoi pas le p&re de cinq? Jules Simnn .
Les autres demandent l’établissement des tours.
Verlaine:-
Lammennais:711 ne payait pas de mince! C’etait un pctit hommc Avait publié 5 vol. de vers: una plaquette ébouriffante, Poètes.
chctif, plus petit et plus chétif que Littré. MauditJ, le fit fameux.
J. Simon.
Mallanné, le pontife.
Rimbaud, l’auteur du sonnet “Le noir, le blanc, le rouge, &
(Lo de César en sus Comentarios sobre los hombres de poco cuerp. Corbière (deux fois grand qu’ Hugo).
a quienes él temia.-Hamilton.-Bolivar.-Thiers.-Céspedes.) De Verlaine: Il pleut dans mon coeur
Comme il pleut sur la ville
A présent, n’ayant pu conduire 1’Eglise oú il voulait, il était en train ¿QueIle est cette langueur
de la demolir. Qui pénétre mon coeur?
(De Lamennais-J. Simon.)
0 bruit doux de la plnie
“Rossuet et Louis XIV voulaient bien employer la forte pour obliger Par terre et sur les toits
tout le monde à penser comme eux, mais ils ne voulaient pas pensrr Pour un coeur qui s’ennuie
comme la cour de Rome.” 0 le chant de la pluie.
Je sais que les applaudissementssont pour les redomants. Je l’ai “Romans sans Paroles” 1 Verlaine
vu en 1870. Quand un général ou un commissaire du gouvernement Fètes galantes J *
montait à la tribune pour dire “NOUS sommesprets”. Jamais noua ne “Les Poknes Satumiens”.
l’avons eté aussi complétement. Si la France est attaquée, elle est sure “La Bonne Chanson”.
CUmEFlNO x9 13 415
414 MARTí / CUADERNOS DE APUNTE5
Fiauberr: icuántas? Lo que cuenta Goncourt. Yo soy como las abejas, que trabajan mucho más en el verano.
Merimée: Copia y copia.
CUZ&: (celebrando el trabajo de Cinna en perfeccionar Smyrna.) It is a pleasure to live under the same roof with self-forgetting
Parva mei mihi sunt cordi monununta people.-
Huxlq: “1 have learned to think nothing of writing a page four or --
five times over if nothing less will bring the words which De lejos, muy de lejos se oye hablar a la gente: el aire es como de
express al1 that 1 mean; and nothing more than 1 mean.” cristal, y luce y vibra.
Pope : “The easein writing comesby art, not chance, as those more
easiestwho hnve leamed to dance.” 1 have by my window a bed of primroses.
Kind Death has marked me for her own. El pensamiento convaleciente empieza a retoñar, por hojas sueltas,
A bird from your beech. como despuésdel invierno van apareciendo poco a poco las hojas de
A music sweet, of times unknown, la primavera en los árboles.
Hails me, tells me, 1 am Death’s own.
From bees and birds and singing bougbs
Yo quiero salir del mundo
A chimney smokesafar:-, beneath
Por la puerta natural:
The foliage thick of maples
En mi (ataúd) de hojas verdes
Kind Death has eaten well. Kind Death. A morir me han de llevar.
The maple the children gather
Of yellow cups and p:ts a wreath
No me pongan en lo oscuro
A cloud, A cloud, slowly. A morir como un traidor:
Yo soy bueno, y como bueno
Hay dentro de mí ruidos de tempestad y *W solemnidad como de mar Moriré de cara al sol.
en calma.
Bajo los meples frondosos
Los hombres somos como la flor macho de la ValUneriu Spirak
Entre los finos helechos.
que andamossueltos por entre las flores hembras, sujetas, siempre a flor
de, agua, por un tallo amable de estira y encoge:-y el polen flota, bus-
0 una planta amorosa
cando el pistilo.
Doblada al viento inclínase a mi seno.
“Night flowèrs, moreover, are generally pale; for instance, hChnU No la he de arrancar. Yo que muero do vivir sin raíces, no le quitaré
vespertina is white, while Lychnis diurna, which flowers by day, is red.” las suyas. Quédese aquí para que consuele a otros, como me ha con-
John Lubbock, in Flowers, Fruits and Leaves. solado a mí.
“The linea and bands by which so many flowers are ornamented, have
referente to the position of the honey; and it may be observed that theae John Muir, acercándosea la catarata de Yosemite, con gran peligro
honey guides are abs+nt in night flowers, like the Silero nutans.” de caer de las rocas a ella:
F. F. & L. “Noticing some tufts of artemisia
in a cleft or rock, 1 filled my
lbe Palabra ininteligibk. mouth with the leaves, hoping
418 M&Tí / CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO No 18 419
their bitter taste might help ...tentaciones de volar, al valle, al árbol de Santa Cruz, en lo hondo
to keep caution keen and de ia cascada, como si, medida por la fuerza de adentro, la distancia no
prevent giddiness.” fuera más que un paso.
Por el amor se ve. Con el amor se ve. El amor es quien ve. Espíritu
Los visitantes del Valle Yosemite prefieren la cascada Vernal a la sin amor, no puede ver. La naturaleza está delante de él,-las mon-
estupenda de Yosemite o a la blanquísima Nevada,-porque les es más tañas-, el valle con su río ancho, y a los lejos: la sierra de horizontes:
fácil verla -la cascada rueda y truena-clarea el cielo azul por entre el follaje:
La mente tiene mucho de material y de mecánica. Se llena y se vacía. -como cayendo sobre el alma, todas a una (a la vez), como si las empu-
Mientras está llena de una cosa, no se puede poner en ella otra. Si está jase, caído del cielo, un pastor de alas inmensas, las hojas rumorean,
llena de poesía, hay que echar la poesía afuera, o la mente no trabaja. cantan y valsan:-ae el hacha a compás en un monte lejano:-pasan,
Si de cosas de campo, hay que echar afuera, antes de ponerla a otra cautas, por la roca las arañas y las hormigas.-Arrolla un golpe de viento
labor, las cosas de campo, los helechos gráciles. Y el poeta sin poesía, el amante solo, asiste a la
hermosura, sordo y ciego. Eva no está allí. Todo será hermoso, y querrií
Man is a poetry writing animal decir algo, cuando venga Eva.
Charles Kingsley.
Man is a cause-seeking animal La araña va caminando por Ia roca. Le pongo delante, como a un
(?) palmo de los ojos, el paraguas acostado. Ll-ga, lo palpa con los ten-
trícu!os; y le da vueltas por el regatón, sin subirse a él. No lo conoce.
No se arriesga. Conoce su roca.-Pero otra araña, de cuerpo más cuca-
The clown knows very well that the women are not in love with him,
rachero, y de aire menos fino, se subió al paraguas.‘67
but with Hamlet, the fellow in the back coat and plumed hat. Passion
never laugbs.
Holmes. La araña, al verme levantar de súbito, vestido todo de negro, me
creyó monte acaso, o aparición terrible, y echó a huir desolada.
It is with poems as with actions: Como la araña, que no da paso hasta después de haberse asegurado
bad with them when they have to be justified. del camino (por los tentáculos). Palpar, antes de andar.
Goethe.
Los mosquitos, en el camino de Santa Cruz:
And should’st thou ask my judgment of that whích hath most profit Me senté a leer, en un tronco de hemlock, derribado por los tinto-
in the world, for answer take thou this:-the prudent Penning of a letter. reros para quitarle la corteza, y no noté al principio que hubiese mos-
Tupper. quitos; a poco, unos cuantos; poco después, muchos. ¿Me vieron primero,
y no osaron atacahe, y luego uno osó, y osaron enseguida todos los
demás?-En esto de mosquitos, es bueno tener siempre encendido el
Which bear man from Earth to Heaven.
fuego: aunque a veces son tantos que hay que dejarles el lugar.
Death and Love are the two wings
1~ Hay, dibujadas, dos arañas.
MARTÍ / CUADERNOS DE APmTES CUADERSO x0 18 4’>1
1
420
white man for favor, or friendship, or lessonof love, or forbearance of
La hormiga volvía a su hormiguero, con una semilla de pre3a, una
ôny sort. Yet, to the savage red n:cn that gathered about the base of
semilla redonda y verde. Yo estaba sentado a través de su ruta. A corta
hlount Shncta to batt!e and to die, 1 owe much-all that 1 am or ever
distancia de mí, la hormiga se detuvo, vaciló, volvió atrás, torció a la
hope to be.”
derecha, y a la izquierda luego, se metió por debajo de la roca, para
ir costeando.-Ctiando mudé de asiento, olvidado ya de ella, la vi aba-
Crítica, y opiniones críticas:
lanzarse de debajo de la roca, y a paso vivo volver por la ruta a eu
-Jeffery, de Wordsworth:
hormiguero.
“This will never do”
-Horace Walpole calls Dante, “extravagant, absurd, diszusting, in
He hecho esta observación en el Club:-Las mujeres más fea3 son la3 short, a hlethodist parson in Bedlam.
más ilustradas. -De la “Instauratio Magna” de Bacon dijo un contemporáneo emi-
nente: “the chilliest of printed books.”
Ponche a la Romana: el ponche de los papas. -Hackett llamó a Mikon en su “Life of Lord Keeper Williams”, “a
lugo de piña: zumo de limón, de modo que no caiga lo amargo de petty schoolboy scribbler”, y un crítico dijo del “Paraíso Perdido”,-que
la corteza ni de la película: hiélese bien: añádase, por cada quart of ice, fuera de su poemalia es una de las obras más majestuosasdel hombre,
one giil of Jamaica; y por cada dos, una media botella del mejor cham- -“A profane and lascivious poem”.-
pagne. Luego, crema 0 merengue, cómo y cucinta se quiera. -Para un Flaubert, siempre hay un Fraemer.
-Johnson dijo del autor de “An Elegy in a Country Church Yard”:
Un libro, con la pasta de Armand Cuzin. “Sir, he was dull in a new way and that made people cal1 him great.”
-Y de Jchnson dijo Horace Walpole que era “a babbling old woman.”
“On the whole a poet who deals, in a manner howcver little inspired, -La opinión de Shelley sobre el “Ancient Marine? de Coleridge, fue
with perfectly familiar and even commonplace ideas, ha3 a far better ésta:-“N o c1umsiestattempt at german simplicity he ever saw”.
chance than al1 the raffinés who ever rhymed, without having some -De Goethe pensabaa3í De.Quincey, el refinado y sentencioso De
general plain moral notion, or general experiences to rhyme about.” Quincey, “Even Calíban ín bis drunkness never shaped an ido1 more
And. Lang. weak an hollow than modern Germany has set up in the person of
Goethe.”
Obviousnessand universality of emotion made In Memoriam’s popular -De Keats afirmó la Quaterly Review que stis verso3 habían sido
recibido3 con un “Toar of laughter”.
3ucces3”.
And. Lang. -“Critics are sentinelsin the grand army of letters, stationed at the
corners of ncwspapersand reviews to challenge every newcomer.”
Comprar &1y Own Story, de J. Miller. Justicia al indio.
LongfeUow.
La presencia de un hombre maligno basta para que me sea odiosa -“The critic destroys: the poet saysnothing but what helpssomebody”
una ciudad.
sEmerson.
De Miller, sobre Indios, en iVy Own Story.
“Yea: let me say this, now at last, over the graves of these dead red -Some critics are like chimney sweepers,they put out the fire below,
men. 1 owe then much. 1 owe no white man anything at all. Looking or frighten the swallows from the nests above; they scrape a long time
back over the long, dubious road of my life, 1 say this, surely 1 owe no
422 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO
NQ 18 423
in the chimney, cover themselveswith soot, and bring away nothing but “Books are like mountains:-go up the bighest, and you don7 need
a bag of cinders, and then sing from the top of the house as if they to clin& al1 the little peaks.”
have built it.” From “Justitia”.
Longfellow.
...too much civilization,-too many fences,-too many chickens in the
El artículo de Farrar, y el de Howell’s, él en el Harper de Ago. /W. morning. Here ia a pig, and there is a turkey.
“He who would write and can’t write can surely review,
Can set up his small booth as critic and sell us his. Educación Norteamericana:-
Petty conceit, and his pettier jealousies -Anthony Comstock, Secretario de la Sociedad Contra el Vicio, autor
He reviews with as much nonchalance as he whistles.- de libros y de artículos de revista:
He goes through a book and just picks out the thistles.” -How do you spell janitress?
Lovell.
-Un mozo de dieciocho años, que va a entrar en la facultad de
Princeton :
“La critique n’es utile qu’à révéler les aspectsnouveaux d’un talent, -“I do not know.”
les formes nouvelles de l’art ou encare à signaler les symptomes d’un -Una niña de dieciséis,graduada con honores en la escuelapública:
état des âmes; à chercher la loi d’une évolution des esprits. Hors de “J-a-n-i-t-0-r-e-s-s."
Ià il n’y a que puérilites et taquineries.” -Comstock:
Auguste Filon.
-“I declare, 1 have forgotten.”
-Yo :
Lo esencial es afirmar. (Sobre críticos.) Apretar, juntar, crear con-
fortar, añadir-Agregar, no degregar.
El abogado, en Twilight Park:
iQuién tiene ojos, y no es pintor?
-iCómo se deletrea Mountain?
Los pájaros de afuera no son buenos:-el gorrión. inglés ha despo-
blado el bosque, y apenasse oye la nota de salterio del ro& silvano, En el juego del Deletreo, “Progressive Spelling”, un cubano fue el
o el quejido monótono del hawk. único que no perdió su puesto.-Maestros, reverendos, médicos, un ge-
neral, tres estudiantes.
Una montaña es azul; otra verde, la otra verde en el tope, y en las
faldas manchonesazulados. Cae la lluvia a torrentes, y la niebla envuelve 1 rejoice in sorrow. There is deep joy in sorrow,-in our own sorrow.
la casa del club: la niebla llega a los mismos portales. Un momento
después,brillaban al sol los balcones rústicos de la piazzu. En la ciudad, cuando cierro los ojos, todo lo veo negro. Y aquí
cuando cierro los ojos, lo veo todo verde.
...I hate to breathe
The breath, and think the thoughts of other men
Love has not, to my recollection, given me any supreme moment.
In close and crowded cities, where the sky
Friendship has.
Frowns like an angry father mournfully
1 love the hills, and 1 love lonelinesss.
From “Fastu.?. Man, like trees, must have roots.-(S obre viajar, o no salir de su país.)
424 bfA.RTf / CUADERNOS DE APUNTES CUADERNO ~8 18 425
Xunca entendí como hoy la frase “la tierra sonríe”. En la mañana Se lleva mi amor que llora
lluviosa, (en Maplewood), la aparición súbita del sol. Tiende las capas Esa nube que se va:
de oro, como los heraldo3 de un califa de antes, a quienes manda el Eva me ha sido traidora
califa que le tengan cubierto el camino de brocados y le flores. Como Eva me consolará.
una novia que llora, y se seca‘103ojos con el delantal, al ver el novio
que viene, llorando y riendo.
-“Be patient, Jack: 1 am older than you are, and 1 am patient.”
“You are a big woman, you have a great room for patience: 1 am only
“The discovery of human remains in various parta of Europe under
a little boy, and 1 have only a little space.-I was so patient the other
conditions demonstrating the contemporaneousexistence of man, the cave
day that 1 used it al1 up for a great while.”
bear, and the mammoth throughout that region...”
Jack to Mrs. Pickard.
“The men who were contemporaries of the mammoth must have lived hIacaulay consideraba como la mejor novela en todas las lenguas:
in Europe from 8,000 to 10,800 years ago, at least, and many have La Vie de Marimne de Marivaux.
belonged to races whose European origin it is possible to conceive as
having been carried back five or six times that period.” Thc “clowns”, the populace, in time of Richard the Second. “Lea
gueux.”
“The neolithic or probably mesolithic men whose remains have been
desinterred, differed in no essentialparticular from the races still occupy- Sus corazas eran de algodón; su3 estandarte3 de plumas.-(El eatan.
ing the countries ín which they were found.“... darte de 503 plumas de quetzal de Moctezuma, en Viena.)
“From an almost inmemorial period, men of the samegeneral phydgae No la resistenciade la palabra, sino la resistenciade la organización.lss
and skull formation had lived ín Europe, and if that was the case where
there was room for the asiatic theory of the great successivemygrations?“... Me gusta ver desde mi ventana el lugar donde se encuentran dos
caminos.
products and darken some salts. The peculiar tints of the Ind. and the
Todos los pueblos nuevos tienen que ser creyentes,-religiosos: Ant. are said to be due to the saffron, ronrón, cayenne. snd other savoríes
-asombro, desconocimiento, reverencia natural a la grandeza terrible used ín food: which are dyes as well, and partly to the billious maladies
e inexplicable. Luego vienen el conocimiento, la familiaridad y el orgullo. prevailing there. The opaque comer of the eye, is yellowish in tropic
raceo, and their fat thr co!or of wax, showing its affinity to the bile.
Sobre el objeto de la poesía,-en Tennyson: . ..y “to make man lavable The color of eyes and hairs follows that of the skin naturally, the same
and life pleasant.” being the great colorist in these cases. Eyes grow larger wíth healthy
-~ exercise-, as well as more brilliant. The most beautiful races are always to
María, al pasar frente a Greenwood, en City Line: be found ín the finest climates. The Circassisn lives on the tableland of
- “Al lad’o de ese lugar no debían tener una cosa tan sucia.” En the Caucassus, a climate southern to Rome or Constantinople, but refreshed
el vapor:-“Yo leeré luego, cuando no tenga qu5 hacer: ahora puedo ver by the snows of the Caucassus and the vicinity of the Caspian and Black
a los bebitos.” Seas. They formerly conserved their beauty to a great age. Two
thousand.
Lo que un crítico dice de otro. (Auguste Filon) de Sainte Beuve:-“el
padre de la crítica sin alma”.
___- Sobre lo del objeto de la poesía: en Tennyson: y... to make man
Leer en la “Contemporary Review ” el artículo “Manners of Critics de lovablc and life pleasant.
L--
Andrew Lang”.
María: al pasar frente a Greenwood, en City Line:-Al lado de ese
“Criticism is a disínterested endeavor to learn and propagate the lugar no debinn tener una cosa tan sucia.
best that is known and thought in the world.”
Mathew Arnold. En el vapor: Yo leeré luego: cuando no tenga que hacer: ahora puedo
-- ver !os bebitos.
¿A Byron, no le dijo la Edimburgh Review que renunciara a los versos,
que no sabía Ortograíía? María, en la lectura s/ los Huérfanos no entendió el pasaje de la
iQué decían los críticos de Alfred de Musset, después de los Contes oración, y Dios.-
d’&pagne et d’ltalie?
.-- Ernesto l5*
“The dark colours cf the Sout hern beauty are explaíned by
savants as due to carbon not thrown out by the lungs. These are less Crítica.-¿Y Stendhal ya en 1829, no dijo así de V. Hugo?:
active in hot climates, and the respiratory function ís no less complete. -7. Hugo, u!trn vanté, n’a pas de succes réel, du moíns pour les
The pulmonary action is replaced by cutaneous transpiration, and the Orientales. Le Condamné fait horreur et me semble inférieur à certains
carbon-instead of being thrown off with the expired air, is deposited in passages... Memoires de Vidocq.-Mais íl n’est pas un homme ordinaire,
a layer of the skin, which in greater or less degree gives it shading. The mnis il ueut être extraordínaire, et les Urientules ennuient.”
chyle or hcrbivorous animals is said to contain three times as much
carbon as that of the flesh-eating ones, and the vegetable diet which
Sonetos:-Emile Pehant (...de Vigny) autor de un libro de Sonnets,
chiefly supports life in the tropics is the supposed cause of the deep
que llamaba “poèmes-colibris”.
pigmentation rulin, u there.-The difference in complexion and coloring of
various races is probably due to certain principlea in their food, which
introduced into the body, by contact in the atmospheric air, produces 1~ Varias pa!abraa ininteligibles.
divers coloring, just as light ís known to decompose certain vegetable
428 MARTf / CUADERNOS DE APUNTES CUADERKO x8 18 429
Críticos:-Every one knows Disraeli’s.definition of critica as “People One evening Bonaparte was praising the ability of the elder M.
who have failed in art and literature”. Portalis, who was then working at the Civil Code, and M. de Remorsat
said Mr. de Portalis had profited by the study of Montesquieu in par-
Y esta ea prueba plena del lenguaje de los animales, y de algo más: cular, adding that he had read and learned Montesquieu as one learns
de la necesidad de dar duro, cuando hay que dar. Entré al cajón privado, the cathecism.‘60
lleno de avispas, y como sé que en la mañana habían herido a la pobre
María, con el canto de mi libro nuevo, “Sources of the Constitution of the Los hilos eléctricos ~Qué son más, en su filamento central conductor,
U. States”, y muy contra mi voluntad, aplastéo magullé a las más visibles. y en su envoltura protec:tora, que nuestros nervios?
Caían al suelo, y otras muchas, que yo no había tocado, cayeran con ellas.
Segundos deapuéa,miro alrededor mío, y no había una sola avispa en Talent, the real thing, has never cared a finger’s snap about criticism,
el cajón. whether it be laudatory or condemnatory, kindly .or cruel, rapturous or
contemptuous, or whether or not it be at all.
Fába abstinere-el consejo de Pitágoras: “absteneos de judías”.-
A man or woman endowed with the instinct of what is right and
what is wrong in artistry, is utterly beyond the reach of such influences.-
CrZcac ( ?)-Cristo era para Tácito (Ann. XV. cap. AA Christru
To a mind conscious by spontaneousconvictions of the truth or falsity
quid-
of its methods; praise or blame is alike indifferent-alike impotent to
exhilarate or depress.
,JY entre todos e’stosneómanos de ahora, qué hay de veras, que no
Chorks Medinger.
estuviera ya en la literatura francesa de 1830,-o antes?-Véase esto
que dice, hablando de los extravagantes del romanticismo, Augustin
Challamel: ... de esos insolentesGoncourt, miniaturistas enfermizbs, gente de té
-“...tel Amèdéa Pommier quí abondait en phrases comme celles-ci: y pantuflas, que han osado llamar a Lamennais “rien qu’un flagomeur de
FI0t.s rumeureux, 100 Hay un recorte de periódico, con un verso en idioma aztecb
430 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
CUADERNO
Ng 18 481
haines”, a, Lamennais que con una sola fiase había superado de antemano
la obra toda de los Goncourt,-con esta frase:-“La verdadera sociedad En Mrs. Browning: (Lady Geraldine’s Courtship) .
no es en su esencia, ni debe ser de hecho, más que la organización de la Prudencio, en los últimos tiempos de la poesía latina, escribió
fraternidad.” redondillas.
Y estos seudo-científicos soberbios, ipor qué no leen lo de Draper Y los cuerpos de guardia ;no son siempre los mismos? En la Punta
que dice así, hablando de las formas sucesivas de la fuerza solar?---“Las me leía una zarzuela desvergonzada de su composición un pícaro cabo.
metamorfosis que han fingido los poetas de la antigüedad no son simples Y a Cesar, cuenta Suetonio, lo celebraron sus soldados con una zarzuela,
ficciones, y el mundo vegetal y el animal están indisolublemente ligados en redondillas escandalosas.
uno a otro.” Y Huxley, luego, declara que no hay modo alguno cientí-
fico de fijar donde la planta acaba y el animal empieza. La diferencia, Yo soy como los Arabes del Hedjaz, que “no pueden soportar la
dice, no parece ser de clase, sino de grado. menor hediondez, y se resisten por eso a entrar en las poblaciones”.
Vanity Fair was refused over and over again. Ben Hur, by Len Wal- Dice Burckhart en la Histoire Universelle des Voyuges.
lace, was rejected from more than one humbler house before Harpers
accepted it. Y iqué gran diferencia hay entre nuestra gente desocupada,que no
Znnocents Abrocrd was black with handling before it was put into cree buena la cacería si no está aladrada,-ni la mujer,-v los bongos
print. del alto Nilo, cuya golosina mayor es la carne de león a medio podrir?
¿Y el Sartor Reswtus, sin la ayuda de Emerson?
Hume’s History of England failed to get buyers. (Carlyle). Y ino son de Hedjaz-o está mi memoria equivocada-los lnejores
caballos árabes-los únicos puros,- los amarillos y blancos, o amarillos
Tommie y Candita,‘sr a quienes vi de súbito, en pie sobre la yerba con las cañas blancas? En Le Temps leí, creo que en el 12,-una buena
quemada, rodeados de la yerba verde, que lucía al sol de la tarde de carta sobre eso.
Abril, con sus pamelas, de cintas la de él y de flores la de ella. y sus
libros bajo el brazo. Esta es tal vez la clave del error sociológico: tomar como inferior
una raza porque se lu ve (porque está) en uno de los grados inferiores
¿Y no hubo un rey que declaró la Turquiuda, (La Turciada) del Padre de su desarrollo.
José, de la Eminencia Gris, superior a la Eneida? Por ejemplo, esto que dice Le Tourneau, en La Sociologie: “Ce qui
est plus certain, c’est que les couleurs vives, surtout le rouge, sont trés
Poco, por Dios, d’ore rotundo. recherchéespar nombre de races humaines inferieures.“-
El niño por ejemplo, ama el rojo, y todos los colores vivos. YO, de
Octosílabos. niño, adoré el morado, que aborrezco hoy, Candita,16sayer, se ceñía al
Y de los árabesel octosílabo “Va Sciamsi, va dhohaha Coran”. talle una cinta amarilla resplandeciente. Sólo los niños de prematura
El octosílabo de Hiazoatha, imitado del poema noruego: el Kalevah gravedad y tristeza, y de anormal aunque ventajoso desenvolvimiento,
El octosílabo mexicano: dcl;aman los colores intensos. Pero el hecho es que el mismo individuo
“Nonantzsin icuac me miqrire.” de una íaza,-el mismo niño,-que en la niñez ama el rojo, va poco a
El quechúa, en los yaravíes: (Colección Prime). poco desamándolo,o entibiando su preferencia, y llega en la edad madura
La redondilla, según algunos, hecha de medios hexámetros. a usarlo y estimarlo en su relación natural, y con posición lógica. con
los dem,ís colores.-Debe decirse, pues, por ser In comprobado, no que
161 Hijos de don TomásEstradaPalma.
~CJ Hija de don Tomás EstradaPalma.
CUADERh’O ti 18 433
432 MARTí / CUADERNOS DE APUNTES
“la3 raza3 inferiores aman el rojo”, sino que “las razas, en su estado Y otro hecho de blanco: el español que estuvo conmigo en presidio,
inferior, aman el rojo.“-Y así se va, por la ciencia verdadera, a la y muy bien tratado por cierto, por haber servido una oreja de cubano
equidad humana: mientras que lo otro es ir, por la ciencia superficial, a en un banquete a su9 amigos en Pinar del Río.
la justificación de la desigualdad, que en el gobierno de los hombres es
El viento, como copos de nieve, se lleva las flores blancas del cerezal.
la de la tiranía.
El viento oblicuo, como el sol en Islandia,-y rasante.-Y a qué necedad,
propia sólo de observadores superficiales, de que la ‘flor se ha de ir,
Y es que con la resurrección de la poesía entra como una ingenuidad para que venga el fruto, de que el viento se ha de llevar la flor. La
al corazón, parecida a la del ejercicio de la virtud, que da al rostro en flor antecede al fruto, y lo llevs en sí. Lo que sucede es que fruto y flor
la misma agonía la calma y la limpieza de los niños. Y otra cosa hay no se dan a un mismo tiempo, aunque muy cerca. Pero el árbol que dio
que notar: la vuelta a la sencillez, con la verdad de la vida. frutos, a la estación siguiente ha de dar flor,-o muere.
En América rimamos ideas, más que sentimientos. Se olvida que la Sur aespensées nouvelles faisons de ver9 antiques.
poesía, y el arte *odo, está en la emoción, en la emoción suprema e Andrés Chnier.
inesperada, por donde, en una hora propicia, culmina todo un orden de
emocione3 semejantes, y hasta entonces como parciales e insufícientes.- Si le rémède est prêt le3 longs discours sont vains.
Leconte de Lisle.
1Oh no: no pueden Giar Poèmes Antiques.
La mañana frente a frente!
Le demier avait eu à la cuisse un lambeau de chair emporté par un
éclat d’obus. J’avais mi3 en pratique le rèmède de3 Arabes en pareille
Y como prueba de la naturaleza salvaje e inferior de los negro3 y de occasion un emplátre de terre recouvrait sa blessure.
los indios, he leido en alguna parte que han arrancado a sus enemigos Lanusse.
el corazón: y haber comido de él es tal vez la causa única de que 9e
acuse a ciertas tribus de caníbales. Elizabeth Barret Browning
-Pues eso fue lo que hicieron los franceses, lo que en el pleno Mrs. Brownings Poems
siglo y país de Corneille y de Malherbe hizo Picard, con el cadáver, recién That carpe: durting, though a pretty trade,
colgado por los pies, del Mariscal de André: le partió el pecho, le arrancó 1s not the imperative labor after all.
el corazón, y lo asó sobre los carbones que le traían: luego de asado lo --
cortó en lonjas, comió la primera, y ofreció las demás a su9 vecinos. The palpitating angel in his flesh
Y en la3 Confesiones de Marion Delorme, por Mirecourt, se lee este Thrili9 only with consenting fellowship
párrafo:-“Uno de entre ellos, que dijo haber amarrado el cadåver del To those innumerous spirits who sun themselves outside of time.
Mariscal a la horca, tendía el fieltro a 103 que pasaban, y les pedía ‘algo
Howbeit
por haber colgado al Señor Mariscal’: y cada cual se apresuraba a
dare not: ‘tis too easy to go mad
darle”.-Eso, contado en el “Sun” de New York, casi con las mismas
And ape a Bourbon in a crown of straws:
palabras, es lo que hizo, en febrero de 1894, un negro de Pensilvania,
She thinks too common many fervent so&
que ayudó a ahorcar a otro negro, y luego pasó el sombrero entre los
Strike rhyme on rhyme, who would strike steel on stcel
concurrentes, y anduvo por la ciudad, vendiendo a peseta pedazo3 de la
If steel had offered, in a restless heat of doing something.
cuerda del suplicio.
434 CUADEIWO NQ 18 435
MARTÍ / CUADERNOS DE APUNTES
Many tender so&. We’re wrong zlways wheu we think too much.
Have strung their losses on a rhyming thread Of what we think or are.
As children cowslips: the more pain they take!
The work more withers. Young men, ay, and maids. Her love’s ary adju:tment 0: self love.
Toa. often sow their wild oats in tame verse. Xo more,-a need felt of another’s use
Before they sit down under their own vine. To her <;ne advantage, as the mill wants grain,
An live for use. Alas not al1 the birds The fire wants fuel, the very wolf wants prey,
Will sing at dawn; and yet we do not take. And none of these is more ‘s4
The chaffering swallow or the holy lark. Than such a charming woman when she loves.
Analysis comes late. Why, yes,-a poet sees which makes him different from a common
man.
But plainly she objected, and demurred
That souls were dangerous things to carry straight
There’s danger.
Through al1 the spilt salpetre of the worlds.
What with outdoor impudente? You almost grow? La conjunción, en tiempo, de los tres elementos:
-la derivación natural de los trabajos artísticos, por no haber COSO
1 said “you must have most miserable, mayor, de los cínicos y orífices, del Imperio (Mery, Merimbe, Gautier,
To lie so cruel. etcétera).
-la rebelión contra la verme boufjée del romanticismo.
163grand blind love, she said, -la reacción del espíritu religioso.
This skyey father and mother both in one
Instructed and civilized her more Me dijo Odilon Jiménez, porque su hermano Lesmes se lo dijo, que
Than even Sunday school did afterwards. los indios de Talamanca ofrecen al huésped sus mujeres y sus hijas. Y YO
le recordaba lo que Miguel Tedín me contó de Marcos Juárez, que cuando
How sick we must be ere we rhake men just! lo fue a ver de ceremonia no sé qué personaje, le decía al despedirse
por la noche: “Lo que siento es que vino tan sin avisar que no tengo
When he looked it was as if he spoke, spoke, spoke and when he spoke. una china buena que ofrecerle”.
He sang perhaps.
---
Eh! estos críticos infecun&s, que murmuran del verso, porque no
‘Tis verily good fortune to be kind. lo tienen en sí, o no lo pueden hacer, y juran pbr Sainte Beuve y por
Cuyau, que tan bien los hicieron. De Sainte Beuve, basta el elogio a
so, please
you, be fanatical in love, la rima:
And I’m well pleased.
Qui mènes le char des vers
Oh, nct that we’re disloyal to the high. Dans le airs
But loyal to the low, and cognisant of the less scrutable majesties. Par deux sillons de lumière.
Y de Guyau:
Je me sens pris d’amour pour tout ce que je vois:
L’art, c’est de la tendresse.-
A work of art that has not general relations to reality is only a toy,
e luxury, and the.maker thereof is veritably a “Daughter of Joy.”
ZangwilL
Ribot-“Héredité”.
Hennequin-“Critique Scientifique”.
Montenegro. 46-218
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hl. W. Smith-Game
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Delgado.-
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22 rue de Téhéran Curtidos N.Y.
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Georges Guilaine
671 Calle de México Secretaire de la rédaction
Buenos Aires. de la “Revue Franco-Sudaméricaine”-
París.
¿Ctas. draga,, tienen funcionando?
Louis Guilaine
Catálogo de Dragas. Directeur Gérant.
Boston
J. S. Montenegro
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Los costarricenses del Victoria. ,> ,, 108
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-Un cab. gordillo negro y oscuro José Rogelio del Castillo
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47 años-
-Ferrocarril a Englewood.
*afi Palabras ininteligibles.
163 Idem.
450 MARTÍ / CUADERNOS DE APUWT?ZS
CUADERNO NQ 19 451
Ilarcelino González
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El Nacional P. 0. B. 3172.
(Folletín)
La capital li0 de la Confederación antes y después de la batalla de Virg. Zayas Bazán
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Pedro Moya.
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c/ García y Luera.
Am. Simoni
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M,\RTí / CUADERXOS DE APU?iTES
4.54 CUADERNO
nO 19 455
Escribir un arto. Metan los pájaros, porque se mueren con la pólvora.-(hféx).
“Mi iilro de “l
171 Palabras ininteligibles. 1’2 Hay varias palabras ininteligibles, escritas a !ápiz.
156 AfARTí / CUADERNOS DE APUSTES CUADERNO No 19 457
Baiies: Un italiano hecho gaucho: habla mal espaíiol: se sienta a comer Mujeres ilustres
con los gauchos. Alsina le regaló una daga a J. Mor.. gaucho valentón.“* Las dos l’s
La Pardo Bazán l’s
Original Research on Poetry Ir4
on cordial Criticism 223 E. íO.--Figueroa
Natural Poetry in Spanish Americn 229 W. 15-Avila Ir1
The new European Friendship among
the Pero tal vez lo mejor
The cult’ of .friendship. De cuanto yo pueda hacer
Por esa ,pobre mujer.17s
Hopkins-Castrl>
--- Cárdenas
Val. V-P. 601 159 W-61 St.
P. 746.
Antes de morir quisiera
Vol. II-158 Dar un poco de placer
Gut. Nájera. A aquella pobre mujer
La pobre mujer 17s
Dos dc Mñyer & Co. Las mujeres son sagradas rs”
Mons. Pollct
Fr. teacher
235 ITooster.
Robes and furred gowns hide all. Plate sin with gold
And the strong lance of justice hurtless breaks.
--~ Shakespeare.1s6
...poemas de las huelgas.-
...esos poemas de agua-miel, poemitas de cerebros tullidos, inflados,
estúpidos, compuestos, pujados, barnizados, que la gente común admira,
y los críticos que están en edad de merecer ponen por sobre su cabeza,
en espera de que el poeta de fama se eche al hombro en premio a sus
encumbradores y suba por el cielo la vanagloria de ambos, en copas
de alabanza en estrofas peinadas de sus versos.
La muerte no es verdad...
labios de lacre.
blade-cuchillo.
sicklehoz.
CUADERNO DE APUNTES”
22
But 1 did not hear much bird singing in the woods. 1s it that there
are no birds here, or that you are not here?
Every thought costs me an effort.
1 carne here with muy cares and without you.
196 Unos ligero9 dilmjor tic gusanos y las palolwar: “El Paxlanento Jr. 109
Gusanos“.
Volumen 22
Fragmentos
Pág.
FRAGMENTOS
1-25 11
26-50 21
51-75 37
76-100 49
101-125 62
126-150 76
151-175 93
176-200 104
201-225 123
226-250 137
251-275 150
276-300 172
301-325 204
326-350 227
351-373 236
376-400 256
401-430 278
OTROS FRAGMENTOS
l-30 305
MINUTA DEL MANIFIESTO DE MONTECRISTI 331
JOSE MARTI
Obras Completas
22
Fragmentos
Primera reimpresión
ISBN 959-06-0028-X
959-06-00778
959-06-0050-6
12
de Bolívar, el espíritu de 2 de que muchos hispanoamericanos, parricida a tierra todos los castillos de arco que levantaron, a que no queJe promesa
por la fuerza 0 por interés, comienzan a avergonzarse. por desengañar, ilusibn por desvanecer, derecho alguno por esperar,
accidente alguno de que aguardar mejoras, a que la ineficacia de la
penosa prueba del partido liberal venga a demostrar con fuerza mayor
13 la imposibilidad de toda tentativa real de Cuba de unir su suerte a Espafia,
y In necesidad de una solución radical y violenta.
Espíritus serenos, ardientes y amorosos.-s
bano lo q. Cuba ha perdido,-al árbol que se plantó dc niiío en un
rincón del huerto de la casa, cuando la mano nún no era impura.
17
Enseñando como a todos los niños se debiera enseñar,
Españoles: El presidiario:
Las mañanitas: tengo el dra de llamar infame, viejo o joven, manco o con las dos manos,
los árboles a qn. se atreve a lanzar s/. mí una acusación que no me pueda probar.
el presidiario ciego:
mi padre: Hablar: ia qué se viene acá: a hablar: por ahora, por desgracia, no
el presidiario era yo: podemos hacer más que hablar. Hablar pues, no es pecado; pues saben
y el padre era espafíol.- Vds. lo que es pecado, hablar de un modo que agrade a las gentes. De
manera q. se debe hablar mal.-No hay modo de q. un hombre sea
jamás una censura, ipobre viejo mio!, y eso que conmigo perdía honrado, si habla de modo q. se conmueva el corazón de las gentes,
todos SUS esfuerzos de vejez pacifica y de fortuna y, si acaso esta alma que las mujeres, q. los hkoes lo abracen llorando. Ah!; entonces ése es
libre y fiera mia, nacida a no abatirse jamás ante ningún género de un bribón, ése es un traidor, ése es un autonomista:
despotismo, ni al de los hombres entronizados por la fuerza, ni ante el
de la popularidad, recibió algún impulso, fue de él,-cuando la guerra La patria no es el juguete de unos ctos. tercos, sino cosa divina.
encendida aún no podia hacérselo reprochable.
22
del Norte le dicen. Pero deja el arto una pta. abierta al decoro y tiene
frases ímps. y útiles. La lección, sin embo, es claramente ésta, y la peleo:
que sea conocida a tiempo una situación que puede llenar de orgullo
-Peleamos, f y se avergonzar& después!-No, mil veces. Beba otra
4 En un apel con cl membrete dc “D. sangre el águila, si la necesita para engordar. La única excusa que pudiera
Appleton 8 Co., Publishers and Book-
sellers. New e nrk”. tener la anex. sería la de conseguir la libertad sin sangre. Es inútil
5 Evidentemente un borrador de una comunicación a algún Club de Cayo Hueso. pretextarlo; pero esa sería la única excusa,
Escrito al dorso de una curia protr:ta de los tahaqueror de la fábrica de Hidalgo
Gato en Cayn Hueso, fechada en enero 31 de 1894, contra loe ataqu«, de Enrique
Trujillo a Martí. puestos los huéspedes favorecidos, y se hubiera acallado el rumor que
hubo a la entrada cuando le
FlUC?.lESTOS 21
20 MARTf / FRAGMENTOS
26
23
24
La condición esencial del arte es la moderación. En el pueblo más
arrebatado en apariencia, ha de haber un gobierno ordenado.
Oh, no! ya no volverán p” n/. patria aquellas especies hambrientas,
esto ha falt. sobre este plan. Píntenos a Cuba. Pintarle , ies así? Hay quien lo duda.-Pues si
Oh, no! ya no volverán aquellas incursiones Bonachea. en nada se parece a Esp+ icómo queréis gobernarla como Espa?-Pintar
Oh , no! lo q. no ha de volver: división de los de afuera y los de cómo, con qué paciencia, con qué desconocimiento.-19, en el
adentro.- Gobern. y Parlamento, después en la opinión se ve a burla en Esp.
contrastando con la agonía y tristeza de Cuba.
iPues cómo, sabiendo tan poco y mal aquí de ella; pretendéis acudir
25 a la8 agonía que en ella se vive?
Pues qué ino sabéis todavía lo que somos, ni cómo nos hemos hecho 28
o lo que son los cubanos?
Ah! y isi tuviérais un hijo, si lo hubiérais pateado y ensangrentado, Si ad naturam vives, nunquam eris pauper: si ad opinionem, nunquam
(la historia de Cuba), qué le diriais? 210 estrujariais, patearíais más, 0 eris di\.es.-Seca.
le diríais: ya es tiempo; y, llorando, vete: y cuando lo autorizárais a
separarse de vosotros, entonces tal vez volvería a vuestros brazos? Los cubanos erl las novelas españolas:
El cubano de Riueritn.
Aquí el patriotismo se ha puesto a discusión, se ha eacado al mercado, La cubana de L’n zinje de nocios.
se ha medido y pesado como una cosa cualquiera, se ha manchado con La cubana de El amigo Manso.
las pasiones y los abusos y los vicios de los hombre9 y es porque los
sacerdotes le han profanado la religión.
FRGMENTOS 23
22 MARTi / FRAGMENTOS
31
29
las figuras ciclópeas y Con Guaicaipuro, Paramaconi, con Anacaona, con buey hemos de
esbeltas de la redención estar, y no cou las llamas que los quemaron, ni con las cuerdas que loa
ataron, ni con los aceros que los degollaron, ni con los perros que loa
mordieron.
35
en los jardines imperiales del Cuzco había adornos, Crbolesy arbustos
de oro y plata, de una hechura exquisita
INDIOS
hermosos vergeles, y bosques magníficos, q. los reyes de Tenoch Y
Volver pudieran aquellos bravos de cabello recio, de mano hecha a la Texcoco
iiecha y a la lanza, de plumaje encendido, sin más escudo que el del
?echo osado, ni más cimera que la altiva frente.
28 MARTf / FRAGMICNTOS FRAGMESTOS 29
y aquellos camelotes,por donde no viene a ser fábula el nelumbio rosado Bolívar, como los ríos; San Ilartín, como los Andes.
del amor.
y Junín, peleaba toda al brillo de los sables: no se oyó un tiro: la
la magnolia blanca a su trenza como simbolo de pureza. batalla artística.
--
Los Aztecas, que tuvieron una mitología no menosbella que la griega,
y un Netzahualcóyotl no menos profundo que Platón. 36
--
Los Chibchas, cuyos diose.sse aparecen sentados sobre el arco iris
con una vara de oro; la deja caer, abre un tajo, y corre el Tequcndama
42
46
un ejemplar de tu estudio sobre “ta redención de la Rasa Indígena”, que
es cosa que me va al corazón, y sobre la que llevo mucho escrito,+omo
que aquí soy suscritor de “The Manus Star”, que es el periódico que iOh, nobleza de los pueblos, nobleza spre. igual: spre. traidora, auto.
publican los alumnos indios de la escuela de Carlyle y ahora mismo ridad que se coaliga con las autoridades, aunque sean extranjeras, con
acabo de recibir los excelentes datos que el Gral. is me manda sobre la tal de sofocar la libertad, aunque sea nacional, que con Matteo Buttnfuoco
educación en Hampton, que es dice buen colegio.-Ahí ea donde está la te rindes a Choiseul contra tu patria córsica; que con Egmont y Horn
salvación de tu tierra, másque en buscarla de gente extranjera, que nunca te rindes a Felipe contra tu patria Flandes; que con los españoles te rindes
podrá amar y servir a tu tierra como si fuera la suya propia. Si yo no a Francia contra tu patria España; que con los mexicanos solicitas a
fuera cubano, quisiera ser mexicano; y siéndolo le ofrendaria lo mejor Max. contra tu patria México!
de mi vida, la expondria, aunque los hombres prácticos hicieran burla
primero de lo que habían de agradecer después,en enseñara los indios.-
De casaen casa iría pidiendo piedras para levantar una hermosa Escuela
Nacional de Indioa-
Mándamelo sin falta y por el primer vapor, sabespues con qué curio-
Hace unos tres años
sidad espero tu trabajo.
Por ahí se ha de ir la poesía, y en eso hay más de lo que 10spoeta
Se nota en lo que se lee del Sur es que el negro predomina con dos
se figuran,
caracteres,-pereza y sacrificio, pero este último mucho mayor y cons-
tante, y aquella misma mezclada con una filosofía natural muy a menudo
graciosa y los que así pintan al negro, no son los que no lo conocen 0
45
humanitarios del Norte, los esclavistas que se dejan llevar de caridades
poco fundadas en razón: sino en las gavillas del Sur, los nacidos entre
ellost los hijos y las hijas de.los que fueron sus dueños.
Oh! l4 en los bordes de un 1spalomas! Si se suspendiesenen el aire
todos los alados pensamientos,que ascienden, se enlazan, se van tristes,
y giran y voltean! iQué poemas he escrito yo en los aires! iQué db
48
cursoshe dicho yo a los bosques! y al mar, de noche, y al río de tarde;
qué altivas y solemnespalabras he enviado y con qué apacible majestad,
que ha penetrado hasta el fondo de mi alma, me han Toda tcnlativa de comparar, generalizar o razonar sobre textos, dele
ser abandonada, so pena de sustituir una mera imitación verbal del
ya no hay en nosotros cosa que no quiera ser digna de Sófocles y Schiller, raciocinio a un esfuerzo real de la mente.
y antes que emplear la rica paleta en animar y... cuadros humildes, dejé Sólo el trabajo directo fructifica.-
mosla cciosa a nuestros pies, prefiriendo que se cubra de polvo a que El suelo debe ser enriquecido antes de ser arado.
desmerezca de su alto empleo. Pero el espirítu ea un fuego perenne Impresionar la mente: dejar en ella impresión: y en este trabajo se
que calienta, que aviva, que abrasa; si no se siguen sus impulsos, se CI ha ido tan lejos que hay quien sostiene con ejemplos que los hechos
devorado por ellos; todo es ír y venir, sin dar paa al ánima ni al cuerpo; generales de la Bot., se aprenden mejor poniendo ante el niño las especies
fuera del cuerpo corcel, y el alma salvaria sobre él un magnificadas en los versos de grandes poetas colectivos que en las enume-
raciones descarnadas y antipáticas de un texto que no despierta los poderes
18 Palabre ininteligible. de observación y curiosidad del niño en todo lo vivo.
1’ Roto el papel.
‘6 Idem.
NARTÍ / FRAGMENTOS FRACMENTOS 37
Grande fw el placer con que lo hallamos.-
49 Pero lo q. la biografía no dice es q. era hombre de colur.-
Y dicho sea de paso q. uno de los (Cadenasi
Pa qué está la prensa?
Para quejarse estérilmente ino? sino p* organizar jucinsnmentc. 18 El negro pintor
escribir de y la Const.? La historia de
PP renovar la literatura rufianesca, la poesía de callos y caracoles,
la soltura gacetilleril, de EspaÍia, como si fuera l* el español el saludo:
empapado de veneno madrileño?- 51
No tanto partido de indepa, como partido de reconstitución, de
salvación.
CLASICOS
P. y A. ajustaron 9 d. de tregua para enterrar a Héctor.
Helena bajó; subió al cadáver y cdo. subió, la mañana brillaba sobre (Un tomo)
toda la tierra.
Los estudios griegos y latinos de Lcconte-Shclling
Y se llevaron llorando el cadáver.
Y Troya tcJa salió, con Andrómaca y la madre a la cabeza. Los griegos de Cuido Spano.
Lo llevaron a su casa, a su cama, los bardos cantan y las mujeres
lloran. Andr. le habló.
Luego le habló su madre. 52
Luego le habló Helena.
Y todos coreaban con gemidos.
Luego habló Príamo Pudiera el Z. ser un triusfuga indigno: pudiera haber ido saltando
de aquí p” allá; pudiera haber venido a mis propios ojos de escribiente
Por 9 días el pueblo cogió leña; el 109 la pica; y las cenizas las
distinguido, y dc bajo intrigante, a un ambicioso de más mérito p* la
ahogan con vino.
guerra que capacidad para dirigir nj causa.
Sus parientes y camaradas recogen los huesos en una caja de oro,
la cubrieron de manto de púrpura en un gran ataúd, y le pusieron muchas
piedras encima. Encima la mighty mound. Great feast en el pal. de PT.-‘~
53
50
Si estuvieran reunidas todas las condiciones políticas, bariamos lo
que Nelson mandaba a s/of. en Palermo: “iA ellos, sin mcís maniobras!”
Ml. del Socorro Rodríguez. ----
Pero aquí callo, con !a palabra del pueta. Decir bien es bueno, pero
Appleton p. 301.
obrar bien es mejor!-y el orador no tiene que hablar cn esta noche
de caridad aunque está la sala llena de buenas auras.-
1s Tres palabras indescifrables.
17 Véase el trabajo de hfartí “La Ilíada, de Homero” en La Edad de Oro.
38 MAFtTí / FRAGMENTOS
FRAGMENTOS 39
54
56
55
He procurado conciliar la construcción directa con el ritmo musical,
y llegar en lo posible, sin más que días pa. la traducción, al grado en
Por su intenso enorme egoísmo y lo superior de su ambición, podía que la poesía está en el sentido y en la coloración melodiosa de los tér-
librarse de ese azote de las almas generosas; las inquietudes bruscas de minos, y aun en las proporciones del color, sin tener pura la lengua
la vida, los dolores de los demás, los sufrimientos de los demás, la en q. se escribe, sino escribir de manera q. pueda ser dicho en prosa
preocupación. sin q. oculten faltas gramaticales, contra lo q. sucede en
62
60
46 MARTf / FRACYENTOS Los jueces no son augures, sino sacerdotes. Interpretan la ley no
escrita en la ley.
fuerza extraordinaria, y no sabia que en aquellos ojos centelleaba inquieta
y confusa la libertad de todo un continente.-iOh! Padre americano,
Oradores de Cárdenas.
ante quien todo hijo debe prosternarse, orando ardientemente con cantos
Cainclette-hlalou-
de respeto, loa y amor! jNaturale2a montañosa, que al civismo de
Washington unió la fortuna de.César y el intrépido espíritu de Anibal! Barra-Fr$re Orban-oradores del Partido Liberal en Bélgica.
íHombre solemne, asombro de la tierra que lo produjo!
Barra es muy querido.
Apenas si se encuentran en las edades homéricaa y catonianaa su
atrevimiento, su esplendor y sus virtudes. Emile Leclercq-poeta cládco: buenas Eglogas.
Cuando él cortaba los nudos de los pueblos como los hombres cortan
la cosecha, los nudos de los pensamientos,y trasponia montaíias como Louis Hymancs.-Redactor de “L’Echo du Parlamentaire”.
nosotros tr +onemos obstáculos en sueños; cuando descendía vengador Urna de recuerdos y bandera de esperanzas.
y fúlgido sobre las aterradas tropas españolas; cuando rechazaba con No venimos aquí a ser las mujeres de la tribuna.
voz indignada proposicionesde una imbécil monarquia; cuando consumía
su noble cuerpo con el ardiente fuego mesiánico de su espíritu; cuando,
delirando sobre el Chimborazo, más le servia de cauce que de poeta; 71
cuando, dueño de un mundo, cubría de lágrimas la amarga nueva de le
muerte de un amigo querido.
Un bribón ha publicado un libro estúpido sobre Cuba y es necesario
castigarlo como merece.-
70 (cuerpos flacos y x)-
Victor Hallon, con el pseudónimo de Victor de La-Hesbaye, nombre Los pequeños no creen en lo grande: aún menos ‘los pequeños que
antiguo de Holanda. Escribe en La Crónica: satirice notable. se creen grandes.
Flor O’Squar; redactor del periódico “Les Nouvelles du Jour” gaca-
tilla diaria liberal poeta satírico fabulista.
72
José A. Aguilera vive Carnicería esquina a San Francisco.-
Urbano aanchez-S. Gerónimo Alta 5. Este miedo generoso, este cuidado de hijo y padre a la vez, este
cariño en que caben todos los necesitados de él, y tanto los que pecan
Emilio Luaces-Aguiar 73. Habana.- por falta de él como los q. lo desconocer:, esta vigilancia incansable, y
3 Palabra ininteligible.
Verlo de parte de Benavides.
40 MARTf / FRAGMENTOS FRAChIENTOS 49
. 80
Un párrafo de aliento sobre las revoluciones (de la A. Lt.)
De México.-Que resalte su necesidad histórica y su fin glorioso.
His are just the fine hands, too, to weave you a lyric.
Unidad de la idea liberal como eje de todas las revoluciones. Lo de Full of fancy, firm, feeling, or spiced with satyric.
tal por tal; lo de tddos por tal. In a measure so kindly, you doubt if the toes.
por algunos de los ayudantes del General, y dos padres franciscanos, That are trodden upon, are your own or your foes.
apeándose en todas las Misiones, donde los recibían y agasajaban con
vivo cariño. No usa la sátira que molesta, sino la que enseña, porque es de natu-
El General Moreno era muy querido por la Iglesia y la tropa, y a raleza bondadoso, y cuando censura un acto o hábito, lo hace de modo
ambos había logrado modo de ser útil, en los frecuentes conflictos del que parece que se lo censura a sí mismo, o que lo tiene por parte inhe-
poder eclesiástico y el militar. rente a la naturaleza humana, con lo cual la corrección es más eficaz,
porque no imita el orgullo del pecador, aunque le pone ante los ojos de
relieve su pecado. Quiere que le amen, no que le teman. No necesita ser
Vidas Americanas
pedante para decir la verdad y enmendar los yerros. Lo que le preocupa
es el yerro en sí que hay que remediar: no que las gentes digan, con ese
Civiles sobre militares. respeto indeseable que engendra el miedo: ése es temible, ése es Tío Pal-
meta, ése es un sabiparlante, que sabe donde están los yerros. Así LW
José de la Luz.-Ocampo dividen los hombres, en generosos que emplean sus talentos en bien ajeno,
y en egoístas, que los emplean en realzar como primer objeto cu propia
persona.
Francisco Vigil-Varela
Varela-Ocampo-Juárez.
81
Entre los libros q. proyecto está uno que le ha de agradar a V. y de
los primeros será su excelente Ocampo.
;De veras que hablan los hombres demasiado de peligros! iEspán-
tense otros de los riesgos sanos y naturales de la vida: nosotros no nos
52 MARTf / FRACbfENTOS
86
85
iHay aquí alguien a quien yo haya incitado, a pesar de mis opiniones
privadas, a que moviese obstáculos? Que se ponga de pie si lo hay.
Yo siento en mí más nobleza que el hijo por sangre pura de los más
Alguno de los de la junta, de los directores de periódico
antiguos romanos. Y es que sé lo que es ser hombre, y he tratado de
Vedlo, pues, cubanos: no hay ninguno.
serlo:-siento en mí la nobleza del género humano.
la emigración, compuesta generalmente de los q. aquilatando el justo Heracles was thc city of necromancers, in which they raise the dead.
honor de tanta escenade sangre e injusticia con la natural bondad del
pais y la justicia racional q. viene de vivir ** un pueblo libre en sus
luchas y roces, han sabido perpetuar el amor y domar el odio.= 96
lienzo extenso que une al mar de Platón con el de Balboa, tierra hermosa. ,\i 13 Naturaleza misma es bella para los hombres ardientes qtie han
Hermosa, cubierta de selvas, tierra fertil, cruzada de rios; aqui están sido engafiados. 0, p3rn 13s hombres grandes y dc;interesodns que nn
a nuestra mano los colores; la buena voluntad de, los hombres, la inteli- hallan en el mundo compañía.
gencia y bondad de las mujeres; que tendrán vergüenza de sus hijos, -iQuc triste vuelve la vida; pobre nbej3 que salió a libar mieles en
si con pereza criminal no desoyen esosclamores de la madre tierra. Aire las corolas del ideal, la plegaria, la hermo+urn, la fe, y torna, llena de
de libertad refresca ahora estetaller inmenso. Preparado está el marco; he miel amarga de las flores de muerto en que l~cbic’,,bajo un cielo sombrío!
aquí a nuestra mano los colores; extendido está el lienzo, pintemos en él.
103
98
Julio tiene casco de ilamas. La cscuelaindustrial donde se oprende cl trade-pa despuésde 1.1.nNo-.
A septiembre le cuelgan los pámpanos por In cabellera.
Leland dice q. para antes de 14, y despuésdel kindergarten,--cl
Se frunce el ceño leyendo algunos de sus atrevimientos. Dibujo Ornamental, que afina la mente y a todas las artes la prepara.
101
Cuando vendrá mi Wallzyr, la virgen guerrera, la montada a caballo,
con casco, escudo y lanza, las que mandaba Odin a “buscar a los muertos
La sabiduría y el ingenio vienen de Ymir mismo y está en Jotunheim, en la pelea” para combatir con estos elegidos del cielo a los gigantes:
cdo. vendrá mi Walkyr. 20 todavía no estaré muerto?
con los gigantes,a cuyo pie roe siempre la oscuridad (Nidhogge)
Esa legión de Walkyrias cdo. cruzan el cielo brillando sus armaduras
son la aurora boreal.
Walhalla es la residencia de Odin, de palacios de oro y plata como
todo el Asgard.
Thor es el hijo mayor de Odin.
Odin-vida y alma. iQuién me diera, para acabar con los malvados, aquel martillo de
Vili-razón y movimiento. Thor, que cada vez que caía sobre un gigante enemigo, volvía de sí
Ve-sentidos, expresión, discurso. propio a su mano!
¿Y la palabra?
Sufro para escribir, como si creyese yo que todos los pensamientos
son como la suerte de los hombres, que las tres Norns debían escribir
(en los caracteres Rúnidas) que inventó,) que inventó Odin), en un 104
escudo de metal.
--
Odin, alfadur,-Al1 father. El cinturón de Thor: when he girds it about him, his divine might
is doubled.
64 FRACIIENTOS
MARTi / FRAGMENTOS
Los de 107 31
110
Cae en pedazos, como quería Isaías.-
--
Contra la anexión. Desengaño
de
Lo querrán unos cuantos fabricantes de azúcar; lo querrán los que, Almas que tratan
so pretexto de patria, se valían de ella para tomarla a su provecho: lo de Virtud
querrán... Escrito
por la Venerable Madre
De estas sombras se daba Ramona vaga cuenta, y solía sentir una Sor María
.ierna compasión por la Señora, aunque sin atreverse a mostrarla más de la Antigua,
que redoblando su celo doméstico, y trayendo sobre sí la mayor parte Religiosa profesora del velo blanco de la esclarecida Orden de Santa
de la faena de la casa. No dejaba de notar la Señora aquella leal soli- Clara, en el Convento de la Villa de Marchena de la Santa Provincia
citud, aunque sin sospechar su causa, ni inclinarse a abrir su alma a
de Andalucia.
Ramona.
Quarta impresiór
Uno había, en cambio, que 3?
con licencia:
Unos cuantos jóvenes a cuya carga se le han caído ya por el polvo
Barcelona. En la Imprenta de Juan Piferrer, en la Plaza del Angel...
las bridas, y que aman más su gusto q. su tierra.
Y a su cofia
Hilton Firuls & L. Co.-Kate Carine.
111
113
There are, of course, many cubans that wish annexation, and the
reasons are obvious. In certain parts of the country, owing to the teach- Toldería-iPueblo de indios mansos, en la Rep. Argentina? (Y en
ing of a noble minded man, in times different from those of today, the U. S. Venezuela. El Orinoco, de Michelena).
meant liberty, and all was to be an U. S. to his land as they were to him.
(S. C. Camg.-Habit of slavery. 1nd ecision bred in it. Accustomed to be Ranchada.-Rancheria.-R ant h os de cañas, barro, o cueros, con techos
taken by the hand.-They distrust themselves, and know themselves weak, de paja brava.-
nnd so they distrust others:-others fear the =: Why the U. S. will solve for
us, by a magic wand, the problem that they have agpravsted by their Hay algo de plástico en el lenguaje, y tiene él su cuerpo visible, BUS
treatment in their own house? líneas de hermosura, su perspectiva, sus luces y sombras, su forma escul-
tórica y su color, que sólo se perciben viendo en él mucho, revolviéndolo,
We stamp this accusation as the emittance of a fool, and the act of pesándolo, acariciándolo, puliéndolo. En todo gran escritor hay un gran
a villain. pintor, un gran escultor y un gran músico.-Un párrafo bien hecho es
We speak with respect of al1 honorable foes, and of contempt of al1 un tratado de armonía más sutil y complicado mientras más fino sea el
others. artista, por lo que, en literatura como en música, el intérprete, que en lite-
ratura es el lector, ha de ser del mismo molde y fuego del (compositor)
It is not as well known as it ought to be the pathetic truth our army (autor) para que guste y haga gustar los efectos ocultos y melodioscs
did not press the wars, more than from any others striving for the certainty del colorido y el acento. iQué estrago, el de una coma fuera de. . .
that no more blood than the strictly necessary ought to be shed when
the triumph was sure to be achieved or accelerated, from the friendly
declaration of the U. S. Tbia idle hope has been the most powerful cause 114 Oó
of inaction among the cubans, an inaction not to be by any fair minded
man reproached to them, being but natural.
Acido valeriánico.-
De unas medias desaseadas:“ricas en ácido valeriánico”.-que se
112
obtiene por el tratamiento químico de los calcetines riejos.-
A quién entierran en Boston que todo el mundo llora. De Juana Grey, al salir pa. el patíbulo, en su libro de prisión: “Hay
Era de los servidores de ideas, y no de hombres,-por lo que su palabra el día en que se muere, y el día en que se nace: El día en q. se muere
no llegó a ser tan celebrada, ni premiada como la de los que se prestan es el mejor!”
a servir intereses ajenos, 0 propios que nunca van solos.
Segismundo.-
No se detenía a *‘ “Quand Abou-Hassan, le dormeur éveillé, qui s’était cru calife pendant
Como todo gran espiritu veía en la Naturaleza,símbolos humanos.-Y toute une journée, se trouva dans son modeste appartement bourgeois,
se placia en ver en el mar el de la libertad. oii on l’avait transporté dans sommeíl, il s’écria en ouvrant les yeux:
-“Bouquet de Perles, Etoile du matin, 05 êtes Venus? Venez, accourez!”
93 Dos palabras indescifrables.
JJ’ Palabra ininteligible. 85 En papel con el nombre de “Lyon t Co.”
FRACAl ENTOS
71
- Mais il ne vit accourir que sa mere, et cette bonne femme lui dit: El naturalismo no viene a ser, en suma, mas que el nombre pomposo de un
- Abou-Hassan, mon ftls, êtes vous devenu fou? defecto: la carencia de imaginación. Entre los naturalistas, y los que no necesitan
- Qui est cet Abou-Hassan dont vous parlez?” -demanda-t-ib - “je ne serlo, hay la misma diferencia que entre los pintores copistas y los crcadorcs.
suis pas votre füs; je suis cahfe; je suis le commandeur des croyants”. Una rigurosa deducción del naturalismo da con él en tierra. Ajustando cerra-
Et comme elle s’obstinait à l’appeler son fils, il la traíta de vieille exécrable, damente al arte la teoría naturalista; el pintor que copia un cuadro de Rafael es
et dans l’excks de sa fureur, il la battit jusqu’au sang. - más gran pintor que Rafael. Y el que dibuja la pata aplastada y cenagosa de un
puerco, que el que saca al lienzo los volcanes humeantes, llanuras florecientes,
G. Valbert, Rcv. D. M., liv. du ler. Scpt: abismos agrietados, atmósfera azulada e interminable cielo del alma. -
dans la Grandeur et décadence d’Abi. Ks Bey. Grecia.
“Quinconque a e le plasir de cueillir au sommet de 1’Aeropole une petite 115
plante de basilisc et de la froisser dans sa main se souviendra toujours de l’odeur
penetrante qu’exhalent ces petites feuilles ovales: - quinconque a mangé d’un Contra los hombres no se resolvía, sino cuando les veía alma de gusano, y esto
agneau qui avait brouté les gazons courts de I’Hymete ou du Penteli lui a trouvé no por sí, sino por la náuseas del entendimiento, ye1 dolor de que afeasen la libertad
un goUt exprés qui n’ont pas les nôtres”. - G. Valbert. querida los mercenarios y parásitos de ella que acusan siempre de tibios a sus
defensores. No tiene la libertad amigos más pomposos y vociferadores que los que
Les 54 lettres turques. le han hecho traición, y están a toda hora a punto de hacérsela.
México:cdo. renació a la libertad: Juárez Gusto más de una estrella pequeña, de luz dulce, serena y permanente,
Despuésde Lerdo, las Ealles a mi vuelta. que de esos fuegos artificiales del lenguaje.
B. Aires: Pintura de Rosas,comparaila con el Sur y los negros p* q. Bc Mi opinión es ésta: si ikíéxico firma el tratado, pierde los Estados
vea cual es el honor y poner el de acá sobre 8qUél. de la frontera.
Contraste: Lc llegada alli ahora.
Chamarra-Salvador
Un cazador contaba con vanidad que una vez había cortado la coIa
117 a un león: pero no contaba que antes de eso un cazador más valiente
le habia cortado la cabeza.
Un hombre, cabeza, desenvuelto de un lado. Todo me duele de este Vio cóndor quien vio a ZEA.
lado. Pasión, me hincha este lado. Gozo, siento la vida de este lado.-
Otro. De otro lado.
Partir de abajo arriba: juntar las dos mitades de la cabeza, cultivarse
119
entero.
118 Quiero que el pueblo de mi tierra no sea como éste, un8 masa igno-
rante y apasionada, que va donde quieren llevarla, con ruidos que ella
no entiende, los que tocan sobre sus pasiones como un pianista toca
A foreigner, author of an essay on Emerson, and of another essay sobre el teclado. El hombre que halaga las pasiones populares es un
regarding Dr. Holmes Poetry, in to B. Aires, or Dr. Holmes Poetry, vil---El pueblo que abdica del uso de la razón, y que deja que se explote
eamestly desires and humbly requests the honor to be allowed to asist, su país, es un pueblo vil.-Y o no necesito ganar un8 batalla para hoy;
from the dark comer due to unknown invaders, to the sessionthe nine sino que, al ganarla, desplegar por el aire el estandarte de la victoria de
teenth Club, is to hold to-night. mañana, una victoria sesuda y permanente, que nos haga libres de un
151 S 18 St. tirano, ahora y después.-
Que dónde estoy? en la revolución; con la revolución. Pero no para
Las imágenes que ocurren durante el día a la mente suelen quedar perderla, ayudándola a ir por malos caminos! Sino para poner en ella,
en ella como en un cristal fotográfico, y sernosdevueltas por ella, durante con mi leal entender, los elementos quienes, aunque no sean reconocidos
el sueño. Memoria e imaginación quedan despiertas y continúan activas al principio por la gente de poca vista o mala voluntad, serán los que
durante el sueño: la Ra& es la única que duerme. en las batallas de la guerra, y en los días difíciles y trascendentales batallas
Al que muere en su sillón, en casa amiga, hundiendo su mano en el de la paz, han de salvarla.
cabello rubio del niño,-hay que añadir:-cómo vivo sin raices, sin
patria, sin 8mor?“-Y este poema, acaso el del tiempo: guerrero que
sale armado a batallar, no halla batalla, y muere torvamente, de sobra 120
inútil de alma, sin pelea.
No,se tiene derecho, so pretexto de ser galante, para ser vil. Lo que sorprende leyendo esto de lejos, es lo sano y nuevo, lo prin-
Pirotécnica del lenguaje. cipal y dilecto del diálogo, lo fresco que recuerda, más que 8 los latinos,
8 los griegos.-
74 M.UtTí / FRAGMENTOS
FRAGMENTOS 75
Un estudio: Poetas gráficos. Este periódico no ttevó desde el ler. no el nombre de su redactor
Leconte, Horacio, Gautier, los franceses.- principal porque pudiera creerse, por los que con justicia están hartos de
Contra poetas verbosos. ver, la ambición bajo la virtud o parecerles que estasideasno eran como son,
hijas de la previsión y de la angustia,de un alma consagradaa la patria, sino
Motivo parevista de la poesía actual, no pretenciosa,36 el deseo de atraer la atención sobre sí, o allegarse prosélitos. Pero puesto
que se deseasaber, aquí está el nombre.
122
En los E. U. hacen esto, &” En la Rep. Arg. le van a levantar un
La muerte final del ser; una eternidad de descansoresplandeciente; la monumento al negro Falucho
forma humana es tan bella que no debe perderse - ni aun en el cielo, - su
correcta línea. Yo vi en México un Jesúsde Sagredo-un espíritu en que 125
no ocupo más que el amor de una mujer, exhausto él por las heridas que
causó en su amor al volar, quebrantada la frente por la corona de hierro de estudio de todas las filosofías surge una, semi-idéntica o absolutamente
los hombres, llevó a ella la mano genicida, ansiosa de mejor corona de idéntica, y que las engendra a todas, que es a la par la necesidad de
oro: -En este cuadro extrarío, de la forma brota lo ilímite, del cuerpo descubrir y la creencia en el Ser Sumo. Las doctrinas q. han alegado falta
humano el ánima divina; la tela se ha hecho nube, - el color transparente, de creencia no han sido más que reacciones provocadas por las doctrinas
caluroso carmín la ardiente atmósfera. -No tema Sagredo la osadía ventu- que han abogado por una creencia excesiva. Cuando los vientos pasan, y
rosa de Fortuny, que hacía en suscuadros cosasmayores que susmorenos las aguas recobran su,equilibrio, y se tornan serenas,37
árabes, suslucientes corceles, susacicalados caballeros de chupillà de seda En religión - lo que hay de esencial en todas, sin oprimir a ninguna. Nadie
y media justa: (de esto venía a la quietud del mov.:) - tiene el derecho de compeler a nadie. Ni librepensadores a católicos, ni
En conjunto, las amenidadesde Progreso. católicos a librepensadores. - iQué diría un católico sometido a la ley
Luego, el cuento noruego: el portero, la mujer frente; el correo, el
hielo: -
Debe haber en el cielo luz mezclada de amoroso soly luna. -Esplender
es mejor que resplandecer.
quien ha visto cómo alborean, se condensan, se ornamentan, se ma volcánica, la representación personal, estalló la ira de nuevo, y los
corrompen, corrompen y perduran las religiones:-cómo los más filosóficos Estados alteraron sus puestos de combate, en cuanto el Sur pidió repre-
de los sistemas, han ido de míticas a espiritualistas, de espiritualistas a sentación para los negros. “Para qué la pide, pues que los negros no
analíticas, y de analiticas a criticaa, de críticas a negativas-sin que en tienen alli persona sino
la filosofía más antigua falten los gérmenes de los estados más perfectos,ss
y de las filosofias patéticas:-Y quien a estas cosaa no alcanza, y de esta Libres, sin comp., sin deslealtad, sin arrogarse derechos q. no tienen,
cima universal no mira y no ve del Universo entero que la talla y fragua sin cortejar las voluntades de los demás, porque sólo desciende a cortejar
surgió a los pueblos el tonto q. piensa vivir de ellos, no el arrogante que lleva
al pQ en si.
127
129
y lo q. máa me gusta ver es ss q. no veo en los 1o sino una decorolra sencillez Los E. U. son más religiosos porque son más libres; por eso no ha
que se los hace respetar y amar. aparecido aqui el poeta ateo. En los pueblos donde la religión se ha
mostrado siempre hostil al ejercicio natural y amplio de las facultades
iCto. talento hay en el mundo ! Ayer nos era apenas conocido un del hombre, el odio a la religión ha sido una de las formas naturales del
hombre, y hoy en cta. nos acercamos a él, en cta. llama un libro desconoc. amor a la libertad.-
a n/. ptas., vemos tesoros escondidos:-
La lectura de Malpica me ha hecho pensar en la guajirita del Yumurí Les petits pays ont aussi, dans ce genre, leurs petits poftes.
de n/. Milanés, que tuvo la misma pasión de V. por la forma limpia y el
sentido honrado.- Et de ce que les unes sont trop méticuleuses, il vient que les autres sont
trop hardies.-
~8 Hay dos palabra ininteligiblea. Et la pruderie ayant été exagerèe, le courage d’être sincke est devenu
89 Palabra ininteligible. un mkite relatif.
40 Varian palabras ininteligibles.
FMCMENTOS 79
78 MARTi / FRAGMENTOS
El puntapié a Volney.-Todos estos déspotas, grandes o chicos,
“íNo permita Dios que mate yo en mí cualidad alguna de laa que el son lo mismo. Grandeza es fuerza, fuerza nativa, ambición preponderante,
mismo Dios me ha dado!“-Admirable frase de Valera en Doña Luz. desdén de cuanto no sea ellos, grandeza como por relámpagos, puntapiés-
Que agarra por los gaznates; q. le da un puntapié a Volney; q. a “:
Poesía ornamental eso lo hacen todos los déspotas: u
Eso es hacer de la poesía un mero arte de ornamentación.
Y si alguno de estos tiranuelos, grandes sólo en su falta de respeto a
Soy un místico más... He padecido las libertades, atenta a ellas ayudado de las inteligencias serviles y alquí-
Con amor, lonas que nunca faltan a semejantes hombres, yo confío en que mi patria
sabrá pronto hacer justicia.
ápice-
Cdo. yo veo, Grandeza verdaCdo. se levanta un retórico, puff! Po cdo oye al
Como alas tenues de amarillo verde, sincero ofendido la libertad, él, el tirano, llora.-
Surgir de tierra las primeras hojas
De un árbol nuevo,-al punto me imagino Taine compone sus Vidas por notas. Lee lo q. hace a su asunto.-
Cuando, robusto ya, rompiendo el aire Va anotando en rápidas sentencias lo que le sugiere o sirve para con.
Desplegará la poderosa copa.- trastar o acentuar algún carácter o aspecto de su persona o asunto.-
Como la espuma de la mar del mundo. Luego agrupa lo semejante,-casi sin hilación. Eso da ese aire de
El amor surge de dejarlo: surge
salto, de permanente brillantez, de novedad alta y constante a lo que
El vivo afán de amar la tierra
escribe: Lo mismo hacía Em. con las ideas, como Z. con 103 hechos.
Donde 103 hombres aman y son buenos.-
Con cada 301, arréciase en el alma
El honor de vivir; de cada vuelta 131
Sin investigar aua ingresos, ni procurar enmendarlo, ruego a V. que Un estudio sobre Catilinu
me considere eximido del grato deber de redactar “La América”, a Se levanta: Catilina
contar desde este mismo número.- Replica: Clodius
Replica: Balbus
Ataque c/. Catón.
133 Clodius
Balbus
Hay naturalezas t.4) que necesitan tener a quien odiar.
Su brazo mudo
Reanimará mi brazo y que podamos ser en América pueblo solar.
lacunoso
lagunoso
Desde q. estuve en ‘s
lo heroico no sabe salir de mí.-
136
aql. m: azul
Los árboles frescos, dicen ahora:
aquellas montañas.
Acabo de conocer esa desdicha. Y henos aquí, apretados, cariñosos,
pensando en los hermanos, más hoy, en la desventura, como acaso seamos
mañana, el mañana tanto tpo. esperado; como acaso seamos mañana
Si me fatiga la lucha por el honor, por el desinterés,-idaré con ella
unos en la... felicidad!-
con la mano cansada, y me resucitará la mano con más fuerzas!
Esta maiiana abrí un libro, un libro de una mente sana, y leí: Life
is a humbug!: Pero vengo aquí y veo que no es verdad.
a palabra ininteligible.
44 Idem.
4s Varias palabras indescifrables.
45 Idem.
82 MAFtTí / FFMCMENTOS
FRACMENTOS 83
138
137
47 Hasta aquí esto está escrito a máquina, al dorso de un impreso de Mallos Sé de un hogar, esmaltado
and Co., de Nueva York.
De tres nelumbios azules
FRAGMENTOS 85
84 MARTf / FRACMENTOS
Azúcar.-
dormiréis soñando esta noche en el porvenir de vuestros hijos; padres
Azúcar.-El mercado cierra a precios que pueden llamarse
felices que eweñaréis mañana con or, ~110 las hojas de las notas que han
Los 11%. franceses en las cuentas de interés, significan la multiplica-
a!canzado; criaturas risueñas, germen de honra; levadura de grandeza
ción del nQ de días de interés por la suma, y el producto es la suma
para los futuros destinos de la patria, pensad conmigo en el campo
de nlimeros, “chiffres”, correspondiente a cada suma. Se ve el balance
vastísimo que a vuestro amor y a estos espiritus fértiles se ofrece.-
entre los números de ambos lados de la ‘cta. Se obtiene el balance del
Un premio es un deber. El premio está allá en el cielo: toda la vida
intrrés, multiplicando por el tanto por ciento los números del balance
consiste en merecerlo, y este premio que recibís, corona es hoy, pero
v dividiendo el producto por 360 dias.
juez sería mañana, si nc cumpliérais con todos los deberes a que esta
época de lucha y esta tierra llena de gérmenes obliga.-
Hay aquí cabelleras rubias, labios infantiles, manos pequeñas, ellas 142
han de ser, sin embargo, los brazos celosos, los poderosos combatientes.
los espíritus fuertes de mañana. (a lo cual) a quien
w
141 al cual
que acusativo
Heth que rongeait toujours son a quien
Las campaíias sociales no son, por lo de esencia, mk trascendentales
que las políticas, que son frecuentemente campañas de forma:-ipor qué Ejercicios de rima, tímida y laboriosa, y como notas poéticas de una
no se han de organizar los hombres p3 ellas como se organizan para las lectura de la Biblia, los poemas hebreos. Pero ni aun pierde su amor a
políticas? De ktas vienen buenos o malos gobiernos; de aquéllas, buenos ios detalles plásticos.
o malos pueblos:-Se trata de estancar a los hombres: o de hacerlos
libres. Un chemin de taurcaux ailés à face humaine, y la nota de color
Se vocifera libertad! los mismos vociferadores no saben mucho de decorativo.
ella. disposición dramática salto al asunto de una vez-ahorro de detalles.-
Ah! acaso los enemigos de la libertad no lo son sico porque la juzgan suplencia de éstos por el rayo del sol que los envuelve.
por sus vociferaciones. I Si conocieran sus encantos, la dignidad q. va
con ella, lo rey q. se siente el hombre libre, el perpetuo iluminamiento a úO, La golondrina, ya con el carkter místico, vago e hindostánico, pom-
interno que la libre y decorosa conciencia de si, y ejercicio de sí producen, posa y larga frase: ruido de bambú y ancha hoja de plátano.
no habría acaso amigos mayores de la libertad q. los que son sus más
eximios enemigos.
143
La libertad sensata.
Puedes ser un ángel, y no lo eres:-ésa es la cualidad que distingue Antonio Carrilio: Cerro: 661
a los demonios. Ramón Meza Aguiar 100
En época de general ignorancia, o escasez de diversiones, y vida nlas XIanl. Catalán Calz. del Monte 202
natural que la de ahora, y menos pretenciosa, los grandes genios han E. Agüero 51 Vesey St.
podido ejercitar libremente su grandeza, hacer admitir sus cualidades Quien bien vela todo se le revela.
asombrosas, que hoy se llaman por la gente mediocre extravagancias y
caprichos. .” Palaha ininleI¡giLla.
88 MARTÍ / FRACMENTOS FRAGMENTOS 89
Una salus sola, nullam esperare salutem. “Me hacen mucha armonía”: dicen los míchoacanos.
...que todas las novelas rusas nacieron de “La Copa” de Gogol. El que no sabedespreciar la vida, no la merece.
RTada vengo a enseñar. Ya aquí todo se ha dicho. Me segaría 1s Todo hombre está obligado a vencer su amargura. Todo Dumas hijo
lengua, sí por atraer la atención sobre mí, pretendiera agitar los 5nimos está en que no la venció.-Hijo de una mujer a quien no se podía estimar,
con novedades aparentes. declara que no es estimable la mujer. No se tiene derecho de amargar
al mundo.
145
147 a*
Todos los grandes pesimistas han sido seres desdichados y anormales
o nacidos, o criados, fuera de las condiciones naturales de la existencia.
Una gran pena inmerecida, la negación brutal de su primera esperanza, El éxito de los h. no se mide por su éxito inmediato, sino por SU éxito
los ha llevado a la negación de todo. Puesto que todo está envenenado definitivo;-no se mide por el dinero que acumularon, sino por el resul-
por ella, todo está envenenado.-¿Y Leopardi,-y Schop,-y Reyle, y tado de s/. obras.- 62: gana 16,000 al año.-10 mismo 4. el cocinero de
Dumas y Flaubert ? Les faltó el desinteres, y la facultad de amar a loa Dehn:-pero q. queda de lo del cocinero.-Nada. Qué queda de lo del
demás por sí, que es por donde la vida se salla.
En francés: Los momentos salientes de una vida. 51 Escriño nl dorso de un recibo de la “Socied;ld Literaria Hispanoamericana” de
enero de 18c9.
-- La ingratitud: en la cárcel.
92 FRAGMENTOS 93
MARTf / FRAGMENTOS
comercte. P. mucho. sa -y va a poder de los más, en provecho de loa carrera escribió con lo que cabe de odio en un pecho que es sin duda
más.-Del que ganó más, queda más,-del artista, del literato, del ideador, hidalgo. Pedro S’ant hez aunque tenga páginas corno la de la ent. de la
del fundador, del creador, del esclarecedor, queda más. cat. de lo más bello en español, cojea hacia el fin, como el 65,escrito con
los propios fines.
148
151
153 ss “Il est des heures b&rics, où le coeur, souvcnt devasté, rcfleurit tout
d’un coup” A. H.
156
Conozco todas las amarguras.
¿Se debe gruñir, regatear, porque un pueblo tan grande vigile por
56 Hay un membrete que dice “Office of La Amien’ca Pub. Co.-R. Farrea. Presdt.
756 Broadway”. SUS intereses? No: pero se debe vigilar,-porque al defender los suyos
sr Parece el principio de una carta a Angela Castillo, madre de “Cocola” Fer- no viole los ajenos, y no construya su política como ha construido su
nándtxz del Castillo.
riqueza-sobre las ruinas de tantos.-
% MARtf / FRAGMENTOS
97
-Un pueblo es en una cosa como es en todo. Cuando los E. U.
empiecen política, serán como sus negocios: icómo podrán ser diferentes?
159
iNegar esta grandeza del poder que va y que viene sin disturbio?
A los pueblos se les ha de levantar la piel, y ver lo que hay debajo.
i Quien En los países no frios del mundo la imaginación influye, si no decide.
Lo que hiere la imaginación está en camino de vencer. El derecho, si
quiere triunfar pronto, ha de ser pintoresco y artistico. El Senado. Pero
157 el arte no ha de ser tanto que resulte artificio, ni tanta la habilidad que
se le vea la intriga.-El arte es una forma del respeto; pero cuando se
le exagera, es una falta de respeto.
iQué hay hoy que no hayan dicho Lucrecia en latín, Khaiyam en El arqto. ingeniero de Peekskill.
persa, Chamfort en francés? Stendhal negando el dro. natural, no dijo
más que Carneadea, el embajador ateniense ante los romanos: (Lev& p. 23)
160
La instrucción está compuesta de manera que saca a los hombres de Otros creen que en el matrimonio se acaban sus grandezas; YO
la vida, cuando su objeto real es poner a los hombrea en ella. creo que para mí, con él empezarán. Porque no me caso con un estorbo,
sino con un impulso. En el día del dolor, en el necesario día de la
miseria, si hubiese de llegar, no hallaré unos ojos hostiles que me
Fuentes 325 W. 112. reprendan, sino unos nobles ojos que me lloren.
68 Roto el papel
loo MARTi / FRAGMENTOS
OTROS FRAGMENTOS
101
Cuando se estudia con afán el mundo;-cuando se pone la mano
sin miedo en sus corrientes; para sentirlo palpitar,-cuando se siente 167
interés fraternal por todo lo vivo,-cusndo se vive en uno como vórtice del
mundo, donde se pintan ante los ojos, en horno colosal, lo primitivo y
lo heredado, lo burdo y lo culto, es fuerza que el lenguaje se resienta de -el que despuesde leer en la naturaleza, como maestra principal, lee
sobra de peso. desde la distribución de las palabras de Dionisio hasta la P. futura de
Davidson.-
-el que no rechaza al persa por el color, ni un Crabbe por la virtud, ni
164 a Byron por el desorden, ni los desdeñapor no ser de su gusto el carácter
0 la poesía, sino las aprecia por lo sincero.
--el q. no cree q. el a. de esc. sea la colocación casual de las palabras,
Otro amaneramiento hay en el estilo,-que consiste en fingir, contra ni el engaste de una vieja entre otras modernísimas, ni la copia de un
lo que enseña la naturaleza, una frialdad marmórea que suele dar her-
modelo, ni el miedo de rehusar lo olvidado o crear lo necesario.
mosura de miirmol a lo que se escribe, pero le quita lo que el estilo debe
tener, el salto del arroyo, el color de las hojas, la majestad de la palma,
la lava del volcán.
168
165
porque le falten obras?
Esascondiciones se le ven en cuanto se le observa un poco en lo hondo.
y no en la superficie.
Sin una sola palabra más de las que necesita, ni dos imágenes por
una, ni una imagen donde no concurra a la claridad de la idea. El que brega escribiendo; el que sufre para dar música y color, el
ique al falso tono de hablar frio se ha de sacrificar la admiración que conoce el misterio y la agonía del arte, y la dificultad de la victoria.
legítima que inspire un carácter extraordinario o un acto glorioso?
ique cuando en el examen de un carácter se hallen bellezas sumas, ha
de sofocarse, contra lo que manda el arte y la naturaleza, el arranque de 169
la expresión, y es falsa cuando no se acomoda a ella, o no la transmite en
el grado y fuerza misma con que se ha sentido?
pocas palabras y muchas ideas.
166 con cascabelesel gamo que pasa, con velo de luto la viuda, sin brazos,
y herida en la frente, la patria.
De un amaneramiento sí huyo; pero no de aquel que puede resultar, Adoro la sencillez, pero no la que proviene de limitar mis ideas a
y debe resultar, de pretender poner, con las tradiciones de la lengua, las este o aquel círculo o escuela,sino la de decir lo que veo, siento o medito
corrientes de la vida moderna y el fuego del mundo. con el menor número de palabras posibles, de palabras poderosas,gráficas,
Opondré siempre a la escuela de la frialdad, la del calor; y a toda enérgicas y armoniosas.
im%ión, la de la naturaleza, griega en el reposo, hindú en la fiesta,-
102 MARTf / FRAcYENTos
OTROS FRACMENTOS 103
172
175
de noche, cuando el gentío llama a la puerta, se encienden a la vez. en BUS El q. pasa lo toma como a fiera.
globos y flores de cristal blanco y azul, y rojo y verde, las mil luces
eléctricas del palacio.
Como el teocalli de Xochicalco. 182
De la frente en la9 sienes encendidas.
, fiel en el acero,
Espanta la9 creaciones el grueso Admira a la ley c/ s7 y ha tenido acaso la pena de morir viendo como
Estruendo de intestinos de la vida. impera, 90 capa de dro. a la vida, la doctrina odiosa.
Y por la calle pasa Contra la juventud generosa de entonces la juventud híbrida.
El del vestido azul, la caperuza.
Pero me sacudo el polvo, y noto que cae como chispas de luz.
Me abro el pecho de noche y veo que llevo dentro-el sol. 183
Sajado, vino con las ala9 rotas
Y arrastrado por el suelo, como en lucha vencido,
Al pie la cadena. aunque me cause el mismo efecto que a un zapatero viejo a quien de
El pensador, mira como aterrado, pronto le digan: “mi señor: 109 zapato9 de V. duran, y la gente viene
Por el 68 de su cara: a comprar a la zapatería, y por mis tierra9 dicen que V. no hace maloa
El rostro triste la mirada le abrasa: zapatos; pero a la verdad, que V. no sabe lo que es lezna”.
A uno le parece una luz que expira...
Una fiera le parece a otro que paga, 109 q. celebran que vituperan.
inverso
converso 184
69 Palabra ininteligible.
94 Varias palabras ininteligibles.
85 Idem. Triple fondo
96 Dos palabra9 ininteligiblea.
07 Hny una palabra ininteligible.
108 MARTÍ / FRAGMENTOS
-por Dana, de capitalistas americanos, ya gratuita, ya reembolsable Que cada opinión esté representada en el gobierno.
al vencimiento. Que la minoría estará siempre en minoría: icomo debe estar, puesto
La libertad de la Am* del Sur fue cierta porque a Bolívar lo protegió
que es la minoría!
Pétion en un momento oportuno. Pétion era Presidente de Haití.-V. es
P. no se vea obligada a ser la oposición, como es -.shora, ni influir en
para mi más que un Presidente.- el gobierno como enemiga obligada, y por residencia, sino de cerca, con
Lugares de apoyo:-Haití, Solomón. su opinión diaria, y por derecho reconocido.
Sto. Dom., Luperón.-Suscripción de la raza negra de Norte América,
Garantía para todos. Poder para todos.-
-y de las colonias francesas, y de Liberia.-Suscripción de los Gobiernos
Sobre los puestos puramente políticos-
de S. y C.-América. Inamovibles los empleos.-
Bueno. A los negros, pa que los blancos los respeten por haberles
debido en parte la libertad, y p+ que los negros respeten a los blancos
porque la libertad lea vino de un blanco.- 187
en su casa las huellas de culatas de los mosquetes. la palabra tierna y culta, desembarazada y discreta de la dama de Caracas,
con que s/. su natural recato, limpia frente, mano bondadosa y aire de
Niño medroso, miedo a los barcos q. llevan a donde no se sabe; miedo singular realeza q. pone respeto y enamora, se distingue de entre las damas
a una gran mano de madera, signo de guantero q. apuntaba a lo q. no de la tierra.
se veia. por arte de prestidigitación.
Searly all ph~~icians te¡1 us that h}-sterical and nervous affections are
Veo venir a la Revolución, pero no \co q. sean capaces d? hacerla
i.lr;ely influenced bp the imagination: that a hbbterical woman who ha-
fructuosa los que antes la hicieron.
fancied herself psralized for many years may recover from that fanc)
Los viejos elementos esthn viciados, y es necesario balancearlos,
under rcligious excitement.
vallarlos, contenerlos con otros nuevos:-
Lo del loco del salchichón en la nariz, de Zaragoza.
Que la Rev. no sea el triunfo de un bando temible por glorioso, y por
haber logrado ~610 la gloria,--arrogante, ignorante, lleno de los vicios,
Copia de carta a Viniegra:-
odios y ambiciones nacidas de la guerra, y exclusivo.
;Cómo es q. V., tan vivo en mis recuerdos, y tan especialmente esti-
Que haya un partido medio, para que puedan salvarse los cubanos de
mado, ha venido a padecer la suerte que mi misma madre corre a veces,
la Isla, y que no los fuercen a aparecer como partido extremo.
y q. me hace pasar plaza de descortés y desamorado, a mi p+ qn. la cortesia
es una virtud, y la sobra de amor habitual estado? Perdóneme, mi noble
Gavio Apicio, príncipe de los gastrónomos romanos, dilnpidó en cosas
amigo, que yo soy una tempestad en el seno de una nube azul. Es q.
de mesa ps. 4.000,000, y cuando no tenía ya más que ps. 400,000, se
tengo largos días de sombra, que suelen durar meses. Me falta en ellos
envenenó, de miedo a la pobreza.-
fuerza pa llevar a la mano los pensamientos.
“Nadie te preguntará de dónde viene tu oro: tenerlo debes, dicen el
joven y el viejo”.-
Juvenal, Sátira XIV 193
“What hath God wrought”- Los hijos de los alemanes, los mejores, acuosos,
13 frase comunicada por el telégrafo de Wash. a Balt, y sugerida a Persiste el ojo negro.-
Morse por Miss Annie Ellsworth, que tuvo este premio en pago de ser --
114 MARTi / FRAGMENTOS
FtlACM ENTOS 115
que pisa tierra de Micboacán, y no pienaa en Rayón, como quien
fuese a Gettysburg, y no pensase en Lincoln:-que está en Morelia, y no La translatay.-To tran-late.
sabe de Ocampo:-que quiere mostrarse perito en lengna castellana J
dice que calzada quiere decir “lugar eombrío”.- Je cuide que sois descendu de quelque riche roy ou prince au temps
jadis.
Davidea han hecho más que Goliates.
Tbiers cabía en una uña: No se sabe que Voltaire fuese cargador de Quién no quisiera, como R., “bien enrichir mes amis, et tous gens
muelle: Cualquier vaquero asesino le saca a Napoleón máa de un codo de bien et de savoir?”
de altura. Bolivar pesaba tanto como su espada-
Un homme de bon sens croit toujours ce qu’on luy dit,-et qu’il trouve
Varela, VigiL la Luz, Ramírez. par écrk-
Cap. VI-Comment 71 nnsquit cn facon bien estrange.
Rabelais-maítre moqueur.
-Los de su tpo. construían su nombre con dos palabras árabea que 195
tenían este sentido.-
December 1885
El Bertoldo, hecho de migajas de Rabelaís.-
Vol. 31-No. 2
El estar colie~~& de Cuba, en su sentido más chocante, se halla en
Rabelaís: eslre chwde.
ojos inquisitivos y sonrientes, boca de bondad, como la de los grabados
Me parece que me matan un hijo cada vez que privan a un hombre ingleses de madres q. juegan con sus niiios.-
del derecho de pensar.- frente llena de luz, alta sobre las cejas. 73
d’art, dans le haut Amazonas, et reliant au Pacifique le haut Paute, afluent fulminando, levantando pisos de ciclope. abriendo rocas de vientre de
du Mararión, par un chemin de fer de 35 a 40 lieues. fuego con el golpe de su pie. descorriendo pedazos de cielo, abandonán-
-; Que la Inglaterra, (la Great Zaruma Gold Mining CQ), ha obtenido dolos de silbito para asomarse o colgarse scbbre los bordes de un antro
ya la concesión de la mitad de la vía!-Pues lo que otros ven como un o examinar las antenas de una hormiga, inquieto, relampagueante,
peligro, yo lo veo como una salvaguardia: mientras llegamos a ser infatigable, infinito, vario,-tipo humano.
bastante fuertes para defendernos por nosotros mismos, nuestra salvación,
y la garantía de nuestra independencia, están en el equilibrio de potencias De una carta a mi madre-
extranjeras rivales.-Allá, muy en lo futuro, para cuando estemos com- La suerte me escatima mucho sus recompensas.-0 hay un plan de
pletamente desenvueltos, corremos el riesgo de que se combinen en justicia universal, que solo se equilibra al final de los mundos, por 10
nuestra contra las naciones rivales, pero afines,- (Inglaterra, Estados que resulta justo lo que aparece injusto en éste.-o la vida humana es
Unidos) : de aquí que la política extranjera de la América Central y la obra de un loco maligno, lo que no es posible que sea cosa tan augusta
Meridional haya de tender a la creación de intereses extranjeros,-de y maravillosa, tan rica en goces puros, y en dolores profundos.-Porque
naciones diversas y desemejantes, y de intereses encontrados,-en nuestros si la justicia se limitara a la vida en la tierra, habría razón para creer,
diferentes paises, sin dar ocasión de preponderancia definitiva a ninguna a juzgar por la parte de premios que me toca, que yo soy un gran
aunque es obvio que ha de haber, y en ocasiones ha de convenir q. haya, malvado.-
una preponderancia aparente y accidental, de algún poder, que acaso
deba ser siempre un poder europeo.-
197
Elecciones en los E. Unidos.-
Si cl candidato se hizo rico sin saber cómo, se envían, como docu-
Los pequeños no creen en lo grande: aún menos, los pequeños que
mento contra él, la lista de sus bienes y la copia fotográfica de sus casas.-
se creen grandes.
Vivamos aquí.-
-Los hombre3 nuevos. Muramos aquí, diputación innoble, juntos el corazón todos los que
A la Academia de los Retóricos, la Academia de la Naturaleza. amamos desinteresadamente a n/. patria
Y amo tanto a mi tierra, que me parece que santifica a todo el que
Mi libro. la pisa o en ella vive, y me siento capaz de perdonar a los que aquí
Emerson .-Carlyle.-Motley.-el perfecto Motley, Longfellow, el hubieran pecado contra nuestra libertad y nuestras vidas, porque han
sereno Longfellow y Walt Whitman-Adamiano. pecado en ella. 7s
Crítica a poetas
iQué saben de los gemidos del poeta los venturosos que han vivido en 198
paz, o los novicios que no han vivido aún! iTal verso: si se quiebra, dará
un río de lágrimas!
Pero apena3 se trastornan las leyes morales,-apenas, por amor propio
Carlyle.- o por hábito, o por vanidad, o por aficione3 ardientes, es el hombre
Carlyle, una aparición luminosa, gruñona, abuelina, paternal, tre- compelido a obrar de manera que no puedan sus obras ser sacadas a luz,
menda, demoníaca, apostólica, tonante.-Mefistófeles bueno :-en lo alto en cuanto los labios están obligados a fingir el olvido de un pensamiento
de los abismos, ceñuda la frente, crispada la mano, alzado el brazo sobre
los hombros, andando por sobre picos de montañas con piea como raíces; 75 Varias palabras ininteligibles.
FRAGH EXTOS 119
118 MARTf / FuAcMmTos
mente. Sólo las criaturas viles pueden hallar placer en esta clase de
pue los domina y entorpece,-la disposición para las grandes obraa tremendos goces. La idea del robo perturba al poseedor: el afán con que
desaparececon la paz del alma. El mar airado da idea floja de las olas se ha esperado la entrevista la hace desde el primer instante carnal y
que levanta la pasión. Es nuestro interior como playa blanda y esponjosa, repulsiva. No se puede besar una frente que está llena de manchas. Esos
que, sin fuerza pa. resistirlas, absorbe, devuelve y atrae las olas rebeldes.- besos no calan el hueso. Mueren fríos en la piel:-;se dan tan fríos!
Un movimiento circular sucede al movimiento en línea recta. Se dan
-Somos tan crueles que vemos, para acusarlas con nuestros ojos, las
vuelta en torno de la existencia oculta; y todo resulta confuso y turbulento,
manchas que hacemos voluntariamente con nuestros labios! El espíritu
en la existencia visible y real.-El amor lícito, honradamente sentido, y
se habitúa a este manjar acre y salobre: las guerras del alma, como las
decorosamenteexpresado, suaviza el carácter, predispone a la bondad, dota
de los hombres, tienen peligros y placeres. Cuando se ha vivido en ellas,
de energia a la mente, acerca y acentúa toda noble fuerza. El ilicito
la paz no es posible sino mucho tiempo después de aquellos días excitados
amor, inexorable monstruo, se nutre de las entrañas que lo albergan.
por el ardor de los combates, El alma se hace espada. Tarda mucho en
Acorralado y escondido se torna en lo exterior en inexplicable furia,
volver a ser beso.-Esa labor interna del espíritu adúltero habitúa SUS
en irracionales excesos tle alegría o de pena. Pervierte y perturba.-
resortes a una existencia inquieta y perturbada. Odiar y adorar se hacen
Anonada y envilece. El océano colérico, de negras aguas y de abismos
hondos, tiene al fin playas ricas en que quebrar sus iras, o arena amante precisos.-Ninguna unión ilícita es perpetua. La tensión extremada que
que se las consuele.-El amor inmoral, como no puede salirse de su cerco, esta clase de uniones produce, la fiebre espiritual que las precede y
experimenta todos los devaneos y ofuscaciones de la sombra. Más infor- alimenta,-consumiría, a ser constante, el cuerpo que agitan. Los mismos
tunado que el océano, ni playa arenosa ni riscosa tiene, ni el consuelo de besos cansan. Las mismas palabras fatigan. El hábito continúa lo que hizo
la pureza intima, ni el de la venganza bulliciosa para sus angustias y la fiebre.-Pero la mente, hecha al fuego febril, busca alimento nuevo.-
temores fieros;- y con el dolor de no poder calmarlas, aumenta el fuego Para el hombre, la mujer culpable no es nunca una mujer estimable: el
de sus ondas hirvientes. alma humana tiene ansia de virtud, y a despecho suyo, y a despecho de sus
La culpa no es excusada ni por el mismo que de ella se aprovecha. extravíos. y el pasajero placer que en ellos halla, rechaza 10 que no es
Odiándola y temiéndola, purga el cómplice el delito de haberla compartido. virtuoso. Hay algo en los ojos de la mujer culpable que la expone a las
Celos indignos, ridículas escenas,tormentosos silencios, bruscos raptos avarientas tentativas del deseo. La hora fácil de un día se lleva en la
groseros suceden a la serenidad majestuosa del espiritu y a la sencillez frente. La palabra insolente se oye ya sin ira,-y con cierto placer; el
augusta del trabajo.- El hombre, acreciendo con los dolores de la vanidad de inspirar amor, ya no se es digna de él.-El hombre amante ve en los
herida las solicitudes del amor culpable, se mueve en la misma sombría ojos del nuevo deseador, escrita la culpa de su amada. Riñe con aspereza,
y mezquina esfera en que se envuelve la pasión oculta. De este trabajo y la mujer vuelve los ojos de aquel hombre descortés y brusco, ya cono-
doloroso, y caos del alma, es dificil que pueda surgir hazaña alguna cido,-a aquel otro deseo primaveral, vestido con todas las galas traidoras
de la inteligencia o de la mano; gritos acerbos, y lamentos agrios suce de un apetito aún no satisfecho.-Y así se rompe el viejo lazo, y se anuda
derán al himno espléndido de un alma consagrada a las labores francas el nuevo. Y así se romper5 éste, cuando a su vez sea viejo. Y así perderá
de la vida. De ahi esos inútiles gemidos, esasviolentas contorsiones de dignidad el hombre, estima de sí propia la mujer,-y ambos la calma, sin
la poesia moderna. Esos clamores serán en lo futuro un símbolo doloroso que en el alma les quede de la horrible historia más que el hueco necesario
de esta época,- no un timbre de gloria p” los infortunados clamadores.- por haber contenido una serpiente.
La mujer, abandonada a su error icómo corre sin bridas por el suave
camino alfombrado de besos! icómo cae de una vez y para siempre, al Las pasiones son leones; pero con qué facilidad se convierten en
fondo del abismo de bordea rosados! Se tiene un placer infernal en todo chacales.
lo que nos martiriza. Se saborea el dolor. Las penas son voluptuosas. Todas las superioridades del carácter se rebajan---A las puras exal-
Los más viles deleites desnudan sin demora al amor ilicito. Sin puro taciones de un espíritu franco suceden las emociones del ladrón.
objeto y sin freno;-sacia, más que ansias de la carne, propósitos de la
120 MARTÍ / FRACbfENTOS FRAGMESTOS 121
El relajamiento del carácter y la debilitación de la voluntad son las vanidad le hace ceder, o prevaricar,--el carácter se empequeñece, pero el
inmediatas consecuenciasde un amor inmoral.- espíritu no se tuerce aún. En cuanto el venenoso amor le inunda-celos
El hombre sincero, obligado a ocultar su amor, se convierte en hombre del cielo y de la tierra, como amante,-y vergüenza de su amada y de sí
hipócrita. El hombre digno, para esquivar escándalos, y causar daños propio, como honrado, llenan de cuasia amarga la copa de miel.-De
de honor que no puede reparar-se hace hombre indigno. El temor de aquellos goce-s, queda la impresión de una quemada. Una nube en la
perder la buena fortuna intranquiliza todo movimiento. La labor noble mente y un punto menos en esa fuerza inmensa, la mejor y más enérgica
se descuida o se abandona-para, llenar con verba ansiosa, o con com- de todas las humanas, que se llama la estima de sí propio.-
pañía ridícula, o con pasión hirviente las horas fatigadas de la mujer
El lecho acusa; el eco acusa; la voz del alma acusa. Se afecta el goce:
culpable.-Puesto que el hastío de un anterior amor la trajo a mí-dícese
en realidad no hay más que miedo de quedarse a solas consigo propio, y
el afortunado-que no se hastie de mí!-Y para no hastiarla emplea la
voces locas que no consiguen aturdir el miedo. El horror al vacío hace
presencia continua, la vigilancia agresiva, el empeño celoso,-la pasión
soportable a la mujer el contacto enfermizo y violento de un hombre que
exagerada,-todo lo que ha de hastiarla. Las gracias de los hijos, SUS
no puede ser completamente suyo. Su vanidad de poseer, y el placer de
manecitas que palmean, sus ojos que brillan, sus,pies que más que piee
pecar, disimula a los ojos del hombre el robo impuro. Pero a poco, la
-besan la tierra, su blanco cuello rodeado de encaje, su jerga armoniosa,
tenaz necesidad de virtud rinde el alma delincuente: la presencia mental
-como acusación son rechazados, y como estorbo y robadores de tiempo
del hombre bueno que compra con la labor de su espíritu las sedas que
esquivados, por el padre febril. Insípida fruta nos parece el tesoro de
amor virginal,-con virginidad nunca perdida-de una esposapura. Sin en aquel instante mismo una mano impura estruja:-turba la hora del
vida le volvemos los besosen que ella nos da toda su vida. Por ir a celar, goce: el disgusto del placer violento desfigura el placer: el amor lícito,
a temer, a rugir, a rumiar amargas penas, a morir,-abandonamos la consolador y fresco, atrae el alma juvenil. La pobre pecadora queda sola,
casa de los ángeles.- El hombre es fiera J necesita sangre, aunque vea -y el fuego encendido, temeroso del frío de la ceniza, busca leño nuevo.
la suya propia. Odia la calma,-y como cebra inquieta-revuelve el cieno El hombre joven, en castigo, lleva al hogar hermoso impíos recuerdos que
del lago en que bebe,-;a qué quejarse luego del sabor cenagosode las turbarán durante toda su existencia las horas mismas en que estén riendo
aguas!-La ofuscación, como una venda, le hace ver actos vulgares en sus hijos concebidos. Nace el niño con mancha de pecado. El amorío
los ingenuos y consoladores actos del amor. Se pasa toda la vida en pasado envilece y desfigura el verdadero amor. Sólo un alma comple-
procurarse la calma del espíritu,-y una vez hallada, se la perturba.-iE tamente pura goza bien de un amor completamente puro.-La memoria,
sibaritismo de la batalla!-i Ay!-y una vez perdida, rotas a tajo las más fiel servidora de las faltas que de las virtudes, erguida spre. como
suavescadenas,se atan, pero a nudos,-no se funden.-Y al pasar la mano azote, como las galas de los traviesos años pasados,-se acuesia en la
por ellos, tropieza la mano en las ásperasnudadas.- almohada de bodas al lado de las novias. Toma asiento en la alcoba;-y
Hay una regla fija para la ventura: no hacer en la sombra todo cada noche desenvuelve con manos implacables a los ojos habituados a
aquello que no pueda ser aplaudido al Sol.- n.irar mujeres, las ardientes imágenes que no llegaron a ocupar la fantasía
El hombre casado, menos libre, y por remordimientos, o hábitos, o sino pasando por la mitad del corazón.-Los amoríos persisten cuando
quehaceres,menosdispuestoa saciar el apetito voraz de un alma pecadora, ~0 privan para spre. del candor y la confianza que p” la felicidad son
-es raras veces llamado-o si llamado una vez, reemplazado pronto, a necesarios,-cuando no traen al hogar esta idea venenosa: iserá como
alternar en este drama lúgubre. El hombre libre, sin la frente cargada de ellas fueron?,-perturba por lo menos con visiones tenaces la mente que
esasmariposasnegras de la vida:-responsabilidad, aislamiento del alma, con más fuerza quiere desvanecer a los fantasmas importunos. Cada beso,
labor innoble, desaliento ,-triscador y alegre, descuidado y genial, fresco es un huésped del corazón. Si impuro, en él queda corrompiendo. Si
y dueño de sí propio, llena comúnmente-sin conciencia del antro que puro, allí queda embalsamando y redimiendo.
le atrae--el alma solitaria, o el cuerpo ocioso, que aceptan sus miradas El trastorno ocasionado en las facultades de creación; y logro de
vagabundas.-El hombre honrado, iqué tormentos siente!-Mientras la propósitos, por un amor ilícito,-me es ya familiar y visible.-Se puede
FRAC.UENTOS 123
122 MART’f / FRAGMENTOS
En cambio: iqué respeto para ella si con un amor muerto en el alma,
adivinar en la tela de un pintor, en la nota de un músico, en el verso y otro vivo, si tiene satisfecho el goce puro sin apocilgarlo con el goce
de un poeta, carnal! iQué hermosa mujer la que resiste a su infortunio, y quk brutal
y repugnante la que lo desnoblecey vulgariza!
199
201
iD ios mío! y pensar que estos tumultos bárbaros del pecho caben
205 todos en un grano de arena!-;Oh, qué hermoso debe ser el término de
la vida!-
Dan tentaciones de mirar como a puñado de ceniza las cosas de la
se le guarda su asiento,-donde no hay gusto mayor, como el que tierra, y de sacudirsetodos los accidentesde la vida de los hombres, como
ve venir en play-a ajena el barco del país, que abrir lugar, y ceder el un manto de polvo.-
lugar de preferencia, a los que dan lustre y crédito a la patria, a la raza,
y al nombre de hombre;-donde se prevé y se prepara, para que con la
fuerza en la diadema, inspirada por las letras y la libertad nuestra América 207
pujante, donde la nieve, que guarda las plantas en el invierno, para que
en la primavera florezcan mejor, guarda
Idea: no lo convencional en el teatro, sino lo natural.-
-Escenas reales, sin fingir acción, o con la menor cantidad de acción
206 fingida posible. Escenas. El pensamientoen acción, un pensamiento. La
brutalidad del negociante. El engaño de la mujer que busca posición.
Las realidades de la existencia, puestas de relieve en escenascortas y
Sonrientes aquellas creencias que brotan espontáneamenteen el alma elegantes, como sonetos del drama y la comedia. Colección de Escenas.
de los hombres, en edad y condiciones en que pueden estar ciertos de que Dramas cortos. Novelas cortas. Una, algo como el asunto de Luisa
sus ideas no les vienen como del mundo en torno. Pallaut. Otras,
LOS ALACRANES
213
Los Arm. Zamb. Bof.
Diccionario:
3 alacranes, como los hhos Alacrán I.-Frac. Serea que muerden
la mano. Boccacio.-32.-
El auto mejor, la sepultura. Boiardo.-SS.-
será la pica Casti.-58.
Entre los muertos Dante.-92.
Filangieri.-127.
las claras ondas.
Goldoni.-151.
Por los pálidos muertos arrastrado.
Guarini.-156
los muertos del muslfm!- Maffei.-229
En la paz de la noche, junto al fuego Metastasio.-
Al escuchar de súbito el rugido Petrarca.-283
Del tigre carnívoro en fuga loca Poggio.-290
Corre veloz la vasta caravana. Sealiger.-331
Sismondi.-348
Por las manos convulsas arrastrados
Tasso.-360
FRACMEXTOS 129
128 MARTi / FRAGMENTOS
3 ps. de medias
Tassoni.-361 4 pañuelos.-
372.-Verdizotti 3 camisas
Vico.- 1 calzoncillo
1 camiseta
Y más haremos, porque al tratar de la literatura alemana, por más
que no tengan gran afinidad con ella, estudiaremos la rusa y la polaca. cátedra: sin una sola pretensión; porque los estudios hechos no inspiran
l’oesía aquélla enfermiza, y esta otra católico-fantástica. Iiablaremos de más que una profunda vergüenza por lo que todavia nos queda que
Pouchkine y de Petoefi, de Hungría. estudiar.
77 Palabra ininteligible.
130 MARTí / FRAGMENTOS
FRAiMPNTO.5
216
Mi vida en trazos es
Ni he de entrar en polémica sobre los méritos de mi persona, ni hubiera Mi vida es
Sufrí mucho, pero pienso
escrito esto sino por la grata obligación de agradecerle su bondad, y la
Entierro en un agujero
justicia literaria que le debo a mi pobre estilo, hecho de observación de
Entierro Dortugués.-
lo natural, de lectura y comparación de lenguas afines, y de la misma
sangre de mis venas. Leo en el suyo a V. que no temo a ridículo: porque cano un pedazo de pan
yo escribo, más que con tinta, con mi propia sangre. - Que con sangre y muerte riego
Escribiendo fico y chego
El ciego - Dagnier. En casa de un alemán.-
al pie elástica y bovínea (flojrc r donde ahora mismo atrae general alabanza y pasa como heroina Miss
la nariz cazadora, Dolf.
desenfrenada,
pescadora,
COi va, 225
del judío.--
---
LA CONSTITUCIóN
Se vuelve al tipo merovingio.-
el niñc diminuto, ensortijado, comidas las pestañaspor las enfermedades ¿Se reunieron con calma olímpica, de raza superior, a obedecer? iOh,
de los padres. no! The Hartford Convention.
Liueven las enmiendas:los q, estánen el poder “looae constructionists”,
los ojos con Iuz de demasiado conocimiento, luz como la de los niños los q. están fuera del poder “strict constructionists”.
criados con 61
Miss Cl.
82 Numerosas palabras ininteligibles, escritas a lápiz
SJ Palabraininteligible.
81 Dos palabras ininteligibles.
136 MARTí / FRAGMENTOS
FRAGMENTOS 137
>lsdi5on. q. acusa el ler. banco de monopolio, firma la carta del 29.
localidades, y el deseo de q. merme su soberanía: incapaces para ser
;QuiCr: manda ? El pueblo, o los Est, dos. nación por si, querían tener todos los dros. de nación.
I,os Feiier=11. dicen que todo el pueblo.
1.0s l<fp. de ent. que los Estados. En la guerra del 12, los E. U. se niegan a dar tropas.
~Puede separarse un Estado? The Hartford Convention: para pa. revisar la constn.
i Pmde cohibirlo la Federación?
el Congo sigue afirmandose.
Los Estados rechazaban la decisión del árbitro nomb. por el Congr.
El gran duelo entre los Estados y el poder federal q. no ha terminado
Que la tarifa no obliga s4
todavía.
En 3 aiios, 33 planes de reforma de la elec. presidencial.
Celos de la Casa y el Senado; Contra la esclavitud.
Celos de los Estados entre sí;
Celos de los Secs. entre sí; Demorar es agravar.
Miedo de los Jefferson, al espíritu autoritario. El magnífico duelo entre C. y Calh.
No quieren favorecer a Fr., que les dio la libertad, c/ Ing. que se la
quitó. The term of the Judges, the term of the President, the manner of
electing him, the exclusion of Congressmen from Office,
Los Est. mantienen su dro. de nulificación.
Desde 1870, 310 enmiendas.
Aliedo del poder presidencial,
Aliedo del exceso del poder presidencial por los destinos a oradores
226
de of., a Períod., a Congresistas y Senadores.
Se rebelan contra todo poder q. amenace el de los Estados; contra el Y no me cuente lo que cuenta.
Cong. que dicta tarifas, v echa s/ unos Est. la carga de los otros; contra Cuida&: que el q. se sienta sobre los hombros del pueblo, de una
la Presidencia, contra la Judicatura, q. favorece la Federación. sncuclida del pueblo viene abajo. No hay mas modo, pues, de librarse
del vuelco que sacar del pecho del pueblo las fieras que aún en él se
Los parta. atacaban desde la oposición lo que habían practicado en asientan y agitan; como costados de volcán, sus hombros.
el gobierno. En ningún país del mundo cortejan tanto 103 de arriba, con error
que puede acabar en su final catástrofe, a 103 de abajo, que en 103 E.
Las secciones viejas (N. Eng.) se oponen, porque no corra riesgo SU Unidos. Co:no todo depende del pueblo que elige, periódico, diputado,
autoridad, se oponen a que crezca la de la nación, comprando la Luisiana Senador y Magistrado, todos lo halagan.
a Fr. los intereses locales opónense a los generales.- Ese caballo desbocado de Gonzalo, es todo el poema.
Mass. quiere levantarse en armas 21 años después contra la Feder. porque, Entre tantas razones, la de existir, tiene la de haber surgido de un
para fines nacionales, dicta el con,.eo el embargo que daña temporalmente conflicto real y reflejarlo.
su comercio; y otros agentes predominan en la lucha, el interés de las
bl Palabra ininteligible entre pnrhesis.
MARTÍ / FRAGMENTOS
138 !rah .‘c:: sp. -manos p” reedificar la misión de S. D. at. por indios
--
Quedan y en conjunto grande Baring his breast, he would beaat it vio:ently with a stone, or burn the
pequeño, enanb, flesh with a lighted torch, to enhance the effect of *s of hell.-
Irregclar, aprisionado --
estrec!lc : po impetuoso
campaneando, colgando en las soleras la campana:
Pera nosoiros vamos a verrtos
Venid, venid, gentiles a la fe de Jesús Cristo.
que niás parece su publicación arma de pelea que
ofrenda a un mártir.
228
Se contradice
EI inventor Nolberto.
229
El estandarte de la Virgen.
Dios, el dador de la vida.
No ini. ;hta. entonces! Hay un oportunismo que es mera cobardía y pretexto para no ser honrado:
No robo! y otro que es sagacidad.
Runi ea la est, del n.:-
Observación callada de lo más a menudo, po dicha a su tpo.
homenaje de los indios a J.
Trata a las almas consideradamente, como un mcultor el yeso.
Ella duerme, como Junípero: en el lugar donde trabajó y murió.-
Junípero Serra, La madre justa, cauta, vigilante, dueña dei hijo. She awed me.
fundador
Beato Ang. 85 Palabra ininteligible.
Los indios le daban nueces, shdlfish y pan de bellota.
140 MARTí 1’ FRACMESTOS FRACYEKTOS 141
Ei sorrei, cautivo, muere Fundar la Literatura en la ciencia. Lo que no quiere decir introducir
el estilu y lenguaje científicos en la Literatura, que es una forma de lu
.A ;u ~11~ nnnl!,re, palidecían los envidiosos verdad distinta de la ciencia, sino comparar, imaginar, aludir y deducir
de modo que lo que se escriba permanezca, por estar en acuerdo con los
hechos constantes y reales. Así la Literatura no perecerá con sus nuevos
vwtidos y expresiones,como no perecen los árboles porque se les caigan
las hojas: así perdurará la expresión, por la virtud de la verdad que se
expresa. Nada sugiere tanta y tan hermosa Literatura como un párrafo
de ciencia. Asombran las correspondenciasy relaciones entre el mundo
meramente natural y extrahumano y las cosas del espíritu del hombre,
tanto que un axioma científico viene a ser una forma eminentemente
230 gráfica y poética de un axioma de la vida humana. Por ejemplo: en la
Conferencia en que resumió Dana en Yale (Marzo 1886) sus lecciones
sobre Geología: “ Bright colours are a disadvantage to creatures, for they
de levan:ar por cobre todos los edif. sUuna Cat. q. desdemares y campo3 allow their adversaries the better to see them”.-¿De qué modo podrían
se divisa, y domina a los otros pal. de negs., a los espirales de pledra expresarse mejor los peligros y revesesde las criaturas dotadas de supe
parda de las wctas viejas, a los campanarios relamidos de los templos rioridad excelsa y visible, implacablementeperseguidasen la tierra, como
estcticos, a las torres blancas, alín no acal,., de la Cated. Cat.: por convenio tácito, por todos los que no poseensus condiciona, y acaso
Cat. dcb. hacerse, porq. los edif. grandes en todas las nac. conservan más por los que las poseen en grado menor?-ZNi qué mayor poesía
y edacan; pero no catedrak de ritos, que le que, 8 manera de selva amazónica, va surgiendo ante los ojos a
la lectura de un libro científico, en que se revela la grandiosidad, armonía
y espiritu de la naturaka?
En los paíse; donde se padece, el caracolear con la mera fantasía cuantos franceses,que creen que el mundo empieza en el Havre y acaba
en Marsella, sino de los que pasan largo mar, y hablan del mismo mara-
es un delito público. La inteligencia se ha hecho para servir a la patria.
villas, porque saben que el hombre se nutre de hombre, y que e1saber lo
‘< ‘2 qup nc sirve para esto, hasta que toda la justicia no sea cumplida,
que éstos piensan no daña al pensamiento original, sino que lo forta!ece
fustigada y echada aea de: cerco, como un perro ladrón.--
y estimula. Shakespearees, por supuesto,la pasión. Cabe campo mejor,
y es ser mas fiel en los debates que Shakespeare: pero iqué pasión
Lo extraordinario une a los hombres.
d,:;ó sin pintar aquel buzo del alma que bajó a los canales y negruras del
fudo lid h ..ombre, con su ojo de trilobites, y vio todo alrededor, y dentro
,I.“de son pucelaige, qui luy matagrabolisait la cercelle et la grignet
toyt de partout”.-Rab. y fuera; y lo dijo de modo que ya no queda qué decir, sino que mueve,
__-_ - a confirmar lo de Schopenhauer, cuando dijo que cada pueblo ha
.‘. “occultement et patepeluement,comme ayme une pucelle”.-Rab. tenido un solo poeta,-que 9 el primero: Llega uno, y siega la fiar nueva
que ve. Los demás, son como guia.
Rab fr. accointaace Ing. acquaintance
>> ” mescheif mischief
,> ” hâte haste 234
.-_1
La política, como el cuerpo, tiene su bilis, que ayuda a la digestión,
pero a la que no se ha de permitir que invada el cuerpo, (Y triunfe táneas, era natural en aquel estado de la libertad de la lengua, y de
en él) formación insegura y abundantísima de diversos países que no permitía
aún el asiento definitivo, la fijeza de líneas y la transparencia.
Es claro que la Am. puede crear, y está creando, un lenguaje nuevo.
232 Pero éste, p” q. sea durable, Gene que continuar con el genio de la
lengua.: acre.-
An Ameritan is Lincoln, in whose ineffable character we find only Los tiempos eran de águila americana por un lado y de flor de lis
one blemiah that of having, compartiendo la ignorancia y la injusticia, por otro, como las cintas de las damas de Boston cuando el viaje de W.
contemplated (Butler) in benefit of his country an injury to the country i,IIlrIl. 566 T.I.)
of others,-
We are as respectful as we make ourselves respected. Es::ribiendo, se endereza, y dice cosas olímpicas, y en metáfora
Even he was injust. (110)
237 239
y como la casa en q. nació, honesto, accesible, companionable, bolding cuando fb!3!,:, !* ~-5’ a la guerra contra los ingleses,cuando en la entrada
its hand out to a!l, dignified, but not imposing. de lu I.X;.I 5~ ~.:.::IYIaún las huellas de los mosquetes,cuando en todo su
brío apwjtGlirx>w!nenzaba la cruzada contra la esclavitud.
Sunny old man
Tenis el rzspcic! poético que falta a su nación; y el amor a las tri-
Su antep9 lo: un settler q.
violitlsdes santas, a las paredes viejas en que ha respirado un hombre
venía de un abogado.
ilustre: al barco cn que se ha ganado una batalla, y al
Su abuelo:-médico-y casó
con una nurse & doctress.
“Su padre:-reverendo
240
hace versos a los estrados de la casa.
fancy constantly mingling with pathos or a twinkling of sadness,
sorrow y se eleva como sin transición ni intención, a afrontar de un rasgo
Lo q. dice de Morelia parece un cesto de flores.- el baño de caballos.
la misión creadora y santa del amor, lo físico grandioso a lo espiritual,
“A most human institution.”
el hermanito de lo fisico,-ante W. Whitman.
primo de Wendell Phillips. Las ruinas.-
Witli th patlios of neglect.
Civilizacicin la.
238 no ve puea una q. estd en ruinnz, y más ia ciudad: Si, porque otra civi-
lizoci&l, di:h!a de la que refería esos monumentos, se levanta. Así estli
el Lin. lleno C!C ruin=, bel!as ruinas de la iniquidad, que nadie separa,
Hombre de su tiempo q, quic:-J Dios que no separe nadie.
Ha ido a M. y no sabe lo de las alcabalas. iQué mundo es éste, donde la justicia muere sola, o sólo triunfa p.
Los muros descascarados, los leones del frontón cubiertos por la convertirse en injusticia interesada y potente!-y la libertad (Cuba está
broza, (maleza), las escaleras perdidas bajo el herbaje, la reja magullada, a merced de los E.U. (torpedos).
y caída, pero quien desearía que esa ruina no lo sea, ni quien se parará
a llorar sobre ella, cuando se piensa que el pórtico A. J. P. del Caatilio
Que los que van a casarse no se ven jamás.
No se puede leer sin impaciencia.-
Como una novedad, q. el amante salve al criado “para que le llevara 24.3
a la habitación de la novia”.-
En Pátzcuaro halla cordialidad Y ese otro modo florentino de vengarse de las cualidades que no se
Que se bebe poco en México. poseen, q. consiste en presentarlas como defectos al correr del lenguaje
Loza.-De Santa Fe sobre un asunto que no tiene en apariencia relación con el autor envidiado,
El puñal tiene su arte,, y el alfiler, y hay talentos incompletos y celosos
Ellas, las colegiales de Packer, de Brooklyn. que manejan con suma habilidad el alfiler envenenado.
Sobre “Critica”.
Felis militaris (Bourget)
Felis litteraris ( ?) -
241
245
0s Palabra iIlinteligib1~
WJ Idan. también, para una primavera futura, los corazones. Pero las flores, rom-
81 Idem piendo ia nieve, se abren, como si fuera la primavera, cuando llegan
148 MARTÍ / F-EUGMENTOS
2%
Carta: Mi hijo.
Versos:
247
Líbreme Dios de tan grande infamia, (de defenderme de mi posición, palal)rac odiosas y textuales “que SC les pegue algo de los millones”. Pero
de cambiar en ella. si a!;una duda hubieze quedado a \‘. de la oportunidad de no venir a la
rira dc ahora, ce le habría desvanecido al ver la pompa inusitada y
Hombres: caracteres: yo no quiero empezar la casa por el empapelado,
c:-truendosa con q. en N. Y.-el corazón del protec. y la cam,-p?
sino por los cimientos.
panam--Se quiere so capa de honrar, forzar el problema sobre el público
Y si éste es el precio, espléndido y por s/. todas mis esperan. de Quieren poner ante la
‘1. anda respecto a él desconfiado y perezoso.
amar bien a mi patria, aquí prometo trabajar por ella con limpieza de nación, con estos artificios, un problema q. no ha arrancado de ella. Y
todo interés, y parezcan lo q. parezcan mis actos, no inspirados jark en
Ja dolor ver usar a los hijos cle K. .4m. rn su daño.-Lo de las fiestas Y
mi ambición, ni en mi beneficio, ni en mi vanidad, ni en celos, sino en
wrtcyias está bien; pero no el aparato ni EU intención aviesa. Es una
ella, pura y absolutamente en ella.
esprcie de pregón: ;Leviíntate. pueblo, y ven a ver en estos paseantes la
Hablaré, cdo. sea muy necesario hablar: callaré, cdo. le sea mejor tierra prometida! Lo q. se quiere es eso: despertar el apetito de la tierra.
que calle; y hasta parecerá que la amo poco, todo sea como sea el modo
IIechos:--El canal de sic+: lo del Times: no consentirá.
de amarla más.
Lo del s.: o*
255
en que no hallan placer sus ojos,-y como que ellos ven la trabazón, no
conciben que los demásno vean lo que ven ellos. Es hifesia no miopía.
Y hacen bien en tomar de súbito las ideas aparecidas sin tomarse aquel
Todo e! arte de escribir es concretoi. trabajo de copia de las junturas que les daría tiempo de fatiga y de volar:
porque las ideas son de vapor y de ala, y no gustan de estar quietas
Sucede al públ ico vu!óo can a!gwos ficritoi’es lo !iue a eLtr15 riliinl53 ni de visitar durante mucho tiempo una mente sola, y se irritan de no
acaso acontece con esay maquinarlas complicadas, (Ie c~~n~rrucîi¿n y verse obsequiadas,cual dama que no halla fuego en el amante que escoge,
efecto admirables, pala entender las cuales y estimarlas no los ha prrpa- -y vuela airada, aun para no volar jamás!-Y quién, que tenga un
rado bien su educación rudimentaria, deforme, irregular, de unos ladoa águila a mano, se entretendrá en coger gorriones?
pletórica, de otros anémica, cuando no atáxica y exangüe. Sólo que los que de los gorri’ones hacen caza, porque sus tiempos y habi-
Apártense los mal preparados de budo estilo bien traL& y cargado lidades no alcanzan a más, y ea esa su natural cetrería, se enojan de
de ideas trascendentalesy nuevas, como los viajeros ignorantes se alejan ver que haya cazadores de águilas.
con un mohín, o soportan con visible disgusto, la inspecciRn y eapli-
cación de maquinark de curiosísimo y venerable urdimiento, cuya
trabazón Im es, por !o superficial o desequilibrado de su instrucción, No ponía la mente a producir, como tantos desventuradospensadores
impenetrable. de oficio, y talentosos a mano, y maravillas a hora fija, sino que
aguardaba a que produjese de suyo, con lo cual tienen sus pensamientos
Debe ser cada pkrafo dispuestocomo excelente maquina, ) cada una
esa potencia nutritiva de las frutas que maduran en su propia rama,
de suspartes ajustar, encajar con tal ptr!eccGn entre las ~Grar, que si ee
y no a puñadas ni entre lanas!-% pensamiento era casto; como SU
la saca de entre ellas, éstasquedan como pijaros kin ala, y no f:~konan,
vida.-No despertaba a deshora a sus ideas, como esposoimportuno, a
o como edificio al cual se saca una pared de ias paredes. Lo complicado
hablar de penas domésticas a esposa fatigada;-sino que aguardaba
de la máquina indica lo perfecto del trabajo. Na ti. el dynama de ahora
serenamenteque la esposa, reparadas las fuerzas con un sólido sueño,
la pila de Volta. Ni la máquina de Watt la marmita de Papin, Ni la
extendiese los brazos sonriendo? como para dejar salir de su seno las
locomotora de retranca de madera, Ia locomotnra de Broaks o de
mariposas de la mañana-
Baldwin s8.
0 como blanca luz que apareciera por los monte-sen el seno del aire y
Apolo fue pedazo de montaña. LA) que acaba en est.ilics empieza en
las escribía a su resplandor.
Eved.
Las ideas no se presentaban a Emerson en ramazón, ni con quietud
lineal, ni en dependencia inmediata y ordinaria: las veía a trozoy, cual De Sarmiento-tiene el instinto de la buena lengua. Pero lo tiene
suele en dias oscuros aparecer el sol entre las nubes,-Tenía siempre los a pesar suyo, aunque en el fondo está contento de él y hace feamente gala
ojos abiertos, acaparando analogias. Las ideas saltaban de súbito ante de no cultivarlo.
él, cual mastin herido de repte. por el pie del caminante.
Otras veces, las ideas le venian en junto, pe:o como secuela de una iQué idea! Espejis. lit. Oí de la América del Sur.
mayor, que con su altura escondía la más pequeñas,y descorrida la cual, Hay que hacer la política sin perder un solo instante este dato:
asomabande súbito, quedaban descubiertas, las que venían tras ella.- según datos (B. Aires) de Bibliotecas p. de cada 1382 personas q. leen
Y como éstas eran tantas, no se detenía a seguir Jas nuevas, sino que a P. Escrich, 67 leen a Fernán Caballero. De manera, que es seguro que
tomaba nota, como primer diseño de artista, en rasgos amplios y breves, los que hagan política de P. Escrich ganarán n los q. hagan política Fernán
96 Hasta aquí estl escrito en máquina, con correcciones a mano del nrnn;- 07 Palabra ininteligible.
Martí.
FRAGMENTOS 159
Cabal!rrì,. L, irece5-driü pre5rntôr ia dota pu”tka 211 i, *IU at. r.érez A Byron no le 98 pero es encantador.
Escrich para hace; Lumpztencia è ésta.
Pandorga: La corneta en B. Aires.
261
Ares la religión católica, que por bu lrnp~:nncia, ,menaza de casagos
divinos, poder de hacer la caridad. tañido de k igkiss > solemnidad
Escribe mucho cuando sufran los demás:-cuando tú sufras, escribe
de sus formas tiene ya al vu!gc‘--y ;)ur s:: Catedrai propia. con sitiales de
poco.-
altos precios y distinguidas re !acrones
’ socraier, j ‘C;iaratu dt g~andill~idad,
y iujo, atrae a la alta clase, hallara al fin manera de introdkrse erl la No habrá de comer pan sino el que lo cavara,-y mientras más hondo,
más blando.-(Mondragón, labriego de Gascajos en Valencia) .-
clase media. No se diga que no hay clares: ;::t dct?uí t;r)- una aristocracia.
262
El “negadlo y os abrumaré” de Luis loO Lo que es Cuba, para mi: La Isla natural. La Isla intelectual. Orgullo de
ser cubano.
A distancia En invocación, condenación de las dictaduras:
El orador, el más culto de todos, por mucho, con mucho, en una Oh patria, salvarte de esto de España para verte caer en esto (dicta-
escena en que forja con soberana desdeñosa elocuencia su superioridad, duras, Guat. Caracas, envilecimiento de los caracteres), piedra quiero
describe en figuras todas las pasiones, vanidades, injusticias, miserias volverme aquí, para castigo mío y ejemplo de los que me han de seguir,
de su momento, de su tpo. y pueblo, y en un periodo. si a tanta vileza, con mis actos 0 con mi silencio, me prestase.
A distancia!
A distancia!
265
Quedémonos, por encima de todo, en unir los tercos y los divididos.
A veces se creería que el creador de los hombres ea una criatura
A veces me he visto ciego y cta. veía es
vanidosa. iTantos obstáculos amontona al paso de los que intentan
Yo estoy escribiendo lo1 en el papel, en el loa.
acercarse de un solo vuelo a él!-
Yo no tengo más enfermedad que las consecuencias naturales de mis
dolores, y el desgaste del cpo. en un clima enemigoloz
iQuién saluda a un muerto?
More than one hundred of Arabian, English and Spanish horsea carne -Pue-, ésta es buena!-
behind. Cn alina sensible y elevada vive y se extingue en la tierra, sin que nadie
Richly plumed horses draw the ancient, high rised carriages; that haya sabido acompañarla ni conocerla. Creen que lo que hace con
white plumes announces the Queen Elizabeth and her elegant daughters, delicada terneza por no causar pena a loa demás, lo hace por debilidad
but tbe haughty and unpretty Princess of Asturias was not there. She is y placer propio.-Si muy tierno, las mujeres mismas dicen: iEa, es una
the queen daughter; so powerful in political and domestica1 affairs and mujer!-Si muy honrado: i Ea!-103 hombre3 dicen-ies un soberbio!
the king her brother, and Elizabeth her mother. She never smiles; she Y a io más, los más, dicen de él así: ;Es un hipócrita!- ~NO es ésta
is intelligent, indeed, and its unprettiness would not be for a thinking buena?
man a fault; but popular loG, saloon stories among public opinion
Seres pasajeros, nos apegarnos a lo pasajero.
antes; era el azote y el fantasma de los poetas. En España, las mesasde Venezuela
10s poetas estaban cubiertas de abanicos-álbumes. En el teatro, en el
166 MARTÍ / FRACMENTO~ FRAGMENTOS 167
-El subjetivo, contemplador, profundamente sentidor, lleno de unción Ml. del Socorro Rodrígua.-
poética, Maitin, siente la tristeza de las avea, el misterio de un suspiro, 3lanzano.-
el místico concierto de los valles, los solemnessilencios de la noche.- Echemendía.-
Amarga vida: dulces cantos.‘O’ Karciso Blanco.
A Sylveira.--So hay que pedirle precisión filosófica en el lenguaje
270 -que e9 lo que la educación aííade al genio; pidámosle inspiración que
es lo q. da el genio. En cambio, tiene honrados pensamientos, buenas
fábulas.
Que no tenemos poesía? Y tantas lágrimas que se han vertido en
nuestra tierra, y tantas vigorosas ilusiones, y tanto amor arrebatado, y
tanta lira que ha vibrado al nombre de nuestra tierra en tierra extraña? 271
Qué es poesía sino el concierto de soberbias intimas, de amargos desfalle-
cimientos, de patrióticas ansias, de perfumes del espíritu humano y del
espíritu de la gran Naturaleza ? Y este nombre repetido por tantos labios, Qué mayor gloria científica qw la de Mariano de Rivero, anticuario,
escrito en tantos versos, paseado con honor por tantas tierras? ; este químico, botánico, mineralogista?
pueblo de enamorados, de pensadores y de tribunos; este pueblo de O’H. lggins, Páez, IMiranda, San Martin, Arboleda, Rocafuerte.
poetas y de trabajadores, vivo en la tierra más hermosa que han visto
ojos humanos, no tendrá en susversos esostintes apasionadosy sombríos, Rodríguez que ha legado al Senado tan hermosas cabezas de vír;cnes.
en suscuadros esoscolores espléndidosnaturales? Si del alma nos brotan
los versos, icómo almas ardientes producirán versos fríos? Si la el Rodrjguez de Quito, de la escuela de Miguel de Sanriago.-
Naturaleza los envía, hechos al alma, icómo han de ser pálidos versos
que copian Naturaleza tan potente? Y Antonio Rosas, el oculista del Perú, no llegó a ocupar el ler. puesto
Hay en sus versos, como en su naturaleza misma, versos e ideas entre los oculistas alemanes.-Rubalcaba, el amigo de Zequeira fue pintor
humildes y prosaicas; ya levantados y briosísimos conceptos, reflejo y escultor y poeta-
aquéllos de su infortunada condición, y éstos del fuego sacro que lleva Como hombres serios n/ C. Bernal, n/ Saco. El estudioso, vario y
encerrado en las entrañas, No hay todavía en su9 versos esa típica y afortunado Salas, el quiteño: Lo s generales de la independencia de
absoluta originalidad que determina una culminante entidad poética: Colombia.
icuán pocos la tienen! Pero hay, entre los lugares comunes de la poesía Cadena y Salas hijo les suceden en gloria.
americana, imágenespropias, acertados giros, intuitiva elegancia, natural
expresión, y esapropiedad de epítetos, tan importante y tan difícil. Versos Samaniego, pintor ecuatoriano, el feliz paisajista, el de suaves matices:
tiene, como Flores y Espinas, como El Congo y El Guachinango; imagi- el pintor de las virgenes.
naciones profundas, exaltaciones sacras, y ese místico embebecimiento
en que el alma poética, superior a su ser y roto el límite, envuelve una Santander, orador y hombre entero
nube y ascienda como aroma a confundirse con extrañas esencias
impalpables.- Santelices, el correcto escultor chileno.
Que lo* que no hay muerte que no se transforme en vida, ni gran
esclavitud de que no surja una grandiosa redención.- El brioso y potente genio, el receloso carácter del quitcrio hliguel de
Santi r,gu.-Sarmiento educación
IW A continuaciónhay unos tenues dibujos de Martí, a lápiz y pluma.
lo* Dos palabras ininteligibles.
MARTf / FFLACMENTOS FRAGMENTOS
168 169
Smith Irisarri, el pintor intuitivo, el fundador de la exuela de paisaje -Que la Pintura es amanerada.
en Chile, operador, suelto, mano firme.- Que la Arquitectura es desccnocida
Sotomayor, historiador chileno. -Que en México, en !a 2knériu Cactral, en la AInéiic8 del Siii se
El San Francisco de Tapia, chileno. observa el mismo desconsolador epectáculo.
--Lo del siglo 18, y Cuba.
Miguel Teurbe, novela, Lola Guara ---
--Lo de q. no hay drama en h!hico.
Orador-el elocuente y honrado Tocornal, chileno. --Lo de las 4 fuentes de poesía lírica.
los americanos y estimables lienzos de Gregorio Torres, argentino. -En cta. al amor, n/ poetas no han saìido jamás de eje estéril campo
de erotismo.-
Tarrico-el pintor escritor-peruano. --
-Aparte de los ensayos de ll1 II, y de algunos otros, la NaturaIeza
el vigoroso y osado genio de Tovar, venezolano, que a par del uo ha tenido cantnreq, ni encuentro nada que sobresalga consagrado 3 la
cuadro 109 alza en el caballete el gran cuadro de historia. admiración y estímulo de la humanidad.
Triana, tradicionalista de Colombia -Que los poetas cubanos no han salvado los estrechos limites W we
deiiberadamente los encerraban.
iQué talento ea comparable a aquel vastisimc, de José Hipólito Unanue,
peruano? iqué ciencia no supo: o que problema de lenguas, números, .mujeres
medicina, y llo no resolvió?
Y Uricochea, el químico, botánico, descubridor de cuerpos a la edad
en q. todos comienzan a estudiarlos?
273
272
ESCULTORES
CIENTf FICOS
los numerosos libros históricos de Bustamantc.-
275
el ciego Carvajal, mexicano, que inventa en la música, y sorprende con
:u instrumento originalísimo.
Historiadores: Amunátegui y Baralt.
Chi!e tiene como historiador a su Carvallo Goyeneche.
Las miniaturas de Ignacio Bas.
Caspícara, el buen escultor del Perú, indio, pobre indio.
y como hombres de soluciones prácticas, n/. Noda; n/. Cisneros; n/.
Conde de P. D. Chauveau (?) escritor cub. de ing. y navegación.-
Y luego, en el Ateneo el premio y el accésit de quién fueron? De la La palabra dominadora de Valle, boliviano.
Avellaneda y del Alférez.-
El chistoso autor cómico Vial, chileno.
;Quién saneó la comedia? Ventura de la Vega:
El poderoso genio de Segura.
--
iQuién dio vida a la tragedia y campea sin rival en el teatro español?
La Avellaneda. Vicuña Mac., historiador chileno.
Aspiazu: Dogmas del D. Internl. Bello, T. González.- La muerte de Sucre, del boliviano Villavicencio.
el fácil! apasionado autor de los “Recuerdos del Proscripto” y “El de un fecur,do ecritor: Juan Cruz; de un dramaturgo: Luis; de
Junco”.-Lillo. un gran patriota: Pedro; de un gran wúnomists: Rufino, y de un
hori,bre que fue casi todo eso y mucho mk: ei padre Félix. ;No
Sanfuentes, fecundísimo e intencionadisimo, dramas, leyendas, poemas:
Ricardo y Lucía.-El Campanario. ilustran tres dramaturgos 4 nombre de Pérez: José Joaquín, en
S3nto Bominyo; el pccta presidente de Colombia, con dos dramas
y Lázaro, ei cantor de .l!atilr!e con su Elvira. Eso vago en que el
Walker, más poeta en el alma que en los versos.
&na se mipapa. Arnaldo Márquez, peruano. a quien se llama ya
Domínguez :-Historia Argentina. indiscutiblemente gran poeta iirico: BU estilo tiene una constante
y fkil grandiosidad, ropaje espléndido de los más vigorosos ideales.
Damoría, pintor y poeta (B. A.) . .-el modecto González Prado, el soberbio Manuel Adolfo García, el
triste Pedro Elera, el dramático y aplaudido Cisneros, el literario
Clemente ilithaus del Perú.
Joaqn. Acosta, el autor de la Historia de Nueva Granada.
-Galindo CortCs y Bustamante hacen con Daniel Calvo, Ramallo y
Tovar la corona poética de Bolivia, con la ciega Mujía y el popular
el fecundo y concienzudo historiador chileno Barros Arana.
Rosquellas.
--Bolivia tiene un segundo poeta dramático en Benjamín Lens.
Llega preso Nariño a España, y hácenlo presidente de la Sociedad
--EI castizo y tierno Eloy Escobar, de Venezuels.
patriótica de León y el colombiano ardiente explica sus derechos a 10s
-E! Ecuador tiene al exaltado y fantástico Llona.
andaluces.-
Y el Ecuador, aunque otras glorias no tuviera, ino tendría bastante
con haber dado a las letras este grandioso poeta Olmedo? aunque no
Zea, nistoriador colombiano.
fueran hijos suyo3 ei fantástico Llana y Dolores Veintimilla, la
pobre poetisa suicida, el sima ardiente que amó y practic6 lo bella
279 en todas sus formas, como nuestro Rubalcaba, en el lienzo, en la
nota hablada, en la vaga nota ritmica?
-Sus estrofas a la Libertad y las que al Sol dirige desde Ia cumbre
del Panecillo, bastan para tenerio por notable hablista, ajustado
los méritos del gran corcovado de Tasco, renovador del teatro de
rimador y verdadero poeta. En los ensayos de Riofrio hay algo del
Hispano.
desconagelo eterno de los bardos.
-Rivera Indarte, el bardo del Tucumán, el historiador de los terribles
-E! abundoso versificador Piedrohita.-( Ecuador j .
tiempos del indómito Rosas.
-Joaquín Fernández Córdova, cuya soltura es notab!e. Ama la
-Daniel Calvo, el brillante poeta de Bolivia. leyecda histórica y maneja la redondilla donosamente. Estrofas
-Carlos Calva, el infatigable compilador de cuanto atañe al Derecho redondas. No le es estraiía la lengua de hloreto.
e Historia Americana, más celebrado aún en Europa q. en América. --el sentido y ameno Corral.
-iY este nombre de Valdés, que si no fuera ilustre por el pindárico
mulato de Matanzas lo sería por el vate de Colombia, por Antonio
José, el autor de la Historia de la Habana; por José Manuel, admi- 280
rado por médico en Europa; por José María, el asombroso
improvisador de Popayán; por nuestro Rafael, el valiente marino
colombiano. Y este otro nombre de Varela, nombre de un mártir: que no han salido afuera por no llamar Ia atención sobre 4, perder alguna
Florencio ; de un gran orador: Héctor; de un buen poeta: Juan; conveniencia o lastimar a Ias mismas piedras.-Y contiene Ftie estas duda?
176 MARTf / FRACYF3TOS FRAGMENTOS 177
calladas se extremen, y adquieran una forma visible y abultada, para Obra9 s/ Oriente:-
ahorrar así tiempo al entendimiento, provocando el debate; presentando lIurray.-“Los rus.09 en su c89a”-
el estudio del espiritu humano, a que sea examinado y juzgado, y acep- Wallace.-“La Rusia”.
tado, si así se debe, o rechazado de una vez, si no vale ser tomado en cta. Rambaud.-“La Poesía Epica moscovita”.ll*
;Pues qué sé, si después de treinta años de amar con desinterés,
estudiar con ahinco, comparar sin pasión y vivir con sinceridad, no aé De dos que cohabitan:-Nutren la bestia 116
siquiera si mi vida es la consecuencia de mis propios actos, o si la
capacidad de hacerlos sólo me ha sido dada para ayudar con ellos a una Gal1 estableció 30 facultades mentales positivas; Spruzheim laa hizo
voluntad resuelta que guía, dispone e impone mi vida? subir a 35.-
Lo q. vi pecho desnudo era la cabeza del niño. Hace ya trw años q. busco mi hogar, noto q. lo voy haciendo, po.
aún no lo hallo.-
Llama a las puertas de lo infinito, decidido a abrir!aa. Se pone RU
Describir el viaje de Cozumel a Belice, viniendo arrebatado por el
armadura de hombre, y con el puño levantado, como quien despierta a
abrasante noroeste, en un rapidísimo cayuco, hundiendo en el agua las
un perezoso, escalando sin miedo las nubes, y sin cuidar de los creyentes
velas, dejando aqui y allá ranchos y cayos. En llegado a Cayo Cocina,
que le ladran o de los timoratos que le abandonan, llama a !as puertas
a St. George9 Key, entra la calma. Ya estamos, pues, en tierra de
de lo iniinito, decidido a abrirlas, Sólo que todavía por debajo de la
Inglaterra.
armadura formidable se le ven los vestidos de colegial; y exagerando 10 El hervor del espíritu aleja el sueño.-Loe lirones truécanse en luces.
que hay de error en su enemigo, y confundiendo en mala hora los errores Iluminan la fiesta cerebral.
del deísmo con la necesidad de lo superior, que surge perennemente del
alma humana, resulta en algunos instanteu cómica la batalla tremenda, En una sociedad naciente, literaria, infantil, pretendía uno que
como guerrero que se viste de todas las armas, y se pone máscara de celebraran su fiesta en el teatro, porque alli había un hermoso eco.-Pues
hacer miedo para dar grande9 golpes en una vejiga vacía; y otras, como he ahí, dijo un cuerdo, una razón mayor para que no se admita.
de la nwesidad de lo superior en el alma humana, se han ido valiendo las
castas religiosas para hacer con esa alma sus días pasajeros, sucede que
el poeta no discrimina. 282
281 RAMONA ~3
la vehemencia de sus escenas trágicas, nobleza y ternura de las de derrota de Pceyo por Jordán.
amor, el ‘lí y la vida con que describe las de la naturaleza. Rescate de Sanguilu.-$eptie,bre de 1871.
33 hombres tie caballería clJntrn 1X dc Infanteris. Pizar:o. Se ocupo
-El lilro-Ramona el convoy del enemigo con sus archivo-.-Jefe espanoi. Comte. >Iartos.
H. H.- Combate del Salado.-Junio 11:il’. Prisionero del Tente. del Rey
Gonz&z.-
El estilo de H. H. l’s Combate de Jacinto.-Derrota completa y muerte de Alfau.---Se
hicieron prisioneros y armas y municiones.
RAMONA Combates de caballería del Rosal-io y .1Iolirra.---Derrota y mte. del
T. C. Abril en las afueras de P. Ppc. JIayo 6 de 18’73.-
R. is a book to read al1 day and far into the night: it is full of
Ataque de Sta. Cruz:-Toma de una trincbcra con carión, 300 a~.:~as
youthful idealism: it has a charming love story: certain characters like y más de 100,600 cápsulas; tuvimos 17 muertos y SO heridos-lo
that of the old priest and the buginess like Mexican lady, are novel, well
mandó Gómez.-Setbre. 27 de 1873.
thought of, and delightftrl.
La Sacra.-Combate de 260 hombres de cabn. al mando de Gómez
c/. 1,500 espaiioles de las 3 armas,-quienes tuvieron 80 muertos y 13
R. fue la forma poética de aquellos estudios.
prisioneros,- retirándose del lugar de la acción al ser hostiiizados al día
Ella leyó en el mismo Cerro Francisco de Santa B. los manuscritos sgte. por 70 hombres de caballería.
del Padre Junípero, parecido al Beato Angélico. El N aranjo: Febro. 9 y 10 del 74. De 650 a 700 de cab. e infanta.
Sostienen ruda acn. c/. Rascones y hrmiiián. Estos se retiran al 2o
No recargada de ciencia. dia, dejando lleno de muertos desde Naranjo htn. Camagüey, seguidos de
cerca por una guerrilla de infantería.---
Estudia las leyes de Indias. Las Guasimas. Del 15 al 19 SIarzo 74. Batalla por 2,000 cabs. (tal
Afiliados. vez menos). c/. 3,000 esps. de Las 3 armas q. reforzados al 40 día
llegaron a 5,000.-El enemigo se retiró, perseguido legua y media, con
The easy going , generous imprudent Mexican. muchas bajas.
Palo Seco.-Dbre. 2 del 73.-Columna de Valmasedn, aps. 100 hbs. de
A mí me parece este libro una sucesión de cuadros bellos: Todos
caL. e inf. îuinpte, derrotada por la vanguardia de taba. q. decidió la
hallarán algo en él: el literato, mérito ; el artista, color; el generoso,
acción con 507 muertos contados y reconocidos, de ellos.-Ntras bajas 3
amigo: la virtud, fuerte ayuda: y los cansados, entretenimiento.
muertos.--De ellos 53 prisioneros un Jefe y 6 oficiales-
Paso de la Trocha.-Enero 6 de 1875.
Notas sobre Helen Hunt Jackson.
Gomez.-A 20 m. de un fuerte desfila la caba cubana apoyada por
la infanta estratégica-mente colocada? e invade las Villas.
283
284
Winas de Tana.-
en 1 de Enero de 1870.-
117 Tachadas las palabras “dc&x” y “regalo”. Inglaterra abolió la esclavitud en 1833.-Con aprendizaje de 4 íp 6
11.8 Hay varias palabras ininteligibles. aiios.-Sin jornal.-2 días libres a la semana.-
180 M.4RTí / FRAGMENTOS FRACMEYTOS 181
Dinamarca, en 1867.-Patronato de 12 años.- Vtre. libre. o al escasonúmero de obreros, que sin dificultad, y con más utilidad
Portugal, por el decreto-ley de 25 Fbro. 1869,-libertó a los 2í0,OOO propia y común, podían dedicarse a otra labor, a la labor agrícola? Y ise
de sus posesiones.-Servicios gratuitos al amo hasta 1878.- invocaba a la Nación, precisamente para hacerla victima de tan visible
En la isla de la Reunión, se exigió del liberto que se contratase libre- monopolio!
mente, por espacio de 2 años.-
¿En Dinamarca? 1847.-S op1aban vientos de revolución de allá de Reales Cédulas de 1815 y 1817,-y-Rl. Orden de 1850, sobre “las
Francia, 1848.-Se publicó la ley, con patronato.-Alzáronse los esclavos formalidades para la llegada, circulación y salida de las gentes en la Isla
en demanda de su libertad absoluta. Abundante sangre manchó a Sta. de Cuba.”
Cruz.-Vencióse a los negros, pero ellos vencieron; en 1848, dictóse la Rs. Ords. de 1834, 38 y 50, s/. Inmigración penins.
ley.- iHasta 1815 y 17 no se había permitido lar entrada de los extranjeros
En 1833, se abolió con aprendizaje.-Los amos, exagerando los dros. en nuestras colonias!
que s/. los aprendices les quedaban, mermaron los precios del ll”, aumen- En la Rl. Orden de 1818, se decretó la libertad de comercio, tan com-
taron las horas de trabajo. Los aprendices acumularon reclamaciones, batida en 1810 por los de Cádiz, y aún luego en 1812:-needa por los
aumentaron a su vez el precio del jornal.-Al fin, en 1838, a petición conservadores, con IA) a la cabeza, iquién no sabe que fue importante
de las colonias, se hizo la ley nueva, y absoluta. concausa de la guerra de independencia de América?-
Ya en 1778, por la Real Cédula del Comercio libre, se abrió a algunos
Decía D. Juan Poey, en 1866:-La caballería en Jamaica produce de los puertos de la Península el tráfico con América.
5,755 a/. de azúcar;*n Reunión, 7,425;-en Barbada, 6,909;-En Las cédulas de 15 y 17, luego de obligar al extranjero a domicilitime
Cuba, 2,109, 0 poco más. en el término de tres mesesdespuésde su llegada, so pena de. abandonar
-- la isla, y de exigirles juramento de fe católica, fidelidad y vasallaje,
Arto. 41, del Reglamento de esclavos:- prohibíales tener tienda, y ejercer el comercio por mar, y tener naves,
“El Señor puede castigar al esclavo con prisión, grillete, cadena, maza a menos que despuée de cinco años no se obligasen a permanecer
o cepo, o con azotes, que no pasarán del número de 25. perpetuamente en las colonias.
Y aún en 1870, y dapués, no regían, sobre domiciliación de extran-
Proteccionismo:- jeros, aquellas doctrinas del 15 y 17, confirmdas de Real Orden, en
Por proteger en México a una veintena de fabricantes de zarapes febrero de 1843, y en marzo de 1850?
(chales, largos y estrechos) se impedía, por el exceso dc: ICO dros. de Los Capitanea Grales. han podido siempre suspenderel planteamiento
importación, la introducción de los’zarapes alemanes. Estos se vendían de una ley, sin que la violación-porque no publicar una ley es ya
a 2 pesosy medio. Los mexicanos a cinco.&No hay en México dama violarla- necesitaseser conocidla ni juzgada más que por el Ministro
ilustre, ni india mísera, que por las mañanitas en el hogar aquélla,-y de Ultramar. ¿A qué la ley hipócrita, si venía con ella la manera de
a todas horas y en todas partes ésta no usen zarape.-El zarape tiene eludirla?
mútiples aplicaciones en manos de la gente pobre.-Con él abríganse, y
caliéntanse; por él, ahórranse más costoso traje;-con él amparan del Censo oficial del 61-62:-
frío a los pequeñuelos.---iQué sucedía en México coti el sistema protec- Blancos (de toda procedencia) . . . . . . . . . . h 728,972
cionista? ¿A quién protegía? ¿Al numeroso pueblo, que pagaba jugosa- Negros, yucatecos y chinos . . . . . . . . . . . . 629,361
mente 5 pesos por zarape no siempre bueno,-en vez de pagar 2 p. y
medio, por otro zarape, que por la competencia estaba obligado a ser Leer: L’Histoire de L’Emigration au 19 me. siécle, de Jules Dural.-
bueno spre.;-al pueblo numerosísimo,-o a la veintena de fabricantes, París-1872.
Cuando los españoles se apoderaron de México, se dividía la ciudad El IOQ-Cuauhtémoc, que perdió la ciudad de Méxic’o, y con quien
en 2 grandes calles o barrios:-+1 uno se llamaba Tlatelutco-que quiere pereció aquel imperio.
decir isleta,-y el otro México, que en la misma lengua significa manan-
tial o fuente; y como el palacio del monarca se hallaba situado en este 1~ Pero ;,la terminación CO, significa ciudad? iQué sifnificará Ia&-co? (dota
de .llnrd./
último barrio, tomó su nombre toda la capital. 13 ki se llama la antigua biblia guatemalteca, traducida y publicada por
Brosseu:. (Nota dz Martí.)
121 Sin duda, copia de algún libro.
.
184 MARTÍ / FRAGMENTOS FRAGMENTOS 185
El más venturoso de todos esos reyes fue Izcoatl el cual logró subyugar precedido. De allí puede inferirse q. cdo. los imperios llegan a la cumbre
por medio de su primo Tlacaetlec las otras 6 tribus, y formar de ellas de su prosperidad, están al borde del precipicio q. los devora, o que
un pueblo sujeto a la autoridad de los reyes de México. los reinos se hallan más cerca de mudar de señor, cuando se juzgan más
Después de la muerte de Izcoati, los electores? que eran seis, eligieron establesy dichosos. La historia de Moctezuma ea una lección terrible,
por rey a Tlacaetlec, como a príncipe cuya virtud tenían ya bien experi- en que la gloria y magnificencia dei monarca aparecen como presagios
mentada; pero él rehusó generosamente aceptar’ esta dignidad, diciendo: formidables de la ruina de un vasto imperio. Muerto Moctezuma, eligieron
“Que era mejor para el provecho de la República y bien de todos que los mexicanos a Cuauhtémoc por Emperador; continuaron apedreando la
eligieran a otro”. “Por mi parte, aríadió, siempre estaré pronto a ejecutar casa de Cortés con tanta rabia, que lo obligaron a huir de la ciudad con
cuanto fuere necesario en servicio del Estado, y sin ser rey, seguiré todos los españoles.
trabajando como hasta ahora por la prosperidad y defensa de la patria.” Despuésde haberse retirado de la capital, se fortificaron en Tlaxcala.
Celebróse, pues, nueva elección, y el lo de los Moctezumaa fue hecho rey Cortés mandó construir 16 bergantines, o 18, como otros quieren; volvió
en lugar del que no qúiso serlo. a sitiar la ciudad de México por agua y por tierra, y redujo los habi-
tantea a tal escasez de víveres, que las casas, donde amontonaban los
muertos, para disimular el aprieto en q. se veían, estaban todas llenas
CAPfTULO XVIII de cadáveres. Mas aunque vieron arder el palacio de su rey Cuauhtémoc,
y la mayor parte de la ciudad consumida por ìas llamas, o convertida en
escombros,no por eso aflojaron en la defensa, antes siguieron peleando
Sucinta relación de la toma de Méxrco por los espls.
con mayor encono, y disputando el terreno calle a calle. En todos !os
Los reyes más desgraciados de aquella nación fueron fos dos úithos, parajes en q. podían resistir a los conquistadores, renovaban denodados
Moctezuma y Cuauhtémoc, ambos vencidos por Cortés. el combate, cada paso era un encuentro; cada encuentro una matanza.
El cqnquistador tenía preso a Moctezuma en su propio palacio; mas Los canales, las calles, las casas,presentaban por dondequiera montones
no creyéndolo todavia a buen recaudo, lo atrajo mañosamente a su de cuerpos muertos, y los vivos que acertaban a cruzar por medio de
habitación q. le servía de alojamiento así hta. q. se acabó la ejecución tantas víctimas, y que ya ni aun cortezas de árboles tenían para alimen-
de Chimalpopoca, señor de Nahutlán, ahora Almería, condenado a muerte tarse, estaban tan amarillos y flacos, que inspiraban más lástima que IOS
por haber muerto o hecho matar a nueve españoles. que habían cesadode padecer.
Pero la prisión del monarca, o más bien esa última ignominia, Los esps. llegaron, al cabo de muchas fatigas, y a costa de sangre,
encendió los ánimos de sus vasallos, y todos los mexicanos se alzaron P la plaza del Mercado, y se apoderaron de la mayor parte de la ciudad.
contra Cortés y los españolea, y pelearon con ellos por espacio de dos o Aquellos maltratados religiosos del ejército mexicano, sin embargo,
tres días, pidiéndoles a su emperador, y amenazándolos con la muerte y aquellos hombres tan débiles y extenuados, que podía decirse que sola-
los tormentos más atroces, si no se lo volvían en libertad, mente les quedaba el corazón, desecharon con arrogancia la paz que,
Cortés rogó a Moctezuma q. subiera a uno de los miradores altos de despuésde haberlesintimado la rendición, envió a ofrecerles el magnánimo
la casa q. estaban apedreando con la mayor furia, y q. mandara a sua Cortés, Respondiéronle valientemente que no debía esperar aprovecharse
súbditos q. se aplacasen. Así lo hizo: po. habiéndose inclinado sobre de sus despojos, porque si la fortuna seguía siéndolescontraria, estaban
el pretil para que pudiesen oírlo mejor, le alcanzó a la sien una piedra resueltos a guerrear o a echar en el lago todas sus riquezas, y a pelear
de la lluvia q. de ellas lanzaba !a muchedumbre alborotada. El malha- hasta el último trance, mientras quedara un hombre solo vivo.
dado príncipe cayó muerto del golpe; acabando su vida a manos de Cortés, deseosode saber lo q. todavía le quedaba por ganar, subió
suspropios vasallos, en medio de su corte y bajo el poder de un pufiado a una torre alta, desdedonde podía ver toda la ciudad, y juzgó que aún
de extranjeros. Los indios dicen que era de la familia más noble de resistia la 8s parte. Mandó, pues, atacar. Volvió a encendersela lucha,
toda su línea, y el más magnifico de todos los monarcas que le habian y los pobres habitantes, viendo la fatalidad de su destino, y no pudiendo
186 FRAGMENTOS 187
MARTí / FRAGMENTOS
ya más. rogaron a los españoles que los exterminaran de una vez a de los reveses de la guerra, estaban encerrados como corderos en un
todos pa. acabar con su miseria. redil. Dio orden a Sandoval y a Alvarado que iban a bordo de los ber-
Otros había junto a la orilla de la laguna; cabe un puente levadizo, gantines, pa. q. cerrasen el paso a la s canoas de la ciudad, que estaban
10s cuales gritaban a Cortés que, pues era hijo del Sol, intercediera con caladas al amparo de ciertas casas,‘= especialidad pa. q. procurasen apo-
su padre, a fin de que los hiciera perecer; y después, dirigiéndose al derarse del Emperador, y coFerIo vivo. sin hacerle daño.
Sol mismo, le suplicaban que pusiera fin a su mísera vida, y los dejara Enseguida mandó a los restantes de los suyos, que sacaran los bajeles
ir a gozar del descanso que esperaban hallar junto a su dios Quetza]&t]. de México, y él subió a una torre en busca del Emperador, en la cual
Cortés, viendo la extremidad en q. estaban aquellos infelices, y cre- halló a Tihuacoa, gobernador y capitán de la ciudad, a quien le costó
yendo q. al cabo se someterían, envió un mensajero a Cuauhtémoc, pa. q. mucho reducir a que se rindiera.
le hiciera presente el estado de miseria de sus súbditos, estado q. aún Después salió una multitud tan grande de ancianos, mujeres y niños,
sería, lZ4 si él no se inclinaba a la paz. Pero, lnó desgraciado príncipe hubo y con tanta precipitación se quisieron embarcar, que sumergieron 105
escuchado semejante propuesta, se enfureció de manera que mandó a barcos, y hubo gran número de ahogados.
sacrificar al embajador de Cortés en el acto mismo, e hizo dar por res- Cort& prohibió con penas severas a su gente el hacer daño a aquello3
puesta a esps. q. lo acompañaban muchos pilos. mandando a los suyos infelices, pero le fue imposible contener a los de Tlaxcala, que mataron
a que los persiguieran a flechazos y pedradas, y diciendo q. pedía la y sacrificaron por lo menos 15,000 mexicanos, mientras los restos de
muerte y no la paz. Viendo Cortés el endurecimiento del Emperadqr, sus guerreros se defendían aún desde los terrados y corredores de las
después de una carnicería tan grande como habían experimentado sus casas, y, desde allí veían la ruina de su patria, y la fuga de Cuauhtémoc
vasallos, después de tantos combates, y después de la pérdida de casi y de toda la nobleza de la ciudad embarcada-con su soberano.
toda la ciudad, despachó a Sandoval con sus bergantines por un lado, y Entonces Cortés, habiendo hecho tirar una arcabuzazo pa. q. estu-
éI fue por otro, a fin de someter a los q. pudiesen haber permanecido vieran prestos sus oficiales, no tardó en tomar posesión de toda aquelin
en las casas y demás reparos o sitios fuertes; po. encontró tan poca resis- inmensa capital.
tencia que no tuvo dificultad en hacer cuanto le plugo. Los bergantines atravesaron también toda la flota de los barcos
Cuando se contemplaba el número crecido de los muertos que había mexicanos, sin la menor resistencia, y abatieron el estandarte re-al de
en las calles y en las casas, parecía imposible que aún quedaran en la Cuauhtémoc.
ciudad más de 5,000 hombres; sin embargo aquel mismo día se contaron García de Holguín, Cap. de uno de los bergantines persiguió la gran
entre muertos y prisioneros en el combate último 40,OOO y más. Los canoa de los 20 remos, y como sus prisioneros le confirmasen en la
gritos, los gemidos, los llantos de las mujeres y de los niños era cosa
sospecha q. le había inspirado la mucha gente q. se veía en ella, le
muy lamentable, y no era menos triste ni menos difícil de soportar la
dio caza y a poco rato logró alcanzarlos.
hediondez de los cadáveres.
Cuando Cuauhtémoc, q. estaba en la proa, y se disponía a pelear,
Aquella noche misma resolvió Cortés por su parte acabar la guerra
vio las ballestas de los españoles armadas, y las espadas desnudas contra
con una sola hazaña; lZG Cuauhtémoc por la suya trató de 1-7 fuerza su
él, se rindió y declaró q. era el Emperador.
salud y se embarcó en una canoa montada por 20 hombres pa. bogar
García de Holguín, gozoso con tan buena presa, volvió la proa .y
con más velocidad-
llevó su prisionero a Cortés, q. lo recibió con mucha reverencia.
Al amanecer se adelantó Cortés con su gente y cuatro piezas de
Pero Cuauhtémoc, al verse en la presencia de ‘Cortés, echó mano a
artilleria, en el barrio, en donde loa habitantes que se habian escapado
su puñal, diciéndole q. había hecho todo lo posible para defenderse y
defender a los suyos, y para no verse reducido al estado en que se encon-
11’4 Está roto el papel.
15 Idem. traba; y que, pues a fuer de vencedor, podía hacer de él lo q. le cumpliere
1-0 Idem.
‘27 Idem. 1x3 Está roto el papel.
188 MARTí / FRAGMENTOS FRACMENTOS 189
más a su gusto, le rogaba, q. le quitase la vida insoportable pa. un prín- i Estamoa fundando!
cipe despuésde la pérdida de su imperio. Determinación conocida de que obraremos sin odio el día que nos dé
Consoló a su cautivo lo mejor que pudo Cortés, asegurándole que la historia la autoridad en la casa propia que recibió de la Naturaleza.
no corría peligro su vida, y lo llevó a un mirador, donde le suplicó iPero qué somos ahora sino un pueblo desmigajado? iPintar las
mandara a sus súbditos, q. aún se resistían, a que se sometieran. Cuauh- ciudades? iPintar el campo?
témoc lo hizo así; los mexicanos dejaron las armas, y se dieron a partido,
si bien a pesar del gran número de los muertos y de los prisioneros, ¿Y los negros? iQuién que ha visto azotar a un negro no se ccmsi-
todavía eran más de 70,000 combatientes. dera para siempre su deudor.3 Yo lo ví, lo vi cuando era niño, y todavía
De este modo ganó Hernán Cortés la famosa ciudad de México el no se me ha apagado en las mejillas la vergüenza. Para los espíritus
día 13 de agosto del año de gracia 1521. Todos los años se celebra .supremos,que han recusado como innecesarios los honores, estas ansias
ese dia en conmemoración de tan fausto acontecimiento, y se pasea en de justicia son caso de hidalguía. Yo lo vi, y me juré desde entonces
procesión solekhe el estandarte real con que se ganó la ciudad. a su defensa; no a aquella que consiste en halagarloS con declaraciones
Puede asegurarse por consigte. q. semejante conquista fue por lo bellas cuando se neceaita de su simpatía para ganarse fama o posición,
menos tan señalada como la más considerable ‘de las victorias que la o echar de su fama algún rival, sino la que consiste en irlos levantando
antigüedad nos presenta en sus fastos. Allí murió uno de los mayores con amor, en irlos salvando de sí mismos, en los yerros naturales a que
monarcas de la América, y allí quedó cautivo uno de los más valientes los expone su pena acumulada, en irlos defendiendo de las exaltaciones
capitanes q. jamás se vieran en aquellas regiones. de sus propias pasioneso de las que encienda en ellos esa raza criminal
El sitio duró 3 mesesdesde que los bergantines fueron llevados a de aduladores de las turbas, seta venenosa que le nace siempre a la
Tlaxcala; asistieron a Cortés en su empresa cerca de 200,000 indios y virtud, caricatura a veces admirable de la gloria. iComo si bastaseinvocar
900 españoles. Tuvo 80 caballos, 18 piezas de artillería y un número la virtud para poseerla! Los que la poseen, rara vez hablan de ella.
igual de bergantines. iNecesita el Sol privilegio de su fuego o certificado de su luz?
Matáronle 50 españdes, y 6,000 indios aliados, y 6 caballos; pero la Desconfíesede los que comercian sin miedo de las cosas santas.‘=
pérdida de los mexicanos fue horrorosa: además de los que perecieron
de hambre y de los que arrebató la peste, murieron a manos de sus
enemigosmásde 120,000 personas,y una parte considerable de la nobleza. 287
que casi toda acudió a la defensa de la capital.
apestado, en lo que a veces tienen razón, porque los hábitos de la mente vkos, texmos que desnudarlos. Venimos con los deberes de la mayor
crean gustos para satisfacer los cuales suelen vender los hombres el honor: edad, y tenemos que probar que somos capaces de ella.
pero en lo general no están en lo cierto, porque la virtud no se pierde por Pero habian sido vanos los años, los tratos virtuosos y malignos, las
necesidad con la cultura, sino se acendra con ella, y en presidio los cultos enscfianzns libres y de mera república, no las de mímica republicana que
resistían más que los labriegos; que bajo la levita cruzada como bajo el gob. ha permitido ensayar en Cuba a los auto., y q. nó han podido ser
la camisa infeliz caben igualmente el apóstol y el bandido. iQué piel es rnk que lo que habían sido antes con más gloria y libertad las enseñanzas
más sedosa que la de la serpiente? iQué lengua es más fina que la de del campo, y las que por el trato abierto con 10s hombres y SUS engaños,
la zorra? iQué dientes brillan más que los del lobo? La Naturaleza, para han sido antes y despu& de la emigración.
hacer más meritoria la virtud, ha hecho amables y seductores a todos Importa reconocer en esta emigracicin una entidad moral y una ba-se
los que atentan contra ella, y reparte por igual sus dones entre los que de República, de gran importancia, porque han vivido juntas, conocién-
corrompen y los que fundan. iGuardaos, cubanos, del brillo de los dose y estimándose, y perdiendo en el roce la soberbia, ignorancia y
sables y del de las palabras, ved sólo el corazón, y si como ovejas os han desconocimiento que pudieran dividirlas, todas las clases sociales, tal
de llevar alguna vez, pensad que hasta el vellón ea blanco! como ha de ser en Cuba si ha de haber república verdadera, allí donde
se corre el riesgo de que como antes surjan revoluciones literarias o
Se amenaza con nosotros a Cuba. Sépase lo que somos nosotros. La locales, usurpando por lo revuelto de la situación el carácter general de
sombra es buena para el crimen. A los que quieren ser criminales en 1~ la revolución, y minándola en lo mejor de sus frutos desde el nacer,
sombra salgámosles al paso para que no se valgan de nosotros. como antes.
Lo que se fragua por los españoles. Si estas cosas se realizan; si viene
la revolución, aquí la tendremos prevista y preparada, grande y generosa.
289
ese ridículo odio de los políticos pequeños, a todos los que no forman
en su propia bandería. Acá no hemos de ser así, sino abarcar en igual
iQue por qué nos juntamos? iQue tenemos hoy más esperanzas que
amor a todos los que de buena fe trabajlan por la patria.
ayer? iQue nos alegramos de esos disturbios que convienen a nuestras
ideas? iOh no! icómo nos hemos de alegrar, aunque traiga luego libertad
288 y decoro, de lo que traiga ahora muerte? iPara nosotros. todo es dolor!:
lo que sucede tal vez ea que tenemos un culto triste y lo honramos: que
vemos un peligro, y lo afrontamos para que dé buenos frutos; que que-
Símil del árbol: ;A quién no sacude, estremece como a rama el remos, yu que estalla el patriotismo, limpiarle el paso para que vaya con
amor de la patria? iQué importa? Ruja el viento. Cáiganse las ramas pocos obstáculos a la victoria, y no caiga en los escollos, antiguos y
una a una. Muérdanos el hacha el tronco haciéndolo vibrar. El amor nuevos, que ya en la sombra 6e levantan.
crece, crece como 10s pinos, crece como las palmas. Y desde lo alto de
él se ve pequeño el mundo. Cabeza austera y radiosa, que se va levan- Si esperamos en vano, bueno; si otra solución es superior a la nuestra,
tando por los aires. ~NO temblamos en cuanto oímos hablar de la patria? bueno: lo que importa no es que nosotros triunfemos, sino que n/ patria
sea feliz. Si en virtud de otros esfuerzos logra nuestra patria calma
Pensando en cómo será la guerra corta, cómo se ha de hacer todo relativa, si más que por los de otros, por los de nuestra actitud, por nuestra
desde el principio para que con nuestros elementos heterogéneos se pro- fue& secreta y constante, por el látigo invisible que aquí todos tenemos
duzca el menor mal posible, cómo se ha de organizar la hacienda. Porque eu las manos, por la espuela que tenemos aquí todos, caballeros en el
nosotros, enclavados como estamos, entre pueblos E. U. e Istmo, no te- ideal, se iogra,-ibueno!-
nemos tiempo ni para errores, ni para travesuras políticas. A los tra-
FRACJI ENTOS 193
MARTí / FRAGMENTO?
Esto ha de venir de todos y no de uno, porque la patria no es juguete; sacrificio en largos años de todos, que lo que cumple es conservar sus
ni se la ha de agitar cdo. la vanidad lo mande, ni es pedestal de ambi- fuerzas, allegar sus elementos, darle ejemplo de virtud, ayudarle a man-
ciones, motivo acomodaticio de astucias fáciles y exhibiciones resonantes, tenerse en ella. y cuando más. preguntarle lo que desea; que eso siempre
sino ara suprema donde se debe llegar, con el corazón puro, limpias hay modo de decirlo, disuadirla de lo que no debe invitarle a lo que
las manos. debe: pero ahí han de detenerse la ambición y la arrogancía.-
Eso también pudiera aprenderse de aquí, aunque ya se ve que los
Pueden los pretenciosos creer que de su propio cerebro ha de partir que no somos de aquí lo sabemos, y es el hecho polí r31
en la hora en que les parezca bien, la guerra patria:-puede un militar
engolosinado, etc., pero los que hemos dejado la vanidad donde debe iQuién es el desconsiderado que por terquedad o ignorancia no sienta
quedar, sabemos gotear sobre su corazón la sangre que se va a derramar en consecuencia
de sus actos?
290 Guerra en buen hora, cuando surja del país, y cuando tenga más
posibilidades de victoria que de derrota.
Aun cuando la tuviéramos en n. manos, y bien sabe Dios que aquí
iQue no puede la emg. llevar la guerra? Llevarla, siempre puede; no cuesta trabajo empujarla sino contenerla, corazón a corazón iríamos
será que cree que no debe. Será que espera a llevarla cuando deba. Será llamando, rogando porque contuviesen sus ímpetus y sujetasen las alas
que hay en su seno mucho hombre honrado que prefiere dejar que los a la gloria, para que no diesen rienda al valor impaciente hasta que ya
hechos históricos culminen por sí con toda su fuerza natural a preci- no hubiera modo de salvar sin esa desventura a la patria!
pitarlos por satisfacer impaciencias culpables, a comprometerlos con una
acción prematura, para con una acción que habiendo de trastornar, de Que los cubanos estamos perdidos! Un viejo, D. Silverio. Un niño,
afectar, de ensangrentar, de desencadenar todos los dolores de la guerra Mármol.-
sobre ei país, debe esperar para ser a que, por todo lo visible y de modo D. S. prudente en la guerra, no odiada, que me venía a ofrecer 6us
indudable, no sólo necesite el país la conmoción, sino que la desee, por tres hijos. La vida seca las lágrimas, pero aquell,a vez me corrieron
el extremo de su desdicha, y lo irrevocable de su desengaño? Aquí no sin miedo de los ojos. iQué tiene la historia antigua de más bello132
somos jueces, sino servidores. Las pasiones, a las cuevas, y donde no Pintura de Mármol: potro enfrenado.
se las pueda vencer! Aquí, bondad de estrella, claridad de astro.130
Y si algo necesitamos de aquí, y eso mismo no sé que no lo necesi- puestos como por el destino para decir y hacerse a su hora lo que
ternos, porque entre nosotros muchos la profesan, es esa modestia pública, no puede decir y hacerse en Cuba; para ordenar lo que no puede allí
a menudo violada por los hombre6 que con razón se estiman por 6u ordenarse.
carácter e inteligencia, cuya modestia no sólo consiste en no decir, por
mero deseo de popularidad, lo que la patria no haya menester práctica-
mente, sino en sentir que la patria no descansa especialmente sobre los 291
hombros de ninguno de sus hijos. (Todos la hemos hecho, y nos per-
tenece por igual a todos) ; que tal como es, a nadie pertenece especial-
q. ni los más adelantados de sus miembros, sea por
mente, ni a ningún atrevido, ni a ningún grupo de arrogantes, ni a ninguno
Autonomistas
de los numerosos austeros, callados o locuaces, que la honran, porque
es la obra de todos, de la prisión y el desamparo, y la bravura ) el
131 Tachado en el original.
rsa Tachado en el original. 183 Idem.
194 MARTf / FFUCMENTOS FRAGMENTOS 195
Y amennzan a éstos por sus complicidades revolucionarias. Es hora cubanos no se han hecho iverdad que no se han hecho? para masa
de decir que jamás las han aceptado; que a,lssy que si mañana quisiesen engañable y Ilevadizo. Como todos los hombres se entusiasman: pero
venir a la revolución porque se hallan desengañadosde aquello de que en seguida piensan-y son dignos de la República, porque no entregan
nosotros nos desengañamoscoystantemente,ea de justicia decir que jamás, su juicio.-
por ningún acto privado o público ee han ligado con los revolucionados Esto viene de todas partes, sin que sesepa cómo, sin que nadie anuncie
los autonomistas. iPor qué se ha de falsear la historia? iPor qu; se criminalmente más de lo que es, sin que se hayan de levantar fuera de
ha de tomar pretexto de una mentira para derramar la sangre y segar aqui más esperanzasque las que el hecho mismo desnudo y revelado
1osrecursos del país? como ea en su espontaneidad justifique.
iQué importa que pensemosde diferente manera, en meros métodos;
y la esencia de lo tierra y el aire, y la ctemidad de la sepultura: icómo Si es español justo, viven en paz con él. El español en Cuba gana
pueden no ser hermanosen la vida los que han de serlo en Ia muerte?13* con nuestra influencia. El, salvo los que tienen el corazón malvado; salvo
Esa arrogancia, ese ceño, esa pelen por la autoridad o la fama, que aquellos en quienes parece médula de los hueJos el odio (I nuestra
son cosasque en lo grande del mundo caben en un grano de anis o en raza, sus propios hijos, el de los que traen metido en el corazón el lobo
la cuenca de una pluma de ruiseñor que se lleva el viento: esasridicu- de sus montañas, salvo el que no tiene hijos que se lo endulcen, o no
leces femineas; esos celos de aldea, indignos de mentes ilustres y cora- ama II mujer que le suavice y lleve nuestro aire, él puede vivir en paz
zones levantados, han de desaparecerde nuestra tierra, jsi han asomado a nuestro lado. Antes de que le resistiéramos, no, porque noa despre-
en ella la cabeza!-Repúblico es el mundo: de muchos, el valor; de todos, ciaba. Ahora si, porque nos respeta. Aunque la revolución, que es nuestra
igual mérito: cada hombre ea un hEroe y un orador oculto; ódiese la madre, no hubiera hecho más que esto, ya debieran tenerla siempre en
hojela, el disimulo, la hipocresia, la falsa virtud, la vileza que sueleenmas- sus labios pa. bendecirla todos los cubanos.
cararse con frases llameantesy talentos simpaticos; pero seaesa saludable
indignación 10 único que separe a unos cubanos de otros. Es mucha la
originalidad de n/ tierra pa. pensar en comprimirla; es mucha la verdad 293 ‘30
aprendida en el campo pa. reprimirla con imperios teóricos; es mucho
el mal de 135aquellas almas encanecidns en la milicja, que sin ver que
no son más que brazo, ya no saben vivir sin ella, y en vez de warla -Llega un español a ofrecerse a las decisionesde la junta. Se le
en pro del país, se usan sobre él. quieren ir encima.* Barrundia y Molina lo salvan, y 10 oyen. Entre otras
cosasdice, al oir el calor con que defienden a los indios:-
-Y no los veis raza bestial hecha p? la obediencia.
292 -Se recuerda lo que eran cuando la conquista.-
-Y les veis la torpeza en el rostro.-Son los tres siglos de nuestra
iPor qué estamosaqui? iPor que! desembarcóBiriben? iSerá que esclavitud los que les pesan sobre la frente, y oprimen sus mejillaa. La
algún militar ambicioso, será que alguna reliquia temible de la guerra, esclavitud desfigura, y la grandeza embellece. Los cascos de nuestros
será que tomemos por estado natural del país la alarma común, nos alu+ caballos les pusieron de ese modo el roatro.-
cinen de laa acciones verbosas? iSerá que algún descarado intrigante -El pueblo en general.
hable de estos o aquellos lutos para servir fines privados?-No: los -Un indio llega: le quitan el huacal.-
-Llega el español.
lZ3 Varias palabrasininteligibles.
131 Párrafo tachado en el originol. 199 Véanse,en el volumen18 de estae Obras Completas, págs. 155-175, loa frag-
183 Algunaspalabrasininteligibles. mentasdel dramaindio que hfartí escribióenGuatemala.
1% MARTÍ / FRACYEWTOS FRiGMENTOS 197
-El espaiiol quiere echarse sobre el indio: es empleado: el pueblo Pedimos: 19 representación en España: se negó.-Luego, Curtes en
se atemoriza; llega Martino.- América: se negó.
-Escena entre el español y Martino.- -Un criollo, que se resista a la independencia.
-Escena final. Barr. y Molina. -Un noble, que hable así:
Valle a la cabeza del partido españolista. “NO se puede soportar que lleguen D mandar los plebeyos. ,Por qué
nos hemos de codear con hombres nacidos en el polvo?-Haya Reph-
A Riesgo n/. hermanQ, llaman La Proclima de Acevedo. blica, po. sea nuestra.
El tepulucal (tapa el c...) de Izquintepeque, ea taI vez la misma vibora
blanca Ulum: excreta por la mitad del cuerpo: tiene dos cabezas pla- PRINCIPIOS DE BARRUNDIA
teadas; ligera. Muy deleznable.
I.-Independ. absoluta;-vivísimo amor patrio.
Ari-Argueta: en el mapa de Fuentes = de Lu poses& de Argueta.
II.-Amor a la clase pobre.
Luego en indio ari indicaba señorío.-Y iarya no significaba señor en
III.-Períodos raudos y brillnntes:--E~I hlolina, frases sobrias y
Asia vieja?-De ahi aryano.
concretas.-kiay algo de Bolívar en Elnrrundia.
Sueño: Soñé que me querían echar una gran carga encima y cor- IV.-Para fin de su peroración en casa de ?río!ína:
coveaba.-Jkscripción homérica.-Carga brutal y resistencia viril.- “Hombres ignorantes que no tenéis ojos para ver las ventajas de
ntro. suelo hasta hoy frustradas por la tiranía! cobardes sin corazón
La semilla del tabaco vino a Centro América de la Habana: libro pura tener patria y defenderla!--;prer qut? pretendéis hacernos tan es-
de Fuentes. clavos como vosotros? ipor qué queréis mancillar d::sde luego 10s laureles
del pueblo independiente? ipor qué en vez de c;~~,t:rr ia glorias dc la
-La independencia se ha hecho ya un sentimiento común, y se mani- patria libre, andais con el sembiante oscurecido: r~~.>;ce,t~ndo ios medios de
fiesta en loa escritos, en las conversaciones privadas y en los enajena- encadenarlo y predic& que somos débiles p3 sostener ur:a libertad abso-
mientos de alegría que se repiten a cada paso en los pueblos. luta? La debilidad está en vuestras simas sin resorte, y 120 en el pueblo qtic
-Voto particular de Barrundia, Córdova y Molina. juró morir antes de ser esclavizado: la incapacidad cl& en otras cabezas y
-Las Casas vio matar a un niño indio, hacerlo pedazos y echarlo a la nulidad en vuestro carlícter de esclavos. Reronc;cwi lo ‘1” vale un pueblo
los perros. libre, o marchad a buscar un amo a quien sprvjr t una nrtci6n menos
independiente, donde el siervo no choque tanto k h:,?lltrr, libre.
PRINCIPIOS DE MOLINA
de son besoin d’amour-que le Torelli, un ouvrnge de la pensée richemcr,: aposento quebrantado, negro, como colores que lloran su partida. Acá
vetue, merveilleusement inspirée, mais que re sortit pas du coeur- una rosa, allí ma guirnalda, allá la columna envuelta en gasa, aquí luengcu
qu’inspire, mais qui ne sort pas du cerveau qui construit. cortinas negras colgando sobre el frente de las casaa.
Ce sont des 117 oeuvres d’ un peintre savant, non pas du poéte inopir6 Edificios enteros estaban ceñidos por bandas de cresponescasi gigan.
clue peint sous les propres passions dans des voix mopnifique~“.13R tescosy muchasgentes vinieron vestidos de duelo riguroso.
En los vapores que cruzan llenos de gente la bahía, en los carros del
tranvía, notábase un silencio de sepulcro, y en el rostro de los viejos,
295 de los jóvenes l*Q
pensamientoy albedrio, a que por nosotros las mueva, y a su sabor nos publica, la teoría darwiniana: que todo esto, si se recuerda bien los peti-
guie y ensille; porque si se usa mal de ellas, como hacen siempre los metres de brazos en punta que nos han dado motivo a esta disertación
que se ven con muchas bridas en las manos, habremos naturalmente de viene casi a cuento, y es la explicación de toda ella, nacido de habernos
dar cuenta del empleo de las riendas que nos fueran dadas por Naturaleza asaltado el pensamiento de que los que a tales petimetres viewn, no
para nuestro propio uso. Por aso cuando los hombres ae vieron encima, creerían con los darwinianos pacotilleros, que el hombre viene del mono,
trabajando con las bridas de si que habían durante siglos venido dando, sino que va a él. La Iluvjn azota: la luz eléctrica esplende y foguea:
el aire es todo un
un mundo falso de tamaño colosal, que les quitaba ya el ser y el aliento,
con uñas y con dientes pelearon para echar abajo la trabazón monu-
mental y recobrar sus riendas: y ahora que las tienen en la mano, cada
vez que asoma, en lo que aquel falso mundo tuvo de entrañas humanas 297
y legitimas, aquella antigua fábrica, no bien derribada aún de todos
sus lados, los hombresse,irritan y alarman, y dan sobre ella con grandes Los unos, pálidos como si les hubieze sucedido una desdicha, y silen-
bridazos lo cual no impedirá que cuando la cólera pase, y la añeja tra- ciosos como los acompañantes de un féretro, sin cuidar de la lluvia que
bazón esté ya toda en tierra, se vea, con los vestidos nuevos y sencillos los penetra, hacen camino para sus casas. Los otros, roncos de hurrear
que el hombre le fabrica, aquel espiritu divino, resplandecientecomo tm y ebrios de gozo, acompañan con los pies sus vociferaciones, acuden en
monte de astros, que creó, mantiene y alegra el Universo. alto sus paraguas y sus sombreros, dan vueltas como poseídos, hacen
Pero ahora andamossin mucha confianza ni seguridad en aquel espí- gestos extravagantes y desmesurados; y es cosa de cada instante ver cómo,
ritu, más ocupados en exterminar a los que lo vistieron mal que en reco- confundidos uu momento por el júbilo, se dan de manos reciamente un
nocerlo, y como temerosos de que el acatamiento parcial de él, aunque pobre gritón, más vestido de lluvia que de ropa, con el rostro iluminado
sea justo y a la callada de la conciencia lo reservemospara más tarde, por el resplandor del triunfo ajeno, y un señorito de comercio, de hongo
contribuya a resucitar el poderío de los que eo su nombre vendaron, castaño, gabán corto y bastón de puño de plata, cogido por la mitad, a
amordazaron, desalaron y envilecieron el espiritu humano sobre la tierra. manera de palo de pelea isleíío, que así lo manda ahora el uso ingks,
Y de que esa fe suma e inspiradora falte, viene que haya penuria de acá señor. Quién ha visto un canguro, ha visto andar a uno de estos
las artes y letras, que nacen de ella. Y despoblados los cielos, y OO mozalbetes. Van con la cabeza inclinada hacia adelante, como embis-
repoblados aún, se entretiene el hombre en el copiarse a sí mismo, 10 tiendo; los brazos llevan colgados, pero apartados de los costados hasta
cual puede ser que eaté haciendo ya con nimiedad, escándaloy demasía; el codo, y doblados en ángulo inflexible, las medianerías de atrás del
mas dejará fruto de verdad detrás de si, y va educando a la razón para cuerpo las llevan prominentes y con feo balance, como de dama de alquiler
pensar, con datos seguros, sobre la probabilidad, superior sentido y elo- que quiere ser notada, y andan a grandes tramos, como sobre resortes,
cuencia de las cosasuniversales mayores. A esto obedecenlos mosquetes, muy convencidos de que van con ellos Don Juan y su fortuna.
árabes y majos que están de moda en la pintura; las novelas, estos sol- Están de moda los detalles, en letras, en pintura, en política, en filo-
dados oscuros y gloriosos, en la Literatura, los detalles, pasión y base sofia. Como a los que se dedican a trabajos de pelo sucede, de tanto
moderna que para mañana ilustra, pero que para hoy empequeñecea las mirar de cerca, se pierde la vista. Se vino abajo el mundo viejo, y
ciencias, de grandes segadores,los científicos; y los naturalistas mismos es natural que se acumulen ahora, piedra a piedra, los materiales del
en las letras,-que ellos son, aunque entre ellos haya científicos falsos, que ha de reemplazarlo. Los hombres se dan en esto una prisa gloriosa;
los científicos de la Literatura. Con los granos de estas miesesse hará pero cegados con el polvo de la fábrica, encorvados bajo el peso de los
el pan futuro. Pero el que se aísla en la contemplación del detalle corre materiales que allegan con sus manos y acarrean en sus hombros, no
riesgo de incapacitar su mente para la comprensión y penetración del bien seguros todavía de lo que darán de sí cuando se empalmen y en
conjunto: como de estudiar en un solo punto la analogia universal ha acomodación juiciosa enseñen la nueva fábrica del mundo, sucede que
surgido, como consagración incompleta de una verdad que el Universo no alcanzan los hombres aún más que a presentar y bosquejar confu-
bLUtTf / FBMMENTOS
FRACMENTOS 203
202
Y esta melancolía y este verso que me quitan la pluma de la mano.
samente, en consecuencia de lo que tienen conocido, el resplandeciente
V. me probó su inutilidad no diciendo 1 palabra de La E. de Oro, que
mundo nuevo.
fue una obra desconocida. Escríbame su resolución. Espérola, parn
Tras las épocas de fe vienen las de critica.-El hombre, avergon- publicar que ya no se imprime.
zado de haber dejado mucho tiempo sin ejercicio sus facultades. se encar-
niza en su empleo; y de haber causado con su abandono que se las
Los escritores mejores, cuando no escriben todos los días, usan más
desdeñaran, se revuelve y entra en orgullo y miedo, y quiere que sean, y
pnlabraa de las necesarias- .-y el mérito mayor del estilo es no usar
se las tenga, por omnipotentes. Siempre, después de un diosismo excesivo,
palabra que no sea indispensable, y así se ve de realce toda la fuerza
ha venido en la historia del mundo el diosismo humano. La fiebre de
y belleza de lo escrito. Saberse sacrificar es el precio del éxito durable
soberbia se calma; los dioses convencionales quedan deahechos; pero
en todo. Eso es lo único que le quitaremos.
el hombre, descontento de sí o cansado, o incapaz dc explicarse por si
Mientras haya algo que decir, nada es largo.
mismo, o sincero, deja que surja de sí serenamente, como un aroma,
el confuso y deleitoso espíritu de Dios que le dio vida; que apretado
por los aires, a los vapores y luces de la Naturaleza, con el de los demás Avis. Cubano: White.
hombres, condensa el Dios nuevo. La rozón, como un soldado leal, depone Temas variados-Danclas.
las armas después de la victoria en el altar impalpable e invisible de lo
maravilloso.
299
238
Entre las flores del sueño
Oigo una música vaga-
Es imp.: V. cómo pudo pensar eso, acaso haya cwído V. q. el no Oigo un susurro de selva
haberle escrito fue tener a su juicio en menos de lo que le aseguro, En calma serena de playa.
como si pudiera ser yo desagradecido, o ver con tibieza o qn. muestra
un alma tan caballeresca y leal como la suya. Aunque 110 fuera mlis El remordimiento asoma
Su cabeza desgreñada
que por interés, debí mostrarle más afecto, porque hablaba el corazón
El venidero tifón
de los que lw lo q. dice, y no esti de más en el mundo tan lleno de maldad,
Turba y enciende las aguas.
buscarse amigos. Pero es que, en secreto, le puedo decir que yo me
levanto con el dia creyendo que no puedo llegar vivo a la noche,-que
Luego serena aparece
vivo así desde hace 10 años, que sabrá me pongo en pie, como un ermi.
Rondando sobre las aguas-
taño, cdo. creo q. mi tierra me llama, o cdo. con lo q. haga puedo ser-
Una canoa de indios
virla,-y que me tengo en bien poco, o por crcer como que en mí hay
En. la sombra se dilata.
algo de útil, que me es imposible ocultar, en las cartas privadas, que
hablan de cosas que me son exclusivamente personales. ¿Si te decides En el cuerpo transparente
a venir, a qué escribir la carta? JA qué escribirlas si pueden creer q. las La línea eterna se marca-
acribes p@ asegurarte la amistad del crítico, y no para decirle q. lo i Así se queda dormido
quieres de veras? El q. vive en tierra extraña!
110 Palabraininteligible.
204 MAETf / FRACYENTOS
enamorada los hermanos de la vasta tierra, un caluroso, indómito, magni- El Centenario, pues, que celebramos hoy, es el centenario del naci-
fico, ferviente y generador amor humano. miento a la vida de una familia, de un continente libre, es el centenario
del advenimiento a los libres de la tierra del hombre americano. Y
No fue, pues, el advenimiento de Bolívar, mero caso político que el
brindamos, Señorea, por el Continente libre,- y porque no se apague“’
odio, que es mal fuego, enciende, y que cierra con la última batalla.-&
Con Bolívar, se dio al mundo el hombre americano, expansivo, pu-
que las montañas recogen en su seno gran suma de la tierra americana
jante, y suntuoso como nuestra naturaleza.
y en creciente punta la levantan: así vienen de la tierra hombres monta-
ñosos máspagados del interés humano que del suyo, que como a crimen
No fueron rencores mínimos los que sacaron a luz al héroe egregio,
miran cuidar más de sí que de los otros, que sobre la frente llevan, por
sino la madura pujanza, sazonada al calor y necesidadde esparcimiento
santo misterio de martirio, los yugos que sobre las frentes de todos los
del mundo americano. Y como mar que se desborda de su cauce cuando
demáshombres pesan, que se cierran dentro del pecho, como huéspedes
el Sol vierte sus rayos desde el alto 14sasí, como si trajera dentro del
propios, los dolores humanos, que recogen en su seno, como la tierra del
pecho todo el fuego hasta entoncesescondido en las entrañas de la tierra,
llano a In montaña, las hidalgas iras, las sofocantes humillaciones, las
se desbordó Bolívar por la América. No se forjó corona sino que la
generosascóleras, los bochornosos sufrimientoe de los infortunados de
quitó de otras sienes y pudo ponérsela sobre las suyas, la ciñó a la
la tierra.-Es que se siente en el rostro el calor abrasante de una bofetada, frente de los pueblos, sus hijos. No encarceló almas, sino que montaba
cuando se ve a los hombres encorvados, puesta la frente, no rumbo al en ira cuando a pesar de 14’ compeler con sus 14sfebriles todas sus
cíelo, sino a las plantas de un Señor; es que cuando los tiempos o los ligaduras.
pueblos tienen por hábito o necesidad que hacer hombres, la Natura-
leza tiene por costumbre sacarsedel seno maternal quien los haga. Y
302
la Naturaleza Americana puso su espada nueva en manos de Bolívar.-
iLa espada de los pueblos libres ! La espada del descorrido acero!;
la espads ígnea que va a tajos personas rompiendo y no tallando losas No viene. iQué hombre es éste? Los que nos conocen, los que nos
de sepulturas sombrías, sobre la espada que, más que a combatir a un calumnian, los que recibo de visita, un poco por desdén y un poco por
enemigo, escasoy secundario objeto para almas de valía, vino a anunciar miedo al abandono, los que me sacan a los labios todo 10 que tengo
a la tierra, con mensajesy anunciador digno de él, el advenimiento a las de maligno, y más vienen a atacarme que a defenderme, esos vienen
siempre. Y él, el único que sin interés aparente me muestra cariño, él,
escenasdel mundo, del continente donde echará fuego el Chimborazo, y
que parece darme el alma con aquel modo con que me mira, él, que
rueda con caudaloso tamaño que refleja al cielo, el Amazonas.
sabe que por lo menos será visto con placer, e indudablemente tiene
No encono, no ira estrecha, no odio vulgar e infructuoso, pusieron placer en verme, él no viene. Siento, en el aire, yo no sé qué, en las
sobre la espalda de Bolívar aquel manto de llamas con que para siempre conversaciones de los que lo conocen, en una muestra de afecto indí-
le ven ya los hombres: las guerras mismas, que son crimen divino más recta, siento que piensa sin cesar en mí. Recuerdo que, cuando me vio,
que humano, puesto que el que nos dio la vida, no nos dio la manera despuésde estos tres años de ausencia, no pudo hablar, y me tendió
de evitarlas; las guerras mismas, cdo. sea preciso y oportuno hacerlas, las dos manos, rebosando de gozo. Verdad que, ahora lo recuerdo, yo
han de hacerse de modo que luego de romper Id4 los victoriosos aceros, me adelanté hacia él con las manos tendidas. Bien, sí. Pero yo tal vez
puedan sentarsea comer el mismo pan, los enemigos, enjugándoseuno a tenía meditada aquella entrada. No sé bien, pero me parece que la tenía
otro sus lágrimas de hermanos.- meditada. Primero bajó mi tía. Yo me llegué a la puerta de modo que
Celebremos, Señores, el advenimiento al mundo del hombre ameri-
145 Tachado este párrafo en el original.
cano, celebremos. 146 Dos palabras ininteligibles.
147 Roto el papel.
148 Idem.
144 Varias palabras ininteligibles.
208 MARTÍ / FRAGMENTOS
FRAGMENTOS
Causas que producen felicidild, inefable y genuina dicha, hay varias del vuelco que sacar del pecho del pueblo las fieras que aún en él ae
en la vida, y ninguna impura. Pero estados berdaieros de felicidad, sólo nsientan, y agitan-como costados de volcán-en sus hombros.
dos ocurren en la vida del hombre. No de la infancia: el placer verda. En ningún país cortejan tanto los de arriba, con error que pueda
dero consiste en la conciencia de teuerlo. Sin col;cicncia del goce, no acabar en su final catástrofe, a los de abajo, como en los Estados Unidos.
Iny goce. Son estos dos estcidos: t?,lde la adolescencia ahombrada, cuando Como todo depende del pueblo que elige: periódico, diputado, senador
se \~ve sin responsabilidad, entre gente y de gente tambiPn joven,--) y magistrado,-todos lo halagan.
luego de ia responsabilidad, la dulce y penetrante compniiía, 13 sagrada
y fcltilicante compniiia de un alma tierl!a, prendida a la nuestra como Li hung chang. El marqués de Theng.
los braws al cuello en el momento del abrazo. Más: como el ala a
Rebeláos, oh mujeres, contra esas seducciones vergonzosas; ved antes
las ~ws.~*~
de daros, si se os quiere, como se adquiere una naranja, para chuparla,
Ningún objeto aparece indigno si compsra o si da idea precisa y
y arrojarla, o si se os ama dulce, penetrante, espiritual y tiernamente,
directa de la nattwaleza infinita.lúO
sin sacudida, sin predominio, ni obsesiones de deseo: si se busca en
De los libros tomó esencia y no forma, e hizo birn en ver pronto que
vosotras algo más que 13 bella bestia:-porque si es la bestia lo que w
todn la esencia no estaba aún en los libros.
busca, 13 primera bestia nueva os vence. Rebeláos, contra esa brutal y
repugnante persecución de los sentidos: dejad de ser carne que morder
304 1.X
y gozo que beber: resistíos, y no os quejéis de ser infortunadas mientras
no sepais ser fuertes. Pues que lo sabéis, estad al aviso: se os busca
La religión subsiste, a pesar de los que so pretexto de mantenerla, casi siempre para el gozo. ~NO os levanta e irrita esta brutalidad? ~NO
acarrean sobre ella los mayores conflictos. El hombre es eminentemente tenéis la cabeza bastante fuerte para resistir estas embriagueces de la
religioso. carne?
La capacidad de amar es el verdadero pergamino de nobleza de los Perreros de Colombia.
hombres. Rey ea el que rima mucho: sólo los que aman bien,-duques,
marqueses, condes:-y los que no aman, gente de horca y pechos fuer3
de toda list3 de nobleza. Por Dios que esta es guerra legi$ma,--la última 305
acsso esencial y definitiva que han de librar los hombres: la guerra
contra el odio. Ni las guerras mismas, que son crimen divino más que humano,
puesto q. el q. nos dio 13 vid3 no nos dio la manera de evitarlas:-las
El hombre es esencialmente religioso: ipues no se le ve forjándose guerras mismas, cuando sea preciso y oportuno hacerlas, han de hacerse
perpetuamente dioses: ya mujer, ya smigos, ya doctrina política, y3 de modo que luego de terminada la batalla, puedan sentarse a comer en
patria? Y muere, como si hubiera hecho un viaje en busca de persona puz del mismo pan, enjugando sus lágrimas de hermanos, los que sin odio
de su conocimiento, 31 fin no hallada! ni pasión se hayan combatido como enemigos 15?pero, ptw ver qué lámina
miraba, fatigado aún de vivir sin estímulo ni objeto, saqué, como de
Tu ne verras jamais un aveugle fumer. arroyo que ya se hunde en el mar, no bien aquella imagen solemne a
cuya sombra hoy nos reunimos aparece, como de titán radiante, que aun
Cuidado! que el que se sienta sobre los hombros del pueblo, de una
muerto no lG3 ante nuestros ojos, ya son alas de tempestad que le baten
sscudida del pueblo viene abajo. No hay mlis modo, pues, de librarse la frente y 13 envuelven, o como si alas de águila alzasen de la tierra
140 Hasta aquí escrito a máquina.
150 Vnrias palabras ininteligibles. 152 Palabras indescifrables.
lõl Escrito a máquina 153 Idem.
212 MARTí / FRAGMENTOS FRAGMENTOS 213
el alma desmayada, y elevasen de la tierra el alma triste, la llevaran en príncipe de Sybaris, de modo que ni una sola hoja de rosa tenga un
ofrenda al Supremo Creador. ls4 pliegue: salgo a la calle hecho una rosa: gesto brusco, un tropezon a los
que encuentro, soy un matón de buen tono , ia mi qué me importa vivir,
ni qué le importa a mi padre?: así, así! un desdén elegante, de modo
306 que resalte más lo varonil por el contraste de los ademanes y del porte
con el acicalamiento del vestido:-y llega la tarde. El Parlamento dis-
curre: el agricultor siembra: el albañil pone un ladrillo: el barco sale
Traidores a Bolívar a si propios y al mar, a zozobrar, a correr riesgos: hasta las mismas bestias trabajan.
Y quienes olviden la práctica ennoblecedora de este magno deber de
vivir por si y para los otros, sin permitir que glorias huecas. o reminis- Yo no soy padre viejo: lo que yo soy es hombre honrado.
cencias pintorescas los distraigan, traidores serán a Bolívar, al sol propio
a esta expansiva, rebosante naturaleza americana. Y este señor, con el humo en la boca y el humo en el corazón, este
hijo que me salió de las entrañas, se deshonra, y me deshonra, y anda
lss y el deber de ser hombres libres, tss la sublime, generosa. pujante, como un fauno ridículo, dejando que se lo chupen hasta el hueso pasiones
acometedora, inmensa de los cielos, magnífica y rebelde, esplendente como sin dignidad y bestialidades corporales! Soliloquio. Dicen los que van a
corona de astros, libertad humana.-Un rival tuvo,-no otro: y no está morir que no son naturales los soliloquios. IPues que se pongan en mi
su rival sobre la tierra.- lugar, a ver qué es lo que hacen, sino hablar solos! Mejor es hablar
consigo mismo que con los demás.
ni se truequen en yugos para las frentes los laureles de Junín y ¿ A ver; a ver de quién ea esto? luna corona de oro con tres y dos
Angostura,- palos, un papel lila, olor de opponax! Marquesa, pues: iy que más da?
Se puede ser marquesa y pipirina. iY ya está mi señor vano: él no ea
el hombre americano. marqués, ni sabe que su abuelo, que lo pudo ser, desdeñó serlo: él
viene de aquella que es su madre y de quien no puedo, con estos labios
que la besaron, hablar mal: pero no es hablar mal decir que era vana,
307 vana, vana: él ha oído de mí lo que decía aquella, de quien no puedo
hablar mal !-iqué pobre de ánimo; qué soñador; qué loco; qué hombre
de bajo corazón, porque desdeñaba enriquecerme de prisa por la com-
Papel lila: olor de opponax: pecado: pecado! esto huele a pecado. plicidad con los delitos que pasan en el mundo como modos de vivir,
iUna pipirina: pues, una comemozos! 1Que tamaño varón ande col- -porque apetecía el bienestar, sí, pero como lo tengo ahora, por medios
gado de los moños de las damas, coleando, como un pavo, rondando honrados,-porque, con la frente tostada por la lámpara y el corazón por
coronas, sombrereando a todos, asomándose allá, anillos en el cuello de el ansia de obrar bien, me preocupaba tanto de enriquecerme como de
la camisa como el puño del bastón, con la boca deshecha en sonrisas, ser honrado, y más de ser honrado, y de ser rico; luego, si en estos
enseriando los dientes todos, molares y caninos e incisivos, desde una tiempos se puede, sabio o genio, q. el genio es disimular, ser honrado y
punta a la otra punta, como una guirnalda de flores! I Que bigotes rico a la vez! él oyó eso, cree eso, se ha educado en eso, la madre me
tamaños sirvan de dosel a boca tan inútil! Amanezco, me baño con lo peinaba como príncipe, me lo vestía como el hijo de Humberto, le
rosas y en leche, como las griegas, me ajusto la ropa como la ropa del arreglaba los cuellos como los de la estampa de In’ y en vez de un hombre
me encuentro este maniquí: en vez de librería al lado de panoplia, veo
1~ A continuaciAn numerosaz palabras ininteligibles. En conjunto, esta hoja se
encuentra en muy malas condicioner. la panoplia, y no veo la librería: en vez de papel blanco, como manda
‘53 Varias palabras ininteligibles.
138 Idem. 167 Varias palabras ininteligibles.
214 -MARTÍ / FRAGMENTOS FRAG.UESTOS 215
la ley, lila, opponax. Este es el nombre pars cl mozo. Este mozo no 6e ya muerto, y Enrique y Elpidio llola. Dos días antes de morir, viniendo
llama Luis Gutiérrez, ni es el hijo de su padre, ni se puede sacar del del combate de Rosario a Jimaguayú, allí encontró la fuerza de las Villas
alma los polvos de arroz. ;Caro mío, te vienes abajo! Opponax de ì!nma y la del Coronel Suárez, que era Jefe de Caonao.-
cl mozo: Opponax : i Gutiérrez? El combate del Rosario lo dio contra civiles. 160 civiles contra 60.
Ign? cargó en el limpio. Excepto pocos, murieron los enemigos.
El palmito entraba en casi todos los condimentos. La tripa del corojo
308 lzi8 se comía mucho.-
El Jira, negro valentísimo, fatigado de dar machete con la mano que matar en línea J dispersos, que ea como atacan y como huyen los
derecha.+omenzó a darlo con la izquierda.-Gregorio Benítez, entonces revolucionarios.
Coronel. salió herido.-12 bajas tuvimos.-5 ó 7 muertos- 42 prisioneros. Gómez envió a buscar la infantería, que vino; y al llegar la del enemigo
La Sacra-l.500 hombres de inf. cab. art. españoles.-200 de caba- al puente, en el puente le esperaban los nuestros, rompieron fuego, los
Ileria cubana.-No había infantería.-Gómez mandaba.-Med. hizo un rodearon, refugiados como estaban cerca del puente, allí quedaron durante
parte curioso.- la noche sitiados. Era una aguada como todas, cercada. Primero se
Por un arroyo seco, salieron al encuentro del enemigo, mandado por atrincheraron con los caballos,-mientras hacían trincheras con las
Báscones.-Los esp. dieron la retaguardia, mandada por Martín Castillo, cercas.-(Durante el día tiroteo) apuntaban n. gente a 1 cordel ó 2 (23
y le cargaban. Castillo rechazó a los asaltantes. El resto de n. fuerzas 8 43 varas). Toda aguada tiene arboleda.-Ellos detrás de los palos. En
salió a la caza de la Sacra, en cuya loma habían colocado la artilleria.- la barranca del arroyo tenían los heridos. Todo el que salia, o cambiaba
Aguirre volvió a la loma, y vio la cabeza del ejército enemigo. Rodríguez de palo, herido o muerto. Ellos como nosotros.-El Brig. González (José)
B--flanqueó por la derecha, y cayó sobre el hospital de sangre. Cayó que llevaba en la primera carga un caballo blanco muy hermoso. Murió
prisionero el Dr. Naranjo. Que fue luego entregado a los españoles.- luego en las Villas en combate. El incendio a Villa Clara y Cienfuegos.
Rechazados por Castillo, que los perseguía, la caballería se metió Tenía más de 50 años. Era cienfueguero,-admirable de valor, de
entre la infantería. Las caballerías van a vanguardia y a retaguardia.- constancia, de infatigabilidad, de amor a sus soldados. Era portero de
Castillo derrotó la vanguardia.-El resultado fue: 60 muertos esp.:-11 una valla de gallos.-“Yo no quiero pertrechos,-sino cápsulas”.-El
ó 13 prisioneros.-Cuando flanquearon los artilleros abandonaron los enemigo intentó y consiguió a la 2da. o 3a. noche una salida de caballería.
cañones.-La infantería cargada por Rodríguez-huyó.-El éxito de la Dejaron en ella armas, caballos y un prisionero. Al 59 día por la noche, ae
acción se explica por la división del enemigo, que no habia acabado de supo que venía Báscones con 2,000 hombres.-Ya entonces, tenían como
llegar y venía en grupos,-y por la rápida y oportuna carga.- 150 bajas. Siguiendo otros tantos soldados,--éramos como 400 hombrea.
Las Guásimas es un potrero,-por Caobabo,-cerca de Jimaguayú.
Venia Armiñán con 3,000 hombres, a impedir la marcha de Gómez a Gómez dispuso q. con la caballería 200 hombres y 50 hombres de
las Villa,--con Maceo con la fuerza de Oriente,--+1 Brig. José González
infantería saliéramos a esperar el refuerzo. Y salimos. Nos apartamos
COII la tuerza de las Villas,-y Gómez con las caballerías de las Villas y
en Jimaguayú. La infantería de frente: la taba. en el flanco derecho.
el Camagüey.- Estaban acampados pasando revista.-iViene columna!
Resistieron cta. pudieron, y nos retiramos por veredas, al resto de la
-20 hombres con un Teniente van a tirotear al enemigo, y entretenerlo,
fuerza q. había quedado en las Guásimas. Llegamos lo que ellos. Nos
como era uso, pa. tener tpo. de prepararse y apostarse.-La infantería
desplegamos en guerrilla frente al refuerzo, que debi,a atacar.-
se colocó a la orilla del monte: la caballería paralela:-Gómez, ayudtes. y
escolta salieron al camino por donde venía el enemigo. La pareja apos-
tada anunció que venía el enemigo: persiguiendo a los 20. En otro camino Al venir el refuerzo los sitiados echaron abajo las trincheras y salieron
colocó la caballería de las Villas, con el mexicano Gabl. González, coronel, a atacarnos.-Les cargamos, volvieron a las trincheras, y las rehicieron.
pa que dejara pasar la caballería enemi,na,-y que, al ser ésta cargada Allí quedaron sitiados, a pesar del refuerzo, Armiñán y Báscones. Al
por vanguardia, cargase también por retaguardia.-iManuel Suárez y día sigte. en la mañana, oímos cornetas: se preparaban p. marchar.-
Baldomero Rodríguez mandaban la caballería. Hecho así, y rechazado el Nosotros nos preparamos p- marchar también, y picarles la retaguardia
enemigo. fue llevado hasta el puente de un arroyo, donde estaba la con la infantería.-La caballeria iba atrás. Mta. se iban retirando,
infantería. Allí murió el Tente. de caballería Virués.-Perdieron de 40 a haciendo fuego por compañia,---como en retirada.-Al llegar a la sabana
60 muertos. ¿Cómo tantos?-El español no suelta ni rienda ni estribo, de Jimaguayú, ellos formaron en batalla; y la retaguardia de ellos
no pueden manejar el arma:-al perder el estribo, hombre perdido. -infantería se apoyó en el monte, y nuestra infanta le flanqueó por
Cargan reunidos, y al caer sobre ellos, es más fácil matar en el pelotón detrás, y los desalojó, a la par q. nuestra caballería salió a la sabana y
FRAGMENTOS 219
218 MARTÍ / FRAChlENTOS
rompió el fuego. Con caballería protegieron la retirada de la infantería rumor va al espacio, el rio al mar, la pasión a la cima, la idea al cielo.
desalojada y así llegaron al potrero Cachaza,-donde cesó la persecución. Una onda produce otras ondas; una rama otras ramas; un hijo otros
hijos.-
Todo se imita y va en escala.-‘@’
Un medio de atacar las columnas, cuando no había armas-fue obstruir
103 caminos con los alambres de los telégrafos y con cordeles-p3 impedir
la marcha de la cabal!cría.- Un hombre tiene pies, un árbol raíces, pies del árbol, como los pies
son raíces del hombre. Las aves son las únicas que vuelan, porque son
Como en Oriente, en cada cafetal había millares de colmenas, las
mujeres. En la misma inmortalidad, debe haber dos sexos. Sólo 10s
ponían en los caminos, tapando las dos cabezas de la colmena con hojas
indios despóticos han podido concebir el cielo sin mujer.
de plátano, con lo que se las puede llel.ar sin peligro al hombro. Las
Laa raíces son los pies del árbol. Los pies son las raíces del hombre.
colocaban amarrando las cajas por medio de cordeles;-y al pasar la
El aire mueve las hojas en los árboles. La inmortalidad mueve las ideas
tropa, halando del cordel, se destapaban airadas las colmenas. 0 las
en nuestra frente.
echaban loma abajo.-
El árbol no ha podido desprenderse, el hombre no ha podido volar
aún. Me da angustia oir el crujido de las ramas, sujetas a su tronco,
La fraternidad de los afligidos:- porque así cruje a menudo mi alma sujeta a mi cuerpo. Alma es 10
En la tierra, el único placer es el cumplimiento del deber: la única que no se mide ni toca. Unos dicen que produce, y otros qui: es produ-
fuerza enérgica--el amor.-De aquél hasta las penas son placeres.-De cida. Podrá ser que del barro brote el oro, pero 01 oro vale más que
éste hasta los dolores Lon impulsos:-en bien o cn mal ciertamente: el barro.
idichoso el que ama a aquella de quien es amado!-Porque ni el amor iPor qué han de ser enemigos el alma y el cuerpo; lo que tiende a
basta ni el cumplimiento del deber basta. escaparse y lo que tiende a retener?
Hay objetos flotantes, reales, puesto que ejercen en mí real impresion. alas son como las ramas J los lienzos. El aire mueve las hojas en los
La veo en la sombra.1e1 árboles: la inmortalidad, laa ideas en nuestra frente. 1s’
Realmente, el cuerpo no ea más que un siervo del espíritu. Ekt como
Pintaría yo a la Oratoria en un joven gallardo, de correcto perfil, un elefante que puede aplastar una flor sin tener por eso
de cabellera desordenada, de mirada de fuego, de imponente ademán, con
el desnudo pecho y el enarcado cuello, mal ceñidos y mal cubiertos por
una túnica romana. 311
La oratoria debe ser: ora acre, como la voz de la sátira; ora paté-
tica, como el dolor; detonar como el trueno, sacudirse como los esclavos,
Hablaba temblando, barba común, labios gruesos, nariz un poco
transmitir e insuflar su propio espíritu, y ser, ya medio alígera de fuego,
chata, pómulos altos, y ojos ardientes y sumisos, como su música, un8
ya desmayada voz de llanto.
constanté plegarie.
Mí dolor ea del cielo!
312
310 162
Decimos al odio: deténte!
Decimos el amor: avanza!
Amargura que me causa su contemplación?-Mis ojos impotentes no
aciertan a decir cuánto los amo. Las prácticas humanas ahogan en mis
labios la palabra.-Si hablo como los hombres me codearán, si hablo 313
como tu hijo, me burlarán-oh Padre! hazla mi esposa: rasga en ella todo
amor a los vestidos de la tierra: haz que me ame desnudo y peregrino:
ona of those timely : aee
y pueda yo, con el espíritu en crucifkión más dura y meritoria que la
Diplomacy-Val. 6 of las
del cuerpo, derramar en las almas la sangre de mi alma, y decir a los
hombres la palabra nueva.
a ti Señor. tU 314
En la misma inmortalidad habrá dos sekos. Beso es distinto de abrazo.
Las raíces son los pies del árbol; los piea son las raíces del hombre. Tem-
pestad y muerte se parecen: la tempestad desarraiga árboles: la muerte, Hacer un verso malo cuesta más trabajo que hacer muchos buenos.
hombres, sopla el viento en las ramas, y alza al roble. Hincha el Norte
las velas y de la superficie del mar levanta el casco. Otro aire mueve las
alas humanas, velas y ramas invisibles, y arranca las alas de la tierra: 315
-analogía.-El casco del buque es como la planta y la raíz. La muerte
es como la tormenta y el huracán, empujan, sacuden y arrebatan. Laa
se paga y toda duraa: Un feliz es un ladrbn, mientras haya infelicea.
161 Véanse los apuntes casi iguales en las páginas 407 a 437 del volumen 19 de
Cada pie calzado es deudor de todos los pies descalzos.
estas Obras Completas.
162 Escrito a miquina. 101 A continuación repite, del fragmento anterior, desde “El úbol no ha podido
168 A continuación repite lo del fragmento anterior desde “El hombre es superior desprenderse”. hasta “lo que tiende a retener”.
al ave”, hasta “porque son mujeres”. 1s Palabra ininteligible.
222 K4RTí / FRAChfENTO- I’RAGSIEPITOS 223
Mis ojos han debido llorar mucho esta noche. Hay en ellos como el El que ha de dirigir los destinos de su pueblo debe sentarse sobre
reflejo de un desierto.-Oh! pobre alma interior, de la que apenas sr la tormenta y manejar desde ella en paz sin que le tiente jamás la vista
sabe nada, sino por lo que se asoma a los ojos! o le tiemble el corazón,‘s*
Evarts al Senado.
El libro sobre Lincoln. 322
Hand biting in a parlor.
La Iglesia Católica.
Exógeno y endógeno
Paulistas.
El hombre ea exógeno y endógeno
Monje.
La gran masa no es capaz de cuidar de sí, lo que es el cimiento de
la República, y se abandona a quien en sus horas de miseria le hace . 323
caridad, y en sus horas de miedo de lo futuro le asegura con una prac-
tica religiosa que nada le cuesta y acaso le agrava por darle la Iglesia
lujosa lo brillante y grindioso que a la propia vida le falta, y toda vida
Esta que tengo delante no es una urna de perfumes de Arabia, aunque
necesita e involuntariamente busca, el perdón eterno; y, prometiendo
lo parece, sino una serenata de José Joaquin Palma. Estrofas no parecen
cuidar de él ,aqui y en la otra vida, le quita el cuidado de sí, que forti- sino cohortes de tristes caballeros. Van rumbo a nubes aitas, canosa ya
fica, desenvuelve y completa al hombre. la barba y (desteñida) la ropilla, sobre los tristes ojos la estelada frente,
Por este mal camino va la República. y bajo la esclavina de hilo de oro, cuajada de esmeraldas, zafiros y rubíes,
por el lado del pecho donde debiera andar el corazón, una flor rota,-que
mar sua attencâo sobre a conveniencia de pasa. da mejor aroma. La poesía, como los lirios de San Juan, necesita de
la noche para exhalar entera su fragancia. Así debe, cuando se desen-
lazan los resortes que mantienen vivo el cuerpo, salir (de él) volando
321 un águila. De otros no; de otros zafios, cosecheros de oro, c?quiladores
de almas, bebedores de gozos, saldrán cerdos.
“1 will no bed her.” Pebeteros de ópalo son estos en que a la- puesta del sol-iay, no ya
a la aurora!-se quema ámbar. Bienhechores son, no versos. En un
Shakespeare: Bertram ín “Al1 is well &“. lamento empiezan; y con las tintes vivas y orlas de oro y montes car-
“1 wili wed her.” mesies y mares cetelleantes de un crepiisculo en los trópicos acaban. Los
ase este poeta, en nuestro aire de colores; y del río que de diamantes
El Tucumeno, de Venezuela, se esconde bajo tierra como el Guadiana, líquidos le esmaltó tantas veces la cabellera de niño toma nardos, y como
y, como dice Magariños: quien deja un beso puro en la almohada de seda de una mujer a quien
También el Tucumeno se pierde en su camino ama desgarradoramente y no lo ha dc saber jamás, ofrece a las doncellas
Y luego brota y salta por hendiduras mil. sorprendidas, que oyen fuera de sí lo que en sí llevan, puestas de sol en
cálices blancos.
Cova- Baltic St. iOh mago, oh mago, que bajo este cielo ennegrecido por las maldi-
ciones de los hombrea y el humo de las fábricas, sujetas un instante con
Mrs. E. M. Estrázulas
mano generosa la trahílla de angustias que muerde y rompe el pecho, y
Wister Street
enciendes en las nubes estrellas olvidadas, como lámparas que se nutriesen
below Chew
de espíritus melodiosos quebrados, cual perlas rotas, al paso de revuelta
Germantown-Pa
artillería, magullados, despedazados, desalados, al paso de la vida, como
Sñ. Rivas-214 W. 24 St.
en los tiempos del oro y de la seda, y de batallas con estandartes y
S. Cella Braganza-100 E. 26 St.
FRAGMENTOS 227
226 MARTí / ?-RACMEMOS
penachos, quebraban las cuerdas fragorosas, las perlas desprendidas de espigas del trigo al viento. Se enternecen y dan, como las damas frá-
de la ropilla de los caballeros! giles, a los brillantes caballeros.-Están casi siempre poseídos del apetito
Los ojos turbios ya inflamados, de tanto cchar al pecho el llanto que de la novedad de aquella pobre loca de que habla la Santa Escritura.
lo asalta, buscan al llegar la noche, como quien busca fosa, un rincón Pues, por Dios que ya que son hombres, deben serlo; y no que en cuanto
sombrío y solo, en donde pueda el alma irse exhalando, sin quejarse y asoma uno por el gallinero, con cacareos de gallo triunfante, cresta sa-
sin esperanza, poco a poco.-Y en las selvas del pecho, un tiempo vír- liente y colorines de Victoria, ya toda la gallinería se puso en pie, y va
genes, se sienten caer arboles tronchados, y se derrumban en la tiniebla tras el gallo, y cacarea como él, y usa sus colores.-Los hombres son
sin fondo las copas frondosas, y vibra el hacha del leîiador. como césped fino crecido que parece enseñando siempre la mano de las
Y los labios se juntan, como los de un nirio que llora-ì las manos plantas de un gigante. Como a un caballo se le abren los belfos para
cansadas, tienen mal la cabeza, campo de estéril lidia de gigantes airados verle por los dientes la edad, así, a poco que se mire entre lo que es-
y hambrientos. El alma sin empleo muerde, como una pantera joven: cribe cada hombre, puede decirse de seguro: por aquí ha pasado Fulano!
y como maravilloso preso, de sí mismo nutrido, y de terrible maza -Por Dios que de todo puede hacerse moda, de los miriñaques, de los
ormado, intenta, con golpes que estremecen y agrietan las paredes flojas, promontorios, de los moños; pero de la inteligencia, no, que es cosa
echar la circe1 abajo. Parece el cielo cámara fúnebre y el alma misma el santa! Y la mayor parte no corta en ella pantalones, sino sayuelas.
muerto, y las estrellas los eternos cirios: ebrios, ebrios de apetito o de
dolor, sorprende ahora a los hombres la noche. Pero vienen tus versos,
caballero de la eterna dama a quien cuentan sin miedo sus secretos los 325
aires y las flores.-Y tu cántiga, doliente y suave viene, alma sola y lloroso
como todas aquellas en que anida, enfermo de una sed nunca saciada,
Necesitamos para este movimiento bases fijas: conducta sobria, arreglo
el amor a la belleza; tu serenata viene extraña y triste, como una espada
en los gastos privados. concordia sincera con los que nos traen jus-
rota; a que en el puño fino, hubiesen nacidos alas:-y con el filo de tu
ticia, determinación conocida de que obraremos sin odio el día en que
pena hiere, la delicada pena poética; y con las alas acaricia, runrunea,
nos dé la historia la autoridad de nuestra casa propia que nos dio la
refresca, asciende iluminando el cielo oscuro, blonda de luz borda en las
naturaleza. Pero iq ué somos ahora, sino un pueblo denigrado? Pintar
nubes; y a los reflejos de lo bello suspendido, en medio de la noche abre
las ciudades. Pintar el campo.
en el aire, como en cesto de luz, ramos de flores! se humedecen los ojos
de una triste alegría: tal ha de sentirse como el bálsamo por SUS fibras,
la savia generosa.
326
Un poeta! un poeta! oh hallazgo y beneficio, que más que otro nin-
guno, como si le naciese un astro nuevo al cielo, 0 se acortase la pere-
grinación humana, merece ser loado. Un poeta es una llave de oro, que Y así como antes de entrar en el templo se quitan el polvo de las
tiene cada hombre para entrar a su capricho en el palacio de la ventura. calles los devotos, así antes de entrar aquí échense fuera del alma las
Se llama al verso, la calma responde, y a poco, la felicidad, como un aire desconfianzas, las acusaciones, las dudas de los honrados, que sólo hacen
penetrante y reparador, daño a los que dudan, y todo lo que sea indigno de levantarse a la pureza,
al respeto, a la unanimidad de palabra y obra que convienen a nuestra
misión, al menos en el año, el 10 de Octubre.
324
La novela en América
Los hombres en Literatura, son lo mismo que en polítíca. Los carac- Manuela
teriza una necesidad vil de seguir y obedecer. Se encorvan, como las Enriquillo
FRAGblENTOS 229
223 MAFlTí / FRAGMENTOS
uno de aquellos seres, pero tantas aplicaciones les daban, que andaban
María Julia?
siempre mal humoradoa y gritando, pidiendo más rosas. Luego, en otro
Amalia
rincón, había unos caballeros buscando extravagancias, estirando las ideas
Martin *Rivas
naturales, tallando esculturas universales en una hormiga personal:-y
La Novia dei Hereje
cdo. alguno daba con alguna idea o comparación nueva, en aquel dédalo
Los Amores de Marta
de viajeros, se echaban todos famélicos sobre ella, y la glosaban y la
iBrenda (?)
emperifollaban de manera que no
La de Milla.
Francisco,-Cecilia Valdés.
venu trop tard dans un monde litteraire où l’on a tant dit et fait qu’il ne
de Meza-El Capitán L. de la Cruz.
semhle possible fairè encare du terpage. C’est por celá que les sereines
et aimables se distinguent dejá comme lea meilleures.16s
330
Si no se vive más que por la patria!
Si este que parece nombre vano a los imbéciles, es el resorte y fuego
de toda nuestra vida. El que viva feliz lejos de la patria, ya está juzgado ! Fijar bien las individualidades en su verdadera relación, de modc que
la comparación entre ellas, que lleva a la generalización inmediata, se
produzca naturalmente en la inteligencia del niíio, que se siente halagado
328 con haberla descubierto, y se encariña con un ejercicio que le da el placer
de hallar lo desconocido y le revela su propio poder.
Donde esperando lo que nunca llega. De Tocqueville decía : La causa está en la superioridad de las
mujeres.-Bien: ésta, aquélla: la del World. 0 el tipo nacional, la mujer
Una rama (seca) sin hojaa para el taller. constante &.
Siempre que venían rosas, buscaba mejillas para hacerles pareja: un
hombre muy afamado vaciaba perpetuamente rosas en la mesa de cada la Hay varias frases ininteligibles.
230 MARTí / FTucMENTos FRAGMENTOS 231
333
335
Pasa un jorobado, y no se le ve más que el monte de la espalda El hacer lucha de México lo he hallado en Tirso de Molina, en “Mari
Pasa un tuerto, y el ojo hueco parece una caverna. Hernández la Gallega.“-Pero en México dicen hacer la kcha.-
Pasa una mujer hermosa, y apenasse la ve. También he hallado en Tirso, en Don Gil de las Calzas Verdes,-en
que el ingenio puja hasta la extravagancia, aunque no tanto como en la
Nunca de ola, a lo más, de onda. Espejo, más que laguna. imperdonable “Marta la Piadosa”,-el “un mi tío” de Guatemala.
Canción de moribundo, más que de amante. D. D. era-como de D. Juan dice Byron-un hombre que: “il savait
aussi être bien avec toutes les femmes, sans l’affectation et la fatuiti de
Todo empieza como queja, y con los ojos arrasados. certains hommes-femelles.“-
232 MARTÍ / FRAGMENTOS FRAGMENTOS 233
337 hay un hombre a quien quiero yo, porque es bueno, porque es valiente,
porque es generoso, como si fuera de mis entrañas. Es el vengador de
los Estudiantes.-Fermín Valdés Domínguez.-El va a Tampa mañana,
La chicana de México es palabra francesa. dormira allí el viernes, y sale el slibado para el Cayo. El vale más que
Por política no se ha de entender golamente los asuntos de mero yo. Prepárale mi cama, JJ quGrelo mucho.-El te lleva la música.
gobierno, sino el estudio y la administración de los intereses del país. Y dime que quiere a alguien más que a ti
tu amigo
Las libertades perecen donde el bienestar no laa sustenta: viene la J. MARTÍ
masa inculta: viene el demagogo, pa. fama del tirano, que la desordena,
luego viene el tirano.
342
338
De ahí el deber de estar preparado para la revolución.
No es que esta actitud nuestra es fanática, sino ql:e es la más patriótica,
No puede ser que México se oponga a la unión de Centro América; a desinteresada y práctica que pueda haber en Cuba, puesto que va pre-
lo que México se ha de oponer es a que la unión de C. A. se haga, un parando al país, sin gloría alguna para los prrparadores, a una solución
protectoradq de E. Unidos. que parece inevitable, preñada de peligros, y de que nadie se cuida.
339 343
Sí, los que saben todo el ideal del país, porque cdo. un ideal se ha
N/raza toda, afectti:):3 e icransable, está en esta frase con que el
defendido y consagrado.
gaucho argno. responde a qn. le pregunte por uq lugar: allicito no más
está. Esto es: está cerca: porque pa. el hombre fuerte nada está nunca
lejos: y allicito, dice, como si pasase amorosamente la mano por el cuello
34.4
de su caballo.
En vano, en vano quisiera yo, enfrenando honradas impaciencias, CARLOS MANUEL DE CÉSPEDES
entretener en agradables futilezas literarias días que son escasos para
consagrarse a la obra redentora. Decía Céspedes, que era irascible y de genio tempestuoso:-“Entre
los sacrificios que me ha impuesto la Revolución el más doloroso para
mi ha sido el sacrificio de mi carácter”. Esto ea, dominó lo que nadie
346 domina.
cambio necesitaría una explicación. Se pierde tiempo-i Se pierde tiempo ! la madre el hijo, por no quitánelo. La madre lo educó ridículamenta El
Esta es la explicación de todos sus actos, el pensamiento movedor de drama, parión fea, corporal, falra, conwacuencia en la indiferencia; de
todos sus movimientos coléricos y la causa excusadora de todas sus la educación vana. ReacciQ del alma, triunfo del padre, que resucita
faltas. Concretaba su vida en una frase ilibres de España!-Cada el decoro del hijo:-
-iMadre erranta!-
dificultad le parecía un crimen, cada obstáculo un fratricidio.-El creía:
“El medio de la paz es la tribuna”-“El medio de las revoluciones es la 1Pero, un amigo, madrel
acción.“- Un discurso dicho era una legua perdida:-Tanto más admi- -El padre:--] Van conmigo 1
rable en un hombre de ley y de discursos.-Y como Tácito escribió
tremendamente, con el lenguaje aglomerado de tantos años en su alma: El ler. acto acaba con la escena con ella: El p. agitadirimo ya, la
en Céspedesobraba inquietamente, con la genial vivacidad y bélicos ha increpado:-IAh ri la viera, ri la viera!
caracteres por tan largos y tan insoportables años contenidos. -Entra ella en el instante.
El la ve de rúbito.
-Reprime la cólera, ve a IU hijo, y la raluda con reapeto.
360 l’l A eu amigo, que lo contempla anrioro:-Ea mi erpo~~a y ea au madre.
-La conocía
-El hijo!
conozco absolutamente de personas de honores y que deshonran a la
persona q. los usan, al puesto 0 influjo q. con ellos se consigue, y a la
Al ver a su hijo,
asociación donde se propagan.
Toda la c6lera se le olvida:-m echa en NM braaoa; M deshace en
Ugrimar:-
conozco a quienes sólo falta valor p. la bajeza y la injuria libre, para
el disimulo y la traición, pues dicen en todas partes la verdad:-a más
2 acto:-Apenar en la cara de la madre.
de que por mi deber personal de honradez, q. es parte del deber público,
debo decir la verdad. El hijo no cuida de eso, ocupado r610 de IU intriga de amor.
No hay más que diferenciar entre los talentos de análisis y los de La madre le incmpa, penrando a610 en au falta de dinero.-Quiere q.
síntesis. De aquéllos, lo q. sellama realismo; de éstos,lo q. sell. idealismo. el hijo le pida al padm. El hijo, indignado, comienaa l ver el egoíemo, y
La exageración natural e imponente de una u otra condición es el genio frialdad de la madre, y al recordar al padre y lo que ya había tenido
imperfecto: el genio perfecto es el que con el poder supremo de la mode- ocasión de ver de au nobleaa-entrevé que IU madre lo ha guiado mal;-y
ración, co-explica el análisis y la síntesis, sin que ésta prescinda de (tal vea al acabar el acto con erta ercena) siento un infierno ea mí; pero
aquélla, ni niegue aquélla a ésta, y suba a la síntesis por el análisis. me parece que me nace una luz en este infierno!
-iSpencer?-Y Eickhorn? lr2
-Tú erm amigo como loa de=. Con la mano, el alma. Cr¿eme,
Pedro. Duele más un amigo traidor, que un amor traidor. La mujer ea
351 olvida! Te digo que ri la pude olvidar. El amigo no; acaro porque nunca
llega a ofender tanto!
Casa en Madrid. No están en la casa madre (como C. ni hijo). El
(En la convenaciin con el amigo, Ir carta de la Marquesa).
padre viene, despuésde años, a verlos, no lo ha podido domar. Dejó a
ti* En una libreta de banco de Martí del “Holland Trust Company-23 Nassau -2.Y esas cartar? ~Qué, ni riquiera adivinar?
Street”. Contiene varios depósitos hechos en enero y febrero de 1892. -Sabea?...
172 Hay una palabra ininteligible.
238 MmTí / FRACbfENï0s FRAGMENTOS 239
-No. No las he leído. Y éste es mi hijo: ésees mi hijo, Pedro; ahi está! Lee ! Lee por ti
iQué sé yo por qué no las he leído? iConoces tú, de saber de lis te ha mismo!
de venir un mal, de tener olfato de hombres, de sentir cuando un hombre Esa historia me cuenta el tarjetero.
te da la mano, que viene a espiarte, a traicionarte, de dar la mano por
piedad a aquel a quien acogotarías, si no fuera ya por su alma infame
bastante infeliz;-de resistirte a leer un papel donde está escrita tu pena? 352
355 Babilonia
Inmigración
Negroa
Se lar ve venir, encresparae, inflarse, desenvolverse, romperse contra Escuelas. Industrias.
la playa, o alsane cn chirpaa deahechan hasta el cielo. Y cuando no intenta
lo grandioso, en lo que falla, porque er lo grandiolo pensado y no sentido Se entra sin duda, por un templo hermbtico, en cuyo arco preside un
o empujado, ya de un alma luminosa y tremenda, afuero, ya del conjunto viejo arrugado, de mirada honda e inexcrutable, nunque no fiera, y tierna
de lar rcntimientor gcnerulc~ por conducto de una naturalna impresionabla a veces con inefable ternura y otras vastn como la mar.*rs
que abrorbc y (da) expresa.
Cuando no intenta lo grandioro,+a entretiene en idealizar lo coro
pora!: y 10 mia bello de la obra ca cato: el cmbellcoimiento de! amor 357
culpable. !Pobrc nifio afligido! lre !Pobrc hambriento que como un !c¿n
#obre un hombro redondo de mujer joven estaría bien representado aca-
rici8ndo!o, lrr y como rcdonde&ndo!o, y como desvaneciéndolo con au Ni quiere decir amar a la patrin amar ciega y fan;íticamente a unc
cuitlquicra de los bandos qne SCIn dividen y ensangrientan, sino ponerse
aliento quemante, mL que mordikndolo, para que le diese cl alimento y
SOIIIYtodos y crear un !)ando nuevo; el que no derrama sangre, y antes
le penetre m6r, y le le entre como perfume por cl cuerpo;-pobre
ceja tIe su derecho,-que consentir en derrnmnrla,-que no importa ir
hambriento, que ~510 halla al paso hombro8 deagarradocl, llagadoa, o
asi reunido, porque el que cac abrazado a la virtud, con ella, que si
cnfangadoa, y por no morir de! wpanto de vcrloa, los cubre con los veloa
enferma, nunca muere; se levanta-Que la virtud tiene alas,-para la
de aua idcalca, y con !or nkarea esmaltados dc su adolorida fantasía.
ventura de todos los partidos, de los hombres r!e todos los colores,-así
de aquellos cn cuya pie! parecen dcscunjadasdulce leche y plkido jugo
356 de uvas, como de los que parecen teiiidos con la tinte del dividivi o con
las sombrasde! oscuro Erebo.,-así al vústago fornido del navarro potente,
como a esos hijos de la selva virgen, de In cutis cobriza, más que por
Aquella alma que 10 vcia todo pleno de crpiritu; espíritu en las paredes capricho de! azar, porque como que se les amarillea con su fulgor el
mudar, en lar caraa aolitariaa, que ac aprcwraba a conrolar hasta lar casas sol de oro que, más alto que ningún otro sol espiritual, incendió Naturaleza
vaciar, cdo, creía haber dicho algo que pudiera cntristcoerlaa: “Cctte en el apasionadoy fiero hombre americano,
maiaon qu’i! at tcmpa de rehabilitcr un pcu et de oonaolcr, car qui
La embarcación de Campanero.
aait ri dan, ron inaolcment, cllc n’cat par triste de ce que noua venonr d’en
dirs?” Aunque a cato le quita gracia literaria, la gracia do la iminuacibn, El ibis de Guatapeno
que ea artirtica, puesto que au falta daña al arte como un ornamento los símbolos de Cabruta
fnneocaario, aííadicndo 10 que ya acaba de decir mejor. los hábiles Panos, escritores
los fuertes Zápaos
Aauntor próximoc las admirables Jicaras
el que sabe cantar en el guipaes y cl wampum.
El que recoge del suelo, para ofreckela en copa de oro lujossmcnte
176 A continurcidn, tachado en el orlginrl: “IPobro &ionto que ir6 l Ir tumh esmaltada, la sangre heroica que brota de! pecho dostrozado del bravo
con In8 lrbior IBCOI!” Temanaco.
11’ HAY un ligero dibujo do un Mn, acariciando un hombro do mufa, evidont*
monte debido 4 la pluma do Mwtl.
1’8 Hoy un dibujo de hi~rti que rcpresentcl A un clnciono.
FRACMENTOS
242 bfmrf / FRAGMENTOS 243
-Papá - dónde está mamá q. no la encuentro? Cada cual tiene su sol: el panus alba.
iHija mía! Nunca, nunca, nunca más la encontrarás! -
Ramón León.ln Yo tema un compañero: amor: en n/cuarto- luz demen sus alas: de codos en
la almohada, velaba mis sueños; - y qué paisajes me hacía ver, soplando en mi
358180 rostroi: -a todas partes me acompañaba: por su infhrjo, me hacía ponerme bello,
o embellecer a mis ojos lo feo, me hacía caer, - y luego él mismo me levantaba y
Se debe hablar siempre como Lincoln: curaba de las heridas. -Al fin me hirió tan fuertemente que con el golpe, al
- the conscientiousness of the philosopher who reflected well before romperme el corazón, se rompió el hombro, - al chocar, cayéronsele, para siempre
he spoke, of the moralist who realized to the ful1 the responsabilities of quebradas, las alas - y cayó muerto, - y de él, ioh extrañeza! salió un niño.
uttterance.
Un ej: cdo. Lincoln se presentó a ser electo, a W. q. Scott se prepare Del vals asolador la nota impura
to hold or retake the parts (privado). Debió hacer eso: pero debió decirlo Que en sus brazos de fuego suspendidos
en público. Rauda os ilevaba a mi ánima sin cura
La recepción de Lafay, en Alex. El águila batió las alas y gritó, porq. Repítenla sin cesar a los oídos
un muchacho le hundió un alfiler.
Y cuanto acorde vago y murmurío
Un verso de Wash: Al alma ansiosa va la tierra bella -
Fíngeles el espíritu sombrío
his “peor restless heart, Tenue cambiite de la nota aquella.
wounded by Cupid dart”. Oigola sin cesar! Al brillo
en mi tomo vagarosa
Mover con lento son alas de fuego -
179 Hay tres autorretratos dc Martí, y dos dibujos más, al parecer de algún presidente o
Y mi frente a ceñir tenderse ansiosa.
prohombre norteamericano.
18~ En papel timbrado de “Mora & Pausch. Figure and Ornamental Sculptors, Studio, 353
West 13th Street”. 1st Antes, se encuentra en la primera cara la compokción “A la palabra”, reproducida en ta pág. 279,
Hay, además, un dibujo del rostro de una mujer, seguramente debido a la pluma tomo 16 de estas Obrar Gxqkar.
de Martí. 182V&se h compckión “La copa envenenada” ~producida en la p&ina 322, tomo 16, de estas Obm
-.
1s Palabra ininteligible.
244 MARff / snACYLMos FRACMENTOS
En un libro cubierto
Como era antaño Y allá nubes ligeras que parecen rojas barcas, hondas siluetas, águilas
,Costumbre: de lado y lomo tendidas, olas esmaltadas,pájaros azules.-
De cuero rancie
Hallo estos rancios versos una especie de ópalo inmenso, regular, cóncavo, mórbido, de oscura
iQue nadie los tenga por versos de engaño cúpula y bordes luminosos-(encendidos) .-
No te ofendas, mi compañera, estos versos, estas fantasías, estos y del lado de la sombra, eafinges de nácar coronando flotantes islas,
amores.-,41 fin de todo, a mi compañera! El alcatraz baña en agua SU suspendidosmontes.-
seno y sube. El esquife se hunde en la ola, y sube. El peregrino sale de
su aldea, y vuelve a su aldea. Yo de todo viaje, vuelvo a ti.-Y bien; YO el sol rojo se extiende sobre una línea azul bordada por otra de
haré lo mismo:-Mas tú no lo harás! carmín; al nivel de los picos menudos.ls7
Tengo miedo de morir antes de haber sufrido bastante.- y como que al acostarse, absorbe en si toda la luz, que ha vertido
durante el día, y n su propia fuerza añade la recobrada.
360
vasto espacio, donde están todos los colores suaves diluídos.-
El amarillo de naranja se mezcla con franjas sobrepuestasde pardo,
De cómo estoy en este pueblo pensando un soneto en el cual hablo de amarillo acarminado, de azul de nube, de carmín rosado, y encima un
de cómo, en cayendo sobre mi solo, me tienen sin cuidado los bienes de punto rico de oro.
la adversa fortuna.
El mantel era de día de trabajo, pero el vino y el café eran de los vapores de la tierra, sorprendidos en su camino por la tarde, se
Jueves Santo. duermen entre las ásperasgargantas, para continuar luego, con la aurora,
i Valiente Is su viaje multiforme y multicolor, vestidos de carmín.-
lA5 Palmillas!
l*o Hay varios bosquejos de indios, de una mulo, y una montura, hechos por
184 Hoy una palabra ininteligible. Merti.
1~ Idem. 187 HOY un dibujo de picos, de un sol poniente y el mar.
FRAGMENTOS 247
246 MARTí / FRAGMENTOS
Una de las condiciones de la ley, condición de esencia, es que sea
Sobre Rebu!l.-Y, idesafio maravilloso, y triunfo del hombre sobre oportuna, que sea actual, que sea convenible al tiempo y a la tierra (No-
el cielo!-en vez de brotar los colores de la luz, en ese cuadro brota la vísima Recopilación). ~NO es pues traición legal, no acusa rebusca-
luz de los colorea.- miento, traer para un asunto de nuestros tiempos una ley de las pasadas,
creada en sociedad distinta para distintos intereses? Es verdad que los
En el Congreso.-Aquí venimos a conquistar los oradores algo más jueces tienen el deber de apegarse a la ley, pero no apegarse servilmente,
que el aplauso de un día. Para las bellas frases, el Teatro: esto, para porque entonces no serían jueces, sino siervos. No se les sienta en ese
los sólidos conceptos. puesto para maniatar su inteligencia, sino para que obre, justa, pero
Traigamos a la práctica la cuestión, y en vez de disertar sobre lo que libre. Tienen el deber de oír el precepto legal, pero también tienen el poder
en otros países desemejantes del nuestro se ha hecho. analicemos nuestras de interpretarlo. Y una de las formas de la interpretación es -iquién lo
condiciones especiales; comparémoslas en lo que tengan de común con duda, si esto es elemental?- es: la acomodación de la ley anticuada al
los ajenos, y veamos cómo debe hacerse entre nosotros. tiempo presente. Esto en cuanto al dogma de derccho.-
He de escribir cuatro libros: Rafael, Miguel Angel, Voltaire, Rousseau.
iQue viens-tu faire ici, le nouveau né l’oiseau de la savane, ver où Escribir una historia de la Legislación Univcrsal.-
Viardot,ls8 où Keratry-ennounce, où Ampére admire, oii Cabanis peint?
364
y por qué no he de decirlo si fue”” mi imaginación no hago más que
amontonar alabanzas, amén de que ciertos laudos que en éste y aquel
la danza ideal, sentida y voluptuosa de Tavarez. periódico de poca monta leía, suscritos por caballeros de nombres fla.
mantes, de la propia pluma de Moralito eran salidas, por lo cual llegué
Carmen Hernández de Araujo, nacida en 1832, discípula del Padre a mirar el libro con mal disimulada repugnancia.-
Rufo, con algo de George Sand y de Delfine Gay en el rostro, autora de El hombre es una forma perfeccionada de la vida.
dramas como la Avell., q. como ella cayó al fin de su vida en la piedad, La Sta. Facuuda.-
“El Catecismo Bíblico!‘. & .- A. T. Restrepo.-
lo1 piedra de rayo y centella.
Carta en verso de Abisio Díaz, estudiante de Medicina, contra el
loc bola de piedra (juego de los indios). Director de lDG
Qué vi yo en los alborea de\mi vida? Aún recuerdo aquellas prime- Cuando se toma la pluma en una tierra que renace: no se debe escribir
rísimas impresiones: mi padre en la calle del Refugio: Porque a mí no un articulo, sino un libro:-Más de uno tengo pensado, útil para esta
me estrañaría verte defendiendo mañana las libertades de tu tierra. (En tierra, que es como la mia. Con el favor de la fortuna, yo los iré sacando
un discurso, pintura de mi padre). a luz.
-El boca abajo en el campo, en la Hanábana. Ahora escribo para “La Revista de la Universidad”, por cuya calle,
-la la lámina, los Sajones de la Hista de Roma, de Coldsmith, du- idulce recuerdo supersticioso!-recuerdo que entré en la blanca Guate-
nudos en el agua, armados de macana contra los Romanos de casco 81. mala. Ocúrrenme ahora las peticiones de mis alumnos, que quieren texto
Thou jrrdgest me according to the spirit that thou comprehendest. Not de Historia de la Filosofía, obra inmensa que nadie aún hecha tiene, que
so will 1 be judged. echará abajo errores y establecerá grandes verdades. Y apuntes ameri-
Estudio s/. la fuerza nueva e intensa que se crea en las islas.-De laa canos, sobre cuanto vi y veo, viénenme a la mano, contentos de verse
islas de Grecia. De Inglaterra. De Guerneaey, mayor fantasía aún en V. fuera de su forzada oscuridad.-Doy de mano a estas inquietas peticiones,
Hugo. De Córcega, y como fuego, esencia y abominación de ella, Napoleón. y puesto que como Catedrático escribo, escribiré sobre mi cátedra.-Cosas
generales.
Would that 1 &--“da. col.
Escuela Jónica: fílosof. natural y ciencias físicas, sea p+ ver leyes, aea
para saber principios filosóficos, aislados e individuales, no formando
Porque a mí me enorgullece, no sólo todo lo cubano, sino todo lo
conjunto. Thales, Anaximandro, Anaxímenes y Diógenes de Ap.
que se hace en Cuba. Que se haga en Cuba es mi orgullo, si es bueno.
Anaxágoras y Arcesilao.
Thales. Tradición, rico viaje empleado: enseña ciencias, geometría,
astronomia; lo quieren los filósofos.
368
Admitir un principio natural.
Agua Espiritual. El espíritu.
Ya yo sentía en las fauces el humo; y en los ojos el fuego, y en el De las teogonías orientales, el mar del Caos, hermano mar de la sustancia.
aire el danzar de la batalla: ya me escurría de las aulas de latín; yo no Que lo húmedo es el principio de las cosas.
era aún persona universitaria, ni tuve nunca tiempo de serlo; pero me Confunde los fenómenos naturales con los espirituales; dice que todos
escurría de las aulas de latin a ver a los héroes de las aulas de derecho. los seres tienen alma: asi el imán, así el ámbar.
AK bedel churrigueresco, claustros oscuros, losas rotas; joven Dios, el alma del mundo y otras almas de otros seres.
Todo confuso.
U., seguido de amigos, como un caballero romano de los clientes.
La Atad: el gesto imperante, la palabra batalladora, el concurso poco
para la ferviente arenga, el recinto le venía estrecho: hablaba de 370
pirámides, de Capitolios, de cosas altas y dramáticas: con el gesto
mandaba, con la palabra cautivaba; aquel adolescente venía de M.
de la Universidad, aquel tribuno relampagueante y frío, era uno Y padecí de vera s mientras ponía en equilibrio la imaginación y el
de ro6 era un tigre. juicio, y hacia a éste dueño de aquélla. El inglés y el francés me ayudaron
*sa Varias palabras ininteligibles. ‘97 Al dono de una invitaci<jn a la inwstidnra dc abogado de Domingo Estrada,
el 4 de agosto de 1877, en la Universidad de Guatemala.
252 Mmrf / FRAGMENTOS FRACM!;STOS 253
II eso, porque la prosa de acá gasta pocor abalorios: yo no creo que el Pero lo que me hoce escribir hoy, no fue nada. Iba yo ayer domingo
escritor se debe poner ante el público para lucir sus poderes, sino para a ver caer las hojas y enlutarse el Parque; ihn dejando atrás, con ese
darle, en : forma mb propia del asunto, la cantidad mayor de idea9 paso lento con que õe anda en la9 tierras extrañas, la Escuela de Matitros,
posible.- un Asilo de Sordomudos, un Hospital con mnwtas de flores en las
En 1868, la patria ardia en estos y aquellos elementos.-Aldama, ventanes, una Casa de Viejos donde alcan& a ver bajo un castaño a
Oriente, Universidad, esclavos. -Ahora:-Abogados pobres,-Universi- tres buenos amigos que conversaban con swicgo, dos con las manos cru-
dad corrompida,-Campo que teme el espionaje.-Localismo.- zadas sobre los báculos, otro peinrindosela harba cuna. Iba pensando en
Pero debajo, la sublime fe y la inquebrantable esperanza.-Nuestro la bibl. dc Lcnnox, que queda cerca, donde ectJ el cuadro de Munkacty
deber es darle cuerpo’ y prepararla a la acción inevitable. en que Milton, cieno
0 , jcomo sc ddJiu cslar cuando no se puede encender en
los demrís la luz! dicta a sus hijos el Paraíso Perdido: iha pensando
en los códices y pergaminos de historia de América que suelo hojear en
371 la biblioteca con manos filiales y avarns: iquién tuviera cn los dedoa
mangas de frnile, para que se colaran por ellos sin ser vistos, como las
limosnas tic los fieles, aquellos libros ornados! iQui;n tuviera aquella
No es nada; pero como yo trabajo, amo a los que trabajan: yo dama del Danubio que hacía nuestros a los huenos cohalleros, para
también he abierto piedras, y he raltado minas, y he cargado por laa llevarme pegadas a los vestidos aquellos crónicas donde humea songrc
calles sus pedator; yo he comido en cuclillas,-ino!-he visto comer! caliente, y rechinan las junturas de la9 corazas! Iha yo pensnndoen esto
-una bazofia inmunda que nos daban de alimento en nna tina de
a la sombra de los pinos majestuosonque roticon lo hihlioteca de piedra
madera;-arroz roído, patatas f&tidas, huesos raspados:-yo me he visto blanca, cuando me detuvo la cuna dc un niño. No nna verdadera cuno,
las manos y los pies tan rotos como si me los hubieran clavado en la sino un coche de niño. No era nada.
cruz; yo me he abierto un abrigo contra la deshonra arando en la roca
Por cl costado de una casa a medio hacer vino paseandouna familia
con mis propia9 manos: me guata ver, al mediodía, a la hora de la
dc trahajndores. Iba la madre con su traje de seda, y muy gallarda en
merienda, salir de sua talleres y fAbricas a los trabajodores, y comer en
su rohusta mocedad, amparada del Sol por un sombrero de paja con un
paz sentados en le9 vigaa o recostado9 en los montones de ladrillos el
rnmo dc violas: El padre, en su troje de paño, empujaba el coche del
emparedado de pan y jamón que les preparó 9u mujer en la casa con la
niño, un cochecito de mimbre, cubierto con un quitasol de raso y encaje;
luz del alba: me gusta, cuando rompe el Sol, bajar de la ciudad alta con
los trabajadores, antes de que llenen loe trenes los escribientes canijos y el rey de adentro movía con bravura una sonajera de plata. Al llegar
los comerciantes bvidos: me gusta ver laa manos velludas, las espaldas a la puerta de la fábrica, encajaron el coche en una vuelta de la puerta,
fornidas, lar rostro9 abierto,, los pantalones manchadosde blanco. tomó el padre en su brazo a la criatura y se entró por la fábrica con su
De todos los oficios, prefiero el de la imprenta, porque es el que mtíe mujer del otro brazo a enseñarlesen la majestad del Domingo su trabajo
ha ayudado a la dignidad del hombre, y el de edificador y cantero, de constructor de la semana. Tenía algo de regio el cochecito de raso y
porque yo rompí piedrar para amasar edificios:-hay que tardar una encaje que esperabaa la entrada.
eternidad en armarse, porque ron edificios de almas, mucho más duros
a veces y már pesado9que las piedras! Me enamoratodo lo que se yergue
y levanta: un talento que 9urge, un amor que 9e aviva, una pared que w 372
alza. Las casasen fábrica me son tan familiares como las desdichasde
mi pueblo; siempre se me pintan en imágener, extrañas y nuevas las
paredes a medio hacer, los fosos sombrío& las puertas boqueantes, los El i.xito me ha favorecido, y el trabajo ha venido a fortificarme:
muros desiguale9 que se dibujan sobre el cielo oscuro como encía9 aunque tengo cubierta la frente de un suth,r muy frío, es hoy buen
desdentadas. dia para comenzar mis piilidas memorias.-i1-h que tendrC que apuntar
254 MARTI / FRACMENfOS FRACMENTOS 255
en ellas, desde ahora, algo útil y grave?-¿Es que el fin de mi vida Me llega la carta de V. en momentosen que me parece que algo aspiro
se aproxima, y cedo sin sentirlo a la necesidad de salvarme del olvido? de un estupor de pena, en que he vivido años enteros. He cumplido en
¿Es que importa algo a los muertos la memoria humana?-A los muertos ellos dolorosamente mi deber. He visto en ellos de cerca a los hombres.
no importa la memoria; pero importan a los vivos sus sufrimientos y A todo hombre le quema la vida las alas de cera. Ya me hago otras alas,
susexperiencias:-y es preciso hacer bien, aun despuésde haber muerto.- y me las corto, y me las rehago: de modo que me parece que tengo
Por tanto: escribo. delante de mi un taller de alas. Pero duelen al salir; duelen al aletear;
Yo vivo para el estricto cumplimiento de mis deberes. Cada uno duelen más al caerse; siempre duelen.
de ellos me trae en sí un séquito de males, provenientes del tremendo
conflicto entre el deber puro y la naturaleza humana. No sé hacerme a
indignas transacciones, y :IO hay mano querida que no descargue sobre 374
mí un golpe terrible. Sé que son responsablesde mi muerte los que me
desconoceny atenacean:- y los amo tan profundamente, que sólo estaré
en pie por ellos, en el sereno dia del juicio, las penas a que han de aer, nuestro origen y ambiente, y no sea, por fuerza ajena, y prestada? Lo
por su crueldad injusta, condenados.- genuino español, que es lo que nos toca más de cerca por la raza, sólo
¿Por qué vives tú? me dijeron un día: para morir por los demás.- . .
tiene, para nosotros, la realidad de la literatura, puesto que no vivimos
iCómo no he de morir por los que quiero?-iPero mi hijo partlra en su ambiente, ni tenemos delante los monumentos que lo encarnan y
conmigo?-Ay! que él también ha de cumplir la ley.- sustentan, ni conocemosde ello más que lo más viciado y odioso, de tal
Hoy ha sido un día bello. He visto sin embargo, relampaguear la ira manera que aparte
en los ojos de un envidioso.-Se dolia de mi bien; procuré cándidamente
hacerle olvidar su pena. Cuando llegué a New York:-todo fueron pro-
nósticos -sombríos, y luminarias inigualea. De éste oí que moriría de 375
hambre, de aquél, que era una tierra dónde la vida me sería imposible.
379 30
377
Vasos peruanos
miendo, como Pte. de la Lita, como Cónsul Argentino; como Xin., del
Uruguay; como revolucionario cubano. Tener las Antillas seguras p* n/ Bacial urna-Georgia
Américs, cuando los E. U., por salvarse de sus peligros internos, de la
pobreza q. le crece por su mala economía, por haber levantado el país idolo cubano
ficticiamente y a crédito sobre las esperanzasde ventas caras de artículos
malos a los paísesdébiles de América, de las masasiracundas y desocu. B. u. Mesa
padas q. irrita alli la soberbia de los dueños, echen sobre lo más cercano,
con pretexto de traernos a mejor civilización, las turbas de desocupados
199 Estas notas van acompañadas de unos dibujos a lápiz, muy bien trazados por
y logreros q. en casa no se pueden satisfacer. Martí, de los objetos que se mencionan.
SJO Notas correspondientes a dibujos a lápiz, hechos por Martí.
258 MARTí / FRAGMENTOS
~~JIENTOS 259
Vasos de Waldeck
38131
De la otra página.
Cuchillo de sílice, mango de madera con incrustaciones de turquesas. Brotó como una perla desprendida
(Mexicano) De su negruzca concha al Sol abierta-
Al Sol de mi dolor! brotó encendida
Como llama que fluye provenida
Del pálido sepulcro de una muerta.
No diré que murió: fue tan hermosa
Como una flor, sino como lira
A una amiga y señora A toda voz honrada y querellosa
De contar le tengo un cuento: No diré que murió: yo soy su fosa coz
Hubo una. vez cierto loco.>
Que murió de lo que muero, iMengua el dolor quien lo convierte en ira!
Pues dio en querer, y en amores Pues cómo, vi, de un corazón que encierra
Quien bien ama, ya estâ muerto! Bullicioso dolor zo3
Tenía en la mano una hormiga,
Y al lado: perfumes. Y es que al caer en la revuelta tierra
!3ele desmayaba: caldo ! Devuelvo al cielo las alas.-
vino.-Lieb- Es que al caer de muerte herido, en tierra,
ZN Al dorso del fragmento de una carta a Carmen Zayas Ca&. Véase el tomo 20,
páginas 268.269.
SU Le si~uc una estrofa i~linteligible.
~3 Varias palabras ininteligibles.
FRAGMENTOS 261
260 bfmrf / FRACYENTOS
Cerca luz que tanto brilla,
Tus ramajes, ni extiendas tus raices El abrasado capullo
204se la lleva el viento De tanto ardor moriríe.-
Ciñe tu firmamento -Qué galante! Qué galante!
Al estrecho cajón de un aposento.-
Como al 384
Hombre W5 yo, la vele riza
Se va la fanta6ie con el viento.
Y le divierte a V. el campo?-
Temeroso, con el ruido Lee V. mucho-Lee poesias.-
Tú como el ave que bien vuela, -Les hago !
Del coo n la ~07me w8. -Escribe V. versos...-
No : no es la parte precisa:-
-Compone V. de memoria.-
383 -Sueño, vago; el verso gira
El sufrimiento ea mi musa:
Sólo el dolor es la vide.-
Pero madrina sin duda -Sus versos serán escépticos.-
Tendrás placer. -No, mis versos son Lucila.
-Q uerria -Está V. hoy muy galante.
Acompañarnos a verla -De ningún modo; es justicia.
El Sor. Nuño?
-Le dicha Una visite
Ve con la luz y las flores;- -Dolores.-
Quién no se va con la dicha?- Dn. Pedro Nuiío:-mi amigo
(-Don Merengue). Dolores Rosas-.
¿En el jardín -En vano
No estarán?-Y pasarían Rosas buscando venía :-
Vdes. por el jardin? icómo en el campo encontrarlas
Las floree, frescas y rica8 Si están todas en la fince?-
Al ver pasar a BUreine,
-Rebuscado cumplimíento!-
Al ver pesar a su reine:-
-Galantería...
Muertes quedarán de envidie.
-Justicia.-
-Periquito !
-Don Almidón es el mozo
-Y al sentir
-Qué hielo !
-Linde, muy linda!-
ZN Varias palabras ininteligibles.
ws Idem. -Dime, Lucila: este joven
m Idem. no es hijo de la vecina?
WT Idem.
LW Hey nunrerosao palabras irrinteligi!h y tachadas.
262 MARTI’ / FRAGMENTOS
263
-sí. Y era blanca-toda blanca:
-Trigueña, muy trigueÍia.-
Qué linda-mamá-qué linda!
-Y llegó V. a la finca
Y tenía un ala rota
Ahora?
-Mi mala fortuna, Y una patita partida.
Viejo si vuelves 8 caza
Desde este instante benigna,
Alguna vez en tu vida
Revelarme no ha querido
No dejaré que tu mano
Antes, que aquí encontraría
Juegue nunca con la mía.-
Tanta belleza; a saberlo,
Que el sol estaba en la finca,
Planta sin savia ?Os Para o.r, sin que él nos viera
A buscar el sol habría A taita Pedro
Venido.-( Don Embeleso que cuando está solo
Y don Bellaco)-Lucila. Toca tan bien la marimba!-
Para ver sin que él nos viera
A taita Juan; si adivina
385 Que vamos-ni habla a su perro,
Ni regaña a sus gallinas,
Ni toca-y cuando está do
Y si vuelves a cazar Toca tan bien la marimba.
Alguna vez; la niñita iPor qué es tan triste la música
Murió para ti!: no quiero De loa negros?
Eso es.-Pues mira.
Manos que quitan la vida:-
De repente oímos un canto
Un pájaro ino es un alma?
Triste, muy triste.-Lucila
Un pájaro-es mi María,-
Empezó a temblar,-el canto,
-Pues era:-Al pie de un bejuco Como un gemido, tenía,
Cimarrón ; y está, tendidas Algo de pájaro y algo
Las alas, abierto el pico, De ti y de mí. Conmovidos.-
Y fría, madre, muy fría, Yo de pena, ella de miedo,
Estaba, llena de sangre, Apretó el paso inzranquila
Una pobre tojosita.- Y echó a correr-Yo no puedo
-Muerta, muerta,-y por un ala Oír llorar: de la manigua
Entre el bejuco cogida, Vino la queja-y me entré
Colgando; y como pidiendo Corriendo por la manigua.-
Socorro para su amiga Ni darle las manos.-
La tojosa que lloraba -Malvada!
El corazón me partía.- Por qué malvada. Pues mira.
SM Roto el papel.
FRAGMENTOS 265
MARTÍ / FRAGMENTOS
-Linda, muy linda,
-Rubia, muy rubia
386 Adoro a los Natches-Rubia
-Linda,
Muy rubía.-
No en balde le dije al alma La vida
En secreto conmovida: Es el dolor!
La luz está en el ingenio -Sufre, sufre
Vete al ingenio-alma mía.- Ay! el dolor.-
Y aquí tiene V. a Perico... Señorita...
-Qué galante! -Periquito !
-Oh, no! es justicia. -Qué fortuna!
-Pero V. en el campo En ei ingenio! Lucila.
-Es raro
Caprichos de la familia!-
-Entiendo bi& el capricho 387
Las flores desvanecidas
Necesitaban perfume,-
-Y el perfume les envían.- Ped.-Tú aquí.
-Vd. cultiva las flores -Tú, y mamá escondida:,
En el campo.- Aquí conmigo.-Y oiremos
-Sus mejillas Lo que dice.-
parecen las roban todaa.- -¿Va a hablar sola?
-Qué galante. Ella habla sola-y suspira
-Oh, no, es justicia.- Y dice versos, y canta,
-Pero saben ya en la casa Y se arrebata, y se mima.-
Que V. ha llegado, Madrina -Pero es tan buena!
Anda en el batey... -A su cuarto.-
-Espero -Nosotros: a la cantina.-
En tan buena compañía.-
Suceso extraño-parece
, y bandidoa- De terror sobrecogida
Y sombras blancas que cruzan, Que se me acaba la vida
Y amadores fugitivos Y mi espíritu anochece.
Que a la orilla de un arroyo, Mi afanosa angustia crece,--
Por secreto extraiío unidos Y mi temor va en aumento:
Con pétalos de violetas iQuién sujeta al pensamiento
Ornan un nido de lirios- Cuando se da a imaginar
Bel1a,-muy bella !- El sentido singular
-Me muero De una voz que vaga al viento?
Por Leonor!
FRACU ENTOS 267
266 MARn’ / FRAGMENTOS
Es un espíritu errante-
Como leí en la novela-
Es de algún alma la estela
En el espacio brillante.- Echado por los rincones,
Vive gimiendo su cuita
Y la co+y la llevé Porque su sol anda loco
Al batey-y mamá Francisca Persiguiendo lagartijas.-
La baña bien, porque dice -Dime, viejo, ;,Para quién
Que es muy buena el agua fría.- Tengo una frente tan linda?
Y que en el campo los hombres -Ah traídora!-
honrados, de sus heridas A los injustos
Con el agua sanan siempre.- No se besa, se castiga.-
Yo quisiera-mamasita- Mamá a ti di--cinco besos
Que nos fuéramos al campo Me debes.-
Con los demás, yo sería Cinco! magnífica
Cantinera de agua;-a todos, Colección de buenos días,
Con cuidado lavaríamos Y caridades
La sangre; qué bueno fuera Habrás hecho.-
Ser tan bueno !-y luego, siempre Elv. Ya veo una.
Me acostaría tranquila.- M. Cuál?
Y tu tojosa- El vestido hecho trizas
¿La quieres -Pues eso es
M. -Conque es eso?
ver?
Verás.-Ibamos María
-¿Cómo no?
Y yo, paso a paso entre las cañas,
-Oye, María,-
Junto a la cerca de piñas,
Cuándo es Domingo?
Hela! Aquí viene! Ingrata!
-Mañana.-
Mozuela caaquivanilla,-
-Mañana tendrá mi niña
Engañadora de viejos,
La muñeca más hermosa Zurcidora de mentiras.-
Que se pasee por la Isla,- Le parece buena prueba
-Espera ! De amor, andar entre espinas
-Espera! Desgarrándose la falda,
2 Quién viene Persiguiendo lagartijas,
-Con paso grave, Lucila Montándose en los ciruelos,
Hacia el salón se adelanta!- Seduciendo al maquinista,
Robando la miel al tacho,
Dejando sin campanillas
La enredadera.
MARTf / FRAGUENTOS FRAGMENTOS 269
-Aquí hay una! -Como el del drama?
i Ah cuervo azul! --Es la ley
Alma mía!- Llorar siempre?
Y en tanto, su pobre viejo -Ea una hermosa
A quien traen a la finca Julieta?
Para que el sol le caliente -Es una tojora
Del frío que da a la ida.- Que te espera en el batey.
-María!
-Lucila!
-Fanti .,.d
Amiga nuestra!
-Al batey!
-y la verás -de 1 célibe
Escuchad el voto lúgubic:
-No, si yo me quedo aquí
-Cuando un alma tierna y cándida
Me guardaa rencor?
-Yo sí. De novelones imbéciles
-Tú no me lo guardarás!- Se nutre la mente fúlgida,
Aunque en virtudes espléndidaa
-Y oe lo guardó porque Reboseel férvido mpíritu,-
Me ha de poner en ridículo Aunque la Ilaxen romántica,
Son muy buenos, sí, son buenos, En los rincones domésticos
Pero yo adoro loa libros La tacharán de ridícula.-
Los Mosqueteros, loa Veinte Ej un consejo de viejo
Años Después,Loe Vampiros, A una niña muy hermosa
Y Gustavo el Calavera Que como es joven y airosa
Y Flor de un Día. Aún necesita consejo.-
-y loa Niños
DC Ecija,
-y los Siete Pares
Y Gavileon y Mambrino
Batallas, lanzas, arreor,
Heridos, espadas, ruidos Y a un balcón asomado
Rico8 galanes que mueren En la alta cima,
En la arena por el ídolo De la honda negra bóveda-
De su amor, Mi hijo me mira.-
-y caballeros El es el mago bello
Con banda aaul, De aquella tibia
Es un solitario amante Merada: el genio alegre
Viudo de amor: Es un rey Que la ilumina;
FRAGMENTOS 271
MARTi / FRAGMENTOS
270
Cassell’sNational Library
Henry Morley
Idolatrfa! No adoraban acaso loa cingalaea el cerrojo aquel aobre 739 Bway.
~1 que ruponían que, apremiado por el Cid, juró Alfonao Sexto? JNO Elzevir Library
hubo bandos? y conflicto de jurirdiccibn entre la pta. y el altar mayor?- J. M. Alden
,JNO hubo de amansarlo el prudentlrimo Don Fray Pawual, Obispo 18 Vesey St.-
Santiago Pérez
52 w. 21 St.-
Por la calle de Lparteror rubia en buwa del Instituto Libre de En.
aefianxa, que no todo ha de ser toros y rateror,-y vi en un aparador 394
dorador cuadrillor, coronador por alegoriar, y con una gran letra a
diestra y rinientra. Dor eran loa cuadrar y ae anunciaban con atribútoa La escenade papa con Serrano
de todo género, letraa Iateraler.- El uno dorado, tenía encima la regia
corona y loa leones y torrea de unanza, y una M y una C l loe lador, ;Lo que manda la autoridad, no se discute!
y el retrato de M.C. en medio, a la razbn Pte. del Consejo de Minietrw- De manera que como se ve por este hecho típico de todo un infeliz
Y el otro retrato, con 10~ chismea de torero por corona, y Ir muleta estado gubernamental, no somos sólo los nacidos en el país los que
y el fajfn rojo y la gorrilla y el eatoque, y una t y F de inicialw, y hemos padecido de su desgobierno, de su exceso de gobierno, dc su cx-
entre ella, el retrato de Frascuelo, el m8u vulgar, y groeero de lor hom. ceso corruptor de gobierno.
bree, por quien no faltaba duquesa trasnochadora, conwntidor marido, ni
marquera, que echaran al aire, con eu honra dentro, el menudo rapa=
395
tico de mda,-ewudo y premio y desde entonces del prieto toreador-
Y estas estrofas pálidas, que reposadamenteentonan hoy, canto de
Al rubir a mi coaa, vi un nifío que me recordó el mfo. Lo acaricié, gloria- serAn pronto, puesto que a celebrar los mismos bravos, y a
me inclid a bwarlo. El nifio sonreía y la madre me dijo brutalmente:- llorar los mismos muertos, a curarse de las mismas heridas, vienen
274 MARTÍ / FRAGMENTOS FRAGMENTOS 275
-himno continental y poderoso a cuyo acento, ‘los bosques adormidos No lleva en sí, como debía llevar, la respuesta a esta pregunta,
poblarán con sus troncos de canoas los ríos desiertos, y entre estre- porque la da la Naturaleza, y el poeta es hombre en quien la Naturaleza
mecidas abras y montañas, sacudirán sus faldas recias, y echarán por se acendra y acumula. Ni está eso dicho con el terrible acento con que
mesetas v valles sus pueblos de hombres, en ellos amparados de la am- oemcjante duda, a ser real, habría estallado. Clavada en el cielo debe
bición y de la saña humanas.-Mas no será sin que arrimemos a la quedar la espada del poeta, con el puño luciendo solo fuera de la nube,
hora hombros de Atlante. cdo. semejante pregunta le salga del alma.
Sobre Núñez de Arce (?)
396
(Asunto)
No a ser sombra del cuerpo ajeno sino a vigorizar el cuerpo propio, a
Los cíelos allá arriba
amasar con la levadura del destierro las naciones donde imperarán más
El poeta, vestido de negro, abajo, abajo, y al sentir su vida sombría;
tarde, nacidos de sí mismos-que es como únicamente prosperan el tra-
arriba, como quien lanza un tejo, lanzó su espada que se clavó vibrando
bajo y la libertad:-a aprender que no basta la prosperidad para hacer
en las nubes, y cuyo pomo aún balancea!
a los pueblos durables, si no se les fortalece con la práctica constante
y con el predominio del sentimiento,-a aprender que los pueblos no (0) se sacó la espada que tenia clavada al pecho, y con las dos
progresan cuando van contra el espíritu genial del hombre, o contra manos la arrojó de punta a las nubes.
los métodos propios y peculiares que les aconseja e impone su raza.-
Los ojos perpetúan la raza en mayor grado que cualquiera otra parte
397 del cuerpo. Cuando todo ha degenerado, el ojo insiste. Así en los cuerpos
chupados y exangües de los neoyorquinos se ve brillar todavía, acusando
La limpieza excita, predispone a la bondad. Un niño áspero, cada su origen, los ojos de la raza primitiva. Se nota que, al confundirse con
vez que se bañaba, se alegraba, y venía a darme un beso. otras razas, las de ojos negros y grandes, de tierras calurosas y meri-
dionales, predominan. El ojo semítico perdura. Los ojos de las razas
(Asunto) claras se mezclan más, y (desaparecen) se extinguen con más pron-
titud.
“Después de esto-volver a la vida diaria!” El neoyorquino tiene comúnmente un ojuelo indeciso, cínico y bur-
Y se saltó de un balazo el cráneo. lón. Se escapa de quien lo mira. Mira de modo que parece que come.
Y ríe sin cesar.
Comenzaron entonces a clamar todos los que necesitan del hombre.
Pasó la humanidad, y lo maldijo.
iOh poeta! Ahora, quién echará aceite en la lámpara! Mis versos,
;Oh sufridor! quién abonará por el olvido de los torpes y de loa Cual su hierro el herrero sobre el yunque,
indiferentes! Sobre mi propio corazón los /ragl~o:
Y cada verso se estremece y vibra
En la vida, ea necesario que unos se consuman en beneficio de
los otros. Como al clavarse en la lejana meta
La barra que el éuskaro fuerte lanza.
Oyó: se levantó dolorosamente: compuso los huesos rotos de su
cráneo, y siguió andando!
277
2% MARTf / FRAGMENTOS
51s pensamientos caían lentamente sobre su pluma. como gotas de In America we are free, igwks unfortunately.
sangre.
I resolve as many other Am. do, and as an honejt malI 1 bclieve that
I know more than all of them put together.
4Qo
he gets advice every day from people who are incompetent to give it.
El piano regaiia.
illaria, de siete aííos, pregunta: ;Yor qué nace esa flor, si es tan
fe:< y huele tan mal? Que era lector de Steele y Adison se veía en su estilo JI;-.-ionario 1
aun floreado.
Un Don Quijote de los insectos: gris, recto como un canutillo; fino 403
como una hebra de hile,, riuy alto de la cabeza, montado sobre ocho
patas. como sobre zancos. Andar digno. -Los diversos modos de morir
-Horca
401
-Batalla
Nap. nació SI’ una alfoillbra donde estaba la guerra de Europa. -Cama, en familia
-Puñalada invisible.
Obs. pers. :
1 want to do so many thíngs that 1 can do nothíng. Después de una ocupación vehemente de las facultades invisibles. x
desea una satisfacción vehemente de las facultades corporales. 0 cuando
280 MARTi / FRAGMENTOS FRAGMENTOS
se est3 en mucha pena,- aunque eso es por otra razón;-por lo natural Baeza-Condesa 954
de sacudir al que duerme si se deseadespertarlo; o mover al muerto, para Manresa-Bar. 7%
saber si está vivo. Pero no se ha de confundir esta necesidad sensual,de Martos-Jaén 1169
los sentidos físicos, con una necesidadmeramentesexual, o de un sentido. Tarragona-Zaragoza 1801
Lo mismo se acalla esa solicitud empleando una mujer que sentándosea zll Madres 475
una buena mesa. Lo que importa, segúnpar’ecees establecerel equilibrio.
J. Rey y C.
-Lachrima Christi del Vesubio: rojo aeco: 65 ct. ?& cuartillo. Trinquete Murcia
Lo que se tiene por lujuria no es muchas veces más que el horror a Franc. 0. Lozano y Cia.
la soledad,la necesidadde la belleza. De lo feo del mundo se busca alivio Merced 6
en la mujer, que es en el mundo la forma máe concreta y amable de Córdoba
lo hermoso. Y el pensamiento desolado, por conservar su dignidad y José Ma. Pous
justicia, acude a una distracción nueva y violenta, que le cambie el rumbo Fenosa 14, Barcl.-
y lo salvo del encono.-Y he aqui una inmoralidad relativa que ayuda Manl. Herrera Masera
a la moral suprema.- Martos
Jain
404
Herederos de Miguel Martin. Torrenueva 23 Zaragoza.
A Harpagon, Prometeo, J. Bta. Constey
Al Sí de las Niñas,-+ Ronda de Segovia 20
Madrid.
copia concreta de nobles sentimientos reales, que no son en sumamás que
el vulgar cumplimiento de un natural deber, prefiero el hombre de enlutado
4Q6
arreo, que se vuelve al cielo en demanda.de su existencia y sus secretos-al
Don Diego ingenuo, que se arrepiente de un crimen que no debió cometer,
Un rubio femenil, delicado, menesteroso: un rubio mimoso, tierno,
prefiero a Hamlet.
débil, un rubio que da la impresión de un niño enfermo, y debe hacer
ntwandesestragosen el corazón piadoso de las mujeres.-Las mujeres, aun
405 las más viles, aun las más necesitadasde consuelo, necesitan tener alguien
a quien consolar y, por lo mismo que se sienten compadecibles,alguien
La fatalidad no existe. Jamás he creído en ella. No es más que la a quien compadecer. Y por su misma debilidad, alguien que les parezca
debilidad o desesperaciónde los que la invocan. Hábito de regularidad. más debil que ellas, en quienes puedan como vengarse de su debilidad,
-Cuadricula todo. que les dé testimonio de su fuerza (de ellas). Nótese el empeño de una
mujer buena unida a un hombre fuerte por exagerarle sus pocas debili.
Cada hombre debe ser un orador;-así serán los hombres menos es-
dades o inventár&as, y la irritación que a la más amante le ocasiona el
clavos de los oradores.
no hallar qué censurar en el hombre que ama.
e; verboso k!lilo,
No hay postres más ricos q. una corteza de pan de b. harina.
el elegante Lysiaa-
el grandilocuente Sócrates,
El judío de ojos peqs. y cara de esmalte, a manchas. Demóstenes, el maestro perpetuo, cuando la honradez se llamaba mode-
ración-cuando la palabra noble, como cl7 de, a’s repondía a la palabra
Un muchacho, q. entra con el somb. empinado, y más cuello q. el de temible de S. Just,-
uso, como pan embutido en la cesta sls hizo sus mayores esfuerzos la oratoria moderna, no igualados ni exce-
didos, precisamente porque llegaron a su más alto grado de grandeza y
Lo del enf. como encorvado. emoción, de libertad y fuerza las pasiones. Sino cuando se traen pen-
masca picadura y lo deja dientes de 1a.s pasiones que no son sus alas, sino sus cadenas.-
el 113
>
Yo no sé qué tiene la grandeza íntima de reflejo y resplandeciente.
los otros hombres, lampiños.
mucha frente
el ant. colorado
La Oratoria debe ser, ora acre como la sátira, ora patética como el
mota roja
dolor; detonar como el trueno, sacudirse como los esclavos, transmitir e
barba blanca
insuflar su propio espíritu; y ser ya ardiente rueda aligera, ya temible
sentencia flageladora, ya desmayada y tenue voz dc llanto.
408 Pintaría yo a la Oratoria como un joven gallardo, de correcto perfil,
de cabellera desordenada, de mirada de fuego, de imponente ademán, con
La inspiración es en la mente como un desmembramiento: X* se siente el desnudo pecho enarcado cuello, mal ceñidos y mal cubiertos por una
algo que viene: paredes que se caen, voces confusas,-y como que se abren, túnica romana.-
vastísimos salones, 3,i a que los ilumine blanda luz de estrellas. Como que
se abren a interior palacio para la visita de un rey desconocido:- se
sienten montes que ruedan, y que caen, y se vislumbran espacios aéreos, 410
tan ricos como dicen que lo son los fondos de loa mares !-
Si las cosas sólo se asemejan en unas pocas de sus propiedades ‘lü Es un rumor que no ae oye; y existe. Son vías impalpables, y, sin
embargo, podria yo sobre mi pecho señalar el surco,-ya no nuevo!-por
2’2 Hay un dibujo de Martí, que parece ser el m~~cbacho a que ce rc~wrc. que corren!
7 más abajo otro dibujo, que debe ser el anciano que menciona. limbos dibujos, ¿Crces tú que fue alguna esperanza perdida, una pared de nuestra
al igual que el texto, a lápiz. Estos dibujos, muy elementales, estk al dorso de
una carta de Enrique José Varona a Martí, de 31 de enen~ dc 1889. casa derribada, una cinta de nuestro pahellón azul arrebatada por el
-13 Varias palabras ininteligibles. viento? No es la tierra, que se ha empeñado en sepultar mi alma. Es
~4 Palabra ininteligible.
215 Idem. “17 Palabra ininteligible.
“Io .4 la vuelta de la hoja. P*s Nombre ininteligible.
284 bf ARïí / Flt,iCbfE.~ 1'0s FRACMENTOS 285
que me hacen llorar la innobleza, la imprudencia, la envidia, la incultura. corazón.-Pero yo tengo confianza en mi energia y en estos ardientc5
Es que yo, que tengo una hermana en el cielo, y una esposacn la tierra, afectos que involuntariamente inspiro.
lejos de aquel amor suave y este amor de mi pensamiento, de mis fibras
Yo amo tenazmente el arte. Hoy tenía un peso, y lo he gastado cn
y dc mis entrañas, no hallo en mis horas de mortal disgusto quien venga
tazas drl JapSn; mi mujer viene. He penetrado los misterios del color.
a beber en mis ojos mis inccmprensibles 19grimasacerbas, a apretar con
he sorprendido en la obra del mármol los secretosdel cincel; uno obra
suavesbrazos, ceñidos de mi corazón, los sollozos que el cielo me envía,
bella es para mí una hermana, un golpe de color, para mí revelación clu-
como recompensay endu!zsmiento de mi trJnsito aciagu por la tierra.
rísima de los pensamientose irlrlas que agitaban el alma del pintor. He
Aquí estoy, amargado por la farsa. Hablaré, y me celarin. Escribiré,
sentido dentro de mi alma frotarme algo, en el Louvre, ante los medios
y me mordcráu. Acusarán a mi ciencia de fantasia, y a mi fantasía de
tintes de Murillo. Las IJgrimas agradecidas, por el bien que de la con-
ciencia.
templación de la obra recibio, se me han saltado de los ojos ante el
Pero esto que me aflige, y me llena el pecho de un amargor que oprime,
bnceto de La batalla de Wad-Ras de Fortuny. Hc hundido tímidamente
es la falta de afecto entre los hombres, su naturaleza odiadora y batalla-
cl dc~tl«t’n un lienzo del mexicano Rebull para convencerme de si aquel
dora, su dificultad pa!a querer, su facilidad para odiar,
;Icpr;l(lc, azul era lienzo o nube. He hablado a solas con “La Maja” de
No me alcanza, ni lejanamente, el motivo de mi disgusto. Pues iqué Goya. Ilo teuido largas phíticas con las Venus d$l Ticiano. Me he traído
soy yo, sino un hermano de todos ellos? iHermano, o padre? Estos rayos una ;I (‘asn, y vi\,imos castamente en deleitosa compañía.”
de mi espíritu y pira de mis huesos, ino me han de hacer llorar si no
se quieren? La pequeñez de sus relaciones; la inestabilidad de su funda-
mento; la fragilidad de sus cariños, la estrechez de sus espíritus, cn que 412
no caben más que los afectos que halagan su vanidad o sus sentidos,
amargan de tal modo mi existencia, que, a no estar tú sobre la tierra JamHsescribí íngl&. AIIJ 1G años hnw, cuando tenía yo 13, revolvía
lloróndome y am&ldome, me la arrebataría para no ver tal espectáculo, con cierto desemharnzoT11cnrnerican popular lessons,-e intenté la tra-
y creo 1.0 que el Gran Espíritu disculparía mi acto tremendo! ?ls ducción del Hamlet. Como no pude pasar de la escenade los sepultureros,
y creía yo entoncesindigno de un gran genio que hablara de ratones,-me
411 colltent& con el incestuoso “A Mystery” de Lord Byron, Viví unos días
en pleno paraíso: me parecía que bebía, como me ha parecido luego le-
“De manera que sé de pintura. Ha comenzadoa publicarse en N. York yendo n IIumero, y el Schab.Nameh y el Popol-Vuh,-la leche de la vida.
un periódico de artes y salones, “The Hour”,-y sus redactores princi- Cómo saldría la traducción no es menester decirlo. De entonces acá mi
pales, Tiblain y Murphy, habían encargado a un cubano artista, maestro in&% sólo me había servido en rápidos viajes, o en momentosextremos.
afamado del creyón, a Collazo, un crítico de arte. Collnzo habló de mí L’nn vez, traduje en Madrid no sé qué contrato lleno de voces tfcnicas y
en “Thc Hour”. Y héme, con dos papeletas para ver Museos,-camino extraños. Mis botines se quejnban de mi abandono, y se hacia necesario
de la colección de Mr. Stebbins y de Wolfes, y obligado a hacer de ellos rcllarar la brecha abierta; yo gané ocho pesos,lo que fue maravilla, con
una revista crítica en inglés,-Yo paséuna tarde valiosísima en compañía mi bellaca traducción. Yo gasté mis ochos pesos-no en botines sino en
espiritual con los mJs afamados maestros, por más que acusara en mis fotografías de cuadros buenos.-Creo que tuve que esperar un mes para
notas de superfino a Fortuny,- de escasezde invención a Meissonier, de tener zapatos.
ncgligentc y ligero a Detnille ,-de ro&eo y sedoso P Bougueraw-Yo Escribí temblando mi revista artística. Yo sabía que escribía en es-
sé un inglés bórbaro, y estascosas me parecían juntas, y me oprimían el pañol con palabras inglesas. Yo no he tenido nunca confianza en mí
mismo. Yo no creí nunca que el vigor de mis ideas, mi única esperanza
NI Aproximadamente en el centro de la regunda phgina y en posición inversa, en este trance, pudiera traslucirse.
con letra muy clara, Martí ewrilió: A Maria Carcíu Crana¿os,y las primeras
estrofaa de e.u poema Mario.
286 MARTí / FRAGMENTOS FRAGMENTOS 287
own ancestors, their own interests, in vain, in the shrine of liberty, without
413 a shudder of an indifferent and guilty world, but as lover of what is
lavable and honorable in this country, as an ardent lover of human dignity
SICKLES and human brother hood, as lover of America, who understonds its
mission, and does not want to have it thwarted and diminished by un-
Mighty distorted his Spanish was, and a wonder of =z and dislocation; timely and uniust activities, as a lover of liberty.
but no orator ever succeeded in arousing his audience to such a pith of
enthusiasm; he had with him his, zsl and the charm of true conviction that
his was a nation, the nation that freed the slaves, that would never dishonor 416
itself by putting to slavery a man, or a nation: all this was applauded
in him. 1 hope to be heard, if not with his good fortune, at best with This country guilty of downright highway robbery, of going to the
indulgente, because 1 bring with me the same conviction. rewards, Monroe doctrine in hand, and casting against the wall the feebler
peoples, while with the other hand they take from their pockets the coveted
concessione of supremacy, the decree signed by these peoplea of their per-
414 petual and irredeemable servitude?
This villainous conception cannot have entered a true Ameritan mind.
1 am not disposed to receive in silente, nor to leave without, Lz the **r
impolite slight cast upon me in the speech of
-1t is not the person who maintains the ideas what is of importarme 417
to me.
Of such arr overbearing attitude, of such an insult to mankind thir
Are we to bring here the baggage of accusations heaped up against conutry cannot be guilty. It might be, here and there, that the hope of
those who have received us here, the process of their political aspirations serving by it a higher position in the eyes of his dazzled countrymen
might serve to distortion the overheated brain of some ambitious poli-
and true? Za
tician: but no statesman worthy of the name will be found in the mighty
An idea is whlt ?f>j discovered,
republic wishing to cast on his name and on the name of this country,
such a stain as the deprivation of the liberties, the independence, the very
415 existence of other peoples, of a free people for the mercenary interest of
.securing by forte of threats or of shrewdness-must rot from inmoral
But being an ardent lover, from a common origin, and composed of shrewdness-the products that cannot any-where else be sold.-No inter-
al1 Spanish-speaking countries, which are but one, and as one loved by national policy can be in the length of things successful but that based
me, loving as ardently, as 1 do, liberty there and liberty here, 1 bope on honesty. Robbery is one thing and diplomacy another.
to speak, not as the representative of a country which has here a higher
and human brotherhood, as lover of America, who understands it 418
that island where life and worthier men year aher years, sacrificed their
the eloquent orator will allow me not to disturb myself by it, and pray They have the pilot in the hold of the vessel, and the engineer and
to him not to be disturbed either, remembering as 1 do, and this he will, firemen in the pilot house
thnt sentenceof:-E rror ir but opinion in the making.
My wife is a shame to me
419
Rather to be a slave 1‘11sweepthe streets.
And; Mr. P. Egan, the Minister selectedby this Covernment to (‘hilo
is not at the same time, as ond continually, and this I say in his honor 1 rather be the hypocrite of honesty than the paid hypocrite of
on dent lover of upholder of the rights of Ireland, fighting face to subserviency.
face, poignard to poignard. with England, a nation with division-their
government is ìn friendahip. 422
424 425
La verbosité, qui (étouffe) suffoque la po&ie, comme des certaina La nodriza se detiene ante el cabaret donde su marido canta
parnsites I’arbre auquel s’enlacent. La cuna empolvada del niño muerto.
Loca :
J’ como una flor tardía en un árbol, saca de la historia estos bellos
Halln poesía, y la hay, cn una casa cle juguetes. versos:
No tiene miedo a 10 vérdadero y familiar, que con suprema arista. Et depuis lors, on voit á Caen dans un hospice
crncia natural, limpia dc groscría e idealiza. Tenant fix sur vous ses yeux secset brulants,
Une femme encare jeune avec des cheveux blancs,
Qui cherche de la main la mamelle livide
426
Et balance toujour du pied un berceau vide.-
Le petit épicier: qui passela vie derriérc son comptoir, dans sa bou-
Les Humbles
tique sombre au volets peints en rouge, en tablier, cassant du sucre,
sans autre Emotion que l’arrivée du comion de provisions chaque 8 jours.
La Nourrice.- Se casa. Como el Sol del Domingo para los trabajadores brillan los
Linda moza se casa con un galán bribón. dos versos en que lo cuenta:
Et le premier soufflet pr& du ler. baiser.- Et quand il l’emmena, blonde en costume blanc,
Hijo-Miseria La boutique aux murs noirs lui parut toute neuve.
La esposaárida expulsa al. fin a la madre satisfecha que fue a com-
Va de nodriza “la mort dans le coeur”
placerse en su hijo próspero.
Sespauvres seinsgonflés de lait lui faisnient mal. El especiero; sin hijo.-
Toda el alma de Coopéeestá en el rasgo fina! de este poemita:
Los males del especierose consuelan cada vez que ve a un niiio, que
Rikagc de sociCtéodieuu comme un crime, dcvnnt lequel, il y a encorc
entra a comprarle alguna chuchería por un sueldo:
vertu dans les femmespubliques.
Il donne le bonbon et refuse le sou.-
los padres descuidados y fríos:
les pi’res aveugles, las madres huecas, les mkcs vides.
En la hora libre, la nodriza corría chez l’krivoin du coin: 427
A 1’6poux qui mentait. dkouemcnt incompris,
De son dur esclavageenvoyait le prix.- Les Humbks
Duns la rue:
A la vejez, amigos que se ven todos los días. Pero ella no se con-
fiesa con él.
La huerfanita mayor que lleva a la menor a la escuela.
Emigrants: ; Qué victoria de la ternura!
Elige Coppée un acto casi ridículo, y lo hace amable por el amor
Le père tout chargé de paquets et d’outils,
La mere avec l’enfant qui pend á la mamelle, con que es llevado a cabo. “Soupple”?sin más esfuerzo que la hábil
Et quelque autre marmot qui traine la semelle presentación.
Et la suit, fatigué, s’accrochant aux jupons,
Le fils avec le sac à pain et les jambons, La soew nouice:
Et la fille emportat sur son dos la vaiselle.
Heureux ceux qui n’ont pas quelque vieux qui chancelle, Dolor, convento, respira una flor, muere.
Et qui gronde, et qu’on a, s’éffarant, aprés soi.
La soledad de la estación donde como gusanos apretados, están de De las contradicciones brutales e inmorales de la vida, con estilo de
noche sin luz los emigrantes. Baudelaire, éste es un ejemplo.-
Mais l’époux qui soutient, lasse sur son epaule,
Une tête de femme où sont clos de doux ycux 428
Promène autour de lui des regards anxieux.
1877-
Todos lloran! Romance
animado
L’exilée
La femme sede Deücadenu madrigalescas
No la ames !
Separada de un marido brutal
No bien ve una cabeza misteriosa de mujer noruega “coiffée d’or
vivant” el pecho se le llena “d’un espoir sublime et dangereux”.-
Simple AmGition
Avoir quelque part un vieux maitre “Et tu ne peux savoir à que1 point c’est exquis! 51 ans.
Aimer sa fille, et chaque soir Renace a amar.
Brosser son vieil hnbit. et mettre Con la mano sobre los ojos, medita.
Du linge pour aller la voir.
Da gracias a la memoria que le recuerda los ojos de astros, la tez
Aimer d’un amour trk honnête:
rosa húmeda, la juguetona voz de bengalí, la boca adorablemente grande,
Avoir peur, en portant In main
el andar de antílope de su amada.
A certain cordon de sonnctte
Dont on sait pourtant le chemin.
FRACMENTOS 297
296 MARTI / FRAGMENTOS
Conversa de su amada tiernamente con el ángel guardián de ella “beau -iQue no se muere de amor?
soldat cet filial ange de Dieu”.
Chêre enfant, qu’avant tout vos volontés soient faites:
iCómo le recomienda y ensalza su ingenuidad! “tu t’étonnes parfois
Mois comme on trouve un nid rempli d’oeufs de fauvettes
qu’ellc n’ait pns de3 siles”.
Vous n’aviez qu’8 fermer brusquement votre main
Piti¿ íles choses: Si de l’anéantir vous aviez le caprice
Vous n’aviez qu’á,fermer brusquement votre main
La doulcur aiguise les sens: Mais voua ne voudrez pas,j’en suis sur, qu’il périsse.
Hélns: ma mignone est par&
Et dans la nature je sens Romance: La rosa le hace pensar
Une secrete aympathie. en su trente: una estrella en su mirada;
En cux j’entends, respire et vois las golondrinas en su destierro.
La ch&re absente,et je regrette Lettre: No es el amor universal concretado en explosión poética; sino
Ses yeux, son haleine et sa voix un amor personal de poeta probado y adolorido a criatura pálida y
Qui sont astres, lys et fouvette. nubosa.
En automne:
Tout ce qui est sipnificntif, tout ce qui est vrai, tout re qui est A Paris, de nos jours.
sinc~rement estraordinaire sans effort et sans recherche, tout ce qui lui II venait de publier son dernier livre. 11fut dans ce mal de largueur.
parle de l’inacommodation d’une âme poètique, pleine de futur, tr la terre Deux ans. Le mrdecin: c’est au coeur. A 30 ans.-
gloutonne et insouciante, lui attire ct frappe son luth.
Nndic mejor, en tres líneas, copia un cuadro que de sus versos puede Jkrte~i--lles amis seuls venaient le voire.
trnusportarse al lienzo. Seul.
JI.---Je fus iadis sa fiancée.
Populaire sans vulgarité, o&nal sans extravagante, nouveau sans Me olvidas! sin Dios!
vacarme et sans recherchc; SEI!ISautres maitres en Litterature que la Quelque passion folle asservissait son bme.
beautE et la verité; il a eté homme courageux et genuine, sans la peur i(:l me escribió: “Pardon!”
hontcuse de la souffrance, mais se plaisant à elle, et même l’nimant; Tarde!-
et homme de lettres utile, qui rcs!era commo le plus délicat honnête et
<mu peintre de son temps.
Toi plume d’oii tombait son grand vers triste et mûle:
Mirons au fond desquels il se trouvait si pûle;
La simplicité horncieune, maia une idéalitk, une fiertc, un besoin af. Armes qui dans SR main quelque fois avez luit,
fanìC de justice, une sympathie ardente avec le malheur, une envie Dites moi son secret et parlez moi de lui.
fébrile et tcnnce de le remédier, que IJorncc ne connut jamsis. (Se cache, au bruit de Renée)
Por el hijo, a buscar sus papeles. Casada que lo amó.
Il a ce bon sens duremcnt acquis, qui vient du sentiment ardent de Berten sale
la justice eprouvé dnns la pauvreté.
Recoge en unos cuantos versos la poesía que la gente buena y triste L’jcret6 de la peinture de ces douleurs de jeune fille délaissée.
ha ido en toda una vida vistiendo y evocando en torno suyo. Los cuadros, Quelquefois Racine et Corneille sommaient dans ses vers.
los rosales, los crucifijos, los ornamentos de las paredes, ino son las
confidencias mis elocuentes, por lo mismo que son las más discretas
de las almas? Humillríos ahora vos que
n’avait paa le courage de le suivre.-
.
Le douloureux bonheur de pleurer sur sa main.
L’interieur d’une vie de poète: c’est une âme des temps mise au nu:
scènes de comment le poGte souffre, travaille, et ce qui’l poursuit et
attend dans la ferme; et comment, quand il semble partager par passion
un amour,. il ne fait que le subir par générosité, et par pitié s’attacher.
-10 Estas notas de Martí están escritas II máquina, a veces con correcciones
de su puño y letra.
1
Unos tienen el ojo para los lunares, y cuando ven cosa bella, airados
de que lo sea, buscan coléricos la mancha o defecto y gozan cuando
la hallan,-que son las alplas ruines.-Y otros tienen cl ojo para las
bellcza5, y se dan prisa a cubrir los lunares que ven, por no ver más
que 13 hermosura,-y son las almas grandes.
Ro da tristeza que lo haya dicho antes. Si es benkfica verdad es
benéfica a los hombres: y el pensamiento de gozo que lo produce. No
porque lo crean capaz de producirlo, sino porque va a hacer bien con
Cl. I’ues dar de su vida a otro que modo rnlís dulce de pcrdcr la vida?
Cu;rndo escribe de historia, parece que está sentado a coro con
los siglos, y habla a par con ellos, da cuenta de las cosas pasadas como
si las viese. Afirma.
Ah, leer cuando se está sintiendo el golpe de la llama en el cerebro, Para la carta de Junio, inmigración de p;lupcros.
es como clavar un águila viva, si la mano fuera rayo y pudiera ani-
quilar el cráneo sin cometer crimen.
A cada estado del alma, un metro diverso, que de ella Lrota natu-
ralmente.
En dondequiera que el hombre nazca abandonado a sí mismo y sin
conocimiento de lo que le ha precedido, comenzará otra vez la edad Vivo como un ebrio, sufro como un loco.
de piedra. No está la edad de piedra en la naturaleza, sino en el choque
del hombre virgen e ignorante con la naturaleza virgen.
Y en su triunfante estrofa
Cuando el espíritu, en su hora de vapor, o de engendramiento, echa EL DUMA:-ha exponer el matrimonio pasado, en el primer acto,
naturalmente de sí sus creaciones, queda limpio el cerebro, y dulcemente dos amigos que vienen de fuera, y conversan.
desconsolado, como hogar de que ha salido la hija para buen m.atA -Y has visto tierras?
monio, o como entraña de madre, luego que ve fuera de sí a III hijo, -Si, Pedro, he visto tierras.
que parece que lamenta verlo ya fuera de su seno, como si fuera menos
suyo. Pero cuando la voluntad llama al pensamiento, cuando la viola,
cuando lo despierta contra su deseo, como implacable domador que 2
obliga al león cansado a ponerse en pie para que la muchedumbre 10
contemple, el pensamiento sale, como corcel que se resiste, a modo de El genio ve antes de estudiar lo que la mente sólo alcanza despu&
agua que salta a borbotones irregulares e imperfectos por’ entre avenida de haber estudiado. El genio es anteciencia y antevista.
de piedras, rompiendo la frente. El sueño mental madura los pensa-
mientos que para que den todo su arorqa, no deben ser perturbados
en su hora de sueño que es su hora fecunda ipero los q. no tienen tpo. J. E. Caro y Villegas imitaron el hexámetro latino. Villegas en
de dormir! aquellas
Porque no ea bien que pase 1s locomotora por sobre el corazón pale Sonrió en la sombra al caer.
ltitante de ,%;~iI~t.
3
...como cansada de producir grande3 idea3 inútiles, se niega a pro-
La educación ha de ir a don& va la vitln. Es inscnsnto que la edu- ducir grandes idea3.-Ya no potro piafador, sino muy fatigado rocie
caciAn ccupc el único tiempo de preparación que tiene el hombre, cn no nante.
prepararlo. La educación ha tle tlnr Ios II cllios de rwllver lw l~rolllenlns ...caballo de fatiga moribundo, en cuyo cuello ha echado la3 brida3
(;ue 1s vida 113 de presentar. Los glmdc3 prollemls lunlanos 9c\n : la su dueño cansado.
conscrvnciSn de la existencia,---y el Ic;gro de los medios de IlacerIa grata
y pccífica.
OTROS FR.\GLIEtiTOS 311
310 MARTi / FRAGMENTOS
1~)s mayores ojos sólo bastan a hacer más clara nuestra pequeñez:
por eso es a la par altivo y humilde el hombre grande: por el Dios
que siente cn si,-soberbio: por sentirse manejado, gobernado, arista
y hoja de paja-modesto.
312 MARTí / FRAGMENTOS
OTROS FRACMESTOS 313
J.ibro.-Comparación de los sistemas lepublicanos: nacimiento, ra- Con el niño habló mucho, cosas verdaderas y tiernas!-cuando vi-
zonej tic la creación, razones de oposición, dcscnvolvimiento y práctica nieron ya gentes ma;:ores, no quiso hablar:-cesó bruscamente de hablar.
dz cada institución cn cada repliblica: defectos y cualidades del modo Pero luc:o sintió que la muerte venia,--y como rompe en sone melodía
de gobierno en Suiza, Estados Unidos, Francia y Repúlllicas de Sur lejana, se le oyeron salir del pecho, arrastrándose como palabra mori.
América: deducciones: baces de buen gobierno. bunda, estos acentos!-...
7 No como otros que devorados del ansia de ver y para ver nacidos,
no tienen tiempo pnra verlo todo y construir, y por el torbellino humano
En el hombre hay como dormida capacidad p.xa elevarse a niara- arrebatados van arrebatados, desasiéndose, como un ciervo perreguido de
villosa altura. Cuando las circunstancias los solicitan, se levantan sin los perros, de todo lo que quiere echarles abajo de la nltura de si mismos,
esfuerzo a ellas individuos que no parecían de ellas capaces. Y ha] y ven a tajos, y hablan a rúfagas y echan a los hombres, dccesperados
facultad de acomodamiento al medio, como si fueran cera que a las de no poder detenerse a reflexionar en el conjunto y delinearlo, en trozos
colosales manos de la vida se plegase. apresurados e incompletos lo que ven. Se están haciendo, y no se dan
por hechos.
L a poesía saca de lo actual y eleva.
Yo estoy por creer que el pintor, nsí como el actor en grado meno1
aún , son poetas incompletos: son como alféreces y lenientes, sin ascenso,
de la poesía: llegan a ella, están de visita algunas veces en ella; parece
10
0:ras que ya van a ser recibidos por huápedes permanentes de la casa:
mas no llegan. Acaso lleguen luego.- Un libro de poesía de paisaje: El libro del Trnbajo.--Fulton.-
Mañanita de Otoño - Látigo - Carnes - Gente Apresurada - Atmós-
fera-Abren las tiendas sus bocas avarientas y al pasajero ansioso sus
8
maravillas tientan.
...ved como un hombre
de haber perdido la esperanza mucre! iQué es este pensamiento ?-;De dónde vienes?-De mi maquina
Hundió la mano en el cabello rubio rota te alzas tú alegre-cual mariposa que sale de una tumba.
Del niño,-esparció luz,- y quedó muerto.
tiEscondió el rostro en el pecho del niño He trabaiado yo acaso para que me premien, o para estar contento
y lloró sin consuelo. de mí mismo.
314 MARTí / YRACMEYTOS OTROS FRAGMENTOS 315
Fulton-allá van copia y lápiz del copiador poeta-limones italianos Y las palabras que deben ser urnas de ideas, se truecan en meras
-naranjas de Valencia-enorme coliflor-plantas de América-en \ asos muletas de versoa.
de Pompeya-la muchetlumbre corre-se estruja, avanza, vuela-flur
tfe carnes tibias-asciende de las cuevas.
Es necesario poder responder siempre en política, en Gobierno, como
el Abd-el-Kader al fanático que venia a preguntarle cuánto daría por una
cabeza de francés.
Una de las razones porque la virtud no triunfa es su falta de acome- -Por una cabeza de francés doy cincuenta palos, y para que no
tividad, la cual le viene de su modestia, que va siempre con toda real los esperesmucho tiempo voy a hacértelos pagar adelantado.
virtud, y de su miedo de ser confundida con el deseo osado de medro
-que se disfraza siempre de virtud,-y esto le viene de su orgullo.
Le cancer, c’est l’adultére.
La tierra es libertad-la tierra es gloria. El uso de una palabra extranjera entre las palabras castellanas, me
hace el mismo efecto que me haría un sombrero de copa sobre el Apolo
de Belvedere.
El viento sopla-el viento septembral: las gruesas nubes
Como una hoja de rosa arrastrada por la espumaasí el pie del niño
El cielo entoldan a la par y el alma
entre las sábanas.
Oh, qué frío en los huesos-oh qué frío
Más allá de los huesos: el cansado
Cuerpo la lluvia y la humedad previene:
12
Como agudo puñal papel delgado
Aire frío y traidor traspasa el pecho;
The mere pallor of life, the emptiness of our life of its proper
Anda en puños la gente, cual rebaño.
interest may be a fit enough subject for poetry,-if it is described by
one who has in him that passionate feeling of what the significance
Fría está el agua-bien fria iay no está bastante fría para que of life ought really to be.
hiele mis labios!
Hammerfest-la ciudad más al N. del mundo.
Cual quien con tropa de gigantes cuenta, Oh qué prueba!-Qué deliquios en el alma de un hombre que se
Y sonado el clarin, se halla con tropa cree padre de un hijo, qué sentir, cuando lo oye balbucear, que le corren
De enanos mal ceñidos, corcovados. riachuelos de plata por el corazónqué parecerle c’ ando vuelve a su
lado que reclina la cabeza en almohada de plumas!-y en el instante que
316 bf.\RTi / FRAGMENTOS OTROS FRACMESTOS 3li
ssbe que aquella hija no es suya- nquclla misma voz, presencia, mirnda, Erasmo, Lutero, despu& del cual nadie se ha atrevido a oprimir el pen-
golpe de la manecita en la mejilla y de los piececitos en la alfombrita samiento cn Alcwmia, Servet, Carranza. Los usadores arrogantes del
no alumbran su corazón, ya no desarrugan su ceño, ya no estremecen derecho humano.
su mejilla, ya no ablandan la expresión de su faz y son las mismas, sin
embargo, que antes. eran: qué nervio lo explica.
15
caribal - maflia - copetón - jocotte - cote - chojin - fiambre La mejor juega el alma de ShukcsJware contra un bi~ute rubio.
- piloncillo - panela - punturo - huachipilin - joloches - do-
bladnres-
Perdón por esta culpa mía de ofrecer, en vez dc un ralno de florey,
Hay más gloria en sacar una espada del pecho de un herido, que un haz de relampagos. Si mis jardines estiin hechos tlc ellos. /,qub otras
en hundirle la espada hasta la empuñadura. flores he de coger que las que hay en mis jardines? Y si n;wn a mis
ojos, por voluntad extraña a la mía , icómo evitar que los ojos caigan
sobre ellas: y si mandan que las pinte, como si fucscn espada+ de fuepo
Y las ofrendas-cwín pobres! movidas por capitán invisible, cómo me librar; dc su mandnto?
Y la voluntad-cuin rica! Las pasiones buenas, por una esccsiva confianza en el triunfo dc
Y al ofrecérmc!ns-c4mo la virtud. son menos activas que las pasiones malas.-Es necesario contar
Lloraban mis hermanitns! siempre que los intereses rigen principalmente a los hombres, y que rara
Tal, con descoco risueño, vez están las virtudes del lado de los intereses.
CelGbrnse ella misma, el blanco paño mostrando
Orlado de blonda fino: y cual con tierna doncella
Que a su amodo. 16
como la crítica del Fígaro, es una infamia. Enturbia las fuentes más lim- Se hace el diario de una manera superficial: hay que hacerlo de
pias. Inquieta los ánimos más seguros. Despuebla y desuela. Oscurece una manera más profunda. Que en cada materia tratada, vaya en sus-
las más limpias figuras. Viola y mancha. tancia toda la materia; Que no acumule palacios sobre el mar, explicando
Esos críticos desalmados son los criminales de la pluma. Visten de ideas de convención o relación cuando no ha explicado antes las de
arte sus ideas, como se disfraza de amante el seductor para gozar de fundamento, sino dando, con habilidad, ligereza y amenidad, al par que
una niiia inocente, o de virtuoso se disfraza el malvado para entrar siu toda verdad segunda que se deduce de la verdad primera que se deduce.
peligro y tomar asiento en la compañia de los incautos. Que cada epítome sea un epitome de la materia del artículo. Que no
se dejen vacíos ni se obliguen a saltos, ni se sumerja en confusiones,
ni se nutra de ideas superiores inútiles, por la falta de las elementales
17 que las engendran y hacen entendibles a los lectores. zsl
migajas. La epopcyn-;ay! en diario. QuE librería la del que quiera otros pensadores de negocios, más o menos atrevidos, que por su propio
tener consigo los libros modernos. Reúna lo que en los periódicos des- provecho, pero de manera arreglada, prestando grandísimo servicio, orga-
perdician, hoy, faltos de vías más cómodas, baratas, productivas y apre- nizan, alimentan y mantienen el interés en los cambios de los productos.
ciadas, y escribiendo para hombres que no tienen tie.mpo, los poetas que Los unos son los caballeros y los otros son los condottieri de la Bolsa.
tampoco lo tienen.
Es dote especial del escritor argentino la propiedad para espresar
con síniilcs espirituales 0 materiales y pcrronales los afectos y pasiones Lo que veo: un hombre que sube a una montaña con la espada desen-
del alma. Por donde otros van a la extravagnncin e hinchazón: él va n vainada: una figura vestida de estrato, otra que me quema la frente con
In propiedad. un hierro candente, viene, lo blande, lo imprime apretando, y como satis-
“Las grandezas de uno estin contrabalanceadas por sus miserias”-No: fecha de herirme, y se va.
80: hoy hombres sin miserias: sin mi-erina! Vaga mi mirada sobre el’libro, como un viento de huracán sobre la
llanura. Cruzan los pensamientos por mi frente, como corceles montados
La literatura moderna es especialmente relativa y pintoresca. Así 19
en campo de batalla.
que le sobra de color, le falta de claridad. Se escribe como literato para
literatos. Se escribe así sin pretensión y sin prcpensnmiento. COIZO se El trabajo, este dulcísimo consuelo, esta fuente de fuentes, esta fuente
sabe lo que se dice, y falta el tiempo para decir todo lo que se cabe, y de origenes, este cincel, pincel, creador, evocador, este amigo que une,
cs t.r:l fkil aprender que no se cx añade, sonríe, avigora y cura, pesaba a Leopardi. El trabajo me place.
Sí, porque son las estatuas de nuestras ideas empolvadas y rotas: “...el
empeño con que los poetas denigran a la mujer desde la más remota anti-
20 giiedad”.-Y sin embargo, la culpa es nuestra, porque les pedimos mucho
más de lo que pueden dar. Y suya, porque lo saben, y no nos dicen a
‘ii Icer se ha de horadar, como al escribir. El que lee dc prisa, no lee. tiempo que no poseen aquellos por poseer lo cual precisamente la tomamos.
Y cuando se va a entrar en el dolor, se sienten venir las sombras, Así, vagando, surgen de la mente verdades cuantiosas, como entre
como cuando entra la noche. brumas. Son las impresiones aún no bien cuajadas, hervidas, que ya
Los poetas que no han sufrido, no levantan bien sus alas de la tierra. rompen el saco materno, y andan buscando luz.
-Longfellow.
Aplicad sin miedo a cada acto de la vida las leyes generales de la Los versos vienen como empujados desde adentro, y amoldados, di+
Naturaleza: en Medicina ,-en desarrollo de pueblos,-en la creación del puestos, encaramados en un taller interior.
carácter ,-en medicina de alma. Las leyes de una locomotora son las del El pensamiento,-es el dolor? as4
cuerpo humano. Las leyes de las mareas son las de los pensamientos. Y Cuando la mente está muy cargada de pensamiento, la cabeza duele.
las leyes que rige? la existencia de un pueblo, son las mismas que rigen Se siente tristeza, cO;no de hijos que se pierden. E inquietud, como de
la vida de una flor. Pues-de dónde viene su admirada sabiduría a las alas que baten. Ningún asiento cuadra: ninguna pluma se tiene en las
gentes de campo y de mar ? La felicidad de que gozan no puede ser más manos: un pensamiento vuela sobre otro. * es torbellino, remolino, cita de
que el premio de la sensatez con que viven. Su sabiduria instintiva em. cometas, hervor de ráfagas. Después, queda el dolor de lo que se fue,
puja a tiempo a los pueblos, y a tiempo los detiene. Podéis precipitar la el deslumbramiento de lo que se vio, la vergüenza de lo que no se dijo,-y
salida de esas olas, mas tenéis que esperar a que se calmen de suyo, y unas cuantas líneas escritas, escombro y miseria! Oh, lo sumo, va al aire!
a que se formen. -La pluma, como llevada de un duende, rasguea líneas informes, volc&
nicas, inquietas. Más parece Dios que tiembla que pluma que escribe.
25
Pues digo que el ajenjo
En los Estados Unidos los empleados empeñan sus sueldos,-como en No es más amargo
México. Que un amor que no puede
Salir al labio.
La nature, qui veut vivre: Spreta exolescunt.
/
Victorious life in them:-vida triunfante. Dulce tristeza-la de pensar: el pecho inunda-mar de bondad la tierra
pasa sin lastimar: oh vino dulce!
Grande entretenimiento, pero a veces doloroso como un cortejo fune-
rario, es el de seguir las ondulaciones del propio pensamiento. Otras veces,
el pensamiento no da tiempo a que se le observe: viene montado en águila, 26
ofrecifndose a reposar un breve instante. Pero las águilas son impacientes,
y si no se las toma del ala presto, vuelan. Luego, en vano se las llama. Parece como que es necesaria una reforma en nuestra manera de e&
El águila es soberbia, y a quien recibió de mal grado su visita, o tardó cribir. No debe escribirse de manera que el escritor luzca por alusiones
en recibirla, y o por las molestias y costos que trae recibir a águilas, no que demuestran su conocimiento propio de modo que el lector, a la par
se levantó a tiempo a hacerle cortesia, jamas vuelve. que admire al escritor, no aproveche de lo que de él lee, ya por lo vago
Las águilas no vuelven, ni las mariposas! de la alusión, ya porque desconozca el asunto. No debe escribirse para
Cuesta trabajo recibir Aguilas: a muchos aterra 1; visita: a otros postra. ser admirado, por más que nunca deba, ni pueda dejar de pensarse en
Cuántos hay que, con buena sala donde hacerle excelente recepción, la ser estimado y querido del lector, sino para decir las cosas de manera
dejan ir de miedo a los trabajos de la visita.
a4 Hay variasfraseaininteligibles.
326 MARTÍ / FRAGUEKTOS
07ROS FRtCUESTOS 327
tan sólidt. bien estudiada, concentrada, juzgada, depurada, acrisolada,
aprovechada, completa, que cada una línea escrita deje conocimiento nuevo mente, y se salen sin mi permiso, sin preparación y sin anuncio, de
mis labios.
a! lector, o idea clara y fecunda, muy diluida y probada por el autor
mkmo antes dc darla, lo cual le aprovechará más que pomposas aunque 28
afortlinadoj exhibiciones de facultad de imaginación y composición artío- El perro muere donde el hombre vive: así el hombre común SCahoga,
tira. EI estilo de fruto debe sustituir al estilo de alusión. donde respira bien el hombre superior..
A Europa, pero después de hacerse cl corazón a vida generosa en
nuestras tierras; que tengan con qué balancear, para que no se conviertan
en el águila con cabeza de puerco de la caricatura americana, la influencia Los grandcs pies estorban para volar: vuelan poco las garzas.
sobrada pecuniaria e innoble de la época corriente. A Europa, pero cuando
puedan, aprovechando lo que tiene de culto, no inficionarse de una manera
irremediable con lo que tiene dc moralmente corrompida, de monetaria y Cucna y trascendentalísimaobra por hacer: la mitología cristiana.
de egoísta también.
29 30
De los libros todo esencia y no forma,-e hizo bien en ver pronto Flor que te inclinas al arroyo esclavo.
que toda esencia no estaba aún en los libros. ;Por qué no han de decirse los pensamientos como ocurren a la
mente? Esa sería la Literatura sincera. Casi todos los libros de ficción
son libros falsos e hipócritas. Su forma no dura, porque es forma bus.
Ningún objeto le parecía indigno como término de comparación, si cada. Y hacen indudables servicios, ahora que se han dedicado al análisis
daba idea precisa y directa de la cualidad de la cosa comparada: del alma. Pero a la larga, no quedará nada de su obra. Son las novelas
como los soldados del ejército mental: acaso son ellos los que ganan la
Naturaleza, que dice siempre lo mismo, “a través de su vasto y apre- batalla, mas luego, nadie recuerda sus nombres. Son libros de presente.
tado conjunto”-infinite paroquet”. Y, si se puede, han de sacarse del alma libros eternos.
Dadme verdades; Ah-yo sé con qué l&amo se me endulzarían estos labios acerbos,-y
Muy cansado estoy ya de superficies: con qué filtros de maga rcenccnderían este fuego, en otro tiempo mara-
Muero de inanición.-Si yo supiera
villoso, que se me va apa$ando. 1 Yo sé qué blanda almohada, llena de
Sólo-las yerbas de la selva y simples sortilegios y de hechizos, csp~ntaria de mis sienes, como el ,iguila espanta
De la tierra común arrancan jugos a los gavilanes, todos estos sombríos pensamientos que me las comen y
Desconocidos: si decir supiera me las desgarran!-Yo sé que lentamente, fortaleciéndome y recalentán-
Su fragancia, y con dulces parentescos dome, iria surgiendo de nuevo, como de cutre mares secos y selvas que.
Su quimica aplicar al cuerpo humano. madas, el sol en mi espíritu!-Y 36 también, y de esto me postro, que la
vida ha sacado para siempre de debajo de mi cabeza la almohada!
Cuando hace versos Emerson, pnrece un @ila que asoma la cabeza
por entre picos de montañas,-por entre montañas.
A los poetas nacionales han sucedido los poetas humanos.
de
La revolución [por la] inde-
pendencia ha entrado en Cuba
[desde el 251 en un nuevo
periodo de guerra, en virtud
del orden y acuerdos del
Partido Revolucionario en
el extranjero y en la Isla,
y de la ejemplar congre-
gación en él de todos
los elementos consagrados
al saneamiento y eman-
cipación del pais, para
bien de América y del
mundo; y los represen-
tantes electos de la re-
volución que hoy confirma
sus titulos con el de
un nuevo sacrificio,
acatan
[s] reconocen y [cumplen]
su deber, [del-sin usurpar
el acento y las declaraciones
sólo propias de la majestad
de la república constituida-,
336 MARTf / FUCUENTOS MINLJTA DEL XIANIFIESTO DE MOSTECRISTI
337
Pág.
ÍNDICE
ARTÍCULOS VARIOS
SECCIÓN CONSTANTE
La Opinión Nacional
4 de noviembre de 1881 61
5 de noviembre de 1881 63
7 de noviembre de 1881 65
8 de noviembre de 1881 67
9 de noviembre de 1881 69
10 de noviembre de 1881 71
11 de noviembre de 1881 73
12 de noviembre de 1881 75
14 de noviembre de 1881 77
15 de noviembre de 1881 79
16 de noviembre de 1881 81
17 de noviembre de 1881 83
18 de noviembre de 1881 85
19 de noviembre de 1881 87
21 de noviembre de 1881 89
22 de noviembre de 1881 91
23 de noviembre de 1881 93
24 de noviembre de 1881 95
25 de noviembre de 1881 97
2 de diciembre de 1881 103
3 de diciembre de 1881 105
5 de diciembre de 1881 107
6 de diciembre de 1881 109
9 de diciembre de 1881 111
14 de diciembre de 1881 113
15 de diciembre de 1881 115
16 de diciembre de 1881 117
19 de diciembre de 1881 119
21 de diciembre de 1881 121
22 de diciembre de 1881 123
26 de diciembre de 1881 125
28 de diciembre de 1881 127
29 de diciembre de 1881 129
31 de diciembre de 1881 131
2 de enero de 1882 137
3 de enero de 1882 139
4 de enero de 1882 141
5 de enero de 1882 143
7 de enero de 1882 145
12 de enero de 1882 147
13 de enero de 1882 149
14 de enero de 1882 151
16 de enero de 1882 153
17 de enero de 1852 156
18 de enero de 1882 158
19 de enero de 1882 160
20 de enero de 1882 162
21 de enero de 1882 164
23 de enero de 1882 166
24 de enero de 1882 168
25 de enero de 1882 170
26 de enero de 1882 172
27 de enero de 1882 174
28 de enero de 1882 176
30 de enero de 1882 178
31 de enero de 1882 180
1 de febrero de 1882 185
3 de febrero de 1882 187
4 de febrero de 1882 189
9 de febrero de 1882 191
10 de febrero de 1882 193
11 de febrero de 1882 195
13 de febrero de 1882 197
14 de febrero de 1882 199
15 de febrero de 1882 201
16 de febrero de 1882 203
17 de febrero de 1882 205
23 de febrero de 1882 207
24 de febrero de 1822 209
25 de febrero de 1882 212
27 de febrero de 1882 214
28 de febrero de 1882 216
1 de marzo de 1882 221
2 de marzo de 1882 223
3 de marzo de 1882 225
9 de marzo de 1882 227
10 de marzo de 1882 229
11 de marzo de 1882 231
13 de marzo de 1882 233
14 de marzo de 1882 235
16 de marzo de 1882 237
24 de marzo de 1882 239
27 de marzo de 1882 241
28 de marzo de 1882 243
29 de marzo de 1882 245
30 de marzo de 1882 247
4 de abril de 1882 253
12 de abril de 1882 259
15 de abril de 1882 262
17 de abril de 1882 265
18 de abril de 1882 267
20 de abril de 1882 269
21 de abril de 1882 271
22 de abril de 1882 273
24 de abril de 1882 275
25 de abril de 1882 277
28 de abril de 1882 279
3 de mayo de 1882 285
4 de mayo de 1882 287
5 de mayo de 1882 289
6 de mayo de 1882 291
10 de mayo de 1882 293
11 de mayo de 1882 295
13 de mayo de 1882 297
20 de mayo de 1882 . 299
22 de mayo de 1882 301
23 de mayo de 1882 303
2 de junio de 1882 309
5 de junio de 1882 311
14 de junio de 1882 313
15 de junio de 1882 315
Sección Constante . 321
APÉNDICE
23
Periodismo diverso
Primera reimpresión
ISBN 953-06-0078-X
959-06-0078-6
959~06-0051-l
ARTíCULOS YARIOS
SlXClóN CONSTANTE
NOTA PRELIMINAR
ARTíCULOS VARIOS
AGUASVERDESY AZULES
Celebran 11)sviajeros a la par el lago de Lucerna y el de Génova: éste,
por Azul; a:luél, por verde. Verde cs el Rin, y azul el Ródano. El mismo mar,
cs vcrdc aquí, azul all& alli amarilloso. -Nuestras tierras, de cuyas rnárgencs
se desprcndcn macizos de palmeras a saludar a los viajeros, han surgido de
mares azules. -Un vapor de pasión penetra el alma cuando se cruza por la
región azul del Golfo. -Ríos hay de un color oscuro a trechos, como de café
con leche; tal cl Misisipí, que arrastra fango. El Sacondaga es amarillo. Negro
se llama otro río, porque 10 es: y el río Salmón es incoloro.
Sobre estos misterios han puesto los ojos, - que suelen con el fulgor de
la mirada hncer caer los velos en que se esquiva la naturaleza,-Arago,
Sainte-Claire Deville, Bunsen, y muchos más, - y Tyndall, el genioso descu-
bridor que besa agradecido, como la mano de un padre o de un inspirador,
la mano li Emerson, a cuya luz dice que vio mejor en las entrañas de la
tierra.
Ahora acaba de divulgar nociones curiosas sobre los colores Spring,
profesor de la Universidad de Lieja. El cuenta que todos esos ricos matices,
que suelen teñir hermosamente los versos de los poetas, son debidos a ia
presencia en el agua de sales minerales, en diferente grado de solución, yen
cantidad diversa. Las grandes masas de agua absolutamente pura, son azules.
Azul queda el agua que contiene, en estado de solución casi completa,
carbonato de cal; mas, si es menos completa la solución del carbonato, ya cl
agua tira a verde: y cuando el precipitado está cerca, ya el verde del agua
parece de hoja de árbol en el primer albor de primavera; brillan entonces,
no bruñidas por el sol, las hojas vírgenes.
Y el profesor Spring afirma que si se disuelve en el agua pura tanto
carbonato que alcance al punto de saturación, ya el agua será completamente
vcrdc: - con lo que explica que el agua de las riberas de lagos y mares, donde
está en contacto con piedra calcárea, sea siempre verdosa.
EL REPERTORTO DEL “HARPER”
DEL MES DE MAYO
El preG?ente Monroe.-El emperador Guillermo y Schliemann.-La viejn
Troya.-0tíger:es y nntig&&d de la cicilización .picga
Pinta el Harper de mayo a una dama del mayo de otrc tiempo, en
que se celebraba el advenimiento de las flores con procesiones de la gente
moza al campo, y con idilios y bucólicas representados, que solían ser, con
el espectáculo de los pájaros enamorados y las flores abiertas, ocasión
de noviazgos y matrimonios.
Pinta el Harper a Kairuáti, la ciudad sagrada de los tunecinos, llena
d e gente árabe y berberisca, que tendida sobre la esterilla que cubre
los pavimentos de sus bordadas casas, o reclinada sobre las paredes
en que resaltan, cual manchas de sangre sobre leche, unos burdos pájaros
rojos, deja pasar la vida, cotio una reina vestida de harapos al sol que
los dora, lánguida y descuidadamente.
El Harper pinta a aquel suave y sensato presidente Rlon:oe, que dio
forma durable a la doctrina en que se excluye a los países europeos de
toda intervención en los americanos, aunque el famoso senador Carlos
Sumner mantiene que el pensamiento fue del inglés Canning, y Charles
Francis Adams quiere que haya nacido de su propio padre. Al káiser
Guil!ermo pinta, celoso de su corona: amigo de hablar de cerca ai pueblo,
sin intermedio de parlamentos, y más que de hablarle, de dominarle a
su sabor y conveniencia; al káiser Guillermo, niño. pequeño primero, que
jugaba en las rodillas de la reina Luisa con las cianeas azules silvestres
de que la señora iba tejiendo una corona a su hijo; y luego, p4eador
contra franceses. consejero de Estado, gobernador de 3Iagunria, organi-
zador del ejército prusiano, regente y rey de Prusia, yencedur de
Schleswig-llulatein, de i2ustrís y de Francia, y consagrado al fin, a los
reflejos de las hogueras de Paris. emperador de la Alemania unida, a la
que, a dc-pecho dei personal cariño y regia simpatia que le llevan a los
zares, ha puesto en alianza, por razones de raza y nacionalidad. contra
los rucos de un lado, y por razones de conservación contra 10; franceses
de otro, con Austria, a quien abatió y cercenó no hace macho. y con
Italia; lo que hace pensar en el matrimonio de Otelo y Desdt!mona. Y el
Harper pinta a Schliemnnn, por el cual dejaremos, debajo del pril!cipe
22 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO
rarfcuLos VARIOS 23
Bismarck. y de su casco imperial puntiagudo, al romo, sobrio y fanático las IengUas; y como el hablarlas más le importaba, porque de esto hacia
emperador Guillermo. El q ue desentierra una ciudad merece más aplausos él capital como egentc de comercio, solia pegar cuatro francos e la eemana
que el que la devasta. e un pobre judío, que jamás supo ruso, para que le oy- recitar, con lo
A Troya y a 3licenas ha desenterrado Schliemann; y aunque los que sehacía a componer en la lengua nueva, los párrafos de una traducción
mklicos quieren ahora que el rico noble y estudioso arqueólogo repare eslava del Telémaco que coa una gramática y un diccionario Ie bastaron
su salud, a Sibaris trata todavía de sacar de bajo su cubierta de tierra. para pasar por ruso en San Petersburgo. Apenas juntó diez mil libras al
No ea Schliemanu copioso pedagogo ni anda por la naturaleza como un año, no se dio a gozarlas en paz y vientre, como tantos otros, ni a empollar
fantasma. a la manera de esos pedantes pálidos y togados que explican manuscritos como los más que gozan fama de sabios; sino a sacar de las
ciencia de libros en los gimnasios alemanes; ni es de esos pesados entrañas de Hísarlik a au ciudad querida. Cavó, y halló e los seis pies
escribidores alemanes, que hacen creer que el pensamiento es un ente vestigios de una ciudad helénica, que debió existir, como todo lo hallado
paticorto y panzudo, que sobre el vientre anda, como los insectos que en ella acusa,unos seissiglos antes de Jesús. Siguió cavando; y en capas
han absorbido demasiada savia de árbol, y no sobre las nubes, con alas superpuestas, llena cada una de restos diversos, originales J rudos,
brilladoras. Se enamoró Schliemann de Troya, como don Alonso Quijano que enseñancivilizaciones J épocas distintas, halló como seis cadáveres
de Dulcinea; y por cierto que no viene fuera de camino este acercamiento de ciudades, o siete, tendidas una encima de otra, como en ciertos
del Quijote a la Ilíada, porque si el hidalgo arremetió en las cercanías cementerios tienden, entre delgadas pareda de tierra, un cuerpo sobre
de Tordesillas contra los carneros que le parecieron gente vil y enemiga, los que ya estaban en 1a fosa. La última ciudad de las seis, o siete, de
ya Ayax furioso, en tiempos más remotos, había dado mala muerte a los Hisarlik, apareció a cincuenta y dos pies bsjo la superficie de la tierra;
rebaños de su campamento, en la creencia de que estaba sacando la vida y nada de lo que bey en esascapas de ruinas superpuestases helénico, ni
del cuerpo de su rival Ulises y los capitanes del ejército. semejantea nada que lo sea; J como, a flor de tierra casi, está una ciudad
Schliemann se parece a Clemenceau, aunque tiene los iabios más que de existencia probeds tiene unos veinticinco siglos, ie qué asombrosa
gruesos, el ojo menos duro y el rostro en junto más benévolo. A la Ilíada fecha no se remontarán aquellas otras que yacen en lo hondo, a cincuenta
la conoce, como conocen los labios de una madre el cuerpo de su hijo. piea del suelo? Y ca lo raro (aunque no es raro, sino natural y muy en
Por ella y por sus héroes ha concebido ese alemán una pasión latina; y acuerdo con lo que se ha asentadoya en La América) que más que a la
le ha sido dado, en premio el júbilo de ver desde la cumbre del monte cerámica de la primera ciudad helénica, ae parecen los Ásperosvasos p
Ida, como resucitado a su voz, chocando escudos, cargando a sus espaldas rudos útiles de las ruinas másprofundas a los de otras ruinas del mediodie
a los padrea viejos, subiendo más con los pechos que con las manos las de Europa, y a bxs de México y a las peruanas; lo cual no arguye, como
murallas de las fortalezas, cubriéndose de presentes y caricias en medio pudiera ocurrir a los aficionados a anticuarismo, que andan siempre a
del combate, al pueblo más bello, sereno y armonioso de la tierra. iOh, caza de derivaciones, que unos de -tos pueblos vengan de otros, y Troya
qué sombra ha proyectado sobre el mundo ei ala de Homero ! Y iqué de Cajamarca, o Cajamarca de Troye, sino que el hombre, dondequiera
que nazca, essemejantea sí mismo; y puesto en igual época, 0 en iguales
frescor, agradecimiento y derrame de luz han de sentirse cuando pase
condiciones, ante la naturaLa, produce obras espontáneas,necesaria y
rozando por la frente! Cumplió sus ocho años el arqueólogo meditando
aisladamentesemejantes. il‘aretie es esa de andar balando de Tartarie
en cómo habrían venido al suelo los muros troyanos; y, si le hubieran
e los Andes escendenciaa,parecida a le otra de sacar de un único individuo
dado permiso, el pequeñuelo hubiera ido desde entonces a averiguarlo
o tipo original le raza bumane! Apenas estuvo la tierra en condiciones
por sí propio. Vendía arenques Schliemann, que fue mancebo de pulpería
de que aparecieseel hombre sobre ella, apareció, dondequiera que pudo
en los años más frescos de su mocedad, y ya regalaba con tres vasos
la tierra soportarlo, eI hombre. iCWiOS0 es ver cómo la ciencia más
de aguardiente a un molinero amigo de beber, cada vez que le hacía
acabada de los tiempos modernos viene a confiar las ideas elementales
la merced de recitarle un trozo de Homero. Como en todas las lenguas
y directas que asaltan al meditar sobre lo naturaleza a un niño reflexivo!
se ha escrito de Troya, Schliemann, estimulando con constantes ejercicios
la memoria que tenía flaca, aprendió, sin maestros por lo común, todas
24 x1 +RTi / l’ERIODISJIO DIVERSO ARTíCULOS VARIOS 2!
Esa acaso es la más sana y fructuosa de las verdades que han venido que cubrían el rostro de los cadáveres hallados en las tumbas y lar
a descubrirse, o n confirmarse, con las ruinas y objetos revelados por Ias groseras estatuas que les vigilaban ei sueño; Ia5 joyas cinceladas oc
excavaciones de Schlicmann. iVi los prie:cs fueron un pueblo nacido extraños emblemas, tales como los que de ven en los adornos de babilonios
con casco, lanza y sandalia, como EU \lirrervn, súbitamente de sí propio. o de hititas, van contando a las clara-. junt\: con un trozo de huevc
de avestruz que revela comercio con Africa. el trrifico que los pueblos
Ni Iiiin fue wn sus once ciudades prósperas pueblo de gente agrícola y
helénicos tuvieron con los pueblos padres de Egipta p el Oriente. y la?
novicia. sino de comercio y artes, que le permitían vivir con cultura y
raíces asiáticas y africanas de aquellas artes que 31 sol 3e Ilión se
en gran rique7a. Ni las de Troya son leyendas huecas, compuestas en
hicieron deslumbradoras y trancparentes luego. Porque ver I:osa ::r;l:;~
palabras musculosas y llenas de sangre nueI.3, por un fantaseador de
es caer de rodillas. i Petrificaron el perfume, que en todos los drmlii
giganterins; sino estatuas calientes tomadas sobre el mismo molde vivo
pueblos se evapora! Llenas de alma armoniosa están todas las piedra+
o trnhajadas delante de las imágenes de que tenían llenos aún los ojos
de la Grecia.
Ias f~ulilias de Hktores y Diomedes.
An:es cra pecado de arqueología creer que Agenor y Danao y Cadmo Lo América, Nueva York, mayo de 1884
trajeron dei Este y del Sur las artes que florecieron luego en Grecia;
pero desde que Schliemann rompió la corteza de tierra que ocultaba a
Micenas, y de las ruinas de la ciudad sacó llenas las manos de ornamentos
de plata y oro que se exhiben desde entonces en Atenas, y buscó el hogar
de Clises en Itaca, y el suelo donde cayeron castigados los deseadores
tenaces de Penélope; desde que sacó a luz las piedras laboreadas de 10s
edificios micenios, y las hermosísimas jarras de oro sepultadas con las
ruinas, y exploró en Orcómenes las tumbas de los reyes legendarios, no
peca ya quien mantiene que el arte griego venia de muy atrás acendrándose
y limpkindose, y tenía parientes, cuando no padres, en el arte del Este
y del Asia Menor; sino que el que niega esto es el que peca. Porque es
verdad que la cerámica de hlicenas tiene todos los delicados caracteres
de Ia helenica antigua; mas de esto mismo precisamente se deduce lo que
de artes más viejas vino a las de Grecia, así como lo mucho que debió
vivir el pueblo griego antes de poseer aquella escultórica tranquilidad y
hermosura Iumino~a con que de súbito pos aparece. Las enormes piedras
cuadradas cuando no rematadas en perfectas curvas del lado interior;
las cavernosas puertas, de heráldicas esculturas presididas, que, como 10s
ojos de la ciudad, se abrían en las espesas murallas, anchas como calzadas,
de aquel pueblo que era todo maravillosa fortaleza, dicen claro de una
parte que lo.5 que hicieron tal ciudad no eran nuevos en hacerlas, ni
klicen:;s era la primera que hacían; y cuenta que es cosa probadísima
que aquellos micenios vivieron diez siglos antes de la era de Jesús. Y de
otra parte, el vaso de alabastro de borde ondeado, que se parece a los vasos
del Renacimiento, y vino tal vez a hlicenas desde Egipto; las jarras de
dibujo perfecto y guarniciones graciosas y esmeradas; los ornamentos
de labor finisima, que hacen contraste duro con las mascarillas de oro
UN ROSTRO REHECHO
Todo lo merece la hermosura. La hermosura es un derecho natural.
Donde aparece surgen la luz, la fuerza y la alegría. Un ser hermoso es
un bienhechor.
Es una especie de ministerio divino la hermosura.
No en vano una criada alemana, a quien un cirujano malandrín le
vació de unos tajos brutales un lado de la cara, acaba de sufrir paciente-
mente en el hospitai Presbiteriano de New York, veintiuna operaciones,
después de las cuales ha salido iob poder del hombre! con su cara
llena de carne viva, entera y compuesta. Porque una vez más se ha
probado que se puede sacar de un lugar del cuerpo un trozo de carne
viva, y ponerla en otro. Flores, vinos húngaros, todas esas chucherías
que los alemanes, que cuidan 3u cuerpo, llaman “delicatessen”, han ido
de regalo de todas partes a la brava moza que por no llevar la fealdad
en sí, ha padecido con tanta valentía. Es una especie de pergamino de
nobleza este horror a la fealdad. La naturaleza tiene 3~3 aristócratas.
Todo un año ha tardado en hacerse esta vez la traslación de la carne
viva, en buria de la cual escribió Edmundo About, un inútil brillante,
La Nariz de un Notario.
Así cuentan el caso: En la cara de la muchacha había un agujero, y
tenía que empezarse por llenarlo, para lo cual se necesitaba una larga
tira de piel, que el doctor Shrady, que ha hecho la cura, obtuvo separando
parcialmente una sección rectangular de la piel del brazo izquierdo de
Bertha Tristler, un poco más arriba del codo. En el índice de la mano
derecha le abrió una incisión, que iba desde la primera articulación hasta
el pulgar; le Ilevó la mano derecha al brazo izquierdo y después de coser
la sección de piel en la incisión de la mano con alambre de plata, dejaron
sujetes el brazo y la mano con vendajes fuertes. A la semana, ya el trozo
de piel estaba unido a la mano, aunque se nutría principalmente dp!
brazo. Pdra cambiar la corriente de la nutrición, fueron cortando por
grados la piel del brazo, y cuando estaba a punto de separarse de el, 12
pic.
’ 4 Je nutría ya del dedo, y no del brazo a que había sido arrancada.
30 XUlTí / PERIODISMO DNFRSO
Se llamaba Juárez.
Un indio, hace muchos años, torcfa tabacos, torcía tabacos para vivir,
en la ciudad de Nueva Orleans. El indio tabaquero echó un imperio abajo.
iY por el pueblo mismo donde su esposa fiel, para socorrer a su
esposo desterrado, vendía agujas, chocolate, naranjas, encajes, en el
tenducho que le compró un amigo, pasó entre campanas y banderas, hace
pocos días, una magnífica cabalgata! iQué señores aquellos! K2ué amazonas!
38 MAFITí / PERIODISMO DIVERSO
PERIODISMO DIVERSO
NOTAS PARA ARTíCULOS
SERIE DE ARTfCULOS PARA “LA AMERICA”
1
la imaginación, hermana del corazón, fuente amplia y dichosa. Lo9 vuelta en tierra propia, juntando y concretando cn si In3 seculares iti.
pueblos que perduran en la historia son los pueblos imaginativos. Y fluencias de un continente faotuoso y sereno
cread el pueblo sumo, rico sin rival en naturaleza, rico sin rival en acrilping, cheotinp, ecratching
imaginación, rico sin igual en razón, porque la imaginación es como una y las condiciones peculiares y dircctns de rara9 c,belta.s, perspicaces !
iluminadora, que va delante del juicio, avivándole para que vea lo que afines,-1 o que cs nuestra Amkrica híbrida, con pies monstruoros, COII
investiga, lo que ella descubre, y dejándolo atrás en reflexiones mientras pies de español, vientre de sajón, sangre de illtlio. CtJrazhI envetlendn.
ella, impaciente, parte a descubrir campiñas nuevas. La imaginación y cabeza solar y alborotada, Ileun de eso9 pc11~n111ic~tos mojndns CII
ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sangre, fango y hiel, que como sedimento de uus vicj39 pwiones, le d;~
ain au ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio a beber Europa.
no hay nada fecundo. Dóblese9obre el hombre cl que rltiicrn rwcler 139Icyes tic1 hombre,
Y no constituyan con la sotana cicntificn la sotnnn wligioou. La buena
fe del intento, IU buena tendencia deI intento no cscusil su9 yerros, porque
3 los hace más peligrosos. Se han de estudiar 3 la vez. si se quiere saher
de socie+ladeshumnnas, Iu9 influencias extr;lhurnnnn9, los motivos gene.
Los hechos son la base del sistema científico, sólida e imprescindible roles de agencia hurnnna, y las causas prccipilnntc~so dilatorias que hn;~
base, sin la cual no ea dado establecer, levantar edificio alguno de razón. obrado para alterar el ajuste natural entre cstn9 doa rwrzns paralelas.
Pero hay hechos superficiales, y profundos. Hay hechos de flor de tierra
y de subsuelo. Y a veces, asi como el rostro suele ser diverso del hombre
que lo lleva, así la forma superficial y aparente del hecho ea contraria
a su naturaleza más escondida y verdadera. Y hay hechos en el mundo
del eepiritu.
Cuando se estudia un acto histórico, o un acto individual, cuando ee
les descomponen en antecedentes, agrupaciones, accesiones, incidentes
coadyuvantes e incidentes decisivos, cuando ae observa como la idea más
simple, o el acto más elemental, se componen de número no menor de
elementos, y con no menor lentitud se forman, que una montaña, hecha
de particulas de piedra, o un músculo hecho de tejidos menudísimos:
cuando se ve que la intervención humana en la Naturaleza acelera, cambia
o detiene la obra de éata, y que toda la Historia es solamente la narración
del trabajo de ajuste, y los combates, entre la Naturaleza extrahumana
y la Naturaleza humana, parecen pueriles esas generalizaciones preten.
ciosns, derivadas de leyes absolutas naturales, cuya aplicación soporta
constantemente la influencia de agtmtes inesperados y relativos. Socio-
logía Americana. Leyes absolutas de sociología aplicadas a AmEricn.
Pues digan: Si no hubiera acaecido el descubrimiento de la América
--ipresentaría hoy la América el mismo estado que por un hecho ahsolu.
tnmente caaunl, e individual, presenta? IPretender fijar las leye que dan
forma y guia al hombre sin contar con el hombre! Sería aquella virginal,
scnsatn, patriarcal, artística América de los indios, de sí propia desen.
WASHINGTON ’
2 JOrgG Washington.
50 M-TI' / PERIODISMO DIVERSO
NOTAS PARA ARTíCULOS 51
De Pte. a qn. se ha de dar vino, y a quién no: uno por uno habla
de s/ esclavos. iQuién es Warh.? ¿El santo de la historia?
¿Y qué fue ese hombre de bronce q. una mano necia ha adornado (Acumular lo bueno)
con una corona de hojas de oro, como agua de rosas, &? ¿El padrastro de la-Rep.?
(Acumular lo malo)
De los esclavos, esc. siendo Pte., que no se hagan los remolones, que
los demás no trabajarán, que cada uno haga cuanto su edad y fuerza le En los casos de duda, buscaba de propósito consejo, de unos y de
permita, que coman lo q. necesiten, sin woste and no more; que no le otros, no porque no supiese (el lo) qué hacer, o no tuviera más simpatía
anden los negritos por la cocina, ni rompiéndole los arbolillos; que maten por esto que por aquello, sino porque de ese modo no lo podían tachar
los puercos, repartan, y el resto bocon. si erraba, y conociendo de antemano la razón de las censuras, podía
hacer por evitarlas. Hasta en los mínimos detalles quiere que le instruyan.
Pero tenía tanta paciencia que sabiendo que Jef. era quien lo ata- Tan hábil para arreglar presa, en la caza como s/ ejército.
caba en el Nat. Caz. de Frenean. lo soportaba de Ministro; en el dolor
de su gabinete, casi lloraba de rabia ante aquella injusticia. (p. 53).
Particulary polite, to ladies.
52 MARTf / PERIODISMO DIYERSO NOTAS PARA 4RTíCCLOS 53
Como tormenta deshecha,3y conmovedor, cdo. sabe q. loa indios le Decía de si, “The consciousnessof a defective education”.
han roto su tropa * quieto
Hasta s/ cocinero Hércules era visto con veneración, y muy celebrado
Que ern lector de Stcele y Addison se veía en su estilo parsimonioso
en las calles.
y aun floreado.
Sus recepciones 39. Vcrnon: no había cerezos mejores q. los de EU huerto, ni manz.
Su ndorno pers. más colorndas.
Su desee de averiguar en per&a. En los veranos, buscando por el monte vivo los robles y álamos rn:í?
Su cuerpo z belios, los pinos y cicutas, y los hollytrees y magnolias, 1x1.su h. y EU
jardín.
WASH.
Rbpido bosquejo de s/ vida: por este estilo: lo nombran coronel;
vence; descansaveinte años 8~.
la madre: a caballo veia sus campos diariamente: no más mayor-
domía q. la suya propia.
Porque aunque (Publins?) dice que recibió tanto y cuanto (M. M.)
y despuésde la guerra, la verdad es que no tenía con qué pagar al mé-
dico y al taxegatherer. llena la casa de gente en las partidas de caza.
8 Palnhra ininteligible.
4 Idcrn.
ti Idem. Los que lo rodearon, creian en lo moravílloso.
54 MARTf / PERIODISMO Dl’VEMO
SECCIóN CONSTANTE
Museos de Nueva York. El zulú se exhibe sin traje, desnudos los brazos -Existen en Nueva York casas nauseabundas organizadas por chinos a
cortos, las piernas robustas, y el musculoso pecho. Admira su manera de donde muchos americanos acuden a fumar opio. Allí se puede ver a los
arrojar su arma, que es una lanza corta, desde una gran distancia a un blanco fumadores, lívidos y ebrios, tendidos como lerios por las tarimas, al lado de
de madera que cae despedazado a sus golpes. la hedionda taza y de la larga pipa. Salen de las casas de fumar, como
-Ha asombrado en París la lozanía y belleza de las plantas que crecen cadáveres, aunque algunos ricos extravagantes han montado con lujo habi-
bajo la exclusiva influencia de la luz eltctrica. Prosperan, florecen y fructi- taciones para fumar opio; las casas donde este culpable vicio ‘se fomenta
fican sin un rayo de sol. están en los barrios bajos. Allí se alquila una pipa, un puesto en la tarima y
-La muerte de Garfield causo la de dos personas en Flit (Estados Unidos el derecho de envilecerse.
del Norte). Uno, un carpintero, había trabajado durante el día, y parecía gozar
de muy buena salud: doblaron las campanas, al saberse en el pueblo la lúgubre La Opinih Nacional, 4 de noviembre de 1881
noticia: “iE Presidente ha muerto!” dijo, y murió casi inmediatamente. El otro
caso es menos raro: al oír los dobles una joven que desde hacía tiempo estaba
enferma, exclamó: “iHa muerto el Presidente: pronto me reuniré con él!” Murió
antes que las campanas cesasen de doblar. En otro lugar de los Estados Unidos, -La ciudad de Boston se llama a sí misma, y es generalmente llamada,
un caballero anciano, al leer en un periódico la noticia, cayó muerto. la Atenas norteamericana. Ella tiene grandes colegios, ásperos críticos,
-En estos instantes navega por el Mediterráneo un buque inglés que famosos poetas, cultos novelistas. Lograr fama en Boston es cosa difícil.
lleva a su bordo cincuenta pasajeros que han querido dar, en un verdadero Ahora enloquece a los bostonianos el actor Rossi. Ha causado indecible
viaje de recreo, la vuelta al mundo. Por seis meses de pasaje ha pagado cada entusiasmo su ternísimo “Romeo”. Su “Otelo” ha parecido poco feroz. Su
uno 12,500 bolívares. Pasarán el Canal de Suez, irán ala India, China, Japón, “Rey Lear” ha parecido poco selvático. Crítico hay en Boston que al ver a
San Francisco, las Islas Falkland, Montevideo. A fin de junio del 82 habrán Rossi dice que ennoblece la naturaleza humana, y levanta el espíritu a
visto ya los lugares más interesantes de la tierra. El capitán lleva plenos remotas alturas superiores.
poderes judiciales y ejecutivos: puede expulsar y dejar en el tránsito a -Empieza a despuntar en Inglaterra un notable talento satírico: Hasta
cualquier pasajero que observe una conducta censurable. ahora no ha producido más que libretos de óperas bufas, un libro de baladas
-Es encantador el último libro de versos de Edmundo de Amicis, el ya y algunas comedias, mas los periódicos literarios de Londres, tales como el
famoso escr’itor de viajes italiano: su poesía es indígena, agraciada, sentida. Athenaeum y el Spectator, que son verdaderos códigos de buen gusto,
Pinta en sonetos que arrancan lágrimas, la enfermedad de uno de sus hijos, comienzan a concederle notable importancia. El poeta se llama Gilbert.
su riesgo de muerte y su salvación. Grabados están en este hermoso libro -Ha muerto en los Estados Unidos del Norte upo de los más notables
todas las impresiones que conmueven a un buen corazón italiano. Por esto poetas de la nación, el laborioso y noble Sidney Lanier. Con él perece una
dice Amicis que quiere distinguirse por su buen corazón. legítima esperanza. La cantata con que se inauguró la Exposición de
-Un diplomático norteamericano dice que la marina de China o la del Filadelfia es suya, y le aseguró la fama, aumentada el año último por la
Brasil podrían barrer la de los Estados Unidos. publicación de un libro útil a los hombres de letras de Inglaterra y
-Se ha casado la hija de un famoso poeta de Italia, que está creando Norteamérica: “La ciencia del verso inglés”. Es benévolo, culto, delicado.
escuela con su poesía cincelada a la manera griega y eminentemente Murió de consunción.
artística: Giuseppe Carducci. Los poetas de Italiá le enviaron brillantes -Una de las más claras y vigorosas exposiciones de los combates de la
composiciones. Uno de los últimos libros de Carducci, seductoramente mente en nuestro siglo, es el trabajo de George H. Lewes titulado “El
impreso, tiene este título: “Odas bárbaras”. Método Científico y su aplicación a la Metafísica”. Es un verdadero capítulo
de Biblia moderna. Satisface muchas dudas, resuelve otras, y ayuda a pensar.
64 MARTí / PERIODISMO DNERSO SECCIÓN COKSTANTE 65
-El duque de Devonshire ha gastado Sl.SOO,OOO en mejorar a East. -Motivo de altas preces por su oportunidad y generosidad ha sido
bourne, hermoso lugar de baños cerca del cual tiene una posesión. la asociación de Ciencia Social en Nueva York, durante el mes de
-Las revistas de ciencia que se publican en Aiemania sostienen las setiembre. Estuvo en sesión una semana. En ella los respetables y
excelencias de la luz eléctrica. Publican experimentos que demuestran que profundos, aunque poco numerososmiembros de la asociación,discutieron,
no sólo es más saludable que las demás, porque deja el aire completa. tomaron resolucionessobre todos estos puntos: reforma del servicio civil,
mente puro, sino que aumenta el poder de la visión, sobre todo para temperancia, reforma de las mujeres extraviadas, embriaguez como forma
distinguir los colores. El rojo, el verde, el azul y el amarillo brillan máa de la locura, naturaleza de las deudas municipales, defectos del modo de
a esta luz que a la luz del sol. hacer las leyes, salud pública, casas para los pobres. Esos, y otros
-De toda la literatura del mundo una tresava parte corresponde a semejantes,son los temas que atraen la atención de los miembros de esta
la medicina que con sus ciencias aliadas, ha dado como 120,000 volúmenes utilísima sociedad.
y doble número de folletos. Estas sumas aumentan a razón de 1,500 -Los príncipes de la corona de Dinamarca han heredado K. 15.000,OOO
volúmenes y 2,500 folletos por año. iDónde vamos a parar? por la muerte del príncipe Federico de Orange.
-Se ha comenzado a publicar en Berlín un nuevo periódico especial, La Opinión Nacional, 5 de noviembre de 1881
Se llama el lhily Rundscl~ou. Lo edita el poeta Friedrich Bodenstedt, y
colaboran activamente en él los más famososescritores de Alemania. El
editor sostiene que los periódicos conceden demasiado espacio a la 3
politica, aun en las épocasde calma, y se propone, en cuanto a le política,
dar las noticias del día en muy breve espacio, no aceptar sobre ellas -Se ha establecidoun club en San Petersburgo, cuyos miembros están
controversia alguna, y dejar intactas las cuestionesreligiosas. Se llama obligados, so pena de severasmultas, a no usar másque vestidos de paño
a sí mismo el periódico nuevo: “Un d’tario para los 00 políticos, y un ruso, a emplear exclusivamente trabajadores rusos, a comer en hoteles
suplementoa los órganos políticos de todos 105 partidos”. rusos, y a abstenersede todo lo que tenga origen extranjero.
-Para construir, en Londres, un hotel inmenso, al esti!o norteameri- -9,345 millas ocupa ya el telégrafo en el Japón.
cano, con 400 cuartos, se tendrá que derribar entre otras casashistóricas, -El partido paneslavista, que odia la influencia europea en Rusia,
la casa en que Haydn escribió la mayor parte de “La Creacion”. exige la traslación de la capital de Rusia a Moscú. “Las traidoras refor-
-Hablando de la muerte de Garfield, ,RIr. Evarts el ex Ministro de mas de Pedro el Grande, dicen los paneslavistas, han envenenado a
Estado, dijo con alusión al asesinato del primero de 105 nacidos: “Y Rusia”.-“ San Petersburgo, contestan los occidentalistas, que aman la
hubo mucho llanto en Egipto, porque no había casa en que no hubiese vida francesa, abrió la era de brillo y poder a Rusia”.-Moscú es mirado
un muerto” y dijo que le parecía que en esta nación no había casa en como el refugio del puro y huraño espíritu ruso. El partido paneslavista
que también no hubiese un muerto. jTan general era el dolor que se es poderoso.
sentía! -Ha muerto en Nueva York William Bartlett, que fue muy notable
--Cn doctor en San Francisco pidió S53,003 por haber asistido abogado, muy profundo pensador y muy afamado periodista. Sus frases
durante un año a un enfermo, que murió. Pero se contentó con 85,900. eran limpias, breves y agudas como la hoja de una espada. Sus oraciones
principales no tenían incidentes. Cada frad’suya encerraba un pensa-
-Desde las 9 de !a noche del día en que se celebraron los funrralee
miento claro, necesario, robusto y distinto. Era amigo y compañero de
de Gerficid en Cleveland hasta las 12 de la noche, una sola empresa de
otro hombre ilustre, cuyo estilo es aún más acerado y luciente que el de
telégrafos trasmitir, para la prensa 110,000 palabras. El día anterior
Bartlett: Charles A. Dana, el director del Sun-El SUI ha tenido una
había trasmitido 292.000.
frase hermosisima en su muerte, que ha sido muy aplaudida por 10s
-Un chino defendió a un compatriota suyo ante un trihunal, y EU periódicos ingleses,que elogian el gran corazón y el poderoso juicio de
defensafue elocuentey hábil. En Paterson. Bartlett: “La vida ea más pobre, y el mundo menosvalioso sin él.” Fue
66 MARTi / PERIODISMO DIVERSO SECCl6X COABTASTC 67
d amigo del estadista famoso Daniel Webster, del honrado Abraham -La terrible venganza que hace poco tomaron loa árabes por la
Lincoln, del agudísimo fundador del Hera& Gordon Bennett, del maestro destrucción que el general Sabatier ejecutó en las viñas y olivarea de
de los periodistas, Horace Greeley. Fue modesto y amante. Zaghovan, es aquello de ojo por ojo y diente por diente que dia Ia
-El capitán de un buque alemán, que viaja en el Pacífico ha dado Escritura. Amontonaron 300 durmientes de ferrocarril, les echaron grasa
cuenta, con fecha 12 de setiembre, de haber descubierto una nueva isla, y en la pira que con ellos hicieron, lanzaron al director de Wadzargha
d e origen volcánico, una milla de ancho, otra de largo, con eminencias J a diez empleados suyos. Otro general francés, años atrás, incendió en
de 500 pies de elevación, a 100 millas de Punta Aguja, a los 79 48’ la boca de una caverna llena de árabes fuego de leña verde y los sofocó
latitud sur, yea 839 48’ longitud oeste. con el humo.
-Mr. Gould, el pobrecito de Nueva York, gobierna 11,714 millas -La Corporación de Londres se propone presentar a Gladstone, el
de ferrocarril, cuyo valor, con su “Juanillo”, alcanza a $616.500,004) y famoso jefe liberal del Ministerio de Inglaterra, un discurso eminentemente
como acaba de comprar el Elevado de aquella ciudad, es cosa de meterle laudatorio en una caja de oro. En el discurso se recordarán los grandea
pluma. servicios prestados al pais por Gladstone, y se le rogará que se preste
a servir de modelo para un busto de mármol que será colocado en d
-Leemos en un periódico de Panamá que la población de Nicaragua
Guildhall. Es lo notable que este obsequio no le es presentado por aua
eataba sorprendida con la demencia religiosa que arrebata a muchos de
partidarios políticos, pues que casi todos los miembros de la corporación
IOS habitantes. Los que afectan creerse, o se creen realmente inspirados
son conservadores. Obsequios semejantes a éste, sólo se han tributado
por la Divinidad, corren a la iglesia, tocan las campanas, reímen un
en Inglaterra a William Pitt, Robert, Peel, Palmerston, Canning, RuaadI,
gran auditorio, y le participan su ‘Lcomunicación”.
Beaconsfield, Cabden, Altborp y Grey.
-Las virtudes del hermoso y arrogante eucalyptus, como árbol cuya
vecindad purifica el aire de miasmas, ha sido confirmada por recientes Lu Opinión Nacional, 7 de noviembre de 1881
experimentos en la insalubre campiña de Roma. En Argel, merced a los
eucalyptus allí sembrados, se habitan comarcas que antes no se podían
habitar. En México, donde la fiebre tifoidea es endémica, se usa el 4
eucalyptus con gran éxito, y se ha propuesto, para impedir las emana-
ciones pútridas de la vecina laguna de Texcoco, plantar entre la ciudad -Una casa editorial norteamericana pidió a Blaine, el Ministro de
y el lago, espesos bosques de este árbol. Los bosques de California y Garfield, que escribiese en seis meses una vida de Garfield, a cuyo lado
Australia están llenos de eucalyptus. y en íntima amistad con el cual, se sentó durante 18 años en Senado y
Congreso. Pero el plazo ha parecido angustioso a Blaine: cree que
-El correo de Alemania trasmite pájaros y cuadrúpedos que no son
necesita más de seis meses para preparar y publicar un libro digno del
dañinos.
muerto y del biógrafo.
-Increíble parece, pero aún yacian arrinconados en el Palacio Ducal -Se ha descubierto el manuscrito de una ópera de Donizetti, deaco-
de Venecia y en la Academia de Bellas Artes cuadros de Tintoretto, de nacida: El Duque de Alba. Estaba el manuscrito encerrado en una caja
Giorgione, de Giovanni Bellini, de Carpaccio, de Palma Giovanne, de de latón, y allí ha estado treinta años. La ópera está instrumentada, p
Vivarinl. De muchos de e-tos lienzos se dice que son cosa admirable, dispuesta para inmediata representación. El%anuscrito está amarillento,
y están perfectamente preservados. y presta todas las señales de su larga clausura. Altos criticos musicaka
-Una riquisima señora acaba de morir en Ithaca (Estados Unidos afirman que la mano de Donizetti trazó realmente aquellos caracteres.
del Norte). Poseía $12.000,000; construía una suntuosa casa-habitación, -En el colegio de Amherst, tan famoso en los Estados Unidos del
que intentaba fuese la más hermosa de los Estados Unidos: todo el edificio Norte, como el de Harward y el de Williams, se proyecta establecer entre
costará $2.000,000. Era la señora Jernie McGraun, que en su último 10s alumnos y el cuerpo ejecutivo del colegio el sistema de sufragio. Loa
tiaje a Europa, se casó con el profesor Fiste de la Universidad deXornel1. estudiantes eligen diputados a un Cuerpo deliberante, representativo y
68 MARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCIcíS COSSTASTE 69
amovible, que se hace eco de sus peticiones. quejas y consultas al Presi- mentos, minas de dinamita. Harto crédulos, sin embargo, son los indí-
dente del colegio. Hasta ahora, la administración estaba en manos del genas. Le Plongeon mismo asegura que pudo inducirle3 a que le revelaran
cuerpo de profesores. el lugar donde estaba enterrada la colosal estatua de Chac-Mool, merced
-El Dr. Le Plongeon es un anciano activo y revoltoso, que se está a la semejanza que con su larga barba y perfil correcto tenía a un guerrero
haciendo notorio por la buena fortuna con que persigue y descubre ruinas barbado esculpido en una de la3 piedras de un monumento indio, cuya
de monumento3 y estatuas de los mayas en Yucatán, y por el indiscreto reaparición, como la de un profeta de quien había de venirles redención,
lenguaje y exagerada ambición que acompañan a sus descubrimientos. aguardaban pacientemente los indígenas de las cercanía3 de esas dos
Como cuatro años hace, descubrió, y quiso apropiarse, una colosal estatua grandes ciudades desaparecidas, Uxmal y Chichén.
de un personaje indio, que él llamó Chac-Mool, el “Rey Tigre”; una -Los Estado3 Unidos del Sur tienen un poeta, a quien por su vasto
soberbia estatua, recostada sobre el dorso, con las piernas encogidas, con renombre se llama ya, en todos los Estados Unidos, “el poeta del Sur”
la cabeza alta y vuelta hacia el Oriente, y con las manos sobre el seno, Para los apasionados criollos del Mediodía, Paul H. Hayne, que es el
sosteniendo un plato lleno de piedras preciosas, según se afirma,-que nombre del poeta, es como Tennyson para los ingleses, y para los ame-
las piedras no han aparecido, y dc una sustancia extraña, como polvo, que ricanos del Norte, Longfellow. Hayne tiene 51 años. Vive a 16 millas
Le Plongeon supone que fuera sangre del mismo personaje en cuyo de una ciudad, en una linda casita construida en la cima de una loma,
honor se erigió esta estatua, que es la pieza mas completa y grande que y oculta entre árboles.
se conoce de la escultura antigua mexicana. El descubridor quiso que-
La Opinión Nacional, 8 de noviembre de 1881
darse con el descubrimiento, y lo ocultó en los bosques; pero el gobierno.
cn virtud de la ley que prohíbe la extracción en país mexicano, de
ningún tesoro histórico ni artistico de México, se apoderó de la valiosí-
5
sima reliquia, que, luego de haber sido llevada en tiempo a la capital
de Yucatán, fue trasportada con gran ira de los yucatecos, que la querían
-En Hyde Park, L on d res, se encontró muerto hace poco tiempo a
para su Museo particular, al Museo Nacional de México.
un francés. Murió a manos de una sociedad secreta cuyas reglas había
-Mas Le Plongeon, a quien acompaña en su3 exploraciones su infringido.
esposa, joven, sabia y discreta dama inglesa, ha vuelto de las Isla3 de la -Los irlandeses persiguen a sus ricos señores en sus placeres lo
costa mexicana donde andaba desenterrando templos y viviendo en mismo que en sus haciendas. Ahora han decidido los nativos de Killdare,
cabañas de palma en el fondo de los bosques o a la orilla de los mares. que no se permita a los propietarios la caza de la zorra en la comarca
a Uxmal, la ciudad magnifica de los mayas, cuyos contorno3 estan llenos hasta que no sean puestos en libertad los autonomistas irlandeses presos.
de maravillas de incalculable valía para la historia americana. Allí, -Se está usando la luz eléctrica, en reemplazo de la gran luz de
excavando, ha encontrado un busto del dios Cay, con una inscripción en color que se ha usado hasta hoy, al frente de las locomotora3 en camino.
lengua maya, en la que ce lee que el Dios es Ix-Azal. Cerca del busto estaba Produce una perfecta claridad en un tramo de 500 yardas en torno
un altar con signos cabalísticos. Otros muchos restos históricos ha hallado de la máquina.
el intrépido norteamericano, que, a su juicio se asemejan mucho a las -Alejandro Magariños Cervantes, el poeta uruguayo, el fecundísímo
reliquias encontradas en HeKópolis y en Menfis. Le Plongeon cree haber autor de poemas, historia3 y novelas, el creador de “Celia?,-ha publi-
hallado vestigios de palabras caldea3 en la inscripción de una piedra cado un libro nuevo que ha sido muy celebrado: “Violetas y Ortigas”.
que hoy figura en una logia masónica. Los indios, con los cuales está Es una colección de artículos de todo género, en que andan reunidos el
el doctor en riña permanente, y que creen una profanación digna de la grave juicio filosófico, el instructivo párrafo histórico y el chispeante
muerte que se atente a los restos, propiedades y viviendas de sus mayores, artículo humorístico.
le amenazan y le han atacado alguna vez; pero el doctor ha puesto cn -Los investigadores están hallando que Nuevo México tiene más oro
torno de los lugares en que excava, y de los en que guarda sus monu- que California y más plata que Colorado; Humboldt predijo que la ri-
70 MARTí / PERIODISMO DIYERSO SECCIÓN CONSTANTE 71
queza mineral del mundo seria hallada en Arizona y \ue\ o México: # de la leche, y de su venta. En París se ha establecido recientemente UD
realiza hoy la predicción del sabio. Laboratorio de Análisis.
-Los constructores americanos de los ferrocarriles de México hallan -Pues bien:-de 455 muestras de vino compradas por los inspectores
que los indígenas que trabajan en la vía son muy fuertes de espaldas J durante el mes, 318 estaban adulteradas; de 180 muestras de leche, lo
piernas, pero muy débiles de brazos. Para cargar al dorso, andar y correr estaban 120, de 19 de mantequilla, 10. Y resultó verdaderamente escan-
no creen que se les encuentre rivales; pero para paleo y otros trabajos dalosa la falsificación del chocolate y de los dulces.-En Nueva York
de bracear, seis indígenas hacen apenas el trabajo de un hombre blanco. iquién no sabe que se vende mantequilla de semilla de algodón? Y así
-Se conoce la fama del celebrado dramaturgo alemán Friedrich acontece con todos los diarios alimentos.
Riickert. Su’ hija acaba de enviar al teatro de la Corte de Munich su -El “Edipo tirano” de Sófocles va a ser representado en los Estados
drama póstumo, “Herodes el Grande”, cuya representación ya se prepara. Unidos de una manera singular. Meses hace, en la Universidad de
-Los norteamericanos y los ingleses se disputan la primacia en la Harward, que es famosa, representaron toda la tragedia en griego, como
capaddad ue andar mucho y de prisa, aunque es dudoso que en ella ven- no ha mucho se representaron en Madrid en latín “Los Cautivos”, di-
cieran a un campesino de Vaiencia de España, o a nuestros indigenas. rígidos por Menéndez Pelayo, el joven bibliófilo. Se distinguió en la
Un francés anduvo el mes pasado en dos horas y medía los 72 kilómetros representación del protagonista, George Riddle, y se ha formado una
que separan a Mâcon de Lyon. Diez millas por hora. empresa para pasear la tragedia por toda la Unión Americana, repre-
sentando Riddle en griego, y el resto de la compañía en inglés, como ha
-Ha muerto en Francia Emma Bailly, autora de novelas militarw
hecho Salvini, y está haciendo Rossi. No habrá entreactos. En el lugar
bastante conocidas.
de la orquesta se colocará el altar trágico.
-6 . Por qué decae el socialismo en Norteamérica? El hecho es cu-
rioso, cierto e interesantisimo. Se encargó de responder la pregunta el La OpiniGrz A’acinnd, 9 de noviembredr lF81
mismo delegado de los socialistas norteamericanos al reciente Congreso
de Chur: “El número de periódicos socialistas en 103 Estados Unidos
-dijo-se ha reducido a la mitad del año de 1877 a hoy. Esto, y la 6
debilitación de nuestros trabajos, recursos y número de miembros, tiene
por causa la prosperidad extraordinaria que goza el país desde aquel -En un periódico de Pesth se lee una bella anécdota. El pintor
año”.-En el Congreso de Ciencia Social de Dublín dijo también POCOS Eugenio Delacroix era amigo del barón Jaime Rottschild. El potentado
días hace el profesor Goldwin Smith cosas muy interesantes sobre el sabía representar perfectamente un mendigo, con su rostro triste y su
mismo asunto : “El socialismo-dijo el profesor-crece poco en la Amé- humilde manera de pedir. Consintió el barón en servir de modelo a
rica del Norte, porque la propiedad tiene allí una salvaguardia que con- Delacroix, que pintaba un pordiosero. De tal manera desempeñabasu
siste en el número de pequeños propietarios, y en que la libertad, en CUYO papel Rottschild, que cuando un joven discípulo de Delacroix entró en
amor y goce viven allí las gentes, es tan opuesta como la propiedad al el taller, dejó caer una pobre moneda, movido de lástima, en las manos
comunismo. En ninguna parte está tan repartida la riqueza como en los del limosnero. Grandemente rió el barón de la aventura, y gozó con el
Estados Unidos.” engaño causado con su habilidad. El discípulo generoso era pobre, y
ganaba su existencia enseñandosu arte a bajzprecio. Rottschild le pagó
-Hay en Berlín un r:taurant en que no se toma más clase de ali-
muy generosamentesu moneda.
mento que los vegetales, ni se sirve ninguna bebida espirituosa.
-Los tiempos andan. Cuarenta años hace, era castigado como cri-
-Imposible parece que las ciudades de Europa y Norteamérica dejeu minal en China el extranjero que aprendía la lengua del país, o el chino
de someter constantemente los alimentos que consumen a un cuerpo mé- que la enseñaba a un extranjero. Aún despuésdel tratado de Nankín,
díco que los examine previamente. Ya en Frankfort, una sección impor- sólo en cinco lugares podían vivir los extranjeros en el Imperio, y sólo
tante del cuerpo médico está hecha cargo de ia dirección de la producción a distancia que pudiese ser recorrida en doce horas se permitía alejarse
72 MARTÍ ;' PkXIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 73
de los puertos del tratado a los europeos. Hoy. toc!o el Imperio está al hebreo, griego, celta, franc&, latín, español, italiano y eslavo; allí
abierto. De las 18 provincias, en trece hay misioneros establecidos con están las primeras ediciones de los textos de Sixto V y Clemente VIII.
SUS familias. se predica el evangelio. y circnlan libremente obras cristianas. El ejemplar de la versión de Génova de 1595, que perteneció a la reina
-Una concesión municipal ha causado en Venecia gran tristeza. Las Isabel, está en la colección, y el primer ejemplar de la de Jaime 1, y la
góndolas, que se deslizaban por los canales, como se deslizan en horas edición ilustrada de Macklur. Es también valiosa la librería por la suma
de recuerdos por la mente los pensamientos melancólicos, van a ser sus- de manuscritos iluminados que posee, y porque apenas hay publicación de
tituidas ahora en el Gran Canal por pequeños vapores. Pierde el arte, los Elzevir o de los Aldus que no figure en sus estantes.
pierden los viajeros, y pierden, sobre todo los gondoleros. que no escasean -Maurice y Vacquerie, los dos hombres amados de Víctor Hugo, pre-
expresiones de queja, ni amenazas. paran para el teatro de la Gaieté de París un drama cuyo argumento
-Un interesantísimo descubrimiento acaban de hacer dos discípulos será tomado del “Noventa y tres” d e 1 maestro. El drama será un motivo
japoneses del afamado profesor Max Müller: han hallado en el Japón para presentar en escenas vivas, palpitantes, coloreadas, tales como cier-
varios manuscritos sánscritos, y entre ellos el “Cuchillo de Diamante”, tamente fueron, las escenas de aquella época terrible y admirable. Autores
que forma parte del Código Sagrado de los Budistas. Se conocía el libro y empresarios se prometen de la obra un colosal éxito, teniendo en cuenta
por traducciones tibetanas y mongólicas, pero se creía perdido el original. el que acaba de obtener una pieza de espectáculo “Michael Strogoff’,
No hubiera sido extraño que en China se hallasen manuscritos de este llena de cuadros rusos, estepas, batallas, pueblos, ríos helados,yue no
género, puesto que los budistas chinos, en sus peregrinaciones a los hiere tan en lo vivo como el drama nuevo herirá el exaltado patriotismo
templos y lugares sagrados de la India, solicitan y traen consigo frecuen- frances.
temente como reliquias, manuscritos curiosos; pero no se esperaba des- -Europa va a comunicarse con Islandia por medio de un cable sub-
cubrimiento semejante en el Japón. Max Müller acaba de ser recibido marino, que pasará por las islas Feroe.
por el Instituto de Francia como miembro extranjero, y en su elegante
La Opinión Nacional, 10 de noviembre de 1881
discurso de recepción, que pronunció en francés, diserti sobre la impor-
tancia y significación de los últimos hallazgos.
-Dos caballos norteamericanos han ganado el premio en las carreras 7
de este año, en Inglaterra. El cable ha trasmitido diariamente noticias
muy minuciosas de la apariencia, hábitos, movimientos y estado de la -M. Pasteur ha hecho, y comunicado ante el Congreso médico en
salud de estos caballos. Foxhall e Zroqzmis son los nombres de estos Europa, utilisimos descubrimientos sobre los gérmenes de las enferme
corceles afortunados. No hace muchos días se leía en un periódico de dades. En los ganados ha logrado resultados sorprendentes, librándolos,
Nueva York, al pie de un telegrama que hablaba de la entrevista de loa por la inoculación, de la epidemia conocida en Inglaterra por “fiebre
emperadores, y sobre otro telegrama de alta política, este cablegrama: esplénica”, en Francia por “charbon”, y en la ciencia por “antrax”.
“Foxhall ha arañado a Iroquois.” M. Pasteur, cuyas revelaciones han sido publicadas oficialmente en In-
-El 1Q de diciembre comienza en Londres la venta en remate de una glaterra, estudia ahora los gérmenes de la fiebre amarilla.
extraordinaria librería privada, la libreria de Sunderland o Blenheim. -En uno de los últimos desprendimientgs de tierra en Europa, un
Fuc esta singularísima cofección formada por el tercer conde de Sun- trozo considerable de bosque se arrancó de una altura, se deslizó con
derland, durante el reinado de los dos primeros Jorges. Hasta las iniciales todos sus árboles sin quebrarse por los accidentes del descenso, y fue a
Cha va ya hecho el catálogo, y se cree que, en venta rapida, no podrá dar, como un bosque trasplantado, en medio de una llanura. La capa
en menos de diez dlas venderse lo catalogado. En ediciones príncipe, la de terreno se desprendió mucho más abajo de la capa penetrada por las
colección es muy rica; y no sólo en primeras ediciones, sino en biblias raíces de los árboles.
famosas. Allí están la políglota de Ximéncz de Cisneros, la de Plantin, -Inglaterra va a poseer un ferrocarril movido por electricidad. El
la de Walton, la de Le Jay; allí están traducciones de los libros ‘sagrados 1Q de octubre se cortó el primer tramo. Es el ferrocarril de la Calzada
74 MARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN COKSTXNTE 75
de los Gigantes y Port Rush. El Dr. Siemensexpone una fuerte suma en apretar con ellos fuertemente las sienes,como hacían nuestros antepasados.
la empresa. Se ca1cu1a que no habrá ferrocarril menos costoso que éste. -El gobierno turco se ha visto recientemente forzado a tomar me-
Un tranvía semejante movido por caballos costaría a razón de 23 cen. didas extraordinarias para defender las tierras contra la invasión de las
tavos por milla; movido por vapor, a razón de quince; movido por elec- langostas. Una especieextremadamente voraz se ha aparecido en el dis-
tricidad se calcula que para sudar cada milia requerirá el tranvía menos trito de Bodiram (Smyrna), y toda la población entera no es bastante
de dos centavos de gasto. para combatirla. En Angora, el trabajo se ha suspendido forzosamente
-La extradición de E+sito le ha costado a Italia 7,000 pesos de por tres días, por orden del Gobernador, y todos los habitantes debieron
gastos y $25,000 ofrecidos por su descubrimiento.-Caro preso. marchar a los campos a cazar las langostas. Cada habitante estaba con-
-Según el periódico La Lumière Electrique, se ha topado con una denado a llevar a los oficiales que los vigilaban medio quintal de lan-
curiosa dificultad al tratar de estableceren el Japón los hilos telegráficos. gostas muertas.
Los árboles del país del Mikado se hallan poblados de arañas que en- -La France Nouvelk refiere que1el 24 de setiembre tuvo lugar en la
cuentran muy cómodo aprovecharse de los hilos del telégrafo para tejer iglesia de Vigan un hecho escandaloso. En el momento en que se cele-
sus telas en todas direcciones y en especial desde el alambre al suelo. braba en la iglesia de San Pedro un servicio fúnebre, un artista de b
En tiempo seco no produce esto inconveniente alguno, pero cuando la lengua subió al púlpito, y despuésde pasear una mirada desdeñosasobre
atmósfera se encuentra cargada de humedad, las telas se convierten en la concurrencia sa ó un cigarro y se puso tranquilamente a fumar. Los
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excelentes conductores y por tal medio una parte de la corriente eléctrica asistentes indignados se echaron sobre él y lo sacaron del templo y le
se va a la tierra en vez de dirigirse al punto de destino. El único remedio hubieran hecho pasar un mal rato,* sin la pronta intervención de la po
descubierto hasta el día para obviar dicho inconveniente consiste en licía. Este infeliz, que sin duda estaba loco, se ahorcó con su pañuelo
limpiar los alambres con escobasde bambú, pero como son en número en el calabozo donde provisionalmente se le habia encerrado.
incalculable las arañas que hay por allí, el resultado que se obtiene dista
mucho de ser satisfactorio. Lu Opinión Nacional, ll de noviembrede 1881
-Por regla general, el hombre, desde la adolescencia,hasta que em-
pieza a declinar la vida, debe habituarse a tener la cabeza descubierta 8
en el interior de las casas. La costumbre contraria, esto es, el tener
siempre abrigada la cabeza, da origen a las calvas prematuras y predis- -Las novelas están siendo ahora los postillones del drama. Toda no-
pone a catarros y otras inflamaciones de las mucosas. Con 1y.sniños J vela que tiene éxito es llevada al teatro en Francia. Albert Delpit, el
los ancianoses otra cosa; la cabeza debe estar a cubierto de las influencias laborioso redactor ,del Temps, el simpático y agasajado autor de “El hijo
del aire y de todos los agentes exteriores; pero siempre por medio de de Coralie,” ha adaptado a la escenasu celebrada novela “El tío Marcial”.
gorras muy ligeras. Tan perjudicial es a los niños el dejarlos con la ca- -Verificóse en Viena la inauguración del Congreso Internacional con
becita desnuda,lo mismo en el verano que en el invierno, como el ponerlez asistencia de muchos y muy distinguidos literatos de Europa y América.
unos encima de otros, dos o tres gorros de varias ciasesy formas con Pocos congresos de esta clase presentarán un programa tan escogido.
que a veces les provee la solicitud maternal, en este caso extraviada. Debe Las discusionesseefectuaban en el elevado terreno propio a las cuestiones
tenerse presente que hay qde evitar lo mismo el frío que el calor, que debatidas, y con la tranquilidad y distinciónCorrespondiente a la índole
los exponen a corizas o meningitis.-En las últimas edades debe retar- de la asamblea. Pero la sesión verificada el 21 de setiembre fue el re-
darse cuanto sea posible el hacer necesidad de abrigarse constantemente verso de la medalla. El tema puesto en el orden del día era el estudio
la cabeza. Hay que convencerse de que el gorro de dormir tiene muchos del teatro angloamericano, cuando a un delegado francés, M. Ratisbonne,
inconvenientes; sin embargo, hay edades y casosen que es necesario, y se le ocurrió proponer al Congresouna cuestión que tenía tanto de política
sobre todo los que ya han contraído el hábito de usarlo, difícilmente lo como de literaria, originándose una lamentable escena de turbulencia y
podrían dejar. En todo caso debe procurarse que sean muy ligeros y no de desorden. M. Ratisbonne propuso al Congreso que dirigiese una pe-
76 MARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN COSSTANTE 77
tición al zar suplicándole el perdón de un escritor socialista ruso: llamado constipará con la mayor facilidad. En esto, las mujeres llevan al hombre
Chernishevski, que según el proponente, ha sido desterrado a las heladas la ventaja. Ellas, con la garganta desnuda, o sin más accesorios que
comarcas de Siberia, donde ha de perecer miserablemente. Tal propo- algún collar o cadena, se habitúan al temple ordinario de la atmósfera,
sición produjo naturalmente gran sorpresa. Gritos de aprobación y de siéndoles asi fácil prevenir los enfriamientos con el ligerisimo abrigo que
repuisa partieron de todos los bancos. Las reclamaciones más enérgicas una sencilla manteleta o un pequeiio pañuelo pueda proporcionarles.
procedían de los delegados rusos que se hallaban presentes, según los -En Birmingham, Estados Unidos del Norte, se suspendieron los ne-
cuales si el Congreso adoptaba la decisión propuesta, ellos se hallarian gocios en un dia de setiembre último, para acudir todos los vecinos a la
imposibilitados de volver a Rusia. Co11 tal divergencia de pareceres, la lucha de un gato montés con dos perros de presa. A las cinco de la tarde,
discusión fue agriándose cada vez m&, hasta que »I. Alfonso Pagés, apro- que era la hora del espectaculo se reunieron como tres mil personas, a
vechando un momento de calma, propuso que la cuestión no pasase ade- esperar el momento deseado. El Corregidor de la ciudad soltó los perros
lante y que el incidente no figurase en las actas del Congreso. Estas y el gato a un mismo tiempo con toda imparcialidad y empezó la lucha
palabras renovaron la excitacion. Gritos, protestas, demostraciones de más salvaje y desesperada, que duró 21 minutos solamente, porque el gato
indignación se oyeron por todas partes. La confusión fue tal, que desde se deshizo de sus enemigos saccíndoles los ojos. La gritería fue inmensa
aquel punto fue completamente imposible el entenderse, y después de y en el acto el amo del gato casó una pelea con otros dos perros por
algunas votaciones contradictorias tuvo que levantarse la sesión, dejando $1,000 de premio, para un dia que se anunciará.
completamente intacto el tema propuesto en el orden del día “Literatura -El mes pasado salió de Barcelona de España en el vapor Santiago
dramática angloamericana”. una peregrinación de españolea a los Santos Lugares, compuesta de 108
-4~. Pasteur ha leido al Congreso Médico Internacional un folleto personas. Al zarpar el buque se cantó a bordo por todos los peregrinantes
para probar que muchas enfermedades que se convertian en peste de los el Ave María Stella.
animales, se previenen por medio de la nueva vacuna o sea la inoculación
La Opinión Nacionnl, 12 de noviembre de 1881
del fluido diluido. Todos los animales no inoculados murieron, y todos
los inoculados se salvaron. iCuándo se descubrirá la inoculación contra
la fiebre amarilla? 9
-Una de las cosas en que estriba el constiparse con frecuencia y el
sufrir otras alteraciones, como bronquitis, amigdalitis, etc., etc. es la poca -La crónica monárquica del mes último ofrece ejemplos recientes de
atención que se pone en la manera de cuidar la garganta. Se lleva ésta la munificencia oriental. Al mismo tiempo que la reina Victoria por
generalmente aprisionada con cuellos endurecidos por el almidón y la razones a la vez personales y políticas, enviaba al joven rey de España
plancha, con corbatas y lazos que no se quitan en todo el día. Esto es la Orden de la Jarretera, el Sultán le agasajaba con una cruz suntuosa.
antihigiénico por varios conceptos. Lo mejor seria llevar el cuello des- El sha de Persia ha obsequiado al emperador de Austria con las insignias
nudo ordinariamente, o a lo más, que las cami.sns terminaran en cuellos de la Orden del Sol. montadas en diamantes cegadores, como un presente
muy sueltos y sin planchar. Como esto no se presta, desgraciadamente, a la princesa Estefania. Y al presentar el nuevo cónsul de los Estados
a las costumbres reinantes ya en las ciudades, ni juega con los vestidos Unidos sus credenciales al khedive de Egipto le fueron ofrecidos un
usuales, no queda más remeiio que acercarse buenamente hacia ese ideal brioso corcel enjaezado de una manera fantistiea a la vez que riquísima,
todo lo que las costumbres ordinarias lo permitan. Téngase presente que y una brillante arma de trabajo damasquino. El Cónsul rehusó el corcel,
cuanto más libre esté el cuello, con más facilidad se pueden prevenir los aceptó el arma.
efectos de un enfriamiento. Basta para ello llevar a prevención un pa- -A pesar de que casi todas las medicinas y alimentos servidos durante
ñuelo de seda, y al salir de un edificio al aire libre, etc., etc., arróllase la enfermedad al presidente Garfield fueron gratuitamente suministrados
aquél a la garganta, quitándoselo después tan pronto como no sea pre- por los proveedores, que se han negado a aceptar paga alguna por ellos,
ciso. Quien lleva de ordinatio Iazos y pañuelos abrigando el cuello, ae el costo total de la enfermedad y funerales del ilustre infortunado ha
78 MARTI' / PERIODISMO DNERSO SECCIÓN CONSTANTE 79
sido $347,6!50. La mayor parte de estas sumas fue empleada en decorar adáver de un indio asesinadoa las puertas de un templo de su nación,
los edificios de Cleveland, la ciudad donde yace, en lo cual se gastaron fue muy celebrado en la Exposición de Filadelfia. Y hay un poderoso
$100,000: otros cien mil se invirtieron en las expensas de acomodación paisajista, Velasco; y un Rebull, que es gran maestro, y pinta cosas
del asombroso número de huéspedes que afluyó a la ciudad con motivo celestiales,robando colores a los ricos celajes de México; y otro maestro,
de los funerales. Pina, cuyos trabajos acabados y robustos dan la medida de un espíritu
-Va llenando con su fama la América del Sur un pintor montevideano, acendrado en largas y fructuosas observaciones. En suma, es una pléyade
el pintor Blanes. De Buenos Aires era otro pintor que murió ha poco, brillante.
dejando obras de un mérito especial, y muy loable, puesto que a su valor -En la India inglesa se ha ensayado con brillantes resultados el
artistico reúnen el de tratar asuntos hispanoamericanos: el artista se empleo en los telégrafos, de las corrientes dinamo-eléctricas en vez de las
llamó Torres. De paisajes de América, y de escenas de la guerra civil de baterías de pilas eléctricas. Una máquina dinamo-eléctrica empleadapara
su República son sus mejores cuadros. En Buenos Aires se han dado alumbrar una estación situada a dos millas de Calcuta, fue elegida para
los amadores del arte a buscar un retrato del famoso Quiroga, que engendrar la corriente que se trasmitió a las oficinas telegráficas de
suponen está en la ciudad: en el retrato, Quiroga, cuya lanza fue tan Calcuta, por medio de un alambre ordinario, el cual funcionó con
temible y poderosa, está sentado sobre un haz de lanzas. toda regularidad sin notarse gran pérdida en la corriente útil de la
-A la par que en China parece vencedor, por algún tiempo al menos, máquina, hasta el punto de que esta misma corriente, empleada a la vea
el partido que rechaza todas las innovaciones de origen europeo, en el en hacer funcionar las lámparas eléctricas de la estación, daba una
Japón se abre paso con rapidez creciente el espíritu moderno. Merced luz equivalente a 600 bujías, siendo esto lo más digno de llamar Ia
a la lectura asidua del evangelio de San Juan, sesenta familias de Kioto atención. En vista del éxito alcanzado se proponen utilizar en todas las
se han convertido al cristianismo. Otra conversión notable ha tenido líneas telegréficaa las máquinas dinamoeléctricas para la trasmisión de
lugar por aquellos mundos: .de un sacerdote budista, que ha abrazado en los despachos,empleando el sobrante en el alumbrado y economizando
Mutwal la fe católica. Secla Vinala se llama el sacerdote; pero los nombres las baterías.
de los padrinos son más notables que el suyo: Parampatibandige Manuel
Fernando Anavi Rala se llama el padrino, y la madrina Parampatibandige Lcl Opiniún Nacional, 14 de noviembrede 1881
Angelina Fernando.
-Florece en México una excelente escuela de pintura notable por la 10
precisión de su dibujo y la energía de su color. La escuela tiene sus
cl&icos, sus románticos y sus rebeldes. Por fortuna, los más jóvenes -París, fatigado ya de llamar gomosos a sus elegantes ha inventado
representantes de esta rica escuela han dado en buscar sus inpiraciones un nuevo nombre para designarlos: ahora los llama grutin. El grotin
allí donde debieran ir siempre a buscarlas pintores y poetas: no en libros dorado y oloroso, cubría hasta hoy platos muy exquisitos, y ni el Grm
miI veces repetidos a cuyas páginas apenas logran dar calor de ida Hotel, ni el café Rich, ni Helder, podían dar cosa mejor que un lenguado
nntimientos enfermizos,-reflejos c:
caldeados, hijos maltrechos y anémlcos al gratin. Pero ahora gratin es el alto gomoso; la flor y la nata de la
de literaturas fatigadas y exhaustas ,-sino en la abundantisima. en la juventud luciente, acicalada y pródiga; el elegante desocupadoy pulido,
fragante, en la inextinguibk madre naturaleza. Entre estos pintores que obedececon femenil mansedumbretodas% exigencias de la moda, y
mexicanos tiene derecho a especial mención Manuel Ocaranza, que une se estrecha el talle, se riza el cabello, se acarmina orejas y labios, y POS=
al diestro manejo del pincel un espíritu ardiente, poblado de risueñas un título, abono en los teatros y caballeriza. Ser gratin es un poco más
imaginaciones, y un gusto exquisito: independencia, corrección y vigor caro que ser gomoso. Antes con vestir exageradamente, y mostrarse en
son los caracteres de este pintor laureado. Hay otro artista, Parra, que sociedad nacarado como una doncella, ágil como un cervatillo, nítido como
pinta como con pinceles de acero figuras históricas, una de las cuales, el el acero bruñido, ya se formaba parte de la goma; pero el g.ratin es 10
gran fray Bartolomé de ias Casas clamando a Dios por justicia ante eI que se 44amabahasta ahora la atta gomu. Nuestros hermanos de España
80 MARTi / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 81
son los que han dado a esto9 Lindos galanes su nombre verdadero: 109 jante sucedió el año pasado en Nueva York, donde Daniel Rochat, la
llaman &~femesinos. comedia politica de Sardou que no alcanzó éxito en Paris, fue repre-
-Han comenzado a usarse en los ferrocarriles elevados de Nueva sentada con resultado excelente. En cambio, lo9 dramas de autores na-
York las miquinas movidas por aire comprimido. El gasto es menor, tivos tienen en su mayor par una ruin vida y un triste fin en los Etados
menor el ruido, y la velocidad mayor. Otra innovación intentan los Unidos. No descuellan los norteamericanos en el drama. Van desco-
neoyorquinos, aunque ésta encuentra oposición muy seria por 109 pro- llando en cambio en la poesia lírica, que escriben con verdadero poder,
pietarios de casasque creen que van a ser comprometidos los cimiento9 gracia, ternura y originalidad. Los que desdeñan sus talentos poéticos,
de suspropiedades: lo que se quiere es construir un ferrocarril subterrá- no los conocen. Una gran variedad de motivos, y una gran franqueza
neo en Broadway. En $2.000,000 se estima el costo de cada milla, Se de tonos caracterizan su poesía. Mezclan lo profundo a lo delicado, y
discute ahora la concesión en una verdadera asamblea de abogados y lo risueño a lo triste: y así logran sus verso9 el color y el aspecto de
constructores presididos por jueces. El testimonio de decir verdad en la vida. Un poeta de los Estados Unidos, famoso por el atrevimiento
el informe se da solemnemente. No parece que tenga probabilidades de de sus rímas, la osadía de sus pensamientos y el desembarazo,-que
éxito el proyecto. raya a veces en descompostura,- de su forma está preparando y vigi-
-Gastineau, conocido volteriano, ha publicado en Francia un libro lando en la universitaria ciudad de Boston, en la culta y pretenciosa
que ha tenido su hora de éxito: Vokaire en el destierro. Se ha publicado Boston, una colección de sus obras: el poeta es W.
también, del lado acá de los mares: en los Estados Unidos del Norte, -Bien mereceFranz Hilmar, que introdujo la polka entre los modernos
otro libro en que se elogia ardientemente a aquel amigo de monarcas, divertimientos sociales, y acaba de morir en Praga, un recuerdo de los
que en tantos aspectos se asemeja a i\ristóteles: la nueva “Vida de amigos del baile. Los campesinosbohemios bailaban la polka, mucho
Voltaire” es de James Parton. Voltaire decía de sí mismo, en una carta antes de que su alegre música invadiese los salones, pero Hilmar fue el
escrita a los editores de una, hoy curiosísima colección de sus obras en primero que lc dio forma musical en su “Esmeralda polka”.
Holanda, en 1764: “He escrito la historia con verdad; he aborrecido los
abusos,los crímenes y las querellas, pero siempre con la reverencia debida h Opinión Nacional, 15 de noviembrede 1881
Vivar. Los trabajos de estospatricios no son bastante apreciados por la -Garfield decía de Lincoln: “Los pocos libros que llegaban a BU
generación que ha sucedido a la que ellos ilustraron. De Seguí se dice alcance. los devoraba con la divina hambre del genio”. De la lengua
que fue orador muy potente, y poeta armonioso e inspirado, cuya energía griega dijo Garfield: “El griego es tal vez el instrumento más perfecto
y talento se mostraron claramente en la Convención de Santa Fe, inolvi- del pensamiento inventado jamás por el hombre, y su literatura no ha
dable para los bonaerenses:el Dr. Vivar sentía con delicadeza y escribía sido nunca igualada, ni en pureza de estilo, ni en osadía de expresión*‘.
con elegancia y galanura. Describía bien; y sus admiradores conceden Otra vez exclamaba Garfield generosamente:“Haya en hora buena arrugas
a sus versos la gracia de la originalidad y la arrogancia del genio. sobre nuestra frente, pero no las haya jamás en nuestro corazón. El
-Con whisky adulterado con estricnina se ha envenenado lentamente espíritu no debe envejecer”. Innumerables observaciones, proverbios
un hombre de color en una ciudad de los Estados Unidos. Estaba asegu- sentenciosos, juicios de libros, resúmenesde lecturas, opiniones sobre
rado en $125,000: susparientes, para hacersedel seguro con más rapidez, hombres, trozos de sus discursos han sido acumulados felizmente en un
le tenían cuenta abierta en las tiendas de licores. No ha sido tanto el libro que acaba de compilar la buena casa editorial Houghton y Mifflin
licor, como la sustancia con que se le adultera, lo que ha causado au de Boston. El nombre del libro es “Garfield’s Words”: “Palabras de
. muerte. Con razón sobrada dice Alfonso Karr, hablando de adultera- Garfield”.
ciones de los alimentos: “iEs curioso, no? Yo enveneno a mi bodeguero: -Entre los reformadores italianos, hay dos cuyos nombres han salvado
-lguillotina!-Mi bodeguero me envenena a mí:-icuarenta francos!” ya las fronteras de la agitada Italia. Llaman la atención por su infatigable
propaganda, y por su vigorosa y animada victoria. Ambos se distinguieron
-Ha muerto un poeta alemán: Scherenberg. Se han hallado entre
singularmente en las bulliciosas fiestas con que el partido liberal celebró
sus manuscritos obras que añadirán aún mayor razón a su buena fama:
el aniversario de Víctor Manuel en Roma. Petroni es el nombre de uno
la primera de éstasque sus amigos intentan publicar es un poema épico
de estos oradores: Parboni es el otro.
a la expedición de Franklin al Polo. Norte, de donde, por cierto, vuelven
ahora, tristes y sin los viajeros perdidos que fueron a buscar, los nave- L.a Opinión Nacional, 16 de noviembrede 1881
gantes norteamericanos que emprendieron la pesquisa del leannettc,
extraviado en su expedición al Polo Artico. Los navegantes han visto
curtir pieles de foca en Alaska, y han bebido té hecho en samovar (la 12
cafetera rusa) en la tierra de los kamchatdales; pero no han encontrado
al /ea.nnette. -Entre los nuevos poetas de Portugal, hay uno que atrae especial-
-De gran favor goza entre los entendidos en ciencia eléctrica el mente la atención de los buenosjueces. Tiene candores de niño, y rugidos
nuevo teléfono de Herz. Se había creído imposible, a causa de la lenta de león. En sus versos corre a torrentes el espíritu de la Naturaleza:
acción de la corriente eléctrica en los cables sumergidos, la conversación todo es en ellos palpitante, precipitado, irregular, sonoro, vivo. Puede
por teléfono a largas distancias; i y por el teléfono de Herz se puede decir como el poeta latino: “Odi Profanum”; o como Carducci, este
hablar claramente de Brest a Penzance!-Herz, por cuyo sistema se cincelador de la lengua italiana: “Odio l’usata poesía”. El joven poeta
asegura que se’ha hablado a 600 millas de distancia sobre circuitos no portugués tiene colores en su paleta para pintar alas de ángel y llagas
especialmente adaptados a (comunicaciones telefónicas,-reclama para de mendigo. Con igual fuerza expresa los sentimientoshonrados y robustos
sí el honor de haber resuelto dos dificultades: la de aumentar la amplitud con que su generosa alma sacude su mente, &e los cuadros de miseria
de las vibraciones eléctricas y la de neutralizar las corrientes extrañas humana e irregularidad social que hieren sus ojos. Don Juan, que
al circuito telefónico. simboliza para este poeta la poesía lánguida, el amor corruptor, el brillo
-Es interesante el último censo religioso de Prusia: hay en Prusia falso, la pereza pervertidora, debe ser muerto. Don Juan debe morir,
17645,462 protestantes; 9.205,136 católicos; 363,692 judíos; 42,518 y Jesús debe vivir: Jesziis, fuerza. trabajo, verdad, libertad, igualdad,
disidentes; 22,006 personas sin religión determinada. justicia, amor casto. La obra más conocida de este osado bardo ea &J
Mue& de Don Juan, un poema batallador y caprichozo, del ord ba
84 bfARTi / PERIODISMO I,IVERSO SECCIÓN CONSTANTE 85
traducido magistralmente nuestro Ptrez Bonaldc el canto Lns Ruinas. El inscripciones en el monumento. “Lego mis restos al pueblo salvadoreño
joven poeta se llama Guerra Junqueiro. -dice una inscripción-en prueba de mi predilección y mi reconoci-
-Dos nuevos poetas apasionan hoy a los ingleses: el uno melodioso, miento por su valor y sacrificios en defensa de la libertad y de la Unión
abundante, delicado, se ltama Rosetti; el otro triste, enfermizo, desigual, Centroamericana.” “Exito a la juventud-dice otra-, a la juventud
reconcentrado, meditabundo, se llama Oscar Wilde: en ambos se nota llamada a dar vida a este país que dejo con dolor porque lo dejo en la
la influencia de un poeta que derivó sus versos de la naturaleza, y no los anarquía, a que imite mi ejemplo y muera con firmeza antes que dejar
deformó con preocupaciones de escuela : Keats. De los dos bardos nuevos, a su patria abandonada al desorden que hoy la despedaza.” En otra
Rosetti es acariciado por la fama: Wilde es cruelmente flagelado por la inscripción será también perpetuado un hecho famoso de Morazán. Loe
crítica. Distingue a Rosetti una gran pu!critud en la forma; tiene algo revolucionarios, temerosos de su triunfo, hicieron prisionera a su familia,
de sensual2 de sedienta, de sombría, de autumnal, la poesía de Oscar o intentaron valerse de ella para obligarle a deponer el mando: “Muy
Wílde. Y se tiene a Wilde por el jefe de una nueva escuela, la de los caros son vuestros rehenes a mi corazón,-dijo Morazán-pero soy el
Estetas, los amigos de lo bello. Rossetti es comparado a Tennyson. El jefe de la Nación, y debo atacar. Pasaré sobre esos queridos muertos,
último libro de éste se llama Dala& 3’ Sonetos:-el último de Wilde se escarmentaré a los rebeldes, y moriré luego.”
llama simplemente: Poesías. -Un gran incendio en Nueva York ha devorado gran cantidad de
-En otro tiempo, Centroamérica vio batallar, derribar obstáculos, reliquias sudamericanas. El ca b a ll ero Gebhardt, gran viajero y colec-
fundir pueblos y elaborar una nación potente, que fue ahogada en au cionador infatigable, tenía almacenados en la casa de depósito que fue
cima por los pequeños odios locales que como necesidad de su politica víctima del fuego, una colección muy rica de objetos de arte y monu-
mantenía despiertos el gobierno de la colonia, a un guerrero brillante, mentos de historia primitiva de Asia y América. Idolos, vasos raros, y
que era hombre de grandes pensamientos y de hermosas palabras, a valiosos jeroglíficos han perecido en la catástrofe.
Morazán. Luego de deshecha su trabajosa obra de fusión de los Estados
de Centroamérica en una República vasta y poderosa, murió oscuramente La Opinión Nacional, 17 de noviembre de 1881
a manos de una facción importante. Había en Morazán, a quien los centro-
americanos rinden un culto semejante al que todos los hijos de Hispano-
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américa rinden a Bolívar, algo del empuje, del poder excelso, de la
fuerza mágica, del valor resplandeciente de nuestro maravilloso héroe.
Por de contado que su personalidad es aún calurosamente debatida, y SUS -De que las selvas de nuestra América abundan en remedios para
merecimientos exaltados o negados según sean los que los comenten, par- todas las enfermedades que en nuestro suelo se producen, lo dicen a veces
tidarios o adversarios de la Unión de Centroamérica, por las que el la lógica de la naturaleza, en lo que las fuerzas de construcción están
guerreador fan:oso, que fue también un orador elocuente, dio su vida. siempre al lado de las fuerzas de destrucción, y la suma ya cuantiosa de
i Aún lleva el buen soldado sobre su capa de batallar el polvo del camino! tesoros botánicos que debe a la tierra americana la farmacopea. Ni
Pero San Salvador, seguro de la augusta fama de que goza el caudillo, a quien ha a n d a d o entre indios, queda duda de que ellos son dueños
le ha decretado honores heroicos, y en un taller de Génova se construye de muchos secretos que la grave ciencia heredada de Europa persigue aún
uu monumento de mármol y&once, decretado por la agradecida República en vano. Tonatiyacapan es el nombre de ua medicamento mexicano con
para honrar la memoria del reformador infortunado a quien prestó que un indio compasivo salvó a una hija mimada de la fortuna, dotada
durante su breve y deslumbrante carrera leal apoyo. En el mármol se por las hadas, cantada por los poetas y regalada por los reyes, a la arpista
reunirán, para alzar sobre sus hombros n su héroe, como él sobre 6US española Esmeralda Cervantes, del vómito negro. Y como el indio fue
hombros quiso a!zarlas a eilas, las cinco Repúblicas del Centro. Del tan generoso que reveló a Esmeralda Cervantes su secreto, la arpista lo
testamento de Morazán, escrito pocas horas antes de morir a manos de ha popularizado en Buenos Airea y Uruguay, donde los Consejos de
los facciosos, se han tomado frases hermosas que figurarán como Higiene proclaman oficialmente las maravillas del tonatiyacapan.
86 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 87
-Ea una maravilla la nueva casa del general Grant en Nueva York. -El profesor Calandrelli, que enseña i’ilología clásica en la Univer-
Afin no está lista para ser ocupada por sus moradores; pero ya los sidad de Buenos Aires, ha terminado, y trabaja por publicar, un “Dic-
periódicos describen algunas de las joyas de arte que van a hermosear el cionario Filológico comparado de la lengua castellana”. El plan del
rico palacio. Tan cargado de regalos vino el general Grant de su viaje libro es vasto: el autor ha ido a buscar la etimología de cada palabra
alrededor del mundo, y tal inclinación tenía él a recibirlos, que no ha a su raíz sánscrita: la estudia en sus fuentes conocidas, y examina sus
sido necesario comprar un solo objeto para adornar el primer piso del relaciones con las lenguas indoeuropeas, de que es conocedor eximio.
palacio. En las ochenta cajas de espléndidos presentes que recogió el Aumenta el mérito del libro la clasificación científica de los animales y
general en su peregrinación, han hallado los decoradores cuanto para las plar;tas que le acompañan, y una valiosa sección de sinónimos. Los
ornamentar el piso y esmaltar,de curiosidades valiosas el resto de la casa, que han visto este libro colosal, comparan el trabajo de Calandrelli con
les era necesario. No habrá en las salas, ni en el cuarto de recibir, dos los de Webster, que halló y fijó los cimientos de la lengua inglesa, y Littré,
muebles iguales. En vez de los comunes juegos de sala, incómodos y cuyo diccionario admirable es un verdadero código de la lengua francesa.
monótonos, las ricas habitaciones estarán llenas de sillas distintas de Alguno va hasta creer que el profesor Calandrelli ha hecho más en sus
.formas caprichosas, de divanes de terciopelo bordados de oro, de sillones pesquisasen los orígenes del castellano, que Noah Webster y Littré en
de armadura de ébano con incrustaciones de marfil, vestidos de tapices sus respectivas lenguas. El l’b
1 ro contendrá las raíces de cada palabra en
de los Gobelinos, y de brocados hechos a mano. Las colgaduras orientales los signosusualesde las lenguasmadres: parece que el profesor Calandrelli
y las alfombras persas fueron elaboradas para el Presidente, como obse+ es una autoridad en lingüística. Se elogia mucho su cabal conocimiento
quio; y se celebra grandemente el cortinaje de cachemira que adornará del sánscrito, esta lengua opulenta y formidable. El sánscrito pintoresco,
el tocador de la esposade Grant. De mosaico, y de incrustaciones Boule, abundante, rico, enérgico, fue digno de ser hablado por los primeros
son las mesas,y los estantes de las paredes; los marcos de los espejos hombres. Gran lástima seria que semejante trabajo quedase oscurecido.
son obras de arte, talladas con gran habilidad a cortaplumas por los
diestros obreros de Suecia. En mérito con loa cuadros que adornan el Lu Opinión Nacional, 18 de noviembrede 1881
palacio, luchan los marcos que los encierran. Por todas partes hay estatuas,
jarrones y esas raras menudencias que cubren hoy todas las paredes y
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rincones de las casasnorteamericanas: ídolos, trompetas, armas, platos
de bronce, cascos, vasijas. En el cuarto de vestir del general Grant,
-Disputaban D. Quijote y el Duque sobre el lugar que D. Quijote se
hay una pequeña casa de plata, de cinco pisos: tiene tres pies de alto; es
resistk a ocupar en la cabecera de la mesa, y se rió el traidor Sancho,
una caja de perfumes, regalada a Grant en China. Raros pájaros y
y narró un cuento, que vino a parar en que, empeñadauna disputa igual
grandes flores esmaltan las paredes del palacio, tras de cuyas ventanas y
entre un hidalgo y un labriego, y resistiéndosetenazmente el labrador a
balcones se conservan, en cajoncillos de plata labrada, embriagadores ocupar el sitio del noble, éste le puso impacientado ambas manos sobre
aromas. Sobresalen entre los adornos dos grandes colmillos de elefante, los hombros, y lo encajó del golpe en el asiento de honor, con estaspala-
recuerdo de la India, rematadoscon molduras de oro, de finisimo trabajo. bras : “Sentaos, majagranzas, que dondequiera que yo me siente seré
Otra, y no la menor, de las novedadesde la casa, es un gran tapiz japonés, vuestra cabecera.” A cuyo cuento rió mucho el Duque, y se montó en
que ocupa una de las pared& del que pudiera llamarse cuarto de estar, cóiera el bueno de Quijano. Muy castellano’parece este cuento, pero es
y se llama entre los inglesessitting room Representael tapiz una partida el caso que en inglés hay una frase que revela la existencia del sucesoy
de caza: sobre el fondo, de rica seda crema, resaltan con grande objeto, de la anécdota en tierras inglesas; y la frase es vieja, y tiene ya virtud
y con color y expresión de vida, las figuras y el follaje, bordados en seda de proverbio. Dice la frase inglesa: “dondequiera que Mac Gregor se
de variados y vivos colores. Agita ya al mundo elegante de Nueva York siente, será él la cabeza de la mesa”.
l8 extraordinaria fieata con que se anuncia que inaugurará el general -Tropiezan nuestros ojos con una frase de Thiers que merece ser
íhIltSUS~WVOSoakaea recordada. Le cumplimentaba el corresponsal del Times en París por la
88 MARTí / PERIODISMO DNERJO SECCIÓN CONSTANTE 83
casi todas sus obras, que son muchas. Peón es un joven médico, cuya
modestia raya más alto que su extraordinario mérito. De concebir ull 1’7
drama a terminarlo, no emplea más tiempo que el necesario para darle
forma en el papel. Calderón y el Duque de Rivas parecen haber!e imprr- -Experimentos de Durham Hammond demuestran que el cerebro es
sionado vivamente entre los autores españoles; pero su genio es directo. anémico en el sueño: esto se prueba indirectamente por la mayor cantidad
aSundc.:o, exuberante, armónico. En sus dramas todo vive, ama, eolloza, de sangre que circula en la piel y extremidades durante el sueño por
pe!ea. No son obras muertas, y no morirán. De ningún modo han de la mayor radiación.
juzgarse sus talentos por la obra desmayada que se ha reimpreso en -Si un padre nos preguntara qué regalo haría a su hijo como libro
Nueva Yor!:, y que de fijo llegar5 a Caracas. Esa ohrilla, que fue de de Pascuas, le diríamos que pidiese a París las “Recreations Scientifiques”
encargo, y se llama “Impulsos del corazón”, no tiene ninguna de las de 1. Tiessandier: si un goloso de buenos libros quisiera saber de nosotros
condiciones que dan singular mérito a la obra del poeta. con qué podría acallar su gula, le recomendaríamos “Hommes et Dieux”
-La División Negra, el periódico de nombre terrible: cuyos redactores de Paul de Saint Victor; y si un periodista nos pidiese un libro muy
.fueron el mes pasado juzgados y sentenciados en Rusia, era sin embar,:o útil en una mesa de redacción, le ofreceríamos “L’esprit des autres”,
c’epresentante de la fracción moderada de la política nihilista. Condenaba “L’esprit dans l’histoire”, y “Le Vieux Neuf” de Fournier.
las medidas ,de terror extremo. Quería lo que quiere el célebre Herzen. -Treinta y dos mil alumnos tiene Buenos Aires en sus escuelas
el gran propagandista ruso: alzar al pueblo a la discusión y participar públicas, y 25,000 el Uruguay.
en !a gestión de los negocios públicos; promover cruzada contra los -En una de sus novelas filosófico-políticas, que son verdaderos
gobernantes que odian a sus pueblos; pedir reformas en asambleas trabajos de experiencia mundana, en Vivian Grey, dijo Disraeli, el gran
generales; organizar las masas en caso de que estas reformas fuesen hombre de Estado que acaba de morir en Inglaterra: “Para gobernar a
rehusadas; establecer una federación de municipios independientes; los hombres, debemos esconder nuestra sabiduría bajo la locura, y nuestra
preparar al país para la revolución que parece inevitable. Expresó su constancia bajo el capricho. Una sonrisa para un amigo y una mirada
abominación del asesinato. Dijo que venía a defender las clases humilladas de desprecio para el mundo, es la manera de gobernar la especie humana.”
contra las clases principales. No fueron, a pesar de tales declaraciones -Carlyle, que ha sido una especie de Shakespeare de la prosa, en lo
y tal programa, menos severos los castigos que impuso a los reformadores osado, innovador, independiente, profundo, universal y desenvuelto,
el gobierno ruso. trabajó mucho tiempo antes de alcanzar fama. Comenzó la fama a hala-
-“Los honores deshonran; los títulos degradan; los empleos embru- garle luego de publicado su estudio sobre Burns, a quien quiso con un
tecen ; iescriban eso en las paredes!” Esto decía Gustavo Flaubert, el cariño aún más vivo que el que profesaba a Goethe. La literatura alemana
poderoso prosista que tanta fama alcanzó por su “Madame Bovary” y ejerció, sin embargo, influencia grande en la mente del poderoso filósofo.
en “Salambo”. Para Flauhert el estilo era como el mármol; lo pulía, -Hase creído generalmente que los colores diferentes observados en
lo limpiaba, lo limaba: no salía una frase de sus manos hasta que su las plantas, son debidos a materias diversas, siendo cada color una
pensamiento no liubiera ajustado precisamente en ella. Odiaba las pala- combinación química distinta sin ninguna relación con las otras. El
bras inútiles, y los adjetivos pomposos. Un sinónimo era para él un profesor Schuetzler ha demostrado por medio de experimentos, que cuando,
estorbo. Su frase es neta, m’aciza, bruñida, buena muestra de su estilo el color de una flor ha sido aislado, poniéndao en espíritu de vino, bien
es esa con que hemos encabezado este párrafo: “Ha de darse autoridad a se pueden obtener todos los colores que se observan en las plantas aña-
la verdad por el modo perfecto de decirla”:-esto era para Flauhert un diendo un ácido o una sustancia alcalina. Estos cambios de color, que
código. se pueden producir a voluntad, bien pueden verificarse en las plantas por
las mismas causas, porque en todas las plantas siempre hay materias
La Opinión Nacional, 22 de noviembre de 1881 ácidas o alcalinas. El profesor aludido supone a priori que en las plantas
sólo existe una materia colorante (clorofila) la cual, modificada por
94 MARTÍ / PERIODISMO DIVZBSO
SECCIÓS CONSTANTE 95
ciertos agentes, produce todos los tintes que se observan en las plantaz y
flores. Con respecto a las florea de color blanco, ha hallado que au 18
coloración es debida al aire contenido en las celdillas de los pétalos. Al
colocar éstos bajo la influencia de una bomba de aire, se las ve perder
su color y se hacen transparentes a medida que el aire escapa de ellas. -Bruno Baüer, notable escritor alemán, trata en un libro reciente
-Inténtase erigir una estatua a Víctor Hugo, o al&n monumento que todas las grandes cuestiones de la política moderna de un modo brillante
conmemore su glorioso destierro, en la linda y pacifica isla de Guemescy y original. No es menos exTraño y atractivo el título del libro: “El Impe-
rialismo Romántico de Disraeli, y el Imperialismo Socialista de Bismarck”.
que ha hecho famosa con su presencia, y que él supo cautivar con zu
inagotable e ingenua bondad. AK pintaba conchas de la mar, y las daba -Ha muerto Blüntschli, el gran profesor de Derecho Internacional.
luego de premio a los niños de las escuelas, en unión de los cuales ae Fue un gran colector, un admirable expositor, y un juicioso innovador.
le veía muy a menudo. Allí fortificó su genio alejado de los hombres J Una de sus más conocidas obras ha sido traducida al español y concien-
cerca del grandioso mar. Allí imaginó cosas colosales. zudamente anotada por Díaz Covarrubias, secretario del Despacho en
-Títulos y objetos singulares tienen algunos periódicos de París. México en tiempo de Lerdo de Tejada. Estudió con Niebuhr y Savigny,
Uno se llama El Ajenjo-periódico aperitivo; Le Menu Illustré se llama y se adhirió a la escuela histórica. La Academia de Ciencias de Berlín
otro menos pernicioso, aunque no menos curioso; La tripe (sic) es el premió su “Tratado de sucesión conforme a la ley romana”. Cuando
nombre de otro. Con el nombre del famoso elegante inglés Brummell, IM Stratiss fue lanzado de su cátedra después de la publicación de su “Vida
publica una hoja. Un año hace había,-y aún se conserva alguna,- de Jesús”, q ue Littré ha traducido con fidelidad notable al francés,
publicaciones cuyas tendencias iban envueltas en sus nombres: Pirron, Bliintschlí defendió con calor al profesor expulso, y la cátedra libre.
era uno de esos periódicos; Boccaccio, era otro. Estos últimos no esca- Contribuyó mucho a la fama de la Universidad de Lurich, donde enseñaba
paron sin grandes y merecidas multas. leyes desde la fundación de la Universidad en 1833. Estudiaba con igual
fervor los códigos actuales que ias costumbres antiguas. Ayudó mucho
-Se multiplican rápidamente los empleos del papel. Los fabricantes
a los hermanos Grimm en sus investigaciones sobre tradiciones germánicas.
de objetos de papel hacen una temible competencia a los fabricantes de
Escribió una obra sobre “las ideas de los antiguos asiáticos sobre Dioa y
loza. Muchos restaurants y cafés de Berlín no usan ya platos de loza
el universo”.
para servir el pan, la mantequilla, los panecillos de café, los pasteles:
sirven todo esto en platos de papel. En Holanda, hace mucho tiempo Propuso reformas en la guerra moderna, y en casi todas las grandes
que se usan servilletas de papel delgado: por cierto que los consumidores cuestíones de derecho público. Cuentan entre sus más celebrados libros
tienen el derecho de llevarse la frágil servilleta. Este hábito de los “La moderna ley de las naciones” y “La teoría del estado moderno”.
holandeses responde a una de las reformas que el elegantísimo escritor Presidió en Dresde, en 1861 el Congreso Internacional de juristas, y
español Castro y Serrano pedía para la mesa, en su curiosa y chispeante enseñó ha poco Derecho Internacional desde la histórica cátedra de la
polémica sobre cosas de banquete y cocina con el Dr. Thebussem, de vetusta Universidad de Heideiberg. Ha muerto lleno de fama, y de legí-
Medina-Sidonia. ¿A qué aros para la servilleta?-decía Castro y Serrano: timos honores. Sus obras brillan por su claridad, poder, sensatez, e
-pues iacaso una misma servilleta debe servirse dos veces seguidas en independencia. Clasificaba con ,maestría. Tomaba parte real, apasionada
la mesa? En verdad es aSeada la costumbre de Holanda. En Nueva y activa en la contienda humana. Sus libros eran ya antes de su muerte
York han intentado introducirla, pero las servilletas de papel que allí obras de consulta.
hacen no resultan agradables a los ojos, ni útiles. Algunos vapores usan -Henry Ward Beecher, el orador religioso de más renombre de los
de ellas. Estados Unidos, y uno de los más típicos representantes del carácter Y
genio norteamericanos, dijo en uno de sus discursos:-“Me decía mi
Lu Opinión Nacional, 23 de noviembre de 1881
padre: Enrique, cuando enciendas una hoguera, nunca echea en ella una
brazada de leña de una vez; eso extinguiría el fuego: escoge astillas que
96 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO
SECCIÓN CONSTANTE 97
prendan bien, y que estén secas, y echa una, y luego otra, y luego otra,
condenación del teatro francés moderno, con ocasión del viaje de Sarah
y poco a poco, tendrás una hoguera tan grande como la que te proponías
Bernhardt a1 país,-por el clero católico del Canadá.
tener.”
-Formentera, una de las islas Baleares, guardaba en secreto uu tesoro La Opinión Nacional, 24 de noviembrede 1881
artístico. Se hablaba en la isla de una cueva, y se señalaba el lugar en que
estaba, pero los campesinos huían de ella, creyendo que era un gran
nido de serpientes. Un grupo de atrevidos cazadores hizo lo que los 19
campesinos no habían hecho. Llegaron a la profunda excavación; apar-
taron los arbustos, zarzales y raíces que oscurecían la entrada; removieron -Hay en Alemania un premio anual que se llama el premio Schiller.
con gran dificultad las piedras que impedían el paso al interior de la iBien pudiera haber en Venezuela otro premio anual, que se llamara el
cueva, y se hallaron en una hermosa habitación de dibujo morisco, cuyas premio Bello! Toca esto a la Universidad Central. Esta recompensade
paredes están llenas de caracteres desconocidos a los cazadores. Alzanse cada año, que se otorga en Berlín, recae sobre el autor del mejor drama
en medio de la habitación dos tumbas de admirable labor. Levantaron escrito en alemán durante el año. Los altos jueces de letras berlineses
los exploradores la cubierta de metal que cerraba las tumbas, y vieron no han creído que drama alguno, de los dados a luz durante los últimos
dos colosales cuerpos momificados: era el de la derecha una mujer; el doce meses,merecieseel premio honroso.
de la izquierda, un hombre. Brillaba en la cabeza de la mujer una rica -Interesa a la América del Sur, tan rica en maderasdescuidadashoy,
diadema, cuajada de piedras que parecen ser de extraordinario valor: o destruidas en desmontesimprevisores o en cortes precipitados por la
un collar de enormes perlas adornaba su cuello; largos pendientes colgá- avaricia mercantil,-saber cuán rápidamente se consumen las maderas
banle de las orejas, y sus dedos estaban cubiertos con anillos. Ceñía la útiles de los bosques en Europa. El periódico de la sociedad de los
cabeza del hombre una corona imperial, y su mano oprimía un cetro. agricultores de Francia publica interesantesdetalles de la riqueza forestal
Seis de los descubridores quedaron guardando el teoro: los demás par- europea. Suecia y Noruega, que tanto pino exportan aún, tienen ya que
tieron para Madrid, a dar cuenta del hallazgo y a pedir órdenes al comprar su roble de Polonia; los bosquesrusos que antes poblaban las
gobierno. orillas del Báltico, eri Finlandia, empobrecen con tal celeridad que de
-Un acto indiscreto del colector de la aduana de Toronto ha dado cada diez acres de tierra del Imperio, solo un acre es de bosque. Hay
origen a una acre y violenta contienda religiosa en el Canadá. El colector como treinta y cuatro millones de acres de bosque en Alemania, de los
decomisó los ejemplares de las obras de Payne y de Voltaire que llegaron que veinte millones están en Prusia, y que producen $5O.OOQOOO cada
en una reciente remesa a la aduana.-“Sé que ninguna ley me autoriza a año. Prusia solo gasta $500,000 anualesen el cuidado de los bosquesdel
eso,-dijo el funcionario; pero creo que obro en el interés de la moralidad, Estado, y en replantarlos y limpiarlos. Las exportaciones de madera son
y que aprobarán mi acto las gentes honradas.” Los importadores de menores en dos millones de toneladas a las importaciones. 43 millones
los libros han entablado p!eito ante los tribunales contra el atrevido CO- de acres forestales tienen Austria y Hungría; pero en el Austria propia
lector; los librepensadores hnn abierto una suscripción para ayudar a IOS el Estado sólo posee un siete por ciento del área de los bosques,y está
importadores en los gastos del pleito: los periódicos católicos atacan obligada a comprar susmaderasa Bosnia y Montenegro: Servia y Rumania
duramente a Pnyne, a Volta!re, a Teodoro Pnrker, y a Ingersoll, cl orador tienen selvas opulentas; pero Italia, por más que cuenta con cerca de 14
antideísta de los norteamericanos, que goza actualmente de gran fama. millones de acres de terreno boscal, saca de ellos mezquino provecho, por
Sc ha vendido, como consecuencia de la agitación, una cantidad consi- el misero estadode los caminos que llevan a susbosques:casi ea imposible
derable de libros racionalistas. La actual escaramuza es natural resultado remover de los bosquesitalianos las maderas cortadas. En España, hay
de la vehemente lucha empeñada en el Canadá entre los cultistas y 10s aún 8.500,OOOacres de selva; pero los ingenieros de montea y caminos
anticultístas. No ha sido el rasgo menos curioso de esta campaña la creen con razón que esta riqueza está arruinada en España, y que se
necesita urgentemente repoblar de árboles las montañas. Portugal, que
SECCIóN CONSTAHTE
98 MARTí / PERIODISMO DIVERSO 99
1. DICIEMBRE 2
2. DICIE\lBRE 3
3. DICIEMBRE 5
4. DICIEMBRE 6
5. DICIEMBRE 9
5. DICIEMBRE 14
7. DICIESIBRE 15
8. DICIE!UBRE 16
9. DICIEMBRE 19
10. DICIEMBRE 21
ll. DICIEMBRE 22
12. DICIEMBRE 26
13. DICIEMBRE 28
14. DICIEMBRE 29
15. DICIEMBRE 31
1
bario verde. y por último, para la del diafragma violeta, baño amarillo. encuentran a una profundidad de 200 pies, y tienen una longitud de
Será verdaderamente mágico conseguir fotografías, en que a la exacta 100 pies por término medio.
copia de la naturaleza en cuanto a las lineas, se consiga unir la viveza y Lo Opinión Nacional, 2 de diciembre de 1881
animación del colorido.
-De los ministros que tomaron parte en el último célebre Congreso 2
de Berlín, han muerto cinco, cuatro de ellos en el desempeño de su5
funciones. El primero fue Mehemet-Alí, representante de Turquía; el -Hoy queremos transmitir la siguiente recomendación que de la
segundo el conde de Biilow que lo fue de Prusia; el tercero lord Beacons- salutífera leche de burras acaba de hacer el ático escritor Guilmain
field. de Inglaterra; el cuarto el príncipe Gortchakov, y el quinto el barón Abarca :
de Haymerle, de Austria-Hungría. Lord Beaconsfield es el único que no “Francisco 1 de Francia, aquel gran rey que empezó el Louvre y que
ha muerto siendo ministro. estuvo prisionero en Madrid en la célebre torre de los Lujanes, padecía
-Importantes datos sobre el origen de la mina de diamantes de un catarro pulmonar tan fuerte que los médicos, después de haberle
Kimberley, situada en la colonia del cabo de Buena Esperanza, al sur propinado cuantos jarabes prescribe la farmacopea, declararon que la
del continente africano. Atribúyese esta mina a la acción de las erup- enfermedad presentaba síntomas alarmantes, que no respondían de la
ciones volcánicas al través de las rocas sedimentarias, arenosas y arcillosas, vida del soberano.
alternadas con extracto de hulla, de poco espesor, que probablemente Al hombre, como es consiguiente, no le hizo maldita la gracia el
existirían en tiempos remotos en el lecho de los mares de gran profundidad. diagnóstico de sus facultativos y se quedó triste, muy triste. El cdao no
Presúmese que puede haber sido un hidrocarbonato, derivado de la era para menos.
destilación de la hulla, la materia que por su descomposición facilitó al Pues, señor; un palaciego que amaba de veras a su rey le recomendó
carbono puro las condiciones para su cristalización. La existencia de con instancias cierto hebreo, muy hábil en eso de curar dolencias
estas minas fue descubierta por un viajero llamado O’Reilly que en cierta desesperadas.
ocasión observó que unos niños estaban jugando con una piedra cuya El bueno del rey Francisco, que esto oyó, sin encomendarse a Dios
apariencia de diamante lo indujo a adquirirla, obteniéndola por una ni al diablo, hizo venir al rabino, que era un tiote muy flaco, con barbas
friolera y vendiéndola después en el Cabo por 15,000 francos. Animado y espejuelos, para que le curase la tos que tanto le molestaba, teniéndole
dicho viajero por el lucro que acababa de realizar, dedicóse a la adqui- ya, a fuerza de expectoraciones, en un estado de debilidad tan grande,
sición de aquellos minerales, obteniendo con la venta de un solo ejemplar que apenas podía andar sin apoyo.
la cantidad de 18,000 francos. Este hecho, una vez conocido, estimuló En efecto: el israelita visitó al paciente, le reconoció con detenida
a otros individuos a dedicarse a la misma especulación, descubriéndose escrupulosidad y declaró que los médicos que le asistían eran unos
de este modo varias minas de diamantes situadas en la misma región. La solemnes.., talea (no ha llegado hasta nosotros el calificativo) ; que no
más importante de ellas es la que está próxima a Kimberley, población había semejante peligro de muerte, y que para corroborarlo disponía ae
de diez mil almas, que tiene cinco iglesias, dos teatros, varias fondas y le administrase al rey la cosa más simple del mundo ila leche de burras!
estab!ecimientos industriales de distintas clases. La mayor parte de los con la que, al cabo de dos semanas, estaría radicalmente curado.
trabajadores que se ocupan en la explotación de las minas, son naturales Al oír tan colosal despropósito, todos los cortesanos soltaron la carca-
de! país y están dirigidos y vigilados por blancos, los cuales difícilmente jada, y al rey mismo le hizo tanta gracia la ocurrencia, que por poco
pneden evitar los robos que aquellos cometen ocultando diamantes que se ahoga del golpe de tos que le sobrevino con la risa.
venden despu& por su cuenta, no contentándose con el jornal de 25 francos Pasado este primer momento de buen humor, su majestad hizo un
semanales además de. la comida de carne de buey y del tabaco con que gesto de esos que sabían hacer los soberanos absolutos de aquel tiempo,
son retribuidos. Los diamantes hállanse incrustados en un conglomerado gesto cuya traducción podía ser muy bien, icortadle la cabeza!
existente en el fondo de los pozos, y las galeriaa de exploración se Pero no; se contentaron con declararle loco, y así quedó la cosa.
106 XIARTí / PERIODISMO DIVERSO
SECCIÓN CONSTANTE 107
A todo esto el rey tosía cada vez más y no podía descansar un solo
instante por más beleño que le encajaban, hasta que una mañana en que -El trono que ha de servir para la coronación del zar Alejandro m
estaba desesperadopor no haber podido pegar los ojos en toda la noche, perteneció a Constantino ir, último emperador de Constantinopla. Su
oyó los rebuznos de una recua de pollinos que a la sazón pasaba por heredera, Sofía Paleólogo, lo transportó a Moscú y lo vendió a la corona
delante del palacio. rusa. En el reinado de Iván el Terrible fue apreciado en 2,500 rublos.
-iAh!+xclamó dándose una paimada en la frente;Gste es un Es todo de marfil y ostenta en la parte superior del respaldo el águila
aviso del cielo. iDadme a beber de la leche de esasbestias! bizantina y adornos de carácter mitológico que representan a Orfeo y
Euridice, Leda, Saturno y otras figuraa. El trono de la zarina es también
-6 *De cuáles,señor?-exclamó la servidumbre estupefactay mirándose
unos a otros. de procedencia oriental con relieves persas de plata, y está guarnecido
-De la de esaspollinas que pasan por la calle. por 876 diamantes y ruhíea y 1,223 zafiros, turquesas y perlas finas. Ls
-Pero, señor,-objetó alguno. del año 1659 y ostenta una inscripción latina dedicada al zar Alejo. Fue
-iLo quiero, y lo mando!-respondió imperiosamente Francisco I. presente de unos negociantesarmenios.
Agacharon las orejas los cortesanos, llamaron al burrero, le dieron Lu Opinión h’acio&, 3 de dicit!mbre de 1881
a beber al rey cdanta leche quiso... y con asombro de todos se quedó a
poco profundamente dormido.
A la mañana siguiente, y a la otra, y a la otra, se repitió la dosis, y 3
por último, el rey se curó de aquel terrible catarro, que si no es por el
judío, o mejor dicho, por la leche de burras, le hubiera llevado al sepulcro. -Un periódico alem&n publica detalles muy interesantes acerca de
El monarca francés, como era tan dicharachero, al verse completa- In estación central militar de palomas mensajeras, establecida por el
mente curado, lo mismo que improvisó aquella famosa frase cuando gobierno imperial en Colonia, en el convento de San Pantaleón. Los pisos
Perdió la batalla de Pavía, de: ‘Todo se perdió menos el honor’, dice, no inferiores servirán de alojamiento al director, instalándose en ellos las
salimos garantes del dicho, que repentizó el siguiente epigrama: oficinas, y en la parte superior se establecerán los palomaree. Una
inmensapajarera de hierro se eleva en uno de los costados del edificio,
Por su excelente bondud,
y en ella habitan los pichones durante el din. Los pichones se educan
la leche de WUIpollina
mediante viajes cortos en invierno y largos en estío; desde Colonia se
me curó una enfermedad
trasladan a Strasburgo, Metz y demásestacionesde palomas mensajeras
que errara la medicina.
que se hallan destinadas al servicio de las fortalezas de la frontera occi-
Cúmpkme, pues, declarar, dental del imperio, comunicándose unas con otras y con la central de
y a nadie asombre el portento, Berlín. Tan pronto como el establecimiento de Colonia dé un número
que debo más a un jumento suficiente de tan útiles animales, se instalará asimismo este servicio en
que a la ciencia de curar. la frontera de Rusia.
Desde entonces, ricos y pobres, grandes y pequeños, lo mismo los -Entre el cúmulo de libros nuevos que ven la luz pública todos los
que no tenían más que un resfriado, como los que estaban en último días, en su mayor parte novelas, de que tan fecunda semuestra la literatura
grado de tisis; todos, todos, sin distinción de sexo ni edad, se atracaron inglesa contemporánea, háblase de una nueva edición de la ya célebre
de leche de burras. Por eso se conoce que la humanidad viene haciendo obra de Lady Brassey, titulada Viaje en el Rayo de Sol, narración verídica
tantas burradas. de una expedición alrededor del mundo, uno de ,los libros más amenos
No obstante, la ciencia ha analizado los elementosde que se compone e interesantes que SChan publicado en su género; y de una colección de
esta sustancia, y la encuentra eficacísima para las afecciones pulmonares. cuentos de Carlos Dickens, entresacados de sus obras. La fama del
¿Sí? Pues leche de burras J a sudar.” inmortal novelista, lejos de decrecer o de permanecer estacionaria, va
cada ven en aumento, y puede afirmarse sin exageración que es el más
108 ?nARTí / PERIODISMO DIVERSO
SECCIÓN CONSTASTE
popular de los escritores ingleses del presente siglo. Por la viveza de su a menui!o se alimenta el cerdo, se han hecho numerosas investigaciones
colorido, la gracia chispeante de sus figuras y la animación y fidelidad en carne de eso- animales, encontrándose, aunque muy rarísimas veces,
de sus cuadros, Dickens es el Goya literario de su patria y de su tiempo. algunas triquinas, no sólo en ellos, sino en ciertos vegetales, como la raíz
Pickuick, es sin duda la mas intencionada e instructiva de sus obras; es de la remolacha. Pero lo que sobre todo tiene importancia, es que, según
un caleidoscopio social, en que se reflejan las escenas más características resulta de estas experiencias, muchos de los animales citados y algunas
de la Inglaterra moderna, y su lectura proporciona mayor conocimiento aves de las que se alimentan de reptiles y gusanos, presentan con bastante
de los usos, costumbres y peculiaridades de la sociedad inglesa, que abundancia ciertos gusanillos enquistados en sus músculos, y que muy
muchos aiíos de residencia en el país. Posee además una cualidad que le bien pueden tomarse por triquinas, pero que, escrupulosamente estudiados,
cautivas las simpatías generales. Dickens, con su pluma juguetona ha sido se ve que no son tales perniciosos parásitos, sino larvas de otros seres,
el abogado más enérgico y eficaz de grandes reformas introducidas más no tan temibles, y a los que los sabios han dado los nombres un tanto
tarde y bajo su iniciativa, en la condición material e intelectual del pueblo. dificultosos de spiropteras y dispharagus.
Atraves de su sátira fina y delicada se descubre una naturaleza sincera
y vehemente en guerra con los abusos e injusticias sociales, que le hacen La Opinión Nacional, 5 de diciembre de 1881
prorrumpir en carcajadas, que se semejan a gritos de dolor, y m tal a 4
veces la dificultad de distinguir entre el chiste y el sarcasmo, que al leer
algunas de sus páginas no se puede menos de exclamar pensando en el
autor:-“Ríe con las lágrimas en los ojos, 0 llora con la risa en los -En el Estado de Iowa-de la América del Norte-tuvo efecto hace
labios.” poco tiempo, en presencia de diez mil espectadores, una corrida de caballos
-SBbese que en la India uno de los elefantes del rey de Bangkok, que llamó en alto grado la atención por ser los jockeys dos conocidas
animal venerado y perteneciente a la comitiva del soberano, se ha vuelto amazonas, míss Piuneo y miss Burke, ambas de un peso aproximado-120
repentinamente loco, habiendo aplastado a cinco de sus sirvientes; pero y 117 libras respectivamente. D e b ían recorrer la distancia de diez millas,
como el animal es sagrado, no ha podido matársele, limitándose la y cambiar de caballo cada dos millas. Los cinco caballos de miss Burke
precaución a rodearle de una empalizada bendecida por el gran sacerdote, eran ya conocidos, por haber corrido diferentes veces en Nebraska, a
que el animal sagrado se apresuró a hacer pedazos. Por fin se le pudo diferencia de los de misa Piuneo, que los acababa de adquirir semisalvajes
encerrar en un patio, en donde ha muerto. La enfermedad de este curioso en el Colorado. Poco antes de darse la señal de partida, miss Burke tuvo
santo se ha atribuido a mala voluntad de su servidumbre, pero como no un fuerte altercado con el padre de misa Piuneo, de manera que ésta
se ha podido descubrir el verdadero culpable, el soberano de Siam ha principió la corrida en condiciones desfavorables; a pesar de lo cual las
decidido decapitar a todos los sirvientes del paquidermo. La sentencia amazonas llegaron a un tiempo a la primera parada, produciendo con
se ha cumplido inmediatamente, siendo ejecutados treinta desgraciados. ello la indignación de la multitud. Miss Burke empleó ocho segundos en
-Debemos dar conocimiento a nuestros lectores de un hecho im- el cambio del caballo y diez su contrincante. En la siguiente corrida miss
portante que consiste en haberse descubierto últimamente unos anima- Burke adelantó un cuarto de milla a miss Piuneo, y considerándose ya
liilos parásitos enquistados en los músculos y en el tejido celular, que victoriosa, al pasar cerca del padre de ésta le dio un bofetón, no olvidán-
pueden ser confundidos con las triquinas. y lo habrán sido, seguramente dose después de apostrofarle en cada corrida, cuando le hallaba al paso.
en muchas ocasiones por su analogía de constitución y por su aspecto; Después de la novena parada miss Piuneo estaba casi sin fuerzas y pidió
no siendo, sin embargo, tan peligrosos para la salud. Sabiéndose que las a su padre que no le hiciese correr las úitimas dos millas. “No, contestó
triquinas en el hombre proceden casi siempre del cerdo, se ha tratado de el padre, debes correrlas aunque te cause la muerte.” Miss Piuneo
investigar cómo se verifica la infección en este animal; y suponiéndose, obedeció, pero miss Burke ganó la corrida por una milla de ventaja. Miss
no sin fundamento, que las tales triquinas existirían también en algunos Piuneo empleó 23 minutos 40 segundos y mis Burke 21 minutos 49
animales, como ratas, ratones, topos, lagartos, lombrices y demás de que segundos.
SECCIÓN CONSTN’JTE
111
110 aURTí / PERIODISMO DIVERSO
- Está probado que el uso de la bencina es muy eficaz para librar a los revisor”, había comprendido: “he ahí el ladrón”, y perdiendo el juicio no
animales de la incomodidad que les producen los insectos y otros parasitos había pensado másque en defenderse contra el enemigo imaginario. Cuan-
que los invaden. do se le hizo ver al revisor terriblemente lesionado, con el ojo derecho
-La época es de congresos de asociaciones científicas y literarias. Poco gravemente herido, y se le dijo que aquel empleado había estado más de
hace terminó sus sesiones el Congreso Sociológico de Dublín, en el que se diez veces a punto de ser derribado sobre la vía, debiendo únicamente SU
han debatido las más vitales cuestiones que atañen al presente y al porvenir salvación a su valor y a su costumbre de mantenerse en el estribo, se puso
de las sociedades modernas, tales como la guerra, la propiedad, las institu- a derramar tan abundantes lágrimasy manifestósu pesarde una manera tan
ciones políticas y los recursos económicos de las naciones. A este congreso conmovedora, que seenterneció la víctima. Aquel buen hombre declaró a la
precedieron, entre otros de menor importancia, el Congreso Médico, al que agresora que la perdonaba, prometiendo pedir que no fuera perseguida por
asistieron las notabilidades facultativas del viejo continente y la América, y el aquel hecho, y ha cumplido su palabra.
Congreso de la Asociación científica de la Gran Bretaña, celebrado en York,
La Opinidn Nacional, 6 de diciembre de 1881
en el que su presidente, sir John Lubbock, en un elocuente y luminoso discurso
reseñó los maravillosos progresos realizados por la ciencia durante los últimos c
J
cincuenta años; y en Ginebra, en Suiza, se están haciendo grandes prepara-
tivos para el gran concurso internacional de música, que se celebrará en
-Según la estadísticaformada por un periódico de Milán, desde el año
aquella ciudad a principios de agosto del año próximo. Los periódicos suizos
1700a 1859seformaron entre lasnacionesde Europa75 alianzas.Inglaterra
dicen que todo hace creer que aquella gran fiesta será de las más magníIicas
ajustó 36, Rusia 25, Francia 24, Austria 23, Prusia 16, España 10, Suecia 9.
de cuantas de ese género se han celebrado en el mundo. Hasta ahora han
Algunas de estasalianzas tuvieron por objeto la independencia, la libertad
sido invitadas las sociedades musicales de Bélgica, Italia y Alemania
y la protección a pueblos oprimidos. En cambio muchas se propusieron
-Vamos a dar cuenta a nuestros lectores de un hecho que prueba hasta
asegurar el equilibrio europeo, el dominio de una dinastía, la conquista o
donde pueden alcanzar en la frágil naturaleza humana los efectos del miedo.
el afán de glorias militares. Gran parte de ellas encerraban un objeto
Es el caso que el revisor de billetes del tren que pasa por Moissac a las siete
aparente y otro real. Todas se encaminaban al mantenimiento de la paz;
y treinta de la noche, se presentó en la portezuela de un departamento
pero casi siempre fueron origen de revoluciones y de guerra.
ocupado por cuatro señoras. Una de ellas se levantó bruscamente, se preci-
-Acaba de verificarse en Florencia un robo ingeniosísimo, con
pitó como una fiera hacia el empleado y le golpeó repetidamente en la cabeza
circunstancias verdaderamente extraordinarias. - Hace cosa de dos me-
con el puno de un paraguas. En vano el desgraciado revisor pedía la explicación
ses llegó a la antigua capital de Toscana un viajero que tenía toda la
de aquel ataque, yenvano también las tres compañeras de aquella fmialegritaban,
apariencia de un milord inglés, acompañado de su hija. Los dos extran-
procurando sujetarle los brazos: “iDeteneos! iEs un empleado de la línea, es un
jeros fueron a parar a uno de los mejores hoteles de la ciudad. Una vez’
revisor!” Con la vista extraviada y la respiración jadeante, continuó golpeando la
instalados hizo colocar el padre en el salón un secreter cilíndrico que
cara del empleado. -Este, gravemente herido en los ojos, en los labios y en las
formaba parte de su equipaje. Este mueble ocultaba la puerta de la
mejillas, se sujetó con la mano izquierda con grandes dificultades en la porte-
alcoba, detrás de la cual se había adosado un segundosecreter. Milord
zuela, mientras con la derecha procuraba, aunque inútilmente, parar los golpes.
y su hija se conducían como gente opulenta y generosa. Cada ocho días
Por fi después de una lucha de muchos minutos, se consiguió sujetar a la terrible
pedía el padre la cuenta y la pagaba sin hacer la menor observación.
viajera, y una vez restablecida la calma, dio la siguiente explicación: aI ver presen-
Algunos días despuésfue milord a visitar los almacenesdel-principal joyero
tarse un hombre en la portezuela durante la marcha del tren, quedó sobrecogida
de la ciudad. Hizo algunas compras, enseñando siempre un portamone-
de terror, y como en aquel momento exclamaron sus compañeras: “He ahí el
das atestado de billetes de Banco, y como estas visitas se renovaron,
lI2 bfARTí / PERIODISMO DNERSO SECCIÓN CONSTANTE 113
el joyero, que -leía con qué personaje trataba, trabó intimidad con él. toneladas--que Europa posee 42 toneladas por cada 1,000 habitantes;
Al cabo de un mes de estas relaciones, seguidas entre vendedor y com- América 40 y Australia 79; mientras Asia y Africa sólo 2 por 1,000.
prador, anunció un día el inglés que su hija iba a casarse en breve y Liverpool figura a la cabeza de los puertos más importantes del mundo
que pensaba comprarle en Paris un aderezo maravilloso de diamantes. con un tonelaje de 2647,373, siguiendo Londres con 2.330,688, Glasgow
Naturalmente, el joyero no quiso perder la ocasión de hacer un buen con 1432.364 y Nueva York con 1.153,676. Los nueve puertos principales
negocio, y dijo a milord que tenía un aderezo de precio de 400,000 de Gran Bretaña reúnen 8.724,123 toneladas, mientras los cuatros primeros
francos. El inglés lo examinó piedra por piedra y aceptó, ofreciéndose puertos de los Estados Unidos del Norte sólo suman 1.976,940. El Reino
el alegre diamantista a llevar inmediatamente el aderezo al hotel; pero Unido de la Gran Bretaña e Irlanda posee un tonelaje de 12.000.000
milord le respondió, con una dignidad de gran señor, que no tenía en aproximadamente, que con el de las colonias inglesas, asciende a 14.000,000
aquel momento aquella cantidad, y que era preciso aguardar ocho días de los 27.000,OOO que componen el tonelaje total del mundo. Hace 20
para recibir el dinero de Londres. Depositó en manos del joyero 20 años los Estados Unidos del Norte hacian en sus buques un 66 por 100
libras esterlinas como señal, y le dio cita para el martes siguiente. En de su tráfico exterior, mientras que en la actualidad sólo trasportan un
el día y hora indacados se presentó el diamantista en la habitación de su 18 por 100.
cliente, al que halló escribiendo una carta en el secreter. Milord tomó
el estuche, lo colocó en uno de los estantes del mueble, y dijo que aquella La Opinión Nacional. 9 de diciembrede 1881
compra debía ignorarla su hija hasta el momento oportuno. Cogió un
paquete de billetes de Banco; pero en el instante en que iba a contar los
6
400,000 francos se abrió la puerta del salón bruscamente y entró la hija.
El padre, con un movimiento muy natural, cerró el secreter a fin de
-Todo el mundo sabe que cuando ocurre un naufragio en alta mar,
ocultarle el estuche. Era el sastre de milord que le esperaba en su alcoba.
si ninguno de los pasajeros ha sobrevivido a la catástrofe, transcurre
El inglés dejó a su hija en el salón con el diamantista y pasó a la habi-
mucho tiempo sin sabersela suerte que el buque ha sufrido. En este
tación próxima. El joyero, que nada sospechaba, esperó a su cliente
caso se apela a toda clase de conjeturas, a veces más terribles que la
hablando con la inglesa, que al cabo de media hora se fue en busca de
misma realidad. Para obviar semejante inconveniente, la marina inglesa
su padre, y dejó al diamantista entregado a sus reflexiones. Sin embargo,
acaba de hacer un experimento que permitirá conocer rápidamente los
al cabo de más de una hora, le pareció el tiempo algo largo, y llamó al
parajes donde hayan naufragado 103 buques. Durante la última excursión
camarero, el cual le dijo que milord y su hija se habían marchado hacía
de le escuadra de reserva inglesa, mandada por el duque de Edimburgo,
ya bastante tiempo. Inquieto, y sospechando entonces la verdad, hizo
el día 26 de julio último se arrojó al mar un aparato al que se ha dado
saltar la cerradura del secreter, pero el precioso estuche ya no estaba aIB.
el nombre de mensajero naval y que consisteen una boya herméticamente
Había sido sustraído por un agujero abierto en la parte posterior del
cerrada, en la cual se colocan en los últimos momentos, criando se ha
mueble, y que comunicaba, a través de la puerta, igualmente horadada,
perdido toda esperanzade salvación, los objetos preciososque se encuen-
con el secreter de la alcoba.-Como se cree que estos dos hábiles ladrones
tran a bordo de un buque que está a punto de naufragar o de irse a pique.
se marcharon a París, dos agentes de la policía italiana han ido a esa
El aparato últimamente lanzado al mar desde el Hércules contenía cartas
ciudad en su busca, para lo cual se han puesto aquéllos en relaciones
dirigidas a varios parientes y amigos de los ofíciales y un documento en
directas con la policía francesa.
el que se detallaban la composición y la situación de la escuadra, se
-No carecen de interés los siguientes datos respecto al tráfico total anunciaba que aquel mensajero naval, no había sido lanzado al mar más
del globo, sobre todo para aquellos que creen en la rápida decadencia que con objeto de practicar un experimento, y se suplicaba a quien lo
mercantil de Inglaterra y el creciente monopolio comercial de la gran encontraseque hiciera entrega de susdocumentos al agente del Lloyd o al
República americana. Según una estadística comparativa publicada cónsul inglés. El inventor, Mr. Vandenberg, de Portsmouth, acaba de
recientemente resulta,-excepción hecha de los buques de menos de 50 recibir un aviso del cónsul de Inglaterra en el Intland, en el que mani-
114 Ultl’f / PIPK)DJSYO Dm
SECCIÓN CONSTANTE 115
fiesta que el mensajero había sido recogido el 18 de agosto, a seis miIk
la comunicación más importante ha sido, sin disputa, la de M. Tissandier,
al oeste de la costa de Dinamarca. Había permanecido veinticinco días
que ha presentado a la Academia un aparato que permite dar dirección
y recorrido una distancia de 420 millas. El uso del meruajero naval
a los globos aerostáticos. Este aparato consiste esencialmenteen una pila
aclarará, pues, en lo sucesivo el misterio que pesa actualmente sobre la
eléctrica que pone en movimiento una hélice. M. Tissandier se propone
suerte de los buques que son víctimas de un siniestro y de los cuales no
utilizar su descubrimiento en una próxima ascensión. Teníamos velocí-
se tiene noticia- alguna.
pedos y embarcacionesmovidas por la electricidad; se hallaría por fin
-La producción de lana en el mundo se ha quintuplicado en poco la clave del problema que parecía tan insoluble como la cuadratura del
menos de media centuria. En 1830 fue de 320 millones de libras, y en círculo: ahora tendremos-es de esperarse-la dirección de los globos,
1878, que es el año de la última estadística exacta que tenemos a la vista,
por la que combatía no ha mucho tan valientemente cl gran Nadar,
twcendió el producto a 1,586.000,000 libras, distribuidas de esta manera: obstinación que le valió por de contado las befas de los necios y el desdén
-Europa 740 millones, Australia 350 millones, Buenos Airea 24Q millones, de una multitud de pseudosaLios.
Estados Unidos del Norte 208 millones, y el Africa Austral 48 millones.
La Gran Bretaña y Francia consumen cada una casi la misma cantidad Lo Opinión Nacional, 14 de diciembrede 1881
de lana: 380,000 libras anuales. Alemania consume cerca de 175.000,000,
los Estados Unidos del Norte 250.000,000, Rusia, Austria y otros países
4oo.ooo,ooo. 7
-Italia va en camino de ser la primera potencia marítima del mundo,
a juzgar por su afán en aumentar su flota con buques de un poder extra- -Gödöllö (Hungría), es la residencia favorita de la emperatriz de
ordinario. Ahora cuenta la Marina ,real con otra nave de combate de
Austria, la cual se entrega allí a los placeres de la caza, como una verda-
grandes dimensiones y de igual porte y construcción que el famoso Duilius. dera Diana. Su jauría está compuesta de 50 a 60 perros de la misma
Se trata del navío acorazado Dandolo, cuyas pruebas oficiales, verificadas
raza, igual talla e igual pelo negro, amarillo y blanco. Una dependencia
en el puerto militar de Spezia el mes pasado, nada dejaron que desear,
especialha sido construida para aposentar a estosperros, con su cocina,
y puede figurar dignamente al lado del Duiliw. Como éste, mide 120
su cuarto de baño y su dormitorio. Cada mañana a las seis un picador
metros de eslora y 20 de manga, y a pesar de tan gígantescasdimensiones,
despierta a la familia canina y da un largo paseo con ella durante el
desde la línea de flotación al extremo de la obra muerta sólo se ven
cual ningún perro se separa de la jauría. Por la tarde el picador repite
unos dos metros de casco, cuya coraza, sistema Schneider, mide 75 cen-
SU paseo con los mismos acompañantes, y a 1;s CUatiO tiene lugar la
tímetros de espesor. La construcción de otros dos npvíos acorazados el
comida en comunidad de los perros. Mientras que esacomida se prepara,
Italia y el Lepanto, se halla muy adelantada. Su eslora es de 122 metros
los perros están encerrados en el dormitorio. El picador entra allí con
y la fuerza de su máquina será de 9,000 caballos y por lo mismo estos
el látigo levantado; los animales lo acogen con entusiasmo,pero ninguno
dos últimos bu ues serán todavía más poderosos que el Duilius y el
de ellos pasa de la puerta sin su permiso. A una señal suya, la jauría se
Dandolo. Por úf timo, se acaban de poner las qpillas de los acorazados precipita hacia el refectorio donde se encuentra preparada la comida!
Francesco Morosini, Ruggiero Lo& y Andrea Do&, que se construirán
compuesta de carne y de harina de maíz hervida. En pocos minutos
en Venecia, Castellamare y Liorna.
quedan devorados los manjares. A la caída de la noche el picador hace
-La Academia ae Ciencias de París en una de sus últimas sesiones, chascar su látigo. Aquella es la se&1 de retirnda. Los huéspedescaninos
tuvo conocimiento de una serie de inventos útiles y curiosos. Después se encaminan al dormitorio común donde pasan la noche.
que un profesor de la Escuela Politécnica, hizo ver los nuevos perfeccio-
-Uno de los más importantes descubrimientos de la ciencia, el del
namientos que ha introducido en la lámpara eléctrica, vino M. Galtier,
empleode la electricidad como fuerza motriz. aplicada ya en varios países,
profesor de la Escuela Veterinaria de Lyon, que tiene la firme esperanza
lo será dentro de poco en Irlanda. A este efecto se ba dado comienzo en
de haber descubierto un procedimiento de vacuna contra la rabia. Pero
e! condado de Autrim (Irlanda) a la construcción de un tranvía eléctrico
116 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO SECCIOS COXiTASTE 117
que recorrerá el trayecto que media entre Portrush y la Calzada de los quedó ‘in explicar. hasta un día en que Pe!rese puso por casualidad en
Gigantes. Esta calzada, llamada así porque según una tradición popular, una caja variar orugas, y observó que una de sus especies. entre otras
la construyeron unos gigantes para unir la Irlanda a la Escocia, en una había dejado en el otro en que coda mariposa rompe la larva una gran
especie de promontorio que consiste en un vasto muelle formado por mancha de color de sangre. Aquello fue un rayo de luz para el sabio,
columnas de basalto que se adelantan hasta gran distancia en el mar. pues la especie de mariposa que lo producía era aquel año muy frecuente
Dicho muelle se divide en tres partes, compuestas de cerca de 40,000 en la comarca. Las supuestas gotas de sangre no eran, pues, otra cosa
columnas, prismáticas de basalto. Estas columnas, alineadas como tubos que la materia excrementicia roja que las mariposas habían dejado en
de órganos gigantescos, se elevan 12 metros sobre el nivel del mar, y se su envoltura al romperla. Peyrese se apresuró inmediatamente a
sumergen hasta una profundidad que aún no se ha podido medir. Esta tranquilizar a la opinión pública.
curiosidad natural atrae durante todo el año gran número de viajeros.
La Opinión Nacional, 15 de diciembre de 1881
Hace pocos días que, en presencia del preboste de la Universidad de
Dublín, se han inaugurado los trabajos del camino que ha de recorrer
el tranvía eléctrico de la Calzada de los Gigantea. Dicho tranvía será 8
construido con arreglo al modelo del tranvía Siemens que figura en la
Exposición internacional de electricidad de París. -El gorila, ese mono grande, que según algunos es el abuelo del
-Acaba de inaugurarse en Liverpool una obra colosal, que no tendrá hombre, no puede vivir durante mucho tiempo cautivo y tarda poco en
igual en Europa. Es un acueducto que habrá de proporcionar a la ciudad morir, sobre todo, sí se le tiene enjaulado en países fríos. Uno que
50 millones de litros de agua por dia, llevados de una distancia de casi poseía el acuario de Berlín, acaba de sucumbir víctima de una enfermedad
30 leguas. Liverpool se surtía de las aguas del río Rívington; pero tanto del pecho. Este mono, procedente de Sumatra y llevado a la capital de
ha crecido la población, que aquel recurso ha venido a ser completamente Alemania hace pocos meses, había sido rodeado de todos los cuidados
insuficiente. En el verano de 1864 tuvo que pagar la ciudad el agua al posibles desde que desembarcó en Liverpool, donde un médico de Berlín,
precio de la cerveza. Hacía tiempo que se estaba formando y discutiendo el Dr. Hermes, había ido a buscarle. Su natural era dulce y apacible,
el proyecto Vyrnwy, llamado así por el nombre del río cuyas aguas van la mayor parte de sus movimientos y de sus acciones, asemejábanse a los
a salvar la ciudad sedienta. del hombre, pero su tristeza revelaba claramente cuánto sufría por haber
-Una hermosa mañana del 2 de noviembre próximo pasado, los perdido su libertad. Al llegar a Berlín pareció tan enfermo que el doctor
habitantes de un pueblo francés observaron que las paredes exteriores lo llevó a su propia habitación y lo cuidó como sí fuera una persona. El
de sus casas estaban cubiertas de manchas rojizas como si hubiesellovido gorila fue sometido al mismo tratamiento que el pongo, muerto también
sangre. La conmoción fue general, y por más que los aldeanos aguzaron en Berlín hace algunos años, a consecuencia de una enfermedad análoga.
su escaso ingenio no pudieron llegar a descubrir las causas del fenómeno. Atacado de dolores de cabeza y de una tos persistente, el infeliz mono
No es de ahora solamente la aparición de este fenómeno, sino que,-como permaneció algún tiempo echado en un rincón de su jaula, hasta que
dice un colega,-ya en muchas otras ocasiones ha tenido el triste privilegio se le halló muerto. Su piel ha sido comprada por el Museo Anatómico
de asustar a los habitantes de las aldeas. En 1608 ocurrió en Aix una de Berlín.
de esas lluvias llamadas de sangre que espantó a todo el pueblo. La -En el ejército francés no se conocían los caballos de los Estados
población en masa acudió a las iglesias para apaciguar las iras celestes Unidos del Norte hasta el año de 1877, en que el cónsul de esa nación
que semejante prodigio al parecer anunciaban. Pero un sabio, M. Peyrese, en el Havre introdujo por su cuenta algunos de dichos animales. Hoy
hizo notar que aquellas gotas sanguinolentas no habían caído sobre los hay en el referido ejército más de 600 caballos de aquella procedencia,
tejados, ni en los sitios expuestos al aire libre, sino en los lugares cubiertos. y el Jlinistro de la Guerra ha enviado a aquel país dos oficiales de caba-
Hizo observar además que nadie había sido mojado por aquella pretendida llería p:?ra inspeccionar allí los caballos americanos en relación con el
lluvia y que ninguna persona tampoco la había visto caer. El fenómeno servicio del arma.
118 MARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 119
-Los tribunales de Londres han fallado recientemente en una de- Leipzig el año 1481 por Andreas Fríesner, profesor de teología. Dicho
manda de declaración de pródigo presentada contra un millonario, señor poseía una sola prensa, la cual fue cedida, al morir Friesner, a un
Mr. Dundee, por sus primos y presuntos herederos. Apoyaban los primos convento, a condición de que los frailes dijeran cierto número de misaa
SU demanda en que Mr. Dundee publica una cantidad enorme de anuncios para el alma del profesor. Más tarde, la prensa de Friesner fue vendida
de empleos lucrativos, de curiosidades raras y otras extravagancias. El por el precio de 30 florines. Leipzig poseehoy ochenta y dos imprentas,
demandado exp!icó la razón de sus anuncios, que no podía ser más sen- cuyo material comprende451 prensasde vapor y 971 de mano. El número
cilla. “La muerte, decía, me ha arrebatado todas mis antiguas relaciones, de individuos que viven de la imprenta en Leipzig, contando los libreros
y me aburre mucho tener que buscar en la sociedad otras nuevas. Para y los encuadernadores, pasa de 12,000.
procurármelas sin este inconveniente, atraigo a mi casa por medio de -El mal es escandalosoy el estruendo que hace exagera sus propor-
anuncios a una multitud de gentes, de las cuales despido a las que no ciones. La dicha es reservada y pudorosa, y como no pruduce ruido,
me agradan, diciéndoles que han llegado tarde, y retengo, invitándolas parece que no ex’iste.
a comer, a las que me gustan. De esta suerte me divierto siempre.” El
tribunal, reconociendo que el procedimiento de Mr. Dundee era algo Lo OpiniónNacional, 16 de diciembrede 1881
singular, ha considerado, sin embargo que e5to no acusaba debilidad
mental, y como además Mr. Dundee no gasta en procurarse sociedad
abundante y variada más que sus rentas, ha rechazado la demanda de 9
sus buenos primos.
-Alemania acaba de perder a uno de sus más notables jurisconsultos.
-El Grect Eastern, el monstruo de los mares,está relegado hace algún
El célebre Bluntschli cayó muerto días atrás en una calle de Carlsruhe,
tiempo al fondo de un bock en el Támesis, y sus malaventurados propie-
de un ataque de apoplejía, al dirigirse al palacio del gran duque. M.
tarios, que lo han puesto en venta, habrán realizado ese capital; y ya se
Bluntschli nació en Zurich (Suiza), el año 1808. Siguió la carrera de
anuncia que el individuo que se preparaba a adquirir el famoso buque,
derecho en Suiza y Alemania, y alcanzó en 1831 un premio de la Academia
trata de hacer de él una aplicación ingeniosísima. Así pues, el Great
de Ciencias de Berlín por su Tratado sobre lo sucesiónsegzin el Derecha
Eastern será transformado en hotel con todas las comodidades de las
fondas de tierra firme, incluso el telégrafo. Este hotel cambiará de sitio romuno. De regreso a Suiza, tomó una parte activa desdelas columnas
según las estaciones y la afluencia de viajeros, instalándose, ora en de los periódicos liberales de Zurich, en las luchas políticas que dividían
a su país. Fue nombrado miembro del Gran Consejo, consejero de Estado
Trouville, ora en Niza, unas veces en Biarritz y otras en Dieppe. Llegará
vacío, echará el ancla, izará su pabellón, expondrá su lista de manjares y y miembro del directorio federal. Continuó sus trabajos literarios y
publicó la Historia de la villa y del país del Zurich, bajo el aspecto
hará la competencia a sus rivales los restaurants y hoteles, sólidamente
político y jurídico; los Sistemtrr modernos de los jurisconsultos alemanes,
construidos en tierra firme. La vida, en ese monstruo marino será
encantadora, sin contar con que los que lo habiten tendrán facilidad de y el Derecho poütico general. En 1861 abandonó a su patria y aceptó
tomar baños de’mar a todas horas del día y de la noche. Pero lo que una cátedra de derecho público en la Universidad de Heidelberg. Desde
será difícil, por ejemplo, de evitar, es los raptos que podrán verificarse entonces permaneció en Alemania. Entre otras obras ha publicado una
por babor y por estribor, con el simple auxilio de pequeñasescalas de Historia del Derecho politice general, el Derecho de grcerra moderno de
zeda. los pueblos y una Teoría del Estado moderno.
-En Leipzig, ciudad de Alemania, se ha celebrado con grandes fiestas -El dinero es anónimo: no hay rastro en él de laa lágrimas que ha
el aniversario de la introducción de la imprenta en dicha ciudad hace hecho derramar ni de la sangre que ha costado.
cuatrocientos años. He aquí la historia y la estadística de la imprenta en -El gobierno japonés se halla actualmente con una dificu!tad extraáa
Leipzig, cuyo importante desarrollo ha tomado desdehace mucho tiempo y grotesca, aunque muy grave en el fondo. Los indígenas de la provincia
considerables proporciones. La primera imprenta fue introducida en de Riukiu practican desde tiempo inmemorial el use de exhumar Y
120 MARTi / PERIODISMO DIVERSO
SECCIÓX CONSTANTE 121
lavar los esqueletos de sus muertos, a los tres años de su defunción. En calumniador, ni era mujer legítima de ningún individuo llamado Trene-
tiempo ordinario no ofrece ningún inconveniente grave este piadoso fide, ni madre de dos hijos, ni había estado nunca en América. Terminado
jabonado, que se celebra en día fijo, a la vista de la policía y por millares el asunto, el hijo del médico denunció a la joven por el delito de juramento
de cráneos a la vez. El espectáculo de esta fiesta original sublevaría las falso. Por desgracia hubo testigos que declararon haberla conocido en
delicadas conciencias americanas y europeas, porque cada colección de otro tiempo bajo el nombre de Mme. Trenefide; apareció un médico dando
osamentas es cuidadosamente cepillada con agua caliente y jabón. Este testimonio de asistencia a un parto de la acusada en Douvres, y por el
trabajo está reservado a las mujeres, que llevan con frecuencia su celo año de 1862; y trájose al tribunal la fe de bautismo de una niña registrada
funerario hasta pulimentar y encerar los cráneos de sus abuelos. Para en dicha época, al pie de cuya acta figuraba la firma de Amy Evangeline
la generalidad de los cadáveres, se opera la cocción o preparación de los Trenefide, condesa de Speneflis.-El jurado después de largas vacilaciones,
huesos en unas inmensas calderas, que unos empresarios particulares ponen condenó a la pobre joven, que no representa ahora sino veinte y tres años,
a disposición del público. En cuanto a la aristocracia, se lleva a cabo la pero a la cual se atribuyen cuarenta y un años, a nueve meses de reclusión
preparación en unas brillantes marmitas de familia, adornadas para la y trabajos forzados.
circunstancia con guirnaldas de flores. Es el caso, que al terminar este
año tendrán que exhumar los piadosos habitantes de Riukiu todas las La Opinión Nacional, 19 de diciembre de 1881
víctimas del cólera de 1879, y como el lavado tradicional pudiera hacer
renacer la epidemia, el gobierno del Mikado ha intentado disuadir a sus
súbditos. Muchos altos dignatarios han ido a aquella comarca, exhortando 10
al pueblo a que renuncie, siquiera por una vez, a la limpieza de los huesos,
pero los habitantes de Riukiu prefieren la toilette de sus muertos a la
-Muchos y muy notables hechos se han aducido para probar que los
salud pública, y han recibido a los comisionados a pedradas. Por tanto, animales tienen una inteligencia igual a la del hombre.-Como curiosidad,
el cocimiento funerario de Riukiu se efectuará como siempre; solamente
citaremos aquí dos ejemplos encaminados a demostrar el grado de per-
que este año se le rodeará de más cuidados y honores. iEn cuanto a
fección intelectual que alcanzan los insectos.-El primero que ha sido
las consecuencias... sabe Dios lo que resultará!
comunicado por Darwin a la Sociedad Linneo de Londres, es el de una
-Acaba de verse en Londres una causa muy extraña y que si no gran hormiga, originaria de México, que siembra, recoge y entroja una
prueba pone al menos en duda la eficacia justicieramente reparadora de gramínea. Ella escoge un espacio de terreno que allana y nivela; arranca
los Jurados que, como humanos, son falibles. El caso es el siguiente.- las plantas que en él nacen y las malas yerbas, y después siembra la
Tres años ha, una señorita que se hacía llamar miss Mabel Wilberforce gramínea en medio de este campo.-Otro entomologista inglés relata el
trabó conocimiento con un médico octogenario que la presentó e introdujo siguiente experimento, que puede repetir todo el mundo. Colóquese
en el seno de su familia. Miss Wilberforce parecía contar como unos verticalmente un palo en el centro de un charco y póngase en él una
veinte años, y ésta era en efecto su edad, según las propias declaraciones. araña del campo, y obsérvese lo que hace la araña. Después de cierto
Cuando se le interrogaba sobre su pasado, decía haberse dedicado desde tiempo consagrado a explorar el palo y asegurarse de que no existe punto
muy joven al servicio de los hospitales y al de los heridos en diversas alguno en él que comunique con la tierra firme. el insecto sube hasta
guerras, citando, a propósito del último particular, la batalla y hospitales el extremo del palo, fija allí un hilo y se deja caer hasta muy cerca de
de Plewna en donde había conocido y tratado mucho a Osmán Pachá. NO la superficie del agua, y allí espera a que el viento lo coloque sobre una
encontrando la cosa muy verosímil el hijo del médico, trató de informarse yerba vecina. Si este medio no produce el resultado apetecido, la araña
y de sus averiguaciones resultaron indicios suficientes para expulsar de la forma un copo sedoso, bastante ligero para que flote en el aire, y se
casa a la joven desconocida. Miss Wilberforce denunció entonces de confía a este aerostático de nuevo género.
calumnia a su enemigo, pero perdió el proceso, sin que le valiese protestar -El lo de noviembre, día de todos los Santos, 300 mil personas
bajo juramento de que no tenía cuarenta y un años, como suponía el entraron en París al cementerio del Pére Lachaise. Entre las tumbas más
SECCIÓN CONSTANTE 123
122 ?dARTí / PERIODISMO DIVERSO
~aqu.ets. De ahí resulta la producción de una corriente positiva o negativa principios de alcoholismo, falta de apetito, insomnio, temblores, etc.,
que actúa, pn uno u otro sentido, un aparato hidráulico que pone en tomar cada día unas gotas de un líquido que contenga estricnina o de
movimiento el timón. una infusión de nuez vómica. que es de donde se extrae el alcaloide, en
-Dice la Nouoie F’reuniu (el NLRUO Tiempo) del mes pasado, que un vaso de vino en cada comida. Ignoramos si este sistema es mejor
se encontraba anclado en las aguas de San Petersburgo un vapor de una que el seguido en Alemania: alli se trata a los ebrios como si fueran
construcción especial, procedente de los arsenales de Gothenburgo enfermos, dnndoles a!imentos impregnados de alcohol; así se llega a
(Suecia), y destinado al transporte del petróleo por el mar Caspio. Este disgustarlos de tal manera de esta clase de líquidos, que acaban por
vapor denominado el Brahma, pertenece a la compai’iía Nobel. Su destino rechazar toda bebida espirituosa. blucho discernimiento se necesitará de
particular ha motivado un sistema de calefacción por medio de residuos parte del médico para aplicar estos sistemas curativos; pues de otro
de petróleo y de la adopción de calderas de un modelo completamente modo bien podría ser peor el remedio que la enfermedad, y que acabase
nuevo. El precio de este buque es de cerca de 157,000 rublos. A propósito en poco tiempo con la borrachera y el borracho.
de esto, trátase de utilizar el aceite mineral que en grandísima abundancia -Entre los colores y los sonidos hay una gran relación. El cornetín
existe en la zona que atraviesa el ferrocarril del mar Caspio a Akhai-Teké, de pistón produce sonidos amarillos; la flauta suele tener sonidos azules
que se halla servido por locomotoras alimentadas con leña. Al efecto y anaranjados; el fagot y el violín dan sonidos de color de castaña y
se va a construir un ferrocarril de sangre que unirá la estación de Bala azul de Prusia, y el silencio, que es la ausencia de los sonidos, el color
Ischam a la montaña llamada del Petróleo. La longitud de esta nueva negio. El blanco lo produce el oboe.
vía será de 60 verstas. Su importancia es muy considerable, no tanto
para el transporte del petróleo, que puede ser llevado a su destino por La Opinión Nacional, 22 de diciembre de 1881
otros medios menos costosos como para asegurar la conducción de todo
cuanto se necesita para explotar dicho mineral, cuya extracción ha de
tomar allí grandes proporciones. 12
beneficencia, comercio: de escritores y poetas será una cuarta parte haciendas. No hay vinos de postre como los del sur de España, ni vinos
del numero de estatuas. de principio como los del norte. Pero iay! el tratado...
.-Acaba de cumplir 50 años el Príncipe heredero de la Corona de -Puesto que solemosemprender viaje a Francia, hemosde dar aviso
Alemania, a quien se llama oficialmente “Mariscal de Campo”, su Im- de que en París y en las ciudades principales, cobran ahora por aves de
perial y Real Alteza Federico Guillermo Nicolás, Príncipe de la Corona caza en los hoteles sumasque no deben pagarse, puesto que lo que en
de Alemania y Prusia. De ser hombre prudente tiene fama el Príncipe, ellos sirven como faisán o como perdiz, no es más que un ruin pollo o
y de haber ganado bien a la cabeza de sus tropas su titulo de MariscaL un misero palomo, en que han injertado jugo de esasotras ricas aves,
Más que en nada, su prudencia se revela en la educación aplicable y prác- de cuya actual escasezha nacido este curioso procedimiento. Mas a fe
tica que ha dado a sus hijos, de manera que si los vaivenes de la fortuna que esto es mejor que comer manjares manidos, o faisandé~, como ellos
hiciesen zozobrar la nave alemana, estarían los hijos del Príncipe en dicen,-+on lo que los francesesno hacen menos que los kamchatcalesy
aptitud de bastar a su subsistencia por ai mismos. Son sus herederos esquimales,que sepultan en tierra el pescado que no tienen tiempo para
marinos y soldados, pero a más saben de artes y oficios. Las hijas del preparar, y luego lo sacan de tierra, mal oliente y descompuesto,y les
Príncipe han sido minuciosamente amaestradas en todas las pequeñas artes parece manjar muy regalado.
-Se ha casado con el marqués de Balbaeuf una hija del duque de
de la casa, de modo que la desventura no pueda sorprenderlas desarmadas.
Morny. Su madre es la actual esposadel duque de Sexto, ayo primero
-España accede a tomar parte en la construcción del túnel que ha
y compañero luego del joven rey de España. La duquesaea rusa, y prin-
de comunicar a España y Francia, a través de los Pirineos, y está pronta
cesa por su nacimiento; es la princesa Trubetzkoy : casó con el duque
a costear la mitad de los gastos de la empresa, si las cámaras francesas de Morny, cuando el poderoso magnate del último Imperio fue enviado
deciden costear la otra mitad. Va a construirse el túnel en lugares donde a San Petersburgo como Enviado Extraordinario, encargado de repre-
las montañas miden 10,ooO pies de elevación; pero parece que la forma sentar a Francia en la coronación de Alejandro II.
de los montes pirenaicos en aquella parte de la cordillera es singular- -Con el lo de enero va a comenzar el servicio regular de trenes a
mente favorable a la construcción del nuevo camino. Hay grandes valles, través del túnel de San Gotardo. Lleno está el cementerio que se alza
largos y profundos: se cree que no habrá más que seguirlos, y que sin a la salida del túnel de los infortunados italianos que han muerto en
perforar más de quince millas, la vía nueva construida entre las dos que la construcción de la magna obra; ya de enfermedadesproducidas por la
unen ya a España con Francia, estará prontamente terminada. recia atmósfera del túnel, que hacía morir a los caballos, ya aplastados
-- En guardia hemos de estar contra los vinos que nos vengan de por las rocas que caían inesperadamente,o por las tejas cortantes que
Francia este año, porque, sobre las razones permanentes que los vinicul- hacía volar la dinamita. Del norte de Italia habían venido casi todos los
torea franceses tienen para excusar su adulteración, hay este año la de bravos jornaleros, que no ganaban más de sesentacentavos por día.
que la cosecha ha sido una tercera parte menor que la cosecha común.
La Opinión Nacionul, 31 de diciembre de 1881
De 60.000,000 de hectolitros ha sido la común y de 40.000,000 ha sido
la de este año. Muchos exportadores se preparan a comprar vino de
Italia, y aderezarlo al modo galo; y muchos cosecheros hacen mayores
cantidades de vino que las usuales, de alcohol y pasas. En cambio, la
cosechade Italia ea rica, y es fuerza tenerlo en mientes, que si por algo
se ha llamado generoso al vino, y lo es de veras, apenas hay cosa más
dañina, ni de consecuenciasmás irreparables, que un vino adulterado.
Bien nos vendria que España nos mandasesu vino de Lecanda, grato p
ligero, o sus pastososy nutritivos vinos de las torres de Aragón, que así
llaman los aragoneses,en memoria tal vez de las torres árabes, a SIU
1882
1. ENERO 2
2. ENERO 3
3. ENERO 4
4. ENERO 5
5. ENERO 7
6. ENERO 12
7. ENERO 13
8. ENERO 14
9. EIVERO 16
10. ENERO 17
11. ENERO 18
12. ENERO 13
13. ENERO 20
14. ENERO 21
15. ENERO 23
16. ENERO 24
17. EKERO 25
18. ENERO 26
19. ENERO 27
20. ENERO 28
21. ENERO 30
22. ENERO 31
1
cuanto hace a aquel portugués ilustre, está narrado con precisión y -Ya van los gobiernos cayendo en que es crimen que los vendedores
brillo en el libro de Burton. Y aquí viene a cuento recordar las traduc- de artículos de comer y beber bagan riqueza a costa de la salud y la
ciones que van ya hechas de las “Luisiadas” de aquel poeta que exclamaba vida de sus parroquianos. En Berlín es muy activa la vigilancia de los
al morir, entristecido por el rebajamiento de los suyos y la pobreza de artículos de este género sacadosal mercado. Los médicos de la comisión
dineros, y pujanza del reino: %uero en mi patria, y con mi patria”. del gobierno examinan minuciosamente los licores y las vituallas. De
En bohemio, o bohemo, como quiere el colombiano Cuervo que se diga; en 254 artículos diversos sometidos a examen parcial, resultaron peligrosa-
húngaro y en hebreo hay ya versiones del libro de Camoens; en inglés, mente adulterados 44: el té verde, que por cierto no debe tomarse nunca,
hemos dicho que hay nueve; hay una en griego moderno, el griego en estabateñido, y mezclado con flores de heno, y el cacao estaba mezclado
que ha cantado a la Libertad el poeta Solomos; una en danés, una en po- con papas y harina de maíz. Poco tiempo hace se descubrió en Madrid
laco, dos en sueco, dos en holandés, dos en ruso, siete en latín, cinco que una riquísima compañía elaboraba su chocolate con bellotas. Las
en español, trece en alemán, catorce en italiano y veinticinco en francés. penas impuestasa los adulteradores berlineses han sido rudas.
Bien merece la honra aquel cuyos versos fueron escritos, a guisa de lema
nacional, en la bandera de batalla de los ejércitos de su nación. La Opinión Nacional, 3 de enero de 1882
abomina todo lo que no brota del alma, ha alzado en Francia bandera ---No andan bien los dineros de Rusia. Del balance de 1880 resulta
de combate contra la nueva secta. que el gobierno ha gastado cincuenta y medio millones de rublos más
-Un día se vio que no llegaban los mensajes telegráficos de Suk.el- que el monto total de los ingresos. Los gastos de vigilancia y tropas
Arba a Medjez-el8ab. No llovía; no estaba alterada la atmósfera; no absorben todos los dineros del Estado.
habían sido rotos los alambres: iqué era, pues? Era que una grandísima --Estudiando las creencias de los habitantes de las islas Sandwich y
serpiente se había enroscado en lo alto de un poste a los alambres, e de Nueva Zelandia, respecto al origen del Universo y la genealogía de SUS
impedía la conducción de la electricidad. deidades, el profesor Bastian ha hallado inequívocas señales de que estos
---Su fervorosa palabra, su recto juicio, su amor a los desvalidos, y pueblos deben haber compartido en algún grado en un período muy re-
sus servicios eminentes a laa doctrinas de su tiempo, han hecho del moto la superior cultura de los naturales de Asia,
anciano orador inglés John Bright una personalidad universalmente re-
La Opinión Nacional, 4 de enero de 1862
nombrada. A propósito de la celebracion del día en que cumplió setenta
años, un periódico extranjero recuerda de este modo su carrera: “Nunca
fue famoso el veterano librecambista por quedarse atrás en sus combates 4
con sus adversarios políticos, mas no fue nunca su costumbre luchar con
ellos a epítetos rudos. ‘C uan d 0 d e f’ien d as mala causa, injuria a tu adver- -John Whitier FS un poeta cuáquero. Estos son sus últimos versos:
sario’, es máxima que no podía aplicarse n John Bright, que durante
cincuenta años ha argüido y razonado con el ‘partido estúpido’, hasta Dijo, de pie en su puerta, el cabal!ero
que su paciencia se ha agotado, y rehúsa discutir más, sino que se con- Al Pastor, su vecino:
tenta con llamar a sus adversarios mentirosos”. No trató bien el libre- “A pesar de mi hacienda y mi dinero,
cambista en sus discursos el día de la celebración de su nacimiento, a Envidio, buen Pastor, vuestrc destino.
los jefes del partido de “Fair Trade” o “Buen Comercio”, como se liama
ahora el partido proteccionista. Cuando John Bright comenzó a luchar Viejos somos, ya cerca al fin supremo:
por el librecambio al lado de Cobden, no se les ahorraban por cierto los No sé que el oro os sobre;
epítetos injuriosos. John Bright excita capitalmente la ira de los conser- Pero en el juicio de los cielos temo
vadores inglesa, no sólo por la viabilidad de su liberalismo, sino porque Que vos el rico seáis, y yo muy pobre.
no pueden usar contra él del argumento que contra todos los liberales
usan siempre: el de que llegando a la mayor edad, cuando madura el Rico me llaman, mas en tal pobreza
juicio, se truecan los liberales en conservadores. Es verdad que en ejemplo Me juzgo, que deseo
de su teoría pueden citar a Lord Macaulay, que escribió tan buena his- Cambiar mis libras de oro y mi riqueza
toria de Inglaterra y estudios sobre grandes hombres; y a Sidney Smith, Por el centavo ruin que dar os veo.”
y a Mr. Grote. Pero John. Bright sostiene hoy con tanto brío y más
temible argumentación que en los primeros años de su vida pública todas “iMe aflige, buen señor, de ese tesoro
sus opiniones: que el comercio debe ser libre, que deben removerse todas Veros trémulo esclavo!
las trabas que impiden la expansión de los conocimientos humanos, que iVed! Echad a rodar las libras de oro
la administración de la India debe ser justa, que debe gobernarse a Ir- Por el camino ruin de mi centavo.”
landa con las mismas leyes y con el mismo espíritu c6n que se gobierna
a Inglaterra, que debe abandonarse en los asuntos extranjeros la política -En mil libras esterlinas se ha vendido en Londres hace unos cuantos
de sospecha de intenciones, y obrar según digan los hechos. Aún piensa días una obra de San Agustin impresa en 1475, con la página del título
así el veterano librecambista. coloreada. Riquezas -pocas o muchaa- tenemos nosotrua perdidas sin
144 MARTÍ / PERIODlSMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 145
duda en bibliotecas y cajones que bien limpias y desempolvadas, y ven- en Londres mismo, se dan en París casos frecuentes de criminalidad. Los
didas en mercado oportuno y sin prisa, alcanzarían muy buen precio en del año pasado son de tal número que entristecen. En doce meses ha
las grandes ciudades europeas. Ni iqué mal habría en que hiciésemos habido 30 convictos de asesinato, 44 de infanticidio, 4,212 de tentativas
colección de estas obras de teología y literatura, tan estimadas en Ingla- de homicidio y asaltos con violencia; y en semejante relación los demás
terra y Akmania, y las propusiéramos a las bibliotecas extranjeras en crímenes. Es natural que la casa de todos los apetitos sea la casa de todas
cambio de obras nuevas de esos paises para nuestra Biblioteca Nacional? las maldades. Allí donde están tendidas todas las redes, allí caen los
Así se enriquecen mutuamente los Museos, y así podría ser aún más rica hombres. Es necesario nacer bien provisto de virtud y energía para sal-
en historia, ciencias y letras modernas nuestra Biblioteca. Fije en esto varse de los riesgo? que acumula al paso del hombre voraz y avaricioso
su atención nuestro sabio e infatigable Dr. Ernst. una ciudad dorada y opulenta.
-Un príncipe ruso, el príncipe Eristoff, acaba de ser condenado en -Se usan con éxito los baños de mar para ciertas enfermedades de
Berlín a dos años de prisión, y pérdida correspondiente de derechos ci- los ojos; y el éxito se explica, ya por la influencia restauradora y anti-
viles, por estafa a un joyero. El p ríncipe se hizo enviar al hotel en que anémica que el baño-de mar ejerce en la salud general, vigorizando el
vivía joyas por valor de 9,000 marcos, y consiguió del conserje del tono del sistema, ya porque el agua de mar, y la misma atmósfera marina
hotel que pagase al recibir las prendas, como dinero de garantía, 3,000 tienen una acción local irritante peligrosa para los que sufren de alguna
marcos. Pero el príncipe vendió en silencio las joyas, y ya salía camino enfermedad aguda, pero benévola para los que padecen de alguna infla-
de Rusia, cuando fue preso a instancias del conserje, defraudado en los mación crónica o indolente.
3,000 marcos. En vano devolvieron este dinero al conserje los defen- -Puede tenerse una idea de la riqueza de las minas del Oeste de los
sores del príncipe: en vano recuperaron y entregaron al joyero las joyas Estados Unidos del Norte, por el hecho de que en 1877 había setenta y
vendidas. El príncipe fue juzgado culpable de estafa por el tribunal, y seis millones de pesos en depósito en las Cajas de ahorros de California.
está cumpliendo au sentencia. Jamás habían reunido los bancos del Estado tanto dinero, y esa suma
-Hay medicinas varias para la falta de sueño, mas es peligroso colosal llegó a acumularse como el resultado de la prosperidad de las
usarlas, y preciso además conocer la causa real del insomnio. Si viene minas durante los años anteriores.
de pesares, conviene el uso de la morfina, narceína y codeína; si de
La Opinión Nacional, 5 de enero de 1882
agitación nerviosa o excitación arterial, obra bien el bromido de potasio,
a menos que el paciente no sea anémico. En los ins,omnios puramente
nerviosos, no hay cosa como’ el cloroformo en cortas cantidades. En 5
todos los casos es aplicable el hidrato de cloral, menos en los de dispepsia
y males del corazón. El insomnio de los ancianos y personas débiles debe -En Alemania hay un compositor muy celebrado, enemigo de Wagner,
ser tratado con vinos, amargos y cosa semejante. que se llama Lachner. Un amigo de ambos los puso en contacto con la
-Utilísimo libro es el que hace poco ha publicado el jefe de policía esperanza de que cesase su mutua antipatía: Wagner; como quien pro-.
de Londres: se llama “Código de policía y manual de ley criminal”. tege, dijo a Lachner: “Creo que he oído hablar de vos.” Y Lachner
Merced a este libro, el lector conoce todas las artes y mañas de los la- replicó al punto, con señales de ira: “Pues yo no de vos.” De aquí que
drones de Francia e Inglaterra, que son por cierto más de las que cuentan ya no pueda decirse, con el latino, que es propio de los vates tener genio
Fernández y González y don Torcuato Tárrago y don Antonio San Martin irritable, puesto que es también propio de músicos: a bien que Wagner
en sus novelas. El libro abunda en consejos preciosos para prevenir con es poeta.
fruto asechanzas de ladrones. Desenvuelve además el concepto de lo que -“Michael Strogoff”, esta pieza de efectos mágicos, decoraciones sun-
ha de ser la policia de la ciudad, a quien por seria, bondadosa, inteli- tuosas y atrevidas, y aventuras de la vida rusa, ha cesado-al fin de repre-
gente y justa ha de acostumbrarse a amar el pueblo como a su buena sentarse en París, donde se ha puesto en escena 386 noches sucesivas
guarda. En París ha hallado éxito el libro, y lo merece, porque, más que ante auditorios compactos.
146 MARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN COSSTANTE ?47
-Avanza rápidamente la arqueología prehistórica. No hace aún doctor Fritsch, a pesar de ser gran sectario de Darwin, sostiene que la
mucho tiempo que el memorable libro de Woodward estableció la pri- teoría darwíniana que hace al hombre estrechamente dependiente de
mitiva división de la edad infantil del hombre en las tres edades de la raza simia, es una indemostrable hipótesis, a menos que no se hallen
piedra, bronce y hierro. Vinieron entonces los descubrimientos de Boucher en las regiones tropicales del Globo fósiles que revelen que hubo el tipo
de Perthes y otros, reducidos a sistema por Lyell, que resultaron en el que falta entre el hombre y los animales similares conocidos. Cree el
reconocimiento de aquel aún más lejano periodo de piedra descrito por doctor Fritsch que el hombre se desarrollo en algún lugar de los trópicos,
Sir John Lubbock como paleolítico. Desde aquella fecha, los arqueólogos pero opina también que este de.urrollo aconteció en algún continente
de Francia e Inglaterra han venido adelantando hasta una regular clasi- ahora sumergido, con lo que la prueba de la teoría sería imposible.
ficación, en orden de tiempo, de la vasta colección heterogénea de restos -Hemos de repetir, porque es útil, lo que dice el inspector médico
humanos pertenecientes a la primera edad de piedra; pero aun no son de uno de los asilos de dementes de Inglaterra. Aparece de sus inves-
aceptadas fuera del estrecho círculo científico sus innovaciones. Es pro- tigaciones que una gran parte de los locos que asiste el asilo, han
bable que gentes muy ilustradas continúen aún dividiendo mentalmente venido a locos por aislamiento y nostalgia: considerable número de los de-
el período prehistórico en tres edades de piedra, bronce y hierro, y sub- mentes es de personas que hablan mal inglés. Los pastores, que viven
dividiendo la de piedra en una época paleolítica y otra neolítica. Tal en soledad forzosa, se vuelven locos con frecuencia. La soltería prolon-
división, en realidad, es grotescamente desproporcionada, aunque prácti- gada, forzosa a veces en aquella comarca, Gales del Sur, en que el número
camente útil. La llamada edad de piedra se extiende sobre un enorme de mujeres es una tercera parte menor que el de hombres, es origen
lapso de tiempo, e incluye porciones del período geológico terciario, todo frecuente del trastorno. La prolongación del alimento por la leche ma-
el cuaternario y parte del reciente; mientras que el resto del período terna a los niños es también causa de locura. No lo menos el beber con
reciente se divide entre las edades de bronce y hierro, Los arqueólogos exceso malos licores, ni el beberlos con exceso y abstenerse de ellos de
franceses han obrado con cordura al reconocer seis divisiones principales súbito. Pocos casos cuenta el asilo de locos por herencia.
de la edad prehistórica, las primera s cinco de las cuales equivalen a la -Los famosos árboles gruesos de California, de colosal tamaño, están
que se llama ordinariamente edad paleolítica, y la sexta a la neolítica, en terrenos públicos, y pueden ser comprados y destruidos para los usos
edad de bronce y edad de hierro, o el período “reciente” de los geólogos. que a los compradores plazcan. Uno de esos trozos extraordinarios anda
Sólo con tan estricta y cronológica subdivisión podemos apreciar cum- de feria en feria por los Estados Unidos exhibido como una maravilla,
plidamente la gran !entitud de la evolución humana en las primeras edades, y otro ha sido preparado de manera que sobre su superficie pueda bailar
un número crecido de parejas.
y el vasto lapso de tiempo cubierto por el que se llama período paleolítico.
-La vida moderna, con todas sus rebeliones y esplendores, está en- La Opinión Nacional, 7 de enero de 1882
trando a raudales en el Japón. Al mismo tiempo que van allí las doctrinas
católicas, van todas las ideas racionalistas que riñen combates con ellas
en los países viejos. Escribe un misionero que, aunque no combate ni 6
ofende ni se presenta en cuerpo, ni lleva carácter de secta, ni ministros
conocidos, ni paga templos, ni cobra subsidins, el libre pensamiento va -“La escena fue tocante.” iCOn qué espanto leerán los que amen
siendo una poderosa iglesia en el Japón. Morse, el director de la Uni- nuestra poderosa y rica lengua, esa frasecilla espuria y menguada. que
versidad de Tokio, es un hombre pagado del método analítico, y de las comienza a deslizarse en algunos periódicos de Buenos Aires! Tanto
excelencias de la observación. Se queja el misionero de que ande en vale hablar y escribir de ese modo como hablar la jerga horrenda de
las manos de los jóvenes japoneses, muy leído y gustado, el libro famoso los catalanes de Marsella. Ese tocante es, por supuesto, traducción del
de Payne: “La Edad de la Razón”. fruppant francés: sólo que frapper en francés, tiene más acepciones que
--iPor qué se ilama a nuestro mundo el mundo nuevo? Los natu- la mel-a de tocar, con que se la traduce al castellano. iPues no se puede
ralistas vuelven a él los ojos como el más viejo de los mundos. El decir, correcta y galanamente: “la escena fue conmovedora”? No parece
148 MARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 149
que sea la tierra de Quesada y de Gutiérrez aquella en cuyos periódicos colores, Todo tiene allí la fuerza, el candor y el brillo de las auroras
se hallan a cada paso frases como éstas: distribuir los roles; representa boreales.
un rol. Una vez tropezamos con una empresade salvataje, cuando desde -Las sectasprotestantes hacen grandes esfuerzos por llevar su doc-
los tiempos del jesuita Terreros registran los diccionarios de la lengua trinas a México. La tarea es tan ardua como tenaceslas sectasatareadas.
la buena palabra salvamento, que los italianos usan también para expresar Hasta ahora venían valiéndose de pastores extranjeros, que no han
la misma idea, sin acudir a la palabra francesa sauvetage, que no tiene conseguido mover simpatía alguna en el país. Ahora comienzan a valerse
para nosotros abolengo etimológico, ni derecho a ser introducida en de sacerdoteshispanoamericanosconvertidos, y de mujeres. Mrs. Lever,
nuestra lengua. Fuera cosa de no acabar citar curiosidadesde esta especie. esposade un reporte1 norteamericano, y hermana de un conocido editor
En el Perú dicen intimidar por intimar, y en Buenos Aires mismo ae de México, ha salido pocos días hace de Nueva York para su país con
oye a menudo “estaba lleno de indignidad” por “estaba lleno de indig una misión religiosa. Mas no se anuncia copioso fruto para esta desespe-
nación”. No agradecería la equivocación aquel de quien así se hablase. rada siembra. El pueblo bajo‘ de las ciudades, compuesto de léperos es
Pero todo eso es cosa de poca monta, al lado de un caballero crítico, de indiferente o sumiso al clero católico: el pueblo de los campos, el pueblo
la República del Plata, que ha escrito que los grandes poetas han indígena, obedece ciegamente a los sacerdotescatólicos, aun cuando ae
monwnentanizado laa instituciones de sus pueblos: verdad que es un dé el caso de que bajo las imágenesque pasan en las procesionesvayan
crítico que “ve arder en su cerebro la chispa irradiante de la ambición”. los ídolos que, a la par de las imágenescristianas, o sobre ellas, veneran.
Y el pueblo de las ciudades,si religioso, es ultramontano, y si no religioso,
-El espíritu humano nace a caballo y con espuelas, y apenas 8~
ha ido demasiadoadelante en su fe en la libre razón para volver a las
aposentaen el cuerpo que le cabe en suerte, emprende su viaje en busca
negacionestímidas y concepcionesincompletas del protestantismo.
de la solución de sí mismo, y del punto en que ha de confundirse con el -Grave es el tiempo para los judíos. De Rusia los expulsan, y los
espíritu universal. Anhela saberlo todo. Desfallece cuando ve que no le persiguen por los campos como a animales feroces. En Odesa apedrean
alcanza su hora terrenal para darse cuenta de todo lo que hay sobre fa el carruaje de Sarah Bernhardt porque es judía, y el gobierno tiene
tierra. Agradece cada libro nuevo, que le abre un nuevo horizonte. Lo que proveerla de una crecida guardia montada. En Alemania, se hacen
oscuro y vacío le llena de ira. Quiere reconstruir lo pasado y adivinar menester la energía del Emperador y las declaraciones de Bismark para
lo futuro. Ahora se ha dado a luz un libro que revela tesoros escondidos, que no reboseel vaso de odio. Y ahora leemosque en Persia, donde hay
tesoros del norte de Europa. De esospueblos se ha venido sabiendo POCO. 40,000 judios, no hay vejación a que no se les someta, ni restricción de
Con pena se han ido teniendo noticias de las razas del centro y norte beneficio público de que no se les haga exclusivas víctimas. En una
de Europa. Ya se han publicado los poemas democráticos de Slovaschi, ciudad persa, Haundan, están las tumbas tradicionales de Ester y
las estrofas resplandecientes de Krasinski, los librds maravillosos del Mardoqueo.
apóstata Mickiewicks, los tres grandes poetas de Polonia. Ya son vulgares
La Opinión Nacional, 12 de enero de 1882
los versos de Pushkin, el revelador ruso. Y hoy se hacen conocidos 10s
misterios literaríbs de Escandinavia, merced a un buen libro de Federico
Winkel Horn: “La Historia de la literatura del Norte Escandinavo, desde 7
los más antiguos tiempos hasta el presente”. Son los versos de los poetas
de aquella tierra como las casas de campo de sus aldeas pintorescas, -Los colonos de Australia están prestando grande atención a lo que
donde en anchas y macizas ventanas ve el viajero asomadoel rostro de debieran prestarla todos los habitantes de comarcas agrícolas: a la
una hermosisima doncella, ornado de luengos cabellos rojos, por entre conservación de sus bosques. No tratan con esto sólo de asegurarsepara
macetas ponderosashenchidas de flores. Tienen aquellas aldeanas una lo futuro madera buena y abundante, sino en evitar los males que acarrea
sonrisa grave, una tez nevada, teñida de viva rosa, y una mirada pro- la pobreza de árboles, sequedad en el clima, larga escasezde lluvias,
funda y luciente: su traje, como los versos de sus poetas, abunda en fuegos en las selvas y cosechasruines. Los cortadores de madera deben
150 MARTí / PERIODISMO D-O
SECCIÓS COMTANTE 151
estar, como están en todos loa países productores de madera exportable,
sujetos a leyes rigurosas y a estrecha vigilancia, que hagan que el corte reputación de un administrador vigoroso y enérgico; y se cuenta una
se efectúe de modo que se preserve el bosque original, y se tienda a la anécdota perfectamente auténtica de su conducta como delegado de
reposición de las maderas que se arrancan. Los especuladores, por Benevento, que no le acusa en verdad de poco determinado. Aunque
cortar mucho, cortan árboles sin razón o ya pasados, y los cortan fuera Benevento formaba parte de lo que eran por entonces los Estados de la
de estación, sin cuidarse de sembrar en la medida en que van cortando. Iglesia, está completamente incluido en el territorio de Nápoles. Apartada
Los australianos proponen que se reserve una extensión de 200,000 acres así de la autoridad central, situada entre los Apeninos, apartada de las
para.la siembra permanente de árboles, a los cuales deberá atenderse con grandes vías de comunicación, la pequeña provincia llegó a ser una
celo especial durante doce años, en cuyo cuidado se emplearán hasta madriguera de osados bandidos. Era difícil gobernar la comarca: los
$650,000. Así esperan poseer en 21 años 310 millas cuadradas de castellanos del país querían vivir en paz con los salteadores, y más
bosques. curaban de hacerse sus amigos que de servir la autoridad pontifical
-En esta Sección hemos dado cuenta de la muerte de Garnier, el encargada de exterminarlos. En sus castillos, para los que pedían,
celebrado y activo economista. Garnier dirigía un periódico que no apoyados por poderosos amigos en Roma, completa inmunidad, se
falta en la colección de ningún hombre de gobierno o de altos pensa- refugiaban los bandidos como en asilos inviolables. El delegado obtuvo
mientos: El Diario de los Economistas. Es una colección riquísima de del Papa, que era entonces Gregorio XVI, un buen jefe de la guardia civil,
datos e ilustradas opiniones. y del gobierno de Nápoles la certeza de ser bien apoyado en sus medidas.
Otro economista notable, Molinari, ha
Armó una fuerza de gendarmes, los envió al castillo del noble más
ocupado el puesto de Gamier en el periódicc.
poderoso de los contornos donde había a la sazón varios bandidos asilados,
-Humberto, sobre ser rey de Italia, es hijo fiel y hombre honrado.
Hace grandes esfuerzos para pagar las grandes deudas de su pródigo y envió a hondos calabozos a los bandoleros, a quienes sin peligro captu-
raron los gendarmes. Al d ía siguiente fue a ver al delegado el soberbio
padre, que tenía en la capacidad de su alma como en la largueza de aus
noble, lleno de ira. ‘Habéis violado mis privilegios’-le decía;-‘habéis
favores mucho de Alejandro Dumas. Humberto se sujeta a estricta
asaltado mi casa: sabed que hoy mismo me pongo en camino para Roma,
economía, mantiene su casa real en un pie muy modesto, y no sólo
y que de allí volveré con el decreto de vuestra destitución.’ ‘Bien puede
disminuye los gastos de la Corte, sino que trata ahora de vender algunos
ser’,-respondió tranquilamente Pecci;-‘pero eso no ser+ hasta de aquí
de los palacios reales. Estas cosas placen a la gallarda reina Margarita,
a tres meses, porque por tres meses, a partir desde ahora mismo, voy a
que al mismo tiempo que es ornamento de salones, halla tiempo para
teneros preso, a pan y agua.’ Y f ue h ec h o como fue dicho. Gregorio XVI
leer cuanto libro notable se publica, y para ser madre solícita y amorosa
le dio calurosamente las gracias por su energía y bravura: el rey Fernando
y maestra de sus hijos.
le llamó a Nápoles a recibir las demostraciones de su aprobación, y
-Síntomas de futura revuelta se notan ya en Malta. Los naturales
Benevento se vio por algún tiempo !ibre de ladrones. Y nada de eso
se resisten a que se les obligue a aprender, y se les compela a hablar, la
podría contarse de un gobernador pobre de espíritu.”
lengua inglesa; 15,000 personas han firmado una calurosa petición a la
reina Victoria,\en que denuncian hechos de las autoridades inglesas en La Opirtidn Nacional, 13 de enero de 1882
la Isla que juzgan atentatorios a su decoro, y claman porque la Reina
dé orden de que sea respetado el libérrimo uso de la lengua nativa, y no
sea la lengua inglesa obligatoria. 8
que viene de sí mismo, y nació en la comarca que ocupa. Los Todas son fue el Conde de Pozos Dulces, que luego dio en EI Siglo, peri6dico histórico
pastores, adoran al sol y creen en una vida futura. En nada se parece su forma a las aspiraciones liberales de los antillanos. Cuba trata ahora de
lenguaje al de los demás pueblos de la India. repoblar sus sabanas, para librarse asf de la contribución considerable que
ha venido pagando en estos Utimos aiios a otros pueblos, ya Venezuela entre
La Opinión Nacional, 19 de enero de 1882
ellos. Con tal prisa han introducido los cubanos el ganado nuevo en la Isla,
que sólo en el valle de Trinidad importan ya los animales que allf existen dos
millones de pesos. En una sola semana han entrado por el puerto de
13 Cienfuegos, esa hermosa y rica ciudad que está en el sur de la Isla, más de
mil toros de Inglaterra y de los Estados Unidos, a los cuales aumentan y
-La ciudad de Nueva ‘York se propone gastar en 1882, $3.836.925 en tratan con ciencia y cuidado. No es a industrias forzosamente elementales ni
escuela públicas. De esta suma $3.084,000 se destinan a stieldos de profeso-
a comercio de cosas superfluas, a lo que debemos consagrar los venezolanos
res; los $652,000 restantes se consagran a la conservación de los edificios de
toda nuestra energía: es al cultivo del campo, es al desarrollo de nuestros
educación, ya la construcción de algunos nuevos. Sin embargo, hay tentativas
de reducir esta cantidad; ya en los cuatro años anteriores, el presupuesto de viejos hatos de crianza, es al fomento y exportación de nuestras inmediatas
escuelas públicas ha sido mermado, a rebajas parciales, en $1.127,000. Unos e inmensas riquezas naturales. Deberfa crearse entre nosotros una gran
quieren que la ciudad dé a los niños educación primaria y superior gratis, y sociedad de Fomento Agrfcola, con ramificaciones en todos los pueblos de
otros creen que ~610 debe darse la primaria. La verdad es que, salvo la belleza. la República; consagrada a la propaganda de estas doctrinas, y a la vulgari-
externa de los edificios, el orden de los colegios, y la ríqueza, variedad y zacibn y aplicacibn de los conocimientos necesarios para el cultivo útil de la
bondad de los textos en nada es superior, y en muchos aspectos es inferior tierra, y el aprovechamiento y mejora de nuestros ganados.
ala que en Caracas podemos dar a nuestros hijos, la educación primaria que -Granada es bella como un sueño: su campiña es verde, como las
se recibe en las escuelas de Nueva York. Las escuelas de enseñanza superior esmeraldas de Puebla; sus montañas son rosadas, como las mejillas de las
son excelentes. En Filadelfia y en Brooklyn cuesta a los municipios cada niño aldeanitas que triscan por ellas. Es rica por su vega extensa; rica por su sierra
la mitad de lo que importa al municipio de Nueva York y la enseñanza es
empinada y majestuosa; rica por sus palacios de hermosura fantástica y
mucho más completa. En las escuelas de Nueva York se pega aún a los
acabada, y de labor maravillosa. Por eso sostenía Fortuny, el célebre pintor
alumnos, y se les obliga a aprender sus lecciones de memoria.
catalán que hall6 modo de fijar en el liemzo la luz, la distancia y el ambiente,
-La isla de Cuba está procurando rehacerse de una de las riquezas que
que Granada debía ser la escuela permanente de arte de los pintores
perdió a causa de su larga guerra: su ganado. Si bien la Isla no producía aún
españoles, por cuanto allf, más que en parte alguna, están de relieve, vivos,
ganado bastante para abastecer al país y exportar, sobresalían ya los animales
coloreados, y en dichosa mezcla todos los elementos del gran arte español:
de sus hatos por su existencia, y los caballos de sus sabanas por su elegancia
la naturaleza rica, la historia gloriosa, el sol resplandeciente, y la revuelta y
y resistencia. En la comarca camagiieyana se celebraban cada año exposi-
caprichosa arquitectura. Se trata ahora de realizar el pensamiento de For-
ciones de ganado, y se estudiaban con ahínco las obras de Zootecnia, de
tuny, que querfa que España educase a sus artistas de modo que fuesen luego
ciencia de los animales, de fomento y cría de,los ganados, que con tanta
artistas espafioles. La municipalidad de Granada anda en estas solicitudes y
profusión se publican en Inglaterra, donde la ganadería, que nosotros po-
no serfa extraño que tomasen el camino de la Alpujarra misteriosa, los
dríamos cultivar y desdeñamos, es un manantial perenne de colosal riqueza.
maestros y alumnos que hoy pueblan los corredores de la Academia de San
Un cubano hubo, muy bien reputado luego, que comenzó a asentar su fama
Fernando; que es un museo riquísimo, lleno de Murillos y de Goyas, que no
con las correspondencias que sobre agricultura y cría de animales escribía desde
debe dejar de ver venezolano alguno que vaya a Madrid.
París a un periódico de La Habana. Este cubano, cuya obra es muy estimada
entre los bibliólilos por lo escasa y entre los agricultores y ganaderos por lo útil, La Opinidn Nacional, 20 de enero de 1882
164 bfARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE
165
-Según los siguientes cálculos, la instrucción pública ha adelantado
en Italia de un modo verdaderamente extraordinario:
14
-Se celebra y comenta, una singular obra musical que acaba de terminar a la Numismática. No creen que estudiar monedasenseñemasque estudiar
Gounod. La música se sale de sus trabas, e invade los dominios metafísicos. sellos.Lo que a primera vista seobservaen aquelcertamencurioso, en aparien-
La obra de Gounod, aunque es dramática, y tiene texto de M. Louis Gallet, cia monótono, esel desarrollo rápido y creciente de las comunicacionesen los
no está hecha para representarse en teatro, sino en conciertos. “Maitre diversospueblosde la tierra, y la baratura actual de éstas.Una de las agrupa-
Pierre”, llamaban comúnmente al filósofo Abelardo sus discípulos, y esta crones mas celebradasde la exhibición es la del doctor Moschkan, que ha
extraria y poderosa composición canta en una parte los amores sin ventura reunido todos los sellos usadospor Francia y Alemania durante su guerra
del elocuente Abelardo y la leal Eloísa, y en otra narra los conflictos desastrosa:allí seven, por lossellos,todaslasfasesy accidentesde aquellalucha
lilosólicos de aquellos tiempos, y las luchas de Abelardo y Bernardo, y los desesperaday tristísimi: allí estánlos sellosde campanade ambosejércitos, y
cismas de los claustros; y la voz de anatema que tenía el santo cristiano, y la el del cuerpo suizo de observación;el sellode correosexpedidopor losalemanes
dialéctica robusta con que le combatía el filósofo racionalista. Todas estas en Alsacia en 1” de agostode 1870;cartas enviadasen globo de París a Metz;
cosas ha puesto Gounod en música. las cartas reducidas por-la fotografía para el correo de palomas; los sellos
creados durante la dictadura de Gambetta, y otros expedidos por fumas
La Opinidn Nacional, 23 de enero de 1882
privadas que tuvieron a su cargo el manejo de la comunicaciónpostal durante
la Comuna; un sello que grabaron en 1870loslegitimistas,con el busto de Luis
16 de Chambord, acto anticipado de la revolución monárquica que en aquellos
días de desventura patria criminalmente intentaron; y los primeros sellosdel
-En su lecho de muerte, quince días después de haber sido herido, pidió nuevo Imperio alemány la nueva República Francesa.La duquesade Longue-
Garfield un lápiz y un pedazo de papel, y escribió con su mano descarnada: vilIe, aquella damaingeniosísimaque fue almay galade la rebelión aristocrática
“James A. Garlield: Strangulatus pro Republica.” de la Fronda, estáen efigie en la exhibición, como en tributo a haber sido ella
“Inquiétanse mucho los poetas jóvenes por la tardanza de la fama, sin la primera que introdujo el uso de los sobrespara las cartas que había de
ver que ésta no es más que cosa casual y veleidosa; que no viene a veces sino distribuir el correo de la ciudad de París. Colección muy notada estambién la
luego de la muerte, y se niega más a aquellos por quienes es más merecida. de Espafia en que, como reflejo de suturbulenta historia, seven en un grupo de
Pocos nombres hay tan notorios en la moderna literatura inglesa como el del sellosque abarcanun número breve de años,los bustosde Isabel,Amadeo de
triste Shelly o el de Keats; y en un estudio reciente sobre las primeras obras Saboya, don Carlos de Borbón y Alfonso XII.
del más poderosopoeta que tiene hoy Inglaterra, Robert Browning, y que -En diciembre presentóun senadorde California a la&Xmara de Repre-
fueron, por cierto, muy maltratadas las unas, o calladas las otras, como si se sentantesde losEstadosUnidos el proyecto de formalizaciónde la compañfadel
las quisiese espantar con la burla, y sofocar con el silencio,-se lee que una Canal de Nicaragua,en la que ha alcanzadoya atentanota el ingenieroMenocal,
bondadosa señora que quiso regalar a Browning las obras de Shelley, que cubano. El general Grant figura a la cabeza de los miembrosde la compañía,
son ahora clásicas, las buscó en vano en todas las librerías de Londres, donde acompañadode nombresde personasmuy pudientes,de polfticos respetados,de
era desconocido el nombre del poeta, muerto ya hacía tres años, y las halló periodistasdevalía. El proyecto propone queseautoriceala compañíapara todos
al fin en una tienda de humilde apariencia, con las de “un John Keats”, que aquellosactos legalesque conduzcan al libre goce de los poderes,privilegios,
le recomendó el buen librero. derechosy beneficiosconcedidospor la Repúblicade Nicaragua,a la sociedad
-El 14 de noviembre se abrió en Viena una exhibición de sellos de provisionaldel CanalInteroceánico.Las oficinas de la sociedadseestablecerán
telégrafos y correos. Débese la exhibición a los esfuerzos de los filatelistas, en New York. Su capital en accionesno podrá ser mayor de cien millones de
que así se llaman los miembros de una sociedad de colectores de sellosque pesos.Dirigirán la cxxnpañía once comisionados, de 10s cuales turo será
mantienen la importancia del estudio de éstos como auxiliar poderoso nombrado por el Presidente de los Estados Unidos y otro por el gobierno
del estudio de la Historia, y le conceden tanta importancia como
170 MARTf / PERIODISMODIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 171
de Nicaragua. Pide el proyecto que el gobierno norteamericano declare causa de su coagulación: se estudia la acción condensadorade las mem.
que garantizará a la compañía el goce de sus derechos durante 20 años brsnas; las funciones de los nervios simpiticos. la medida de la fuerza
despuésde la terminación del Canal, y el paso efectivo de los primeros de la endósmosis,la acción del cutis, las porciones másescondidasdel apa.
buques de Océano a Océano. rato auditivo, y cuanto hace relación a las funciones del hombre, pero
-En los Estados Unidos hacen un papel excelente del bagazo de la no se hace este estudio de la manera secamentetécnica y estacionaria
caño. Cuando ya no puede extraerse del bagazo azúcar alguna, aún sirve que en los libros de ciencia se usa, sino con una claridad que seduce,
para hacer papel. En esto acaban las cañas de la Luisiana, de las que no con una lealtad que admira; y con un vigor y libertad de movim;-ntos
extraen más que un sesentapor ciento del guarapo: el exceso de materia que dan a este tratado de Fisiología el interés de una novela.
sacarina que, por los procedimientos imperfectos de los agricultores lui- -Si despuésde averiguada la humedad de la tierra, quiere el agri.
sianesesqueda en la caña, dificulta la elaboración del papel, que es mejor cultor saber la cantidad de residuos orgánicos que contiene, le bastar8
mientras el bagazo eea más seco. con poner en un vaso de agua la tierra desecada,y loa residuos orgánicos
subirán a la superficie: se les seca y se les peaa. Y si el agricultor quiere
La Opinidn Nacional, 24 de enero de 1882 saber después,como le ea indispensable,qué cantidad de sílice contiene
su tierra, no ho de hacer más que echar en el vaso bcido clorhídrico, o
vinagre fuerte si no tiene ácido a mano, rociando el agua con 61 hasta
17 que ya no produzca efervescencia: hervirá luego esta agua, y lavar8
luego la tierra muchasveces hasta que salga el agua clara, la cual pondri
-De fama al menos,todos conocemosa Meissonier, el pintor francés. a reposar con la tierra en un vaso, y el residuo que quede en el fondo
Los poseedora de suscuadros proveen de un cristal de aumento a los que será el sílice que contiene el terreno, el cual se ha de pesar para conocer
van a ver las afamadas obras del pintor, y, a través del cristal, pueden su cuantía. Ni se han de arrojar esas aguas con que se lavó la tierra,
contarse los hilos que se cruzan en el tejido de las blusas de sus famosos porque dejadas asentar, enseñan, con lo que haya en el asiento, la can.
mosqueteros,y las fibras de cada hoja de yerba que destrozan los cascos tidad de arcilla que la tierra lavada contenía. Y como falta ahora saber
de susmagníficos caballos: con tal conciencia, con tal cuidado del detalle, la cantidad de carbonato de cal que el terreno posee, no hay m8s que
con tal esmero pinta. Ahora hace Meiasonier un retrato de la opulenta sumar los pesos de la humedad, del sílice y de la arcilla; y restar el
dama de California Mrs. Mackay, de la visita de cuyo esposoal Pontifico total de los cien gramos, y eao que falle será el carbonato de cal que
dio La Opinih Nucionu¿cuenta hace pocos meses:el retrato es de tamaño contiene la tierra.
de miniatura, y el pintor cobra por él 80,000 francos. Protegido por los -Rochefort, que habitó durante muchos años en Suiza durante au
Mackay, que seempeñanen deslumbrar a París con su riqueza, está ahora destierro, luego de su fuga de la Nueva Caledonia, fue rudamente silbado
en Francia cl fotógrafo Muybridge, de quien ya hemos dicho que ha con- en una noche del mes último en un teatro de Berna. No supo hacerse
seguido obtener fotografías de personas y animales en movimiento. El amar de los suizos, que son, sin embargo, afables y queredores.
fotógrafo da exhibiciones privadas de su copiosa colección de vistas entre -Todo género de atención y aplauso merece el proyecto de ley que
las cuales son muy celebradas y alcanzan especial éxito, sus cuadros de el diputado Becerra acaba de presentar al Congreso español. Mueren en
vida mexicana y tipos y costumbres de Suramérica. flor en las tierras latinas, o se agostan prematuramente, por falta de
-En el “Tratado de Fisiología Humana” del profesor Draper, nota- fuerzas físicas que reparen los desarreglosy mermas que cause, aun WI
bilísimo hombre de ciencia que ‘acaba de morir en los Estados Unidos, hombres robustos, una excesiva actividad mental. Un cuerpo vigoroso
reveló su autor talos misterios de la naturaleza del hombre, que hacen ea como un depósito de fuerzas, en que renueva su energfa Ia mente
de la obra, hermosamenteescrita, un verdadero tesoro. Cada página exhausta. Es urgentísimo para españolese hispanoamericanoscultivar l
encierra un experimento nuevo, un descubrimiento valioso, Allí se explica la vez las dotes de la mente y las fuerzas del cuerpo. Propone el diputado
la teoría de la circulación de la sangre, con datos nuevoa y ricos, y la que se declare oficial la enseñanzade la gimnástica higiénico, Y que se
172 MARTÍ / PE?UODISYO DNERSO SECCIÓN CONSTANTE 173
dé clase de ella en los Institutos de Enseñanza Superior, y en las escuelas -En una lectura que acaba de pronunciar en Nueva York ante los
normales de maestros y de maestras; que sea obligatoria la asistencia a estudiantes americanos el Dr. Hammond, que es uno de los más notabla
estas clases y que no se pueda obtener grado de Bachiller sin acreditar médicos de los Estados Unidos, examinó en su aspecto profesional, legal
que se ha recibido un año de educación gimnástica, que se convertirá y social el proceso de Guiteau, a quien juzga completamente dueño de su
luego en tres años, cuando parezca menos revolucionaria la costumbre, juicio, y absolutamente responsable de su crimen. En el curso de su lec-
y hayan comenzado a estimarse sus incalculables beneficios. Ha de te- tura recordó dos asesinatos singulares, que se cuentan entre los más no-
nerse en cuenta que el espíritu es voraz, y es necesario darle qué roer. tables casos criminales de Francia. Merecen ser contados. Uno es el de
El espíritu se alimenta de aquel a quien anima. Antoine Léger, que sintió hambre de carne humana, y sed de sangre, huyó
de su familia, a la cual andaba siempre esquivando, vivió en los bosques,
La Opinión Nacional, 25 de enero de 1882 sorprendió y mató a una niña de diez años, y se nutrió de su corazón que
arrancó aún caliente a su pecho. Dormía en los agujeros de los árboles
y en las grietas de las rocas. Y en una cueva, donde parecía haberse
18
celebrado un festín bárbarc, se halló la niña muerta. Léger dijo que la
soledad lo atraía y lo embriagaba, que vio a la niña y movido por una
-En ningún país se escriben tantas cartas como en Inglaterra, ni en fuerza incontrastable se lanzó a ella; todos los deseos animales lo asal-
ninguno se ponen en el correo tantas tarjetas postales, como en Alemania. taban en su cueva; “urgido del mal espíritu que vivía en él, bebió la
Mil ciento setenta y seis millones de cartas escribió Inglaterra en 1879, sangre del corazón caliente”; enterró el cuerpo destrozado, y huyó de
y ciento ventitrés millones de tarjetas postales entraron en el año en aquellos lugares porque le perseguía un graznido; luego sintió que le venín
el correo alemán. Se estima en trece millones el número de cartas que de súbito el conocimiento que había perdido, y ni su espíritu ni su cuerpo
diariamente se depositan en todos los correos del mundo. En una lista lograban conciliar el sueño. Léger fue condenado a muerte, y en su
comparada, de la que por cierto falta España, aparece que cada inglés autopsia se hallaron señales evidentes de perturbación mental: en varios
escribe por término medio al año 35 cartas, cada suizo 25, cada alemán lugares las membranas estaban adheridas a la substancia cerebral. El
18, cada belga 15, cada francés 14, cada dinamarqués 13 y cada austríaco otro crimen notable fue el de Joubard, que sintió deseos de morir, y mató,
ll. No hay país que posea en menor espacio más estaciones de correo cuidando mucho de no hacerle mucho daño, a una mujer que le era dcs-
que Suiza. conocida, para que este crimen le acarrease la muerte. “Yo era -dijo
-Como cada cultivo requiere ciertas cualidades favorables en el te- Joubard- un gran hipócrita, que vivía en medio de mi familia fingiendo
rreno que ha de dedicarse a él, debieran todos los agricultores conocer virtudes que no tenía; llevaba una existencia depravada, y me disgusté
algunos de los numerosos medios que existen para averiguar, sin mucho de mí mismo; no siendo capaz de reformar mi vida, resolví dejarla. Y
esfuerzo ni alardes científicos, la naturaleza y elementos de los terrenos. no teniendo valor para quitármela, decidí cometer un delito por el cual
Véase, como ejemplo, esta manera de inquirir la humedad de la tierra, los tribunales me la quitasen. Tenía la esperanza de poder arrepentirme
porque no hay tierra buena sin humus, aunque el exceso de él perjudique durante el proceso, y aun de que Dios llegase a perdonarme. Pasé seis
a ciertos frutos, como la papa, que requiere suelo seco. Se toma 1 kilo- meses pensando en mi crimen. Quisiera que se rn&. hubiese podido con-
gramo de tierra, de cada una de las partes de la finca en que se ha de denar a muerte por otra causa que por asesinato; pero había de ser ase-
hacer la siembra, donde parezca que varía más la composición del terreno; sinato, porque mi objeto era lograr así mi muerte. Ya estoy lleno de
luego de mezcladas las muestras, y separados los cantos, se someten cien espanto, y la vista del cuerpo de mi víctima, me ha penetrado de horror...
gramos de esa mezcla al fuego, cuidando de poner en el recipiente que Si pudiera volver atrás volvería. Ya veo las cosas de otro modo.” El
contenga la mezcla un pequeño trozo de madera blanca; cuando el ~IOZO doctor Gerson, alienista notable comisionado por el gobierno francés para
de madera comience a tostarse, apártese la mezcla del fuego, pésese, y la estudiar a Joubard, opinó que cuando cometió el crimen estaba poseído
diferencia en el peso acusará la cantidad de humedad que contenía. de la manía de homicidio, que no excluye el raciocinio de los maniáticos,
SECCIÓN COSSTAKTE 175
174 MMTf / PERIODISMO DIY-
o don Guerrilla y pronunciamie.~o se hallan a cada paso en los perió- exámenes,como único medio de hallar el opio que los inmigrantes astutos
dicos de Inglaterra; y ahora vemos en un periódico de Nueva York una traen oculto entre sus anchos vestidos, o en la suela de sus gruesos za-
secciónde variedades encabezadascon este título Olla Podrida. “Olla po- patos. o en la cola de su larga cabellera. No hay vigilancia bastante para
drida” llamaba también días hace el Herald a la política de los Estados burlar la astucia de los chinos. Luego que han sido registrados, y que les
Unidos en los asuntos de Chi1e.y el Perú. han estrujado sus ropas, deshecho sus baúles, destrenzado sus cabellos y
palpado su cuerpo, los marcan con una cruz de yeso, como hacen en las
La Opinión Nacional, 30 de enero de 1882
aduanas con los baúles, y son recibidos por una de las seis compañías
de inmigración, que retiene ai chino en su poder, y usa según contrato del
producto de su trabajo, hasta que se resarce del dinero que ha gastado
22
cn su viaje.
-Zola ha terminado una nueva novela, que se llama Pot-Bou& -Hablando del nuevo movimiento artístico y literario que encabezan
He aquí a Zola, descrito por Guy de Maupassant, joven poeta y novelista, los estelas de Inglaterra, y cuyo joven jefe, el poeta Oscar Wilde, viaja
y uno de sus más ardientes admiradores: “Apenas tiene 42 años; es de ahora por los Estados Unidos del Norte, observa un critico así: “El
mediana estatura, bastante grueso, y de aspecto sencillo. Su cabeza, muy estetismo de Oscar Wiide quiere que el hombre haga hermoso todo 10
semejantea las que se encuentran en cuadros italianos del siglo XVI, sin que le rodea, y cultivk en el verso la hermosura, etérea o encarnada. Sig-
ser bella, en el sentido plástico de la palabra, presenta un gran carácter nifica belleza en el vestido, belleza en el mobiliario de las casas, belleza
de poder e inteligencia, sus cabellos cortos se erizan sobre Ia frente, muy y sencillez en el lenguaje. Por supuesto, muchos de los sectarios de
desarrollada. Su nariz recta se detiene, como cortada por un golpe de Oscar Wilde han exagerado sus teorías. Exageran la sencillez a tal punto
cincel demasiadobrusco, por encima del labio superior, sombreado por que hacen desaparecer la belleza. Su lenguaje, de puro llano, es bajo.
un bigote negro bastante espeso;lleva barba, cortada muy cerca del culis. Sus vestidos, de puro lisos y ajustados, son ridículos. Adoran todo lo
Su mirada ea negra, a menudo irónica, y penetrante; se siente que detrás antiguo. sea bello o no, porque han oído decir que los antiguos poseyeron
de ella hay un pensamientoque trabaja, siempre activo, hurgoneando en el secreto de lo bello. Afectan cierto retroceso a la ingenuidad patriarcal,
las gentes, interpretando sus palabras, analizando sus gestos, desnudando con lo que sólo logran, en vez de influir en su tiempo, ponerse totalmente
su corazón. Esa cabeza redonda y fuerte, sienta bien a quien lleva un fuera de él. gel drama que el jefe de esta escuela ha ido a hacer repre-
nombre tan rápido y tan corto.” Maupassant describe así la habitación sentar en los Estados Unidos, porque el temor de disgustar a Rusia hizo
de trabajo de su maestro: “Es una habitación extraordinariamente grande, que el gobierno inglés pidiese al poeta que no le representase en Londres,
y singularmente alta, iluminada por una gran vidriera, que cae sobre el se !iuma “Vera, lq nihilista”.
llano. Tapicerías antiguas cubren los muros, vese a la izquierda una -Un joven norteamericano, que a los 25 años había ahorrado con
chimenea monumental, sostenida por dos hombres de piedra, chimenea su trabajo personal mil pesos, preguntó a un periódico de Nueva York
en la cual pudiera arder un roble de cien años cada día; cargada de qué haría con ellos. Allí es usual, como’saben nuestros lectores, pedir
libros, papelesy periódicos, ocupa el centro de la habitación una mesa consejo e iniormación a los periódicos. -iQué haré?, le preguntaba el
inmensa, que parece, sin embargo, de tamaño ordinario en aquella habí- joven-. ¿Declicarme a la agricultura? y termina así su consulta: “Me
tación vasta y grandiosa. Y Zola está.tendido en un diván oriental, donde apradaria dedicarme a trabajos de campo, porque creo que de ellos de.
veinte personaspudieran dormir a la vez cómodamente.” pende la verdadera riqueza: desearía ir a aigún lugar saludable, donde
-A pesar del clamor hostil con que los inmigrantes europeos reciben la sociedad fuese buena, y donde, después de probar que era merecedor
a los chinos en California, a tal punto que es ya allí un grito de combate de este bien, pudiese yo hallar una buena esposa.” El periódico aplaude
este grito: “iLos chinos deben irse!“, no cesan de ir inmigrantes de el pensamiento del joven: “Muestra buen juicio el interrogante en su
Oriente en todos los vapores que de China hacen el viaje a California, deseo de tomar esposa, si halia una mujer realmente buena que dese% unir
donde se les somete a toda clase de ridículas posturas y bochornosos su suerte a la de él, más probabilidades de éxito tendrá en la vida si se
182 MARTi / PERIODISMO DIVEFSO
casa, que si permanecesoltero. Pero mejor seria para nuestro amigo que
antes de emplear susmil pesosen comprar o arrendar una hacienda, deci-
dieseesta indispensablecuestión de matrimonio, porque dos cabezasvalen
másque una, y una buena esposale dará de seguro consejosmejores que
los que nosotrospodamosdarle.”
1882
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2. FEBRERO 3
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4. FEBRERO 9
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a las faenas del comercio, porque como trabajan con placer, y sin repug-
ticia. En Boston acaba de hacer impresión una arrogante dama, severa-
nancia, y salen de su psis perfectamente educados, pueden vivir, merced
mente vestida de negro, que defendió en un tribunal a una cliente suya.
a sus hábitos de economía, con menos dinero que los dependientes ingleses,
Ni sus espectadores, ni los letrados adversarios pudieron negar su des-
a quienes los van ya prefiriendo, por este conjunto de virtudes, en las
treza en la réplica, su percepción vivaz y la elocuencia J elegancia de BU
casas de comercio.
palabra. A una impugnación sobre ignorancia de la ley que hacía el
director de los abogados adversarios a la cliente, respondió la señora:
La Opinión Nacional. 1 de febrero de 1882
“Cuando abráis, señor, las escuelas de derecho y los tribunales de
Ma9sachusetts.a los letrados de mi sexo, tendréis derecho a esperar que
las mujeres sepan algo de la ley.” Este ha sido e! primer caso en que 2
un abogado femenino ha defendido a un cliente, y con brillo y provecho
por cierto, en los tribunales de Boston. ---El Japón, como se-sabe, no teme a la civilización caucásica, y envía
--Samuel Tilden, el jefe más diestro y acreditado de los demócratas a sus hombres de Estado a aprender las lenguas extranjeras, y los hábitos
norteamericanos cuya candidatura a la Presidencia fue votada por la de gobierno, cultivos e industrias de los países propios; no elige un solo
nación cinco años hace, y hurtada por un comité inv=tigador, que dio país extraño para educar a sus hombres jóvenes, sino que los manda
el triunfo a su contendiente Mayes, vive en una hermosa casa de piedra a a países diversos, para que los unos se lleven las artes del espíritu de
orillas del Hudson, R pocas millas de Nueva York. Tiene el arte de apa- Francia, y los otros las artes de la siembra y el tráfico de los Estados
recer más débil de lo que es, por más que su ancianidad sea ya bastante Unidos del Norte. Pero el Mikado sostiene sabiamente que estas reformas,
para justificar la merma de sus fuerzas. Pero lo cierto es que no hay en para que sean prácticas, tienen que ser graduales; en lo que tiene razón,
la casa del anciano persona más ágil ni trabajadora que él. Su debi!idad porque no hay cosa que siente peor a un salvaje que un frac. El Mikado
es su escudo, para no hacer lo que no le place. “iEs viejo, sí, pero bri- dice como el latino: festinu lede. He aquí algunas frases de su último
llante como una moneda de piata!“, dice de él una persona que le visitó notable manifiesto: “Cuando observamos las Constituciones de todos los
recientemente, y a quien acompaíió Samuel Tilden hasta lo alto de la pueblos, vemos que aunque todas son semejantes, están adaptadas al
torre que remata su espaciosa casa. Tilden es muy metódico en sus há- caracter especial de cada país. Toda inauguración es un acontecimiento
bitos, se ocupa actualmente en gran cantidad de variados negocios, tiene extraordinario, que no ha de hacerze de prisa, porque no sería fácil ni
cerca de si siempre ocupados a dos secretarios, y goza fama, sin embargo, conveniente. En presencia de nuestros antepasados, que nos miran desde
de hallar siempre tiempo y afabilidad para dejar encantados a sus hués- lo alio, el mantenimiento del prestigio de nuestra familia imperial, el
pedes, Ha reunido en su librería más de veinte mil volúmenes, que ha desarrollo de nuestra administración, el cambio del antiguo régimen y
hecho empastar con el más grande lujo conocido a los artistas modernos. la realización completa de nuestro plan de progreso, son materias que
Nunca cesa de adquirir !ibros, que realmente lee. Anda a la par de SU echan sobre nosotros graves responsabilidades. Para realizar nuestros pro-
tiempo, y no hay gran suceso de su época, ni pequeño detalle del día yectos, deseamos citar a los representantes del pueblo del Japón, y con-
que no le sean enteramente familiares. La conversación de Tilden es muy vocar una asamblea nacional que habrá de reunirse en 1890. Ordenamos
solicitada, por lo instructiva, práctica, sencilla, benévola y profunda. por tanto a nuestros súbditos, que son los oficiales de nuestro gobierno,
que preparen la mente de los hombres para que comprendan y estimen
-No es sólo a los Estados Unidos adonde emigran los alemanes. Es-
tándoies ya casi cerrada Rusia, por el encono con que allí se les mire, los beneficios de la convocación de esta asamblea, y se hagan cargo de
llenan ahora a Londres, donde no hay en estos instantes menos de cien la responsabilidad que también sobre ellos va a pesar, en la elección
mil adultos alemanes. Los trabajadores ingleses los ven con ira, porque, de personas sabias y dignas que discutan las medidas más convenientes
merced a la penuria con que viven en sus hogares nativos, los alemanes al desarrollo de las fuerzas, y gloria y paz del país.” Con actos como
saben hallar holgura en las mismas condiciones en que el obrero inglés éste, que no son, sin embargo, bastante estimados, ni tenidos por sufi-
cientes por el elemento revolucionario que ya asoma en el Japón, se
está sumido en miseria. Una antipatía igual inspiran los que se dedican
188 bL4RTí / PEFtIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 189
capta el Mikado las simpatías del partido joven y de la generación na- alcohólicas, y los indígenas afirman que les calma el hambre. Los in-
ciente, y se fortifica contra las intrigas y amenazas de los que quisieran gleses están introduciendo el pitchury en Asia, donde comienzan ya a
volverles a ver, como eran los Mikados de otro tiempo, estatuas de oro en darle preferencia al opio.
SU palacio, y dioses invisibles, en tanto que el Tucoon, o Primer Ministro,
y sus favoritos, dis p onían en realidad de las rentas y destinos del Es- La Opinión X’acional, 3 de febrem de 1882
tado, y mantenían al pueblo, para la seguridad y beneficio de su altiva
casta, en ignorancia y en miseria.
3
-Andan por . los desvanesde nuestras casassolariegas, y por fondos
de antiguas arcas, libros que deberían ser preciados como joyas, y osten- -La Suerte siempre anda mirando a ver qué surge y el Trabajo,
tados como objetos de gran valía en el lugar más visible de la casa. siempre con el ojo listo y el ánimo fuerte, hace que surja algo. La Suerte
Muchas veces desdeñaremoscomo vejeces inútiles libros que serían pa- se está en la cama, deseandoque el cartero le traiga la noticia de una
gados‘a muy buen precio, y son buscadoscon ahinco, por los bibliófilos herencia; mientras que el Trabajo se levanta a las seis, y con la pluma o
de España. Sancha fue un impresor y librero famoso del siglo pasado, el martillo pone los cimientos de un seguro bienestar. La Suerte siempre
y son muy estimadaslas ediciones de Lope, en veintiún tomos, y las de anda plañendo; el Trabajo silba. La Suerte se atiene al acaso; el Trabajo
Quevedo, en once, que salieron de las prensas de Sancha, de cuyas obras a la buena conducta. iQué os gusta más, la Suerte o el Trabajo?
hay pocos ejemplares en España, y de las que vino muy buena parte a -Hay en Nueva York un sacerdote que, a semejanzade otros pastores
Venezuela. Otro libro antiguo estimadísimo que aquí tenemos, y que no que han abandonado sus puestos en iglesias ricas para buscar modo de
apreciamos bastante, es el Diccionario comparado del jesuita Terreros, hacer iglesias a los pobres, predica a éstos los domingos en las calles,
el laborioso padre Esteban de Terreros y Pando, que hizo con el caste- desde las escalinatas de las casasdel Gobierno, o en las plazas públicas,
ilano el trabajo de comparación que un siglo más tarde han hecho, con el donde muchos perezososy hambrientos merodean por los contornos de
inglés Webster, y Littré con el francés. En Madrid, y en 1788, en cuatro las casasde bebida, y se lanzan, como fieras sobre su presa, sobre los
grandes y hermosostomos, se imprimió la valiosa obra de Terreros, que residuos espumososde los barriles de cerveza que los cerveceros sacan a
hace fe, como opinión de maestro, en las dudas sobre el abolengo y la9 aceras; porque con ser Nueva York ciudad tan culta, las inmundicias
propiedad de las voces de nuestro idioma. de las casasse exhiben en miserablesbarriles, colocadosfrente a la puerta
-El tabaco tiene un nuevo rivai, y el haschisch arábigo y la ma- de cada vecino, en espera del carro que en pleno día pasa a recogerlas.
rihuana de México un gemelo, en un producto recientemente introducido Este predicador de los pobres es el Dr. Kennion, que no los trata mal, ni
en los mercados-europeos: el pitchwy de Australia. Es semejante al les habla rudamente, ni entiende de hacer vibrar en su alma cuerdas que
tabaco en que deleita y narcotiza, y a la coca de Bolivia en que alimenta, la cultura no ha afinado, sino que dirige sus esfuerzos a hacer vibrar
aunque Paz Soldán, el escritor peruano, asegura que la coca no es ali- esascuerdas sonoras esencialesque lleva en sí, háyase cultivado o no,
mento sino vicio. En el pitchwy se encuentran los mismos alcaloidea toda alma de hombre. Lo cierto es que el pueblo pobre va a oír al Dr.
que en el tabaco. Se produce en la Australia Meridional; se cosechaen Kennion, y que ya éste ha logrado formar una congregación estable,
agosto, cuando la planta florece; se secan las hojas al vapor, y empo- recogida de entre estos vagabundos y sedientos. El día de Pascuas
quetadas en sacos de cáñamo, se ponen a la venta. La planta crece a obsequió el pastor a sus pobres con una suculenta comida. Estaba él en
una altura de 30 centímetros; sus flores son, salvo su color amarillento, la puerta de la casa del festín, y recibía y despedía con apretones de
como laa de higuereta; sus hojas miden de 8 a 10 centimetros de largo; manos y palabras cariñosas a los hombres cubiertos de harapos y enro-
sus raíces son rojas. Los indígenas de Australia mascan estas hojas, y jecidos de frío que venían a buscar asiento en el banquete. “Esta buena
muestran tener en ello gran deleite; los colonos las preparan mezclándolas gente-decía el pastor-tiene hambre y frío. Mi sermón no les calentaría,
con ceniza, y las fuman a modo de cigarro. Fumadas o mascadasen gran ni acallaría su hambre. Más hambrientos y más trémulos estarán si lep
cantidad, embriagan totaimente al fumador. Estimula, como lasbebidas predico antes de comer. Si les predico despuésde comer, les evito de
190 MARTí / f~RIODISM0 DIVERSU
SECCIÓN COKSTANTE 191
seguro que vayan a malgastar sus pobres centavos en una taberna donde
no conoce modelo más perfecto de gentil hombre que el de un hombre
puedan hallar un poco de calor.” Un hombre de fisonomía abierta y
bien educado del Japón.
levantada, ya entrado en años, llamó la atención del Dr. Kennion. Era
un hombre de letras, que de ruina en ruina, había venido a dar en Ia
La Opinión ,Yacional, 4 de febrero de 1882
plaza pública. Al d’Ia siguiente ya le había dado empleo el buen pastor,
que cuenta a veces por millares a sus oyentes, de quienes es amado y
respetado.
4
-En Paría excita siempre gran curiosidad y empeiiadas disputas la
venta de autógrafos o memorias de personajes célebres. Alfred de Musset, -“ i Ultima Thule ! ” iQué es última Thule ? Así preguntaba un lector
amado por sus versos y por sus desventuras, tiene el privilegio de apasionar de unos bellisimos versos del americano Longfellow, que llevan este
con todo lo que fue suyo, o salió de su elegante mano, a los parisienses título. Y un coleccionador, que tiene la buena costubre de apuntar en
que le aman cada día con más apasionado afecto; y como ahora se anuncia un ancho cuaderno toda frase notable de cada libro que lee, o todo pensa-
la venta de los autógrafos de Alfred de Musset, y de Pablo, que fue también miento útil que le viene a la mente, abrió su ancho cuaderno, y dejó leer
escritor excelente y lealísimo hermano de Alfred, la curiosidad de los al curioso estos versos de Séneca, aquel Voltaire romano, en que predijo
parisienses ha subido de punto. Hay empeño especial en impedir que el descubrimiento de nuestro Nuevo Mundo:
salga a luz todo lo que se refiere al verdadero carácter y reales peripecias
de los históricos amores de George Sand y Alfred de Musset. Poco Venient annis secula seria
tiempo hace, Mauricio Sand, el hijo de la novelista, que es un escritor Quibus Oceanus vincula rerum
celebrado, se opuso a la publicación de la correspondencia de su madre Solvet, et ingens pateat tellus,
con el poeta; ahora, aunque parece que sin fruto, ha habido nuevas Thetiuque novos detergat orbes,
tentativas para impedir la venta de los autógrafo3 del desembarazado Nec sit terris ultima Thule.
cantor de Nmnounal del admirable y desesperado creador de Rolk Entre
los autógrafos, figurará en la venta un álbum de dibujos, hechos durante -Muchos misterios de! tiempo de la conquista dejan de serla, y muc!ras
el viaje de George Sand y Musset a Italia, que está largamente cantado, que’ parecen maravillas quedan reducidas al nivel de hecho3 comunes,
y de muy distinta manera por cierto, en ei libro Ella y El, que Pablo apena3 3e da el lector a hojear en el libro de Thomas Gage, que escribió
escribió por indicación de Alfred, y el libro El y Ella, con que George por aquellos tiempos, y fue fraile en América, la verdadera relación de
la conquista de México por Hernán Cortés, o se lee en el Padre Juarros,
Sand le contestó en defensa propia: idos libros tristísimos!
que ha escrito una crónica infantil y minuciosa de la conquista de Centro-
-Un viajero que acaba de estar en el Japón se hace lenguas de la américa,-cómo vivían los generosos y batalladores príncipe3 cachiqueks,
delicadeza y cortesía del trato de los japoneses. Dice que, aunque muchas quiches y zutarjiles, que andaban. siempre en querellas, como andamos
de sus numerosas prácticas sociales sean complicadas y enojosas, no está todos ahora, sin ser indios. o se recorren las páginas de una Geografía
en ellas la urbanidad japonesa, sino en la suavidad con que se tratan, en excelente del Ecuador, de Villavicencio, que cuenta en sumario fidedigno
la presteza con que obligan, en la discreción con que hablan, en la bondad las guerras interiores de la casa de los Incas, Lo que pasma al leer esas
con que permiten al extranjero que manifieste sus ideas extravagantes narraciones, no es tanto la intrepidez de ios invaScr%. =:omo el poder
sobre el país, y en el cuidado con que evitan toda alusión desagradable a del odio de 103 invadidos, que no veian que apoyando a 103 extranjeros
1a patria del extranjero. Hemos oído decir a un caballero que hace contra sus enemigos locales, se creaban un dueño poderoso para sí
frecuentes viaje3 entre América y Europa, que no recuerda haber hallado ml3mo3. Y en nuestros mismos tiempos ¿no hemot visto co3a semejante a
en todos sus viajes un amigo más comedido, delicado y urbano que un aquella hazasa? Pues icómo dominó a México3 en la época de Maximi-
japonés. Y el viajero de quien tomamos estas observaciones dice que liano, un puñado de austríacos y france.ses atrevidos? Y México era ya
una nacitn civilizada, con hijos bravos y hombre3 cultos. Vivimos, por
192 3I\RTi ,’ PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 193
incuria. por no registrar nuestros archivos, por no publicar las joyas que
guardamos en ellos, en una lamentable ignorancia de los acontecimientos
de nuestra vieja historia, que, una vez estudiada y descubierta, será una 5
fuente de provechosísimas lecciones para pueblos que? como casi todos los
de Sudamérica. son mirados como una presa natural por otras codiciosas -Grandes preparativos se hacen en Palermo para la conmemoración
naciones de la Tierra. Esa historia vieja enseña una verdad: la conquista de las Vísperas Sicilianas, el 31 de marzo de 1882. El programa de las
se realizó, merced a las divisiones intestinas y rencores y celos de los fiestas, que durarán tres días, se resume de esta manera. Apertura de
pueblos americanos. Por satisfacer odio momentáneo y abatir a sus la iglesia de las Vísperas, inauguración de una lápida conmemorativa,
enemigos, y complacer su orgullo, aquellos pueblos cayeron en esclavitud gran peregrinación a dicha iglesia, iluminación de la ciudad, función de
constante. Los pueblos de una raza deben ser como los hermanos de una gala en el teatro, representándose las Visperaî Sicilianas; gran baile.
familia. En cónclave privado deben computar sus mutuos derechos, y Carrera en la Favorita, gran misa fúnebre, inauguración del tiro nacional,
decirse sus quejas y sus deseos, pero cuando el extranjero llama a las iluminación fantástica de la iglesia de las Vísperas, función de gala en
puertas, todos los hermanos deben mover a una la misma hacha de armas, el teatro. Distribución de una medalla conmemorativa a los representantes
si el extranjero viene de guerra. Si viene de paz, con el arado en una de los municipios, iluminaciones y fuegos artificiales con transparentes
mano y el libro en la otra, se le sienta a la mesa, se le da una porción de históricos, análogos a la iglesia de las Vísperas. La municipalidad de
la tierra, y se le ofrece a la hija de la casa en matrimonio. Palermo hace gestiones para que el maestro Verdi asista.
-El gobernador turco de Jerusalén ha recibido órdenes del sultán -Buenos Aires debe gran parte de su prosperidad a la gran suma
Abdul Hamid de recomenzar la obra de restauración del templo de de inmigrantes italianos que hallan patria amante y próvida en sus
Salomón, y de limpiar de escombros y plantas ruines la gran plaza que playas. Los gobiernos del Plata y de Italia se dan prendas incesantes de
está frente a él, en que se levanta la famosa mezquita de Omar, que afecto vivo y sincero, y hay entre ambos pueblos un verdadero comercio
recibe cada año cosa de $75,000 de dádivas de peregrinos y creyentes, de cosas y de espíritus. Ed mundo de Amicis y Giuseppe Carducci son
en cuyas reformas se dice que acata Turquia los deseos de Austria, con tan conocidos y celebrados entre los argentinos, como el poderoso Olegario
cuyo Emperador vive el Sultán, como con poderoso que le pudiera algún Andrade, y el elegante Guido Spano, en los círculos literarios de Italia.
día amparar de Rusia, en estrecha amistad. El heredero de la corona de Una compañía dramática italiana, cuando no dos, trabaja constantemente
Austria estuvo poco tiempo hace en Jerusalén, y no hace mucho visitó en Buenos Aires, y del español al italiano, y de éste a aquél se vierten
el emperador Francisco José la Tierra Santa. Judíos y cristianos se allí con frecuencia obras dramáticas. Recientemente, un hombre de letras
muestran agradecidos a estas bondades y órdenes del Sultán. nuevo, Scottí, tradujo al italiano el drama de una afamada poetisa del
-Están siendo muy leídas en Francia las memorias que publica Plata, la señora Eduarda Mansilla de García. Llámase el drama La Mar-
Renán en la Revista de Ambos Mundos. Iguala en ellas la discreción quesa de Altamira, y es su asunto poner en lucha las ásperas convenciones
al desembarazo, de cuya mezcla nace un poderoso encanto. Ni por des- sociales de las clases aristocráticas y las leyes niveladoras y justas de la
carnadas chocan, ni por sobrado discretas parecen frías o falsas. Va naturaleza, y hacer triunfar los afectos que ésta inspira de las conven-
contando en esas memorias cómo se educó, qué vio en los primeros años ciones que aquélla les impone. Pero se dice que la señora Mansilla encarnó
de su vida, qué experiencia obtuvo en el seminario de San Sulpicio, cómo en cada uno de los personajes de su drama, con arte feliz, una preocupa-
fueron las ideas que le han dado fama desenvolviéndose en su mente, ción, una virtud o un vicio, de modo que al mismo tiempo que caracteres
cómo escribió, y qué pasaba por él, y creía, y dudaba, cuando escribió
de una obra escénica, los personajes eran como datos vivientes de un
sus siete libros sobre los “Orígenes del Cristianismo”, del último de los
problema, manejados de manera que llegaban a una solución natural y
cuales ha dado La 0pini.h Nacional idea a sus lectores, en los días de BU
necesaria: y el traductor italiano, atendiendo más al efecto escénico que
publicación.
a la idea germinadora, ha despojado al drama de esas sutiles bellezas de
Lu Opinión Nacional, 9 de febrero de 1882 pensamiento que palpitan en todo él, y le dan especial mérito.
194 MARTí / PERIODISMO DNERSO SECCIÓN CONSTANTE 195
decir extravagancias, ni romper en exabruptos. Sí se conoce que es Ecuador, desde el siglo XVII a estos años en que vivimos. Los que conocen
hombre de genio excitable, y lo demuestra cuando cree que se atenta el libro nos aseguran que ea una excelente colección.
de algún modo a sus libertades, o derechos; pero, como la de todos los
hombres de carkter violento, su cólera dura poco, y se apaga tao pronto La Opinión Nacional, ll de febrero de 1882
como se enciende.” Y añadió el director de la prisión: “Esperábamos hoy
a su hermana, pero probablemente la ha detenido en su casa la inclemencia
del tiempo. Su h ermana parece ser la única criatura humana que real- 7
mente se cuida de él, y le ha mostrado cariño, y solicitud por su suerte.
Guiteau parece ser un objeto totalmente privado del amor o la simpatía -Pasteur en Francia y Carmona del Valle en México, y un observador,
de los hombres.”
Miguel, entre muchos otros, están probando cómo el vómito y el cólera
-Conócese sólo el nombre de Bou Amena por las crueldades que de entre los hombrea, y la epizootia y enfermedades semejantes entre los
él cuentan sus enemigos, y porque va al pie de un retrato notable, en qae animales, se propagan por la existencia en el aire que respiramos de
una mano hostil ha dado al rostro negro del jefe árabe una expresión animálculos invisibles y envenenadores. Miguel acaba de publicar nuevas
marcada de brutalidad y fiereza. Una hermosa leyenda viene a mezclarse observaciones suyas sobre el polvo atmosférico, en el que ha hallado dos
ahora al nombre del defensor temible de la independencia de su pueblo. variedades de átomos, de una de las cuales hay, en una yarda cúbica, unos
Bou Amena tiene una hermosísima hija, que como la intrépida Anita a 40,000, y de otra de las cuales hay, en ese mismo espacio, unos cientos,
su esposo Garibaldi, acompaña a su padre a la batalla, padece a su lado que son los peligrosos. Ese es el número normal que de una y otra especie
todas sus fatigas, y alienta a los árabes con sus valerosas estrofas, porque hay en una yarda cúbica. En tiempo de lluvia los átomos inofensivos
es poetisa de alto mérito. Dicen que parece sueño de colores el espectáculo suelen llegar en ese espacio mismo a 200,000, en tanto que en la 6eca,
de la tribu fugitiva, guiada en medio de los secos llanos por el arrogante bajan a 4 ó 5,000. La especie peligrosa desaparece casi totalmente en la
corcel blanco de la hermosa, sobre cuyas crines enarcadas flota la blonda época de lluvias, y dobla en número durante la seca. Concuerdan con
de oro que remata el velo azul, cruzado de grandes listas blancas, que exactitud estos ascensos y descensos con los de las enfermedades
ampara del sol tunecino la seductora cabeza de la heroína. Y su padre epidémicas en las diversas estaciones.
cabalga al lado suyo, en caballo soberbio, amesado de púrpura y oro, -Es ahora uso en Europa que las damas asistan a las fiestas de corte
sobre cuyos ornamentos cae en grandes pliegues el nevado albornoz del con trajes de un mismo color, de modo que todas las damas van a un
rudo guerrero. baile vestidas de rojo, o gris perlado, o crema, Y no se usa sólo en las
-Nos parece que ea de Mera, poeta ecuatoriano, un iitro, demasiado fiestas de corte, sino en toda fiesta del gran mundo. En París y Londres,
minucioso por cierto, en que están reunidas como en historia, a manera ya está ese hábito en boga. Debe este uso su origen a un suceso reciente.
de la “Historia de las letras en Colombia” de Vergara, las notas literarias Bien se recuerda, porque La Opinión Nacional la contó minuciosamente,
suficientes para tener idea del desarrollo del pensamiento en el Ecuador. la visita de loa reyes de Italia a Viena. En un baile celsbrado entonces
El señor Manuel Gallegos Naranjo ha publicado otro libro, hace dos en honor de la elegante reina Margarita, las hermosas damas vienesas,
años, que completa el de Mera, y que hacemos conocer aquí, por lo que que son realmente hermosas, llévaron trajes blancos como especial honor
importa a los americanos conocerse intimamente y por lo que nos place a la reina, y ella misma lucía un traje de raso blanco, adornado con gasa
tender en toda forma a este mutuo y provechoso conocimiento. El libro de plata, y prendido con gardenias. Y como es blanco el uniforme de
del señor Gallegos, impreso en Quito, en 1879, en la imprenta de Manuel gala de los austríacos, tuvo la fiesta un aire de distinción y elegancia
V. Flor, se llama “Parnaso Ecuatoriano” y ya da muestras su autor de sumas. No bien llegó a Roma Margarita, rogó a sus damas que imitasen,
ser hombre atinado y juicioso, en la distinción que hace entre poetas y en el primer baile que dio en el Quirinal, este acto de cortesía austríaca,
versificadores, cuando anuncia que su libro va acompañado de opunta- de lo que ha venido que el vestido uniforme se haya impuesto con éxito
mientos biográficos de las de una y otra clase que han nacido en el y rapidez inusitados.
198 MARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN COSSTISTE 199
-Oímos hablar de la lengua maya como de un documento antiguo y el “1Ianuscrito Troano”, que es de papel de maguey, que se llama así
de una civilización muerta, salvado del olvido en un libro de Diego de por los nombres del que fue su posesor, y que hoy esta en Madrid.
Landa y revivida por las investigaciones del abate Brasseur de Bourbourg,
Lo Opinidn A’acional, 13 de febrero de 1882
ameiicanista famoso. Pero es de saber que la lengua maya -se habla aún
en toda su pureza en algunos lugares de la América Central y que quien
viaja por la comarca de los chacamules, que es una tribu de hombres 8
barbados que habita en las cercanías de la antigua ciudad de Tekal, oye
aún, como si viviera en los tiempos de Chilam-Balan], que fue una especie -Ya se preparan los astrónomos para la observación del tránsito del
de Moisés yucateco, aquella lengua armoniosa en que se llama al corazón planeta Venus, lo cual será para fines del año en que vivimos, en diciem-
pucttikal, y a Dios se llama Ka.haLyum, sefior verdadero, o Oichkelem- bre, y es esperado como magno suceso entre los observadores del cielo.
yum, senor hermoso. Y aún viven, refugiados en la comarca del Petén, Pasará en el día marcado el planeta Venus entre la Tierra en que
fronteriza entre México y Guatemala, y rodeada de altas montañas, de esas habitamos, y el Sol que nos alumbra, de manera que, oscurecido un
montanas que parecen, según Olegario Andrade, el gran poeta joven momento el Sol por el paso del planeta. éste se verá rodeado de un cerco
argentino, luminoso, como una mancha negra en medio del astro rey. Debe este
fenómeno su importancia a ser el el medio mejor de medir Ia distancia
entre el Sol y la Tierra, sin conocer la cual estaría como sin eje la
Gigantes de armadura de granito
ciencia astronómica. Ya se hizo en 1874 la observación del transito de
Que parece que esperan de rodillas
este planeta, para lo que se congregaron los grandes astrónomos de todas
E! mandato de Dios, para lanzarse
partes del mundo en Yokohama (Japón), y en cuya vez ganó la palma del
A escalar la región del infinito;
mérito sumo, y dio el modo preciso de observar, un modesto sabio
mexicano, matemático, y astrónomo notabilísimo. Francisco Covarrubias,
aún viven, en las orillas del lago del Petén, los descendientes de los itzács, que recibió por esa muestra de superioridad científica todo género de
que fueron como los derviches, marabonts o brahmanes de los antiguos honras de los hombres de ciencia y gobiernos de Norteamérica, Inglaterra
yucatecos, y como 10s magos persas, sacerdotes dotados de gran virtud y y Francia. Antes de aquel año, y de aquella observación, se ha venido
ciencia. Allí observan aún los hábitos de su raza, y sus leyes y lengua, estimando por unos la distancia de la Tierra al Sol en noventa y un
en la comarca que llaman los mexicanos Tierra de Guerra, que se extiende millones de millas, y por otros en noventa y cinco millones: hoy se le
de Tabasco a Chiapas y que riega el alegre Uxumacinta, cargado de estima en noventa y dos millones ochocientas mil millas. Los astrónomos
flotantes frutos y gigantescos lirios. No eran ignoradas estas cosas, pero creen que hay aún error, y se apresuran a corregirlo este año, porque
no se habían dicho aún tan seguramente como las dice el americano Le hasta el año 2004 no volverá a pasar el pianeta Venus entre la Tierra y
Plongeon, anciano atrevido que en compañía de su instruida esposa, joven el Sol.
inglesa, recorre las ruinas de Yucatán, trata con los indios, les habla en -Entre los filósofos nuevos de Alemania, se distingue Eduardo von
su lengua, vive en cabañaa en los bosques y desentraña estatuas y reliquias Hartmann, y, a pesar de ser muy reciente, ya es muy celebrada su última
en el fondo de la selva. Más se sabe ahora de los mayas, merced a las obra, no traducida aún del alemán, y cuya importancia va dicha con
piedras que ha desenterrado, pinturas murales que ha descrito, y jeroglí- decir su título: “La conciencia religiosa de la humanidad en los grados
ficos que estudian Le Plongeon y su esposa, más diestra aún que el doctor de su desarrollo.” La cuna. infancia, virilidad y senectud de los sistemas
en estos estudios,--que lo que se sabía por los tres únicos monumentos religiosos imaginados por los hombres, está allí observada con todo ese
de los mayas que los americanistas recordaban en sus anales, y que son: rigor de detalle que distingue y daña a los pensadores alemanes, y con
el “Código de Dresde”, que está en la Libreria Real de Dresde; el “Ma- un tanto de estrechez en la pesquisa de las razones que han ido llevando
nuscrito mexicano número 2”, que guarda la Librería Imperial de París; a los hombres a la creencia en determinados códigos de verdades
200 MARTÍ / PERIODISMO DNERSO SECCIÓN CONSTASTE 201
3. MARZO 3
4. MARZO 9
5. MARZO 10
6. MARZO 11
7. MARZO 13
8. MARZO 14
9. MARZO 16
10. MARZO 24
ll. MARZO 27
12. MARZO 28
13. MARZO 29
14. MARZO 30
1
-Ha muerto en loa Entados Unidos del Norte una noble mujer, esposa
de un hombre rico en talentos y fama, la señora Coleman, que fue en vida
un espíritu todo caridad y ternura, enérgica para buscar la verdad, obrar
conforme a ella, y predicarla. Su fe ardiente en otra vida, que ella deducía
de au rarón, fue propagada por la señora Coleman con celo y unción
racerdotaletr; y era la base de eu religión, la mejoría de eeta vida, y la
preparación para la que la sigue, por el constante aunque trabajoso
ejercicio de la virtud. Veía en las prácticas moralea las verdaderas
prktican religiosas; y a la par que sostenía la urgencia de estos difícilea
actolr internoa, que no ve más que el alma, que ea bastante testigo,
mantenía la inutilidad de lar.actoe de veneracibn exterior que a su juicio
no hacían más que dar a las almas un pretexto para creer que obraban
bien. Merecen mención los funeraleg que trw amigos hicieron a la señora
Coleman, cuya vida casta y eepírítu benévolo resplandecían en IW rostro
ya exangüe. Reunidos lor amigos lealea en torno al féretro, entonaron
el himno que la noble aefíora prefería: “iCerca, mi Dios de ti!” eeguido
de otro, no menos hermoso, que comienza: “No hay muerte”. Un orador
elocuente pronunció el elogio de la señora Coleman, al cual se unieron,
con otras pláticas cariñosas a propósito de EU vida, señalada por au
bondad, energía y fe en el triunfo de la filosofía espiritualista, otror
caballeroe y damar que aei&ían a loa funerales. Una dama de la comunim
dad pronunci8 luego una ferventísima plegaria al “Sobre-espíritu divino
omnipresente“, y acabó la triste ceremonia cantando *odos en coro un
himno bello: “iOh, dulce tierra de caliente estío 1”.
-En esta Arna Sección de nuestro periódico hemos alabado a lar
jóvenes pintorea de México, herederos del pincel rico en colorea de
Cabrera, y del renombre de Juárez, Echave y Arteaga, los pintores que
dieron gloria a México en otro tiempo. En una excelente revista extran-
jera hallamorr ahora honradoa los ,nombrca que nowtror celebramor.
“Además de los aeuntor hebreodice el viajero-tratador con una gran
222 MAlVi / PERIJDISMO L)IVERSO
SECCIÓN CONSTANTE 223
suavidad de tono, pureza de dibujo, y suntuosidad de color, que dan a
libertad, aunque la viole cuando su ejercicio le estorba en sus dominios,
aquellos cuadros cierto aire convencional, frío y escolástico, vi con placer
otros cuadros de muy diversos asuntos que llenan salas enteras del rico y no hay más de 7O,ooO,y en Holanda, la tierra donde aún mora, contento
espacioso Museo. Quedé prendado de un lindísimo Cupido, envenenando de sus hijos, el espíritu del heroico Guillermo de Orange, hay el mismo
una flor, de Manuel Ocaranza, que es un verdadero maestro, lleno de número que en Inglaterra.
originalidad y de gracia. Y me detuve lleno de asombro ante el gran Lu Opinión Nacional, 1 de marzo de 1882
cuadro de Félix Parra que representa al padre Las Casas rogando a Dios
a la puerta de un templo indio, por aquella raza infeliz, una de cuyas
mujeres se le-abraza a las rodillas, y hunde en ellas el rostro espantado J 2
lleno de lágrimas a la vista de su joven esposo asesinado por haber ido
a orar a sus dioses, en el atrio del magnífico templo. La luz del alma -Nuevas pruebas amontona la experiencia contra los que mantienen
y la luz de la naturaleza se unieron para hacer una maravilla de aquel que todo en el hombre esproducido por el choque de una acción externa;
cuadro. Esto lo hizo Parra, no ahora, que está en Europa, sino cuando no que el hombre no es más que un pedernal que al ser herido por el eslabón
había salido de México, ni visto más que su cuarto de estudiante y los produce chispas; que no es más, en suma, el hombre que un receptor de
salones del museo.” Por sentimiento, dibujo y color armonioso es digno impresiones, que tiene el poder de ordenarlas y contarlas, o un haz de
ese cuadro de figurar en cualquiera de las grandes exhibiciones del nervios, que los actos exteriores sacuden caprichosamente, sin reconocer
mundo. Tienen los mexicanos un paisajista, Velasco, a quien no conozco en las facultades espirituales del hombre, que niegan, la capacidad de
rival como maestro de distancia. Y esculpencomo pintan. Pueden estar reproducir actos que no necesitan de nuestro juicio o el calor de nuestra
los mexicanos contentos de sus discípulos en ambas escuelas”. imaginación. Pocos meseshace, unos guardias de la policía recogían de
-En otros siglos los grandes crímenes se consumabansin protesta: en una acera a un infeliz que moría entre horrendas convulsiones, “y sentía
éste, la humanidad generosano deja que se consumensin su anatema Ios todos los síntomas que él sabía que producía el arsénico”,-cuando en
crímenes que la ofenden. Los hombres, nacidos para amarse, comienzan realidad no había tomado arsénico, como creía el agonizante, sino unos
a conocer los verdaderos fines de su vida, y a rebelarse los atizadores de polvos inofensivos que le vendió, adivinando su intento, un farmacéutico
odio, que visten de idea política o religiosa suspasionese intereses. Siglos precavido. Ahora acaba de darse otro casosemejanteen Filadelfia: murió
ha, realizábase en silencio la expulsión de los judíos, que vagaban como allí un niño de hidrofobia, y, en una de las convulsiones de su agonía,
hombres malditos por la tierra cristiana, que les negaba, en nombre de un trozo de la flema espumosaque le llenaba los labios cayó en uno de
aquel que fue todo amor, el pan, el agua y la sepultura. Hoy de todas los ojos de su padre. Es éste de temperamento nervioso, y creyó al punto
las partes de la Tierra se alza un clamor unánime contra la expulsión de que se había contagiado de la enfermedad terrible. Experimentó todos los
ios judíos, movida en todas partes, apenas se observa un poco, por el síntomas, llegó a toser con eseruido de ladrido con que todos los hidró-
celo de los comerciantes que no pueden rivalizar con ellos en las artes fobos tosen, y, a despechode todos los esfuerzos de sus médicos, moría.
del comercio. Hay en el mundo 7.000,000 de judíos, de los cuales cinco En vano se le decía que la hidrofobia no se comunicaba de aquella ma-
millones y medio viven en Europa, cuya mayor porción habitaba hasta nera; en vano le alegaba uno de los médicosque él también había recibido
hoy en Rusia, de donde hoy con tal crueldad se les expulsa, y se les en el rostro y en las manos aquella espuma flemosa; en vano le repetían
apalea y mata en las calles, como a canes dañinos. 2.700,000 judíos hay que la enfermedad no podía desarrollarse a aquel grado en tan breves
en Rusia; millón y medio andan repartidos por Austria y Hungría; un horas. Lograron al fin calmarlo con poderosasdosis de cloral.
poco más de medio millón vive en Alemania; donde su influjo es notorio -No hay como acabar cuando se habla del comercio de los Estados
y temido, su habilidad financiera extrema, y su riqueza cuantiosísima. Unidos del Norte. Está ahora a punto de tomar un aspecto desfavorable
En Francia no hay más de cincuenta mil judíos, en Francia generosa, el comercio de aquel país y España, porque a los periódicos españoles
donde nadie es extranjero. En Inglaterra, que profesa el amor de la parece aún excesiva la suma de transacciones que los norteamericanos
hacen con Cuba, y los norteamericanos hallan que Cuba es el único país
SECCIÓN CONSTANTE 225
224 MARTÍ / PERIODISMO DXYERSO
de poca valía, en tanto que hombresde cerebro pequeño han dado muestras
y pruebas de poseer singular inteligencia. El volumen, la densidad, la 7
composición química del cerebro, fueron examinados luego sin mayor
provecho. Manouvrier, un fisiólogo de quien habla Quatrefages,-estt -Hay en Guatemala un buen poeta, hombre humilde, que debe su
hombre sabio en este género de estudios, y en cuanto hace al origen y educación y bienestar a sí mismo, y que merece, por esto y por la belleza
composición del ser humano,- se dedica ahora con especial ahinco al y armonía de sus versos, atr alabado; se llama Francisco Lainfiesta.
examen del cerebro. Tomando ciertos tipos animales, inferiores en el orden Cuando canta asuntos vulgares, ocasionaleso impuestos,su poesía, como
intelectual, y admitiendo que cierta cantidad dada de materia encefálica, toda poesía que cante asuntossemejantes,ea demayada, pobre y confusa.
tomada en su mínimum, corresponde a sus funciones de elación (sensi. Pero cuando canta afectos del alma, hermosurasde la naturaleza, asuntos
bilidad, motricidad y gtnéración) -comienza, al examinar cada cerebro, espontáneosy que ni la moda, ni el hábito de andar haciendo rimas, ni
por separar de él este mínimum de los tipos inferiores, y el exceso de 1a.sobligacionessociales,le imponen,- los versos de Laínfiesta son airosos,
materia encefálica que en el cerebro haya sobre ese mínimum, es el grado sentidos y mtlodiosos.4.o s versos han de ser como la porcelana: sonora
y transparente. Y así suelenser, cuando no imita o canta cosasimpoéticas,
de inteligencia de que era capaz el cerebro así analizado.
loa vemos del poeta guatemalteco. Se distingue por la castidad de zua
-Acaba de llegar de Laponia, y de contar susviajes a la Sociedad de sentimientos, y por la perfección con que los acentos están distribuidos
Geografia de París, un intrépido francés, que es un gran subidor de en sus rimas. Una vez estuvo fuera de eu patria, y escribió, durante au
montes, y no teme a los fríos, más sí a vivir sin gloria: el explorador vuelta, su obra mejor, u-na serie de poesías pequeñas, que forman un
Rabot. Ha visitado en Laponia los alrededoresde Rosvande,y un grandi. conjunto acabado, en que refleja las emocionesde su ánimo, desdeque
eimo lago que hay en la Noruega Septentrional. Ha viato a los lapones
abandona la bahía norteamericana hasta que vuelve a ver playas latinas.
de aquella comarca, que en su mayar parte no han visto el mar, ni saben
Se llaman estosveraos, realmente hermosos: De New York Q Panamá. DO
de Geografía, y hacen canoas excelentes para los pescadores. Ha estado
nuestrospoetas, a ninguno se parece tanto, lo cual es ciertamente un buen
en las cumbres heladasde aquellasregiones. Ha subido al Sarjektjaotkko,
elogio, como a nuestro modestoy sentido Domingo Ramón Hernández.
que es por cierto nombre difícil, mas que ha de ser anotado, porque
-Va a publicarse en Colombia un libro del Dr. Manuel Uribe Angel,
con él se conoce la montaña más elevada de la Laponia, que, después
médico muy respetado entre nuestros vecinos por su saber y SUI virtudes.
del Petermanspítze de Groenlandia, es la más elevada de las cimas
El Dr. Uribe es académico correspondiente de la Española, autor de la
conocidas en torno de la región polar.
Geografía física e histdrica de la conquista de Antioquia, y orador fácil
-Entre los libros que ewribíó Charles Blanc, académico francés,
y galano. Ha ayudado a hacer templos y hospitales; y recuerda por su
consumadocrítico y elegantísimo cronista, hermano de Luis Blanc famoso, bondad la de un colombiano que fue muy bondadoso, y ha sido muy
cuentan como dos de los mejores,- amén de la “Gramática de las Artes llorado, José María Vergara. El libro nuevo del Dr. Uribe, que ir8
del Dibujo”, que es un libro selecto y aristocrático-“El Arte del Adorno acompañadode láminas dibujadas y grabadas en Colombia se llama La
y del Vestido” y “La Decoración Interior de ia casa”. En español hay Serrana, y es una leyenda histórica.
dos libros semejwrtesa éstos, de un buen escritor, Miguel y Badía, que
-Ha muerto Autrbach, nombre que se había decho notable como el
se llaman “La Habitación” y “Muebles y Tapices”. Mas distan mucho
de un escritor elegante de novelas originales, en esta época en que la
de poseer el instinto estético y el estilo rico que avaloran los dos libros
novela absorbe tanto a escritores y lectores, rebajando frecuentemente
de Blanc. Cada línea de esasdos obras francesas despierta una sonrisa,
laa facultades de aquéllos y el carácter de éstos. Hay mucho de lo ver.
y deja una lección. Blanc creía que dulcifica mucho la existencia el poseer
dadero desconocido para que demos nuestro tiempo al estudio de lo
buen gusto, y el saber aplicarlo.
ficcioso. Una buena novela es un manjar exquisito, pero no manjar de
postres. No pueden ser las novelas “el cuerpo de comida” de un hombre
La Opinión Nacional, ll de maru, de 1882
de eztos tiempos. Por fortuna, el alemán Autrhach, cuyas obras andan
234 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO
SECCIÓN CONSTANTE 235
tn varias hanguas,escribió algo más que eventos, y estudios de pasiones
enfermizas sentidas por seres imaginarios, los cuales no pueden servir 8
de regla ni de provecho a seres reales. Auerbach era judío,-a tal punto
que la persecución que loa judíos sufren ahora ha precipitado su muerte, -Austria acaba de convocar a suspoetas, a quienes ofreció el premio
-y escribió en sua mocedadesuna buena obra sobre “El Judaismo y la de cien ducados, para el himno nuevo que presentasen al certamen,
literatura moderna” y una novela, que lleva el nombre de un filósofo respondiendo más a las nuevas necesidadesy espíritu presentede Auatria-
célebre “Spinoza”, y que vale, más que por novela, porque describe Hungría que el Watch am Rhein de los alemanes. Quinientos poetas
hábilmente a aquel hombre y su época. Hay novelas, como las de Her- acudieron a la convocatoria, mas el premio no ha sido para ninguno de
culano el portugués y Walter Scott, que son encantadores libros de 10s bardos acariciados por la fama, sino para Joseph Winter, estudiante
historia: con leerlos sí que no desperdiciamosnuestro tiempo. El libro de medicina de la Universidad de Viena, desconocido hasta hoy como
que dio más fama a Auerbach, fue los “Cuentos de Aldea de la Selva hombre de letras. Así acaba de suceder en Colombia en los dos últimos
Negra”, que se parecen algo a las deliciosas narraciones campestresde certámenes: los premiados no han sido Pombo, ni Isaaca, ni Ortíz, ni
Emile Souvestre. Cuando la guerra prusiana, el novelista se hizo corres- ningún otro de loa bardos consagrados, sino Rafael Tamayo y Ruperto
ponsal de guerra para un periódico de Berlín. “En las Alturas” se llama Gómez, dos jóvenes ignorados y modestos,ambos hombres de letras y de
otra obra suya celebrada, rica en descripciones. Después de éstas, trabajo. Y no sólo el primer premio de Viena fue para un estudiante
“Waldtried”, “Edelweiss”, y “La Mujer del Profesor” son sus creaciones sino el segundoy el tercero, que ganaron alumnos de Viena y de Leipzig.
más conocidas y estimadas. Dicen que el himno de Winter es airoso y entusiasta.
-Leyendo un libro de buenospensamientos,damoscon éste excelente:
-Jugaba rol es una frase que leemos a cada momento en varios
“De la uva estrujada sale el mejor vino; del alma que ha sufrido brotan
papeles de América, y especialmente en papelea bonaerenses. Ver un
las más dulces melodías.” Esto dijo Gail Hami!ton, y al lado de SU
desliz tamaño en el lenguaje es como ver una mancha en el lenguaje. Es
pensamientoleemoseste otro de Pascal, que sienta bien a los intolerantes
imposible, sin saber francés, entender lo ;ue se quiere decir con frase
en cuestionesreligiosas, y les enseñalo racional de la tolerancia: “La
semejante. Es tmposible, aunque se conozcan todas las fuentes de la
ortodoxia en un lado de loa Pirineos puede ser herejía en el otro lado.”
lengua castellana, deducir de ellas 10 que esa frase significa. iCómo ha
-La entrada del año se celebra en Grecia con una animación extra-
de ser castellano ese jugaba rol? Dígase no tenía parte, no representaba
ordinaria. Atenas olvida ese día sus pesares, sus celos de Turquía, SU
papel. No andan las bellezastan de sobra en la vida, para que desdeñemos
rey inseguro, sus republicanos fervorosos. Todos los ateniensespasan
así las de nuestra hermosísima lengua.
en las calles el día 31 de diciembre. No tienen punto la algazara, 10s
-Los helenistas,-y son muchos los que en Europa y en nuestros silbos, loa pitazos. Todos los instrumentos de hacer ruido encuentran ese
países de América cultivan las letras griegas,-acaban de perder a uno día 31 ocupación. Comienza entonces la fiesta de Año Nuevo, que
de sus maestros,el filólogo francés Graux, a quien Cobet, otro helenista termina con una procesión tradicional en la calle de Hermes. Las calles
famoso de Europa, celebraba como a un sabio respetable, cuando no de Hermes, de Eolo y del Estadio, son las más concurridas en esosdías,
tenía Graux más de 22 años, y había registrado ya todas las bibliotecas en que todo el mundo luce sus vestidos de fiesta. El día primero del año
importantes de Europa, y anotado y comentado cuanto manuscrito griego se celebra en la iglesia metropolitana, con asistenciade los reyes, lo que
de importancia había hallado en ellas. Estuvo en España, e hizo un se llama en rito griego una doxología.
catálogo de los manuscritos de la biblioteca de Madrid. Dirigía con mere- -En un hermosopaís de Noruega, cuyo paisaje ostenta severa hermo-
cido éxito el Journal des sauantsy tenía derecho a dirigirlo. Ha muerto aura, y cuyo nombre es Gausdal, vive, en una hacienda cuyo cultivo
joven. dirige, el noble y amado poeta noruego Björnstjerne Björnson. Allí
recoge, con bondad de patriarca, a cuanto infortunado de las cercanías
La Opinión Nacional, 13 de mano de 1882
le pide asilo, y los presenta como “sus buenos amigos” a los huéspedes
de la casa. Ahi conversa de mañana, dando consejos y recibiendo
SECCIÓN CONSTANTE 237
236 MARTf / PERIODISMO DIVERSO
a una sensación muy desagradable en los oídos, y los pasajeros túnel, replica que todas las combinaciones químicas para volar el túnel
at
ca”s ían volver a pie que volver por el ferrocarril. En la vía neumática en caso de invasión, pueden fallar en el momento dado, por torpeza, por
prefer
d proyecta, hay la ventaja de que todo choque entre trenes queda cohecho; por inactividad de los empleados ingleses encargados de aplicar
que
evitado, puesto que no habrá nunca dos trenes en la misma sección del la combinación, o por un golpe de mano de los invasores; y no parece
dl mismo tiempo. El bumo y loa olores desagradables que parecen a Sir Garnet que, por salvar a unoa cuantos pasajeros del mareo, deba
es en los ferrocarriles subterráneos desaparecen a lo que dicen los correrse el riesgo de una invasión, si no probable, posible. De todos
inevit
t”bo 2b’
uctores, en la via neumática. Pero se pregunta con ansiedad qué modos sería preciso construir fortificaciones en la boca inglesa del túnel,
constr
e los pasajeros, si se interrumpiese inesperadamente la acción del y tenerlas repletas de soldados, gastos todos a los que de seguro no están
seria b
pe ha de mover el tren en el instante en que éste estuviera en viaje, dispuestos los accionistas de la empresa. Y a la hora en que escribimos,
aire q
Po que ajustar los carros, como tendrán, exactamente a los tubos las ideas de Sir Garnet están siendo las dominantes en la cuestión del
tenien
ía, por lo que no parece que en este caso angustioso hubiera cómo túnel, que es, con la política de Egipto, la liga de Irlanda, y la construcción
de la 4
e los carros 0 llegar en salvo, y sin asfixiarse, a la estación próxima. de pequeños buques de guerra, una de las cuestiones capitales de la actual
salir
e ha celebrado en París con fiestas musicales y banquetes el política británica.
3
ario de Auber, cuya música ligera es aún tan gustada en Francia,
centen
ingenio era tan juguetón y brillante como su música; tanto, que La Opinión Nacional, 27 de mano de 1882
Y CUYO
no le *iamaban Auber sino “Esprít”. Aquellas óperas suyas, esmaltadas de
icantes y sencillos, no pueden parecer por cierto cosa extraordinaria
aires l!
pue han oído después la música geniosa y atrevida de Berlioz, y 12
a los
ora los coros tempestuosos de las óperas de Massenet. Pero
oyen Bh
s sabe que es buen modo de mantener el espíritu nacional, concen-
Franci -Uno de los pintores más famosos, y más originales e independientes
vez en cuando la atención pública en aquellos qne lo han poseído,
trar dl de estos tiempos, es Munkacsy, un húngaro. Ya es un potentado, merced
u otra esfera, en grado sumo. Se reanima el orgullo de lo que
en un / al precio extraordinario que alcanzan sus cuadros, y hace poco vivía
,T, se aviva el deseo de imitarlo o superarlo, y crece el saludable
se tuv en la miseria, que llevó como debe llevarse la miseria, sonriendo y biza-
de perderlo. Patria y humanidad van siendo palabras vulgares,
miedo rramente. Una de sus obras celebradas es el cuadro en que el triste Milton,
o mal usadas, o usadas por los que las explotan o no alcanzan a
de pui ciego, lleno de dolores de familia, y sentado en su sillón ancho de roble
ero esos son los dioses nuevos.
ellas: /r y cuero, dicta a sus hijos los versos del Paraíso Perdido. Otro cuadro
‘e sabe que especuladores franceses e ingleses acarician desde hace de Munkacsy, que revela a un hombre honrado y venturoso, es Um
-9
iempo la idea de construir un túnel entre Dover y Calais, que hace vi&a, la visita de las amigas que vienen a conocer al niño que acaba de
algún I
/arios a los numerosísimos viajeros entre Inglaterra y Francia el nacer a su amiga, que sonríe pálida y orgullosa, vestida de ropas blancas,
innece9
. 1 viaje a través del Canal de la Mancha, revuelto siempre y desde su sillón de convaleciente. Está allí de tal y tal modo reflejada 18
enoJ0s ado. Pero ahora se levantan objeciones de alto carácter nacional, felicidad doméstica, que ver el cuadro hace entrar en deseos de aspirar
entres P
,+enazanahogar la empresa en su cuna. Inglaterra parece atenderlas, a ella. Ahora Munkacsy, que es un hombre leal y modesto, piensa visitar
que anarlamento no las desoye, y está dispuesto a estudiarlas minuciosa- a Munkacs, la ciudad en que nació, y donde los habitantes le preparan
y el P
El argumento principal de loa adversarios del canal es que el una recepción suntuosa. Entre las ofrendas de la ciudad, es muy bella
mente.
. militar que de él puede venir a Inglaterra es tan grande, que él una corona de laurel, hecha de plata oxidada. Los cuadros de Munkacsy
rdreyebastar a impedir que el túnel se lleve a efecto. A eso responden los están llenos de naturalidad y de poder. Se ven en ellos las figuras, poco
elistas que el túnel puede ser construido de manera que en caso acabadas a veces, pero como vivas y de bulto; y no planas y sin vigor,
pro tu! ión or él, suceda a los invasores lo que en el mar Rojo sucedió
de invB8 ’ como en los cuadros lamidos y convencionales de casi todos los pintores
cito del faraón; pero Sir Garnet, opuesto a la construcción del modernos. Relieve y luz, una especie de deslumbradora luz boreal, son
al ejér
244 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 245
las cualidades con que contribuyen especialmentea la pintura moderna de que vendría en persona en la madrugada siguiente a matar a la zorra,
los artistas de esoapaíses, en cierto modo primitivos, del centro y este cuando tuviese aún el hocico agudo en el gallinero; lo cual hizo, porque
de Europa. Esas son las condiciones del infortunado Chelvowsky, pintor el rey italiano no promete en vano, y caza bien. Gozoso el campesino,
polaco, que de excesode amor al lujo, acaba de volverse en París loco; las retuvo a Humberto a que almorzase con él, y luego del almuerzo, le
de Vereschagin, el gran pintor de Rusia; de Hans Mackart, el célebre obsequió con una moneda de dos francos, que el rey volteó en el aire
austríaco, cuya faz franca, luminosa y robusta, anuncia el tamaño colosal, alegremente, diciendo que la guardaría con esmero, porque era el único
forma bella y vida natural de sus creaciones.. dinero que había en toda su vida ganado con su labor propia. Por de
-Para muchos de nuestros lectores son sin duda conocidos loe nom- contado, la crónica romana añade que dos días despuésdel de la caza
bree de las actrices más renombradas del teatro francés: la Bernhardt, la de la zorra, un carruaje lleno de presentes,en que iba un oficial del rey,
Croizette, la Baytet, la Barietta, la Reichemberg, la Brohan, la Esvart, se detuvo a la puerta del azorado campesino,que no supo hasta entonces
la Dinah Félix. Ahora está a punto de hacer su estreno en París, en el quién había sido el salvador de su gallinero.
“Teatro Francés”, una actriz nueva, a la cual conceden los críticos eingu- -El barón Nordenekjold, el célebre navegante sueco, explorador
lares aptitudes. No es francesa, sin embargo, sino rusa; y se llama Mlle, afortunado del Polo Artico, dice que el único pájaro que halló en el
Teyghine, que ya comienza a dar prenda de buen gueto en la elección extremo Norte, fue el Emberiza nivalis, que hace sus nidos en las grietas
de su obra de estreno, la cual será una de esaselegantísimascomedias de las piedras y en las ásperasrocas, y que retando y venciendo a las
de guante blanco que escribió Alfred de Mueset, delicadas y vagas, como nieves terribles, canta alegre entre ellas, y regocija con su gorjeo animado
el color de aquel tentador y venenoso ajenjo que fue su bebida favorita. a los sombríos habitantes del Spitzberg. Hace su nido de yerba seca,
-La nueva novela de Zola, desde el nacer famosa, ha sido pagada plumas y arena.
a extraordinario precio por el CarJois, ese brillante y activo diario pari-
La Opinión Nacional, 28 de mnrm de 1882
siense, afortunado rival del Figuro, a quien anda disputando siempre la
primicia de los libras y talentos nuevos de Francia. Por el derecho de
publicar en sus columnas el Pot-Bou&, pagó el Gaulois a Zola treinta 13
mil francos, cinco mil más de loe que le pagaba el Globe, a quien había
hecho antes la venta el novelista. El primer capítulo del libro ha causado -Inquieta a 10spensadoresinglesesy norteamericanosla disminución
curiosidad y escándalo, porque desde él comienza ya Zola a sacar a luz, visible y rápida del número de matrimonios que ae vienen realizando
sin cuidado del decoro de loe ojos, inmundicias que deben ser puestas cada año en Inglaterra y loe Estados Unidos del Norte. Señalan como
en vergüenza si son regla, porque el mal terrible quiere remedio terrible, causasobvias el temor que a los hombres inspira el casamiento por la
pero que deben ser calladas si no son más que excepciones, por estar idea de lucro que las mujeres por aquellospaísesllevan a él, y loe excesivos
éstas, y haber de estar inevitablemente, sin que su publicidad baste a gastos a que las mezquinas, huecas y funestas vanidades sociales llevan
corregirlas, en la compleja e imperfecta naturaleza humana. a las esposas. Otros tachan a loe hombree de cobardes, y no menos
-El rey Humberto parece, a la par que defensor valiente y entero culpables de vanidad, por no querer confesar nunca que no poseen los
de la unidad e independencia de la nueva Italia, hombre llano y afable, medios necesaria1para una vida dispendiosa, sino para una existencia
que divierte sus ocios en perseguir zorras, liebres y venados. Es frecuente modesta. Otros achacan el triste fenómeno al exceso de amor a la riquexa
verle, como se le ha visto este año, solo por el campo, cazando, sin más que envenena y ofusca a aquellos pueblos. Esto es que en Inglaterra,
cortejo que sus dos perros. Acaba de Ber héroe de una airosa aventura. donde en 1872 hubo, por cada 10,008 habitantes, 176 matrimonios, no
En una de sus solitarias correrías, se encontró con un campesino que, ha habido en 1881, en cada 10,000, más que 132. No es éste un hecho
creyendo que el rey era uno de loe monteros de la casa real, se le quejó sencillo, sino grave. Un carro sin eje viene a tierra; y así da en tierra
de que una zorra le comía noche tras noche sus buenas gallinas, y ae un hombre sin hogar. Hay más abismos en las almas solitarias que en
fugaba antes del alba, a cuyas quejas respondió Humberto con la promesa las cordilleras de montañas. Ea un error capital y tremendo equivocarze
246 MARTí / PERIODISMO DIVERSO
SECCIÓN CONSTUTE 247
de mujer; pero IO es aún mayor, vivir sin una buena compañera. La
los balcones ferrados, las iglesias húmedas, los canales misteriosos, y
casa es como un manantial perenne, de donde se sacan fuerzas diarias y
brillar de espadasy de ojos, y jugar del sol en los ramos de flores. EI
nuevas, siempre frescas, y siempre poderosas, para la batalla de la vida.
genio de Peón es una maravilla. Crea tipos como la selva ruidos, el sol
Juvenal predijo la caída de Roma, cuando vio decaer la costumbre del
rayos y arenas la playa. Adivina lo que no sabe. Los siglos pasados
matrimonio en Roma, donde durante cierto tiempo estuvo en vigor una
cruzan como vivos a sus ojos. Este grandisimo poeta, a quien huho
ley que imponía mayor contribución al hombre soltero que al casado.
crítico celoso que aconsejó que quemasesus dramas, tiene tiempo para
--La escritora francesa Julieta Lambert, o la señora Edmond Adam, curar con sus recetas, porque es magno médico, y con sus rimas, porque
:ljr como se sabe son una sola y famosa persona, es sin duda una de las es gallardísímo bardo. A vivir lo que Lope, no habrá escrito al fin de
mujeres más ocupadas de nuestros tiempos. Sobre su gran influencia en su vida no menosde lo que dejó escrito Lope.
los hombres y cosas de la República, harto se ha escrito, y llega a tanto que -Se pagan en todas partes de la tierra grandes sumas por vinos
se supone que va a Rusia a preparar la obra que han de emprender de franceses,y cierto que, cuando son vinos, son exquisitos, suaves, gene-
concierto Rusia y Francia para mantener en jaque a Alemania. Va a rosos, ligeros; y hechos para poner alas en la lengua, y no grillos, como
ver tanta gente a la señora Edmond Adam, que ha tenido que quitar de todo vino pesado. Pero es lo cierto que muchas veces no son de jugo
sus vastas y suntuosas salas los jarrones, estatuas y objetos varios que de vid las botellas que tan caras senos venden, o no son de vid de Francia.
contribuían a embellecerlas: todo mueble de adorno, todo artículo super- En el año pasado, los exportadores francesestuvieron que comprar 24
fluo que ocupaba lugar en 10s salones ha sido alejado de ellos, para millones de galones de vinos extranjeros, que fueron de España en
hacer espacio a la compacta concurrencia que llena por las noches los mayor parte, y dos mil quinientas toneladas de pasasde Esmirna y de
salones de la directora de la h’ouvelk Revue. Dícese de ella que en su Chipre, que remojan y estrujan, y de las que sacaron unos dos millones
trato social es una dama seductora. Como dirige nersonalmente, y con más de galones, que salieron de Francia vendidos por finísimo clarete.
mucho celo y éxito su periódico,-que por su naturaleza de revista, y -Publican los antropólogos ingleses una revista que goza de buen
tendencia antigermánica, exige grandes cuidados,-trabaja muy frecuen- nombre, y se llama Periódico del Institllto Antropológico de la Gran
temente hasta las tres de la mañana. Mientras almuerza, ruedan delante Bretuiía. En él han visto la luz muy buenos artículos sobre el arte de la
de ella un escaparatecon susvestidos, de los que elige los que quiere para música, la época de su aparición y el modo de su desarrollo entre los
el día cuya factura v ornamentos preside, y que llaman siemprela atención hombres, y de esos estudios, cimentados en hechos, se deduce que el
por su novedad, sobriedad y gracia. Su constitución es saludable, y arte de la música en los tiempos prehistóricos pasó por tres estados
ayudan a fortalecérsela sus hábitos metódicos. Cuando sus deberessocia- distintos de desenvolvimiento, cuyos estados,y esta profunda observación
les, y sus faenas literarias la han fatigado mucho, huye de sus amigos, y nos mueve a esta referencia, se sucedieron invariablemente y en el mismo
se refugia en su casa de campo, de donde vuelve con las nuevas fuerzas orden los unos a los otros en todos los pueblos de la tierra. Pues que ino
que requieren sus diversas y grandes labores. hay hoy mismo hombres que viven en la edad de hierro, y en la más
-Ha publicado en México el dramaturgo célebre José Peón Contreras, remota edad de piedra?
un libro de “Romances Históricos”, que es un nidal de dramas. El
mismo poeta anuncia que de cada uno de aquellos romances,-que son La Opinión Nacional, 29 de marzo de 1882
tan bien habladoscomo los del duque de Rivas, y más sueltosy brillantes,
hará pronto un drama. Los “Romances” de Peón están llenos de capi-
tanes gentiles, oidores severos, dueñas bribonas, galanes audaces, niñas 14
encarceladasy monjas discretas. Todo aquel México del siglo XVII, tan
pintoresco y tan dramático, se pasea por el libro nuevo de Peón. Con -El estado nervioso, tan frecuente en nuestros hombrea y mujeres,
breves pinceladas dibuja de cuerpo entero sus personajes. Las galas de no es más que debilidad nerviosa. El agría nuestro carácter; él nos
sobresalta y nos contrista; él finge a nuestra imaginación excitable
la rima no entorpecenel desarrollo de la acción. Se ven las calles sombrías,
enfermedadesimaginarias, y no hay más que un medio de salvarse de él:
248 SECCIQN CONSTANTE 249
MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO
fortalecer el sistema nervioso. Un gran médico acaba de reducir a simple independencia de los invasores europeos, que no ocultan su anhelo de
fórmula higiénica d medio de curación: 1a prescripción primera es una adueñarse al cabo de aquellos hermosos paises y del Sultán de Turquia,
amplia medida de aire fresco y puro, a lo cual se opone, porque agrava cuyo gobierno odian. Y la tierra árabe se ha llenado de redentores. Uno
grandemente la debilidad nerviosa, ese hábito nuestro, y de nuestras damas se llama El Mehdí, y guía a la tribu Sanoussi en Trípoli, donde predica
sobre todo, de pasar gran parte del dia y de la noche en habitaciones que es él el esperado Messiah de Islam. El Mehdí también se llama a si
donde la lux del kerosene consume todo el oxígeno que debieran respirar mismo, otro, pero ese no CLI hombre de armas, como el de la tribu de
nueatros pulmones, y en donde durante el dia no corre el aire bastante Sanoussi, sino un reformador religioso en apariencia inofenaivo, que
libremente. Los nervios son avaros de oxigeno, y viven mal donde no anda enseñando a las gentes el Korán que ha enmendado. Y ahora
lo hay, y donde lo hay se vigorizan. La prescripción segunda ordena que aparece un tercer El Mehdí, que es también hombre de armas, y ya ha
se coman abundantemente manjares nutritivos y bien cocinados, porque domado en más de un encuentro las de Egipto.
no hay cosa que acalle ,a los nervios como darles carne, ni hay nada que -Explica estas apariciones la profecía árabe que fija para el fin de
los predisponga y disguste como darles vegetales, a los que somos nosotros este año la venida de un Mehdí redentor, profecía que aprovechan CBOS
por cierto sobradamente aficionados. Y ordena la tercera prescripción caudillos entusiastas para sacudir el poder del sultán, contra el cual b~
que ae haga suficiente ejercicio fisico al aire libre. Hasta la excitación rebeló ya el infortunado khedive Ismael, depuesto por el influjo de loa
nerviosa de los lunáticos, que auele ser terrible, se calma trabajando. El poderes europeos, y el fiero Hussein, gran sherif de la Meca, que murió
trabajo corporal o un largo paseo acallan los nervios excitados que nos asesinado a manos de un derví.
ponen a laa vetea trémulos y descontentos, y airados de la tierra y de -Hay en el Himalaya occidental en la India un alto monte, que se
nosotros mismos, e incapaces en algunos momentos de fijar nuestras llama Leh, y en su cima hay un observatorio meteorológico, servido por
ideas aobre d asunto más trivial. Estas iras nerviosas, en vez de caer ingleses. Allá ha ido un profesor notable, bien provisto de instrumentos,
sobre nuestros familiares, o de ser vertidas en lánguidos versos, deben a observar las variaciones del calor solar. El año pasado, no fue en la
aer echadas alegremente al aire fortificante en un largo paseo. India, sino en California, donde se observaron, en el Monte Whitney, donde
-Sarah Bernhardt, la actriz famosa, que ha querido asombrar a los vio cosas nuevas y maravillosas el profesor Langley. De ingleses también
hombrea, y los ha asombrado, más que por la fuerza de su talento, por la es un libro que acaba de publicarse sobre la relación de la temperatura
de su voluntad, estaba a última fecha gravemente enferma en Génova. y las manchas del sol. De lo que se ha estudiado durante cinco años en
Desde el día en que, bañada en su propia sangre, que salia de entre BUS cien observatorios, se compara y deduce que el sol irradia más calor en
labios a borbotones, la sacaron en brazos de la escena del teatro genovés los años en que tiene menos manchas. En la mitad de 1878, estuvo el
en que representaba a Camille, no ha dado aún señales de recobrar pron- sol muy libre de manchaa. Y las observaciones muestran que en ese año
tamente BU vigor, que ha sido siempre en ella más espiritual que físico. en que la temperatura fue tan alta, no hubo en la India, ni seca ni hambre,
Anhela volver a su hermosa casa de Saint-Adresse, cerca del Havre, en sino las más abundantes lluviaa que allá han caído en eatos últimos cinco
cuyos alrededores ha comprado tantas tierras como sí quisiese, en sus añOS.
poéticas mutaciones, continuar sorprendiendo con el esplendor de una
rica castellana a los que ha sorprendido hasta hoy con la energía de BU La Opinión Nacional, 30 de MIID de 1882
voluntad, la claridad de su ingenio y sus méritos de actriz. No se aprovecha
Sarah Bernhardt de dotes naturales, sino que ha tallado en sí propia,
fríamente y como artista que trabaja en mármol, la mujer que le pareció
que deslumbraría y admiraría más a los hombres.
-Saben nuestros lectores como está ardiendo, visible en unos puntos
y latente en otros, una gran rebelión religiosa en las comarcas árabes del
Africa, que hacen de la fe en la religión de Mahoma la bandera de su
1882
1. ABRIL 4
2. ABRIL 12
3. ABRIL 1.5
4. ABRIL 17
5. ABRIL 18
6. ABRIL 20
7. ABRIL 21
8. ABRIL 22
9. ABRIL 24
10. ABRIL 25
ll. ABRIL 28
1*
y al César lo que es del César, y había obrado un milagro para pagar el Empero, en este momento queremos fijar la atención en los prodigios
tributo para sí y para Pedro. El vigilante Pilatos sabía bien que la exteriores que acompañaron su muerte.
acusación no era cierta. Adviértase en primer lugar, que después del cansancio extraordinario
SeXtO. “Y diciendo que él es Cristo Rey.” (Luc. XXXIII, 2.) Esta de la noche y mañana anterior, de estar su cuerpo sacratísimo desangrado
acusación era capciosa. Jesús ea el Cristo Rey anunciado por los Profetas por los azotes, espinas y clavos de aquellas tres horas de cruel agonía
y esperado de las naciones, Rey de todos los siglos y de todos los pueblos, clavado en la cruz, cuando naturalmente debía morir sin aliento alguno,
cuyo reinado consiste en el cumplimiento del Evangelio en el mundo y Jesús clamó con una voz grande y sonora al tiempo de entregar su
en la dicha inefable de los Santos en el cielo. espíritu; como para manifestar que moría voluntariamente, siendo aún
Toda la historia de Jesús demostraba que él era ese Rey; pero Pilatos, entonces dueño y señor de la vida y de la muerte.
tal vez sólo para formalizar el proceso, tal vez movido por el temor El hecho está atestiguado por todos los Evangelistas, que escribieron
en que estaban los romanos de que los judíos aprovechasen cualquiera pocos años después, viviendo todavía la mayor parte de los testigos.
oportunidad para levantarse contra su dominación, se fijó en este cargo, Y al momento el velo del templo se rasgó en dos partes de alto abajo;
prescindiendo de los anteriores, bastando, sin embargo, una breve expli- La tierra tembló;
cación del Salvador para que el Gobernador romano comprendiese SU Se partieron las piedras;
inocencia. Los sepulcros se abrieron;
Testkos. Primero. Los príncipes de los sacerdotes y ancianos del Los cuerpos de muchos santos, que habían muerto, resucitaron;
pueblo, enemigos jurados de Jesús, resueltos hacía tiempo a matarlo de
Y a la hora de sexta, se cubrió toda la tierra de tinieblas hasta la
cualquier manera, y contenidos solamente por el temor al pueblo.
hora de nona.
Segundo. Los testigos falsos llamados por ellos; pero cuyo testimonio El eclipse total de sol en toda la tierra, y aunque no hubiera sido sino
mal amañado salió tan contradictorio, que no pudieron sobre él fundar en parte de ella en la situación astronómica de aquel día; la resurrección
el proceso. de los muertos aparecidos a varias personas; la espontánea apertura de
Tercero. Judas, que retiró lo que había dicho, volviendo a confesar los sepulcros; el quebrantamiento de las peñas todavía atestiguado por
ante los jueces que le habían pagado la traición, que Jesús era justo. el corte que se ve en ellas; el temblor de tierra y el corte del velo del
Cuarto. Herodes, que al fin se persuade de que Jesus era ioco, y templo, fueron sucesos milagrosos que sólo Dios podría obrar.
por consiguiente incapaz de delito. Además, se hallaban profetizados desde siglos antes para cuando
Quinto. Pilatos, que testificó repetidas veces la inocencia de Jesús; muriese el Dios Hombre.
y si bien al cabo dio sentencia, hízolo lavándose las manos, confesando. iQuiénes lo presenciaron ? Las tinieblas generales fueron observadas
aun en el acto de juzgar en contra, que Jesús era inocente. de toda la tierra, disponiendo a los sabios a recibir la palabra del
-Aun cuando no hubiese otras pruebas de la divinidad de Nuestro Evangelio, como sucedió a Dionisio Areopagita.
Señor Jesucristo, bastara su muerte para mover a confesarla y adorarla. Los otros milagros locales fueron vistos y sentidos por las gentes de
Rousseau, a quien no se puede acusar de preocupado en favor del Jerusalén, que abandonaron el lugar del terrible espectáculo, bajando del
catolicismo, ni era fácil en creer, escribió aquellas célebres palabras: “Si Calvario dándose golpes de pecho. El mismo Centurión o capitán de
la muerte de Sócrates es la de un sabio, la muerte de Jesús es la de un IU guardia que había asistido a todo el curso de la crucifixión, dio gloria
Dios.” a Dios, exclamando delante de sus soldados: iverdaderamente este hombre
Demuéstranlo, en efecto, su paciencia infinita, oración por 10s era el Justo! iverdaderamente este hombre era Hijo de Dios!
enemigos en el acto mismo en que le atormentaban e insultaban, y todo Las medidas adoptadas por los príncipes y ancianos del pueblo para
el conjunto de sus acciones y palabras en las últimas veinte horas que impedir el segundo error, peor que el primero, demuestran la perturbación
estuvo en vida mortal. de su espíritu, que sólo podía ser causada por la visión de los prodigios,
256 MARTí / PERIODISMO DIYERSO SECCIÓN COSST.\STE 257
o por la reacción producida por éstos en el pueblo y en la opinión pública Desde Sión dirigen-e los peregrinos a la llanura, y ya se detienen
en favor de Jesús. en la gruta de la Agonia, ya en el huerto de los Olivos, ora en el sitio
Ya El lo había profetizado en diversas ocasiones, diciendo a SUS dur:clrb Judas vendió a su divino 3Iaestro, bien, por último se internan
discípulos : “Cuando fuese levantado en el alto o crucificado, todo lo en cl valle de Josaphat.
atraeré a mí.” Al mediodía tornan a la ciudad y a las tres de la tarde acuden al
Sin los milagros que siguieron a la muerte de Jesús, icómo se com- templo a celebrar el oficio de las Tinieblas. Entonces resuenan en las
prendería que se convirtiesen ocho mil almas al oír la predicación de naLes los dulces salmos de David y los melancólicos truenos de Jeremías,
San Pedro cincuentn días después? y entonces, al terminar el Benediclus, atruena el templo, como en nuestras
-Según’ los Sagrados Evangelistas, Jesús, clavado en la Cruz, pro- iglesias, ruido estrepitoso de carracas y otros instrumentos de tan grato
nunció siete palabras, que consignaron en sus libros en los siguientes sonar como ellas, manejados briosamente por los fieles, y sobre todo por
términos: las turbas infantiles, que llevan en esta ceremonia la mejor parte.
18 Mas Jesirs decía: “Padre, perdónalos porque no saben lo que -El Jueves Santo es un gran día en Jerusalén para los cristianos
hacen.” (Luc. XXIII, 34.) latinos. Gracias al privilegio que les toleran los griegos, armenios, maro-
2% Y Jesús le dijo al buen ladrón: “En verdad te digo, que hoy nitas y coptos, campean ellos solos por sus respetos en el templo del Santo
estarás conmigo en el Paraíso.” (Luc. XXIII, 43.) Sepulcro todo el día y la primera mitad del viernes siguiente.
3a Habiendo mirado, pues, Jesús, a su madre, y al discípulo que El Entre tanto, las demás comunidades elevan un modesto altar en una
amaba, el cual estaba allí, dice a su madre: “Mujer, he ahí a tu hijo.” plataforma del atrio, y allí ofician al aire libre sus prelados. Y son de
Después dice al discípulo: “He ahí a tu madre.” (Joan. XIX, 26, 27.) ver entonces las calles inmediatas, y las ventanas, azoteas y terrados
4* Y cerca de la hora nona, exclamó Jesús con una gran VOZ, de las casas y los conventos más próximos: todo aparece cuajado de
diciendo: “iEl!, Eh, larnma sabacthani?” esto es: “iDios mío, Dios mío, peregrinos que presencian la ceremonia piadosa y pacíficamente, sin
por qué me has desamparado?” (Math. XXVII, 4-6.) ruidos, ni desórdenes.
5* Después de esto, sabiendo Jesús que todas las cosas estaban A favor de esta circunstancia, el interior del templo aparece triste,
cumplidas, para que se cumpliese la Escritura, dijo: “Sed tengo.” (Joan. casi solitario y silencioso, cual conviene a la austeridad del culto. LOS
XIX, 28.) latinos, que figuran en número muy escaso, celebran los oficios con
6a Jesús, luego que tomó el vinagre, dijo: “Todo está cumplido.” arreglo al ritual de nuestros templos; después de la misa solemne y
(Joan. XIX, 30.) pausada, a la que asisten algunas mujeres árabes, comulgan los fieles;
76 Entonces Jesús, clamando con una voz muy grande, dijo: “Padre, seguidamente se verifica la procesión de la Sagrada Forma, en torno del
en tus manos encomiendo mi espíritu.” (Luc. XXIII, 46.) Sepulcro y de la piedra de la Unción, y terminada esta ceremonia, reciben
El recuerdo y meditación de estas palabras, que constituyen como el los fieles la bendición patriarca!. Los oficios de la mañana han terminado.
testamento de Jesús, son el asunto de uno de los ejercicios piadosos más A las dos de la tarde es el Lavatorio. Descálzanse doce peregrinos de
tiernos e instructivos en que se ocupan los fieles. diferente nacionalidad, si es que los hay, y el patriarca, acompañado del
-La mañana de! Miércoles Santo la consagran los cristianos latinos diácono y del subdiácono, les lava un pie a cada’ cual, imprimiendo en
que visitan en la Semana Santa a Jerusalén, a recorrer en peregrinación Cl un ósculo.
diversos lugares sagrados, dentro y fuera de la ciudad. Al romper el
Después del Lavatorio se cantan las tinieblas.
alba ascienden al Monte Síón; allí existe un pequeño y humilde templo,
Y no hay más el Jueves Santo.
bajo la custodia de un santón musulmán; la estancia principal de ese
templo es una sala sencilla que determina el sitio donde el rey David
depositó el Arca de la Alianza, y donde muy luego descendió el Gpíritu
Santo sobre los Apóstoles.
SECCIÓN CONSTANTE 259
MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO
258
Vates sublimes, acordad amantes
-Dice el poeta mexicano Marcos Arronis en el grandioso aniversario Vuestras ebúrneas, deliciosas liras,
del cristianismo: Presto entonando a la sencilla Virgen
Sáficos himnos.
A LA MADRE DE DIOS
Vuestros pinceles empuñad, pintores
Mística estrella de sin par blancura, Torpes beldades olvidando ahora,
Fieles copiad de nuestra dulce Madre
Arca de alianza entre el Señor y el hombre,
Fuente copiosa de divinas gracias, Púdicas formas.
i Célica Virgen !
Músipos tiernos, imitad alegres,
Oye benigna mi sentido canto, Céfiros gratos, rumorosas fuentes,
Eco apacible de mi blanda lira; Antes de alzar en alabanza suya
Lleno de fe sus armoniosas cuerdas Músicas blandas.
Lánguido pulso.
Queman los templos en tu honor la mirra,
Blanca es tu sien como nevado lirio, Cantos te brindan las canoras aves,
Nardos las vegas, y los altos cielos
Blondo y sedeño tu cabello hermoso,
Tu hábito puro me recuerda a veces Diáfanas nubes.
Céfiro tenue.
Yo te dedico isacrosanta Virgen!
Miro en tu ojos de dulzura extrema Flébiles sones de mi humilde plectro,
Estos que brotan de mis yertos labios
Sacro candor, benevolencia suma,
Tétricos ayes.
Siempre radiando como en clara noche
Fúlgidos astros.
La Opinión Nacional, 4 de abril de 1882
Cándida luna que en el $elo brillas,
Nítida luz sobre mi sien derrama, n
L
Rápida ahuyenta de mi vida loca
Lúgubre sombra.
-Muchas muestras de cariño tiene recibidas la reina Victoria, después
Sacra paloma de rizada pluma, del atentado en que corrió peligro su vida; mas se dice que ninguna le
Moras alegre en el Edén divino, ha conmovido tanto como esta carta que le envió una niña, y que dice
Siendo tu arrullo del Señor potente de este modo: “Mi querida reina: mi papá acaba de llegar a casa, y dice
Férvida gloria. que un mal hombre intentó matar a Ud. Gran malvado debe ser ése, que
ha querido matar a una reina tan buena. Yo espero que lo castigarán.
Rosa gallarda de matiz risueño, Papá dice que debe estar loco, y yo creo que debe ser el hombre más
Faro brillante, relicario santo loco que ha vivido jamas. Estoy contentisima de que no haya hecho a
Donde atesora las virtudes puras Ud. daño, y asi están también papá y mamá. Buenas noches, y que Dios
Plácido el cielo.
260 MARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 261
hendiga a Ud.-Edith Elliott.” La reina quiso que al punto fuese con- namente, habla del libro de la ciudad de Kairuán, toda llena de mezquitaa
te.stadala linda carta, y ésta fue !a respuesta: “El capitán Edwards ha veneradas y de palacios bel!os y ruinosos, que hoy son, no ya moradas
recibido la orden de la Reina de dar gracias a la señorita Edith Elliott de sacerdotesy patricios, sino cuarteles de los invasores franceses, Parece
por su cortica bondadosa y expresarle la alegría que Su Majestad sintió Kairuán un paisaje del pintor español Rico, o del italiano Pasini, con
al leerla.” su cegador cielo azul, susmuros tejados, sus paredes en que entra la luz
--Acaba de presentarse a la Academia de Inscripciones en París por celosíasde piedra, susrosales, que se encaraman, cargados de rosas,
la más antigua inscripción latina. Fue hallada, con el vaso en que se por encima de los muros.
la lee, que es vaso de cenizas humanas, en el valle de Roma, que separa -En 10,000 libras esterlinas cada año ha aumentado el Parlamento
el Quirinal del Viminal. Es lo raro de la inscripción, escrita en el tosco inglés la pensión del príncipe Leopoldo, hijo de Victoria, que va ahora a
latín primitivo, que no está escrita, a la usanza romana, y a la nuestra casarse con la princesa Helena, a quien el Parlamento ha señalado una
de izquierda a derecha, sino de .derecha a izquierda, y dice: “iOh, tú, pensión anual de 6.000 libras.
Júpiter, o cualquier Dios a quien sea yo ofrecido! que este muerto no -Inglaterra ha echado al mar un buque extraordinario, forrado de
caiga en tus manos a causa de sus faltas; consiente en dejarte conmover acero, de torrecilla niquelada y quilla doble, que se llama CoZossw.Pesa
por esta ofrenda, y por las plegarias que te dirigimos. Dzenos me ha 9,146 toneladas, y tienen sus máquinas fuerza de 6,000 caballos. Es
ofrecido para su beneficio: que de mi no le vaya a venir mal.” Dzenos es poderosísimo el nuevo blindado, que ha estado en construcción no menos
el nombre del muerto, y el que habla en su nombre a los Dioses es el de ocho años. Tiene en el centro una ciudadela armada. Mide de popa
vaso que contiene suscenizas. El vaso es de los tiempos de Appio Claudio, a proa 325 pies, y de babor a estribor 68. Carga los más nuevos y
cinco siglos más nllá del comienzo de la era cristiana. No se conoce, mejorados cañones.
en inscripciones del Lacio, nada más,antiguo. -Publica el Sun de Nueva York una estadística curiosa, por la que
-Túnez se ha hecho famoso e interesa cuanto de él se cuenta. El ae ve que hay en el Senado de los Estados Unidos 57 abogados, por 5
caballero Hesse-Vartgg, que es gran viajero, ha publicado un libro banqueros, 3 empleadosde ferrocarril, 3 comerciantes, 3 fabricantes, 2
en que describe la tierra y gentestunecinas. Llaman a Ttínez “El Albornoz mineros, 2 negociadores,1 hacendadoy 1 periodista y 3 políticos de oficio.
del Profeta” porque sus montones de casasblancas y brillantes, serpeadae Pero aún llama la atención la gran suma de abogados en la Cámara de
de estrechascallejuelas, le dan de lejos la apariencia de un manto colosal, Representantes, donde llegan a 195, a los cuales hacen compañía 19
tendido en pliegues de los cerros al mar. Aquella es la ciudad de laa políticos de oficio, 17 comerciantes, 12 periodistas, ll agricultorea, 10
razas mezcladas y de las costumbres antiquísimas. Llámase el bey, fabricantes, 5 médicos, 3 empleadosde ferrocarril, y 9 entre ingenieros,
Mohammed-Es-Saddock, y viste de militar europeo, v cubre su cabeza, mineros, mecánicos,clérigos y capitalistas.
tipo rudo de las cabezas del Oriente, con un gorro de Fez. El que fue -No es París sólo la ciudad de los panoramas, sino Berlín, que ya
su gran visir, Mustapha Ben Ismail, hijo de un barbero, es ahora un quiere imitarla, y ha enviado a artistas a que hagan estudiospreparatorios
joven de hermosísima figura y grandes dotes intelectuales, que se explica en París mismo, en Bruselas y en Frankfort. Dícese que tiene objeto
con vivacidad y juicio sumos. A las veces con vivacidad extrema, porque politice, y que representará lances de la guerra contra Francia, aprove-
se cuenta de asesinosjuzgados en breves minutos, y ejecutados tras la chando así en daño de Francia la idea francesa, que ha sido la de llevar,
última palabra de la sentencia, dentro de los muros mismos del Palacio. como llevamos contado, de las escenasmás gloriosas de la guerra última
Tienen el bey harén muy lleno de esposas?de que cuida poco, y es sus tres panoramas artísticos y pintorescos, que parecen cuadros del ruso
Túnez tal, que a poco de ver las mujeres de un harén, se ve una ceremo- Vereachagin por lo vivos, coloreados y terribles. Vereschagin, como el
niosa boda de judios, los cuales son muy ricos en Túnez, mas no en la español Goya, es enemigo de la guerra. Este, que fue pintor de la corte
fidelidad de sus mujeres, de cuyos hábitos inmorales se quejan grande- mezquina de Carlos IV, dibujó en aguas fuertes famosaslos espantosde
mente con asombro de los viajeros, que observan gran castidad y aquellos días de mayo, en que murieron Daoiz y Velarde, y cayó Madrid
compostura en las mujeres de las colonias hebreas. Mucho, y muy ame- en manosde franceses. Vereschagin estuvo en las batallas del Afghanistán,
SECCIÓN CONSTANTE 263
262 MARTí / PERIODISMO DIVERSO
y en aquella bárbara de Plewna, en que todo el campo fue rojo, y hubo 10s de otros reinos, y repúblicas, y Ruchdi, que fue una vez de embajador
cerros de muertos. Esas son las crudezas que pinta. a Londres, entró y salió a menudo en el ministerio del sultán. Por grande
en el consejo y bravo en la batalla le tenían los turcos. Es famosa en
La Opinión Nacional, 12 de abril de 1882 Turquía la orden del Medgidie, y Ruchdi, entre otras muchas condeco-
raciones extranjeras, ostenta en su pecho la Orden famosa.
-Un año ha, se habló mucho del procedimiento con que Lacerda, un
3 médico brasileño, cura las mordeduras de las serpientes. Con menjurjea
de yerbas, cuyo secreto no quieren entregar a los hombres blancos, curan
las mordeduras de las víboras los indios hondureños; pero Lacerda usa
-Se ha hablado tanto d,eljuramento del diputado Bradlaugh, el libre-
una solución acuQsa de permanganato de potasio. Ocúpanse ahora los
pensador inglés electo dos veces miembro de la Cámara, que se negó a
médicosde la Academia de París del método del médico brasileño, y hallan
prestar el juramento de uso en que va implícita la creencia en la existencia
que en verdad tiene el permanganato condiciones antisépticas, y que si
de Dios-que viene a cuento el recordar los modos de jurar en las
se le inyecta sin tardanza en todo el trayecto de la mordedura, neutralizará
naciones principales-.En Baviera dicen: Ayúdeme Dios y su santo Evan-
gelio. En Dinamarca: Ayúdeme Dios y su santa palabra. En Grecia el efecto del veneno; lo que ha de hacerseal punto, porque si hay demora
se jura en nombre de la Santa, consustancial e indivisible Trinidad. En en hacerlo, ya será ineficaz el permanganato. Explican esto porque el
veneno penetra por embebimiento o efracción en los tejidos con gran
Portugal, por los Santos Evangelios. En España dice así la respuestaal
rapidez, en tanto que la solución despuésde haberse extendido en una
juramento : Dios os lo premie, y sí perjuráis, El os lo demande. En
capa delgada y circunscrita al tejido celular, penetra difícilmente en 10s
Prusia, júrase por Dios Todopoderoso y Omnisciente. En Servia, que
músculosy no tarda en descomponerse,y en quedar inerte, a menos que
es tan pequeña tierra, se hace juramento grande: por un Dios, y por
no determine abcesos. En cuanto a inyectar la solución en las venas,
todo lo que es sagrado en esta tierra y más querido juro, y ayúdeme Dios
opinan los académicos que eso puede intoxicar pasajeramente a los
en este mundo y en el otro. En Suecia y Noruega, prométeseque será
anímales grandes, y provocar en los pequeños accidentes prontamente
tan fiel al juramento como ea seguro que Dios salvará el cuerpo y el alma
mortales; en cuyo caso, el tratamiento es peligroso 0 inútil, porque si el
del que jura. En Suiza, se jura en la presencia del Dios Todopoderoso.
veneno se ha mezclado a la sangre, los síntomas generalesse han mani-
En los Estados Unidos se comienza: “Solemnemente juro” y se termina
festado, y el resultado de la lucha entre el veneno y el organismo no
“Ayúdeme Dios”. En Francia, Rumania, en el Parlamento alemán, y en
sería modificado por la intervención del permanganato. Como resumen
el de Suecia y Noruega, los diputados no tienen que hacer juramento, ni
de estos exámenes,creen los académicosque no debe recomendarsede
afirmación, ni protesta alguna. En Austria, si no quieren jurar, prometen;
una manera general el empleo del permanganato de potasio contra las
y en Suiza, juran 0 afirman, si no quieren prestar jurdmento religioso.
mordeduras de serpientes.
-Ha muerto en Constantinopla uno de.108 hombrea más notables de
-Muybridge, el fotógrafo de California, que anda ahora por Ingla-
la Turquía moderna. Se llamó Ruchdi Pachá, y fue hombre de Estado y
terra, donde aplaudió mucho una lectura suya el príncipe de Gales,retrató
autor de libros. ‘Nació en Constantinopla, en 1819, de padres pobres;
a un caballo galopando y a una golondrina volando. Un joven quimico
sirvió de soldado; aprendió francés sin maestro, y recibió del sultán
y fotógrafo alemán, Richard Jahr, acaba de obtener, con asombro de 10s
Mehmond el encargo de traducir del francés al turco varías obras militares.
fotógrafos, el primer retrato a la luz de la luna. Fotografías de la Luna
Aquel soldado humilde estaba a poco organizando los ejércitos de su
hay, pero no de paisajes a la luz de ella; los que así se venden, son
nación; y fue general, y Ministro de la Guerra y hábil diplomático. En
tomados al alba, e impresosen oscuro. Jahr eligió como primer objeto de
verdad que aprendió francés a tiempo. Cuando murió Alí Pachá, fue él
sua experimentos la bóveda en que en el cementerio de Lake View (vista
el Gran Visir.
del Lago) yace Garfield. Tomó la primera noche la vista, en una plancha
-En luchas políticas pasó despuéssu vida, en el destierro unas
gelatino-bromidea, que es muy sensible, y fotografía con rapidez quince
veces, J en el poder otras. No duran más los ministros del califato que
264 MARTí / PERIODISMO DIVERSO
SECCIÓN CONSTANTE 26.5
veces mayor que cualquiera otra lámina; mas la tuvo expuesta tres hora3
y media, y no obtuvo el retrato. Y así la segundanoche. Mas no la tercera,
en que tomó la vista, tuvo expuesta la plancha a la luz de la Luna siete 4
horas, y alcanzó una imagen perfecta, que es por cierto una fotografía
peculiar. El cielo es muy blanco, y los árboIes negros. Se ve bien la -Brilla entre los poetas jóvenes de Buenos Aires, Alberto Navarro
bóveda, y que se tomó la vista a la Luna, porque la’sombra cae en dos Viola, el laborioso publicador del Anuario Bibliográfico, de que La
direcciones. Dicen los que han visto la fotografíe que el contraste de la Opinión Nacionul ya ha hablado a suslectores. Ea Viola, a lo que resulta
luz y la sombra es en ella sumamentehermoso..Y Jahr anhela que vengan del elegante libro en que acaba de publicar sus versos, con el título
días de estío, en que la Luna brilla espléndida, para alcanzar mejore3 modestisimo de “Versos de Alberto de N. Viola”, uno de esospoetas a
copias; y dicen que habrán de ser bellísima3 las que se hagan en tierras los cuales, con palabra impropia, pero gráfica, pudiera llamarse poeta
tropicales, donde es la noche nuevo dia. ¿Por qué no prueban nuestros humanitarista. Defiende en sus rimaa sus ideas políticas; se vale de BUS
fotógrafos a copiar paisajes de nuestro valle arcadiano, en esasnoches versos para flagelar a sus adversarios; composiciones entera3 parecen,
caraqueñasno igualadas, en que la naturaleza hace gala de su hermosura, con gran daño de la poesia por de contado, artículos de vehemente
y se alza la luna serenamente,con su luz penetrante, límpida y majestuosa? polémica. Una generosaindignación, y una loable impaciencia de derribar
-A gran curiosidad está moviendo el próximo congreso de Moscú, que todo lo inútil, avaloran a trechos el libro, que, en cuanto a au esencia
ha de preceder a la exposición de industrias rusas que se prepara en la poética, adolece del mal que llevamos apuntado, que es mal grave; y
ciudad histórica, que ae mira aún como cabeza natural del imperio a en cuanto a su forma, que en algunos instantes sorprende e impone, es
pesar de la existencia de la rica San Petersburgo. Irán al congreso justicia decir que afea en gran manera la obi;a del poeta el uso de ese
representantescomerciales de todas partes de Rusia. Todos los regidores lenguaje híbrido e informe, nacido de mezclar sin cordura el francés y
de ayuntamiento, todos los miembros de las asambleasprovinciales, serán el castellano, con un tanto de inglés, que está por desventura en boga en
invitados, de modo que se espera que el congreso de Moscú sea tal como Buenos Aires. Es tan rico el castellanò, y tan varias sus fuentes y tan
jamás lo ha habido en Rusia. Se examinarán en él cuidadosamentelas amplios sus modos de derivar y acomodar, que puede serse a la ver
industrias nacionales, se sugerirán mejoras en las fundiciones de hierro, un gran innovador y un gran hablista. Pero, a diferencia de la prosa de
en la explotación de las salinas, en los pozos de nafta. Se tratará del Navarro, que es culta y airosa, aunque salpicada de esasextravagancias,
establecimiento de fábricas de cuero, de algodón, de lana y de seda; del el lenguaje de los “Versos”, es como el del “Nacional”, y otros diarios
mejoramiento de la producción del azúcar y del tabaco; del empleo de estimablesdel Plata, un verdadero dialecto. Viene esto en parte al libro
las mujeres en las fábricas; de las reformas que requiere el sistema de del poeta de que, siendo rayanos de la prosa muchos de sus asuntos, SUS
aduanas; el de moneda3y el de comercio con otros países; de la cons- versos son por fuerza desmayados,violentos y prosaicos. Una parte del
trucción de nuevos ferrocarriles, nuevos canales y nuevos muelles; del volumen, que es la primera, y debe serlo, está dedicada por el poeta. con
mejoramiento del servicio de correos; de la fundación de tribunales de e: título de “El alma desolada” a lamentar la ausencia de su madre
comercio, y escuela3 técnicas y bancos de ahorro para trabajadores. muerta, y es la mejor parte del libro, porque se la ve nacer de hondo, por
Basta enunciar las materias que han de discutirse para imaginar los lo que el lenguaje mismo, como que se amoldaba sin esfuerzo a ideas
beneficios incalculable3 que los juiciosos rusos sacarán de este ejemplar naturales y sinceras, no aparece tan contrahecho como en el resto del
congreso. volumen. Hay en “El alma desolada” arranques hermosos.“Cantos” se
llama la otra parte del libro, que es la que pudiera llamarse humanitaria,
La Opinión Nacional, 15 de abril de 1882 por tratarse en ella de grandes problemas humanos. Los que dedica el
poeta al Dante y a Giordano Bruno, son los mejores de estos “Cantos”:
de los que el que entona al Dante comienza de manera loabilisima, y está
traducido al italiano, y el de Bruno, valeroso y ardiente, está vertido a
lengua portuguesa. Y b ace tanto el buen lenguaje a la idea buena, que
266 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO
SECCIÓN CONSTANTE 267
ambos cantos son mucho mejores en sus traducciones, en que aparece el
escrito el libro entero en esa retozona y precisa lengua madrileña, a que
generoso pensamiento del poeta en forma propia y límpida, que en los
sobra sin duda un poco de familiaridad, como sobra presunción y arro-
originales, en que la forma desmañada e incorrecta desluce el vigor J
gancia pueril a la lengua de París, pero que a ninguna otra tiene que
majestad del pensamiento. Es la última parte del libro, y merece ser la
envidiar en espontaneidad, en espíritu y en sales. Y no vaya nadie a
última, una en que el poeta cuenta los lances personales de un amor no
creer que espiritu está aquí por traducción de eaprit aunque pudiera
afortunado, bajo el titulo “A la distancia”. En cosas de amor, no han
estarlo, y no estuviera mal, sino por espíritu. Esa lengua de Madrid
de cantarse sino aquellas que, por ser de esencia humana, aunque parezcan
rebosa alma. Es como burbujillas de vino generoso, como miradas de
sencillas, pueden interesar a los hombres; mas no aquellos incidentes pecu-
andaluza, como secretear tras de abanicos. Tiene de chisme, de gravedad,
liares y mínimos, que sólo tienen valor para aquel a quien se relacionan,
de galantería y de atrevimiento. Es una hermosa lengua pagana. Es la
a quien pueden parecer cosas importantísimas, por la importancia que
del libro de “Clarín”, la de Ramón Correa, y la de Palacio Valdés.
para él tienen, cuando a sus lectores parecerán sucesos nimios, no
merecedores de alabanza ni censura pública. Navarro es un espíritu La Opinión Nacbnul, 17 de abril de 1882
generoso, y una mente clara y siente poéticamente.
-Cuando se leen los diarios de Madrid, suele hallarse en ellos unos 5
buenos artículos que tienen de grave y de chispeante, en que se juzga
con buen sentido y gracia los dramas que se representan y los libros que -No hay nada más útil que desear conocer la formación de nuestro
se publican en la Corte, los cuales artículos llevan la firma de un “Clarín”, mundo, y sus cambios y épocas, y las relaciones de los objetos que lo
que es el nombre de batalla del buen crítico Leopoldo Alas, amigo de pueblan, y la transformación de unos y otros, que es tan ordenada y
Echegaray, a quien Alas tiene en mucho, y que ha puesto prólogo a su maravillosa que hace creer que empieza en roca dura el ser humano
libro, que lleva por título Solos de Clarín, y ofrece gustosísima lectura. que se pierde a los ojos de los hombres cuando deja frío y exánime, para
El estilo de Alas es llano y risueño, y escribe como buen hablador de la casa de gusanos,el cuerpo que habitó. Pero no hay nada más peligroso
Cervecería Inglesa, que es en Madrid cervecería a donde van los cultos, que repetir como verdades indudables, por parecer personas sabihondas
o como hablan las gentes letradas en las noches de estreno en los pasillos y muy al nivel de los últimos descubrimientos, todo lo que afirman los
del Príncipe. Su crítica es sensata y generosa; y saca a lucir lo bueno, hombres de ciencia, los cuales hacen alarde por cierto de tener en poco
antes de censurar 10 que halla malo. Es tan ingenioso como Armando la imaginación, al mismo tiempo que se sirven grandemente de ella para
Palacio Valdés, otro escritor joven, y más profundo. En ese libro de poner vértebras a sus esqueletoscientíficos, en que pintan a veces un
“Clarín” hay juicios de Pérez Galdós, a cuya delicada Marianela y n cuya esqueletode megaterio con un maxilar de mono capuchino y una costilla
hermosísima Gloria que son libros que debieran estar en todas las manos, de ballena. iQuién no ha visto en mapas y en textos de Geografía y
encomia calurosamente. Hay juicios de Valera, de Campoamor, de Eche- Geología laa formas diversas que gran parte de los geólogossuponen que
garay, de Alarcón, de Pereda, que es novelista bueno, de Pelayo-de ha venido presentando la tierra? iQuién no recuerda haber visto en esos
cuya erudición se pasma, de Tamayo, de Cano, de Sellés, de Blasco, en mapas flotando como islas en mares inmensos,los que hoy son picos de
suma de cuantos tañen lira; y manejan la careta cómica, o el puñal dra- montañasque se elevan, evaporadas ya las aguas, en la tierra seca? Puea
mático, o la sutil novela psicológica que está ahora en boga en España. ahora publica un científico inglés, Alfredo Wallace, que es hombre de
Y cada autor está allí como es de veras, y lo llano del lenguaje de “Clarín” nota, un estudio sobre “la permanencia de los continentes y los océanos”,
no obsta para que con él, como con cuchilla de cortante acero, vaya sa- -y en ese estudio mantiene, contra la teoría generalmente aceptada, que
jando y cerrando y purgando por los libros, hasta dar con la razón real la distribución de la tierra y el agua no ha sido materialmente distinta
de como es ahora, y que los contornos principales de los mares y los
de ellos, y poner en claro su propósito, y sacar a luz sus elementos ver-
continentes son hoy como siempre han sido.
daderos. Hay también en el libro buenos artículos fantásticos, que hacen
-Julio Scholl, escritor suizo celebrado, acaba de publicar un libro
reír y pensar. lo que es en verdad doble e inestimable beneficio. Está
contra la vivisección. En ese libro que se llama ;Tened Piedad! afirma
268 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO SECCI6N CONSTANTE 269
que la práctica de hacer experimento, f científicos en animales vivos, lleva hijos que al cabo de cierto número de eataa uniones nacen, tienen un
a ios hombres a “una embriaguez de crueldad habitual”. Hay ahora en rostro tal que hace creer que en ves de ascender de la rasa simia, como
Europa un movimiento vehemente en contra de la vivisección. Nadie quieren algunos naturahstas, vuelven a ella. Sophus Schack intenta de-
ignora que a este método se deben descubrimientos grandes en la fisio- mostrar esta teoría, y este tipo de mono que tras esos matrimonios viene
logía, que han ocasionado más beneficios que males causa el adquirirlos a ser el de los hombres que nacen de ella, con varias series de retratos
en las entrañas palpitantes de animales vivos. Pero la práctica, aunque auténticos de los miembros de diversas familias.
beneficiosa, es cruel y repugnante; y aunque útil para los hombres, in- -Ni Dinamarca ni Alemania permiten la lectura de ciertas novelan
justa a todas luces para los animales. Tal pudiera antojarse a una especie de Zola en sus dominios.
de seres vivos más fuertes que nosotros, hacer en nosotros, y en nuestros
La Opinión Nacional. 18 de nbril de 1882
cuerpos humeantes, experimentos que le fueran útiles. La Sociedad Da-
nesa de Protección a los Animales ofrece premios para el mejor trabajo
sobre la posibilidad de reemplazar en los experimentos de los vivisectores 6
por animales recientemente matados los animales vivos que hoy usan.
-Murieron de hidrofobia muchos desventurados en el verano de 1881 .-Flammarión, el que cuenta en estilo tan animado, rico y palpitante
en Paris, y el departamento del Sena encargó a un médico que propusiese las maravillas del aire y las cocas del cielo, ha comenzado a publicar en
las medidas más importantes para 1¿1prevencion del contagio de ese mal, París una revista mensual, destinada, como todas sus obras, a explicar
ciertamente terrible. Ya el médico las ha propuesto. Recomienda que no llanamente los problemas más hondos de la ciencia: su revista se llama
se absorba la herida hecha por la mordedura, sino que se la lave muy L’Astronomie.
cuidadosamente, procurando sacar dc la herida la mayor cantidad de -Entre los modernos exploradores de países desconocidos,-de los
sangre posible, y se rodee luego el miembro herido con una ligadura que cuales hay nombres como los de Livingstone, Stanley y Du Chaillu ya
cubra el lugar de la mordida,-todo lo cual ha de ser hecho en el instante célebrea-, se distingue un viajero francés, George Révoil. Una de las
mismo del accidente.-Luego es preciso cauterizar con un hierro can- últimas comarcas que ha explorado es la de los temidos somalíes. Loa
dente la mordida, y profundizar en el cauterio cuanto se pueda: con pasta somaliee son los habitantes de unas ásperas e infecundas montañas cer.
de Viena, con cloruro de zinc, o con “beurre d’antimoine” se cauterizará, canas al golfo de Aden, allá en el nordeste de Africa. Es su color pardo
cuando no haya hierro candente. Cree el médico que para este mal son oscuro, mea no tienen el pelo crespo y lanudo, sino erizado, y su rostro
ineficaces las cauterizaciones con álcali, con fenol, o con tintura de árnica. no es belfudo ni incorrecto, sino de facciones regulares. Aunque son
-París va a celebrar el año próximo el centenario de la invención mahometanos, obedecen a gran número de supernticioner que les son
de los globos: de sobra se sabe que éstos fueron inventados por los propias, contrarias a la ortodoxia del Profeta, al cual no acatan las mu.
Montgolfier, y que el año de la invención fue el de 1783. La Exposición jeres de la tribu, que toman parte en los negocios de la vida, y no se
con que París va a celebrar este centenario se llamará de “Artes Acreas”, velan el rostro, como el Profeta manda. Mas no se atreven a desobedecer
e incluirá los productos de todas aquellas ciencias, industrias o artes por completo a Mahoma, y cuando hablan con un extranjero cubren su
que dependan algo del gas o de la atmósfera, y tengan alguna relación con boca, como con un abanico, con sus dedos abiertor,#o ae aprietan la nariz
los experimentos aerostáticos, con tanto afán seguidosahora en Alemania entre dos de sus dedos. Cosa de griegos parece el traje de las mujeres,
y en Francia. De Alemania ya hemos dicho otras veces que hay una que es una túnica agraciada que deja desnudo un braao y un lado del
sociedad formada para favorecerlos. aeno, y se recoge por un broche sobre el hombro opuesto. Viéndose los
-Un escritor de Dinamarca, cuyo nombre es Sophus Schack, acaba utensiiios que en sus casas usan, parece que se ve un museo de objetos
de publicar una obra sobre la fisonomía, en la cual mantiene, entre otras prehistóricos, como si, en vez de ser cierto que la especie humana ae
curiosas teorías, una que viene siendo repetida desde épocas pasadas: el ha ido desenvolviendo por épocas en todas partes simultaneas, y por
danéscree que de repetirse los matrimonios entre parientes cercanos, 10s edades rigurosamente rubaacuenter, lo cierto fuese que cada vea que el
-1
‘.-
0 bL4RTí / PERIODIJMO DIVEBSO SECCIÓN CONSTANTE 271
hombre aparece en una parte de la tierra antes no habitada, comrenza es aún más útil el trato de 103 niños, que las libra de ese encogimiento,
d vivir en la edad primitrva, aunque ios demás pueblos de la tierra para falta de trato y desconocimiento del espíritu de los hombres que suele
él ignorados, que ya e:<isten de viejo, vivan en edad mucho más avan- causar luego tan grandes e irremediables infortunios en su vida.
zada. ;Viven acas 103 indios del Orinoco en la misma edad histórica -Tiene Chile un árbol muy curioso, que se llama QuiUaja saponaria,
que nosotros, que estamos viviendo al mismo trempo que ellos? Los cuyo tronco se usa por los fabricantes de lana y sirve comt jabón, que
somalíes aman con pasión 103 ornamentus, que embellecen sus útiles y declaran excelente. ‘El agua en que se hace hervir un trozo de la quillaja
sus vestidos, no llevan los aretes como nuestras mujeres, en la parte remueve al punto toda mancha de grasa. Usan también de la quillaja
inferior de la oreja, sino pendientes de su borde superior. Y aunque en fricciones para el cabello, y para encabezar algunos licores, a los que
tienen fama de terribles, el viajero Révoil dice que en la vida de familia añade aparente consistencia.
son benévolos y hospitalarios, que aman y respetan a los extranjeros que
les inspiran confianza. y que es notable el cariño tierno y la reverencia Lu Opinión Nacional. 20 de abril de 1882
con que miran a los idiotas, a los locos, y a los ancianos.
-Acostumbra el Trulh de Londres dedicar elegantes e ingeniosos
artículos a cosas de modas, de manera que llega R hacer de ellas, DO 7
fruslerías indignas de que pongan los ojos en ellas gentes serias, sino
casos de arte. Y como los discute Trr& en artículos de muy bella forma, -De la última apuesta de los caminadores en Nueva York habló a
viene de ello que las damas, por leer modas, leen un trozo de literatura nuestros lectores una de nuestras últimas cartas de aquella ciudad. Los
excelente. Al azar tomamos un párrafo de uno de esos últimos artículos: apostadores remataron al fin su compromiso, y todos anduvieron en
“Aún se cortan los chales de cachemira en polonesas, para usarlas sobre seis días, en torno a la barrera de un gran circo, quinientas veinticinco
suntuosas sayas de terciopelo, que es casi siempre negro, y suele ser millaa, y uno hubo, un ingles huesoso y macilento, que anduvo en los
castaño, o de algún color oscuro que cae bien con el de la cachemira, seis días seiscientas millas. Ya al fin de la carrera, no parecía que alzaban
Aún no saben las damas inglesas envolverse graciosamente en chales Es pies, sino troncos. No se alcanzaba a ver en sus rostros expresión de
de ver a una mujer de Francia cómo se envuelve en ellos sin esfuerzo, espíritu. Uno de ellos se arrastraba, con los ojos cerrados, enjugándose
y como si obedeciese a una especie de instinto. Parécenos que es en los con las manos demacradas la frente sudorosa y fría. Otro, un negrito
hombros de nuestras damas en donde está el mal; e importa saberlo; de Haití, de faz de malhechor, andaba con elegancia y firmeza extraordi-
para poner en donde el mal esté, el remedio. Y por eso desfiguran esos naria: le llenaban las manos de regalos y de flores. A otro lo ponian
chales maravillosos, y usan de ellos como de tela de cortar.” en pie tambaleando sus crueles enfermeros, y lo echaban a andar como
-.4firma el director de un colegio mixto de niños y niñas en los a una bestia. Pues la empresa que tomó a su cargo manejar este
Estados Unidos del Norte, que por lo menos en lo que él ha observado espectáculo, dio cuenta de haber recogido en él $45,674, de los cuales
en doce aSos en el colegio Swarthmore, no hay diferencia alguna en la $6,335 le vinieron como alquileres de los vendedores que pusieron sus
capacidad intelectual de los niños de uno y otro sexo, sometidos a la tiendas en el circo; y el resto por el producto de las entradas de los
misma educación y sistema, y a las mismas influencias exteriores. Por concurrentes a la exhibición, que llegaron un día ZI dejar en el despacho
igual y con estricta justicia, se han tenido que repartir los premios del $10,618, y que en ninguno de los seis días del espectáculo dejaron menos
colegio entre niños y niñas, y cuando ha habido exceso de alguna parte, de $S,OOO. De esos dineros, con $6,000 se quedó el empresario manejador
ha sido en favor de las niñas. Para ese observador, no hay más diferencia por su trabajo y riesgos, $18,000 fueron puestos aparte para pagos de
por razón del sexo entre sus alumnos, que por razón del color de sus gastos, en lo que por de contado aprovechó también el empresario, y
cabellos, en cuanto se les considere por sus capacidades como alumnos. $21,000 fueron repartidos a prorrata entre los apostadores.
Cree que si los niños aprovechan grandemente del trato de las niñas, -La esposa de Michelet fue para este maravilloso poeta de la prosa,
de las cuales adquieren perspicacia, generosidad y dulzura,-a las niñas -cuyas obraa leemos por desventura en Caracas, más que en francés
272 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO
SECCI6N CONSTANTE 273
en abominables traducciones barcelonesas,-una perfecta compaíiera, sonríen. Es esa lectura una serie de impresioneasanas, inolvidables y
que lo amaba con ternura, le hacía suave la vida, y le prestaba ayuda real fortalecedoras. Es un libro de ciencia, que rebosa la ternura de una
en la preparación de los materiales copiosos que necesitaban aquellos poetisa, y va adornado con arte exquisito de poeta. Es él la obra
libros esenciales, sintéticos y juzgadores que Michelet escribía. Luego acabada de un espíritu amante. Míchelet veía a los hombres con mirada
que su esposo ha muerto, trabaja en sus libros y por la fama dc su de padre amorosísímo.
compañero, con ardor más vivo que cuando él vivía. Ahora mismo
acaba de publicar, por la casa de Delagrave, de París, un Resumen de la Lu Opinión Nacional, 21 de abril de 1882
Historia de Francia, en que la escritora ha concentrado el texto primitivo
de la hermosa historia que escribió su esposo, sin desnaturalizarlo ni
desfigurarlo. Como vivió en identificación dichosa con el espíritu de 8
su compañero, y eStá dotado de inteligencia grande, su estilo conserva las
cualidades singulares del de Michelet: el movimiento, la vida, el color,
-De Longfellow, el gran poeta americano que acaba de morir, están
el poder de generalización, el inimitable esmalte.El Resumentiene aquella
. *. traducidas a toda8 las lenguas numerosísimascomposiciones. Hay una
preclaron, aquella erudición, y aquel rebose de poesía que hacen tan
suya, que no está traducida al castellano, y que es un código de vida,
bella la Htitoria original. Hállanse en el Resumen todas las grandes
bueno de leer, para cobrar de él fuerzas, por los jóvenes, que han de
peripecias de la nación francesa, las luchas heroica8 de los galo8 y los
vivir, y por los ancianos, cansados de haber vivido. Es aquella una
romanos, en que el vencido Vercingetorix fue más grande que el
poesía que cautiva y ennoblece. Parece voz de patriarca y de profeta. Se
vencedor César; las invasiones huracánicas de los bkbaros; la resistencia
llama esa composición Morituri sakamw: es lo que dice un anciano a
que los francos rudos y gloriosos opusieron a los Bajones, a 103 hunos,
10s alumnos jóvenes del colegio en que él e8tudíó cuando era niño. Otra
8 los sarracenos; la formación sombría y sangrienta del feudalismo,
poesía de Longfellow en todas partes conocida, es EzceLior, verdadero
resultado natural de aquella8 guerras, y de tener que vivir en fortalezas,
canto de batalla de los humano% El Salmo de h vida, El dúa Uuvioso, La
y darlas al caudillo bravo o cruel que libraba a los naturales de los
luz de las estrellas, El esqueleto en armadura, El herrero de lo villa, El
bárbaros. En el Resumen están las luchas trabajosas y enconadas de
viejo reloj de h escalera, ron poesíasbreves, o poemas, como los llaman
los señores feudales y el poder real; la victoria de éste al cabo con
los norteamericanos, llenos de una tristisíma ternura, y de una viril
Luís XI; la influencia del genio torvo y organizador de Luis Onceno en los melancolía, que seducen el ánimo y dan a la áspera lengua inglesa en
destinos de Francia; las ambiciosas tentativa8 y proezas belicosas y que están escritos una extraña y cautivadora melodía.
políticas de Enrique IV, de Richelieu, y de Mazarino; el apogeo y
-Lo8 viajes por Africa están en boga entre los franceses. Ahora un
decrecimiento de la monarquía; y la Revolución, que’parece que con un
cónsul, de nombre Raffnay, acaba d.e hacer un viaje por la apartada
brazo colosal sacude al mundo, lo alza y lo deja, en la montaña que
Abisinia. Alli ha visto a las Gallas Raias, que 8on tribus independientes
remata en la síntesis eterna, en un lugar más alto que CI que antes de
y bravías, que habitan en la Abisinia oriental. Allí ha visto al rey de
la Revolución ocupaba el mundo de los hombres. Esa es la lucha mo-
la comarca, que vive 8iempre en medio de su ejército, al cual tiene en
derna: la lucha entre los espíritus medrosos,que incapaces de sufrir la
perpetua batalla, ya contra un vasallo rebelde, ya contra las tribus inde-
luz de un sol más vivo que aquel a que están habituados, quieren volver pendientes,que hallan que vivir bien sin el gobierno de tan rudo monarca.
a BUBcovachas de antaño,-y loe espiritus bravos y juveniles, a quienes Por allí están 108 montes Zeboul, que era región desconocida, la pro.
no hace mal la luz del sol. En ese libro de Michelet, y. en ese Resumen, vincía de los Rogos, las llanuras del Tigré, la villa de Adoua, el río
que es su esencia, y que acon8ejamosa nue5tros lectores jóvenes que Geralla, los monte8 Aladjíe, uno de lo.9 cuales mide 3,007 metro8 de
adquieran, el interés es tan vivo que vence, en novedad, variedad. color altura, y los Debbar, entre locl que hay uno de 3,252 metros de alto:
y gracia, a la más seductora novela. El corazón palpita; los ojos lloran; en suma, un nuevo caudal para la moderna geografía. Saliendo de esos
las manos buscan la espada; los labios condenan, ruegan, bendicen, lugares w llega a la región 8elvo8a y húmeda que rodea al ‘lago Aussa,
SECCIÓN CONSTANTE 275
274 MARTí / PERIODISMO DIVERSO
cuela que su ansia de saber, con energía y perseverancia singulares. El fuerza, para ser estimado de ellas, parecer brutal y desmañado. La prensa
niño educador se dio a poco a comparar los 39 artículos de la fe anglicana inglesa debe a un atrevimiento de Bradlaugh la supresión del depósito
con la Biblia, los halló en desacuerdo, y r,,menzó a pensar por sí. Se previo a que lo9 periódicos estaban obligados. Hasta 1869, cada diario
hizo leclotaller, que es nombre extraño, con el cual se distinguen los que se publicaba, tenia que dejar en fianA 20,000 francor. Y Bradlaugh
miembros de la más celosa sociedad de temperancia, cuyos miembros se publicó su diario, sin dar la fianza, y tan bien esquivb laa arterias de
abstienen de usar bebida alguna espirituosa. Mal yisto por sus padres, los abogadosde la corona, y tan tenamente guerrilleó con ellos, que ya
y por su antiguo pArroco, dejó la casa paterna, y entró de soldado en el cansados,suprimieron al fin el depósitoprevio. Esees el diputado rebelde,
ejército inglés, con el que fue a Irlanda, cuyos dolores comprendió tan amado del pueblo de Londrea, p ya célebre.
pronto y ab;azó tan ardientemente que el joven soldado inglés fue el
redactor de un manifiesto célebre, expedido a nombre de la “República Lu Ophidn Nacional, 20 de abd de 1882
Irlandesa”, agrupación revolucionaria que precedió en Irlanda a la más
temida y osada de los fenianos, que aún conspiran. Heredó unos dineros,
y con ellos se rescató del servicio militar. Sirvió de escribiente en casa
de un abogado, y allí adquirió tal ciencia de las leyes que se la envidian
letrados muy eminentes de Inglaterra. Bradlaugh ha venido siendo el
caballero andante de todos los olvidados y oprimidos. Con lenguaje vehe-
mente y rudo, ha condenado cuantos abusosha sabido. Con no menor
vehemencia, ha atacado la religión que enseñó un día. Ha escrito
libros numerosísimos,en que flagela sin piedad a las altas clases in-
glesas de las que es odiado; de esos libros, son los más afamados, y
más leídos por el pueblo inglés: “El procesode la dinastía de Brunswick”,
“Los frutos de la filosofia” y “Los impuestos,su origen, y quien los goza
despuésde todo”. En el “Proceso de la Dinastía de Brunswick”, hace una
reseña histórica de los sucesosque siguieron al advenimiento al trono
de Jorge 1, y hace responsablea la dinastía reinante de la enorme deuda
pública que pesa sobre Inglaterra. Y hace una lista de todas las cargas
que pesan sobre los contribuyentes, tales como las pensiones que se
pagan a los descendientesde los bastardos de Carlos II y a otras per-
sonas de esa cuenta, que no parece que tengan derechos claros a ser
pensionadas. En los “Frutos de la Filosofía” trata con desnudez, que le
ha acarreado grandes censuras,el problema de la población, desenvuelve
en todas sus consecuenciasla desoladora teoria de Malthus, y aconseja
a las clasesobreras que no tiendan al aumento de sus familias, que no
han de hacer sino r.-zrpetuar, en una existencia de infortunados, a una
clasesierva y miserable. En religión y en psicología, va tan lejos y niega
tanto, que . 1 no tiene derecho a ser seguido. Es hombre de energía
singularísima, de tenacidad indomable, de palabra arrebatada, vibrante
y culta. Cuando la descarna, no lo hace por desaliño, sino por mnfia:
porque hay gentes para quienes todo arte o elegancia es culpa, y es
1882
1. MAYO 3
2. MAYO 4
3. MAYO 5
4. MAYO 6
5. MAYO 10
6. MAYO II
7. MAYO 13
8. MAYO 20
9. MAYO 22
10. MAYO 23
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-Se oye decir a menudo que tal persona estaba mor&nente ebria.
Ante la Sociedad Biológica de Paris se ha leído un estudio, en que ae
explica cientificamente semejante bestial estado. Mortalmente ebrio eat4
ya un hombre cuando en el fluido vital hay una parte de alcohol por
cada ciento noventa y cinco partea de sangre; ya entonces cesa en los
bebedores la capacidad de beber más, lo cual les salva de la muerte porque
cuando el bebedor resiste tanto que puede continuar bebiendo hasta que
por cada cien partes de su sangre hay una de alcohol, sin remedio muare.
Nos viene a la memoria, a propósito de esto, un triste caso de que fua
teatro el animado puerto español de Santander: apostó un marinero a
que bebería de un sorbo un gran vaso de brandy, y lo bebió, p el vaso
rodó al lado del marino instantáneamente muerto.
-No hay lugar más visitado de los viajeros en Inglaterra que el Fa-
lacio de Cristal, cerca de Londres. Cuanta curiosidad digna de nota
llega a tierra inglesa, va a exhibirse, si escapa de los agentes ávidos de
la Galería de Figuras de Cera de la señora Tusaaud, al Palacio de Cristal
Un día es una exhibición de gatos, otro día es una exhibición de crianaas,
como llaman los portugueses y debieran llamar los españoles, a los niños
en cría. Y el día siguiente es una importante exhibición científica. Una
hay ahora que despierta a la vez la curiosidad del vulgo y de los estu-
diadores, y es la exhibición de aparatos eléctricos submarinos. Allí hay
muestras numerosísimas de cables, desde aquel rudimentario con que
Walker empezó sus ezperimentos en el puerto de Folkestone, hasta estos
cables de ahora, perfeccionados y fortiaimos. El primer cable que en
realidad prestó servicios fue el que, bajo la dirección de Wollanton, fue
colocado en 1850 de Dover al Cabo Gris Nez; y en el Palacio está el cable
de Wallanton, que probó que la telegrafia submarina era posible, y que
sólo necesitaba el alambre telegráfico fuerza ex-tema suficiente para re-
sistir la obra destructora del mar y de los seres voraces que lo pueblan,
286 MARTi / PERIODISMO DNERSO SECCIÓN CONSTANTE 287
y ser útil y durable. En el Palacio está todo el proceso de esta maravilla, el actual sistema de alumbrar las casas,no se trabaje a Ia luz de fluidos
y un ejemplar de csda tentativa, sin que falte uno solo de los trances en que arden materias volátiles, ni a la imperfecta luz de un gas impuro,
del rudo alambre de Walker al de hoy, casi perfecto. En otro departa- disminuirán considerablementelas enfemedadw de la vista que son hoy
mento de la exhibición se ven los enemigos de los cables. El gusano tan numerosas.
horadador, que horada el catichpuc y las rocas; verdaderas serpientesde -Ha hecho el profesor Miintz, de Paris, que ea un descubridor afa-
mar, a las cuaiesse ha hallado enroscadasen torno al cable; ricos cora& mado, un hallazgo curiosísimo: ha descubierto que hay alcohol en el
grandes como arbustos, y otraa muestrascuriosas del mundo maravilloso agua. Y dado a suponer causa a este hecho ignorado, que acaba de
que yace en el fondo del Océano, se exhiben hoy en el Palacio de Cristal. hallar en el fondo de sus filtros y crisoles, cree el profesor que este
Y en un tanque se ve un pequeño buque, al cual está atado un cable en alcohol ea producido por la descomposiciónde la materia orgánica que
miniatura, con lo que se demuestra, haciendo andar de un lado y otro por medio de los vapores se difunde en la atmósfera.
el buquecillo, que ya se ha hallado el modo, que hasta hoy r:o se había
hailado, de atar un cable en alta mar a un buque faro, sin que el cable, La Opinión Nacbnal. 3 de mayode 1382.
con el revolver del buque, se encorve y se rompa.
-Se publica en Francia un buen periódico de medicina práctica, m&.s
2
útil desde que se sabe que el arte de curar consiste más en evitar la
enfermecfad y precaverse de ella por medios naturales que en combatirla
-Entre los viajeros notables que hoy recorren, a manera de nuevos
por medios vioientos, e inevitablemente dañosospara el resto del sistema,
y heroicos misioneros, las comarcas desconocidasde la Tierra,-por su
cuyo equilibrio es puesto a contribución en beneiicio dei órgano enfermo.
valor y su saber-merece mención eapecialísimala señora Carla Serena,
La higiene va siendo ya la verdadera medicina, y con un tanto de atención,
que es de Italia, y goza de gran fama, y acaba de volver a París cargada
cada cual puede ser un poco médico de sí mismo. Debíit hacerse obli- de fotografías del Cáucaso, que ningún fotógrafo ha tomado, sino ella
gatoria la enseñanzade Ia higiene en las escuelaspúblicas, y princípal- misma porque no la han arredrado los fríos de aquellos montes, ni lo
mente en las escuelasde niñas, y hoy más en las escuelassuperiores, desconfiado de aquellos habitantes, ni el hambre y riesgos de todo género
puesto que las niiias de hoy han de ser las madres de mañana, y los que en aquellas comarcas aguardan al viajero. Y no es el Cáucasosólo
higienistas saben de la naturaleza humana y sus achaques más que 10s lo que ha visitado la italiana, que esto ya otros lo vieron y al fin aIlf
abominables curanderos, que demuestran que la ignorancia osada e to- hay rebaños y casas pintorescas y pastores, sino la solitaria Alaska,
davia reina de los hombres, y que en estos tiempos de luces aún hay adondo ningún fotógrafo de los del Cáucasoquiso acompañar a la explo-
quien crea en hechiceros y encantadores,y en que aquel que ha estudiado radora, temeroso dt los peligros que ella desafió y venció. En Italia es
con celo y afanes e1arte de hacer zapatos, hace zapatos peores que aquel hoy popularisima la viajera. Acaban de celebrar su vuelta con gran en-
que no estudió jamás el arte de la zapatería: porque tanto vale fiarse tusiasmo, y el rey Humberto ha hecho acuñar en su honor una medalla
de un curandero parlanchín y negar su fe a un médico. Ese periódico de de oro, que dice de este modo: “A Carla Serena, benemérita de los es-
que hablamosse llama Los Anales úEe la H@ene. En uno de sus últimos tudios etnográficos, exploradora valerosa de la región caucásica.-1882.”
números hay an inieresante estudia que v:ene de molde en estostiempos -De un discurso inédito de un notable naturalista tomamos esta
en que tanto se comentan las rdzntajasy :lescellta)as de la luz eiéctrica. breve noticia acerca de esasteorías evolucionarias que ahora preocupan
El periódico afirma que la luz eléctrica nu es de manera alguna dañosa a cuantos piensan en la composición y orden de la naturaleza: “El ver-
a la vista, y que no soio LIUes dañosa, sino conveniente, puesto que hay dadero fundador de la teoría de la evolución ha sido el célebre naturalista
una enfermedad qtie se ilama astenopia, o debilidad en las íunciones del francés Lamarck, a principios de este síglo. Geuffroy de St. Hilaire,
ojo. ia cual VIene de esforzarse en usar de ia vlsta en lugares donde la Darwin, Oken, Haeckel, Vogt, Huxley, Hooter y otros filósofos emi-
luz es msuiiclente, y como la iuz nueva, a la par que suave, es clarisima, nentes han llamado de nuevo la atención de los sabios sobre ella y eos-
no se corre con eila ese rnesgo, Cree el periodico que cuando se mejore tienen que los diferentes reinos de Ia naturaleza tienen un mismo origen,
288 MARTf / PERIODISMO DlV?lRSO SECCIÓN CONSTANTE 289
dsruarden de un mismo organismo primitivo. Esaa son las doctrinas materia, o grupo de materias, de que está formado cada astro. Así se
que ae Llaman hoy de Darwin; no se puede menos de admirar en ellaa ha adquirido el pleno conocimiento de la constitución física de la Luna.
aunque no se sea partidario ciego de esesistema, una idea sublime. un es- Así se ha visto que en los aerolitos, que no son para laa gentes sencilIu
fuerxo heroico para explicar fenómenosde la vida orgánica que han sido más que “piedras caídas del cielo”, no hay sustancia alguna desconocida
huta ahora considerados como incomprensibles. Es siempre un bello y en la Tierra. Así se ha certificado que los cuerpos cekates cuyo estudio
grandioso espectáculoesta lucha de laa ideas, este combate del pasado ha sido hasta hoy posible a los hombres, están en condiciones físicaa
que no quiere cesar de existir con el porvenir que se esfuerza en ocupar enteramente iguales a las de nuestro Globo.
el rango a que aspira.” -Tennyson es en Inglaterra “el poeta laureado”. Los inglesesacogen
-He aquí una sabia observación de un librero de Nueva York que se sus versoa con el mismo recogimiento y cariño con que los francesea
lamentaba pocos días ha de lo poco que se vendian excelentes libros cl& leen los de Víctor Hugo. El no espoeta humanitario de anchasmiras; sino
ricoa, y de lo mucho que se venden libros en que se cuentan escándalosy poeta de si mismo, y de amores, y lindas damas, y escenaspintorescasy
crímenes, o ae repiten en pretencioso y extraño estilo cosas ya muy de cuadros bellos. Su fama en los Estados Unidos es tal que cada vez que
viejo sabidas. Dijo el librero americano: “iTodo lo que ha sido digno se publica una nueva poesía suya, de Inglaterra la tranamisten a los
de decirse se ha dicho ya tanto mejor desde mucho tiempo hace! Todos Estados Unidos por el cable. Así acaban de transmitir su poesía Gltima
esoaornamentados manjares literarios de que gustan tanto las gentes de “Carga de la Brigada Pesada”. Es una obra de poesía mental, como mu-
hoy, no contienen la fuerza que existe en los jugos de aquellas carnes chas de Tennyson; es la narración, en metros imitativos, de las cosasque
preparadaa por los viejos autores.* Lo cual es verdad respecto dz las va narrando, del ataque de “los bravos Enniskillens y Creys”, que en nú-
cosaaque se sabían en tiempos de los autores viejos: mas no respecto de mero de trescientos, cargaron a caballo y vencieron a millares de rusos.
Ian cosas nuevas, que son muchas, y serias, y dan nuevo jugo a la lite- El poeta ha imitado el galopar de los caballos, el descenderen masade los
ratura, y requieren, en esta perpetua marcha análoga del pensamiento enemigos vocingleros, el revolver y jinetear de los trescientos, el hura-
y su expresión, autores nuevos que lo expresen. Este siglo está prepa- tánico brío con que arremetieron y pusieron en fuga a sus contrarios.
rando los elementos del siglo venidero que ha de ser colosal y origina- Es una linda obra de arte, y no másque eso, la poesíanueva de Tennyson.
Ifaimo. Nosotros somos un ejército en marcha. El siglo que viene será La Opinión Nacional, 4 de mayo de 1882
un ejército en alto. Ellos espumaránestosmanjares que nosotros estamos
echando ahora a hervir. Entre los autores modernos, hay falsificadores
que no hacen más que repetir lo viejo en forma nueva, o porque no se 3
han cuidado de aprender, y no saben que lo que dicen ya está dicho, o
porque hacen industria de las letras, como los malos sacerdoteshacen -Maíz es nombre bien simple, y con ello conocemos el próvido
mercado del templo, y sólo cuidan de llamar la atención sobre sí, y vender grano que por desdicha solemoscultivar en nuestro país tan escasamente,
su fruto. Pero hay en estostiempos, en ciencias, en historia, y en poesía, cuando no hay grano más barato, ni que exija menos cuidado, ni que
que es como el aroma de esasfrutas esencialesy jugosas de historia y de alimente másque él. Maíz le llamamos nosotros, pero los modernos natu-
ciencia, innovadores y descubridores gloriosisimos. Por supuesto que el ralistas le llaman de un modo más complicado, y lo colocan en el suborden
librero tenia mucha razón,-en cuanto a los falsificadores. de las paniceas, que es el primero de los dos subórdenesen que el natu-
-Había llegado a calcularse con exactitud ia situación, la distancia, ralista inglés Bentham divide ahora el orden de las gramíneas que según
el tamaño y los movimientos de los astros. Por medio del espectroscopio él son, o paniceas, como el maíz y el arroz, de las cuales hay seis tribus,
ae alcanza ahora a conocer el estado físico de todo cuerpo que emite o poaceas,como la avena y la cebada, de la que hay ocho tribus.
lux, y en muchos casos, llégase hasta poder determinar su composición --C¿oritz, esta delicadísima novela de Pérez Galdós, que a la par mueve
química. Por el examen de la luz que emite un cuerpo se conocen los el corazón más duro y satisface la mente más descontentadiza y hecha
elementosde que está formado. Así se puede afirmar hoy sin error la a lo serio, acaba de ser traducida al inglés. “Curiosiaima, original y vi.
290 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO
SECCIÓN CCSSTATTE 291
garosa” ha llamado a la novela el Evening Tran.wript, que es tal vez el
mejor periódico de Boston. GI oriu, como Moriunela, no son sólo obras Amicis escribe versos. 1:n &;s Lersos de hombre olnczro, elegante y ven-
literarias, sino obras benéficas. Cierto que no aiiaden gran cosa al len- turoso. Pero su mavúr fama ie viene de sus libros de viajes. de los que
guaje, al cual nada quitan tampoco; pero icuánta dulzura ponen en el ha escrito ya sobre Empañe, > Francia, ;i Marruecos. 7, Ho!anda. v Cons-
corazón ! icon cuánta rectitud deciden en lo difícil! icuán cariñosamente tantinc,pla. Jlas no hau ningunc. entre ellos tan rico de co!cr, ta pinto-
advierte a los hombres de los peligros tremendos de la intolerancia ! icómo, resco, tan lleno Je ingenuidad ni fuerza literaria. de esa fuerza que viene
luego de leer esos libros, se siente como si de súbito hubieran enrique- cie decir sencillarneri~é lo :(¿(e .:tn nuestros ojoo,--como su hbro sobre
cido nuevos quilates nuestro espíritu ! De ahí novelas recomendables, que “AIarruecos” Todo en el libro vive y resplandece. Si no en lo pintoresco,
llenan con provecho las horas vacías, y no esas cosazas de Pérez Escrich, en lo razonador gana 4 “Mairuecos” su libro sobre “Constantinopla”.
que estragan el gusto, falsean las pasiones, preparan mal para la vida, y -‘4 10s que se ocupan entre nosotros <e astronomía agradará saber
Ilenan de caudal inútil y estorboso la mente. No tenemos paz con 10 que ei astronomo Hiu;_=m~ acaba de obtener i;rla fotografía de la nebu-
inútil, ni con lo falso. No se tachará de eso por cierto a la tierna Gloria, losa de Orión. La fotografía del espectro prueba que en la región ultra-
ni a la tristísima Marianela. violeta existen vestigios que no son los del hidrógeno. Huggins ha
reconocido allí la presencia del ázoe.
-Los microscopistas están descubriendo maravillas. Quien vea una
esponja, toda Ilena de grandes huecos, supondrî tal vez, como se supone Lo Opinión Nacional, 5 di .,IQW de 1882
comunmente que ha sido taladrada, allá en los misterios del fondo del mar,
sin saber, como parece que es lo cierto, que la esponja no es taladrada,
sino taladradora, y que horada tanto y tan bien, sobre todo, si es de !a 4
especie de las Clionoe, que atraviesa una concha de ostra. Eso ha ob-
servado a través de su microscopio un estudiador alemán. --Suele vivir en el fondo del agua una planta dehcada, $a tierna
-Quien quiera leer un libro animado, y brillante, tome cualquiera vallisneriu, cuyos amores cuentan con cariño los naturalistas, habituados
de los de Edmundo de Amicis, que no parece que moja su pluma en a ver como, a modo del pelícano que se abre el pecho para dar aiimento
tinta sino en colores. El ha escrito novelas, que son cuadros acabados a sus hijos, los nobles caballeros de esta flor, porque hay flor cabalìero
de nuestra vida actual, donde lo feo está puesto de lado, y en realce lo y flor dama, mueren después que han dado la vida a sus hijos. Y la
heroico y hermoso, como en Manuel Menéndez, que es nombre español, madre viuda va a cuidar, en el silencio del fondo del río, de los hijos
como que es un arrogante mozo de Sevilla el héroe, que estando en sin padre. iY qué lindamente etnpiezan estos amorcs que acaban en
amores con una gallardísima y honesta gitana, entró en celos de ella, y, muerte! Muellemente mecida por las ondas sohre su tallo espiral sube
como los celos enloquecen, la injurió en un pasquín q;e leyó toda Sevilla del fondo de los ríos a lo superficie la flor dama, en tanto que su amador
por lo cual riñeron para siempre, llenas a la vez de amor y odio sus humilde queda, al15 en lo hondo, atado a su tallo, hasta que llega la
almas, Manuel y su novia. Y a los pocos meses un hombre pálido, hora alegre, en que la naturaleza rompe la celdilla que envuelve a estas
que traía una m&no como en cabestrillo, fue a despedirse de la gitana flores, que vuelan a su vez a la superficie a caracolear en torno de sus
porque venía a América, y le dejó un cofre cerrado para que no lo amadas, las cuales lucen, al sol vivo, abiertas las hojas y tendidos, como
abriese hasta después de su partida, ya que la gitana rehusaba per- brazos amantes, los estiernas. en que, como ofrenda de oro cae al cabo
donar al joven pálido; pero no bien llegó éste a la puerta de la casa el polen que corona los estanlbres de las vallisnerias de caballeros, que se
de la hermosa doncella, oyó a su espalda un grito amorosísimo-porque marchitan a poco, como amador que dio toda su alma. Y sus damas
la gitana había abierto aquel cofre, en que estaba encerrada la mano tristislmas vueiven al fondo de los ríos a llorar al muerto esposo, y
con que Manuel Menéndez escribió el pasquín injuriador, y que él se cuidar de la prole venidera.
había cortado, como ofrenda única que pudiese hacer perdonar su falta -. En esta Sección hemos hablado otras veces de Cherville, un nuevo
de hidalguía, y ganarle de nuevo el corazón de su ofendida novia. Y escritor que brilla en grancla. Acaba de pubhar ias Cartas de mi Jardín.
Ea sabio en jardinería ese escriibr elegantGno. No se ha dado a las
SECCIÓN CONSTANTE
292 MARff / PERIODISMO DIVEFUO
iPuede ser fecundada? i y un vacío
florea por desamor de los hombres, como Alphonse Karr, sino por amor Inerte, mudo, tembloroso, frío,
a la naturaleaa. Toda planta débil le cautiva, y la cura: la mima, la Luz, mente, vida puede producir?
riega, estudia sus capriohor, la fortalece, parece como que le pregunta,
y como que oye lo que ella la responde. Nada se descubre en jardinería y Más bella es aún, y más fluida, la estrofa que sigue a ¿sa:
en horticultura que Chervilla no eepa. Le place crear, y tiene un noble
placer en ir aumentando con injertos cuidadosos y mezclas raras las obras ¿De dónde vienes? jcómo tu progreso
de la naturaleza. Sabe todos 108 secretos de las flores, de las legumbres Maravilloso comenzó? iqué ea eso
y de los frutos. Cherville ve a la naturaleza, como la veía Toussenel, con Que no era ayer y ea hoy? iqué eras ayer?
ojos de amante tierno p correspondido. Hay algo de amor de padre iQué es empezar? iCrepúsculo sin nombre,
en el amor de esposo. Con interée paternal vigila por la salud de loa En que su débil vista cansael hombre
arbustos entecoa, de Iaa grarnínear abatidas, de los rosales que ha que- Buscando el paso de la nada al ser!
brantado mucho la ira del invierno. Y se sienta al fin de una alameda,
a ver mecerse los tallos, a ver abrirse las flores, a estudiar, a comparar, y La Opinión Nacha& 6 de mqo de 1882
ve de pronto analogías entra las florecillas coquetas y las damas, y le
asomaa los labios la sonrisa dd padre que ha vivido, y ve como comienza
a vivir, risueña y cándida, su traviesa hija. Y cuenta luego anécdotao 5
de las florea, y sus enfermedades,y los medios de aliviarlas, y cómo pali.
deten, y como se les vuelve a la vida. Eso es su libro: un paseocientífico,
un drama misterioro, una sonrisa delicada, un libro verdaderamente se -Dos años hace, recibió París como a magna pemona a un hombre
ductor. Y cuando viene la primavera he aquí que canta como un verda- pálido y endeble, que venía de prestar a la ciencia grandíaiio servicio:
dero poeta: “ioh, bodas encantadoras, siempre jóvenes a pesar de su era el barón Nordenskjold, el viajero sueco que acababa de hallar el
eternidad, las cuales no nos fatigamos jamás de ver volver, y que rego- paso del mar Artico. Su buque se llamó Lu pego, y el explorador acaba
cijarán de hoy en diez siglos a sus invitados de entonces, como diez mil de publicar la historia de su viaje, de cuyas consecuenciase importancia
años hace regocijaron a los que asistían a la fiesta; desposoriosfecundos no ha cesadode hablar aún el mundo cientifico, en un libro que ae titula
del sol con la tierra que nutren al género humano desdeque el mundo es El viaje del La Vega. Quería el barón hallar el paso del Atlántico al
mundo, J sin los cuales-loh miríadas de hormigas que somos!-reentra- Pacifico a través de las regiones iirticas. Tan cuerdamente preparó au
riamos de nuevo sin demora en el seno sombrío de la nada!” expedición, y la ejecutó tan hábilmente, y tan de su lado estuvo la for-
-Hemos escrito esa palabra IU%Z, y como catá cerca de nosotros un tuna que en un solo verano, y sin grandea riesgos, consiguió su objeto.
libro lleno de poesías incorrectas y maravillosas del neogranadino JosC De los buques que van a explorar el Artico, no vienen m6s que noticiaa
Eusebio Caro, tomamos de él, con verdadera reverencia, porque no hay de desastres,como de la última expedición de norteamericanos que sali
cosa en susverso4 que no se8digna de ella, esta estrofa, poco alada y un en el Jewvaette el cual buque pereció en loa hielos, y cuyos tripulantes
tanto dura, como él solía escribirlas, pero llena de desembarazo,de fuerza, andan ahora moribundos, extraviador o ciegoe por los campos helados de
de verdad y de pensamientopropio. Está hablando con su hijo, que aun Siberia. La Vega anduvo como por mares amigos. El barón ea hombre
no ha nacido, y le dice; en medio de frases hondas J ternísimas, que hacen hecho a interrogar lo desconocido y a no temerlo: la mirada de eua ojos
de esa composición A mi primogéni¿o una composición imperecedera: azuleses investigadora, brillante y profunda. Habla poco, y como siempre
dice algo nuevo y bueno, habla bien. Es tan humilde en aun hábitos de
ciudad como imponente en sus hábitos de mar. Es de aqudlos a quIansr
~DC dónde vienes? jsalea de la nada? place, y no abate, la majestad terrible de la naturaleza. & ye#z aalió
¿Hay nada, pues? iHay cosa asi llamada? de Tromsoe el 21 de julio de 1878; anduvo a lo largo de la coata de
La nada ea el POser: ipuede existir?
2% MARTí / PERIODISMO DIVERSO
SECCIÓN CONSTANTE 295
Siberia cerca de 4,000 millas, sin hallar masas tales de hielo que fuesen
a 80” latitud norte, a fines de enero, cuando parece que todo, en lo recio
un obstáculo a la navegación; y ya estaba a punto de llegar, en su ca-
del invierno, habia de estar helado alrededor del Polo. Al alemán, al
mino del Atlántico al Pacífico a través del Artico,--ya estaba a 120
francés y al inglés ha sido inmediatamente traducido el libro de Nor-
millas del estrecho de Behring-, cuando fue detenido por el hielo, so-
denskjold, cuyo libro, a más de atesorar tan vario y curioso informe,
brado compacto para que Lu Vega le quebrase, y en el hielo estuvo el
está escrito en un estilo claro y sencillo, en que se refleja la singular
buque todo el invierno, hasta que, a la venida del próximo verano, ablan-
modestia y rara sobriedad del célebre y osado navegante sueco, que ya
dada la masa enemiga a los calores de julio, abrió paso al buque explo-
se prepara a viaje nuevo, por aquellos temibles mares, sepultura de tanto
rador, que el 18 de julio reanudó su marcha, y llegó gloriosamente dos
buen marino.
días después a aguas del mar Pacífico, salvando el estrecho de Behring,
y dejando establecido el paso Noroeste de aquella región enemiga de La Opinión Nacional, 10 de mayo de 1882
los hombres, que durante tres siglos ha venido negando a los más hábiles
y osados marinos el triunfo que al fin le ha arrebatado el barón BWXO.
La fuerza del vapor y la de la ciencia vasta de Nordenskjold hicieron el
6
milagro. Antes de lanzarse al mar Artico, el viajero estudió los riesgos
del mar temido y llevó consigo medios de evitarlos. De vela habían sido
los buques de los exploradores anteriores, y el suyo fue de vapor. El -Se ha publicado el mes de marzo en París un Iibro al cual llama
libro del barón no es el mero cuento de un viaje, sin mérito para el sabio, su autor Pensamientos de Otoño; libro que ha sido muy leído y celebrado.
o una erizada narración técnica, sin agrado para el lector común. Es una Es difícil cosa escribir pensamientos que llamen la atención de los fran-
pintoresca enciclopedia, en que las descripciones amenas van mezcladas a ceses, que aún leen con fruición aquellos profundísímos de La Bruyère,
los cálculos, y las observaciones de razas y lenguas se unen a las de lati- y los de La Rochefoucauld, y los muy ingeniosos de Chamfort, que habló
tudes y cosas de navegación. Allí está cuanto hoy puede saberse de la una lengua tan elegante como la de Voiture, aquel francés de otro tiempo
historia, la geografía, las producciones naturales, el clima, los paisajes, que escribía tan seductoras cartas, y vio en los hombres con ojos no
los habitantes de la costa de Siberia, y todo con riqueza de detalles, y menos penetrantes y adivinadores a través de velos y de escombros, que
con informes tan cuidadosos que no hacen por cierto semejante el libro los ojos de Voltaire. El autor de los nuevos Pcnsarnientos se llama
a aquella maravillosa y romancesca historia de los viajes de Herodoto. Phillippe Gerfault; pero parece que no es ése nombre de caballero, como
Herodoto contaba lo que le decían, y Nordenskjold cuenta lo que ha visto. parece, sino disfraz del nombre verdadero de una distinguida dama, que
Narra cuanto se sabe de expediciones al mar Artico. Cuenta la vida de ha sacudido de vez en cuando sobre su librillo las gotas de sangre que
los chukches de Siberia, que es tribu tan pequeña cuanto interesante, y han arrancado a sus dedos las espinas que esconden las rosas de la vida.
no más adelantada que los esquimales de Alaska, cuya vida, que a al- Un alma ingenua, si RO ha sido muy afortunada, tiene mucho de que
gunos viajeros parece casi bestial, se mejora y pule actualmente con el quejarse a poco de haber vivido. Tiene de bueno el libro que no fue
contacto de los tripulantes de los buques balleneros que suelen visitar escrito para publicarse; sino como desahogo de su autor, y muy sin prisa,
la península alaskiana. Nordenskjold ha hallado restos de mamut en y dia tras día, y en varios años, de modo que no se ven allí pujos de
Siberia, y cree que aquella tierra ha sufrido pocos cambios geológicos ingenio, ni antitesis violentas, ni esas frases espumosas, brillantes y huecas
en estos últimos tiempos, y no estuvo nunca cubierta del hielo glacial. que son de uso en los modernos escribidores. Cada palabra dice algo,
El barón dice que apenas hay lugar del Océano Artico, mar afuera, donde y en la frase encajan ajustadamente las palabras. ;Qué ridicula cosa,
el agua esté helada permanentemente, y que, por lo menos en algunas un pensamiento enano con manto de rey, o vestidura de gigante! va el
épocas, hay mar abierto y navegable alrededor del Polo mismo, en apoyo ruin pensamiento como ahogado, y llama la atención, y muere a POCO.
La forma, que no es más que traje, ha de ajustar al pensamiento, que
de lo cual recuerda que los tres buques de otra expedición sueca, en el
ha de tener siempre cuerpo. Y como ajusta la buena ropa: para realzar cl
año 1868 estuvieron a punto de naufragar en una tremenda marejada,
cuerpo, y no para sofocarlo o desfigurarlo. A vetea los pensamientos,
296 MARTf / PERIODISMO DIVERSO SEdN CONSTANTE 297
luego de examinados, quedan como aquel Rey Luis XIV, que pintó el
ingeniosísímo escritor inglés Thackeray, al cual pintó en tres partes, de 7
las que era la primera un rey magnifico, de peluca soberana, bastón
de alto puño, manto regio y luengo, y sapatos encintados; y la parte -Alguna vez hemoshablado en Lo Opinión Nacional del doctor Adler,
segunda era el gran manto, y la peluca grande, y los tapatoe vacios de uno de los pensadoresmás independientes,elocuentesy celebradosde los
rey; y la parte tercera era el rey misero, como ora sin manto, todo Estados Unidos del Norte. Cada domingo pronuncia a modo de oficio
religioso, un discurso en uno do los saloneselegantesde Chickering Hall,
encorvado, y muy pobre de carnes; y muy lleno de arrugas, y más flaco
en Nueva York, adonde va a oírlo una concurrencia muy selecta. El
que el común de los mortales, con lo que se demuestra cuan pobre cosa
doctor Adler no niega ninguna de las condiciones idealizadas del espíritu
suelen ser los hombrea, si se les quita el manto:-así a ciertos pensa-
humano, pero cree que. los sistemasreligiosos existentes no responden al
mientos. La belleza de la frase ha de venir de la propiedad y nitidez del
grado de razón y madurez que en esta épocahan alcanzado ya los hombres,
pensamiento en ella envuelto. Ni ha de decirse escritores, sino pensadores,
y cree que VOllegando el momento de comenzar a estableceruna religión,
en justo castigo de haber venido danto funestísíma preferencia al arte de
que él llama religión ética, porque la virtud ha de ser su baso, la cual
escribir sobre el de pensar. Algo más que oatres y embadurnadorea
esté en armonía con el actual estado de la mente humana. Ha ido pre-
do fachadas han de ser los escritores buenos. Ha de borrarse del papel
parando a sus oyentes para eata manifestación, con muy notables dis-
toda frase que no encierre un pensamiento digno de ser conservado, y
cursosacerca del sentido real de la vida humana y los deberesque impone,
toda palabra que no ayude a él. Todas esas cosas se nos han salido do
con explicaciones de lo que ha de ser y cómo ha de ser la caridad en
la pluma a propósito de esa buena condición de la sobriedad que notamos
nuestros tiempos, y con la creación de escuelasde moral para los nigos,
en el libro de Phillippe Gerfault. El libro tiene una suave tristeza, como
la cual ha tenido, por la excelencia de los maestros,por el sistemade des-
escrito en horas melancólicas: siempre lo son las de la reflexión de los
pertar la inteligencia de los niños a pensar por sí, y por la enseñanzade
trances del alma. He aquí una muestra de esos Pen.romientos:-“La dicha
una virtud inquebrantable y austera, un Exito que no es ciertamente co-
es el pájaro que está allí, a diez pasos de nosotros y al que nunca po-
mún. Cree Adler que esta edad no tiene aún símbolo, que el espíritu de
demos tomar por las alas.” “Sucede con nuestros afectos como con
esta edad anda como sacadode quicio, desamoradoya de la forma que V*
nuestros dientes: nos hacen sufrir cuando nacen, sufrir mientras los te
neraba antaño, y desconocedoraún de las formas nuevas que ya siente
nemos: sufrir cuando nos dejan: y no son por eso menos la sonrisa de
el ansia de conocer y venerar, lo cual ha de ser tal que el corazón quede
nuestra vida.” ” Las mujeres aman tanto como pueden: los bombrer tanto
engrandecido por ello, sin que la mente quede ofendida por lo que tenga
como quieren.>’ Y 1o que ha hecho creer en París que el autor del libro
de irracional e improbable. El culto de las virtudes ha de ser esta nueva
es una dama, es esta frase, que respira cólera de dama ofendida: “Los
religión, a la cual, según Adler, sería necesario embellecer con fiestas,
hombres hablan mal de las mujeres entre sí, jamás a las mujeres mismas:
para que responda a los anhelos de la fantasía, que es una cualidad viva
así los criados, que sólo hablan mal de sus señores entre criados”. En
en la mente humana, la que no puede desatender religión alguna que
otro lugar dico esto, que no tiene modo de ser fielmente traducido al
quiera vivir. Estas fiestas, para que parezcan naturales, y no repugnen
castellano, y damos en francés como fue escrito: “On commenceB s’aimer
a la razón, han de ser cuando la tierra nos produzca con sus cambios
moins quand on s’apergoit qu’au líeu de faire de l’égoisme B deux, on
impresiones análogas a lo que en cada una de esas fiestas se celebra.
est deux B faire de l’égoisme.”
Habrá la fiesta de primavera, lo de verono, la do otoño, y la de invierno,
a la par que el abrirse de las flores, celebrará la religión ética, esta
Lo Opiniu’n Naciond, 11 da mayo de 1882
primavera a que parece venido, en estos tiempos de renuevo y flor&-
miento, la morada de los hombres. La escuelaes el hogar de los espíritus,
que pone en ellos como calor de sol, por lo que la fiesta do la cacuela
podria ser la fiesta del verano. En el otogo, en que las hojas caen, se
celebraría la fiesta de los muertos, de los luchadorea que han caído. Y
298 MARTí / PERIODISMO DIVERSO
que va en la materia en el discurso tratada, sobresale el discurso del verdad, de un hogar honrado, que se abre con una fiesta en que se celebra
profesor Huxley sobre “La ciencia y la cultura”, en la que el profesor la terminación de la casa nueva en que van a vivir los recién casados, J
discute y fija cuál ha de ser la cultura de estos tiempos, y cuál es BU se les ve luego, en diferente5 escenas, todas dulces y puras, ya sentados,
objeto, y si ha de ser principalmente literaria, o principalmente científica. en soledad gustosa ,y dulce medio, frente a la mesa que el trabajo del
De gran aplicación sería ese discurso en nuestras tierras, cuyos mayores hombre ha de llenar de manjares, y la ternura de la mujer ha de conservar
males vienen tal vez de que la masa de hombre5 inteligentes, llamados a alegre y sin mancha; ya ahogando entre risas de orgullo las voces de
dirigir, reciben una educación, no sólo principalmente, sino exclusiva- mando que, acompañadas de grandes golpes de cuchara en la mesa, da
mente, literaria. Por de contado, Huxley rompe lanzas con aquellos el primer hijuelo ; ya deleitados viendo cómo en torno a la silla de los
ingleses que creen que para ser hombre culto no es necesario estudiar más padres juegan y riñeq y vuelven a jugar aquel hijo primero y la primera
que bellas letras, y no bellas letras modernas, sino las griegas y las latinas; hija; ya presidiendo w la mesa, llena de niños brillantes, como un rosal
por lo cual miran al que sabe de Teócrito y de Ovidio como a ilustra- de rosas; ya tristes junto al fuego, porque andan lejos los hijos, en mares
dísima persona, aunque ignore las leyes del comercio moderno, o los y en batallas, y en otros brazos las hijas, enjugando la frente de nuevos
oficios industriales de una planta, o las leyes que regulan la marcha de batalladores; ya sonrientes y felices, y cercados de nietos, que vienen con
las instituciones en los pueblos; y ven con malos ojos, y como de superior los hijos y vecinos a celebrar las bodas de oro de aquellos abuelos hon-
a inferior, a uno que sabe de física, y de historia natural, y de industria, rados. Y como todo eso está dicho con delicadeza y arte sumo, y agrada
y de agricultura, y de comercio, y de mecánica, y de toda la varonil y al eído por la música del verso, y a la mente por el arte en ellos desple-
magnifica poesía que cabe entre ellas, y viene de ellas, pero no recita de gado, y al corazón por la casta y melancólica dulzura del poema, no pagó
memoria por desdicha, y con el debido tono y acento, las Geórgicas y las mucho por él el que pagó los cuatro mil pesos. La belleza alivia: un
Bucólicas. iRazón de sobra tiene en su campaña el profesor Huxley ! canto hermoso ea una buena acción: quien da huéspedes al corazón le da
Un hombre de estos tiempos nutrido exclusivamente de conocimientos compañeros para la amarga vida: un buen canto es un buen huésped. Y
literarios, es como un mendigo flaco y hambriento, cubierto con un manto icómo duran, los versos! Duran más que los imperios en que se
esmaltado de joyas, de riquísima púrpura. A Neso, lo devoró su túnica; cantaron, y que las fortalezas que defendieron los imperios. Troya está
y a nosotros, este manto esmaltado de joyas. en ruinas: no la Ilíada. El poeta unge con óleo de vida eterna los paisajes
que pinta y los héroes que consagra.
-La fama es un caudal que suele producir hermosa renta. Muchos
poetas hay, en todas las partes de la Tierra, que se quejan de lo impro- La Opinión Nacional, 22 de mayo de 1882
ductivo de la Musa, mas es lo cierto que en los pueblos grandes, donde
hay gran público, suelen pagarse bien las obras de los poetas; sólo que
lo que se paga, no es la obra, sino el derecho de explotar el nombre 10
famoso del que la ha hecho. Así aconteció con Longfellow que, en 10s
primeros tiempos de su. carrera poética, no hallaba quien le pagase cosa -No es cosa común en Rusia la aparición de una novela política,
decente por su poesía, o hallaba muy mezquinos pagadores; y después ni se había dado jamás caso, en la corte del zar, de un ministro novelista.
que gozó de renombre, vendió a tal precio sus versos que por el derecho Este es el caso de ahora, en que la publicación dd una novela del conde
de publicar en un diario de Nueva York una de sus composiciones que de Valonev trae revuelta a la corte, y muy interesada a aquella parte
no tenía más de 200 líneas, hubo de pagarle el editor $4,ooO a razón de de la nación que sabe leer. El conde escritor es en la corte persona magna,
veinte pesos por verso. Poco menos le han pagado a Tennyson en Ingla- que merced a sus talentos, y a su buena casa y notable hermosura, halló
terra por su “Tithonus”, cuya composición vendió el poeta inglés a tres favor en la corte del zar asesinado, de quien fue por mucho tiempo primer
guineas la línea. La composición que produjo a Longfellow $4,000 anda ministro, y el más liberal de ellos, tanto que cuando ya no quiso el zar
en eus obras, porque sólo vendió al editor del diario neoyorquino el continuar gobernando liberalmente, dejó de ser su ministro el conde
derecho de publicarla por breve tiempo; y ea la historia, bellísima en Valonev, que continúa siempre en altos puestos del Eutado, a tal punto
304 MARTí / PERIODISMO DIVORSO SECCIbU CONST.kNTE 305
que ya se le señala como el sucesor probable del general Ignatiev, actual ~11el libro del con&. que ya corren en boca de todo el mundo. En un
Presidente del Consejo del zar. Diciendo, pues, que la novela del conde iu,csr dice: “>uestras leyes protegen a ambos contendientes en el papel,
es un libro en que, bajo forma de novela, hace gala de su fe política, y pero en la práctica sólo a uno”. con lo que condena sin duda los privile-
juicio de los partidos rusos, queda dicho qué interés extraordinario ha gics esccsivos de que goza en Rusia el señorío. Dice en otra página:
despertado el “Lorin”, que así se llama el libro. El argumento es simple. “Tener razón no importa entre nosotros nada.” Hablando del buen
Casi todos los personajes de la novela perteneces a la aristrocracia rusa. nlrljiX-, del campesirlo ruso, escribe: “Nadie puede comprar al mujik
Un oficial de la guardia imperial, Michael Lorin, se enamora de una con rublos, pero cualquiera le csmpra con una palabra cariñosa.” Tal
hermosa condesa, cuyo marido vive en París, gozosimente, en tanto que es 13 novela “Lorin”, “el libro del año” en Rusia, porque no habrá en
ella llora en Rusia soledades, lo que viene a parar en que la condesa llegue el año otro más famoso.
a amar de tal modo a Michael que, arrebatada de celos al verle llevar -Saben ya nuestros lectores, por uno de nuestras cartas de Nueva
del brazo a una linda joven en un baile, declara ante la asombrada con- York, que acaba de morir poco después de su amigo Longfellow, el
currencia sus amores con el oficial. Por sí misma desacreditada, sale la grandioso Emerson, tenido como uno de los más potentes y originales
condesa de San Petersburgo; y Michael, aunque conoce que ama a la pensadores de estos tiempos, como varón excelso, y como el más grandr
joven del baile, y sabe que es ardientemente amado de ella, cree que es de los poetas de América. Ll amábanle, por lo profundo de sus visiones,
deber suyo seguir a aquella otra mujer que por amor a él perdió su crédito su amor a lo perfecto y su veneración a todo lo bello, el Platón moderno.
y la sigue. Esta nobleza, que al principio seduce a la condesa fugitiva, Su presencia, ya en su pueblo, en todos cuyos actos íntimos se mezclaba
la llena luego de remordimiento, porque por ella ha perdido Lorin au sencillamente. ya en la plataforma de lector, que ocupó con éxito grande
carrera brillante, y el apoyo de un tío acaudalado, cuyo remordimiento entre los grandes, y pequeño entre los pequeños, parecía una iluminación.
llega a tanto que la condesa deja a Lorin, y se vuelve a San Petersburgo, De sus obras en prosa, la que presenta en globo las impresiones que en
lo cual permite al oficial volver a Rusia, mas no a San Petersburgo, donde él hizo el Universo, y su concepto de las leyes de éste, es su famoso
no puede vivir porque es oficial pobre, sino a la provincia; sólo que libJ,o, tan famoso como breve, “Naturaleza”. Allí sostiene que la mente
viene a herirle a tiempo una enfermedad grave, que lleva de nuevo al tío eS superior a la materia; que el hombre limitado irá a dar en el Creador
severo a proteger a Lorín, el cual vuelve también a San Petersburgo, a sin límites; que la naturaleza es sierva del hombre, y su educadora, y que
casarse con la lealísima joven del baile que le aguarda. Pero toda la el objeto de la vida es la preparación a los goces de la muerte por el
novela está sembrada de alusiones políticas, de descripciones de la corte, ejercicio de la virtud. Otro de sus libros se llama “Hombres Represen-
de juicios de los partidos contendientes, de alabanzas a Pedro el Grande, tativos”. que pudi&ramos llamar nosotros “Hombres místicos”, y elige a
que salió de su casa imperial para ir a aprender artes mecánicas en hlontaipne, como tipo de los escépticos; a Platón, como tipo de 10s filie
una tierra austera, y no danzas ni arte de mentir en la corte frívola de sofos; a Swedenborg, como tipo de los místicos; a Shakespeare, como el
Francia, por lo que el conde Valonev cree que ningún país ha tenido rey poeta; a Goethe, como el escritor, y a Napoleón, como el hombre mun-
mejor que Pedro, a quien no debía llamarse “el Grande” sino “el más d ano. Cada frase de este libro ‘es una sentencia; y cada una de as
Grande”. Y lo curioso del libro es que contenta igualmente a los eslavófilos sentencias pudiera dar margen a otro libro. Pasma esa fuerza de con-
o nacionalistas, que quieren gobernar a Rusia como se la gobernaba tres centración. En otra obra analiza y describe a Inglaterra, y esta obra se
siglos ha, y con absoluto apartamiento del resto de la vida universal, ni llama “Rasgos Ingleses”. Bajo el título de “Ensayos”, ha agrupado la
atención a institución que no sea rusa,-y a los liberales u occidentalistas, esencia de sus lecturas, que abarcan casi todos los asuntos importantes
los cuales sostienen que esas instituciones llevan a Rusia a la barbarie, que requieren en la tierra la atención del hombre. 1Jna colección de
y que la nación debe ser gobernada como lo son los países democráticos estos ensayos se titula: “La conducta de la vida”; otra, “Sociedad y
y generosos del oeste de Europa. Y el conde dice que se puede tomar de soledad”; otra, “Cartas, y asuntos sociales “. De entre sus versos, sobre-
lo del oeste todo lo adaptable a Rusia sin lastimar por eso ni mermar salen los resúmenes de sus “Ensayos”, que ponía a la cabeza de éstos,
todo lo que haya de bueno en las instituciones nacionales. Hay frases y una augusta elegia, que llamó “Threnodia”, y es tal vez la expresión
306 MARTi / PERIODISMO DIVERSO
mía sobria, grandiosa y sentida del dolor paterno que existe en lengua
alguna, ni hay tampoco, aun entre los clásiCos griegos, ni entre los
bucólicos ingleses, poema descriptivo superior al que Emerson tituló
“Día de Mayo”. Sus trozos descriptivos se parecen a la traducción que
hizo el poeta americano Bryant de la Ilíada. Pero el ritmo de Emerson
es más vivaz y alado que el de Bryant.
1882
1. JUNIO 2
2. JUNIO 5
3. JUNIO 14
4. JUNIO 15
1
-Es el Saturday Review, o Revista del Sábado uno de los periódicos puesto que parece natural que de algo esté recibiendo el Sol permanente-
más leídos y apreciados en Inglaterra. Es más ligera y breve, pero no mente el fuego con que permanentementecalienta al Universo; y ahora
menos concienzuda, que la Revista de Edimburgo, el Quarterly Review, hay dos novísimas teorías, que traen preocupados a los astrónomos.
y el Bluckworld’s Magazine afamados. Con leer esos periodícos, se está hlattieu Williams afirma que el calor del Sol es mantenido por ese que
al tanto de todos los grandes sucesos,actos, problemas, libros que inte- se llama “polvo cósmico”, 0 materia tenue que vaga en la esfera, la cual
resan al conocimiento de la vida actual. De Darwin dice esto que recoge el Sol incesantementeen su viaje a través del espacio, y se con-
copiamos, el Saturday Review: “Puede decirse de Mr. Darwin que su densa en la superficie del Sol, y viene a ser el perpetuo alimento del
vida fue feliz, su método fructuoso, su obra magistral. Fue la suya una perpetuo fuego; otro astrónomo de nota, que es e! americano Siemens,
vida ideal. Darwin no fue solamenteun hombre de genio, con la paciencia cree que el Sol es como un abanico inmenso, que recibe al plegarse tanto
y adivinación del genio: fue también un hombre genio de tal manera calor como da al abrirse, y que repara la energía que pierde al radiar
c010d0, que su genio especial pudo tener, y tuvo la aplicación mas su calor en el espacio, con la atracción y conversión en fuego de la
amplia. Tan aceptada por los hombres civilizados como la teoría de la materia tenue dispersa en la atmósfera que la fuerza centrífuga del Sol
gravitación es hoy la teoría de que el orden del Universo es el de una atrae a este astro. Pero a eso se opone Proctor, que dice que la fuerza
mente suprema trabajando silenciosa y regularmente a través de las centrífuga del ecuador del Sol es mucho menor que la fuerza centrífuga
edades, y no espasmódicamente. Nadie ha contribuido más poderosa- del ecuador de la Tierra, y que no puede suponerseque la del Sol lance
mente que Darwin a la aceptación general de esa teoría.” del astro el calor que conforta a los demáscuerpos del Universo, cuando
-Unos, un tanto ciegos, admiran a ciertos pueblos grandes y la de la Tierra no lanza al espacio las aguas del océano. En eso están
potentes; otros, con mejor acuerdo, admiran más las grandes cosas ahora los estudiadoresde ciencia heliográfica.
realizadas por los pueblos pequeños. Suiza y Bélgica son naciones muy
L.a Opinión Nacional, 2 de junio de 1882
dignas de estudio. Suiza tiene 1,594 millas de ferrocarril, las cuales
valen unos $200.000,000y en cuya explotación se ocupan 13,000 personas.
El trabajo hace allí fuertes a los hombres. La libertad es fruta dulcísima: 2
es la fruta del árbol del trabajo. Sin árboles, no hay frutas.
-Se han hecho cálculos nuevos sobre el Sol, que modifican un tanto -Venían muriendo, y mueren abundantemente, los italianos de pe-
loe antiguos, y descubrimientos nuevos, que añaden datos a la gran Uugra, sin que los médicos diesen con las causas de este mal terrible,
ciencia heliográfica. Proctor se llama un inglés que sabe del Sol mucho. que nada ataja luego que ha prendido en un cuerpo humano, y que sólo
Pero no tiene que envidiarle el italiano Rossetti, que sabe másque Proctor. puede ser combatido en sus orígenes. Parece que al cabo se ha dado
Rossetti acaba de fijar la temperatura del Sol en 18,000 grados Fahren- con la causa del mal, un mal de veras terrible. El médico Lambrossoha
heit. Unos suponían que la temperatura del Sol era de millares de grados; hecho investigaciones pacíentísimas, en amigos suyos, y en perros y en
otros mantenían que no era más alta que la de 3,632 grados Fahrenheít; conejos. Ha hallado al fin que la’causa de la pellagra es el maíz enfermo.
hoy, tiénese como cierta la fijada por el paduano Rossetti, y sobre ella Lambrosso ha descubierto que una tintura de este maíz enfermo contenía
generalmente se calcula. No se sabía antes tampoco que hubiese en un alcaloide semejante a la estricnina. La infusión de esta tintura en
el Sol elemento alguno que no fuese metálico, y ahora sábese ya que animales,y aun en personas,ha producido en grado correspondiente a la
hay oxígeno en la atmósfera del Sol. Creíase antes que el Sol estaba cantidad inyectada, los síntomas de la pellugra. Inyectó Lambrosso en
a una distancia de 95.OOO,OOO de millas de la Tierra; ahora se ha re- una rana medio gramo de la tintura, y la rana, despuésde convulsiones
hecho el cálculo, y se asegura que la distancia entre el Sol y la Tierra tetánicas que aparecieron al cabo de media hora, murió muy pronto.
no excede de 93.100,000 millas. Y desde Newton se viene pregun- El uso del arsénico ha servido de mucho al médico italiano en el tratn-
t.qndo qué alimenta el orbe solar, que da de sí tan gran calor sin en- miento de esta enfermedad, verdadero azote de las campiñas de Italia.
friarse jamás, y cuáka son las sustanciasque llenan eae inmenso horno, El doctor recomienda, por tanto, el arsénico, y aconseja que no se cul-
312 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓS COSSTASTE 313
tiven más ciertas especies del maíz, que en Italia adquieren fácilmente espumas. Están aún, como versos primerizos, mas cargados de sonidos
la enfermedad que traspasada al hombre, se convierte en esa temidísima que de sentido; pero sorprende aquella rima tan candente, aquel período
pellugra. Tanto ha ocupado a Italia el descubrimento de Lambrosso, como tan amplio y tan lleno, aquella exuberancia de colores. Marín tiene ya
a Francia, y a los pueblos todos, ocupó el descubrimiento del vibrón, el todas las formas de la poesía: la vida, y el uso que él baga de ella, harán
gusanillo germinador de tantas enfermedades, cuyo hallazgo vino a co- el cuerpo que él ha de vestir con ese suntuoso ropaje.
ronar los esfuerzos pacientes del médico Pasteur, hombre verdadera-
I.a Opinión n’acional, 5 de junio dc 1882
mente sabio.
-Entre los nuevos hombres de letras en España, brillan ya los de
tres jóvenes poetas líricos, y un poeta dramático. Aquellos se llaman 3
Palau, Marín p Abarzuza; el poeta dramático se llama Ceferino Palencia.
El nombre de Ceferino Palencia es ya familiar en la Corte: la repre- -En nuestras Curtas de Nueva York, hemos hablado de Pasteur, y
sentación de su última comedia El Guardián de la Casa fue para dado cuenta de la reciente elección del afamado médico, para ocupar el
Madrid como una fiesta de familia. A todos sedujo aquel autor tan siilón de Litré en la Academia Francesa, y de la fiesta de la recepción.
bien dotado, tan tímido, tan joven, tan modesto. El verso de sus co- Digamos ahora algo sobre sus méritos científicos. Nadie ha hecho más
medias es desembarazado y airoso, y recuerda aquel rebosante verso bre- que Pasteur, por sacar de la ciencia recursos para aliviar los dolores de
toniano, más movible y musical que el verso de Moratin. Su mérito los hombres. Con generosa caridad, ha estudiado celosamente los orígenes
como autor cómico está en que presenta los defectos humanos en su desconocidos de muchas enfermedades extrañas y mortíferas en los ani-
forma natural y frecuente, lo que les da más carácter de verdad, y mayor males y en los hombres. Pasteur nació de pobre familia. Hay en Francia
influjo a las lecciones que resultan de ponerlos en escena; lo cual no un premio, que llaman el premio de Rumfort, y que se concede a los que
acontece cuando los defectos se caricaturan, porque el público no se ve estudian con singular provecho la polarización de la luz: Pasteur, dado
en esas exageraciones, y como no siente la realidad de aquellos caracteres, desde pequeño a hondos estudios químicos, ganó el premio Rumfort, mas
no recibe impresión alguna de las lecciones puestas en sus labios, o traídas no siguió ensayos en esa vía sino que, quince años hace, cuando una en-
por sus actos que de este último modo deben darse las lecciones en el fermedad misteriosa devastaba las crías de gusanos de seda en Francia,
teatro, y no por pláticas morales. La verdad ha de darse al hombre en- y estaba ésta en peligro de perder la gran riqueza que de sus sedas le
vuelta en mieles. Ha de hacérsela risueña y amable, para que el hombre, viene, apareció Pasteur de nuevo, haciendo conocer descubrimientos tales,
seducido por su apariencia externa, se acerque a ella, y la oiga sin saber que detuvieron el mal, y ha podido decir de ellos el profesor Tyndall que
que la oye,-y ése es el arte de los buenos poetas cómicos y el de Cefe- esos descubrimientos sólo han producido a Francia una suma mayor
rino Palencia--. Abarzuza, que nació en Cuba, y Palau, son poetas que los cinco millares de millones que la nación pagó por su rescate a
grandilocuentes, que buscan en los grandes aspectos cósmicos y en los Prusia. Pero tanto habrá trabajado el descubridor que tuvo un año pa-
últimos descubrimientos científicos las imágenes grandiosas que faltan ralizado toda la mitad de su cuerpo. Con ser tal esa labor, no fue mós
a la poesía lírica moderna. No cantan amores, ni dolores, sino armonías que el comienzo de la obra de Pasteur. A poco, ya estaba dando a luz
de la Naturaleza. Los versos de ambos son de tal timbre y vuelo, que no los resultados, en verdad pasmosos, de sus estudios de los gérmenes
tienen qué envidiar a los más sonoros y mejor forjados de la musa cas- ignorados de las enfermedades que aquejan a la vida animal. Según la
tellana. De Abarzuza, la mejor obra es una oda Al mar. De Palau, lo teoría de Laplace, todos los planetas han pasado por un estado ígneo,
más celebrado es una oda Al Polo Artico. El.otro poeta no tiene aún en el que la vida orgánica era imposible. Eran de fuego los planetas aI
21 años y ya se ha abierto camino entre los bardos de fama: es Marín, principio : no cabían animales ni plantas en ellos. Se enfriaron después,
joven aragonés. Se parece su verso al de Grilo. Las estrofas brotan de y pudieron ya vivir en ellos las plantas y los animales, merced a una
él como agua de surtidor: fresca, esmaltada, rumorosa, rica. Tiene su combinación, favorable a la presentación y mantenimiento de la vida,
poesía, como obra quien no ha vivido, el albor y la fragilidad dc las de 10.;cuatro elementos que en todo ser vivo se encuentrnn: oxígeno, ázoe,
314 MARTÍ / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN CO::STANTE 315
hidrógeno y carbono. Esto no quería decir que fuese posible lo que otra clase de vacuna: la aplicación del mismo sistema a diversas enfer-
aseguró luego un Van Helmont qtie podía ser, el cual Van Helmont dijo medades. Allí donde el gérmen está ya aclimatado, no puede hacer mal
que de las ropas de. desperdicios podían hacerse ratones. Lo que esa serio su súbita aparición, mientras que el cuerpo que no esté habituado
hipótesis mantiene es que los gérmenes primitivos de la vida se produ- al germen de la enfermedad, será devastado por ella. Por eso Pasteur ea
jeron espontáneamente. Ya en 1748, Buffon y Needham se declararon hoy tan afamado como amado, se le admira por su ingenio y su tenacidad;
en favor de la hipótesis de la generación espontánea. Pero Spallanzani se le ama por sus beneficios. Su celebridad, es ya tan grande como la de
probó, unos treinta anos después, que-a pesar de que algunos sostenian Jenner, el inventor de la vacuna: Pasteur ha confirmado por experiencias
que trozos de animal o vegetal puestos en infusión y sacados al aire, se en ovejas y otros animales que es posible el medio de salvación que pro-
llenaban de seres vivos microscópicos-, las infusiones de porciones orgá- pone: no hay hombre notable en la ciencia médica que no esté hoy preo-
nicas que habían sido hervidas continuaban estériles. Schulze y Helmholtz, cupado con el medio de aplicar y aumentar estos descubrimientos. En
que son dos filósofos clemanes de mucha cuenta, llegaron a la misma México se han hecho, por médicos mexicanos, investigaciones notabilí-
conclusión; pero Pouchet, después de experimentos semejantes a 103 de simasa propósito de los gérmenesde la fiebre amarilla.
estos sabios alemanes, obtuvo resultados diametralmente opuestos. Así
estaban los estudiadores de la vida microscópica, y del problema de la La Opinión Nacional, 14 de junio de 1882
generación espontánea, que suponen que los seres vivos nacen de sí
mismos, y no son más que la combinación de ciertos elementos químicos 4
primitivos, que sueltos constituyen la vida inorgánica, la vida de las
piedras, y reunidos producen la vida orgánica, la vida de los anímales -Entre los modernos hombres de ciencia de Italia, a más del pro-
y las plantas,-cuando hizo Pasteur su aparición brillante en el campo fesor Rossi,que es consumadogeólogo, y del profesor Rosseti, astrónomo,
de estos hombres estudiosos, con su memoria sobre los cuerpecíllos or- de quienes ya ha hablado a sus lectores La Opinión Nacional, cuéntase
gánicos, los diminutos seres vivos que pueblan la atmósfera. Por inge- un escritor de importancia ya reconocida, por más que algunas de las
niosísimos medios había reunido las partículas flotantes en el aire de su teorías que mantiene, a pesar de ser teorías materialistas, sean meras
laboratorio y las había sometido a un tenaz examen microscópico y elaboracionesmetafísicas, e hipótesis osadasno comprobablescon hechos.
hallado que muchas de aquellas partículas flotantes e invisibles que va- Pero busca con afán y con sinceridad la verdad, y se ha consagrado
gaban en el aire de su cuarto eran cuerpos orgánicos. Los sometió a generosamenteal estudio de los problemas de la Naturaleza, y mereceel
tales procesos, que le permitieron asegurar, con datos científicos, que renombre que goza. Se llama Tito Vignoli. Entre sus obras, distínguese
no hay razón para aceptar la teoría de la generación espontánea de lo La Doctrina Racional del Progreso, y la que acaba de publicar que se
cual confirmaron ampliamente los experimentos, del profesor Tyndall. llama El Mito y lu Ciencia.
De la averiguación de la existencia de esos cuerpos orgánicos, que Ile- En La Doctrina Racional del Progreso desarrolló Vignoli la que le
vando vida en sí, suelen empobrecer y arrebatar la vida de los demás parece ser la ley del progreso humano, el tual, en su origen e impulso,
seres vivientes, Pasteur, movido de su alma generosa, se consagró a es- fuera de lo que de sobrehumanopueda tener en sí mismo el hombre, no
tudiar los estragos que esos animalillos causan en el organismo de los necesita para su desarrollo de ninguna influencia sobrenatural. Otra es
hombres y de los animales, y a combatirlos. Por él se supo que todas la materia que estudia en El Mito y la Ciencia,--en cuyo libro trata de
laa enfermedades contagiosas son producidas por ciertos gérmenes, y investigar el origen de la vida en su doble manifestación racional y
Pasteur vio que cultivando esos gérmenes de enfermedad, e inoculando animal, cuyo origen de dobles manifestacionesmantiene el italiano que
suavemente en nuestros cuerpos una parte de ellos los más fieros ataques arranca de una base común de materia que se produce y transforma
de las enfermedades que ellos producen serían luego impotentes para conforme a la teoría de la evolución, que mantiene que cada ser cambia
arrebatarnos la vida, como sucede con la viruela, a contener los estragos por su propia fuerza de otro ser superior de su misma especie, cuyos
de lo cual basta una buena vacuna. Y lo que Pasteur aconseja es eso: cambios, partiendo de cuerpecíllos infinitesimales vivos, vienen a rematar
916 MARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCl6S COYSTASTE 31i
en la producción del ser humano. iNi que mucho que eso fuera cierto! de la vida puramente animal, llevada a más altas manifestaciones por la
El misterio siempre queda el mismo. El misterio no está en el modo con simple fuerza de cambios continuos e infinitesimalmente pequeños, veri-
que se desarrolla la vida, sino en la esencia de la vida. ficados a través de las inmedibles estaciones de la formación de la tierra.”
Mientras más pequeño es su germen, más grande aparece su Creador. Que cada grano de materia traiga en sí un grano de espiritu, quiere
No hay ofensa al Creador en suponer que hizo el mundo de uno u otro decir que lo trae. más no que la materia produjo el espíritu: quiere decir
modo, o que desarrolla la vida por uno u otro procedimiento. Cuando que coexisten, no que un elemento de este ser compuesto creó el otro
los hombres discuten sobre esto, contradicen las opiniones de otros elemento. iY ése sí es el magnifico fenómeno repetido en todas las obras
hombres. La palabra de Dios es la naturaleza, y la naturaleza no ha de la naturaleza: la coexistencia, la interdependencia, la ínterrelación de
favorecido todavía a hombre alguno con la plena revelación de SU mis- la materia y el espíritu!
terio. iQue aparecen paralelamente y a un tiempo mismo en los seres -Continúa la re&ta extranjera: “Vignoli mantiene que es incon-
vivos la vida espiritual y la material! ~NO ha llegado a demostrar eso cebible una ciencia del Universo, que no admite la existencia de fuerzas
aún la Historia Natural, ni a sospecharlo siquiera, aunque eso ha de ser eternas e inmanentes, fuerzas que residen en el Universo mismo, y que
lo cuerdo, porque todo ser vivo aunque imperfecto, está dotado de una trabajan para la realización de finea necesarios, con arreglo a la con-
suma visible, mayor o menor, de vida espiritual! servación y correlación de la energía que poseen las fuerzas desde BU
Pero aunque eso demostrase, estaría demostrado a lo sumo que las principio.”
dos manifestaciones de la vida, la espiritual y la material. aparecen a Y isiempre queda en pie la verdad inconmovible! Todos los trabajos,
la vez y se desarrollan parale!amente en los seres vivos. Mas iqué de- los beneméritos y colosales trabajos de la ciencia; que encadena la
muestra en eso que el espíritu sea una mera secreción de la materia, atención, benefician la vida, fortifican la mente, y nos enorgullecen de
como quieren los materialistas ? Valdría tanto como afirmar que la ma- nosotros mismos,-se reducen a averiguar la disposición de las fuerzas
teria es una mera obra del espíritu. Tan metafísico son los que por de la naturaleza, y la manera de su desarrollo. iPero eso es el anhelo del
ignorancia, o soberbia espiritual, niegan la importancia indiscutible del espíritu humano ! el hombre quiere saber lo que nadie ha de decirle:
elemento material en nuestra vida, y la dependencia de !a materia a que ila esencia de la fuerza !
está sujeto el espíritu,-como aquellos que, por ignorancia también, y Quiere penetrar lo que eT sumo dolor o la vida humana, aparente-
también por espiritual soberbia, niegan la importancia visible del espíritu mente pueril, le ofusca a veces: el objeto de la vida. Eso le importa
en la vida del hombre, y la dependencia del espíritu a que la materia más que la disposición de las fuerzas de la vida. Las ciencias aumentan
está también sujeta! se nos han salido involuntariamente de la pluma esas la capacidad de juzgar que posee el hombre, y le nutren de datos seguros;
Eflexiones al dar cuenta del libro nuevo de Vignoli. pero a la postre el problema nunca estará resuelto: sucederá sólo que
He aquí lo que dice del libro una buena revista extranjera. “Vignoli estará mejor planteado el problema. El hombre no puede ser Dios, puesto
es partidario acérrimo de la teoría monística en toda su amplitud. Ha que es hombre. Hay que reconocer lo inexcrutable del misterio, y obrar
construido su libro sin valerse en ningún punto de él de la doctrina que bien, puesto que eso produce positivo gozo, y deja al hombre como puri-
reconoce al hombre dotado de una doble vi,da corporal y espiritual. Más ficado y crecido. Se magnifica el virtuoso.
darwinista que Darwin mismo, no se inquieta por ese animal interme-
diario, por ese ‘eslabón perdido’, en la cadena que une a Shakespeare La Opinión Nacional, 15 de junio de lM2
y Newton, a los hombres más extraordinarios de la tierra. a los hombres
casi divinos, con su humilde antecesor, el ascidiano. Vignoli cree que
la vida animal no es más que una extensión transformada, una nueva
combinación mejorada, de las fuerzas puramente mecánicas de la natu-
raleza, y que la vida racional, o espiritual, cuyos nombres confunde en
uno mismo, no es más que la extensión transformad& y un estado nuevo,
SECCION CONSTANTE 9
A SATURNINO DOMfNGUEZ
[ 18931
Mi estimado amigo:
DELECACIGN DEL P. R. C.
I1‘cw York, 1V de Sctbre./93
Distinguido compatriota:
Recibí a mi vuelta de un viaje-Pa. la patria, feliz- la estimable
>,omunicación de Ud, y resoluciones de ll de Septiembre, sobre asunto a
que atenderé en persona.
326 MARTí / PERIODISMO DIVERSO SECCIÓN CONSTANTE 327
Ruego a Ud. que invite al Sr. Presidente del Club a citar a sus ni desagrado entre las relaciones y trabajo unánime de los Clubs en Fila-
miembros a sesión extraordinaria en la noche del miércoles 20. En esa delfia.-Y esto el tanto másloable, Sr. Presidente, cuanto que parece haber
tarde llegaré a Filadelfia, y Ud. se servirá decirme de antemano, por llegado el instante de los trabajos decisivos.
telegrama a 424 W. 57th St. 4th /loor (fourth /loor) el lugar de la cita. Ruego, en consecuenciade esto, al Sr. Presidente del Consejo que a
Sólo buenas nuevas tiene que comunicarles y sólo grandezas espera de la mayor brevedad convoque a los Clubs a nuevas elecciones. Siempre
sus compatriotas, en las horas sublimes en que entramos, por mi parte confié que los cubaPos de Filadelfia sabrían por sí propios
resolver este conflicto de forma, Y sobreponerse, por el servicio de la
El Delegado patria, a las pasiones que los suelen afear Y entorpecer. Hoy-mas que
JOSÉ MARTí nunca,--cuando madura nuestra obra, son indispensablesla abnegación y
el desinterés.
Muy pronto tendrá ocasión de visitar el Club, y saludar a Vd.,
3
El Delegado
AL PRESIDENTE DEL CLUB “IGNACIO AGRAMONTE” JOSÉ MARTÍ
DELEGACIÓN DEL
PARTIDO REVOLUCIONARIO 4
CUBANO
New York, 30 de Diciembre, 1893 APUNTES DE MARTf PA&4 UN DISCURSO EN INGLÉS”
Sr. Presidente del Club Never until this moment had 1 doubted that D. R. was a true friend
“Ignacio Agramonte” to me; nor can 1 conceive how a man so good willingly harms me wíth
a crushing introduction-It is like the old story of the King and his dwarf;
Sr. Presidente: when the monarch was expected to appear with his pigmy companion from
La extraordinaria urgencia de mis deberes en estos últimos tiempos, under such a solemn and magnifi@nt and highgarlanded arch, that when
que apenas me ha permitido acudir a lo más necesario, en la situación, the King himself was coming-e verybody said: Lo!-there comes the
a la vez peligrosa y feliz, de la revolución, me impidió hasta este ins- dwarf.
tante,-confiando en que la naturaleza de mis ocupactones seria supuesta But if 1 am unable to speak PS rdonable English, 1 am [at] least able
por Vds. y deducida de lo que se sabe de público, comunicar a Vd., como and most willing, to bear witness-in this evening of renewal of a cherished
lo hago hoy, el sesgo de absoluta equidad que puede dar ya la Delegación work-to the indomitable and soul-inspiring determination of our dear
a las dudas por ‘ese Club movidas sobre la presidencia del Cuerpo de Doctor to help such an awakenicg of al1 the amiable qualities in the
Consejo de Filadelfia.- human being, and such a realization of the pleasant possibilities lying
El presidente actual del Cuerpo de Consejo, Mar& Morales, al recibir dormant in our life-that this existence of ours might becom-instead
de esta Delegación traspaso de las razones y quejas de ese Club, no entró of the nightmare of vanity it now is-the abode o$ the self-pleasance and
en controversia alguna sobre ellas, ni adujo lo que hubiera podido aducir, serenity which are to be secured, at the mere cost of our will, by the
ni pretendió sostener su situación en el Consejo por las razones que en ella
lo pudiesen sustentar, sino que, con recomendable patriotismo, pide a la 11 No se ha podido precisar a qué discurso pertenecen estos apuntes. Los únicos
Delegación que convoque a los Clubs a elección nueva, a fin de que, por fragmentos de discurso,- o conferencia, P renunciado por Martí en inglés sobre la
situación política en Cuba, se encuentian reproducidos en Ia.9 páginas 333-334 del
un detalle que toca a su persona, no pueda quedar el menor encogimiento volumen 4 de estas Obras Completas.
328 KtRTí / PERIODISMO DIVERSO
daily working, in every line and direction, of that key of all wonders and
solver of al1 misterios:-beauty.
1 know of no hipher purpose than to teach how to draw from nature
that calmness and justice and consolation and faith of which she is
brimfuk-and how to evolve from ourselvcs, by the impetus of a gospel
soul, and by the frequent gatherinys o f cultured friendship, the capacity
\ve have to recognize and to trust in the pursuit of happiness the harmony
of our nature, and-that constnnt relation of nature and man, the knowledge
uf which imparts to life new savor, and detracts from sorrow much of
its venom and its bitterness.
Traducción
Traducciones I
Pág.
Mis hijos 11
Misterio 35
Ramona 199
JOSE MARTI
Obras Completas
24
Traducciones
Primera reimpresión
MZS HIJOS
MISTERIO...
RAMONA
ISBN 959-06-0028-X
959-06-MW-2
959~06-00794
MIS HIJOS'
MISHIJOS,
Hay sencilleces que pesan como cargas, cuando los hombros que las
han de soportar son flojos p estrechos; así para mí ahora, dulce y grave
a la par, con la traducción de “Mes fils”, del poeta. Dulce en cuanto lo
amo. Grave en la medida misma de este amor; que sí él no fuera tan
alto, mi amor no subiría a tanto para él.
Yo no había querido traducir a nadie nunca, o por respeto, o por
convicción, o por soberbia. La primera traducción que he hecho de al-
guna cosa ajena, en París acaba de ser, y fue una hermosa canción de
Auguste Vacquerie, este carácter sereno y firme, esta inteligencia valerosa
de que el mismo poeta habla en “Mis hijos”.-El lo quiso, y yo traduje:
y anduve ciertamente honrado en tener que traducir aquella vez.
Y ahora, he traducido con alegría, con orgullo, con verdadero amor.
Estas páginas serenas me dominan; este sol me calienta; esta alma me
habla. Ideas son fuerzas madres, que van y vienen, y se encarnan y se
informan, y, siendo en sí las mismas, allá esplenden como soles en las
inteligencias levantadas, aquí iluminan con luz pálida en los ingenios
suaves y tranquilos. Pero son ideas, y verdad, y fuerzas, y grandezas, y
allí donde las hallo, yo me hallo; allí donde me admiran, yo las siento;
y si se concentran todas las ideas altas en una nevadísima cabeza, o soy
su hijo o soy su hermano, pero en aquella cabeza vivo yo.
En las estrecheces de una escuela, yo no vivo. Ser, es más que existir:
grandeza ea más que escuela. En Literatura hay madre: el sentimiento;
un padre, Dios, la fuerza creadora, el Zeus griego, el causu griego. De
Zeus, Deus, Dios. De estos generadores, todo canta. A estos generadores,
todo va. No hay romanticismo ni hay clasicismo, porque la Literatura
es una necedad sí no es una belleza, y el concepto de la belleza puede ser
relativo, pero la madre Belleza es siempre una. Yo no amo, pues, Ias
estrecheces de una escuela, sino esta abstracción, esta revelación, este
misticismo, esta soberbia con que las almas son análogas, y los mundos
series, y la vida vidas, y todo es universal y potente, J todo ea grave
16 MARIf / TRADUCCIONES
XIS HIJOS 17
y majestuoso, y todo es sencillo como la luz y alto y deslumbrante como
ahnaa, y en Víctor Hugo, si. Sin embargo, el poeta es tan él esta vez,
el Sol.
que ni el castellano me hubiera perdonado el endulzamiento, ni yo mismo
Y como todo esto vive, y brota todo noblemente de aquella cabeza
me perdono haber dicho menos de lo que él quiso decir. Adoucissement,
universal, yo lo vi como a padre o como mio, y lo amé y lo traduje
es mejoramiento; pero mejoramiento endulzando.-Salve la explicación
con placer.
lo que el castellano no ha podido salvar.
La vida viril es todavía hermosa, cuando dentro de ella se es alguna
Esprit: juicio claro. Insuperable dificultad. Siempre lo fue eata palabra
vez niño; yo viví un instante en contento, yo tura un momento una
francesa, encarnación del ser francés y en exttemo exclusiva, y por esto,
alegría pueril cuando supe que había de traducir este libro grave y amado
sí entendida por los que entienden el carácter de la nación, pero no
del poeta.
traducible para los que tienen distinto carácter nacional. Y aun crcct la
Yo lo habré traducido mal; pero al fin yo me he alegrado una vez
dificultad esta VQ. Esprzlt no significa en esta frase de Victor Hugo 10
bien.
que siempre se dijo con esprit. Esprit significó siempre brillantez
Dificultades graves. Traducir es transcribir de un idioma a otro.
imaginativa, talento ingenioso, talento elegante, vivo, acertado, fáciL
Yo creo mtís, yo creo que traducir es transpensar; pero cuando Víctor
Antes el esprit era una cualidad: aquí, Víctor Hugo lo transforma en
Hugo piensa, y se traduce a Victor Hugo, traducir es pensar como él,
una personalidad. No es el esprit que se tiene: es un esprit que se es.
imperuar, pensar en él.--Caso grave.-El deber del traductor es conservar
M’as grave, más severo, más completo, más amplio. Ingenio se dice
su propio idioma, y aquí es imposible, aquí es torpe, aquí es profanar. algunas veces, pero juicio tuvo a mis ojos mejores condiciones de sólida
Víctor Hugo no escribe en francés: no puede traducírsele en español. amplitud que ingenio. Y como esprit es claridad, yo dije: ju.icio claro.
Víctor Hugo escribe en Víctor Hugo: iqué cosa tan difícil traducirlo! Esto no es todo: esto no es ccmpleto, esto no es cierto: pero es todo lo
Yo anhelo escribir con toda la clara limpieza, y elegancia sabrosa, y más cierto que en mí pude hallar. Más adelante lo traduzco: espiritu;
giro9 gallardos del idioma español; pero cuando hay una inteligencia pero alli no es la entidad juiciosa, es el germen esencial, el impalpable
que va más allá de los idiomas, yo me voy tras ella, y bebo de ella, y movedor, el pequeño Zeus, lo que vive de Dios en cada hombre.-Esta
si para traducirla he de afrancesarme, me olvido, me domino, la amo y vez he quedado más contento.
me afranceso.
Illumhtbn: iluminamiento. Iluminación de espíritu. Ello e3 algo
De otros, traducir es pensar en español lo que en su idioma ellos nuevo; pero esto quiso decir él.
pensaron. De él, traducir es pensar en la mayor cafitidad de castellano Versement: vertimiento. Acción de verter. De ingerir en la melancolía
posible lo que él pen90, de la manera y en la forma en que In pensó la burla. Es más enérgico, más claro, más real que versión. Verter intro-
él, porque en Vicror Hugo la idea es una idea, y In forma otra. Su duciendo: esto es más que verter.
forma es una parte de su obra, y un verdadero pensamiento: puesto que
Ecrasement: aplastamiento. Todos dirían destruir enemigos: él dice:
él crea allí, o la traducción no sería una verdad: o en ella eS preciso aplastar enemigos,--porque los enemigos son esta vez los viles, y él sabe
crear también.-Y o no lo he traducido, lo he copiado,-y creo que si no que 8 la vileza se la aplasta.
lo hubiera copiado, no lo hubiera traducido bien. He copiado sus Parce qu’on est pour elfe: porque para ella se es.-Es, de ser, que
escisiones, sus estructuras, sus repeticiones, IU presunción, su ortografía, es más que existe, de existir. Ka existencia está contenida en la esencia.
-y si me he atrevido a variar !a construcción de alguna frase, es que esta Ser es constante, poderoso, fijo. Existir es mtidable, limitado, incierto.
vez ne creído que Víctor Hugo no puso en ella pensamiento especial, y el Décorer: condecorar, premiar; pero esto en castellano encierra la
lenguaje nada añadía esta vez a la idea.-Y en todo, de 61 traduje frases idea material de condecoración, y en Victor Hugo hubo la idea sarcástica
e ideas.--Traducir es estudiar, analizar, ahondar. Cavé en cuanto pude.-- de premio, pero no la de premio decorado.
Cave m8a quien sea más feliz y fuerte que yo. Ce jeune homme est fati comme ces grands hommes: este hombre joven
Ador&~cmeBt:-endulzamiento. Pero no es eotu lo que 61 ha querido está hecho como estos grandes hombres. No se puede pasar sobre esta
decir. Endulzar, llevar a la dulzura; pero en españoì no se endulzan las frase sin hacer notar cuán palpable resulta de ella la analogía da los
18 MARTf / TRNlUCClONE9
dos idiomas-Victor Hugo pensó aqui con las dos formas de su pensa-
miento, la ideal J la formal, la idea y la frase:41 quiso decir que EU
hijo tenia en si la naturaleza de los grandes hombres, J quiso, además
embellecer, completar esta frase con la repetición enérgica de hommc.-
Por esto yo traduzco jeune homme, joven, por hombre joven.-Asi yo
también pude repetir hombres y dar completa y en su doble fax su frase
hermosa.
Jukwie: avaricia celosa, ja¿owie es celos; pero esta vez Victor Hugo
hizo a los celos avaros. No es el amor exaltado que se angustia con la I
pérdida de su amor: no es el que posee que se aterra porque otro va a
poseer; es la conciencia que quiere, no sólo que el patriotismo se cumpla, Un hombre se casa joven: cuenta entre él y su mujer treinta y siete
sino que el amor a la humanidad se cumpla también, ; es la conciencia años. Después de haber sido rico en su infancia, ha llegado a ser pobre
ambiciosa; es la conciencia celosa; una mitad tiene celos de la otra en su juventud: ha habitado de paso en palacios; hoy vive en algo que
mitad: toda la concienoia está ambiciosa de todo. Son celos, pues, pero es casi una buhardilla. Su padre ha sido un vencedor de Europa, y es
celos avaros, Es avaricia, pues, pero avaricia celosa. ahora un bandido del Loria. Caída, ruina, pobreza. Este hombre que tiene
Y asi todo, mar de luz, idea de ideas, sintesis de gérmenes, palabras veinte años, encuentra esto muy natural, y trabaja. Trabajar, esto hace
madres.- que se ame; amar, esto hace que uno se case. El amor y el trabajo, los
En estas dificultades, yo contento. En estas compañías, yo orgulloso.- dos puntos de partida mejores para la familia. Viénele una. Hele aquí
Parece que la vida se vive algunas veces en la tierra: parece que de cada con hijos. Toma a lo serio toda esta aurora. La madre alimenta al hijo,
vida muerta renace una vida que en esta misma atmósfera quizás se el padre alimenta a la madre. Más dicha obliga a más trabajo. El pasaba
recomienza a vivir. Los que viven más, se acercan más-y como la luz sus días en la faena, en ella pasará las noches. iQué hacer? Importa poco;
está en el término, más irradian y tienen sol, y esparcen claridad, y brotan un trabajo cualquiera.
luz. Y yo, que vivi poco, Icómo he de poder decir cuanto aquel que
Su vida es ruda, pero dulce. Por la tarde, antes de darse a la labor
ha vivido más pensó ? Porque yo cavo en los misterios de la vida;pero que ha de durar hasta el alba, se acuesta en el suelo, y los pequeñuelos
él ha cavado loh, más, mucho más hondo que yo! suben sobre él, riendo, cantando, balbuceando y jugando. Son cuatro,
lCuán difícil saber cómo ha pensado!
dos niños y dos niñas.
Perdón pido, pues, humildemente por los errores que confieso, y
Los años pasan, los niños crecen, el hombre madura. Con el trabajo
perdón todavía porque yo me atrevo a creer que estos errores no lo
le ha venido algún bienestar. Vive en la sombra y en el verdor, en
son tanto. Es licito anhelar las alturas de los pinos, pero al lado del
ciclópeo ahuehuete, sólo es lícito acogerse a su sombra. los Campos Eliseos. Allí recibe visitas de algunos trabajadores pobres
Así yo ahora. El irradia; caliento de él mi espiritu; digo yo lo como él, de un viejo cancionero que se llama Béranger de un viejo
suyo; pudiera yo decirlo tan bien como la universalidad de esa alma filósofo que se llama Lamennais, de un viejo prescripto que se llama
aIta, amada y venerada y vivida en mi. Chateaubriand. Y él vive soñando en aquel retiro, vive imaginando que
los Campos Elíseos son una soledad, destinado, sin embargo, a la
verdadera soledad más tarde. Si escucha, no oye más que cantos. Entre
los árboles y él están los pájaros; entre los hombres y él están los niños.
La madre lea enseña a leer; él, a escribir. Algunas veces él escribe
al mismo tiempo que ellos, sobre la misma mesa, ellos-alfabetos y
garabatos; él otra cosa; y, mientras que ellos hacen lenta y gravemente
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garabatos y alfabetos, él termina una página rápida. Un día, el menor que si se recoraasen aquí, turbarían la calma de estas páginas. En Ia
de los dos varones, que tiene cuatro años, se interrumpe, deja su pluma, gran caída de todo, que sobreviene entonces, el principio de bienestar,
mira a su padre, y le dice: “Es gracioso: cuando se tiene manos chiquitas, bosquejado por su trabajo, se derrumba: será preciso que recomience:
se escribe muy gordo, y cuando se tiene manos gordas, se escribe muy en tanto, es preciso que parta. Se aleja una noche de invierno. Le lluvia,
chiquito.” el cierzo, la nieve: buen aprendizaje para un alma, por cuanto se parece
Al padre maestro sucede el colegio. El podre tiende, sin embargo, el invierno al destierro. No se une en vano la mirada fria del extranjero
a unir al colegio la familia, porque estima que es bueno que los adoles- al cielo sombrío: esto templa un corazón para la prueba. Este padre se
centes sean niños todo el tiempo posible. Para ello, a su vez, los veinte va, al azar, delante de él, a una playa desierta, en la orilla del mar.-En
años llegan: el padre no es ya entonces más que una especie de hermano el momento en que sale de Francia, sus hijos salen de su prisión; coinci-
mayor, porque la juventud que concluye y la juventud que comienza dencia dichosa, de manera que pueden seguirle; con ellos compartió OU
fraternizan, lo que endulza la melancolía de la una y calma el entusiasmo celda, con él compartirán su soledad.
de la otra.
Estos niños se hacen hombres; se ve entonces que son juicios claros.
Uno, el mayor, es un juicio despierto y vigoroso: el otro, el segundo, es II
un juicio amable y grave. La lucha del progreso quiere inteligencias de
dos clases, fuertes y dulces. El primero se asemeja más al atleta: el Se vive así. Los años pasan. iQué hacen durante este tiempo? Un.;
segundo, al apóstol. Su padre no se asombra de estar al nivel de estos cosa sencilla, su deber. ¿De qué se compone para ellos el deber? De
jóvenes, y, en efecto, como acaba de decir, siente en ellos hermanos tanto esto: persistir. Esto es, servir a la patria, amarla, glorificarla, defenderla;
como hijos. vivir para ella y lejos de ella; y porque para ella se es, luchar; y, porque
Como su padre, también ellos emplean su juventud con probidad, y, se está lejos de ella, sufrir.
viendo a su padre trabajar, trabajan. ¿En qué? En su siglo. Trabajan Servir a la patria es una mitad del deber; servir a la humanidad es
en el esclarecimiento de los problemas, en el mejoramiento de las almas: la otra mitad: ellos cumplen con todo su deber. El que no lo cumple todo,
en el iluminamiento de las conciencias, en la verdad, en la libertad. Sus no lo cumple: tal es la avaricia celosa de la conciencia.
primeros trabajos son recompensados: temprano los decoran; al uno con iCómo sirven a la humanidad? Siendo buen ejemplo.
seis meses de prisión, por haber combatido el cadalso; al otro, con Tienen una madre, la veneran:-tienen una hermana muerta; la
nueve meses, por haber defendido el derecho de asilo. Digámoslo de paso: lloran :- tienen una hermana viva; la arnan:-tienen un padre proscripto;
lo ayudan. ¿A qué? A llevar la proscripción.-Hay horas en que esto
el derecho de asilo es mal visto. En un país vecirm, es costumbre que
es pesado. Tienen compañeros de adveisidad, se hacen sus hermanos; y a
el ministro del Interior tenga un hijo que organice bandas encargadas de
los que ya no tienen el cielo natal, señalan con el dedo la esperanza, que
los asaltos nocturnos a los partidarios del derecho de asilo.-Si el hijo
es el fondo del cielo de todos los hombres. Hay a las veces en este intrépido
no logra buen éxito como bandido, el padre lo logra como ministro; y
grupo de vencidos, instantes de suprema angustia: vese a uno que se
a aquel a quien no se ha podido asesinar, se le expulsa. De esta manera
endereza por la noche en su cama y se retuerce los brazos gritando:
la sociedad se salva. En Francia, en 1851, pnra hacer entrar en razón
“iDecir que ya no estoy en Francia!” Las mujeres se esconden para
a los que defendían a los proscriptos y a los vencidos, no recurrían a la llorar; los hombres se esconden para verter sangre. Estos dos jóvenes
lapidación, ni a la expulsión: con la prisión se contentaban. Las costum- desterrados son firmes y sencillos.
bres de los gobiernos difieren.- En estas tinieblas, brillan; en esta nostalgia, perseveran; en esta
Los dos jóvenes van a la prisión: en ella están juntos; el padre se desesperacion, cantan. Mientras que un hombre, emperador en aquel
instala casi en ella, haciendo de la conserjería su casa. Llégale, sin momento de los franceses y de los ingleses, vive en su morada triunfal,
embargo, también su vez. Lo fuerzan a alejarse de Francia, por causas besado por reinas, vencedor omnipotente y lúgubre,-ellos, en la casa del
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destierro, inundada de espuma, ríen y sonríen. Ese dueño del mundo verdadera, de una bondad penetrante, de una alta compasión.-Este
y del minuto tiene la tristaa de la prosperidad miserable; ellos, tienen joven es sencillamente un gran escritor. Como todas las inteligencias
la alegría del aacriftio. No están, además, abandonados; tienen admi. poderosas y abundantes, produce pronto, pero incuba mucho tiempo,
rables amigos: Vaque&, inteligencia soberbia y poderosa; Meurice, la con la pereza fecunda de la gestación. Tiene la premeditación que
gran alma dulce; Ribeyrollea, el valiente corazón. Estos dos hermanoa recomienda Horacio y que es la fuente de las improvisaciones duraderas.-
son dignos de estos bravoa hombrea. No hay serenidad que eclipse la Estlknase en el cuento fantástico con una obra maestra. La dedica a
suya:-ellos tienen la heroica indiferencia de laa conciencias dicbosaa Voltaire, y-detalle que demuestra ia magnifica envergadura de esta
Rábiase al mayor del destierro y responde: “Eso no me incumbe.“- inteligencia alta--hubiese podido al mismo tiempo dedicarla a Dante.
Toman cordialmente su parte de la agonía que los rodea; curan en todas Tiene la ironía, como Arouet, y la fe, como Alighieri. Su estreno en el
las elmas la llaga roedora que hace en el alma la expatriación. Mientras teatro es una obra maestra tarnbkn, pero pequeña, fugaz, inolvidable,
más ausenteestá la patria, lay! está más presente. Elloa son los puntos viva, una niñería de pensador, comedia y ligera y fuerte que tiene la
de apoyo de los que vacilan ; disuaden de las concesionesque el mal fragilidad aparente de las cosas aladas.
del país podria sugerirles, e algunos pobres seres desorientados. Repúg- Para quien lo ve de cerca, este joven parece siempre en reposo, y
neles al mismo tiempo el aplastamiento de sus enemigos, aun de los él está siempre en trabajo. 1:-s e 1 ocioso infatigable.-Además: tiene tantas
infames. Sucede un dia que en este campamento de proscriptos, en facultades cuantos esfuerzos hace. Aborda la novela, es un maestro;
teta familia de expatriados, se descubrea un hombre de policía, un traidor aborda el teatro, es un poeta; se lanza en los combates de la polémica,
que afectaba un aire huraño, un agente de Maupas rebujado en la máscara es un periodista brillante. Se mueve como en su casa en estas tres
de Hébert: todas estasprobidades indignadas se levantan: se quiere matar reglones.
al miserable; los dos hermanos le salvan la vida. El que usa el derecho Toda su obra está confundida, esto es, es una. Y taI es la ley de laa
de sufrimiento, puede usar el derecho de clemencia. Alrededor de ellos inteiige:lcias que miran de la altura: ven todo el horizonte. NO hay
sesienteque estosjóvenes tienen la fe, la verdadera fe, la que secomunica. tabique en este espíritu, 0 no hay más que tabiques aparentes. Sus
De aquí, cierta autoridad mezclada a su juventud. El proscripto por novelas son tragedias: sus comedias son elegías, y son tristes, lo que no
la verdad es un hombre honrado en toda la altanera acepción de esta Ies impide ser festivas; vertimiento de la burla en la melancolía y de la
palabra: ellos tienen este grande honradez. A su lado, todo desfelleci- cí?iera en el sarcasmo, que en todos los tiempos, de Aristófanes a Plauto,
miento es imposible:-ellos ofrecen su espalda robusta e todas las pos- y de Plauto a Molière, ha caracterizado el arte supremo. Este hombre
tracciones. Siempre de pie sobre lo alto del escollo, fijan en el enigma joven está hecho como estos grandes hombres; medita, y sonríe; medita,
y en la sombra su mirada tranquila; hacen la señal de espera desdeque y se indigna. Y a veces su entonación burlona toma súbitamente el acento
ven apuntar una luz en el horizonte; son los vigias del porvenir. Y tr,ígico. i Ay!, la sombría alegría de los pensadores solloza.
esparcenen esta oscuridad, no se sabe qué claridad de aurora; silenciosa- Por ritas causas y por otras, este joven escritor tiene en el estilo eso
mente los recompensala dulzura siniestra de los resignados. imprevisto que es la vida. Lo inesperado en la lógica es ei secreto sobe-
rano de los escritores superiores. No se sabe batiante lo que es el estilo.
No hay gran estilo sin gran pensamiento. El estilo contiene tan necesa-
III riamente al pensamiento, como el fruto contiene a la savia. iQué es,
pues, el estilo? Es la idea en su expresión absoluta, es la imagen bajo
Al mismo tiempo que cumplen la ley de la fraternidad, ejecutan Ia su figura perfecta; todo lo que es el pensamiento, el estilo lo es; el estilo,
ley del trabajo. -es la palabra hecha alma: el estilo,---es el lenguaje hecho verbo.
Traduce el uno a Shakespearey restituye a Francia, en un libro de Quitad el estilo: Virgilio se oscurece, Horacio se desvanece,desaparece
pintura sagaz y erudición elegante “La Normandia desconocido”.- Tácito. Se ha imaginado en nuestros días un barbarismo curioso: “IOS
Publica el otro una serie de obras sólidas y exquisitas, llenas de emoción estilistas”. Treinta años hace, una escuela imbécil de crítica, olvidada
24 MARTÍ / TRADUCCIONES
hcy, agotaba sus esfuerzos en insultar el estilo, y lo llamaba: “la forma”. ellos, hace constar que están fuera de la libertad, y casi de la lux; M
iQué insulto! Forma, la belleza. La Venus hotentote dice a la Venus de pregunta quién ios ha arrojado en esta sombra, y olvida, encorvándose
Milo : “tú no tienes más que la forma”. Las obras suceden a la- obras: sobre esoaexpatriados, que él es erpatriado también. Soberbia conmiae
tras la Bohemia dorada, la familia trágica; creaciones compuestas de ración, fraternidad del ser que habla con los seresmudos, noble sumen-
adivinación y observación, en que la ironía se descomponeen lástima, tamiento del amor de la humanidad con la dulzura bacía la creación. Loa
en que el inter& dramático Ilega algunas veces al terror, en que la inteli- vivos de abajo, iqué enigma! Znferi, palabra misteriosa,* los inferiores.
gencia se dilata al mismo tiempo que se oprime el corazón. El Infierno. Ahondad los sueñosde las religiones; encontráis en el fondo
Todas estascualidades, estilo, emoción, bondad de escritor, virtud de la verdad. Solamentelas religiones interpuestas la desfiguran con su ab&
poeta, dignidad de artista; todas ellas concentra este joven, todas las tamiento. Toda vida infernal, en cuanto es una vida planetaria, es una
condensaen un gran libro, Los hombres del destierro. Este libro es un vida pasajera: la vida celestesólo, es vida eterna.
gran libro político. ¿Por qué? porque es un gran libro literario. Quien
dice literatura dice humanidad. Este libro, Los hombres del destierro,
es una protesta y un desafío: protesta ofrecida a Rios, desafio lanzado a IV
los tiranos. El alma es el personaje,el destierro es el drama; los m&rtires
son diversos, el martirio es uno; varía la prueba, los probados, no. Esta
Son estos dos hermanos como complemento uno de otro: el mayor
severa pintura no morirá. Este libro austero y trágico es un libro de
es el radiante, el más joven es el austero: austeridad amable, como la de
amor; amor por la verdad, por la equidad, por la probidad, por el sufri-
un Sócrates joven. Su presencia es fortificante. Nada es tan sano, nada
miento, por la desventura, por la grandeza: de aquí un odio profundo
anima, nada aseguratanto como la amenidad imperturbable del obrero
contra todo lo que es vil, cobarde, injusto y bajo.-Este libro es impla-
contento. Este joven desterrado voluntario conserva en el destierro en
cable, ipor qué? porque es tierno.
que para siempre se está tal vea, las elegancias de su vida pasada,-y
En todas partes la justicia, y en todas partes la compasión: el alma entrégase,al mismotiempo, a su tarea. Quiere construir, y construye un
bella expresada por el estilo hermoso: tal es este joven escritor. monumento: no pierde una hora, tiene al tiempo un ,respeto religioso:
-Añadamos a este don de la natural,eza,--lo patético,-un don de la suscostumbresson a la vez parisiensesy monacales. Habita un aposento
soledad, la filosofía. colmado de libros. Oye, al romper del dia, caminar sobre au cabeza, eobre
Insistamossobre esta filosofia. El aislamiento desarrolla en las almas el techo de la casa, a alguien que trabaja; es su padre: estos pasos lo
profundas una sabiduría de una especie particular, que va más a!ló del despiertan, y entonces él también se levanta, J éI trabaja también. Lo
hombre. Es esa sabiduría extraña que ha creado el antiguo magicismo. que hace, arriba se vio: traduce a Shakespeare,lo interpreta, lo comenta,
Este joven, en el destierro de Jersey y en el crepúsculo de Guernesey, lo hace accesiblea todos: talla escalón por escalónen el ventisquero y en
adquiere. como los demás solitarios pensativos que lo rodean, esta sabi- la roca no sesabequé vertiginosa escaleraque llega a aquella cima. Razón
duría. Una intuición casi visionaria da a muchas de sus obras, como a se tiene en decir que estos proscriptos son ambiciosos; éste sueña la
otras obras de los hombrea del mismo grupo, una intención singular; familiaridad con los genios. Se dice: yo traduciré despuésdel mismo modo
cosa que no puede dejar de anotarse, lo que preocupa a esteespíritu joven. a Homero, a Esquilo, a Isaías, a Dante. En tantoi; tiene a Shakespeare:
es lo mismo que preocupa también a los viejos. En este comienzo de ia conquista ilustre de hacer. Introducir a Shakespeareen Francia, lqué
vida en que parece que se tiene el derecho de ser absorbido únicamente por deber tan vasto! Y estedeber él lo acepta, a él se obliga, en él se encierra;
la preparación de sí mismo. lo que inquieta a este pensador, luminoso y sabeque su vida ha de estar atada en adelante por esta promesahecha en
sereno hasta en su carcajada, pero enternecido; lo que lo conmueve y lo nombre de la Francia al hombre grande de Inglaterra; sabe que este
atormenta esel lado impenetrable del destino, esla suerte de los serescon. gran hombre de Inglaterra ea uno de los grandes hombres del género
denadosal grito o al silencio, bestias,plantas, de lo que sellama el animal, humano entero, y que servir a esta gloria, es servir a la civilización;
de lo que SCilama el vegetal: cree ver allí desheredados,se inclina hacia cabe que una empresasemejantees imperiosa, que será exigente 7 domi-
26 MARTi / TRADUCCIONES MIS HIJOS 27
nante, y que, una vea comenzada, no ha de poder ser abandonada ni Hácese esta larga incubación sin que la Interrumpa en un solo día.-
interrumpida; dabe que con ella tiene labor para doce años, sabe que Ninguna solución de continuidad, ningún descanso, ninguna laguna,
ea ésta otra celda, y que se condena al claustro, y que cuando se entra ninguna concesión a la fatiga, todas las auroras le llevan a la tarea: nrdu
en labor semejante, en ella ae amuralla el que entra; y consiente en dies sine hea: ésta es, además, la buena ley de los espíritus soberbios.
todo, y así como se ha desterrado por su padre, así se aprisiona ahora por La obra que se cumple y que se ve crecer es reposo en si misma: ningún
Shakespeare. reposo más le es necesario. Este joven lo comprende así: jamás abandona
Su recompensa,es su esfuerzo mismo. Ha querido traducir a Shakes- su tarea; despiértase cada mañana desde que oye que el caminador de
peare, y he ahí, en efecto, a Shakespeare traducido. Ha renovado el arriba se despierta, y cuando llega la hora de la mesa de familia, bajan
tremendo combate nocturno de Jacob: ha justado con el arcángel y el los dos de su trabajo, su padre y él, y los dos cambian una dulce sonrisa.
arcángel no ha doblado su corva. El ea el escritor que era preciso. Aislamiento, intimidad, rehusamiento, el pensamiento apaciguado a la
El inglés de Shakespeareno es el inglés de hoy: ha sido necesario nostalgia: tal es la vida de estos hombres. Por horizonte la bruma de
superponer a este inglés del siglo dieciséisel francés del siglo diecinueve, las olas y de los sucesos; por música, el viento de tempestad; por espec-
especie de combate, de combate cuerpo a cuerpo, de los dos idiomas; la táculo, la inmovilidad de un infinito, el mar, bajo la inmovilidad de
aventura más terrible que pudiera acometer un traductor: este joven otro infinito, el cielo.-Son náufragos: miran los abismos. Todo ha
ha tenido esta audacia. Lo que ha intentado hacer, lo ha hecho. Importa zozobrado, excepto la conciencia, navío del que no queda más que la
no perder nada de la obra enorme. Ha puesto sobre Shakespearela lengua brújula. Nadie tiene en esta familia nada suyo: todo en ella es común,
francesa, y ha hecho pasar a través de eate calado inextricable de dos el esfuerzo, la resistencia, la voluntad, el alma. Este padre y estos hijos
idiomas aplicados uno sobre otro, todo el brillo, toda la irradiación de aprietan cada vez más su estrecho abrazo.
este genio. Probable es que sufran, pero no se lo dicen: cada uno se absorbe,
Para esto, ha debido prodigar en cada frase, en cada verso, casi en cada uno se serena en su obra diversa. En las intermitencias, por la
cada palabra, una írragotable invención de estilo. Para obra tal, ea tarde, en las reuniones de familia, en los paseos por la playa,-entonces
preciso que el traductor sea creador. El lo ha sido. hablan. ¿De qué? ¿de qué pueden hablar los proscriptos, si no hablan
Escritor extraño y raro, un escritor que prueba su originalidad con de la patria? A esa Francia la adoran. Y mientras más se agrava el
una traducción. No le basta traducir. Edifica alrededor de Shakespeare, destierro, más se aumenta su amor.-Lejos de los ojos, cerca del coraoón.
como contrafuertes alrededor de una catedral, toda una obra suya, obra Tienen todas las grandes convicciones, lo que les da todas las grandes
de filosofía, de crítica, de historia. Es lingüista, artista, gramático, certidumbres. Se ha obrado con toda la voluntad: se ha hecho lo que
erudito. Es docto y avisado. Siempre sabio, jamás pedante. Acumula y se ha podido: iqué recompensa se quiere? Una sola. Volver a ver la
coordina las diferencias, las notas, los prefacios, las explicaciones. patria.-Y bien, se la volverá a ver.-iCuán dichoso se era en- ella, y
Condensatodo lo que está esparcido en los alrededores de Shakespeare. cuán dichoso se será en ella todavía ! Ciertamente, la hora bendecida de
No tiene esta caverna inmensa un antro en que no penetre él. Hace la vuelta sonará. Se les espera allá abajo. Así hablan estos desterrados.
excavacionesen estegenio. Terminada la conversación, tómase a la faena. Todos los díaa se parecen.
Esto dura diecinueve años. Cesa el destierro, vuelven ellos, helos en la
patria: son esperados, en efecto, ellos-por la tumba, él, por el odio.
V
MISTERIO...
MISTERIO.... ..j-
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TB&WXXDA AL SSPA8OL POB
JOSÉ MARTf. .
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afeen, y pasar su amable y noble existencia sin ocultaciones ni misterios. otros fatigan y vencen, nunca fueron mayores que mi capacidad de re-
Ella es la que se aflige con las cosas extrañas y absurdas que andan sistirlas: con mi mano izquierda me palpaba los músculos de mi brazo
contando de nuestros antecedentes; ella es la que se lastima de las pre- derecho, y los sentía firmes como siempre: ieataba, sin embargo, tan des-
guntas tenaces de algunos amigos demasiado curiosos; por ella es por valido como Sansón en su cautiverio, porque, como Sansón: estaba ciego!
quien me decido a revolver los olvidados cuadernos del diario de mi vida, ic iego ! iQuién, sino el que lo sea, puede entender, ni aun débil-
a repasar antiguas memorias de pesares y gozos, y a contar a cuantos mente, lo que quiere decir ciego? iQuién, entre los que esto leen, puede
quieran leerlo ~wlo lo que puedan desear saber, y más de lo que tienen sondear la profundidad de mi agonía, cuando agitaba yo en la almohada
dewh,: a svcr;g,mr? de nuestra vida. Una vez hecho esto, sellaré mis mi cabeza, pensando en los cincuenta años de sombra que me restaban
Ial!;03 strhre el suceso. Aquí está mi cuento: el que quiera saber más acaso por vivir-pensamiento que me hacía desear dormirme de manera
de él. prcgunteselo a tl mismo; a mí, no. que no pudiese despertar jamás?
Tal vez, k[JikS de todo, escribo esto también por mi propia cuenta: iCiego! Al fin, después de revolotear año tras año sobre mi caLeza,
también yo tidi,> los misterios. 1Cierto misterio que jamás he llegado el demonio de las tinieblas habia puesto sobre mí sus manos; y después de
a explicarme, puede haber engendrado en mí esta repugnancia a todo hacerme creer, por un momento, que estaba libre de él, se había abalan-
lo que no tiene una explicación fácil y pronta! zado sobre mí, me había apretado entre sus alas lúgubres, y había oscu-
Para comenzar, tengo que retroceder más años de los que yo quisiera; recido mi existencia. 1Ya no habría para mí formas amables, espectáculos
aunque podría, si fuese necesario, fijar el mes y el día. Yo era joven: gratos, escenas alegres, brillantes colores! iPara sí los quería todos el
demonio sombrío; y para mí nada más que tiniebla, tiniebla, la eterna
acababa de cumplir veinticinco años. Era rico: al llegar a la mayor edad
entré en posesión de un caudal que me producía una renta anual de dos tiniebla! Mucho mejor era morir y, acaso, despertar en un nuevo mundo
mil libras esterlinas: las podia gastar tranquilamente, sin comprometer de luz: “Mejor”, exclamaba yo en mi desesperación, “mejor las mismas
la estabilidad de mi fortuna. Mi mayor edad no fue para mí, como para llamas del infierno que la oscuridad en este mundo”. Este amargo pen-
tantos menguados caballeretes, la señal de las más necias prodigalidades y samiento mío revela el grado de agitación en que estaba mi mente.
locuras; y aunque desde los veintiún años fui mi úníco dueño, ni debilité La verdad era que, a despecho de cuantas esperanzas se me hacían
mi cuerpo con una vida vergonzosa y precipitada, ni contraje deudas. concebir aún, yo vivía ya sin esperanza. Años enteros había estado sin-
No me dolía nada en mi cuerpo: iy yo revolvía, sin embargo, con an- tiendo que mi enemigo me acechaba. A menudo, cuando contemplaba
gustia, la cabeza en mi almohada, y me decía, con una voz tenaz que se alguno de esos objetos o espectáculo3 de tal hermosura que nos llevan a
prendía de mí como las garras de una fiera, que ya la vida seria para mi pensar en el valor del don de la vista, sentía en mi oído como un cuchicheo:
poco menos que una maldición espantable! “Algún día volveré a caer sobre ti, y entonces todo eso se habrá acabado.”
¿Me había acabado de robar la muerte a algún ser querido? No; Yo hacía por reír de mis temores, * pero el presentimiento de mi desdicha
los únicos seres a quienes yo había arnado, mi padre y mi madre, habían nunca me abandonaba por completo. Si mi enemigo había caído una vez
muerto años hacía. iMe atormentaba acaso algún amor infeliz? No; sobre mí, ipor qué no podría caer otra?
mis ojos no se habían fijado aún con pasión en los de mujer alguna: Muy bien recuerdo su primer ataque: muy bien recuerdo a aquel
lni se fijarían ya jamás! Ni el amor ni la muerte causaban mi desdicha. estudiantillo alegre, tan entregado a su estudio y a SUS juegos que no
Yo era joven, rico, libre como el vientd. Podía salir al día siguiente notaba Ia extrana manera con que se iba oscureciendo y cambiando la
de Inglaterra, a viajar por los hermosos paises que describa tanto ver; vista de uno de sus ojos. Recuerdo cuando el padre del niño lo llevó
i pero JCJ sabía que no los podría ya ver jamás! y me hacía estremecer a Londres. a una casa grande y callada, en una calle grave y silenciosa.
mi pensamiei&u. Recuerdo como estuvimos esperando en una antesala en que otros espe-
Yo era +iI :< robusto. Ni el ejercicio ni la intemperie me abatían. raban también, unos con vendas sobre los ojos, otros con pantallas: y
Podría competir ::iu temor con los más bravos caminadores y los corre- tan penoso de ver era todo aquello que sentí un gran alivio cuando nos
dores más ligeros. La caza, las diversiones de campo, las que a tantos llevaron a otra habitación, donde estaba, en su silla alta de cuero estarn-
44 MARTí / TRADUCCIONES MISTERIO... 45
pado, un buen señor de modales amables, a quien mi padre llamó Mr. Jay. rante muchas semanas, semanas de indecible zozobra, cada una de las
Aquel hombre eminente me puso en los ojos algo que por un instante cuales me dejaba en mayor oscuridad y desconsuelo. Incapaz ya de
aclaro mi vista de un modo prodigioso--belladona;-con ayuda de es. ocultar mi mal, lo revelé a mi compañero. Y nos volvimos entonces a
pejos y de lente3 me miró muy de cerca los ojos, y por cierto que deseé nuestra tierra; y cuando, al fin del triste viaje, llegué a Londres, todo
entonces que alguno de aquellos lentes fuera mío: imagníficos me pa, estaba para mi nublado, informe, perdido, oscurecido. lApenas Podía
recieron para vidros de aumento !; luego me puso de espaldas a la ven- ver la luz del mundo por entre las alas lúgubre3 de mi enemigo !
tana, y sostuvo una vela encendida frente a mi cara: todo aquello me Acudí enseguida a aquel eminente oculista. No estaba en la ciudad.
parecía tan curioso que a poco más me echo a reír. De seguro me hubiera Había estado enfermo, y a punto de morir. No volvería ante3 de dos
reido, a no notar la expresión de ansiedad del rostro de mi padre. Re- meses ni vería a paciente alguno hasta después de haber recobrado ente-
cuerdo que el buen señor, no bien acabó su examen, pasó a mi padre la ramente la salud. En él habja puesto yo toda mi fe. Londres, París, otras
vela para que la tuviese frente a mis ojos, al derecho primero, y al ciudades tenían, sin duda, oculistas tan sabios como él; pero yo creía
izquierdo luego, y dijese lo que veía: mi padre dijo que en mi ojo derecho que, de poder alguien salvarme, sólo me salvaría Mr. Jay. Se concede
veía tres velas, una de ellas, la del centro, al revés brillante y pequeña; a los moribundos todo lo que desean: el mismo reo que va a sufrir la
en el izquierdo no veía más que una, la grande. Aquella era la prueba pena de muerte puede escoger su último almuerzo: bien podía yo escoger
catóptrica, casi abandonada, pero infalible. Yo padecía de catarata len- mi propio médico. Y resolví esperar en mi tiniebla, hasta que Mr. Jay
ticular. Se curaría con una operación, sí; pero mientras no invadiese volviese a sus labores.
el mal el ojo sano, era mejor no hacerlo. Recuerdo que no reía yo iLoco, loco! Mejor me hubiera sido confiarme a alguna otra mano
cuando oía esto. inteligente. Antes de un mes había perdido ya toda esperanza; y al fin
Nos despidió afablemente el gran especialista, y volví a mi vida de de seis semanas, mucho de mi razón. iCiego, ciego, ciego! ly,a para
escuela, descuidado de mi enfermedad: que no me hacía sufrir: verdad siempre ciego! Tan decaído tenía el ánimo que empecé a pensar en no
es que antes de un año apenas veía ya de un ojo: iqué me importaba?: someterme a la operación. i A qué oponerse al destino? A la tiniebla
con el que me quedaba veía bastante bien. estaba condenado por todo el resto de mi vida. Ni la más fina habilidad,
Pero yo no había olvidado una sola palabra de aquel diagnóstico, ni la mano más delicada, ni los instrumentos más modernos podrían
aunque pasaron años antes de que reconociese su importancia. No vine volver a mí la luz perdida. Para mí estaba el mundo terminado.
a meditar en el riesgo que corría hasta que un accidente me obligó a i,Quién extrañará ahora que aquella noche, quebrado el espíritu, pri-
llevar una venda por unos cuantos días sobre mi ojo sano: ljamás desde vados de su luz los ojos, después de semanas enteras de sombra, revob
entonces dejé de ver dando vueltas en mi torno, agitando sus lúgubres viese yo en la almohada mi cabeza, agitado e insomne, deseando acaso
alas, a mi implacable enemigo! que me fuese dada la alternativa que rehusó Job,-maldecir a Dios y
La hora babía llegado, el enemigo había vuelto sobre mí, en los al- morir? El que estas cosas no crea, léalas a alguno que haya perdido
bores de mi virilidad, cuando me sonreían la juventud y la fortuna, cuando la vista. El dirá los espantos que sintió cuando la calamidad visitó SU
todo lo que pudiera apetecer estaba aguardando obediente mis deseos. cabeza. lE1 entenderá la profundidad de mis lamentos!
Había vuelto sobre mí rápidamente, más rápidamente que en otros casos Yo no estaba enteramente solo en mi cuita. Como Job, tenía yo mis
de la misma naturaleza: pero tardé mucho en reconocer toda la extensión amigos; pero no de la caterva de los Eliphaces, sino camarada3 de buen
de mi desdicha; mucho tardé en confesarme que era algo más que una corazón, que hablaban con seguridad consoladora de la certeza de mi
debilidad temporal aquella vista mía que se me apagaba, aquella bruma cura. No agradecía yo estas visitas como hubiera debido: me sacaba
impenetrable que iba envolviendo en torno mío todas las cosas. Estaba de juicio el pensamiento de que alguien me viera en mi desvalida con-
yo a centenares de millas de Inglaterra, en un país donde se viaja muy dición. Día a día se agravaban el desconsuelo y exaltación de mi ánimo.
despacio. Viajaba en mi compañía un amigo, y no quería yo disgustarlo Mi mejor amigo era, por cierto, muy humilde persona: Priscila
interrumpiendo stíbitamente la expedición por mi culpa. Nada dije du- Drew, antigua y leal criada de la familia de mi madre. Priscila me
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MARn / TFuDuccIoNEs
había conocido casi en la cuna. Cuando volví a Inglaterra, no pude Me bajé con cuidado de la cama, y me vestí despacio, pero sin difi-
soportar la idea de entregarme al cuidado de gentes extrañas, y rogué cultad, oyendo incesantementela tranquila respiración de mi enfermera.
a Priscila que viniese: lante ella al menospodía dar salida a mis lamen- Cauto como un ladrón, me escurrí hasta la puerta que salía de mi alcoba
taciones sin avergonzarme! Vino; dio rienda por algunos momentos al al pasillo; la abrí sin hacer ruido, y puse el pie sobre la espesaalfombra
llanto que le arrancaba mi infortunio; y enseguida, como mujer sensata, afuera, sonriendo al pensar cómo se azoraría Priscila si despertase y
se dispuso a hacer -todo lo que pudiese para mitigar las penas de mi descubriera mi escapada. Cerré despuésla puerta y, guiándome por la
condición. Me buscó habitación agradable, instaló en ella a su triste en- baranda de la escalera,llegué a la puerta de la calle sin accidente alguno.
fermo, y día y noche estaba al alcance de mi voz. En aquel momento Había en la casa otros huéspedes,y entre ellos algunos jóvenes que
mismo, en que la almohada no ofrecía reposo a mi cabeza, Priscila dormía no tenían hora fija para recogerse; de modo que la puerta de la calle
en una cama portátil al pie de la puerta que comunicaba la sala de re-
sólo quedaba cerrada con el pestillo que cedía a la llave de noche, y no
cibo con mi alcoba.
tenía yo que luchar con cerraduras ni cerrojos. En un instante estuve
Era una noche de agosto sofocante. El aire pesado que entraba por afuera, con la puerta cerrada detrás de mí.
la ventana abierta refrescaba poco la temperatura de mí cuarto. Parecía
Me quedé unos momentos indeciso, temblando casi de mi temeridad:
todo quieto, caliente y oscuro. No llegaba a mí más ruido que el de la
era la primera vez que me aventuraba a salir sin guía. Yo sabía, sin
respiración regular de Priscila, que había dejado como una o dos pul-
embargo, que no tenía nada que temer. La calle, siempre tranquila, es-
gadas entreabierta la puerta que daba de su habitación a la mía, para
taba a aquella hora desierta. La acera era ancha. Podía pasear por ella
poder oír mi voz, por muy suavemente que la llamase. Yo me había
acostado temprano. iPara qué había de esperar a más tarde? El sueño arriba y abajo sin obstáculo, guiándome, como otros ciegos hacen, con
sólo me traía el olvido; pero el sueño esa noche no venía. Busqué a el bastón, para no caerme al final de la acera o tropezar con las verjas
tientas mi reloj, y toqué el resorte de repetición: había comprado un de las casas. Pero antes de da;;;le a mi paseo, debía tomar algunas pre-
repetidor para saber al menos, en mi perpetua sombra, qué hora era. cauciones, a fin de estar siempre segur8 de la distancia a que vendría
Acababa de dar la una. Invocando en vano el sueño, me dejé caer con a quedar mi puerta. Bajé los cuatro escalonesque llevaban de ella a la
angustia en mi almohada. acera, me volví a la derecha, y palpando la verja, me puse de modo que
quedaba de frente hacia el extremo de la calle. Eché a andar en esa
De pronto se apoderó de mí un deseoardiente de estar al aire libre.
dirección, contando mis pasos,hasta que, cuando ya había contado sesenta
Era de noche: debía haber en la calle muy poca gente. La acera de mi
y dos, di con el pie derecho en la calle traviesa, lo que me indicó que
cuadra era ancha, y podía pasearmepor ella sin riesgo alguno. Aunque
allí mi acera doblaba de aquel lado. Di entonces la vuelta, reconté
no hiciera más que sentarme en la entrada de la casa, mejor estaría que
los sesentay dos pasos que había andado, y seguí andando y contando,
en aquel cuarto ahogado y caluroso, llamando en vano al sueño. Tan
hasta que a los sesentay cinco pasostropecé con el otro extremo de la
vivo llegó a ser mi deseo que estuve a punto de llamar a la buena Prís-
tila para decírselo; pero como sabía que estaba dormida, vacilé. Yo había acera. Ya sabía yo, pues, que mi casa estaba casi en el centro de
la cuadra. Me sentí a mis anchas: había calculado mi paso; podía andar
estado durante el día muy áspero y exigente, y mí-anciana enfermera
a un lado y a otro por la acera desierta, y, cada vez que lo desease,sin
--iel cíelo me la recompense!-me servía por cariño, no por dinero:
más que empezar a contar desde uno de sus extremos, detenerme frente
ipor qué iba a incomodarla? Alguna vez debía empezar a aprender a
a mi puerta.
valerme de mí mismo, como se valen tantos otros ciegos. Por lo menos
podía vestirme sin ayuda. Si me vestía y salía de la alcoba sin que Prís- Grandemente satisfecho de mi éxito, anduve por algún tiempo arriba
tila me oyese, yo podría de seguro deslizarme hasta la puerta de la calle, y abajo. Oí pasar uno o dos carruajes, y una o dos personasa pie. Como
salir, y cuando me pareciese bien, volver a entrar con la llave de noche. no me pareció que estas últimas se hubiesen fijado en mí, me senti
Me seducia la idea de aquella independencia temporal, y mientras más lo contento al pensar que ni mi aspecto ni mi paso llamaban la atención.
meditaba, más capaz me sentía de ella. Resolví al fin intentarlo. iQuién no gusta de esconder sus defectos?
MARTf / TRNWCCIONES
48 M 15 T E R 10 . . . 19
La excursión nocturna me hizo un gran beneficio. El cerciorarme Pronto oí pasos cercanos, pero ten inseguros, ondeantesy desiguales
de que no estaba yo tan desvalido y sujeto como imaginaba produjo qne por ellos pude caer en cuenta de la mísera condición del trasnochante,
ncaso el cambio súbito que en unos cuantos minutos exaltó mi mente. y reconocer que no era él el hombre que yo necesitaba. Lo dejaría pasar, y
De la desesperaciónpasé a la esperanza, a una esperanza extravagante, aguardaría a algún otro. Pero los pies se vinieron hacia mí, y cerca de
a la certeza misma de mi cura. Como una revelación, vino a mí la idea mí se detuvieron, al mismo tiempo que una voz, vacilante como ellos
de que mi enfermedad tenía remedio; de que a despechode mis presen- aunque gozosa, me decía:
timientoa, lo que mis amigos me habian asegurado era verdad. Me em- -iEa! ;como yo! iconque no puedes volver a casa, eh compañero?
briagó aquella idea de tal modo que eché atrás mi cabeza, y comencé a Bueno es pensar que a alguien le dolerá maña’nala cabeza más que a mí.
andar con paso firme y rápido, olvidado casi de que estaba sin vista. -¿No podría usted indicarme el camino a la calle Walpole?, dije
En muchascosasempecéa meditar, y mis pensamientoseran más gratos irguiéndome, para que viera que yo no estaba ebrio como él.
que Ios que por mesesenteros habian estado agitando mi mente. Dejé -iA la call?Walpole? ivaya que si puedo! jcerca, cerca le andas!
de contar mis pasos; seguí andando adelante, adelante, imaginando lo que L.a tercera a la izquierda, me parece.
haría cuando la tiniebla hubiese levantado sus alas de mis ojos. No sé -Si usted va por esecamino iquerría dejarme en la esquina? Soy
si a veces anduve guiándome por la pared o por el borde de la acera; ciego, y me he extraviado.
mas si lo hice, fue instintiva y mecánicamente, sin que lo notara yo ---iCiego! ipobrecillo! bueno estoy yo para llevar a naJir. Ciego
entoncesni pudiera recordarlo luego. que lleva a ciego, dan en hoyo. Ea, pues, dijo con gravedad cómica,
No puedo decir si es posible, para un ciego que logra desembarazarse cerremos un trato: yo te presto ojos, y tú me prestas piernas. Buena
del temor de tropezar con obstáculos que no ve, andar tan derecha y idea. fAdelante!
seguramentecomo uno que goza de la vista: sólo sé que, en aquella exab , ; Y me tomó del brazo, y dando tumbos fuimos calle arriba. De pronto
tada y absorta condición de mi mente, debo haber andado así. Fuera se detuvo.
de mí con el súbito retorno de mi esperanza, puedo haber andado como -Calle Walpole, me dijo en un hipo. ¿Te llevo hasta tu casa?
anda un sonámbuloo un embelesado. Ello es que olvidado de todo, menos -No, gracias. Hágame el favor de poner mi mano en la verja de la
de mia fogosos pensamientos,adelante anduve y anduve, sin cuidar del casa de la esquina. Ya de allí yo sigo.
sentido perdido, hasta que un choque rudo con una persona que venía -Que llegues bien. Ojalá me pudieras prestar tus piernas para Ile-
andando en dirección opuesta ahuyentó mis visiones y me volvió a la varme a casa. Buenas noches. iDios te bendiga!
verdad de mi desventura. Sentí como que el hombre con quien había Mi guía siguió, taconeando, su camino; y yo comencé el mio hacia
tropezado se apartaba del obstáculo; le oí murmurar “imbécil”, y seguir mi puerta.
rápidamente su camino; y yo me quedé inmóvil en el lugar del choque, No sabía yo en cuál de los extremos de mi cuadra estaba; pero esto
preguntándome lleno de asombro dónde estaba y qué haría. importaba poco: con andar sesenta y dos pasos o sesenta y cinco, ya
Era inútil pensar en volver a mi casa sin ayuda: ni siquiera podía estaba frente a mi casa. Conté sesentay dos pasos,y busquéla escalerilla
saber cuánto tiempo había andado, porque no llevaba conmigo mi repe- de entrada entre las verjas: no la hallé, y anduve un paso o dos hasta
tidor. Podían haber pasado diez minutos, podía haber pasado una hora encontrarla. Me sentí contento de haber podido volver sin tropiezo, y,
desdeque cesede contar mis pasos: una hora debía ser, a juzgar por para decir la verdad, me iba ya avergonzando un poco de mi travesura.
el número de pensamientosque en aquel trance de venturosa exaltación Deseabaque Priscila no hubiese descubierto mi ausencia y alarmado La
cruzaron por mi mente. De vuelta ya en la tierra, no me quedaba más casa,y creía poder llegar a mi cuarto con el mismo sigilo con que había
que aguardar en aquel lugar mismo hasta oír cerca de mí los pasos de salido de él. A pesar de mis cuidadosos cálculos, no estaba yo muy se-
algún poiicía, o los de algún otro transeúnte que por azar anduviese guro de que la casa a que había llegado fuese la mía; pero, en caso de
fuera de casa en aquella inusitada hora, inusitada al menos en aquel error, sólo seria de unos pocos pasos, y a una o dos puertas estaría mi
barrio pacífico de Londres. Me recliné en la pared, y esperécon paciencia. casa: la que se abriese con mi llave de noche, ésa era.
50 MAFtTí / TRADUCCIONES
MISTERIO... 51
Subí la escalerilla de la entrada: ifueron cinco 0 cuatro escalone9 109
con la mía. Bien pudiera ser que todo aquello acabase con que un vecino
que conté al salir? Tanteé el agujero de Ia llave, y di vuelta en él a mi
alarmado me saludara con una bala antes de que hubiera yo tenido tiempo
llave de noche. La puerta se abrió sin dificultad: no me había equivo-
de explicarle mi inocencia.
cado. lle llené de satisfacción por haber dado con mi casa a la primera
tentativa. “Debió ser un ciego el que descubrió que la necesidad ea madre Pero, en el instante mismo en que iba a llamar a la puerta, oí otra
de la industria”, me dije al cerrar tras mí suavemente la puerta, prepa- voz, una voz de mujer. Parecía que venía de una habitación interior, y que
rándome a buscar el camino de mi cuarto. cantaba acompaíiada en tono bajo por un piano. Me detuve y escuché...
No podía darme cuenta de la hora que sería: sabía solamente que Tan ocupado me ha tenido la narración de mi desdicha que no he
debía ser de noche, porque aún me era dable distinguir la luz de la dicho que tenía en ella un consuelo supremo: ese don compasivo, tan a
oscuridad. Como el lugar en que había vuelto de mi éxtasis estaba tan menudo concedido a los ciegos, la música. A no haber sido por ella
cerca de mi calle, no debía haber andado mucho tiempo: de modo que icómo, sin volverme loco, hubiese yo soportado aquellas semanas de
yo calculaba que serían como las dos de Ia mañana. oscuridad e incertidumbre? A no haber sido porque me era dable pasar
Más deseoso aún de no ser oído que cuando salí, palpé el extremo tocando horas enteras, porque mi desdicha no me impedía asistir a con-
de la escalera y empecé a subir a pasos callados. Pero, a pesar de estar ciertos y oír a otros tocar y cantar, insoportable me hubiese sido la
ciego, aquella casa no me parecía la mía. La baranda no era como la de existencia; iy me estremezco al pensar en el recurso a que habría yo
mi casa. La alfombra misma de la escalera me parecía diferente. iSería acaso acudido para hacérmela más llevadera!..,
posible que me hubiese equivocado. 3 Es muy frecuente que la llave de Me detuve, y escuché el canto. Era un trozo de una ópera todavía
una cerradura sirva a otra: ino podía yo, de este modo, estar entrando no muy conocida en Inglaterra; pero un trozo de tal dificultad que pocos
en la casa de un vecino? Me detuve: aumentaba el sudor en mi frente, aficionados podrían atreverse a él. La cantatriz, quienquiera que fuese,
con la idea de la extraña situación en que podía estar colocado. Durante lo cantaba suavemente y en tono apagado, como si temiera dar a la voz
un momento estuve resuelto a bajar, y a entrar en la casa inmediata; toda su fuerza, lo que se explicaba por lo adelantado de la hora; pero
pero aún no sabía de seguro si estaba o no en la mía. Recordé entonces no era posible que una persona entendida en música desconociese el
que en la pared de mi casa, al terminar el primer tramo de la escalera, merito poco ccmún de la que cantaba, la habilidad ejercitada, cl poder
había una repisa, que sustentaba una figura de yeso: conocía yo con reprimido, el vuelo que en condiciones favorables podía tomar aquella
exactitud el lugar, porque muchas veces me habían precavido para DO voz hermosa. Estaba yo como encantado. ~NO habría venido yo a dar
tropezar en ella con la cabeza. Todas mis dudas podrían esclarecerse con en un nido de gente de teatro, cuyas tareas acaban tan tarde: que tienen
ver si la repisa estaba en su puesto. Palpé. Mi mano que recorría cui- que robar al sueño las horas que dedican a las distracciones naturales
dadosamente la pared, nada encontró. La casa, pues, no era la mía. NO de la noche? Nada mejor para mi situación: bohemios como eran, no
me quedaba más que bajar, y tentar fortuna en la casa próxima. se espantarían de mi inesperada invasión nocturna.
En el instante en que me preparaba a bajar oí ruidos de voces; tarde La cantatriz había comenzado la segunda frase: yo había puesto el
como era, había sin duda gentes que hablaban en el cuarto cuya puerta oído junto a la puerta para no perder una sola nota. Quería oír sobre
había estado palpando mi mano. Yo no podía distinguir las palabras, todo cómo vencía las dificultades del final, un final tan extraño como
pero sí que las voces eran de hombre. ¿Qué hacer? ¿No sería mejor bello, cuando-ioh contraste horrible a aquellas dulces perladas notas
llamar a la puerta, y abandonarme a la merced de los que ocupaban la y ahogadas palabras de apasionado amor!-oí una boqueada, una tre-
habitación? Podía excusarme, y explicarles mi presencia. Mi ceguera la menda boqueada convulsiva; luego un gemido prolongado y prnfundo;
explicaba suficientemente. Alguno habría bastante bondadoso para po- luego un sonido de líquido que brota, que me heló la sangre. Oí que la
nerme en el camino de mi casa. Eso era, sí, lo que debía yo hacer. Yo música se interrumpía de pronto; oí un grito, un terrible grito de aquella
no podía seguir entrando en casas extrañas como un ladrón nocturno. voz de mujer que cambiaba súbitamente de la melodía al horror, oí la
Tal vez todas las casas de la cuadra tenían una llave común, y se abrirían caída de un bulto recio y pesado sobre el pavimento.
52 MAFITí / TRADUCCIONES
blanca! Sólo puedo decir que todavía ahora, cuando tras largos años -;Ande hacia adelante, cuatro pasos!, dijo la voz. Obedecí. Al
escribo esto; cuando todo en derredor mío está en calma dichosa y apa- tercer paso di contra la pared. Querían convencerse de que estaba ciego.
cible; cuando sé bien que los que amo están cerca de mí, me tiembla En mi hombro se posó una mano, y me llevaron a una silla.
la pluma, corre el frío en mis venas, mis fuerzas todas desmayan al -Con tan pocas palabras como pueda, dijo la misma voz, explíquenos
asaltarme el recuerdo de aquellos terribilísimos instantes, con una vividez quién es usted, y por qué y cómo está aqui. Pronto: no podemos perder
que intento en vano describir. tiempo.
Fui afortunado en poder mantenerme quieto, exclamando sin cesar: Bien sabía yo que no podían perder tiempo. Tenían mucho que hacer,
“; Soy ciego ! i véanlo ! ivéanlo!” hli sumisión, el tono de mi voz, deci- mucho que esconder. iOh! iquién me hubiese dado ver por un solo mo-
dieron acaso de mi vida. De pronto, mi vista oscurecida percibió la luz mento! i Lo hubiera yo pagado, aun a precio de años enteros de oscuridad!
viva de una lámpara, colocada tan cerca de mí que sentía su calor en Tan brevemente como pude, les dije cómo me veía en aquel lance.
mi rostro: comprendí que alguien se había inclinado o arrodillado junto Sólo les escondí mi verdadero nombre. iPor qué habian de sabe&
a mí, y examinaba mis ojos. Me d a b a en la mejilla su aliento corto, aquellos asesinos? Si se lo revelaba podían continuar vigilándome; y en
rápido y excitado, iel aliento del que acaba de cometer un crimen! cualquier momento en que su seguridad lo demandase, podía yo com-
Se levantó por fin: un momento después, dejaron libre mi cuello las partir la suerte de aquel que yacía a pocos pasos de mí. Les di un
manos que me lo oprimían: itenía, por lo tanto, alguna probabilidad nombre falso, pero en todo lo demás les dije la verdad.
de vivir! Y mientras les hablaba, oía incesantemente aquel lamento al otro
Aún no había hablado ninguno de los que me rodeaban: de pronto extremo de la habitación. Me perturbaba el juicio aquel lamento. Creo
oí rumor de voces, pero tan contenidas y bajas que mis oídos, aguzados que, a haberme sido posible en la oscuridad de mis ojos caer sobre uno
en mi infortunio, sólo pudieron percibir que eran tres los que de aquel de aquellos malvados y apretarle la garganta hasta que exhalase la vida,
ahogado modo hablaban. lo hubiera hecho sin vacilar, aunque semejante arrebato me acarrease
mi propia muerte.
iY mientras tanto, como acompañamiento apropiado y lúgubre, oía
No bien terminé mi explicación, se renovaron los cuchicheos. El que
aquel gemid» sofocado de mujer, aquel incesante gemido! Todo lo que
hablaba me pidió la llave que había estado a punto de costarme la exis-
pnseía hubiera yo dado, todo, excepto la vida, por poder ver durante un
tenoia. Supongo que la probaron, y vieron que era cierto lo que les había
minuto, por entender lo que había sucedido y estaba sucediendo alre-
dicho. No me la devolvieron, pero la voz se dirigió a mí una vez más.
dedor mío.
-Afortunadamente para usted, hemos decidido creer lo que nos dice.
Los cuchicheos continuaban, precipitados, confusos y violentos, como
Levántese.
de !lombres empeñados en una discusión ardiente y reservadk. iPoca
Me puse en pie, y me llevaron a otro lugar de la habitación, donde
inteligencia era menester para adivinar el asunto del debate! Cesaron los me hicieron sentar de nuevo. Según el hábito de los ciegos, extendí mis
cuchicheos de pronto: ino se oía más que aquel terrible, sofocado gemido, manos y reconocí que estaba con el rostro vuelto hacia una esquina
que continuaha. con lúgubre monotonía! de la habitación.
Al~rlim me tocó con el pie. “Levántese”, dijo una voz. La excla- -Si se mueve usted o mira alrededor, dijo la voz, cesaremos de
macihn que oí al entrar en la habitación me pareció venir de labios de creer que es usted ciego.
cxtrnnjcro; pero el que se dirigía a mí en este instante hablaba en correcto No podía yo esconderme la seca amenaza envuelta en las últimas
iriglk Yo estaba ya recobrando mi propio dominio, y anotaba en la palabras. No pude más que estarwe inmóvil en mi silla, y oír con el
mente estos detalles. mayor cuidado.
Agradecido porque me permitían apartarme de mi fúnebre compañía, Sí: tenían mucho que hacer. Se movían de un lado a otro rápidamente.
me le\-anté del lado del muerto. Nada mejor podía hacer que quedarme Abrían alacenas y gavetas. Percibí el ruido de papeles que rompían, y el
inrnó4. olor de papeles quemados. Oí que levantaban del suelo un peso muerto;
56 MARTÍ /l TRADUCCIONES
oí un ruido como de ropa rasgada; oí sonar dinero; hasta el golpe de un c.:tado elrio o soñando..’ Usted nos ha oído. pero no nos ha vioto;
reloj de boisillo oí, que sacaron de algún lugar y pusieron en una mesa recuerde que nosotros lo conocemos.
cercana a mi. Por la entrada súbita del aire fre3co comprendí que habían Sr aiejó cIr mí, y â los poco3 momentos vencía mi vana re3ktenci3
abierto la puerta. Oí en la escalera paso3 pesados, los pasos de hombre3 1111OSCU~B 3oI)or. IIis penPamiento3 se turbaban, y parecía ahnntlotlarme
que llevan una carga recia; i y temblé al pensar cuál sería la carga! 1;i razbn. .\!i cabeza cayó primero de un lado, y después de otro. Lo
Antes de que estuviese rematada la última tarea. cesó el lamento de último que recuerdo es que un brazo vigoroso rvtletí mi cuerpo, y me
la mujer. Había venido ya debilitándose, y en algunos momentos inte- lilrró de caerme de la silla. Cua!quiera que la droga fuese, su efecto
rrumpiéndose. Al fin dejé de oirlo. Esto alivió mucho mis nervios habla sido riipido y enérgico.
sobreexcitados, pero me llené de espanto al imaginar que acaso habían Hora tra3 Lora me tuvo sin sentido; y cuando al fin, desvanecido
sido do3 las victimas. su poder, Lat&ndo mi mente entre sombras por volver al juicio, logré
Aunque dos hornbres, por lo menos, debían ser necesarios para llevar después de Inuchas tentativas convencerme dc que est&n tendido en una
aquella carga afuera, yo sabia que no me habían dejado solo. Oí que cama; &s ruantlo extendiendo el brazo y pxi+r;(!:~la. vi que era mi cama
alguien se dejaba caer en una silla, con un suspiro de cansancio: aquel propia, ;,parecerá maravilla que me dijera n mí mismo: “He soñado el
hombre estaba allí vigilándome. Yo anhelaba verme libre de aquella más terriLIe sueño que fatigó jamás a una imaginación atormentada. 3”
tortura; anhelaba despertar, y hallar que todo habia sido un sueño. Mi
Desp~gí!s de este esfuerzo mental caí de n:ievo en un estado sernicons-
situación se me hacia ya insoportable. Dije, sin volver la cabeza.
ciente; pero persuadido por completo d,> que no había abandonado mi
--iCuánto tiempo he de estar todavía entre estos horrores?
cama. Inmensa fue mi alegrín ante este descubrimiento.
Oí que el hombre se movía en su asiento; pero no me respondió.
Mas ci mi inteligencia volvía a su vigor. no a3í mi cuerpo. Parecía
--iNo puedo irme? supliqué. Yo uo he visto nada. Pónganme en
que mi cabeza se me partía en dos: mi lengua seca estaha pegada al pa-
la calle, no rne importa dónde. Me volveré loco si estoy aquí más tiempo.
ladar. Iíientras más se me aclaraba el juicio. más visible era para mi
Tampoco obtuve respuesta: no hablé más.
mi cstaclo. Me senté en la cama, y rne oprimí las sienes adoloridas.
A los pocos ímtantes los ausentes volvieron. Cerraron tras de sí la
--iOh, mi niño!-oí decir a ia buena Priwila; iya está volviendo en
puerta. Cuchichearon otra vez, y oí que destapaban una botella, a lo que
sí por fin! Entonces oí otra voz. una voz de hombre, suave Y grata.
siguib un ruido de vasos. Bebían algo, después de la sombria faena
--SI: su enfermo estari pronto bien. Permítame pulsarlo, hfr.
de la noche.
Percibí entonces un olor extraño, un olor de droga. Sobre mi hombro Vaughan.
se apoyó una mano, y me pusieron entre los dedo3 un vaso lleno de Scnti sobre mi muñeca un dedo blando.
un líquido. -¿,Quién es?, pregunté.
--Beba, dijo la misma voz de a,;tes. --El Dr. Deane, su servidor: dijo el hombre extraño.
_.- ;,He estado enfermo? iCu&,to tiempo? iCuántos días?
--No. exclamé; puede ser veneno.
Rompió uno de ellos en una risa breve y dura, y sentí sobre mi frente --Sólo unas cuantas horas. No tiene usted motivo de alarma. Reclínese
una fría boca de metal. otra vez? y permanezca quieto por algún tiempo. iTiene urted sed?
-No es veneno: es uu narc&co que no le hará daño. Pero Ao, -Sí; me muero de sed; denme agua.
añadió oprimiendo sobre mi frente el circulo de hierro, esto es otro Ile la dieron, y la bebí con afán: mi alivio fue grande.
asunto. Elija. --Ahora, enfermera: dijo el doctor, prepkele un poco de té ligero;
Apuré el vaso, y sentí con placer que apartaban el revólver de y cuando desee algo de comer, déselo. Yo volveré más tarde.
:ni frente. Priscila acompañó al Dr. Deane a la puerta, y, ya de vuelta junto a mí
-Ahora, dijo el que hablaba, quitándome de la mano el vaso vacio, :ama, batió y ahuecó la3 almohadas para que me sintiese más cómodo.
3i usted es un hombre sensato, cuando se despierte mañana dirá: “He Ya para este tiempo estaba yo enteramente despierto, y los sucesos de la
58 MARTf / TRALWCCIONES MISTERIO... 39
noche se reproducían en mi memoria con una claridad y precisión de depositar allí un hombre joven que parecía ciego, y que estaba ciertamente
detalle que no eran iay! como las que deja un sueño. ebrio e incapaz de valerse.
--iQué hora es?, pregunté. Allá voló Priscila. hle halló acostado y sin sentido, y a la policía
-Cerca del mediodía, señor Gilberto. Priscila me hablaba con tono dispuesta a conducirme, en cuanto me repusiese, ante el juez de orden.
pesaroso de persona ofendida. Se mandi, a llamar un médico, que certificó que mi desmayo no provenía
-iDel mediodía? ipues qué me ha sucedido? de emllriaguez. Priscila me hizo llevar enseguida a un carruaje, no sin
La anciana lloraba. Bien la oía yo. No me respondió, y repetí mi decir $11~ verdades a la gente de la policia, por el abandono y mal trata-
pregunta. miento en que me había hallado. Partió triunfante con su carga, que
-Oh, señor Gilberto, me dijo sollozando: iCómo pudo usted hacerlo? no hnhía vuelto aún en sí, y la depositó al fin en la cama que había
Cuando entré en la alcoba y vi la cama vacía, pensé que iba a dar al alandonado incautamente. Noté con pena que, a pesar del sermón con
suelo.
que se habia despedido de los policías, ella pensaba de mi condición lo
iCuando vio la cama vacía! Temblé. Los horrores de la noche eran mismo que ellos; por lo que estaba muy reconocida al doctor, a quien
ciertos.
me imagino que miraba como un curandero discreto y complaciente, que
-Cómo pudo usted hacerlo, señor Gilberto, repitió Príscila. iSalir había sacado de un mal lance a un caballero con una explicación oportuna,
sin decirme palabra; echarse a andar por medio Londres, solo, con sus pero falsa.
ojos enfermos!
--No he sabido yo que se quedase uno después insensible tanto tiempo.
-Siéntate, siéntate, y dime lo que me ha sucedido.
No lo vuelva a hacer, señor Gilberto, dijo Priscila, como fin de la
Todavía Priscila no parecía dar por satisfecho su agravio. plática.
-Si quería usted beber su poco, o tomar alguna de esas picardías No intenté desvanecer su sospecha. No era a Priscila por cierto a
que le hacen a uno dormir y le quitan el sentido, bien pudo usted haberlo
quien deseaba yo confiar mi aventura nocturna. Lo mejor era callar y
hecho en casa, señor Gilberto: una vez que otra, no se lo hubiera tenido
dejar que dedujese para sí lo que, tal vez, no era lo menos natural.
yo a mal.
-No volvert a hacerlo, le dije. Dame algo de almorzar. Tk y tostadas:
-Como que estás hoy hecha una vieja loca, Priscila. Cuéntame todo
algo.
lo que sucedió anoche.
Salió a traérmelo: no era que tuviese yo hambre, sino que quería estar
Fue necesario que me viera ya montado en cólera para que la buena
mujer se decidiese a hablar sin ambages: sentía como si me diese vueltas solo algunos minutos para pensar,-en el grado al menos en que mi
la cabeza mientras le oía su relato, que fue como aqui sigue. malestar lo permitiese.
A eso de una hora después de mi salida despertó Priscila, y puso el Recordé entonces todo lo que me había sucedido desde que dejé la
oído a la puerta para asegurarse de que yo dormía. Como no percibió puerta de mi casa: mi paseo fantástico, mi guía ebrio, aquel canto que
el menor sonido, entró en la alcoba y vio mi cama desierta, lo que de oí, y después aquellos sonidos y contactos, horribles y elocuentes. Todo
seguro la aterró más de lo que me confesaba, pues ella conocía bien !o recordaba con claridad e hilación hasta el instante en que me forzaron
mi abatimiento y mis quejas de los últimos días, y sin duda imaginó en a beber el narcótico: desde aquel momento, nada podia leer en mi mente.
el primer instante que había puesto fin a mi esistencia. Salió en mi El relato de Priscila me hacía saber que durante mi sopor debí ser con-
busca, y dio al instante aviso a la policía, a la que logró interesar con ducido a varias millas de distancia de la casa y abandonado en la acera,
sus ruegos tenaces y !a descripción de mi estado. De la oficina a que donde me encontró la policía. Entrevi el hábil plan. Me habían dejtfz
acudió telegrafiaron al instante a todas las demás de Londres, y Priscila caer, insensible, lejos de la escena del crimen de que había sido te%
esperó, como sobre ascuas, hasta eso de las cinco de la mañana, en que incompleto. iQuién creería, con aquella apariencia, mi extravagante e
del otro extremo de la capital llegó por fin respuesta: acababan de improbable historia?
60 MARTf / TRADUCCIONES 31 IST E RI O... 61
Me asaltó entoncesel recuerdo del horror que sentí cuando, encorvado tado. Si los que me conocían desdemi niñez no me daban crédito icómo
a la fuerza sobre el cuerpo tendido, había estado corriendo sobre mi habían de creerme los extraños? Todo lo que tenía yo que decir era vago
mano aquel líquido tibio. Llamé a Priscila. e insostenible; ni el lugar del crimen podia fijar siquiera. Ya yo había
-Mira, le dije, tendiéndole mi mano derecha como para que la averiguado que ninguna de las casas de mi cuadra se abria con una
examinase: iestá limpia mi mano, estaba limpia cuando me encontraste? llave semejantea la mía. No había otra calle del mismo nombre en las
-iNada de limpia, señor Gilberto! inmediaciones. Los pies inseguros de mi guía me extraviaron sin duda,
-iPues cómo estaba?, pregunté excitado. ): me dejaron en una cuadra que no era la mía.
-Llena de lodo estaba, como si se hubiera usted entretenido en jugar Llegué a pensar en invitarlo por un anuncio en loe diarios a ponerse
en el arroyo. iL’mdas vinieron sus pobres manos y su cara! Lo primero
al habla conmigo: pero no pude frasear la invitación de modo que la
que hice fue lavarlas. Dicen, ya lo sabe usted, que eso vuelve pronto el
entendiese él, rin que pudiera excitar las sospechasde los criminales.
sentido a los que salen de noche.
Bien posible era que, todavía en aquel momento, estuviera alguno de
-Pero la manga de mi levita, la manga de mi camisa, la manga ellos en acecho de mis actos. Una vez me habían dejado vivo; pero en
derecha. Mira si están limpias. la segunda,me tratarían sin misericordia. iA qué iba yo a arriesgar mi
Priscila rompió a reír. vida por revelar lo que nadie había de creer, por acusar a hombres que
-Lo que es aquí no vinieron las mangas derechas. A alguien le me eran desconocidos? iA quién vendría provecho de esto? Ya 10s
parecieron bien, y las desgarró por encima del codo. Su brazo estaba
asesinoshabían ocultado de seguro todas las huellas del crimen, y asegu-
desnudo.
rado su retirada. ¿Por qué había yo de arrostrar el ridículo que caería
Se desvanecían,pues, todas las pruebas circunstanciales que hubieran de seguro sobre un relato como el mío, cuya certeza me era imposible
podido confirmar mi relato. Nada había para sustentarlo, más que la comprobar? No: sea en buen hora el horror de aquella noche como un
afirmación de un ciego, que salió de su casa en la alta noche, y a quien se sueño: desvanézcasey olvídese.
halló algunas horas después en tal estado que los guardas del orden Tuve muy pronto algo más en que pensar, algo capaz de alejar de
público habían tenido que encargarsede él. mi aquellos recuerdos lúgubres. Ya la esperanza era certidumbre. Mi
Pero yo no podía callar aquel crimen cuyo recuerdo me agobiaba el alegría rayaba en delirio: la ciencia había triunfado: ila ciencia había
juicio. Al día siguiente, cuando ya habían desaparecido los efectos del arrancado de mis ojos las alas sombrías de mi enemigo! De nuevo era
narcótico, hice venir a mi abogado, que era un amigo fiel, y por cuyo ya luz el mundo. iPodía ver!
consejo decidí seguirme. Pronto me convencí de que era inútil hacerle Pero mi cura había sido larga y tediosa. Me habían operado ambos
creer mi cuento. Me oyó gravemente, diciendo de vez en cuando: “i Bueno! ojos, uno primero, y cuando se estuvo seguro del éxito de la operación,
ibueno!“-“iDe veras?“-“iCosa más extraña!” y otras exclamaciones el otro. Pasaron mesesantes de que me permitiesen salir 142la oscuridad.
de sorpresa; pero bien vi que procuraba sólo no contrariarme, y creía 1Me iban devolviendo la luz poco a poco y cautelosamente: iqué me
que cuanto yo le relataba era simple imaginación. De seguro que Priscila importaba la dilación, si ya me tenía inundado de gozo la certidumbre
le había dicho de antemano todo lo que sabía. Su incredulidad me de que todo estaría pronto a mis ojos vestido de claridad? Esperé
desconcertó, por lo que allí mismo le dije que no volvería a hablar del agradecido y tranquilo. Sabia que mi obediencia a Mr. Jay me sería
suceso. recompensadacon la perfección de mi cura, y en todo le obedecí.
-Eso haría yo si fuese usted, me respondió. El método empleado en mi operación fue el más seciiio y seguro,
-G *No me cree usted, pues? el de solución o absorción, que se empleasiempreque la edad del enfermo
-Sé que usted cree cierto lo que me dice; pero mi opinión es que y la naturaleza de la enfermedad lo permiten. Cuando todo había acabado,
usted echó a andar dormido y soñó todo lo que me cuenta. y no corría ya riesgo de inflamación; cuando, con ayuda de fuertes
Muy irritado para argüirle, tomé su consejo, en cuanto a él al menos, cristales convexos, podía ver ya cuanto necesitabapara los usoscomunes,
y no hablé más del caso. Probé despuéscon otro amigo, con igual resul- 1Mr.Jay se felicitó, y me felicitó a mí: aquella cura, me dijo, prometía ser
62 MARTÍ / TRADUCCIONES MISTERIO...
la más afortunada de todas las suyas. Notable debió ser, en verdad; más ayuda que la de unos cristales tan levemente convexos que apena9
puesto que me dicen que todas las obras de Oftalmología publicadas era posible percibirlo. Una vez más comencé a gozar de la vida.
después citan mi caso. No puedo decir que en esos dos años no volvi a pensar en aquella
jNo olvidaré por cierto mientras viva aquella hora en que declararon terrible noche; pero nada hice para descubrir el misterio, ni para per-
mi cura terminada; en que desataron la9 vendas que cubrían mis ojos, suadir a nadie de que aquellos sucesos no habían sido imaginación mía.
y me dijeron que podía usar otra vez mis ojos libres! Sentía yo en mi Sepulté en mi corazón la historia de mi aventura, y jamás volvi a hablar
interior toda la luz del mundo: jqué alegría, despertar de aquella noche de ella. Por si pudiese necesitarlos, escribí todos los detalles del suceso,
que parecia no tener fin, despertar y ver el sol, la9 estrellas, las nube9 y procuré apartar de mí la memoria de cuanto había oído. Todo 10
llevadas por el viento a través del hermoso cielo azul! jver la9 ramas pude olvidar, menos una sola cosa: no podía pasar mucho tiempo sin
verde9 balanceándose a la brisa, reflejando su sombra movible en mi que me asaltara el recuerdo tenaz de aquel gemido de mujer, aquella
camino’ . tobservar
. cómo la flor, que era botón ayer, es hoy rosa abierta! dolorosa transición de la voz de la dulce melodía a la desesperación
j admirar el océano brillante, que inflama el sol poniente! j regalar la irremediable. Aquel grito turbaba mi sueño, cuando soñaba en los acon-
vista en los cuadros, en las gentes, en las montañas, en los arroyos! tecimientos de aquella noche; aquel grito me resonaba en los oídos, al
jconocer la forma, el color, 109 matices! iver, no sólo oír, los labios despertarme trémulo, pero agradecido, porque aquella vez, al menos, sólo
vivo9 y la risa de los que estrechan mi mano y me dicen palabras bonda- estaba soñando.
dosas! jEn aquellos primeros días de luz recién nacida, el rostro de cada
:nujer, hombre y niño me eran tan agradables de ver como el de un
amado amigo, ausente ha mucho tiempo y al fin vuelto! Lo que me
apeaba de mi éxtasis eran aquellos horrendos cristales convexos que
desfiguraban mi rostro.
--iY los tendré que usar siempre?, pregunté con tristeza.
-- De eso quería hablarle, dijo Mr. Jay. Sin cristales, nunca podrá
usted ver. Recuerde usted que yo he destruido, absorbido, disuelto en
sus ojos los cristales que se llaman lente9 cristalinos. Su lugar está ocu-
pado ahora por el humor fluido, que es un cuerpo sumamente refrac-
tario. Es probable que si usted no cede a la naturaleza, ella ceda a usted.
Si usted puede dominarse y contenerla ella vendrá a usted gradualmente.
Nadie mejor que usted puede hacer esto: usted es joten, no tiene ocupa-
ción constante; su vida no depende de su vista. Cristales siempre tendrá
usted que usar; pero si usted insiste en que la Naturaleza obre sin ayuda
de ellos, lo probable es que la Naturaleza al fin consienta. Es un proce
miento tedioso: pocos han perseverado hasta el fin; pero mi experiencia
es que en eso, como en todo, vence el que persevera.
Determiné vencer: Siguiendo su consejo, aunque con grande9 molestias,
usé unos lentes que apenas me dejaban entrever la9 forma9 vagas de los
objetos, pero mi paciencia fue recompensada. Grado a grado, aunque
con mucha lentitud, noté que mi vista iba siendo más segura, hasta que,
al cabo de dos años, podía ver tan bien como la9 demás personas, sin
CAPíTULO 111
EL MEJORMONUMENTO
“buenas noches” a que un vecino puede arriesgarse sin cometer descor. y esbeito, aquella espesa cabellera castaña, aquellos mismos extraños ojos
tesía. De ellas no he recibido más que e<os fríos saludos. Ni los ojos negros ! ;,‘io había de seguro en el mundo una mujer que le fuese
ni 10s gestos de Paulina parecen alentarme. \Ie devuelve mí saludo comparable!
gravemente, y como desde lejos y con apatía. Bien claro veo que el amor hle dio F.U mano a! despedirse de mí: una mano pequeña, suave y
a primera vista suele no ser recíproco. hfe consuelo con pensar que el elegante. Difícilmente pude contener mi deseo de imprimir en ella mis
destino me tiene sin duda algo reservado, sin lo cual Paulina y yo jamás labios; difícilmente pude resistir la tentación dc decirle en aquel mismo
habríamos ruelto a vernos. instante que por meses enteros ella había ocupado únicamente mi penea-
No me queda, pues, más que atisbar desde detrás de las espesas cortinas miento; pero si siempre hubiera sido incauta semejante confesión en
rojas de mi ventana cuando mi amada, acompaiíada siempre de esa una primera entrevista, más que nunca lo era en aquellos instantes, cerca
bellaca Teresa, sale de casa y vuelve. Y esto mismo tengo que hacerlo de la vieja Teresa que padecía cerca de mí, sin que el dolor, sin embargo,
con mucha cautela; porque la diestra dueña me alcanzó a ver una vez la enajenase de modo que no tuviera puestos los ojos sobre todos mis
cn mi escondite, y desde entonces jamás pasa sin huronear con sus ojos movimientos. Me limité a expresar mi deseo de poderles ser útil en algo,
vivaces en mi ventana. Como que empiezo ya a odiar a Teresa. y con una inclinación de cabeza, me retiré discretamente. Pero nuestras
Sin embargo, si he adelantado poco, vivo en la misma casa de Paulina, manos se habían ya enlazado: j ya Paulina y yo no éramos por más
tiempo dos extraños!
y respiro el mismo aire que ella. No soy hombre impaciente, y puedo
esperar una buena ocasión, que ha de venir al cabo. No fue la dislocacibn de Teresa tan grave como ella imaginaba; pero
He aquí cómo vino. Una noche oi una caída, un ruido de porcelana la obligó a quedarse en la casa algunos días. Yo había creído que la
rota, y un grito de alarma. Me eché afuera de mi aposento, y hallé a reclusión de Teresa me ayudaría en algún modo a estrechar mi amistad
Teresa postrada en la escalera, gimiendo dolorosamente entre los escom- con su joven señora; pero el resultado no respondió a mis esperanzas.
bros del mejor juego de té de la señora de la casa. iMi ocasión por En los primeros días no supe que Paulina saliese de casa. Una o dos
fin ! veces me encontré con ella en las escaleras y, fingiéndome interesado en
Con la desvergonzada hipocresía del amor, corrí a su ayuda, tan la curación de su criada, la retuve conversando breves momentos. Me
dispuesto a servirla como si hubiese sido mi propia madre. Traté con pareció que era excesivamente tímida, tan tímida que la conversación
exquisito cuidado de ayudarla a levantarse, pero se dejó caer, lamentán- que hubiera yo anhelado prolongar, a los pocos instantes moría natural-
dose en desdichado inglés, de que tenía un pie roto. Le hablé en italiano, mente. No era yo bastante vanidoso para atribuir su cortedad y reticencia
a la misma causa que me hacía ruborizar y tartamudear al hablarle a ella.
lo que pareció volverle los ánimos perdidos; y pude convencerme de que
Por fin, una mañana la vi salir sola de la casa. Tomé el sombrero
se le había dislocado una rodilla de tan mala manera que no podía
ponerse en pie. Le dije que la llevaría a su habitación, y sin más míra- y fui en su seguimiento. Estaba dándose paseos por la acera frente a la
mientos la alcé en mis brazos y eché escalera arriba. entrada. Me acerqué a ella, y, después de mi usual pregunta por la salud
de Teresa, me mantuve a su lado. Era preciso hacer de modo que nuestras
Paulina aguardaba en el pasillo. Sus grandes ojos negros estaban
relaciones quedasen mris adelantadas.
abiertos de par en par, y el espanto se reflejaba en toda ella. Me detuve
-;No hace mucho que est5 usted en Inglaterra, Miss March?, dije.
un instante para explicarle lo que había sucedido; y ilevé enseguida a
--Algún tiewpo, algunos meses. me replicó.
Teresa a su habitación, y la dejé en su cama. La criada de la casa había
salido ya en busca de un médico; al retirarme, Paulina me dio las gracias -Yo la vi a usted esta primavera en Turín, en la iglesia, en San
Giovnnni.--Paulina alzó los ojos y lo s fijó en loa míos con una mirada
por mi bondad de un modo tranquilo, pero como desentendido. Aquellos
ojos soñadores se encontraron con los míos; pero apenas pareció que peculiar )- perpleja.
lo notasen. Sí: yo no podía menos de confesármelo: la criatura a quien -Estaba usted allí con su crinc!a, una mañana: añadí.
miraba como una deidad era poco sensible; pero icómo sustraerse al -Sí. íhamos allí a menudo.
encanto de su hermosura? jAquei rostro acabado, aquel cuerpo candoroso --Usted es inglesa ;no es cierto? ¿LU nombre al menos no es italiano?
70 MARTÍ / TRADUCCIONES
MISTERIO... 79
-Sí, soy inglesa. o me miraba como si mi alusión la sorprendiese, o como sí se avergonzara
Hablaba como si no estuviese enteramente segura de lo que decís, o de su ignorancia. Aunque había logrado verla varias veces, no estaba yo
como si el asunto de la conversación le fuese indiferente. satisfecho de mi adelanto, y sabia que no había dado aún con la clave de
-Usted vive aquí: iusted no volverá a Italia? su naturaleza.
-No sé; no puedo decir. No bien sanó de su rodilla la adusta criada, o compañera, oí grandes
No podía yo prometerme menos de mi interlocutora. XIuchas tenta- nuevas. La dueña de la casa me preguntó si conocía yo a algún amigo
tivas hice para conocer algo de sus costumbres y aficiones. iTocaba? a quien recomendar la casa, algún amigo de mis costumbres, decía la
icantaba? 2115 agradaba la música, la pintura, el teatro, los viajes, las buena señora; porque Miss March iba a mudarse, y la dueña prefería
flores? iTenía muchas amistades? Todo esto hallé manera de pregun-
alquilar los aposentos a un caballero.
tarle, directa o indirecta-mente.
No me quedó duda de que aquel era un ardid de la bellaca de Teresa.
No eran satisfactorias sus respuestas. 0 evadía mis preguntas, como Cuantas veces se encontró conmigo por las escaleras, me había asaeteado
si tuviese determinado que yo no supiese nada de ella, o las recpondía con los ojos. Cuando le preguntaba cómo iba de su caída, me respondía
como si no las entendiese. Muchas de ellas le causaban una estrañeza agriamente. No cabía duda de que era mi enemiga: de que había caído
visible. Tan gran misterio era para mí Paulina al acabar nuestro paseo en la cuenta de mi afición por Paulina y batallaba por apartarnos. No
como al comenzarlo. Lo único que de ella me alentaba es que no parecía tenía yo modo de saber a cuánto alcanzaban su autoridad e influencia
deseosa de esquivar mi compañia. Una y otra vez pasamos por delante
sobre la joven; pero hacia tiempo ya que no la tenía como una mera
de nuestra casa sin que mostrase intención de entrar, como, a querer verse criada. La noticia de la mudanza próxima de mis vecinas me convenció
libre de mi, pudo haber hecho. No había en sus ademanes la menor de que, si quería yo llevar a término feliz mi amor a Paulina, tenía que
apariencia de coquetería : muy quieta y reservada me iba pareciendo, pero entrar en algún arreglo con aquella desapacible guardadora.
muy natural y sencilla; iy era ella tan hermosa, y yo estaba tan
Aquella misma noche, al oír que bajaba, abrí la puerta de golpe
ardientemente enamorado!
y me encaré con ella.
No tardé mucho en apercibirme de que los ojos tenaces de la vieja
-Señora Teresa, dije, con remilgada cortesanía, jme hace usted el
Teresa nos acechaban desde las persianas de la sala; sin duda se había
favor de entrar en mi cuarto? Deseo hablarle.
levantado de su cama para ver que su señora no cayese en alguna mnlan-
danza. Me montó en ira el espionaje; pero era aún demasiado pronto Fijó en mí una de aquellas miradas suyas, suspicaces y rápidas; pero
para libertarme de él. accedió a mi ruego. Cerré la puerta y le acerqué una silla.
Antes de que Teresa pudiese cojear de puertas afuera, volví a hablar -6 *Cómo va su pobre rodilla ?, le pregunté afectuosamente en italiano.
con Paulina más de una vez de aquel mismo modo. Veía con regocijo -Va bien, señor, me respondió con su voz breve.
que parecia alegrarse cuando me unía a ella. Mi principal dificultad era *No quiere usted acompañarme a tomar una copa de vino dulce?
hacerla hablar. Oia tranquilamente cuanto yo le decía, pero sin comen- Lo le,Lgo a mano.
tario, ni más réplica que un “si” o un “no”. Si, por rara casualidad, me Muy mal parecía quererme Teresa; pero no me hizo objeción alguna,
hacía una pregunta o decía una frase más larga que las habituales en ella, sino que paladeó gustosamente la copa que le tendí.
no crecía en ánimos con eso, sino que volvía al punto a su lenguaje --iY Miss March, está bien? No la he visto hoy.
apático. Atribuía yo gran parte de esto a cortedad de Paulina y a SU ---Está bien.
vida retirada, pues la única persona con quien viese yo que hablaba era -De ella es de quien quiero hablar a usted: ino lo ha adivinado?
aquella terrible Teresa. -Lo había adivinado, me dijo, con una mirada colérica llena de
No había gesto o palabra de Paulina que no revelasen su buena crianza desafio.
y cultura; pero me sorprendía en verdad su ignorancia en cosas de letras. -Si, continué: sus ojos vigilantes y fieles han penetrado lo que yo
Si citaba yo un autor o mencionaba un libro, no tomaba cuenta dr: ello; no tengo ningún deseo de ocultar. Quiero a Paulina.
80 MARTí / TRADUCCIONES
-A ella no se la puede querer, dijo Teresa abruptamente. -; .\1 Dllctor? ;Quién es el Doctor? Yo mismo puedo verlo o
-iCómo no se ha de querer a una criatura tan hermosa? La quiero, escrii irie.
Me dejé caer en una silla maldiciendo de la alevosía italiana; pero Me hablaba en buen inglés; pero con el acento extranjero muy
como pensase al mismo tiempo en la italiana codicia, no perdí por marcado.
completo la esperanza. Acaso Teresa me escribiría o vendria a verme. -Creo adivinarlo.
Yo no habia olvidado las anhelosas miradas que lanzaba sobre mis --Soy Manuel Ceneri, médico. Mi hermana era la madre de Miss
billetes de banco. Pero día sobre dia pasó sin que llegase a mi recado March. Por usted acabo de yenir de Génova.
0 carta. --iUsted conoce ya entonces mí deseo, el gran deseo de mi vida?
-Si, lo conozco ; usted desea casarse con mi sobrina. Yo tengo,
Empleé todos aquellos días, en su mayor parte, vagando por las
Sólo Mr. Vaughan, muchas razones para desear que mi sobrina permanezca
calles con la esperanza vana de encontrarme con las fugitivas.
soltera; pero la petición de usted me ha hecho alterar mi propósito.
dcspuégde haberla perdido por segunda vez vine a saber cuánto quería
Como de una paca de algodón trataba el tio de la suerte de Paulina.
a Paulina. No puedo describir apropiadamente aquel ardiente deseo
mío de volver a ver su hermoso rostro. Temía yo, sin embargo, que -En primer lugar, añadió, me dicen que usted es de buena familia
tanto amor no fuese compartido: a haber sentido Paulina por mí el y rico. ,Es esto cierto?
---Mi familia es distinguida. Estoy bien emparentado, y puedo ser
más ligero interés icómo me hubiera abandonado de aquel modo ae-
considerado rico.
creto y misterioso? Tenía aún que conquistar su corazón: fuera del
-Supongo que me dar5 usted pruebas de su fortuna.
suyo, no habia amor en la tierra que me pareciese de valor alguno.
IIice una seca inclinación de cabeza, y en una hoja de papel escribí
Hubiera vuelto a mia antiguas habitaciones de la calle Walpole, a
a mi apoderado, autorizándole a informar ampliamente al portador sobre
no temer que, si dejaba las de “Maida-vale”, pudiera Teresa, fiel a su
mis bienes. Ceneri dobló la esquela, y la guardó en su bolsillo. Puede
compromiso, venir y no hallarme. Diez lentos días habían corrido ya ser que me conociese el enojo que me inspiraba la mercenaria exigencia
desde la fuga, y comenzaba yo a perder toda esperanza, cuando recibi
de sus preguntas.
una carta.
--Me veo obligado a ser muy cauto en esta materia, dijo, porque
Estaba escrita en elegante estilo italiano, y firmada por Manuel mi sobrina no posee nada.
Ceneri. -No espero ni deseo nada.
Sólo decía que el firmante “tendría la honra de venir a verme a -Antes era rica, muy rica; pero hace mucho ya que perdió toda
las doce del dia siguiente”. El objeto de la visita no hablaba; pero su fortuna. iUsted no deseara saber cuándo o cómo?
bien sabia yo que sólo uno podía ser, uno solo: el deseo que me -Repito mis palabras. Ni espero ni deseo nada.
llenaba el corazón. Teresa, al fin, no me había sido desleal. Paulina -Bien, pues. No tengo derecho a rehusar su oferta. Aunque Pau-
sería mía. Esperé con febril impaciencia la aparición de Manuel Ceneri. lina tiene mucho de italiana, su educación y costumbres son inglesas.
Acababan de dar las doce cuando me anunciaron su llegada. y se Un marido inglés le convendrá mejor. iUsted no le ha hablado todavia
abrieron para él las puertas de mi aposento. Al instante lo reconoci: de su cariño?
era el hombre de edad mediana y espalda robusta que había hablado con -No he tenido oportunidad de hablarle. Lo hubiera hecho sin duda,
Teresa bajo el toldo de San Giovanni en Turin. Sin duda era el Doctor pero al comenzar nuestra amistad, la alejaron de mi.
de quien Teresa me había hablado como del árbitro de la suerte de -Sí; Ini- órdrnes a Teresa eran terminantes. Sólo permití a Pau-
Paulina. lina que viniese a vivir en Inglaterra a condición de que obedeciese en
Se inclinó cortésmente al entrar; me midió de una mirada, como todo a ‘Teresa.
queriendo recoger en ella cuanto mi aspecto le pudiese revelar de mi Aunque aquel hombre hablaba como quien tenía autoridad absoluta
y ocupó la silla que le indiqué. sobre su sobrina, ni una sola palabra había dicho que revelase afecto.
Pudiera l&erse creído que le era totalmente extraña.
-No pido a usted excusa por esta visita, me dijo, porque sin duda
---iPero supongo que ahora me será permitido verla?, dije.
sabe usted a lo que vengo.
8% MARTf / TRADUCCIONES h! 1 S T E R 10 . . . c5
-Sí, con ciertas condiciones. El hombre que se case con Paulina -Entiendo que se venden unas licencias especiales. Usted se asom-
March debe contentarse con tomarla tal como es. No debe hacer pre- bra de mis indicaciones. .\I e es forzoso volver a Italia sin @dida de
guntas, no debe inquirir nada de su nacimiento y familia, no debe tiempo. Dejo el caso al juicio de usted: ipuedo. en estas circunotan-
averiguar nada de su infancia. Ha de contentarse con saber que es cias. delar a Paulina aquí sin más que una criada que la cuide? 30.
bella, y que la ama. iBastará esto? Mr. Vaughan: aunque parezca estraño. o la dejo unida a usted o tengo
Tan extraña era aquella pregunta que, a p=ar de la vehemencia de que llevarla conmigo. Esto último pudiera ser pcli;roso para wted, por-
mi pasión, vacilé. que aqui sólo mi voluntad tengo que considerar. mientras que fuera de
-Esto más diré, añadió Ceneri: es buena y pura: su cuna es tan aqui pudiese haber otros a quienes consultar. y acaso yo mismo mudase
limpia como la de usted. Es huérfana, y no tiene más pariente cercano de propósito.
que yo. -Veamos a Paulina, y pregunt&mosle, dije levnntündomc impetuo-
samente.
-Estoy satisfecho, dije, tendiéndole mi mano, como para sellar el
-Vamos, me dijo con gravedad Ceneri: vamos ahora mismo.
pacto. Déme usted a Paulina; nada más quiero saber.
Hasta aquel instante había estado yo sentado con la espalda a la
iPor qué no había de estar yo satisfecho? iQué necesitaba yo
ventana. Al volverme a la luz observé que el italiano me miraba con
saber de su familia, sus antecedentes o su historia? Con tan arrebatada
particular fijeza.
afición deseaba yo llamar mía a aquella hermosa criatura, que creo
-hle parece recordar a usted, Mr. Vaughan, aunque no puedo hacer
que aunque Ceneri me hubiera dicho que era impura e indigna entre
memoria de dónde lo he visto.
todas las mujeres, yo le habría replicado: “Venga a mí, y empezará de
Dijele que debía haber sido a la salida de San Giovanni mientras
nuevo la vida como esposa mia”. iLos hombres hacen cosas tales
estuvo él hablando con Teresa. Recordó el incidel:te, y pareció satisfecho.
por amor!
En el primer carruaje que nos vino a mano fuimos a la nueva casa de
-Mi próxima pregunta va a asombrar a usted, Mr. Vaughan, dijo Paulina.
el italiano, retirando su mano de la mía. Usted quiere a Paulina, y yo No era muy lejos. 3le maravillaba de no haber hallado a Paulina
no creo que ella lo mire a usted con desagrado. o a Teresa en mis excursiones. T a 1 vez ninguna de ellas había salido
Se detuvo: yo esperaba con ansiedad. de su casa, para evitar mi encuentro.
-;Permitirán a usted sus asuntos casarse inmediatamente? iPuedo -iQuerría usted esperar un momento en el corredor, me dijo al
a mi vuelta al continente dejar ya por completo la suerte de Paulina entrar Ceneri, mientras anuncio su llegada a Paulina?
en sus manos? Un mes hubiera esperado en el más hondo caiabozo por semejante
-Hoy mismo me casaría con ella si fuese posible, exclamé. recompensa: me sentk, pues, cn la bruñida silla de caoba, dudando de
---KO ; no necesitamos andar con tanta vehemencia; pero ipudiera estar en plena posesión de mis sentido:.
ser pasado mañana? Apareció entonces Teresa? mirándome con ojos no menos hostilrs
Clavé en él mis ojos. Apenas podía creer en lo que oía. iEstar que antes.
unido a Paulina dentro de unas cuantas horas! ; Algún dolor debía de -2.1.Ie cumplido mi palabra?, me dijo en voz baj;?, en italiano.
existir en el fondo de aquella felicidad! Ceneri dellia de ser loco. Mas -La ha cumplido usted, no lo olvidaré.
icómo, aunque fuese de las manos de un loco, podía yo rehusar mi -rstccl me pagará y no tendrá nada que decir de mí; pero oi_oa
ventura? bien lo que le digo otra vez: la secorila no está para querer. ni pnra
-Pero yo no sé si ella me quiere: iconTentir6 ella?, tartamudeé. cas2rse.--;‘~‘i~j3 scpersticioza y loca! ¿Hal)ían de encerrnrie acaso cn un
mol:nìkrio 105 cricn:!tos clc Pa:&?a?
--Pnulina es ohrdiente y harii lo que yo desee. I:sted pwde ganar
su cariri~, después de su rnatri~twrlio. en lugar de antes. Sonó una campanilla y me dejó Teresa, que reapareció a los pocos
--Pero ipuede hacerse el matrimonio con tan poco tiempo? momentos, para guiarme a una habitación en el piso inmediato, donde
36 MARTÍ / TRADUCCIONES
MISTERIO...
me aguardaban mi hermosa Paulina y su tío. Levantó ella sus ojos
negros y soñadores, y los fijó en mí: el más vanidoso enamorado no aquella prisa! Por vivo que fuese mi deseo de poseer a Paulina, me
hubiera podido lisonjearse de ver reflejada en ellos la luz de su ternura. hubiera sido más grato haberme cerciorado de su amor antes de nuestra
Había yo esperado que el Dr. Ceneri nos dejaría a solas para enten- boda : ;no sería mejor que su tío se la llevase a Italia, y seguirla allá
dernos con la necesaria holgura; mas no fue así. Me tomó de la mano, y convencerme de que me quería. 3 Si, esto era lo prudente; pero me
y con ademán solemne me condujo hasta su sobrina. asaltaba al punto el recuerdo de la amenaza de Ceneri: si se llevaba a
-Paulina. tú conoces a este caballero. Italia a su sobrina, podría cambiar de intención, y yo, por encima de
Ella inclinó la cabeza. todo, estaba desesperadamente enamorado de Paulina; de su hermosura
-Si. d iio. le conozco. sería tal vez, pero yo estaba enamorado locamente. El destino nos ha
-Mr. Vaughan, continuó Ceneri, nos hace la honra de pedirte por reunido. Dos veces había huido de mí: esta tercera vez me la ofrecían
esposa. sin reserva. Yo eralbastante supersticioso para temer que si rechazaba
., i No: suceda
No podía yo permitir que toda mi corte fuese hecha por apoderado, o posponla su poseslon, perdería a Paulina para siempre.
y adelantando un paso y tomando su mano en la mía: lo que quiera, dentro de dos días será mí esposa!
-Paulina, murmuré, la quiero a usted: desde el primer momento en La vi al día siguiente, mas no sola: Ceneri estuvo con nosotros
que la vi la quise: iquiere usted ser mi esposa? durante toda la visita, en la cual Paulina se mostró afable, y como
-Sí, si usted lo desea, me respondió suavemente, pero sin que se siempre, corta y lánguida. Yo tenía mucho que hacer, mucho a qué
alterase siquiera el color de su rostro. atender. Nunca se preparó una boda en tan corto espacio ni de tan
-?Jsted no puede quererme todavía; pero me querrá pronto: iverdad extraña manera como aquélla. A la noche todo estaba ya arreglado, y
que me querrá? a las diez de la mañana siguiente Gilberto Vaughan y Paulina March
No respondió a aquella pregunta que con ansiosa voz de súplica le eran ya marido y mujer. Aquellas dos criaturas que, reuniendo SUS
hice; pero ni dio muestras de rechazarme, ni trató de libertar su mano apresuradas entrevistas, no se habían hablado acaso tres horas en toda
de la mía. Tranquila como siempre y silenciosa estaba oyendo mis su existencia, estaban ya ligados, ligados para la fortuna o la desdicha,
férvidas palabras; pero yo ceñí su cuerpo con mi brazo, y la besé en hasta que quisiera separarlos la muerte.
los labios apasionadamente: sólo cuando mis labios tocaron los suyos Ceneri se despidió de nosotros apenas terminó la ceremonia, y Te-
vi subir el color a sus mejillas. y sentí que la emoción precipitaba los resa, con asombro mío, anunció su intención de acompañarlo. No dejó
latidos de su seno. por eso de recoger de mí la prometida rerompensa, que no le escatimé
Se desasió de mi brazo, miró a su tío, que había presenciado im- por cierto. El deseo de mi corazón era poseer a Paulina, y con su ayuda
pasible aquella escena, como si nada hubiese en ella de extraordinario, lo había realizado.
y salió a pasos rápidos del cuarto. Solo ya entonces con mi hermosa compañera, emprendimos camino
-Creo que haría usted bien en irse ahora, me dijo Ceneri. Yo hacia los Iagos escoceses, para comenzar allá aquella dulce estación de
lo arreglaré todo con Paulina. Prepárelo usted todo para pasado mañana. los primeros amores que hubiera debido enajenar nuestras almas antes
-Es demasiado pronto. de dar el paso decisivo.
-Es; pero ha de ser así. No puedo esperar una hora más; mejor
es que me deje usted ahora y vuelva mañana.
Sali de allí en agitación extraordinaria, y sin saber qué haría.
Grande era la tentación de llamar mia a Paulina en un plazo tan
corto; pero en cuanto a su amor por mí hasta entonces, no podia yo
engañarme. Yo podía, sin embargo, como decía Ceneri, conquistar su
cariño después de casarnos. Todavía dudaba: jera tan extraña toda
CAPíTULO v
hacer. Postrado entonces, y oprimido el espíritu, caí en una especie hasta que la muerte quisiera separarnos. iPor qué había obrado yo
de sopor, y lo último que de aquella amarga velada pude recordar hasta con tal aturdimiento, y creído a Ceneri bajo su palabra? iPor qué no
el instante en que cerré los ojos, fue que, a pesar de mi resolucionl tome había esperado hasta cerciorarme de que Paulina me queria, o por lo
aquella mano blanca, descuidada y fina entre Ias mías, y mientras menos àe que no estaba enteramente privada de la facultad de querer?
dormí la tuve en mi mano. Me helaban el corazón aquella insensibilidad e indiferencia suyas. Había
is ueño? iSi, aquel fue sueño, si lo es Io que no es paz ni descanso] cometido una torpeza irreparable: debía soportar sus consecuencias.
iNunca, desde la noche en que lo oí, había yo recordado con tanta cla- Pero todavía esperaba; esperaba, particularmente, en lo que la luz del
ridad aquel tremendo gemido de mujer; nunca habian estado tan cerca nuevo día pudiera hacer sentir a aquel adormecido corazón.
mis sueños de la realidad del espanto que aterró aquella noche, años Anduve de un lado a otro largo tiempo, reflexionando en mi cxtrañn
atrás. al pobre ciego! Gran alivio sentí cuando aquel grito tenaz subió, posición, hasta que al fin volví al hotel y me retiré a mi aposento, que
y siguió subiendo, hasta que al fin vino a parar en el silbido estridente era uno de los que había reservado para nuestro uso, y quedaba al lado
con que anunció la locomotora que estábamos ya cerca de Edimburgo. del de mi esposa. Alejé de mí, en cuanto me fue posible, ini, esperanzas
Abandoné la mano de mi esposa, y volví a mi sentido. Muy vívido y temores, y fatigado por los acontecimientos del día dormí hasta la ma-
debió ser aquel sueño, porque al despertar de él, el sudor me inundaba ñana siguiente.
la frente. No visitamos, no, los lagos, como había yo imaginado. Dos días me
Como nunca había estado en Edimburgo y deseaba ver algo de habian bastado para comprender toda la verdad, todo lo que me era
la ciudad, tenía hecha intención de pasar en ella dos o tres días. Sugerí dado saber, todo lo más que acaso llegaría yo a saber nunca sobre
esta idea durante el viaje a mi esposa, quien la aceptó de tan descuí- Paulina. Ya era clara para mí aquella frase extraña que me repetía
dada manera que no parecía sino que tiempo y lugar le eran cosas Teresa : “Ni para querer ni para casarse está Paulina”: clara me era
puntos menos que indiferentes. lNada, creía yo ya, nada despertaría ya la razón por que el Dr. Ceneri había estipulado que el marido de
su interés! Paulina se contentase con tomarla como era, sin inquirir acerca de su
Fuimos al hotel y cenamos juntos. Los que nos hubieran visto ha- vida pasada: lpara Paulina, mi esposa, mi amor, no existía el pasado!
brían podido creer que a lo sumo seríamos amigos, pues no era nuestro 0, por lo menos, no existía el conocimiento del pasado. Lentamente
trato más íntimo que el que la cortesía permite a un caballero que se
primero, integra luego y a pasos veloces vino a mí la verdad. Ya sabía
halla incidentalmente en relación con una señora. Paulina me daba gra-
VO ahora cómo explicarme la mirada enigmática y extraña de aquellos
cias por cada una de mis pequeñas atenciones, y de esto no se excedía.
hermosos ojos; ya sabía yo ahora la causa de la indiferencia y apatía
El viaje había sido largo y penoso, y parecía fatigada.
de la mujer a quien amaba. 1BeIlo como la aurora era su rostro; per-
-Estás cansada, Paulina, dije: idesearías ir a tu cuarto? fecto era su cuerpo como una estatua griega; apacible y suave era su
-Estoy muy cansada, me respondió casi dolorosamente. voz; pero aquello que anima y colora todos los encantos, la razón,
-Hasta mañana entonces. Mañana te sentirás mejor, y saldremos le faltaba!
a ver las cosas famosas de la ciudad. iCómo podré yo describirla ? Locura es algo enteramente diverso
S e puso en pie, me dio la mano, y me deseó las buenas noches. de su estado; imbecilidad, menos aún: no encuentro palabra propia
Y mientras ella se recogía en su aposento, salí yo a vagar por las calles, para pintar aquella rara condición mental. Era solamente que faltaba
en que ya el gas esparcía su viva luz, recordando, lleno el corazón de algo de su inteligencia, tan por entero como puede faltar del cuerpo
pena, los sucesos de aquel extraño día. un miembro. Memoria, salvo de sucesos comparativamente cercanos, no
iMarido y mujer ? iAmarga burla de las palabras! Porque en todo, parecía tener ninguna. La facultad de raciocinar, comparar y deducir
fuera de los lazos legales, estábamos Paulina y yo tan apartados como le estaba al parecer negada: dijérase que era incapaz de darse cuenta
aquel día en que la vi en Turín por la primera vez. Y, sin embargo, de la importancia o trascendencia de lo que sucedía a su alrededor. No
aquella mañana habíamos jurado amarnos y atendernos e] uno al otro creo que le fuese dable sentir gozo ni pena: nada, en verdad, parecía
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hfARTi / TRADUCCIONES MISTERIO...
conmoverla. Ni en personas ni en lugares se fijaba, a menos que se 10 zarme de decir que cuando conocí la verdad, la terrible verdad, me eché
llamase la atención sobre ellos. Vivía como por instinto; se levantaba, a llorar amarguisimamente?
comía, bebía y acostaba como si no supiera lo que hiciese. Respondía a iY yo la amaba aún. después de saberlo todo! A haber estado en
las preguntas y observaciones que su limitada capacidad le permitía mi mano, no hubiera deshecho mi matrimonio. Paulina era mi mujer,
entender; pero cuando se le hacían otras más complicadas no las per- la única mujer que había hecho jamás vibrar mi amor. Yo cumpliría
cibía, o fijaba por un momento sus ojos tímidos y turbados en el rostro el sagrado juramento: yo la amaría y cuidaría de ella hasta la muerte.
del que le hablaba, dejándole tan curioso y sorprendido como me vi yo Su vida, al menos, sería tan venturosa como mis cuidados pudiesen
mismo la primera vez que observé en ella aquella inquisitiva y singular hacerla. iPero al mismo tiempo me iba yo jurando que aquel diestro
mirada. doctor italiano y yo, nos habíamos de ver las caras!
Y, sin embargo, Paulina no estaba loca. Podía una persona pasar A él, sentía yo que era necesario que lo viese al punto. De él sólo
en su compañía horas enteras, sin que pudiera en justicia decir de ella podía yo obtener todos los detalles: yo sabría de él si Paulina había
sino que era reservada y tímida. Cuando hablaba, sus palabras eran las sido siempre como entonces era, si cabía alguna esperanza de que el
de una mujer enteramente cuerda; aunque por lo común sólo se oía un tanto su condición: yo le haria
tiempo y un m&odo lento mejoraran
su voz cuando las necesidades diarias de la vida lo requerían, o cuando confesar, además, la razón por que me había ocultado la desgracia
contestaba alguna pregunta sencilla. Tal vez no erraría yo mucho si com- de Paulina. iPor Dios, me decía yo a mí mismo, que he de arrancar
parase su mente a la de un niño; pero jay! era la mente de un niño en la verdad al Dr. Ceneri, o que le costará caro escondérmela! Para mí
el cuerpo de una mujer, y aquella mujer era mi esposa! no habría paz hasta no ver a Ceneri.
Por lo que alcanzaba yo a observar, la vida no le producía placer
Dije a Paulina que era urgente nuestra inmediata vuelta a Londres.
ni dolor. Si estudiaba la impresión que hacían en ella los agentes físicos, comenzó a hacer al momento BUS
Ni mostró sorpresa, ni opuso objeción:
veía que el frío y el calor la conmovían de una manera notable: el sol
preparativos, y pronto estuvo lista para acompañarme. Esta era otra
le daba deseos de salir de casa: el aire frio, de volver a ella. No era
peculiaridad suya que no sabía yo cómo explicarme: en todo acto me-
de ningún modo infeliz. La veía yo muy contenta de estar sentada a
cánico, era como las demás personas; en su cmdado personal, en sus
mi lado, o de andar a pie o en carruaje conmigo horas enteras sin
preparativos de viaje, no necesitaba la menor ayuda. Ei más cuerdo na
hablarme. Parecía ser la suya una existencia completamente negativa.
hubiese hecho sino lo que hacía ella: sólo se notaba su deficiencia in-
Era afable y dócil: obedecía todas mis indicaciones, ,accedía a
telectual en los actos que requerían el ejercicio directo, de la mente.
todos mis planes, estaba dispuesta a ir adonde me pluguiese; pero su
sumisión y obediencia eran como las de un esclavo a un dueño nuevo. Estaba ya la mañana adelantada cuando llegamos a la estación de
Me parecía que durante toda su vida había estado habituada a obedecer Euston: habíamos viajado toda la noche. Sonreí con amargura al verme
a alguien. Este hábito suyo fue la causa de mi engaño, de que llegara de nuevo en aquel andén, pensando en el contraste entre mis tristes
yo casi a creer que me quería Paulina, pues no entendía que, a no Ber pensamientos y los de la dichosa mañana en que, pocos días antes, había
así, consintiera en nuestro matrimonio. Ahora veía yo que su pronta dado la mano para subir al tren a la esposa obtenida de una manera
obediencia a fa orden de su tío fue debida a la incapacidad de su mente tan extraña, augurándome, al seguir tras ella con paso ligero, una vida
pa;a oponer resistencia alguna, y entender la verdadera significación del de perfecta ventura. iCuán bella estaba, sin embargo, mi pobre Paulina,
lazo en que para toda su vida se la ataba. acompañándome sumisa a mi lado por el andén espacioso! iDe qué
iTal era Paulina, mi esposa! imujer por su hermosura y la gracia extraña manera contrastaban su aire reposado, su distinguido y apaci-
de SU persona, niña por su mente nublada, interrumpida o aturdida! ble rostro, su aspecto general de indiferencia, con el animado espectáculo
iY yo, su esposo, hombre fuerte y sediento de cariño, no podía obtener que por todas parte nos rodeaba, al vaciar el tren en la vasta estación
de ella, acaso, más que un afecto semejante al que pudiera un niño SU gran carga humana! iOh, si me fuese dado desvanecer las nubes
tener por su padre, o un perro por su dueño! iPor qué he de avergon- que envolvian su mente, y reconstruirla conforme a mi deseo!
96 MARTf / TRNMJCCIONES
SI 1 STE RIO...
No sabia yo al principio cómo habría de llevar adelante mis pesqui-
-Pero ua Teresa no ectli con nosotros, Paulina. iPuedes decirme
sas: despuésde meditar en varios planes, decidí llevar a Paulina a mis
dónde está?
antiguos cuartos en la calle Walpole: conocía yo bien a los dueños de
la casa y estaba seguro de que cuidarían de Paulina afectuosamente Movió otra vez la cabeza, como sí nada pudiese hallar en ella.
durante mi ausencia, pues era mi intención, después de reposar unas -El me dijo que vivía en Génova, añadí: isabes en qué calle?
pocas horas, partir en seguida en busca de Ceneri. Yo habia anunciado Volvió hacia mí sus grandes ojos curiosos. Suspiré, sabiendo bien,
desde Edimburgo a los buenos dueños de la casa de Walpole mi lle- por aquel modo de mirarme, que eran inútiles todas mis preguntas.
gada y la de Paulina, y escrito además a mi leal Priscila rogándole que Pero de todos modos, a Ceneri yo lo había de encontrar. Iría a Gé.
fuera a la casa a esperarnos: bien sabía yo que por serme agradable nova: si era médico, como me había dicho, forzosamente lo conocerían
no habría atención que Priscila no tuviese con mi infeliz compañera: en la ciudad; si en Génow no podía dar con él, iría a Turín. Tomé la
así pues, a Walpole fuimos. mano de mi esposa.
Todo estaba ya pronto para recibirnos: en los ojos de Priscila, que -Voy a estar fuera por unos cuantos dias, Paulina: tú estarás aquí
saciaba en nosotros sus miradas curiosas, vi que Paulina había cautivado hasta que yo vuelva. Todos te tratarán bien: Priscila te dará todo 10
desde el primer momento sus simpatías. Luego que nos hubimos desa- que quieras.
yunado ligeramente, rogué a Priscila que llevase a su cuarto a mi e+ -Sí, Gilberto, me dijo con su voz siempre suave. Yo la había en-
posa, para que reposasedel viaje de la noche. Paulina se puso en pie, señado a que me llamase Gilberto.
con su manera dócil y aniñada, J siguió a la buena vieja. Di algunas instrucciones más a Priscila, y emprendí viaje. Al PO-
-Cuando hayas acabado de atender a Paulina, dije a Priscila, vuelve, nerse en camino el carruaje que me llevaba de casa a la estación, miré
que quiero hablarte. hacia 13 ventana del cuarto en que había dejado a Paulina: iallí estaba
No se hizo esperar por cierto. Le bullían en los labios las preguntas mirándome, y se me llenó el alma de alegría, porque me pareció que
sobre mi inesperado matrimonio; pero la *expresión de mi rostro, que sus ojos estaban tristes, como los de alguien que ve partir a uno a
revelaba claramente mi tristeza, detuvo su curiosidad. Se sentó y, con- quien quiere! Puede haber sido exageración de mi deseo; pero como
forme a mi deseo,oyó mi relación sin comentarios. hasta entonces nunca había visto yo expresión en ellos, aquella mirada
Me era forzoso confiarme a alguien. Estaba yo seguro de que Priscila en los ojos de Paulina fue un precioso caudal para mi viaje.
guardaría bien mi secreto, por lo que le dije todo, o la mayor parte ;Y ahora, a Génova, a verme cara a cara con Ceneri!
de él. Le expliqué tan bien como pude el peculiar estado mental de
Paulina; le sugerí cuanto en bien suyo me permitía prever mi corto
conocimiento de ella; y rogué a la criada, por el amor que me tenía,
que me mirase con cariño y me guardara bien en mi ausencia a la
esposaa quien amaba. Así me lo prometió sin reservas, y yo, más tran-
quilo, dormí en el sofá algunas horas.
Por la tarde volví a ver a Paulina. Le pregunté si sabía a dónde
podía escribir a Ceneri, y movió la cabeza.
-Trata de pensar, hija mía, Apoyó en su frente las puntas de los
dedos: ya habia yo notado que el tratar de pensar la perturbaba siempre
mucho.
-Teresa sabe, le dije para ayudarla.
-Sí, pregúntele.
CAPíTULO VI
RESPUESTAS DESCONSOLADORAS
riqueza, si no toda. Usted debe tener amigos en Inglaterra que podrían Nada dije, inseguro aún de las intenciones de aquel hombre para
recomendar el caso al rey: yo tengo amigos en Italia: Garibaldi, por conmigo. iEra aquél verdaderamente hermano de Paulina? i Jugaba
ejemplo, declararía la suma puesta en sus manos por el doctor Ceneri. aquel hombre conmigo una partida osada?
Ni aquella historia parecía falsa, ni el plan era enteramente visionario. -Lo que si recuerdo, continuó, es que me puso fuera de mi la no-
Ya comenzaba yo a pensar que pudiera ser muy bien Macari hermano ticia del casamiento de Paulina. Jamás debió haberlo permitido Ceneri
de mi esposa, y que Ceneri, con algún propósito suyo, me habia ocul- en el estado de su mente: y además, Mr. Vaughan, yo me había hecho
tado el parentesco. la idea de que se casara con un italiano. Si hubiese vuelto a la razón.
-Pero yo tengo suficiente dinero, le dije. todo mi sueño era que su hermosura le conquistase un marido del rníw
-Pero yo no tengo, replicó echándose a reír, con una risa natural alto rango.
y franca. Creo que por el interés de su mujer debía usted unirse con- Sofoqué, mi respuesta al ver entrar en aquel momento a Paulina.
migo en este asunto. Era grande mi ansiedad de ver el efecto que la aparición del que fe
-Necesito algún tiempo para meditarlo. llamaba su hermano haría sobre ella.
-1Ohl por supuesto: yo no tengo prisa. Mientras tanto haré poner Macari se levantó y salió a su encuentro.
en orden mi solicitud y mia documentos. iPodría yo ver ahora a mi -Paulina, dijo, ¿te acuerdas de mi?
hermana? Ella fijó en cl sus ojos curiosos y como asombrados, pero movió
-Debe llegar de un instante a otro. Si usted la espera... la cabeza como una persona que duda. El la tomó de la mano. Observo
que pareció apartarse de él instintivamente.
-¿Y está mejor, Mr. Vaughan?
-lPobre, pobre criatura!, exclamó Macari. Esto es peor de lo que yo
Sacudí la cabeza tristemente. esperaba, Mr. Vaughan. Paulina, hace mucho tiempo que no nos vemos;
-iPobrecilla! Temo entonces que no me reconozca. Hemos estado pero tú no puedes haberte olvidado de mí.
juntos muy pocas veces desde que éramos niños. Yo soy, por supuesto, Los ojos grandes e inquietos de mi pobre compañera no se des.
de mucha más edad que ella, y desde que tengo dieciocho años he viaban del rostro de Macari; mas no dio señal alguna de reconocerlo.
estado conspirando y peleando. En esta vida se aflojan mucho los lazos -Trata, Paulina, trata de recordar quién es.
domésticos. Se pasó la mano por la frente, y volvió a sacudir la cabeza: Non
Estaba yo aún lejos de confiar en aquel hombre; y todavía quedaban me ricordo, dijo en voz baja; y como si el esfuerzo mental la hubiese
además por explicar las palabras con que se despidió de mí en nuestra extenuado, se dejó caer sobre una silla, suspirando.
última entrevista. Me llenó de alegria oírla hablar en italiano. Rara vez usaba de esta
-Mr. Macari... dije. lengua, a menos que no se viese obligada a ello. El hecho de que la erns
-Perdón. March es mi nombre. please en aquel momento me demostró que, de alguna vaga manera, re-
-Bien, Mr. March: debo preguntar R usted nhora los detalles del lacionaba en su mente al visitante con Italia. Aquel fue para mí un
acoutecimiento que alteró la razón de mi esposa. rayo de esperanza. Otra cosa también observé. He dicho ya que era
Tomó su rostro una expresión grave. muy raro que Paulina levantase los ojos para mirar a nadie faz a faz;
pero esta vez, durante todo el tiempo que Macari estuvo en el cuarto,
-No puedo decírselos ahora. Algún dio podré.
Paulina no apartó un solo momento los ojos de él. Macari se había sen-
-Me explicará usted por lo menos sus últimas palabras cuando nos tado cerca de ella, y después de decirle algunas palabras más, siguió ha-
despedimos en Génova. blando exclusivamente conmigo. Durante todo aquel tiempo pude notar
-Pido a usted excusa por ellas, porque sé que dije a usted entonces cómo Paulina lo observaba con una mirada ansiosa e inquieta, momentos
algo impensado e inconveniente; pero como lo he olvidado, no podría hubo, en verdad, en que casi me persuadí de que habia en sus ojos una
ahora explicárselo. expresión de miedo. lOh! lmiedo, odio, inquietud, basta amor mismo
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expresaran sus ojos en buen hora, con tal de que me fuese dado ver en
la notaba yo más inquieta, y como menos venturosa. Sie dolía el corazón
ellos la lux de la razón! Comencé a pensar en que si Paulina había de
por causarle aquel pesar; pero tenía decidido seguir por aquel camino
recobrar el juicio, por medio de mi visitante habría de ser; de modo que
a toda costa. La crisis de su vida estaba cerca.
cuando se despidió de mí le urgí, sin disimulo alguno, a que volviese a
Una noche, después de comer, estábamos Macari y yo, como de
vernos pronto, el día siguiente si podía. Me lo prometió sin esfuerzo, y
costumbre, gustando nuestro vino, y Paulina, como siempre, con los ojos
por aquel día nos separamos. Sólo me era dable esperar que estuviesetan
inquietos fijos en Macari, a tiempo que, a poca distancia de Paulina, re-
satisfecho del resultado de nuestra entrevista como yo mismo.
clinada en un sofá, empezó mi huésped a referir una de sus aventuras
Quedó Paulina despuésde la visita de Macari visiblemente inquieta. militares. Contaba cómo, viéndose una vez en inminente peligro, roto
Varias veces la sorprendí oprimiéndose la frente con la mano. Parecía y caído al costado su brazo derecho, no bastante fuerte el izquierdo para
como si no pudiese estar tranquila en su asiento. Iba y venía de su silla manejar el rifle con la bayoneta calada, sacó la bayoneta, y levantándola
a la ventana, y miraba a la calle de uno y otro lado. Yo no me fijaba con la mano izquierda, la dejó caer sobre el corazón de su adversario.
en aquellos movimientos, aunque una o dos veces la vi volver hacía mí Y al describir el hecho, acompañaba las palabras con los gestos, y to-
los ojos con una mirada que imploraba y gemía. Creía yo que -en su mando un cuchillo de sobre la mesa, dio con él un golpe hacia abajo en
mente confusa estaba batallando por salir afuera algún recuerdo de los el vacío como si tuviera frente a sí al adversario de que hablaba.
tiempos pasados, evocado por la presencia de Macari; J anhelaba que Oí a mi espalda un gemido profundo. Me volví, y vi a Paulina ten-
llegaseel día siguiente, en que me había ofrecidc venir de nuevo. Aquel dida en el sofá, con los ojos cerrados, y como desmayada. Corrí a ella,
hombre se prometía sacar algún provecho de mí, de modo que estaba la llevé en brazos hasta su alcoba, y la dejé en su cama. Eran como las
seguro de volver a verle. nueve de la noche. Priscila había salido; de modo que volví de prisa
Vino el día siguiente, y el otro, y otros muchos días. Estaba visi- al comedor, y me despedí de Macari rápidamente.
blemeute determinado a captarse mi buena voluntad. Hizo cuanto pudo -Espero que no sea cosa de importancia, dijo.
por serme agradable, y la verdad es que en aquellas circunstancias era -j Oh, no! no más que un desfaliecimiento. Los ademanes de usted
un excelente compañero. Sabía, o aparentaba saber, las interioridades deben haberle dado miedo.
de cuanta tentativa o acontecimiento importante había habido en la po- Acudí en seguida a la cabecera de mi esposa, y comencé a aplicarle
lítica de Europa en diez años atrás; y sus relaciones abundaban en los remedios usuales;pero no volvía en sí. Blanca como una estatua yacía
anécdotasnuevas y en lances singulares. El había peleado a las órdenes allí Paulina, sin que la vida se anunciase en ella más que por su apa- .
de Garibaldi durante toda la campaña italiana. El había conocido las gado aliento y sus débiles pulsaciones: allí yacía sin movimiento ni
prisiones sombrías, y escapado de la muerte varias veces por modos sentido, en tanto que yo le frotaba las manos, le humedecía las sienes,
maravillosos. Yo no tenía rasón para dudar de la verdad de sus narra- y por todos los medios trataba de volverla a la vida. Mi corazón no
ciones, aunque el hombre en sí no me inspirase confianza. Por muy cesaba un momento de latir desordenadamente. Sentía que había llegado
afable que hiciera ahora su sonrisa, por muy franca y natural que fuese el instante, que la memoria de lo pasado volvía de súbito a ella, y que
su manera de feír, yo no podía olvidar la expresión que había visto lo vivo y poderoso del sacudimiento postraba sus fuerzas. Apenas me
una vez en aquel rostro, ni sus palabras y ademanesde otras ocasiones. atrevía a formularme en palabras mi loca esperanza; pero joh, sí! yo
Cuidé de que Paulina asistiera siempre a nuestras entrevistas. Era esperaba que cuando Paulina volviese a abrir los ojos brillarían con
el único deseomío a que la pobre niña hubiesemostrado siquiera la muda aquella luz que jamás me había sido dado ver en ellos, la luz de la razón
tentación de resistir. Jamás hablaba delante de Macari; pero no sepa- restablecida. iloca, atrevida idea; pero crecía en mí mi enamorada espe
raba los ojos de su rostro mientras estaba cerca de él. Parecía como si ranza tal como a la mañana crece la luz del sol sobre la tierra!
aquel hombre ejerciera sobre ella una especie de fascinación. Cuando Y por eso no envié a buscar médico; por eso a los pocos instante;
Macari entraba en el aposento, la oía yo suspirar; y respiraba Jibre-
cesé en mis propios esfuerzos por volverla al sentido; por eso resolvr
mrnte, como aliviada de una pesadumbre, cuando lo veía salir. Cada día
dejarla allí, como ella estaba, allí tendida, bella como una estatua e in-
116 SíARTf / TRkDuccxoNEs
parecía que mi voz hiciese impresión alguna en sus oídos. En su crítica Siguió derechamente hacia la puerta, y puso en ella la mano, como
condición, pues bien entendía yo que lo era, creí mejor no hacer uso si esperase que cediera a su impulso. Por la primera vez entonces pareció
de la fuerza, pensando que era más cuerdo dejarla libre para ir por vacilar y confundirse.
donde le pluguiese, acompañándola por supuesto muy de cerca para li- -Paulina, Paulina mia, le dije, volvamos a casa. Y-a es de noche,
brarla de peligro. De la sombrerera del corredor tomé apresuradamente y demasiado tarde para ir hoy ahí. Mañana, si quiereo, volveremos.
mi sombrero y un amplio abrigo, y con este último cubrí a Paulina sin No me respondía. Allí se estaba delante de aquella puerta, empu-
interrumpir su marcha, y hallé modo de echarle sobre la cabeza el ca- jkdola como para abrirla. La tomé del brazo, y traté con dulzura de
puchón. No me opuso resistencia; pero me dejó hacer, sin decirme una hacerme seguir de ella, Me resistió con una fuerza pasiva que yo nunca
sola palabra, para demostrarme que se daba cuenta de mis actos. Y, con- creí que poseyese. Cualquiera que fuese el intento vagamente concebido
migo a su lado, siguió derechamente calle arriba. en el cerebro de mi pobre esposa, era claro para mí que sólo podía aatis-
facérsele pasando aquella puerta.
Andaba a paso rripido y uniforme, romo quien quiere llegar a un
Con toda mi voluntad quería yo complacerla. Habiendo adelantado
lugar fijo. No volvía la vista a su derecha ni a su izquierda, ni hacia
ya tanto, temía retroceder. Sentía que el oponerme a su9 deseos en
arriba ni abajo. Ni una vez durante todo aquel paseo vi que la mo-
aquella situación pudiera traer resultados fatales. Pero icómo vencer
viera: ni una vez siquiera la vi agitar un párpado. Aunque mi brazo iba
aquel obstáculo?
tocando el suyo, estoy seguro de que no se daba cuenta de mi presencia.
Ni un rayo de luz se distinguía en la parte alta de la casa ni en la
Ya no hice más por impedir su marcha. No iba Paulina vagando
baja. No había más que echar una ojeada sobre la casa para comprender
como quien ignora a dónde va: algo, no sé qué, la guiaba, o impelía que nadie la habitaba. El corredor cuyo nombre figuraba en cl anuncio
sus pasos con determinado propósito: algo en su desordenado cerebro tenía su oficina a una milla de distancia, y aun cuando yo me aventu-
la movía a llegar a algún lugar con la mayor rapidez posible. Yo temía rase a dejar sola a Paulina e ir en su busca, a aquella hora de la noche
las consecuencias de oponerme a su designio misterioso. Aunque no no lo hubiera encontrado de seguro.
fuera aquél más que un caso exagerado de sonambulismo, hubiera sido
Miraba yo contrariado alrededor mío, preguntándome si 9ería mejor
imprudente contenerla. Mejor era seguirla hasta que terminase aquel
llamar un carruaje y hacer entrar en él a mi pobre Paulina, o dejar que
acceso.
esperase frente a la puerta hasta que, reconociendo por sí misma la
Así salió Paulina de la calle Walpole, y sin vacilar un solo momento, imposibilidad de entrar, se resignase, forzada por el cansancio, a volver
torció a la derecha y siguió a lo largo del ancho camino por más de a casa por su propia voluntad, cuando me asa!tó una idea. Ya otra vez
media milla, hasta que entrándose de pronto por otra calle traviesa, an- había yo abierto con mi llave de noche una puerta que no era la mía:
duvo como hasta la mitad de ella, y se detuvo delante de una casa, una ino 9e abriría también acaso con mi llave aquella otra puerta? Yo sabía
casa común de tres pisos, semejante a las más de Londres, y muy POCO que es costumbre frecuente, por conveniencia o por descuido, no cerrar
distante de la mía y de otras mil de la ciudad, salvo que, a la luz del la9 casas que están en alquiler sino con el pestillo. Era una idea absurda;
farol de la acera, era fácil ver que parecía mal atendida y abandonada. pero nada perdía yo con probar. Saqué mi llave, que era igual a la que
Los cristales de las ventanas estaban empolvados, y en uno de ellos se llevaba conmigo en otra ocasión. Sin esperanza alguna de éxito la intro-
leía el anuncio de que la casa, amueblada, estaba en alquiler. duje en el ojo de la cerradura, y cuando sentí que el pestillo cedía y se
abría aquella puerta, un estremecimiento de algo parecido al horror sacudió
Me maravillaba yo del singular arranque que había llevado a Paulina
todo mi cuerpo: jaquello no podía ser una mera coincidencia!
a aquella casa inhabitada. iHabría vivido allí alguien a quien ella
hubiese conocido en otro tiempo ? A ser así, esto era tal vez señal de que Apenas vio el paso libre, Paulina, sin una sola palabra, sin el menor
algún recuerdo reavivado en su memoria la había inducido a dirigir gesto de sorpresa, sin nada que demostrase que notaba más que antes
sus pasos inconscientes a un lugar asociado con su antigua vida. En la mi presencia, se me adelantó y entró primero. La seguí, y cerrando tras
mayor ansiedad y agitación aguardé a ver qué hacía Paulina. de mí, me hallé dentro en absoluta obscuridad. Oí en frente de mí 9u
120 MARTf / TRADUCCIONES
bflSTERIO... 121
paso rápido y ligero; la oí subir la escalera; oí que se abría una puerta;
y entonces, sólo entonces, tuvo mi ánimo extraviado fuerza suficiente para En la misma actitud estaba Paulina todavía; pero me pareció que su
hacer andar mi cuerpo; hielo derretido parecía n:i sangre, se mc en- rmpiración se aceleraba. Paseabasus dedosabiertos convulsivamente por
cogían las carnes, el cabello se me erizaba, y, todavía en la obscuridad, eobre sus sienes; mudábalosde sitio en incesantemovimiento; se echaba
atravesé el corredor y hallé sin trabajo la escalera. hacia atrás los cabellos copiosos; ime parecía como que con aquellos
iPor qué no había de hallarla, aunque aquella fría sombra me en- dedos crispados y movibles luchaba por conjurar el pensamiento ausentr
volviese? iConocía yo bien el camino! ;Ya una vez lo habia andado a que volviese a su vacio santuario ! Nada podia yo hacer más que eo-
antes en la obscuridad, y muchas veces además, habia vuelto a an- perar, y mirar mientras tanto alrededor de mí.
darlo en sueños! Como una súbita revelación, la verdad toda apareció Estábamosen una habitación de buen tamaño, amueblada con solidez.
ante mí. Me apareció al ver que la llave giraba en la cerradura. Yo ea- aunque no a la moda, al estilo común de las casasde alquiler. El polvo,
taba en aquella misma casa en que había entrado extraviado una noche, que cubría allí todo, decia a las claras que la habitación había estado
hacía tres años. Cruzaba el mismo corredor, subía por la misma escalera, desocupada por algún tiempo. Podía yo retroceder con la mente, y re-
debía estar en el mismo aposento que había sido lá escena de aquel cordar aquella misma esquina en que los asesinosme tuvieron de pie
tremendo e ignorado crimen. ivolvería a ver con la luz de mis ojos mientras remataban su tarea: podía señalar cl lugar mismo en que caí
el mismo lugar donde ciego y desvalido estuve una noche a punto de sobre el cuerpo que aún se estremecía; y a duras penas refrené mis
ser víctima de mi imprudencia! Pero a Paulina iqué la había traído allí? ímpetus de ponermea buscar por el suelo las huellas del crimen. Pero aun
iSí: como yo lo esperaba! icomo yo lo tenía por seguro! La ea- cuando la alfombra fuese todavía la misma, era de un rojo oscuro, )
calera es aquella misma; el dintel de la puerta está donde debía estar. guardaba prudentemente su secreto. A un extremo del cuarto se veía
Dijérase que volvían a suceder los acontecimientos de aquella espantosa una puerta corrediza, de detrk de la cwl debieron exhalarse aquellos
noche, hasta en la tiniebla misma iguales. Por un momento me estuve tristísimos gemidos de angustia que no había dejado de oir jamás. Corrí
preguntando si los tres años últimos no habían sido el verdadero sucio; la puerta, y manteniendo en alto la vela, miré adentro. Aquella habi-
si no estaba yo ciego ahora; si era verdad que vivía en el mundo una tación era muy parecida a la otra; pero, como yo de antemano esperaba,
esposa ligada a mí para toda la existencia. iEa! ilos suel?os a un lado! habia en ella un piano, el mismo piano tal vez cuyas notas se habían
iDónde estaba Paulina ? Vuelto a mí mismo, sentí al punto la ne- extinguido en aquel grito de horror.
cesidad de tener luz. Saqué de mi bolsillo mi caja de fósforos, encendí iQué fue lo que ‘se apoderó de mí? iQué impulso guió mis actos?
uno, y a su claridad volví a entrar en el aposento donde una vez antes iNo 10 sabré acasojan&! Puse la luz a un lado, entré en cl cuarto, abri
había entrado con poca esperanza de dejarlo vivo. el piano, y toqué unas cuantas notas. Los trágicos recuerdos de aquella
Mi primer pensamiento, mi mirada primera, fueron para Paulina. escena fueron sin duda los que, sin pensar en ello ni darme cuenta
Allí estaba ella, de pie en medio de la habitación, òprimiéndose con am- de dónde me venían, reunieron bajo mi mano las notas con que empe-
bas manos las sienes. Apenas habín cambiado la expresión de su rostro zaba el admirable trozo que había yo oído con ánimo suspensode afuera
y de sus ojos: era fácil ver que nada aún entendía. Pero sentía yo que de la puerta, maravillado de la dulzura y plenitud de la sentida voz
algo luchaba dentro de ella por abrirse paso, y temía el momento en que lo entonaba. Al mismo tiempo que tocaba aquellas notas miré por
que tomara al fin sentido y forma. Temía por ella y por mí mismo: la puerta abierta a la impasible figura de Paulina.
iqué espantosas escenas iban a serme reveladas? Pareció que un temblor nervioso sacudía todo su cuerpo. Se volvió
El fósforo medio apagado mc quemaba ya los dedos: encendí otro, y vino hacia mí, con una expresión tal en su rostro que me hizo apar-
y busqué modo de tener una luz constante; con gran alegría hallé sobre tarme del piano, asombrado y medroso de lo que iba a suceder.
la repisa de la chimenea un candelero con una vc!a a medio usar; soplé El abrigo con que la cubrí al salir se habia caido de sus hombros.
el polvo espeso que cubría la cera derretida al borde del pabilo, y des- Se sentó en la banqueta del piano, y pulsando las teclas con manos ma-
pu& de un tenaz chisporroteo, la vela quedó al fin encendida. gistrales, tocó con admirable corrección y brío el preludio dzl canto de
que acababa yo de recordar algunas notaa sueltas.
12% MARTi / TRADUCCIOSES
hl 1 S T E R 10 . . . 123
Extraordinario era mi asombro. Nunca hasta entonces había mostrado esto: todo, excepto una sola cosa, puedo probar que ea cierto, por evidencia
Paulina el menor gusto por la música; hntes, como he dicho, parecía directa o circunstancial; todo puede ser explicado sencilla o cientifica-
mente; pero por la verdad de lo que aquí sigue, sólo puedo dar en
la música más irritarla que serle agradable: i y ahora estaba arran-
cando a las teclas sonidos que era absurdo esperar de aquel instrumento prenda mi propia palabra. Llámesele como se quiera: sueño, alucinación,
abandonado y fuera de tono! imaginación calenturienta; llámesele todo, meno3 invención, que sólo
con esto me sentiría yo mortificado. Invención no fue. He aquí lo que
Pero a los pocos compases cesó mi aturdimiento. Tan bien cotno si sucedió.
se me hubiese prevenido sabia yo lo que iba a suceder, en parte al menos.
Paulina al fin se aquietó. Ya al gemido lúgubre había sucedido el
Ya me había preparado, cuando llegase el instante en que la voz acom-
silencio. Una vez más pareció haber perdido todo conocimiento. Mi única
pañaba al piano, a oír cantar a Paulina con aquella misma perfección
idea entonces era sacarla cuan pronto pudiese de aquel lugar fatídico.
con que tocaba, en aquel mismo tono deprimido con que cantaba en
LOS planes y pensamientos más extraños corrían por mi cerebro desor-
aquella fatal noche. Tan completamente preparado estaba yo que, con
denadamente. No había esperanza o miedo que alli no me acudiera.
el aliento suspendido, aguardé a que llegase el canto a la nota en que iCuál seria la explicación de aquel suceso, si era que al fin podía
cesó In noche primera que me detuve a oirlo; tan completamente pre- obtenerla?
parado, que, cuando con arranque indescriptible y súbito se irguió sobre
Quieta y en paz estaba mi pobre compañera. Pensé que haría bien en
sus pies Paulina, y exhaió otra vez aquel grito terrible, mis brazos es-
dejarla reposar algunos momentos antes de emprender la vuelta. Medi-
labrrn yn aguardando su cuerpo, y la llevé a un sofá cercano.
taba yo con miedo en las consecuencias que pudiera traer el despertarla;
Para ello, como para mí, todos los acontecimientos de aquella tre- tomé su mano y la retuve en la mía.
menda noche estaban siendo allí reproducidos. El pasado perdido había
En la repisa de la chimenea detrás de mí estaba la vela. Poca o nin-
vuelto a Paulina; habia vuelto en el momento mismo en que se ausentó
guna luz alcanzaba de ella al aposento del frente, cuya puerta corrediza
de ella.
estaba sólo en parte abierta, y cerrada la hoja que daba a los pies
Que efectos pudiera producir la reacción, y qué bien o mal me ven- del sofá en que yacía Paulina. Era, por lo tanto, imposible para mí ver
drían de ella, no tenía yo tiempo entonces para ponerme a meditarlo: desde mi asiento el cuarto del frente. Más: estaba sentado de manera
Paulina necesitaba todos mis cuidados. Tremenda faena fue hyuella no- que quedaba de espaldas a él.
che la mía. Tenía que sujetarla a viva fuerza, que procurar por cuantos
Tenía ya hacía algunos segundos la mano de Paulina en la mía,
modos me eran posibles apaciguarla y sofocar sus gritos, tan altos ya
cuando una singular e indefinib!e sensación se fue apoderando de mi
que temi que los vecinos se alarmaran. Ella batallaba conmigo, y mien-
cuerpo, aquella sensación misma que se experimenta algunas veces en
tras luchaba por repelerme y volverse a poner en pie, tan claro como si
un sueño en que aparecen dos personas, sin que pueda el que sueña
leyese en sus pensamientos sabía yo que cuanto aquella noche hubiese
estar seguro de cuál de las dos es aquella en que él mismo habla y obra.
sucedido lo tenía otra vez Paulina en aquellos momentos delante de
Me pareció por algunos instantes que tenía yo una doble existencia. Aun-
Ios ojos. Otra vez volvía a tenerla sujeta una mano vigorosa, y sobre
que enteramente seguro de que ocupaba aún el mismo sitio, de que tenía
el mismo sofá acaso; otra vez se debilitaban sus fuerzas gradualmente,
aún en la mía la mano de Paulina, me veía tambien sentado en el piano,
y fueron siendo más ahogados sus gritos. Sólo faltaba, para que el
y mirando en cierto modo hacia el cuarto contiguo; iy aquel cuarto
cuadro, en cuanto a ella, volviese a ser completo, que los gritos ya dé-
estaba lleno de luz!
biles se convirtiesen en aquel lúgubre gemido: ila única diferencia era
De una luz tan brillante que una sola mirada me bastó para abarcar
que las manos puestas hoy sobre ella eran manos amorosas!
todo lo que en el aposento había, todo: cada uno de los muebles, los
Espero que se crea todo lo que hasta aquí llevo escrito y todo lo
cuadros que adornaban las paredes, las cortinas oscuras que cubrían
que hasta la terminación de este capítulo he de narrar. No digo yo que
la ventana del extremo opuesto de la habitación, el espejo sobre la chi-
tales sucesos y coincidencias ocurran todos los días. Si todos los días
menea, la mesa en el centro, sobre la que ardía ana gran lámpara.
ocurriesen, no hubiera yo tenido que escribir esta historia. Pero si digo
12-l YAFiTí / TFL4DUCCIOSEo
MISTEBIO... 125
Podía ver todo esto-iy rnks! porque alrededor de la mesa había agru- mi esposa,me las reprodujera en la exaltada fantasía con tudos los colores
pados cuatro hombres, i y los rostros de dos de ellos me eran bien Y propiedades de la vida?
conocidos!
Pero, aun dando por cierto que se pueda tener el mismo sueño dos
Aquel que estaba frente a mí, apoyado en la mesa en que tenía puestas
veces, tres veces tal vez, no hay memoria de que se repita un sueño a
las manos, en cuyas facciones parecía pintarse la alarma y la 6orprcs3,
voluntad cuantas ocasionesse desee. iY esto era lo que me estaba su-
CUYOS ojos estaban fijos en un objeto a pocos pies de él, aquel era
cediendo! Otra vez tomé en la mia la mano de Paulina, y otra vez, a
Ceneri, el doctor italiano, el tutor y tío de Paulina.
los pocos momentos de espera, se apoderó de mí aquella peculiar sen-
Aquel otro que estaba cerca de la mesa, a la derecha de Ceneri, cn sación, y volví a ver la misma horrible escena.No una vez, ni dos veces,
la actitud de quien se prepara a resistir un ataque que espera,cuyo rostro sino muchas, y siempre del mismo modo, me sucedió esto, hasta que.
amenazador enciende la ira, cuyos ojos negros arden, aquel otro es el a pesar de mi frío escepticismo,que en esta clase de sucesosaún conservo.
italiano que habla inglés, Macari, o como él se llama ahora, Antonio sólo me era posible creer que por algún recurso misterioso estabayo asis-
March, el hermano de Paulina. También él mira al mismo objeto que tiendo actualmente al espectáculomísm8 que hirió los ojos de la pobre
Ceneri. criatura, en el momento misericordioso en que la memoria voló de ella.
Aquel hombre allá al fondo, bajo y rollizo, con una cicatriz en la y quedó su razón oscurecida.
mejilla, aquel me es desconocido. Está mirando por sobre el hombro
Yo no veía el espantable cuadro sino cuando estrechaba en la mía
de Ceneri en la misma dirección que los otros dos.
la mano de Paulina. Este hecho comprobaba mí opinión. Sentí entonces.
Y el objeto a que todos miran es un hombre joven, que parece estarse
siento ahora, que mi teoría era verdadera. Decir cuál fuese la peculiar
cayendo de la silla, y con su mano sujeta convulsivamente el mango de
organización mental o física que pudiera producir semejanteefecto, me
un puñal, cuya hoja tiene enterrada en el corazón, enterrada, yo lo sé.
sería imposible. Llámesele clarividencia, catalepsia, como se quiera ll&
de un golpe dado de alto a bajo por uno que estaba en pie junto a él.
mesele: ipero fue como lo digo ! Una vez y otra tomé en la mia la mano
Todo esto lo vi en un segundo: la actitud de cada uno, todo lo que de Paulina, y mientras nuestras manos estaban en contacto, en todos
los rodeaba, fue recogido en un instante por mis ojos, como de una sola sus detalles veían mis ojos aquella escenaen el aposento iluminado.
mirada se abarcan los detalles de un cuadro y su propósito. Dejé caer Como las inmóviles figuras de un cuadro plástico, una y otra vez, sin
la mano de Paulina, y me puse en pie de un salto.
que cambiasen de actitud ni de expresión, vi a Ceneri, a Macarí, y al
iDónde estaba el aposento iluminado? iDonde estaban los hombres
hombre que del fondo del aposento miraba a la víctima. Estudiaba yo
que había visto ? iDónde aquella trágica escena que acababa de tener
tenazmente el rostro de ésta; aun en las ansias supremasde la agonía,
delante de mis ojos? iEn aire se había todo convertido, aposento, hom-
aquel hombre era extraordinariamente hermoso. iDebió haber sido aquél
bres, escena! La vela ardía penosamente detrás de mí. El cuarto del
un rostro mirado muchas veces con amor por las mujeres, y aun en
frente estaba a oscuras. iPaulina y yo éramos las únicas criaturas vivas
la hora misma de aquella visión lúgubre, pensécon amargura en la clase
en aquel lugar!
Fue un sueño, por supuesto: tal vez, en tales circunstancias, no era de relaciones que hubieran podido unirlo a Ia mujer del canto bello
un sueño enteramenteextravagante. Sabiendo lo que ya yo sabía del cri- que perdió la memoria al verlo herido!
men de que aquellos aposentoshabían sido teatro, seguro de que en ;Quién lo había herido ? Fue sin duda Macari, quien, como dije, es-
alguna manera Paulina había estado presente cuando se le cometió, taba en pie más cerca de él, en la actitud del que espera un ataque.
excitado por cuanto había sucedido aquella noche-el extraño paseo de Su mano podía haber abandonado en aquel mismo momento el mango
Paulina, su abrupta determinación de entonar al piano el canto mismo del puñal. Con tan fiero impulso había entrado la hoja en el corazón
que aquella noche oí, aquel canto que tuvo el fin terrible-iquién ha que la muerte y el golpe fueron simultáneos. iEso fue lo que Paulina vio,
de maravillarse de que imaginara yo una escenacomo ésta, y agrupando lo que tal vez estaba viendo en aquel momento mismo, lo que por algún
las únicas personas que sabía estaban de algún modo relacionadas con poder extraño me hacía ver a mi como cuando se enseña una pintura!
126 MARTÍ / TRADUCCIOXE3
y yo habíamos visto herido? Pronto lo supe i ay de mí! ; y si el que Se inclinó cortésmente; pero vi que sus labio8 se contrajeron.
mc lo dijo no mintió, iel golpe ha sido tal que de él no me recobraré -Estoy a sus órdenes, me dijo.
yo nunca!
-Ante todo, debo cerciorarme de que ea usted hermano de mi WPOU.
De Macari fue el golpe. Vino a verme el día despuésde que Paulina Alzó susespesascejas y trató de sonreír.
y yo habíamos ido a aquella casa. No quise verle entonces: aún no
-No hay cosa más fCci1. Si Ceneri hubiera estado con no~otroa, Q
tenía mi plan formado: en aquel momento no pensaba más que en cl
lo atestiguaria.
peligro de mi esposa.Pero dos días más tarde, cuando volvió, ordené
-Pero lo que él me dijo fue muy distinto de lo que me dice usted.
que lo recibieran.
Me estremecí al cambiar con él un apretón de manos que no osaba -lOh! él tenía sus razones, No importa; yo puedo presentar de wo
aún negarle, aunque en mi mente tenis yo por seguro que aquella mano multitud de testigos.
que estrechaba la mía era una mano de asesino: tal vez era la misma -Además, añadi, mirándole cara a cara y dejando caer mis palabras
que aquella noche me asió por la garganta. Pero, con lo que yo sabía, lentamente, necesito saber por qué asesinóusted a un hombre hace trw
dudaba aún que me fuese dable hacer caer sobre él a la justicia. años en una casa de la calle Horacio.
A menosque Paulina no curase, la prueba que podía yo aducir no era Fuese cualquiera la impresión del hombre, rabia o miedo, lo que
de peso alguno. Hasta el nombre de la víctima ignoraba: para establecer en BU rostro se leyó fue un absoluto asombro. No, bien lo sabia YO,
la acusación era necesario hallar e identificar sus restos: inútil era la sorpresa de la inocencia, sino de que su crimen fuera conocido. TUVO
pensar en el castigo del asesino, cuando ya habian pasado tres años por un momento desencajadala mejilla, y me miraba, cafda la boca, 0n
desdeel crimen. atónito silencio; mas pronto recobró EU dominio.
Además jno era hermano de Paulina? -iEstá usted loco, Mr. Vaughan?, exclamó.
Hermano o no, yo le arrancaría la máscara; yo le haría saber que -El día 20 de agostode 186... en el Nc.,, de la calle Horacio, dio usted
su crimen no era ya un secreto, que un extraño conocía todos los de- una puñalada aquí en el corazón, a un joven que estaba sentado junto
talles; y le diría esto siquiera, en la esperanza de que su existencia a la mesa. El Dr. Ceneri estaba en el cuarto en aquel momento y otro
íutura estuvieseagobiada con el miedo de un justo castigo. hombre con una cicatriz en la cara.
No intentó evadir el cargo. De un salto ae puso en pie, convulro d0
El nombre de la calle a que Paulina me llevó me era conocido: me
fijé en él al salir de ella aquella misma noche y entendí al instante la ira. Me asió el brazo, Pensépor un momentoque iba a acometerme; pero
causa de la equivocación del guía ebrio. A la calle Walpole le dije que pronto vi que sólo quería ver de cerca mi cara. No me opusea IU examen,
me llevase, y recordando sin duda en su inseguro pensamiento a Horacio No creía posible que me reconociese: itanto cambia la luz el rostro d0
Walpole, me dejó en la calle Horacio: idc qué detalle nimio depende 10shombres!
a veces la suerte de la vida entera! Pero me conoció, Dejó caer mi brazo y golpeó con el pie el suelo.
Macarí tenía ya noticia de la enfermedad y el delirio de Paulina. -lImbéciles! lIdiotas!, dijo, encogiendolos labios en ademkt de d*
En verdad que el mejor de los hermanos no hubiera mostrado más in- precio: dpor qué no me dejaron hacer bien las cosas?
terés que el que él mostró por ella. Mis respuestasfueron breves p frías. A pasosagitados anduvo de un lado a otro por el aposento,haata que,
Hermano o no, de él habia sido la culpa de todo. ya compuestaslas facciones, se paró frente a mí.
De pronto cambió de conversación. -Ea usted un gran actor, Mr. Vaughan, me dijo con frialdad y ci*
-Me apena mucho tener que molestarle ahora con asuntos míos; nirmo aterradores. Hasta a mi mismo me engañó usted, y a mi no se me
pero quisiera saber si usted deseapor fin unirse a mí en la petición a engaña fácilmente,
Víctor Manuel de que le hablé. -1Pero ni siquiera niega usted 01 crimen, malvado?
-No: antes necesito que me sean explicadas varias cosas. -St encogió de hombros.
130 NARTf / TRADoccxom LIISTERIO... I31
-JA qué lo he de negar a un testigo de vista? A otros bien me y yo sabía que aquellas cariñosas y desordenadas palabras iban a aquel
cuidaré yo de negarlo. Además, como usted esttí interesado en el asunto, a quien Macari decía que había dado la muerte porque era el amante
no hay razón para que yo se lo niegue. de su hermana, de mi esposa!
-iQue estoy yo interesado! i>Ientía aquel villano! Yo sabia que mentía. Una y otra vez me dije
-Ciertamente, puesto que usted se ha casado con mi hermana. Y a mí mismo que aquélla era una infame, traidora calumnia, que Paulina
ahora, mi buen amigo, mi alegre novio, mi querido cuñado, le diré a era pura como un ángel. Pero yo sabía también que, mentira como era,
usted por qué maté a aquel hombre, y qué significaban aquellas palabras hasta que no pudiese yo probar que lo era, me comería como una llaga
con que me despedí de usted en Génova. el corazón : conmigo estaría siempre; en la muerte me crecería sin reposo,
Me espantaba, por lo que iba a suceder, aquel tono de burla fría y hasta que llegasea tenerla por verdad; ni un instante de paz me dejaría,
amarga. Apenas podía contener mis manos, que se me iban al cuello de hasta llevarme a maldecir la hora en que Kznyon me hizo entrar en aquella
aquel hombre. vieja iglesia para ver “el monumento más hermoso”.
-Pues aquél, cuyo nombre callaré a usted por obvias razones, era el iCómo probaría yo la calumnia.3 Sólo había dos personas en el
amante de Paulina. mundo que conociesenla historia de Paulina: Ceneri y Teresa. Teresa
lAy! pero ni siquiera dijo “iamante!“: lpreguntad, preguntad lo había desaparecido; Ceneri estaba en las minas de Siberia o en alguna
que significa drudo en italiano, y entonces sabréis lo que me dijo! otra tumba animada. Ya empecé a sentir los primeros retoños euvene-
-Por la familia de nuestra madre, siguió diciendo el villano, tenemos nados de la calumnia de Macari, al revolver en la mente otra vez las mis-
en las venas sangre noble, sangre que no sufre insulto. Digo que aquél teriosas palabras de la vieja italiana. “Ni para querer ni para casarse
era el amante de Paulina, de la mujer de usted. Se negó a casarse con está Paulina”: itendría aquella advertencia algún otro sentido, un sentido
ella, y Ceneri y yo lo matamos, lo matamos en Londres, a los mismos ojos deshonroso? Y se me acumulaban agigantadas en la memoria las circuns-
de ella. Ya le dije a usted otra vez, Mr. Vaughan, que era bueno casarse tancias extrañas de nuestro matrimonio, la prisa de Ceneri en casar a BU
con mujer que no podía recordar lo pasado. sobrina, su deseode verse libre de ella. i Acabarían aquellospensamientos
¿Qué le había yo de contestar ? Revelación tan odiosa excusaba comen- por volverme loco!
tario. Me levanté y me fui sobre él. Bien leyó mis intentos en mi cara. No pude estar sentado por más tiempo al lado de Paulina. Sali al
-No : aquí no, dijo apresuradamente, apartándose de mí: ia qué aire libre, y anduve de un lado a otro sin objeto, hasta que hubo en mi
viene que emprendamos aquí una riña vulgar dos caballeros? No: fuera dos ideas fijas: una era, la de consultar al mejor alienista de Londres
de Inglaterra en donde usted quiera, búsqueme, y allí le enseñaré cómo sobre las esperanzasde cura que pudiera haber para Paulina; otra, ir a
le odio. la calle Horacio, y examinar a la luz del dia, de los quicios a las chi-
1Decía bien el sereno villano! ¿A qué emprender allí una riña vulgar, meneas,toda la casa. Fui primero a ver al médico.
en la que apenas podía esperar acabar con él, con Paulina a las puertas, Todo le dije, todo, salvo la vil mentira de Macari. No veía modo de
acaso en aquel instante moribunda? explicarle el caso sin narrárselo íntegro: pronto vi que había despertado
--iVete, exclamé, asesino y cobarde! Cada una de las palabras que en él vivo interés: ya Él había visto a Paulina, y conocía exactamente eu
me has dicho ha sido una vil mentira, y, como me odias tanto, las que estado anterior. Me parece que creyó, como otros muchos creerán, todo
me has dicho hoy son las más viles. iVete! 1sálvate de la horca con cuanto le dije, salvo aquella visión inexplicable; pero aun de ella no se
Ia fuga! burló, habituado como estaba a las más osadasfantasías y alucinaciones.
Salió del aposento echándome una mirada de maligno triunfo: más Era natural que lo atribuyese a esta causa, y a ella lo atribuyó: iqué con-
puro me pareció el aire del cuarto cuando aquel hombre cesó de respirarlo. suelo o esperanzapodia darme?
iY me fui entonces a la alcoba de Paulina, J sentado a su cabecera -Ya he dicho a usted, Mr. Vaughan, que no es cosa completamente
oí sus labios secos vibrando siempre y siempre con el nombre italiano nueva el perder la memoria de lo pasado por un largo tiempo, y reeo-
o inglés de uno a quien ella amaba! i y les oí suplicar, les oí prevenir; brarla luego en el punto mismo en que se la perdió. Yo veré a su espou;
132 UItTf / TRADUCCIONE8
MISTERIO... 133
por lo que usted me dice, sufre ahora de un ataque de fiebre cerebral, y no los labios que me dijeron; pero una vea al menos el villano ha dicho la
necesita todavía de especialista. Cuando la fiebre haya cesado iré a verla. verdad. Pues a no ser por eso ia qué el crimen? Los hombres no ase-
Bpero que salga de la fiebre enteramente curada; pero su vida comen. sinan por razones ligeras.” i Así me hablaba despiadadamente, prendida
rrri de nuevo en la hora misma en que se trastornó su mente. Usted de toda mi alma, la mentira! i Así me invadía, me vencía, me echaba a
mismo, que es su marido, le parecerá tal ves una persona extraga. No: el tierra sofocado y angustiado, con la duda horrible de que pudiera ser
caso no es enteramentg nuevo; pero las circunstancias lo son. cierta, en la hora misma, por mí tan anhelada y pedida al cielo, en que
No bien dejé al médico, fui a ver al corredor encargado de alquilar la plenitud de la razón era devuelta a la mujer amada!
la casa de la calle Horacio, cuyas llaves me dio, con algunas noticias que -Somos todavía como dos extraños, me dije: ella no me conoce. i0
de la casn pedí. Vine arí a saber que en la Cpoca del asesinato había sido pruebo yo que esa historia de Macarí es una calumnia, o seremos extraños
la casa alquilada con muebles por unas cuantas semanas a un caballero para siempre!
italiano cuyo nombre no recordaba el corredor, por haber pagado ads iCómo podía yo probarlo? iCómo podía hablar de esto a Paulina?
lantada la renta, lo que ahorraba mayores informes. La casa habia estado Aun cuando le hablase icómo podía esperar que me respondiera? Y
después vacía por mucho tiempo, no por ninguna raabn especial, sino si me respondía ime satisfarían acaso sus explicaciones? iOh, si pudiese
porque el dueño se empeñaba en alquilarla en cierta suma, que la mayor yo ver a Ceneri! Villano podría ser, pero yo presentía que no era tan
parte de los que la veían consideraban excesiva. consumado villano como Macari.
Di mi nombre y mis señas, y me llevé las llaves. Todo el resto de
Pensando en esto, di en una resolución desesperada. Suelen los hombres
rquella tarde lo empleé registrando cuanta hendija y rincón había en la
hacer cosas desesperadas y extrañas cuando les va en ellas la vida. ML
casa, sin que el menor descubrimiento recomprnsase mis pesquisas. No
que la vida me iba a mí: iba el honor, la felicidad, cuanto puede ser
hebfa allí, a mi ver, lugar alguno donde hubiesen podido ocultar el cuerpo caro a dos criaturas.
de la víctima: tampoco habia jardín en que hubiesen podido enterrarlo,
iSí, lo haría! Locura podría parecer; pero yo iría a Siberia: y si
Me volví a casa, a pensar en mi pena, mientras que la mentira de Macari
el dinero, la perseverancia, el favor o la astucia podían ponerme al fin
se abría camino en mí corazón.
cara a cara con Ceneri, jde sus labios arrancaría yo la verdad toda!
Y día tras día fue en 61 labrando, mordiendo, royendo, aguijoneando,
hasta que me dijeron por fin que la crisis había terminado, que Paulina
estaba fuera de peligro, que ya había vuelto a su ser.
¿Pero a qué ser? ¿El ser que yo había conocido, o el que tenía antes
de aquella noche? Con agitado corazón me acerqué a su cabecera. Débil,
extenuada, sin fuerzas para moverse ni para hablar, abrió los ojos y me
miró. Era una mirada de asombro, de desconocimiento; {pero una mirada
en que brillaba la razón! No me conoció. Sucedía lo que el médico había
previsto. Como a un extraño me vieron sin duda aquqllos hermosos ojos
que se abrieron un instante, se fijaron en mí, y como fatigados se volvieron
a cerrar. Las lhgrimas corrían por mis mejillas cuando salí de aquella
alcoba, y había en mi corazón extraña mezcla de pena y alegría, de espe-
ransa y de miedo, que impotentes, renuncian las palabras a expresar.
Y de su escondite en el fondo de mi alma salió afuera la tremenda
mentira de Macari, y como si tuviese una mano de hierro me asió por
la garganta, me ciñó el cuerpo, batalló conmigo: “i Soy verdad!, gritaba:
bien puedes echarme a un lado; seré siempre verdad! De villano eran
CAPÍTULO x
EN BUSCADE LA VERDAD
iAtravesar toda Europa, atravesar casi toda Asia por obtener una entre-
vista de una hora con un preso político ruso! Plan singular; pero yo
estaba decidido a llevarlo a cabo: y mientras con más método lo dispu-
siese, más probabilidades tenía de éxito. No me lanzaría desatentada-
mente hasta el fin de mi viaje, para hallar en él, por falta de las necesarias
precauciones, que la estupidez o la suspicacia de algún alcaide de poca
cuenta me impidiese ver al hombre a quien buscaba: iría provisto de tales
credenciales que no hubiera ocasión de duda ni disputa. Dinero, que no
es cosa de poca monta, lo llevaba yo en abundancia, y la voluntad de
no escasearlo; pero algo más me era preciso, y el procurármelo había de
ser mi primera tarea. Holgadamente podía obtener lo que deseaba, pues
días habían de pasar antes de que pudiera dejar sola a Paulina: sólo
cuando ella estuviese fuera del más leve peligro podía yo emprender viaje.
Emplee, pues, los lentos días en que mi pobre enferma iba recobrando
a pasos muy perezosos las fuerzas, en buscar entre mis amigos, en las altas
regiones del Estado, uno cuya posición fuese tal que pudiera, con espe-
ranzas de inmediata éxito, solicitar un favor de otro aún más alto que
él. Me sirvió mi amigo con tal eficacia que obtuve una carta de intro-
ducción para el embajador inglés en San Petersburgo, y más la copia de
otra que le había sido enviada con instrucciones en favor mío. Llevaban
ambas cartas una firma que me garantizaba la más amplia ayuda. Con
ellas, y con una carta de crédito por una buena suma sobre un banco de
San Petersburgo, ya estaba pronto para ponerme en camino.
Antes de mi partida, debía disponer las cosas de manera que no CO-
rrieaen riesgo la seguridad ni el bienestar de Paulina, lo cual ofrecía tan
grandes dificultades que estuve a punto de abandonar, o posponer al
MISTERIO... 137
136 MAIlTf / TFuDucc10m
mi camino, iquién extrañará esta ua de la mente en una humilde cSatura -Todo está arreglado, me dijo. Irá usted a Siberia provisto de una
humana? autoridad que el alcaide o militar más ignorante obedecerán sin réplica.
Por supuesto, he asegurado bajo mi propia palabra que de ningún modo
1En San Petersburgo por fin ! La carta que traigo, y la que me había
precedido, me abren las puertas del embajador inglés. No se mofa de mi ayudará usted a la evasión del preso, y que su misión es enteramente
súplica, sino que la oye atentamente. Se me dice que nunca ha habido privada.
Le di las gracias, y le pedí instrucciones.
caso igual; pero no oigo la palabra “iimposible!“. Hay dificultadea,
-Ante todo, debo llevar a usted a palacio. El zar desea conocer
grandes dificultades; pero como mi asunto es puramente domestico, sin
al inglés excéntrico que acomete tan largo viaje para hacer unas cuantas
ápice de política en él, y como van mis cartas realzadas por la mágica
preguntas.
firma de aquel a quien el noble embajador anhela complacer, no se me
De muy buena voluntad habría renunciado yo a tal distinción; pero,
dice que sean insuperables los obstáculos. Tendré que esperar días, se
como no veía modo de rehuirla, me dispuse a afrontar al autócrata como
manas tal vez; pero puedo estar cierto de que cuanto se pueda hacer, se
mejor pudiese. A la puerta aguardaba el carruaje del embajador, y a los
hará. Dicen los diarios que no están ahora en muy cabal amistad 10s dos
pocos minutos estábamos en el imperial palacio.
gobiernos; y esto se suele conocer en que el de Rusia niega demandas
Conservo vagas memorias de gigantescos centinelas, oficiales resplan-
mucho más sencillas que la mía. Pero se verá, se verá... Mientras tanto:
decientes, ujieres graves, gente seca y sombría; de hermosas escaleras y
iquién es el preso, y dónde está?
anchos pasos; de pinturas, de estatuas, de doraduras, de tapices. Siguiendo
i Ah! eso no lo puedo decir. Sólo lo conozco por el Dr. Ceneri, ita-
a mi guía, entré en un vasto aposento, en uno de cuyos extremos estaba
liano, apóstol de la libertad, conspirador, patriota. Torpeza hubiera sido
en pie un hombre alto y de noble apostura en arreos militares; y entendí
en mi suponer que había sido procesado y condenado bajo aquel mismo
que me veía en la presencia de aquel que con movimiento de cabeza podía
nombre, que yo creía ficticio.
mover a su capricho millones de criaturas, del Emperador de todas las
El embajador estaba seguro de que en los últimos meses no se había
Rusias, el Zar Blanco, Alejandro II, cuyo dominio abarca a una la civili-
sentenciado a ningún Dr. Ceneri. Pero eso importaba poco. Una vez otor-
zación más refinada de los europeos y la barbarie más baja del Asia.
gado el permiso, la policía rusa identificaría al preso con los datos que
Dos años hace, cuando llegó de súbito a Inglaterra la nueva de EU
yo tenía de él Buenos días, pues: muy pronto recibiría yo noticias de la
cruenta muerte, lo recordé como lo vi aquel día, en el calor de la existencia,
embajada.
alto, imperante y benévolo,. viril figura que era grato ver. Si, como dicen
-Una advertencia, Mr. Vaughan, me dijo el embajador. No está usted
los que saben de fragilidad de reinas, corría en sus venas sangre de
en Inglaterra: recuerde que una palabra imprudente, una simple mirada,
plebeyo, de la bota a la frente parecía aquél un rey de hombres, un esplén-
la más sencilla observación al caballero que se siente a su lado en la mesa
dido déspota.
pueden frustrar sus planes. Acá se gobierna de otro modo.
Conmigo fue especialmente afable y llano, y me recibió de modo que
Agradecí el consejo, aunque en verdad no me era necesario: más pe- pude sentirme tan holgado como era dable en tan poderosa compañía. Por
cará un inglés por silencioso que por comunicativo. Me volvi a mi hotel; mi nombre me presentó a él el embajador, y, después de una adecuada
procuré distraer el tiempo en los primeros días de espera como mejor reverencia, quedé aguardando sus palabras.
me fue dable. No carecía, por cierto, San Petersburgo de entretenimientos: Dejó caer sobre mí su mirada durante un segundo; y empezó a ha-
precisamente era ciudad que había yo deseado siempre ver: tòdo en ei!a blarme en francés fluentemente, y sin marcado acento extranjero.
me era nuevo y extraño, y sus costumbres son dignas de estudio, mas nadh -Me dicen que desea usted ir a Siberia.
podía sacarme de mis pensamientos. Todo lo que yo apetecía era salir en -Si V. M. se digna permitirlo.
busca de Ceneri. --iA ver a un preso político?
El que insiste, enoja. Sabía yo que el embajador haría cuanto le fuese Afirmé con un movimiento de cabeza.
posible en mi servicio, y esperé pacientemente, hasta que una esquela suya -Largo viaje para tal objeto.
me llamó a la embajada. Me recibió con bondad.
140 MARTí / TRADUCCIONES
YISTERIO... 141
-Es para mí, señor, asunto de grandísima importancia.
el zar y varioa miembroa del Gobierno iban a ser areainador. Dejb crecer
-De importancia privada, dice el señor embajador.
el plan la policía, y cuando la culpa era patente, cayó Bobrs lor conju.
Hablaba en tono breve y seco, que no admitía quiebros ni esquiveces.
rados. Apenar eacapó uno de los capitanes, y Ceneri, que figuraba entre
Me apresuré a protestar de la naturaleza enteramente personal de la entre-
ellos, fue tratado con escasa merced. No tenia en verdad derecho a mB#:
vista que apetecía.
no era un súbdito ruao, sofocado en IU natural derecho de hombre por
-;,Es muy amigo de usted el preso?
un gobierno despótico y rombrio: aunque ee decia italiano, era cormopo-
-Más es mi enemigo, señor; pero mi felicidad y la de mi esposa
lita. Ceneri era uno de esos inquietos erpíritur que anhelan la ruina de
dependen de esta entrevista.
todas las formar de gobierno, salvo la de la República. Habia conspirado
Sonrió a esta explicación.
y tramado, y peleado como un valiente, por la libertad de Italia. Sirvió l
-Quieren bien a sus esposas los ingleses. Sea. El Ministro proveerá
Garibaldi con filial obediencia, pero ae volvió contra Cl cuando vio que
a usted de pasaporte y autoridades. Buen viaje.
Italia iba a ser una monarquía, y no la ideal RepGblica que acariciaba
Me incliné reverentemente, y salí del aposento augusto, anhelando que
en 8118sueños Rusia atrajo después 811atención, y vendido allf IU plan,
las divinidades de escritorio no demorasen con trabas de Ministerios la
podía darse ya por acabada 8u tarea en la tierra. Despu de mucho8
ejecución de la voluntad imperial.
mesea de mortal eapera en la fortaleza de San Pedro y San Pablo, fue
A los tres días recibí mis documentos. Me autorizaba el pasaporte a
sentenciado a veinte añoa de trabajo8 forzado8 en Siberia, para donde
viajar hasta el fin de los dominios asiáticos del zar si me parecía bien,
había Balido meses antea. Opinaba el suave empleado ruso que le habfan
y estaba fraseado de manera que me ahorraba la necesidad de renovarlo
tratado con gran misericordia.
a cada nuevo gobierno de distrito. No vine a comprender todo el favor
que se me hacía hasta que pude ver luego por mí mismo las dilaciones Pero dónde eataba en aquel instante, 010 no me lo podian decir do fijo.
y enojos de que aquel mágico documento me libraba. Aquellas breves Podía estar en loa lavaderos do oro do Kara, en laa salinas do Irkuatk, on
palabras, ininteligibles para mí, obraban como un encanto, cuyo influjo Freitsk, en Nerchínsk. Los desterrado8 iban primero a Tobolsk, que ora
no osaba nadie resistir. como una oetación central do todo8 olloa, desde donde 108 distribuía a au
Pero autorizado ya para viajar ia dónde debía encaminarme para dar capricho por toda Siberia el Gobernador General. Si yo lo deroaba, ao
con Ceneri? Expliqué mi caso ‘a uno de los jefes de la policía: describí preguntaría al gobernador do Tobobk 01 paradero de Ceneri por carta,
a Cenerí, cité la fecha aproximada en que suponía yo acaecidos SU delito o por un telegrama. Poro como yo no podía, do todo8 modor, dar con
y proceso, y rogué que me aconsejara el medio meior de hallar a Ceneri Ccneri ein pasar por Tobolsk, harfa yo mítmo la pregunta al Gobernador.
en el lugar de su destierro. Ni el correo ruso, ni el telégrafo, acabado do establecer, me pareciá que
Fui tratado con toda cortesía: grande es la cortesía de los empleados correrían parejas con mí prisa: decidí partir al día ríguiento.
rusos con quienes gozan del favor de los poderosos del imperio. Al ins- Di las gracias al jefe de policía, do quien recogí cuantos informa
tante identificaron a Ceneri, y me dijeron su nombre verdadero y su his- pude, y con mia eficaces documento8 on el bolaíllo, fuímo a acabar mia
toria secreta. Reconocí el nombre al punto. preparativos de viaje: un viajo que podia sor mil o do8 mil millar mb
No debo darlo al público. Muchos hay en Europa todavía que creen o menos largo, según la comarca adonde hubíoao placido al gobernador
en el desinterés y pureza del misero preso; muchos que lo lamentan como do Tobolsk confinar al infeliz Cenori.
a un mártir. Tal vez en la causa de la libertad fue siempre noble y bravo. Anteo do salir recibí una carta do Priwila, carta do criada vieja, muy
iiz qué afligir a sus secuaces con la revelación de los sombríos secretos de bien puesta y confusa. Paulina eeguía bien, y estaba pronta a dojuw
su vida? Por lo que a mí hace, sea siempre para ellos el buen Dr. Ceneri. guiar por Priscila hasta la vuelta del pacionto amigo que andaba en viaja
Toda su historia me dijo el suave empleado ruso. Ceneri haLia sido “Poro, mi señor Gilberto, decía aquí la carta, riente mucho decir que l
preso en San Petersburgo pocas semanas después de nuestra entrevista en vetea la reñora no me parece en rano juicio. Habla mucho do un ti
Génova. Uno de sus cómplices denunció a la policía la abominable trama: muy grande; pero dice que espora tranquila on lo que haga la jwticia, f
142 MARTf / l-RNWCCIONEI
siaba ya llegar a tierra: lpor el agua no me parecía que adelantaba! iAllí -Allá por Irkutsk, calculó el gobernador.
seria el camino recto, no con aquellos cientos de recodos! 1Por Irkutsk, como a doscientas millas de Tobolsk!
Estábamosllegando al término de Europa. A cien millas más, cruza. Me despedíagradecido del poderoso personaje, y a tal velocidad seguí
riamos los montesUrales y entraríamos en la Rusia Asiática. canino que Iván mismo, que era afable y paciente,.comenzó a murmurar:
En Perm hicimos 1:s últimos preparativos. De allí en adelante ha- “loa rusos son mortales”, le oia decir. “A dos centavos por milla no
bfamos de viajar con caballos de posta. Iván, mi guía, compró, no sin puede dar la posta caballos brabes”. Ni a Iván ni al yemschik daba yo
regatear, un &wrnlass, que es una especiede faetón. Ya están en él los tregua. Todavía no se habia enfriado su té cuando ya los estaba llamando
baúles, y nosotros en nuestros asientos; piafan ya, arnesadosa la rusa, los para seguir viaje. iDormir toda una noche? 1Quién pensabaen dormir!
tres caballos de la primera posta: el yemschik los pone en camino, no con lOh, el té de Siberia! 1Nunca hasta aquel viaje supe la cantidad de
el látigo, sino con las palabras cariñosas que se tienen en Rusia por más té que puede consumir up vivo! A galones lo beben. Lo llevan consigo
eficaces: i ya ha empezadola larga jornada! en tablillas prensadas,amasadocon sangre de oveja y de otros animales.
Cruzamoe los Urales, que no me parecían tan eminentescomo los pinta Lo beben al alba, al mediodía, a la noche. Donde hay una parada, como
la fama. Pasamospor el obelisco de piedra levantado, me dijo Iván, en puedan haber a mano agua caliente, a baldes hacen el té, y lo beben
honor de Yermak, jefe cosaco. Leímos la palabra “Europa” a nuestro a baldes.
frente, y al respaldo leí la palabra “Asia”. En Ekaterinemburgo pasé mi Son vagas mis memorias de aquella expedición. No atravesaba yo el
primera noche en Asia, noche sin sueño, que me ahuyentaba el calcular país para estudiar las costumbres,ni para escribir un libro de viaje, sino
una vez y otra las millas que me separabande Paulina. Días sobre días para alcanzar a Ceneri. 1A alcanzarlo, pues! Vastas estepas,negros pan-
habfnn pasadodesdeque salí de San Petersburgo; ferrocarril, vapor y buen tanos, bosquesde membrillo, tupidos pinares, arces, robles, arroyos, anchos
caballo me habían traído, y el viaje no estaba mósque en el comienzo. Ni ríos: todo volaba a nuestra espalda. Adelante seguíamostan de prisa como
sabré siquiera cuánto ha de durar, hasta que no llegue a Tobolsk. lo soportaba el camino. Cuando nos rendía la fatiga, habíamos de con-
Una bagatela, unascuatrocientas millas, de Ekaterinemburgo a Tiumén; tentarnos con loa ruines arreos de descansoque hallábamosa mano. Sólo
otra bagatela, unas doscientasmillas, de Tiumén a Tobolsk; y allí de baga. los lugares de alguna importancia tenían posadas. Me habitué al fin a
telas siempre, aguardaré a que plazca al Gobernador General decirme los dormir en el tarantazs, a pesar de los recios tumbos del camino.
centenares de millas que me aguardan. En balsa pasamos,el tarantass Lento, monótono viaje. No me detenía a visitar los objetos o lugares
y nosotros, el Irtish espaciosoy amarillo, que a la otra margen espera de interés de que hablan los viajeros. Del alba a la noche, y casi toda la
a los militares que lo cruzan, con el ascensocon que el gobierno les induce noche, giraban velozmente nuestras ruedas. A cada nueva posta leia en
a servir en Siberio: en la margen oriental del Irtish empieza la Siberia el para1 de madera el numero de millas que me separabande San Peters-
propia. burgo, hasta que, con aquel correr de días y semanas,llegó a espantarme
lTobolsk, por fin ! Todo es cariños el Gobernador, apenasve mi pasa. la distancia andada y la que había de recorrer a mi vuelta. ¿Volveria a
porte. Me invita a comer; acepto por razones obvias, y a cuerpo de rey ver a Paulina? iQué habría pasado en Inglaterra durante mi ausencia?
me trata. Hallo en su archivo cuanto necesito saber sobre Ceneri. Lo Grande era mi dezanimación a veces.
grave del delito requería especial dureza: lo ha enviado al último extremo Lo que mejor me revelaba la extensión de la distancia recorrida era,
de los dominios del zar. Se ignoraba a5n dónde acabaría su viaje, mas más que los parales y los días, los cambios de traje y dialecto de la gente
esto me importaba poco. El iba a pie, yo en tarantas-s,y como no había del país. Los yemschiks eran, de trecho en trecho, de nacionalidad J
más que un camino, lo alcanzaría al fin, aunque ya hacía mesesde su aspecto diferentes: los caballos mismos eran de diversa raza. Mas loa
salida de Tobolsk. Mandaba la escolta de aquella cuadrilla de presos el yemschiks eran siempre hábiles, y los caballos buenos.
capitán Varlámoff, para quien me daría el Gobernador una calta. Me El tiempo seguía hermoso, tal vez demasiadohermoso. Toda aquella
daría ademásotro pasaporte con su propia firma, tierra, cultivada con esmero, parecía pertenecer a gente acamodaday tra.
-iDónde cree usted que alcanzaré a la cuadrilla? bajadora. ¿Era aquélla la Siberia de la fama? El aire, excepto en las
146 MARTf / lx4Duccrolus
AflSTERlO...
horas de calor vivo, era sumamente grato: con él se entraban por el cuerpo
&gría y fuerza; jamás había yo respirado aire tan puro. Dias había las paredes que destilaban podredumbre. Subía del suelo hediondez enve-
en que sentía en las venas como si me entrase por ellas a raudales una nenada. A carretadas sacaban a veces los muertos. Nada eran los sufrí.
nueva vida. mientos del camino comparados con los horrores del descanso. iY era en
Los habitantes me parecieron honrados; y cuantas veces me fue pm uno de aquellos ostrogs donde debía yo hallar a Ceneri!
ciso mostrar mis documentos, me trataron de tal modo, que fuera poco Tropezamos al paso con muchas cuadrillas que seguían jadeantes a su
IIamarlo cortesía. No sé cómo me hubiesen tratado a no Ilevar loa triste destino. Me dijo Iván que llevaban casi todos grillos, lo que YO
documentos. no hubiera sospechado, porque 10s tenían cubiertos. El corazón se me
Tenía ocupada a casi toda la gente campesina la cosecha de heno, afligía por aquellos infelices. Criminales como eran-i10 eran todos
asunto allí de tanta importancia que a los presos mismos se lea da suelta -jamás pude rehusarles la limosna que invariablemente pedían. NO
acaso?
durante seis meses para que ayuden a levantar la cosecha. Crecían por veía yo que los tratasen mal los oficiales y soldados; pero erizaban 10s
todas partes hermosisimas flores silvestres, y no se hallaba persona que no cabellos las historias de sus padecimientos a manos de alcaides y carce-
pareciese holgada y satisfecha. Me fueron gratas, en verdad, mis impre leros inhumanos. El‘calabozo y el rodillo, y otras penas de crueldad refi-
siones de verano en Siberia. nada, castigaban las faltas más leves,--ia veces, faltas soñadas!
Deseaba yo, sin embargo, que hubiésemos estado en el rigor del in-
Respiraba yo más libremente cada vez que perdíamos de vista una de
vierno. Rudo es el frío; pero se viaja mucho más aprisa. El UUIlín0
aquellas cuadrillas. A mi pesar saltaba a mis ojos el contraste entre mí
se cubre de nieve. Ya no se va en tarantass, sino en trineo. MaraviIIa
mismo, libre y considerado, y aquellos rebaños de semejantes míos, mal-
la suma de leguas que se anda al día.
tratados e inmundos. iPero si Ceneri no desvanecía toda sombra de duda
Tuvimos, por de contado, pequeños accidentes y demoras en el camino. en mi espíritu, si la pureza de mi esposa no resplandecía libre de toda
Obra de hombre es al fin el tarantass: las ruedas se rompen, los ejes ceden, mancha después de nuestra entrevista, más desdichado volvería yo por
se quiebran las lanzas, el tarantass se vuelca. Reparábamos el daño, y en aquel camino que aquellos míseros que arrastraban por él sus pies llagados!
camino.
Como diez días después de mi salida de Tobolsk comencé a pre-
Capítulo de Génesis parecería esta historia, si enumerase yo las ciu-
guntar en los ostrogs si la cuadrilla del capitán Varlámoff había pasado,
dades y aldeas por que pasamos. El lector que de aquellas tierras sepa,
y si tardaría aún mucho en alcanzarla. Confirmaban todos el cálculo
reconocería algunos nombres: Tara, Kainsk, Kliuván, Tomsk, Achinsk,
del gobernador: por Irkutsk vendría a dar con ellos. Vi que cada nuevo
Níjni Udinsk. Los demás, aun para el lector más culto, serían mera
día me llevaba mucho más Cerca de Varlámoff, y cuando entramos ipor
sonidos.
fin! en la hermosa ciudad de Irkutsk, comprendí que estaba cerca el tér-
No había, sin embargo, ciudad o aldea que careciese de estación da
mino de mi jornada.
posta, ni de un edificio cuadrado y sombrío, más o menos grande según
No había llegado aún el capitán. En el último lugar en que pregun-
la importancia del lugar, y circundado por alta empalizada, a cuya puerta
abarrotada se pdseaba un centinela: eran los ostrogs, las prisiones. ;Ni tamos por él, nos dijeron que había pasado por allí un día ante-s: lo dejá-
una a!dea sin ostrog! bamos, pues, atrás. Lo mejor era aguardar en Irkutsk la llegada de la
cuadrilla. iBien me estaría, por cierto, descansar uno o dos días de tantaa
Allí hacían alto los míseros presos en su tremenda marcha. Son loa
fatigas! No me pesaba gozar de nuevo de las comodidades de la ciudad;
ostrogs sus únicas posadas. Masas de insectos parecen en lo interior. En
los que están hechos para doscientos preaos, encierran cuatrocientos. pero a cada hora enviaba a inquirir si habían llegado los presos de Var-
Había épocas en que no se podía seguir la marcha: los ríos se helaban, lámoff. Mucho había anhelado llegar a Irkutsk.: más estaba anhelando
o se inundaba la comarca: las escenas en los ostrogs eran entonces es- salír de él.
pantosas. Se tiembla sólo al describirlas. Hombres y mujeres, de IU No había recibido carta de Irkutsk desde que dejé.a San Petersburgo,
sexo olvidados en aquella agonía, se apiñaban sofocados y fétidos, contra ni podía recibirlos, puesto que yo había viajado mucho más rápidamente
que el correo. Pero a la vuelta, las recibiría: ia la vuelta!
YISTEItIO... 149
148 MARTi / TIUDUCCIONES
-Creo que no. Aquí mismo tendrá usted un cuarto. Sírvase seguirme. -Que pueda yo volver a la dicha o no, depende de lo que usted me
lAh! iEsto es otra cosa! diga. Usted comprende que sólo un asunto de la mayor importancia me
Estábamos ya fuera de la puerta de la prisión, respirando otra vez el ha traído tan lejos para ver a usted unos cuantos minutos.
aire libre. Me llevó el capitán a una especie de despacho, desaseado y
Me miró con curiosidad, mas no con desconfianza. iQué daño le podía
con escasos muebles, pero que alegraba los ojos cuando se venía de aquella
hacer? iPara él no estaba ya el mundo terminado? Aunque le acusase
terrible escena.
yo, no de uno, de cien asesinatos; aunque pasease allí las victimas a SU
-Espere usted aquí. Voy a enviarle el preso, presencia iqué más podría sucederle de lo que le sucedía? El estaba
Pensé al instante en el miserable y decaído aspecto de Ceneri. Aunque
excluido, borrado del libro de la vida: nada podía ya importarle, salvo
fuese el malvado mayor, deseaba hacerle algún bien.
el mayor o menor bienestar físico. Me estremecí al pensar en la extensión
-iPuedo darle de comer y de beber?
de su infortunio, y a despecho de mí mismo, compadecí vehementemente
El capitán se encogió de hombros, y rió amablemente.
al desventurado.
-No debe tener hambre. El recibe las raciones que el gobierno dice
-Tengo mucho de importacia que decirle; pero déjeme servirle pri-
que 90n suficientes. Pero usted puede tener hambre y sed. No veo por
mero una copa de vino.
qué impedirle que envíe por algo de comer y de beber, para usted por
supuesto. -Gracias, me dijo, casi con humildad. Usted no podrá creer, Mr.
Le di gracias, y envié a mi guía a traer la mejor carne y vino que Vaughan, que un hombre se vea reducido a tal estado que apenas pueda
pudiese hallar. Cuando en Rusia pide vino un caballero, se entiende que contenerse a la vista de un poco de carne asada y un poco de vino.
es champaña. No hay posada de algún viso donde no lo tengan, o al Todo lo podía yo creer después de haber visto el oatrog. Destapé la
menos vino del Don, que no lo suple mal. Pronto había vuelto fván cpn botella y la puse de su lado. Mientras comía y bebía, tuve tiempo para
una botella de champaña bueno, y no mala provisión de carne fría y pan estudiarlo atentamente.
blanco. Acababa de ponerlo en la mesa cuando en compañía de un alto Sus sufrimientos lo habían cambiado mucho. Sus facciones se habían
soldado entró mi huí-sped. acentuado; todos sus miembros parecían más pobres: dijérase que tenía
Ceneri se dejó caer con fatiga en la silla que le acerqué. Oí, al sen- diez años más. Llevaba, hecho todo harapos, el vestido ordinario de 10s
tarse, el ruido de sus grillos. Mandé a Iván afuera. El soldado, que sin campesinos rusos. Sus pies, envueltos en pedazos de un género de lana,
duda había recibido órdenes, me saludó con gravedad, y salió tras él. se mostraban a trechos por sus zapatos rotos. En todo él era visible el
Quedó la puerta cerrada, y Ceneri y yo solos. efecto de sus largas jornadas. Nunca me había parecido hombre robusto,
Había vuelto ya un tanto de su estupefacción, y al mirarme notaba yo y me bastaba ahora verle para asegurar que cualquiera que fuese la labor
en su rostro a la vez curiosidad y anhelo. Desesperado como estaba, vio a que lo dedicara el gobierno ruso, en cuidarlo gastaría más que lo que
sin duda en mi presencia allí algún rayo de esperanza, imaginando que pudiera obtener de él; pero lo probable era iinfeliz! que no tuviera que
podría ayudarle a recobrar la libertad. Para gozar un momento de esta cuidarlo largo tiempo.
idea estuvo ncago al principio sin hablarme. No comía vorazmente, aungue sí con un vivo apetito. Bebia poco.
-He hecho un viaje largo, muy largo, para ver a usted, Dr. Ceneri. Apenas acabó de comer, miró alrededor como busbando algo. Le di mi
--iAy! iSi a usted le ha parecido largo, qué me habrá parecido a tabaquera, y un fósforo encendido. Me dio las gracias, y comenzó a fumar
mí? Usted por lo menos puede volver cuando lo desee a la libertad y con visible placer.
a la dicha. No me atreví en los primeros momentos a inquietar al desdichado:
Me hab!aba en el tono tranquilo de los que ya nada esperan. No había cuando saliera de verme, iba a volver à aquel infierno de hombres. Pero
yo podido evitar que mis palabras fuesen frías, y mi voz áspera. Si mi el tiempo corría: del lado afuera de la puerta se oía el paso monótono
presencia despertó alguna esperanza en su corazón, el tono de mi voz la del centinela: no sabía yo cuánto tiempo permitiría el capitán que ae pro-
disipaba. Sabía ya que no había hecho el viaje por él. longara la entrevista.
154 MARTi / TRADuccIoNEi9 MISTERIO... 155
Reclinado Ceneri en la silla, con el aire absorto de quien sueña, fumaba miento perfecto del inglés, y peleó, sí, peleó en un tiempo como un bravo.
lentamente y con deleite, como si quisiese apurar todo el sabor del buen iPor qué fue traidor luego? ¿Por qué me hace usted esaspreguntas?
tabaco. L.e ofrecí un poco más de champaña. Sacudió la cabeza, se volvió, -Ha estado a verme y me asegura que es hermano de Paulina.
y fijó en mí la mirada. Me bastó ver en aquel momento el rostro de Ceneri para desterrar de
-Mr. Vaughan, dijo: sí, i es Mr. Vaughan! iPero yo, quién y qué mí aquella primer mentira de Mncari. ¿Y la otra? iAh! la otra, icómo
soy? i Dónde estamos? iE esto Londres, o Génova, o qué es esto? iDes- Eo había de ser también enteramente falsa? Pero iba yo a oir una reve
pertaré y hallaré que he soñado todo lo que he padecido? lacicin terrible al preguntar sobre elia.
-Temo que no sea sueño. Estamosen Siberia. -iHermnno de Paulina?, tammudeó Ceneri. iSu hermano! Ella no
-iY usted no me trae ninguna buena nueva? AUsted no es uno de tiene hermano.
los nuestros, que viene a riesgo de su vida a libertarme? c,omo de un velo lúgubre se cubrían sus facciones al decirme esto:
A mi vez sacudí la cabezs. ¿qué idea se las velaby?
-Haría cuanto pudiese por mejorar su fortuna; pero vengo por un -Dice que es Antonio March, su hermano.
asunto propio a hacer a usted algunas preguntas que sólo usted puede -iAntonio March?, repitió Ceneri trémulo. No hay semejante per-
responder. sona. iQué quería? ¿Cuál era su objeto?, me preguntó febrilmente.
-Pregúntemelas. Me ha dado usted una hora de alivio en mi miseria. -Que yo me uniese a él para solicitar del gobierno italiano la devo-
LQ estoy agradecido. lución de una parte de la fortuna gastada por usted.
-iMe dirá usted la verdad? Rompió Ceneri en una risa amarga.
-iPor qué no? ;Qué tengo yo que temer, qué tengo que ganar,
-Ya todo lo veo claro, dijo. Denunció un plan que hubiera podido
qué tengo que esperar? Los hombresmienten cuando las circunstancias los
cambiar un gobierno, nada más que por sacarmede su camino. icobarde!
obligan: un hombre en mi situación no tiene necesidadde mentir.
¿Por qué no me mató a mí solo, nada más que a mí? ¿Por qué ha hecho
-La primera pregunta es ésta: iqué clase de hombre es, quién es sufrir a otros conmigo? iAntonio Marcb! iDios mío! 1Esehombre es
Macari? un infame!
De un salto se puso en pie Ceneri. El nombre de Macari lo había
--iEstá usted seguro de que Macari lo denunció?
vuelto al mundo. Ya no parecía un hombre decrépito. Su voz era fiera
-Sí, estoy seguro. Lo estaba desde que el del calabozo de al lado
y firme.
me lo golpeó en la pared. El tenía modo de saberlo.
--iUn traidor! iUn traidor!, exclamó. Por él me veo en esta desdicna.
-No entiendo a usted.
A no ser por él, yo hubiera realizado mi intento y escapado. iSi fuera
-Los presosse hab1an a veca por golpes en la pared que separa SUS
él el que estuviera aquí en lugar de usted! 1Débil como estoy, hallaría
calabozos. El preso que estabajunto a mi calabozo era uno de los nuestros.
en mí fuerza bastante para apretarle en la garganta el último soplo de
Mucho antes de que los mesesde prisión solitaria lo hubiesenvuelto loco,
vida de su infame cuerpo !
me dijo muchas veces con sus golpes: “Denunciado por Macari.” Yo 10
Y se paseabapor el aposento de un lado y de otro a grandes pasos,
creía. Era un hombre demasiado leal para acusar sin razón. Pero hasta
abriendo y cerrando los puños.
ahora no podía explicarme el objeto de la traición.
-Cálmese, Dr. Ceneri, le dije. Nada tengo yo que hacer con sus
intrigas y traiciones políticas: iQuién es? iCuál es su familia? ¿Es La parte más fácil de mi tarea estaba vencida. Macari no era her-
Macari su nombre verdadero? mano de Paulina. Ahora, si Ceneri quería decírmelo, iba yo a saber quién
fue la víctima del crimen cometido años atrás, y la razón del crimen; iba
-Jamás le he conocido por otro nombre: su padre era un renegado
a oír, sin duda, que la explicación de Macari era una invención maligna:
italiano que envió a su hijo a vivir en Inglaterra para guardar su sangre
si esto no oía ¿a qué mi viaje? ¿Es maravilla que me temblaran 10s
preciosa del riesgo de verterse por la libertad de Italia. Le conocí cuando
labios al ir a hablar de lo que decidiría de mi ventura?
era joven e hice de él uno de los nuestros. Nos era muy útil su cono&
156 MARTÍ / TRADUCCIONES YI8fERIO... 157
-Ahora, Dr. Ceneri, tengo que preguntar algo de la mayor impor- atá otro hombre con una cicatriz en la mejilla. En el aposentode atrás,
tancia para mí. iTuvo Paulina un amante antea de ser mi esposa? sentadaal piano, estáPaulina. Está cantando; pero su canto se interrumpe
Ceneri levantó las cejas. al caer el hombre muerto. iDescribo bien la escena?
-Pero usted no ha venido de seguro hasta aquí para curarse de una Yo había hablado con vehemencia. Acompañaba de gestos mis pas
idea celosa. labras. Avidamente me había oído Ceneri. Con ojos ansiososhabía se.
guido todos mis ademanes.Al indicar yo la posición supuestade Paulina,
-Na; verá usteddespuéslo que quiero decir. Entre tanto, respóndame.
volvió hacia allí los ojos, rápidos y aterrados, como si esperaseverla
-Tuvo un amante, puesto que Macari decía que la amaba, y juraba entrar. Nada objetó a nli descripción del cuadro.
que la haría su esposa. Pero puedo afirmar con entera certeza que ella
Aguardé a que recobrase la calma. Parecía un espectro. El aliento le
jamás correspondió a Macari.
venía a boqueadas. Temí por un momento que allí quedasemuerto. Llené
-iNi tuvo amores con nadie más? un vaso de champaña: lo tomó en su mano temblante, y lo apuró de
-N 0, que yo sepa. Pero sus palabras de usted y su agitación me un golpe.
extrañan. iPor qué me pregunta usted esto? Yo pude obrar mal con -i Su nombre! iDígame el nombre del muerto!, repetí. ~Dígame qu6
usted, Mr. Vaughan; pero, salvo su estadomental, todo en Paulina la hacía relación tenía con Paulina?
digna de ser esposade usted. Recuperó entonces la voz.
-Si, usted obró mal. iQué derecho tenía usted para dejarme casar -iPor qué viene usted hasta aquí a preguntármelo? Paulina debe
con una pobre loca? Fue usted muy cruel con ella y conmigo. habérselo dicho a usted. Ella debe haber vuelto al juicio, porque si no,
Airado me sentía, y hablé con ira. Ceneri se agitó en su silla inquieto. usted no podía saber esto.
Si me hubiera movido la venganza, allí la tenía entera: al hombre más -Paulina no me ha dicho nada.
vengativo hubiera saciado la contemplación de aquel mísero, vestido de -No puede ser. Ella ha de habérselo dicho. Nadie más que ella vio
harapos, quebrado en el alma y cuerpo. el crimen, el asesinato:porque ftie un asesinato.
No era vengarme lo que yo quería. Todo en él me revelaba que me -Alguien más lo vio que usted olvida.
decía la verdad al afirmarme que Paulina no tuvo otros amores. iDe Ceneri, asombrado, me miraba.
nuevo, como cuando la vi por Gltima vez y la besé en la sien, alli -Sí, alguien más, por un accidente; un hombre que podía oír, pero
donde empezabaa crecer el cabello rico y fino, caía deshechaen polvo no ver, cuya vida defendí como la propia mia.
la vil mentira de Macari! Pura era Paulina como un ángel. Pero yo nece -Doy a usted gracias por haberlo salvado.
sitaba saber quién fue aquél cuya muerte tuvo por tanto tiempo velada -iUsted me da gracias? ¿Por qué me da usted gracias?
su razón. -Porque si salvó usted la vida de alguien fue la mía. Yo soy aquel
hombre.
Ceneri me seguía mirando inquieto. iAdivinaba lo que tenía que
preguntarle? -iUsted es aquel hombre! Y me miraba más atentamente. Sí: ahora
recuerdo bien las facciones. Siempre me dije que yo había visto alguna
-iDígame, brorrumpí, el nombre del joven asesinadopor Macari en
vea su cara. Sí. Entiendo. Soy médico. &e operaron los ojos?
Londres en presencia de Paulina; dígame por qué lo mató!
-Me loe operaron con éxito.
De una palidez cenicienta se le cubrió instaptáneamenteel rostro. Allí
-Ahora ve usted bien; ipero eutonm? Yo no pude equivocarme:
parecía acabar su vida, encogido en su asiento como un inanimado bulto,
usted estaba ciego: usted nada veía.
sin el poder del habla ni la acción, sin apartar los ojos de mi cara.
-Nada vi; pero lo oí todo.
-Dígame, repetí... Pero no: voy a recordar a usted la escena, para
-Y Paulina le ha dicho a usted lo que sucedió.
que vea que la conozco bien. Aquí está la mesa; aquí está Macari, de
pie junto al hombre a quien ha herido; aquí está usted; detrás de usted -Nada me ha dicho Paulina.
158 MARTÍ / TRADUCCIOWS
MISTERIO... 159
Ceneri se puso otra vez en pie, y volvió a pasear agitadamente por
-Decir la verdad. Escúcheme. Acusé al asesino, d cómplice de usted
el aposento. Las cadenas le sonaban al andar. “Yo lo sabía”, balbuceaba
en el crimen. Como usted, tampoco él no lo negó; pero 10 justificó.
en italiano: “yo lo sabia: aquel crimen no podía quedzr oculto”.
De pronto se volvió hacia mi. --iLo justificó! iCómo?
-Digame cómo ha sabido usted esto. Teresa hubiese muerto antes Me detuve por un instante. Clavé mis ojos en él para no perder el menor
de hablar. Petroff, ya lo dije a usted, murió loco en la fortaleza.-Petroff cambio de SU fisonomía, para leer la verdad en sus facciones.
era sin duda el de la cicatriz en la cara, el que había descubierto la traición -Me dijo que el joven había sido muerto por órdenes de usted;
dc hlacari. que el joven era-iDios mio, cómo pude repetirlo!-el amante de Pau-
-iSe lo dijo a usted Macari, ese consumado traidor? No: no puede lina, que la había deshonrado, y se negaba a reparar su falta. iLa verdad!
ser. El era el asesino; esa confesión hubiera trastornado sus planes. iCómo i Dígame la verdad !
lo ha sabido usted? Gritos eran ya mis últimas palabras. Toda mi calma desaparecía
-Yo lo diré a usted; pero sospecho que no va a creerme. al pensar en el villano que con una sonrisa de burla había acusado a
Paulina de una infamia.
-iNo creer a usted ? iTodo lo creeré yo de aquella noche! Jamás he
podido librar de ella mis pensamientos. La verdad, Mr. Vaughan, se ha Ceneri, en cambio, se calmaba a medida que comprendía la gra-
revelado a mí en esta prisión. Yo no estoy condenado a esta vida por un vedad de mi pregunta. iMalo como aquel hombre podía ser, aun man-
crimen político. Mi sentencia es la venganza indirecta de Dios por la chado de sangre ínocente, lo hubiera estrechado en mis brazos al leer
maldad de que fue usted testigo. en su mirada de asombro la pureza sin mancha de mi amada!
No: Ceneri no era un criminal endurecido, como Macari. A él, por -El joven a quien hirió en el corazón el puñal de Macari fue el
lo menos, le atormentaba la conciencia. Y además, como parecía supers- hermano de Paulina. el hijo de mi hermana, Antonio March.
ticioso, me creería tal vez cuarido le contase la manera con que me fue
revelado el crimen.
-Yo se lo diré a usted, repeti, con tal de que por su honor se obligue
a contarme la historia completa del asesinato, y a responder a mis pre-
guntas plena y sinceramente.
Sonrió con amargura.
-Olvida usted quién soy ahora, Mr. Vaughan, pues que me habla de
honor. Si: yo prometo todo lo que usted me pide.
Y le dije en seguida, cuan brevemente pude, todo lo que había suce-
dido, lo que había yo visto. Temblaba al oírme pintar de nuevo la impla-
cable visión.
-No más, no mas, me dijo. Bien lo sé yo todo. Miles de veces lo
he vuelto a ver, despierto y en sueños: no dejaré de verlo mientras viva.
iPero por qué viene usted a mí ? Usted me dice que Paulina está reco-
brando su sentido: iella se lo hubiera dicho todo!
-Nada le hubiera preguntado hasta no haberle visto a usted. Ella ha
vuelto al juicio, pero no me conoce; y si la respuesta de usted no ts
la que anhelo, jamás me conocerá.
-Si algo puedo hacer para purgar... comenzó ansiosamente.
CAPÍTULO xII1
CONFESIÓN TERRIBLE
ban los desinteresadosy nobles móvilea de éste. Parecía ser uno de esos La entabló. Antonio, que parece haber sido un mancebo soberbio p
traficantes en conspiraciones, que entran en ellas por el dinero que de modos ásperos, rió de la impertinencia y despidió a Macari. iNo
de ellas pueden sacar. Y aquella bravura suya, que dicen que fue cierta, sabía el pobre joven lo que iba a costarle aquella risa!
con que peleó y se distinguió en Italia, la explicaba bastante la indómita Acaso fue la réplica iracunda de Macari, que lívido de cólera salió
ferocidad de su naturaleza, que era de las que en el pelear hallan agra- de la entrevista, lo que hizo entrar a Antonio en miedos sobre la situa-
dable empleo ción de su fortuna. Escribió en seguida a su tío, exigiéndole un arreglo
Como en todos los planes de Ceneri estaba mezclado, iba a su casa definitivo e inmediato. A la menor demora consultaría a un abogado,
a menudo, dondequiera que su vida errante lo tuviese, y allí veía y perseguiría, si era-preciso, criminalmente a su tutor.
a Paulina, a quien requería de amores desde que era aún niña, sin que Era, pues, aquél el instante temido por Ceneri; sólo que ahora, en
sus artes apasionadasconsiguiesenmover en su favor a la encantadora vez de haber sido espontáneala confesión iba a ser forzosa y violenta.
criatura. Con ella era él bondadoso y sumiso, y Paulina no tenía por qué Con qué ley le perseguiría, la italiana o la inglesa, lo ignoraba Ceneri;
desconfiar de él; pero le negó siempre tenazmente su cariño. Años du- pero Antonio lo perseguiría por la ley. Su prisión en aquellos momentos
raba ya aquella persecución. Macari era la constancia misma. Paulina haría venir por tierra el plan laborioso que estaba entonces tramando.
le repetía en vano su determinación: Macari renovaba sus demandas. i A toda costa era preciso que Antonio March se estuviese en paz por
Ceneri no lo animaba en ellas, pero no quería ofenderlo, y como veía algún tiempo !
que Paulina lo rechazaba de todas veras, dejaba a si mismas las cosas, ¿C’orno? Cenerí me aseguró, con la solemnidad de un moribundo,
creyendo que Macari se cansaría al fin del vano empeño. No creía que jamás pensó en cl medio terrible con que fue llevado a cabo. Muchos
Ceneri que Macari solicitase a Paulina por la fortuna que ésta pudiese proyectos revolvió en la mente, hasta que al fin se fijó en uno, que
llegar a tener: que harto adivinaría él de dónde provinieron aquellas ri- aunque difícil, tenía probalidades de éxito. Con la ayuda de sus amigos
quezasvertidas por Ceneri en las arcas de los patriotas. y subordinados, sacaría a Antonio de Inglaterra, y lo tendría por algún
Paulina estuvo en el colegio hasta que iba ya a cumplir dieciocho tiempo en un asilo de dementes.Que esto se hace por el mundo, lo saben
los que leen atentamente crónicas de tribunales. La detención sería sólo
años: de entonces hasta los veinte, suspirando siempre por Inglaterra,
vivió con su tío en Italia. Rara vez veía a Antonio, pero lo quería con temporal; pero aunque Ceneri no me lo confesó, sin duda hubiera exi-
gido a Antonio como precio de su libertad la promesa de perdonarle
pasión, por lo que tuvo grande alegría cuando Ceneri le dijo que sus
el uso fraudulento de su fortuna.
negocios lo llamaban a Inglaterra, e intentaba llevarla. Se vería libre
de la persecución fatigosa de Macari, y volvería a ver a su hermano. Y este plan jcómo iba a ser llevado a cabo? Macarr, en quien pedfan
Ceneri, que quería recibir sin estorbos a toda hora a sus numerosos venganza las no olvidadas injurias de Antonio, estaba muy dispuesto
amigos políticos, alquiló por un plazo breve una casa amueblada. Pau- a ayudar en todo. Petroff también, en cuerpo y alma: el hombre de
lina no ocultó su disgusto al ver entrar en su casa de Londres a Macari, la cicatriz era un esclavo del Doctor. Teresa, cualquier crimen hubiera
tan necesario entonces a Ceneri que le fue dado un aposento en la casa. cometido si su amo se lo mandaba. Los papeles, SCobtendrían o se fal-
Y como también Teresa, la criada de Cene& había venido con ellos sificarían. Los conjurados atraerían al joven a visitarlos a la casa de
desde Italia, no cambió mucho con la vuelta a Inglaterra la existencia la calle Horacio, y Antonio saldría de allí como un demente que va hajo
de Paulina, perseguidasin descansopor Macari, que, a fin ya de rccursos, la guarda de sus cuidadores y su médico, Era una vil y alevosa trama,
concibió el de conciliarse la ayuda de Antonio: iqué no haria Paulina de dudoso éxito, pues la víctima había de ser llevada a Italia. iCómo?,
Ceneri mismo no me lo sabía explicar: acaso no había meditado todos
que Antonio le pidiese? No era él amigo particular del joven; pero
los detalles del plan; tal vez harían beber un narcótico a Antonio; tal
tuvo una vez ocasión de servirle en un caso de apremio, por lo que se
vez confiaba en que la exaltación en que le pondría el sucesodiese apa-
juzgaba con derecho a ser servido a su vez de él, y como sabía que
riencia de verdad a la invención de su locura.
los hermanos eran pobres, vaciló aún menos en entablar su demanda.
168 MRTi I’ TRADUCCIONEC MISTERIO... 169
:\rrte todo era preciso inducir a Antonio a que viniese a la calle -Es demasiado tarde para hablar de negocios esta noche. dijo
Horacio, a una hora oportuna. Ceneri hizo sus preparativos, repartió Antonio, no bien salió Paulina.
In labor entre sus cómplices, y escribió a su sobrino que viniera: “Ven -Mejor es que aproveches esta ocasión. Mañana mismo tengo que
esta noche; te explicaré todo lo que deseas”. salir de Inglaterra.
Puede 3er que Antonio desconfiase más de su tío de lo que éste No deseaba Antonio ver de nuevo en viaje a su ti:) sin ssher de él
sospechaba. No aceptó la invitación; sugirió que su tío fuese a verlo. el estado de su fortuna, por lo que volvió a sentar-e.
Macari aconsejo entonces valerse de Paulina para hacer venir a Antonio -Bien, dijo; pero no creo necesaria la presencia cíc perwrao ex-
a la casa fatal. No mostró Ceneri la menor preferencia respecto al lugar trañas.
de ia entrevista; pero estaba tan lleno de ocupat:iones que sería dentro -. No muy extrañas, Antonio. Son amigos míos, y están aquí para
de uno o dos días. Dijo a Paulina que tenía que hacer hasta tarde la responder por la verdad de lo que voy a decirte.
noche siguiente, de modo que era buena ocasión para que se viese con
-No he de soportar que se hable de mis asuntw d4ante de un
su hermano: “Dile que venga, y haz por tenerle aquí hasta que vo
hombre corno ése, dijo Antonio, con un movimiento de desprecio hacia
welva, porque quiero verlo”.
Macari.
Paulina, sin sospechar nada, escribió a su hermano que, como estaria
Conversaban los dos en voz baja. Paulina no estaba lejos, y ninguno
s<r!a hasta tarde aquella noche, viniese a verla, o si quería, la Ilrvaoe
de tos dos quería alarmarla; pero Macari oyó la frase y vio el gesto.
al teatro. Vino, y la llevó al teatro: eran más de las doce cuando en-
Llameaban sus ojos al inclinarse hacia Antonio amenazante.
traban de vuelta en la casa. Sin duda Paulina le rogó que estuviese aún
con ella algún tiempo. Antonio, tal vez contra su deseo, aceptó. Tres -Puede ser que dentro de pocos días me dé usted de muy buena gana
mendo como fue para Paulina el golpe que poco3 momentos después lo que me negó hace poco tiempo.
le perturbó la razón, más debió aún aiiadir a su horror el pensamiento Ceneri observó que la mano derecha de Macari descansaba entre
de que sus mismos ruegos habían traído a su hermano a la muerte. 11~3solapas de su levita; pero como ésta era actitud familiar en él, no
Solos estuvieron por algím tiempo hermano y hermana, hasta que le dio importancia alguna.
Ceneri, con sus dos amigos, entró en el aposento. El encuentro disgustó No quiso Antonio responder. Volvió el rostro con ademán de abso-
a Antonio, pero saludó a su tío cortésmente. A Macari, le volvió la luto desdén, ademán que sin duda encendió aún más el furor de Macari.
espalda. -Antes de hablar de ninguna otra cosa, dijo Antonio a BU tío, in-
No quería Ceneri que se hiciera la menor violencia a Antonio delante &to en que desde hoy quede Paulina a mi cuidado. Ni ella ni su fortuna
de Paulina. Lo que habia de hacerse, se haría al salir Antonio de la han de venir a parar a las manos de un grosero rufián italiano, como
casa. Allí podrían echarse sobre él, ahogar sus gritos y llevarlo al sótano. ese hombre a quien llama usted su amigo.
Nada debia saber Paulina: Ceneri tenía dispuesto que a la mañana Antonio no volvió a hablar sobre la tierra. Macari adelantó un paso
siguiente fuese a casa de una de sus amigas, con quien debía quedarse. hacia él: ni una exclamación, ni un voto. Fieramente asido por su mano
sin conocer el motivo que llevaba lejos de Inglaterra tan súbitamente derecha saltó el brillante acero de su escondite, y al verlo Antonio J
a Ceneri y sus amigos. echarse atrás en la silla para huirlo, cayó de arriba el golpe con toda
-Paulina, dijo Ceneri: ipor qué no te recoges? Antonio y yo tene- la fuerza de aquel firme brazo. Entró el puñal por debajo de la cla-
mos que hablar de negocios. vicula. Le partió el corazón. ;Ya Antonio March callaba para siempre!
-Esperaré hasta que Antonio se vaya, dijo; pero si ustedes tienen Entonces, al caer, cesó de pronto el canto de Paulina, y su grito
que hablar, me iré al otro aposento. de horror rompió tos aires. Desde su asiento en el piano pudo ver lo
Y en él entró y se sentó al piano, donde empezó a distraerse tocando que habia sucedido. ¿A quién asombrará que el espectáculo le aacu-
y cantando. diese y anublase el juicio?
MISTERIO...
170 MbRTí / TMDlJCClc’SES 171
tenían que libertarse de mí. Ceneri no quería fiarme a las manos de Ma-
lIacari Haba en pie, junto a au víctima. Cenen contemplaba estu-
cari. Petroff salió, y volvió con un carruaje retardado. Pagaron bien
pefacto el crime? que ahorraba la ejecución de su proyecto. Sólo Petroff al cochero. aue les dei UPI(~ d-1 LU-.UalG
~~rr~1~;~ por
8
---. ..cI una hora v, media. Era
aparecía sereno. Iba la vida en que Paulina callase. La vecindad entera ’ 1-- --- --J-
aún de noche, y pudieron saca rme de la casa sin ser vistos. Petroff me
se alarmaría a sus gritos. Se fue sobre ella, y echándole por sobre la .. . .
llevó lejos, y me dejó en la acero, insensible, después de lo cun! devolvió
cabeza un cubresofá de lana, la retuvo, semiahozada, por la fuerza, el carruaje a su dueño, y se reunió a sus compañeros.
aobre el diván del aposento.
LOS gemidos de Paulina habían irlo cesando gradualmente, y más que
Entonces fue cuando entré yo en el cuarto, desvalido y ciego; pero, espantada, parecía muerta. Ella era el mayor peligro para lo=
a los GjOS de 3qurllos hombres un mensajero de .la celeste venganza. X’l?S
hombres. Hasta que volviese en sí nada podían hacer, sino dejarla en
Macari znisnlo YI wtremecio a mi presencia. Cenerr fue el que, obede- su alcoba bajo la vigilancia de Teresa. Luego decidirían.
ciendo al instinto de conservación, sacó el revólver, y lo montó: él, quien Pero iqué harían del muerto? Era indispensable hacerlo desaparecer.
entendió mi súplica y ahogó por mi vida; él, me dijo, quien me la salvó. Muchos planes discutieron, hasta que a uno al fin le hallaron condiciones
Macari, vw!to pronto de su sorpresa, insistía en que compartiese yo de éxito, por su misma audacia. Nada aterraba ya a aquellos tres hombres.
la suerte de Antonio March. Ya estaba por el aire su puñal, pronto a En las primeras horas de la mañana enviaron una carta a la casa
sacar del mundo otra v,Ja, cuando Petroff, obligado por el nuevo aspecto de Antonio, anunciando que el joven había caído gravemente enfermo
de la escena a abandonar a Paulina, se abalanzó a mi cuerpo y me la noche anterior, y estaba en cauo dc PU tío. Esto prevenía toda pea-
retuvo encorvado sobre el cadáver. Ceneri desvió . el brazo de Macari, y quisa por aquella parte. Y en la casa del tío, el infeliz fue comnwwtn
me libró de morir. Examinó mis ojos, y declaro que estaba crego. No de modo que pareciese haber muerto de enfermedad natural. F’U;ifr;-
había allí tiempo para recriminaciones; pero juró que no se cometería
caron una certificación de médico: Ceneri no me dijo cómo obtuvieron
otro asesinato. la planilla: el médico que la llenó desconocía su obieto.
Petroff le secundó, y cedió Macari, con tal de que se hiciera conmip
Dieron orden a un muñidor de que enviase un ataúd, y una caja
lo que se hizo. El narcótico me lo hubieran dado al instante, si lo lw de madera en que ajustase, aquella miw?a -nocue;
-‘--- y en pr
biesen tenido a la mano. Despertaron a Teresa, y ella fue a buscarlo. . ..--.. esencia de
Ceneri fue colocado cl cadáver en la caja, explicando aquel 1
Los cómplices no osaban apartarse de mí; por eso me forzaron a aen- . . 11
a misa (Y
desnudez con la excusa de que estos preparativos eran meramente tem-
tarme, y oí su faena.
porales, pues el cuerpo iba a ser llevado fuera de Inglaterra para ente-
¿Por qué no denunció Cencri el asesinato? ipor qué, a lo menos, rrarse allí solemnemente El muñidor estaba bien pagado, y fue prudente.
ayudó después de él al asesino. 7 Sólo puedo creer que era más malvado Cumplidas así, con ayuda de la certificación falsa, las formalidades prin-
de lo que se pintaba, o que le aterró su parte en el delito; porque el cipales, los tres cómplices, dos dias después del crimen3 iban camino
plan que él meditaba, era poco menos criminal que la puñalada de de Italia, vestidos de luto, acompañando el cuerpo de su víctima. No
Macari: ningún tribunal que conociese la suerte que en =us c manos había hubiera habido razón para detenerlos: ni en el aspecto de los dolientes,
llevado el caudal del muerto le habría absuelto. Acaso él y Petroff, man- ni en las circunstancias del caso, parecía haber nada sospechoso. Lle-
chado sin duda con sangre de crímenes políticos, tenían en poco la vida varon el ataúd a la ciudad misma en que había muerto la madre de
humana; y, comprendiendo que no les mostraría merced la justicia ~-- ------- --
Antonio, y junto a ella enterraron a su hijo, y e:l la lápida hicieron gra-
en un proceso, unieron su fortuna a la de Macari, y todos juntos se bar su nombre y la fecha de su muerte. De todo estaban va libres.
dieron a burlar las pesquisas y esconder las huellas del asesinato. Desde _ - -
excepto de Paulina.
aquel instante, apenas hubo diferencia de grados en la culpa de aquellos iDe ella también estaban libres! Cuando por fin despertó dc su es-
tres hombres. tupor, hasta Teresa pudo entender que sucedía en ella algo extraordinario.
Así ligados, no dudaban del éxito. A Teresa hubo que decir la ver- Nada decía de lo que había visto: no preguntaba nada: nada de lo pa-
dad; pero Teresa veía con talea ojos a Ceneri, que si en diez asesmatos sado recordaba. En obediencia a órdenes de Ceneri, Teresa la llevó, tan
le hubiera pedido ayuda en los diez se la hubiera dado. Ante todo.
172 MARTí / TR.ADLXCIONES
compañeros. Oía sus cuchicheos de curiosidad y asombro. Me dieron en bueno! Mi impaciencia me hacia viajar día y noche. No excusaba gastos:
la cara los hedores de aquella cueva inmunda. iY con aquella turba de mi pasaporte extraordinario me hacía obtener caballos en las postas,
criaturas bestiales, de hombres fétidos, había de pasar aquel infeliz de cuando viajeros que habían llegado antes quedaban aguardándolos; y mis
gustos finos e inteligencia cultivada sus últimos dias! iEra un tremendo gratificaciones a los yemschiks los hacían ir de prisa. A los treinta y cinco
castigo ! dias nos apeábamos a la puerta del Hotel de Rusia, en Nijni Novgorod:
Pero bien merecido. Toda su culpa SC me representó vívidamente al una jornada más, y el tarantass hubiera caído deshecho: tal estaba que
verle en aquellos umbrales, con la mano tendida. Infeliz era; pero era un Iván, a quien lo regalé, lo vendió en seguida en tres rublos.
asesino. Su suerte me angustiaba; pero no pude decidirme a tenderle iEsperar? lNo! de Nijni a Moscú; de Moscú a San Petersburgo. No
mi mano. Acaso fui cruel; pero no pude. bien doy gracias al embajador y recojo mi equipaje, la Inglaterra!
Vio que mi mano no respondía a la suya: se le encendió en bochorno A mi vuelta de Irkutsk había venido hallando cartas de Priscila en
el rostro, inclinó la cabeza, y se volvió. El soldado lo asió ásperamente Tomsk, en Tobolsk y en Perm: en San Petersburgo recibi otras más re-
por el brazo, y lo echó puerta adentro. Se volvió a verme, por entre cientes. Nada desagradable sucedía. Priscila, que se había criado en De-
aquellas hojas que iban a esconderle al último mensajero de la vida, con vonshire, tenía fe en la virtud de sus aires, y se llevó allá a Paulina, con
una expresión tal en los ojos que en muchos dias la estuve viendo por todas quien vivía en un apacible pueblo de baños de la costa norte: y me decía
partes: iaquella mirada se posaba en mi cabecera, me esperaba a mi puerta, Priscila que estaba Paulina “tan linda como una rosa y tan juiciosa como
me seguía! Todavía me estaba mirando así cuando la puerta, cerrándose el señor Gilberto mismo”.
de súbito, lo apartó de mi vista para siempre. iQué mucho que, con tales nuevas, ardiese yo en deseos de verme en
Me arranqué de allí a pasos lentos, como sí el corazón hinchado me mi hogar, de ver a mi esposa como nunca me había sido dado verla, con
pesase, lamentando tal vez haber hecho mayores su infortunio y vergüenza. su mente en flor? ¿Se acordaria de mi? iCómo seria nuestra primera
El capitán, a cuyo encuentro fui, me ofreció por su honor que el dinero entrevista? ¿Me llegaría al fin a querer? iMis desdichas habian termi-
que dejase en sus manos sería empleado en beneficio de Ceneri. No fue nado, o empezaban? Sólo Inglaterra podía responder a estas preguntas.
poco el que le deje: lojalá haya llegado parte de él a manos del desdichado! 1En Inglaterra al fin ! Dulce impresión, que mejora y enternece, la
1Mi intérprete! 1los caballos! le1 tarantass! Todo listo al momento: de pisar tras larga ausencia cl suelo patrio, y ver los rostros familiares,
ni un instante demoró mi viaje. 1A Inglaterra! i A Paulina! y oír por todas partes la lengua nativa. El sol y el viento me han bron-
En media hora lo tuve todo pronto. Iván y yo saltamos a nuestros ceado el rostro: llevo la barba larga: apenas me conocieron dos o tres
asientos: el yemschik chasqueó su látigo: los caballos arrancaron: las amigos con quienes tropecé al llegar a Londres. Ataviado de aquella ma-
campanillas sonaron alegremente: era noche cerrada: lnunca había visto nera, de seguro no me reconocería Paulina.
yo llena de luz la sombra! Estaba empezando ya el viaje de vuelta: hasta Sastre y navaja me volvieron pronto 8 mi apariencia antigua; y sin
entonces no había medido bien la inacabable distancia que me separaba anunciar a Priscila mi vuelta me puse en camino, ansioso de saber por
de Paulina. fin lo que me reservaba la fortuna.
Un recodo del camino escondió pronto a mi vista el sombrío ostrog; ¿Qué es, a quien viene de Siberia, atravesar la Inglaterra? Aquellas
pero muchas millas teniarnos recorridas sin que aún hubiera vuelto a una ciento cincuenta millas, recorridas con tal afán, me parecieron sin em-
relativa paz mi espíritu, y días pasaron antes de que dejara yo de pensar, bargo más largas que mil un mes antes. Tuve que andar en diligencia
casi en todo momento, en aquella pútrida caverna donde habia hallado a las últimas millas; y aunque nos llevaban cuatro soberbios animales, cada
Ceneri, y en cuya lobreguez e inmundicia lo vi entrar de nuevo, contraste una me pareció más larga que toda una jornada de Siberia. Llego por
extraño con la paz que nuestra entrevista me dejaba en el alma. fin : dejo mi equipaje en el despacho de la diligencia: salgo, fuera de
quicio el corazón, a buscar a Paulina.
No contaré aquí el viaje de retorno: vueltos los ojos a mí mismo,
sólo para la imagen de Paulina, que evocaban pertinazmente, tenía yo Fui a la casa indicada en la carta de Priscila, que era un edificio
miradas. Fue el tiempo por lo común bueno; buenos los caminos: itodo tranquilo y pequeño, anidado entre espesa arboleda, con un jardin a la
MISTERIO... iT<,
178 MARTí / TRADUCCIONES
entrada, lleno de lasultimas flores del verano. La madreselvavestía el pórtico; El tinte de la salud coloreaba susmejillas; salud rebosaba toda elIa, y,
en los canteros seerguían los girasoles;el aroma de losclavelesembalsamaba en un instante en que sevolvió hacia Priscila y le dijo unascuantas palabras,
el aire. Aprobaba la elección de Priscila mientras me abrían la puerta. vi en su rostro tal expresión y sonrisa que a poco más hubiera quebrado el
corazón susriendas. Mucho, mucho me costaba mantenerme callado en mi
Pregunté por Priscila. Había salido hacía algún tiempo con la señorita,
escondite. iCuán distinta Paulina de la pálida enferma que había dejado a
y no volvería hasta la noche. Me volví, a buscarlas.
mi salida de Inglaterra!
Entraba ya el otoño; pero las hojas conservaban todavía su verdor y En esto se volvió, y miró al otro lado de la corriente, ihacia mi lado!
hermosura. Estaba el ciclo sinnubes,y un aire vivo y sanoacariciaba el rostro. iCómo, a pesar de mi prudencia, me había dejado llevar de mi regocijo hasta
Me detuve a mirar a mi alrededor, dudoso de mi rumbo. A mis pies, allá a exponerme a ser visto? Con el río entre los dos nuestras miradas se
lo lejos, reposabael pueblecillo de los pescadores,amontonadas las casitas encontraron.
a la boca del río bullicioso y travieso que corre valle abajo, y se vierte en el De alguna manera debía recordarme ella: aunque fuera como a quien
mar gozosamente.Grandes arrecifes bordaban la rompiente a un lado y otro, se ha visto en sueños,debía serle mi cara conocida. Dejó caer su lápiz y SU
y detrás de ellos corrían, tierra adentro, las colinas cubiertas de bosque: cuaderno, y sepuso en pie de súbito, aun antes de que Priscila, olvidando su
frente a mí estabael mar verde y sereno. Hermoso era el paisaje; pero aparté libro, me saludasecon una exclamación de júbilo y sorpresa. Me miraba
los ojos de él. iDonde estaría Paulina? Paulina como si aguardasea que yo le hablara o fuera hacia ella, mientras
que la buena Priscila, bulliciosa como la ligera corriente que teníamos a los
Me pareció que en un día como aquél las arboledas umbrosas que
pies, me enviaba a través de ella palabras de bienvenida.
corrían a lo largo del río eran el refugio másapetecible: bajé el cerrillo y eché
Aunque hubiera querido hacerme atrás, era demasiadotarde. Hallé un
a andar por las márgenes, que azotaba la rápida corriente matizada acá y
paso por allí cerca, y en un minuto o dos saltaba a la otra orilla. Paulina no
allá de algas, ya deslizándose traviesa, ya rompiéndose contra las grandes
se había movido; Priscila corrió hacia mí con las manos abiertas, y casi me
peñas de la cuenca en miles de cascadasespumantes.
dejó sin las mías.
Seguí río abajo como una milla, aquí escalando una roca musgosa,allí
-iMe recuerda? ¿mereconoce?, le pregunté en voz baja, desasiéndome
vadeando un arroyuelo, otras veces abriendo camino por entre la tupida
de elIa y adelantando hacia mi esposa.
ramazón de los flexibles avellanos, hasta que distinguí de pronto en un
-Todavía no; pero lo reconocerá: isí lo reconocerá, señor Gilberto!
espacio abierto a la otra orilla una joven sentada, que dibujaba. Estaba de
Abogando a Dios, suspensoslos alientos, que su profecía se realizara,
espalda a mí ipero que línea habría de ella que no hubiese estado constan-
llegué a Paulina y le tomé la mano. Me la dio sin vacilar, y alzó hacia mí SUS
temente, desde aquella mañana de Turín, presente ante mis ojos? iPaulina
ojos negros, iCómo no la estreché en aquel momento contra mi corazón?
era! iera mi esposa!
-Paulina, ime conoces?
Si por ella misma no la hubiera conocido, me hubiera revelado su
Bajó los ojos.
presencia aquella otra buena mujer, sentada a su lado, que parecía estar
-Priscila me ha hablado de usted. Me dice que es usted amigo mío, y
cabeceando sobre un libro. Aquel chal de Priscila lo hubiese yo recono-
que debía esperar tranquila hasta que usted viniera.
cido a una milla de distancia: el Universo no ha visto aún su semejante.
-¿Pero no me recuerdas? Acaba de parecerme que me recordabas.
Mucho, mucho me costó refrenar el ímpetu que me movía a decirle a voces
Suspiró.
que estabajunto a ella.Pero no: yo quería hablarantesasolasconPriscila,y ajustar
-Lo he visto a usted en sueños,en sueñosextraños.
mi conducta con Paulina a lo que ella me dijese.A despechode mi resolución
Y un vivo rubor le aumentaba al decir esto el color del rostro.
¿ci5mono acercarmealgomása ella,para verla de máscerca?Palmo a palmo me
-Cuénteme esossueños,dije.
fui deslizandohastaque estuvecasienfrente de mi artista y, medio oculto por la
-No puedo. He estado enferma, muy enferma por mucho tiempo. He
maleza,a mi saborpude recrearme en la contemplaciónde sunueva hermosura.
olvidado mucho: he olvidado todo lo que me ha sucedido.
180 MARTí / TRADUCCIONES 51 1 S T E R 10 . . .
--iQuieres que te lo diga yo? -Iré allí, dijo, y veri el lugar, y despuk no volveremos nunca n hablar
-Ahora no, ahora no, exclamó ansiosamente. Espere: espere: puede de lo pasado.
=r’r que lo recuerde todo yo misma. Ya estábamos en la entrada del jardín.
iTenía ya algún conocimiento de la verdad? iEran los sueños de -Paulina, le dije, trata de recordarme.
que me hablaba los esfuerzos de su memoria que se desenvolvía? ¿Le Brilló en sus ojos como el reflejo de su antigua mirada enigmática:
revelaba la verdad aquel brillante anillo que llevaba al dedo? iOh, si, ae pasó la mano que tenin libre por la frente, y sin decir una palabra.
yo esperaría! entró en la casa.
Juntos volvimos a la casa, seguidos a discreta distancia por Priscila.
Parecía Paulina aceptar como cosa enteramente natural mi compañía.
Cuando el camino iba en pendiente u ofrecía algún obstáculo, me tendía
la mano, como si sintiera su derecho a apoyarse en mí; pero dejó pasar
mucho tiempo sin hablarme.
--iDe dónde viene usted?, me preguntó por fin.
-De un viaje muy largo, un viaje de muchos miles de millas.
-- Sí; cuando yo lo veía a usted estaba usted siempre viajando. ¿Y
encontró lo que buscaba?, añadió con afán.
-Sí. 5% la verdad: lo sé todo.
-2DGnde está el?
-¿Quién?
-Antonio, mi hermano: iel que mataron! ~LO enterraron? iDónde?
-Está enterrado al lado de su madre.
-iOh, gracias a Dios! i Allí podré rogar por él!
Hablaba con vehemencia, aunque en perfecto sentido; pero me extra-
ñaba que no mostrase deseo de que fueran castigados los asesinos.
---iDesea usted vengarse de los que le mataron?
-iVengarme! iQué bien puede hacer la venganza? iNo le ha de
devolver la vida! Sucedió hace mucho tiempo, No sé cuándo; pero me
parece que fue hace años. Tal vez Dios lo ha vengado ya.
-Lo ha vengado en gran parte. Uno murió loco en una fortaleza;
otro lleva ahora grillos, y trabaja como un esclavo; weda uno aún sin
castigo.
-iPronto lo castigarán! iCuál es?
-Macari.
El nombre la hizo estremecer, y calló. Estábamos llegando a la casa,
cuando suavemente y en tono de súplica me dijo:
--iUsted me llevará a Italia donde está enterrado?
Se lo ofrecí, muy contento de ver cuán naturalmente se volvía a mí
para que realizase su deseo. Algo más debía ella recordar de lo que creía.
CAPÍTULO xv
ella de venta los afectos: además, como yo no le había dicho que nada al lado del otro, dando sin duda ocasión de curiosidad a nuestros vecinos,
le restaba ya de su antigua fortuna: eila creía que la suya no trnia que que habrían de preguntarFe qué clase de relacione3 me unían con la her-
envidiar a lo mía. Era joven y hermosa. y se creía dueña de ci y ronsi- mosa criatura de quien apena3 me apartaba.
derablemente rica. ipio! iyo no podía ofrecerle nada que me mereciese Pronto conocí que Paulina era de natural alegre y vivo, que aunque
su cari& ! no se abría aún paso enteramente por 3u espíritu adolorido, ya me
Hubiera querido, de tanto como lo temía, no pwsar en el instante ine- daba esperanzas de que acabaría por alejar de aquella cara peregrina toda
vitable en que, como si ya no lo fuece, iba a rogarle otra vez que accetliera sombra de pena. De vez en cuando le iluminaba el rostro una sonrisa, o
a ser mi esposa. De su respuesta dependia toda mi vida: ;,quE extraño dejaba escapar frases joviales. En 103primero3 instantes de su vuelta al
que demorase el provocarla? ique no me decidiese a la prueba hasta no juicio, creía que su hermano había sido muerto el día antes: pero a POCO,
estar seguro de su respuesta favorable? 2 que me sin tiese humilde. y como la distancia fue siendo clara a su memoria, y ya se daba cuenta de que
privado de mis pequeño3 méritos, en su presencia? ique envidke el habían pasado desde entoncesaños, años que le parecían sueños; y veía
amable atrevimiento que tan bien cuadra y 3irve a muchos hombres, y, vagamente, como envuelto3 en bruma. Se empeíiabaen recordarlos, arran-
con ayuda de la ocasión y el tiempo, les gana con gran presteza corazones? cando desdeaquella noche: icon qué anhelo le prestaba yo ayuda!
Ocasión y tiempo no me faltaban a lo menos. Yo había tomado habi- Del porvenir no hablábamos nunca; pero de lo pasado, de todo lo pa-
tación en las cercanías, y desdela mañana a la noche estábamossiempre sado, en que yo no figurase, hablábamos constantemente. Ya recordaba
juntos. Vagábamos por las praderas e-trechas de Devonshire, ceklas de con claridad perfecta sus primeros años; ya repetía minuciosamentetodos
hermososhelechos. Subíamospor los arrugados arrecifes. Pesc5bamos,sin los suce3osde su vida hasta la muerte de su hermano. Entonces comen-
impacientarnos, en las rcipidas corriente-. Salíamos en carruaje. LeIamos zaba aquella sombra, aquella niebla, aquel periodo oscuro, que acababa
y dibujábamos. Pero no habiamos hablado aún de amor, aunque mi anillo para ella en el instante, vivo como una aurora en su memoria, en que des-
no se había apartado de su dedo. pertó en una alcoba desconocida, cuidada por manos extrañas.
De toda. mi autoridad tuve que usar para que Priscila no revelase IR Algunos días pasaron sin que Paulina me preguntase cuál parte había
verdad a Paulina. En esto fui firme: a menos que la memoria de lo sido la mía en aquella época confusa de 3u vida. Estábamos una tarde
pasado no volviese a ella de su propio acuerdo, yo había de oírle decir en la cumbre de un cerro cubierto de espesobosque, desdedonde veíamos
que me amaba antes de que mis labios le hablaseti de ello. Acaso me una franja de mar, que encendía el sol poniente. Callábamos: iquién sabe
mantuvo en mi resolución la idea de que Paulina recordaba más de lo si nuestros pensamientossilenciosos no andaban más en acuerdo que
que me decía. cuantas palabra3 hubiéramos podido decirnos en aquel vago estado de
Fue curioso el modo con que entro al instante ea relaciones franca3 nuestrasrelaciones?
e intimas conmigo. Tan naturales y desembarazadaseran sus palabras y Miraba yo cariñosamente el cielo, hasta que se desvanecieron, ído el
actos cuando estábamosjuntos, que 3e hubiera dicho que nos conociamos eol, su3 ardientes colores; y volviendo los ojos a mi compañera, hallé los
desde la niñez. No mostró la menor extrafieza cuando le pedí que me cuyos, negros y dolorosos, fijos en mi.
llamara por mi nombre de casa, Gilberto, ni mostr0 dkgusto ni objetó -iDígame, me rogó, dígame qué es lo que sabré cuando me vuelva
a que la llamara yo por el suyo, iPaulina! Ni sé yo cómo la hultiera la memoria de esetiempo oscuro!
llamado a no consentírmelo: yo había dicho a Priscila que le dije5e. como Daba vueltas en el dedo, mientras me hablaba, a su anillo de boda.
en Inglaterra es uso, “Mis3 March”, por su apellido de soltera ; pero Pris- Todavía lo llevaba, y el aro de diamantes que le había comprado para
tila, que a todo trance hubiera querido decirle “Mrs. Vaughan”, como mi sujetarlo; pero aún no me había preguntado cómo estaba en su mano
plena y legitima esposa,concilió dificultade llamándola Miss Paulina. Ia aquel anillo.
señorita Paulina. -iCrees que te volverá, Pauliia?
-iSí, lo creo, lo creo! Pero... jme traerá alegría, 0 pena?
Los días pasaban, días más venturosos que todos lo3 que hasta en-
-¿Quién sabe? La pena y la alegría van siempre juntas.
tonces había conocido mi vida. Mañana, tarde y noche estábamosURO
186 IdAmí / TRADucc10NEs sl:STERIO...
Suspiró, y quedó con la mirada fija en tierra. Quedé, pues, sorprendido cuando, al llegar nl umbral de su casa, (ic
-Dígame dónde y cuándo apareció usted en mi vida, ipor qué he volvió a mí y me dijo:
soñado tanto con usted? --iNo, e5ta noche no! iDi-jeme sola esta noche!
-Me viste muy a menudo cuando estabas enferma. Cailé. Tuve un instante su mano en la mía, y le dije adiós hasta el
-Y ipor qué cuando volví al sentido me estaba cuidando Priscila? día siguiente: ivolveria al campo abierto, a penscir en ella, a la luz de Ias
-Tu tío te había dejado a mi cuidado: yo le ofrecí mirar por ti estrellûs!
durante 6u ausencia. Al repararnos, me mir6 de una manera extraña, casi soknme.
-iY nunca volverá! 1Está pagando su crimen, el crimen de estar a --Gilberto, me dijo en italiano, para no ser entendida por Priscila:
su lado cuando asesinabana mí hermano! Jdeberé rogar porque me vuelva la memoria de lo pasado, o porque nunca
Se llevó las manosa los ojos, como para no ver el cuadro terrible. me vuelva’! ¿Qtik será mejor para mi y para usted?
Quise arrebatarla a aquellos pensamientos. Y sin esperar mi respuesta, siguió hacia adentro por delante de Pri+
-Dime, Paulina , icómo me veias tú en sueños? iqué soñabasde mí? tila, que se quedó aguardando a que yo entrase tras ella.
Se estremeció. ---Adi&, Priscila, le dije: no entro esta noche.
-Soñaba que estaba usted a mi lado, en el mismo aposento, que vio -;Quc JIO entra, mi ser?or Giibcrto! : va a enojarse la seño:ila Paulina.
usted el asesinato; pero yo sabía que no pudo ser así. -Está cansada y no se siente bien. Entra tú y cuidaln. Adiós.
--iY después? Pero Priscila salió al umbral, y cerró tras de sí la puerta. Todo en
-Después lo he visto a usted muchas veces: era siempre viajando, ella me decía que por aquella vez estaba determinada a usar de nuevo
viajando entre nubes. Vi que se abrían suslabios, y me pareció que decía cuanta autoridad tuvo sobre mí en mis primeros aiíos, la cual no disputé
usted: “Voy a saber la verdad”. , por eso esperétranquila hasta que usted yo por cierto sino cuando ya estaban muy firm?s en mi, chaqueta y pan-
Volviese. talones. Estoy seguro de que le entraban deseos de tomarme por el cuello,
-Y inunca habías soñado en mí antes? y sacudirme iindamente. IA mayor edad s40 la contuvo; y con un mundo
Iba ya oscureciendo. No sabía si era la sombra de los árboles lo que de dolorosa inc!ignoción en SUY palabras, rompió dc esta manera:
hacía más oscura su mejilla, o si era el arrebato del rubor, que le anegaba -iPues cómo ha de sentirse bien;la pobre señorita. viviendo s:_l ma-
el rostro. Mi corazón saltaba de su cauce. rido en una casa y ella en otra ! iY aquí tudo el mundo hab!nnrio de 10 qt:p
-No sé... no puedo decir... no me pregunte... dijo con voz turbada. es y de !o que no es, y de lo que serri usted de la señorita Paulina! if
Y se dispusoa andar. preguntándome, y yo sin poder decir que son ustedes marido y mujer!
--Está oscuro y húmedo. Vamonos. -So, I’rkcila, todavía no.
Yo la seguí. Era ya en mí invariable costumbre pasar junto a ella las ---Pues se io voy a decir, señor Gilberto. Si usted no se lo dice a la
primeras horas de la noche, que en gran parte empleábamostocando y pobre señorita, yo se lo diré. Yo le diré timo usted la trajo a casa, y
cantando. Un piano fue lo primero que pidió #Paulina cuando se sintió me mand<í a buscar para cuidarla, cómo la atendía y lo acompaíiaba, 8010
ya bien. Como, creyéndose rica, era natural que pidiese sin escrúpulo lo con din todo el día, y cómo se encerró usted en casa por ella. sin volverle
que deseaba, yo había advertido a Priscila, al emprender viaje, que satis- a ver !a cara a sus amigos. iTodo se lo dirF, señor Gilberto!: y cómo
ficiese sus deseossin reparar en gasto: el piano vino de una ciudad de entró usted en su cuarto antes de sn!ir para aque! viaje de loco, 3 eBRB
la cercanía. tierras de que nadie sabe. iYa verá usted cómo le vuelve 13 memoria
Con la razón le había vuelto su antigua maestría. Su voz era aún más pronto!
vigorosa y dulce que antes. Una vez y otra me sentí cerca de ella BUS- -Temando, Priscila, que no diga” nada.
penso y cautivo, arrobado en sus notas, como la noche aquella de¡ tre- -Yole he obedecido a usted muchas veces: señor Gilberto, para que
mendo grito, cuando nada hubiera podido predecir que su suerte y la mía me importe desobedecerle esta vez por sn bien. iPues YO he de hacerlo,
iban a unirse tan estrechamente. sucédame lo que quiera!
MlSTI:RIO... 189
188 MARTi / TRADUCCIONES
romper todo lazo que la uniera a mí, su vida futura-supiéralo ello o
Yo temía que una explicación de Priscila, no sólo desvaneciesede aquel
no- correría a mi cuidado: imañana a esta hora sabré lo que me copera!
delicado renacimiento mucho de su tierna poesía, sino precipitara los au.
Esto resolví, y hubiera debido retirarme a dercansar: pero no sabe
cesos,de manera que me fuese más difícil encaminarlos a mi satisfacción.
amor mucho de sueño. Volvian a mi memoria nuevamente sus últimas
Era preciso que Priscila callase. La buena mujer cedía más fácilmente
al cariño que al mando, y yo, que no olvidaba mis artes de antaño, sabia palabras, y otra vez empezaban,con aquel enconode los pensamientosamo-
Iucn cómo traerla a mis deseos. rosos, los cálculos de mis esperanzasy mis miedos. ¿,Por qué, si Paulina
había adivinado la verdad, no me había hablado de ella?
-No, Priscila, le dije, en tono de ruego; tú no lo harás si yo te suplico
iCómo podia estar sentada junto a mí hora tras hora, sabiendo que
que no lo hagas. Tú me quieres mucho para hacer nada contra mis deseos.
era mi esposa,y sin saber cómo había llegado a serlo? iQuerían signi-
No supo resistir Priscila a estoscariños míos; pero me excitó, ya con
ficar sus palabras miedo de lo que habría de saber? iAnhelaba su li-
mis calma, a que no prolongase aquel estado violento.
bertad, y la perpetuación de aquel olvido? Y a estasy otras ideas daba
-Y no se fíe usted mucho, señor Gilberto, en lo que ella recuerdn yo vueltas, presa de punzante agonía el espíritu.
o no: icomo que yo pienso a veces que sabe mucho más de lo que usted Mucho enamorado, en vísperas de oir de su amada su sentencia, ha
supone! velado en zozobra, como yo aquella noche; mas no ha vivido de fijo
1Seseparó de mí con estaspalabras, y yo me fui a pensar en Paulina, amante alguno que, como yo, hubiera de recibir esta respuestade labios
a la luz de las estrellas!
de una mujer que era ya su esposa.
iQué querían decir aquellasúltimas palabras? “iQué será mejor para
A hora muy adelantada me volví de mi solítario paseo. Pasé frente a
mi y para usted?“: irecordar, u olvidar? icuánto recordaba? jcuánto
la ventana de Paulina, y al detenerme a contemplarla, me preguntaba ei
había olvidado? ~NO le había revelado aquel aniHo que era esposa?
ella también no estaría despierta, meditando como yo en lo que sería de
iPodía dejar de sospecharde quién lo era? Aunque nada recordase de nuestra vida. iMañana al fin saldremosella y yo de dudas!
aquel extraño casamientoni de la vida que despuésde él habíamos llevado
Era la noche cálida y pesada, y la parte alta de su ventana estaba
juntos; al salir de aquella tiniebla se hallaba a mi cuidado, veía que yo
abierta. iQué voz me aconsejó aquella locura? De un rosal del jardín
conocía los trágicos detalles de la muerte de su hermano, que acababa de
tomé una rosa, ly allá fue, por sobre el pretil de su ventana! Ella la
volver de un viaje de miles de millas, emprendido solamentepara llegar a
hallaría tal vez al despertarse,e imaginaría de quién le vino: lsería UD
saberlos. Aunque no se lo pudiera explicar, la verdad debía ya haber sal.
buen augurio ! La rosa al caer había tocado la persiana abierta: huí,
tado a su mente. El llevar aún en su mano el anillo indicaba que no repelia
temiendo ser visto.
la idea de estar ligada a un esposo: iquién sino yo podía serlo?
La mañana abrió hermosa. Me despertécon la esperanzaen el corazón,
Sí: todo me lo indicaba: Paulina conocía ya la verdad: lllegaba ya el
burlándome de los miedos de la noche. No bien pensé que era hora de
instante en que yo iba a saber si la recibía con dolor o con gozo!
hallarla levantada, salí en buscade Paulina. Acababa de salir. Me dijeron
Yo se lo diría todo al día siguiente. Le contaría la manera novelesca por dónde, y fui tras ella.
en que sehabían unido nuestrasvidas. Le pediría su amor con más pasión
Iba caminando lentamente, con la cabeza inclinada. Me saludó con BU
que la que ardió jamás en labios de hombre. Le demostraría con cuánta cariñosa sencillezhabitual, y seguimosandando uno junto al otro. Busqué
inocencia había caído en las tramas de Ceneri, cuán libre de culpa estaba
en vano sobre ella mi rosa: y hube de consolarmecon pensar que acaso
por haberla hecho mi esposacuando su mente oscurecida no le permítia
cayó donde ella no pudiese verla. Yo estaba inquieto, sin embargo.
negarsea serlo. Todo se lo dirío, y esperaría mi suerte dc sus labios.
Pero aún me aguijoneaba mayor dolor. Llevaba las manos desnudas
De mis derechos legales, ni le hablaría siquiera. En cuanto de mi
enlazadassobre su falda. Iba yo caminando a su izquierda, y vi que en
dependiese,sería enteramentelibre: nada másque por el amor quería verla aquella mano no habia ningún anillo. Aquel aro de oro que en SU mano
sujeta a mí. Y si no me podía amar, me arrancaría de su lado; y si ella brillaba hasta entonces como una luz de esperanza,había desaparecido.
lo deseaba.vería si era posible anular nuestro matrimonio: mas fuese iQué fue de mi corazón, que me pareció que cesabade latir? MUY chm
cualquiera su decisión, ser mi esposaen nombre, o serlo en realidad. o
MIETERIO... 191
190 BímTf / TRADucc10NEs
la mañana para dar instrucciones a Priscila y despedirme de mi esposa
era el sentido: iquién hubiera dejado de entenderlo, ligándolo con aua para siempre.
palabras de la última noche ? Sabia que era mi esposa, y quería librarse No podía irme sin hacerle algunas explicaciones. No la apenaría alu-
de aquel yugo, En Paulina no había amor para mí: el recuerdo de lo diendo a nuestros lazos; pero debia hacerle saber que no era, como creía,
pasado, que iba abriéndose paso por la bruma, le traía pena: ahora que heredera de una gran fortuna. Le diría que le quedaba de sobra con qué
recordaba, deseaba oliidar. Se había quitado los anillos para decirme, si vivir, sin darle a entender que era de mí, de su esposo, de quien le vendria.
era posible, sin palabras, que no había de ser mi esposa. Y una vez dicho esto, ladi&, para siempre! Hice como que almorzaba,
iCómo iba a hablarme ahora? La respuesta iay! se había anticipado y apenas me levanté de la mesa crucé la calle y entré en la casa de Paulina.
a la pregunta. Bien me vio ella mirando a su mano desnuda; pero bajó Ignoraba aún mi determinación. Retuve su mano en la mía mas tiempo
los ojos, y nada me dijo. Sin duda deseaba ahorrarse la pena de una que de costumbre, y pude al fin hablar algunas palabras.
explicación. Sí: lo mejor sería tal vez, sí me alcanzaban las fuerzas, sepa- -Vengo a decirte adiós. Salgo hoy para Londres.
rarme de ella al instante, isepararme de ella para no volver a verla más! No me dijo una sola palabra: no podía ver sus ojos: sentí su mano
Violento y afligido como me tenía aquel fin triste de tantas esperanzas, temblando en la mia.
no tarde en observar un cambio notable en los ademanes y palabras da -Si, continué, tratando de hablar con desembarazo: be estado aquí de
Paulina. No era la misma de antes. Algo se levantaba entre ella y yo, perezoso bastante tiempo: tengo mucho que hacer en Londres.
que desterró enteramente de nuestras entrevistas nuestra antigua franqueza No parecia Paulina estar bien de salud aquella mañana. Nunca, desde
amistosa, hasta llegar a convertirla en mera cortesía. mi llegada, habian estado tan pálidas sus mejillas. Parecía decaída y ago-
Sus palabras y acciones revelaban cortedad y recogimiento, J acaso biada. Mi presencia la había estado mortificando, sin duda. iPobre cris.
las mías también. Como de costumbre, pasamos el día juntos; pero tanto tura! : pronto iba a verse libre de ella.
había cambiado nuestro modo de vernos, que aquella compañía forzada Al ver que yo aguardaba su respuesta, me habló al fin: pero ino había
debió sernos a ambos enojosa. iMuy triste noche aquélla! iEIl el mo- perdido su voz algo de su limpieza y frescura?
mento de asirla, se me escapaba de las manos la recompensa que con tanta -iCuándo se va usted?- Fue todo lo que dijo: ini una palabra sobre
ternura había trabajado por conseguir! mi vuelta!
-Por la diligencia de las doce: me quedan todavía algunas horas.
Asi pasaron varios dias. No daba Paulina señal que pudiera yo inter. Como ya es ésta la última vez, iq uiere que paseemos juntos hasta la colina?
pretar en mí favor, y me era imposible prolongar aquella amarga situación. -iLo desea usted?
Priscila, que andaba alerta, me sacaba de juicio con sus reconvenciones,
-Si no tienes algún reparo. Quiero hablarte de ti misma, de asuntos
y tan lisamente decía lo que pensaba, que empecé a sospechar que había
de negocios, añadí: para demostrarle que no debía temer la entrevista.
ya ejecutado su amenaza de revelar algo a Paulina: a ella, por supuesto, -Iré, dijo, y salió de la habitación precipitadamente.
a su oficiosidad y falta de tacto, echaba yo toda la culpa de mí desdicha.
Esperé. Príscila entró a los pocos instantes. Me atravesaba con las
1Todo hubiera podido acabar bien con una semana, con quince días de
miradas. Su voz áspera y silbante, como cuando en mis niñeces la inco-
espera!
modaba con mis travesuras.
Comencé a creer que mi presencia desagradaba a Paulina. No mas. -La señorita Paulina dice que vaya usted al cerro a esperarla. Ella
traba, es verdad, el menor.deseo de esquivarme; sino que, por lo contrario, irá ahora.
acudía a mí tan prontamente que me hacía recordar aquella sumisa obe- Tomé el sombrero para salir. En lo que me había dicho Priscila, nada
diencia del tiempo de sombras en que no me era dable pensar sin terror. me revelaba que tuviese noticia de mi viaje; pero al ír yo a poner el pie
Pero me pareció que viviría más dichosa cuando no me viese. Resolví, en el umbral, be aquí que le oigo:
pues, partir. -Bien está, señor Gilberto. Es usted un tonto más grande de lo que
De hacerlo, había de ser en seguida: saldría al dia siguiente. Dispuse yo pensaba.
mi equipaje: tomé asiento en la diligencia: me quedaban tres horas en
192 MARTi / TRADIJCCIOhEs MISTERIO... 193
A mi vieja Priscila la quería yo muy bien; pero ni aun de ella podía No hay palakan que describan el arrebato de aquel momento, mi
oír aquel cumplimiento sin volver a reprenderla; y me volví a esto. Pris- entrada súbita en la dicha. Era mia: para siempre mía. Yo lo sabía: yo
tila me dio en la cara con la puerta. lo podía sentir cada vez que mis labios oprimían loa suyos: 110 aeatf tentu
Emprendí la marcha al cerro, sin pensar más en la frase de Priscila. veces! El rnbor que la enciende me lo confiesa: la sumisión con que
Ella no podía entender la dificultad de mi situación. Yo hablaría larga- recibe mis caricias me lo confirma; ipero yo quiero que me lo diga COD
mente con ella antes de partir. cua labios!
La Explanada estaba en la falda de un cerro vecino. Andando una -Paulina, Paulina, exclamé: Jme quieres?
tarde por el bosque un poco a la ventura, entramos por una senda no muy
La sentí temblar de gozo.
frecuentada, que paraba en un espacio abierto, limpio de árboles y broza,
desde donde se veían en bello paisaje las colinas opuestas, y el río alegre -iQue si te quiero? si , i te quiero!, y hundió au rortro en mi hombro.
traveseando por el valle. Aquél fue desde entonces mi paseo favorito: allí Su voz me respondía; me respondía su cabeza reclinada; y la levantó
había pasado largas horas hablando con Paulina: allí abandonado a mis de pronto y posó aua labios en loe míos.
sueños, había dado suelta a las palabras de cariño, por tanto tiempo -iTe quiero! isí, re quiero, mí marido1
sujetas en mis labios: allí iba a decirle mi último adiós. -iCuándo lo conociste? dcuándo recordaste?
Muy afligido llevaba el espíritu cuando llegué a la Explanada. Me Estuvo un momento sin responderme. Se desasid de mia brazos p entre.
tendí en tierra, con los ojos fijos en la senda por donde debía aparecer abriendo su traje, pude ver que llevaba al cuello una cinta azul, de b
Paulina. Un tronco caído me daba almohada; cuchicheaban los árboles, que colgaban los dos anillos, que pareeian brfllar de gozo al rol. Loa
acariciados por la brisa, alrededor mío: aquietaba los sentidos y adormecía desató, p me 109 tendió.
el ruido monótono del riachuelo un poco más abajo; cruzaban por el cielo -Gilberto, esposo mío, si quieres que yo sea tu esposa, si me crees
lentamente algunas nubes blancas: convidaba al reposo, y a los sueños, en digna de serlo, tómalos y ponlos donde loa guardarb toda mi vida.
aquel fresco asilo, la hermosa mañana. Yo apenas había dormido en las Y una vez más, con muchos besos, con muchos juramentos, puse CD
dos o tres noches anteriores. Paulina tardaba: sin querer se cerraron mis au mano los anillos de esposa, como quien sella un dolor que ya no ha
ojos, y por algunos instantes ahuyentó mi desengaiio y mi pena el des- de volver jamás.
cnnso que tanto necesitaba. -iPero cuándo lo conociste? ¿cuándo volvió a ti la memoria?
Pero idormí realmente ? Sí, puesto que para soñar se necesitaba estar
-iLOCO! -me dijo en voz muy baja, que a mis oídoa sonaba como
dormido. i Ah! si aquel sueño fuera realidad, sería grato vivir. Soñé
música-lo conocí cuando te vi en la otra orilla del río. Todo lo reeord&
que mi esposa estaba junto a mí, que tomaba mí mano y la besaba con
en aquel instante: hasta entonces todo eataba en rombras. Te vi, y lo
pasión, que su mejilla rozaba la mía, que sentía en el rostro su suave
supe todo.
aliento. iTan vivo me pareció lo que soñaba que me volví sobre el tronco
para abrazar mi sueño, que el aire se llevó desvanecido! -iY cómo no me lo dijiste?
Desperté. Paulina estaba frente a mí, no veiados los ojos magníficos Bajó la cabeza.
por las pudorosas pestañas, sino abiertos y fijos en los míos. Los vi sólo -Yo quería saber si me querias. ¿Por qué me habíaa de querer?
un segundo, mas lo que vi en ellos fue bastante para precipitar en curso Si no me querías, podriamos separarnos, y yo te hubiera dejado libre, ri IIO
loco la sangre por mis venas, lanzarme en pie, apretarla súbitamente entre podía, Pero ahora no, Gilberto: iahora ya no te verás nunca libre de mí!
mis brazos, cubrir todo su rostro de todos mis besos: y le decía las únicas Había, pues, pensado lo mismo que yo: no en vano me era impoaihle
palabras que podía entonces decir: “iTe amo! ite amo! jte amo!” comprenderla: ime pareeía tan singular que desconociese ella el amor que
iPorque nadie ha visto todavía en los ojos de una mujer lo que yo vi en los le tenia!
de Paulina, a menos que esa mujer no lo ame por sobre todas las cosas --Me habrfas salvado muchos díaa de angustia si hubiere @abido
del mundo! que me querías, Paulina: dpor qué te quitaate los anillos?
194 bf.4RTí /’ TRADUCCIONES YISTERIO... 195
-iPasaban tantos días sin que me dijeses nada! Entonces me los -Pero, Priscila, la señorita Paulina, Mm. Vaughan, mi mujer, PN-
quité, y los he tenido sobre mi corazón, esperando a que tú me los vol- tila, va conmigo.
vieses a dar cuando quisieras. Más abundantes corrieron entonces las lágrimas de Priscila; pero
Di un beso en la mano en que brillaban. eran de gozo.
-iLo sabes, pues, todo, Paulina mía?
-No todo; pero se suficiente. Tu lealtad. tu ternura, tu consagración,
todo esto, mi Gilberto, lo recuerdo, y todo te lo pagaré, si mi cariño Diez días después,Paulina estaba junto a la tumba de su hermano.
puede pagártelo. Fue su deseo visitarla sola: yo la esperaba a la puerta del cementerio.
Con estas palabras puede cesar la relación de lo que allí nos dijimos: Trajo de la triste visita muy pálido el rostro, y los ojos con huelles de
dejad que lo demásnos sea sagrado: lo saben los altos árboles alrededor muy copiosas lágrimas; pero sonrió al distinguir mi ansiosa mirada.
de nosotros, que hora sobre hora nos dieron discreta y generosa sombra, -Gilberto, me dijo, he Ilorado; pero ahora sonrío. Lo pasado ea
mientras cambiábamos aquellas inacabables confesiones de amor que pasado: que la alegría del presente y los promesasdel porvenir disipen
embellecieron nuestro segundo y verdadero día de boda. Nos pusimos sus tinieblas. Yo pondré en el amor que doy a mi marido todo el amor
en pie al fin; pero todavía nos quedamos algunos instantes en la EX- que le tuve a mi hermano. iVolvamos la espalda a aquellas sombras
planada, como si nos doliese dejar el lugar donde la felicidad había oscuraa, p empecemosa vivir!
descendido sobre nosotros, Miramos en torno nuestro una vez más, y iMe queda aún algo que decir? Aún me queda algo.
nos despedimos de las colinas, del río alegre, del valle: una vez más Años más tarde, estaba yo en Paría. Hasta los dientes se habia pe
nos miramos en los ojos, y nuestros labios se unieron otra vez en un leado en la gran guerra: se habían borrado las primeras huellas del
apasionado beso. Nos volvimos entonces al mundo, y a la vida nueva conflicto entre las dos razas; pero las de la guerra civil eran visibles
y grata que se abría para nosotros. aún en todas partes. Lo que el teutón respetó en la Galia, lo había des-
Anduvimos como en un sueño, del cual sólo nos arrancó la vista trozado el galo mismo: hicieron los comunistas lo que no habían osado
de las casasy la gente. hacer los alemanes.Las Tullerías volvían tristemente los ojos vacíos hacia
--iQuieres, Paulina, que salgamos de aquí esta noche? Iremos Ia Plaza de la Concordia, donde se levantaban las estatuas de las herma-
LI Londres. aasprovincias perdidas. La columna de Vendôme yacía por tierra. Todo
-j,Y después?,me dijo mimosamente. Paría, acá comido del fuego, allá ennegrecido, mostraba la fatídica faena
-iA dónde, sino a Italia? que, antorcha y hacha en mano, emprendieron contra ella sus propios
Me dio gracias con una mirada y un apretón de manos. Ya estábamos hijos. Pero las Ilamas estaban ya sofocadas, y ae había tomado amplia
en su casa. Entró sola, por delante de Priscila, que dejaba caer sobre venganza de los incendiarios. Un joven y alegre militar, amigo mío,
mí sus nobles ojos. Priscila me había llamado grandísimo tonto: iyo me IIevó a visitar una de las prisiones. Conversábamosfumando al aire
me vengaré de ti, buena alma! libre cuando apareció un pequeño destalamento de soldados. Iban es-
-Príscila, le dije gravemente: salgo en la diligencia de esta noche. coltando a tres hombres, que llevaban las manos sujetas con esposas,
Escribiré cuando llegue a Londres. y las cabezas bajas.
Venganza más completa no la gocé nunca: la santa mujer cayó a -iQuiénes son?, pregunté.
mis pies llorando: -Comunistas.
-iOh, mí señor Gilberto, no se vaya, no se vaya! iQué se va a --iA dónde los llevan?
hacer mi pobre señorita, mi señorita Paulina? iElla quiere la tierra El francés se encogió de hombros:
misma que usted pisa, mi señor Gilberto! -iA donde debían llevarlos a todos, malvados!: la fusilarlos!
iOh, no! i yo no quería afligirla! Puse la mano en su hombro, y Malvados podían ser, o no; pero tres hombrea a quienes apenar
la miré cara a cara: queda un minuto de vida deben ser objeto de interés, si no de simpatía.
1% bíARTf / TUDUCCIO~
MISTERIO... 197
Cuando pasaron junto a nosotros, los miré atentamente. IJno de ellos
infeliz que oyó aquellos sonidos terribles, y vio después el tremendo
levantó la cabeza, y me miró cara a cara. iEra Macari! espectáculo. iFui jo mismo aquel que atravesó de un cabo a otro ia
Me estremecí al desconocerlo; pero no me avergüenzo de decir que Europa para desvanecer una duda que se avergüenza hoy de haber abri.
no me estremecí de compasión. A Ceneri, a despechode mi mismo, lo gado un sólo momento? iPuede haber sido esta misma Poulina. CURCO
compadecia, y hubiera aliviado su desdicha, a serme posible: a aquel ojos resplandecenjunto a mí de amor e inteligencia, aquella misma que
rufián, mentiroso y traidor, lo habria dejado ir a la muerte, aunque con vivió en honda sombra meseay años, calladas en su espíritu Ias VVCQ
levantar un solo dedo hubiera podido aolvarlo. Mucho tiempo había armoniosas que tan suavementevibran en mi oido?
ya corrido desde aquel en que Macari envenenó mi vida; pero aún bullia
Si, debe ser así; porque ella ha leido por encima de mi hombro cada
la sangre en mis venas cuando pensaba en cl y en sus crímenes. No unn de las líneas de nuestra historia, y al llegar a esta última página.
sabía yo cómo había vivido desde que dejé de verlo, ni a quién ni a rodea con su brazo mi cuello, y me dice, insistiendo amorosamenteen que
cuántos había denunciado; pero si la Justicia había tardado en alcan- la escriba, esta frase que copio:
zarlo, por fin tenia ya en el aire su espadasobre él, y estaban cerca sus
-iDemasiado, demasiadode mí, esposomio; muy poco de lo que tú
últimos momentos.
hiciste y has hecho siempre por mi!
El me conoció: acaso pensó que había venido a gozarme en su cas-
Con ésta, que es acaso la única diferencia de opinión que ctiste
tigo. Le inundó el rostro el odio, y se detuvo para maldecirme. La
entre nosotros, bien puede acabar esta historia.
escolta lo echó adelante, volvió la cabeza, y continuó maldiciéndome,
hasta que uno de los soldados, de un revés de la mano, le selló los
labios. El acto pudo ser brutal, pero se trataba en aquel!os días con FIN
pocos miramientos a los comunistas. La escolta desapareció por una
esquina del edificio.
--iVemos el fin?, dijo mi amigo, sacudiendola ceniza de tu tabaco.
-iOh, no!
Pero lo oímos. A los diez minutos sonó la descarga: el último y
el más culpable de los asesinosde Antonio March había recibido su
castigo.
Me acordé entonces de mi promesa a Ceneri. Con gran trabajo con.
seguí poner en camino una carta que creí le llegaría. Seis mesesdespués,
recibía yo otra, cubierta de sellos y contraseñas de correo, en que me
decían que el preso a quien escribí había muerto dos afíos despuésde
su llegada a ,las minas. El menos indigno de los tres cómplices había
expirado sin conocer el fin sombrío del que lo denunció.
RAMONA
RAMONA
4
NOVELA AMERICANA
JOSfi MARTi
N’KW YORK,
1wL
: ccenas, variadas constantemente, excitan, con cuerdos descansos, las más IU primer altar, una religión desfallecida; aquel manso infortunio de lar
diversa3 emociones. Los caracteres se sostienen por sí, y se albergan indios, sumisos,laboriosos y discretos; p luego la catietrofe brutal de la
co:no entes vivos en el recuerdo después de la lectura. “iGracias!“, ~c invasión, la llamarada de la rebeldía, la angustia de la fuga, el frio final
dice sin querer al acabar de leer el libro; y se busca la mano de 1: de muerte, sin que se extinga el rol ni palidezca el cielo, viven en estaa
alitora, que con más arte que Harriet Beecher Stowe hizo en pro de los páginas como si los tuviéramos ante los ojos. Resplandeceel paisaje. El
;i;clirjS, cn pru acaso de alguien mris, lo que aquella hizo en pro de los libro nos va dando hermanos e ideas. Se ama, se reposa, se anhela, se
II~~~:xI~ con su ‘Gih31:,a del Tío Tum”. Ramonn, según el veredicto de padece, se asiste a una agonía histórica en una naturaleza rebosante.
ici5 ;~c~i.tcarnericnnos, es, salvas las îlaquczas del libro de la Beecher, otra Un arte sumo distribuye con mesura los fúlgidos colorea. Se disfruta
“CdMiZI”. de un libro que sin ofender la razón calienta el alma, uno de los pocos
lleien Hunt Jackso::, que tenilc en su naturaleza “extraña mezcla de libros que pueden estar a la vez sobre la mesa del pensador y en el
fuego y bril!o de sol”; que, según otro de sus biógrafos, reunía ;1 la recatado costurero. Todos hallarán en Ramona un placer exquisito: m&-
rrns~tez de su amigo Emerson “toda la pasión y exuberancia tropicales”; rito el literaLo, color el artista, ánimo el generoso, lección el político,
que en su cblebre “Siglo de Infamia” es arrebatada como nuestra elo- ejemplo los amantes,y los cansadosentretenimiento.
cuenrin y punzante como nuestras tunas; que en sus graves versos tiene
la claridad serrna tic nuestras noches y el morado y azul de nuestras JOSb MAItTf
ipnma;~r;,----I’inta con !uz Imericana paisajes, drama y caracteres nuestros,
sin que In. :!ol-edad d4 nsur,to exagere o desvie la verdad de lo que copia, New York, septiembre de 1887
sin que !n gracia f+-m?nina haga más que realzar con atractivo nue;o la
constante l:irilic’rad iifcraria, sin que la mira piadosa con que escribe le
lleve u r?P-cuidar en c;n párrafo o incidente sólo la armonía artística y
mPdit:I:i:l cornpu=ici:in del libro, sin q”e el haber nacido en Norteamé-
rica :E. occnreciesc PI juicio al estudiar, como estudió, en los manuscritos
de io<: rniuioneros. rn O;rs archivos de sus conventos, en los papeles de las
irlfcli<c~~ familias rnerícanas, la poesía y nobleza seductoras con que
7L.3.11 f!:: n sus rivaif3 natos nuestra roza. Como Ticknor escribió la
f!i,-t:lri,; 2~ la literuttir:! eapn:íola, Helen Hunt Jackson, con más fuego J
.‘:,~;1~:.i!r~lt~rlto. ha escrito quizás en Rtzmonn nuestra novelo.
;,T)eherá rlecirse quí ci Gtilo coloreado, la trama palpitante, la aca-
i8:!d;1 v dr:trnátic-a pintura dc nuestras antiguas haciendas, la alegre casa
w~xicma y su orden Ceneroso, la mestiza arrogante que en la persecu-
cii,n y en la muerte YR cosida a su indio, la bel!eza del país por donde
pawn en su !luic!n, el bíblico rincón donde amparan sus últimos ga-
nado3, su niña de “ojoq de cielo”. sus desesperados amores, hasta que
los echa de 61, como bestias perseguidas, alumbrándose con lns astillas
(1~ la c11na ruta, la vt-rlcedora raza rubia? Aquella vida serena de nues-
tr+ viejos soIdres campesinos; aquella familia amorosísima, agrupada,
como loe retoños al tronco del plátano, junto a la madre criada en la
ie dr 1;~ Igiesia; aqupl!os franciscanos venerables, por cuya enérgica
s.,irt ud pudo lev3ntarse, con la fortaleza de los robles donde cobijaba
ka tiempo de esquila en la Baja California, pero la esquila eataha
retrasada en lo de la Señora Moreno. Felipe Moreno había estado enfermo,
y el era el hijo único y cabeza de la casa desde la muerte de su padre.
liada podía hacerse sin él en el rancho, a juicio de la Señora. Desdo
-me sombreó la barba el bello rostro del mancebo, todo había sido en
in casa: “Pregtintale al Señor Felipe.” “Ve donde el Señor Fe!ipe.” “El
señor Felipe atenderá a esa.”
to cierto es que no era Felipe, sino la Señora, quien lo gobernaba
todo, desde los pastos hasta el cantero de alcachofas; pero de eso, sólo la
Señora se dala cuenta. Siempre hubiera parecido persona superior
la Señora Gonzaga Moreno; pero era verdaderamente excepcional para ei
tiempo y país en que vivía. Con sólo lo que se vislumbraba de su vida,
hubiera asunto para una novela de esasque dan calor y frío. Desde su
cuna la tuvo muy en sus brazos la Santa Madre Iglesia; y eyo hubiera
dicho ella que la habia ido sacando en salvo de sus cuitas, si entre BUS
muchas sabidurías no tuviese la Señora la de no hablar jamás de sí.
Nunca exterior más reservado y apacible encubrió una naturaleza tan
apasionadae imperiosa, siempre en tren de combate, rebosando tormenta,
aborrecida a la vez que adorada, y hecha a que no la contrariase nadie
sin que pagara caro su osadía. Invencible era la voluntad de la Señora;
pero ningún extraño a la casa lo hubiera sospechado,viéndola escurrirse
de un lado para otro en su humilde traje negro, con el rosario colgán-
dole del cinto, bajos los ojos negros y suaves, y el rostro manso y triste.
Parecía no ser más que una anciana devota J melancólica, amable e
indolente como su raza, aunque más dulce y reflexiva que ella. Su voz
contribuía a esta impresión equivocada, porque DO hablaba nunca alto
ni aprisa, y aun se notaba a veces cierta curiosa dificultad en su pro-
nunciación, que casi era tartamudez, J recordaba el cuidado que ponen
:03 bIARTí / TRADLlCCIOI\‘ES
RAYONA 209
en hablar 109 que han padecido de este vicio. Eso la hacía aparecer cn -Sí, eGora, respondió Juan rumiso: los animalitos lucen muy bien
ocasione9 como si no tuviese cabales la9 ideas, lo que envalentonaba a pArA lo pobre del pasto en este invierno. Pero no hay qué decir, hasta
ias genta, sin ver que la dificultad venia sólo de que la Señora conocía que ese... Pedro no traiga su rebaño.
tan bien EU pensamiento que le costoba trabajo expresarlo del modo más Sonrió la Señora a pensarsuyo, al notar cómo se habia tragado Juan
conforme n su9 fines. Can la mala palabra con que adornó en su mente a Pedro. Juan, ani.
Sobre la esquila precisamente habIn habido entre ella y el capataz mado por la sonrisa, dijo de esta manera:
Juan Canito, a quien decían Juan Can por mas corto y por distinguirlo -El Señor Felipe no sabe ver falta en Pedro, como que crecieron
del pastor Ju:\n Jo&, algunas pláticas que con persona meno9 htíbil que juntos; pero ya lo sentirá, voy al decir, un dia de éstos, cuando le venga
la Se,?ora hubiesen parado en cólera y disgusto. Juan Canito quería que un rebaño peor que muerto, y gracias a nadie más que a Pedro. Mim-
In rsquila empezase, aunque estuviera en cama Felipe, y no hubiese
tras lo puedo tener a mi vista acá en el valle, todo va bueno; pero uno
vuelto dc la costa el cachaza de Pedro, con cl wbaiío que Ilev; allá
de los corderitos, señora, es de más respeto que él para manejar un
para pastos. “De sobra tenemos ovejas para empezar”, dijo una ma- rebaño; un día corre a las ovejas hasta dejarlas sin vida, y al otro DO
ñana : “por lo meno9 mil,” Y para cuando e9as estuvieren esquiladas, lea da de comer: i le digo que una vez hasta se olvidó de darles agua!
hnbria vuelto Pedro con el resto. Si el Señor Felipe seguia enfermo, ¿no Conforme adelantabaJuan su queja, fue enseriandoel rostro la Señora
habín Cl, Juan Can, hecho la ensaca cuando Felipe iba en paGales? Pues sin que él lo notase, porque mientras le hablaba tenía loa ojos fijos ~1
lo que hizo, podía volverlo n hacer. La Señora no veja volar el tiempo.
su perro favorito, que retozaba ladrando a sus pies.
Y como hnhinn de rer indio9 los de la esquila, iban a verse sin csquila- -Quieto, Capitán, quieto, dijo echándolo a un lado, que no dejas oír
dore9. Por supuesto, si ella quisiera emplear mexicanos, como todos los a la Señora.
demús rtinchos del valle, seria diferente, pero se empeñaba en que fueran -Demasiado bien oigo, Juan Canito, dijo ella en tono suave, Pero
indios. “Dios sabe por qué. . .“, añadió de mal modo, comiéndose ias de un frío de hielo. No está bien que un criado hable mal de otro.
palabras. Me ha dado mucha pena eao de tu boca, y espero que cuando venga el
-No tc cnticndo bien, Juan, interrumpió la Señora en el mismo Padre Salvatierra le confesarás este pecado. Si el Señor Felipe te pu-
instante cu que dejaba escapar el capataz esta exclamación irrc9petuosa: riese asunto, el pobre Pedro tendría que irse por esos mundos sin casa
habla un poco miis aito: como que la vclez me va poniendo sorda. ni amparo: i,es ésa acción, Juan Can, para que un cristiano se la haga
lCon qué tono tan suave y cortés decía esto la SeZora, clavando 8~s ,..
a BUprolrmo?
ojos negros y sereno9 en los de Juan Canito, con una mirada cuya pene- -Señora, no lo dije por mal, principió a decir Juan, temblando todo
tración era 61 tan incapaz de entender como una de sus ovejas! No hu- él por la injusticia del reproche.
biera Juan podido explicar por quC contestA cn seguida invuluntnria- Pero ya la Señora le había vuelto la espalda, como enojada del dis.
mente: “Dispénseme la Señora.” curso. Quedó Juan mirándola, mientras ella se alejaba a su usual paso
-No hay de qué, Juan, replicó ella con gravo dulzura. RTo e-9 tuya lento, ligeramente inclinada la cabeza, con el rosario levantado en la
la culpa dc que yo ande sorda. Pero sobre e9o de 109 indios: ino te mano izquierda, y repasando con la derecha avemarías y padrenuestros.
dijo el Sefior Felipe que ya tenía comprometida la misma cuadrilln de -Rezos, siempre rezos, murmuró Juan sin quitarle los ojos: sí por
esquiladores del año pasado, In de Alejandro, de l’emecula? Elio3 es- rezar se va al cielo, allá ae va derecho la Señora. Siento haberla eno,
peraran hasta que estemoslistos: Felipe les avisará con un propio: él jado: iqué ha de hacer un hombre, si quiere a la casa con el corazón,
dice que no hay gente mejor en todo el país. En una o dos semanas cuando ve que los holgazanease la comen? iRegáñenmecuanto quieran,
Felipe estará bueno; asi que las pobre9 ovejas tendran que llevar la y hagan que me confiese con el Padre; pero para eso me tienen aquí,
carga uno9 días más. Y dime, Juan, 6*habrá este año mucha lana? El para ver lo que pasa! ;Cuando sea hombre, tal vez lo hará bien el Sefío~
General decía que tú podia9 calcular la cosecha libra más libra menos Felipe; pero ahora es muy mozo.1-Y dio con el pie en el suelo, coma
cuando la llevaban al lomo las ovejas. si quisiera vengarse de au humillación.
310 M4.RTí !’ TR.4Dl’CCIOKES 211
lIAMONA
-;()ue me coniiese con el Padre Salvatierra! Sí 10 har4. que aun- servicio, asomándosepor una ventana y halando del pelo a Juw Canito.
que es cura: el hombre tiene juicio: -y aquí se santiruó el sencillo Juan. Tenía Juan tantas canas y arrugas que las muchachasjugaban con él
t:-,-ancl~rlirndcr lle +d pícaro pensamiento, Y 1e prenuntar6 cómo he de sin miedo, olvidando que, aunque les parecía un Matusalén, ni estaba
mxnrjarme con e-te muchachazo que manda aquí en todo: ; y la Señor? Juan tan viejo como creían, ni tan seguras ellas en sus juegos.
?it~bettcida. que cree que El sabe m:ís quì un3 doccr,a (1~ 1 irjos! Uien
i:, ,w+cii) (4 l’:.flrc ei rdncho en otros ticmpn3. cuan~lí, er;! mi.5 rlu~ ahora. -La vista de su cara, Señorita Margarita, repuso con presteza, gui-
:;o es cosa de juego. bien lo sabe él. gobernar Gndole los ojob, poniéndoseen pie, y haciendo un saludo de burla hacia
tanta hacienda. ;En
mal día se m!lri, el General. que en paz drscansr! la ventana.
Se crlco$ci Jtian de hombros. llamó a Canit;ín, y scguitic, de tl se -iPor supuesto que señorita! dijo echándose a reír la cocinera
fue hacia el alegre colynaciizo de la cocina. donde durante veinte anos Marta, madre de Is moza: el Señor Juan Canito viene a burlarse de los
habla iu~n:rdo su tabaco todas las mañan:i;. que son mejores que él. -Y lanzó el agua no muy limpia de una ca-
l’rro A lo rree iba por la
mitad del patio le asaltó un pensamiento y parí) rl paso tan pronto, que cerola de cobre con tanta destreza por sobre la cabeza de JLan, que ni
Capitán creyó seríü alro del rebaiio. enderezó las ^rejas, púsose como una gota le cayó en el cuerpo, aunque pareció que toda el agua le iba
al correr, y miró a .su amo, asuartiando la con-iFna. encima. El patio entero, jóvenes y viejos, muchachos y gallos, pavos
y gallinas, se dispersó cacareando por los rincones, como si lloviesen
-¿ . Conque ~1 I’.:drc Ilcga el mes que vicric?, se dijo Juan. Hoy es piedras. Al bullicio vinieron corriendo todas las criadas: las gemelas
25: 1a esqui!a no cn1przar5 hasta que él no venga: entonces tendremos Ana y María, ya de cuarenta años, nacidas en la casa antes de que el
misa en la c,l!)ii!:~ t:!alus las marianas. y vísperas en las noches, y la gente General tomase esposa; sus dos hijas, Rosa y Ana la Niña, como seguían
se r:talá aquí ~~omiindo IU menos dos días mGs, por el tiempo que llaméndola, aun cuando pesaba ya más que su madre; la vieja Juana,
pierdan cw eso y rn ias confesiones. Para eso sí sirve el Señor Felipe, de tantos años que ni la Señora sabía su edad cierta: ni ella, la infeliz,
que vaya que es piadoso. KO está mal que esos diab!os de indios tengan podía contar mucho porque estaba ida del juicio de diez años atrás, y
misa una vez que otra. 1’ i le recuerda el buen tíem.po, cuando la capilla sólo servía para quitar las vainas al frijol, lo que hizo siempre tan bien
se llenaba de indios arrodillados, y había más a la puerta. A la Señora como en su juventud, sin vérsela alegre sino cuando había frijoles que
le ha de gustar, porque le parecerá que es como antes, cuando los indios descascarar. No le faltaban por fortuna, porque el frijol no escaseanunca
todos eran de la casa. Con que el mes que viene: bueno. El Padre en labranza de México; y para que Juana tuviese qué hacer, lo alma-
siempre llega en la primera sernana del mes. Ella dijo: “en una o dos cenaban todos los años en cantidad sobrada para un ejército. Verdad
semanas Felipe estará bien.” Serán dos: diez días, m3s o menos. em- es que, aunque venida a menos, era un pequeño ejército la casa de la
pezaré a hacer las casas la semanaque entra. iE diablo se lleve a Gedro, Señora. Xadie supo nunca exactamente cuántas mujeres había en la
que no llega! Nadie conoce el sauce como él, pero los sueñoslo tienen cocina, ni hombres en el campo: siempre había primas, sobrinas y CU-
vuelto loco. ñadas, que venían a quedarse, y primos, sobrinos y cuñados que estaban
Estas aclaraciones pusieron a Juan para el resto del día alegre. Era de paso para lo alto o lo bajo del valle. Los que cobraban paga, bien
la viva imagen del contento, sentado en el banco con la espalda al muro, los conocía el Señor Felipe; pero no a todos los que se alimentaban de
las largas piernas tendidas a casi todo lo ancho del colgadizo, en los la casa y vivían en ella. iNo cabían en caballero mexicano esascuentas
bolsillos las dos manos, y el tabaco caído a un lado de la boca. Los mezquinas!
pequeñuelosque hormigueaban siempre por los alrededores de la cocina, A la Seííora no le parecía que hubiera gente en la hacienda: iaquello
iban y venían dando tumbos por entre sus piernas, y se enderezaban era un puñado, que no podía con la obra de la casa! En vida del
asiéndosede sus pantalones, sin que Juan diera muestra de enojo, aun- General sí se pudo decir que jamás se cerraron las puertas sobre menos
que de adentro venía una granizada de regaños. de cincuenta personas; pero ya aquel tiempo había pasado, ipasado
-iQué le pasa a Juan Can que está hoy de tan buen humor?, pre- para siempre!, y aunque un extranjero, al ver la carrera y alharaca que
guntó traviesamente Margarita, la más graciosa y joven de las criadas de levantó en el patio la hazaña de Marta, hubiera podido preguntarse con
212 MARTf / TFINWCCIONES RAMONA 213
asombro cómo cabían en una sola casa tanta mujer y rapazuelo, el único cayó de rodillas frente a la imagen de la Virgen que tenía a lacabecera
pensamiento de la Señora, al aparecer en aquel instante en la puerta, de su cama, y así pasó la mayor parte del dia, implorando perdón, y
fue éste: -iPobrecitos: qué pocos quedan ya! Creo que Marta tiene rogando que fuesen castigados los herejes: ieso sobre todo pedía a Dios
mucho trabajo. Le quitaré quehacer a Margarita para que la ayude.- con ardor: el castigo!
Suspiró tristemente, y se dirigió por las habitaciones interiores al cuarto Juan Can estaba en lo cierto al calcular que no era ta enfermedad
de Felipe, llevándose como sin querer el rosario al corazón. de Felipe la causa de tener demorada la esquila, sino la tardanza del
Lo que vio al llegar al cuarto era para conmover a cualquier madre: Padre Salvatierra. Y más satisfecho habria aún quedado de su pers.
un segundo, sólo un segundo se detuvo en el umbral contemplando aquel picacia, si hubiese podido oír lo que conversaban en el cuarto madre e
cuadro; y grande habría sido el pasmo de Felipe Moreno si le hubiesen hijo, mientras que él, medio dormido en el colgadizo, zurcía sus ideas
dicho que cuando su madre con voz serena le saludaba asi: “Buenos y se felicitaba por su ingenio.
dias, hijo. i Dormiste bien? 2,Estás mejor ?“.--lo que su corazón decía -Juan Can anda ya inquieto por la esquila, decía la Señora. Su-
en un arranque apasionado era esto: “iMi hijo divino! Los santos me le pongo que tú pensarás lo mismo, hijo, que es mejor esperar a que el
han puesto la cara de su padre. Nació para ser rey.” Padre Salvatierra venga. Nada más que aquí lo pueden ver los indios,
La verdad es que Felipe no tenia la menor condición de persona y no sería cristiano perder esa ocasión: pero Juan se enoja. Va ponién-
real; porque si la tuviese, no lo habría manejado su madre sin que él dose viejo, y creo que lo tiene ofendido estar bajo tu mando. El no
se diera cuenta de ello. Pero por lo que hace a hermosura nunca hubo puede olvidar que te llevó mucho tiempo en las rodillas; pero tampoco
monarca de rostro y cuerpo más apropiados para realzar el manto y la puedo olvidar yo que tú eres el hombre en quien descanso.
corona; así como era cierto que, fuese o no cosa de los santos, su cara Volvió a ella Felipe su bello rostro con una sonrisa de hijo enamo-
era la misma del General hloreno. Raras veces hay parecido tan marcado rado y vanidad agradecida:
entre padre e hijo. Una vez que Felipe, para una fiesta de gran cere- -Pues si tú puedes descansar en mí, madre mía, eso nada más le
monia, se puso el manto de terciopelo bordado de oro, calzón corto pido n los santos;-y cn su mano derecha tomó las dos flacas y finas
sujeto a la rodilla por una liga roja, y el sombrero cargado de oro de su madre, y las besó con ternura amorosa.-1Me echas a perder, mi
y plata que su padre había usado veinticinco años antes, la Señora se madre: me es& volviendo orgulloso.
desmayó y rodó por tierra. Y cuando abrió los ojos, y vio inclinado -La orgullosa soy yo, replicó ella; pero orgullo no es, sino agra-
sobre ella, diciéndole tiernas palabras. a aquel mancebo de la barba ne- dccimiento al Señor. porque me ha dado un hijo tan juicioso como su
gra y el suntuoso arreo, se desmayó otra vez: “iMadre, madre mia! No me padre? que mr amparará en los pocos años que me quedan de vida.
los pondré si te hacen padecer. Déjamelos quitar. Ya no voy a esa Moriré contento estando tú a la cabeza de la casa, viviendo como debe
maldita procesi’ón !” Y comenzó a desabrocharse el cinto. vivir un caballero mexicano, si en lo que nos queda de esta tierra infeliz
-No, no, Felipe, dijo la Señora. Quiero que te los pongas.-y po- se puede vivir todavía como caballero. Y en eso de la esquila, Felipe,
niéndose en pie, deshecha en lágrimas, volvió a abrocharle el cinturón ¿querrias tú empezarla antes de que viniese el Padre Salvatierra?
que tantas veces ciñeron a otro cuerpo sus manos, siempre premiadas Alejandro y su gente están listos: en dos jornadas se ponen aquí de
con un beso. vuelta con el propio. El Padre no puede llegar haka el 10. El lo salió
-Llévalos,-dijo, secos ya los ojos y ardiéndole las palabras,-ill& de Santa Bárbara, y viene a pie todo el camino: lo menos tarda seis
valos, para que vean esos perros yanquis cómo era un caballero mexicano días, porque ya está dchil y viejo. En Ventura pasará un Domingo, y
antes de que nos pusieran el pie en el cuello!-Y fue con él hasta la otro día en el rancho de los Ortega, y en el de los López tienen un
puerta, y allí estuvo, moviendo bravamente su psñuelo hacia el jinete, bautizo. Si, pues: el 10 es lo más pronto que puede llegar: cerca de
hasta que desapareció por el camino. Pero entonces, demudado el rostro dos semanas todavía. Tu tal vez te levantarás la semana que viene:
y la cabeza baja, volvió penosamente hasta su alcoba, se encerró en ella, para el 10 ya estarás casi bueno.
214 MARTi / TRADUCCIONES
-Por supuesto que estaré, dijo Feiipe riendo, y echando a los pies
con tal brío los cobertores, que quedaron temblando los pilares y el cielo
festoneado de la cama. Ya estaría bueno ahora, si no fuera por esta
debilidad que no me deja tenerme en pie. Me parece que me haría
bien el aire fresco.
Lo cierto es que Felipe ardía en deseosde verse. ya en la esquila:
para él era la esquila una especie de fiesta, por más que trabajaba en
ella recio, y dos semanasle parecii, mucho esperar.
-Las fiebres dejan siempre débil por muchas semanas, dijo la
Señora. No sé yo si estarás bastante fuerte dentro de quince días para
la ensaca; pero Juan Can me decía hoy que él ensacabacuando tú eras
todavía un muchacho, y no era preciso esperarte para eso.
-iConque eso ha dicho el insolente?, dijo Felipe con enojo. Yo
le diré que nadie hará aquí la ensaca más que yo, mientras yo sea aquí
el amo; y la esquila se hará cuando yo quiera, y no antes.
-Tal vez no sería bueno decir que no va a hacerse hasta que el
Padre venga, 2no te parece? preguntó la Señora en tono de duda, comb
si no tuviese ya el asunto decidido. Al Padre no lo respetan los mozos
de ahora como los de antes, y hasta Juan mismo me está pareciendo un
poco tocado de herejía, desde que los americanos revuelccn la tierra
buscando dinero, como perros que van oliendo el suelo. Pudiera ser que
a Juan no le gustase saber que sólo se espera por el Padre. Tú iqué
piensas?
-Pienso que tiene bastante con saber que no se esquilará hasta que
yo quiera, dijo Felipe todavía enojado. En eso se queda.
En eso precisamente quería la Señora que se quedase; pero ni Juan
Canito mismo sospechabaque esa intención era sólo idea de ella, y no
de su hijo: Felipe, por su parte, hubiera tenido como maniático al que
le dijese que no era él, sino la Seíiora, quien habia decidido esperar para
la esquila a que viniera el Padre, y no decir palabra en el rancho sobre
la razón de la demora.
Conseguir de ese modo sus fines es la suma del arte. No aparecer
jamás como factor en la situación que se desea; saber mover como
instrumentos a los demás hombres, con la misma callada e implícita
voluntad con que se mueve el pie o la mano, eso es vencer de veras,
eso es domar en el grado más alto la fortuna. Ha habido una u otra
vez en la historia del mundo hombres prominentes que estudiaron y
iBIEN PASADO!
raseand~ a caLa! al lado de su marido aquellas cuarenta mi!ias, sin mente el valle hizo poner la Señora una gran cruz de madera, y no
tener que saiir de sus tierras propias para ir desde su casa al mar! había cerro sin cruz, “para que los herejes sepancuando pasen que están
iCon rakn Ihrnaha ella a IUS smeril:anus perros y ladrones! en la hacienda de unn buena católica, y para que los fieles se acuerden
tunca ei plehl~: americano ha llegado a entender que la anexión de de rezar: ien las almas más duras ha hecho milagros la Santa Cruz
California nct fui: ~UIO una conquista sotIre IIixico, sino la conquista de Bendita!” Y alli se abrían, en invierno .y verano, a la lluvia y el sol,
Calif4Jrnia mi5ma. No era lo mb amargo perder la nacionalidad que aquellos brazos solemnesy silenciosos, sirviendo de guía al viajero no-
se rendía con la cr,marca. sino ir perdiendo la comarca. Así los pueblos vicio, a quien daban por señasdel camino “tantas o cuantas cruces de
van y vienen sin ayuda en manos de las grandes nociones, sufriendo toda la Señora Moreno, que ha6de ver sin falta”. iQuién sabe si aquellos
la ignominia de la derrota sin ninguna de las compensaciones de la tran- maderos no confortaron muchas veces el corazón de algún caminante
sacción. hIéxico salvó mucho w el tratado, a pesar de tener que con- desolado? Mucho cristiano fiel detenía el paso y se persignaba humilda-
fesarse vencido; pero California lo perdió todo. No se puedr decir con mente, al ver de pronto las primeras cruces, destacándoseen el camino
palabras el dolor de aquel trance. Es una maravilla que hubiese quedado solitario sobre el sereno azul del cielo.
un solo mexicano en el país. Acaso quedaron sólo los que no tuvieron La casa era de aclobe,y baja, con un colgadizo ancho a los tres lados
modo humano de salir de él. del patio, y otro más espaciosotodavía en el frente, que miraba al Sur.
Por fortuna de la Señora, su título a las tierras medianeras del valle Los colgadizos, los del patio sobre todo, eran como otros tantos cuartos,
era mas ciaro que los de las que poseía al oriente y poniente; de modo donde vivía la casa entera. Nadie se estaba nunca entre paredes, a no
serle inevitable. Todo lo de cocinar, salvo lo del fogón, se hacía en el
que aún le quedó, despuésde todos los pleitos y adjudicaciones, hacienda
colgadizo. Allí gateaban, se bañaban, jugaban y hacían coro los chi-
bastante para excitar la envidia de cualquier recién llegado, aunque a la
quitines, sentadossobre el suelo. AK las criadas decían sus oraciones,
pobre despojada le parecía ya la suya una propiedad mezquina, tanto
dormitaban durante la siesta, y tejían sus encajes. Allí la vieja Juana
más cuanto que no se sentía segura ni de un pie de ella. “Cualqtier descascarabasus frijoles, e iba echando las vainas sobre los ladrillos,
día, decía, mandan aquí otra Comisión que deshaga lo que dejó hecho hasta que se le hacían montones a los lados, como las hojas de 1~
la primera. El que roba una vez, robará mil. Nadie se considere seguro mazorcas en la estación del despaje. Allí fumaban los capatacesy pas-
bajo el gobierno de los americanos. iQuién sabelo que viene!“-Y año tores, descansaban,y amaestrabansus perros. Allí amaban los jóvenes, y
sobre año se iban con estasideas acentuando en el avejentado rostro de dejaban caer los viejos la cabeza, vencidos por el sueño. Los bancos, que
la anciana las arrugas del pesar, de la ansiedad y del resentimiento. corrían a todo lo largo de la pared, tenían ya del mucho uso marcados
Sintió un gozo indecible ia Señora cuando al trazar los comisionados los asientos, y lustrosos como la misma seda: el suelo enladrillado ya
un camino a través del valle, lo corrieron por el fondo de la casa, en vez boqueaba por algunos lugares, y estaba tan hundido en otros que: cuando
de seguirlo por el frente. “iAsí, a la espalda”, decía ella: “adonde deben las lluvias, se hacían grandes pocetas, donde encontraban rico entrete-
estar, detrás de nuestras cocinasI-. . así no pasaran por nuestra casa más nimiento los muchachos, y venían a beber, traveseando de una en otra,
que amigos”. No se entibió nunca en ella esta alegría. Cada vez que los perros, gatos y gansosque siempre por allí merodeaban.
pasaba por el camino algún carro de los americanos, se la veía pensar El colgadizo arqueado del frente era un lugar encantador. Tendría
con gusto en que la casa le daba la espalda. Bien hubiera querido ella de largo unos ochenta pies, y abrían sobre él las puertas de cinco hol-
poder hacer siempre lo mismo; pero ya que se lo estorbaban la urbanidad gados cuartos. Los dos que estaban más al Oeste fueron hechos después
0 los negocios, iallí estaba la casa, con la espalda vuelta! de la casa, a cuatro escalonesde altura sobre los primeros, lo que daba
Otro placer se dio la Señora cuando se abrió el camino; y tan juntos a aquel extremo apariencia de terrado. Allí tenía sus flores la Señora:
estaban en él el celo religioso y el odio de raza, que el teólogo más sutil allí, en tiestos capacesde barro colorado, hechos a mano por los indios
no hubiera podido determinar si era aquello mérito o pecado. En lo de San Luis Obispo, crecían, puestos en hilera contra la pared, geranios
más alto de cada uno de los redondos cerros en que se levantaba suave- ostentosos,finos claveles, y el almizcle de flores amarillas. Por el almizcle
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tenía la Señora vivísima afición, heredada de su madre, tanto que una Apenas pasaba día sin que tuviera visita la Señora, que era aún
vez dijo al Padre Salvatierra, al despuntar para él un gajo de su flor persona de cuenta, cuya casa veían como posadanatural cuantos viajaban
favorita : -“Padre, no sé lo que es; pero creo que si me dan a oler por el valle. Cuando no estaban IOY paseantesreposando, o acallando el
almizcle despuésde muerta, resucito.“-“De tu madre lo tienes, hija, apetito, o dando vueltas por la hacienda, allí se les veía en el corredor,
de tu madre.” dando conversación a la Señora. En invierno eran’ pocos los días fríos;
A más de los geranios, almizcles y claveles, había muchas enredaderas y en verano, muy inclemente habia de ser el que retuviese a la Señora y
de especiesdistintas, unas que nacían de la tierra, y subían al amparo de a sus visitas puertas adentro. Ostentaba el colgadizo tres venerandas
los horcones, ciñéndolos como guirnaldas, otras arrimadas a la pared, o sillas de roble tallado, y un banco de roble, también de talla fina, que
colgando de grandes tazas de piedra gris, pulimentada y reluciente, sus- dio a guardar a la Señora el viejo y leal sacristán de San Luis Rey,
pendidas del techo como cestas, y hechas de mano de indio en edados cuando invadieron la Misión los americanos. Espantado de los actos
remotas, sin más instrumento que una tosca piedra. sacrílegos de la soldadesca,que se alojó en el templo mismo, y se entre-
tenía en sacar a balazos 106 ojos y la nariz a las imágenes, el pobre
Cantaban entre las enredaderas del alba al anochecer los canarios
sacristán fue salvando a hurtadillas cuanto pudo, ya escondiéndoloentre
y pinzones de la Señora, todos de puestas diferentes, y criados por ella
los algodonales,ya en su propia casita, hasta que tuvo para llenar carros.
a la mano, como que nunca estaba sin una nidada nueva; y de Buena-
Aún con mayor cautela fue luego llevando poco a poco los objetos, ocultos
ventura a Monterrey se tenía por feliz el que lograba algún pinzón o
en carretadas de heno, a casade la Señora, que tuvo a honor esta muestra
canario de sus crías.
de confianza, y recibió el teaoro como hacienda de Dios, que habría de
Del colgadizo a las orillas del río, adonde miraba, todo era jardín, ser devuelta a la Iglesia cuando se restableciesenlas Misiones, lo que
naranjos y almendros: el jardín, siempre en flor; el naranjal, siempre siempre esperabancon fe aquellos buenos cristianos. Por eso no habia
verde, cuajado de azahar o frutas de oro; los almendros, tan bellos con apena6 cuarto en la casa sin una pintura o imagen de la Virgen o
su dosel ondulante de pétalos blancos y rosados desde el romper de la alguno de los santos, cuando no más de una; y en la capillita del jardín
primavera, que parecía como si se hubiesen caído las nubes de la aurora, rodeaban el altar las escultura6 majestuosasde los apóstolesque en los
y enredádose en las copas de los árboles. A derecha e izquierda se tiempos del Padre Peyri asistieron a las espléndidas ceremonias de Ia
extendían otros golpes de frutales: aquí duraznos y albaricoques, allí Misión de San Luis Rey, con aquella misma apariencia benigna con
peras, manzanas y granadas, y a lo lejos viñas. No había día del año que presidían luego las fiestas humildes de la hacienda de la Señora
en que desdeel colgadizo de la Señora no se viera el campo verde, o con Moreno. El que tuviese una un ojo de menos, y otra un brazo, y el que
flores y frutos. los colore6 antes resplandecientesde laa túnicas estuvieran descascarados
Una espalera casi oculta por los frondosos pámpanos sombreaba la y marchitos, encendía, en vez de atenuar, el fervor con que se postraba
senda amplia y derecha que iba desde la entiada del colgadizo por en ante ellas la Señora, a cuyos ojos saltaban lágrima6 de ira al recordar
medio del jardín, hasta un arroyo que corría al pie de él. Allí, a la sombra a los herejes que habían cometido tal pecado. Hasta las apolillada6 coro-
de doce sauce; viejos, estaban tendidas de una margen a otra las lajas nas que los santos lucieron en la última fiesta de la Misión sacó del
donde sehacía el lavado de la casa. No había, pues, esperanzade jolgorio templo el sacristán; y la Señora volvió a ponerlas sobre las veneradas
o pereceopara las lavanderas, como que del otro extremo del jardín tenía esculturas, con tanto respeto como si fueran parte viva dp las imágenes.
siempre sobre ellas los ojos la Señora: aunque’ si hubieran sabido cuán La Señora tenia más apego a la capilla que a, su propia casa. El
bien parecían de rodillas sobre la yerba, ya sacando del agua el lienzo General la había edificado en el segundo año de su matrimonio: en ella
goteante, ya estregándolo sobre las lajas, ya chapuzándolo, exprimiéndolo, se bautizaron suscuatro hijos: de ella habían salido todos, menosFelipe,
haciCndosesaltar cl agua clara sobre los rostros unas a otras, se habrían para la sepultura, muertos casi al abrir los ojos a la luz. En vida del
estado gustosamentedía sobre día en los lavaderos, porque nunca faltaba General, cuando la próspera hacienda daba casa a centenares de indios,
quien mirase. se asemejabala escenade algunos domingos a las de lea Misiones: --Ia
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capilla llena de hombrea y mujeres arrodillados; loa que no habían logrado iglesia de Santa Bárbara, y se convino en celebrar a un tiempo la
entrar, de rodillas también, en loa senderos del jardín: el Padre Salva- consagración de la torre y las bodas, y en tender la: mesas para el
tierra, en su mejor casulla, andando entre hileras de fieles que le abrían ie-tín a todo lo largo del corredor de la Misión. Se hizo venir a toda
paso con respeto, unoa pidiéndole la bendición, otros ofreciéndole frutas la comarca: tres días duró la fiesta, sin que se levantaran los manteles,
o flores, las mujeres levantando en brazos a sus hijos para que el anciano ni cesaran el baile, el canto y el regocijo. Tenían entonces los indios
lea pusiera las manos sobre la cabeza. Nadie más que el Padre Salva. largas calles de casas al Este de la Misión, y al frente de cada una
tierra había oficiado en la capilla, ni oído en confesión a ningún Moreno. levantaron su alegre enramada. Loa indios de los alrededores, pol
Era el Padre uno de loa franciscanos que quedaban aún en el país, y tan supuesto, habían sido también invitados a las fiestas, y era de verlos
amado y venerado en todo él, que prefería aquella gente leal estarse venir, en pintorescos grupos, entonando sus cantos, y con las manos
meses enteros sin loa sacramentos, a tener que confesar Sus culpas a llenas de presentes. No bien aparecían iban 105 de Santa Bárbara a su
otro sacerdote. Este afecto profundo de loa indios y las antiguas familias encuentro, como ellos cantando y con regalos, y esparciendo semillas
mexicanas a los franciscanos, había movido naturalmente a celos a loa por todo el camino, en señal de bienvenida. Dondequiera que se pre-
sacerdotes seculares recién venidos, por lo que no era todo rosas la situa- sentaban los novios, ricamente vestidos, loa saludaba la multitud crro-
ción de aquellos buenos frailea, como que ya se decía que lea iban a jándoles lluvias de flores, semillas y granos. Ya a! tercer día, aúr en
prohibir que fuesen de rancho en pueblo, según tenían por costumbre, traje de bodas, dieron vuelta tres veces a la torre, cirio en mano, prece-
oficiando de párrocos, cosa que sólo se les permitiría hacer en sus propios didpa de los frailea, que iban cantando y rociando dc incienso y agua
colegios de Santa Inés y Santa Bárbara. Cuando se habló de esto un bendita las paredes; de modo que parecía la ceremonia consagrar la boda
día en presencia de la Señora, se le encendió súbitamente el rostro, y sin de Moreno, lo mismo que la torre nueva: de allí siguieron viaje con toda
poder contenerse: -“i Ese día, dijo, quemo mi capilla!” pompa loa esposos, acompañados por algunos de loa ayudantes del Ge-
Felizmente, sólo oyó esta amenaza Felipe, cuyo asombro trajo a la neral y dos padres franciscanos, siendo en todos loa pueblos de la Misión
madre a sus sentidos: objeto de afectuosos agasajos.
-Dije mal, hijo. A la Iglesia ha de obedecerse siempre; pero los Moreno era tan querido en el ejército como en la Iglesia, y a ambos
franciscanos sólo deben cuenta al Superior de su Orden, y no hay aquí había servido eficazmente, sin disimulos ni traiciones, en loa conflictos
quien pueda prohibirles que viajen y den loa sacramentos a loa que lo en que loa dos poderes andaban casi siempre empeñados. También los
deseen. Te digo que no puedo sufrir a esos curas catalanes que están indios conocían su nombre, por haberlo oído alabar en loa templos de
viniendo ahora. Loa catalanes tienen mala sangre. loa Misioneros, cada vez que el General sacaba a loa padrea de algún
Razón había para que la Señora quisiese así a loa,franciscanos, pórque apuro, en Monterrey o en México. Su casamiento con la hija de un bravo
desde que le lució el juicio tuvo delante sus sayales oscuros, que le militar, que era a la vez sobrina del Prior de Santa Bárbara, apretó los
enseñaron a mirar como el ropaje único de la virtud. El buen Salva- lazos que ya le unían a loa dos poderes dominantes en au patria entonces.
tierra viajó de México a Monterrey en el mismo buque que traía al padre Cuando llegaron a San Luis Obispo, loa indios todos del poblado
de la Señora, cuando le nombraron comandante del presidio de Santa salieron a recibirlos con el Padre a la cabeza, y al tocar la comitiva loa
Bárbara; y el tío que más la mimaba era entonces el Superior de la portales de la Misión, la rodearon como un muro humano, sacaron de
Misión. Floreció su juventud entre las fiestas del Presidio y las ocupa- su montura al General y haciendo de una fraza da pavés, lo alzaron en
ciones y ceremonias de la Iglesia: tenía fama de ser la más hermosa de hombros veinte mozos robustos, de cuya manera entró en la santa casa,
toda la comarca, y se miraban en ella por igual loa militares, loa marinos riendo llanamente de su infeliz postura, hasta que 10s buenos indios 10
y los sacerdotes: se brindaba por ella desde Monterrey hasta San Diego. dejaron en loa umbrales del cuarto del Padre.
Cuando premió al fin el amor de Felipe Moreno, que era ya general -Déjelos, Padre, déjelos, iba diciendo el General al Padre Martínez,
mexicano de mucha distinción, las bodas fueron lo más rico que se había que se afanaba por contener el entusiasmo de SUS revueltas ovejas. 2%
visto nunca en el país. Acababan de rematar una de las torrea de la ve que a los pobres lea guata?
224 MARTi / TRADU’XIONES RAMONA 225
Lo curioso fue en la mañana que salieron de San Luis, cuando, nc Mordiendo la humillación, curó la Señora a 9u adorado herido, deter-
sabiendo ya el Padre cómo entretener n sus huéspedes, le ocurrió hacer minada a no intervenir más en los asuntos del país, y en 10s muy des&.
desfilar ante los corredores toda la volatería Una hora duró la procesión. chados del culto. Y cuando vio añc sobre año irse desmoronando sus
iY no quedó por miisica! i Qué cacareos y graznidos! iqué carreras, caras Misiones, desaparecer como el rocío al sol las riquezas del templo
qué gritos, qué chasquear el látigo los indios que hacían de mayorales! en manos de administradores concupiscentes, y expulsar 0 reducir a la mi.
Primero iban los pavos, luego los gallos, luego las gallinas blancas, seria a sus padres franciscanos, acató aquellos infortunios, que Ie parecían
después las negras y las amarillas, los patos detrás de ellas, y a la cola mandados por Dios para purificar su doctrina, y aguardó, con resignación
los gansos en descompuesta hilera, unos cojeando, otros aleteando, otro9 que tenía algo de espanto, las nuevas ira9 con que el Señor quisiera visitar
como queriendo huir de aquella inusitnda persecución y fatiga. Toda las cabezas de BUS fieles. Pero cuando los que hablan inglés pusieron el
la noche se habían estado los indios recogiéndolos, agrupándolos por pie en su tierra, cuando vio a su país vencido en una y otra batalla, estalló
colores, cuidando de que no se salieran de sus puestos aquellos novísimo9 con esplendor de incendio la pasión sofocada en aquella enérgica natu-
procesionarios. Séquito más cómico no se vio jamás. Los novio9 90 raleza. Sin que le temblaran las manos ajustó la espada al cinto de su
quedaron al morir de tanta risa, y jamás pudo recordarlo el General sin marido: sin que se le empañasen los ojos lo vio salir a la guerra: isólo
que le retozasen las carcajadas. sentía no tener hijos a quienes enviar también a combatir!
Monterrey recibió a los recién casados con magnificencia: todo se -iOjalá fueras ya hombre, Felipe! dijo una y otra vez con un tono
engalanó para festejarlos. El Presidio, la Misión, los buques mexicanos, que el niño no olvidó jamás: iojalá fueras hombre, para que tú también
españoles y rusos surtos en el puerto. Hubo bailes del señorío y de la hubieras ido a pelear contra los extranjeros!
llaneza, y toros, y banquetes, y cuanto la ciudad pudo poner R 109 pies Cualquier raza hubiera sido meno9 odiosa a la Señora que los ame.
de la novia: icuál, de cuantas vinieron de la costa a las festividades, ricanos. Los había despreciado desde que era niña, cuando iban buho-
neando de caserío en caserío. Los despreciaba todavía. iGuerra con
podía comparársele en gracia y hermosura? Así, a los veinte años, entró
aquellos mercachifles? iPor supuesto que 109 mexicano9 vencerían!
en el matrimonio la Señora, jovial y risueña, pero ya con aquella mirada
Cuando trajeron muerto a su marido, que cayó como bueno en el
tierna y ardiente que a veces ce encendía hasta el entusiasmo, y por br
último combate que allí pudieron librar los mexicanos, dijo fríamente:
cual se anunciaron desde la juventud, aunque adormecidas y al nacer, “iE hubiera preferido morir a ver su tierra en manos de enemigos!”
las cualidades que fueron desenvolviendo la edad y la desdicha,-+u Casi espantada de sus propios pensamientos, sepultó en el corazón SU
iuquehrantable amor al héroe muerto, y su devoción apasionada. Gue- pena. Ella había creído que no podría vivir apartada de su esposo: pero
rras, revoluciones y derrotas dejáronla impasible. Cada vez era más se alegraba de que hubiera muerto, de que no viera y supiese lo que ella
mexicana y más Moreno: cada vez más leal a la Iglesia, y a 109 padres veía y sabía: hasta llegó a asombrarse de que allá entre 109 santos, donde
franciscanos. sin duda reposaba, no se indignara como ella, al contemplar las desven-
Cuando fueron devuelta9 al siglo las propiedades del templo, tardó turas de su pueblo.
años en aplacarse su cólera. Más de una vez fue sola a Monterrey, en Así vino a ser la Señora Moreno a los sesenta años aquella mujer
tiempo en que el viaje era temido y peligroso, para incitar al Prefecto de dura, reservada e impasible, en quien apena9 se hubiese reconocido la
las Misiones a que se defendiera con más energía, o para suplicar a la9 alegre y romántica niña que, cuarenta años antes, bailaba y reía con
autoridades del lugar que amparasen la hacienda católica. Por ella, que los oficiales de la guarnición, y oraba y se confesaba con los padres; y
lo decidió con su elocuencia, mandó el Gobernador que se devolviesen hoy, ya blanco el cabello, apagada la voz, apretados los labios, intrigaba
a la Iglesia las Misiones que quedaban al Sur de San Luis Obispo. Por con su hijo y el capataz para lograr que un puñado de indios confesara
ella cayó herido de gravedad el mismo General Moreno, al pretender en una vea más sus culpas a un fraile franciscano en la capilla de Moreno.
vano reprimir la rebelión que, a costa de su puesto, provocó el Gober.
nndor Micheltorena.
RAMONA
No eran sólo Juan Canito y Felipe ios que esperaban la esquila con
impaciencia: con ansia no menor la deseaba Ramona. Ramona era una
gloria: por cada mirada que atrajese la grave y a veces pálida y nublada
belleza de la Señora Moreno, atraía cien ávidos ojos el rostro amable
de Ramona. Los pastores, los peones, las criadas, los chiquitines, las
gallinas, ios perros, todos estaban enamorados de Ramona: todos, menos
la Señora. Jamás la amó: jamás pudo amarla, aunque le había servido
de madre desde niña, y nunca, en los dieciséis añorr que la tuvo al
lado, la trató con dureza. Madre había prometido ser para ella, y con
toda la austeridad de aquel carácter suyo, madre habia sido. Pero no
estaba en la Señora el vencerse hasta serlo de veras.
Jamás contaba la historia de Ramona. Para casi todos los conocidos
de la casa, la niña era un misterio. Nadie osó preguntar nunca a la
Señora Moreno quiénes eran los padres de la niña, ni si estaban vivos,
ni por qué, no llevando Ramona el nombre de la familia, vivía en ella
como hija, tan atendida y respetada como el mismo Felipe. Algo sabía
del triste cuento este o aquel anciano de los alrededores; pero la historia
venía de medio siglo atrás: y ia qué recordar penas, cuando se tenían
encima tantas propias? Una u otra vez salía a relucir la no olvidada
desventura en la conversación de algún vecino viejo, que animaba lo
oscuro de la tarde con crónicas antiguas, o entretenía con románticas
leyendas la siesta ardorosa, cercado de un auditorio conmovido, a cuyas
cabezas jóvenes daban clemente sombra las enredaderas.
Cuando la Señora estaba aún de muñecas, se enamoró tan vivamente
de una hermana mayor de ella un joven escocés, Angus Phail, que pa
recía el mozo fuera de sentido ; sólo esto pudiera explicar lo que hizo
luego Ramona Gonzaga. Es verdad que al principio se negó, mea tras
mes, a aceptar la corte de Angus; pero tan arrebatada y tercamente le
228 kf-kd / ‘IIUDUCCIONES
RAMONA 229
declaraba él IU amor, que al fin le empeñó palabra de matrimonio antes paso, salvó el umbral y echó a correr con la cabeza descubierta hacia el
de partir a Monterrey, a tiempo que Angus salía para San Blas en Presidio. El centinela, que lo conocía, le detuvo:
atenciones de su8 buques, que eran los mejore8 y más productivos de
-G *Es verdad?, preguntó Angus con angustia.
la costa, y la tenían surtida de telas ricas, perlas, joyas y molduras. La -Es verdad, replicó el centinela, a quien luego se oyó contar que le
llegada de un buque de Angus era por toda aquella costa una ocasión temblaban las rodillas cuando dio al escocésenfurecido la respuesta:
de feria, y Angus mismo, nacido de buen linaje en su país y de mucha temió que de un golpe lo dejara muerto. Pero Angus se echó a reír, a
finura para hombre de mar, hallaba cariñosísima acogida en la8 casas reír con una risa estúpida, y volviendo los talop-s se fue dando traspiés
mejores, dondequiera que anclasen sus nnves, desde Monterrey hasta calle arriba, cantando y riendo.
San Diego.
Poco despuéslo recogían del suelo en una taberna miserable, ebrio
Amante y amada salieron a la vez del Presidio para sus viajes dis- de muerte; y se hundió de tal modo en el vicio, que ya no era posible
tintos, y se saludaban de una cubierta a la otra ondeando sus pañuelos, salir a la calle en Santa Bárbara sin tropezar con Angus Phail, cayendo
uno con rumbo al Norte y otro al Sur. Los que iban con Ramona dicen y levantándose, provdcando a la gente, echando el vino por los ojos, dca-
que su pafíuelo dejó de saludar y sus ojos de mirar, mucho antes de que lenguado y temible.
desapareciese a la distancia el pañuelo fiel de Angus. Pero los del “San -Vean de lo que 8e libró la Señorita, solían decir los de poco
José” contaron eíempre que Angus se estuvo allí, firme eobre la cubierta, pensamiento.
viendo el rumbo por donde iba Ramona Gonzaga, hasta mucho después En su8 raros intervalos de parcial lucidez, vendió cuanto tenía, buque
de que la noche le robase la vista del buque. tras buque, poco más que por una copa de aguardiente. A la taberna
Aquél había de ser su último viaje. Lo hacia porque le tenían tomada iba todo. Jamásvio a Ramona, ni procuró verla; ella, espantada,volvió
la promesa: ipero ya 8e vengaría de la forzosa separación, volviendo con pronto con su marido a Monterrey.
el barco cargado de presentea para su Ramona, que nadie sabría escoger Por fin desapareció Angus, y se supo luego, por noticias de Los
mejor que él1 Se pasaba 108 días sentado sobre cubierta, mirando al mar Angeles, que de allí había salido a vivir con los indios en la Misión de
con ojos eztraviados, mientras vagaba BU imaginación por un mundo de San Gabriel. La sorpresamayor fue después,cuando corrió cl rumor de
joyas, encajen, terciopeloe, sedas, todo el tesoro que iría tan bien a EU su matrimonio con una india que tenía ya varios hijos. Eso fue lo
bellísima Ramona, Cuando las imágenes eran ya muy vivas, aliviaba el último que lo infiel Ramona Gonzaga oyó de su amante, hasta que un
ardor del pensamiento midiendo, a paso cada vez más rápido, la cubierta día se apareció de súbito Angus Phail en su presencia. Nunca se supo
del “San José”, hasta que al fin no parecía que andaba, sino que huía cómo entró en la casa; pero allí estaba, con una niña dormida en los
espantado: au8 marineros le oían entonces decir en voz baja: “;Ramona! brazos. De lo alto de toda su estatura, y clavando en ella 108ojos azules,
i Ramona!” Loco de amor estaba Angus Phail, tanto que muchos creían le dijo:
que no hubiera podido soportar el gozo de ver por fin suya a la mujer -Señora Orteña, hace mucho tiempo me hiciste un gran mal. Pecaste
que amaba, sin que 8u razón cediera a la ventura, y en el arrebato del y Dios te castigó: no has tenido hijos. Yo también hice un mali
júbilo, él o ella hubiesen muerto. Pero eza hora no llegó jamás. Cuando, pequé y Dios me castigó: he tenido una hija. Todavía tengo que pedirte
ocho meses después, entró el “San Jo& de vuelta en Santa Bárbara, un favor. iCuidará y educarás a esta hija mía, como una hija tuya
y Angus saltó a la playa sin aliento, el segundo hombre con quien tropezó, o mía debe educarse?
que no le quería bien, le dijo cara R cara, con el placer de la malicia: Las mejillas de la Señora Orteña estaban llenas de lágrimas. iDios
- “Llega8 tarde ya para la boda. Tu novia, Ramona Gonzaga, 8e ca86 la había C38tigadO más de lo que Angus creía! Lo de no tener hijos
ayer con un oficial del Presidio de Monterrey.” Augus tambaleó, dio al había 8íaO lo menos. Sin fuerza para hablar, se levantó de su asiento.
hombre un tremendo puñetazo en la cara, y cayó en tierra, echando ea* y tendió los brazos para recibir a la niña. Angus la puso en ellos. Ln
puma por la boca. Lo llevaron a una casa vecina, donde recobró pronto niña dormía.
el sentido, y apartando con fuerza de gigante a 108 que le cerraban el --iY sí mi marido no quiere? dijo, casi desmayada.
RAMONA
MiRTÍ / TRADUCCIOSES 231
230
-El único nombre de mujer que mis labios han pronunciado con
-Querrá. El Padre Salvatierra se lo mandará. Yo he visto al Padre. amor, es el único que mi hija debía llevar.
Se iluminó el rostro de Ramona Gonzaga.
Siguió un largo silencio. Mirábanse con fijeza, entre enamorados y
-Podrá ser entonces como tú deseas. o; pero i y la madre de la
espantados. Sin saber cómo, se acercaron uno a otro. Angus abrió 105
niña? añadió, como asaltada por extraño embarazo.
brazos con un ademán de amor infinito y desesperación, inc!inó su alto
Saltó la sangre a la cabeza de Angus. Acaso, al ver frente a si a
cuerpo, y besó las manos que ceñían el de pu hija.
aquella amable y aún bella mujer a quien quiso un dia tanto, comprendió
-iDios te bendiga, Ramona! Ya no me verás más: dijó llorando.
por primera vez cómo habia malgastado su existencia.
Y salió rápidamente.
-No hay que pensar en eso, contestó, como alejando ásperos re-
cuerdos con’un vivo movimiento de la mano. La madre tiene otros hijos Reapareció un momento después en el umbral: -“Para decirte que
de su sangre. Esta es mía, mi hija, mi única hija. Cuidamela, o tendré no te asustes si la niña tarda en despertar: le he dado un narcótico que
que dársela a la Iglesia. no le hará daño”.
Ya el calor suave de la niña se había entrado, como una dulce Una mirada más honda, y de entraña a entraña, y aquellos dos aman-
súplica, por el alma de Ramona. tes, de tan rara manera alejados y reunidos, se separaron para siempre.
-1Oh no! dijo cubriéndola de besos: a la Iglesia no: yo la querrc Un instante había bastado para salvar aquellos veinticinco años en que
como si fuera mia. estuvieron al parecer apartados sus corazones. En Angus, fue el amor
Se demudó el rostro de Angus. Los sentimientos, mal sepultos, aban- antiguo, que renacía de su caliente tumba. En Ramona, no pudo ser el
donaban en tropel sus tumbas. Tenis fijos los ojos en aquel rostro ya renacimiento del amor, porque no había querido a Angus, sino que, des-
cambiado J triste, en otro tiempo tan amado y hermoso. amada y mal vista por aquel a quien escogió por compañero, comprendió
-Apenas te hubiera conocido, Ramona, exclamó al fin, sin darse en un instante la hermosura del cariño que desdeñó en su juventud, y
cuenta de lo que decía. se le fue tras él el alma. Angus estaba vengado.
Sonrió ella de pena, pero sin rencor. Cuando Francisco Orteña entró aquella noche, medio ebrio e inseguro,
-No es extraño, porque apenas me conozco a mi misma. La vida no en el cuarto de cu mujer, volvi5 al sentido por lo que tenía delante:
me ha tratado bien. Tampoco yo te hubiera conocido, Angus. Ramona arrodillada al lado de una cuna, donde dormía una niña son-
Dijo “Angua” casi con ruego. Al oir su nombre, como lo oyó en riendo.
días más felices, de aquellos labios, el infeliz se echó a llorar, con el --iQué diablos. . . ? empezó a decir: mas, recordando de pronto,
rostro escondido entre las manos. murmuró: lah! iel indiecíto! i bien venido sea, Señora Orteña, tu primer
-iOh! iRamona, perdóname! : no te traía a mi hija sólo por amor, hijo!-Y con un cruel saludo de burla siguió andando, no sin dar
sino por venganza: pero estoy vencido: ide veras la quieres? 1yo me antes un puntapié colérico a la cuna.
la llevaré si no la quieres! Tiempo hacfa que no eran novedades para Ramona Gonzaga las de-
-iNunca, Angus, nunca: si ya me parece que es una merced del masías de su brutal marido; pero el instinto de madre, acabado en ella
Señor! Si mi marido no se ofende, ella será la alegria de mi vida. de nacer, le reveló que debía tener siempre a la niña donde Francisco
iEstá bautizada? Orteña no prorrumpiese, sólo con verla, en iras y malas palabras.
Angus bajó los ojos, como acometido de súbito temor. Ramona Gonzaga había callado a su familia, en cuanto era posible,
laa tristezas de su unión desventurada. Todos sabían quién era Orteña,
-La bauticé, cuando todavía no pensaba en traértela: le puse el
y sus vicios, y el abandono en que tenía a su mujer; mas por ella no
nombre de . ..-las palabras se negaban a salir de sus labios-...el nombre
de... ¿no adivinas qué nombre le puse? lo supo nadie: ella era Gonzaga, y sabía padecer en silencio. Pero la
niña le hizo pensar en contarlo todo a su hermana. Sentía que no le
Ramona adivinaba.
quedaba ya mucho de vida: ¿qué sería de la niña, después que ella
-iEl mío?
RAMONA
233
232 MARTÍ / TRADUCCIOKES
Cuando descubrió Orteña el guardarropas vacío, rompió en furia y
murieze, en manos de Orteña? Largas y tristes pasaban su3 horas. envió a un propio, a prisa de correo, con una insultante carta a la Señora,
preguntándose adónde iría a parar la tierna criatura. en la que le exigía la devolución de lo que se llevaba. Recibió por
No tenía la niña un año cuando un indio de San Gabriel trajo la respuesta una copia de la disposición que Ramona Gonzaga había hecho
noticia de la muerte de Angus, con una caja y una carta que éste le de aquella propiedad en favor de la niña, y una carta tal del Padre Salva-
dio para la Señora Orteña un día antes de morir. La caja estaba llena tierra, que por uno o dos díaa tuvo al desalmado entre la vida y la
de prendas de valor, llas mismas prendas que Angus había comprado muerte. Pero se reanimó pronto, y siguió a paso franco en sus infamias.
en el viaje del “San José” como regalo de boda a su Ramona! Eso El Padre podía asustarlo: no salvarlo.
era cuanto le quedaba de su fortuna: aun en sus horas de mayor envile- No en balde ocultaba la Señora la historia de Ramona; no en balde
cimiento, había desechado, por invencible pudor, la idea de venderlas. la miraba sin amor, como que era para ella recuerdo vivo de vergüenzas,
La carta decía así: contrariedades y pesares. Sólo Ramona hubiera podido decir lo que
sabía de su pasado. Su sangre india era tan reservada y orgullosa como
“Te mando todo lo que tengo para mi pobre hija. Pensi en llevár-
la de Gonzaga. Una vez siendo muy niña, preguntó a la Señora:
telaa yo mismo este año. Quería besar tus manos y las suyas. Pero me
-6 -Por qué me dio mi madre a la Señora Orteña?
estoy muriendo. 1Adiós!”
La Señora, sorprendida, respondió ligeramente:
Ramona Gonzaga no tuvo reposo hasta que persuadió a la Señora -No fue tu madre, sino tu padre.
Moreno a que viniese a Monterrey, y le entregó las prendas como -lAh! imi madre había muerto?
depósito sagrado. Trabajo le costó; pero la Señora al fin le empeñó -No sé, dijo la Señora contrariada: y decía la verdad, aunque se
su promesa de criar como hija suya a la niña si su hermana moría. le veía el deseo de evadirla: no conocí a tu madre.
Sin el influjo del Padre, la Señora Moreno nunca lo hubiera prometido, -iY la Señora Orteña la conoció?
porque no quería tratos con sangre mestiza. “Si fuera india pura me -No, nunca: dijo fríamente la Señora Moreno, herida en sus re-
gustaría más; tengo miedo a estas mezclas, porque de cada casta ler cuerdos por la inocente mano.
queda lo peor.” Sintió Ramona el frío, y quedó callada, con la pena en el rostro
Lograda la promesa, descansó Ramona Gonzaga: bien sabía ella que y los ojos llorosos, hasta que dijo al fin:
la Sefiora jamás prometía en vano. Ya estaba segura la niña, que fue -Yo querría saber si mi madre está muerta.
el consuelo único de los últimos y amargos años de la desdichada mujer --iPor qué?
de Ortefia. Para aquel hombre ya no había respetos: paseaba sus des- -Porque si no está muerta le preguntaría por qué no quiere tenerme
vergüenzas ante los ojos mismos de su pobre mujer: parecía complacerse a su lado.
en injuriarla: lmejor no salir jamás de la habitación, que asistir en la Vencida por aquella ternura, la Señora atrajo la niña a sus brazos.
propia casa a su ignominia! Envió a buscar a la Señora Moreno, pero --iQuién te ha hablado de esas cosas, Ramona?
esta vez a que la viese morir. Cuanto tenía, encajes, joyas, damascos,
-Me ha hablado Juan Can.
lujo de mujer, lo puso en manos de la Señora, para que no cayera en
manos de la vil criatura que ocuparía en la casa su lugar cuando estu- --iQué te dijo Juan Can ? dijo la Señora, con ojos que no hubiera
vieran aún calientes sus funerales. A hurtadillas, como quien va ro- querido ver de cerca Juan Canito.
bando, sacó la Señora una por una todas las riquezas del guardarropas -A mí nada, fue a Pedro; pero yo lo oí. Lo oí dos veces. Dijo
de su hermana, un guardarropas de princesa, porque los Orteña tenían que mi madre no era buena y que mi padre era malo también. -Y las
orgullo en vestir suntuosamente a las mujeres cuyo corazón despedazaban. lágrimas rodaban por las mejillas de Ramona.
Y una hora después del entierro, despidiéndose de su cuñado con fría Acariciando a la huerfanita como no lo había hecho jamás, dijo la
ceremonia, salió de la casa, la Señora Moreno, con la linda Ramona de Señora con una viveza que no olvidó la niña nunca:
la mano. Un día después, ya estaba en el mar.
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234 MARTí / TRADUCCIONES
alto o bajo, sin una palabra de cariño. Era, ademáshacendosísima. Dos
-No creas eso, Ramona. Juan Can no sabe lo que dice. El no años la tuvo a colegio la Señora, en el convento del Sagrado Corazón
conoció a tu padre ni a tu madre. Yo conoci a tu padre bien, y no de los Angeles, cuando más apurado andaba el tesoro de la casa de
era malo: era amigo mío y de la Señora Orteña, y por eso te dio a la Moreno, y allí se supo ganar todas las voluntades, como que la llamaban
Señora, porque ella no tenía hijos, y tu madre tenía muchos. “la niña bendita”. Le habían enseñadomilagros en tapicería y encajes,
-iOh! dijo Ramona, complacida de que la limosna hubiese sido y todo lo que las monjas sabían, que no era mucho, de dibujo y pintura.
hecha a la Señora 0.rteiía, y no a ella: ¿la Señora quería tener una niña? De libros, aprendió menos, pero bastante para hacerla ferviente admira-
-Mucho lo quería. Se p asaba los años penando por no tenerla. dora de las novelas y los versos. No se le veía vocación para estudios
Hubo una pausa breve, durante la cual aquella almita solitaria lu- muy hondos, o materias de gran pensamiento. Era un carscter fiel, go-
chaba por adivinar lo que sentía extraño y confuso, hasta que dio con zoso, apegado y sencillo, como un arroyo claro que barbulla al Sol,
esta pregunta, que casi dijo en un suspiro: diverso en todo del carácter de la Señora, con su extraña profundidad
--iY por qué mi padre no me trajo primero con Vd.? iSabía 61 y sus corrientes revueltas y ocultas.
que Vd. no quería ninguna niña?
De estas sombrasse daba Ramona vaga cuenta, y a veces sentía una
Pasmadala Señora, pudo replicar al fin:
tierna y apenadapiedad por la anciana, aunque sin atreverse a mostrarlo
-Tu padre era más amigo de la Señora Orteña que mío. más que redoblando su celo doméstico, y trayendo sobre sí la mayor
-Por supuesto, Vd. no quería ninguna niiia, porque tenía a Felipe. parte de la fatiga de la casa. No dejaba la Señora de notar aquella leal
Un hijo ea más que una hija; pero mucha gente tiene los dos, añadió solicitud, pero ni sospechósu causa, ni abrió por esoen su corazón mayor
Ramona, mirando a la Señora fijamente, como si aguardara su respuesta. puesto a la huérfana.
Mas la conversación tenía mortificada a la Señora. Le bastó oír nom-
Uno había, en cambio, para quien nada que Ramona hiriese, ni una
brar a Felipe, para decirse de nuevo que no quería a la niña:
mirada, ni una sonrisa, pasaba en vano: era Fe!ipe. Cada día se asom-
-Ramona, hasta que no seas mayor, no puedes entender estas cosas.
braba más del desafecto de su madre hacia Ramona. Nadie conocía tan
Yo te diré lo que sé cuando tengas más edad. Tu padre murió cuando
bien como él cuán poco la amaba: ibien sabía Felipe lo que era ser
tenías dos años. Lo que has de hacer es ser buena, y rezar mucho, para amado por su madre! Pero desde ni% comprendió que el mejtrr modo
que el Padre Salvatierra esté contento de ti. Si sigues preguntando esas
de desagradarla era darle a entender que SCnutah alguna diferencia en
cosas,no va a estar contento. No me vuelvas a hablar de eso. su modo de tratar a Ramona y Felipe: desdeniño guardó para sí cuanto
Esto pasó cuando Ramona estaba en sus diez años: diecinueve sentía y pensaba sobre la compañera de sus juegos, costumbre peligrosa,
tenía ya, y nunca había hecho otra pregunta sobre sus padres a la que había de dar a la Señora amargos frutos.
Señora. Había sido buena, y rezado mucho, y contentado tanto al Padre
Salvatierra, que el buen anciano tenía por ella un cariño profundo. Pero
jamás amanecín sin que Ramona se dijera: “Tal vez hoy la Señora me
diga algo más de mi padre y mi madre.” i Preguntarle, no ! Recordaba
como si acabara de oírlas cada palabra de aquella convwsación, y ni un
instante acasohabía pasado sin que ahondaseen ella aquel conocimiento
de su soledad que le hizo entonces preguntar a la Señora: “iSabía él
que Vd. no quería ninguna niña?” Esa pena hubiera agriado un carácter
menos bello; pero Ramona, que ni a sí misma hablaba de esto, la sopor-
taba con aquel callado acatamiento con que llevan su dolor y abandono
los que nacen con una deformidad irremediable.
No se hubiera podido adivinar que ya sabía de angustias aquella
criatura de rostro luminoso y voz alegre, que nadie veía pasar, fuera
EL PADRE SALVATIERRA
“;Yo te alaboi ioh Dios! por la hermosura -Buena, dijo Ramona dulcemente, aunque con aquel cambio de
Del mundo eterno, y por el Sol mi hermano tono casi imperceptible con que hablaba ella siempre de la Señora Mo-
Que enciende el mundo, y lleva al alma pura reno.- ¿Y Vd., Padre, está bueno?, añadió con halago, notando pronto,
Tu esplendor y tu fuego soberano!” con la viveza del cariño, que el paso del anciano era inseguro, y que,
-iRamona!, exclamó el Padre, encendiéndosele de gozo 103 flacas contra su costumbre, traía un recio báculo.- Debe venir muy cansado
mejillas: ila niña bendita! con todo ese viaje.
Y al decir esto el rostro de Ramona apareció a sus ojos ceñido de -Sí, hija mía, vengo. Ya la vejez me vence. iNo volveré a ver
aquel marco ondeante de flores por el que venía abriéndose camino, ya con muchas veces la hacienda!
las manos, ya a saltos alegrea. Ochenta años cumplidos tenía el Padre, -iNo diga eso, Padre ! Usted puede montar, cuando se canse de ir
pero la sangre aceleró el curso en sus venas ante aquel espectáculo. Los a pie. Ayer mismo decía la Señora que Vd. debía permitirle que le
muertos sólo no la hubieran admirado. A la belleza de Ramona sentaba diese un caballo, porque no es justo que haga a pie esas jornadas tan
especialmente aquel cuadro de flores. Su trigueño era de aquel blando largas. iSi acá tenemos cientos de caballos! iNo es nada un caballo!,
matiz que enriquece la piel sin deslucirla por oLIcuro. Su pelo era, como añadía Ramona, viendo que el Padre sacudía la cabeza.
el de 8u madre india, negro y copioso; pero sus ojos, como los de 8~ -No, no es eso. A la Señora no puedo yo negarle nada. Pero es la
padre, de un azul de acero, aunque cobijados por cejas tan negras, y regla de nuestra Orden viajar a pie. Debemos desafiar la carne. El
pestañas tan negras y largas, que era preciso estar muy cerca de ella Padre Junípero, que trajo acá la Orden, andaba a los ochenta años
para conocerle8 lo azul. desde San Diego a Monterrey, con una llaga en una pi$rna. Esto3
A un tiempo se vieron Ramona y el Padre: Padres de ahora están pecando, con su ir y venir cómodamente en las
-i Ah Padre! ya 3abía yo que Vd. venía por este paso, y me dio el obras de Dios. Por lo mismo que ya no puedo andar de prisa, debo
corazón que andaba cerca.- Y desembarazándose de la3 últimas ramas, andar más.
cayó de rodillas, aguardando con la cabeza baja a que el Padre le diese Y hablando así, seguían camino por entre la maleza, cuyas ramas íha
su bendición. sujetando con gracia Ramona, para que no quedara cerrado el paso al
El Padre la miraba, sin encontrar palabras. Al aparecérsele de súbito Padre detrás de ella. Al fin salieron de la mostaza.
en aquella nube de flores de oro, a todo el sol denuda la cabeza, los -Allí está Felipe, dijo Ramona ríenao, allí en los sauces. Le dije
ojos brillantes, las mejillas encendidas, Ramona se le figuró al devoto que venía a encontrarlo a Vd., y se burló: ahora verá que fue verdad.
anciano, más que la ni5a viva a quien tuvo en los brazos muchas veces, Al oír Felipe voces, miró, no sin asombro, y vio a Ramona y el Padre
un ángel 0 una santa. que se le acercaban. Dejó caer el cuchillo con que había estado cortando
-Lo hemos estado esperando, esperando, tanto tiempo, dijo Ramona los sauces, fue a buen paso a su encuentro, y, como Ramona, se arrodilló
alzándose: hasta creímos que se nos habia puesto enfermo. Ya fueron ante el Padre, a que lo bendijese. Al verlo allí de rodillas, desordenado
a buscar a los esquiladores, que estarán aquí a la noche. Por eso sabía con el aire el cabello, vueltos hacia el anciano sus grandes ojos pardos,
yo que Vd. venía, porque la Virgen lo había de traer en tiempo para que y pintada en el rostro la cariñosa bienvenida, Ramona se dijo, como
dijera misa antes de empezar la esquila. desde que floreció su alma se había dicho muchas veces:
El fraile sonrió, casi con pena. -“iQué hermoso e8 Felipe! iCon razón la Señora lo quiere tanto!
-jOjalé hubiera muchos como tú, hija! iEstán todos buenos en Si yo hubiera sido así de hermosa iquién sabe si a mí también me
la casa? hubiese querido?” Nunca mujer alguna desconoció con tanto candor
-Sí, Padre, todos. Felipe tuvo fiebre, pero se levantó ya hace dos su propia belleza. Cuanto cariño 0 pasión solían expresarle 103 ojos
días, y está muy impaciente por... Porque Vd. Ilegue. “Por la esquila”, ajenos, lo atribuía ella a favor y benevolencia. Su cara, tal como de la
iba a decir Ramona. revelaba el espejo, no la tenía contenta. Sus ceja3 sombrías y espesaa
-LY la Señora? le parecían de rara fealdad, comparada3 con aquella3 de fino dibujo de
242 MARTí / TIUDt>CCIOh'ES 243
RAMONA
-Se lo diré yo misma, después de que esté compuesto. Entre cuidar a aquel enjambre de revueltos sirvientes, ayudar en la
--iAy!, dijo Margarita en tono suplicante: es que la Señorita no cocina y la mesa, y pensar en la angustia del encaje roto, estaba Mar-
sabe lo que es un enojo de la Señora. garita casi fuera de juicio, aunque no tanto que se hubiese olvidado de
-Mejor es no dar razón de enojo. encender una vela al San Francisco que tenía en su alcoba, y rezarle de
Y Ramona siguió hacia la casa a paso ligero, con el encaje escon- prisa una oración para que el encaje saliese de manos de Ramona como
dido, mientras que Margarita, sin dar con nadie, por su dicha, volvió a la nuevo. En cuanto creía estar desocupada un instante, volaba al San
cocina consolad&. Francisco, y vuelta al rezo. iOrar! iquién sabe? Pero inspira piedad
En los escaiones del colgadizo había recibido al Padre la Señora, y el que no ora: porque sin aquella idea de la vela encendida a los pies
a los pocos momentos estaba ya hablando a solas con él largamente, de su santo, mal hubiera podido la pobre criatura salir bien con SU
ilo que tenía que decirle, para que le diera su ayuda y consejo! iLo pena de tanta fatiga.
que tenía que preguntarle, de las cosas de la Iglesia y de su pobre patria! Anunciaron, por fin, la comida. Lucía en el centro de Ia mesa una
A Felipe le había faltado tiempo para ir en busca de Juan Can, a espaciosa fuente de carne estofada, con su golpe de coles: en la sopera
ver si estaba listo todo para empezar la esquila al día siguiente, en humeaba el caldo, con su chorizo y sus pimientos rojos: rebosaban, cada
cuanto llegasen los esquiladores, que a la puesta del sol debían llegar, uno en su cazuela, el arroz con cebollas y los ricos frijoles: en fuentes
de cristal hacían de postres las peras y membrillos en dulce, la jalea de
porque Felipe encontró manera de decir al propio por cuenta suya que
uva; y pastelitos azucarados; y de la tetera de plata se escapaba el fra-
avivasen el paso, que la lana ardía, y todos los esperaban ya en la
gante vapor del té famoso, que era el único vicio de la Señora.
hacienda.
-i Y Ramona?, preguntó sorprendida y descontenta, al entrar en
Mucho hizo la Señora con acceder a que saliese el propio sin tener
el comedor.- Margarita, ve a decir a la Señorita que la estamos es-
aún del Padre noticias seguras; pero ella misma empezaba ya a ver que
perando.
la esquila no podía dilatarse “hasta la eternidad”, como decía Juan
“i Mi señor San Francisco!“, se decía Margarita al ir andando hacia
Canito. Podía suceder que el Padre estuviese enfermo, y con los malos
la puerta: “isálvanos, Santo!”
caminos, tardarían entonces semanas en saber de él. Vaya, pues, el
-Espérate, dijo Felipe: no llames a la Señorita. Mi madre, Ramona
propio a Temecula a buscar a los indios, que la Señora se queda ro-
no puede venir. No está en la casa. Está en un quehacer para mañana.-
gando a Dios mañana y tarde, y en cuanto instante se ve sola con su
Y mirando a su madre como prometiéndole la explicación para después,
rosario, para que el Padre llegue antes que los esquiladores. iNo en
añadió: Comeremos sin ella.
vano le rebosaba la alegría cuando lo vio venir por el jardín, apoyado
Toda asombrada, iba sentándose la Señora en la cabecera de la mesa:
en el brazo de Felipe, como había estado pidiendo a los santos!
-“Pero. . . ” Felipe, viendo llover preguntas, les puso fin de antemano:
En la cocina era grande. el bullicio, como siempre que llegaba algún
“Acabo de verla, no puede venir.” Y entró en gran plática con el Padre
visitante, aunque fuera el buen Padre Salvatierra, quien según Marta,
Salvatierra, dejando a la Señora muy poco agradada.
nunca supo cuándo la sopa tenía o no chorizo. “iVean que no saber!
Margarita miraba a Felipe con ojos de agradecimiento, que él no
Pero, si no come, añadía Marta, mira”: y eso le volvía el gusto para
hubiera sabido entender, por no haberle aún contado Ramona los partí-
disponer en honor del Padre sus guisos vistosos. Esta col no era buena:
culares del desastre. No había h ech 0 más que llamarlo, al verle pasar
esa hoja amarilla amarga el caldo: “ya este arro;, Margarita, no sirve,
por la ventana, y decirle quedito: “Felipe, ime podría librar de bajar
porque pusiste una cebolla. Para el Padre dos siempre, que le gustan
a comer? El paño del altar está perdido, y tengo -que zurcirlo y lavarlo
mucho”.
antes que sea de noche. Haz que no me llamen, porque tengo que ir al
El comedor estaba al otro lado del patio, de modo que era un ir
arroyo, y si no me encuentran, tu madre se enoja.”
y venir incesante de los chiquitines, muy orondos con traer y llevar
El pafio estaba salvado, por supuesto: lo roto no había sido tanto
platos en toda ocasión, pero más cuando por la puerta del comedor,
habría sol hasta las últimas puntadas. Ya la luz del poniente caía como
que caía al colgadizo, podían ojear la ceremonia de una comida de visita.
246 BIARTí j TRADUCCIONES
en raudales por las ramas de los sauces del jardín, cuando Ramona:
atravesándolo de prisa, ll egó al arroyo, y arrodillándose en la yerba,
hundió con esmero el lienzo en el agua.
El coser apresuradamente y la ansiedad le tenían encendidas las
mejillas. En la carrera por el jardín se le cayó la peineta, y le inundó
el cabello las espaldas. S ó1o se detuvo a recoger la peineta, y siguió aún
más de prisa, porque los instantes le hacían falta para lavar mancha a
mancha el encaje. Suelta la cabellera, recogidas al descuido las mangas
al hombro, animado su rostro con el atareo, allí estaba, inclinada sobre
las piedras, paseando por la corriente el encaje zurcido, tendiéndolo a
iY SOY ALEJANDRO!
las últimas luces, hundiéndolo otra vez en el arroyo.
Los rayos de la puesta circundaban su cabellera como de una aureola: El cuarto reservado siempre al Padre en casa de la Señora tenía una
todo a su alrededor era luz roja: encendía su rostro soberana hermosura. ventana al Este y otra al Sur, de modo que en cuanto amanecía, ae
Oyó un ruido, y miró. Valle abajo venía destacándose sobre el horizonte iluminaba como por un hermoso incendio; mas rara vez hallaba el sol
de oro vivo un grupo de hombres de color de sombra: los esquiladores: dormido al Padre, que ya a aquellas horas solia estar aguardándole con
los indios de Temecula. Tomaron la izquierda, hacia los corrales y las rezos. No bien daba en la ventana el primer rayo, la abría de par en
casas. Pero a uno de ellos no había visto Ramona, a uno que por algunos par el Padre, se asomaba a ella con la cabeza desnuda, y entonaba aquel
minutos se estuvo oculto detrás de un gran sauce, a pocos pasos de donde canto de la mañana con que en México era costumbre saludar el día en
ella estaba de rodillas. Era Alejandro, hijo de Pablo de Asís, el capitán las haciendas de dueños devotos. Con el primer albor se levantaba el
de los esquiladores. Venía andando delante de su gente, cuando una luz de más años en la casa, y entonaba el cántico que todos conocían: cuantos
viva, como el reflejo del sol en un cristal, le dio en los ojos. Era el lo oían saltaban de la cama, o desde ella coreaban el cantnr: parecía
reflejo de la luz de puesta sobre el recodo del arroyo donde estaba como cuando al alba rompen en música los pájaros del bosque. Solían
Ramona. Vio a Ramona. ser los cantos invocaciones a la Virgen o al santo del día, siempre con
Se detuvo, cual se- detienen siempre al ruido las criaturas de loa música sentida y suave.
bosques: miró despacio : se separó sin más consejo de su gente, que Aquella mañana tenía el alba otro celoso vigilante, a más del Padre
siguió andando sin notar su falta. Se acercó con cautela algunos pasos, Salvatierra. Era Alejandro, que despertó a la media noche inquieto, y
protegido por un nudoso sauce viejo, tras del cual contemplaba sin ser acabó sus paseos sentándose bajo los sauces del jardín, allí donde había
visto la aparición hermosa. Y parecía que le iban dejando sus sentidos, visto a Ramona. Desde la otra esquila conocía él la costumbre del canto,
hasta que al fin, sin saber que hablaba, dijo en alta voz: “iJesús me y el cuarto del Padre, que alcanzaba a ver de su asiento en el arroyo:
vaina ! ” veía también el bajo horizonte del oriente, donde fogueaba un borde de
luz. El cielo era ámbar: brillaban en el cenit, ya como al ocultarse, laa
últimas estrellas: no se oía el menor ruido. iCómo hubiera podido creer
el sencillo Alejandro, al contemplar con deleite aquellas serenas J ma-
jestuosas hermosuras, que sin violencia ni fragor giraba en aquel instante
la tierra como encadenada mariposa en torno al sol que salía? Con la
ingenua grandeza de los pueblos niños, creía él ver venir a paso radiante
el sol sobre la tierra. Sus ojos iban de la línea de luz del horizonte a laa
ventanas de la casa, aún oscura y dormida. “iCuál será su ventana?
¿La abrirá cuando empiece el canto? iSerá de este lado de la eaaa?
24.8 MARTf / TRADUCCIONES
RAMONA 249
iAy!, iquién será ella? Elia no estuvo aquí el año pasado. iVieron los
santos una cosa más linda?” Así decía Alejandro. vivir a Temeculn con algunos de sus indios; y allá en su capillita siguió
Por fin inundó el valle la luz apetecida. Alejandro saltó sobre pus alabando a Dios con su violín y con sus cantos. Por allí eran famosos
pies. El Padre abrió la ventana del Sur, sacó por ella la cabeza canosa, los indios músicos de Temecula.
desamparada de la cogulla, y con voz débil, mas no ingrata, comenzó ¿Qué himno de aquéllos no sabía Alejandro, que era de los que
a cantar: nacen con la melodía? Este “iOh Santa Maria!” le pareció siempre de
“i Santa Maria, los más hermosos: así que no pudo oírlo sin unirse al coro.
Reina de los cielos !” A las primeras notas de aquella rica voz desconocida suspendió la
suya Ramona, y se asomó a la ventana buscando al cantor. Alejandro
Ya al segundo verso le acompañaban como unas seis voces: la SeBora la vio. Y cesó de cantar.
desde su cuarto al Oeste del colgadizo, cerca de sus almizcles y geranios; -iSerá que he soñado?, pensó Ramona, desapareciendo de la ven-
Felipe, del cuarto de al lado; Ramona, desde el suyo, que era el que le tana, y reanudando el canto.
seguía; y Margarita y otra de las criadas, que andaban ya por el patio Pero al otro coro las mismas nobles notas llegaron a su oído. Pare-
y la cocina. cían cerrarse sobre todas las demás y arrastrarlas, como una ola pujante
El canto despertó a los canarios y pinzones, y a los pardillos que arrastra un esquife. Nunca había oído Ramona una voz semejante. Felipe
tenian sus nidos en las cañas dcnde reposaba el tejado del colgadizo. no hacía un mal tenor, y ella gozaba en cantar con él, y en oírlo: pero
A decenas, a cientos anidaban allí los pardillos, mansos como palomas, esta -voz de ahora debía ser cosa de otro mundo. Cada nota penetraba
y su breve gorjeo era como si a un tiempo se acordaran miríadas de en su alma tan profundamente que era casi una pena. Cuando acabó
violines. el himno, todavía siguió escuchando; con la esperanza de que, según
“Cantores del aire solía, entonara el Padre otro. Pero no fue así aquella mañana: había
Que cantan el alba mucho quehacer: a todos les hervían las manos por empezar la esquila:
Venid y cantemos todo era cerrar ventanas y abrir puertas, mandar, preguntar, responder.
La alegre mañana.>’ El sol, rey ya del valle, lo llenaba de luz.
Y los pájaros. venían, con sus mil trinos. Pronto eran ya voces de Margarita corrió a abrir la capilla, cuyo altar ostentaba el paño
hombres, Juan, Pedro, una docena más, que salian a paso lento de los zurcido, como si fuera nuevo: icuántas gracias a San Francisco y a
corrales. iCuál no sabía allí el romance de memoria?: Ramona ! “i Nuevito, nuevito!”
Ya venían camino de la capilla los indios y los pastores, y los peones
“Venid, pecadores, todos de la hacienda. Con Felipe a su lado bajaba del colgadizo la
Venid y cantemos Señora, atado a la frente su mejor pañuelo de seda negra, con las puntas
Los himnos más dulces caídas a los lados, lo qne le daba aire de sacerdotisa asiria. El oadre
A nuestro consuelo.” estaba en la capilla, antes de que Ramona se dejase ver, o se moviera
Alejandro de su puesto de mira bajo los sauces viejos.
Así cerraba el coro cada estrofa. Alejandro también conocía el canto.
Apareció Ramona al fin, cargando con cuida+ una gran jarra de
Su padre, Pablo, dirigió el coro en la Misión de San Luis Rey cuando
el buen tiempo, y trajo a la casa lo mejor de la música, mucha de ella plata llena de helechos. Semanas había estado atesoiándolos. De aquéllos
escrita de su propia mano en pergamino; y no sólo cantaba, sino que había pocos, y nada más que en una cuchilla de un cañón lejano.
era maestro en el violín, tanto que no había por aquellos contornos Conforme ella venía del colgadizo, Alejandro subió por el jardín,
músicos de cuerda que sacasen ventaja a los de San Luis: el Padre Peyri, dándole el rostro. Se cruzaron SUS miradas, y sin saber por qué, pensó
apasionado de la música, gozaba en enseñarla a los que parecían venir Ramona : ‘%se debe ser el indio que canta.” Siguió por la derecha y
con ella de la naturaleza. Pablo, al extinguirse las Misiones, se fue a entró en la capilla, junto a cuya puerta se arrodilló Alejandro, para
verla de cerca a ia salida. De allí la vio cruzar la nave, poner junto al
250 ?rlARTí / TRADCCCIONES 251
RAMONA
allí quería estar arrodillado, para verla pasar. En eso habían parado sus de Temecula, y era una matazón. Las pobres criaturas iban manando
meditaciones todas: en no desear más que volver a verla. La misa iqué sangre cuando salían de las tijeras.
larga! Casi olvidó cantar; hasta que ya al concluir el himno \-olvió en Lo de ver juntos en la celebración a mexicanos e indios no dejó a
si de repente, y aquella voz clara y lujosa rompió en notas, llevándose Juan contento; pero mordiéndose la lengua, como para castigarla por
consigo las del coro, como empuja y levanta el agua de la superficie la no hallar respuesta propia, echó a andar, con otro “iHum!“, y tan de
acometida de la ola. prisa que no notó que Alejandro se quedaba sonriendo, lo que le hubiera
Desde la primera nota, ‘volvió Ramona a sentirse estremecida. Como aún más mortificado.
Alejandro, Ramona traía la música de la naturaleza; así que al levantarse, En los corrales y en el cobertizo de esquilar todo era movimiento y
dijo en voz baja a Felipe: ruido. El cobertizo, todo techo y puntales, tendría sesentapies de largo
-Felipe: pregunta cuál de los indios tiene esa voz tan hermosa. y la mitad de ancho: los pilares, de troncos delgados y sin cepillar,
Nunca he oído otra igual. sostenían el techo, que no era más que unos cuantos tablones, puestos
a la buena de Dios sobre las vigas, también rústicas. A tres de los cuatro
-iAh! ése es Alejandro, un excelente muchacho. Pero ¿no lo oíste
lados del cobertizo abrían los corrales, llenos de ovejas y corderos.
hace dos años?
Pocas varas había de allí a los barracones, techados de sauce fresco,
-Yo no estaba aquí.
donde comía y descansabala cuadrilla. Junto a ellos levantaron los indios
-Es verdad. El estuvo. Le hicieron capataz de la cuadrilla, aunque dos chozas cubiertas de ramas; pero los más dormían sin duda al libre
no tenía más que veinte años, y manejó muy bien su gente: icon decirte amor del cielo, sin más cama que la tierra, ni más abrigo que sus fra-
que se llevaron ahorrado a sus casaslo que ganaron en la esquila! E% zadas. El viento revoltoso arrollaba las alas alegres del pintado molino,
verdad que el Padre estaba también, y pudo aconsejarlos; pero yo creo por el cual venía el agua al tanque con tal fuerza, que salpicaba de veras
que fue cosa de Alejandro. iOjalá hubiera traído su violín, porque toca a los que allí andaban humedeciendo y afilando sus cuchillos, y se
muy bien! Su padre dirigía la orquesta de San Luís. empujaban riendo unos a otros, para que el agua les cayese encima.
-;Y a tu madre le gustará que toque?, dijo Ramona, anticipándose Al pie del cobertizo había unos cuatro postes,de donde colgaba sujeto
al placer. por cuerdas, uno de los grandes sacos en que se empacaba la lana; y
Con la cabeza baja dijo que sí Felipe: -“Yo le diré que vaya esta en el suelo un rimero de sacos vacíos. Juan los miraba, como quien
noche al colgadizo.” se ríe de adversarios vencidos. “Estos nos los comemos hoy, Señor
En eso ya estaba la capilla vacía, y cada cual preparándose para su Felipe.” Juan estaba en sus glorias en la esquila, que era el premio de
faena. Hasta que lo llamó Juan Can no se movió Alejandro de la puerta. su tarea monótona del año. No había para sus ojos fiesta como la de
--iQué mira, don Ajelandro ? Vamos, a mover la gente, que esto ver en hilera las pacas de lana, con la marca de Moreno, lista para la
empieza tarde, y hay que andar vivo. ¿Te trajiste a los buenos? limpia en los batanes. “iVaya, pues: lo que es lana, no falta esteaño!” Si
-Su ciento de ovejas puede esquilar cada uno de-mis hombres al la cosechaera pingüe, tenía dicha Juan para seismeses;pero cuando había
día. En todo San Diego no hay cuadrilla mejor: y esquilamossin sacar escaseadoel rendimiento, callaba, hablaba a solas con los santos, a
sangre, y sin un arañazo. quienes.pedía suerte mejor, y no salía aquel año de entre las ovejas,
-iHum! ivaliente esquilador el que saca sangre!, repuso Juan Can. como si con el deseo les alargase los vellones.
Miles he esquilado yo, y ni una gota en las tijeras. iPero los mexicanos Por los medios escalonesclavados a uno de los puntales del cobertizo
tenemos fama de buenos esquiladores! subió Felipe al techo, ligero como un acróbata, para ir recibiendo y
Bien notó Alejandro con qué empacho dijo Juan Can lo de “mexi- apretando en el saco el vellón que de abajo le echaban. Pedro, con un
cano”. zurrón de cuero al cuello, cargado de monedas de a medio real, tomó
-Y los indios también, respondió sin asomosde rencor: ipero esos puesto en el centro del cobertizo. Cada uno de los treinta esquiladores
americanos! El otro día vi esquilar a uno, a eseLómax, que vive cerca entraba en los corrales, sacaba su oveja, la sujetaba entre sus rodillas,
MARTí / TRADUCCIONES RAMONA 255
.___“._Y v.Y&vil, y ya no se oía más que el golpe rápido de las tijeras. la mitad a la cintura, echó los dos cabos a SUS hombres, diciéndoles
Una vez empezad- 1, BOL,& había descanso, fuera de la hora del en su lengua que los tuvieran bien sujetos.
mediodía, hasta que no quedaban libres de su carga las ocho mil ovejas. Pronto lo entendió Ramona, al ver a los indios
“iQué va a hacer?”
Todo era balido, abrir y cerrar, tijeretear, echar el vellón al techo, apre- echarse hacia atrás, sujetando las frazadas, y a Alejandro andando sobre
tarlo de firme en las pacas. Un d.lama no es más interesante. Tan pronto uno de los tablones de que, de poste a poste, colgaba el saco. Felipe es
como quedaba una oveja a cercén, corria el esquilador con el vellón a fino de cuerpo; Alejandro mucho más fuerte y alto: pero, icómo podrá
Pedro, lo echaba sobre la mesa, tomaba su moneda, volaba al corra], un hombre llevar en salvo a otro por aquel puente estrechísimo? Volvió
salía con otra oveja, y a los cinco minutos ya estaba con otro vellón Ramona la cabeza, como para no ver el horror que esperaba. Pasaron
delante de Pedro. Los animales, una vez esquilados, entraban saltando unos minutos: una eternidad pasó para ella; pero el rumor de las voces
de gozo en el corral de enfrente, vacilaban, como sintiendo la falta de le dijo que podía ya mirar sin miedo; y vio a Felipe, desmayado sobre
peso, y a coces y cabriolas mostraban EU alegría. el techo, el rostro mortal, cerrados los ojos. Las criadas lloraban y
El calor era grande: entorpecía el aire el polvo de la lana, y el que gemían : “i Está muerto ! i Está muerto !” También lo creía Ramona, in-
alzaba el continuo combate con las ovejas. Según iba el sol enseño- móvil y sin habla, pensando en la Señora. “iQue no ea más que un
reándose del cielo, el sudor corría por aquellos rostros afanados. Felipe, desmayo ! “, dijo Juan Canito, con la mano sobre el pecho desnudo de
a quien el sol daba de recio sin amparo, pronto sintió que no le había Felipe : “iquién dice que está muerto?”
vuelto aún todo el vigor. Por puro orgullo, y por lo que había dicho Por fin, entonces, pudo llorar Ramona, mirando con desconsuelo a
Juan Can a su madre, no bajó de su puesto antes del mediodía, a que aquella frágil escalera por donde con tanta holgura vio bajar y subir a
siguiera el viejo con la ensaca. Tenía el rostro rojo, y le azotaba la Alejandro. “iSi yo pudiera subir!“, dijo, mirando a uno y a otro: “Yo
sangre las sienes; pero no pensaba en confesarse vencido. Cuando e] creo que puedo”. Y puso el pie en el primer escalón.
saco está a medio llenar, el empacador entra en él, y con todo su peso -iVirgen santa!, gritó Juan.-No, por Dios, Señorita. Ni nosotros
va apretando a saltos la lana en el fondo, conforme sigue echándole los podemos subir bien. Ya vuelve el Señor Felipe: ya está volviendo.
nuevos vellones. Ya para esto no tenía fuerzas Felipe: en cuanto le “ iseñorita?” Alejandro oyó bien a Juan Can. En el terror y con-
llegó a la cabeza, cortándole el aliento, el polvo sofocante, perdió la fusión de aquella escena, su corazón había oído “iseñorita!” Ramona
vista: “J uan, estoy malo”, d”IJO, y sin sentido cayó sobre la lana. Al no era, pues, mujer de Felipe, ni la mujer de nadie. Pero Alejandro
grito de Juan Can, todos lo vieron: la csbeza de Felipe colgaba, como recordó que le había dicho “Señora” sin que mostrase sorpresa. Saliendo
sin vida, del borde del saco, sin que Juan, que ya estaba a su lado, al frente del grupo, dijo hablando a Ramona: “iSeñorita!“. . . ¿Qué
hallara pie para poderlo alzar de entre los vellones. Los esquiladores había en aquella simple palabra para que se estremeciese Ramona? “No
aterrados, que uno tras otro habían subido al techo, proponían medios me costará nada bajar por la escalera al señor Felipe. Como los corde-
vanos de socorro. Pedro corrió a avisar a la casa. La Señora había ido ritos que están allá abajo lo llevo en mis brazos. Yo se lo llevo, en
con el Padre a una visita en las cercanías; pero estaba Ramona. aue cuanto se ponga bien. No fue más que el calor.” Y como el rostro de
tomando consigo cuanto pudiera reanimar a Felipe, echó a correr áeti; Ramona no revelase más tranquilidad: “iNo tiene confianza en mí la
de Pedro, seguida de las criadas de la casa. Señorita?” Sonrió Ramona en medio de sus lágrimas: “Sí, sí tengo
-iA dónde está?, dijo al llegar Ramona. Y lo vio, con la cabeza confianza en ti. ¿Tú eres Alejandro, no?”
caída en las manos de Juan Can.- iOh, quién me lo sacará de ahi’ -Sí, Señorita, respondió él, muy sorprendido: yo soy Alejandro.
.
-Yo, Señora, dijo Alejandro, adelantándose a hablarla desde el techo.
No tenga miedo; yo lo saco.
Bajó, corrió a las chozas, vino con los brazos llenos de frazadas.
Vuelto al techo, unió las frazadas con nudos firmes, y atándoselas por
CAPATAZ
No tiene por qué acabar bien lo que empieza mal. Los herejes hu.
bieran dicho que todo aquello pasaba por encapricharse la Señora en
demorar la esquila hasta que llegara un fraile viejo; pero ella decía
que, puesto que el mal iba a suceder, era gran bondad de Dios tener
el Padre al lado. A ‘medio sol el primer día, ee desmayó Felipe en la
lana; y el tercero, a poco más de las doce, Juan Canito, que no sin
júbilo secreto había sucedido a Felipe en la ensaca, cayó del tablón al
suelo, y se rompió malamente la pierna derecha por cerca de la rodilla.
iA muleta, pues, para toda la vida, porque ya no era fácil soldar bien
aquellos huesos viejos! Perdió Juan la fe en los santos y se hubiera
espantado la Señora de oír sus denuestos y blasfemias.
-Y ipara eso le compré toda una caja de velas este mes, y se la tuve
encendida en la capilla para esta misma esquila? Lo que es por mí, bien
ae puede quedar sin luces San Francisco hasta el fin de los siglos. iPara
qué son los santos, pues, sino para librarnos de mal? Se acabaron los
rezos. iCon razón se burlan de nosotros los americanos!
Y como el dolor le quitaba el sueño, y estaba murmurando sin cesar,
llegó Margarita, su enfermera, a decir que la Santa Virgen misma se
cansaría de cuidar a Juan Canito. “Los diablos, como él dice, lo empu-
jaron de veras del tablón. iQué han de hacer los santos por quien habla
tan mal de ellos?” Poco a poco empezaron las criadas a creer que ya
estaba Juan en tratos con el diablo mismo, con lo que le fueron dejando
cada vez más solo, hasta que al fin ya no asomaba por sus alrededores
ninguno de los que en los primeros días vinieron a distraerle del pesar,
y a decirle por dónde iba la esquila. “En tres meses no podrá Juan
dejar la cama”, había dicho el médico. “Pues muerta o loca quedo”, dijo
Margarita, cuya alma sencilla tenía ya miedos mortales de todo trato
con Juan Carrito.
MARTí / TRADUCCIO1yE(I
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RAMONA 259
Harto ocupada estaba la Señora con Felipe para pensar mucho en
por la vida de Felipe: podían oírse en el silencio las cuentas de los
Juan Can. La fiebre había reaparecido, con delirio3 y sueños fatigosoa,
rosarios. A la cabecera estaba en un nicho una imagen de la Virgen,
siempre de aqueila fatal lana.
y junto a ella una estampa de Santa Barbara, cada una con sus velas
-;s!vIás, más aprisa! ;Este e5 bueno! iTonelada redonda e;l cada
encendidas. Los pabilos, al extinguirse. chisporroteaban ; y despedían
paca! iJuan, Alejandro, Capitán! iEi sol me quema la cabeza!
llama nueva al caer sobre la cera derretida. La Señora tenia los ojos
Llamaba a Alejandro con tanto empeño, que el Padre creyó oportuno
puestos en la Virgen: el Padre oraba con ellos cerrados: a Ramona, que
traerlo al cuarto, por si al verle daba Felipe salida a alguna idea que
no apartaba de Felipe los suyos, le caían por el rostro las lágrimas,
le agitase, Vino, y lo miró con aquellos ojos vagos con que miraba a loa
mientras repasaba como sin darse cuenta su rosario.
demás, aunque diciendo: “Alejandro. . . Alejandro. . .”
-Tal vez quiere, dijo R amona en su angustia, que Alejandro toque -Es su novia: sí es, pensó Alejandro. Los santos no lo dejaran
morir.-Y rezó él también. Pero, agitado con aquella escena, saltó,
el violín. Me habia dicho que tocaba muy bíen, y que lo iba a llevar
apoyándose en la mano, al otro lado de la ventana, diciendo a Ramona,
al colgadizo por la noche.
que se volvió al ruido: “No me voy, Señorita: aquí me quedo al pie
-Tal vez, dijo el Padre. iTiene aquí tu violín?
de la ventana, por si se despierta.”
-iAy, no, Padre!: no lo traje.
-iY por qué no le canta3 entonces. 7 El también celebraba tu voz. Ya en el aire libre, lo aspiró con afán, y miró con asombro en torno
-iOh, sí, sí !, dijo la Señora: canta algo bajo y dulce. suyo, como el, que vuelve de un desmayo. Y se tendió por tierra al pie
Alejandro se retiró a la ventana, que estaba abierta, y allí entonó de la ventana, con el rostro al cielo. Vino allí Capitán, y se echó junto
un aire llano de una de las misas. Desde la primera nota, se pudo ver a él, gruñendo, afligido con la pena de la casa.
que Felipe escuchaba: el placer le animó el rostro: volvió de un lado la Tres horas pasaron, sin que en el cuarto de Felipe se notase ruido.
cabeza, colocó una mano bajo la mejilla, y cerró los ojo3. Alejandro miró por la ventana: todavía estaban rezando arrodillados la
---iEs milagro de Dios!, dijo el Padre. Ya duerme. Señora y el Padre: Ramona, cediendo a la fatiga, se había dormido sobre
-Eso era lo que quería, murmuró Ramona. sus rodillas, apoyada en la cama. El llanto le tenía el rostro hinchado
La Señora no habló; hundió el rostro un instante en In cama de BU y sin color, y revelaban su cansancio las hondas ojeras. Tres días con
hijo, y lo volvió luego hacia el indio. como si le orase a un canto. El BUS noches llevaba ya en pie, atendiendo a todo: ya a Felipe, ya a Juan
también había notado el cambio en Felipe, y cantaba cada vez más bajo, Can, ya a las cosas de la casa, ya a su mucha pena. iMorirse Felipe!
hasta que pareció que las notas venían desde lejos, y se extinguían luego Nunca, hasta que lo vio febril, delirante, moribundo,, según creía, conoció
en la distancia. No bien cesó la voz, Felipe abrió los ojos. cuán ligadas estaban sus dos vidas. Desfailecía sólo de pensar en vivir
--iOh sigue, sigue. f -suplicó ansiosamente la Señora. iN 0 pares! sin él. “Nunca, nunca podré vivir aquí sola: le diré al Padre que me
Repitió Alejandro el mismo aire sereno y solemne: le temblaba la Ueve.” Estar con la Señora, ino era estar sola?
voz : como que el aire del cuarto le ahogaba, a pesar de la ventana AlJí estaba Alejandro en la ventana, cruzados los brazos, reclinado
abierta : tenía como miedo de ver a Felipe dormirse al influjo de SU en el poyo, sin apartar los ojos de Ramona. Sólo al amor podía la
canto. Ya el enfermo respiraba sin angustia: ya dormís. Calló Ale- niña parecer entonces bella; pero Alejandro la encontraba más hermosa
jandro, y no despertó Felipe. que la misma estampa de Santa Bárbara. “iSe muere si 61 se muere!”
--iPuedo irme?, preguntó Alejandro en voz baja. Y se tendió otra vez en tierra, con la espalda vuelta al cielo. Ic’o supo
-No, no, dijo la Señora con impaciencia: puede despertar a cada si había estado allí un día o una hora cuando oyó que lo llamaba el
instante. Padre Salvatierra. El anciano estaba en la ventana, llorando de gozo.
Alejandro parecía inquieto; pero inclinó la cabeza y se estuvo de -iAlabado sea Dios!, dijo: el Señor Felipe se nos pondrá bueno.
pie junto a la ventana. El Padre estaba arrodillado, a un lado de la
Ya suda, y cuando despierte estará en su juicio. Pero la Señora no quiere
cama; ]a Señora al otro, y Ramona a los pies, todos pidiendo a Dios que te vayas, Alejandro: ino puede irse tu gente sin ti? Te quedaráa
260 MARTf / TRADUcCIoKes
RA?dONA
la9 conveniencias y oportunidades hubieran logrado de él lo que jamás Ramona lo miraba: por la primera vez lo miraba sin pensar m que
lograron de Alejandro. Felipe pudiera mentir: Alejandro no. Felipe había era indio. Por el color no debía pensar en eso, porque el de ella era poco
sido criado como fiel católico: Alejandro estaba por naturaleza lleno de más claro que el de él; pero la soberbia de raza es tanta, que hasta aquel
veneración e instinto religio9o. Pero ambo9 eran francos, generosos y sen- momento no lo había olvidado. “1Qué hermosa cabeza, y qué modo de
cillos, y el raro ca90 que los trajo a vivir en compañía, había de unirlos BDdar!“, pensó: y luego, mirándolo más atentamente: “Anda como si estu-
con amistad poderosa, viera ofendido. Se enojó porque le ofrecí pagar por el recado. Es que
Desde aquel día del canto, uo le volvió a Felipe el delirio. Al dea- quiso hacerlo él, por cariño a Felipe. Yo se lo diré a Felipe, y cuando se
pertar del largo sueño estaba en su razón, como predijo el Padre, aunque vaya, le haremos un regalo.”
tardó algún tiempo 9u cerebro agitado en recobrar la calma por entero. -iNo es verdad que es muy galán, Señorita?-dijo casi al ofdo
Solía, al despertarse, divagar un poco; y era seguro entonces que llamaba de Ramona la risueña Margarita:-les tan galán!: y no sabe cómo baila:
a Alejandro, y quería oir música. Recordaba la mañana del canto: “Yo yo bailé con él el año pasado todas las noches, y tan alto como es y tan
no estaba, les dijo, tan loco como creían. Yo oí a Ramonn pedirle a fuerte, parece que tiene ala9 en los pies.
Alejandro que cantara; y cuando empezó a cantar, me acuerdo que pensé Sin saber por qué, aquella presumida confianza de su criada des-
que la Virgen había bajado del cielo, y me ponía la mano en la cabeza, agradó sobremaneraa Ramona. Apartándose de ella, “no está bien”, le
y me la refrescaba.” dijo, en un tono seco que jamás había tenido para Margarita, “no está
En la segunda noche, la primera después de la partida de la cuadrilla, bien hablar así de hombre9 mozos. La Señora te regañará si te oye”. Y
Alejandro, viendo a Ramona en el colgadizo, se acercó a los escalones se alejó a pasosrápidos, dejando a Margarita azorada y perpleja.
a decirle; Miró a Ramona. Miró a Alejandro. Los acababa de ver hablando
-Señorita, iq uerrá el Señor Felipe que yo le toque en el violín esta juntos. Llena de confusión, allí quedó sin moverse, meditando: al fin
noche? echó a correr, como para borrar de la memoria las ásperaspalabras: “Ale.
--jEn el violín! ¿Y qué violín tienes tú?, respondió Ramona landre, pensaba,debe haber enojado a la Señorita.” Pero en vano trató
asombrada. de olvidar la escena,que cada vez se le representabamásextraña y oscura:
-El mío, Señorita. era una imperceptible semilla, de nombre para ella nuevo, caída en un
-;El tuyo! ¿No dijiste que no lo habías traído? suelo donde habría de crecer: semilla amarga en suelo ardiente, que al
-Verdad, Señorita; pero lo mandéa buscar a Temecula, y ya estáaquí. abrirse a la luz iba a dar a Ramona una enemiga.
-iA Temecula, y vuelta? Sin saber qué pasaba en su corazón ni en el de Margarita, siguió
-- Si. Señorita: nuestros ponies son fuertes y ligeros. Andan cien Ramona al cuarto de Felipe. Felipe dormía, y allí estaba a su lado la
millos al dia, y no les hace daño. José lo trajo, y ya está en el rancho Señora, que no dejaba el asiento de día ni de noche, aunque con las horas
de Orie;.;. se la veía enflaquecer y acabarse: hasta parecía que el cabello blanquí-
simo sehabía vuelto aún más blanco: la misma voz se la tenían cambiada
Slabía más luz en los ojos de Ramona.
la debilidad y la pena.
-Hubiera querido darle gracias. Debiste decírmelo. Le hubiéramos
-Mi Señora, le dijo Ramona: ipor qué no sale un poco al jardín ahora
debido pagar por ir. que duerme? Vaya, yo lo cuido. El sol está ahora frente al colgadizo.
-Yo le pagué, Señorita: yo lo mandé a buscar, dijo Alejandro, no 1Se enferma si no sale al aire!
sin el tono del orgullo herido, que Ramona hirió má$, sin entenderlo. La Señora sacudió la cabeza: “Este es mi puesto”, dijo, en voz seca
-Pero lo mandaste a buscar para nosotros: la Sehora querrá pa- y dura. La simpatía le era odiosa, y ni la sentía, ni la aceptaba. “No
garle ella. me separo de él: no necesito el aire.”
-Yo le pagué, Señorita. Si el Señor Felipe quiere que toque, to- Ramona tenía en la mano una flor de campanilla, que en aquel mes
caré.-Y se alejó del colgadizo a pasoslentos. caían del tejado del colgadizo, cubierto de ellas, como un fleco de ala-
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RAMONA 271
mares de oro: era la flor que prefería Felipe. Inclinándose a él Ramona, -No has podido ofenderlo más: iqué pena! Ese Alejandro es todo
se la puso en la almohada: “Le gustará verla cuando se despierte”, dijo. orgullo. Su padre isabes? es el cacique de su pueblo, y de otros pueblos
Pero la Seriora tomó la flor, y la lanzó a un rincón del cuarto: “iLl& más, el “general”, como les dicen ahora, desde que vinieron los ameri-
vatela, Kvatela! ~NO te he dicho que las flores son un veneno para los canos. En la misión del Padre Peyri, lo hacía Pablo todo: cajas de oro
enfermos?” le daba el Padre a Pablo para que pagsse a los indios. Pablo sabe leer
-No, Señora, le respondió Ramona mansamente, volviendo sin querer y escribir, y es rico: creo que tiene tantas ovejas como nosotros.
los ojos a un plato con flores de almizcle que la Señora tenía a la cabe- --iSi?, exclamó Ramona: isi parecen tan pobres!
cera de Felipe. -Pobres son, dijo Felipe, comparados con nosotros; pero es que los
-El almizcle es diferente, dijo la Señora notando la mirada: es medi- indíos todo lo parten entre sí: dicen que Pablo mantiene a medio pueblo:
cina, y da vida. mientras en su casa hay un frijol, ningún indio tiene hambre.
Nunca hubiera osado Ramona decir lo que sabía, que el almizcle era -iPero entonces son mejore9 que nosotros, Felipe!
odi8so a Felipe: se lo dijo él mil veces, pero su madre tenía tal pasión -Siempre lo he dicho. Los indios son la gente más generosa del
por la planta que el colgadizo y la casa estaban llenos de ella: a Ramona cundo. Por supuesto que aprendieron mucho de no9otros; pero ya eran
también le hacía tal daño que muchas veces le dio el olor desmayos mor- así antes de que los Padres vinieran. Pregúntale al Padre: él ha leído las
tales. “;Capricho!“, hubiera dicho la Señora. memorias del Padre Junípero y el Padre Crespi, y cuenta que era mara-
---iMe quedo?, preguntó Ramona con dulzura. villa cómo los indios seivajes partían con los necesitados el alimento.
-Como quieras. -iFelipe, hablas mucho!, dijo la Señora, apareciendo por la puerta.
La mera presencia de Ramona despertaba ahora en la anciana un sen- -Y miró a Ramona como si le dijese: “Ya ves como no debo salir de
timiento de que le era mejor no darse cuenta. Era esto: “iPor qué está aquí; como no puedo confiarte el cuidado de Felipe.” Ramona, algo cul-
esa criatura buena y fuerte, y mi hijo aquí muriendo? Si él se me muere, pable a sus propios ojos, recibió en el alma el reproche.
no quiero verla más. iQuién es ella, para que la respeten los santos?” --iOh, Felipe, te habrá hecho mal hablar! Pero no, Señora: habló
Eso se dijo cuantas veces la veía entrar, cuantas veces ayudaba Ra- un poco no más, y muy bajo.
mona a atender a Felipe. No quería ella que más manos que las suyas -Ramona, llama a Alejandro , iquieres? Dile que traiga su violín:
sirviesen a su hijo, y hasta las lágrimas de Ramona la irritaban. “iQué yo creo que dormiré bien si toca.
sabe ella de quererlo? iE no es nada suyo!“-isin saber la Señora que iDónde estaba Alejandro ? Todos lo acababan de ver; pero nadie
el cariño ata más que la sangre! isin saber que si hubiera visto qué sabía dónde estaba. En vano lo buscó Ramona en la cocina, en el corral,
puesto era el suyo junto al de Ramona en el cora,zón de Felipe, o habría en las viñas, en los frutales. Al fin, mirando al jardín desde los escalones
muerto de celos, o Ramona habría muerto a sus manos! Pero ni del mismo del colgadizo, le pareció ver que más de una persona se movía allá en
cielo hubiera creído ella mensaje semejante: así son de tupidos los velos los lavaderos, bajo los sauces. “iEstará allí? iQué puede estar haciendo
que tienen siempre alzados manos invisibles entre lo9 que viven en más allí? iQuién está con él?” Y adelantando por el jardin, llamó: “iAle-
íntima compañía. jandro, Alejandro!” A la primera voz, se apartó Alejandro de su com-
Aquella tarde volvió a estar Felipe inquieto y febricitante: no habia pañera, y ya a la segunda estaba al lado de Ramona.
dormido en paz, sino a retazos. “Llamen a Alejandro, dijo: quiero que -Aquí estoy, Señorita. ¿Me llama el Señor Felipe? Aquí tengo el
me cante.” violín. Pensi: que querría tal vez que le tocase, ahora que entra la noche.
-Si tú quiere-, puede tocar: ya trajo su violín.-Y Ramona contó -Si, quiere que toques: te he estado buscando por todas partes.-Y
el viaje de Josb en una noche y medio día.-Le dije a Alejandro que la sin querer, miraba hacia los sauces, como para adivinar quién se movía
Señora le pagaría el propio; pero creo que se ofendió. “Yo lo he pagado”, junto al arroyo.
me dijo: y se echó a andar. Alejandro le leia a Ramona el pensamiento.
272 MARTf / TRADUCCIONES 2í3
RAMONA
nación de Ramona, mucha. Con singular claridad lo adivinaba todo. “Lo sabía que no era miedo. 1 Como un rayo de luz fue para ella aquella rm-
vio de la ventana, y salió detrás de él. iQué vergüenza! rada de agonía, rápida, suplicante, avergonzada, reverente, de Alejandro
Es necesario que
a Ramona. Mejor que Alejandro sabía ya su secreto Margarita. No ac
yo vaya y la haga volver, para que vea que lo sé todo. Es tiempo ya de
paró en su ira a considerar la diferencia entre Ramona y ella, ni entre
que esto acabe.”
Ramona y Alejandro. Sus celos los veian a todos iguales. Perdida la
Pero volvio al’colgadizo y a su silla: le repugnaba aparecer como
cabeza, era insolencià todo en el modo con que dijo: “iLa Señorita me
si hubiese espiado. “La esperaré aquí hasta que vuelva.” Y tomó, en vano,
llamaba?” Ramona se volvió a ella prontamente, y la miró de lleno:
el bordado: no apartaba los ojos de los almendros, por donde deaapare-
cieron Alejandro y Margarita. No pudo más al fin. Media hora pasaría; -Te vi ir a los almendros, y sabía a lo que ibas. Anoche estuviste
jpero “con media hora, yo me arreglo”!: media hora, cuando Ramona en el arroyo con Alejandro. Lo que te quiero decir es que si vuelve a
apareció de pronto en la entrada de la, huerta. “iklargarita!“, dijo con suceder se lo di& a fa Señora.
voz severa : “te llaman en la casa”. Alejandro, -No veo mal en eso, respondió como con desafío: no sélo que quiere
en pie contra la cerca, con
la hoz casi olvidada en la mano derecha, tenía la izquierda en la mano decir la Señorita,
-Muy bien que 10 sabes, replicó Ramona. Ya sabes que la Señora
de Margarita, que le miraba entre picaresca y amorosa. Lo peor fue que
en cuanto Alejandro vio a Ramona, hurtó su mano a Margarita, y puso en no lo sufre. Cuidado con lo que haces.
elia tales ojos de desdén y disgusto que lo notó Ramona misma, aun en el Y ambas volvieron, Ramona al colgadizo, y Margarita a sus quehaceres
fuego de su cólera: icómo no había Margarita de notarlo! Lo vio, lo olvidado<. Ni en uno ni en otro corazón había más que ira y pena, y
sintió, como sólo una mujer desdeñada en presencia de otra siente. Tres más hubieran sido las de Margarita, a oír lo que poco después se decía
veces m& dura el decirlo que el suceso. Antes que Alejandro entendiera en el colgadizo.
a derechas lo que había pasado, ya iban por la espalera del jardfn Mar- Repuesto Alejandro de su primer arrebato, logró convencerse pronto
garita y Ramona, ésta delante ergujda y en silencio; Margarita detrás, de que, como criado de la casa, de la Señora y de la Señorita, era deber
confusa, a paso torpe, pero con el remolino de la rabia en el alma. Marga- suyo explicar a la Señorita por qué le había visto de la mano de su criada.
ritn y Alejandro vieron claro en aquel abrir y cerrar de ojos. Lo que iba a decir no lo sabía aún; pero no lo acababa de pensar, y ya
estaba en camino hacia el colgadizo, donde cosía Ramona cuando no acom-
-“iY la Señorita va a pensar ahora que yo estoy cortejando a esa
paliaba a Felipe.
moza!: ia un perro no se mira como ella me ha mirado!: icomo si nadie
Al verlo venir, Ramona bajó los ojos, muy ocupada en su bordado.
que la ha visto a ella puede pensar en ninguna otra mujer!: iy nunca,
Los pasos se detuvieron. Lo sabía sin mirar: Alejandro estaba en los
nunca podré yo decírselo!: iquién me quita este peso?” Y con tal fuerza
mismos escalones. Pero ella no levantaría la cabeza, y él se iría, por SU-
despidió la hoz, que quedó hundida hasta el mango?en el tronco de un
puesto, iNo conocía ella ni al indio ni a los enamorados! Al fin, desaso-
lejano olivo. 3íuerto quería verse: huir: icómo iba a poder ya nunca ver
segada con su presencia, alzó la vista, y sorprendió en los ojos de Alc-
a la Señorita cara a cara?
jandro, fijos en ella con ahínco durante el largo silencio, :lrra mirada
Más clara aún era la pena para Margarita. Ub instante antes que
donde todo su amor brillaba recogido, como un cristal rec:)gc los rayos
Alejnnclro, vio èlla a Ramona; y no creyendo que hubiese mal en ello,
del sol. Ramona, dejando escapar un ligero grito, se puso cfi pie.
fuera de la vergüenza de ser hallada con él a solas,-y se lo iba a decir
--iQué, la asusté, Señorita? Perdóneme. ific estado esperando aquí
todo m3s tarde?---no desasió la mano de Alejandro. iPero nunca podria
tanto tiempo! Quería decirle...- Pero Alejandro descubrió de pronto que
olvidar ella la mirada de Alejandro, un instante después! : ipara qué vivía,
no sabía lo que quería decir. Y Ramona, de pronto tambik, descubrió
si habían de mirarla de ese modo ? En cuanto él vio a Ramona, toda la
que ella si lo sabía. No le hablaba: no hacía más que mirarle. como quien
eancre del cuerpo pareció subirle al rostro, libró su mano de la de Mar-
garita-porque fue ella quien le había tomado la suya, no él la de pregunta,
-Lo que qluiero decir es que yo nunca faltaré a mi deber con h
ella,-libró su mano, y la echó lejos de sí, de modo que por poco cae
Señora, y con Vd.
por tierra. iSi hubiera sido miedo de la Señorita! iAy, pero Margarita
276 MARTf / TMDUCCIOX’JU
Todo lu cual iba labrando en el ánimo de la Señora, de modo que Loa Padres eso querían hacer de ellos, cristianos fieles, y buenos traba-
aquello mismo que Juan quería evitar--que otro tomara en la hacienda
jadores. Alejandro, es verdad, no ea como todos. Pero no sé yo que 13
su puesto--era lo que a ella a cada paso le ocurría, pensando en Alejandro.
ee niegue a quedarse si tú le ofreces el mismo salario de Juan Canito.
~NO seria bien dejar de capataz a aquel mozo robusto, servicial y activo?
-Bueno, mi madre, veré. Yo bien lo quisiera, porque le tengo mucho
Ni pensó siquiera que un indio de su nacimiento y calidad pudiese negarse cariño. Veré, mi madre.
a entrar a su servicio. Se estudiaría a Alejandro más, y se hablaría a Que era todo lo que la Señora se proponía por el momento.
Felipe. Un dia, pues, dijo así: En eeta conversación entró Ramona; y al oír que hablaban de .41e-
-Felipe, iqué bonita voz tiene Alejandro! ino crees que lo extraña- jandro, se sentó a la ventana, mirando hacia afuera, pero con el oído
remos de veras cuando se vaya? adentro. El mes, sin que uno ni otro lo notasen, no había pasado en vano
-;Pero él no se va!-exclamó Felipe, sobresaltado. entre Alejandro y Ramona. Ell a sabia cuíndo él estaba cerca. Ella tenía
-iOh no, no ahora! El se comprometió a quedarse hasta que Juan confianza en 61. Ella nunca pensaba en que Alejandro era indio, como
curase; pero Juan en seis u ocho semanas ya está bueno. iAy mi hijo! no pensaba nunca en que era mexicano Felipe. Y un tanto más: puesto
itú te olvidas de este mes de angustia que con tu mal tengo pasado! que habiendo visto muchas veces juntos a Felipe y Alejandro, tuvo que
-iUn mes de veras? confesarse, como se lo había confesado antes Margarita, que de los dos,
-Juan Can me dice que no conoce mozo más dispuesto, y que sabe .4lejandro era con mucho el más bello. No era que le agradase re(‘ono-
de bueyes tanto como de ovejas, y de todo como el mejor de los pastores. rerlo: pero iqué hacer con lo que le declaraban los ojos? “Oj&: se había
Y es muy formal y muy respetuoso. Yo no he visto un indio igual. dicho muchas veces-que Felipe fuera tan alto y tan fuerte como Ale-
-Yo sí, madre. Así es Pablo el cacique: hay muchos así: eso nace jandro. No sé cómo la Señora no ve que Alejandro es mucho más her-
con ellos. moso que Felipe.”
-No quiero pensar en que Alejandro tenga que irse. Pero ya para Bien vio Felipe que, al afirmar él que no creía a Alejandro Asís dis-
entonces estarás tú bueno. ¿Tú no lo extrañarás entonces? puesto a quedarse en la hacienda, Ramona abrió los labios, como para
-Sí, mi madre, sí lo extrañaré.-Y dobló la cabeza, como un niño.- decir algo. Pero él, como ella, que más de una vez disgustó a la Seííora
Me gusta tener rerca a Alejandro. Doce mozos no valen lo que él. Pero por mezclarse en sus conversaciones con Felipe, creyó ruerdo esperar a
yo no creo qlue por el dinero de: mundo se quede él en una hacienda. que su madre saliese para saber lo que quiso decir Ramona.
--Y ;,tú piensas de veras en que se quede?, dijo la Señora como asom- -iQué ibas a decir, Ramona?
brada. Ku dudo yo que El se quedaría si tú quisieses. El pobre es, porque Ella se sonrojó. iMejor no decirlo!
si no. no trabajaría con los esquiladores. -Dime, dime: yo sé que tú ibas a decir algo cuando hablamos de que
-Tu no entiendes, mi madre: tú no has vivido entre ellos: ellos son Alejandro no querría quedarse.
tan orgullosos como nosotros: tú no conoces a Pablo: esquilan por dinero Ramona callaba, confusa por primera vez en su vida delante de Felipe.
CQIW: rlwmtros vendemos la lana por dinero: no veo mucha diferencia. ---iNo te parece bien Alejandro?
Ta cu~drill:1 obedece a Al ejandro, y a Pablo todo el pueblo, como a mí me -iOh, sf’!, repuso Ramona, no sin ímpetu. No es eso. Me parece
muy bien.-Y no decía más.
OtJe&c‘f!rl Ini5 nlOZOS. iY a elios, más!-dijo Felipe riendo.-Tú no lo
enti-ndes, mi madre; pero yo no creo que Alejandro consintiera en que- --iY qué es entonces? iDice algo la gente contra que él se quede?
-iOh, no, ni una palabra ! Todos están en que él se va cuando cure
darse por ningítn dinero.
Juan Canito. Pero tú dijiste que creías que él no querría quedarse por
Co:: un mohín de desdén decía ciertamente la Señora:
ningún dinero.
---l’or supuesto que no io entiendo. iVaya unos señorones, para que -Sí, lo dije: J itú no lo crees?
lct ii¿igL’.l! .?GCS a mi casa! Desnudos los encontraron hace cien años, y -Yo creo que él querría quedarse, dijo Ramona como dudosa: eso
sin nosotros, todavía andarían desnudos. Esa gente ha nacido para criados.
era lo que iba yo a decir.
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-iY por qué lo crees? el ayudar en el quehacer ligero de la casa, el bordar, el cantar, y el rezar
-No sé, respondió ella, ya mk vacilante. mucho, para que estuviese contento el Padre Salvatierra.
Lo dijo, y se arrepentía. Felipe la miraba con curiosidad. El nunca Por vias diversas ella y Alejandro se habían visto libres de amor y
había visto vacilaciones, ni dudas, ni aquellos miedos de hablar en Ra. matrimonio; ella en el sol del colgadizo, él en los paseos tristes del valle;
mona. Sin ser sospecha ni celos, porque los hubiera echado de sí,, algo él con la pena grave de su pueblo, ella con la faena de la casa y 3us
a ellos semejante turbó el pensamiento de Felipe. iImposible, que ectu. juegos de niña, apacibles y castos como los manantiales.
viera él celoso de un esquilador indio ! Pero aquello que entró en sus Alejandro tenía una idea atrevida: “Juan Can, aquel aire del cuarto
cavilaciones, no salió ya de ellas. Vigilaría a Ramona, le contaría los del Señor Felipe me ahoga: gigantes se morirían en ese aire: ise enojará
pasos y las palabras, se cosería a su sombra. Ya eran tres para espiarla: la Señora si le pido que me deje poner al Señor Felipe en una cama
Alejandro, por amor; Margarita, por la ira de sus celos; Felipe, por su que yo le quiero hacer, en el colgadizo? Mi vida apuesto a que en una
amor y por 3~3 dudas: sólo descuidaba observarla la Señora. Y la Señora semana se levanta.”
era muy perspicaz, diestra en sorprender el engaño, y entendida en leer los -Haz pues, haz pues, y pídele luego a la Señora la mitad de la ha-
pensamientos; pero fuera de alimentarla y vestirla conforme al rango de cienda, que te la da, Alejandro.-Y como la sangre le subió a Alejandro
la casa, no sc reconocía ella lazo íntimo alguno, ni afecto de madre, ni al rostro, de ver que le tomaban su nobleza a interés: “Pero no tenga,
parentesco de amistad siquiera, con la niña que recibió de brazos de su señor, la sangre tan viva: no digo que tú quieras que te paguen el cariño;
hermana. “iNo era culpa suya, si no le tenia afecto!” Años atrás la sino-que la Señora te traerá en palmas si le levantas a Felipe.” Ella no vive
llamó a juicio el Padre: “ iPero qué más puedo hacer por la cria- más que por él: y si él muere, no sé yo a quién irá a parar la hacienda.
tura? ile falta algo?” No, no le faltaba nada. “Pero tú no la quieres, -iNo será a la Señorita?
hija.“-“No. No la quiero. No puedo. No se manda al cariño.” Juan Can se echó a reír, con risa mala.
-“Es verdad, hija, pero se le cultiva.“-“Cuando lo hay, Padre. Yo -Con que le dé de la hacienda para pan, dijo, ya le dará mucho la
nunca querré a Ramona. La recogí porque Ud. me lo mandó y por sacar Señora. Si no lo cuentas, Alejandro, yo te diré la historia de la Señorita.
a mi hermana de pena: y lo que prometí, lo cumpliré.” Mover a aquella Tú sabes que ella no es sangre de Moreno, ni pariente.
alma por donde no quería ir era como hacer volar los montes: lo que el -Margarita me ha dicho que es ahijada de la Señora.
Padre pudo, eso hizo, y fue querer a Ramona con todo el corazón, y más
-iAhijada! Hay algo ahí que yo no he podido saber nunca; porque
cada año; aunque en eso no había especial merecimiento, porque nunca
cuando estuve en Monterrey, no había nadie en la casa de Orteña: pero
hubo más noble y afectuosa criatura que aquella pobre niña abandonada.
la Señora Orteña fue quien tuvo a la niña primero, y cuentan quién sabe
Para espiarla, ya eran tres. Con más cuidado de ella, acaso no la qué de su mala cuna.
aguardara tanto mal: ipero qué sabía ella de cuidarse, sin más escuela No pudieron los ojos cansados de Juan Can ver en los de Alejandro
que un año con las moujas, ni más conocimiento que Felipe, su hermano un relámpago.
desde los cinco años? Ella, del mundo, conocía la hacienda, la mostaza -Del entierro de la Señora Orteña volvió la Señora con la niña, y
silvestre, el cielo, los pijaros. Felipe, si quería aIegrías, se iba a bus- te digo que miraba a la criatura muchag veces como si quisiera verla
carias por la vecindad; pero ella, nunca: nunca se habia atrevido a soli- muerta, lo que era maldad, digo, porque niña mejor, no la vieron los
citar de la Señora que le permitiese acompañarla a donde hubiese querido santos. Pero trae mal a una casa la mancha en la sangre, y saber sé, que
ir, a Santa Bárbara, a los Angeles, a Monterrey. Le parecía que acababa la madre era india, porque en la capilla se. lo oí yo a la Señora, que le
de salir del convento. Lo poco que habia leído, con placer de la fantasía, decía al Padre: “i Si fuera blanca de padre y madre!: ipero yo odio eatoa
no turbó la niñez de su alma; y esa paz de la mente y su benevolencia cruzados de indios!”
la mantuvieron feliz en aquella vida triste. De ella había sido el cuidar iAún más quieto se estaba Alejandro! Y dijo en voz baja:
los pájaros, el atender las flores, el tener siempre en orden la capilla, -¿ * Y cómo sabe que era su madre la india?
282 MARTi / TRADucc10NEB RAMONA 283
-iQue no le veo la cara de Orteíia? A aquel bribón, ni para salu- el cielo.-Y digo yo, Juan Can, pensando en el Señor Felipe, que no
darlo lo miraba una mujer decente. podré hablarle a él, porque no lo veo más que cuando quiere dormir, y
-Pero ino era la Señora Orteña la que tenía primero 8 la Señorita?, voy a cantarle 0 tocarle. Pero me duele el corazón de verlo allí muriendo,
preguntó Alejandro, ya ahogado el aliento. cuando lo que le hace falta e5 aire y luz.
-Hay santas en el mundo: aunque si hubiera recogido todo lo que -Háblale a la Señorita: él ve por sus ojos.
tenía el Señor fuera de casa, ya pudo abrir iglesia. Pero anda un cuento iPor qué desagradó a Alejandro, que lo oyó sin responder, este con-
de que se apareció un hombre con la niña en el cuarto de la Señora Orteña; sejo de hablar a Ramona de su plan para curar a Felipe? No, no hcblnría
y ella le tomó amor a la criatura desde que se la vio en los brazos. Luego,
de eso a Ramona.
la trajo acá la Señora, pero ha de ser no más porque quiso picar a Orteña, -Hablaré a la Señora, dijo.- Y la Señora que venía a ver a Juan,
que si no, no hubiese queridn ver la niña viva. apareció en aquel instante en la puerta. No tuvo a mal .lo de la cama
-iY la Señora no la ha tratado bien?, preguntó Alejandro, con la de cuero: ella también, cuando joven, oyó contar sus vlrtudes, y aun
voz velada. durmió alguna vez en ellas.
-iQué piensa el mozo, que bajo el techo de la Señora se trata mal --Ayer mismo se me quejó Felipe de su cama, una de esas camas
a nadie? Como al Seíior Felipe mismo han tratado siempre a la Señorita. trai,doras de los americanos, hondas, y vanas, que cuestan un mundo,
--¿Y la Señorita sa& todo eso? y él compró para mí: y ahora dice que no se siente reposar, y que la
-jEl santo me ampare ! Todavia me acordaré después de muerto de cama lo salta y lo vuelca: icosa de los americanos!
lo que me sucedió por hablar de eso cuando ella era criatura. Me oyó,
-Ahí hay cueros en pila bien curtidos, dijo Juan, y no muy recios.
y fue con preguntas a la Señora. “jJúan Can, vino e decirme la Seño;a,
Uno de ésos te vale, porque no ha de estar muy seco.
aquí has estado muchos años; pero si aquí, o lejos, o donde te oiga un
-El m&s fresco será el mejor, dijo Aleîandro, para que no tenga
pájaro vuelves a decir algo de la Señorita, ese dia dejas mi casa!” Ale-
humedad. ¿Me deja la Señora hacer la cama en el colgadizo, al gire
jandro, por los santos, no vayas con el cuento. iLa cama me da lengua!
bueno? El aire cerrado mata, mi Señora. Nosotros no nos ponemos en
-Juan Can puede estar tranquilo. No iré con el cuento.-Y echó a
lo oscuro más que para morir.
andar despacio.
Vaciló la Señora, que no tenía la fe de Alejandro en el aire libre:
-iEa! iEa! ¿Y lo de la cama que iba a hacer para el Señor Felipe? --iPero de noche también. 3 No puede ser bueno dormir afuera en
¿Va a ser de cuero? la noche.
-De cuero, que da vida. Mi padre Pablo dice que los Padres nunca -Es la vida, Señora. Dejéme tentar: y si mañana el Señor Felipe
dormían en otra. La tierra me gusta a mí más: pero mi padre siempre no está mejor, dígame la Señora mentiroso.
duerme en cuero. ~NO se enojará si le hablo a la Señora? -Mentiroso, no: equivocado.- Aquel que ella creía celo por Felipe
-Mejor dile a Felipe, que es quien manda, icuando ayer todavía lo avivaba su afecto II Alejandro. “Cuando me muera, se había dicho ya
bailaba yo en las rodillas!: ia los viejos, mozo, contra el muro! más de una vez, será un consuelo para mí dejarlo con tan buen criado”.-
¿A dónde iría Alejandro con sus pensamientos? Los entretuvo ha- Bueno, Alejandro, haz la cama, hazla ahora mismo.
blando con Juan Canito: Caía ya el sol por el Oeste cuando Ramona, que bordaba a la sombra
-No es así en mi pueblo, Juan Can. Mi padre Pablo es de más edad, de las enredaderas, vio venir a Alejandro seguido de dos mozos, cargados
J todos le obedecen. Hay un viejo en el pueblo que tiene muchos, muchos con la cama de cuero.
años más que mi padre: icomo que puso piedras en la Misión de San --iAlguna invención tuya, Alejandro?
Diego 1. s. ya no ve, y es como un niño, pero todos cuidamos de él, como -Es una cama para -el Señor Felipe, dijo, salvando de un salto Joa
si fuéramos sus hijos: y cuando hay consejo, lo llevamos en brazos, y lo escalones. La Señora me dio licencia de tenderla en el colgadizo, para
sentamos al lado de mi padre: dice sueños muchas veces, pero mi padre que el Señor Felipe se esté aquí día y noche. Y verá la Señorita cómo
Pablo no deja nunca que lo interrumpan, porque loe viejos hablan con sana. El no tiene mal, sino ese aire negro que lo ahoga.
284 RAMONA 285
MARTf / TRADUCCIONES
-Verdad, Alejandro. Cuando estoy una hora en su cuarto, la cabeza -iEso era lo que yo necesitaba! iEsta cama me come los huesos!-
me duele: y aquí se me cura. Pero jno le hará &GO dormir aquí en Y saludó a Alejandro, que llegó en aquel instante a la puerta, con un
la noche? “Dios te bendiga, Alejandro. Ven, ven y llévame. Ya estoy mejor de
-iPor qu&, Señorita? pensarlo.”
-No sé: así dicen. Como a un niño lo levantó Alejandro en sus brazos: ini aquel
-No dice así mi pueblo. Allí, si no hace frío, se duerme al aire cuerpo, consumido por la fiebre, era carga pesada para brazos tales!
libre. Es bueno mirar al cielo de noche, Señorita. Ramona, ofendida y triste, iba delante, cargando las almohadas y
-Si ha de ser, Alejandro. Nunca he pensado en eso. iMe gustaría frazadas; y no bien con tierno esmero comenzó a tenderlas, se las quitó
mirarlo! de las manos la Señora: “Yo tenderé la cama.”
Si Alejandro, ocupado ya en acomodar la cama en una esquina abri- Así era todos los días, sin que Ramona dejase conocer la herida;
gada del colgadizo, hubiera alzado en aquel instante la cabeza, la expresión pero en aquél, la ofensa la halló inquieta, y si al primer desaire 10
de sus ojos habría sorprendido aún más a Ramona que aquella luz que contuvo, al segundo, alejándose rápidamente, se le saltó el llanto. Ale-
vio brillar en ellos el día de los almendros. Confusos, precipitados e jandro lo vio: lo vio Felipe. Felipe, habituado a aquellas durezas de su
intensos habían sido durante todo el día los pensamientosde Alejandro. madre con Ramona se dijo sólo: “IQué pena que mi madre no la
Por todos ellos iban y venian, colore5ndolos y encendiéndolos, unas quiera.1” Pero Alejandro temblaba de tal modo al poner a Felipe en
mismas ideas: “La Señorita Ramona está sola. La Señora no la quiere. la cama, que éste, casi con susto, le dijo sonriendo:-iTodavía peso
; Sangre india.1” En estas palabras hubiera podido él poner todos sus tanto, Alejandro?
pensamientos; pero no los ponía en palabras. Trabajaba los troncos -No es su peso, Señor Felipe,- le respondió, temblando todavía,
rústicos para la cama de Felipe, martilleaba, ensamblaba,tendía el cuero y siguiendo con la mirada a Ramona.
liso y firme, clavando-y golpeando con renovada fuerza, como si a su Bien lo vio Felipe. Las miradas de ambos se encontraron. Alejandro
vista se hubieran de repente revelado un mundo nuevo J unos nuevoa bajó la suya. Felipe no apartó la suya de Alejandro.
cielos. -iTe sientesbien, hijo?, preguntó la Señora, que nada había notado.
Y cuando oyó decir a Ramona, como con natural arranque del alma: -Es el primer momento en que me siento bien, mi madre. Alejandro,
“Sí ha de ser. Nunca he pensado eu eso. ihle gustaría mirarlo!“, aquellos quédate: quiero hablarte despuésde que repose.
pensamientosrevueltos del día, aquel exceso y rebose de su fuerza, se -Sí, señor.-Y se sentó en los escalones.
trocaron de súbito a sus ojos en una visión espléndida: el cielo arriba, -Si te vas a quedar, Alejandro, dijo la Señora, iré a un quehacer
hablándoles con todas sus estrellas, y los dos, Ramona y él, mirándolo! allá dentro. Contigo tengo a Felipe seguro. iEstarás hasta que yo
Pero alzó la cabeza, y sólo dijo:-iYa está, Señorita! iBien firme!. . . vuelva 1
Si el Señor Felipe quiere que lo traiga a esta cama, dormirá como desde -Sí, señora, respondió Alejandro, con la misma frialdad con que la
su mal no ha dórmído. Señora habló a Ramona.
Corrió Ratina a avisar a Felipe.- Ya está lista tu cama en el Ya no sesentía en el alma criado de la Señora Moreno: antesmeditaba
colgadizo: iquieres que Alejandro te lleve? en aquel mismo instante el modo de salir de la hacienda sin aguardar
Felipe la miró con asombro. La Señora volvió a ella los ojos con al plazo prometido.
aquel modo suyo de resignado disgusto que hería más que la cólera a Tanto tardó Felipe en abrir los ojos, que Alejandro creyó que dormía,
la sensibleniña. -Todavía no le he dicho a F’elipe, Ramona. Creí que cuando en realidad le estaba estudiando el rostro. Lo llamó al fin, y
Alejandro me avisaría cuando tuviese 13 cama pronta. Siento que hayas Alejandro fue a él, sin saber qué vendría de su9 labios, seguro de que
entrado así. Ya ves que está muy débil. Felipe le había leído en el alma, y preparido a todo.
-iPero quC es, qué es?, preguntaba Felipe impaciente. -Mi madre me ha hablado de que te quedescon nosotros para siem-
Fue imposible contenerlo ei cuanto se le dijo: pre. El pobre Juan está muy viejo, y ya no podrá andar sino con muletas.
286 MARTÍ / TRADUCCIONE3
anchas sillas de talla. Le maravillaba que los dos velasen, que la Señora Friipc: yca Ie rcur6 una oración para que no se enoje”: y puesta de
nunca le hubiera permitido velar a Felipe, rddillaa a ia cabecera de su cama, comenzó en VOZ queda su rezo. Pero
“11 nadie le sirvo”, se decia con tristeza. Ni se atrevió a preguntar ~~1~4 que velaba en el colgadizo hubiera oído volar el pensamiento en
lo dispuesto para aquella noche. En la cena le habló la Señorn con la el cuarto de Ramona. Al susurro, volvió a poner-e en pie. sin apartar
misma frialdad y reserva que la tenían siempre amedrentada p muda. Ni de la ventana los ojos: y en la luz de madrugada se dibujaba su arrogante
un instante pudo ver a Felipe a solas en el dia. Margarita, que en otros cuerpo. Jfás que lo vio, lo sintió Ramona, e interrumpió la oración.
tiempos itiempos muy lejanbs! la consoló más de lo que Ramona entonces Alejandro estaba seguro de haberla oído.
imaginaba; Margarita, ahora áspera y hostil, parecía huir de intento su -iHabló la Señorita.,7 dijo en un murmullo, casi junto el rostro a
presencia, y la miraba de manera que la hacia temblar: “Me odia: me la cortina.
odia desde aquella mañana.”
Asustada Ramona, dejó caer el rosario.
Había sido aquél un día muy largo y triste para Ramona: y ai ver
desde su asiento en la ventana, apoyada la frente en el postigo. a -No, no, Alejandro: no hablé.- Y sin saber por qué, se estremeció.
Alejandro paseándose por el jardín, sintió por la primera vez, sin re- El ruido de las cuentas al caer explicó a Alejandro el rumor.
sistirlo ni ocultárselo, placer de que la amase. Mas, no: no era su -Estaba rezando,-se dijo avergonzado.-Perdóneme, Señorita: pensé
mente ingenua como la de Margarita, desenvuelta en el trato libre de que llamaba.-Atravesó el colgadizo, y se sentó en la baranda: dormir,
los hombres; pero allí en su ventana, mirando al jardín iluminado por ya no podía. Ramona, arrodillada aún. lo veía a través de la cortina
la luna, sintió tierna , y sincera alegría porque Alejandro la amaba. transparente por donde entraba el alba. Desatendida de todo, allí se
La luna se había ya escondido, y el jardín, la capilla, loe árboles, estaba de rodillas, mirándolo. El rosario, olvidado, yacía a sus pies.
las enredaderas, estaban envueltos en la oscuridad impenetrable, cuando Ramona aquel día no acabó su rezo, pero su corazón, henchido de
se despertó Ramona, se sentó en la cama, y escuchó: por la ventana agradecimiento y júbilo, entonó a la Virgen una plegaria más ardiente
abierta se oía en el silencio la respiración tranquila de FeZpe. Se y bella que cuantas enseñalibro alguno.
levantó: fue a la ventana, y entreabrió las cortinas, todo calladamente. Habia salido el sol, y los canarios, pinzones y pardillos lo saludaban
mas no tanto que engañara el oído de Alejandro cuidadoso, que saltó con trinos y vuelos, cuando Felipe no abría aún los ojos. La Señora,
sobre sus pies, vuelto hacía la ventana de Ramona. impaciente, estuvo dos vecesen el colgadizo a ver si despertaba. Ramona,
-Aquí estoy, Señorita, dijo muy bajo. iQuiere algo? andando de puntillas, sin saludar a Alejandro más que con una rápida
--iHa dormido así toda la noche?, dijo ella, tan bajo como él. sonrisa, llegó hasta la cama de Felipe, y se inclinó a verlo dormir, SU-
-Sí, Señorita: ni se ha movido. jetando el aliento.
-iQué bueno, qué bueno! --iPero debe dormir tanto?, preguntó.
Y no se apartó de la ventana. Quería hablar otra vez a Alejandro,
-Hasta el mediodía tal vez, y cuando despierte, le saldrá la salud
quería oírle hablar otra vez, pero el pensamiento no venía en su ayuda:
y, enojada consigo, suspiró ligeramente. a los ojos.
Alejandro dio un paso hacia la ventana: -jL& santos la bendigan, Y así fue. Felipe se de,pertó riendo de gozo, el gozo de la luz, del
Seííorita!, dijo con toda el alma. aire vivo, de los canarios, de las enredaderas. Y viendo a Alejandro
-Gracias, Alejandro, murmuró Ramona, y volvió a su cama, aunque en los escalonesle dijo en voz más alta que la que se le había oído
no al sueño. Ya no faltaba mucho para el alba, y a su primer claror hasta entonces: -iAlejandro, eres un gran médico! Ese verdugo de
oyó Ramona a la Señora, que abría su ventana. “lOh, no irá n cantar Ventura, con todo su saber, me entierra: tú me has sacado del otro
ahora!“, se dijo, temerosa de que el canto despertara a Felipe. No mundo. i El almu&zo, Alejandr iTrae de cuanto haya en la cocina!
cantó: cambió con Alejaridro algunas palabras en voz baja: “La Virgen, Cuando la Señora vio a su hijo sentado en la cama, clara la mirada,
pensó Ramona, no ha de agradecer un canto que pueda hacer mal a fresco el color, regalándose en el almuerzo, se detuvo, inmóvil como
“30 MAXTf / TIUDlJCCI0.W
RAMONA 291
una estatua; con sollozos en la voz se volvió a Alejandro para decirle: “iDios
ya sabía que le estaba diciendocon ellas que como hermana toda el alma era
te lo pague!“; y entró bruscamente en su cuarto: cuando salió de el, por para él, pero ino más que como hermana!
aquellos ojos habían pasado lágrimas. Todo lo hizo aquel día con inconce- Kómo, se decía, esto no me da más pena? Era una tristeza dulce, y como
bible dulzura. Hasta a Ramona le habló bondadosamente. Se sentía como una ternura de luto por ella. iSí, sería porque él seiba a morir! Y discernió
resucitada. entonces en su amor como un nuevoelemento, como el retorno suavea aquel
Empezó entonces para todos una nueva vida. La cama de Felipe en cl cariño fraternal con que la quiso cuando ambos eran niños, y despucs se
colgadizo era el término de constantes peregrinaciones: la hacienda entera volvió fuego en su alma. Sintió Felipe extraña paz cuando tuvo aclarados
venía allí, a ver al Seriar Felipe desde el jardín, a desearle salud al Señor aquellos pensamientosdolorosos. Acaso le auxiliaron en aquella abncga-
Felipe. El primer paseo solemne de Juan Can, ayudado de las recias muletas ción, sin darse cuenta de ello, Ias razones medrosasde quien se siente con
que Alejandro !e hizo de madera de manzanita, allí fue, a ver al Señor, “a pocas fuerzas para una lucha formidable; acasotemió la cólera de su madre
echar con él su platica”. Allí, en la silla de talla, con aquel sacerdotal pañuelo más de lo que seconfesaba, acasole había mortificado a veces vivamente el
de seda negro ceñido a las sienes, pasaba hora sobre hora la Señora, sin infeliz origen de Ramona. Pero ya todo aquello era pasado: Ramona era su
apartar los ojos de Felipe más que para volverlos al cielo. Ramona vivía allí hermana: él era su hermano: iqué sería lo mejor para Alejandro y para ella?
también, con su bordado o su libro, sentada sobre un cojín en una esquina Mucho antes de que el indio y la huérfana soñasenen que podrían unir sus
del colgadizo, o a los pies de la cama de Felipe, pero siempre de modo que vidas, ya Felipe había pasadolevantando castillos sendashoras. Por primera
lo pudiera ver sin tropezar de lleno con los ojos en la siLla de la Señora, aun vez estabaa oscurassobrelo que haría sumadre. Por la felicidad de Ramona:
cuando no estuviese allí e!la. Lo cual nadie notaba. nada, bien lo sabíaél: ibien podía la infeliz dejar la hacienda de la mano de
Allí también venía Alejandro muchas veces al día, unas por su voluntad, un mendigo, que a su madre no sele movería el corazón! Pero Ramona era
y porque lo llamaban otras. Cuando tocaba o cantaba era su asiento el la hija adoptiva de la Señora Orteña, llevaba el nombre de Orteña, sehabía
escalón más alto de los que llevaban al jardín. También tenía él su secreto, criado en la casacomo la ahijada de la Señora. ¿Y le permitiría casarsecon
suyo sólo, sobre el lugar de sentarse, el cual siernpre era, cuando Ramona un indio?
estaba al!& aquel donde se la pudiese ver mejor. Pero el secreto no era sólo Mientras máslo pensaba,lo dudaba más;y mientras másobservaba, más
suyo, sino que Felipe lo sabía: Felipe, a quien en aqueilos días nada se cerca veía el riesgo. Urdía, allá en su activa imaginación, plan sobre plan,
ocuhaba. Si la tierra se hubiese abierto a sus pies, no habría causado más para precaver el conflicto, para preparar a su madre; pero la voluntad iba
asombro a aquel grupo apacible, a la Señora, a Ramona, a Alejandro, que cn Cl másdespacio que el cariño: con la debilidad se aumentaba su natural
el conocimiento súbito de lo que en aquellos días, mirándolos alegremente indolencia: corrían los días: le era grato vivir en aquella paz blanda, entre los
desde su cama de convalecer, meditaba Felipe. pijaros alegres, al aire lleno de aroma, a la media luz de las enredaderas.
Acaso, si lo hubiese sorprendido en plena salud, la novedad de aquel Ramona apenasse apartaba de él. A su madre nunca la había visto menos
amor de Alejandro, y de que Ramona pudiera pagárselo, lo hubiera llenado triste. También estaba allí Alejandro, pronto a cualquier servicio, en el
de celos. iPara otro, no para él, aquella que desde niño quería él para sí! campo o en la casa: sumúsica era un deleite, su fuerza y fidelidad un motivo
Pero la existencia de aquel amor se reveló a él cuando, postrado y débil, de reposo, su presencia siempre grata. “Si a mi madre le ocurriese que lo
apenas pensaba ya más que en morir, en que le era imposible recobrar SU mejor, en fin de cuentas, sería casarlosa los dos, y dejar a Alejandro en la
antigua fuerza, en lo que iba a ser entonces de la pobre Ramona. Bien sabía hacienda: iquién sabesi sele ocurre para cuando acabe el verano!”
él que, después de su muerte, aquel corazón solo no podría vivir al lado de Y el verano delicioso, lánguido, casi tropical, se cernía sobre cl valle.
su madre; de su madre, adorada por él, pero impiacable para Ramona. Los albaricoques eran ya oro: relucían los duraznos: las uvas, duras y
Y con ia debilidad se le afinaba el juicio. Ya Ramona no era para él un
misterio; ya no se preguntaba la razón de aquellas miradas tenaces y curiosas;
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repletas, colg&an en espesos racimos cual esmeraldas opacas, de los La verdad es que nunca pensó ella que entre Ramona y AIejandro se
frondosos emparrados. Amarilleaba el jardin, y se habían caído ya llegase a bodas: a su juicio, aquello oería a lo más un amorío, un noviazgo
todas las rosas; pero había flor en el naranjo, en los claveles, en las oculto, como lo que ella misma hnhia tenido más de una vez con los
amapolas, en los lirios, en los tiestos de geranio, en 103 canteros de pastores, iPero nunca boda!
almizcle: poseía la Setíora como poder de maga para tener en flor el Margarita, como un fantasma, siempre aparecía, ojeando de cerca
almizcle todo el año: gustaban de él los colibríes, las mariposas y laa o de lejos, por donde Ramona y Alejandro estuviesen. “Tú ves con toda
abejas: henchía él el aire. El colgadizo estaba más tranquilo hacia el la cabeza”, le decía su madre. Ertaba a la vez aquí, allá, por todas
mediar de la estación: los pardillos habían anidado, y los canarios y partes. Y con la espucla de la pasión, cobró mayor viveza aquel natural
pinzones, y la Seiiora se pasaba los días alimentando a las madres en suyo. Fácil como era el espionaje en la casa ancha y abierta, oólo los
los nidos. Tan tupidas estaban las enredaderas que no hacía falta ya celos podían tener informada a Margarita de lo que, con toda su vigi-
para amparar a Felipe del sol la manta de alegres colores que Alejandro lancia, había escapado a 103 ojos cuidadosos del mismo Felipe.
prendió los primeros días frente a la cama. iCómo contar el tiempo En 103 primeros días, mucho contó a Felipe la ingenua Ramona.
en aquel recodo venturoso? “MaNana, se decía Felipe, le hablaré a mi Le contó cómo, al verla Alejandro rociando unos helechos mortecinos
madre.” Y todos los días se decía: “Mañana” que tenía de adorno en el altar, le dijo: “No 103 rocíe la Señorita, que
Pero el colgadizo tenía otro vigilante en quien no pensaba Felipe. están muertos : yo le traerc otros”: y a la maííana siguiente encontró
Jamás iba Margarita de un lado a otro sin observar dónde estaba Ramona junto a la puerta de la capilla un haz de helechos maravillosos
Ramona, dónde Alejandro. Esperaba su hora. Cómo se vengaría, no lo y gigante3, la pluma de avestruz, tamaña como un hombre, el cabello
sabía aún bien: fuera de este o aquel modo, estaba segura de que había de doncelia, ligero y plumoso, y el helecho de oro y el de plata, dos veces
de ser. Cuando, como sucedió a menudo, veía al grupo del colgadizo más altos de los que ella había visto jamás. Los puso en lindos jarrones
suspenso del violin o el canto de Alejandro, y a Alejandro mismo tan alrededor de los candelabros, J nunca le pareció la capilla tan hermosa.
bien hallado y suelto en la compañía de los señores como si hubiese Alejandro fue también quien recogió en el cantero de alcachofas, la3
pasado entre ellos la vida, le rebosaba a Margarita la cólera. “¿Como pocas semilla3 que dejó enteras el ganado, y trajo una a Ramona, pre-
uno de tantos, pues? i Lo mismo que un señor! ~NO es novedad que guntándole con timidez si no le parecia más bella que las flores de papel
el capataz se pase las horas con los dueños, y se siente delante de ellos, pintado. “En Temecula hacemos con ellas coronas.” Por supuesto que
como una visita de la casa? iVamos a ver, vamos a ver lo que sucede!” no había flor de papel que pudiera compararse a aquellos blandos discos
Y no sabía si odiba más a Alejandro o a Ramona. de hebras unidas y sedosas, con su aureola de púas, suaves como el raso,
y de un amable color de crema. iCosa más rara que no se hubiera fijado
Desde aquella mañana de la plática bajo lou olivos no había hablado
nadie hasta entonces en aquella hermosura! Y Ramona hizo una corona
a Alejandro, y, en vez de solicitarla, esquivaba su presencia, lo que
para el Señor San José, y un ramo para la mano derecha de la Virgen
causó al principio pena al mozo. En cuanto se aseguró de que Ramona María, tan lindo todo que cuando lo vio la Señora creyó que eran florea
no pensaba mal de él, no supo cómo hacerse perdonar por Margarita la de raso y de seda.
rudeza con que la apartó de sí y sacó de la suya la mano que le tuvo Y Aiejandro le había traído bonitas cestas de las que hacen a mano
primero abandonada. Pero la que sufría de amor celoso no quería saber las indias de Pala, y una de los Tulares, más fina que todas, tejida
de excusas ni generosidades. “iQue se vaya, que se vaya con su Señc- alrededor en fajas encarnadas y amarillas, y con plumas vistosas mezcladas
rita!” E imitaba con amarga burla el tono en que habia dicho “iseñorita!” con la palma.
Alejandro. “Los tontos no más no ven que ella está que se muere por Y una taza de piedra le trajo también Alejandro, de up negro
el indio. Si esto sigue, ella misma se le brinda. Conque ‘jno está brillante que parecía esmaltado, una taza que compró para él un amigo
bien hablar así de los mozo-, hfargarita?’ Lo que es ahora no me Lo en la isla Catalina. Casi no hubo dias de la3 primeras semanas en que
volverá a decir. i,Y para qué lo ha de querer, sino para volverlo loco?” Alejnndro no diera nuevas prueba3 de su previsión y excelente voluntad.
294 MARTí / TRADUCCIONES RAMONA
2!X
A cada paso tenía Ramona que contar algo que le había oído a Ale- habtán ido las gota6 que tocó ella con 6~s manos? ;Esas gotru no be
jandro: cuentos de las Misiones que sabía por su padre, historias de los juntaran nunca con la6 del mar! Yo quiero a esta agua.”
santos y de los misioneros fundadores, más divinos que humanos: de? Allí lo había visto tend lo Margarita, que por instinto adivinó aquella
Padre Junípero, que 6e quemaba las carnes y se daba con una piedra contemplación, sin entender BU poética delicadeza: “iAhí se cstk, pue6,
sobre el pecho, exhortando a los indios a despreciar el dolor y poner esperando a que su Señorita venga a verlo! ilindo lugar, el lavadero,
la esperanza en la eternidad y su justicia: del Padre Crespi, el amigo para que una señora le dé cita a BU novio ! JArroyo es, pero con el
de Junípero, que contó su bondad, sus jornadas heroicas, sus llantos agua de él no me lava 6us culpa6 Ia %or-ita, el día que la encuentre
cuando sele escapabaun bautizante, 6u gloriosa muerte. Con sus propios allí coqueteando con el ‘indio la Señora! JCon que le suceda eso, me
ojos había visto el abuelo de Alejandro los milagros que hizo el Padre muero contenta!” Y habría de suceder, porque debajo de 103 saucesera
Crespi, como aquel del pocillo donde el Padre tomaba chocolate, que precisamente donde se veían con mk frecuencia Ramona y Alejandro,
iba siempre en su caja muy guardado, eomo ímico iujo del piadoso cada vez por rnk tiempo, cada ve6 cost&rdole6 más el despedirse,según
varón, y un día apareció roto, con espanto de todos: “NO os aflijái6, observaba Margarita con satisfacción maligna. Ya muchas tardes, al
hijos, no os aflijáis, que yo Lo enmendaré”: y tomó con susmanos ambos acercarse la hora de comer, Margarita comenzaba a dar vueltas, con un
pedazos, los apretó mientras rezaba una oración, y al!í quedó el pocillo ojo en el jardín, por cerca de la Señora, como tentándola a que la man-
tan campante, sin que se le conociese en todo el viaje la juntura. dase llamar a Ramona a la mesa. “iAh, si pudiese yo pon%rmelesdelante
Pero de 6í propia, no hablaba sobre Alejandro, Ramona. A lo que de repente, y decirle como ella me dijo: ‘iLa llaman en la casa?’ Y
6olía preguntarle de él con marta Felipe, respondía poco, y mudaba de que yo lo diré de modo que lo sientan como una bofetada. iY será!
asunto. Rara6 veces fijaba en El los ojos. Cuando Alejandro hablaba jYZl Va a ser! iEn una de estas pl&icas me les aparezco no ntrt! iYa
con los demás, tenía ella siempre los ojo6 bajos: si Ee hablaba a ella, me llega la hora!”
los alzaba un instante vivamente, y los dejaba caer en seguida sobre SU
costura. Todo lo cual, lo mismo que Felipe, observó y entendió Ale-
jandro que ya sabía de cuán distinto modo miraban aquellos ojos en 10s
breves momentosen que podían fijarse en los suyos sin testigos. Aunque
de un testigo jamás se pudieron librar: de Margarita.
Más de una vez sucedió que Alejandro se encontrase con Ramona
allá en el arroyo, debajo de los sauces,doncle corría el agua ligera. La
primera vez fue casualidad: despuésno lo fue nunca, porque Alejandro
volvía allí con Ia esperanzadc encontrarla. Y si Ramona no se confesaba
que iba SI arroyo por verlo, ya sabía tal vez que guiaba sus pesos el
recuerdo de que allí lo había vis:o. Era un grato rincón, fresco y con
sombra, aun al mediodia, y con cl agus clara llena de dulce música.
Solía Ramona ir allí por las mañanas a !avar un encaje 0 un pañuelo,
y con trabajo reprimía Alejandro el deseo de acercarse a ella. Surgía
entonces ante él, cada vez con gloria nueva, aquella visión de la tarde
q mortal
dorada en que la vio primero, en tal beldad que le pareció apena-
criatura. Como a santa la miraba siempre, pero i ya sabía él que era
una santa viva! Allí volvió Alejandro noche sobre noche, y tendido en
la yerba, hundía la mano en el agua del arroyo, y jugaba con ella como
en 6UefiO3, diciéndose, con pensamiento6parecidos a sonrisas: “¿ Dónde
Llegó la hora rnk C14 que la qtit; TItr;!í,c‘I;: JPL*iI~:r2x., pero no
por su mano. aim pdr las mismas de la 5=)t:nl.T:i. jlG~:;t~oo.
En cuanto estwo Felipe mas fuerte, y c3pa:k de nn-lar sin ilyda por
el jardín y la casa, vo!vió la SeFinrn 0 52 .antj;ur ::?,MXlbrz dc darse
por la hacienda Iürgos paseos: “Ni ma bebt:: fI:e ycrSa se Ic pasa”, decían
los mozos. A4hc,ra la Gvaba ademas el ;~en.samiento de ver si podía vender
a ios Ortega un rccodl.> de pwtcs iiridantc COI, el de eilos, en cuya compra
parecían muy iXlkit!S2¿iOU. Ehtaba -1 pastai mas lejos de lo que !a Señora
calculó, y en el viaje y la vista voió el tiempo; de modo que era ya
puesta 0% aoi cuando volviendo de prisa, dejo el camino real para en-
trarsc por el paso donde Ramona encontrti al Padre Salvatierra. Ya la
mostara no *u$a et camino como antes, cuando rompía en flor la
primavera, sino que estaba seca y enjuta, y pisoteada que era un dolor
por el ganado, CuauOo I!egó 8 1~ssauces, tan oscuro era ya que apenas
sreis : sus pasos. Gempre ligeros, no resonaban sobre 1.2 senda blanda;
de p’rrrntn sc vi, wra a cara con un hombre y una mujer? ab!, ante sus
ojos, ribrn::a~os. Sc detuvo, echó el pie atrás, dio un grito de sorpresa;
y conx~5 a iv3 que, mudos de terror, desapartados ya Ios brazos tr~ru~los,
la rrirz:>,:a wn espanto.
---Señora. . . --empezó a decir krnons, a quien ci miedo por Ale-
ja?~dr~ A+volvía tas palabras.
---;IXlate, indigna criatura! irSo te atrevas a habLarme! iVete a
tr1 C7~LìlfO!
No se movió Ramona.
^.- ; Y tú, ----continuo la Yeñorâ, wlsi~:!dose a hkjnnh, tú, , . “;J.b!orn
-~i+r:%o wles de mi servicio” iba a dF)cir* , FM’0 do!ninfI.?!?oW 2 %XFP>
.T!l,C! ?ijcr: I . .tú le respc~ndcrás de c::to 91 Seríor FeI:pe:! ; I‘rera $7 EI
298 MARTÍ / TUDUCCIONES BAMOWA 299
vista!-Y arrebatada, una vez al fin, por la cólera, dio con el pie en lo supiesen, que la avergonzasen, que pusieran fin a sus amoríos con
el suelo. -i Fuera de mi vista, digo! Alejandro, pero iay, aquello no! isi parecía que la Señora iba a matar
Alejandro tampoco se movía, sino pala pregmtar con los ojos a a Ramona! “Q ue 1a o d’ta en su corazón 10 sé yo; pero matarla de
Ramons. Haría, lo que quisiera ella que hiciese. hambre no la matará, porque aquí estoy yo, que no la dejaré. iQué
--Ve. Alrjandro, dijo Ramona serenamente, mirando a la Señora vería la Señora que se ha enojado así? Y los celos vencían la generosidad.
sin miedo en pieca cara. Desde que oyó “ve”, se echó a andar. “jL0 que merece, pues, uo más que lo que merece, por quitarles a las
Per.-) xfw!!a calma de Ramona, aquel esperar de Alejandro por otra mozas la proporción de Alejandro, que es un mozo honrado!”
ordc s~~s9no era 13 su::;3 antw de moverse de su sitio, encendieron a la
Y la Señora con su cultura. y con su ignorancia Margarita, incüpac:q
Señoii: ?Tr;rcnc en cie;;a ira. Y al abrir Ramona los labios otra vez,
. ambas por su enemistad de imsginar la belleza de aqncl cariño, creían
al decl! -‘~,~.l,,t 3” sili meditar en su acto vergonzoso le dio una bofetada
firmemente que entre Ramona y Alejandro no había más que un des-
en la boca. v*ergonzado enredo.
-iNo me hah!eQ! ‘.- le gritó; y sujet8ndola por el brazo, más la
Quiso la mala fortunx, aun-w no fue mala acaso: que Felipe vier:r
empujó que la arrastro por cl sendero del jardín.
tambicn lo que pasaba en cl jardín. Oyó voces, miró por la ventana,
-Señora, me la:t;ma, Ir dijo Ramona, con la voz aún serena. No
y dudando de sus propios sentidos, vio como venía su madre cmpujando
necesita sujetarme. ‘io Ire ccn usted. No tengo miedo.
a Ramona por el brazo, vio el rostro de Ramona, pálido y singu!srmentc
iEra aquélla Ramona? L, anciana, ya abochornada, le soltó el brazo,
sereno, vio el de su madre, descompuesto por la furia. “Necio & mí”,
y le miró de lleno el rostro, donde aun en lo oscuro de la tarde* se
se dijo, dándose una palmada cn Ia frente, “que be dado tiempo n que
podía leer una suprema paz, y una resolución poco creíble en tan sumisa
la sorprenda: ahora jamás la perdonará, ijamás!” Y se echó de.bruces
criatura. “i Bribona, hipócrita! ¿Qu;’ quiere decir esto?” pensaba la
sobre la cama, pensando en lo que podría hrccr. De pronto oy a sn
anciana, débil aún de la ira: y le voltio ;I asir el brazo. Así. como
madre que lo llamaba, wn voz aún alterada; pero no responEi$:, seguro
a una prisionera, la llevó hasta su cuxto, cl cuarto donde en aquella
de que vendría a buscarlo al cuarto.
nache de prueba para Felipe oró por él, y se le cayo el rosario al suelo:
-;QuC? ique te sientes mal, Felipe ?, lc dijo al verlo aco:tadk>, yendo
cerró la puerta con violencia, y corrió por fuera ‘la llave.
Todo lo había visto Margarita. iCómo habían de tener cita en los hacia él apresuradamente.
sauces sin que ella lo supiera ? Pasó la tarde knpaciente y ansiosa. -No, mi madre: un poco cansado me ciento esta noche.-Y cuando
i Aquella Senora, que no acababa de llegar. 1 Más de :ina vez, con interés ella se inclinaba sobre él, alarmada y ansiosa, le echo Felipe los brazos
fingido, preguntó a Felipe si no quería que pusiese !a cena para él por el cuello, y In besó con ternura: “iAy, mi madre!, le dijo amorosa-
y la Señorita. No: hasta que mi madre vuelva”, ie responffri; Felipe mente: iqué haría yo sin ti?” No calma más pronto cl aceite !as aguas
que sabía donde era la cita aquella vez. El no esperaba a su madre agitadas que aquellos besos el inquieto corazón de la Señora: iqué le
hasta tarde; pero no pensó que pudiera venir por el paw cir! arroyo, importaba lo demás, si vivía para quererla aquel idolatrado hijo? Ma-
que a pensar!o, habría hallado modo de llamar a Ramona. ííana, maíiana, le hablaría de ese bochornoso asunto de Alejandro. I,e
Cuando hlargaritn vio- a la pobre nifia empujada adentro de su LWIIXO mandaría al cuarto In cena para que no echase a Ramona tan de menos.
por la Señora, pálida y temb!orosa; cuando vio a la Sefiora correr la “No te levantes, no: yo te mandaré la cena.” Le dio un beso, y salió
llave, sacarla de la cerradura, dejarla caer en su bolsillo, sc cubrio In para el comedor, don& aguardaba, pronta a servir la mesa, I\Iergarita,
crbeza con el delantal, y cnrri6 hacia el colgadizo de! fondo. oprirrioa tratando en vano de aparecer como si nada se Ic alcanzaGe de lo sucedido.
como por un remordimiento. Record5 en un instante todos los cariños iPero es ésta la misma Señora que acaba de ercerrrr a !n Yeñorita,
de Ramona para ei~a. las veces que lo libró de resaños y castigos. c’ temblando de rabia? iQué le pasa, que viene .ahora a decirle suave-
encaje del altar, cosido y lavado por sus manos: “ivirgen Santa. qué mente: “Llévale al Señor Felipe la cena a su cuarto: está cansado: no va
le \\rn a hacer ahora!” No había ella previsto desenlace semejante: q*:c 8 levantarse.” Margarita la miraba inmóvil, con la boca abicrtà.
300 MARTf / TRADUCCIONES RAMONA 301
-iQué miras, muchacha? -dijo la Señora con tal tono que la un hombre, él la tuvo en sus brazos, él la sintió reclinada sobre su
criada dio un salto. hombro. ;él le dio un beso! Sí? él, Alejandro, había dado un beso a la
-Yo nada, yo nada, Señora. ¿Y la Señorita no viene a la cena? Señorita Ramona, y ella no lo tuvo a mal, y lo be-6 una vez en la boca,
¿La llamo? como niña ninguna besa a un hombre sino para decirle que le da toda
La miró la anciana de pies a cabeza. ;Habrá visto? ¿De dónde pudo su vida , jsu vida a él, a Alejandro ! No era maravilla que su cerebro
ver? La Señora volvió a sus sentidos: mientras Ramona estuviera bajo hirviese y vacilase, allí oculto en la sombra, sobrecogido, desamparado,
su techo, tratárala ella como la tratase, ningún criado habría de mirarla medroso, privado de su amor en el instante de su primer beso, echado
sin respeto. del suelo que pisaba su amada ipor aquel que tenía derecho a echarlo!
-La Señorita no está bien,-dijo friamente.-Está en su cuarto. i Ah, Felipe, es verdad! ¿Le querría ayudar Felipe? Como sabe la
Yo le Llevaré luego de cenar, si quiere. No vayas a molestarla.-Y codorniz silvestre donde esconderámejor su cría, así adivinaha Alejandro
volvió al cuarto de Felipe. que Felipe era su amigo: pero iqué podría su amigo con aquella terrible
-“Poco apetito”, se decía Margarita regocijada levantando la mesa, Señora? iAy!, iqué sería de ellos?
“paco apetito va a tenel mi Señorita; y el Señor Alejandro tampoco Y tal como en el instante de perecer ahogados se dice que en un
tendrá mucho: quiero yo ver qué se hace ahora el Señor Alejandro.” segundo milagroso pasa ante los agonizantes el espectáculo entero de
Lo cual no pudo ver; porque Alejandro no apareció en toda aquella su vida, así en aquel supremo momento del nmoí de Alejandro cruzó por
noche por la cocina. Ya había cenado el último peón, y él no daba su mente, en fúlgidas imágenes, el recuerdo de todas las palabras y
cuenta de sí. En vano se echó a buscarlo Margarita, que conocía bien actos de Ramona. Recordaba aquel modo de decirle, el día del desmayo
sus lugates preferidos. Una vez pasó rozando junto a su escondite, que de Felipe: “ ¿Tú eres Alejandro, no?” Volvía a oír, como aquella noche
era el recodo de geranios que había a la puerta de la capilla: desde allí, en el colgadizo, su rezo ahogado, ya al despuntar el alba. Pensaba, no
sentado sobre el suelo, hincada entre las rodillas la barba, vigilaba sin horror, en aquella tierna compasión suya por los esquiladores, la
Alejandro el cuarto de Ramona: allí decidió quedarse toda la noche: si tarde en que los dejaron sin comida: “iTodo un dia sin comer, Ale-
Ramona necesitaba de él, por la ventana de su cuarto podría llamarlo, jandro!“: “iay, mi Dios! itendremos qué comer todos los días, cuando
o por el jardín bajaría al arroyo: de todos ‘modos, de allí la vería. esté ella a mi lado?“: imejor sería alejarse de ella para siempre! Y
En tumulto se sucedían en su pecho el ansia mortal y el gozo loco. evocó luego, una a una, sus palabras y miiadas en la conversación de
Ramona lo quería: se lo había dicho: le había dicho que se iría con él aquella misma tarde, cuando le dijo él que la quería, y se sintió el
Pin miedo, que sería su esposa: acababa de decírselo, en aquel infeliz corazón alegre y fuerte. Ella le respondió: “Sé que me quieres, Alejandro,
instante en que apareció ante ellos la Señora. ¿Qué no sería capaz
y me da alegría”: y lo miró con todo el amor con que pueden mirar
de hacer la Señora? iPor qué, por qué los miró a los dos con aquel
ojos de mujer; y cuando él la ciñó con sus brazos, ella’ se abondonó
desprecio odioso? Si ella sabía que era india la madre de Ramona
sin miedo en ellos, y reclinó sobre su hombro la cabeza, i y volvió hacia
ipor qué extrañaba tanto que se casasecon un indio? No le ocurría
él el rostro ! . . . Pues iqué importa todo lo demás? iEse es el mundo
que la Señora pudiese pensar nada más por haberlos visto uno en brazos
de otro. Pero él iqué iba a darle a Ramona? ipodía ella vivir como entero! iQué desdichaha de haber con ese amor? Con que él la quiera,
vivía él, como vivían las mujeres de Temecula? Tendría que salir de ella tiene bastante: y con que lo quiera eII,a iqué Moreno, ni que Ortega,
su pueblo, ir a las ciudades, hacer cosas nuevas y desconocidas,ganar ni qué americano tiene hacienda mejor?
más para ella. i Ramona en miseria! : aquel miedo le envenenaba todo Y era verdad, aunque ni la SeRora ni Rlargxita lo hubieran creído:
el júbilo. El no había pensadoen estasdificultodes: dejó que los poseyese aquéllas habían sido las primeras palabras de amor entre Ramona y
aquel amor profundo y doloroso, y soñaba, y esperaba, más como nube Alejandro, la primera caricia , ei primer momento de abandono. Viníe-
que como pensamiento fijo. Y ahora cambiaba todo en un instante: ron, como vienen siempre las primeras confesiones amcro’w3, sin más
había hablado ella, había hablado él, de esosdecires no se vuelve atrás anuncio que el que da para abrirse una flor, A!~jandro bribia estado
R&MONA 303
302 ?&4RTf / TRADucc10NEs
vive tan triste. ¿Y va a ser siempre así? iY tendrá que eztar rieak
hablando a Ramona de la conversación que tuvo con él Felipe sobre pre aquí?
au empleo en la hacienda: -iAh!, pero yo no estoy siempre triste, dijo en seguida ella, coa
-Lo sé, dijo ella: yo oí cuando la Señora hablaba de eso con Felipe.
aquella risa suya que parecía un rayo de sol: -yo estoy muchas vecoa
-iY ella no quiere que me quede?, preguntó él vivamente.
alegre. El Padre dice que el que es bueno vive ‘dichoso, v que no ea
-Creo que si quiere. Nunca se sabe bien lo que e!la quiere, sino pecado ponerse contento con el sol, y con el cíelo, y con el quehacer,
luego. Felipe fue quien lo propuso. que nunca se acaban. Sí, dijo de pronto, con el rastro nublado: creo
-“iSino luego?” No entiendo, Señorita. que estare siempre aquí: yo no tengo otra casa: tú sabesque la hermana
-Es que la Señora nunca enseña lo que quiere: siempre dice que de la Señora me tomó por hija, pero era yo muy nqa cuando ella murió
Felipe dirá o que dirá el Padre; pero creo yo que lo que dicen e!los es y la Sesora me trajo a su lado. El Padre dice que yo debo agradecerle
siempre lo que quiere ella. Alejandro: ¿no creestú que es extraordinaria todo lo que ha hecho por mi, y yo hago por agradecérselo.
la Señora?
Alejandro no quitaba de ella los ojos. ICuánto hubiera dado por
-Quiere mucho al Señor Felipe, fue la rePpue:ta evasiva de Alejandro.
atreverse a revelar lo que le contó Juan Canito, por decirle en un grito
-iOh, tú no sabes cómo 1” quiere! Felipe es su cariño en el
del alma: “Te desprecian, Señorita mía: tú no estás -entre ellos en hr
mundo. Si él hubiera muerto, ella se muere con él. Por eso te quiere
casa: tú tienes sangre de indio en las venas: iven conmigo, ven conmigo,
a ti tanto, Alejandro, porque cree que tú le salvaste a Felipe. Es una
que te cubriré de amor!” Pero ic6ma atreverse ip decirlo?
de las cosaspor que te quiere,-añadió en seguidasonriendo: y miranda
Pare& que algún encanto le había quitada a Ramona aquella noche
como con fe a Alejandro, que sonrió también, aunque no por orgullo.
las trabas de la lengua. ¿-Quéimpulso le mandaba contarle a Alejandro
sino pov honrado agradecimiento dc que Ramona lo juzgase digno de 1:: su historia?
consideración de la Seiiora. --Lo peor, Alejandro, es que no me quiere decir qníén es mi madre,
-No sé por qué me parece a mí que no me quiere. De veras creo ni si está viva o muerta, ni nada de eha. Le pregunté una vez, J me
que no quiere a nadie la Señora. No se parece a nadie que yo conozca, mandó que no le preguntasenunca, que ella me diría. NadP me ha dicho.
Señorita. EI secreto pedía la salida en los labios de Alejandro. Nunca le había
-No, Alejandro, le respondió Ramona, cavilosa. A nadie se parece.
parecido Ramona tan cerca de él, tan cariñosa, tan confiada. LY si le
IX.8 tengo tanto miedo, si supieras.t Desde niñita b tenga miedo, Ak- decía la verdad? ZSe acercaria más a él, o se le alejaría?
jandro. Entonces yo creí que me tenía odio; pero ahora ni odio ni
--iLa Señorita no le ha vuelto a preguntar?
cariiio, con tal de no tenerme delante de los ojos.
Ramona le miró con asombro: --iAlejandro! Nadie ha desobedecido
Y Ramona decía esto lentamente, fija la mirada en el agua que
corría a sus pies. Si en aquel instante hubiera alzado los ojos, si
nunca a la Señora.
hubiera visto lo que en los de Alejandro había, allí habría sucedido -iYo Ia hubiera desobedecido!
lo que sucedió luego; pero no los alzó, y sigu$ hablando como consigo No, no podrías. Se quierer y no se puede. Yo le pregunte una
misma, sin pensar en la pena de Alejandro. wz al Padre.
-Muchas veces he venido yo a este arroyo, y me he quedado --iY dijo?. .
viéndolo, y deseando que fuese un gran río, para poder echarme en -- Dijo que no le volviera a decir nada a la Señora, que cuando llegara
41, y que me llevase al mar, muerta. Pero cl Padre &ce que matarse !a hora ella m,e &na. Y la hora no llega. iQué querrán decir con eso,
ea pecado mortai; y cuando por Ia mañana volvía a salir eI 901, J Alejandro?
cantaban los pájaros, me alegraba de verme viva. ¿TU has tenido nunca --De Ia gente de mi pueblo, yo sé lo que quieren decir; de &ta no.
tanta pena, Alejandro? Yo no sé por qué hacen muchas cosas. Quikn sabe no sepan quién fuc
-No, Señorita, nunca, y entre nosotros matarse es deshonra. Yo nu la madre de la Señorita.
sé que me pudiera matar. Pero es mucho dolor pe:lsar que la Señorita
HAAi0N.4 305
-;c>h .i. s;ben! ;s~hm !.-dijo eila en *;0z baja. p C~II;J ei le
-j Ay sí. así es. así es también en mi pueblo! “;!‘arn qué?“, le
crrebstnran 13s pdlal,rz, r‘,íb 153 lLibi3s. -Pero no hab!e:::i;3 de cosas
dicen a mi padre Pablo, que se dpbe‘pera con ellos. Les da cuanto
trlste3, ,I!~~jsr~dru: hahl~.~c~~~ de L~~SS a!egrea: de qu7 te quedsa lli TII
tiene, pera nc, lec luce. SOlo tres cabemos leer v escribir cn Temecula:
i3 hJiiel:J3.
mi pndre Pahlo. otreo más, y )o. \li p3dre quiere rnxñarlus, y ello5 no
---Y Lxr’i dt ver45 ?in3 ,iesri2 pdra la Sellorita que yo me qüe,!c’?
aprmden. “~Cuánd~~?“, dice uno. “;, Pnra ceutí?“. dice11 todo=. iQuiCn
--1 r IJ dt-3 que sí, t.vr~reztó Ramona sin hipoc[eAíz, pero con un 1
no time sus ptwas. Señorita?
iigts:*J i;mLi(lr ?n 1.3 v<vz, que bien peI!:ibil Alejandro. --Sin ti r,o si+
Todo nquello lo había oído Ram,jn3 con la tristeza pintada en e!
qué vdmos 4 hacernes. t’ëiipe dice que no te c!ejx;i ir.
semblante. Aquello era un mundo nuevo. Nunca, hasta aquella noche.
Reiplal.lecia ia ¿arlt dei mozo. -4c1á CC)IUU mi pldre diga, Seco-
hsbían heblado de sí mismos, Alejandro y Ramona.
rita. El propio que vino de ‘femcrulrt 3ali6 de vuelta ayer con la carta
--Esas son penas de veras: a las mías no les digas después de eso
w que le pido que me rnclntle cómo he de responder 31 .Xíor Felipe.
penas: ¿qué podría yo hacer, Alejandro, para ayudar 2 tu pueblo?
hfi pädre es muy viejo, ScGorit2, y yo no sé cómo podra é! estar sin
Si estuvieran cerca, yo les podría ensebar iverdad?: yo les enseñaría
mí, porque no tiene mis hijo que yo, y mi madre murió hace añus.
n leer. iY tú no tienes más parientes que tu padre? iTú no.. . tú no
En nuestra ~253 vivimos los dos no mas, y wando estoy de viaje se siente
quieres a nadie en tu pueblo, Alejandro?
muy solo. l’fro va n decir q:ic me quede, porque e! pueblo está muy
Las penas de Temecula tenían en aquel instante tan preocupado 31
pobre, y nccesitnn mi s3!3rìo. Lo qae trabajan uo les alcanza m;ts que
mozo que no entendió el alcance que la vacilación misms daba a la
para conxx al dia, y nii padre í’ab10 no quisiera morir sin verlos felices.
pregunta de Ramona.
El ed;i ;uny triste ahora, desde que andan por los alrededore loe
-Oh, sí: los quiero a todos: todos son como mis hermanos y hermanasr
americanos, Quiere cerc2r la tierra, para que sepan lo que es nuestro:
Pensando en ellos no tengo día tranqui!o.
pero la gente tr3baja tan recio cque nO les queda tiempo para el cercado.
Durante todo este coloquio tenía inquieta a Ramona un pensamiento
DC sera9 que blos oon tiempo5 n12Ios pnra los indios, Señorita. LLa
tenaz y callado. M ien
. t ras más le hablaba el indio de su padre y del
5eOorita no ha estndo n:;nca en ‘Temecula?
pueblo, más claro veía que estaba tan ligado a ellos que no le dejarían
---No. ~CS un puebIo muy grande?
quedarse mucho tiempo en la hacienda. De pensar sólo que Alejandro
Swpir5 Alejandro: ---,’ -13[1 StGorita! : ni pueblo es, sino un caserío
se había de ir, se le llenaba el corazón de muerte. Y le dijo de pronto,
como da v<xiirte c3d2i, v EiU<~hüri no rn5s de tule. Hay un2 capil!ita, 7
dando un paso hacia él:
2 n :.en:r-n?trío. El G+. psjado le pusimos al cementerio un muro de
-Alejandro, tengo miedo de que tu padre no quiera que te quedes.
adclbe. >!i ;x?dif I’.ihlo dijce que era preciso hacer el muro para IOS
-Yo también, Señorita, contestb él con tristeza.
rnuer!9s antes quf cercnr !3 tierra.
.-j “j vi-Ve mutu,l 13 j;entr rn el cascríu? -Y jtú no te quedarás si él no te da licencia, por SUpWStO?
-iCómo había de quedarme, Señorita?
--C:l>ZlG ,i:m.ientoc. ma~:Jo estgn allí todos, pero lo m33 del año
-Verdad, verdad, dijo ella. Y al decirlo? se le llenaron los ojos
W~;V il:cr;c. ~wr donde ks dan trabajo: van 2 ayudar a las haciendas,
de lágrimas.
0 R 3Lbrir mcjx:, 0 de Fastores, y niuct~os se llevan a la mujer y a 10.0
.., h, Alejandro le vio la9 lágrimas. El mundo cambió para él en UD
ti’,!‘,“. d 0 r:c: !:I“o <7,1c lu t:;r:czr!ta ll.? 5i~to uunca gente muy pobre.
~, ..i, -1‘, Alej”nd: 3 i : en bxinta iicirbsra.
.-~. t-,8!: uegundo.
Hay muciios pobres
-Señorita, Señrrrita Remona, ~qué tiene que I!ora? i Oh, dígame
;>r;;. s ;;.c jjefr:?ar,&j :er (]&r$ ?e comer liria vez por Semana.
_._^ ;,J:‘,‘],;:‘?
que no se enoja si le digo que la quiero!-Y se quedó Alejandro Pem-
blando, del terr0r.y delicia de haber dicho nquello.
;.js 1:pj *:;.j; :I*s j;r:1:: ~5-1 2-I: ;j^~‘-Tr<>,?i ?3 (’ coior. ---sí, dijo, +xK!:? 93::
i,?<li;:;, fjc:-c, ;::J *‘!):"j j::,; :je LS: ,*!j3rj;fjj?, Ni a sus mismos sentidos queria creer qu!: eran palsbras reales
Ak] 3n(1ro. ,4qu~iios 11:1.thDt*ri’)
-,i_ c.,z._ ‘, r;c $ -;F-‘> ‘,.l:‘: -?: *‘.*+:‘r, f:i ,~w,r~~~~ que drseen y2 a-cf~. aquellas rápidas y firmes que le dijeron en respuesta, aunque tan bajas
que ca3i no se oían: -“Yo sé que tú me quieres, Alejandro, y nle d2
3oG MARTI / rFL4Ducc10ws 307
BAMONA
alegría.” iEso, eso era lo que le estaba diciendo Ramona! Y cuando él,
sin querer decir su esperanza ni su miedo, dijo uno J otro a medias -;Psht, Alejandro: tio te muevas.1 Espérame mañana bien temprano,
palabras: -“Pero la Señorita no quiere.. . no puede.. .“,-la misma detrás del corral chico. Aqui no.
voz firme, la misma voz baja, le dijo: “iSí, Alejandro, si quiero: te -¿Dónde está 13 Señorita?, preguntó en un aliento.
quiero. 1” Y entonces él la ciñó con sus brazos, y le dio un beso, y le -En BU cuarto.
dijo con sollozad más que con palabras:-“Pero, mi Señorita, ique -¿Está buena?
usted quiere irse conmigo para siempre, que quiere ser para mi?: 1no -Si, dijo Felipe, no muy seguro de lo que decía.
quiere irse conmigo!” Y la llenaba de besos. -“iSí, Alejandro, sí quiero
Y ése fue cl consuelo único de aquella noche de angustiosa vela.
ir contigo”, le respondió Ramona en su susurro; y con sus manos en
Mas no el único, no, poique cerca de él tenían su nido dos torcazas, que
los hombros fuertes? le devolvió un beso, y le volvió a decir: “1 Quiero
de tiempo en tiempo, con largos descansosentre uno y otro arrullo, se
ir contigo! ite quiero!” En aquel instaute, en aquel mismo instante
decían ciaramente, con aquel canto de ellas tan suave y misterioso:
fue cuando oyeron el paso y el grito, y al alcance de sus brazos vieron “iamor. 1”
“iAqur. ‘P’ “iamor!“: “iAquí!”
ante sí a la Señora, terrible e iracunda.
-iA eso, a esoes a lo que mi Ramona se parece: a la torcaza mansa!
iOh, que hora aquélla, la que pasó Alejandro, con la barba hincada Así le va a decir mi pueblo cuando sea mi mujer: -;su Najel, SU
entre las rodillas, revolviendo en la sombra tantos recuerdos! Pero eI Torcaza !
fuego de 913 emociones no quitaba la perspicacia usual a 3us sentidos.
Como cuando iba de caza de venados, no se le escapaba ni el caer de
una hoja. Parecía dormir todo. No había luz en ninguno de 103 cuartos:
ni en el de la Señora, ni en el de Ramona: en el comedor, donde de
seguro no tenían cena, hubo luz un momento, roas la apagaron luego:
sólo por debajo de la puerta de Felipe se percibía una vaga claridad,
que iluminaba confusamente aquella parte del colgadizo. Alejandro oía
la VOZ de la Señora y de Felipe, no la de Ramona. Lleno de pena
miraba a su ventana abierta, pero con las cortinas corridas: ni un
movimiento, ni cl más leve ruido. iDónde estaba Ramona? iQué lc
hacían a su amor? Indio cauto y paciente necesitó Alejandro ser, para
no ir a llamar a su ventana; pero ihabía cl de poner aún a Ramona
en más peligro? Esperaría, aunque fuese hasta el alba, a que su amada
le hiciese una señal. Felipe, además,saldría al fin a dormir afuera, como
siempre: allí le hablaria. Era ya cerca de la media noche cuando se
abrió la puerta del cuarto de Felipe, y él y EUmadre salieron al colgadizo.
hablando en voz baja. Se echo el hijo en EUcama, y la Señora, después
de despedirsecon un beso, entró en su cuarto.
Desde que mejoró claramente Felipe, no dormia Alejandro junto a
c! en el co!gadizo: pero él sabía que aquella noche Alejandro andaba
cerca, por lo que no se sorprendió al oir de entre !as enredaderas,
momentos después de desaparecer In Señora. una voz que le dería *
“i Señor Felipe!”
LA SANGRE INDIA
de vivos aepu!tados en las paredes, y muertos allí de hambre. Con el --iPero no dice quién ea mi madre!, exclamó Ramona: ¿y eso es
horror en los ojos seguía los movimientos de la Señora Moreno que, sin todo !o que dice el papel?
notar su miedo, con cada ademán se lo aumentaba. Sacó primero la La Señora la miró estupefacta. iFingía aquella criatura? iNada le
caja de hierro, y la puso en una mesa: luego, arrodillándose, retiró del importaba perder para siempre todas las joyas que tenía delant& casi
rincón másescondido del secreto una maleta de cuero, y la llevó a rastras una fortuna?
hasta los pies de Ramona. No hablaba. La expresión crue! del rostro -iQuién fue tu madre?, respondió con desprecio.-Eso no había
le crecía por instantes. El espíritu maligno se había entrado aquella necesidadde escribirlo. Tu madre fue una india. Todo el mundo lo sabe.
mañana por su alma. Corazones más bravos que el de la niña hubiesen Al oír ‘india”, se le escapó a Ramona un leve grito, que no supo
temblando de hallarse a solas con tal carcelera. Cerró el secreto, y lo entender ia señora Moreno.
cubrió con la imagen: Ramona respiró más libremente: “No va, pues,
-India te digo, una india baja. A mi bermana se 2~ dije cuando
JI encerrarme en el muro.” iQué serían aquellas cajas? Todo aquello
te tomé, que la sangre india que tienes en la venas iba a enseñarse
iqué era?
algún día, y ya se ha enseñado.
-Ahora te explicaré, Ramona Orteña,-dijo la Señora, sentándore
Se le encendieron las mejillas a Ramona. Le chispeabanlos ojos:-Sí,
junto a la mesa donde puso la casa de hierro -por qué no te casarás
SeÍíora Moreno, diio poniéndose arrebatadamente en pie; hoy se enseña
con el indio Alejandro.
la sangre india que tengo en las venas. Ahora entiendo lo que nunca
A estas palabras, a este nombre, -volvió a Ramona toda su energía: entendí. ¿Por eso me hs odiado usted ;icmpre, porque soy india?
ya no era, no, la niña de antes, era la esposaprometida de Alejandro.
El nombre de él en los labios de su enemiga le dio fuerzas. Se disiparon -Tú no eres india, y yo nunca te he odiado.
sus miedos. Miró a la Señora primero, luego a la ventana que tenía Ramona hablaba sin oírla: -Y si soy india, ipor qué no quiere que
más cerca. DC un salto, si las cosas-ibanmal, se escaparía por la ventana, me case con Alejandro? iOh, cómo me alegro de ser india!- A to-
y saldría huyendo, dando voces por Alejandro. rrentes le salían de los labios las palabras, y cada vez estaba más cerca
-Yo me casaré con el indio Alejandro, Señora, dijo en tono tan de la SeRora. -Usted es una mujer cruel, le dijo. Yo no lo supe antes,
fiero como el mismo en que le habló la Señora. pero ahora lo sí:. Si sabia que yo era india también iqué derecho tuvo
-No me interrumpas: tengo mucho que decirte.-Y abrió la caja, para maltratarme como me maltrató anoche, cuando me vio con Ale-
y fue sacando de ella y colocando sobre la mesa estuche tras estuche jandro? Usted me ha odiado siempre. iDónde vive mi madre? iDígame
de joyas: del fondo de la caja tomó el papel escrito. -iVes este papel, si es% viva, y yo me iré hoy con e!la! idigamelo, por Dios! iella se
Ramona?, le preguntó, enseñándoseloen la manq levantada. Ramona alegrará de que Alejandro me quiera!
dijo que sí con la cabeza. -Este papel lo escribió mi hermana cuando Con su tono y mirada más crueles le contestó la Señorn:
te tomó de hija y te dio el nombre. Aquí está lo que ella me manda --Dii sé quién fue tu madre, ni si está viva todavía. Nadie sabe
hacer con todg lo que te deja. nada de ella: sería alguna bribona con quien se casó tu padre estando
De asombro se abrieron los labios de Ramona. Inclinada hacia ade- fuera de sentido, como tú ahora cuando hablas de matrimonio con
lante y como sin aliento oyó a la Señora, que leía el papel pausadamente. Alejandro.
--iCon quién se casó mi padre?, . . ¿Cómo sabe usted que mi padre
Todas las penas calladas de su vida, la duda, ei miedo con que desde
la niñez pensaba en el misterio de su cuna, allí de una vez brotaron. se casó?
Hasta ese consuelo hubiera querido la Señora negarle, pero al fin dijo:
Escuchaba, como quien espera de lo que escucha la vida o la muerte.
Olvidó a Alejandro: no miró a las joyas: el rostro de la Señora ern --Me lo contó mi hermana.
lo que no cesaba de mirar: de la Señora, que al acabar de leer le dijo ---iY cómo se llamaba mi padre?
secamente:-Ya sabes, pues, como mi hermana me deja dueña de dis- -Phnil, Angus Phail,-dijo la Señora, como ai hablase contra OU
poner de todo lo que te pertenece. vclunt.ad. Aquel ímpetu de Ramona en preguntar la tenía en confusión y
316 H A \l 0 s A 31;
MAWí / TFUDUCCIONES
desconcierto. iCómo sufría en Ramona aquel imperio? Le pareció que -Me quedaré pon este pañuelo,-dijo, guardándoselo con un movi-
Ramona crecía. y que era allí la dueña, al verla en pie ante sí, lanzán- miento rapido en el seno, sin esperar más respuesta: -Me alegro mucho
dole una sobre otra sus apasionadas pre;uutas. Se volvió la Señora hacia de tener este recuerdu de mi padre. Las joyas, Señora, se las puede dar
la msieta, la abrió, y con manos inseguras fue sacando de ella las ricas a la Iglesia, si el Padre cree que así está bien. Yo me casaré con
telas wpultadas allí durante tantos arios: había chales y encajes, había Alejandro.-Y con la mano todavía en el seno, como apretando allí
\-ectidos de terciopelo y rebozos de seda, Cuando estuvieron sobre las el paÍíuelo querido, se apartó de la mesa y volvió a sentarse en su silla.
sillas, e:an de veras una riqueza tentadora; cachemiras y persias, punti- iE Padre! Como una lanzada sintió la Señora al oír a Ramona
Ilas y damascos, mantas como la leche y rebozos de color de oro. La aquel nombre. T an f uera de si hahía estado en las últimas veinticuatro
niña paseaba los ojos por aquella bermosurn. horas, que ni pensó en pedir al Padre Salvatierra mandato o consejo.
--iY la Señora Orteña se ponía todo esto, preguntó, levantando Con todo, hasta con su devoción y respeto de toda la vida, habia arrastrado
en su mano una punta exquisita, y mirándola a la luz con señas claras su cólera contra Ramona. El p ensarlo le daba ahora verdadero espanto.
de admiración. -iEl Padre! tartamudeó: el Padre nada tiene que hacer con esto.
La Señora, como con el grito, volvió a equivocarse. No le pareció Pero Ramona vio bien cómo se demudaba el rostro de la Señora.
aquella criatura insensible al valor y belleza de aquel encaje fino. Acaso --El Padre tiene que hacer con todo, dijo osadamente. El conoce u
por allí podría domarla. Alejandro: él no me prohibirá que me case con él; y si me lo prohíbe...-
-Todo eso será tuyo, Ramona, el día de tu boda, si te casas con Se detuvo asustada ante la idea de desobedecer al Padre Salvatierra.
quien debas, y con mi permiso.--La voz de la anciana parecíó’ser -iY si te lo prohíbe. T-la Seíiora clavó en ella los ojos:-;le des-
uqui menos dura. -2 Entendiste bien lo que Ieí? obedecerás?
No le respondió la niña, que tenía en la mano un pa!‘;uelo gastado -sí.
de seda carmesí con muchos nudos, que bulló en un rincón de la caja -Yo le diré al Padre Salvatierra lo que dices, para ahorrarle la
de joyas. humiliación de que te mande lo que no has de cumplir.
-Ese pañuelo está lleno de perlas, dijo la Señora: eso vino cou iEsa sí fue tortura para Ramona! ieso sí que le trajo las lágrimas
lo que tu padre le mandó a mi hermana poco antes de morir. a los ojos! Desde que tuvo uso de razón quería mucho al buen Padre.
Los ojos de le nifin resplandecieron. Empezó a deshacer los nydos. La censura de la Seiiora podía inspirarle miedo; pero ila del Padre
El pañuelo era viejo, y los nudos muy fuerte, como hechos de muchos sí que le iba a dar dolor!
años. Cuando llegó al último, en que ya se sentían las perlas cerca, se -iOh, Señora, sea buena.,1 dijo, levantando en súplica las dos manos
detuvo : juntos: ino le diga eso al Padre!
---iConque esto era de mi padre?, dijo. -Yo tengo que decirle al Padre todo lo que pasa en mi familia.
-- Sí ,-contestó la Señora Mal-en0 desdeiíosame;lte. creyendo que El dirá como yo que tu desobediencia merece el castigo más grande.
acababa de descubrir en Ramona una nueva bajeza. ;Ya le iba a re- i’l’odo se lo dirC!-Y comenzó a poner los estuches de joyas en la caja.
clamar sin duda todo lo que había- sido de su padre! -Eran de tu -Pero usted no se lo dir8 como es, Señora. Se lo diré yo misma.
padre, y todos esos rubíes, y todos esos diamantes amarillos,-dijo,
--iTú? itú no lo verás! iYa cuidaré yo de ~SO!, replicó la Señora
echando hacia ella el estuche donde relucían las piedras.
con tal encono que hizo temblar a Ramona.-Todavía te doy una
Ramona había deshecho ya el último nudo. Tomó el pañuelo por oportunidad, dijo en seguida, deteniéndose en el instante de plegar uno
lar puntas, y volcó con cuidado las perlas sobre la bandeja. Al abrirse
de los vestidos de damasco: -iMe obedecerás? ¿me prometes no tener
la seda, tanto tiempo guardada, exhaló un extraño aroma. Las perlas
nada más que hacer con ese indio?
cayeron en desorden por entre los ruhíes, que parecían más rojos y
Ltirillantes por el contraste con aquella nevada blancura. -iNunca, Señora! ino lo prometo! inuuca!
318 hLU& 1 TRADUCCIONES
LA RED DE LA ARARA
arrepentida al punto, lo tomó ella misma del brazo, diciéndole, mientras ;duej si asi puede ser. todo queda arreglado.- Y sin pararse a estudiar
se apoyaba en él más de lo usual: rl rostro de SU madre. b entregó sin reserva todo su pensamiento.
-Asi es mejor, hijo. Cada día tengo yo que apoyarme más en ti.
-Eso mi-n:0 c2 11, ciue Ile estacl ) 0 desëanrlo c!rade que \ i que él y
;No ves que he envejecido mucho, Felipe, desde hace un año? i:amona se empezaron a querer. E! es un mozo excelente. mi madre, y
-No, mi madre, no veo: para mí está usted hoy como hace diez Ia mano mejur que hemos tenido en la hacienda. La gente tocl;l lo quiere,
años.-En lo que decía verdad; porque para él en aquel rostro no había !. crw YO ~UC para capataz ser2 magnifico: y si le damos el cuidado de
mudanza alguna; porque lo que aquel rostro le decia, isólo a él lo 13 hacienda, ya entonces no hay razón para que no se case con Ramona.
decía, sólo para él se encendia y transfiguraba! Isí podrían vivir los dos bien aquí con nosotros.
Suspiró ia Señora al contestarle:-Eso es porque me quieres mucho, -iBlISta!, gritó la Seííora, con voz tan honda y extrafia que a
Felipe; pero bien noto yo cómo cambio. Ya las penas me pueden más I*clipe le pareció del otro mundo. Cesó él de hablar: no sin una excla-
que antes. Y de ayer acá, hijo, me parece que llevo encima un mundo mación de asombro. A sus primeras palabras, clavó In Sefiora los ojos
de años:--10 cual decía sentándose en la misma silla de brazos donde cn el suelo, como siempre que quería escuchar atentamente; pero ahora
poco antes habia perdido Ramona el conocimiento. Felipe se estuvo de miraba de lleno a Felipe, con expresión tal que ni su amor de hijo pudo
pie, mirándola con ternura, pero sin hablarle. perdonársela. Casi le miraba con el mismo desprecio que a Ramona. A
-iVeo que Ramona te lo ha dicho
dijo todo!, la Señorn, en VOZ Felipe le sacó los colores a la cara.
más seca, con aquella habilidad suya para poner le las cosas como --iPor qué me mira así, mi madre? iQué mal he hecho?
convenía. Ella hizo con la mano un gesto imperioso. --iBasta, digo ! No hables
-No, mi madre, no’ fue Ramona, Alejandro fue quien me habló más. Déjame per,sar unos momentos.-Y volvió a cIal-ar en eI suelo
esta mañana temprano.-Felipe quería alejar pronto de Ramona la los ojos.
conversación.- Alejandro vino a hablarme anoche, cuando ya estaba YO
Entonces sí la estudiaba Felipe. Nunca se hubiera sospechado capaz
acostado, y le dije que por la mañana me dijera lo que quisiese. de la rebelión que le apuntaba en el alma. Allí comenzó a entender el
-i Ah!, dijo la Señora, satisfecha. Felipe seguía callado. -iY qué terror que su madre inspiraba a Ramona. “ipobrecita!“, pensó.
te dijo Alejandro? Era
deshecha tormenta, en tanto, el corazón de la anciana, y sobre todas sus
-Todo. emociones imperaba el odio hacia la infeliz criatura: iRamona, pues
-;Todo! ¿Y de veras crees que no le quedó nada por decirte? f
era tambihn In causa de que Felipe ia hubiera hecho encolerizar, por la
--Me dijo que usted le habia mandado salir de su vista, y que creía primera vez de su vida! Pero ¿quG ira podía durar entre ella y Felipe?
que debia irse. Le dije que en seguida se fuera; porque pensé que usted Como una corriente de lava nueva se precipita sobre la que la precede,
no querría volver a verlo. así su amor se echó sobre su cólera: cuando levantó los ojos,
los tenía
-i Ah!, exclamó la Señora, entre orgullosa, de que Felipe la hubiera llenos de lágrimas. Lo miraba, y le corrían a hilos pnr las mejillas.
secundado, y contrariada por la partida de Alejandro: -No sabía YO -Perdóname, hijo: nunca pensé que pudiera enojarme asi contigo.
si te parecería mejor despedirlo de una vez o no: lo que le dije fue ;Es esa descarada criatura, que nos estií costando demasiado!
Debe
que debía responderte de su falta. Pensé yo que tal vez imaginaras desaparecer de nuestra casa.
algún medio de que se quedase en la hacienda. El corazón le din n Felipe un vuelvo. iAh, no había sollado Ramona!
ic ómo! ¿Oia bien Felipe.3 Eso no era lo que esperaba él oir decir Le llenaba de vergüenza la crueldad d e su madre. pero sus lágrimas lo
a su madre de Alejandro. iHabría soñado Ramona? Sin pensar en enternecían, por !o que con voz afable, y aun suplicante, le replicó:
que el que Alejandro se quedase en la hacienda no traía de necesidad -No veo, mi madre, por qu6 llama a Ramona descarada. iQuE
bien a Ramona, dijo gozosamente, con aquel ímpetu suyo irreflexivo mal hay en que quiera a Alejandro?
que todo lo daba por hecho a Ls primera esperanza: -i Ah, n$ madre!
---iLos he visto abrazados!
321 hURTí / TRADUCCIONES
--Lo ré, mi madre. Alejandro me ha contado que en ese mismo -Yo he pensado muchas veces en lo que iba a ser de Ramona. Hija
momento acababa de decirle que la queria, y ella de decírselo a él, y de de india como CS, pocos h&ia que se quieran casar con ella: ime
ofrecerle que se casaria con él, cuando usted se !ea apareció en e! arroyo. hubiera usted dejaao casar a :ni con ella? -De horror nlis que des-
-!Bah! Y jcrees tú que el indio se habría atrevido a hablar de precio. fue esta vez la exclamación de la Señora.
amores a la señorita de la casa, si ella no lo hubiera tentado con BU -N 0, pues: yn 10 sabía yo: porque lo sabía no la he c!uerido como
desvergüenza? Ni aiquiera entiendo por qué necesitó él hablarle de a now, iporquc crlalura mas dulce, mi madre, no Ia he cwocido yo
caaarse. en la tierra!
-iMadre, madre!- fue todo lo que pudo decir Felipe. La miraba Y Felipe, desesperado,seguía arguyendo, sin perdonar arma ni golpe.
erpantado. Le leía todos los crueles pensamientos.-iMadre!-volvió a ;Si esto no la convence, aquello la convencerá!
decirle, en un tono que ahorraba todo discurso. -Mi madre, usted nunca le tuvo amor, ni simpatía creo que le tuvo
-Como lo digo, hijo, No entiendo por qué no se la llevó lo mismo usted nunca. <Que desde niñito no vi yo que me quería usted más que
que a cualquier moza de BU casta, sin mucha ceremonia de matrimonio. a ella? Y yo nunca lo pude entender. Pero ahora sí que es usted con
ella injusta: yo la he estado vigilando todo este verano: yo los he visto
-Alejandro no hará con ninguna mujer, mi madre, sino lo mismo
casi siempre cuando han estado juntos. Usted bien sabe que él ha vivido
que yo haría.-Y añadió con valor.*--Es usted injusta con Alejandro:
con nosotros en el colgadizo como si fuera de la casa. YU creía que usted
“‘Y con Ramona”, iba a decir, pero temió exasperarla.
io estaba viendo lo mismo que yo. Y6 no creo que Alejandro haya hecho
-A Alejandro no le hago injusticia. Con lo que ella se le ha ofrecido, más que lo que en su lugar hubiera hecho yo. Yo no creo, mi madre.
ya sé que poco5 hubieran obrado tan bien como él. !De ésa es toda que Ramona haya hecho más que lo mismo que hubiera yo querido qur
la culpa! una hekmana mía hiciese.
Aquí perdió Felipe la paciencia: aquí fue cuando supo cómo se le Aquí, desahogadode toda su armadura, cual pobre estratégico que
había entrado por el corazón aquella apacible y pura niña que quiso en el primer encuentro empeña todas sus fuerzas, se detuvo por fin el
como a hermana desde la niñez, y poco menos que como amante al bravo mozo, no hecho a tomar por asalto duras peñas.
sentiroe hombre. !Eso ei no lo oiría él en calma! Con tal fuego habí’a hablado, que el aliento pareció faltarle al concluir,
-!Madre! volvió a exclamar, en un tono que Ilenó de asombro a y la Señora, entre ojeadas de inquietud maternal, le decía en tono
la Señora: sentiré darle pena, pero lo que debo decir, lo digo. iN compuesto:-iConque Ramona no ha !lecho más que lo mismo que hu-
puedo yo soportar que usted diga eso de Ramona! Yo he estado viendo, bieras tú querido que una hermana tuya hiciese? Hubieras tú querido
desde que empezaron a quererse, cómo Alejandro hubiera besado con que una hermana tuya se casasecon Alejandro?
locura el mismo suele donde ella pisaba: icómo no lo había de ver iAh diestra Señora! Mientras Felipe le hablaba, determinó con su-
Ramona? icómo no lo había de querer, madre? !ojalá me quisiesen a perior sosiego la manera de atraerlo a su voluntad sin parecer que le
mí algún día como quiere ella a Alejandro! La que yo pienso es que contrariaba la propia, y dc esquivar en la conversación los puntos en
se deben casarson todo honor, que debemosdar a Alejandro el manejo que claramente se veía vencida. iQué bien pudiera venirle de oponerse
de la hacienda, que deben vivir aquí en paz con nosotros. Yo no ~ão n Felipe de lleno? Verle a él enojado con ella, no podía soportarlo: ni
en eso ni sombra de deshonra, Para mí, eso eslo másnatural del mundo. nada hubiera lastimado tanto su dominio real sobre él, como el que
No es lo mismo que si Ramona fuera de nuestra sangre, mi madre: llegara a imaginar que por mero capricho le contrariaba sus deseos.
Ramona es hija de india. Aquella voluntad domaba hasta la furia. No mGsquerella entre la madre
Y sin poner mientes en la exclamación de desprecio con que qubo y el hijo. Felipe debía seguir creyendo’ que, aun en este caso apurado,
interrumpirle !a Señora, continuó Felipe en BU defensa, ya porque le cra El quien mandaba en la casa de Moreno.
arrastraba BU propia generosidad, ya por miedo de oír !o que BU madre A aquel acerado ataque, más fino que la mejor templada hoja: a
después de aquel arrebato le diría. aquella pregunta que la Señora, dueña por fin de sus sentidos, le repetía
RAMONA
MARTí / TIuDucc10NEs 32;
326
acertaba a aclarárselo su pensamiento confuso. Una cosa sí veía clara
pausadamente con su más insinuante voz; a aquella frase puesta de después de todas aquellas razones, y era que Ramona debía casarse con
manera que no parecía que la dictase la pasión, sino que la Señora iha Alejandro. Con el consentimiento de su madre, estaba viendo que no
midiendo y pesando, Felipe, notando con embarazo. que SU madre ya le sería jamás. “Ni con el mío a las claras tampoco, según pone ella las
guiaba, sólo tuvo una respuesta: -No, mi madre, no hubiera que- cosas. Y Iyo . que le tengo prometido a Alejandro hacer por él! iValía
rido; pero. . . más que nunca se nos hubiera aparecido por la hacienda!”
-Los peros luego, hijo, interrumpió la Señora, sonriendo con un -Siempre me estaré condenando, decía la Señora, por no haber visto
cnrifio en que Felipe no dejó de ver razón de temor:-Ya sabia yo a tiempo lo que sucedía. Verdad es que Alejandro estuvo mucho con
tu respuesta. iMuerta hubieras tú querido mejor ver a tu hermana que nosotros en todo tu mal, con la música, y el canto, y una cosa y otra;
casada con un indio! pero icómo iba yo a pensar, hijo, que pudiera Ramona mirar al indio
-No, no, eso no, dijo Felipe apresuradamente. como novio? Yo no sé qué podemos hacer, ahora que ya ha sucedido.
-Espera, espera: cada cosa a su tiempo. Yo te veo el buen corazón, -i Pues eso digo, mi madre, eso! : ya ve usted que es demasiado tarde.
y he de decirte que nunca he estado más contenta de ti que ahora que Como sí no le oyese continuó la Señora: -Supongo yo que no te
me hacías esa defensa tan viva de Ramona. Tal vez, hijo, seas tú el ha de agradar que se quede la hacienda sin Alejandro, sobre todo cuando
que piensesbien sobre su conducta p sobre ella. Pero no es eso lo que le tienes tu palabra empeñada, porque tú fuiste quien le hablaste para
tenemos que discutir ahora, Felipe. Sea buena o mala Ramona, lo que que tomara el empleo. Por supuesto, con lo que ha sucedido, a Ramona
hay que ver es esto: iDeberás tú permitirle que haga lo que no permi- le tiene que ser muy penoso quedarse aquí, y estarlo viendo a cada
tirias que tu propia hermana hiciese.‘--Dejó de hablar unos instantes instante, por lo menos hasta que se le hayan muerto estos malos amores:
la Señora, regocijándose en la perplejidad en que sus palabras ppnían que no duran, hijo: esos quereres repentinos pasan pronto.-Y aquí
visiblemente a Felipe. Y todavía con más blandura le siguió diciendo:-De dejó caer la Señora la grave pregunta: --iQué te parecería, Felipe,
seguro que no piensastú que eso seria justo, iverdad, hijo? si la mandáramos otra vez con las Hermanas por algím tiempo? Ella
-No, mi madre; pero.. . vivía allí muy feliz.
-Bien sabía yo que el hijo de mi sangre no me podía dar otra La Señora había ido demasiado lejos. Felipe, descuidando toda
respuesta.-Y siguió hablando, porque no quería dar a Felipe tiempo reserva, habló con el mismo ímpetu con que había defendido antes a
más que para ir respondiendo a sus preguntas. -Por supuesto que Ramona. Ya no sentía miedo. Ya le parecía tener delante a Ramona
no sería justo que le permitiésemoshacer a Ramona lo que no le per- misma, cuando le decía sollozando en el camino del corral: “iOh Felipe,
mitiríamos si fuese de nuestra propia familia. Así es como he entendido tú no dejarás que me encierren en el convento!”
yo siempre mi obligación con ella. Mi hermana la quiso criar como hija, -Madre, dijo Felipe, eso no querrá usted hacerlo nunca: iusted
y le dio su nombre, y al morir me la dio para que la tuviese conmigo no encerrará en el convento a la pobre criatura!
como la hubiera tenido ella. iCree. tú que si mi hermana viviese ahora -iQuién habla de encerrarla? -le respondió su madre levantando
le permitiría casarse con un indio?: 210 crees tú? las cejas, como Ilena de asombro.-Ramona estuvo con las Hermanas
Bajo y con poca voluntad, como antes, respondió”Felipe: a colegio, y a colegio puede volver ahora, que no son sus aiios tantos
-No, supongo que no. que no esté aún para aprender. Y que para lo que ella tiene, no hay
-Bien, pues, hijo. Esa es una doble obligación para nosotros. NO mejor cura que mudar de lugar y de quehaceres. ¿Se te ocurre a ti
sólo no podemosdejarle hacm lo que a nuestra sangre no le dejaríamos, algo mejor, hijo? iQué me aconsejarías tú hacer?
sino que no podemosfaltar a la confianza que puso en nosotros la única Y en ésta, como en sus dos preguntas de antes, volvió a detenerse la
persona en el mundo que tenia autoridad sobre ella. ~NO es así, Felipe? Señora. Aquel preguntar y detenerse de la Señora a nada se parecía
-Sí, mi madre, así es,-dijo el desconsoladojoven, que se esforzaba tanto como a aquellas pausas que hace la araña, apartándose un poco,
en vano por salir de entre aquella red en que su madre lo iba envolviendo. cuando ya tiene casi cubierta con sus redes a la presa que aún se juzga
Algo había falso, bien lo entreveis él, en aquel raciocinio; pero no
MARTÍ / TRADUCCIONES
328 R.4M0h'~
iibre, mientras que su perseguidora, preparándose en el descanso, ve -;Ah. no!. dijo la Sellora fríamente. Si se van, ee van por su
cómo se agita y aletea su víctima. Rara vez dejaba la Señora de con- voluntad. Dios quiera que se arrepientan. Algo nos tocará siempre de
seguir con sus preguntas hábiles lo que pretendía. La pregunta no culpa por haberlos dejado ir, pero si crees que no hay otro remedio
se veía de fina: daba como innegable lo mismo c;ue SC resistían a iqué hemos de hacerle, hijo?
concederle: argüía tomando por resueltos los puntoo de la discusión que Felipe no hablaba: se sentía descontento: le parecía que ktbia sido
iban lejos de estarlo: era como el centellear de una armadura ágil y traidor a Alejandro, ) ti Ramona, a su hermana. Todo aquello se le
brillante. figuraba poco firme. No veía qué más pudiera 61, ni sí pudiera, pedir
-;Qué aconsejaría yo!, exclamó Felipe: i pues que Ramona se case, a su madre: pero tampoco veía que a Alejandro y LI Ramo!jn pudicr:l
con Alejandro! Me parece verdad todo eso de nuestras obligaciones concederse menos. Estaba colérico, perplejo, canslido.
con Ramona; pero como usted las pone, mi madre, será muy difícil Su madre, que no le quitaba los ojos, le dijo con ternura:
salir de este paso.
-No me pareces satisfecho, mi hijo: iNi cómo lo has d<~ eatar en
-Si, hijo, difícil para ti que erw el dueño de IU casa. No sé yo
este paso sin salida? iLe ves tú alguna otra salida, Felipe?
cómo vas a hacer frente n esta dificultad.
-No, dijo 61 con amargura:-ipero eso es ccmo echar a Ramona
-Por mí no pienso hacerle frente. Nada quiero tener que hacer en
de la casa !
eso, mi madre. iSi ella quiere, pues que se vaya con Alejandro!
-iSin nuestro consentimiento?, dijo la Señora afablemente. --iAy, Felipe, qué injusto eres contigo! Bien sabw tú que eso no
-Pues sí, si no lo podemos dar. Yo no veo por lo que usted me eres capaz de hacerlo: tú sabes que en ella ests seguir viviendo aquí
dice que nos caiga culpa alguna por dejarla casar con Alejandro. iPero, como hija, lo mismo que ha sivido sIen;pre. Pero si quiere abando-
por Dios, mi madre, déjela ir. ’ ‘1 Ella se ha de ir de todos modos. Usted narnos, Felipe, ies culpa nuestra? Que la compasión no te haga ser
no sabe cómo quiere al indio, ni cómo el indio la quiere. iMi madre, injusto contigo, y con tu madre. iEchar a Ramona de In casa! Como
déjela ir! hija le prometí a mi hermana que se la criaría, y a mi muerte, como
La Señora, ansiosa, dijo: -Pero ¿crees de veras que se huiría, que hija mía te la hubiera dejado. Mientras haya techo, Felipe, en la casa
se huiría con el indio si le negamos el consentimiento?, de Moreno, aquí, siempre que lo quiera, tendrá Ramona su techo. No
-Sí lo creo. es justo, Felipe, no es justo eso que me dices.-Y tenía la Sciiora los
-iConque lo que tú piensas es que debemos lavarnos Ia3 manoa, y ojos llenos de lágrimas.
no hacer nada más, y dejarla que haga lo que quiera? -Perdónem(*. mi madre querida. .iTodavía le doy JIliS penas de
-Eso pienso, mi madre,-dijo Felipe como si con estas palabras las que tiene! Es verdad, esto me tiene como loco, y no p’uedo ver
se le quitara de sobre el corazón un peso. -Eso es lo que han de
nada como es. ir i y, madre, cuándo habremos salido de esto!
hacer al fin: más vale que les digamos nosotros que lo hagan.
-Gracias, mi hijo, por estos cariños. Piensa bien que sin ti va me
-iPero entonces Alejandro tendrá que irse de la hacienda? Aquí .
hubiwnn acabado las penas, aunque ninguna ha sido como ésta, porque
no se pueden quedar.
me siento, y siento mi casa, deshonrada. Sea, pues. Yo también, como
-No veo por qué, replicó ansioso Felipe.
tú dkcs, quisiera haber salido de esto. Alejar que le digamos a Ramona
-Piensa, y verás por qué, hijo. ~NO ves que si se quedan aqui
ahora mis:no. Ella también estará ansiosa. Aquí mismo la veremos.
casados, ha de parecer que el matrimonio fue con nuestro consentimiento?
Bajó el hijo los ojos.-¿Ni casarse podrán aquí, pues? Bien hubiera querido Felipe verla a solas; pero no vio cómo lograrlo,
y asintió a lo que su madre decía.
-6 *Y qué más hubiéramos hecho entonces si el casamiento fuera 8
nuestro gusto? Sali la Sefio~a, atravesó el pasillo, nbrió el cuarto de Ramona, y
-iVerdad, madre.-1 Y Felipe se dio una palmada en la frente.-Pero de la puerta Ic dijo: -Ramona, hazme el favor de venir: Felipe y yo
ientonces los obligamos a salir huidos? tenemos algo que decirte.
RAMOSA 331
330 hfdRTí / TRADUCCIONES
y deshonrarte y deshonrarnos a todos casándote con un indio, no lo PO-
Ramona Ia siguió sobresaltada: “Felipe y yo” no le anunciaba cosa demos remediar.
buena. -“La Señora le ha cambiado a Felipe el pensamiento: iay.,1 iqué La Señora se detuvo. Ramona no habló. Tenía clavados los ojos en
va a ser de mí?“-Y al entrar en la habitación detrás de la Señora, la Señora, como para leerle lo último del pensamiento; de aquel pensa-
echó sobre Felipe a hurtadilias una mirada de súplica y reproche. El le miento en que ya nada le era oscuro, desde que el amor, que todo lo
sonrió, como tranquilizándola. Pero la tranquiiidad había de durar poco. revela y esclarece, había aguzado sus instintos.
-Ramona Orteña. . . , empezó a decir la Señora. “iQué tono es --iNo tienes nada que decirme, ni a mí ni a mi hijo?
I
?“, se pregunib Felipe estremecido. El no sabia que su madre pudiera -No, Señora. No tengo que decir más que lo que dije esta mañana.
Ekx de esa mwer;l . i Le hablaba a Ramona como al mayor desconocido! ; Aunque sí, sí tengo! Tal vez, Señora, no welva a verla antes de que
jTan 2, iejos vcnian las pa!abras, tan duras, tan frías! me vaya. Tengo que darle gracias otra vez por la casa en que me ha
--Ran:o:?a O;tetia. . . , volvió a decir la Señora, mi hijo y yo hemos dejado vivir tantos años. Y a Felipe también. . . -dijo, volviéndose a
estado pcnwn& lo que debemos hacer en la vergüenza en que nos ponen Felipe, con muy distinta expresión en el rostro, y dejando salir a los
tus relaciones ~:on el indio Alejandro. Tú sabes, por supuesto, o debes ojos llorosos todo el cariño ahogado y la pena de su alma...-itú
saber, que jamás se ha de hacer con nuestro consentimiento un matri- has sido siempre tan bueno para mí! iyo te querré toda mi vida!-Y
monio semejante, ptirque seria deshonrar el nombre de nuestra familia, le tendió las dos manos. Felipe las apretó entre las suyas, ya iba a hablar,
y faltar a un encargo s+gado. cuando la Señora, que no gustaba de ver ternuras entre su hijo y Ramona,
Ramona oía, dilatador Io* ojos, las mejillas sin color, los labios abier- dijo como cortándole las palabras:
tos, pero sin palabras. Mir, “1.Felipe, a Felipe que tenía los ojos bajos -¿ -Es que te estás ya despidiendo de nosotros? ¿Te vas ahora
y aire de embarazo e ira, y se sintió vendida, sola, abandonada. Oh, mismo?
idónde estaba Alejandro ? Juntando las manos, dejó escapar un leve grito, -No sé, Señora, tartamudeó Ramona. No he visto a Alejandro.
un grito que sacudió el alma de Felipe. ¿No era aquella, aquella criatura No Sé de.. . Alejandro.. .
que padecía a sus propios ojos, la que en sus sueños vio como su esposa Y miró con angustia a Felipe, qoe le respondió, como con piedad:
en sus primeros años de hombre? Las punzadas de aquel amor volvía -Alejandro se ha ido.
a sentir al verla allí padecer. iCómo no volaba a su lado, según le -i Ido !, gimió Ramona : ioh no, Felipe, no se ha ido!
decía el alma que volase? ino la escudaba con su cuerpo? jno desafiaba
-Por cuatro días no más, Ramona. Por cuatro dfas no más. Se
a su madre? De toda su voluntad necesitó para dominar estas emociones.
fue a Temecula. Yo pensé que era mejor que se estuviese lejos uno
Callar era ahora mejor. Ramona lo entendería después.
o dos días. Pero vuelve en seguida. Pasado mañana debe estar de vuelta.
Pero el grito de la niña, que en Felipe tales tormentos levantaba, no
-Y iquería él irse? ipara qué se fue? ipor qué no me dejaste ir
contuvo las fáciles y frías palabras de la anciana.
con él? iAy, por qué, por qué se fue!, decía la niña llorando.
-Mi hijo me dice que, a pesar de nuestra prohibición, te has de ir
de todos modos con el indio. Debe ser, porque tú misma me dijiste -Se fue porque mi hijo le mandó que se fuera, dijo la Se.ñora
que te irías con él, aunque te lo prohibiese el Padre Salvatierra. Pues Moreno, airada con la escena? y con la simpatí,o que en vano hubieran
lo quieres, así nada podemos hacer. Si te pusiese en el convento, que querido ocultar los ojos de Felipe. Mí hijo pensó muy bien que su
es lo que yo sé que mi hermana haría ahora contigo si estuviera viva, vista era más de lo que podía yo sufrir ahora: le mandó que se fuese,
ya encontrarías manera de escaparte de allí, y traer todavía más es- y Alejandro obedeció lo que le mandaron.
cándalo sobre nosotros. Felipe dice que no vale la pena empeñarse en Con brusco movimiento se desasió Ramonri de las manos de Felipe,
traerte a razón. Pero yo quiero que sepas que mi hijo, como cabeza de y encarándose con la Señora, atrevida y resuelta la mirada en medio de
la casa, y yo, como hermana de la que te adoptó, te miramos como a un su llanto, le dijo, con la mano derecha levantada hacia el cielo:
miembro de nuestra familia. Mientras haya aquí casa para nosotros, -iUsted ha sido cruel: Dios la castigará!
esta casa es la tuya, como ha sido siempre. Pero si prefieres abandonarla,
332 MARTÍ / TRADUCCIONES
Y sin esperar el efecto que producían su3 palabras, sin mirar siquiera
a Felipe, salió rápidamente del cuarto.
-;Ya ves, ya ves cómo nos desafía!, dijo la Señora.
-Está desesperada,mi madre. Siento haber mandado a Alejandro.
-No, mi hijo, tuviste razón, como la tienes siempre. Eso puede
volverla a sus sentidos, el meditar en la soledad unos cuantos días.
-iEn la soledad! Pero, mi madre: iUsted no va a tencr!n todo
este tiempo encerrada, no? PLANES: MEDITACIONES
La Señora se volvió hacia él, fingiendo gran sorpresa.
-¿No te parece eso lo mejor, pues? ¿No dijimos que todo lo que
podiamos hacer era dejarla ir por donde quisiera, y lavar en esto, hasta Nunca se vio tan contrariada la Señora como en este asunto de
donde se pueda, nuestras manos? Ramona y Alejandro. iCuánto distaba lo que había quedado dispuesto
-Así dije, mi madre, pero. . . -No sabía Felipe lo que deseabadecir. en su conversación con Felipe de lo que se propuso sacar de elia! Ni
Su madre lo envolvió en una tierna mirada, llena de solicitud y de Alejandro se iba a quedar de capataz; ni Ramona iría al convento, sino
ansiedad profunda : que se casaba con Alejandro: y las joyas.. . bueno, pues: que el Padre
-¿Qu¿ es, mi hijo? iqué crees tú, que hay algo más que yo deba dijera lo que se debía hacer con las joyas. Con toda su entereza, no
decir o hacer? se atrevía a obrar sin consejo en aquel asunto: eso sí, a Felipe no había
-i Es que no entiendo lo que quiere usted hacer! que hablarle del legado, porque de seguro opinaba que todo aquello no
-Nada, Felipe. Tú me has convencido de que no puede hacerse tenía más dueño que Ramona. Probable era que ~1 Padre también
nada. No haré absolutamentenada. pensaseasí; y entoncesno habría más remedio que deshacersedel tesoro.
-Entonces, ¿mientra- Ramona esté con nosotros, todo será lo mismo Ifasta del Padre lo hubiera escondido la Señora, a no ser porque a la
que siempre? muerte de la hermana se le enteró de todo. iPero de aquí a que el
La Sefiora sonrió con tristeza. Padre venga, falta un año ! Como lo ha guardado hasta aquí Santa
-iPero, mi hijo, crees eso posible? Una criatura que nos desafia Catalina, puedo seguirlo guardando. Cuando Ramona se haya ido, la
a ti y 3 mi, y al mismo Padre Salvatierra; que va a traer el deshonor Señora sabrá lo que le escribe al Padre, y le dirá que todo lo deja
sobre el nombre de Orteña y el de Moreno, icómo hemos de tenerla en para lo que él mande a su vuelta. Y con estos proyectos y estrategias
nuestra casa, Felipe, lo mismo que la teníamos antes? icómo hemos se consolabade su parcial derrota.
de sentir lo mismo por ella? Nada es tau hábil para defendersecomo la soberbia. No hay pérdida
-Bien, bien, eso no: yo no hablo de sentir, dijo Felipe impaciente. que no consuele con las más ingeniosas represalias; y con ser grande
Pero en lo que se ve, mi madre jserá todo como antes? la agudeza con que las imagina, es mayor su felicidad para engañarse.
-Supongo, dijo la Señora: ¿no ea eso lo que tú quieres? Creo que En esto excede la soberbia mil veces a la vanidad; porque el vanidoso
eso debemoshacer: ino crees tú? herido, sale cojeando y sin máscara del encuentio desdichado; pero el
-Sí, suspiró Felipe: isi podemos! soberbio jamás desamparala bandera: si en una acción lo vencen, salta
a otra y despliega sus colores; y a otra, si en ésa también cae: y a otra,
hasta la muerte. No se puede prescindir de admirar esta especie del
orgullo, porque si es cruel el que lo padece con los que se lo lastiman,
también lo es consigo mismo cuando su pasión se lo demanda. ;&a
pasión ha sostenidomucha esperanzamuerta, y ha ganado muchasdifíciles
coronas!
334 MARTí / TRALNJCCIONES
el moao.” I4yOh, decía Margarita, no somosquién para el caballero! No Felipe le dijo a Juan Can como al descuido, después del almuerzo:
r6 por qué dice el refrán: tal amo, tal criado. Y por el colgadizo pasan -Juan, tendrás que cuidar de todo unos cuantos días. Alejandro ha
colaa ivaya ri pasan! que no ron sólo mbica.” Y Margarita fruncir ido n Temecula.
la boca con aire de consumado misterio y bondinima eabidwia, que -6 *Días dijeron?, contestó Mergaríta, cuando le llevaron el cuento.
ocasionabauna verdadera granizada de preguntas. ¿Qué era, pues? Entre Sí Alejadro Asís vuelve a enseñar por aquí la cara, que me quemen viva.
loa suyos w debe decir lo que w debe. Pero Margarita callaba, bien Como que ya no vuelve a haber música en el colgadizo: eso se lo apue-to.
segura de que nadie le oiría en paz murmuración alguna contra Ramona. Pero cuando a la hora de cenar oyó Marta a la Señora decir en su
Ni hombrea ni mujerea, ni de la hacienda, ni de la casa, Nelo hubieran voz de siempr’e,al pasar por la puerta de la Señorita: “;,Est&s lista para
rufrido. Derde que cad en braaoa vino la niña a la hacienda, se pren- la cena, Ramona?“*, cuando vio a Ramona salir de su cuarto y seguir
daron de ella todos, y la mimaron primero, y la quisieron despuéscon a In Señora en silencio, como estaba ella usualmente al lodo de la
toda el alma. iQuién no le debia allí algún cariño?: ella los ouidaba, anciana, Marta, que andaba por el patio sin quitar ojo del pasadizo.
ella lea daba ánimos, ella recordaba siempre con alguna terneza los días aunque muy ocupada al parecer en echar maiz a las gallillas, se consoló
de IU santo y de au cumpleaños. Sólo a BUmadre ae había atrevido a de esta manera: “Fue un enojo no mis. En las casassiempre hay sw
decir Margarita BUI aospechaa.“icuidado, le respondió Marta, cuidado enojos. Pero no es cuenta nuestra, y ya se ha acabado.” Y a Margarita,
como te oiga yo hablar de eao con nadie! Ero no ea verdad. Eso te lo con toda su astucia, le parcciV que había vivido en sueñoscuando, lle-
hacen ver lor celoa. iY lo que estaremos aquí las dos, en cuanto la gando el momento de sentarsea la mesa: los vio entrar a todos como de
Señora sepa que le andas desacreditan+ a la Señorita! iCon el indio! costumbre, sin mudanza aparente en el rostro: ila Seííora! i Felipe!
jeeetáaloca?*’ Y cuando Margarita vino en tono triunfante a decirle qug i Ramona!
la Señora habia traído a Ramona por el brazo, del jardín, y encerrándola Pero las apariencias engañan, y ven poco los ojos. La verdad es
en el cuarto, porque la encontró hablando con el indio en loa lavaderor, que alcanza el ojo humano menos de lo que debiera, con tqda la finura
Marta, atontada, se cruzó de hraaor, y la premió con doa bofetadas y delicadeza de su mecanismo. Nuestra soberbia nos hace decir “ciegos
excelentes. “*,Te mato si te lo vuelvo a oír -decir! En cuarenta años que como un murciélago”*, pero va sobre seguro el que afirme que no hay
tengo bajo este techo, no le he visto levantar la mano a la Señora. en el reino animal murci&go 0 criatura alguna miis ciega en lo que le
iSe me vuelve loca esta hija. 1” Y miraba con miedo hacia el cuarto. rodea e interesa, que la gran mayoría de los seres humanos con lo que
“Ya verkn ri estoy loca”, replicó Margarita, volviéndose en un salto al pasa en sus propias familias. Los corazones se.rompen y se curan, los
comedor. caracteres se agrian y reponen, lau fuerzas se consumen y están a punto
Mientras la Señora y Felipe comían en silencio aquella tarde, Marta de rendirse, i y 1os que viven
* entre estos tormentos, los mismns clue los
se dejó ir haata la puerta del cuarto de Ramona, y la oyó rollozar honda- causan, no 109notan!
mente, como si la estuviera abandonando el alma. iConque era verdad Ya a los diez días de la noche del arroyo habia vuelto ;I tal calma
lo que le dijo Margarita? IPero como ella w lo dijo, no podía ner! la casa de Moreno, que personas de más seso que Margarita hubíéran
&a Seiiorita Ramona caer en aquel pecado? iNunca, nunca! Y arro- podido con justicia dudar de que allí viviera algún ser desdíchndo.
dUndose para poder hablar por el agujero de la llave, le dijo en vos Felipe iba y venía en SUYfaenas de siempre, fumando cigarrillos; o
muy baja:-“ iAy, mi vida!, iqué ea?” Pero Ramona no la oyó, ni hfarta dormitaba, cuando se sentía con fatiga, en su cama de cuero. La Señora
volvió a hablarle, porque era grande el peligro de que la viesen allí, y daba sus vueltas por la casa, echaba alpiste a los pájaros, hablaba a
a ella no la dejaban correr 1~ rodillaa enfermas. Se puso en pie con todos con la voz tranquila; o sentada en la silla de talla en el colgadizo,
eafuerzo, y volvió a la cocina, más airada con Margarita aún que antes. con las manos cruzadas, miraba al ciclo azul del Sur. Ramona atendía
Todo lo que iba paeando al otro día confirmaba ain embargo la historia, a sus usuales quehaceres,límpisha la capilla, ponía flores frescas a las
y mh que todo la idea de Alejandro. Se fue como un fantasma: Juan imágenes,y cuando no tenía ocupación, tomaba el bordado. DC much
Canito y Pedro w hacían crucen: ni un recado les dejó el indio: el Señor tiempo atrlís venía trabajando un lindísimo paiío de altar para la copilln.
338 MAFtTí / TR4DUCCIONES
trabajando con manos ligeras en el bastidor de encaje. Felipe mismo.
que estaba al acabarse, y era un regalo que pensaba hacer a la Señora. engañado por aquella calma, se preguntaba si, como le dijo SII m;ldrc.
Cuando, vuelta a su bastidor, lo alzó Ramona para ver a la luz lo fino no estaría ya Ramor?a “volviendo a sus sentido_;“. Porque tamlwco ee
del kncaje, dejó escapar un suspiro. Meses enteros se había estado di- le alcanzaba a Felipe el temple de aquella naturaleza, ni 1s e!icr;il,:! unibn
ciendo : “A ella no le va a gustar, como que yo lo he hecho; pero el de su alma con la de Alejandro. ;Cómo, se decía él. han pntii~lu I!r:;::r
Padre Salvatierra se pondrá contento cuando lo vea.” Ahora, mientras a quererse de este modo? El había asistido a casi todas -us cntwvi‘ta::
repulgaba y abría aquellas hebras sutiles, iba pensando: “Ella no va a nada menos parecido que todo aquello a la corte wlsar de los P!I:II::,,-
querer que lo pongan nunca en el altar. Si yo pudiera mandárselo al rados: ni crisis locas, ni aquellas escenas que para el triunfo dt.1 amor
Padre a Santa Bárbara, de veras que se lo daba a él. Le preguntaré a parecían a Feiipe indispensables, como a todos los que no !~an padecido
Alejandro. iYo aquí no lo dejo !” del amor Lerdadero, cuyas cadenas gratas revelan pronto a EW czuti\w
Pero otras ideas le desarrugaban pronto el ceño: “Cuatro días nada que no son de esas que nacen hechas del calor de un día. ni de barras
más: yo tendré valor para todo estos cuatro días.” Y el dulce pensa- de una pieza, más fuertes tal vez a la vista y formidables. sino como
miento aparecía tenaz por todos los rincones de su mente, iluminándola aquellos cables macizos que sustentan los puentes, hechos de millares
y calmándola, como los tonos de una música conocida que vuelven por- de alambres finísimos, cada uno tan frágil y delgado que apenas cerviría
fiados a la memoria y no quieren estarse quietos. A las constantes a un niño para guiar su cometa por el viento: de cientos de miles de
miradas de ansia de Felipe, respondía con sonrisas apacibles. Claro hebras de acero retorcidas y trenzadas se hacen los cables poderosos, que,
estaba que la Señora no quería que hubiese conversación alguna entre firmes como la misma tierra, soportan sin temblar ni quebrantarse el
Ramona y su hijo. Ni iqué más hubieran podido decirse?: ella, nada: tráfico incesante de dos grandes ciudades. iJamás se quiebran estos
y Felipe, creía haber dispuesto lo mejor cuando aconsejó a Alejandro cables de hilos!
que estuviese lejos mientras se le calmaba la ira a la Señora. Ramona Ramona misma no hubiera sabido decir por què quería así a Alejan-
misma pensaba ya que eso había sido lo más cuerdo: así vendría dro, ni cómo llegó a tanto: no había sido por súbita adoración, como
Alejandro preparado para llevársela: ella no le preguntaría cómo ni a la que él sintió por ella, sino que de la complacencia en que comenzó,
dónde: idonde él quisiera ! : ni adiós tal vez le diría a la Señora: icómo había llegado a ser amor tan vigoroso e inmutable como el de Alejandro
iba a ser su salida?: icuánto no tendrían que viajar antes de encontrar mismo. Las ásperas palabras de la Señora lo precipitaron, como preci-
un Padre que los casase? De veras que era triste salir así de una casa, pita el florecimiento de los capullos el aire fogoso del inl-ernadero. Y
sin bodas, sin traje de novia, sin amigos, e ir por los campos buscando el saber de pronto que era hija de india, le pareció como una revelación
Padre que los casase.“Pero la culpa no es mía”, se decía Ramona, “sino que le señalaba claramente la vía de su destino. Se estremecía de gozo
de ella. Ella me obliga. Si hay mal en eso, es elJa. Si ella mandara imaginando el júbilo y sorpresa con que oiría aquello Alejandro. Mil
a buscar al Padre Salvatierra, muy contento que vendría a casarnos aquí reces compuso con la generosa fantasía la ocasión, lugar y palabras con
el Padre. Quién sabe si podamos ir donde está él, Alejandro y yo. Yo que le iba a decir: “iAlejandro, soy india!” En cuanto lo viera se lo
no tengo miedo de ir tan lejos a caballo: en dos días llegamos.” Eso diría: era lo primero qve iba a decirle: pero no: en ese momento todo
sí, ea0 era lo más natural. “El estará de nuestra parte, de seguro: él va a ser inquietud y extrañeza: después, después, cuando estén lejos:
me quiere: él quiere a Alejandro.” En la Señora’apenaspensabaRamona, entonces se volvería a él, y le diría: “iAlejandro, sby india!” 0 esperaría
y eso, con poca amargura: tenía el alma demasiadollena de Alejandro y con el secreto guardado hasta que hubiesen llegado a Temecula, y em-
de su nueva vida: y así como desde la niñez había acatado sumisa la pezado allí la vida, cuando Alejandro se asombrase de ver cómo se aco-
frialdad de la Señora para con ella, así ahora se resignaba a su oposición modaba con gusto y de prisa a las costumbres de su pueblo, y entonces,
injusta como inmutable sucesoen el curso de las cosas. cuando se lo estuviera diciendo él, ella le diría tranquilamente: “iPero
En aquellas inquietas horas de tumultuosas ideas, de recuerdos atro- Alejandro, yo también soy india!” Tristes y extraños sueños para novia,
pellados, de imaginacionesradiantes o sombrías,nada de lo que le agitaba pero que henchían de júbilo su corazón apasionado.
el corazón saZa al rostro de aquella niña serena, sentada en el colgadizo,
“iMILAGRO!”
Otro día, otra noche, un día más: una semana había pasado ya, desde (km. encnloradl, siempre (le aquella faena por razone propias: y di-
aquel en que Alejandro montó a caballo, después de dejarse atrás el ciCndose en sus adentr.w qcr no había mal sin su bien, pues la pierna
corazón con el recado que le envió a Ramona por Felipe: “iEn cuatro de menos lc tenía ahora donde le gustaba, tendido a la sombra, perdido
días estoy aquí!” Los tres que con tan distintas emociones lo aguar- cn cl humo de cu tabaco, aspiraba con gozo el fiero aroma de la artesa,
daban, se mjraban a-hurtadillas, ansioso cada cual de sorprender al otro donde rugía el brandy.
los pensamientos en el rostro. Cuando Ramona pisaba ya su cuarto, puso la mano la Señora en cl
Ramona estaba palida, y se le veía el cansancio de las noches sin hombro de Felipe. -No parece en buena salud. No, SC quS vamos a
sueño. Creía firmemente que Alejandro había muerto. En los dos últimos hacer. i De seguro no podemos echarnos a *buscar a uu enamorado que
días fue por las tardes muy adentro del camino del río, por donde había no quiere casnr5e! : iverdad? Caso mis apurado, hijo, no lo he visto.
él de venir; cruzó los prados, tomó la vereda, salió al camino real, ,Qué hacemos, Felipe?
esforzando a cada paso los ojos llorosos, que en vano preguntaban por De nuevo aquella arte casi diabolica ponía al hijo en la mente lo
el. aúsente al horizonte cruel, desierto, callado. Volvia después del oscu- que la madre quería que pensase. -No, madre: no podemos echarnos
recer, mucho más pálida. Hasta Margarita se apiadaba de ella, viéndola a buscarlo -dijo colérico Felipe. -iDigo que ojal5 no hubiera puesto
sentada a la mesa sin poder llevarse la cena a los labios, bebiendo &lo el pic en la hacienda! La pena de Ramona me da miedo. Yo creo
uno tras otro vaso de leche con sed febril. Se apiadaban todos de ella, que se muere.
menos la Señora. iBueno, pues! : ique el indio no volviese nunca! A ...- Yo no puedo decir lo que dices de Alejandro, mi hijo, porque
Ramona se le curaría el amor primero, y luego la mortificación. iCómo Ic debo tu vida, y 21 no tiene culpa de lo que hace Ramona. De que se
dejaba ver Ramona así su pena? iElla se hubiera dejado morir antes muera, no temas. Tal vez se enferme; pero nadie se muere de un amor
que ir enseñando por la casa entera aquella cara de lástima! romo el suyo por’ Alejandro.
Ya a los ocho dias, Ramona, desesperada, le salió al paso a Felipe -- iPues de cuál se muere entonces, madre?
que iba bajando del colgadizo. La Señora los veía desde el jardín; La Señora lo miró como apenada: -De ninguno a meuudo, Felipe;
pero Ramona no se paró en ello. pero seguramente no se muere nadie de un cariño repentino por una
-iFelipe: tengo, tengo que hablarte! ¿Tú crees que Alejandro está pcrs6na que le es inferior en posición, en educación, y en todo 10 esencial
muerto? iPor qué no viene, si no está muerto? -Tenía secos los labios, fiara la semejanza de los gustos y la paz del matrimonio.
como escarlata las mejillas, velada la voz. Hablaba tranquilamente, como si discutiese un caso general, con tal
-iNo, niña, no!, le dijo Felipe lleno de cariño. -Mil cosas lo persuasión y llaneza que Felipe llegaba a creer por momentos, al oírla
pueden tener demorado. cn aquel!a vena, que Ramona era culpable de veras en querer así a
-iNinguna, Felipe, lo demoraría! Tiene que estar muerto. iAy! Alejandro. Pero iera cierto aquel abismo de que la Señora hablaba?
¿no podrías tú mandar un propio? Alejandro, por de contado, era inferior a Ramona en posición y rultura,
La Señora, que estaba ya cerca, oyó estas últimas palabras. -Me y en todo lo externo de la vida; ipero no en la nob!eza real del alma,
parece, Felipe,-d ijo como si no tuviera a Ramona delante-que eso no cn dones naturales! Ni en esto, ni en su fuerza de amor, tenía
no iría bien con nuestra dignidad. iQué te parece a ti? Si quieres, superiores el indio. Aquel amor de Alejandro, soberano e intenso, llenó
podremos mandar un peón cuando se acabe la vendimia. a Felipe muchas veces de sorpresa cuando, con laa últimas penas de SUS
Ramona se apartó de ellos. La vendimia tardaria en acabarse una celos, lo veía nacer desde la cama del colgadizo. Pero ahora tenía SU
semana: viñedos había que aún estaban sin tocar: todos los mozos tenían madre razón : imandar un propio a preguntar por qué Alejandro no
la labor al cuello, éstos cogiendo la uva, aquéllos pisándola en las artesas, :olvía? : ini aunque hubiera sido el matrimonio público y consentido
los otros vaciando el licor en los cueros colgantes de las vigas de un íwbiera hecho eso Fehpe! Ramona, a la verdad, debía tenerse en más
largo cobertizo. E n e1 a1am b’q 1 ue del sauzal estaba el brandy en pleno estima. Y así se lo dijo Felipe, aunque con mucha ternura, cuando volvió
hervor. ün hombre era menester para cuidarlo, que esta vez fue Juan a hablar con ella aquella tarde. Ella no lo entendió al principio; pero
3-16 MARTf / TRADUCCIONES
RAMONA 347
le contestó al fin, muy lentamente: -“iDe modo que tú crees que no
se debe mandar a preguntar si Alejandro está muerto, porque parecera Pero para eso no le alcanzaba el valor: abrigo y descansoera lo que
que yo quiero casarme con él aunque él no quiera?” Y al decirlo miraba ella necesitaba, la bendición del padre, el rumor de los rezos en la iglesia.
a Felipe, con expresión que no podía él penetrar. Lo mejor era el convento.
-Sí, Ramona, sí, algo así pues, aunque no tan desnudo como tú Segura como creía estar de la muerte de Alejandro, aguardaba, velaba,
lo dices. se iba por las tardes al camino del río, y allí esperabasentada hasta el
anochecer. Por fin llegó un dia en que no pudo ir, en que no pudo
-6 *Pero no es eso lo que quieres decir?
levantarse de la cama.-“Xo, Señora, no, no creo que estoy mala”,
-Bueno, sí, es eso.
-respondió a la Señora que se lo preguntaba secamente:-%0 me duele
Ramona, despuésde un breve silencio, volvió a decir, aún con más nada, pero no me puedo levantar: mañana estaré mejor.“- “Te mandaré
lentitud: -Pues si así sientestú, mejor es que no volvamos a hablar nunca buen caldo y un remedio”, dijo la Señora; y envió con ellos a la misma
de Alejandro. Yo supongo que no es posible que tú sepas,como yo sé, Margarita, cuyos celos quedaron desarmadosen cuanto vio cl rostro de
que sólo muerto dejaría de venir Alejandro. Gracias, Felipe.- Y no Ramona sobre la almohada, pálido y como sin vida.
volvió a hablarle de Alejandro. --;Oh, Señorita, Señorita!, exclamó traspasada de pena: --;no se
Pasó otra semana,y la vendimia con ella. “Ahora, decía la Señora, me vaya a morir! lperdóneme! iperdóneme!
volverá a pedir que mandemosel propio a Temecula”: la Señora misma -No tengo por qué perdonarte, Margarita, respondió Ramona levan-
sentía ya piedad: iquién no la hubiera sentido al ver aquella pobre niña, tándose sobre el codo, y mirando a la criada con cariño, mientras recibía
demacrada y sin colores, sentada en silencio, con las manos cruzadas de sus manos el caldo: -no sé por qué me pides perdón.
sobre la falda, sin apartar de los sauceslos ojos? El paño de encaje, Margarita se echó de rodillas al borde de la cama, en un ahogo de
doblado con esmero, esperaba como ella, porque no era ya, no, para la llanto: -iOh, sí sabe, Señorita, sí sabe! lperdóneme!
capilla de Moreno, sino para el Padre Salvatierra: Ramona tenía deter-
-No sé nada, y si sé, todo está perdonado. No me voy a morir,
minado ir a ver al Padre: si él, pobre viejo, venía a pie de Santa Bárbara
Margarita:- y después de una pausa breve añadió -me voy de la
a la hacienda, ella también podría ir a pie a Santa Bárbara. Estaba
casa.- El instinto le decía que podía ahora confiar en Margarita; que
segura de no extraviarse: los caminos no eran muchos, y preguntaría:
Margarita, muerto ya Alejandro, podria tal vez ayudarla. -Me voy en
el convento, que de tal modo la aterró cuando la amenazó con encerrarla
cuanto esté un poco más fuerte: me voy a un convento; pero la Señora
en él la Señora, ahora le parecía el refugio dispuesto por el cielo. Allá
no lo sabe: 1no se lo vayas a decir!
tenían una escuelapara huérfanos: el Padre la dejaría ir allá, y pasaría
-No, Señorita -murmuró la criada, diciendo para sí: “iSe va, si;
el resto de su vida rezando y enseñando. Tan vivamente se lo pintaba
pero es con los ángeles.1” -No se lo diré, dijo en voz alta: yo no hago
todo, que iba viviendo de veras aquella existencia imaginada. Ya se veía
entrada en edad: ya veía la procesión de las monjas, yendo a vísperas, más que lo que usted quiera que haga.
con los niños de la mano: aquella viejecita de cabellos blancos que veía -Gratas, Margarita mia,-respondió Ramona, hundiendo la cabeza
pasar era ella, ella misma, paseando entre dos niños. Con aquellas imá- en la almohada, y tan parecida, con los ojos cerrados, a la muerte, que
genesse le serenaba la mente. Sí: en cuanto se fortaleciese un poco, se Margarita redobló su llanto, y corrió a decirle a su madre entre sollozos:
pondría en camino: ahora no podía, estaba muy débil, le temblaban los -Mi madre, la Señorita se nos muere: se muere de veras: está más
pies con sólo dar unos cuantos pasos por el jardín. No había duda de blanca que el Sefior Felipe cuando tuvo el mal.
-iSi lo vi! isi lo he dicho toda esta semana!: lsi creo que se deja
que Alejandro estaba muerto. Lo habrían enterrado en el cementerio de
morir de hambre!
Temecula; aquel a que acababan de ponerle muro. A veces pensaba en
ir al pueblo, a ver la sepultura de Alejandro: le1 pobre viejo se alegraría -De verdad, mi madre: desde aquel día no come.- iMadre e hija
tanto de verla! Tal vez allí estaba su deber: en el pueblo de Alejandro, sabían bien cuál era el día!
-Juan Can dice que aquél ro vuelve por acá, dijo Margarita.
353 MARTi / TRADUCCIONES
-;Así lo quieran los santos!, contestó Marta calurosamente: digo esaspostraciones se vale, como descansosforzados, In naturaleza, para
yo, si por su culpa está penando la Señorita. Porque le doy vueltas v poder sobrellevar sin morir las penas que la agobian.
,
vueltas al pensar, y lo más que veo es que en esta peno anda él. Estaba Ramona aquella noche en ese oscuro sopor, ni dormida ni
-Pues yo sé:-dijo Margarita, con asomosaún de su rencor pasado- despierta, cuando la sacudió de pronto una vívida impresión, que ni
pero no he de decir, ahora que la veo moribunda: verla no más le parte era sonido ni era vista. Estaba sola: la casa toda era mortal silencio:
a uno el corazón: todavía le tengo que pedir perdón por todo lo que caía afuera sobre el valle callado el crepúsculo caluroso de setiembre.
he dicho, y a San Francisco también, que la tehdrá pronto a su lado: Ramona se sentó en la cama, atenta, asustada, alegre, llena de asombro,
se va, mi madre, se va. viva. iQué habin sucedido.3 Nada se oía: nada se movía: la noche se
-No,-dijo la madre, con la ciencia de los años: -son los ánimos venía encima de prisa: ni un soplo agitaba el aire. Gradualmente
los que se le han ido, pero ésos le vuelven: también yo tuve el mal, fueron despertando del largo estupor sus sentidos confusos: miró por
muchacha, cuando era yo moza. todo el cuarto: hosta los muros le parecían resucitados: junto las dos
-Pues yo moza soy, replicó Margarita, y a mí no me da eso. manos, como el que ora: y saltó de la cama.
-Al freír será el reír,-contestó Marta sentenciosamente:-y hay -i Alej andro no está muerto.t -dijo en voz alta; y rompió en risa
hi&rica:--jNo está muerto!, repitió: iNo está muerto! iEstá cerca!
aquel refrán que dice: “Al principio son las glorias.”
Se vistió con las manos temblorosas, y salió a hurtadillas de la casa.
La verdad es que Marta nunca había estado muy complacida con
4Qué era aquello, que en pocos segundosacababa de recobrar todas sus
aquella hija suya, que a cada paso dejaba ver lo mucho que tenía dc
fuerzas? No temblaba. No se le iba el suelo bajo los pies. “iMilagro!“,
su pícaro padre, con quien el matrimonio no había sido rosas: y como
decía al bajar rápidamente por el jardín: “iMilagro! iAlejandro está
ni el cariño materno bastaba a disimular aquel constante desagrado,
ccrcat”. Tan viva era su impresión que cuando llegó a los sauces y
no había acto o palabra de Margarita a que, con razón o sin ella, no
halló el lugar silencioso y vacío, como la última vez que se sentó allí
hallase Marta falta.
desesperada,se le llenó cl corazón de desconsuelo. “iNo está aqui!“,
-Si digo yo que parece mi enemiga, porque siempre me salta como
dijo: “jno está aquí!” y se estremeció de miedo: ‘*iEstaré yo loca?”
con puñales,-pensó Margarita* ,-pero no le he de decir lo que la
Pero la sangre, joven y fuerte, le inundaba las venas: no era locura,
Señorita me dijo: no se lo digo hasta que se vaya.
sino un nuevo poder, la plenitud del sentido, una revelación. . . Ale-
Asaltó a Margarita una repentina sospecha,y se fue a meditarla al jnndro estaba cerca.
banco del colgadizo. “¿Y si no ea al convento donde se va, sino con Siguió andando de prisa por ek camino del río, y a cada paso ae
Alejandro? Pero ya se hubiera ido. No sé que las mozas que se van sentía más esperanzaday segura. A Temecula hubiera llegado de aquella
con sus novios tengan la cara como la de la Señorita.” manera sin cansarse,en la certidumbre de que cada paso la acercaba a
Mas el cariño que volvía a sentir por Ramona no era tal que pudiese Alejandro. ¿,Quién es aquel que está recostado contra el tronco de un
soportar un nuevo arrebato de sus celos. Eran muy tiernos y dolorosos árbol, en otro grupo de saucesque dista como una millla del primero?
loa recuerdos que tenía de Alejandro para que no le punzasen en el Ramona se detuvo. No podía ser Alejandro. ;,Cómo iba Alejandro a
alma las muestras del amor del indio a su Señorita. Ahora no sentía detenerseahí, sin volar a donde ella lo esperaba? Le dio miedo seguir.
más que piedad por Ramona postrada, sola, mísera: pero jsi Alrjandro Era muy tarde para encontrarse en aquella soledad eon un desconocido.
volvía a levantarse entre ellas? Asi, al quebrarse, saltan de punta algunao Y la quietud de aquel hombre cra tal, que hubo un instante en que
cañas frágiles sobre los que se apoyan en ellas. no le pareció persona, sino fantasma del crepúsculo. Anduvo unos pocos
Estaba el sol poniéndose, el día en que tenía ya ocho de ausente, pasos, y volvió a detenerse: también el hombre adelantó unos cuantos
Alejandro. Cuatro días dc cama llevaba Ramona, y tan débil se sentía pasos, y cesó de andar. Ya al salir de la sombra de los árboles, vio
que no creía la muerte lejos. Ni pensaba: ni lamentaba la muerte de que el hombre tenía la estatura de Alejandro. Anduvo más de prisa, y
Alejandro. Parecían igualmente entorpecidos el alma y el cuerpo. De 9e detuvo otra vez. iQué era aquello? iAlejandro no podía ser! Se
XCJ blAFlTí / TRADUCCIONES
retorcía las manos de angustia. El instinto le mandaba seguir: el terror -i Cufntamc, cuéntame! 1-o no tengo miedo a nada, ahora que
la retenía. Pasó algunos minutos de pie en el camino sin saber qué estás tú aquí. y no muerto: iyo creí que estabas muerto!
hacer, y al fin se volvió hacia la casa, diciéndose: “No debo exponerme Pero Alejandro no hablaba. Por fin, apretando aún m5n n Ramona
a tropezar con un extraño. Si es él, él vendrá.” contra su pecho. exclamó: -i JIi Srfiorita del alma! : i me debiera morir
Pero los pies parecían negarse a obedecer el pensamiento. Anduvo antes que decir-elo. 1 Yo no tengo cas-n: mi padre se ha muerto: a toda
un poco, cada vez más despacio, y se volvió de nuevo: también el hombre mi gente me la han echado de Temccula: iya no soy mjs que 11x1pzrdio-
había vuelto a su primer lugar, y estaba allí, contra el árbol. “iSerá cero, mi Señorita. un pordiowro como los que le recibían la limosna
algún propio: será que le ha dicho que no llegue a la casa sino después en el convento de 105 Angeles! -Y al decir esto casi se caía, y tuvo que
de anochecer!” Ya no dudó. Su paso era casi carrera. Momentos de+ apoyarse contra f?l árbol: -No estoy fuerte, mi SeG,>rita: no hc>!?los
pués estaba tan cerca del hombre que lo veía de lleno: iEra, sí, era Alc- tenido qué llevar a la boca.
jandro! El no la veía: tenía la cara vuelta, y se apoyaba pesadamente Aun en lo oscuro pudo notar ([ue el rostro de Ramon~l c,\prcsaba
en cl tronco: ioh, debía estar enfermo! Voló Ramona a él. Un instante incrédulo horror, que 151no supo entender.
más, y ya Alejandro oyó los pies ligeros: se volvió, vio a Ramona, saltó -No vine más que a verla otra xez--continuó:-Ya me voy. iQUC
hacía ella, dando un grito, y antes de verse cara a cara estaban en los santos la t?ngan siempre bajo su amparo! 12 Virgen r;le 13 mandí>
brazos uno de otro. Ella habló primero. Desligándose suavemente de él. esta noche: si no ;,cómo la yeo?
y levantando el rostro: “iAlejandro!. . .“, empezó a decir; pero tembló Mientras decía esto él, Ramona tellía ezcondida la cara erl su pecho.
al verlo. iEra aquél Alejandro? i aquel hombre demacrado, macilento, La levantó. y le dijo: -iY tú querías que 10 creyese que te habías
mudo, que la miraba con los ojos vacíos, llenos de desdicha, sin gozo? muerto, Alejandro?
“i Jesús!“, exclamó Ramona: “jestás enfermo? ¿Has estado enfermo? -Yo pen& que habrian venido a decirle lo de Temecula. y sabría
iPor Dios, Alejandro, qué es?” que ya mi casn Ee perdió, y yo no iba a venir a recordarle la promesa.
Alejandro se pasó la mano con lentitud penosa por la frente, como Eien poco tenía yo antes: ni aé cómo me ntreví a pensar que podría
venir conmigo: i pero la quería ya tatIto! Y ahora.-añadió bajando
tratando de recoger sus pensamientos, sin apartar de Ramona la angus-
tiosa mirada, y reteniéndole la mano en las suyas convulsas. la voz:-creo que: es que los szntc)s rnc castigan por haber pensado en
dejar a mi gente, y llevarme lo mío para los dos solos. No me han
-jSeííorita, mi Señorita!. . .-Y calló. La lengua le desobedecía.
dejado nada, nsdn.
Pero esa voz extraña, dura, sin eco, ide quién es? ino es la voz de
- 6*Quién? ;,Hubo pe!ea? ;Han matado a tu padre? -Ramona
Alejandro !
temblaba de espanto.
- i Mi Señorita!, volvió a decir: -no podía irme sin volver a verla;
-PelPa no. Yo quise: mi padre Pablo no quiso: por Dios me pidió
pero cuando Jlegué aquí, no tuve valor para seguir hasta la casa. iSi
que no peleásemos: el alcalde tambi&l me rogó que le ayudara a tener
no viene, me tqngo que ir sin verla!
la gente tranquila. Se le veía el pesar al hombre: Rothsaker es bueno,
Oyó Ramona \ aquello con indescriptible terror: su asombro pareció mí Señorita, Rothsnker de San Diego, que nos quiere a los indios, Y
sugerir a Alejandro una idea nueva: --iPero es posible, Señorita, que nos da labor en su rancho de trigo: millas y millas de trigo le hemos
no sepa? ino sabe lo que ha sucedido? segado. A mi me dijo: “Alejandro, mejor quisiera estar muerto que
-No, mí Alejandro, no: nada sé desde que tú te fuiste: por diez hacer esto que hago; pero ci tu pueblo se rebela, ya ves los veinte
días te he llorado por muerto; pero esta noche algo me dijo que estabas hombres que traigo: tengo que decirles que hagan fuego.” Venían pre-
cerca jy vine! parados, mi Señorita: iay! ;echar como a zorros a un pueblo entero
Al ejandro, que tenía otra vez en sus brazos a Ramona, tembló al de sus casas. a las mujeres, a los hijitos! Si no hubiera sido el Señor
oírse llamar: “mi Alejandro”.-A y, mi Señorita!-dijo con voz que Rothsaker ilo mato, mi Señorita! : pero si él, que nos quiere, decía que
casi no se oía:-icómo se lo podré contar? habíamos de irnos iqué ayuda nos queda?
352 MARTi / TRADUCCIOKEB
RANOXA 353
-Pero ¿quién se lo mandó hacer, Alejandro? iquién tiene tu tierra?
-iAmericanos! -respondió Alejandro, henchida la voz de cólera amparo, le había traído la cabeza a su seno, y lo acariciaba como si
y desprecio: -ocho o diez americanos: pusieron pleito por la tierra en fuera su esposa de muchos años. Nada revelaba más claramente la
San Francisco, y la ley se la dio: idice el Señor Rothsaker que nadie postración y terror del indio, que el modo con que recibía las caricias
puede ir contra la ley! que en distinto estado del alma le hubieran arrebatado de gozo: descan-
-Ay, Alejandro; así le quitaron también, en San Francisco, a la saba sobre el pecho de Ramona como hubiera descansadoun niño.
Señora, leguas y leguas, que fueron del General toda la vida. Dicen que -Cuatro días: se murió hace cuatro días. Me esperé a verlo ente-
eran del gobierno americano. rrado. Vine luego. Tr.es días he estado en el camino. Mi animal, casi
-‘iNo hay uno que no sea ladrón, no hay uno! Toda la tierra se esta muerto como yo. Los americanos se llevaron mi caballo.
la van a robar: mejor fuera echarnos ya al mar ia que nos ahogue! -iTu caballo! iLos caballos también les da la ley?
Bien me lo decía mi padre: i bien está mi padre muerto! Yo no: yo -También. El. Señor Rothsaker dijo que el juez le mandó llevarse
no oreía que hubiera hombres tan malos. Pero de eso si les doy gracias: vacas y caballos para pagar las costas del pleito en San Francisco. Y
de que mi padre esté muerto. Una noche creí que iba a vivir, y le pedí no ponían las vacas por su precio: idicen que ahora las vacas se venden
a la Virgen que no me lo sanase: fyo no quería que viviese! Desde que por nada! Con todas las del pueblo no les alcanzó para pagarse, y
lo sacaron de su casa, se le murió el juicio, Señorita. Fue antes de que completaron con caballos: el mío lea pareció bueno: se llevaron el mío.
yo llegara. Yo lo encontré afuera, afuera, sentado sobre la hierba. iNo estaba yo alli!,-dijo, levantando un momento la cabeza: si no,
Decían que el sol lo había vuelto loco: no, no fue el sol: jera la penal imato a Benito de un balazo, para que no lo monte ningún americano!
No queria’ salir de su casa, y lo cargaron, lo sacaron a la fuerza, lo Yo estaba-continuó reclinándose de nuevo en el seno de Ramona-
echaron sobre la hierba: y mueble a muehle le vaciaron la casa delakte yo estaba en Pachanga con mi padre. No quería dar un paso sin mi:
de los ojos: y cuando la vio vacía, se apretaba la cabeza con las manos, yo fui con él todo el camino. Y se enfermó al llegar: idónde había
y me llamaba: “iAlejandro! iAlejandro!” JY yo no estaba allí, mi de estar yo sino con él.3 No me volvió a conocer: no volvió a recordar.
Señorita! Dicen que hasta los muertos lo debieron oír cuando me Yo le hice una casita de tule, y en el suelo se acostó, y se murió en el
llamaba, y que nadie le pudo calmar las voces: la noche, el día, se los suelo. Cuando lo enterré, me alegré.
pasó llamándome: jcómo no me morí cuando me lo dijeron? Cuando --iLo enterraste en Temecula? -preguntó Ramona.
llegué, mi Señorita, lo tenían a una sombra de tule, para quitarle el --iEn Temecula?,-respondió él con fiereza:-iYo creo que no
sol de la cabeza: ya no me llamaba: pedia agua, agua, Lo cuidaron, me entiende, Señorita! Ya en Temecula no tenemos nada, ini el cemen-
sí lo cuidaron, tanto como se pudo en aquel dolor: itodos, todos a los terio! El alcalde nos dijo que era mejor que no volviésemos por allí,
.
cammos!: tenían prisa los hombres: en dos días, ilimpio de indios porque la gente nueva es mala, y matarán al indio que les pise sus
el pueblo! Nadie andaba: todos corrian. En pilas en la tierra estaba terrenos.
lo que había en las casas. La gente arrancaba los techos, porque son de -i SUS terrenos!
tule y vuelven a servir. i Ay, no me pida que le diga más! : i es como -Suyos. La ley les dio papeles. Así decía siempre mi padre: i si el
la muerte! : i no puedo! Señor Valdés le hubiera dado un papel! Pero entonces no era nso. Esta
Ramona lloraba. No sabía que decir. iQué valía su amor en aquella ley americana es otra.
calamidad? iQué tenía ella que dar a aquel hombre aterrado? --iEsta es ley de ladrones!
-No llore, Señorita,-dijo Alejandro casi hoscamente: Llorar mata, -iY de asesinos! ¿A mi padre Pablo no me lo han asesinado?:
-iHasta cuándo vivió tu padre ?, le preguntó Ramona, ciñéndole iasesinado lo mismo que con un fusil! ialli, llorando, sin casa, sobre
con los brazos el cuello. la hierba!. . . iY José, Señorita! ¿se acuerda de’José, el que trajo el
Estaban los dos sentados sobre la hierba; y Ramona, mis erguida violín? Pero la mato, la mato si le cuento. iMejor que no lo diga!
que Alejandro, como si ella fuera allí la enérgica y él el necesitado de -iTodo, Alejandro, todo.t Tú no tienes pena que no sea mía. JDime
lo de José! -exclamó Ramona, con el’ espanto en el aliento.
354 bfARTi / TR4DüCCIOSES RAMONA
-;Si parte el corazón, mi Señorito! Hace un año no más que se tierra ella misma, y los enterramos. Nunca habló, nunca. Estaba sentada
casó Jo&, y tenía la casa mejor de Temecula, después de la de mi padre: junto a la sepultura cuando yo fui, antes de ponerme en viaje, a clavar
no había en el pueblo otra cara de tejas: y tenía un buen corral, y una cruz que hice con dos troncos de arholitos tiernos. Con esos dos
aquel lindo caballo, y sus bueyes, y su rebaño de ovejas. Casi todos muertos, Señorita, ha empezado el cementerio nuevo, con el más viejo
los hombres estaban fuera del pueblo, cogiendo la uva: pero José se y con el recién nacido, ique tuvieron la dicha de morirse! iPor qué
quedó, porque el hijito recién nacido se le iba muriendo, y le faltó el ánimo yo no me muero?
para dejarlo. El fue el primero que vio venir al alcalde, con los hombrea -iAy! Y idónde enterraron a José?
armados: sabía a lo que venían, porque mi padre habló antes con él -En Temecula. El Señor Rothsaker hizo que dos de aquellos hombres
muchas veces: José se volvió loco, y cayó al suelo echando espuma por lo enterraran en el cementerio viejo. Pero yo creo que Carmen va a
la boca. El tuvo antes un arrebato así, y el médico dijo que si le volvía ir allí de noche, y a llevarse su muerto. iYo me lo llevaría! Pero, mi
era para morir: pero no se murió: se puso bueno. El Señor Rothsaker Señorita: iya es tan oscuro que ni en sus ojos me puedo ver! ya no debo
dice que nadie trabajó más que El en la mudada el primer día. Los estar más: ya me voy, Señorita: ipodré acompañarla hasta el arroyo,
otros, como muertos, no querían ver: se tapaban los ojos: no querian ihasta el arroyo! sin que me vean? iQue los santos le den su bendición,
hablar: estaban sentados en la hierba, entre las mujeres. José no, José porque quiso venir a verme. 1 Si no la hubiera vuelto a ver, no sé si
trabajaba: lo primero que hizo, Señorita, fue llevar a la tienda, donde quedo vivo.
la Señora Hartsel, el violín de mi padre Pablo, que vale dinero, para Y se puso en pie, como aguardando a que Ramona se moviera.
que nos lo escondiese. Y al otro día, a lo alto del sol, le dio el arrebato, Ramona no se movía: pensaba en lo que había de hacer. El alma
y se qqdó muerto, muerto delante de su misma puerta, cuando iba entera le decía: ivete con Alejandro ! Pero Alejandro al parecer no
sacando la cunita del hijo: y cuando Carmen, Carmen su mujer, lo vio pensaba en Ileváraela. ¿Se le ofrecería ella a ir? ¿Y si el infeliz no
morir, no volvió a hablar, Señorita: se columpiaba no más, sentada en tenía dónde ir con ella? ¿Le iba a ayudar, o a estorbar? iA estorbar
la hierba, con el hijo en los brazos. Después fue con nosotros a Pachanga, no!: ella se sentía fuerte, capaz, ágil: el trabajo no la amedrentaba:
cuando llevé yo a mi padre. Ibamos muchos, muchos. no sabía lo que eran privaciones, pero no les tenía miedo.
-iDónde está Pachanga?, preguntó Ramona. -i Alejandro!-dijo al fin, en un tono que estremeció al indio.
-Está como en un cañón, a una legua de Temecula. Yo le dije a la -iMi Señorita!, dijo él tiernamente.
gente que era mejor irse allí, porque la tierra no tiene amo, y quién -Ni una vez me has querido decir Ramona.
sabe allí puedan vivir. Pero lo triste es que no hay agua corriente, sino -i No puedo, Señorita!
un arroyo, y un pozo que abrió la gente en cuanto llegamos, y eso es -¿Por qué no?
para beber no más. Yo vi que Carmen iba medio muerta por el camino, -No sé. A veces, pensando, digo “Ramona”; pero no muchas veces.
y me puse el hijito al brazo, y con el otro llevaba a mi padre; pero el Cuando la pienso más, es con un nombre que nunca ha oído.
hijito se echó a llorar por ella, y se lo di: yo no creí que llegaría a la -iQué nombrei-exclamó Ramona con asombro.
noche la criatura; pero la mañana después, la mañana del día en que
-Un nombre indio, el nombre que yo más quiero, el nombre de la
murió mi padre, estaba vivo. C uan do mi padre iba acabando, vino
paloma a que se me parece, ide la torcaza! Así es como YO pensé que
Carmen con el niñito envuelto en el rebozo, y se me sentó al lado en
la hubieran llamado en Temecula, icuando íbamos a ir a Temecula! :
el suelo, y no me hablaba. Yo le dije: “iCómo está tu hijo, Carmen?”
así: iMaje1, mi ‘Majel. 1 Es lindo, Señorita, y se le parece.
Ella abrió el rebozo, y me lo enseñó, muerto. “iBueno, Carmen!“, le
dije: “i bueno ! También mi padre se está muriendo: los enterraremos Alejandro estaba aún en pie. Ramona se levantó, se llegó a él,
juntos.” Y toda la mañana se estuvo a mí lado, y por la noche me ayudó apoyó las dos manos en su pecho, y la cabeza en las manos, y le dijo:
a abrir la tierra. Yo quería enterrar al niño en brazos de mi padre; -Alejandro, tengo una cosa que decirte: yo soy india, Alejandro:
pero ella no quiso, no; quiso que tuviera el niño su tumbita. Abrió la yo soy como tu gente.
336 MAR-d / TRADUCCIONES
a Babá cuando no podía ver a Ramona, por lo que pronto llegó el.
ella, ohidada en su candor de las dificultades dc aquel largo viaje. animal a quererlo como a su propia dueña. “iSi no se lo han llevado
Cuando Alejandro salió para Temecula, iba pintandose en la mente su del corral!“. . . Tan pronto como dejó de oir las pisadas de Ramona,
vuelta a la hacienda, a buscar a Ramona, él m?ntado en Benito, en su echó a andar Alejandro, a paso cauto y vivo, rodeó por lo más hondo
fuerte y ligero Benito, y del cabestro la lindi~ima yegua castaña de
y oscuro la explanada de las alcachofas y los corrales, y volvió loma
Antonio, para que la montase ella. Dieciocho días no más hacía: y
arriba, para entrar en el corral por lo más lejos. KO habia luz en
cuando eso iba él imaginando, levantó de repente la cabeza, vio a Antonio ninguna de las casasde los pastorea dormidos;. y bien sabía Alejandro
que venía hacia él en la yegua castaña a galope de loco, vio cubiertos que los pastores tenían sueño pesado, porque muchas noches, cuando
de sangre por la espuela los ijares de la bestia, que era cl cariúo de su dormía en su compañia, saltó por entre ellos. echados sobre sus pieles,
dueño, vio al animal detenerse ante él, resoplando como una máquina sin que ninguno le.oyera ir y venir. “iCon tal que Babá no re!inche!”
cansada, ahogado, jadeante. Antonio, al ver!e, dio un grito, se echó de
Inclinándose sobre la cerca del corral, silbó Alejandro tan bajo que
le silla, vino de un salto a él, se lo dijo todo con palabras entrecortadas. él mismo apenasse oía. Los caballos estaban todos en un grupo, al otro
Alejandro no podía recordar las palabras, sino que en cuanto las oyó extremo de la cerca: se notó entre ellos un leve movimiento, y uno de
cerró los dientes, dejó caer las riendas, se tendió sobre el cuello de los animales dio uno o dos pasos hacia Alejandro. “iYo creo que ése
Benito, le habló a Benito al oído, y Benito no paró el galope, no paró en es Babá!“: y silbó otra vez. El caballo salió andando, pero de pronto
todo el día, hasta llegar a Temecula. Allí Alejandro vio las casas sin se detuvo, como si le asaltaseel miedo de un pe!igro. “iBabá!“-mur-
techo, las carretas cargando, la gente corriendo, gimiendo las mujeres y muró Alejandro. El sagaz animal conocía su nombre, y la voz de Ale-
los niños: le señalaron donde estaba su padre, acostado en la tierra&ajo jandro; y pareció entender que se trataba de secreto, y que si Alejandro
la sombia de tule: se desmontó de un salto, dejando ir a Benito, y no lo llamaba quedo, quedo debía él responderle: relinchó como para que
volvió a verlo más: ide eso hacia sólo dieciocho días! Y ahora estaba no le oyeran, llegó a la cerca a largo trote, y reconoció con los belfos
allí, debajo de aquellos mismos saucesdesde donde vio por primera vez la cara de su amigo, mostrándolesu gozo con caricias y relinchos auaves.-
a Ramona: era noche, noche oscura, y Ramona había estado en sus “icállate, cállate, Babá!“-le dijo Aiejandro, como si hablase con WI
brazos: Ramona era suya: Ramona iba a volver para irse con él. . . ser humano;-y comenzó sigilosamente a quitar los palos de arriba de
i Para irse! ¿A dónde? El no tenía en todo este mundo grande una la cerca. El caballo lo entendió en seguida; en cuanto la cerca estuvo
casita donde ampararla. Y aquel pobre animal que lo había traído un poco baja, la salvó de un salto, y se estuvo sin moverse al lado de
itendría fuerzas bastantespara llevarla? Alejandro creía que no: para Alejandro, que mientras volvía a su puesto los maderos, sonreía a pesar
aliviar a la buena bestia, había él hecho a pie más de la mitad del camino; de su angustia imaginando la fatiga que se daría Juan Canito al día
pero de no comer estaba el caballo moribundo: allá en Pachanga la siguiente para entender cómo Babá pudo saltar la cerca.
hierba estaba toda quemada con el sol, y de los pocos caballos que Todo eso ocupó pocos momentos. Alentado con su buena fortuk:
salvaron, algunos se murieron. “ipor qué, se dijo Alejandro, no he de poder sacar también el sillón?”
Pero Alejandro, en los instantes mismos en que tenía abrazada a Sillas y arnesesestabancolgados en clavijones de madera en un cobertizo
Ramona, maduraba un proyecto en silencio. Si Babá, el caballo de abierto, como ea de uso en la Baja California, sin más pared que los
Ramona, estuviese en el corral: él podría sacarlo sin ruido. En eso no puntales de las cuatro esquinas. Alejandro cavilaba. Mientras más lo
había culpa: y si la habría, iqué hacer? Ramona tenía que ir a caballo, pensaba,más deseabahacerse también del sillón. “Babá, si tú supieras
y Bab5 era el suyo, su caballo de siempre, que desde potro la seguía lo que quiero de ti, te estarías aquí quieto hasta- que yo sacara e1
como un perro por dondequiera que ella iba, y no tuvo más doma que sillón.” Pero no se atrevió a correr el riesgo: “iVen, Babá!” Y siguió
la de ella, que lo domó con pan y con miel. A todos los demlís les loma abajo, con Babá detrás de él, que iba siguiéndolo sin ruido. Cuando
resistía: pero Ramona podía guiarlo por donde quisiese, sin más rienda llegó a lo bajo de la loma cambió el paso en carrera, con la mano entre
que una guedeja de sus sedosascrines. Alejandro tenía casi el mismo las crines del animal, como si fueran de retozo, y a los pocos momentos
poder sobre I-1,porque durante el verano hizo costumbre de ir a acariciar
362 MARTi / TRADUCCIONES
R ,\ JI 0 N A 363
estaban ya bajo 103 sauces, donde el mísero pony de Temeculn aguardaba
salió para Trmecula. ;Sería posible? ino: no era posible que Ramona
amarrado. Con el mismo lazo ató Alejandro a Babá, le acarició el cuello,
hubiese pensado en traerlo! iQué traería Ramona? Cuanto debiera y
le puso junto R los belios la mejilla. y ie dijo alto:-“Babá bueno:
pudiese: de eso estaba Alejandro seguro.
qkdate aqui hact~ que la Señorita venga.” Baba relinchó. -“iSi yo
creo que conoce el nombre dc la Señorita!“, pensó Alejandro, en camino Y ;cuán largas le parecieron las horas que pasó allí sentado, en
otra vez para el rc:rral. Se sentía fuerte, sentía en sí un nuevo hombre: planes y conjueturas! A cada hora que pasaba, daba gracias al cielo,
en medio del terror, cl jubilo le estr’cmecia. Cuando llegó al corral, todo nublado y oscuro: “Los santos me han traído en una noche sin luna”;
esta t .! -ir1 c~ai!?ilu~ iw caballos no se habían movido: Alejandro se -se decía sin cesar; y sencillo y devoto como era,-“los santos me la
tendi<; cit- pertw sobr- tierra, y a rastras fue desde el corral al cobertizo, amparan”, añadía: “103 santos quieren que les cuide a mi Señorita.”
que no t.s!iriIa t;n ceica. ,4qcclla era la parte más peligrosa de la Ramona andaba en pasos peligrosos, en un verdadero laberinto de
aventure: ti ;,aJn ~nst:-.nte se detenía, ponía el oído, se arrastraba unos dificultades. Llegó a su cuarto sin ser vista: así creía ella a lo menos.
cuantos pasos : al liegx a I;I esquina donde colgaban siempre el sillón Por dicha suya, Margarita estaba en cama, postrada por una muela
de Ramona, fe aunantú el StJ!~reSahcJ: en las noches caiientes, Pedro venía enemiga, que su madre aplacó con un fuerte calmante; lo que fue
a dormir al cobertizo:): t& r,taba perdido, si dormia allí aquella noche: gran fortuna para Ramona, que de otro modo no hubiera podido salir
escurriéndose a gachas w la oscuridad se enderezó al llegar al puesto, de la hacienda, porque aquella espía se lo hubiese adivinado. Entró
buscó el sillón a tientas dio con él, lo levantó de un solo esfuerzo, se Ramona a la casa por el patio, no por el colgadizo, donde, como era
echó a tierra con su presa; y con ella volvió a rastras por el mismo temprano aún, estarían Felipe y su madre. Platicando estaban: los oyó
camino. Ni el más diestro de aquellos perros pastores lo había oído. al entrar en su cuarto. Cerró sin disimulo una de las ventanas para que
Una hoja no ea más leve. “icapitán: esta vez estás dormido!” supiesen que estaba allí, y se arrodilló a los pies de la Virgen diciéndole
En cuanto llegó al pie de la loma , se echó a andar, con el sillón a en rápida confesión cuanto iba a hacer, pidiéndole amparo y luz para
fas espaldas: mucho debía pesar el siIlón a hombre tan debilitado. pero Alejandro y para ella, rogándole que les guiara al fin de SU viaje. “i Dónde
no sentía el peso, porque era menos que su regocijo. Ahora sí que iba iremos, Santísima Virgen!” “Me dirá, sí; yo sé que me dirá”, se repetía
a ir bien su Señorita, porque montar en Babá era como ir en una cuna: Ramona convencida, al acabar su plegaria. Se recostó sobre la cama, a
y si era mucha la necesidad, a los dos podía llevarlos Bab3 sin sentirlo; esperar a que la Señora y Felipe se durmiesen. Tenía el entendimiento
lo que tendría tal vez que ser, según pensaba Alejandro, arrodil!ado claro, firme. Sabía lo que quería. De dos semanas atrás la tenía pensado
junto a su pobre pony, que de cansancio no podia alzarse del suelo: todo, cuando esperaba a Alejandro hora tras hora.
Babá, sobre sus pies, estaba al lado, mirando con desdeñoso asombro A los principios del verano le había dado Alejandro, como curio-
a aquel infeliz compañero. sidades, dos grandes a!forjas de red, de las que usan las indias para
“iAlabado sea Dios!“, se dijo Alejandro, sentándose a esperar: “ipa- llevar toda especie de carga. S on d e una fibra parecida al cáñamo, fuertes
rece que los santos no quieren dejar sola a mi Señoxita!” Le hervían como el hierro, y de hilos tan distantes que su peso es liviano: se cierran
los pensamientos. iA dónde irían primero? ¿Qué sería lo mejor? por la boca, y están unidas por una faja de la misma fibra, que las
iSaldrían a perseguirlos? iDónde b uscarian casa? Era vano pensar indias se ponen por la frente: así se echan a la espalda pesos que
hasta que Ramona no viniese: ella había de decidir: lo primero era ir no podrían cargar de otra manera. Hasta que Ramona pensó en las
a San Diego, donde el padre, a que los casase: eso era tres recias árganas, no sabía cómo llevar lo que le parecía tener derecho a tomar
jornadas, y con el pobre pony, lo menos cinco. Y en el camino iqué de la casa, que era poco en verdad: lo muy necesario: un vestido y
iban a comer? Alejandro pensó en el violín guardado cn lo de 103 sus mantas, el paño nuevo de encaje, dos mudas de ropa blanca. Eso
Hartsel: Hartsel le daría sobre él algún dinero: tal vez se lo compraría.
no era demasiado, teniendo la Señora en su poder, como tenía, todas
Luego recordó su violín propio, en el que no había vuelto a pensar.
aquellas joyas: “Yo le d iré al Padre Salvatierra todo lo que me llevo:
Estaba en su caja sobre una mesa en el cuarto de Felipe cuando Alejandro
el me dirá si ha sido mucho.” Le mortificaba el pensar que aquellas
364 AlAId / TRADUCCIONES
RAhIO‘i.4 365
ropas que de fuerza había de llevar fueron pagadas con dinero de la Fuc cosa de un momento. Apagó la luz, y volvió a tientas a su
Señor3 X~xno. cuarto. Tendían ahora la cama de Fe!ipe junto a la pared, y Ramona
Y el violín de Alejandro. Cualquiera otra cosa dejaría; pero el
desde su ventana alcanzaba a los pies de ella. Cautelosamente fue
v-iolín no. ¿QuS seria de Alejandro sin su música? Y si iban a Los sacando el brazo hasta que dejó caer el papel sobre la colcha, a los
Angeles, podría ganar, por supuesto,tocando en los bailes. Ya Ramona. pies mismos de Felipe. Había peligro, por supuesto, de que la Señora
dándole vueltas al pensamiento, tenía imaginados varios modos para ir
lo viese antes que él; pero Ramona se decidió a correr el riesgo.
levantando las arcas de la nueva casa: levantandolas los dos, ella y su
--iAdiós, Felipe, adiós!-murmuró en un aliento, apartándose ya
marido.
Je la ventana. La demora le había costado cara: el vigilante Capitán,
Y comida para el camino. Y había de ser algo serio, y vino, parc
que dormía en el patio, oyó y olió como entre sueños que pasaba algo
Alejandro. Se le oprimía el corazón al recordar su desmayadaapariencia.
extraño, y al poner Ramona el pie afuera, dio un ligero ladrido, y vino
“LIambre” dice que tuvieron: iSanto Dios: hambre! iY ella se había
hacia ella sahando.
sentado mientras tanto a mesasrepletas, y había visto echar a los perros
-i Virgen santa! ¿quG va a ser de mí?,-pensó Ramona: pero se
verdaderos festines!
encuclilló; abrió rápidamente la red, y al acercárseleCapitán, ya le estaba
Tardó mucho la Sefiora en ir a su cuarto, y Felipe en rendirse com-
dando un trozo de carne y haciéndole caricias. Mientras comía el perro
pletamente al sueño. Al fin Ramona se atrevió a salir. Todo estaba
meneando la cola, y demostrando mucho regociio, se echó al hombro
oscuro.
otra vez la carga, y acariciándolo siempre,-“Ven, Capitán”,-le dijo.
Con la red a la espalda,-“como buena india que soy”, se dijo casi
Era su última oportunidad. Si ladraba otra vez, alguien se despertaría
alegremeyte,-atravesó a hurtadillas el patio, dio la vuelta por el sudeste
de seguro: si la seguía en silencio, podría escaparse. Al dar el primer
de la casa, y costeando el jardín llegó a los sauces,donde depositó su
paso, se le llenó de sudor frío la frente. Capitán la siguió. Apretó el
carga, para ir en busca de la otra.
paso Ramona, y él con ella, olisqueando la carne de la red. Al llegar
Lo de ahora era lo mas difícil. Vino estaba resuelta a llevar, y pan,
a los sauces,Ramona se detuvo, preguntándose si sería mejor darle otro
y carne fría. No conocía los dominios de Marta tan bien como los
buen trozo de carne y tratar de escaparsemientras la comía, o dejarle
suyos propios, ni se atrevía a encender luz. Tuvo que hacer varios
que siguiera con ella. Se decidió por lo último, y recogiendo la otra
viajes a la cocina y despensa,para completar sus provisiones. De vino,
alforja, siguió andando. Ya se sentía segura. Se volvió, y miró hacia
encontró por fortuna en el comedor dos botellas llenas; y un poco de
la casa: todo estaba en silencio y oscuro: apenas se divisaba la casa
leche, que echó en una vasija de cuero, colgada de la pared del col-
en la sombra. Cuanto tenía de sentimiento se estremeció profundamente
gadizo. Ahora sí estaba lista. Se asomó a la ventana, donde se detuvo
en ella: ella no había conocido más hogar que aquél: sus felicidades
oyendo la respiración de Felipe.
y SUS penas allí habían sido todas,-Felipe, el Padre Salvatierra, los
iCómo me voy a ir sin decirle adiós?-Y, alli se estaba: sin saber
criados, los pájaros, el jardín, la capilla. iAy, si hubiera podido volver
qué hacer.
8 rezar en la capilla ! ¿Y quién cambiaría ahora las flores y los helechos?
-i?rfi buen Felipe, tan bueno siempre para mi! iSi me atrevíera
iCómo la iba Felipe a echar de menos cuando se arrodillase solo ante
a darle un beso! Voy a escribirle.
el altar! iCatorce años hacía que se estaban arrcdiilando juntos! Y la
Tomó Idpiz y papel, y una cerilla tan fina que hubiera sido difícil
Señora, i tan fría, tan dura! Ella sería la única que se alegrase. “A
distinguirla en un cuarto, y volviendo al comedor, se arrodilló en el
todos los demás les va a dar tristeza, a todos menos a ella. Ojalá les
suelo detrás de la puerta, encendió la cerilla y escribió:
hubiera podido decir adiós a todos, y ellos a mí, y desearnos buena
“Querido Felipe: Alejandro ha venido, y me voy con él esta noche.
suerte.” Así pensó dando un suspiro la amable niña: y volviendo la
Cuida tú, si puedes, de que no nos pase nada. Yo no sé dónde vamos;
espalda a su hogar, siguió adelame por la senda que había elegido.
tal vez vayamos donde el Padre Salvatierra: yo te querre siempre. Gra-
Se inclinó, y acarició a Capitán en la cabeza: -“iQuieres venir con
cias por 10 bueno que has sido conmigo.-Ramona.”
migo, Capitán?” -le dijo: y CapitSn dio un salto de alegría, acome
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allá n vivir, a lo que Alejandro siempre se negó, porque creía deber suyo Antes del anochecer de aquel primer día en la soledad, Alejandro
estar en Temecula con su padre Pablo. San Pascual era un pueblo de compuso para Ramona una cama de gajos muy quebrados de manzanita
ley, fundado por unos cuantos indios de San Luis. Cuando acabó la y ceanothus que crecian en el cañón con gran abundancia. Sobre estos
Misión, el Gobernador de California lo autorizó con su decreto, y le tendió una capa de aterciopelado helechos, de cinco o seis pies de largo.-
dieron las tierras del valle de su nombre, con el documento donde constaba Y cuando estuvo acabada. ni la reina más arrogante hubiera necesitado
la donación, que quedó en manos del indio que hizo de primer alcalde. cama mejor. Al sentarse en ella Ramona, “Ahora 9i entiendo, dijo, qué
Este indio era hermano de Pablo, y al morir él, la alcaldía pasó a su bueno es descansar mirando a las estrellas por la noche.” ¿Te acuerdas,
hijo Isidro, el primo de quien Alejandro hablaba. Alejandro, de la noche en que pusiste la cama de Felipe en el colgadizo,
-Isidro tiene el papel, y cree que no le quitarán el pueblo. Puede ser. cuando me dijiste “qué hermoso era dormir a la luz del cielo, mirando
Pero los americanos están llegando a la boca del valle, y yo no sé, Majela, a las estrellas”?
dónde se pueda ya vivir seguro. Por unos cuantos años, tal vez, podremos iPor supuesto que se acordaba Alejandro de aquella noche! -‘&Me
estar allí. Son como doscientos indios, y el pueblo es mucho mejor que acuerdo, mi Majela”-dijo lentamente, y poco después añadió:-“fue
Temecula, y la gente más rica; tienen mucho ganado, y mucho trigo. La el día en que Juan Can me dijo que tu madre era india: fue la primera
casa de Isidro está debajo de una higuera, una higuera muy grande; vez que pensé que tú podrías quererme.”
dicen que es la más grande que hay en todo el país. -Pero ¿tú dónde vas a dormir?,-dijo Ramona, viendo que no
-Pero ipor qué crees que el pueblo no está seguro, si Isidro tiene hab.ia compuesto cama para él.
el papel? Alejandro se echó a reír. -A nosotros nos parece que dormimos en
-No sé,-replicó A!ejandro: Puede ser. Pero yo siento que no hay los brazos de nuestra madre cuando dormimos en la tierra. Es blando,
nada que valga contra los americanos. Yo no creo que respeten el papel. Majela. Pero esta noche yo no voy a dormir: me quedaré velando,
-A la Señora no le respetaron los que tenía ella de sus tierras, dijo sentado contra este tronco.
Ramona pensativa. Pero Felipe dice que era porque Pio Pico fue un -iPor qué? ide qué tienes miedo?
mal hombre, y dio tierras que no podía dar. -Tengo miedo de que haga tanto frío que tenga yo que encender
-L *Y no pueden decir lo mismo del otro Gobernador, y más, ipor qué fuego para mi Majela. En estos cañones suele hacer mucho frío a la
nos dio tierras a nosotros, a los indios ? Si la Señora no pudo salvar sus madrugada: aquí me quedo más tranquilo velando.
tierras con toda la ayuda del Señor Felipe que sabe de leyes, y habla Esto dijo, para no alarmar a Ramona; pero su razón real para
americano, iquién nos salvará a nosotros? Como las fieras vamos a velar era que le parecía haber visto por la orilla del arroyo unas huellas,
tener que vivir, Majela mia. iPor qué, por qué vir+iste conmigo? ¿Por aunque borradas y débiles, que podían ser de un león del monte. En
qué te dejé venir? cuanto fuera ya bastante oscuro para que no viesen de abajo la huma-
Y Alejandro se echó de bruces contra el suelo, sin que ni la voz de rada, encenderia una fogata, y a su calor se estaría vigilando toda la
Ramona pudier\a hacerle levantar la cabeza. Extraño fue que la delicada noche, escopeta en mano, no fuese a aparecer por allí la fiera.
criatura, nueva en las privaciones y el peligro, no se aterrase ante aquellos -Pero te vas a morir, Alejandro, si no duermes. Tú no estcis fuerte,
fieros arrebato9 y tenaces temores de su compañero. Pero salvada de 10 dijo Ramona ansiosa.
único que temía sobre la tierra, segura de que Alejandro estaba vivo y
-iYo sí estoy fuerte ahora, Majela! -Y en verdad que parecía
no la había de abandonar, no había para ella miedos. Se debía esto en
ya un hombre nuevo, a despecho de su ansiedad y fatiga:-Mañana
parte a su inexperiencia, que no le dejaba ver el horror que la imaginación dormiré, y tú velarás.
de Alejandro presentía con colores sobrado verdaderos; pero debióse rn&
-iDe veras? ¿Y descansarás en la cama entonces?
a la inalterable lealtad y soberana bravura de su alma, cualidades her-
mo9a9 aún en ella escondidas, que la habían de sacar salva despuk de -En el suelo descansaría mejor, respondió el veraz Alejandro.
muchos años de pesares. Ramona pareció desconsolada. -No es tan blanda, dijo, esta cama
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de hojas, que se haga uno cobarde por dormir en ella. Pero ioh qué
sicomoros 10s pljaros locuaces divisaban el día, y poblaban la sombra
bien huele, qué bien huele ! -añadió reclinándose en ella.
con sus trino+. Su canto, como aquel familiar de los pardales que
-Es que le puse hierba de olor donde va a poner la cabeza mi Majela.
anidaban en cl colgadizo, despertó el oído vigilante de Ramona. “iDe
En Ramona era tanta la felicidad como el cansancio: durmió la
día, de dia ya y tan oscuro?“, dijo sentándose asombrada: “Los pájaros
noche entera: no oyó los pasos de Alejandro: no oyó crujir las ramas
ven más cielo que nosotros. Canta, AlejandFo.”
encendidas: no oyó ladrar a Capitán, que más de una vez, a pesar de
todo el cuidado de Alejandro, estremeció los ecos del cañón con sus
Cantores del aire
voces de alarma, apenas oía los pasos velados de las criaturas feroces
Que cantan al alba,
por entre la arboleda. Hora tras hora durmió en paz Ramona: hora
Venid y cantemos
tras hora se estuvo Alejandro sentado contra el tronco de un fuerte
La alegre mañana.
sicomoro, sin apartar los ojos de ella. Cuando el reflejo fugaz de la
fogata jugueteaba sobre aquel rostro querido, pensaba él en que jamás
Jamás de un rincón tan bello subió al cielo plegaria más sincera.
lo había visto tan bello. Aquella expresión de sereno reposo insensible-
-No cantes alto, mi Majela,-le advirtió Alejandro, mientras la
mente lo calmaba y fortalecía. Le parecía estar viendo a una santa:
la parecía que era aquélla la santa que mandaba la Virgen, ipara dulce voz, gorjeando como la de una calandria, revoloteaba por el aire
amparo y ayuda, a él y a su pueblo! Creció la oscuridad, hasta que puro. -Puede haber cerca cazadores que nos oigan.- Y unió al rezo
todo en torno fue negrura: las llamas sólo la hendían de vez en cuando su voz baja y ahogada. Más d u 1cemente que antes cantó Ramona
en fantásticas grietas, tal como el viento abre hondos surcos en las entonces:
nubes tormentosas. Y con la oscuridad crecía el silencio. Babá y el Venid, pecadores,
pony hacían de pronto un movimiente, o Capitán daba un ladrido de Venid y cantemos
alarma, y después parecía aún la calma más honda. Alejandro sentía Canciones alegres
como si Dios mismo estuviese en el cañón: muchas veces en su vida A nuestro consuelo.
había visto correr la noche tendido sobre la tierra en el campo solitario;
-iAy, Majela, aquí no hay más pecador que yo!,-dijo Alejandro:
pero aquel éxtasis, que era a la vez dolor, él no lo había sentido jamás.
jmi Majela es como la Santa Virgen!-Y ¿a quién parecería blas-
iQué iba a ser de ellos por la mañana, el otro día, el día después, la,
femia el enamorado pensamiento, que viese a Ramona como la veía
vida entera, sin amparo y lóbrega? iQué iba a ser de aquella confiada
y amante criatura, dormida en su cojín de hierbas olorosas, sin más él, sentada en aquella trémula luz, realzado el rostro por el muro de
roca gris vestido de helechos, la rica cabellera suelta por todo el talle,
guardián que él, que él, Alejandro, el desterrado, el fugitivo, el indio
las mejillas encendidas, radiosa la expresión, los ojos levantados a la
errante?
estrecha zona de cielo abierta sobre sus cabezas, donde el fino vapor
Antes del alba empezaron su música los tórtolos. En cada rama
se teñía de oro, con el fuego del sol invisible?
dormía una pareja. Cad a arrullo tenía como un son propio. Le parecía
a Alejandro oír que cada par se hablaba y respondía, como aquel que -Oh, no, no digas eao, que es pecado de veras: hasta el pensarlo,
lo confortó en su amarga vela, en aquella que pasó oculto detrás de Alejandro, es pecado:
los geranios de la capilla: i“Aquí, amor! iaquí, amor!” Todavía más “Oh, Reina y Señora,
lo confortaban ahora. “iTampoco las tórtolas tienen en el mundo a nadie Princesa del cielo. . .’
más que a su compañero!“: y volvió sus ojos arrobados al rostro sereno
de Ramona. y, sin cesar de cantar, tendió una mano a Alejandro, y con su ayuda
Ya en los llanos de afuera iba alta la mañana cuando la luz apenas se dejó caer sobre el suelo de rodillas, sacó su rosario, y comenzó la
se abría paso por entre la espesura del cañón; pero en las copas de los oración del nuevo día. Era el rosario de cuentas de oro fino, cinceladas
con mucha labor, y el crucifijo de marfil, reliquia rara del tiempo feliz
378 MARTf / TRADUCCIONES
de las Misiones: fue primero del mismo Padre Peyri, que lo dio luego
al Padre Salvatierra, y el buen anciano se lo regaló cuando Ia confir-
mación n “la niña bendita”. Para la niña fue siempre como tesoro del
cielo aquel santo regalo.
Cuando iba ya por las últimas palabras de su rezo, y sólo rlna
cuenta le faltaba de las oraciones, un hilo de luz de sol se entró por la
profunda cortadura que uno de los lados del cañón tenía en la cresta:
por un segundo se entró nada más; pasó sobre el rosario, como una DE NOCHE, CON LOS MUERTOS
ráfaga de fuego, iluminando su oro, las cuentas de talla fina, la cabeza
del Cristo de marfil, las manos de Ramona. Y desapareció. iQué habían
de creer Ramona y Alejandro, shro que aquél era un mensaje de la Ya a los dos días parecía a Ramona el cañón un hogar tan seguro
Virgen ? iQué mejor mensajero puede tener la Virgen que un rayo de que el pensar en abandonarlo le daba miedo. No hay prueba mayor del
sol? iOh, sí, ella los va a sacar en bien de tanta pena! Acaso no había propósito de la naturaleza de favorecer a los humanos más de lo que In
en aquel instante en todo el universo almas más arrobadas y felices civilización arrogante le permite, que el modo rápido y seguro con que
que las de aquellas dos criaturas sin amigos que, de rodillas en la aquélla se adueña del corazón del hombre cuando la fatiga, el azar o las
soledad, vieron resplandecer, casi espantados, el rosario de oro. catástrofes lo devuelven, por un momento siquiera, a sus brazos. iCon
qué celeridad se despojo el hombre de su costumbres, de sus míseros
alardes de preeminencia, de las cadenasdel hábito, de sus ridículos ador-
no9! Xo es verdad, en el sentido en que los hombres lo repiten, que
los amados de los dioses mueren en la juventud. i Los que los dioses
aman viven con la naturaleza, viven perpetuamente jóvenes!
Avivado por el del amor su natural instinto de indio, notó Alejandro
cómo, hora por hora, aparecía en los ojos de Majela la expresión de
quien reside en casa propia. E!la observaba las sombras: ella sabía lo
que significaban: “Si nos quedamos aquí, dijo ella como regocijada,
los murallones nos marcarán la hora jno, Alejandro? Esta piedra se
ha puesto hoy oscura más temprano que ayer.”
Y “icuántas, cuántas plantas crecen en este cañón! ¿Y todas tienen
nombre, Alejandro ? Ya yo me olvidé de los nombres raros que me
enseñaban las monjas. Si viviéramos aquí les podríamos nombre LIOS-
otros, y serían como nuestros parientes.” “Me estaría, Alejandro, mi-
rando sin cansarme un año al cielo. De veras no me parece que sea,
pecado estarsetodo un afro sin hacer nada, si se está de seguido mirando
al cielo, Alejandro. Se debe vivir siempre serio y sin pena, pero sin
mucha alegría, cuando no hay techo entre uno y el cielo, y los santos
estan siempre mirando. ” “Alejandro, esta vida no me parece a mí nueva.
iSi me parece que Csta es la única casa cn que he vivido! Eso ea
porque soy india, Alejandro.” Y con ser ella la que se lo hablaba todo,
‘) 0
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no sentía que Alejandro no le hablaba. sino que In oculta conversación Pero Babá estaba de tan buen humor, que Ramona, a poco de
iba creciendo. Un sí de 61, una mirada suy’a. decían mas de lo que acomodarse en cl sillón, liabía olvidado su tristeza. Babá resoplaba,
muchos en largos pIAticas no dicen. Ella pensaba, pensaba. “:\lejandro, caracoleaba, se sacudia los flancos, piafaba impaciente: y Capitán,
tú hablas como hablan los árboles, y las piedras, y las flores, ttí hablas deseosoya de ver ovejas, salia con igual gusto del catión, muy fresco
sin palabras.” “Y tú, .\Iajela”, dijo Alejandro, henchido de deleite, “tú sí y de buen sombrio, pero de veras callado. De verle sólo el hocico
dices eso como los indios lo decimos: tú eres india, Majela.” Oyendo lo tristón se había echado a reir Ramona muchas veces cuando, como
cual fue mayor el deleite de ella que el de su enamorado. interrogándola y reprendicndola, le fijaba 10s ojos, meneando colérico
la cola.
Alejandro se había fortalecido como por milagro: ya no tenía apa-
-Toda la noche tenemos que andar, Majela. Es lejos donde hemos
riencia de fiera perseguida, ni aquel rostro huesoso. Cuentan los celtas
de llegar mañana.
de una maga enamorada de un príncipe, que sin que nadie más que el
-iOtro cañón, Alejandro?
príncipe la viera, se paseaba por el aire alrededor de él, y le cantaba
-No, Majela, no es otro cañón; pero hay unos rolles muy hermosos,
canciones de amor, oídas con furia por los cortesanos, que evocaron
donde cogemos la bellota para el invierno. Esta en la cumbre de un
para derrotar a la bruja invisible todas sus poderosas relaciones con
cerro alto.
el mundo celoso de la hechicería: y derrotarla pudieron, y echarla de
-iY de allí a dónde vamos?
la presencia del príncipe, pero ella le tiró al irse una manzana de oro
-Temecula está cerca, Carita: a Temecula. Tengo que ver al Señor
hechizada, de la que el príncipe comió una vez, y ya no quiso catar otra
Hartsel. El es bueno. El me dará algo por el violin de mi padre.
comida: noche tras noche comía de su manzana de oro, que entera se
lNunca iría, si no fuera por eso!
estaba a pesar de tanto comerle, y muy sana y lustrosa, como si no le
-lPero yo sí quiero ir, Alejandro!-dijo ella dulcemente.
hubiese hincado el diente príncipe alguno: hasta que volvió la maga
por allí, y el príncipe se fue con ella en su bote, sin que volviera a -lAy, no, no, mejor no quieras! iQué quieres ver, las casas
sabersede él en el reino. lTan invisible y mágico era el alimento que vacías, las casas sin techo? Nada más que las de mi padre y José
devolvía a Alejandro las fuerzas, y tan fortificante y puro, como la tienen techo, porque son de teja. La madre de Antonio echó abajo
manzana de oro del Principe Connla! su casa: Icon sus manos la echó abajo la viejita!
-* IY yo que pensé aquella noche, Alejandro, que te ibas a morir! -¿ .Y no querrás ver otra vez el cementerio?, preguntó tímidamente
Ahora ya vuelves a estar fuerte: los ojos te brillan: tu mano no arde. Ramona.
Es el aire bendito, que te ha curado a ti, como curó de la fiebre a -IDios no lo quie;a!,-dijo él con la voz alterada:-sí veo el
Felipe. cementerio otra vez, me vuelvo asesino. Si no hubiera pensado en ti,
--iEl aire?. . . -Y la miró de modo que le dijo lo que no le decía. Majela, Ial primer blanco lo mato! INo me hables de eso, no, que se
me hiela la sangre, y me muero !
Cuando al anochecer del día siguiente vio Ramona venir a Alejandro
con Babá ya ensillado de la mano, le llenó el llanto los ojos. Al medio Y no volvieron a hablar de Temecula en todo el camino, que era de
día Alejandro le había dicho: “Esta noche nos yamos, Majela. Ya aquí cerros bajos de mucha arboleda, hasta que de pronto salieron a un
no hay más hierba para los caballos, y no los puedo poner 3 pastar más claro verde y pantanoso, por donde corría un arróyuelo en que saciaron
abajo del cañón, porque cerca hay un rancho: hoy encontré una vaca la sed Capitán, Babá y el pony.
comiendo al lado de Babá.” -ILuces, Alejandro., luces!
También Alejandro, afIigido con el pesar de Ramona, sufría como -Luces, Majela: ésa es Temerula. -Saltó del pony, fue hacia Ra-
quien sale echado de la patria. IAquélla era otra vez la pena con que mona, y poniendo las dos manos sobre las suyas: “He venido pensando,
salió de Temecula! Allí estaba Ramona, sentada tristemente junto a las Carita, qué debemoshacer ahora. Yo no sé. ¿Qué piensa Carita que
haga? Si han mandado hombres a perseguirnos, estarán donde Hartsel,
#rganas, ya un tanto desprovistas. ¿A dónde iba a llevar a su Majela?
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porque allí es la posada. Yo sí he de ir, pero tú no: si yo no voy, dice que está contenta de que hayas venido, y que te acompañará hasta
Majela, no tenemos dinero. que yo vuelva.”
-Yo esperaré mientras tú vas,-dijo ella, con el corazón lleno de Nada más que apretarle la mano febril podía Ramona para consolar
susto ante el negror, vasto como el mar, dc aquella gran llanura. a Carmen infeliz, pero en esa caricia puso toda el alma. La oscuridad
-iAy, pero no tienes miedo? Tengo miedo por ti. Si no vuelvo~ dejaba ver aquellos ojos dolientes y vacíos, y las mejillas descarnadas.
hiajela dale la rienda a Babá; él y Capitán te llevan a la casa. El dolor necesita menos de palabras que la alegría:’ todo su ser decía
--jSi no vuelves! iSi no vuelves?- Lloraba al preguntárselo. a Carmen que la recicn venida la estaba compadeciendo: le tendió los
-Si, si me prenden, por robar el caballo. brazos cariñosamente, como para ayudarla a bajarse de la silla. Ramona
-iSin tener tú el caballo? se inclinó, como para verla de lleno. Carmen con una mano la retuvo,
*Pues qué les da, Majela? Me prenden para que lo diga. y apuntó con la otra hacia el monton de tierra donde pasaba la noche.
q&ejandro, yo sé lo que he de hacer. Yo te espero en el cementerio. “Me quiere enseíiar, pensó Ramona, la tumba de su marido. No quiere
Allí nadie va. ~NO estaré más segura? estar lejos de él. Yo voy co‘11ella.”
-1Virgen Santa! y ino te asustarán los muertos? Se apeó, engarzó en el brazo las bridas de Babá, asintió con un
-Los muertos nos ayudarían, Alejandro, si pudiesen. Allí, allí te movimiento de cabeza, y echó a andar hacía la sepultura de José, sin
espero. Si en una hora no vuelves, yo voy donde Hartsel. Si la gente soltar a Carmen de la mano. Las sepulturas eran muchas, esparcidas
de la Señora está alli, no me tocarán, por miedo a Felipe. Yo no tengo sin orden, y cada una con su cruz de palo. Carmen guiaba con el paso
miedo. Y si se quieren llevar a Babá, que se lo lleven, A!ejandro: firme de quien conoce el terreno por puIgadas. Solía Ramona tropezar,
y Babá daba muestras de no ir contento por aquel camino poco llano.
cuando el pony se canse, caminaremos.
Al llegar al rincón, vio Ramona la tierra floja de la tumba nueva. Con
-Mi tórtola tiene debajo de las alas el corazón del león del monte,
un gemido que le salió de las entrañas detuvo Carmen a Ramona a un
-dijo Alejandro, que se sintió más alto en la sombra. -Vamos, como
Iado de la sepultura, señaló a la tierra con la mano derecha, se puso
la tórtola dice. Mi tórtola sabe.
Y siguieron camino al cementerio. las dos manos sobre el corazón, y miró a su amiga con ojos desolados.
Tenia el cementerio, cuando los indios, un muro de adobe y su portón Majela se echó a llorar, y tomando la mano de Carmen otra vez, la atrajo
de estacas. Y en cuanto Alejandro estuvo frente a él: “iNo hay puerta, sobre su corazón, para mostrarle simpatía. Carmen, para quien el llorar
Majela, se han llevado la puerta! iLeña para quemar, Majela! 1Bien era ya poco, sintió como que la levantaba de sí misma aquel cariño de
pudieron guardar a los muertos de que les pisen la tierra los animales!” la dulce extranjera, como ella joven, pero ioh, sí! diferente de ella:
i ya Carmen se la pintaba tan hermosa!: ise la habían dado los santos
Ya habían pasado el portón, cuando una sombria figura se alzó de
a Alejandro? : ilengua traidora, que no dejaba al agitado seno de la
una de las tumbas.
pobre índia más modo de agradecer que apretar en silencio la mano de
-No te asustes, dijo Alejandro quedo: será uno de nosotros, un
Ramona, y alguna vez apoyar la mejilla en su palma!
indio: así no esta& sola. Es Carmen, Carmen es, de seguro. Por ese
lado enterraron a José. Yo le hablo: espera.-Y dejando junto a la Pronto hizo Carmen señasde que volviesen al portón, porque en su
entrada a Ramona, se fue hacia el bulto, al que dijo en indio: -¿Eres noble pena no olvidaba que allí debía estar aguardándolas Alejandro:
tú, Carmen? Soy yo, soy Alejandro. iAlejandro, que no las aguardaba!
Era Carmen. Casi loca de pena la pobre criatura, pasaba el día en Su propia casa, la casa que fue suya, estaba un poco a la derecha.
Pachanga sobre la sepultura de su hijo, y las noches las pasaba en Al acercarse a ella, vio luz en la ventana. Se paró, como herido de un
Temecula, sobre el sepulcro de su esposo. De día no venía, por miedo balazo. “iUna luz en la casa!,” dijo, y cerró los puños: “iya están
. .
a los americanos. Alejandro, después de cambiar con ella pocas palabras, vrvrendo en ella estosladrones!” No hubiera conocido en aquel instante
rolvio al portón, llevándola de la mano que le ardía, y poniéndosela en Ramona a Alejandro, demudado por la venganza. Llevó la mano a su
la de Ramona: “Majela, dijo, ya le hable. No entiende el castellano, pero cuchillo : idónde se había quedado su cuchillo? La escopeta la dejó en
384 MARTí / TRADUCCIONES RAMONA 385
el cementerio, sí idonde estaba Ramona esperándolo! Desvaneciéronse Estaba el hombre medio ebrio, condición que era en él muy temible.
sus ideas de odio: iel mundo ya no tiene para él más que un deber, Entre indignada y temerosalo miró ella, y atendiendo a los niños, empezó
una esperanza, una pasión. Ramona! Pero quería ver al menos a los a servir de comer al menor. En ese instante alzó el otro los ojos, vio
que estaban viviendo en la casa de su padre. Lc quemaba el deseo de por la hendija el perfil de Alejandro, y gritó: “,Un hombre! ien ia
verles las caras. Acurrucado se escurrió a hurtadillas hasta la ventana vcr;t:lna hay un hombre!”
donde se veía luz, y escuchó. Oyó voces de niños, una voz de mujer, Alejandro se tendió sobre el suelo, y sujetó la respiración. Aquel
de vez en cuando la voz de un hombre, áspera y brutal: oyó el ir y venir capricho de voli,er a ver su casa iquién sabe lo que iba a costar a
de la hora de la cena. ‘Si, estarían cenando. Y se fue enderezando Ramona! Echó el ebrio un voto, y desde afuera le oyó Alejandro decir:
hasta que pudo mirar de lleno por la hendija. “;‘lin indio perro, de seguro! Por aquí han estado de ronda todo el día.
En el centro de la habitación habia una mesa,y alrededor de ella una ;IIa>ta que no dejemosen el sitio a dos o tres!. . .” Y mientras hablaba,
mujer, un hombre y dos niños. El menor, casi recién salido de los descul,=I’~ la escopeta, y con ella echó a andar hacia la puerta.
pañáles, se movia impaciente en su síllita alta, pidiendo de cenar con ---iNo tires, padre, no!-gritó la mujer.--Vendrán de noche, y nos
sendos cucharazos. El cuarto era una Babel: las camas tendidas en el matarrin dormidos. ;No tires! -Y procuró sujetarle el brazo.
Con otro voto se dcsaaióel hombre de ella; pasó el umbral; dctCvorc,
suelo, las cajas abiertas y a medio vaciar, los rincones llenos de sillas
escuchando; hacía por ver en lo oscuro. Le martilleaba a .i&:ej,~r4~
de montar y arreos. Acababan de llegar, pues. Por entre las hojas de
e! rt:~:lzór- en el pecho. iOh, si no fuera por Ramona, cómo se echa&
la ventana, que no cerraban bien, veía Alejandro, rebosando amargura,
sobre el ladrón, le quitaría la escopeta, lo dejaría allí muerto!
el grupo de extranjeros. Parecía la mujer cansada y abatida: el rostro
-Yo creo que ahí no hubo hombre, padre. Son cosas de Pedro,
revelaba alma sensible, y era afable su voz; pero el hombre era Ima
bestia: imenos, porque a las bestias se las degrada sin razón, supo- que ve visiones. Vamos, padre, entre, que ia sena se enfri.t.
niéndolas tipos de viles cualidades que ninguna de ellas posee! -Entro, pero ahi va el tiro, que sepan rpc aquí h:fy póivorñ y
bala!-Levantó al aire la escopeta. y con si: manc ;r:segur:.: dejó caer e!
Alejandro sabia su poco de inglés, e iba entendiendo lo que hablaban.- ., .l
gatiiio. La bala se hundm s~i!)a:,d~je.9 !a som121:1. Atisbó aque! rufinn
“iQue todo me haya de venir de malas en el mundo!“, decía la mujer:
ur.os instantes, y como no ave>!~:!::.:;tc; .:T~G:~*T,
‘“;Ls erré esta vez!“, dijo
“icuándo l!egará el otro carro?”
hipando. Y se volvió a su S”FX.
-No sé,-gruñó el marido;-hubo un derrumbe en el cañón maldito, Akjaudro no osó mvv21s:‘ c:: !.:ì,:4 Lioilpo. ;Y Ramona, allá eape-
y se atascaron los carros. iYa hay para días! Y tú iquieres más cacbi- rándolo, sola con los mucF2s1 Ue r-. :~li:r¿ por fin, arrastrándose boca
vaches de los que tienes aquí? Cuando esto esté en su lugar podrás saltar abajo como las serpientes, a ir*-c ~;~rtarido de la casa a trechos, hasta
porque no llega lo otro. que ya a las pocas brazas se cw;i; er: sa!vo, púsoseen pie de un brinco,
-Pero, John, idónde pongo esto, si ‘no ha venido la cómoda, ni y echó a correr hacia la tienda d< 10s Hartsel.
las camas? Lo de los Hartsel era a la ver tienda, taberna y sitio de rrianza,
-Poner no podrás, pero gruñir, ya veo que gru&a. Mujer habías como se ve a menudo en la Baja Ce!ifornia. Cuanto iba o venia por
de ser. Lo que es cama, de cuero había aquí una muy buena: isi ese el camino, había de parar para esto o aquello en lo de los Hart,el. A
Rothsaker no hubiera dejado que se lo llevasen todo esosperros indios! beber, comer, o dormir, acudían allí indios, viajantes y ranchero*. Zn
La mujer volvió hacia-él una mirada de reproche, pero tardó algunos veinte millas no había otra posada; y mejor, no la había en muchasmillas.
instantes en contestar. Al fin, encendidas las mejillas, y como si no No era Hartsel por cierto mala persona, cuando no andaba bebido;
pudiese contener las palabras: -“Y mucho que me alegro, dijo, de que pero como ese estado feliz no era en él tan frecuente como debía, venía
los infelices se hayan podido llevar sus muebles. Yo no hubiera podido Hartsel a ser, por la maldad del licor, muy mala persona de veras.
pegar los ojos en su cama. iMe parece que es bastante con que lea Todos entonces se apartaban de él con miedo, mujer, hijos, viajantes,
hayamos quitado sus casas!” rancheros, todos. “iLo que es matar,-decian,-cualquier dín mata
Hartsel a alguien !” Pero en cuanto se le iban 40s vapores. quedaba el
IIartsel de buen corazon, y hombre sincero: v de labia adem!r>, tanto
que mucho caminante solia eìtarse cosido a CJ si!ia ha33 muy cerc2
del canto del gallo, oyindo!c a Hartsel hazalizs e historias. Cómo vino
de Alsacia a San Diego, ni él mismo lo hubiera podido explicar A de-
rechas, por ser muchos los incidentes y estailonea del viaje; ;;)erl~ bit
allí, de Temecula, no habían de salir sus huc~r! Le parecía bueno ei
país, buena la vida, hasta los indios i alsaci,nlo singular ! le p,rrecínrl
buenos. A cada paso estaba diciendo Londades de la indiat1,:. que por
no parecer descorteses le oían en paz lou caminantes incrklulos. “Lo que
es a mí, no me han hecho perder los indios un rentavo. lla3t;? cien
pesos les fío a algunos. Si este año no me pueden pagar, me pagan cl
que viene. Si se mueren, los parientes saldan la deuda poco a poco,
hasta que la pagan toda. Pagan en trigo, 0 con un venado, o con cesto+
0 esteras que les hacen sus mujeres, pero pagan. Mlíj puntuales son
ellos que los blancos de la tierra, que los blanco3 pobres, quiero decir.”
La vivienda de Hartsel era de adobe. larga v de poco puntal, con Moreno. Sintió Alejandro /: .,
el ccrazón ,,-tro, pero no &j#L zJ;jr 31 r.;‘_s;r..:
alas más bajas aún, d on d e estaban los cuartos de alcluilar, la cocina y su alegría, y respondió sin !evantar 12s C.jGS: - “Ec Fsrii-nFcg esta!,:.
las despensas. La tienda era una casa aparte, dc madera rústica. lo de Mi padre 5e ha muerto. Allí lo enterrs.“
beber abajo, y en un medio piso arriba el dormitorio, con mucha cama
--iAp, Xejantlro, ae ha muerto:,-exclamó la buen:? mujer ace’:
hecha al ras del suelo, sin más mueble ni adorno. La tienda y la casa candose al indio, hasta que le puso 4a mano en el hombre.>: -Si: oí qu
de habitación, con unas seis c~s;ls más para eatc: o Eque oficio, estaban estaba malo.
cercadas por una estacada de pino, que daba al lugar cierto aire de Sc: detuvo : co Wbí3 que decir: sufrió tanto cuando echaron II Io<
respeto, a pesar de 1o ingrato y descui!lado del suelo de acena pura,
indios de Temecula, que qùedi enferma. Dos días enteros tuvo echada
matizada con uno que otro tufo de cizafia r> de hier!)a silvestre. Míseras 13s cortinas y cerradas las puertas, por no ver 40 que pasaba en el
y polvosas, hacían por vivir unas cuantas l,!antas en s:rs tiestos o en
pueblo. -io era mujer de muchas palabras, ni era india, aunque decían
tarros de lata, alineados a la puerta de la vivienda. Más que animar
las gentes que con su sangre de mexicana le corría algo de india por
la casa, ponían tal vez de relieve su desoiación; pero por ellau se vera
las venas, lo que parecía más probable que nunca en aquel momento,
a lo menos que allí andaba una mano de mujer, de mujer que anhelaba
cuando ella, de pie frente a Alejandro, con la mano en su hombro, Ie
algo más que aquella vida solitaria y secó.
4eia cn el rostro cansado la tristeza. ¿Y era aquel Alejandro, d dei
De la puerta de la tienda, abierta de par <:ir par? salía uua luz
cuerpo galán, el del paso liger’o, el de andar arrogante, el de la cara
siniestra y pesada cuando Alejandro se fu@ 1legan;lo ;1 ella cautelosa- hermosa, como ella se la vio en la primavera?
mente. Oyó hablar y reír. La tienda estaba llena, y no se atrevió a --iTú estuviste afuera todo el verano, Alejandro?,-dijo por fin,
entrar. Costeo la pared en sigilo, saltó la cerca, siguió hasta ia casa
volviendo a su tarea.
de habitación, y abrió la puerta de la cocina: ya ahí no tenía miedo:
-Estuve en lo de la Señora Moreno.
todos los criados de la de Hartsel eran indios. En la cocina no había
-Dijeron, sí. iCasa grande que es, no? El hijo será ya un hombre
más luz que la de una turbia vela; pero en la estufa silbaban y bullían
hecho. Pasó muchacho por acá, con un golpe de ovejas.
sartenes y ollas: no Se 1(1 1)reparoh.r a los de la tienda con tanto gui-c,
-Sí, señora, hombre hecho.-Y volvió a hundir la cabeza en las
un mal banquete.
manos.
388 MARTÍ / TRADUCCIONES
RAMONA
-El el mar. Majela. Este cañón sale al mar. Lástima que no podamos El ojeó alrededor. Estaban solos en el fresco clarct. -X3 era aún a!ha
seguir por la orilla. iporque es grande: Majela! y la9 olas vienen ju- plena: por sobre las colinas de San Diego flotabor -raudos nubes car,
gando, cuando hay calma, hasta los pies de los caballos; y el camino mesíes:en el faro del promoutorin que vigila la bahía mtcr;jr centelleaba
sigue con el agua clara a los pies y el peñón verde encima; y el aire la lucerna: pero a los pocos momentosrompería ya el dla --“So, Majeia,
del agua enciende la cabeza. Majela: como el vino. aquí no,” le cor.testó: “uo podemos quedarnos aquí. Er: cuanto salga
---Y ipor qué no vamos por la orilla? el sol, cualquiera ve de lejos cn lo alto del perfil und figura de hombre
o de caballo. Muy de prisa tenemosque ir bajandb a escondernosentre
-Por la gente, Carita. Siempre hay gente que va y viene, y pueden
los árboles.”
vernos.
-Pero otra vez vendrenws. ino, Alejandro?, cuando estemos ca- Casaparecia, y no soledadcampestre,el refugio en donde descansaron,
bajo la techumbre natural de las copa9 de los robles, cuya espesurano
sados, y no haya peligro.
penetraban los rayos del sol: corría aún, a pesar de la larga seca, una
-Sí, Majela. -Pero para si se dijo Alejandro: -“¿Y cucíndo
debil vena de agua, y con Ia 1JOCa hierba de sus orilla9 engañaron el
cuándo será que no haya peligro?”
hambre Babá y Benito en mansa compañía.
La playa del Pacífico, en mucha3 millas al Norte de san Diego, es -Se quieren estos dos, dijo Ramona riendo: -van a ser buenos
una cadena de redondos promontorios, donde rematan !os mu&ns ca- amigos.
ñones, por donde bajan al mar numerosos riachuelos. Lo bordo de estos -De veras,-contestó Alejandro, con una de sus raras sonrisas.-
cañones es fértil y muy cubierto de árboles, casi todos robles. Nacer: Lo3 caballos se quieren y se odian, lo mismo que los hombres. A la
los cañones en la tierra como pequeña3 hendiduros, que se WV luego yegua de Antonio no la podía ver nunca Benito sin dejarle ir una coz;
ahondando y abriendo, hasta que al morir en su3 bocas miden de ancho y la yegua, cuando lo veía venir, temblaba.
como la octava de una milla de playa reluciente, que cerca el tajo de
-L *Conoces tú al cura de San Diego, Alejandro?
muro a muro como una media luna. El cañón adonde Alejandro quería -No mucho, Majela. A Temecula él ha ido poco; pero nos quiere
llegar antes del amanecer distaba menos de doce millas ,de la vieja ciudad a los indios. Yo sé que él vino con la gente de San Diego cuando Ia
de San Diego, y dominaba por uno de sus recodos más hermosos la pelea, que los blancos se morían de miedo; y dicen que si no es por
bahía de afuera. La última vez que estuvo en él casi le cerraba el paso el Padre Gaspar, no queda en Pala un blanco vivo. Mi padre había
la abundancia de los roble3 nuevos. Allí podrían esconderse durante el sacado del pueblo a toda 3u gente, .porque él no quería que peleasen:
día, y al caer de la noche seguirían a la ciudad, a la casa del cura, 3e ipara qué? Desde entonces el Padre Gaspar no ha estado en Pala: el
casarían, y en la noche misma emprenderían camino a San Pascual.- que va ahora es el de San Juan Capistrano, un padre malo, Majela, que
“Desde el cañón podr,i Majela c:mr viendo el mar todo el día; pero no le3 pide dinero a los pobres.
se lo digo, porque pueden haber cortado los árboles, y entonces tendremos -iUn padre, pide dinero!
que quedarnos lejos.” -Sí, Majela, no todos los padre3 son buenos: no todos son como
Apuntaba ya el sol cuando llegaron. No habían cortado los árboles. el Padre Salvatierra.
cuyas copas, vistas desde arriba, parecían por lo espeso un lecho de musgo. -iSi hubiéramos podido ir a que el Padre Salvatierra nos casase!
El cielo y el mar estaban rojos. Mirando Ramona de lo alto aquel camino Alejandro, apenado, le dijo: -Pero Majela, nos hubieran podido
verde claro que llevaba al mar ancho y brillante, pensó que Alejandro encontrar, y yo no sé que allí tenga yo trabajo.
la había traído a un mundo de hadas. Aquel modo resignado de decir llenó a Ramona al instante de remor-
-i Qué hermosura! -exclamó : y acercándose tanto a Benito que dimiento : iechar, ni siquiera el peso de una pluma: sobre la pena de
pudo poner la mano sobre el hombro de su compañero, dijo ScJhme- aquella a!ma tan fina! -“iOh, no! esto es mejor, Alejandro, de veras.
mente:-“ ~NO crees. Alejandro. que podríamos vivir muy felices en esta No lo dije más sino porque quiero mucho al Padre, y porque la Señora
hermosura? iNo podríamos cantar aquí el canto al sol?” le dirá lo que no es. ¿No le podríamos mandar una carta?”
396 MARTi / TRADUCCIONES RA\!OhA 397
-Yo conozco un indio de Santa Inés que viene aveces a vender árganas Majela: la tierra se sale al mar de los dos lados, como dos brazos, hlajcla,
de Temecula: yo no sé si va a San Diego. Si lo veo, él por mí va de Santa Inés abrazando cl agua.
a Santa Bárbara, seguro, porque una vez cay6 enfermo en casa de mi padre, -¿Pero en las otras Misiones había de veras hombres malos, Alejandro’?
y yo lo cuidé muchas semanas, y desde entonces siempre que viene, quiere Los padres franciscanos no serían.
regalarme un árgana. -Los padres tal vez no, pero su gente. Era mucho mando, mucho. El
-iAy, Alejandro, si fuera ahora como en los tiempos de antes, cuando mucho mando, Majela, hace malos a los hombres. En la hlisión de San
los padres eran como el Padre Salvatierra, y había trabajo para todos en las Gabriel hicieron capitán a un indio, que una vez que su gente se escapo al
Misiones! La Señora dice que las Misiones eran como palacios, y había en monte, volvió con un pedazo de oreja dc cada uno, y dc los pedazos hizo un
cada una indios por miles; dice que había muchos miles de indios, todos rosario “para conocerlos por el picotazo”, decía riéndose. A mí me lo dijo
tranquilos y contentos. una viejita de San Gabriel, que ella mismo lo vio. Por eso, Carita, muchos
-La Señora no sabe todo lo que sucedía en las Misiones,-replico Ale- indios no querían venir a las Misiones: es triste vivir en los montes como
jandro.- Decía mi padre Pablo que en algunas, Majela, había cosas terribles, fieras; pero si así querían vivir, debieron dejarlos, Majela.
donde mandaban hombres malos. En San Luis Rey no fue así, porque el -iY lo que el Padre Salvatierra dice, Alejandro? ique el Evangelio de
Padre Peyri quería a los indios de veras como a sus hijos. Si él los mandaba Dios se le ha de enseñar a todo el mundo, y a eso vinieron aquí los padres
echarse al fuego, al fuego se echaban. Cuando se fue, dicen que el corazón franciscanos? Yo no sé: pero no puedo creer eso de las orejas.
se le partkl, y tuvo que ir por el monte, para que no se rebelaran los indios, -iLa mía no me la hubieran cortado!
que no querían que se fuera. Iba a salir un barco de San Diego, y el Padre -No, no puedo creer que un padre lo permita.
quería ir a Mexico en él; pero a nadie más que a mi padre Pablo se lo dijo, La luz roja del faro, encendida al oscurecer, centelleaba ya hacía algún
que lo acompañó de noche por este mismo camino, con los caballos más tiempo, cuando Alejandro se decidió a seguir viaje al favor de la noche,
ligeros, y una caja muy pesada con las cosas santas del altar, que llevaba mi porque el camino que habían de tomar era el real, por donde siempre iban
padre en la delantera. Al alba llegaron, y en un botecito se fue el padre al y venían viajeros. Pero tan buen paso llevaban los caballos que no era tarde
buque: mi padre Pablo desde la playa lo veía ir, ir, como muerto él, porque cuando entraron en la ciudad. La casa del Padre estaba al extremo de un
quería mucho al padre Peyri: y no más llegaba al barco, Majela, oyó mucho edificio de adobe largo y gacho, que en los tiempos del Presidio no fue casa
grito, y gente que venía, y pisadas de caballos, y trescientos indios de San de poco, pero estaba ahora desmantelada y desierta. A la otra margen del
Luis, que venían a llevarse al Padre. Y cuando mi padre Pablo les señaló el camino, en un claro descuidado y lleno de cizaña, estaba la capilla, herida
buque, y les dijo que el barco se lo llevaba, fue el lloro tan grande que no se de pobreza, mal encalados los muros, y sin más adorno que unos cuantos
veía el cielo: y algunos se echaron al mar, y nadaron hasta el barco, y por pinturones y ciertas arañas rotas de espejos, salvadas por milagro de los
Dios le pedían que se los llevase con él. Y el Padre Peyri llorando en la templos de los misioneros, de años atrás abandonados. Era mezcla curiosa
cubierta les decía adiós, y les echaba la bendición. Uno, Majela, subió al el cristal de las arañas con los candeleros de lat6n donde ardían en ellas unas
barco, nadie supo cómo, y tanto rogó que lo dejaron irse con el Padre. Mi pocas y flacas bujías. Todo era triste como el pueblo mismo, el más mclan-
padre Pablo dice que lloró toda su vida porque a él también no se le ocurrió cólico de la Baja California. Allí fue donde aquel gran franciscano Junípero
subir: pero él estaba de la pena como muerto. Serra comenzó la obra santa de rescatar para su Dios y su nacion aquellas
-iY fue aquí mismo?, preguntó Ramona con gran interés, señalando a soledades y sus tribus: por aquella misma playa anduvo, sembrando consuc
la fa,ja de mar de vivo azul circundada por el monte de robles hojosos de la los, las primeras terribles semanas de su cmpresa, a éstos curando, olcandc
costa. al moribundo, sepultando a los muertos, pidiendo al cielo dc rodillas que
-Aquí fue, como aquel barco que va saliendo ahora. Pero el barco del aplacase la peste que asolaba los buques mexicanos: allí bautizó a los
Padre estuvo primero CII la bahía de adentro, que es lo grande del mundo, primeros indios, y estableció la primera Misión. De sus trabajos heroicos
3% MARTí / TRADUCCIONES
n 4 M c s A 399
y difícilconquista quedan por única muestra unos cuantos palmeros y Padre Junipero ; pero ers justo atender antes a laa necesidadesde lo.-
aceitunos, y unos pareliones arruinados. iUn siglo más, y todo habrá vivos que a las memoriasde los muertos. Lo que no impedía que aquello+
vuelto a la madre tierra, que no pone losas sobre las más sagradas de muros a medio construir pesa-en como una cruz al Padre Gaspar, cada
sus tumbas! vez que desde su col;adizo los veía, en los sendos paseoscon que allí
hlrcho~ años hacía que el Padre Gaspar estaba en San Diego. Ni se consolaba año sobre año, lo mismo en el balsámico invierno que en
t:ra franciscano. ni Ir inspiraba la Orden gran cariiío; pero en aquellos cl estío fresco de aquel mágico clima.
Lugaresllenos de recuerdos religiosos se placía su espíritu fantástico y -iEn la capilla hay luz, Majela! Ahí debe estar el Padre, dijo
ardiente, nacido para sacerdote, poeta o soldado. Sacerdote fue, porque Alejandro, apeándosede un salto, y mirando por la ventana de la igle-
así lu quiso e! mundo; y el brío e imaginación que hubiesen empuñado siaz--i Majela, si están casando! Ven, ven: estamosde buenas. Así tarda-
ia espada o encendido la rims, dieron redoblado fervor a su vocación remos poco.
sagrada. Soldado, nunca dej6 de parecerlo, por la apostura y el paso:
Cuando el sacristán dijo quedo al Padre que acababa de llegar pi.
ni decían muy bien con In sotana sus ojos centelleantes, su pelo y su
Jiendo matrimonio una pareja india, frunció el ceño el Padre. La sopa
barba espesosy negros, y bu andar suelto y vi1.o. Lo que tenía de
le esperaba, y había andado de viaje todo el día por el olivar de la
poeta le fue año tras año encogiendo el alma, al ver cu:in poco útil
Misión, donde no halló las cosas a su gusto: fatigado, colérico y con
podía ser ya a tantos cientos de indios, que Cl hubiera querido juntar
gran apetito, no era su rostro cosa de especia1 dignidad cuando se
como antes bajo la guarda de la Iglesia. Iba frecuentemente a visitar
los indios a sus escondites,.dando por una familia con la otra, y por acercaron a él los dos viajeros. Mucho extrañó a Ramona, que no conocía
los de una banda con los de la vecina: escribía al Gobierno de Washington más rostro de cura que el benévolo del Padre Salvatierra, aquel aspecto
dolorosas y sesudascartas: vanos, como sus misivas, eran sus esfuerzos de impaciencia y prisa, que duró sólo hasta que el Padre Gaspar puso
para obtener amparo y justicia del Gobierno del Estado, y ayuda algo ojos en Ramona. “iQué es esto?” se dijo: y le preguntó severamente:
más vigorosa de la Iglesia. Descorazonado al fin, y lleno de aquella in- -6 *Eres india, mujer?
dignación reprimida e intensa de que sólo los poetas son capaces, -Si, Padre,-respondió ella con dulzura: -soy hija de india.
“iBasta!” se dijo: “no vuelvo a abrir mis labios, ino puedo sufrir “iAh, es mestiza!” siguió el cura diciéndose: es raro eso de que unas
más!“: y limitó su ministerio a cumplir los deberes de la cura en su veces les salga todo lo blanco, y otras todo lo indio. Pero esta muchacha
pequeña parroquia de mexicanos e irlandeses, y llevar los sacramentos no es cosa común.” Y con el interés cariñoso pintado en el semblante?
a los caseríosprincipales de los indios, una o dos veces a! aíío. Cuando comenzó la ceremonia, que como a disgusto presenciaban, muy largas las
le traían noticias de alguna infamia nueva, medía su cuarto a p‘asosfiero*,
caras, los dos recién casadosirlandeses, viejo él y ella más vieja, asorw
y con votos que tenían más de militar que de párroco, clamaba a Dios
brados al parecer de que también se casaran los indios.
y se mesaba la barba. Pero en esto paraba su descontento. Encendía
su pipa, sentábaseen el banco viejo de su colgadizo enladrillado, y hora El registro de matrimonios lo tenía en su casa propia el Padre, donde
tras hora dejaba volar el humo, mirando de vez en cuando al agua azul ni su misma criada, muy entrada en años, lo supiese; porque no había
de la bahía desierta, sin apartar de la memoria las desdichasa que no faltado ya quien, para servir su interés, cortara hojas de aquel libro
podia poner remedio. venerable, que en muchas páginas tenía letra del Padre Junípero.
A poca distancia de sü casa se levantaban los muros reci0n etripezados AI salir de la capilla las dos parejas tras el Padre Gaspar, Ios irlan-
de una hermosa iglesia de ladri!io, que había sido su sueño acabar deses iban sin mirarse, como cargados de vergüenza, y Alejandro y
L!~;II día. y ver liena de fieie.5. Pero ecta esperanza del Padre Ga;px Ramona caminaban airosos de la mano. -“iQuieres montar, Ramona’!
3~ c;rsvdneci:; ron Ias del pueblo de San Diego, harto caído en phreza Es un paso no más.”
p2’0 eriterrar j,.; poc,, dinero eri iglesias ricas. Bello habría s;do para -No, Alejandro, gracias: mejor voy a pie.- Se echó él al brazo
d:‘: aj:rla t--,t;i;P:
--.ti. _ ;ït.;lIlt;<i ta,! templí donde moró y trabajó por la fe el izquierdo las bridas de Babá J Benito; y el Padre Gaspar, que no perdió
400 MARTí / TRADUCCIONES RAMONA 401
palabra, “Le h a bl a, se dijo, como un caballero a una señora. iQuiénes que no habían de extinguirse jamá3. Jamás volvería él a poner su fe
serán?” en un americano. Americano queria decir para él crueldad y robo.
Al salir de casa del Padre Gaspar, Alejandro y Ramona, a caballo -Pero todos no han de ser malos, Alejandro. Algunos habrá
utra vez. si;uierl>n por la desierta pl:!za al Sorte. al camino del río, buenos, ino?
dejando 1~)s parctlunrj del Pre-idio yiejo a su derecha. El río iba bajo, -iDónde están los buenos? - exclamó él con fiereza: En mi pueblo,
! fo vadearon fácilmente. cuando sale un indio malo, no hay quien lo mire ni lo tenga en honor:
---En la primcìvera se pone el rio tan crecido, hIaje!a, que pasan mi padre lo castigaba: el pueblo entero lo castigaba. Si hay americanos
tlias 3in poderio vadear. buenos, americanos que no matan y que no roban, ic6mo no vienen a
-Pero ahora no, ya ves. Todo no3 estli ayudando, Alejandro: las castigar a estos que roban y matan? ¿Y por qué hacen leyes con que
noches occuras, y el río bajo, iy mira! allí sale la luna,-dijo ella seña- robar? Con su ley nos han robado a Temecula, y se la han dado a ésos,
lando la luna, fina como una hoz, que se levantaba por el horizonte: ia ésos! Su ley se pone del lado del ladrón. No, Majcla: ése es un
jtú no crees que ya estados seguros? pueblo que roba. Eso es lo que 3on: un pueblo que roba, y que mata,
-Yo no sé, Majela, si estaremos seguro3 nunca. Ojalií estemos. Fue por dinero. ¿Y no tiene vergüenza de ser así, un pueblo que dicen que
torpeza mío decirle ayer a la Señora Hartsel que yo iba a San Pascual; tiene tanta gente como las arenas de la mar?
pero si llegan a preguntarle, ella entenderá, y no lo dirá. Por ella no -Es lo que dice la Señora, que todos son ladrones, y que no sabe
nos harán mal, no. el día en que le vendran a quitar la tierra que le queda. Antes tenía
Iba primero el camino por una empinada mesa, cubierta toda de bajos dos tantos de la de ahora.
matorrales; y a las diez o doce millas bajaba por entre ondeantes que- -Hasta el mar dice mi padre que llegaba la tierra del General
bradas a una valle estrecho, el valle de Poway, donde los mexicano3 opu- Moreno.
sieron vana resistencia a las tropas del Norte. -Hasta el mar, sí. iEl mar, que es tan hermoso! ¿Y desde San
-Aquí hubo pelea con los americanos, Majela, y les hicieron mucho3 Pascual se puede ver el mar, Alejandro?
muertou. Yo mismo tengo unas doce balas que he cogido del valle con -No, mi Majela: queda lejos. San Pascual está en el valle, y
mis manar: me las quedo mirando muchas veces, y si volviera a haber alrededor todo es montañas, como murallones. Pero te va a gustar, verás.
guerra con el americano, Majela, volvería a dispararla3. ~NO cree el En cuanto lleguemos yo te hago una casa. Todo el pueblo me ayuda.
Señor Felipe que los blancos se levantarán otra vez, para echar al ame- En dos días está hecha. iPero qué casa tan pobre para mi Majela!,
ricano de la tierra? Los indios todos pelearíamos. iAy, Majela, si los dijo tristemente. Su corazón no estaba en calma. Extraño viaje era
pudkemos echar! aquél en verdad. Aunque Ramona no sentía miedo.
--iSi, si pudiésemos! Pero no se puede, Alejandro. La Señora -La casita más pobre me parecerá mejor que la más hermosa del
hablaba siempre de eso con Felipe. No se puede. Ellos tienen la fuerza, mundo donde tú no estés.
y mucho caudal, mucho. En el dinero no má3 piensan. Dicen que no hay -Pero a mi Majela le gusta todo lo hermoso: mi Majela ha vivido
cosa que no hagan por dinero, hasta matar. Se matan como fieras unos como una reina.
a otros p,)r peleas de dinero. Los mexicanos se matan por cólera, 0 Ramona se echó a reír gozosamente.-iQué poco sabes tú cómo viven
porql-ic ic’ quieren mal; pero por dinero, inunca! las reinas! En casa de la Sefìora se estaba bien, pero nada más. En la
-. Si luj indios. Alajela. Por dinero, nunca un indio ha matado a otro. casita que tú me hagas, ertari: yo tan bien como allí. i-Jna casa tan
!‘I>I :‘;~n:;anra ii, pero por dinero no. iPerro no más son los americanos, grande, de veras. no trae m2.s que enojos. A Margarita ie daban can-
‘T:\jcl, . k (liso que :on perros! sancios mortales, de barrer a;i2ellna cuartos en que no vivían más que
R,::~s *Geces habiaba Alejandro con tanta vehemencia; pero el ultraje los santo3 benditos de San Lilis Rey. iSi pudiéramos tener en nuestra
que a~~aba!la dc cufrir su gente le encendió en las venas un odio y de3dén casita un San Francisco, o una imagen de la Virgen! Eso me gustaría
-402 W.RTí / TR4DCCCIOSES R A LI 0 N .4 4.03
máj que todo lo del mundo. Me gusta dormir con la Virgen cerca. La -i Virgen Santa! No lo vuelvas a decir. Corno de un rayo caer&
Virgen me habla en sueños. muerto si la tocas siquiera. Hasta el pensarlo debe ser pecado.
Alejandro clavó en Ramona sus ojos graves v escrutadores mientras -En casa de mi padre había una estampa de la Virgen. No sé si
le hablaba ella así. iEra del mismu mundo que él, o de otro mundo se quedó allá, o si se la llevaron a Pachanga. Cuando vuelva veré.
mejor, aquella criatura que iha a vivir a su lado? -“A mí los santos -i Cuando vuelvas! 2 Qué dices? iVolver tú a Pachanga? 1Tú no
OO me hacen sentir así, Majela. Los santos me dan miedo. Será porque te separas de mí !
a mi torcaza la quieren, y a nosotros no. Yo creo que en el cielo va no Todo cl valor de Ramona desaparecía en cuanto pensaba que Ale-
le piden a Dios por nosotros. Eso es lo que decian los padres que jandro pudiera apartarse de ella. En un instante, en un abrir y cerrar
hacen los santos en el cielo, rogar por nosotros a Dios, y a la Virgen de ojos, aquella criatura confiada, gozosa, indomable, que lo llevaba
IMadre y al Señor Jesús. Tú ves que no puede ser que hayan estado como en alas de esperanza y fe, era una niña trémula, mísera, cobarde,
rogando en el cielo por nosotros, ly que baya sucedido lo de Temecula!: que lloraba de miedo, y se le colgaba de la mano.
yo no sé en qué los hemos podido agraviar.” -Sí, mí Majela, cuando pase un tiempo, y ya estés bec!ra a la casa
-Yo creo, Alejandro,-respondio Ramona con viveza-que el Padre nueva, tengo que ir a traer el carro y lo poco que nos queda. Allá está
Salvatierra pensaría que es pecado tener miedo a los santos. El me la cama del Padre Peyri, que se la dio a mi padre. A ti te gustará
ha dicho muchas veces que era pecado estar triste: y por eso no más descansar en ella. Mi padre creía que esa cama tenía mucha virtud.
pude llevar sin tanta pena que la Señora no me tuviese amor. Sí,
-L *Es como la que le hiciste a Felipe?
Alejandro,-siguio diciendo cada vez con más fervor,-aunque la gente no
-No tan grande: entonces el ganado no era tan grande como ahora.
tenga :nás que pesar, no quiere decir que los santos no la quieran. Mira
Hay tres sillas también de la Misión, y una casi tan rica como la del
lo que padeció Santa Catalina y la bendita Santa Inés; no es por lo
colgadizo de la Señora. Se las dieron a mi padre. Y libros de música
que nos pasa en este mundo por lo que podemos saber si los santos nos
hay también, unos libros muy hermosos de pergamino. Ojalá no se
quieren, ni-si veremos en el cielo a la Virgen.
hayan perdido, Majela. José murió y no pudo cuidar. Pusieron junto
-6 *Y cómo entonces lo vamos a saber? en los carros lo de todos. Pero toda mi gente conoce las sillas de mi
-Por lo que sentimos en el corazón, Alejandro; por lo que sabía
padre y los libros de música: todo lo encontraré, si no se lo han robado
yo, cuando tardabas en venir? que me seguías queriendo. En mi corazón
los americanos. Mi pueblo no roba. En Temecula no hubo más que un
lo sabía yo, y siempre lo sabré , suceda lo que suceda. Si te mueres, sabré
ladrón, y mi padre le hizo dar tantos azotes que se huyó y no volvió.
que me quieres. 1Y tú también sabrás que yo te quiero!
Dicen que está en San Jacinto y que sigue robando. Yo creo que si
-Sí, dijo él pensativo: eso es verdad. Pero no (se puede pensar de
está eu la sangre ser ladrón, ni los azotes le sacan el vicio.
uu santo como de una persona que uno ve con sus ojos y toca con
-1 Como los americanos ! -dijo Ramona, entre riendo y llorando.
sus manos.
-No: de un santo no tanto: pero de la Virgen sí, Alejandro. Eso Faltaba aún una hora para el alba cuando llegaron a la cumbre de
si lo sé yo. La imagen de la Virgen que tenía yo en mi cuarto era mi la cuesta desde donde se domina el valle de San Pascual. Dos cuestas
madre, Alejandro. Desde niñita le be contado todo lo que be hecho. y valles habían pasado en su camino, pero aquél era el más ancho de
Ella fue la que nos ayudó a pensar todo lo que debía traer para el viaje. los tres, y las colinas que lo circundaban eran más bellas y redondas
De muchas cosas me hubiera olvidado, si no hubiese sido por ella. que cuantas habían visto. Por el Este y Noroeste se elevaban altísimas
--iY te habló? ila oíste hablar?,-dijo Alejandro espantado. sierras con los picos perdidos en las nubes. El cielo estaba cerrado y gris.
-No, con palabras no; pero lo mismo que si fuese con palabras. -Si estuviéramos en primavera, dijo Alejandro, ese cielo traería
No es lo mismo tenerla en el cuarto que verla en la capilla. 1Con eIIa Uuvia; pero yo no creo que ahora pueda llover.
en mi cuarto nuevo: sí que no querría yo más para ser feliz! -No,-respondió Ramona riendo,-no ha de llover hasta que ten-
-i Majela, voy y la robo! gamos hecha la casa. ¿Y será de adobe, Alejandro?
404 MARTí / TRADUCCIONES
-No, todavía no; primero tendrá que ser de tule. Son muy buenas Ya estaba el pueblo entero en sus faenas cuando llegaron al valle.
de vivir para el verano: luego te haré una de adobe para el invierno. IIabían acabado de vendimiar, y por todas partes se secaban las uvas
-iDos casas? iqué gastador! Si la de tule es buena, yo no dejaré rn cestos grandes y llanos al calor del sol. Las ancianas y los niños daban
que me hagas otra. vuelta a las uvas en los cestos o machacaban bellotas en los pilones de
Aquellas alegrías de Ramona asombraban a Alejandro, y parecían piedra: otras majaban yuca, y la ponían a hincharse en agua: las
sobrenaturales a su carkter triste y más despaciosa naturaleza, como ri viejecitas, sentadas en el suelo, tejían cestas. Los más de los hombres
de repente viese a Ramona Cambiada en un pájaro de colorea, o en estaban fuera del pueblo, éstos en los quehaceres de la esquila, aquéllos
risuefia creacibn, extraña y superior a la vida humana. abriendo una gran acequia de riego en San Bernardino. Por acá y por
-Tú me hablas lo mismo que cantan los pájaros,-dijo lentamente.- allá salían de vez en cuando despaciosos rebaños o majadas a pastar en
Yo hice bien en llamarte Majela: sólo que la torcaza no tiene alegría las colinas: había algunos varones al arado: otros en grupos diligentes
en el canto como tú: dice no más “quiero y espero”. levantaban cabañas con los carrizos de tules que tenían a los pies en
-Y eso digo yo, Alejandro,-replicó Ramona, tendiéndole los brazos. Iarpos haces.
Los caballos iban andando lentamente, muy cerca uno del otro. -Estos son gente de mi Temecula,-dijo Alejandro;-están ha-
Babá y Benito eran ya tan buenos amigos que les gustaba de veras ir ciendo sus casas nuevas. Mira esos haces de tule más oscuro: iel tule
!ado a lado, y ni Benito ni Babá dejaban de tener sus indicios del afecto viejo, Majela, el que tenian en sus casas! i Allí viene Isidro! -exclamó
que unía a los dos jinetes. Ya Benito conocía la voz de Ramona, y la co-n arranque de júbilo, señalando a un jinete bien montado que había
contestaba con placer: ya Babá había aprendido de tiempo atrás a estado acudiendo de un grupo a otro, y a galope venía ahora hacia él.
detenerse cuando su dueña ponía la mano en el hombro de Alejandro. En cuanto Isidro lo reconoció, se echó abajo del caballo. Lo mismo hizo
Así se detuvo ahora: y no recibió muy pronto por cierto la señal de Alejandro. Corrieron ambos hasta encontrarse, y se abrazaron en silencio.
seguir camino. Ramona siguió hacia ellos a caballo, y al unírseles tendió la mano a
--íMajela! iMajela!-exclamó Alejandro tomándole las dos manos Isidro: -“iIsidro?“, dijo.
en las suyas, y llevándoselas a sus mejillas, al cuello, a los labios:-si Entre agradado y sorprendido con aquel saludo lleno de seguridad
los santos me mandasen morir en martirio por mi Majela, entonces y confianza, Isidro se lo respondió, y volviéndose a Alejandro le dijo
sabría elia cómo su Alejandro la quiere. iPero qué puede hacer SU en su lengua:
Alejandro ahora? iAy! iqué? Majela lo da todo: Alejandro no da -iQuién es esta mujer que nos traes que sabe mi nombre?
nada. -Y apoyó en las manos de ella su frente inclinada, y las puso -iMi mujer! - respondió en luiseño Alejandro.- El Padre Gaspar
después suavemente en el cuello de Babá. nos casó anoche. Ella es de casa de la Señora Moreno. Viviremos en
Los ojos de la niña se llenaron de lágrimas. iCómo inspiraría ella San Pascual, si tú tienes tierra para mí, como me dijiste.
R aquel corazón entristecido, a aquel desconfiado amante, el gozo de Por mucho que fuera el asombro de Isidro, no dio la menor muestra
que era tan merecedor? “Una cosa puede hacer Alejandro” -dijo, de él, ni había en su rostro y tono más señales que las de una grave!
hablando-sin darse cuenta-como él le hablaba: “una cosa puede hacer y cortés bienvenida cuando les dijo: -“Bueno, sí tengo tierra para ti.
por su Majela: ino decir nunca, nunca, que no tiene nada que darle! Quédate.” Pero cuando oyó el suave castellano en que Ramona hablaba
Cuando él dice eso, le está diciendo a iMajela mentirosa; porque ella a Alejandro, y notó que éste le traducía lo que iba diciendo Ramona,
le ha dicho que él es el mundo entero para ella, que ella no quiere más y Alejandro le dijo:-“Maje1 no sabe todavía hablar en nuestra lengua,
mundo que él. ~ES Majela mentirosa?” ella la aprenderá”,- se pintó claramente en las facciones de Isidro su
Pero aun a esto contestó Alejandro en un éxtasis en que se veía desasosiego. Temió por Alejandro. “iNo es india, pues? -le dijo:
tanto de alborozo como de angustia: ---icómo se llama Maje¡ si no es india?”
-No, Majela no puede mentir, Majela es como los santos, Alejandro La respuesta que leyó Isidro en el rostro de Alejandro le devolvió
es suyo. ia tranquilidad. -“India por su madre, y por el corazón es india toda.
406 MARTi / TRADUCCIONEf nAuosA 407
No tiene má- que a mí en cl mundo. L3tá bendita de 13 yirgen. Isidro. “La Virgen misma,-dijo Alejandro para &-está poniendo en boca
El1 a no; ayuciara. Yo le pu3e llaje porque ie paiwc a la torcaza: y ya de MaielU las palabras.” Las trnduio en luíseño, v volvió a oírse otro
no quiero I!3nlaiSe como antes. sino Alajel, cumo en nuestra !cn,nua.” murmullo de agrado ante las mujeres; pero la anciana no hablaba
ESa fue la prejentación de Ramona al pueil!o de indio-, esa 1’ >u todavía.
sonrisa: la sonrisa tal vez pudo mJs que el elogio de su enamorado. -Dile que tú serás su hijo,-añadió Ramona.
Xi los pequeñuelos le mostraron miedo. Lu5 mujeres, aunque encogidas Alejandro lo dijo. Eso era tal vez lo que la anciana esperaba.
al principio. por el aire noble de la recién llegada y los vestidos que traía. Levantando su brazo como una sibila, habló así: -“Bueno, yo soy tu
que eran de 103 quk usaba el señorío: pronto entendieron que Ramona madre: los aires del valle te querrán, y la hierba bailará cuando tú
era una ami$a, y lo que fue más, que Ramona era de Alejandro. Si cra de
nndes. La hija visita a su madre todos los días. Yo me voy.” Hizo señas
Alejandro, era de ellas, era una de ellas. Grandes hubieran sitio la n Ins qcc la trajeron, y volvieron a llevársela en las andas.
emoción y agradecimiento de Majel, a entender lo que decían de ella la3
Esta escena conmovió a Ramona mucho. Los actos más sencillos de
buenas mujeres, maravillándose de que niña tan hermosa, y criada con
aquella gente le parecían de profundidad maraviilosa. Ella no sabía
los hloreno, de cuya riqueza todos sabían, fuera mujer de Alejandro y le
bastante de libros ni de la vida para darse cuenta de aquella emoción
mo3trara tanto amor. -“ iSerá que los santos,-pensaba en 3u seu-
suya, de que esas expre3iones y alegorías de los pueblos primitivos con-
cillez-la mandan en señal de su amparo a los pobres indios?” AI caer
de la tarde vinieron las mujeres trayendo en andas a la anciana del mueven tanto porque son verdadera y grandiosamente dramáticos. Pero
pueblo, a que la viese con la luz del sol, porque se sentía ya tan cargada ,411emoción no era menos viva porque no se le alcanzasen sus causas.
de naoc qur no rahía si llegaría viva al sol siguiente. Querían también --Iré a verla todos los días,-dijo.-De veras seró como mi madre.
las mujeres saber cómo le parecía Majela a su anciana. Apena5 la vio ;Yo nunca vi a mi madre!
acercarse Alejandro comprendió su intención, y se apresuro a explicársela --Debemos ír los dos todos los días. Lo que le hemos dicho es
a Ramona: todavía estaba hablando cuando la comitiva se detuvo ante aquí una promesa formal, Majela, que no se puede romper.
.
ellos, frente a Ramona, que estaba sentada bajo la higuera grande de La casa de Isidro estaba en el centro del pueblo, sobre una ligera
casa de Isidro. Las que traían a la anciana cargada se echaron a un
altura: no era en verdad una casa, sino un pintoresco grupo de cuatro
lado, y se sentaron a pocos pasos de distancia. Alejandro habló primero,
casitas, tres de tule y una de adobe, esta última muy cómoda, con dos
En poca3 palabras contó a la vieja del pueblo el origen de Ramona, y
cuartos, buen piso y techo de teja, cosas de mucho lujo en San Pascual.
su casamiento, y su nombre nuevo de hlajela: y entonces dijo: -“Majela,
Aquella grande y frondosa higuera, admirada por toda la comarca, estaba
te da la mano: dá3cla tú si no tiene3 miedo.”
como a la mitad de la cuesta; pero su3 ramas alcanzaban a dar sombra
Había algo de pavoroso, y corno de fuera de la vida, en aquel brazo
a las tres casas de tule. De una de sus ramas baja3 co!gaba un palomar
seco y en aquella mano; pero Ramona la tomó en las suyas con vene-
muy bien hecho con varillas de sauce embarradas de adobe, y con tantos
ración afectuosa: -“Alejandro, dile tú por mí que tengo sus años en
aposentos que a veces parecía agitarse el árbol entero por la mucha ala
mucho respeto, y que si Dios quiere que viva tanto como ella, todo lo
que pido es que tu pueblo me mire como a ella la mira.” y susurro de palomas y pichones. Entre una casa y otra había. aquí y
Con una tierna mirada agradeció Alejandro estas palabras a Ramona. alli, enormes cestos, más altos que barriles, tejidos con ramas de árboles,
tan conformes con 4 sentir y hablar de los indios. Del grupo de mujeres como los nidos de las águilas, Glo que eran más cerradas y fuertes.
sentadas se levantó un murmullo de satisfacción. Pero la anciana no E3tos eran los graneroE, expuestos al aire libre, donde se guardaban el
respondía: seguía estudiando con la mirada ei rostro de Ramona, y re- maíz, Ias bellotas, la cebada y el trigo. Razón tuvo Ramona en pensar
tenía su mano. que en su vida había visto cosa más linda.
-Dile,-volvió Ramona a decir-que quiero saber si puedo servirle -- iDa mucho trabajo hacerlos? -preguntó: --itú sabe3 hacerlos,
de algo. Dile que seré como su hija 3i ella quiere. Alejandro? Porque yo quiero tener muchos.
408 MWTí / TEUDUCCIONES
RAMOSA 409
-Cuantos quieras, Majels. Los dos juntos iremos a buscar las ramas.
Tai vez me quieran vender algunos en el pueblo. Dos días no más los santos no fueran tan pesados! Pero Majela había de tener el santo
se tarda en hscer el más grande. que quería : iqué eran carga, ni leguüs. ni diiicuitades, con tal que
--Sn, rcbmpr3r no.-exclamó ella:-yo quiero que todo lo que haya Alejandro pudiese proporcionarle un pi3re: a su ‘Iajela? Sólo que no
en riuestr3 caln ses hecho por nosotros mismos.- Y diciendo esto ignoraba le diría nada. El regalo le será mós gustoso nn ~shicndolo antes. El
que >in querer e-tJba dando con una de iris claves del placer en las hijo de la más arrogante civilización no bubiera yo;~do m;is honda y
armonías esenciales de 13 vida. sutilmente con aquel sencillo secreto, ni pensndo coi: :n.ís fruición en
Por dicha estriba desocupada la casita de tule que quedaba más cómo abriría Ramona los ojos asombrados: al desperta: un3 mnÍi3na y
cerca del palomnr; porque RnmGn, el herrnano de Isidro, se había ido ver junto a su cama al santo: ;y ella, su Majela, que con todo su zaber
con la mujer y el hijo a San Rernardino por el invierno, a trabajar; era más crédula que él, pensaría a lo primero que era un milagro!:
con tod3 su alma cedió Isidro 3 Alejandro la casita, hasta que tuviera toda su educación no le había enseñado a ella lo que a él la soledad y
la suya hechn. CaLía la casita entera en un dedal, aunque en verdad la naturaleza.
no era una cnsa, sino dos, unidas por un pasadizo techado, donde la No hsbían pasado dos días cuando recibió Aiejandro una noticia
arreglada Juana, 1s mujer de Ramón. tenía sus ollas y cazuelas, y un tan grata e inesperada que esa vez al menos salió ai oírla de su gr3ve-
fogón no muy grande. Casa de muíiecn~ le pareció aquello 3 Ramona. dad.-“iNo sabes, le dijo Isidro, que yo tengo una boyada de tu padre,
--iPodrá MnjeiaZ-le prewntó Alejandro tímidamente,-vivir en y tm rebaño como con cien ovejas?”
esta casrta, un poci> no mas. ’ 7 lia será mucho, no: ya hay adobes secos. -iSantisima Virgen!--exclamó Alejandro:--lEso no puede ser! : en
Se le ilumino ia cara cuando le dijo ella gozosa: -“Yo creo que Temecula me dijrron que los americanos se llevaron todo el ganado.
voy a estnr aquí muy bien: me va a parecer como que somos dos -Si, todo el i;ue eat35a en Temecula: pero en Ia primavera tu padre
palomitas en su p;?!omur.” me mandó pregunt::: SI )-o le quería gu3r:lar c:stl:s auimoles con los
-i Oh, alnjc-’ ! míos, porqac teni n;ifdc dc que faitnse el pasto a&, y no era justo
-4 poca distdi:c:a de la c3s3 de kidro estaba la capilla del pueblo, quitárselo a 13 jrentc, :l::r riene sus anima!es al pie del pueblo. como
a cuya puert3 convoc3La a los files una vieja campana de la Misión cincuenta csbcz:is i‘:t: mindi.. ;, muchas de 13s vacns con ternero; y ldS
de San Dieso: colgada de un travesano sobre dos horcones al sesgo. ovejas eran comc~ ckn, dice Ramón, que las pastoreó este verano con
Cuando Ramtina iey:i en ia c3ml13113 el afro “1790”, y supo que era las nuestras, y 13s cicjó 3iía con un hcmljre. La serc3n3 que entra deben
de S3n Dieso, le p3rci.iO como que aquel bronce era un amigo. estar aquí por3 la esquila.
--ES13 C3?71i:C11iU. :lJi‘j,:!:1110. dCLIó llamnt i~lllCi~ElS veces a la ,misa NO hubo acabado de h:tblnr Isidro. cuando Aiej3nJro echó a correr
del rni;nio P<iire Juti;l!cr<,, Es una bendicion a saltos de ven3do. Lo sizuicí aquél con los ojos admirado; pero vi¿ndoie
para ei pueblo. Yo qui-
sirra : ivir donde la e;to\.i,::;:~ios vienilo siempre. Sera como si tuvi& entrar en su cnsita. rntrnilio a! fin. y se le animó cl rostro con un3
SêIIlO~ cn la c353 un2 inr.lge% sonrisa triste, porque nf: t -iahn aún persundido dr que 3 Alejandro le
Con cada alusión dc H2mctna 5 las imS!w~es acabase en bien uu mstrir:ronio. “iC)ui ie importa 3 ella, pensó% un3
c ,, crecía en Alej,ìndio e!
mano de ovejas?”
deseo de procurarlis una. So Ir hablaba dc ew: pero pens3b3 ci, e!!o
sin cciar. Fil S,l:i I”Vi.!;J?i,h h3Lía visto él urias doce cs(:uitürnc dc Sin nliento, jadeante, se le. :i;:nrccik Alejr:ndro dp sibi:o a Ramorra.--
ssntus, abandunatl3s v culgi-:tas dr polvo en ì3 ?Iicitn. “;Majela. Alajela mia! : ; tenem:+ vlr:,>s. teIiCi!li?S oíc,j;:~+! : llcnditos sean
cuando foe ailj
con io:; esqui!adores. * iA! 1,~~‘1c-i1 los santos! iya no estamo‘ tan pobres!”
._’ :.‘. era un3 ruina, sm tllc;’ F!lZt:iiLlT? que
un mexic~arlo pocf) 3mi;1, te 53ntoa, i? !;uicn nc! iiil;J’)?t3ri;l n:ilrl:lJ (ItIc’
-Yo te dije que Dios nos daría :i,: que comer, kicjandro, -dijo
dos o tres de aquell~~~ +ijc-nc.i:i7:,.> compañeros mu:i:i>t.r~ :ir :‘3c3. Profa. ells tr3nquila.
., -;Pero tú no te asombros? -,no me pregunta-? -dijo El, admirado
nacron no es, se Jecic: 2&ii.j3rro:ri, porque aqu; t:c:iie i05 tc. y olii ella
los va a cuidar y vencr3r. iSi San Fernanuo no esturicra tan iejns! y :le 3quclia calmn: ¿hIi %jda cree qUe 13s T~aC3S y 13:: cJ\.ejaS C3en
del cielo?
410 MARTÍ ,’ TRhI~UCCIOSE~
-rY0 ?e les ve caer con los ojos: pero los santos dei cIc!o c;~h
bien lo que hacen en la tierra. ;De dónde viene el ganado, Aleja!ldro?
icómo es tuyo?
Se lo dijo :Uejandro, y el rostro de Ramona fue revelando sub
graves pensamientos:
-iNo te scuerdas de aquella noche en ei sauzal, cuando estaba 1,)
para morir porque no querías traerme contigo? Ni qué comer tendremos.
decías tú; y yo te dije que de comer nos daría Dios, y que Ics santos
no desamparan a los que los quieren. iY eI1 aquel mismo injtÍ:nte.
cuando ni tú sabías de tus vacas y ovejas, aquí te las tenía guardadas
Dios! ~NO crees ahora en los santos? -preguntó ella, echándole loc
brazos al cuello, y dándole un beso.
Había pasado un año, y la mitad de otro. San Pascuai haLía tkdo
-Es verdad: ahora creo que los santos quieren a mi Majela. esquilas y vendimias, y la casa nueva de Alejandro, curtiiin por lai
Pero, al volver a paso más lento a conversar con Isidro, iba dicién- fuertes lluvias de la primavera, no parecía :an nueva ya. Estaba In casa
dose Alejandro : -4Iajeln no estuvo en Temecula. iQué habría dicho :11 Sur del valle, demasiarlo distante, para lo que Ramona dcseaha, de ìn
entonces de los santos, delante de mi pueblo muerto de hambre? Por campana bendita; pero no se encontr6 mas cerca tierra suficiente para
ella sí rezan los santos. Por nosotros, no. el trigal, y ella se contentaba con ver de lejos la capilla, y los postes
sesgados de aquel campanario extraño, y en los dias claros la campana
misma. La rasa era pequeña: “pequeña para tanta alegría”, dijo Ramona
cuando Alejandro se lamentnbn de su estrechez; ei primer día que la
llevó a verla. y recordnndr~ con amargura la e.spacioja alcoba de Ramona
en casa de la Seiíora, “muy pe(iueña”, decía constantemente. A la gente
de San Pa-cual les parecaía la casita un palacio desde que Ramona
colocó en su puesto sus pocos baberej; y e!!a misma se scntia rica
cuando recreaba los ojos en sus dc~ cuartos: alli estaban las sillas de
San Luis Rey, y la cama de cuero: allí lo más precioso de todo, la imagen
de la Virgen, a la que Alejandro había abierto u:i nicho en la pared,
entre la cabecera de la cama y la imica ventana de la habitación. EI
nicho era bastante hondo para contener dos tieytos de flores enfrente
de la imagen, en los que al widodo de Ramona creció con tanto lujo
la enredadera, que vuelta sobro vuelta fuc rodeando el nicho hasta que
parecía una copiosa enramar’?. Debajo colgaban el rosario de oro y
el Cristo de marfil, y muchas de las mujeres del lugar, cuando iban a
ver n Ramona, le pedían permiso para entrar en su cuarto y decir allí
sus rezos, hasta que acabó por ser el nicho como un santuario para
el pueblo entero.
La casita tenía al frente un colgadizo casi tan ancho como el de la
Señora. ESOera lo único que Ramona había pedido: rw imaginaba ella
que se pudiese vivir sin un colgadizo delante de la casa, y sin pájaros
412 JfARTi / TRADUCCIOKES
R .4 X1 0 S A 413
‘.
en el alero. Pero los pájaros no habían querido venir. En vano los ¿Y qué padre será”, se decía él, “el que ha dado a una hija de
convidaba Ramona con sus granos preferidos, y regaba migajas en hilera indin ojo> cumo ésos?” “Ojos de cielo” empezó a llamarse la niña en
para atraerlos a la casa: no acostumbraban anidar en las casas los San I’aricual, \ >us padres mismos, antes de darse cuenta de ello, así
pAjaros de San Pascual. E n 1os cañones había muchos, pero no por la llamsban. i ero cuando el bautizo, vacilaron. Llegó un sábado la
aquella parte del valle,.donde los árboles eran muy escasos. “Ya vendrán nueva al pueblo de que el Padre Gaspar diría misa en el valle el día
de aquí a un año o dos”, decia Alejandro, “cuando hayan crecido los siguienk, y queria que le llevasen a tudos los recién nacidos para rris-
frutales.” tianarlos. Muy tarde de Iv noche estaban sentados el padre y la madre
Con el dinero de la primera esquila y el producto de la venta de junto a su niña dormida, diwutit’ndo quC nombre le pondrían. Ramona
parte del ganado pudo Alejandro comprar cuanto necesitaba para sus se asombraba de que Alcjand:.o no la quisiese llamar Majela.
cultivos,-un buen carro y arneses, y un arado. Babá y Benito, indig -No: no mas que una \lajeIa,--dijo él, en tono tan solemne que
nados y rebeldes al principio, se resolvieron pronto a trabajar. Bien se Ramona sintió como cierto temor vago.
necesitó que Ramona hablase a Babá, cual le habló, como a un hermano, Le pondrían Ramona, o Isabel, o Carmen: Alejandro se fijaba en
porque sin ayuda de su dueña, es dudoso que Babá se hubiera dejado Carmen porque su madre se había Ilamado así; pero Ramona tembló
echar encima los arreos. “Babá, Babá bueno”, iba diciéndole Ramona al oírlo, recordando la escena del cementerio. “iOh, no Carmen! : ese
mientras le deslizaba por el cuello las piezas del arnés, “Babá bueno: nombre trae desdicha.” Por fin Alejandro dijo: “;,Y por qué no como
tú debes ayudarnos: i tenemos tanto que hacer y eres tan fuerte! : jme la Ilama la gente, Majela ? Aunque le demos otro nombre en el bautizo,
quieres, Babá?” Y con una mano entre sus crines, y acercándole a la en el pueblo siempre le van a decir ‘Ojos de cielo’.”
cabeza su mejilla a cada pocos pasos, fue con Babá abajo y arriba los En eso convinieron padre y madre; y cuando al otro día el padre
Gaspar tomó en brazos a la criatura e hizo la señal de la cruz sobre su
primeros surcos.
frente no le fue nada fácil pronunciar la pa!abra luiseña que quiere
“iMi Señorita!“, se decía Alejandro entre apenado y orgulloso,
decir “ojos de cielo”, “ojos azules”.
cuando, al correr tras el arado que iba dando tumbos, veía aquella
En sus viajes anteriores a San Pascual, el Padre había posado en
cara sonriente y aquella cabellera suelta: “iMi Señorita!”
10 de Lomax, que era a la vez tienda y correo ec el valle Bernardo, a
Pero este invierno no iba Ramona por los surcos con la mano en las
unas seis millas; pero esta vez salió a encontrarle Isidro muy orgulloso,
crines de Bahá: este invierno tenía que hacer en casa. En una cuna
para decirle que su primo Alejandro, que vivía ahora con ellos, tenía
rústica que Alejandro había tejido, según sus indicaciones, con ramas
una casa de adobe recién hecha y muy buena, y rogaba al Padre que
cntwlazatlas -como las cestas graneras- sólo que más juntas y en forma
le hiciera la merced de parar con él. “Y el Padre estará mejor que en
de huevo. alzada del piso sobre cuatro espigas de manzanita roja; en
lo de Lomax”, decía Isidro, “porque la mujer de mi primo sabe de
aquella cuna, reclinada sobre blandos pellones, y cubierta con frazadas
casa como nadie.”
blancas hechas a mano en San Pascual. dormía Ia hija de Ramona, ya
-;Alejandro ! -cavilaba el Padre: --<Hace mucho que se asó?
entrada en los seis meses: y rozagante, fuerte y hermosa, . corno sólo son
-Poco m3s de dos arios. El eenor Padre mismo los casó cuando
los h” 110s nacidos de WI gran cariño y criados a la luz y el aire.
venían de Temecula.
Alejandro se alegro de que hubiese sido niña. tanto romo -a la
-Sí que recuerdo,-dijo el Padre: -si que iré.-Y en verdad
sez que la adoraba--- 10 sintió Ramona: aunque el desconsuelo se le
deseaba volver a ver la pareja que le había Ilnmado tanto la atención.
fue ac+nndo conforme hora sobre hora se miraba en aquellos ojos
Ramona se ocupaba con mucho afán el. los preparativos de la rwita
recitn nacidos. t:ln azuies que era lo primero que celebraban en la
del sacerdote: le parecía estar en caca de la Señora. como cuando iba
ni:7a los que la \:eiJn. ‘iOjos de cielo”, dijo Isidro cuando la vio. “ComL
a llegar el Padre Salvatierra, en quie:l no cesaba de pensar mientras
los de su madre”. respondió Alejandro: al oír lo cual volvió Isidro la
disponía los manjares y los muebles: ta! vez el Padre Gaspar le daría
mirada I!ena de asombro hacia Ramona, y notó por la primera vez que
noticias de él. Ella fue quien sugirió a Alejandro Ia idea de ofrecer Ia
sus ojos tamhiGn eran azules.
revelado Ia verdad a Ramgna, porqup 13 habría acharado a hostilidad
o irrdiirrf-ni.ix c!cl cura seglar para cOn Ic>s franciscanos; pero miró
a i\!cjandro. v 1~ ie\6 en el rostro el terrar y Id tri-: .za. Ninguna sombra
en aqwllos :,jos se exapaba a su mirada. --‘*~Quc sucede, Alejandro?
-exclamo.-;qu,: itr -ucede al Padre SJ!vatierra:’ i, E5tá malo?”
Sacudió Alejandro la calwza, sin saber qué decir. Viendo en 109
ojos de uno y otro pintados a la vez la cunfusi5n y el pesar, cruz6
Ramona sus manos sobre el pecho, con el gesto expresivo que había
aprendido de los indios: “iNo me dicen! ;IIO me quieren decir! ;En-
tonces est;í muerto!“-Y cayó de rodillas.
-Si, hija mia, esta muerto,-dijo el Padre Gaspar, con m,k ternura
de la natural en aquel belicoso y brusco clérigo: -Se murió hace un
mes en Santa Bárbara. Siento haberte traído este dolor. Pero no has
de afligirte así: ya él estaba muy débil, sin poder emplearse en el
servicio de Dios, y dicen quería morir.
Ramona había escondido el rostro en 51.1s manos. Lo que el Padre
le decía llegaba como un son confuso a sus oídos. Nada había oído,
después cle las palabras “hace un mes”. Ectuvo calinda y sin movi.
miento por algunos instantes, y levankíndose al fin: sin decir una
palabra ni mirar a ninguno de los dos, atravesó el cuarto, y se arrodillb
delante de I¿I Vir,yen. Alejandro y cl Padre, obedeciendo a un mismo
ímpulso, ia dejaron sola. Ya fuera de la puerta, dijo el Padre:--“Me
volvcria a lo de Lomax si no fuera tan tarde: no ei bueno que yo
esté aquí cuando tu mujer tiene tanta pena.”
-Eso será más pena, Padre: porque ella ha estado esperando SU
visita con mucha elegía. Ella tiene alma fuerte, Padre. Ella cs la qw
--Eso es, Padre. Mi mujer lo hizo: 10 hizo para dárselo 31 Padre
me da fuerza a mí, no yo a ella.
Salvatierra, pero no lo volvió a ver. Le va a parecer que el sol se acaba
-Como que tiene el indio razón -se decía una media hora después
cuando oiga que el Padre e+í muerto,
el sacerdote, cuando con voz tranquila los llamó Ramona a cenar. No
Iba a responder el sacerdote, cu:mdo Ramona, encendida de correr, nott 61, pero sí Alejandro, cómo había cambiado aquel rostro en medía
apareció en la puerta. Venía de tie,iar con Juana la niña, para poder hora. Xunca la había visto Alejandro así. Casi temía hablarle.
servir la comida al Padre.
Cuando a su lado iba cruzando el valle, ya tarde de la noche, en
--NO le diga, por favor,--repitii, Aiejandro, con su voz más queda; camino a la casa de Fernando, se aventuró Ia mencíonar al Padre
pero ya era tarde. Viendo al Padre con el rosario en la mano.-“Eso, Salvatierra : pero Ramona le dijo, poniéndole la mano en Iris labios:
Padre,-dijo Ramona.-es io más sagrado que tengo: el Padre Pepri “Todavia nu puedo hablar de él, Alejandro: hasta pasado mañana no
se lo dio al Padre Salvatierra, y é! me lo dio a mí. ;.Usted conoce a! me hables de $1: nula crei que se muriera sin darme su bendición.”
Padre Salvatierra? Yo he estado creyendo que usted me podría dar L.a tristeza de Ramn:la afiigió a las mujeres del pueblo cuando a la
noticias de Él.” en el rostro. G;na tras otra se deteníal:
rnaíiana siguiente si: l,ì 2it~ri7n
-Lo conocí. sí; pero no mucho: hace mucho que no le veo,-dijo asombradas a czntt:z~‘.~t!,. y: .:nlvi;In en silencio. y hablaban en voz
a medias palabra.< el Padre Gaspar. Aquella vacilación no hubiera
416 R-\~lOSA 417
M.4RTí / TRADUCCIONES
baja entre sí. Tenía de amor y de veneración el afecto que les inspiraba su casa de estar habitada por extraños, mucho antes de que el Padre
!a ?Injel, por su mucha bondad y EU premura en enscfiarias y servirlas. Gaspar volviera al valle.
Sddie, desde que Ramona vino al valle, había visto su rara sin sonrisas Tal pareció que la triste noticia de la muerte del Padre Salvatierra
Y Ihora no sonreía. Y allí esperaba la niña hermosa. con su vestido fuera la primer señal de la dcspracia de Ramona. Pocos días habían
1 !snco, pronta para el bautizo; y el sol brillaba; y la campana había pasado despu& de ella cuando vio entrar a Alejandro una tarde con
citado llamando a iglesia a cada media hora; y d* todos los rincones rostro tau demudado que la llenó de terror. Se sentó, hundió la cara
cdel valle venía alegre la fente del pueblo; v el Padre estaba oficiando en las manos, y ni alzaba la cabeza ni hablaba. Cuando ya estaba para
snte ei altar con su casulla de oro y verde: ipara San Pascual era un llorar Ramona de verlo en aquella agonía, la miró él por fin, con rostro
grao día! : ipor qué se arrodillaban en una esquina oscura Ramona y de espectro más que de hombre, y dijo, en voz que parecía venir de
Illejandro, con aquellas caras tan llenas de dolor. sin sonreír siquiera lejos :-“;Ya han empezado!” Y hundió de nuevo la cara en las manos.
cuando su nifia ics reía. ni cuando les tendía sus brazos? Poco a poco Con su llanto le pudo por fin Ramona arrancar la lúgubre nueva.
se fue sabiendo la causa de su pena, y la tristeza se pintó tambien en Parece que Isidro había arrendado el año anterior un cañón, en la
los rostros fieles de las Indias del salle. Todas ellas sabían de la hcn,!a¿ boca del va!le, a cierto Dr. TvIórongr, “nada más que para dar flor a sus
del Padre ¿alvat;crr;!: muchas de ellas habían dichc sus oraciones de- colmenas; nada más”. Llevó allí sus colmenas el doctor, y levantó una
lante deì Cristo 2;: Ti?,yi;>n;:. el Cristo que el Padre muerto le haL:a dado choza para el hombre que cuidaba dc la miel. Isidro creyó aquella
Cuan+- AL. 1.u
f?-*)*l!y,,
1 ’ i’ . (i;: 13 capilla, algunas de 12s mujeres le sz:ie:on
,i-l.:o ocasión buena para sacar algo de la tierra que no necesitaba; pero
al paso, Ir- ~,>x-,I-: 2’ ia n!::;:o con las suyas, y la pusieron sobr- sus cuidó de poner por escrito eu San Diego, valiéndose para intérprete del
corazone,-. si,; o! :lr ::?5~ i~&bras. ¿Ni cual dije;-a lamo? mismo Padre Gaspar, su arreglo con el doctor, que le pagaba puntual-
Al despedirse el Padre Gaspar, Ramona le dijo, con los iabi<as tré- mente la renta. iY he aquí que cuando Isidro, acabado el año, había
Ii;u!u:L: ----‘*!‘~dre: si usted sabe algo de los últimos rnarwntos de? ido a San Diego a preguntar al doctor si quería renovar el arrendamiento,
Padre 53;i~r,tit:rr.2, ctrá mucha merced que me lo di-a.” el doctor le habia dicho que la tierra era suya, y que venía a hacer su
.---Hij::, <.: ::oco; sino que estaba ya muy débil hacia al;u;ìns wnanac. casa: y a vivir en el valle!
SIn Pluer:J.’ :L,v:.fi;iarse de rezar, y se pasaba de rodillas en la ifiecia casi De nada valió que el Padre Gaspar tuviese un colérico altercado con
:0da ! 3 n i’..<i ¿. el Dr. Mórong. El doctor decía que la tierra no era de Isidro, sino
.-- ; ,A;i ,3~:. I.2 Cl siempre! del gobierno americano, y que él había pagado por ella a los agentes
-.‘<* as1 murii,, nija. Los hermanos lo ens~.;r::r.;r~~r: wa x.&ria en los Angeles: como se probaba en los papeles que pronto llegarían de
arrodlliadu. ACTO sin poderse ya mover: Io ll~?~~;:rur. en braz;;e a su Washington. El Padre llevó a Isidro a consultar a un ahogado, quien
cuarto, y vierln. hija, que no tenia cama: en id Fiedr.2 dt5r:\ii?. habia se maravilló de que pusiese el sacerdote valor alguno en el papel que
?nrmido siempre: 10 acostnron en la cama de1 prior,, p Ii5 h::!)lri ni&;
le enseñaba Isidro, que era el decreto de fundación del pueblo, donde
murió al mediodía. Cuando era de México, reconocía a los
el gobernador de California,
-Gracias, Padre,-dijo Ramona sin alzar los ojos, Y añadi8 con indios tantas y tantas leguas, por este lado y por aquél. Aquello era
ía misma voz tremula: ---Xe alegro de saber que e:tJ muerto.
bueno para cuando California era de México; pero los americanos eran
“Es extraño,-se iba diciendo en la soledad del camino ei Padre
ahora los dueños, y la ley de los otros no era cosa de respetar: ahora
raspar.--ese poder de loa franciccuncs sobre estus indioc:-si fuera
todo se hacia por la ley americana. “iQuiere decir,-preguntó Isidro,
ci muerto yo, de fijo que no *e lamentarían así. Y olvidé preguntar a
-que ya no es de nosotros nuestra tierra de San Pascual?” Pero el
.ilejandr:4 de donde le ha vwido su mujer* no me parece que sea de
abogado no sabía qué decir en cuanto a los cultivos: tal vez los cultivos
T~!mecu!a; ella ha tenido eccueis. eso se ve 2aro. A la vuelta sabremos.”
serian de ellos, y el pueblo tal vez: “sin embargo, decía, yo creo que
ji2 1a vueki! tQui caict6ario recuerda esas vueltas que no han de
todo eso es del gobierno de Washington.”
I!egar nunca? AieJ3nd ro y Ramona habian de salir de San Pascual, y
RAMONA 419
418 SI.iRTi / TRADUCCIONES
JIas no bien apuntó el Padre 13 idea de poner el dinero en un banco más arar;, pero es contra mi corazón: queda lejI?s. Alajela. y no vendrc
de San Diego, “;antes -dijo Alejandro- tiro el dinero al mar! de hasta la noche: todo cl día he de arar.” Se bajó a besar cn la cunn
nadie me fío ya: de la Iglesia no mán: ~uárdemelo. Padre.” Y el sacer- a Is niña. dio a Ramona otro beso. y sx:ió al patio.
dote no 056 negarse a aqutlla tri‘te sliplica. Ramona le leía desde la puerta, engntlch,inJo al arado a Benitu \
-6 .Y quk pien:+s hacer ahola, Alejandro? Babá. h’i una vez se volvió para mirarla: su rcl-tro era como de quien
“¿P ensar? ¿,Para qué he de pensar? En 10 cal;ito me qucdar6 mien- está pensando mucho, y sus manos iban y wnían como sin llevar cuznta
tras los americanos me dejen.” Y 92 le ahogó la voz al decir eìtc\. de su empleo. Iba -4lcjnndro todavía a pocas varas de la casa. ya camino
“Tengo mucho trigal, v ii levanto otra cosecha. algo mk SalvarC: 1”“0 del campo, cuando se detuvo, pa$ó sin moverse algunc+ !::ixutos wedi-
mi tierra es la mejor del valle3 y cn cuanto 1~s americano5 In vean me tando, echó a andar indeciso, volvió a pararse. y al fin sikxió de una
la querrán quitar. Adiós, Padre: *racias porque me guarda cl dinero, vez, y desapareció por entre las prin:e:.ns cuestas. Ramona reanudó sus
y por todo lo que le dijo al ladron Ilórong. I*itlro mc dijo. Adiós”. quehaceres suspiràxloZ con el corazón tan triste que no podía contener
Y ya el veloz Benito lo llevaba lejos, cuando el Padre vino a darse cuenta las lágrimas.
de que no lo tenía delante. “iQué cambiado está Alejandro!” pensó. “3le da miedo verlo así.
“So me acordE de preguntarle quien cra su mujer”, $e dijo el Padre: iQué me aconsejay, Virgen Santa?” Y dejándwe caer de rodillas ante
“Veré en el registro.” Y b uscó el nombre en cl libro antiquisimo, entre 1a imagen, oró largo tiempo con fervor. Se levantó de rezar ya más
los casados del aÍio anterior. No tardó mucho en recorrer la lista, como tranquila, sacó al colgadizo la cuna donde la niña dormía, y se puso
que no eran frecuentes por la parroquia del Padre Gaspar los matrimonios. a bordar. Su habilidad con la aguja añadía no poco a las ganancias
El asiento del de Alejandro estaba emborronado, porque aquella ngche de la casa, porque las tiendas de San Diego pagaban a hucn precio
tenia el Padre prisa. “Alejandro Asís; Majela Fa.. .” Lo demás del cuanto encaje salía de sus manos.
apellido no se podía leer. “El nombre, de india es -díjose el padre- T an sin sentir fue pasando para ella el tiempo. que quedó asombrada
pero ella a mí no me parece muy india: ia saber de dónde le vino el al notar por lo alto del so! que era ya cerca cle mediodía: y en ese
nombre!” mismo instante vio venir a Aiejandro con los caballos. “iAy Dios! v yo
Pasó el invierno en calma San Pascual, y las gratas lloviznas tem- qtie no he hecho la comida. El me dijo que no iba a venir.” Y- po-
praneras prometían un buen año para el grano. Parecía pecado no niéndose apresuradamente en pie, salía ya a encontrarlo, cuando reparó
prepararse para sacar una cosecha rica, y todo el pueblo empezó a arar en que no venía solo:-a su lado venía un hombre de corta estatura )
tierra nueva: todo el pueblo, menos Alejandro. trabado de cuerpo. un bianco. iQué era, pues? Se dctuvicron los dos.
“Si cosecho todo lo de mi tierra vieja -se decía- es que los santos y Ramona pudo ver que Alejandro señalaba la casa con la mano. El y
vuelven a ser buenos: pero no quiebro más tierra para los ladrones.” el hombre hablaban como exaltados, y ios dos a !~1 vez. Ramona tem!)laba
Mas cuando tuvo su campo sembrado, y vio que seguían las lluvias, y que de miedo.
la cintura de colinas ceñía de verde antes que ningcn otro año el valle, Alií se estuvo sin moverse, aguzando los ojos y oídos. 2 Había
“sembraré un poco más,-dijo:-el grano viene este año bueno: quién sucedido ?-a lo que Alejandro decía que habría de suceder? 1 I,os
sabe si nos dejan en paz hasta que se acabe la cosecha.” echaban ya de su cacita. los echaban hoy mismo: cuando le pn:-ecía que
-Sí, Alejandro, ya verás -le contestaba alentándolo Ramona: Tú ia Virgen le acahnba de plorneter PU amparo y ayuda?
todo quieres verlo negro. LU‘ niRa 5e movió, abrió los ojos, y empezó a llorar. Ramona 13
-Todo es negro, Majela: por muy lejos que quiera yo mirar, yo tomó en brazos, y la czlmó con sus caricias convulsivas. Con la nii;.a
no veo miis que negro. Ya lo verás tú también. Esta es la última muy apretada a su seno echó a andar hacia Alejandro; pero n3 dio
cosecha en San Pascual; y quiCn sabe si ni ésta. Ya yo he visto a los más que uno3 pw~os paco-, porque íl le hizo seiía de que CF: volviese:
americanos yendo arriba y abajo por el valle: ya saqu6 el otro día de con un movimiento impcrioco de la mano. Llena de angustia vo!vió a!
mi tierra sus linderos malditos, y los he quemado. Bueno: un campo colgadizo, y se sentí, a esperar.
422 MARTÍ / Tit4DL'CCIONEE
RA?.fONA
,4 la verdad. ei Indio hizo cuanto pudo por la Señorita; ;pero la Virgen al colgadizo, que fue a los pocos momentos, ya lo esperaba en la puerta
no más sabe por tlu’ le entró la idea a la Señorita de irse con un indio! su madre, pálida y asustada.
;ni aunque el intii<; fuese .\lejandro! El diablo andaba en eso de seguro. -i Felipe : R amona no está aquí!
So había caminante o pastor a quien, siempre en vano, no preguntase -Ya lo sé,-replicó coiErico.-Ya te dije que a eso la ibas a obligar,
Juan Can por Alejandro: lo mar que sabían era que habían echado i a que se escapase con Alejandro !
a los indios de Temecula, y no quedaba uno en todo el valle. Solía -i Con Alejandro!
oírse decir que Alejandro y su padre habían muerto: pero nadie lo -iSí, con Alejandro, con el indio! ;Quicn sabe si tú pienses que
sabía con certeza. Lo cierto era que en Temecula ya no había indios: 110 es más deshonra para el apellido de Moreno escaparse con él que
ios habíarl~cchad» de la tierra, como a ios zorros, como a los coyotes, casarse bajo nuestro techo! ;Yo no, yo no pienso asi! ;hlaldito sea
como a aninx!es inmundos: cazados, espantados, desaparecidos: iel valle el día, maldito se& en que ayudé a romperle el corazón a la pobre
estaba libre de ellos! Pero la Señorita ino, por Dios, la Señorita no criatura! Ne voy detrás de ellos: voy a buscarlos.
podía haberse ido con ellos! iCuando, Virgen santa! iNo lo quiera Si le hubiese caído del cielo sobre la cabeza una lluvia de llamas,
Dios! “Si tuviera yo mis piernas, ya estaría en camino, aunque fuese no se hubiera encogido y maravillado mas la Señora que con tal discurso;
para saber lo peor. ;Condenada Seííora, que la PIEO en ese lance: ite pero ni al fuego del cielo cedía ella sino en el último trance.
digo que la puso. Pedro!” Y cuando le picaba más la ira. solía Juan
-G . Y cómo sabes que ha sido con Alejandro?
Can uveilturarse hasta decir que alii no había quién supiera ia verdad
-Porque me 10 dice aquí -dijo Felipe, alzando con ira la mano en
sobre la Seríorita más que 61. “Digo que 1.1 Sefiora la ha tratado r’m,da
que tenía la esquela.-iEste es su adiós, su adiós a mí! ;Dios la ben.
13 vida can mano muy dura. iDe veras que la Sciiora es mujer muy
diga! Me escribe como una sama, me da gracias porque he sido bueno
extraila. y de mucho poder!”
con ella, i yo, yo que la he hecho salir escondida de mi casa como una
Solo que ya no era tanto como antes ei poder de la Señora. ILo mk ladrona!
cambiado de todo en aquella casa eran ias relaciunes entre madre e hijo.
Las palabras “de mi casa” resonaron en los oídos de la Señora como
La misma mañana en que se noto la desaparicion de Ramona, se cruzaron
si vinieran de otro mundo. Y era verdad: idel mundo a que Felipe
entre ellos palabras tales que ni la una ni el otro podrían nunca olv-idarlas,
acababa de nacer hacía media hora ! Se le encendieron las mejillas e
tanto que bien pudiera ser cierto que la Senora se estuviese muriendo,
iba a replicar, cuando asomó Pedro por una esquina de la casa, y tras
como creia, de resultas de ellas. Sin deseo ya de vivir ide dónde le
de él Juan Can muleteando con prisa maravillosa. “iSeñor Felipe!”
habían de venir las fuerzas?
“iSeñor Felipe!” “iseñora!” “;Han entrado esta noche ladrones en el
Felipe halló en su cama la esquela de Ramona. Despierto antes dei corral!” “iSe han llevado a Bnbá, Señora!” “iA Babá y la silla de
alba, oy-ó al moverse inquieto bajo las sábanas ligeras crujir el papel. la S eríorita!”
y adivinando que era de Ramona, se levantó en seguida ansioso. Antes
En los labios de la Señora se dibujó una sonrisa de malicia, y val.
de que su madre abriera la ventana, ya lo había leido. Le parecía perder
vií-ndose a Felipe, le dijo en un tono.. . ;Oh, en qué tono se lo dijo!:
los wntidos conforme iba leyendo. iSe habia ido Ramona! ;ido con
Felipe sintió como si hubíera debido cubrirse los oídos para no escu-
Alejandro! iido escapada, como un ladrón, su hermana, su hermana
charla *, iFelipe no lo podría olvidar jamás. . . !; le dijo:-“iPues como
del alma! ;Oh, qué gran vergüenza! Felipe sentía, mientras pensaba
decías. Felipe! i como una ladrona !”
in!ni)\~ii, que fe caia la venda de los ojos. iVergüenza! Ei y su madre
:‘r-an ios que habían traído sobre Ramona y sobre la casa aquel oprobio. Con un movimiento más rápido y enérgico que cuantos en su vida
.. ; !‘tro he e-tado encantado’? había hecho Felipe hasta entonces, dio un paso hacia su madre, y le
se decía: ibien le dije a mi madre, que la
ti!,:i a ol)ligar a que se escapara! ‘4y, mi Ramona, iqué va a ser de ti? dijo sofocando la voz: “iP or amor de Dios, madre, ni una palabra delante
;>1. sí; saldré a buscarlos, y me los traeré conmigo!” Y se vistió de de los criados!” “iQué dices, Pedro, que se han llevado a Babá?
yIris;:. J- bajo al jardín, como para pensar un poco más. Cuando volvió Hemos de ver eso: yo bajaré allá después de almorzar.” Y volviéndole
RAMONA
430 XARTí / TRADI'CCIONES 431
la espalda tomó a su madre de la mano con tal firmeza que no pen5o la De un salto se puso en pie Felipe.
Señora en resistirle, y entró con él en la casa. -;Sladre!-dijo:-Babá era de Ramona: iyo mismo se lo di recién
nacido !
La Señora lo miraba. muda de asombro. -“;Sí, madre, bien te
puedes asombrar! Lc que yo he hecho no es de hombre; no es de hom- La Señora no respondió. Se había desmayado. Felipe, lleno de pena
bre dejar que le pongan a su hermana en esa desesperación. ia su her- y terror. llamó a las criadas, y llevó con su ayuda a la Señora a la
mana, aunque tenga otra sangre en las venas! Hoy mismo salgo a cama, de donde no se levantó en muchos días: parecía que su vida sólo
buscarlos i y 103 traigo!” colgaba de un hilo. Felipe la cuidó como un enamorado: sus ojos grandes
--jY si lo haces, replicó la Señora, blanca de ira,-me encontrarás y dolorosos seguían con afán todos los movimientos de la enferma, que
muerta ! iCría en la casa de Moreno cuantos indiecitos quieras; pero apena5 abría los labios, parte por debilidad, parte por pena. La Señora
a lo menos mi casa me ha de servir de tumba ! había recibido su golpe de muerte. No moriría de un soplo, eso sí:
Mucha era su cólera, pero su pena más, y rompió en llanto. Se dejó ni la muerte podía -vencer a la Señora en el primer encuentro; pero la
caer’ temblando y sin fuerzas en una silla. Esta vez no era engaño: no vida había empezado a irse, y ella lo sabía.
era comedia esta vez: cuando aquellas palabras salieron de sw labio5 Quien no lo sabía era Felipe, que cuando volvió a ver a su madre
para su adorado Felipe, se le rompió el corazón a la Señora. Felipe se en pie, sin mudanza visible en la salud del rostro, aunque andando a
echó de rodillas, y le llenó de besos las manos enjutas, que temblaban paso un poco más lento que antes, creyó que con algunos días más
abandonadas sobre la falda. “No, madre mía, no me hables así, que me recobraría todas sus fuerzas. Y ahora ia buscar a Ramona ! Casi tenía
quitas la vida: ipor qué me mandas, mi madre, que haga lo que un por seguro que los encontraría en Santa Bárbara. En traerIus consigo
hombre no debe hacer?” Por ti doy yo la vida, mi madre; ipero cómo ya ni siquiera pensaba; pero los vería, los ayudaría. iMientras viviera
he de ver tranquilo a mi hermana echada a morir por esos caminos?‘* Felipe, Ramona no había de andar por pueblos y caminos sin amparo!
-Supongo que el indio tendrá casa en a!guna parte,-dijo la anciana, Cuando una noche dijo por fin Felipe inquieto: “Mi madre, ya tú
algo más serena:-;,No te habla en la carta de lo que pensaban hacer? estás fuerte, y yo tengo que hacer un viaje corto no más, no más de una
semana”, la Señora entendió, y respondió, con un hondo suspiro: “Yo
-No dice más sino que van primero a donde el Padre Salvatierra.
no estoy fuerte, pero nunca he de estar más fuerte que ahora. Si has
--i Ah!-Sobrecogida al oír esto, al punto pensó la Señora que eso
de hacer el viaje, hazlo ahora mejor.”
era lo mejor que podía suceder:-El Padre, dijo, le acosejará lo que
han de hacer. El le buscará modo de estar en Santa Bárbara. Piensa, -He de hacerlo, mi madre; si no, no te dejaría. Voy a salir antes
de los claros del sol, así que te digo adiós esta noche:
mi hijo, y verás que no los podemos traer aquí. Ayúdalo5 como quieras:
pero aquí no los traigas.-Y se interrumpió. No los traigas hasta que Pero no bien al romper el alba dio un paso Felipe en el colgadizo,
yo me haya muerto, Felipe. No tardará mucho. se abrió la ventana de su madre, y allí apareció la Señora, descolorida,
sin hablar, mirándolo. -“iConque has de hacer el viaje, hijo?“,dpre-
Felipe reclinó la cabeza en la falda de su madre. Ella le acariciaba
guntó por fin.-“¡ S’I, mi madre, lo he de hacer!“-Y Felipe la abrazó
los cabellos con apasionada ternura:-Hijo mío-dijo al fin-ies suerte
amorosamente, dándole beso sobre beso :-“i Pero sonríeme, mi madre!
cruel que acaben por dejarme sin ti!
ino puedes sonreírme?“-“No, hijo, no puedo. Adiós. Que los santos
-iMadre!-dijo Felipe angustiado:-iYo no soy rnk que tuyo,
te guarden. Adiós.” Y se volvió al interior de su cuarto, para no
tuyo no más!: ipor qué me estás martirizando?
verlo partir.
-No te martirizaré más,-respondió ella con acento de fatiga:-10
Felipe emprendió la jornada con el corazón triste, mas sin que le
único que te pido es que en mi presencia no se vuelva a pronunciar
flaqueasen los ánimos. Por el camino del río al mar, y luego costa
nunca el nombre de esa maldecida criatura que me ha llenado la casa de
arriba. fue inquiriendo con cautela si habían pasado por allí Alejandro
desgracia: que nadie me hable de cllo nunca bajo mi techo. ni hombres,
y Ramona; pero nadie los había visto, nadie. Cuando a la noche del
ni mujeres, ni niños. iComo una ladrona, sí! icomo una ladrona de
segundo día entró en Santa Bárbara, la. primer persona que vio, sentado
caballos!
432 XM’,Tí / TIUDCCCIONES n .\ XI 0 s A 433
en el corredor, fue el venerable Padre Salvatierra, que al notar que quien roca arri 3, cuando vio de repente, asomada a un picacho en lo alto.
llegaba era Felipe, salió a recibirlo radiante de gozo, al paso trémuio la caberabde un indio. L e 1IIZO . :-eñas de que bajara, y el indio volvió
a que se ayudaba con sus dos bastones. “; Bienvenido, hijo! 2 Están la ca!)cza, como para hablar a al_nuien que estuvitase detrás: uno tras
todos buenos en tu casa? Este otoño, ya ves, estoy muy viejo: ya las otro se acornaron como unos diez mJs a la roca, haciendo señas a Felipe
piernas no quieren servir más.‘@ para que subiera. “Los pobres tienen miedo”, se dijo Felipe. A gritos
Se quedó Felipe sin alientos desde las primeras palabras del anciano. pudo hacerles oir que su caballo no podía ir tan alto, y enseñándoles
iNo le hubiera hablado el Padre así si hubiese visto a Ramona! Pasando Ui moneda de oroc ie la »ireciS ;i querian venir. Lo consultaron entre
dc prisa por el saludo: ‘;Padre, le dijo, vengo buscando a Ramona: ino si, y poco a poco empezarun a bajar, no sin detenerse de vez en cuando,
ha estado aqui con usted?” y mirar al \-iajero con desconfianza. El les volvia a enseñar la moneda,
El rostro asombrado del Padre fue suficiente respuesta: -“iA Ra- y 0. Ilaniarlos. Pero no bien lo pudieron ver de cerca, se vinieron
mona! ibuscando a Ramona! iy quE me le ha sucedido a mi niña corriendo todos hacia 61: i a<1uéllo no era cara de enemigo!
bendita?” Sólo uno de ellos “hablaba castilla”. Al oir lo que éste respondía
Amargo le era a Felipe el decirlo, pero lo dijo bravamente, sin a Felipe en espaBo1, una india que tenía el oído muy atento sorprendió
ahorrarse vergüenzas. hl enos habria sufrido con la narración, a saber al vuelo el no-mbre de Alejandro, se adelantó hasta ellos, y habló rápida-
cuán bien conocía el Padre el carácter de la SeGora, y su influjo casi mente con el intérprete.
absoluto sobre cuantos la rodeaban. El Padre no mostró sorpresa ni -Esta mujer lla visto a Alejandro,-dijo el indio.
placer en los amores de Ramona y Alejandro; pero no le parecieron, -2 Dónde? 2 dónde?
como a la Señora, culpables y escandalosos. Más: a cada palabra que -En Temecula, dice que hace dos semanas.
iba diciendo el franciscano, veía miís clara Felipe la injusticia de su -Pregúntale si estaba alguien con él?
madre para con el indio, -Dice que no, que solo.
-Alejandro es un mozo noble, decía el anciano: su padre Pablo Se le contrajo a Felipe el rostro: iSolo! iQué significaba aquello?
sirvió con mucho amor al Prior Peyri. Has de buscarlos, hijo, y dimeles La mujer no le quitaba la vista.
que me han de venir a ver, que quiero darles la bendición antes de --iEste segura de que no había nadie con Alejandro?
morir. Ya yo no vuelvo a salir de Santa Bárbara, Felipe. Ya me llega -Si está.
mi hora. -iIba en un caballo negro, un caballo grande?
Tan impaciente estaba Felipe que apenas oía al anciano: -iSí, -No> respondió con viveza al intérprete la mujer: iba en un caballo
Padre, sí: no puedo descansar hasta que no los encuentre! iEsta noche blanco, un caballo chico.
misma me vuelvo a Ventura! La mujer era Carmen, que con todas las potencias de su alma estaba
-Y mándame recado con un peón en cuanto sepas donde estén. procurando burlar a aquel perseguidor de sus amigos.
;Que Dios me los tenga bajo su santa guarda! Yo rezaré por ellos.- -Pregúntale si lo vio por mucho tiempo la última vez; pregúntale
Y al paso dc sus dos bastones se entró en la iglesia. cuánto tiempo lo vio.
Lleno de pena y confusión iba Felipe por el camino. ¿Por dónde -Toda la noche, dice. Estuvo toda la noche donde ella estaba.
habian pasado? <Por qué no habían venido a ver al Padre? Sólo le Felipe, ya sin esperanzas, volvió a preguntar: ---iY sabe ella. dónde
ocurría que pudiesen estar en Temecula: ipero no decían que ya en está Alejandro ahora?
Temecula no quedaba un indio ? --Al menos, alli le dirían dónde estaba -Dice que iba a San Luis Obispo, a tomar el barco para Monterrey.
ahora la gente del pueblo: ibien conocía el caballo en la crueldad de la -2 A hacer qué?
espuela que aquella vez su dueño tenía prisa!: ya al ir bajando lo más -No sabe.
recio del cañón tuvo Felipe que seguir a pie, antes de que rodase --iY no dijo cuándo volvía?
exánime el caballo. Iba con mucha dificultad costeando una mala vereda -Dice que sí.
434 MARTi /I TRADUCCIONE' #5
RAMOSA
---;Cuándo?
sus ansiedades y fiebre, sin atreverse, como le aconsejaba su propio
-;h unca ! Dice que nunca vuelve a Temecula.
juicio, a consultar a Felipe. Ni ella le había yyyntado nada sobre su
-2.Y ella conoce bien a Alejandro?
viaje, ni él había osado hablarle; hasta que un dia Felipe, sin poder
-Como a su propio hermano lo conoce ella. contenerse más, le dijo: -iSabes, mi madre? no pude encontrar rastro
iQué más quería saber? Se le quejaron a Felipca dentro del pecho de Ramona. Ni puedo soñar dónde está. Y el Padre no la vio, ni sabe
!ns entrañas v echó una moneda de oro al hombre y otra a la india.- de ella. Tengo miedo de que esté muerta.
“Lo ciento,-dijo: Alejandro era mi amigo: yo quería ver!o.” Con.
-Mejor sería,-dijo por única respuesta la Señora; y con perple-
tinuó camino a caballo , seguido por los ojos triunfantes de Carmen.
jidad cada vez tiayor siguió pensando en lo que podría hacer con las
Cuando le tradujeron a Carmen las últimas palabras del viajero, tuvo joyas. “Mañana le hablaré a Felipe”, se decía todos los días, sin deci-
impulsos de correr tras él, pero Los refrenó en seguida: -“No, pensó,
dirse. nunca a hablarle, hasta que por fin determinó no decirle nada
puede mentir el hombre. Quién sabe es un enemigo. Yo no digo. Ale-
sino en la hora de su muerte. Tal vez viniera antes el Padre. Con
jandro no quiere que lo encuentren. Yo no digo.”
las manos trémulas le escribió al buen anciano, rogándole que se dejase
Así se desvaneció en un instante la última probabilidad de ayuda
traer en andas por los cuatro hombres que el peón que ie llevaba la
para Ramona, como se desvanece una flor de aroma a un soplo pasajero,
carta debia alquilar para que lo trajesen cargado con todo esmero hasta
-el soplo de la amiga leal que mentía por salvarla.
la hacienda: pero ni escribir podía ya el noble varón cuando llegó la
Fuera de sí con la pena volvió FeZpe a su casa. Ramona ectaba
súplica a sus manos, asi que ni respondió a la Se5ora de su puño y letra,
aún muy enferma la noche que se fue: ihabría muerto? iia habría
sino por amanuense, callándole su gran debilidad, a la vez que la ben-
enterrado en algún rincón del monte el pobre Alejandro? iera por eso
decía, y le mostraba la esperanza de que la niña bendita estuviera otra
por lo que Alejandro se iba, para no volver nunca, nunca? Necio dc vez bajo su cuidado. Mucho había estado pensando el buen Padre de
4: ipor qué no les habló a los indios de Ramona? iPues volvería, a peses atrás en la niña bendita.
preguntarles! En cuanto viera a su madre volvería, y mientras no hallara
Poco después se supo que el Padre había muerto; y la noticia con-
;L Ramona, viva o muerta, no había de descansar. Pero no bien entró
movió tanto a la Señora que ya no pudo volver a levantarse. Y el año
en su casa y vio a su madre, comprendió que ya no se podría apartar
iba acabando, y eran grandes las penas de Felipe, entre ver morir a su
de clla sino después de que la dejara descansando en la sepultura.
madre lentamente, y temblar por la suerte de Ramona. De 1; Señora, ya
-Gracias a Dios que viniste,-le dijo la Señora en voz muy débil:
no había esperanza. Se la llevaba la muerte: ise la llevaba! Ya el
tcuía miedo de que no me encontraras para decirme adiós. hlc voy:
médico de Ventura había dicho que no le quedaba remedio por hacer,
hijo.- Y le corrían al decir esto los hilos de lágrimas por las mejillas.
que los más cfistiano era dejarla morir en paz, y cuidarla mucho, pues
Aunque ya no quería vivir, tampoco quería morir, iaquella pobre,
a lo sumo tenía vida para dos días. Felipe apenas se apartaba de SU
soberbia, apasionada, vencida, afligida Señora! Ya no parecia que la
cabecera, y la más tierna de las hijas no hubiera podido mostrar a madre
cons9iasen sus clntinuos rezos: antes se le figuraba que las imágenes Ni sombra quedaba de sus pasadas diferencias
alguna mayor devoción.
1s veían con ojos torvos: “iOh, si viniera el Ppdre Salvatierra! El sí ante la majestad de la muerte: “ihli hijo querido!” murmuraba ella:
me quitaría esta pena: isi pudiera yo vivir hasta que él viniese!” “Madre mía, mi madre: itú no te me
“iqué buen hijo me has sido!”
Cuando Felipe le dijo cómo había visto al Padre, se apoyó en la pared, respondía él, hundiendo el rostro en las dos manos débiles,
vas a ir!“,
con In cara al muro, y lloró largamente. No sólo quería verlo por el aquellas manos que un año atrás habían sabido
demacradas, pálidas;
inter6s de salvar su alma, sino para poner en sus manos las joyas de ser fuertes y crueles. iQuién le hubiera negado entonces SU perdón a la
Ortefia. iQué iba a hacer ahora con ellas? iHabría algún buen Padre Señora? Ramona misma, si la estuviese viendo, se habría deshecho en
seglar a quien confiárs$as? La Señora bien sabía que cuando su her- De vez en cuando se pintaba en los ojos de ia anciana el
lágrimas.
mana hablaba de “la Iglesia” en sus instrucciones, de quien hablaba iCómo lo confesaría? iQué le diría Felipe?
terror: ;era su secreto!
realmente era de los franciscanos. Dia por día iban siendo mayores Por fin llegó el momento. Había vuelto con grandes fatigas de un largo
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desmayo: mejor que cuantos la rodeaban sabía ella que de otro desmayo volver atrás, temerosos de que no pudiera soportar el dolor. llarta se
más ya no volvería. “iFelipe!” murmuró: “iFelipe! ;solo:” Con un ;;trevió a acercarse a él. y a decirle desde el umbral: “iVenga, mi Señor
EOecto
- indicó Felipe que se apartasen a los que rodeaban a la enferma. Felipe: venga el Seiior conmigo!. que le va a hacer mucho mdl: ivenga
“;Solo!” repitió ella, volviendo los ojos hacia la puerta. “Salgan”, dijo conmigo I” Pero él la calmó con p&bras cariñosas: entró, y cerró tras
él : “espkenme afuera”: y cerró la puerta. Todavía vacilaba la Señora. sí la puerta.
Casi estaba determinada a dejar la vida sin revelar el escondite de las Cuando salió. pasaba de la media noclle: solemne era su rostro:
joyas, antes que decir con sus propios labios cárdenos a Felipe lo que ihabía enterrado a su madre otra vez! Bien pudo haber temido la
a la luz de la muerte, a la vivida e implacable luz de la muerte, veia Sejíora revelar a Felipe su secreto. De asombro en asombro había ido
que su hijo le echaría en cara como una culpa mientras le quedasen Felipe hasta que en el fondo de la caja de joyas halló la carta de
memoria y pensamiento. Ramona Orteña. Después que la ley&, se estuvo inmóvil largo rato, con
Pero no osaba callarlo: ihabía que decirlo! Señalando por fin, con el rostro escondido en las mano:? y el alma en bárbaras torturas: “iY
la mano apenas levantada, a la imagen de Santa Catalina, que le parecía ¿lquello le pareció vergüenza, y esto no!” se decía amargamente.
como que la miraba colérica y ceñuda, “iFelipe,-dijo:-detrás de la Lo que había él de hacer lo veía claro. Si Ramona vivía, devolverle
santa. . . mira!” Creyó Felipe que era arrebato del delirio, y le dijo lo suyo. Si había muerto, dar las joyas al colegio de Santa Bkbara.
amorosamente: -“NO hay nada, mi madre: no tengas miedo: yo estoy “De seguro que mi madre se las quería dar a la Iglesia: pero i,por qué,
contigo.” Pero crecía el espanto de la moribunda: ique no le sería por quk las guardó tanto tiempo ? Eso es lo que la ha matado, eso: ioh,
dado hacer aquella tardía confesión? “iNo, no, Felipe! sí hay una qué vergüenza!” iY de aquella tumba donde Felipe tenía ahora sepul.
puerta, sí-una puerta secreta: iMira! iOye! iTengo que decirte!” tada a su madre. sí que no había resurrección!
Felipe movió la imagen: isí había una puerta! “No me digas ahora, Dejó las jo)-as donde estaban, y escribid al prior de Santa Bárbara
madre querida. Luego me dirás, icuando estés fuerte!” Y al volverse una carta donde le hablaba de ellas, y del caso en que vendrian a
hacia ella, vio aterrado a su madre sentada en la cama, tendido el pertenecer al Colegio. .lIuy de mañanita dio la carta a Juan Can: -“Me
brazo derecho, señalando con la mano a la puerta, vidriosos los ojos, voy hoy. Juan: me voy a un viaje: si me sucede algo y no vuelvo, manda
la cara convulsa. Antes que el terror le permitiese dar un grito, la esta carta con un peón seguro a Santa Bárbara.”
Señora Moreno había caído de espaldas, muerta. -iPero va a estar mucho en viaje, mi Señor Felipe?, preguntó el
A las voces de Felipe entraron las mujeres, y todo fue al instante viejo, medio lloroso.
plegarias y gemidos: Felipe, en medio de la confusión, firme y pálido -No sé, Juan: tal vez sí, tal vez no. A tu cuidado queda todo.
el rostro, y temeroso ya de que allí se ocultaba algún espanto, volvió Yo sé que todo lo que tú hagas ha de ser para bien. Voy a decirle
la imagen a su puesto: iqué hallaría el hijo detrás de aquella puerta a la gente que te quedas de amo.
secreta, a cuya vista había caído muerta su madre, con el horror en -i ‘Gracias. SeRor Felipe, gracias!, dijo el viejo, más dichoso que
los ojos? Y aquel miedo de lo que iba a saber lo preocupó como una en momento alguno de los dos ú!timos y sombríos años: -sí que puede
voz interior, durante los cuatro días de tristes preparativos funerales. confiar en mi: desde que el señor nació hasta ahora? yo no he tenido
Imponentes fueron las ceremonias del entierro. Los de cerca, 103 de idea sino para el bien de la casa.
lejos, todos, vinieron a la capilla, y la llenaron, y llenaron el jardín. Y en el cieir: mismo se hubiera llenado de terror la Señora hloreno,
La comarca entera quiso dar muestra de respeto a la Señora. Allí estaba si hubiese p,~lido leer los l)enramientos con que al salir de la hacienda
el cura de Ventura, y otro de San Luis. De la capilla la llevaron en tra?pu:o cu hijo PI porttn por donde el día antes había pasado llorando
hombros al cementerio de la casa, en la caída del cerro, junto a su -detrás del cadáver que acotnpafiaha a la sepultura.
marido y sus hijos: icallaba por fin aquel corazón apasionado y soberbio!
Cuando, a la noche siguiente, vieron los criados que Felipe se disponía
a entrar en el cuarto de su madre, acudieron a toda prisa para hacerle
TZMPESTAD Y AMIGOS
más. El aiio pasado un americano le sacó media cara de un Lalazo a un :Isjela. si pudiéramos l!cgar a una choza que queda como a una milla:
indio. porque no quería recibirle de paga una botella de yino agrio, iy le tú > la niña ie me van a Itelar!
dijo que no volviera 3 ser inoolcntc! llajela. r;o me pidas que va)a a la -Yo la caliento con mi seno, dijo Ramona: ;pero qué viento tan
ciudad a trabajar. iPorque donde vea eso, mato! frío, Alejandro! iJIe curta la espalda como un cuchillo!
Ramuna temblaba, callada. Y A!ejandro siguiú. Si Majela no tiene Gimió él otra vez. La nieve caía espesa. El camino estaba ya blanco.
miedo, yo ‘6 lln lugar: allá arriba en el monte, donde no ha habido blancos El \-iel:to era menos.
nunca, ni los ha de haber. Yo hallé el lugar persiguiendo a un oso. El oso -Dios cs bueno: ya el viento no me curta como antes,-dijo Ra.
me guió. Era la casa del oso. Y yo me dije entonces: “aquí se puede mona, dando diente con diente, y apretando la nifia cada vez más contra
esconder un hombre.” Hay agua en el valle, y el valle es lindo y verde. su corazón.
Allí podemos vivir: vivir no más, porque el valle es muy chico. ;Tiene
-;\Iejor que fuese recio, Majcla; se llevaría la nieve: si la nieve
miedo Síajela?
sigue, va a ser como de noche, y no podremos ver.
-Sí,
Alejandro ; tengo miedo, allá sola en el monte. ;No vayamos
Y la nieve seguía. El aire se condensaba. Era más oscura que la
alla! Prueba algo más primero. ¿No hay aquí otro pueblo indio?
noche aquella lóbrega y opaca blancura, que sofocaba y helaba el aliento.
-Saboba, al pie del monte. Allí se han ido algunos de Temecula; Por los tumbos del carro se conoció que Fe había salido del camino. Los
pero el pueblo es muy infeliz. y se acabará como San Paxual. El padre ca.ballos se resktieron a ar:dar.
de Sahoba fue el Señor Ravallo, un blanco bueno,-que miró por nosotros
-Estamos muertos Ei nos quedamos aquí. iVen, mi Benito, ven!-Y
y dijo que para siempre era del indio la tierra, para siempre. Los tres Alejandro tomó a Benito de la cabeza, y a fuerza de brazo le hizo volver
hijos de él ahí están, y cumplen la promesa. Pero el americano vendrá atrás y seguir por el camino. Era espantoso. A Ramona se le caía el
luego, como vino en Temecula. Con sus ojos verá Majela que ya hay ¿Y cuando ya no pudiera sujetar
corazón. Ya no se sentía los brazos.
blancos en el valle. Si Majela dice que nos quedemos, nos quedamos. la niña? Llamó a Alejandro; pero él no la oía con el viento, que
Poco después de mediodía era cuando entraron en el ancho valle de soplaba de nuevo con furia: y se llevaba la nieve cn masas: era como
San Jacinto, bañado en aquel instante de luces maravillosas. En lo alto si se fuesen abriendo paso entre témpanos ambulantes y espesos re-
estaba el cielo torvo y cenicirnto. pero por el Este y bordeste lo inundaba molinos.
el reflejo carmín y oro. La cumbre rugosa y los pujantes estribos de la -Kas vamos a morir, pensó Ramona: imejor será! -Y de nada
montaña brillaban como las torres y poternas de una fortaleza de rubíes. mis se dio )a cuenta, hasta que oyó un gran grito, y se vio sacudida
El resplandor era de veras sobrenatural. y golpeada: y una voz extraña le decía: -&‘Apenado de golpearla tan
--;3Iira a San Jacinto! --esclamó Alejandro. de recio, sefiora; pero tenemos que llevarla al fuego.”
-;Oh. Alejandro!-dijo Ramona entusiasmada:-&ta es una buena i Al fuego ! ihabía pues en el mundo todavía fuego y calor? Con un
seiíal: .,mira cómo salimos de lo oscuro y entramos en la -luz del sol!---y gesto de autómata puso a la niña en los brazos desconocidos que se le
sefialó hacia el Oeste? de un negro de pizarra. tendían, y tratí, en vano de levantarse de su asiento.
-No me gusta: -respondió él. iL0 oscuro está muy cerca! -i Quieta: quieta !.-dijo la voz estraga.-Aguarde a que lleve la
criatura a mi mujer: y vuelvo por la Se!?ora: ya se me puso que no
Y estaba; porque no había acabado de hablar cuando vino del Norte
un viento fiero, que desgarró la nube negra, y echó ade!ante. como aco- podría tcncrse en pic. -Y desapareció el hombre alto, en cuyos brazos
rraladas, las masas de jirones. la niña, arrailrada de pronto a su caliente sueño, lloraba que era un dolor.
Un instante despues comenzaron a caer
copos de nieve. -i Di’os bueno! dijo Alejandro, aún sin moverse de junto a la
--iVirgen Santa! -dijo Alejandro. Bien sabía 61 lo que les ame- cabeza de sus pobres animales: ihlajela, la niña está viva!
nazaba. Animó a los ra!)allos, y corría a la par de ellos. Pwo en vano. -Sí, Alejandro,-rt,rpondit ella débilmente, con una voz que arreba-
En vano halaban azorados Bab5 y Benito de su carga excesiva.--iAy, tada por las ráfagas violentas pasó por junto a Alejandro como un eco.
RAMONA
442 MARTí / TRADUCCIONES
Se habían salvado por milagro verdadero. Estaban más cerca del de mísera catadura. Pero a pesar de su mala apariencia y desaseo, habia
corral de lo que Alejandro pensó; pero a no ser porque otros viajeros en toda ella cierta noble dignidad, y en su mirada cierto cariño, que le
sorprendidos como ellos por las tormentas le dejaron abierto el camino, ganaban en seguida los corazones. Sus ojos de pálido azul tenían aun
nunca hubiera dado con Gl. Se sentía ya morir, y se decía casi con la vista fina, así que en cuanto ojeó a Ramona se dijo: -“Apuesto a
las mismas palabras de Ramona. “i así se acabarán que no es mexicana pobre”: ¿Y qué, van de mudanza? -preguntó en
nuestras penas!“.
cuando vio br-íllar una luz hacia la izquierda. Puso al instante los ca- alta voz.
Ramona se la quedó mirando: porque aquellas palabras no contaban
bal!os rumbo a la luz. La tierra estaba por allí tan apelmazada y rota.
que más de una vez estuvo a pique de volcar el carro; pero ;1lejandro cn el poco inglés que ella sabía.-“iAy, señora!: yo no sé hablar inglés:
siguió camino sin acobardarse, dando de vez en cuando una voz de auai- !,ast:llano sé no más.”
lio. Por fin lo oyeron, y w-weció otra luz, no fija como ia primera. ---iCastellano, eh? iEso es mexicano, no? Jo3 ahí habla su poco
de mexicano. Eso sí, no ha de ser mucho, porque me le hace mal a
sino que adelantaba y venia despacio hacia Cl: era una iinterna, en los
los pulmones. Por eso es por lo que lo hemos traído hasta acá, por
manos de un hombre, cuyo saludo en lengua inglesa, que fue éste:
“iVaya, amigo, como que esta usted en apuros”. le pareció a Alejandro el bien del calor. ¿Ya se le ve, no? -dijo riéndose, y como si se burlara
de él, aunque en la mirada que le echó al mismo tiempo a hurtadillas se
tan claro como si fuera el más puro dialecto luiseiío. J,o que el de la
leía la inefable ternura de la madre por su enfermo.-Pregúntale, Jos.
linterna no entendió poco ni mucho fue In agradecida respuesta de
Jos se alzo sobre el codo, y fijando en Ramona sus ojos brillantes, le
Alejandro en español.
preguntó en castellano si iban de viaje.
-“Otro de estos mexicanos papamoscas: ldigo que!. . . iHabía yo
-Sí, venimos de San Diego, respondió Ramona: Somos indios.
de vivir toda mi vida en un país, y no saber que este no es tiempo para
andar de viaje!” -Y cuando puso a la niña en brazos de su mujer añadió iIndios!-exclamó la mujer:-iDios nos salve y ampare, Jos!
iHemos metido a los indios en nuestra casa! iQué diablos?. . . Y lo
como incómodo:-iSi sé que son mexicanos, ni a verlos salgo, Ri! Ellos
bueno es que quiere a su criatura como cualquier blanca: eso lo veo yo.
en su tierra están, y han de saber más que yo de sus trópicos malditos.
India o no india, aquí se ha de quedar. Ni a un perro se le echa afuera
--lRlentira, Jeff! : tú no eres capaz de dejar al animal más infeliz
con un tiempo como éste, Jos, y el padre debe ser blanco: mírale a la
puertas afuera con un tiempo como éste. --La niña, conociendo que la
criatura los ojos azules.
tocaban brazos de madre, cesó de llorar en seguida.- “ iPicarona, picn-
Ramona la escuchaba sin lograr entender palabra, y aún dudando COL
ronaza de ojos azules!” decía la mujer, mirandola y remirándola: iMira,
iazón de que aquello que oía fuera inglés; porque, mal que bien, algo
Jeff, que pensar en dejar allá afuera en la nevazón a una chiquirrituela
de ingles sabía ella; pero el dialecto de Tennessee, que era el de aquella
como ésta! : ahora mismo le voy a dar un poco de leche.
gente, a!teraba las voces más sencillas: -“iSiento tanto no saber inglés!,
-Ri, ve por la madre primero,-dijo Jeff, que en aquel momento
-dijo Ramona a Jos:-Dígame, si no le cansa mucho, lo que su madre
entraba, más cargando a Ramona que ayudándola a andar:-lcomo que
me ha dicho.”
está helada la pobre mujer!
Jos tenía el pensamiento tan travieso y benévolo como 9u madre; así
Pero al ver a su niña viva y sonriente reanimó tanto a Ramona que
que medio riendo por lo que callaba, sólo dijo a Ramona lo que le podía
R los pocos momentos ya cra dueña de sí. Veíase en verdad en extraña
agradar, y que su madre decía que podrían quedarse allí hasta que pasase
iaompañia. En uno de los rincones de la choza estaba acostado sobre un
la tormenta.
colchón un joven como de veinticinco arios, cuyos ojos relucientes y
Más pronta que el relámpago se apoderó Ramona de la mano de Ia
pómulos encendidos contaban a las claras su triste enfermedad. La mujer
mujer y se la puso sobre el corazón, con un gesto expresivo de ternura
era alta y desgarbada, de cara maci!enta, y manos duras y llenas de
y agradecimiento. -iGracias, gracias, señora!, le decía.
arrugas, el vestido en jirones, los zapatos mas rotos que enteros, el pelo
--iY qué es lo que me llama ahora, Jos?, preguntó la madre.
rubio, seco y atado sobre la nuca en un moño de mal humor, con una que
-Pues te llama señora.
otra guedeja desordenada volándole por la frente: era dama, en verdad,
444 MaRTi / TR.4DCCCIONES RAMONA 44.3
-;Chut, Jos! Pues me le dices que yo no soy señora. que aquí todo viaje, con el enfermo awstadr, en el fontiu del carro, tan orondos y
el mundo me llama Tía Ri. o ‘\li-s Hyer. y que me diga Tía Ri o Miss felices como fa0:iiia PUC’.cru9 q*w viaja por recreo. Completaba la comi-
Hyer, como ella quiera. De veras que habla muy fino. tiva un par ti? turbes “para ani:l:ar” a los caballos, y una vaca para
No sin sus tropiezos explicó Jos a Ramona cómo renunciaba su madre la leche de JGS; v arí ~inicron acampando a veces en el camino por
al señorío. v le daba a escoger entre 1Iir-s y Tía. Ramona lo oyó con tan semanas enteras. tlesc!e Tcri!lesoee halita San Jacinto. Tía Ri andaba por
., ‘3 : ino iba mejor su Jos?
el valle con un aile de ;CJUI~~ me to:e a 131.
amable sonrisa que cautivS (mi cornztin de la madre y el hijo. y repitió
¿,no habia salvado a su Ilijlr?
los dos nombres más de una vez. porque a la primera le salieron muy
mal, hasta que por fin esco;ió el de Tía Ri: -“Me gusta más: iella Jos no era su no!ubre. sino Jushua; aTí como Ri no era el de la madre,
es tan buena, como de la familia de uno, para todo el mundo!” sino lIaría. rero así abrevia 1~s nomlrc.; aquella gente de Vermont y
Tennessee. que vive de prisa. Ri In Uamaban desde nifia; y en cuanto
-;,Eh? ;Y dime, Jos, que no es particular que me digan aquí lo
tomó calado y Itw ca53 propia, donde había para todo el mundo una
mismo que me dicen allá en el pueblo! Yo no se si soy buena, o si soy
lonja de pan )’ una palabra de consuelo, la vecindad entera reconoció en
como los demás. Eso sí: ver que delante de mi le quieren hacer la ley
plla como por comúu consentimiento una especie de tiazgo, y no había
al infeliz, no puedo, ni ver sufrir tampoco, vaya, que nadie debe sufrir,
hombre3 mujer ctccida ni nino que no la llamase Tía Ri.
si yo lo puedo remediar. ¿Y en eso qué hay de raro? Yo no sé que haya
-No s& si nvi\u el fuego, dijo Tia Ri: si esos vientos siguen, nos
quien sienta de otro modo.
-- Pues hay montones, madre. va a faltar Iciía, claro.
Como tú no hay muchas, no. Ya lo
En ere inst,!ntc se abrió la puerta de súbito, y entró Jeff tambaleando,
verías si corrieras más el mundo.
seguido de ~Il~~jandro, cubiertos los dos de nieve y cargados de leña.
Ramona estaba acurrucada junto al fuego, observando cómo aquel
Alejandro conucia un rincón de algodoneros que había en una barranca
que le pareció abrigo celeste era en verdad muy frágil refugio contra la
de por allí, a pocos pasos de la casa; y en cuanto puso en abrigo los
tormenta que sacudía afuera su furia. Era una choza de malos tablones
caballos entre los carros y la choza, salió a buscar leña. Jeff, que lo vio
puestos al descuido, como por pastor que ha de vivir entre ellos pocos
sacar del carro cl hacha, tomó la suya: y siguió tras él. iY allí había leña
días. Por las hendijas, a cada racha de la tempestad, entraba a puñadas
bastante para la nifia, para Jos, para Ramona! En cuanto dejó su carga
la nieve. Junto a la hoguera estaban las pocas ramas que Jeff Hyer había
en tierra, Alejandro se fue a arrodillar delante de Ramona: miraba an.
podido recoger antes de que arreciase la tormenta. Tía Ri midió con los
siosamente la cara de la niña, miraba a Ramona: por fin exclamó, lleno
ojos lo pobre de aquella provisión para noche tan fría: -“iBuen calor,
de unción : -iMila;rro: Majela, milagro! iLos santos sean benditos!
Jos?” -“NO mucho, madre; pero no tengo frío, y eso ya es algo.”
Jos lo oía asombrado: -;Hum, católicos! -pensó: Eso no se 10
La resignación era una virtud tan constante en aquella familia que ya
digo yo a mi madre. A mí no me importa lo que sean. Esa muchacha
casi rayaba en vicio. Apenas habia en todo Tennessee gente de menos
tiene en la cara los dos ojos más lindos que en mi vida he visto.
comodidades y esperanzas, pero ellos no se quejaban jamás; y por mucho
que arreciase la mala fortuna. ni perdían el buen humor: ni el cariño con Con la ayuda de Jos pronto supo cada familia los propósitos de la
que entre sí se tiataban: mucho rico había por’ los contornos que, con otra, y fue creciendo entre ambas la amistad, a pesar de lo extraño de las
cirwnstancils ‘ .
ser los Hyer tan pobres. no vivía tan feliz como ellos con la riqueza de
su bwn natural. Cuandn Jo: empezó a dar scfinles, por la san;re que -Como que no entienden nuestra lengua, Jeff, no es pecado hablar
perdía. de lo muy delicado de sus pulmones, y dijo el medico que lo único de ellos, aunque no me gusta decir de ellos lo que no me pueden entender;
que podría salvarlo era un viaje a California: “iPUf a California!” pero tengo que contarte que estos indios me han dado un gran chasco.
dijeron el padre y la madre: “fortuna que casó el año pasado Lizy: iJeff, Yo no quería bien a los indios, pero esta criatñra tiene el alma más
vendemos la hacienda, ‘y en camino!” La vendieron en la mitad de lo linda, y vive en su hijita como cualquier mujer del mundo. Y el hombre,
que yalía? cambiaron sus vacas por una pareja de caballos y un carro Jeff, besa donde ella pisa. Lo que es yo no conozco a ningún blanco que
cubierto: y casi sin más recursos que los de su voluntad emprendieron el quiera así a su mujer. Vamos, Jeff, dime: iconoces tú a alguno?
1-u MARTf / TRADUCCIONES RAMOSA 447
La verdad era que Tía Ri no sabía de los indios sino lo que cuentan ánimoy : “Pues muy bien que vamos a estar, en cuanto la arreglemos nn
las novelas y los pspelw enemigos, llenos de historias caprichosas de poco”, el rostro se le contrajo, y lo escondió de ella. mas sin decir palabra:
muertes y ferocidades, y- el haber visto durante su viaje una que otra iapenas habia en el pueblo casa mejor ! Pero dos meses despues nadie
banda vagabunda. Y allí estaba ahora hablando mano a mano con dos la hubiera conocido. Alejandro había andado dr: fortuna en la caza: dos
indios de noble conducta y simpática apariencia, hacia los que se le iba grandes pieles de venado cubrían el suelo, otra hacia de cubierta de la
d e prisa cl corazón. cama, y las hermosas astas servian de percha, clavadas en los muros.
Y a Jos le decía: -“El es indio puro, J ella es blanca de padre; La cama tenia otra vez sus colgaduras de percal encarnado, y a sus pies,
ipero no ves, Jos, cómo mira a su indio, como si tuviera en él el mundo? en la armazón de manzanita roja, estaba la cuna de ramas entretejidas.
Y lo que es yo no se lo tengo n mal.” En la pared había una ventana más, y un ventanillo en la puerta, para la
Por supuesto que Jos había visto; porque nadie que observase cuando luz y el aire; en su repisa cerca de una de las ventanas lucia la imagen
estaban juntos a Ramona y Alejandro podía dejar de notar el singular de la Virgen, rodeada de enredaderas como en San Pascual. Todo lo cual
afecto de aquella dulce esposa, a cuyo arnor se unía ahora una incesante causó grandísimo asombro a Tía Ri, que cuando re asomó por primera
vigilancia, por el terrible miedo de que Alejandro perdiese la razón. ZDe vez a la entrada de aquella maravilla se quedo boquiabierta, con los ojos
dónde sacaría ella entonces fuerzas? pasmados y los brazos en jarras. Ki en lo mejor de su vida había tenido
Cuando a las pocas horas cesó la tormenta, el valle entero era como clla un cuarto que dijese tanto como aquel pobre casucho de Ramona.
un mar de blancura, y lucian las estrellas como en un cielo ártico. Jos A. Jos le contó el milagro con palabras de pomposo encarecimiento, y
no quería creer lo que Alejandro le decía, que al día siguiente, el vendaval cuando Jos y Jeff vieron por si la casita, su sorpresa fue mayor aún
habría pasado. que la de Tía Ri. Vagamente entendieron que aquél era un ignorado
Los Hyer iban a unos manantiales del norte del valle, donde pensaban encanto de la existencia, que ni el padre ni el hijo hubieran sabido
acampar por tres meses, para que JOY tomase las aguas. Llevaban consigo explicar a las claras a la pobre Tía Ri, tan buena como d-sordenada:
su tienda de lona, y cuanto necesitaban para su tosco modo de vivir. pero aquella compostura se les entró como un consuelo por el corazón.
Tía Ri queria acabar de llegar, porque la tenía cansada el viaje, y Jeff Y todavía se sorprendieron más cuando, al volver una tarde Alejandro
también, pero no por eso, sino porque le habían dicho que era rica la y Jeff de una caza sobremanera feliz, les puso Ramona una mesa toda
caza en la montaña de San Jacinto. Cuando supo que Alejandro conocía de sus manos, de venado oloroso con salsa de alcachofas, y frijoles COI]
el monte, y aun pensaba quedarse en él, se alegró mucho, y le propuso chile. El deleite fue grande, y Tía Ri quiso llevarse las recetas.
que hicieran juntos los dos la cacería; lo cual oyó con gran placer Ramona, A Alejandro se le iba disipando la tristeza. Tenía ganado SU poco
porque estaba segura de que a Alejandro le haría bien el tener un compa- de dinero: la bondadosa compañía de los Hyer lo había ido levantando
ñero en su vida campestre y en la caza, a la que era sumamente aficionado. de su pena: Ramona estaba alegre, y la niña como un sol: el amor de
El cañón de las aguas quedaba muy cerca del pueblo de Saboba, donde la casa, que después del de Ramona era en él lo mas vivo, se le desper-
deseaba ella ver si podían vivir: porque ya no le inspiraban repugnancia taba de nuevo en el alma. Ya hablaba de fabricar allí su casita. El
los pueblos de indios, sino que se sentía atraída hacia ellos por cierto pueblo era infeliz, pero no parecía que lo molestase nadie: era grande
parentesco, como si fueran su natural y único amparo. el valle, y el ganado corría libre: los blancos que por al!í había no
A los pocos días estaban en las aguas los buenos Hyer sin más casa mostraban deseo de echarse sobre los indios: en la presencia de los
que la tienda de lona y el carro; y Alejandro y Ramona, con su Ojos Ravallos, que aún tenían allí la hacienda, creía Alejandro ver una señal
de Cielo, en una casita de adobe de Saboba. La casa era de una india de protección: y Majela estaba contenta: en todas partes tenía Majela
auciana que desde la muerte de su marido vivía con su hija; y no era amigos. Sí, haría la casita, porque Ramona no podíá vivir en aquella
casa en verdad, sino un cuarto infeliz, con los muros de adobe crudo miseria. i Ah! pero Ramona no quería: “aquí estamos bien, Alejandro:
y al desmigajarse, y el techo de tule, sin piso por supuesto, ni más que aquí tenemos todo lo que necesitamos: no, no: espera un poco antes de
una ventana. Cuando Alejandro oyó que Ramona decía, toda llena de hacer la casa.”
443 MARTÍ / TRIDUCCIONES RAMONA 449
Porque, mientras Alejandro andala por el monte, Ramona había encima.” i Digo, aquellos mexicanos, todos medio desnudos! i y los
tomado lenguas con mucha gente del pueblo a quien 61 no conrtcía. con indios, válganos Dios, aquello es una trapería ambulante!
:os de la tienda, con los del correo, con los que le quisieran cambiar sus Pero cuando Ramona le contó, con ayuda de Jos, la infelicidad de
encajes y cestos por harina: y no le pawcia que Satuba estaba SeFuro. aquellas gentes, y la historia de San Pascual y Temecula, le faltaron
Un d’ la oyó a un americano decir esto: “Pues si viene la seca, no sé de palabras a Tía Ri para echar afuera su indignación: ;Pues en Tennessee,
dónde vamos a sacar agua para el ganado”, y el compaCero respondió: por cosasmenores,cuelgan.1 En Washington no deben saber eso. iSí?:
“Y esos malditos indios de Saboba, que tienen a la puerta los manan- Ramona le decía que sí; pero ella no lo podía creer. “Alguien anda
tiales: da rabia de veras que nos den con el agua corriente en la nariz.” engañando por ahí”, replicaba a todo, meneando la cabeza.
Por nada dei mundo .le hubiera contado aquello Ramona a Alejandro; --iTodos engañan!, dijo Ramona. Los americanos piensan que no
pero. se le quedó clavada la conversación como un augurio en el alma es malo ganar dinero con engaño.
entrktecitla; y cuando llegó de vuelta al pueblb se fue al manantial que
-;No me diga los americanos, Señora Majela! : iamericana soy yo,
corría por el centro de 61, y se estuvo largo rato mirando al agua clara
y Jeff Hyer e8 americano, y Jos! y pobres somos, pero quiero saber a
y juguetona. El manantial era una verdadera bendición. e iba acequia
quién le hemossacado con engaño un peso. Eso no puede ser, no, señora,
abajo hwta lo hondo del valle, donde estaban las siembras de hortalizas,
que mi pueblo permita estaspicardías. Ahora mismo le voy a preguntar
y de whnda y triso. Al ejandro mismo tenía allí campo bastante para
a Jeff cómo es eso. Eso es para que se muera de vergüenza cualquier
el grano que pudieran necesitar en el invierno la vaca y los caballos, si
país. Y si nadie pide remedio, mi Señora Majela, yo sola lo he de
los pastos flaqueaban. 1’ et0 si los americanos se llevaban el agua. se
pedir. Yo no soy nadie, pero en las cosas de mi tierra, puedo decir
moria SaboLn. Sólo que para llevarse el agua habían de destruir a
, tanto como el Presidente; y si no puedo yo, Jeff puede, y lo mismo es.
Snbobo. iy cso no sucedería, no, en vida de los Ravallos!
iTe digo, Jos, que no voy a descansar, ni a dejarte descansara ti ni
Muy triste fuc para Ramona p Alejandro e! día rn que los Luenos a tu padre, hasta que se sepa si esto que dice la SefÍora Ramona es
Hyer arrancaron 13~ estacadas de su tienda, para dejar por fin el valle. verdad, y le pongan remedio!
Vinieroll por tres meses, y habían estado seis: Jos parecia otro hombre:
Pero dolores más profundos que éstosse venían encima del desdichado
iaquel aire era la \ic!a! “Pero no somos ricos, Seííora ‘iIajt:la, y el
matrimonio. Desde el principio del verano empezó la niña a perder
homLre y yo tel:ernos que empezar a ganar. S i por aqui hubiera que- fuerzas, aunque tan lentamente que apenas se notaba el cambio de un
hacer en carpintrría. aqui nos quedáramos, porque Jetf tiene manos de
día 3 otro, y no se vio el estrago sino a la entrada del invierno, cuando
oro para carpintear: j y qtie no sC yo hacer mis buenas alfombras! ia mí
se comparó lo leve y delgado del pobre cuerpecito con la alegría y
dcnlnt: un telar, que yo me ganaré cl pan y la carne! i y que me gusta
robustez de la criatura antes de aquella bárbara nevada; antes toda era
a mi tejer! Jrff me dijo un día: “i Ri. estarías tú contcanta en el ciclo
risas Ojos de Cielo, y ahora se pasaba horas enteras en un débil quejido.
sin tu telar?: y yo le dije: “Pues no, Jeff, no creo que estaría contenta.”
De nada había valido la poca ciencia médica de Tía Rí. Día tras día
R amona, que en los seis meses había aprendido mucho in& le pasaba Alejandro arrodillado junto 3 la cuna, cruzadas las manos, fija
preguntó con verdadera an>ie~lnd:--¿Y es muy difícil? ino podría yo la mirada, arisco el rostro; hora tras hora, de día y de noche, la
aprender? paseabaen brazos, dentro de la casa o en el aire libre; rezo tras rezo
--Pues es, y no es. Para mí es como el aire, porque lo aprendi encaminaba Ramona desde el corazón afligido a la Virgen Madre y a
en naciendo. Cnos aprenden de prisa, y otros despacio. Pero mi Señora todos los santos; pares tras pares de cirios llevaba quemados, aunque
Majela aprendería en un volar. el dinero era ya poco, delante de la imagen: i y la niña no parecía
Y Tía Ri siguió hablando de las alfombras que se proponía hacer revivir! -“iAlejandro, ve a San Bernardino! busca un médico, por
en San Bernardino con telas de desperdicio, aunque no creía que fuesen Dios. Tia Ri y Jos están allá y te ayudarán, Dile a Tía Ri que la niña
muchas, “no porque los trapos faltasen, sino porque la gente los llevaba está como ella la dejó, pero más débil sí está, y más delgada.”
RAMONA 451
450 XiRl’í ,’ TRADUCCIO‘IE~;
-No ha de estar todavía. Ahora no más supo él de esto, que yo
Tía Ri había levantado sus reales en un casucho de los suburbios de se lo dije. El es de Saboba, y no bajó acá desde que vino el seño
San Bernardino, donde Jeff encontraba algún quehacer, y aun Jos en agente.
los días buenos. Jos, mal que bien. le habia montado un telar, y con -Y ipor qub no va primero con el agente,-dijo con mal humor
él , y aquellas cuatro paredes sin más pintura que la tierra del adobe, el médico,-a que IU pongan en los libros?
ni más que una ventana, estaba tan contenta como <‘:1 un palacio: ya -Y iqué, put2-le replicó sin disimular la cólera Tia Ri: ique
había tejido para el casucho su alfombra de retazos. y tenía empezada no está usted aquí por el gobierno para cmar a estos pobres indios
otra de encarpo, y comprometido el telar por mese<, tanto que dijo de Dios?
una vez que era mucha la trapería de San Bernardino, puesto que a Alejandro leía con ansias mortales en el rostro burlón del doctor:
más de los. que llevaban encima, todavía les sobraba tanto trapo para iVaya, mujer!-iba el doctor diciendo: yo soy el médico de la Agencia;
alfombra. De amigos, por supuesto, tenía ya un caudal, corno si hubiese. los indios acabarán por apuntarse todos en los libros: lo mejor es que
pasado allí toda su vida. se lleve éste allá. ¿Y qué quiere éste ahora?
En cuanto vio venir a Alejandro galopando en Benito le salió al Apenas hahía empezado Tía Ri sus explicaciones de la enfermedad,
encuentro, y aun antes de que refrenara el cal) 1110 ?a lc estaba dirigiendo cuando el doctor le cortó la elocuencia.-“Bueno está; ya sé, ya sé;
este discurso: -“A tiempo bienes, y allá quería ir 50, pero los pies no yo le daré algo que la va a mejorar.” Trajo del cuarto interior un
me dejan. iCómo están por allá? iPor qué no me los trajiste? Montón frasco lleno de un líquido oscuro, escribió de prisa el modo de usarlo,
de cosas tengo que contarte. Ya verás lo que yo te decia, que mi gobierno y dio ambas cosas a Alejandro.
no está con los ladrones. ;Qué había de estar! Aquí ha venido un señor -Eso le hará bien a tu hija,-dijo.
no más que para cuidar de los indios, un ueríor agente. que es muy -Gracias, señor, gracias,-contestó Alejandro.
bueno, con su médico, para curar a los indios sin cobrar cuando sc El doctor se le quedó mirando. Era el primer indio que le había
enfermen: el gobierno lo paga, ; y eso sí que tc aizo yo que es ahorro dado las gracias:-Dígale al agente, Tía Ri, que le lleva una rara auis.
en una casa, no tener que pagar al médico!”
-Y ie. qué es,-preguntó Tía Ri, al salir puerta afuera.
De aquel remolino de palabras apenas entendij Alejandro una com- -Yo no sé, dijo Jos: no me gusta el hombre, madre.
pleta, y en su mgI& cojo dijo a Tía Ri lo que quería Ramona. Alejandro iba mirando como en un sueño el frasco de medicina.
-Pues si eso es lo que te estoy diciendo, que aquí hay médico para iLe curaría a su hijita? ¿El gobierno, el gobierno de Washington le
los indios, que mi gobierno te lo paga. iVamos! vamos a verlo. YO daba aquella medicina, se la daba? iIban a ver por ellos, pues?
le diré cómo está la criatura. iY quién sabe si se anima B ir hasta iHaría aquel señor agente que le devolvieran su campo de San Pas-
Saboba! cual? Le daba vueltas el cerebro encendido.
iQuí: alegria la del pobre Alejandro, cuando como un wiámpago le De la casa del dortor fueron a la del agente, con quien tenía Tía Ri
pasó por el pensamiento la idea de volver a su Majela, con el médico más íntimas relaciones.
para la nicita! Jos se le reunió, para servirle cle intérprete. LOS oía -Este es el indio de que yo le venía hablando. Vino por medicina
Alejandro hablar, y aún se le resistía el corazón adolorido a dar entrada para la hijita, que está mala de veras.
a aquellas esperanzas. Se sentó el agente a su mesa de escribir, diciendo, mientras buscaba
El médico estaba en casa. Oyó con indiferencia a Tía Ri, hasta qut’ cierta página en el voluminoso libro de registro:
le preguntó : -iCómo se llama?
-iPero este indio es de la Agencia? Le dijo Jos, y comenzó el agente a escribir.
-iQué? -dijo Tía Ri. -No, no,-interrumpió Alejandro agitado:-no quiero que escribo
--iQue si es de la Agencia este indio? ¿,si e+í su nombre en los mi nombre, hasta que no sepa yo para qué es.
libros de la Agencia?
452 MARTÍ / TRADUCCIdNES
aquel único sonido. Se llevó las dos manos a las sienes, y se desplomó
se cerraron: le veló el rostro extraña palidez. Alejandro lo notó antes
sobre el suelo. Cn desmayo misericordioso había venido a aliviarla de
que Ramona. que iba atrás a caballo. “ihlajela!” exclamó: “iMajela!“,
sc angustia.
en un tono que se lo decía todo.
Cuando recobró los sentidos estaba en su cama. Alejandro 1s levantó
En un segundo estuvo Ramona al lado de su niña, cuya alma pronta
del suelo y la dejo alli. sin hacer esfuerzo alguno por reanimarla: pensó
a partrr pareció estremecerse con el grito de la pobre madre. Abrió
que también Ramona se le iba a morir, pero ni ese pensamiento lo sacó
los ojos: conoció a su madre: le corrió por el cuerpecito un rápido
de su letargo. Abrió Ramona los ojos, y lo miró; pero el no habló. Volvió
temblor: una convulsión como de agonía le trastornó el rostro: y luego
a cerrarlos; pero él no se movió. Los abrió otra vez, y le dijo:
no hubo más que paz: ilos lanentcs de Ramona partían el corazón !
-Te he oído, alhí afuera.
Con fieros ademanes echaba a Alejandro atrás, cada vez que se le
-Sí. Ya estd. -Y sefialó la cajita de tablas sin pintar, que esperaba
acercaba a acariciarla. Levantaba al cielo los brazos abiertos.-“Yo la
al lado de la cuna.--‘ ¿Y ahora quiere Majela irse conmigo a la
he matado, yo la he matado. iMe quiero morir!”
montana?
Lentamente volvió los caballos Alejandro, de vuelta a la casa. -i Ay.
--iSí, Alejandro, sí quiero!
dámela, Alejandro: dejamela tener sobre el corazón! iaquí la tendré
-i Para sie:npre!
bien caliente! -dijo Ramona, llorando más que hablando. Alejandro
-Lo mismo es.
le puso en silencio la niña en los brazos. No había hablado una sola
Las indias de Saboba no sabían qué pensar de Ramona, que no
vez desde su grito de angustia. Si a Ramona le hubiera quedado en
se ligó con ellas tan íntimamente como con las de San Pascual, ni les
aquel instante pensamiento para fijarse en él, habría olvidado allí mismo
inspiraba confianza desde que la vieron en tan estrecha amistad con
el pesar de su niña muerta. La cara de Alejandro no era ya carne:
los Hyer: iaquella amiga de los blancos no podía ser india de corazón!
sino piedra.
Así es que la dejaban sola; pero en cuanto supieron de su desdicha le
Cuando llegaron a la casa, puso Ramona en su cama a la niña,
llenaron la casa: todas estaban allí llorando en silencio, frente a la
corrió al rincón donde tenía escondido detrks de una piel de venado
muertecita del ataúd blanco: porque Ramona había cubierto con lienzo
el niño Jesús, y llena de lágrimas lo colocó en los brazos de madera
blanco la madera cruda, y puesto por encima el paño del altar, que caía
de la Virgen, Y se arrodilló a pedirle perdón. Alejandro estaba a los
en anchos pliegues hasta el suelo. “iPor qué no llora esta madre?”
pies de la cama, erguido, con loe brazos cruzados, sin apartar los ojos
se decían las indias: “ iserá como los blancos, que no tienen corazón?”
de su hijita. P ron t o salió del cuarto, sin haber hablado. A los POCOS
Bien veía Ramona que las mujeres estaban inquietas y como sin saber
instantes oyó Ramona un ruido, como de quien asierra. Los SOLLOZOS
qué decirle; pero no le quedaban ánimos para hablarles. Se le llenaba
la sofocaron, y un nuevo raudal de llanto. Alejandro estaba haciendo
el alma de miedos espantosos, más crueles que su pena. Ella había
el ataúd para la niña. S e 1evantó como una sombra, y con las manos
ofendido a la Virgen; había blasfemado: la Virgen la había castigado
-medio muertas vistió a su criatura toda de blanco para el entierro, la
instantlíneamente, le había matado la niña a sus propios ojos. iY ahora
acostó en la cuna, la cubrió con aquel paño de encaje que había bordado
era Alejandro, que se le ~olvia loco! iQué más haría la Virgen para
para el altar con tanto amor. Y conforme lo iba plegando al cuerpo
castigarla? iVolvería a Alejandro loco furioso, y se mataría él, y la
frío, recordaba el tiempo en que lo bordó, allá en el colgadizo de la
mataría a ella? i Eso íha a suceder, sí: eso! Cuando vinieron del
Señora, el cuarto de los canarios y pardillos, la voz y la sonrisa de
entierro, perdió Ramona sus últimas fuerzas al ver la cuna vacía.
Felipe, Alejandro sentado en los escalones, sacando de su violín divinas
--iAy, Alejandro, vámonos de aquí! ivámonos donde tú quieras!
müsicas. iEra ella la misma que había bordado con hebras tan finas
ipara mi todo es igual -todo- menos estar aquí!
aquel hermosísimo paño de altar? iEra aquél otro mundo? ~NO había
-Y ino tendrás miedo ahora, allí donde te dije, sola en la montaña?
pasado un siglo de aquello? iEra aquél Alejandro, el que estaba cla-
-iNo!--le rcspondií, ella ansiosa:-;no! de nada tengo miedo. iPero
vando allá afuera un ataúd? i Ay, qué hondo, qué hondo sonaba sobre
vámonos de aquí!
el clavo el golpe del martillo. t El aire la asordaba, el air: lleno de
458 MARTí /’ TR4DUCCIONW
RAMONA 459
Brilló de salvaje alegría el rostro de Alejandro. -Bueno: iremos a
la montaña: allí estaremos seguros. “Dile qxe la quiero mucho, Alejandro; pero que no puedo, no puedo
Y en cada palabra y movimiento volvió a dar muestras de aquella ver a nadie ahora: que el año que viene la iré a ver, si no tengo que
fiera inquietud que precedió a stl salida de San Pascual. Su mente pasar por el camino.” Tía Ri murmuró mucho de tanto pesar, que le
estaba como 61, dispuesta al viaje. Cada palabra era un plan nuevo, parecía locura: y cosa de quien, más que en este mundo, vive ya en el otro.
que comunicaba a Ramona tan pronto como lo concebía. Los dos caba- La majestuosa eminencia de San Jacinto se levanta por el Sur sobre
llos no los pudían llevar, sino uno, porque allá el pasto era poco: ni se el valle de San Bernardino. Desde la casita de Tía Ri se veía la áspera
necesitaban los dos. La vaca, también había que dejarla; Alejandro la montaña. Allí se estaba con la puerta abierta hora sobre hora la buena
mataría, y con la carne seca tendrían para mucho tiempo. Con lo que Tía Ri, a veces siete horas seguidas, dahdo a la cárcola recio, y corriendo
dieren por el carro, compraría unas cuantas ovejas: cabras y ovejas sí la lanzadera adelante y atrás, con el pensamiento y los ojos fijos en la
podían vivir bien en la montaña. iPor fin, a vivir seguros! iseguros: cumbre solemne y deslumbrante, que a la hora de la puesta brillaba
5oloS! Porque los blancos no querían aquel valle, que no era más como fuego, y en los días oscuros parecía confundirse con las nubes.
Erande que la mano, encaramado en aquellas altas crestas; y los indios -Como que estar allí, Jos, es vivir a la otra puerta del cielo,-solía
creían que el diablo en persona vivía en las cumbres de la montaña de decir Tía Ri. No sé qué me pasa por el corazón cada vez que miro el
San Jacinto; por su peso en oro no hubiera ido un indio de Saboba monte, desde que sé que está allí. A veces me deja ciega el resplandor:
a donde Alejandro iba a vivir. C on f’lereza encomiaba Alejandro cada así no ha de ser para los que vivan alIá, porque no podrían vivir.
una de aquellas condiciones de seguridad:-“iYo lo dije desde que Digo yo, Jos, que vivir allí debe ser como andar muerto. Dice Ale-
lo vi, Majela: éste es buen lugar para esconderse! Pero nunca, nmica jandro que allá no ha subido más hombre que él, un día que le iba a
pensé que tendría que llevar allí a mi Majela para tenerla segura,-a mi caza a un oso, y que hay agua y eso es todo lo que sé: y sé más, Jos.
“Majela!“. . . y la abrazS contra su pecho con pasión aterradora. y es que a ella no 18 volvemos a ver nunca.
No era cosa muy fácil para un indio de San Jacinto vender un carro Los cabal!os y el carro fueron en verdad una bendición para Jos.
y un caballo, a no ser que los diese poco menos que de balde. Con un que precisamente había deseado algo como esto, porque era el único
buen revés hubiera respondido un blanco al comprador que osase ofre- trabajo abundante, y propio para su pobre salud, en San Bernardino.
cerle lo que por allí ofrecían a los indios. A duras penaS pudo Alejandro iCuándo hubieran podido los pobres Hyers comprarle al hijo el carro
responder con calma a algunas de las ofertas. Por su Benito no le querían y los caballos? Nadie le quiso dar un carro de carga por aquel cubierto
dar más que una mazorca de maíz. Por fin Ramona, que no veía sin en que vinieron de su Tennessee. --“Me quiero morir de vergüenza
invencible temor la pkdida de lo que tenían de más valioso, logró con- cuando pienso que si no es por esta suerte de lo del indio, el pobre Jos
vencer a Alejandro de que era mejor dejar a guardar el carro y los se queda sin quehacer. No, y si sigue Jos ganando como va, en cuanto
caballos en San Bernardino con los Hyers. “Llkvaselos, Alejandro, y venga el indio le podrá pagar su parte, que eso es n* más que justo.
diles que los usen este invierno. Jos podrá trabajar con ellos de carrero, iY caballos como esos dos, que en medio día llevan la carga de uno! iy
y te lo agradecerá, y cuidará los caballos como tú mismo. Si no queremos mansos no más, como criados a la mano! iella por ese negro daba el
luego vivir en la montaña, los vamos 9 buscar: o Jos nos los puede mundo ! icomo que fue suyo, desde que era niñita! iLa pobre mujer!
hender allá mejor.” ino parece que tiene buena suerte!”
Cuando ya se disponía Alejandro a llevar los caballos a los Hyers, Alejandro había ído dejando de un día para otro la matanza de la
quiso que Ramona lo acompañase. Ella, más que con las palabras, le vaca: se le afligía el corazón de pensar que le había de dar muerte co:1
respondió con el horror pintado en sus ojos: -“No, Alejandro: por su mano: la vaca lo conocía, lo miraba como a un amigo, venia a él
ese camino no vuelvo yo a pasar sino como la trajimos a ella,-muerta.” como un perro en cuanto oía su voz. Desde que murió la niña la había
Ni deseaba Ramona ver a Tía Ri: no hubiera podido sufrir sin puesto a pastar en un ameno cañón que quedaba como a unas tres millas,
violencia sus demostraciones de pésame, a pesar de su sincero cariño. por donde a la sombra de los robles altos corría un fresco arroyo. Allí
era donde pensó él levantar su casita, cuando creía que estaban seguros
460 MARTI’ / TRADUCCIONES RAMONA 461
los indios de Saboba: ahora reía amargamenteal recordar aquella ilusión: condenados! i Aquí tienen a ésta cortando ya la res! iManos afuera,
ya se sabía en Saboba que bajaba el valle otra compañía de blancos, y tía ! i Aquí venimos a ahorrarte el trabajo de que nos seques nuestra
que los Ravallos le habían vendido una gran parte de sus tierras. El carne! ; Echanos acá cuanto pedazo tengas. . .-y la palabra vil con que
ganado ya no corría libre, porque los rancheros blancos estaban cercando acabó no es para escrita.
SUS terrenos; y como los indios eran muy pobres para cercar, tendrían El rostro de Ramona se quedó sin sangre. Los ojos le centellearon.
que deshacersepronto del ganado: i y después! idespués los echarían Se vino sobre los hombres con el cuchillo levantado. -“iFuera de mi
del valle, como a los de Temecula! A tiempo se había convencido Majela casa, blancos perros! iEsta carne es nuestra: mi marido ha matado la
de que lo mejor era irse a la montaña: allí a lo menos podrían vivir y res esta mañana misma!”
morir en paz, vida infeliz y muerte miserable, pero se poseerían el uno Su tono y continente sorprendieron a los seis hombres, que habían
al otro. La niña había muerto: imejor! así estaba libre de tanto echado pie a tierra y llenaban la habitación. -Espera, Merrill: dijo uno
infortunio. Para cuando hubiese llegado a mujer idónde habría en de ellos: la mujer dice que su marido mató hoy el animal. Puede que
todo el país un rincón en que pudiera refugiarse un indio? Pensando sea suyo de veras.- Ramona, como el rayo veloz, se volvió a él:
en estas cosasfue al cañón Alejandro una mañana: el pony que tenían iQué; no hay entre ustedes quien hable la verdad, que piensan que
ahora no podía llevar mucha carga de una vez por aquel camino, estrecho miento? Digo que esta carne es nuestra: y que en todo el pueblo no
como una hebra de hilo. Mientras se iban mudando, Ramona sacaría hay un indio que robe una res.
la carne, que les había de servir para muchos meses. Y despuésse irían. Con una risotada le respondieron los hombres, y el que los enca-
Al mediodía trajo del cañón la primera carga de carne fresca, que bezaba, notando el rastro de sangre que había dejado en el suelo el
Ramona comenzó a cortar en largas tiras, al uso mexicano. Y volvió trozo que haló la india, dio un paso hacia la cama, levantó el cobertor
a buscar ia carne que quedaba. Como dos horas despuésvio Ramona, de piel, y señaló burlándose de la carne escondida. -Cuando conozcan
en las idas y vueltas con que la tenía distraída el trabajo, un grupo de ustedesa los indios como yo, me podrán decir si pienso bien o mal.
hombres a caballo que iban deteniéndosede casa en casa por el otro Si el animal era suyo ipor qué escondela c,arne debajo de la cama?-Y
lado del pueblo: no bien se alejaban los de a caballo de una casa, salían se inclinó para sacar el trozo.-iUna mano aquí, Santiago!
de ella como muy alarmadas las mujeres: una de ellas vino por fin -i Al que la toque, lo mato!, gritó Ramona fuera de sí de ira: y
corriendo cuesta abajo hasta la puerta de Ramona. “iE.scóndela! ;Es- 9e puso entre los dos hombres, con el cuchillo en alto.
cóndeia! iEsconde la carne! Son los hombres de Merrill, los de la -iEppa!, dijo Santiago echándose atrás. iY buena moza que es
punta del valle. Se les ha perdido un novillo, y dicen que nosotros se la mujer cuando se enoja ! Digo, mozos, que le dejemos un poco de
lo robamos. Vienen de donde fue la matanza y vieron la sangre. Le la carne: ella no es de culpar: ella cree lo que le ha dicho el marido.
quitaron a Fernando toda la suya, que compró con su dinero. iEsconde, -iComo que te acuestasen cuanto te duele la cabeza! -murmuró
esconde la carne!” el Merrill, sacando la carne de debajo de la cama.
*Por qué la he de esconder? -respondió Ramona indígnada.- --iQué es esto?,- dijo una voz profunda desdela puerta.
Esta<%ne es de nuestra vaca. Alejandro la mató hoy. Era Alejandro. Ramona lo saludó con un grito de alegria: de alegría,
--iNo te creerán, no te creerán! -le dijo la mujer llena de an- aunque aquel modo de mirar de él, lleno de determinación y desafío, le
gustia:-Toda te la van a llevar. iEsconde un poco no más!-Y sin llenó de hielo las venas. Tenía la mano al gatillo de su escopeta.-“iQué
que Ramona estupefacta pensara en estorbarlo, la india se llevó halando ea esto?“, repitió. iBien sabía él lo que era!
un trozo de la carne, y lo echó bajo la cama. -iEs el indio de Temecula!-dijo en voz baja uno de los hombres
No había tenido tiempo de volver a hablar cuando los de a caballo a Merrill. Si sé que ésta es su casa, no vengo yo aquí. Erramos la pista.
cerraban ya la puerta con su sombra: el que iba a la cabeza se echó Merrill dejó caer la carne al suelo, y se volvió como para imponer
abajo de un salto: -;Por vida de!. . . jaquí está el resto, mozos! iNo miedo a Alejandro, pero tal luz vio cn el rostro del indio, que se
hay en el mundo entero ladronea de más poca vergüenza que eatoa convenció de que habfan equivocado la ruta. Comenzó a hablar, y
n 1 M 0 s .i %3
462 MARTÍ / TRADUCCIONES
El Merrill se burló alegrementede la malaventura de su camadada.-Si arado. En cuanto acabó la siembra, comenzó a cortar árboles para Ia
me hubieras preguntado, no le habrías ido con la propuesta. Esa madera de la casa. Aquella vez no fueron las paredesde lúgubres adobes.
está casada de veras. Pero indias te sobran, y debes buscarte una, sino de tablones de pino bien aserrado, a medio descascarar, y no de
porque tienen la casa como el oro, y son fieles como un perro. Puede3 un color todos los tablones, sino uno pardo y amarillo el otro, como
darle todo tu dinero, que ni un peso te ha de faltar. si los hubiesen dispuesto alma3 alegres. El techo de paja, tule y tallos
Ramona no pasó hora en paz hasta que no estuvo en el monte. Y de yuca, en cama doble y espesa,salía por el frente buen número de
entonces, mirando a su alrededor, viendo arriba los picos solemnesque pies, con lo que quedó hecho uno como colgadizo, con los horcones de
parecían hender las nubes, viendo a sus pies el mundo, porque para ella abeto tierno sin pulir. iOtra vez podría Ramona sentarse debajo de
el mundo era el inmenso valle, poseída por aquella sensación de la un techo de paja, lleno de nidos vocingleros! Para las ovejas hizo
vecindad celeste y alejamiento de la vida que asalta sólo en lo alto de Alejandro un corral, y un techo para el pony, con lo que la casa quedó
las montañas, se llenó de aire el pecho una vez y otra, y dijo:-“IPor completa, y más linda que‘las de San Pascual y Sahoba.
fin, Alejandro, por fin! iaquí estamosseguros! IEsta sí es libertad! Allí, en el colgadizo lleno de sol, estaba sentada al entrar el otoño
IEsto sí es alegría! ibluy contenta voy a estar aquí, Alejandro! lsi Ramona, tejiendo una cuna con ramas de saucesfragantes. iAquella de
es tan hermoso que me parece sueño! la niñita, la quemaron, la quemaron cuando salieron de Saboba! Aso-
EI valle era maravilloso, y parecía tallado en la montaña. Estaba maba el otoño cuando Ramona empezó a tejer la cuna: estaban los
como a medio camino de la cumbre, más alto por el Este que por el alrededores de la casa cubiertos de uva silvestre, puesta a secar, y tan
Oeste, y lo cerraba por una y otra boca montones de peñascosy muchos dulce que las abejas venían en nubes a llevarse la miel, por lo que
árboles caídos: la cumbre misma de granito le servía de muro por el espantándolascuando ya eran muchas salía Ramona a regañarlas dicién-
Sur, y por el Norte tenía una espuelacasi vertical, llena de espesospinos. doles: -“. ,Abejitas, váyanse, váyanse, que estas uvas las necesitamos
Años podía estar escondido un hombre en aquella hendidura sin que para el invierno!” Para el invierno, sí: la Virgen la debía haber per-
dieran con él. De la boca mas alta bajaba borbollando más que co- donado, porque le mandaba otra vez a la casa la alegría de un niño,
rriendo un manantial cristalino sobre un lecho de verde pantanoso, por Ialegría, a pesar del mundo entero!
todo el largo del valle, hasta que desaparecíapor la otra boca, como si Fue niña, y nació antesde los fríos, en días en que ya estabaviviendo
se sepultaseen la tierra; pero corría de Enero a Diciembre, y el agua con Ramona, desdela muerte de su hija, la viejita que les dio en alquiler
era tan clara como la del cielo. la casade Saboba. Era ignorante y de muy pocas fuerzas la pobre mujer;
Muy cerca, de allí nacía otra espuela que iba ensanchándosehasta pero Ramona veía en ella la imagen de su propia madre, errante tal vez
parar casi en meseta. Esta no tenía pinos, sino pródigos robles, car- y abandonada, quién sabe por dónde: y consolaba su alma de hija
gados de bellota, y a su sombra las piedras ahondadas donde, en los cuidando de aquella viejecita seca y canosa.
muy lejanos tiempos en que no creían los naturales en el diablo, habían Alejandro estaba en el valle por unos dos días cuando la niña nació.
amasadopara su alimento la jugosa nuez generacionesremotas de indios. Cuando volvió, Ramona le puso la niña en los brazos, radiante de gozo,
Se bebía la vida en aquel aire puro, y hasta la pena de la niña iban con una sonrisa como aquellas de antes: -“lMira, mi amor, le dijo:
Alejandro y Ramona consolando en él; lya no estaba la niña tan lejos, la Virgen me ha perdonado: mira tu otra hijita!”
desde que estaban ellos tan cerca del cielo! Primero vivieron en una
Alejandro no sonrió. Miró mucho a la niña, suspiró, y dijo: -lAy,
tienda de lona, porque antes que a levantar casa había que atender a
Majela, sus ojos son como los míos, no como los tuyos!
sembrar el grano y la hortaliza. Alejandro mismo se quedó sorprendido
al ver cuánta y cuán buena tierra tenía allí para sus sembrados. El -Y contentísima que estoy. Contentísima me puse en cuanto se los vi.
valle se entraba por cien lenguas, recodos y boscajes en la roca viva, El movió la cabeza: -“ES mal agüero tener los ojos como Alejan-
y en estos umbrosos albergues crecía tanta y tan linda flor que le dra,-dijo: los ojos de Alejandro no saben ver más que pena.“-Y
parecía a Alejandro maldad herir aquella hermosura con la cuchilla del puso la niña en brazos de Ramona, a quien se quedó mirando tristemente.
MARTí / TFMDUCCIONES
l.66
iPEORES COSAS!
ya estás con los santos, ya sufriste ei martirio como ellos! iello. dirán
Ramona sentía un mieao invencible, pero creyó mejor dejarle reposar
ahora lo que tú les digas, mi ciirtir bendito!”
una hora, para que se le calmase el juicio turbado. Tomó heno fresco
del corral, y con sus propias manos frotó al caballo, que era una bella Las manos de Alejandro estaban aún calientes. Se las llevo a su seno,
bestia, negra y elástica. Al ejandro lo debía haber traído a todo aliento y las besó una vez, muchns veces. Se rec!inó en la tierra junto a él, y
cuesta arriba, porque los flancos le humeaban, y tenía blanco el hocico echándole un brazo por encima le dijo al oído: -“iOh mi amor, oh
de la espuma. Se le saltaban las lágrimas a Ramona mientras calmaba Alejandro mio, háblale una vez mis a tu Majela! iCómo es que no
como mejor podia la fatiga del animal agradecido, que en señal de su padezco más? ~NO está bendito ya? ~NO nos vamos a juntar pronto
reconocimiento le rozó con los belfos húmedos la cara. “Porque era negro con él? i Alejandro mio! iya tu no podías con tanta pena!” Entonces,
se lo trajo el pobre,-se decía Ramona,-inegro como su Benito!” como en oleadas, le vino el dolor, y sollozó convulsa, pero sin lágrimas.
De pronto saltó sobre sus pies, y miró alrededor despavorida. El sol estaba
Cuando Ramona entró en la casa, Alejandro dormía. Ramona miró
aún alto. <,A dónde iría por ayuda ? La ancinna había ido ai monte con
al sol, que iba ya de caída. No podía ser que Alejandro fuese a lo de
las ovejas, y no volvería hasta el oscurecer. Alejandro no podía quedarse
Farrar, y estuviera de vuelta antes del anochecer. Iba ya a despertarlo,
allí, sobre la tierra. A Saboba no podía ir a pie. Iría a Cajuila, otro
cuando los ladridos furiosos de Capitán y los otros perros lo hicieron
pueblo, que estaba más cerca. El!a había estado allí una vez. iEncontrar
saltar de la cama, a ver qué era. Un momento nada más tardó Ramona
el camino? iTiene que encontrarlo!
en seguirlo, un momento nada más; pero cuando llegó al umbral, fue
para oír un disparo, para ver a Alejandro caer en tierra, para ver a Con la niña en los brazos voivió a arrodillarse junto a Alejandro, y’
la luz del mismo segundo echarse del caballo a un desalmado, venir sobre lo besó, y murmuró: -“iAdiós, mi amor!: vengo pronto. Voy a buscar
Alejandro, dispararle a quemaropa la pistola una vez, otra vez, sobre la amigos.” Y echó a correr, no a andar. Capitán, que no se había apartado
frente, sobre la mejilla. Luego, con una granizada de juramentos, cada de Alejandro, lnrnentándose con ladridos plañideros, de un salto se fue
palabra de las cuales resonaba con el fragor del trueno en los sentidos tras ella. Pero Ramonn se volvió.--“iNo, Capitán, no!“-Lo llevó otra
espantados de Ramona, desató el caballo del poste donde Ramona lo vez a donde estaba Alejandro, tomó al fiel animal de la cabeza, le miró
amarró, saltó sobre la silla, y salió a galope, con el caballo de reata. en los ojos, y le dijo: “QuEdate, CapitQn, quedate aquí.” Con un gruñido
Al echar a andar amenazó con el puño cerrado a Ramona: a Ramona, doloroso respondió él, le lamió las manos, y SC tendió junto a su dueño.
-que estaba arrodillada en la tierra, tratando de levantar la cabeza El camino era aspero y difícil de encontrar. M5s de una vez se detuvo
de Alejandro, y de contener la sangre que le salía de las horribles heridas. extraviada Ramona entre tantos peñascos y precipicios: se le había des-
“1Esto les enseñará a esos indios malditos a no robar caballos!“, dijo garrado el vestido, las espinas y latigazos de la maleza le habían hecho
el hombre: echó otra sarta de votos, y desapareció por la cuesta. sangre en la cara, los pies le parecían de plomo, por lo poco que andaba.
Con una calma más terrible que el mayor arrebato de pesar se estuvo En las barrancas apenas se veía el paso por lo muy oscuro, y cuando de
sentada Ramona en tierra junto al cuerpo de Alejandro, con sus manos estriS en estribo iba subiendo, sin ver más que pinares espesos o áridas
cogidas. Nada podía hacer por él. El tiro había sido bueno: ibueno! explanadas, sintió que se le caía el corazón. La otra vez que había ido
en la mitad del corazón: llos otros tiros fueron mero regalo, para saciar por allí no le pareció tan largo el viaje; Alejandro iba con ella: el día
la pistola! A los pocos instantes se levantó, sacó el paño del altar, y 10 era claro y alegre: se habían ido deteniendo donde querían: le parecib
tendió sobre el rostro deshecho. Sin saber cómo le vinieron a la mente
muy corto el viaje aquella otra vez. ¿Se habría extraviado? iEntonces
unas palabras que le oyó decir al Padre Salvatierra, como dichas por el pronto estaría su alma con la de Alejandro!: porque el monte de noche
Padre Junípero cuando le mataron a un franciscano los indios de San estaba lleno de animales feroces. Pero no: la niña vive, y ella debe vivir
Diego. “iGracias a’Dios, porque ya ha consagrado la tierra Ia sangre
para la niña. i Adelante, adelante, muerta el alma, el cuerpo arrebatado
de un mártir!”
por la fiebre! Por fin, cuando la noche estaba ya tan encima que apenas
lSi, la sangre de un mártir. t Parecia que las palabras estaban en
veía a pocos palmos de distancia, cuanda jadeaba de terror m6s que del
el aire, que lo purificaban de las blasfemias del asesino. “1Mi Alejandro:
472 MAñTí / TRLDUCCIONES RAMOSA 473
cansancio de correr, vio de repente las luces de Cajuila. Unos pasosmís, zorra o un lobo. Pero ahora no era lo mismo con aquel agente nuevo,
y ya estaba en la aldea. que puso en grandes apuros a dos de San Bernardino, porque maltrataron
En la miserable aldea: un claro estéril en el corazón de la mortaiia. a un indio de la Agencia, y llevaba presos a muchos taberneros, por
Los cajUjleños eran muy pobres, pero alrogantes y de muchos bríos: vender bebidas a los indios. iQué haría ahora, con nada menos que
verdadera gente de montaha, libre y fiera. Muchos de ellos querían a un muerto? Lo mejor era dar prueba de honradez y respeto a la ley,
Alejandro con pasik, y cuando supieron cómo acababa de morir, cómo presentándoseal primer juez que hallase a mano, y diciéndole que había
su pobre mujer había bcjado sola el monte con la niña en brazos, matado al indio en defensa propia. Y lo hizo como lo pensó. Se acusó
abandonaron sus quehaceresy se juntaron alrededor de la cara donde ante el juez Wells, que vivía a pocas millas de Saboba, de “haber
se había refugiado Ramona, en grupos airados y amenazadores. Ella, cometido homicidio justificable en la persona” de un mexicano o de
medio sin sentido, descansabaen una cama. Llegó, contó el horror de un indio,-;Farrar no sabía a derechas!,-un mexicano o un indio,
un solo aliento, y cayó al suelo desmayada, casi sin dar tiempo a que que le había robado su ca,ballo. Y lo que contaba parecía creíble, sólo
le quitaran la niña de los brazos. No pareció echar de menos la niíía, que ,no explicó cómo, desconociendoel hombre y lugar, había ido tan de
ni fijarse en ella cuando se la trajeron a la cama. Era como si un seguro al punto de la muerte.- “Seguí las huellas por algún tiempo,
olvido misericordioso le estuviera calmando los sentidos. Pero lo que dijo; pero en un recodo las perdí. Se lo han llevado me dije, por la
dijo bastó para poner al pueblo en agitación extraordinaria. Nadie tierra seca, para que no se conozcan las pisadas. Del otro lado del
estaba allí en calma. De todas rJarteS salían hombres a caballo: un ar.royo volví a encontrar la pista. Yo andaba perdido por aquel monte
vrupo quería ir a traer el cuerpo de Alejandro: otros buscaban com- tan espeso. Al cabo, subiendo por un espolón, di con un rancho. Los
Pañeros para ír a escape a la casa de Farrar, a mátarlo: Estoseran los perros de la casa me ladraban. Allí estaba el caballo, atado a un árbol.
más amigos de Alejandro, los más jóvenes. El viejo capitán del pueblo Indio o mexicano era, no sé, el hombre que me salió con un cuchillo.
iba de grupo en grupo, rogándoles que no saliesende Cajuila: -“iPara “iDe quién es ese caballo?” le grité.-“Mío”, me dijo en mexícano.-
qué, hijos míos?, ipara que haya diez muertos, en vez de uno? Querrán “iDe dónde lo trajo ?“- “De San Jacinto.” -Se me venía encima con
dejar a sus mujeres y a sus hijos como deja él los suyos? Si matan a el cuchillo, y yo le apunté con el rifle.- “iPárese, o disparo!” No se
Farrar, los blancos nos matan todo el pueblo. Quién sabe si los blancos paró, y disparé. Siguió viniéndoseme encima, y volví a disparar. El
lo castigan.” hombre no caía, y lo eché al suelo de un culatazo. Saqué mí pistola,
Ellos se echaron a reír. No había memoria de que hubieran castigado y le disparé dos tiros más.”
a un blanco por matar a un indio. iBieu lo sabía el capitán! iPor qué El juez, como era su deber, dejó bajo custodia al preso, citó un
les mandaba que se quedasen sentados como mujeres sin hacer nada, jurado de seis vecinos para el reconocimiento, y con ellos y Farrar salió
-uando les habían asesinadoa un amigo? la mañana siguiente para el monte. Cuando llegaron al valle de Alejan-
-Porque soy viejo, y ustedesson jóvenes. Pelear ia qué? A ustedes dro, ya el cuerpo no estaba allí: la casa estaba cerrada: no había
les arde la sangre: ia mí también! Pero soy viejo. He visto. Prohibo m;ís señasde la muerte que unas cuantas manchas de sangre sobre el
que vayan. suelo. La alegría de Farrar fue grande; pero se le mudó en espanto
Las mujeres unieron sus ruegos a los del capitán, y los jóvenes cuando supo que el juez no volvía al pueblo aquella noche, sino que
cedieron al fin, aunque con visible repugnancia, diciendo que “bueno, iban a dormir en un rancho cercano a Cajuila. Aquel hombre pareció
que ya llegaría la hora, que habría de ser”. Había más de un modo de mujer. El terror lo desfiguraba. “ívendrán los cajuilas, y me matarán
matar a un hombre. Lo que es Farrar no viviría mucho en el valle. de noche! iquédense todos conmigo aquí, por Dios!”
Alejandro tenía que ser vengado. A media noche despertaron al juez para decirle que estaban allí el
Farrar había ido meditando sobre lo que haría, mientras bajaba la ,:apitán y los cabezasde casa de Cajuila, que venían a llevar los jurados
montaña: unos cuantos años antes no se habría tomado tal trabajo, sino ~1 pueblo, donde tenían el cadáver. Su pena fue grande cuando les
vuelto a su casa, sin más inquietud que si el muerto hubiese sido una dijeron que no debían haber movido el cuerpo de donde cayó, y ya 110
RAMONA 475
574 MARTÍ / TRADUCCIONES
reunirse un jurado que declarase culpable a un americano por haber
se podía levantar acta del reconocimiento. Pero el juez fue con ellos, matado a un indio. La conciencia, sin embargo, no se le calmaba por
vio el cadiver: y oyó la narración de 10 sucedido, tal como lo contó completo. Más de una vez veía delante de sí la cara de Alejandro, con
Ramona en el instante mismo de su llegada. De ella no se podía saber las heridas abiertas, como bocas que pedían justicia. Más de una vez
nada mis. porque la fiebre y el delirio la tenían tan fuera de sí que le puso ante los ojos el remordimiento la escena desgarradora de Cajuila:
no conoció a su propia hija cuando se la pusieron en los brazos. Se movía el cadáver por tierra, Ramona tendida en la cama de aquella choza
sin cesar de un lado a otro, hablaba continuamente, apretaba en las mísera, revolviéndose, mesándose el cabello, rezando el rosario, delirante.
manos el rosario, rezaba, interrumpía el rezo para llamar a gritos a Sólo por muerte, o porque no había vuelto del delirio, hubieran dejado
Alej.andro y a Felipe: la única muestra de conocimiento que daba era los cajuileños de traer, aunque fuera en andas, a Ramona.
asir con mís fuerza el rosario, y aun escondérselo en el seno, cuando Rien la conocía él de cuando vivió en Saboba, y había apreciado su
trataban de quitárselo. raro mérito. Sus niños la miraban con amor, y la habían visitado en
El juez era hombre de la frontera, y como tal, de ojos poco blandos; su casita; su mujer le había comprado encajes. Alejandro había tra-
pero no pudo contener las lágrimas. Farrar había solicitado que se bajado para él, y nadie mejor que el juez sabía que hombre menos
levantasen en seguida las primeras diligencias: pero después de lo que capaz de robarse un caballo no vivia en el valle. Farrar lo sabia tam-
oyó en Cajuila se lo negó el juez, y fijó el día del proceso para de allí bién. Lo sabía todo el mundo. Todo el mundo sabía de aquellas súbitas
a una semana, a fin de que Ramona pudiera aparecer en él como testigo. oscuridades de su mente, que mientras le duraban lo tenían sin el menor
“Es necesario que la mujer declare”, dijo a los indios. No quedó Ferrar conocimiento de sus actos. La única excusa de Farrar era que, al ver
preso, sin embargo, sino con libertad para ocuparse en sus quehaceres, su caballo rendido de fatiga, cegó de ira, y disparó sin saber lo que
sin más fianza que su propia palabra. Llegó por fin el día fijado. hacía : “Pero si hubiera sido americano como él, se dijo el juez, lde
Con pena a la vez que alegría vio el juez acercarse la hora del seguro que lo piensa dos veces!” El juez no podía libertarse de aquellos
proceso sin que se presentara a declarar testigo alguno. Que Farrar pensamientos. Sí, era claro: lalgo debía hacer él por la pobre Ramona,
era un grandísímo rufián, lo sabía todo el país, y el juez se hubiera por la pobre niña! Eso sería como una penitencia por aquella absolución
alegrado de que de aquella vez pagase al fin por todas. Pero hasta en el cobarde. Hasta podía criar la niña en su casa, como se solía hacer en
valle de San Jacinto, silvestre y casi despoblado, florecía la cizaña de el valle con los indios. Eso haría, eso. En cuanto tuviera tiempo iría
las preocupaciones, y era obra mayor, sobre todo para persona que anda a Cajuila, a ver lo que podía hacer.
en política y necesita de los votos, la de romper lanzas en pro de los Pero estaba dispuesto que Ramona no recibiese socorro de manos
indios. Con mostrarles la menor simpatía se venía abajo por aquellas extrañas. Felipe había dado ya con sus huellas: Felipe estaba ya en
tierras la popularidad de más raíces. En otros asuntos podía haber dife- camino.
rencias de opinión; pero en odiar al indio, no. La verdad es que el
juez vio con agrado que el proceso llevara aquel camino, aunque no
dejó de punzarle el corazón, diciéndole con voces que él oía muy bien,
que aquello era como hacerse cómplice del crimen, sobre ser gran des-
lealtad para con quien, como Alejandro, fue su amigo. Le punzó el
corazón; pero quedó mucho más contento que triste cuando se vio for-
zado a declarar, a moción del defensor, el sobreseimiento de la causa,
por haber sido el homicidio en defensa propia, y no aparecer testigos
contra el acusado.
El juez aquietó su conciencia pensando, como era la verdad, que el
resultado habría sido el mismo, aun cuando hubiese él decidido que
había causa de proceso: porque en todo San Diego no hubiera podido
TfA RI EN VIAJE
Por fin, en Temecula, en lo de Hartsel, pudo Felipe saber por la iAl Norte, aquel Xorte donde Felipe los había buscado rincón por
hostelera algo de cierto, aunque lo que la buena mujer le dijo, juntando’ rincón ! “El señor puede ver la casa donde vivió Alejandro: aquélla.
fechas y palabras con un esfuerzo de la memoria, más confirmaba que No pregunte quién vive ahí ahora: iamericanos! El americano le dio
desvanecía sus temores. Alejandro había pasado por allí como una algo a Alejandro por su campo, que era muy bueno. Al fin Alejandro
semana des@ de la salida de Ramona, solo, a pie, en gran pobreza, salvó algo.” i Ah, si !o hubieran oído!. . . Ahora ya era muy tarde.
camino de San Pascual, buscando trabajo. Y la de Hartsel creía de Ya nadie les quería pagar por la tierra. iMuerte, casas vacias, des-
seguro que Alejandro había muerto, porque si no, hubiera venido a gracia, muerte!
pagarle lo que le debia: el violín, no se había podido vender nunca. Con el pesar de lo que veía casi olvidó Felipe el supo propio.-¿Y
Eso sí, no había muchos indios como Alejandro, ni como su padre. dónde van ahora?-les preguntó.
“iVerdad, señor?” iMejor que hubieran sido todos como Alejandro! -1 Quién sabe, señor! iDónde podemos ir? Ya no hay dónde ir.
i algo másque un alcalde sehubiera necesitadopara echarlos de Temecula.! Aumentó la perplejidad de Felipe cuando oyó que no llamaban Ra-
-4 *Pero qué podían hacer contra la ley, mi señora? 1A mí mismo mona a la mujer de Alejandro, sino Majela. iNunca le oyeron decir
me han quitado con su ley la mitad de mi hacienda! Ramona? -Nunca.
-i Pelear! Eso es lo que podían hacer. Y eso es lo que dicen todos iQué era, pues? iEra el de San Pascual otro Alejandro? El nombre
que habrían hecho, si Alejandro hubiese estado aquí. ha de estar en los libros de la iglesia. Los indios sabían que Majela y
Felipe vio pronto en la de Hartsel un corazón amigo, y se lo dijo Alejandro se habían casado en San Diego: “los casó el Padre Gaspar”.
todo. iImposible, imposible!, decía ella. Se quedó largo rato meditando. Y montó a .caballo Felipe, a San Diego. Pero el Padre Gaspar andaba
“iDe seguro que está escondido,-exclamó,-si iba con ella! Para por las montañas: en el curato estaba el teniente, un joven irlandés.
esconderseno hay como los indios; y todos saben donde está escondido Se le mostró el joven cortés y benévolo. Sacó del secreto el gran libro
el otro, pero ni en el tormento lo declaran. Los indios son como las viejo de los registros: y con el dedo comenzó a buscar despacio los
tumbas. iY a Alejandro, que lo querían ellos tanto, e iba a ser su nombres que por encima de su hombro devoraba Felipe con la vista,
capitán, cuando muriera Pablo, porque sabía leer y escribir, y era de precipitado el aliento con la zozobra. Al fin leyó el teniente, adivinando
buen consejo! Si yo fuera usted, Señor Felipe, iría a San Pascual. las letras entre aquellos picachos y borrones.
-Alejandro.. . laquí está!: “Alejandro Asís y Majela Fa. . .”
Quién sabe si aquella noche cuando él vino estaba ella escondida por
i Ay, no era ella! Le dolió el corazón. iQué mujer era aquella con
ahí cerca: aunque no veo dónde la pudo esconder. Ahora recuerdo que
quien Alejandro se había casado diez días despuésde llevarse a Ramona?
le dije que pasara aquí la noche, y él no quiso.”
Alguna india de quien se había compadecido: alguna novia de antes.
Felipe se despidió de la asombrada mujer. -“Si los encuentro, pasa-
¿En qué rincón del monte estaría enterrada Ramona?
remos por aquí de vuelta, Señora Hartsel.” Y el pensarlo sólo lo puso Aquello acabó de convencer a Felipe de que Ramona había muerto.
en ánimos para el viaje hasta San Pascual. Allí, más confusiones. Era inútil seguir buscando. Pero, de vuelta a la posada, no pudo des-
Estaba en desorden el pueblo, los campos descuidados, muchas casas cansar, y comenzó a escribir a cuanto cura había por aquellos lugares,
vacías, vaciándose otras. En la de Isidro vivía ahora con su familia un preguntándolessi estaba anotado en sus libros el casamientode Alejandro
americano que tomó a compra futura la mayor parte de la tierra donde Asís y de Ramona Orteña. Porque no era imposible que hubiese más
estaba el pueblo. Isidro, como Alejandro, dio al hombre a escoger, de un Alejandro Asís. Asís no era ‘un apellido tan raro, y Alejandros
puesto que no había cómo poner en duda sus papeles, entre comprarle entre los miles de laa Misiones, habia de haber más de uno. Los curas
la casa o verla quemar. El hombre la compró, e Isidro se había ido respondieron. Ningún Alejandro se había casado con ninguna Ramona.
hacía una semana para Mesa Grande. Los indios que aún estaban allí A la salida de San Pascual vio Felipe un matrimonio indio que iba
no sabían de Alejandro: ni Isidro tampoco, le dijeron, sabe dónde au a pie junto a sus mulas muy cargadas, y en una de ellas, sin vérseles
primo vive ahora. Alejandro no dijo: tomó al Norte. Eso era todo. más que las caras entre los atados, dos criaturas. La mujer iba llorando.
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Felipe los miró con gran piedad, haló de la bolsa, y dio a la mujer un3 Cuando Jos oyó que de todas partes lo llamaban, sujetó como pudo
moneda de oro. La mujer lo miró con asombro. iEra hombre aquél, 0 a Benito Y u Babá, buscando con los ojos azorados por qui: lo paraban.
llovía oro, o era un ángel del cielo? “;Gracias, señor, gracias!” y el Felipe no le dio tiempo a preguntar. Se fue derecho a Babá, se apeó de
hombre se acerco a él, y le dijo: “iDios se lo pague, señor! Lo que un salto, y tomando al caballo querido de la rienda: “i Babá! iBabá!”
no3 ha dado es más que todo lo que tenemos en el mundo. ¿No sabe le decía. El caballo conoció la voz, y empezó a relinchar y a tender el
el señor dónde podré encontrar trabajo?” 110cíc0. Casi perdió Felipe el conocimiento. Hubo un instante en que
Con toda .el alma le hubiera dicho Felipe: -En mi hacienda. En lo olvidó todo. Estaban ya rodeados de gente. Por allí nunca había
otro tiempo no habría vacilado en decirlo, porque el matrimonio era habido mucha fe en que poseyeseun personaje como Jos dos caballos
joven y fuerte, y de caras honradas. Pero la semana de la hacienda como aquéllo3, así que no causó gran sorpresa oír que Felipe, mirando
no daba ya para todo3 su3 pagos. -No, amigo, siento no saber. Vivo a Jos con ojos suspicaces, le preguntaba cómo le había venido aquel
muy lejos de aquí: ia dónde piensan ir? caballo.
-Por ahí, por San Jacinto. Dicen que allí no hay todavía muchos A Jos le gustaba reír, y hacer las cosasdespacio. Ya tenía para rato
americanos. Allá tengo un hermano. iGracias, señor! iDios se lo quien lo quisiera sacar de suscasillas. Antes de contestar cruzó una pierna
pague, señor! sobre la otra, miró largo y tendido a Felipe, y en voz amable le dijo:
Volvió a su hacienda. iSan Jacinto, San Jacinto! Desdela hacienda “Bueno, señor, porque por la pinta le leo que es señor: ya tomará tiempo
se veía bien la montaña.-“Juan Can,-preguntó a 103pocos días: ihay el decirle cómo me vino ese caballo, y el otro. Ni ése es mío, ni el otro.
mucho3indios en San Jacinto?” Como que no entiende mi inglés, ieh? Pues allá le va mi mexicano.” Y en
--iEn el monte o en el valle? El valle tiene poco río, pero es ancho mexicano le empezó a contar de Alejandro, y de la Señora Majela, y de
y hermoso, y grande en pasto. Yo sé de un pueblo manso que hay en que Babá era de ella desde niña, y de que no había como los dos indios
el valle, y de otro fiero allá arriba, en el cuajo del monte. iGente para querer a sus animales.
brava, señor! -iVen con nosotros! -dijo Felipe echando las riendas de su caballo
A la mañana siguiente salió Felipe para San Jacinto. iCómo no le al muchacho que estaba más cerca. Y de un salto subió sobre el pescante.
había nadie hablado de aquellos pueblos? Tal vez había más, y tampoco JDios, Dios bueno, santos buenos! j’La había encontrado, por fin, la
se lo decían. Revivieron sus esperanzas. Era él así, todo de extremos, habfa encontrado! iCómo le contaría al hombre de prisa? iCómo le
lleno de ánimos a una hora y a la siguiente descorazonado. Cuando entró daría gracias a aquel hombre? “No puedo decirle, no puedo. jLos santos
por aquella calle soñolienta de San Bernardino, y vio en el horizonte, lo trajeron por esta calle !“-“iOtro de los de santos!” se dijo Jos:
contorneado por el cielo azul, el pico soberbio que con 103fuegos de la “iQué santos, señor! jTom Wromsee fue el que me trajo, para que le
puesta iba cambiando de turquesa a rubí, y de rubí a turquesa: “iLa he mudara esta tarde la carreta!” - “jLléveme a su casa!” le dijo Felipe,
encontrado!-se dijo-ella ect5 alli, ila he encontrado!” A él, como a trémulo aún : “No puedo decirle en la calle. Quiero que me diga todo
Tía Ri, le produjo la montaña una sensaciónsolemnee indefinible de algo lo que sabe. Los he estado buscando por toda California.”
a la vez revelado y oculto. “iSan Jacinto?” preguntó a uno que pasaba, A Jos se le iluminó la cara, porque ésta era la buena fortuna, sin
señalando al pico con el látigo. A tiempo que le respondía el hombre, duda, para aquella tierna y amable Ramona. -“Vamos a casa derecho.
desembocóa todo correr por la esquina cercana un carro con dos mag- Déjeme no más parar en lo de Tom, que me está esperando.” El gentio
níficos caballos negros, que apenas dieron al hombre tiempo para apar- se dispersó desconsolado,con su “iTe la encontraste, Tennessee!” de un
tarse de un brinco. -“* rEse de Tennessee todavía va a matar a alguno!” lado, y de otro “isuelta el caballo negro, Jos!”
Felipe vio los caballos: hundió las espuelasen los ijares de su animal, AI doblar Jos la esquina de su calle, vio a au madre que le salía al
y echó detrás a galope. “i Babá! iEse es Babá!” decía en voz alta, olvi- encuentro como despavorida, con el gorro a medio caer, y los espejuelos
dado de todo, tendido sobre el cuello, hincando las espuelas. “iparen a en la cabeza. -“ ¿Qué le sucede,madre?” De un manotazo asió Tía Ri
ese hombre! iParen a ese de los caballos negros!,” la gorra, y a grandes vueltas del brazo seguía llamando a Jos. “iAcá,
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RA3lONA 485
Jos! iEh, Jos!” Y seguía hablando sofocada, sin entendérsele la mitad
de las palabras por el estruendo de las ruedas. No parecía notar que ella, iquién cuida de la niñita ? Si yo dejo ir solo a este buen Señor
Jos no estaba solo en el pescante.-“ iOh, Jos, lo más triste del mundo! Felipe.”
iHan matado al indio, Jos, al indio Alejandro! i Asesinado, Jos!” Con tal viveza le dio gracias Felipe, por medio de Jos, que volvió lo de
-iJesús! i Akjandro muerto !, dijo Felipe, en un grito que helaba que ella no era señora, ni le tenían que dar gracias, ni decirle más que
el corazón. Tía Ri. -“Me pasa como con ella, Jos, que cuando la vi ya me pareció
que la quería. 3Iás amistad les tengo a los mexicanos, en la verdad del
Jos no supo por dónde empezar. Miraba a su madre. Miraba a Fe-
corazón, que a estosyanquis mal nacidos. Pero que no me diga señora,
lipe.-“Esta es mi madre”,-dijo a Felipe “ella era muy buena amiga de
los dos.” “Madre, éste es el hermano. Me reconoció por Babá. Los ha Jos. Tía Ri o Misa Hyer me ha de decir. Tía Ri es más natural.” Y
hablaba sin cesar, como si así pudiera aliviarle la pena a Felipe. Jos
estado buscando por toda California.”
no tenia que creer que no sabría ella hallar el camino. Hasta Tennessee
Tía Ri entendió en seguida. Se enjugó los ojos, de que corría el llanto iría ella a ciegas,sin‘salirse de la calzada. Lo de subir el monte, Dios dirii.
a hilos, y habló entre sollozos:-“Digo ahora que sí, que hay Providencia.
Dios no ha de dejar sola a Ramona. iTía Ri no tiene miedo!
Usted es Felipe, ya lo sé yo, su hermano Felipe. De usted no más me
No podía haber hallado Felipe compañera mejor, sin que le estorbase
hablaba la pobre. Pero yo no sé, yo no sé si la volveremos a ver viva.
íElla no va a vivir después que se lo mataron mucho el no hablar la misma lengua, porque para todo lo necesario se
i Ay, mi Dios y señor!
entendían muy bien, acaso por lo que los unía, el gran afecto de ambos
delante de los ojos! ¿Y cómo se sube allá? jNo más que él sabía subir!
a Ramona.
iLos bl ancas, nunca!”
Con luna llena entraron en San Bernardino. En cuanto vio asomar la
Jos iba traduciendo a Felipe, que se lo pidió ansioso, las frases incoe
luna Tía Ri había dicho.-“Eso es bueno”.-“Si, dijo Felipe, que
herentes de su madre. “iMuy tarde! imuy tarde!” gimió Felipe. También
había entendido las palabras: enseña el camino.” -“iEh, diga ahora
él creía que Ramona no había podido quedar viva. “iMuy tarde!” Y
que no sabe hablar inglés!”
con paso inseguro entró en la casa.
-Lo que es yo-exclamó Jos,-digo que no se ha muerto. Ella no Benito y Babá iban como si supieran el objeto de aquel veloz viaje.
deja sin madre a la niña. Ya jlevaban mucho andado sin dar señalesde fatiga, cuando, señalando
un rancho a la orilla del camino, dijo Tía Ri que allí habían de quedarse
-Eso es verdad, Jos, eso es mucha verdad. iQuién la matará a ella,
a dormir, porque no conocía el paso de allí en adelante. Y para decir esto
con la niña en los brazos, si no son las fieras del monte? Por supuesto
contó la historia entera de la casa, donde vivía una familia metodista.
que vive, si la niña está viva.
Aquella gente no hablaba sino de Dios. Y qué órganos, y qué aleluyas,
Felipe estaba sentado, con la cara hundida en las manos. Levantando
y qué cantos. Pero el trabaje es su dios: cuando sale el sol, ya las reses
la cabeza, preguntó: -“iEs muy lejos?”
tienen de comer, y han acabado de almorzar, y tienen limpios los platos.
-Al valle donde estuvimos, sus diez leguas. Y a le alto donde estaban En Tennesseeno se trabaja con aquel afán. “i Digo! isi creo que el
ellos, sábelo Dios. El monte parece muro por lo pendiente. Así dice mi buen hombre no me ha entendido palabra del sermón! Me mira asom-
padre, que cazó allá en el verano con Alejandro. brado, como que no me entiende el inglk. iNí entre las gentes que se
Felipe oía como en I.UI letargo a aquellos que hablaban familiarmente entienden la lengua sé yo que sirva de mucho hablar la mitad de lo que
de Alejandro, que lo compadecían, que lloraban al saber su muerte ho- se habla!”
rrible. Por fin se puso en pie. - “Vamos allá. Vámonos ahora mismo.
Los blerrill no querían que Felipe subiesea Cajuila con aq:rellos her-
iMe quieren prestar los caballos?“-iCómo no? ipara el derecho que
mosos caballos. “Allá, allá está el camino”, le decían señalár::?oleuna
tenía Jos sobre ellos!
cinta blanca, tortuosa, revuelta, y pendiente, que subía eseando,abriGndose,
-“iY a mí me lleva! -dijo impetuosamente Tía Ri; yo no me he
caracoleando, ensortijándose, estirándose al borde del precipicio, como
de quedar aquí sentada cuando ella está en ese dolor: y si se ha muerto
un camino de ciervos. Tía Ri tembló al verlo; pero no dijo nada, sino
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esto que se dijo a sí misma: “Lo que es yo no me vuelvo atrás; pero Era de ver la cara risible de Tía Ri, donde se leían a la vez desafío,
quisiera que Jeff Hyer estuviese por aquí.” desdén y miedo. “Sam Ilerrill, yo no he visto en mi vida gente más ruin:
si se les pone, nos tuestan: isi no está ella aquí, ec buenas andamos!”
A Felipe tampoco le agradó aquella vía colgante, que hecha para bajar
“ i Oh ! dijo riendo hlerrill-ésta es gente amigable, no más que anda
maderas, iba cayendo durante unas seis millas en ángulos peligrosos:
inquieta con la muerte del indio: fue mucha ruindad la de Jim Farrar,
luego serpeaba entre barrancas y colinas hasta llegar al corazón de un
dispararle a un muerto. Matarlo, no: porque lo que es yo, a indio que
gran pinar, donde habia un aserradero, y allí se hundía en la selva aún
me roba un caballo, lo mato; pero no había que despedazarle la cara al
más densa y oscura, de donde volvía a salir al sol, ondeando por entre
muerto: eso fue que lo cegó el enojo.”
vastas explanadas, praderas olorosas y montecillos bien yerbados, ya al
pie de la magnífica montaíía: de allí llevaba el camino cuesta arriba Tía Ri lo oia atónita. Felipe, después de pocas palabras con el capitán,
hasta Cajuila, cada vez más estrecho. Sin guía nadie pudiera intentar tal había entrado en la casa a toda prisa. Tal vez Ramona estaba allí. Pero
viaje. Uno de los Merrill se prestó a ir con ellos, acompañado de dos ni el ansia de verla le pudo contener a Tía Ri la indignación: --“Mozo, le
caballos fuertes, hechos al camino, con cuya ayuda no se subió tan mal dijo a Merrill,-yo no s& cómo te han criado; pero si mi hijo me hubiera
la terrible cuesta, aunque Babá al principio cabeceaba y relinchaba, como dicho ese discurso , ino quisiera más sino que un rayo me lo matara! :
humillado de ir a la cola de un caballo desconocido. y lo tendría muy merecido.” Lo más que iba a decir, nunca lo supo
Merrill, porque asomó el capitán a la puerta y la llamó con la mano.
A no ser por la tristeza con que iban, Felipe y Tía Ri hubieran gozado
Saltó del pescante al suelo, rehusando ásperamente la ayuda de Merrill,
profundamente con la magnificencia del paisaje: a cada nuevo escalón
y corrió a la casa. Al cruzar el umbral, Felipe volvió a ella el rostro
de aquellas pendientes planicies se iba ensanchando el valle al Sur y al
angustiado : -“i Venga ! i háblele!” Estaba arrodillado en la tierra del
Oeste, hasta que todo San Jacinto estuvo a sus pies. Los pinos eran
suelo, junto a un miserable jergón. iEra aquélla Ramona, aquel cadáver?
soberanos, ya erguidos como columnas torneadas, ya caídos por tierra y
isu pelo aquellas guedejas revueltas, sus ojos aquellas cuevas chispeantes,
tan gruesos que lo alto del corte salía por sobre la cabeza de un hombre.
sus mejillas aquellas manchas escarlatas, sus manos aquellas pobres
En muchos de ellos estaba la corteza agujereada del pie al tope, como
manos locas, que jugaban, como sin saber con qué, con un rosario de
por miríadas de balas, y en cada agujero había una hellota: eran la
cuentas de oro?
despensa de los pájaros carpinteros. Tía Ri iba maravillada con la sabi-
Ramona era, tendida allí hacía diez días, sin que la pobre gente de
duría de los animales, y cebando la elocuencia en Sam Merrill, que en el
Cajuíla supiera ya qué remedio nuevo darle. Tía Ri se echó a llorar:
dialecto verboso no le iba en zaga, aunque sacaba ventaja a Tía Ri en
“iAy! mi Dios, dijo, si por aquí cerca creciera la ‘hierba del viejo’:
hablar más bien que mal el mexicano.
eso la curaría: yo creo que la vi como una milla afuera.” Y sin más
Leguas parecían las millas a Felipe. Le atormentaba aquel hablar sin palabras ni preparación corrió a !a puerta, saltó al coche, habló más de
tasa de Tía Ri. iCómo podía charlarse de aquel modo? Pero cuando prisa que nunca, hizo que la llevaran a todo el aliento de los caballos,
se iba enojando con ella, notaba que la buena mujer se enjugaba a hurta- llegó al lugar, miró de pescante afuera hierba a hierba, descubrió por fin
dillas las lágrimas, y esto le volvía a ganar el corazón. la gramínea de olor amargo, y a los pocos minutos alzaba en las manos
Durmieron en una choza mísera que había por un claro, y tan temprano triunfantes un haz de las hojas grises, suaves, plumosas y relucientes:
volvieron a montar, que estaban en Cajuila antes del mediodía. Cajuiia “i Aprisa, Morrill!“-“Esto le va a dar la vida”, dijo a Felipe al
entera salió de sus casas al ver llegar aquel cómodo coche con cuatro entrar en la casa; pero se le encogió el corazón al ver cómo Ramona
nobles caballos: nunca habían visto cosa tal. Aún duraba la agitación paseaba inquieta la mirada sin luz por el rostro de Felipe, sin dar señal
que causó la muerte de Alejandro: aquella misma mañana estaba hírviendo de reconocerle: “j Mala está !” dijo Tía Ri, temblándole los labios; “pero
en cólera el pueblo, sabedor ya de que Farrar estaba libre. Al viejo hasta que no crezca el monte encima, no hay que decir muerte.” Dio a
capitán no le ponían mucha atención por el momento; así fue que al aspirar a Ramona la taza hirviente llena de aquella infusión acre; con
pararse delante de su casa, no vieron los viajeros más que rostros hostiles. paciencia infinita logró dejarle caer gota tras gota por entre los muertos
RAMOSA 439
ft:?8 JI.\RTí ;' TR.4DUCCIOSES
les respondía que no había puestu nada mis que agua caliente y “h:erlin días después del de su fuga se presentó Felipe al juez, en demanda de
del viej 0”. Ll cunl nombre no era de lo3 indios: como pudiera parecer, noticias precisas sobre las investigaciones en cuya virtud fue dado libre
el asesino de Alejandro. Y cuando el juez le leyó las diligencias de la
sino que lo trajo t-jl;~ 1 lo creseron bueno. por cierta extrafin relacion entre
la planta y el sobicI resuitatlo del uso que le habían victo hacer dc ella. sumaria. concluyendo de ellas que si la declaración de Farrar era verda-
dera, “la de la mujer tenia que ser falsa”, saltó Felipe sc,bre sus pies,
De Felipe. no se cesaba de hablar en toda la comarca. donde era
y le habló de este modo: “C ui d a d o, señor, que la mujer de quien usted
suceso colosal la !legada de un caballero mexicano que como el agua
habla es mi hermana, i y si llego a encontrar al asesino, lo mato como a
gastaba et oro. y teuia a cahallo a’ pueblo entero. buscando lo que le
un perro! i?‘cremos entonces si hay jurado en San Diego que me
parecía bien para la enferma. iSi había viajado por toda California.
ahorque por librar al país de semejante fiera!” Y Felipe lo hubiera
con cuatro cnbal!os. buscando a su hermana! iY se la iba a llevar a su
hecho como lo decía.
casa rica, all;i en el SI~I,, cn cuanto estuviese bien, y a mirar cn uc=uida
porque colgaran, porque colgaran del pescuezo, al que le había n:~tad~~ Cuando Tia Ri supo que Fnrrar había huido, se calzó los anteojos, y
el marido! iY si no lo cuelgan, bala! Jim Farrar oía de todo esto con miró muy atentamente a quien le daba la noticia, que era el mismo
el alma en un hilo: de la horca, no se le daba mucho, que harto conocía Merril!. -“iConque huido, eh? iPerro hediondo no mBs es ese infame!
él a los jueces y jurados en San Diego, pero de la bala sí, porque él Jy dondequiera que vaya le irá detrás el Señor! Mejor que se haya ido.
sabía que es como la de los indios la venganza de los mexicanos, que Lo que es yo, no le tengo ley a la horca. JY Felipe lo hubiera matado
no la cansa el tiempo ni se le fatiga la memoria. Farrar maldecía la en cuanto se tropezase con él, como que el cielo es azul! Más muerto
hora en que se dejó llevar de la furia en aquella montana solitaria. se va él con el indio, que lo seguirá por donde vaya, y le hablará de
día al oído, y no lo dejará dormir de noche. Va a ser como uno que
Ni Ramona, que vio el asesinato, sabía toda su maldad: Farrar sólo
conocí yo en Tennessee, donde los calabazos crecen silvestres y había
sabía que en vex de echársele encima con un cuchillo, lo que Alejandro
hizo fue decirle humildemente: “Señor, yo le explicaré”;-que aun despuk una cerca de ellos, y una casa de un lado y otra de otro, y los muchachos
de que ya tenía los pulmones atravesados por el primer tiro, y la sangre de las dos casas querían el mismo calabazo, y pelearon, y las madres
se le agolpaba a la garganta, todavía anduvo hacia él uno o dos pasos, lo tomaron a pecho, y se golpearon también, y luego los hombres, hasta
con la mano en alto, como para que se detuviera, y queriéndole hablar, que Rowell le sacó filo al cuchillo, y pusoa Clayborne como las banderas
hasta que cayó muerto. Muy dura tenía Farrar el alma, y muy seguro que volvieron de la guerra. Y no lo ahorcaron, pues, sino que el jurado
estaba de que no era pecado matar a un indio; pero no le era gustoso lo dio libre. Pero él iba y venía, siempre solo, nunca contento, hasta
recordar aquella suplicante angustia de la voz y el rostro de Alejandro: que un dia nos fue a ver y le dijo a mi padre:-‘Vengo a decirte que
cuando caía muerto a sus pies. Y mucho menos gustoso le era el recuerdo no puedo vivir aquí más.‘-‘iY por qué, si la ley te ha dado libre?’
desde la llegada del caballero mexicano: el temor es espuela poderosa -‘La ley sí, pero Dios allá arriba no. Por todas partes, por todas
del remordimiento. Otra cosa le turbaba grandemente, de la que no partes va Clayborne conmigo: en la vereda más estrecha, hay siempre
se habló en ei primer jurado y por la que pudiera irle muy mal en el hueco para los dos: por la noche, duermo con él de un lado. y con
segundo, y era que su única clave para justificar su conocimiento de mi mujer de otro: no puedo, amigo: no puedo sufrir más.’ Y muchos
que Alejandro le hubiese llevado el caballo, fue que el pobre loco le años después volvió, cuando ya era yo una buena moza, y mi padre le
había dejado en el corral el pony moro, que todo el mundo sabía ser preguntó:-‘Vaya, pues, Rowell: iy allá también se fue Clayborne
suyo: Jrara acción, en verdad, para un ladrón de caballos! Pensando detrás de ti?‘-‘También-dijo el-también; ya no puedo verme libre
en esto se le cubría a Farrar de sudor mortal la frente, porque come de Clayhorne en este mundo.’ Y así le va a pasar a ese bribón, que llegará
todos los de alma cruel, era cobarde: hasta que después de muchs dia en que quisiese lo hubieran colgado mejor, o muerto de un tiro.”
tortura y agonía, se determinó a salir de la comarca, por lo menos
Oía Merrill gravemente el rápido discurso de Tía Ri, que llegó a las
mientras anduviera por allí el cuñado mexicano. E hizo muy bien en
capas mas hondas de su naturaleza de oesteño fronterizo, en la que sobre
poner en planta sin pérdida de tiempo su determinación, porque tres
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los hábitos y creencias de la primera edad se precipitan luego las pruebas que fuese, como era, la amistad que les habían inspirado la benevolencia
nuevas y desesperadas de su vida indómita, como las varias capas de la y agradecimiento de Felipe y Tía Ri para con ellos, sentían loa de
Lorteza terrestre. Bajo la cáscara del más duro rufián hay casi siempre Cajuila, al verlo ir, como una pérdida, como un vacío. Aquel viaje
:odo un mundo lleno de las costumbres, de las doctrinas, de las ense- les ponía más en claro ante los ojos su soledad y pobreza. Ramona,
ñanzas religiosas que de niño le fueron familiares, y de hombre recuerda: mientras fue mujer de Alejandro, había sido como hermana del pueblo,
por alzamiento súbito, en alguna gran lucha o catástrofe de la madurez y como condueña de lo que el pueblo poseía, que no era más que el
de la vida, vuelven aqueilas memorias, como flores, a la superficie. ánimo para cargar entre todos la desdicha: iy ahora se la llevaban como
Las respuestas del catecismo que aprendió en su infancia, y en que no ri la rescatasen,no tanto de la muerte, como de una vida peor que ella!
ha vuelto a pensar, suenan de nuevo en sus oídos, misteriosas e íntegras, Ramona les fue diciendo adiós deshechaen lágrimas. No sabía cómo
y se le turban los sentimientos y el lenguaje con el conflicto, en un arrancarse de los brazos de la joven que en toda su enfermedad le había
pecho áspero, del hombre de hoy y el de ayer que resucita. Este efecto dado el pecho a la niña, yendo hasta quitarle a la suya propia la leche,
causaron las palabras de Tía Ri en el joven Merrill, criado en el más para que no le faltara a la de Ramona. “iHermana! yo te debo la vida
austero calvinismo, arrebatado después, como por un remolino, en la de mi hija: icómo te sabré dar gracias? iyo rezaré por ti toda mi vida!”
vida salvaje de la frontera, pero siempre buen yanqui. Aunque la A Felipe no le hizo la menor pregunta. Sin vacilar, con la sencillez
bondad no llegó hasta confesar que habia pecado Jim Farrar mortal-
de un niño, se entregó en sus manos. Felipe era el instrumento del
mente matando al indio, ni reconocer que era señal segura de la
poder superior que la guiaba. Aquella misma ingenua resignación que
inocencia de Alejandro el que hubiese dejado en el corral de Jim “aquel
le dio desde sus primeros años serenidad en sus amarguras, y placer
pony viejo, desrodillado, mísero, que no valía veinte pesos”. A esta
en sus trabajos diarios, la mantuvo, serena aunque ya sin placer, en laa
discusión, no sin haberla salpicado antes de felicísimas ocurrencias, puso
pruebas de su amargo matrimonio: y no la abandonaba ahora. Tía Ri
fin agrio Tía Ri de esta manera: “Y lo mejor será que no hablemosmás,
no cesaba de maravillarse, con lo más vigoroso de su dialecto y sus
mozo, porque vamos a acabar peleando.” Y Merrill no pudo ya sacar
gestos de mayor asombro, de aquella mansedumbre en la desdicha que
palabra de los labios selladosde Tía Ri.
le parecía poco menos que la misma santidad. “Pues si el rezarle a los
Pero de otra cosa hablaba sin cesar, con grandísima elocuencia papeles y el arrodillarse delante de los maderos lo pone a uno en esa
y gusto, y era de la bondad de la gente cajuileña: sus últimas preocu- paz, desde mañana voy yo a creer en los santos: imucho que voy yo
paciones contra los indios se desvanecieron en el trato de aquella? a decir mal de los indios, con lo que estoy viendo! icomo que me estoy
familias simples y honradas. “Delante de mí no ha de hablar nadie volviendo índia yo misma!”
mal de ellos, mientras yo viva,--decía: vean cómo se han quitado de
El adiós a Tia Ri fue el más doloroso para Ramona, que la veía
encima cuanto tienen, no más que por darle los gustos a Ramona: eso como su madre, tanto que sentía a veces como si prefiriera quedarse
es más de lo que les he visto yo a los blancos. Y no me digan que ha con ella a irse con Felipe, aunque en seguida se reprochaba el pensa-
sido por el interés, porque hasta que Felipe y yo ‘vinimos, ellos no miento, como traidor e ingrato. Felipe le adivinaba la pena, y no se la
+abían que Ramona tuviese parientes: hasta morir la hubiesen cuidado tenía a mal: “iEa el único amor que ha conocido la pobre parecido al
ellos como a hija. La verdad es que los blancos tienen mucho que de madre!” Y se quedó en San Bernardino semana tras semana, so
aprender de los indios, en esto y en mundos de cosas. iComo que pretexto de que Ramona no estaba todavía fuerte para emprender viaje,
alguien me vuelve a oír decir de los indios mal! Mucho bueno diré. cuando la verdad era que no queria privar a Ramona tan de súbito de
Pero todos serán como yo, que hasta que no lo veo con mis ojos no la sana compañía de Tía Ri, que le daba ánimos.
lo he creído: isi el mundo entero pudiera ver lo que yo he visto!” Tía Ri estaba muy atareada, haciendo una alfombra de retazos para
Muy triste se quedó Cajuila el dia en que salieron por fin del pue,blo la mujer del agente: precisamentela acababa de empezar la mañana que
Ramona y sus amigos. Por mucho que aquella gente bondadosa se le llevaron la noticia de la muerte de Alejandro. No era de esasalfcm-
alegrara de que Ramona hubiese encontrado aquel amparo, y por viva bras de tiras de colores diversos, que el tejedor va matizando conforme
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al gusto del que se la encarga, sino esas otraa de salga-como-saliere, y la insensibilidad que !as alivia: en la misma rudeza del golpe va a
Zn que se coge del montón de trapos el que venga a mano, y suelen veces su primera cura. Mucho había aún de tardar Ramona para
quedar mucho más graciosas y pintorescas. Así decía Tía Ri, gran convencerse por completo de que Alejandro estaba muerto. i Alin no
experta en el oficio; y era de oírla filosofar sobre las cosas de la vida había sufrido las mayores angustias!
a propósito de la alfombra. “A mí, denme las cosasde la vida a salga- Felipe no sabia de esto, ni podía entenderlo, y se maravillaba agra-
como-saliere, que así me salen mejor, como con los trapos: y no que al decido: al ver a Ramona día tras día conforme y placentera, pronta
que las prepara mucho y las encoge de aquí y las estira de allá, le pasa siempre R responderle con una sonrisa. Lo que lo atormentaba era
como a los que me traen los trapos para que le-shaga la alfombra de oírle decir algo de gracias y de reconocimiento. .“iGracias, a mí, a mí
este y este color, y azul con colorado, y verde con amarillo, y aquí que hubiera podido ahorrarle todas sus penas con un poco más de valor
carmín y allí naranja, y luego que lo ven hecho como lo quisieron, se de hombre!” Jamás se perdonaría aquello Felipe: su vida entera la
tiran de las orejas y dicen que fui yo, que se lo quise hacer mal. Lo consagraría a Ramoqa y a ia niña: ipero su vida entera era tan poco!
que es ahora, les hago escribir lo que quieren en el papel, que tonto Cuando ya iban llegando a la casa notó varias veces que Ramona
es el que cae en la misma trampa dos veces. iPor ahí anda volando el trataba de ocultarle que había llorado: “Ramona,-le dijo-no te dé
que sabede arreglar colores! El que manda, manda.” pena liorar delante de mí. Yo no quiero que tú tengas nada que
Cuando tuvo la alfombra hecha, Tía R,i la llevó a casa del agente, esconderme. Mejor que llores mucho: así se alivia el dolor.”
muy bien enrollada bajo el brazo. Había estado preparando mucho eata -No Felipe: los egoístas y los pobres de alma no más lloran. A
visita, porque tenía un mundo de preguntas que hacer, y de noticias que veces no se puede dejar de llorar; pero siempre que lloro me da después
dar, y escogió la hora en que el agente había de estar en casa. Sí: el vergüenza, y creo que he pecado, y que he dado mal ejemplo. ~NO re-
agente sabía por donde había andado Tía Ri, y lo de Alejandro, y lo cuerdas que el Padre decía siempre que se debía parecer contento, aunque
de Felipe. Y hab’la querido prender a Jim Farrar, pero no lo prendió se padeciera mucho?
porque le dijeron lo mismo que Ramona dijo a Tía Ri, que no creerían -;Pero eso es más de lo que pueden hacer las criaturas!
en testimonio de índia contra un americano. Tía Ri puso con sus -No, Felipe: acuérdate de cómo sonreía siempre él, que había
lenguaje3 en gran aprieto al agente: “¿A qué tanto celo por prender sufrido tanto. Por la noche no más me decía él que lloraba, cuando
a los que vendían licor a los indios, si no le alcanzaba el poder para estabá solo con Dios. Tú no sabes, Felipe, lo que enseña la soledad
poner presos a los que los mataban?” “iMis indios! ipor qué decía del monte. Yo he aprendido tanto en estos años, como si me hubiera
el agente ‘mis indios’, si cada uno de ellos se ganaba con su trabajo estado enseñando un maestro. A veces me parecía que era como que
la vida?” “¿Y el médico para qué es, sino para lo que a Alejandro andaba por allí el alma del padre, poniéndome pensamientos. No más
le fue, para dejar morir las criaturitas en los caminos?” “iPara lo que quisiera podérselo decir a mi hija, cuando tenga más años. Ella lo va
sirven los agentes, si no sirven más que para traerse de Washington a entender más pronto que yo, porque ella tiene el alma de Alejandro:
todos esoslibracos y papelotes, y escribe que escribirás oficios y listas!” imíraselo, míraselo en los ojos! Todo eso que yo aprendí en el monte,
Y esto fue cuanto sacó la curiosa Tía Ri de su visita a la Agencia. lo sabía él de cuando niño: eso está en el aire, y en el cíelo, y en el
Le pareció a Ramona durante todo el viaje que lo que le sucedía sol, y todos los árboles lo saben.
era un sueño. iSu niña en los brazos: Babá y Benito trotando alegres Mientras Ramona le hablaba así de Alejandro, iba Felipe asom-
a un paso tan vivo, que no iban rodando, sino como resbalando, y a brándose en silencio: él había tenido siempre .miedo de nombrar a
su lado Felipe, el querido Felipe, con aquella misma amable luz de Alejandro. iY Ramona hablaba de él, como si lo tuviera vivo y a su
antes en los ojos! iqué cosa extraña le pasaba que todo aquello le lado ! iNo lo podía entender Felipe ! Muchas cosas-había en aqnelln
parecía, no verdad como era, sino falso e imaginario? ihasta su hija amable y adolorida hermana suya que Felipe no podría entender jamás.
misma, no le parecía cuerpo vivo ! Ramona no sabía que la naturaleza Cuando entraron en la hacienda los criados, que habían estado es-
misericordiosa manda con las penas terribles la fuerza que las soporta perándolos de días atrás, se reunieron en el patio para recibirlos, con
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Juan Canito y Marta a la cabeza: dos nada más faltaban, Margarita y y hermosa de otro modo que como él la conoció antes dc su casamiento,
Pedro, casados desde algunos meses antes, que vivían ahora en el tanto que a veces creía, mirándola con deleite, que había cambiado
rancho de los Ortegas, donde era Pedro nada menos que capataz, hasta de facciones? Pero en esta mudanza misma había un encanto,
cosa que tenía muy divertido y burlón a Juan Canito. que por largo tiempo habría de rodearla y protegerla de pensamientos
Todo era en el patio feliz, rostros resplandecientes, y sonrisas, y amorosos, como si la guardase una guirnalda de invisibles espíritus:
gritos de alegria, aunque no había allí corazón que no tuviese sus habia en su cara como una arrebatada expresión de comuniones celestes,
miedos de que la vuelta al hogar no parase al fin en mayores tristezas. que percibia el más torpe, y a la vez que atraía, solía imponer. Era
Todos, culí1 más cuil menos, sabían lo mucho que había sufrido la aquella misma majestad que Tía Ri quiso explicar de su jocosa manera.
Señorita desde que salió de la hacienda, y les pareció que había de Pero Marta la explicó mejor, respondiendo un día a cierto desahogo de
venir muy cambiada por el dolor: “Y luego, encontrarse aquí con 13 Juan Caníto, que le dijo medio aterrado, y en voz que parecía soplo,
Señora muerta” -decía uno de los peones: “ya esta casa no es como cómo tenía él por lástima grande que el Señor Felipe no se hubiera
cuando vivía la Señora.” casado años atrás con la Señorita: “¿Y por qué no se había de casar
-iVaya ! -murmuró Juan Can, más encuellado y supereminente ahora?” Y Marta le dijo, en otro soplo: -“i Antes se casaría con In
que nunca, con e: año que llevaba de mando absoluto: Vaya, señor, misma Santa Catalina! iY qué bueno que pudiera ser, Juan Canito!”
eso es lo que usted sabe: lo que yo sé es que la Señora hizo muy bien Ahora estaba la casa como la Señora se la había imaginado tantas
en morirse, porque si no, no vuelve acá la Señorita. Ya la Señora veces, con el gorjeo de un niño en el jardín, en los corredores, en el
mandó, que en paz descanse: yo por mí, mejor quiero que me manden colgadizo: en todas partes el sol, la bendición y la alegría. íPero no
la Señorita y el Señor Felipe. era así, no, como se lo había imaginado ella! No era aquélla la niña
Cuando los buenos e impacientes criados vieron venir hacia ellos con de Felipe, sino la de Ramona; de Ramona, expulsa y sin amigos, que
la niña en los brazos a Ramona, pálida, pero con aquella sonrisa de había vuelto en paz y honor, como la hija de la casa; de Ramona, la
antes, todos rompieron en vivas continuos, y no hubo en el grupo ojos viuda de Alejandro. Si la niña hubiera sido bija de Felipe, no la
sin lágrimas. Con los ojos buscó Ramona a Marta, y le dio a cargar habría podido él querer más; y la niña, sólo a su madre quería más
la niña: “Marta, le dijo con aquella voz suya que le ganaba los cora- que a Felipe. Desde los primeros días se quedaba dormida horas enteras
zones: ino me vas a querer a mi hijita?” en sus brazos, con la manecita hundida en la espesa barba negra, tan
-“iSeñorita!” “iSeñorita!” “iDios la bendiga, Señorita!” -decían cerca de sus labios que él podía besarla una y otra vez, cuando no lo
todos a un tiempo, agolpados alrededor de la niña, acariciándola, cele- veía nadie. Después de Ramona, la niña era lo que Felipe quería más
brándola, pasándola de brazo en brazo. Ramona estuvo mirándoios en el mundo: a la niña podía prodigarle sin reparo la ternura que no
atentamente por algunos instantes, y luego dijo: -“Dámela, Marta. Yo se atrevía a mostrar a la madre. Con el tiempo iba viendo Felipe, cada
la llevaré a la casa.” Y siguió como si fuera a entrar por ia puerta de vez más claro, que los resortes de la vida de Ramona no eran ya de
adentro. este mundo, que su alma era la constante compañera de otra alma
-Por aquí, Ramona, por aquí,-gritó Felipe. He dicho que te invisible. Ramona no podía engañarlo con hablar a cada icstante tran-
preparen el cuarto del Padre, porque ies tan alegre para la niila! quilamente de Alejandro, como le hablaba. La pena no era menor por
-i Felipe bueno, gracias ! -dijo Ramona, y sus ojos hablaban más el ausente: la especie de parentesco era lo que había cambiado.
que sus palabras. Felipe le había adivinado lo que más temía ella al Algo atormentaba cruelmente a Felipe: el tesoro escondido. La
volver a la casa, que era pisar su propio cuarto. Tal vez nunca se humillación le había impedido bablar de él, pero con cada hora que
atrevería a entrar en él. iQué cariñoso, qué cuerdo había sido Felipe! pasaba sin revelar a Ramona el secreto, se sentía tan culpable casi como
Si: Felipe era ahora muy cariñoso, y muy cuerdo. iPor cuánto la misma Señora. Por fin, habló. No había dicho muchas palabras
tiempo podría sujetar la cordura al cariño, regalándose él, como se cuando lo interrumpió Ramona: -“Oh sí, yo sé; tu madre me dijo. A
regalaba, dias sobre días en la contemplación de aquella mujer hermosa, veces hubiera querido tener algunas de laa joyas, cuando estábamos en
498 X4RTi ,’ TRADCCCIOSES RAMONA 499
mucha pena; ,pero ya eran de la Iglesia. La Señora Orteña dijo que En lo visible al menos,corría la vida serenaen la casa de la Señora:
se los dieran a la Iglesia si yo me casaba contra la voluntad de tu madre.” nada era más grato a los ojos que aquella rutina de tranquilos que-
haceres,gocessencillos y tareas ligeras. Tan apacible era el verano como
iOh. q u6 vergüwza!: le temblaba de 1~ vergüenza la voz a Felipe:
el invierno, y cada uno traía su beiieza propia. No había allí alma
“:\o, Ramona, no se las tlielon a la Iglesia. Tú sabes que el Padre
quisquillosa o enemiga; y correteando como los pájaros y el sol, triscando,
murió, y yo creo que mi madre no supo qué hacer con ellas.!’
regocijando, aleteando, riendo, veíase sin cesar de colgadizo en colgadizo,
---;,Pero pur clu2 no se las diste a la Iglesia, Felipe?
de cuarto en cuarto, de jardín en jardin, y en todas partes como dueña,
-iPor qué? ;Porque son tuyas, tuyas nada mlis! : nunca se las a la criaturita caída del cielo en aquel feliz abrigo, a la linda Ramona.
hubiera dado yo a la Iglesia, sino hasta saber que habías muerto, y No sabía más de miedo ni desdicha que los capullos de rosa con que
que no dejabas hijos. le gustaba jugar: y su madre, mirándola largamente, pensaba que desde
Ramona no apartaba los ojos de Felipe. -“iTú no has leído la carta la cuna había nacido su hija libre de dolor.
rlc la SGora Orteiía?” En Ramona misma no se veían ya señales de pena, antes le herma.
-Sí, toda. seabn ahora el rostro un nuevo fulgor. Poco después de su vuelta,
-Pero la carta dice que nada de eso era para mí si yo me casaba sintió que por primera vez veía clara toda su desdicha, que no había
contra la voluntad de la Señora. objeto, sonido, lugar, palabra, silencio, que no le pareciera burlarse de
Felipe aho$ un gemido. ¿Le había dicho su madre mentira?:-“No, ella, repitiéndole el nombre y el recuerdo de Alejandro. Pero a fuerza
Ramourt, no decía eso. DecIa: isi tú te casabas fuera de razón!” de voluntad venció esta pena, que le parecía pecado. No, no debía ser:
Ramona meditó: -“NO sé, dijo: de las palabras nunca he podido lo que el Padre decía, venía del cielo: se debe ser feliz, hacer felices
acordarme. Tenía mucho terror, pero creí que era eso. Yo no me casé a los demás: “i Dios mio, dame fuerzas para hacer a los demás felices!*’
fuera de razón. ¿Tú crees, Felipe, que es honrado que guarde yo las Y luchaba contra su dolor, en vigilias tenaces y en mansísimosrezos.
joyas para la niña?” Felipe nada más sabía de estas fatigas. Las supo, y supo también
---iMil veces, sí, mil veces! cuando cesaron, y cuando la luz de un nuevo triunfo dio nuevo encanto
-iTú crees que el Padre me diría que las guardase? al rostro de Ramona; pero ni se desalentó con su pesar, ni tomó ánimos
-Sí, Ramona, sí. cuando vio que lo vencía. Felipe era ya un enamorado más cauto que
-Déjame pensarlo, Felipe. Tu madre no creyó que las joyas debían en sus primeros años de mozo. El sabía que no le estaba abierto el
ser para mí, sí yo me casaba con Alejandro. Por eso me las enseñó: mundo donde vivía realmente Ramona; pero no había palabra, acto o
antes nunca me dijo. Una cosa no más me llevé, un pañuelo de mi mirada de ella que no estuvieran llenos del pensamiento amoroso del bien-
padre: pero se me perdió cuando salimos de San Pascual. Medio día estar de Felipe, y del placer profundo de su compañía. iBastaba para
.cstuvo Alejandro buscándolo, pero se lo había llevado el viento. Me dio que Felipe, a pesar de su inquietud, no se sintiese desdichado!
mucho dolor. Otras causashabía, a más del ardiente deseode merecer de Ramona
Al otro día dijo Ramona a Felipe: -“Felipe, ya pensé: creo que amor de esposa,para tener inquieto a Felipe. Cáda día le era más des-
puedo guardar las joyas para la niña. ¿No tendré que firmar algún agradable la vida en California. Los métodos y tendencias, y los ele-
papel para decir que si ella muere, se las den a la Iglesia, al Colegio mentos mismos del carácter de los americanos, señorea ya del valle, le
del Padre en Santa Bárbara? eran odiosos. Sus éxitos vociferados, la muchedumbre de SUS colonias,
-Sí, Ramona; y despuéslas pondremos en seguro. Yo mismo las sus planes de establecimiento y mejoras, le repelían y exasperaban.
llevaré a Los Angeles. Es milagro que no se las hayan robado en Aquella pasión por el dinero y modo desatentado de gastarle, aquellas
tanto tiempo. colosales fortunas, que en una hora se levantaban y desaparecían en
otra, se le figuraban a Felipe más propias de jugadores Y bandidos que
Y así volvieron las joyas de la Señora Orteña a la custodia del futuro,
de caballeros. Los abominaba. La vida bajo au gobierno le llegó a ser
clue en vano intenta penetrar y dirigir el hombre soberbio.
500 MARTí / TRADUCCIONES RAMONA 501
insoportable: sus instintos heredados, sus preocupaciones, su naturaleza eu pasión y sus sueños, basta que Ilegaran a la casa nueva. Pero hubo
misma, todo se rebelaba en él. Cada vez se sentia más y más solo. En un instante que pudo más que él. Y habló, aI fin.
español, apenas se hablaba ya por los alrededores. Comenzó a sentir el Fue en Monterrey. Debían salir a la mañana siguiente, y volvían del
deseo ardiente de vivir en Ntxico, en aquel -México que nunca había barco -adonde fueron para los últimos arreglos- en un bote que
visto, y por el que suspiraba como un desterrado. .411i al fin podría remaba despacio hacia la playa. Era de noche, y luna llena. Ramona
vivir entre hombres de su raza y condición, y de creencias y trabajos estaba sentada con la cabeza descubierta en la popa del bote, y el radiante
como los suyos. gPero Ramona? iQuería ella ir tambien? 20 se sentía reflejo de la plata del agua parecía flotar a su alrededor, y envolverla
ya muy ligada a aquel país en que no había hecho más que padecer? como en una miriada de halos. F e 1’rpc la estuvo mirando, mirando
Por fin le preguntó. Con extraordinaria sorpresa suya, Ramona le hasta que no fue ya seiior de sus sentidos, y cuando aI saltar del bote
dijo: -“i Felipe! ialabado sea Di:s! yo nunca me hubiera atrevido a apoyó ella la mano en la suya, y le dijo, como le había dicho antes
decírtelo: yo no creía que tú quisieras salir de la hacienda. Pero lo cientos de veces:-“iQué bueno eres, Felipe!“, él, en un arrebato, la
que yo sueño para mi hija, lo único que le pido a la Virgen, es que se tomó de ambas manos, y le dijo: -“iRamona! lmi vida! ino mc
me pueda criar en México.” puedes querer?”
Y conforme hablaba, iba Felipe asombrándose de cómo no había La noche era tan clara como el día. Estaban solos en la playa.
entendido antes que Ramona quisiese tener libre a su hija del peligro Ramona lo miró un instante sorprendida, un sólo instante, y lo entendió
de raza que había afrontado ella con tanto heroísmo. todo: “iFelipe!, ihermano!” exclamó, y echó adelante las manos, como
para detenerlo.
El asunto quedó decidido. Con el corazón mucho más alegre de lo
que nunca pudo suponer, comenzó Felipe los primeros tratos con unos ---iNo, yo no soy tu hermano! i yo no quiero ser tu hermano!
Mejor quiero morir.
americanos ricos, que siempre habían querido comprarle la hacienda: y
-i Felipe! -volvió a decir Ramona. Eata vez Ia voz de ella Io
tanto había aumentado el valor de la tierra del valle, que la suma que
volvió a sus sentidos. Una voz de terror, de dolor.
le dieron, mayor que la que había soñado, era sobrada para empezar
con brío, como la tenía pensada, la vida nueva de la casa en México. -iPerdóname, mi vida! no lo volveré a decir, lpero te quiero desde
hace tanto tiempo, tanto tiempo!
Desde que estuvo decidido el viaje, y señalado día para hacerse a la
vela, se veía el júbilo en la cara de Ramona. Tenía como luces en Ia Ramona había ido dejando caer Ia cabeza sobre el pecho, y tenía
imaginación. El porvenir la esperaba, el porvenir, que ella conquistaría los ojos fijos en la arena brillante: laa ondas ae hinchaban y morían,
para su hija: itodo para su hija ! Felipe notó el cambio, y por primera de hinchaban y morían suavemente a sua pies, como suspiros. Aquello
había sido para Ramona una gran revelación. En aquel momento EU-
vez osó esperar. Iban a un mundo nuevo, a una nueva vida: ;por qué
premo en que se descubrió Felipe el alma de todo disimulo, vio de
no a un nuevo amor? Ella habia de llegar a ver con qué ojos la quería
él: y cuando lo viera , ino le pagaría su cariño? El esperaría, él pensaba súbito a una luz nueva la vida de aquel a quien había estado mirando
poder esperar mucho tiempo. Cuando h a b ía aguardado como hermano. Sintió pena, pero fue de remordimiento: -“Felipe,
tanto en calma
sin esperanza alguna, mejor aguardaría ahora que ya tenía alguna -le dijo, juntando como en súplica sus manos:-he sido muy egoísta.
Yo no sabia.”
esperanza. Pero no es la paciencia lo que florece en los pechos de los
amantes que esperan. Desde que Felipe se dijo por la primera vez: -iPor supuesto que no sabías, mi amor! iCómo podías saber?
“Será mia, todavía será mía”, le f ue más difícil refrenar el deseo de iPcro yo toda mi vida te he querido! iYo no he querido a nadie más
poner en palabras y pensamientos el amor que rebosaba de su alma. que a ti! ino podrás tú quererme nunca? Yo no quería decírtelo ahora,
Aquella fraternal ternura de Ramona, que antes le había sido bálsamo sino rn,& tarde, mucho más tarde. iPero se me ha salido del corazón!
y aliento, le era ya a veces intolerable; y solían ser sus arranques tan Ramona se acercó más a él, todavía con sus dos manos juntas: “Yo
bruscos, que comenzó Ramona a padecer del miedo de haber hecho algo siempre te he querido, Felipe: yo no quiero a otro hombre más que a ti”,
que le desagradase. Felipe había decidido que nada lo tentaría a revelar -y aquí su voz fue un levísimo murmullo,-“ipero tú no sabes, Felipe,
502 MARTI’ / TRADUCCIONES
que una parte de mí está ya muerta, muerta, que no puede volver a vivo, apen.+s comenzó a saberse de público la historia de .:u villa. IYO
vivir? ;Tú no puedesquererme para tu mujer, Felipe, cuando hay a!go se hal!ial..s de otrs ct-jsa en la cicc!nd rnk que de la her!~:~~~a mujer de
de mí que está ya muerto! I\Ioreno, y era para Felipe regccijo grande ver la nobleza y ~~nrnpostur,?
Felipe la estrechó en sus brazos. Estaba fuera de si de júbilo: “Tú con que en las m3s alta: reuniones se distincfuía sier;lpre R;lmona. Xueva
no me dirías eso si creyeras que no puedes ser mi mujer,-exclamó.-;Sí vida cn :.-rdsd, y mundo nuevo. iBien podía Ramona dudar que era
mía, mi a:nor, con tu ahr.3, y me importa a 113ipoco que te creas Inuerta ella la misma que había sido ! Pero 11-s recuerdos imperecederos estaban
0 viva!” de pie en su corazón, como centineks. Cuando los :klru, ‘103 de do1
Ramona no hacia esfuerzos por arrancarse de sus brazos. iG ran Grtola- enamoradas llpgaban n PU oído, sus ojos busc,aban rl ciclk>: ?
dicha era para Felipe no haber conocido aquella otra Ramona que oía un3 voz que 1,~ clecin: “i>íaicln!” Ike c- 3 el único w,i’lztu que su
Alejandro conoció! Esta fiel, esta tierna, esta agradecida Ramona, que kaI ); amante corazón recataba de Felipe: corazón muy leal, y mu)
se preguntaba fervientemente qué había de hacer para no causar pena amante: pocos esposos tiene el mundo más felices que Felipe hforeno.
a su hermano, que le cedía lo que no le parecía a ella más que fragmento Hijos e hijas le nacieron al caballero mexicano. Las hijas eran muy
y resto de su vida, que pesaba BUSpalabras, no a la luz de la pasión, !lermosas; pero Ia más hermosa de todas, y dicen que la más querida
sino a la de un afecto sereno y purísimo, icuán distinta era de aquella del padre y la madre, fue la nmyor, la que sólo llevaba el nombre de 1s
que se lanzó a los brazos de Alejandro exclamando: “iMejor quiero madre, y no era mlís que hijastra de Felipe.-Ramona,-Ramona, la hija
morirme que estar donde tú no estés! ;llévame, Alejandro!” de Alejandro el indio.
Ramona había dicho la verdad. Parte de ella estaba muerta. Pero
vio con intuición infalible que Felipe la quería como había ella querido F 1 N
n Alejandro. ¿Y podía negarse a dar a Felipe la felicidad, el amor de
esposa sin el cual no había para él felicidad, a Felipe que la había
salvado, a Felipe que queria como padre a su hija? ¿Qué le quedaba
a ella que hacer, despuksde lo que acababa 4 de decirle? “Yo seré tu
mujer, Felipe,-dijo hablando solemnemente,lentamente,-si tú crees que
te puedo hacer feliz, y si crees que está bien hecho.”
-iBien hecho?, gritó él, loco del gozo que no había esperado para
tan pronto : “Lo que no fuera eso, es lo que nc estaría bien hecho. iYo
te querré tanto, mi Ramona, que tú olvidarás que me dijiste que había
algo de ti que estaba muerto!”
Hubo por un instante en el rostro de Ramona una expresión que
asombró a Felipe. Nada: un instante no más: ita1 vez un rayo de luna!
Pasó. Felipe no lo volvió a ver jamás.
Todavía recordaban en la ciudad de hIésico muy afectuosamente al
General Moreno, de modo que Felipe halló en seguida amigos. El día
después de su llegada se celebró el matrimonio en la Catedral, y no
había concurrentes más gozososque la canosal’vfarta y el buen Juan Can,
a quien no le impidieron laa muletas estar arrodillado, con muestras
de mucho orgullo durante la ceremonia junto a Marta, y detrás mismo
de los novios. El cariño con que los recibieron en México fue más