Rojo y Negro
EN ESTA ÉPOCA...
n una contratapa de RyN escribimos
un artículo titulado “No olvidar” que
hacía alusión a la brutal incursión israelí
en Gaza en diciembre del 2008
(operación Plomo Fundido). Hace unos
meses atrás, el Mercosur aprobó un
Tratado de Libre Comercio (TLC) con
Israel. Elijo un punto de partida: en
nuestro país, con el devenir histórico se
ha operado un hecho político mayor: la
izquierda frenteamplista ha virado de
una “fuerza de oposición” portadora de
un proyecto de transformación a su
status actual, la de ser una “fuerza de
gobierno” con un proyecto de
administración.
Concomitantemente con esto, un
manojo de causas nobles o justas han
pasado a ser “políticamente incorrectas”.
¿Han perdido el aura de tales por qué
motivo? ¿Han dejado de serlo o los
administrativos en el poder deben
necesariamente tener en cuenta otros
parámetros a la hora de hacer
opciones? Convengamos en llamar a
todos esos parámetros inherentes al
ejercicio gubernativo: “razones de
estado” (RE). ¿Cuál es la napa profunda
que legitima dicha RE? Vayamos
específicamente al TLC con Israel.
Desde la perspectiva de los
administrativos, no ha habido ningún
esfuerzo justificatorio sencillamente
porque en el “inconsciente político” del
progresismo no ha existido hecho
traumático alguno. La relación de
hechos es lineal y positiva, a saber: TLC
con Israel igual a más y mejores
oportunidades de comercio, igual a
mejores condiciones económicas para el
país, ergo: mejor calidad de vida para
todos. Por tanto: ¿por qué negarse a
una opción tan bonita? Podríamos
legítimamente sospechar del valor
verdad de este silogismo. De hecho,
estoy convencido que para lo único que
ha sido útil el fundamentalismo de “libre
comercio” es para engordar
corporaciones, ya de por sí obesas y
que las consecuencias sociales y
ambientales son tan jodidas como
visibles.
Pero demos por un segundo la razón al
enemigo: pensemos que efectivamente
la relación es tal y como postulan. Aquí
se nos presenta una cuestión relevante:
¿cómo resuelve el progresismo el
dilema entre la opción conveniente con
las convicciones profundas cuando
estas se tornan incompatibles?
(Dejemos de lado, por el momento, el
vidrioso asunto de encapsular lo
conveniente en el marco de lo
estrictamente económico)
Una forma expeditiva de zanjar el
dilema, es lisa y llanamente extirpando
todo rastro de convicción profunda.
Dado que esto requiere algún tipo de
cirugía ideológica, el recurso pasa por
apelar al fundamento pragmático: ¿con
quién comerciar y proyectar vínculos
económicos razonables en un mundo en
donde los crímenes de lesa humanidad
son pan de todos los días? Llevado a su
extremo deberíamos considerar la
opción autárquica. Por tanto, se impone
“ignorar” el lado oscuro del asunto en
aras de la RE.
¿Qué es lo que se pretende pasar por
alto en caso de Israel? En primer lugar,
que estamos en presencia de un
auténtico “estado canalla”, embarcado
en una guerra colonial a muerte (y no es
metáfora) contra el pueblo palestino. La
opción por un TLC con Israel más allá
de los pro y contras económicos que
pueda tener, es lo que es: una decisión
política que nos posiciona (nos guste o
no) de una determinada manera (¿a la
uruguaya?) en el centro mismo del
conflicto sionista-palestino. Israel, más
que comercio busca legitimidad. ¿Por
qué la busca? Porque no la tiene. ¿Y por
que no la tiene? Porque son legión las
personas de a pie en todo el mundo, que
saben positivamente que el Estado
sionista es un Estado genocida.
Gente asistida con la convicción
profunda que atentar contra la vida es
un crimen contra todos y no esta
dispuesta a trocar valores por treinta
ciclos de plata. Un mundo vivible:
¿puede fundamentarse en lo económico
como razón última? Claro, la cosa
cambia vista desde la RE. Occidente y
EEUU en particular tiende a ser
sumamente indulgente frente a la
barbarie sionista.
En relación a este último, la razón de
esta ascendencia es bastante simple: el
sistema político yanky, es por defecto de
construcción, altamente permeable…
adivinen a qué. Y es justamente eso lo
que el lobby judío estadounidense
moviliza a manos llenas. En el caso
uruguayo: ¿será el lobby criollo igual de
seductor? „
En esta época
de desorientación y vacío.
De soledades estrangulándose
por las noches.
En este tiempo del después,
con muertas ideologías
y pantallas estridentes
diciendo la nada y el hastío.
En esta hora de miseria social,
dónde la vida efímera.
Busca rellenar su estómago
sacando barriletes de la basura.
En esta página de miseria existencial
dónde el Ser no Es
y la búsqueda de lo Absoluto
conduce a la isla o al manicomio.
En esta rodaja de Historia victima
de la especulación y la avaricia.
¿Cómo permanecer de pie con
Dignidad? ¿Cómo mantener viva la
Esperanza?
En esta época de velocidades
inconducentes.
De genocidios ocultados
por las radios y los necios.
En este tiempo de ricos incultos,
de famosos riéndose de Shakespeare.
En este huracán de desempleo como
corolario de la ruleta financiera.
En esta hora de psicofármacos
para soportar disfrazando a la vida.
Que llora, que desespera, que
estruja,que patea la mente,
el alma, la muerte.
En esta rodaja de ingratitud y
mediocridad,de bombas,
de Dioses trasnochados.
¿Cómo mantener la cordura y el
aliento?¿Cómo reflotar con los pies
llenos de cemento?
En esta época de descreimiento,
de desinterés, de vuelo bajo.
Con amores frágiles,
con sexo fast food,
con la amistad taponada por la
urgencia. En este tiempo de
caballos que ya no vuelan,
de ojos que no leen,
de libros huérfanos.
De música chatarra
que se olvida al tirar la cadena,
al dejar correr las agujas.
En esta hora de imágenes estúpidas,
de fotos idiotas, de videos para idiotas.
De cabezas huecas,
de espíritus pedestres,
que descartan lo poético,
que eligen lo banal.
En esta rodaja,en esta época sin
rumbo, en este tiempo anestesiado,
en esta hora ingrata.
¿Cómo resistir? ¿Cómo erigir una
trinchera de sueños?
¿Cómo comunicarnos? ¿Cómo
reinventar la Utopía?
Rodrigo Grion,
para el libro
“Mundo Invertido” „