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ORGANIZACIÓN CENTRO DE ALTOS

DE ESTADOS ESTUDIOS UNIVERSITARIOS


IBEROAMERICANOS CENTRO DE ALTOS
PARA LA EDUCACIÓN, ESTUDOS UNIVERSITÁRIOS
LA CIENCIA argentina CAEU
Y LA CULTURA

06 - Herramientas tecnológicas
para la implementación
de entornos virtuales de aprendizaje.
Vera Rexach

UNIDAD 1
Las TIC, los educadores, la educación
v2.5 / Enero 2010

Especialización
en Entornos Virtuales
de Aprendizaje
Especialización en Entornos Virtuales de Aprendizaje Vera R exach
Rexach

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Herramientas tecnológicas
para entornos virtuales
de aprendizaje

Unidad 1: Las TIC, los educadores, la educación

„ La sociedad de la información y la sociedad del conocimiento: límites y críticas de las


metáforas.
„ La educación en este contexto de cambio. La relación de la educación con las TIC.
Lectura y alfabetismo en la sociedad de la información.
„ La integración de las TIC a los Sistemas Educativos. Nuevas competencias necesarias
para incorporar las herramientas tecnológicas en los espacios de docencia.
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La sociedad de la información y la
sociedad del conocimiento: límites y
críticas de las metáforas.

Mucho se escucha hablar de la llamada “sociedad de la Información”. En


principio acordemos que la existencia de tal entidad está determinada por
algunas realidades, tales como:
„ el vertiginoso crecimiento de la información disponible en
bases de datos,
„ el aumento de la posibilidad de acceso de la población a esas
bases y
„ las características de instantaneidad, debilitamiento de las fron-
teras políticas y comerciales, y conexión profunda y dinámica
de lo local y lo global
Raúl Trejo Delarbre ha reunido en un metódico decálogo los rasgos carac-
terísticos, a su criterio, de la Sociedad de la Información1 1) «Vivir en la
Sociedad de la
Estos son: Información Orden
Exhuberancia: tenemos disponible una cantidad inquietante y diversa de datos global y dimensiones
locales en el universo
Omnipresencia: los instrumentos de información y sus contenidos los en- digital”
contramos por doquier, forman parte de nuestro “paisaje” por así decirlo. Raúl Trejo Delarbre
Se han convertido en el espacio de interacción social por excelencia y a las Investigador titular en el
Instituto de
generaciones más jóvenes, esta característica les resulta consustancial con Investigaciones Sociales
su vida cotidiana. de la UNAM
Irradiación: la información se distribuye proyectándose y difundiéndose en
muchos sentidos, a muchos sitios, sin importar dónde estén los puntos de
destino
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Velocidad: exceptuando las fallas técnicas, se puede decir que existe la comu-
nicación instantánea.
Multilateralidad / Centralidad: Aunque las capacidades técnicas de la co-
municación contemporánea permiten que recibamos información de todas
partes, lo más usual es que la mayor parte de la información que se mueve
por el mundo provenga de unos ciertos sitios centrales y se disperse des-
de allí.
Interactividad / Unilateralidad: Los nuevos instrumentos para irradiar
información posibilitan que sus usuarios sean no sólo consumidores, sino
además productores de sus propios mensajes. No obstante, esta caracte-
rística de los medios está comenzando a utilizarse hace relativamente
poco tiempo.
Desigualdad: Aunque muchos teóricos tienden a ver a Internet como un ins-
trumento de democratización en el acceso a la información, lo concreto es
que algunas de las desigualdades de base se reproducen y ahondan en la
red. Así, mientras los países más industrializados extienden el acceso a la
red de sus ciudadanos, los más pobres continúan excluidos, y se profundiza
aun más la brecha ricos-pobres.
Heterogeneidad: Los medios de información y en particular Internet, mul-
tiplican la diversidad de datos existentes y accesibles, tanto los creativos,
inteligentes o solidarios como los crueles, agresivos u objetables.
Desorientación: La misma profusión de información causa a veces un efecto
indeseable, una especie de aturdimiento personal y colectivo, que requie-
re ayuda y destrezas para ser bien manejado.
Ciudadanía pasiva: La sobreabundancia de mensajes y el “bombardeo”
permanente sobre el usuario han inducido a que el consumo prevalezca
sobre la creatividad y el intercambio comercial sea más habitual que el
intercambio de conocimientos.
Es bastante sencillo reconocer algunas de estas características en nuestro ha-
cer cotidiano (otras, no tanto). Es innegable que la información abunda. Es inne-
gable que está hoy más accesible que hace 500 años (o menos, si pensamos por
ejemplo en los tiempos que se demoraban en llegar las noticias
políticas de las metrópolis a las colonias, por tomar un caso no tan
lejano en la historia)
Pero los educadores debemos estar atentos al uso de las pala-
bras. Cuando escucho opiniones superficiales y entusiastas de los
medios -algo acríticos- acerca del fenómeno, que aseguran que -
ahora sí- estamos viviendo “en la sociedad del conocimiento” yo,
como primera reacción, tiemblo.
Al respecto, me gustaría citar al sociólogo alemán Kurtz:
“Quizá sea esclarecedor el hecho de que el concepto
de la “sociedad del conocimiento” se está usando más o
menos como sinónimo de la “sociedad de la información”.
Vivimos en una sociedad del conocimiento porque esta-
mos sepultados por informaciones. Nunca antes hubo tanta
información transmitida por tantos medios al mismo tiem-
po. Pero ese diluvio de informaciones ¿es realmente idén-
tico al conocimiento?”
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Estemos atentos a nuestra posición al usar una metáfora u otra…


Como anticipamos, uno de los problemas graves derivados de la fabulosa
potencialidad de la Red para “alojar” información es, justamente, el exceso de
datos.
Un mal que se ha denominado con el neologismo de “infoxicación”: la
sobreabundancia de información que puede provocar un caos informativo, que
nos sumerge en un contexto en el que hay demasiado “ruido” en la red. Na-
vegamos en un caudal de datos en el que se vuelve cada vez más difícil deci-
dir qué es válido y qué no lo es, y el propio caudal nos ahoga, sobrepasa
nuestra capacidad de comprensión.

Caótica, anárquica…pero autoorganizada


No, no es la descripción de la habitación de un adolescente (aunque la
metáfora sirve bastante...). Anárquica y autoorganizada es la carac-
terística más típica de la dispersión de información en Internet.
Es probable que muchos de ustedes hayan oído hablar del fenó-
meno de la Web 2.0, la web social, la web semántica... Abordare-
mos más adelante este asunto, pero por ahora quiero tan sólo desta-
car el cambio de modelo que se está verificando: de una Internet
hecha de páginas “para mirar” (a lo sumo, descargar o “bajar”) a una
Internet que rebosa de espacios para generar contenidos, comentar,
recomendar, sugerir, conversar, establecer lazos...
Los enlaces ya no son simples pasos de una página a otra, son
nodos, puntos neurálgicos, cabeceras de estación, desde los cuales
se tejen tramas de discursos, de personas, de videos, de noticias.
Esto le da a Internet una riqueza y plasticidad magnífica, pero a
una velocidad de transformación que causa vértigo.
La arquitectura de la web se vuelve enmarañada y relacionada en
múltiples capas y niveles.2 La arquitectura de los datos, móvil, activa, casi
neuronal, asusta un poco. Pero también entraña un desafío inédito para los
educadores, y para la sociedad en su conjunto. Veamos… 2) Podemos ver
un bonito ejemplo visual
de esta idea en los
grafos, lo abordaremos
en clases.
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La educación en este
contexto de cambio
La relación de la educación con las TIC

Podríamos afirmar que estamos inmersos en este proceso de explosión de


la masa de informaciones disponibles en el mundo, en el cual, como educado-
res, nos toca una parte importante, ya que nuestro rol central tiene que ver
con la transmisión de saberes.
En este contexto las tecnologías de la información y la comunicación (TIC3)
aparecen como un fuerte componente de un proceso de cambio que no se 3
Al hablar de las TIC, no
se hace referencia en
puede negar, más allá de los variadísimos matices con que se puede presentar forma exclusiva a las
en las diferentes culturas y niveles sociales, un proceso del cual no conviene computadoras (que es
permanecer al margen. una asociación que
normalmente se
Encontraremos múltiples discursos que nos dicen que en el futuro próxi- establece, a veces de
mo la información y el conocimiento serán los principales factores producti- manera casi inconsciente)
vos, más aun que los recursos naturales, o el capital, o la tecnología misma. sino que incluyen
Estos discursos sitúan, pues, a la información como un elemento fundamental fenómenos de claro
impacto en la sociedad,
en la estructura de las sociedades, enérgicamente ligada a los cambios signifi- como la televisión y la
cativos producidos gracias a las TIC. telefonía
Por cierto no se trata de una relación armónica y sencilla. Los enfoques
tecnocráticos tienden a reducir estas relaciones, polarizándolas, es por ello
que la mirada de los educadores deberá cuidarse mucho de caer en ellos.
El desarrollo técnico podrá hacer posible una mejor distribución de la in-
formación y el conocimiento, pero que sea posible no es sinónimo de que sea
realizado. La disputa por la posesión de medios de comunicación, por ejem-
plo, nos da un ejemplo de que estamos ante procesos de complejidad impor-
tante, en los cuales la apropiación y el control sobre la información juegan
papeles centrales.
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Dominique Wolton, resume convenientemente el punto al preguntarse:


4
Dominique Wolton.
“¿Cuándo se reconocerá que cuanto más se disponga de teléfo- Penser la
nos, ordenadores, televisores, multimedias interactivos, redes... más communication. París,
se plantea la pregunta de saber qué harán las sociedades con esas téc- Flammarion, 1997.
nicas y no, como se escucha tan a menudo, de saber qué sociedad
será creada por esas técnicas? En una palabra, ¿cuándo se reconocerá
que el problema es socializar las técnicas y no tecnificar la so-
ciedad?4
Pues bien, he aquí el planteo del problema: qué relación se establece entre
las TIC y la educación en este contexto específicamente. Podríamos simplifi-
car y decir que la educación tiene la función de siempre: socializar, distribuir
los saberes de los grupos sociales, en fin: alfabetizar. Y que las TIC son herra-
mientas al servicio de esa tarea. Podríamos recordar que la alfabetización siem-
pre ha significado aprender y dominar las tecnologías necesarias para gestio-
nar la información (las tablillas, el lápiz y el papel, el texto impreso, etc.) Si las
tecnologías cambian o se amplían con la llegada de nuevos dispositivos, es
coherente que el uso y manejo de éstos se incorpore al proceso de aprendiza-
je. Sigue una lógica evolutiva, en cierto sentido.

Alfabetismo en la sociedad de la información


En el caso del alfabetismo, César Coll nos señala la aparición de un proce-
so que llama “expansión”: en efecto, ya no se habla de alfabetización simple,
reducida a leer lo mínimo, escribir lo mínimo, sino que surge el concepto de
las nuevas alfabetizaciones, estrechamente unido al avance de la tecnología en
la sociedad actual. En esta línea, Coll asegura que los cambios drásticos que
están ocurriendo en los conceptos globales de lectura, autor, texto, e incluso el
propio concepto de alfabetismo son cruciales porque están, justamente, en un
momento de redefinición.
Solidariamente con la idea de expansión del alfabetismo, surge también la
noción de la expansión de nuevos analfabetismos, un riesgo y una brecha
que las sociedades deben tener muy en cuenta, dado que en relativamente
poco tiempo, afectarán a vastos sectores de la población.
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La integración de las TIC


a los Sistemas Educativos
Nuevas competencias necesarias para incorporar
las herramientas tecnológicas
en los espacios de docencia

Ya hemos convenido que en este contexto, la red Internet aparece como


“el” recurso de información más importante y los contenidos allí depositados
son, por su volumen, accesibilidad, variedad y costo, objeto de admiración y
asombro.
Sin embargo, estas posibilidades vistas como ventajas conllevan
también sus propios problemas.
Entendemos que hemos llegado a un punto en el cual ya no nos pregunta-
mos acerca de la conveniencia o no de que las TIC se integren en la Educación
Superior. (ni en ningún otro nivel educativo).
Está bastante claro que, hagamos lo que hagamos, la huella de
la tecnología y en especial de la Red, estará presente en la cultura
y la sociedad, cada vez con una fuerza mayor, y por ende, en nues-
tras instituciones. La Lic. María Irma Marabotto, en su ponencia
“Internet e interacciones” presentada en el III Congreso
Ibero-Americano Educarede nos hablaba de una evolución en los
interrogantes que se plantearon a lo largo del tiempo en torno de
la relación entre la educación y las oportunidades que ofrecen las
TIC, y en especial, la comunicación mediante Internet.
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Según Marabotto, la evolución de los interrogantes sería:

Primera generación:
¿Cómo incorporar la cultura digital a la cultura escolar?

Segunda generación:
¿Podemos evitar que el uso de Internet en la escuela se torne una
práctica ingenua, viciada, irrelevante o burocrática?

Tercera generación:
¿Podemos reconstruir las claves axiológicas que le otorguen senti-
do formativo?
No hace falta ser analistas expertos, podemos ver claramente que muchas
instituciones educativas pueden estar en la tercera generación de interrogantes
pero muchísimas más aún se están formulando la segunda, y es innegable que
hay algunas que todavía no tienen en claro la respuesta para la primera.
Es evidente que hablamos no sólo de la existencia real (material) de las
computadoras y las redes, sino de la comprensión y la construcción de los
conocimientos que se siguen de incluirlas en los procesos educativos.
Esta secuencia necesaria para pasar del papel del mero espectador al de
usuario activo, y luego, al de transmisor consciente requiere ser organizada en
torno a algunos parámetros.
Hemos tomado el documento de la UNESCO, Estándares de competen-
cias en TIC para docentes, a fin de ejemplificar esa especie de promesa de las
TIC para la educación, que se parece bastante a una papa caliente.5
Ya en la introducción del documento, escrita por Abdul Waheed
5
En Argentina hay un
juego de niños llamado
Khan,leemos : “El gran bonete” que
“Para vivir, aprender y trabajar con éxito en una sociedad cada parece adecuado como
metáfora. El que dirige el
vez más compleja, rica en información y basada en el conocimiento, juego dice que se le ha
los estudiantes y los docentes deben utilizar la tecnología digital con perdido algo y señala a
eficacia.” un poseedor. Este debe
seguir una secuencia de
Se les adjudica a las TIC la posibilidad de ayudar a los estudiantes a lograr preguntas y respuestas
capacidades para ser buscadores y analizadores de información, solucionadotes con el lider de juego “Yo,
de problemas, usuarios creativos y eficaces, colaboradores, productores, señor?” Sí, señor” “No,
señor?” “Entonces
comunicadores, ciudadanos informados, responsables y capaces de contribuir quién?” “Tal” y el juego
a la sociedad continúa ad infinitum
Y al agente social que le toca la responsabilidad de diseñar el entorno ade-
cuado para el uso y las oportunidades de aprendizaje de las TIC, es el docente.
Por eso los estándares apuntan a las competencias del docente. El modelo
habla de un docente competente, y como consecuencia lógica, un alumno
formado en ese mismo esquema.
Está planteado en un orden que me resulta curioso, ya que dice
“Escuelas y aulas deben contar con docentes que posean las com-
petencias y los recursos necesarios en materia de TIC”
Las escuelas deben poseer a esos docentes. Luego los docentes deben
poseer esas competencias esperadas. En ese diagrama de trasvasamiento, el
alumno es el recipiente final de una cadena de volcado. Realmente me inquieta
un poco…
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Por suerte, más adelante aclara que esto es un inicio,


y en el futuro, las competencias fundamentales compren-
derán la capacidad
“tanto para desarrollar métodos innovadores
de utilización de TIC en el mejoramiento del
entorno de aprendizaje, como para estimular la
adquisición de nociones básicas en TIC, profun-
dizar el conocimiento y generarlo.”
Debemos ser críticos a la hora de visualizar una me-
jora global en la educación basada en el incremento o en
la inclusión de las TIC en los sistemas educativos. EL pa-
radigma tecnocrático no alcanza, pero la reacción
antitecnocrática nos deja aun más afuera de toda posibi-
lidad de acción.
La formación profesional del docente es acaso, el componente fundamen-
tal del desarrollo y optimización de la educación. Requiere, por tanto, cam-
bios en lo específico (en el día a día de nuestra clase, por caso) y en lo global
(sostenimiento permanente, permanencia en el sistema educativo, continui-
dad de proyectos, etc.)
Si leemos atentamente los estándares redactados por la UNESCO, vere-
mos que ya en el primer nivel esperado (manejo de herramientas básicas de
TIC) se espera que los docentes sean competentes en la gestión de redes, que
sepan buscar y disponer información; trabajar con graficadores, con presenta-
dores multimedia; buscar paquetes de software educativo, evaluarlos y adap-
tarlos a las necesidades de los estudiantes; examinar y demostrar el funciona-
miento de hardware, incluyendo escáneres e impresoras…
La UNESCO coloca alto el listón en cuanto a competencias, pero nos deja
algo huérfanos en cuanto a cómo llegar a ese primer escalón, aun cuando hay
algunas recomendaciones dirigidas a quienes toman las decisiones políticas.
Está claro que se espera de los docentes que sean, que seamos, capaces de
integrar las TIC. Que seamos competentes en el manejo de las mismas, ya que
es en nuestras manos donde se depositan, con la esperanza de que nos sirvan
de herramientas, insertas en buenas prácticas, de cara a una sociedad un poco
más justa.
Bien, nos piden mucho.
Será que valemos mucho.
Los invito a tomárselo como un desafío, y como una oportunidad.
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Bibliografía de la Unidad 1
Material de lectura obligatoria

„ Ficha de cátedra (Unidad 1)


„ Kurtz, Robert “La ignorancia de la sociedad del conocimiento”
En: http://www.scribd.com/doc/9000810/Robert-Kurz-La-ignorancia-de-la-sociedad-del-conocimiento
„ Recomendaciones de la UNESCO sobre competencias docentes “Estándares de com-
petencias en TIC Para docentes” 2008.
En: www.oei.es/tic/UNESCOEstandaresDocentes.pdf
„ Tedesco, Juan Carlos: “La educación y las nuevas tecnologías de la información”
En: IIPE Buenos Aires (requiere registro)
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Bibliografía recomendada (optativa)

„ UAM “Educar en la era de las redes” Solamente lectura online en PDF de Google
libros
http://books.google.cl/books?id=PmaThV_-R6IC&pg=PA61&dq=UAM+%E2%80%9CEducar+en+la+era+de+las+redes%E2%80%9D#PPA7,M1

„ Seoane Catuxa “Del papel a la web: nuevas formas de lectura, escritura y acceso a la
información”
www.deakialli.com/wp-content/uploads/2007/10/catuxa-seoane.pdf
„ Tedesco, Juan Carlos. Burbules, Nicholas C.. Brunner, José J.. Martín, Elena. Hepp,
Pedro. Morrissey, Jerome. Duro, Elena. Magadán, Cecilia. Lugo, María Teresa. Kelly,
Valeria. Aguerrondo, Inés. ”Las TIC: del aula a la agenda política”
„ IIPE – UNESCO Buenos Aires y UNICEF-Argentina, 2008. (Requiere registrarse para
hacer descargas)

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