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En tiempo
de las bárbaras naciones
de las cruces colgaban los ladrones,
ahora en tiempo de las luces
de los ladrones cuelgan las cruces.
Anónimo.
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En 1095, Urbano II, primer Papa originario del monasterio
benedictino de Cluny, convocó a los reinos europeos a una
“cruzada por la fe”; se pretendía concentrar las fuerzas de
los reinos europeos en Constantinopla para reforzar al
ejército bizantino con el objeto de recuperar “Tierra Santa”.
Éste era el mensaje para el vulgo, lo cierto era que el Papa
sentía la necesidad de consolidar su poder político y la
medida escogida y astutamente propuesta por él tendría un
doble efecto: por un lado intentaba unir con mas fuerza en
torno al Papa a los reinos europeos y por el otro; tenia el
propósito de reconquistar los antiguos territorios, muy
importantes regiones en Asia menor por su posición
estratégica comercial y por su riqueza. Ocupados estos
ahora por los Selyùcidas musulmanes de la dinastía turca
que dominaba Irán, Irak, Siria y Anatolia, extensos e
importantísimos territorios, habiendo sido el líder anterior
de esta dinastía turca, Tugril Beg, (993-1063) a quien cabe
mencionar por haber sido también el protector del Califa de
Bagdad, jefe de los árabes y líder espiritual de los
musulmanes suniìes, quienes ahora se les unirían. Y por lo
tanto éste sería el grupo musulmán compuesto de turcos y
árabes con quienes se enfrentarían los cruzados.
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conquista con una Europa unida en contra de los ricos
musulmanes y sobretodo los beneficios económicos que
esto podría reportarles, por lo que sin dudarlo ni un
momento; “fervorosamente” se le unieron arrastrando con
ellos a sus pueblos.
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conflicto con el emperador bizantino por los territorios
recuperados y el decomiso de los bienes incautados a los
musulmanes y demás pobladores de esas tierras. Los
ejércitos cruzados de la nobleza europea llegaron a
Constantinopla entre noviembre de 1096 y mayo de 1097,
al principio el emperador bizantino Alejo I Comneno, aliado
de los venecianos, estaba encantado con el apoyo que le
había enviado el Papa. Pero a medida que la lucha
avanzaba y tenían éxito las cruzadas, sintió a los cruzados
como una gran amenaza en sus dominios, por lo que los
presionó, no sin razón pero en forma burda, para que le
devolvieran cualquier antiguo territorio del Imperio bizantino
que conquistaran, particularmente los de Siria y Palestina.
Naturalmente Los jefes cruzados se sintieron agraviados
por estas demandas y aunque solo algunos accedieron, en
última instancia todos comenzaron a recelar de los
bizantinos. Y lo que parecía ser miel sobre hojuelas
empezó complicarse en grado sumo.
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hazañas castrenses les traerían además de fama, fortuna.
Como en muchos casos así sucedió.
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conquista de México). En realidad su objetivo era acabar
con el imperio griego y obtener el mayor botín posible,
como así sucedió.
El surgimiento de nuevas ordenes monásticas.
A principios del siglo XII, después de haberse recuperado
Jerusalén, se iniciaron oleadas de peregrinos que querían
visitar los lugares santos. Pronto empezaron a sufrir lo
indecible por el largo recorrido por tierra y mar, en donde
padecían hambre enfermedades y asaltos. Sin embargo
estas mismas necesidades fueron creando la oferta de
servicios tanto de comerciantes, como de los mismos
reinos ubicados en el trayecto y destino, quienes ofrecían
desde la renta de embarcaciones, así como la disposición
de guardias para la protección de los peregrinos. De igual
manera se dio la oferta de financiamiento para los grupos
en lucha, incluso para los reinos y esto, a su vez, dio pie a
la comercialización y aprovechamiento de los trofeos de
guerra y el botín correspondiente que obtuvieran. En cierta
forma una clarísima manera de comerciar con futuros.
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latino de Jerusalén, aprobada por el papa Pascual II en
1113 y confirmada por el papa Eugenio III en 1153. Los
hermanos prestaban juramento de pobreza, obediencia y
castidad, y se comprometían a ayudar en la defensa de
Jerusalén y a atender las instalaciones hospitalarias en
auxilio de los cruzados. Su primer jefe, Gerard, era llamado
rector; los siguientes, recibieron el nombre de grandes
maestres. Bajo esta misma dinámica surgen también los
Caballeros Templarios, miembros de una orden medieval
de carácter religioso y militar, cuya denominación inicial era
Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, posteriormente
conocidos en español como Orden del Temple, aunque
este nombre se deba a un error de traducción que mas
adelante explicaré.
Los Caballeros Templarios
Fueron conocidos los Templarios, popularmente como los
Caballeros del Templo de Salomón, o Caballeros
Templarios, porque su primer recinto en Jerusalén era
adyacente a las ruinas del Templo de Salomón. En cierta
forma su origen así como paradójicamente su final fue
francés como casi todos sus 23 Grandes Maestres con
excepción de 5 de ellos. La Orden se constituyó a partir de
un pequeño grupo militar formado en Jerusalén en el año
1119 por dos caballeros franceses, Hugo de Payns, que
algunos aseguraban era pariente del Conde de
Champagne y Godofredo de Saint Omer. Su objetivo era
proteger a los peregrinos que visitaban Palestina tras la
primera Cruzada. Desde su nacimiento tuvieron un fin
eminentemente militar, por lo que la Orden se diferenciaba
a este respecto de las otras dos grandes órdenes religiosas
del siglo XII: los Caballeros de San Juan de Jerusalén
(hospitalarios) y los Caballeros Teutónicos, fundadas como
instituciones de caridad.
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hombres que lo seguían, tanto en el combate como en la
pretensión de abrazar la vida monástica y terminar sus días
en la ciudad santa. Necesitado como estaba el monarca, de
guerreros que lo apoyaran y escaso de recursos, Balduino
convenció a de Payns; de que no solamente había
compatibilidad, sino también complementariedad en la
lucha contra el infiel, la vida monástica y sus buenos
propósitos de abrazar la religión cristiana como destino de
sus vidas, invitándolos a que lo ayudaran en la defensa de
Jerusalén y de los peregrinos que a ella concurrían,
formando parte de su caballería como grupo especial, por
lo que les asigno un recinto adyacente a las ruinas del
Templo de Salomón, de Payns y su gente aceptaron y
tomaron muy en serio su doble misión guerrero-religiosa.
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se les empezó a idealizar como la esencia del verdadero
espíritu de los caballeros cruzados, poco a poco se fueron
convirtiendo en un mito, y desde el principio fueron
surgiendo descripciones increíbles de sus hazañas, mas
que nada producto de los devaneos de mentes febriles que
los presentaban como seres portentosos, llegándose a
afirmar que habían descubierto importantes tesoros en
excavaciones en el Templo de Salomón y en algunas
cuevas de Jerusalén, convirtiéndose en sus guardianes.
Inventándose cuentos come el del santo grial y de la lanza
con que fue herido Cristo en el costado, (que no sabemos
si existieran en ese entonces, pero en caso de que así
fuera ¿porque tenían que estar ahí después de más de 11
siglos?). Lo cierto es que en un principio los Templarios
fueron gentes honestas, esforzadas, muy disciplinados, y
no tenían más tiempo que para cumplir con la misión
encomendada por Balduino por lo que no podían, ni se
iban a dedicar a otras actividades como las que les
atribuyan de “buscadores de tesoros”.
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sus grandes maestres) (doscientos años de duración son
muchos años, México todavía no cumple 200 años de
independencia) en esta Bula llamada Milities Templi se
ordenaba al clero la protección de los Templarios. Con la
aprobación de la Orden recibió ésta unos preceptos
austeros que seguían estrechamente las pautas de la
orden monástica de los cistercienses, parece ser que
Bernardo de Claraval, uno de los iniciadores de los
monasterios cistercienses, era amigo de Hugo de Payns e
influyó positivamente. Recibió también la Orden en 1128 su
denominación oficial que le dio el Concilio, siendo la misma
de la Bula de 1114: Milities Templi, textualmente “soldados
del Templo”, mencionándose esta denominación también
en francés como “Ordre des soldat Templiers o du Temple”
de esta ultima palabra que en francés significa Templo,
viene la confusión al mencionársele en español como “La
Orden del Temple”, (un vicio de traducción muy común
entre los españoles como decir: los caballeros de la “tabla”
redonda, the knights of the round “table”), en el caso de los
Templarios debió haberse dicho “La Orden del Templo” no
del Temple.
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manos de los musulmanes de Saladino en el año 1189, el
líder que unió a los musulmanes y que siempre luchó, él sí,
motivado verdaderamente por un ideal religioso, y fue quien
los expulsó de la ciudad santa. Más tarde se localizó la
sede de los Templarios, sucesivamente, en Antioquia, Acre,
Cesárea y Chipre.
El poderío templario
Sus miembros se multiplicaron en progresión geométrica,
así como sus dominios y posesiones, llegaron a tener
castillos y templos, tanto adquiridos por donaciones como
construidos por la Orden en toda Europa; armada naval y
flota mercante para transporte de todo: bastimentos,
personas, productos y mercancías; poseían ejércitos y
grupos armados en diversas regiones de Europa y
principalmente en Asia menor; así como tierras de cultivo
agrícola y sistemas de intercambio comercial y producción
de instrumentos agrícolas y armamento; incluyendo
muchas veces bajo su jurisdicción y dominio: aldeas y
pueblos completos. Principalmente tuvieron múltiples
deudores; dentro de los cuales se contaban nobles,
aristócratas, miembros de la realeza, reyes y mas tarde a
miembros de la burguesía; de esta nueva clase naciente,
de personas muy hábiles para los negocios y para generar
riqueza, muchas veces sin importar los medios, salieron
también muchos de sus asociados con quienes se ligaron
económica, comercial y administrativamente.
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Europa, lo que les permitió consolidar una considerable
fortuna y sobre todo un gran poder. Desarrollaron una
verdadera corporación trasnacional para el manejo de tan
basto emporio, asociándose en muchos casos con grupos
especializados en las diferentes actividades.
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nuevas ligas comerciales entre Asia menor y Europa, (los
de Venecia nunca dejaron de ejercerlas). Entonces los
esfuerzos que en forma desesperada, entendibles más no
justificables, que hiciera el líder de los Templarios en ese
tiempo, el Gran Maestre Jacques de Molay, para mantener
viva la necesidad de la continuación de las cruzadas;
también fracasaron como consecuencia lógica de todo este
eclipse de intereses, voluntades, y causas. Y como las
cruzadas habían sido precisamente la causa que les
habían dado vida a los Templarios y constituían su
justificación misma. Entonces ya no existía más la razón de
ser de la vieja y obsoleta Orden. Y ahora, su inmensa
riqueza y su enorme poder que probablemente los habían
corrompido, porque el poder suele corromper; se volverían
en contra de ellos al despertar la envidia y la codicia tanto
del poder secular como del eclesiástico. Y esto dio pauta
para que en el año 1307 el económicamente arruinado
Felipe IV el Hermoso, Rey de Francia; con la anuencia, por
no decir complicidad, de su protegido el Papa Clemente V,
quien llevaría mas tarde en 1309 la sede del papado a la
ciudad francesa de Aviñón, iniciando uno de sus periodos
mas corruptos; ideó un plan para acabar con los
Templarios y no solo librarse, el hermoso, de la enorme
deuda que tenia con ellos, sino para también pretender
quedarse él y sus cómplices con sus riquezas, como si
estas estuviesen solo al alcance de la mano. Por razones
similares Felipe IV había decretado la expulsión masiva de
los judíos, “confiscándoles” sus bienes.
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los reyes europeos a realizar una especie de embargo
preventivo o precautorio, deteniendo a los templarios y
confiscando sus bienes con el carácter mencionado. A los
detenidos en Francia e Inglaterra los acusaron de
sacrilegio, de actividades y dichos heréticos, de prácticas
satánicas, de ser sodomitas, de blasfemos etc., etc. Y los
hicieron confesar su supuesta culpabilidad por medios que
los franceses conocían a la perfección, ya que ellos fueron
los iniciadores de la Inquisitio Haereticae Pravitatis
Sanctum Officium y aunque podían ser culpables de
muchas faltas, ciertamente no lo eran de estas que
falsamente les atribuyan. Sin embargo por sus exquisitas
artes, como he dicho, los hicieron confesar todos los
cargos, por supuesto esto fue bajo tortura o por temor a
ésta. Todos ellos fueron posteriormente quemados en la
hoguera acusado de sacrilegio y de prácticas satánicas.
Aunque existen versiones de que muchos de ellos en el
año siguiente a su detención habían sido juzgados y
exculpados en la prisión de Chinon Francia, incluyendo al
gran Maestre Jaques de Molay, esta sentencia por alguna
razón nunca fue ejecutada.
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Los Templarios después de la desaparición de la Orden
Curiosamente y por una casualidad que abría la
especulación en el campo de lo sobrenatural; los dos
monarcas culpables del desmantelamiento de la Orden de
los Templarios, y el Papa ejecutor Clemente V; por
extrañas circunstancias sufrieron daños personales el
mismo año en que quemaron en la hoguera al gran
Maestre Jaques de Molay. Felipe IV el Hermoso, de
Francia ya no pudo disfrutar de sus fechorías porque murió
en octubre 29 de 1314. Y Eduardo II de Inglaterra es
derrotado por Robert I (Bruce) Rey de Escocia,
simpatízante de los Templarios, en el asedio al Castillo
Stirling, Bannockburn en 1314 y es substituido de inmediato
en el gobierno de Inglaterra por el conde de Lancaster,
muriendo mas tarde en 1327 cuando fue obligado a abdicar
siendo asesinado por sus captores. El Papa Clemente V
perdió la vida también en el funesto 1314, en abril 20, un
mes después que Jaques de Molay.
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complejas, con infinidad de intereses creados; los que
previendo que se acercaba el fin, y tratándose de gente
pensante como lo eran, seguramente ya habían tomado las
debidas precauciones. Sin embargo lo que nunca previeron
ni los Templarios ni sus socios fue un final tan vil, como el
que tuvieron sus principales dirigentes de manos del Rey
de Francia, con la complicidad del propio padre putativo de
los Templarios, en ese tiempo, el Papa Clemente V.
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