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Clase Nº 4

La presente clase ha sido elaborada por Plinio Arruda de Sampio exclusivamente para ser dictada en el Programa
Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED), en la cuarta clase: “Raúl Prebisch y al noción de
estructura Centro-Periferia.”, Febrero 2009.

Av. Corrientes 1543 (C1042AAB),


Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Informes: (54-11) 5077-8024
academica-pled@cculturalcoop.org

Cómo citar:

Arruda de Sampaio, Plinio. ‘’Raúl Prebisch y al noción de estructura Centro-


Periferia’’[CLASE]. En: Curso virtual “Actualidad del pensamiento crítico
latinoamericano sobre la problemática del desarrollo nacional.” (Programa
Latinoamericano de Educación a Distancia, Centro Cultural de la Cooperación,
Buenos Aires, Febrero de 2009).

RAUL PREBISCH Y LA NOCIÓN DE


ESTRUCTURA CENTRO-PERIFERIA

Prof. Plinio Arruda de Sampaio

I.- Introducción

1. En la primera clase mostramos que, en la periferia latinoamericana la crisis


del Estado Nacional, asume la forma de una tendencia a la reversión
neocolonial que socava las bases objetivas y subjetivas de la sociedad
nacional.

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2. En la segunda, presentamos la tesis que vivimos en un momento de crisis de
la teoría del desarrollo, caracterizada por la negación de la problemática
original del pensamiento crítico latinoamericano.
3. En la tercera, hicimos una primera introducción a la problemática del
desarrollo nacional en el capitalismo dependiente con el objetivo de
identificar la especificidad de los problemas enfrentados por las formaciones
sociales que son parte de la periferia del sistema capitalista mundial.
4. En esta clase discutiremos la contribución de Raúl Prebisch a la comprensión
de cómo la posición periférica en el sistema capitalista mundial
compromete la industrialización de las economías latinoamericanas. La
exposición será dividida en cinco momentos:
A) Presentación del contexto histórico más general que condiciona el
pensamiento de Prebisch;
B) Presentación de la noción “estructura centro-periferia”;
C) Una crítica a las teorías de las ventajas comparativas como punto de
partida de una nueva problemática;
D) Una agenda de investigación que se deriva de las proposiciones de
Prebisch sobre la especificidad de los problemas de la industrialización
periférica;
E) La evolución y la actualidad de las reflexiones de Prebisch.
5. La bibliografía básica de esta clase es el texto básico de Prebisch El desarrollo
económico de América Latina y alguno de sus principales problemas, conocido
como El Manifiesto del Estructuralismo latinoamericano. En él Prebisch
critica la absoluta inadecuación de la doctrina liberal para explicar la realidad
latinoamericana y presenta las ideas seminales que delimitan la problemática
de la industrialización periférica.
En su libro En busca de nuevo modelo, Celso Furtado revela el impacto que le
causó la lectura de las tesis de Prebisch: “Al leer ese texto percibí que
necesitábamos de un trabajo de teorización autónomo que partiera de
nuestra realidad latinoamericana. Sin autonomía para teorizar en el campo de
las ciencias sociales quedamos reducidos a un simple mimetismo estéril”
(p.85).
A) El artículo de Furtado –La naturaleza del ciclo principal- busca, a partir
del marco conceptual establecido por Prebisch, explicar la erosión del
papel de los Estados Unidos como centro principal de la economía
mundial. En ese artículo, el autor nos provee de importantes elementos
para la comprensión de la deuda externa como una nueva forma de
subordinación de las economías periféricas. La tesis central de Furtado
es que la incapacidad de los Estados Unidos para ejercer de manera
adecuada la función de centro cíclico principal provoca un desorden en
el sistema monetario y financiero internacional, dejando a la economía
mundial expuesta a fuertes inestabilidades económicas, y a las
economías nacionales sujetas al arbitrio de la política económica de
Estados Unidos.

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B) El texto de Aníbal Pinto –Marginación y dependencia de América Latina-
muestra que el balance del proceso de industrialización por sustitución
de importaciones revela una tendencia a la marginación relativa de las
economías de la región con respecto a los frutos del progreso técnico. El
artículo sostiene que la internacionalización de los capitales productivos
y el proceso de endeudamiento externo reforzaron la inserción
dependiente de las economías de la región en el sistema centro-periferia.
El nuevo carácter de la relación centro-periferia acentuó los
mecanismos de transferencia de renta al exterior, reforzó el proceso de
desnacionalización de la economía, intensificó la dependencia
tecnológica y debilitó dramáticamente los centros internos de decisión.
C) El capítulo de Teoría del subdesarrollo de la CEPAL de Octavio
Rodríguez hace una exégesis del concepto de sistema centro-periferia.
Es una lectura auxiliar, de gran valor, para la compresión de las ideas
de Prebisch.
6. La bibliografía sobre el trabajo de Prebisch es inmensa, y ahora, con los
instrumentos informatizados de búsqueda, puede ser rápidamente
identificada. Aún así para facilitar el trabajo de quien quiere profundizar en el
asunto, mencionamos algunas referencias adicionales:
A) El debate Viner-Prebisch se encuentra en:
- Viner, J. - Comércio Internacional y Desarrollo Econômico, Ed.
Tecnos, 1961
- Prebisch, R. – “A Mística do Equilíbrio Espontâneo da Economia”,
Revista Brasileira de Economia, 1952.
B) Para una versión reciente de la crítica neoliberal a las recomendaciones
de Prebisch ver:
- Balassa, B. – “The Processo of Industrial Development – an
Alternative Development Strategy”, Essays in International Finance,
141, 1980.
C) Para una idea de la crítica marxista a Prebisch recomendamos, como
primer abordaje, ver:
Flechsig, S. - “Em Memória de Raúl Prebisch (1901-1986)”, IN; Revista
de Economia Política, Vol. 11, No. 1, janeiro-março/1991.
D) Sobre la importancia de Prebisch en la Economía Política de la CEPAL,
indicamos:
- Pinto, A. – ‘Raúl Prebisch (1901-1986)”, IN: Revista de la CEPAL,
agosto, 1986
- Furtado, C. – “O Centenário de Raúl Prebisch”, capítulo do livro “Em
busca de novo modelo”, Paz e Terra, 2002
- Love, J.L. – “Raul Prebisch and the Origins of the Doctrine of Unequal
Exchange”. IN: Latin American Research Review, Chapel Hill, XV,
1980
E) La evolución del pensamiento de Prebisch fue sistematizada por él
mismo en el artículo:

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- Prebisch, R. – “Five stages of my thinking on development”, IN:
Meier, C.M. e Seers, D. (eds). Pioneers in Development, 1984

II. Prebisch: Un intelectual sintonizado con el tiempo y con el espacio

1. Artífice de la Comisión Económica para América Latina –CEPAL- Raúl


Prebisch fue sin duda el gran inspirador y el principal líder intelectual del
llamado Estructuralismo Latinoamericano. Nacido en 1901, en la provincia
argentina de Tucumán, fue un observador privilegiado de los profundos
cambios que sacudieron a las economías del continente en el Siglo XX. Era un
hombre preocupado por la praxis, su pensamiento y su acción acompañaron
su tiempo.
- La crisis de 1929, que determinó el fin del ciclo de las economías
primario-exportadoras, encontró al joven Prebisch con
responsabilidades públicas, entonces un neoclásico: primero
subsecretario de Estado (1930-1932) y después como consejero
económico en el Ministerio de Finanzas de Argentina (1931-1935).
- El ciclo de industrialización por sustitución de importaciones, que gana
impulso en la segunda mitad de la década del ’30 y se profundiza en los
años siguientes, fue vivido intensamente por Prebisch. Primero como
organizador y primer dirigente del Banco Central de Argentina (1935-
1943). Posteriormente, como ideólogo y secretario general de la CEPAL
(1949-1963). En el momento en el que surgieron las primeras señales de
declinamiento del proceso de industrialización por sustitución de
importaciones, Prebisch inició una cruzada por la reforma del orden
económico internacional, convirtiéndose en Primer Secretario General
de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo –
UNCTAD- (1964-1969).
- Finalmente, Prebisch enfrenta los aires de la globalización de los
negocios y la contrarrevolución monetarista montada por el ILPES –
brazo de la CEPAL preocupado por los problemas de la planificación- y
finalmente entablando la batalla ideológica contra el neoliberalismo
triunfante a partir de la trinchera de la Revista de la CEPAL, de la cual
fue el fundador y el editor responsable hasta su muerte (1976-1986).
2. Formado dentro de los cánones del neoliberalismo, fue la constatación de que
había una absoluta discrepancia entre las formulaciones abstractas de la
teoría de las ventajas comparativas y de los mecanismos de ajuste de la
balanza de pagos, basados en el patrón oro, y la dura realidad del deterioro de
los términos de intercambio y del colapso del sistema monetario internacional,
la que hizo que Prebisch abandonara la ortodoxia para convertirse en uno de
sus más severos críticos en América Latina. En su búsqueda de un marco
analítico que lo aproximara a la realidad latinoamericana se valió de diferentes
corrientes teóricas. Cuenta Furtado que Prebisch era un lector voraz. Le
encargaba a sus jóvenes auxiliares la presentación regular de reseñas de
trabajos y ensayos. A pesar de que nunca haya conseguido liberarse

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totalmente de su formación neoclásica, no es difícil identificar en su rica
producción teórica la fuerte influencia de Keynes y Schumpeter.
3. Como exponente máximo del desarrollismo nacional latinoamericano, la
reflexión de Prebisch debe ser vista como la voz de los grupos económicos y
sociales que luchaban por la independencia económica de las sociedades
latinoamericanas. Por esta razón, muchos autores lo identificaron como un
intelectual orgánico de la naciente burguesía nacional. [Es el caso explícito de
Octavio Rodríguez y Esteffen Flechzig]. Prebisch nunca aceptó la etiqueta. En
el prefacio del clásico libro de Rodríguez La teoría del subdesarrollo de la
CEPAL, se justificó: “No acuerdo con él [Octavio Rodríguez] (…) cuando
sostiene que en los primeros escritos de la CEPAL se trasluce cierta ideología
vinculada a los nuevos intereses que surgen con el desarrollo de la
industrialización. Digo “los nuevos intereses”, porque de nuestros escritos no
se desprenden manifestaciones de aprobación al régimen existente de
propiedad del suelo. No comparto esa sospecha doctrinaria de nuestro amigo.
Es cierto que la industrialización está hecha por los hombres y que ella
permite que muchos de ellos prosperen más allá de lo que le correspondería
por sus esfuerzos, debido a la abusiva protección que generalmente se les ha
otorgado. Pero esto no significa que, al preconizar la industrialización, nuestro
objetivo haya sido la prosperidad de aquéllos. Esta prosperidad vino como
complemento.” (p.11)
4. Una última palabra sobre el personaje. Prebisch era un intelectual con una
vocación pública nata. Se trataba de un luchador, con una amplia visión del
mundo, que dedicó su vida a comprender y transformar la realidad
latinoamericana. En el momento en que, por todos los rincones del mundo
somos testigos de una grave crisis moral, que tiene como telón de fondo la
sorprendente promiscuidad entre lo público y lo privado -problema que
alcanza de manera especial a las autoridades responsables por los problemas
económicos- no puedo resistir la tentación de reproducir una declaración de
Furtado. Comentando sus conversaciones informales en Santiago de Chile
dice: “Prebisch era de mucho andar, decía que pensaba mejor caminando.
Muchas veces lo seguí por kilómetros dado que nuestras casas estaban
próximas. Él nunca abordaba temas personales, pero le gustaba referirse a su
experiencia en el Banco Central. Le pregunté a él cierta vez qué lo había
inducido a reasumir la cátedra universitaria. Me respondió simplemente: “En
primer lugar, porque estaba desempleado, en segundo, porque me gusta
pensar en voz alta y ése es un privilegio del profesor”. Y continuó: “Cuando
dejé el Banco Central, me quedé sin medios de vida, necesité alquilar mi casa
de San Isidro y mudarme a un pequeño departamento donde mi mujer tuvo
que privarse de su piano”. Como yo mostraba cierta perplejidad por el hecho
de que él no se había conseguido un buen empleo, me contestó en tono
explicativo: “¿Qué empleo? Yo había sido muchos años Director del Banco
Central, conocía la cartera de todos los bancos, porque había ayudado a
sanearlos, al punto de poder administrar el redescuento por teléfono. Cuando
me echaron, muchos bancos me ofrecieron posiciones de alto rango, pero

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cómo podía colocar mis conocimientos al servicio de uno si estaba al corriente
de los secretos de todos? Preferí reducir mi costo de vida al de un profesor, lo
que no era mucho.”” (En busca de un nuevo modelo, 2002).

III. Sistema centro-periferia.

1. El concepto de sistema centro-periferia tiene como principal objetivo el


delimitar la especificidad de la problemática de industrialización
latinoamericana, presentando un conjunto articulado de cuestiones que
condicionan la forma de funcionamiento de las economías periféricas del
sistema capitalista mundial y mostrando los nudos que deben ser desatados
para que pueda abrirse el camino hacia el desarrollo nacional. El discurso de
Prebisch se organiza, entonces, en torno a las dificultades con las que se
encuentran las economías latinoamericanas para conquistar su
independencia económica en el contexto de un marco histórico adverso. Las
dos cuestiones más generales encerradas en esta reflexión son: a) la necesidad
de internalizar las estructuras y los dinamismos que impulsan las
transformaciones capitalistas; y b) la necesidad de crear las condiciones
objetivas y subjetivas que permitan subordinar la acumulación capitalista a
los objetivos de la sociedad nacional.
2. Con la noción de una economía mundial polarizada entre economías centrales
y economías periféricas, Prebisch destaca la existencia de un sistema de
relaciones económicas internacionales jerarquizado, compuesto por
estructuras productivas que tienden a cristalizarse bajo la forma de una
determinada división internacional del trabajo. Las economías centrales
funcionan como el núcleo propulsor de las transformaciones capitalistas,
apoyándose en fuerzas productivas modernas, homogéneas y diversificadas.
Las economías periféricas funcionan como satélites de las economías
centrales, basándose en fuerzas productivas de bajo contenido tecnológico,
heterogéneas y especiales. Entre las economías centrales y periféricas hay un
abismo en la productividad media del trabajo y en el ingreso medio de la
población.
3. Las diferencias estructurales entre economías centrales y economías
periféricas condicionan el patrón de relaciones económicas internacionales.
- En el plano comercial, predominan las exportaciones desde las
economías centrales de productos manufacturados y de alto contenido
tecnológico, mientras que las economías periféricas tienden a
especializarse en la exportación de productos primarios con bajo
contenido tecnológico.
- En el plano productivo, las economías centrales exportan capitales
productivos, recibiendo como retorno remesas de ganancias y royalties;
mientras que las periféricas se convierten en receptoras de inversiones
extranjeras, teniendo que soportar el costo de operar con un capital

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ajeno, bajo la forma de crecientes transferencias de recursos para el
pago de ganancias y de royalties.
- En el plano financiero, las economías centrales constituyen el puerto
privilegiado de salida y de llegada de capital financiero, siendo las
economías periféricas blanco de operaciones de endeudamiento externo
y de fuga de capitales, condicionada por las fluctuaciones de las
finanzas internacionales, funcionando a veces como receptoras del
exceso de liquidez internacional para financiar la entrada de ahorro
externo y a veces como exportadoras de capital, teniendo que hacer
gigantescas transferencias de recursos reales al exterior.
4. Las economías centrales empujan estas transformaciones, permaneciendo en
la vanguardia del capitalismo, mientras que las economías periféricas
asimilan con retardo las transformaciones que se propagan desde el centro. La
difusión desigual del progreso técnico, que deriva de la tendencia
estructural al deterioro de los términos del intercambio, amplia la
distancia entre países desarrollados y subdesarrollados. Por esta razón,
explica Rodríguez: “La desigualdad le es inherente, o sea, [la estructura
centro-periferia] presupone que durante la evolución a largo plazo del sistema
económico mundial se alargará la brecha entre esos dos polos, entre el
carácter desarrollado de los centros y el carácter subdesarrollado de la
periferia”. Esto de debe a que “la desigualdad estructural y (…) la
diferenciación entre productividades y rentas medias actúan una sobre la otra
y se refuerzan recíprocamente”. [Teoría del desarrollo de la CEPAL, p. 38 y p.
42, respectivamente] Desarrollo o subdesarrollo constituyen así, dos formas
cualitativamente distintas asumidas por la transformación capitalista en las
economías centrales y periféricas, respectivamente.
5. La constatación de diferencias cualitativas entre economías (orgánicamente
vinculadas) que son parte de un mismo patrón de transformación capitalista,
significa que el movimiento de las economías periféricas no puede ser
comprendido de forma aislada y si no es como parte de un todo. En el libro
Pequeña introducción al desarrollo, Furtado le atribuye como principal
contribución de Prebisch a la economía política del desarrollo, la necesidad de
una visión global de los problemas económicos. “Quizás ninguna idea haya
tenido tanta significación en la formación de una visión nueva del desarrollo,
como la de estructura centro-periferia formulada por Raúl Prebisch. Si bien la
preocupación inicial de ese autor fue la propagación internacional del ciclo de
negocios –la diversidad de comportamiento de las economías exportadoras de
productos primarios bis a bis de las economías exportadoras de productos
industriales- la idea encerraba una visión global del sistema capitalista y abría
la puerta a la percepción de su heterogeneidad, cuya formación histórica
debería ser atentamente observada si se pretende captar la especificidad del
subdesarrollo. La profundización de esa idea hecha por el propio Prebisch y
por el grupo de científicos sociales reunidos en la CEPAL –conocidos
posteriormente como la escuela estructuralista latinoamericana- dio origen a

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la corriente de pensamiento y de influencia más amplia y permanente en los
estudios del desarrollo.” (p.38)

IV. La crítica de Prebisch al saber convencional

1. El marco analítico de Prebisch fue construido en contraposición con el saber


convencional que defendía la adhesión de las economías latinoamericanas al
patrón oro y la inequívoca vocación agrícola de la región. No tiene caso repetir
aquí la clarísima argumentación de Prebisch contra la teoría de ajuste de la
balanza de pagos basada en el patrón oro y contra la teoría de las ventajas
comparativas como referencias que debieran orientar la inserción de periferia
en la economía mundial, pero conviene sin embargo resaltar algunos de sus
rasgos más importantes.
2. En relación al patrón oro, Prebisch destaca la inadecuación de sus
proposiciones. El desconocimiento de las especificidades de las economías
periféricas y la absoluta insensibilidad frente a las consecuencias catastróficas
de las medidas propuestas sobre la población latinoamericana, llevaron a la
proposición de un patrón de ajuste de balanza de pagos que suponía una
brutal contracción de la renta nacional. La ignorancia del hecho de que los
Estados Unidos no estaban en condiciones de cumplir el papel ejercido por
Inglaterra en los años gloriosos del liberalismo agravaba la situación, haciendo
que las economías periféricas vivieran en un estado permanente de escasez de
dólares. En suma, las características de las economías periféricas y el
modo de funcionamiento del centro principal tornaban inviable la
adhesión al patrón oro. De allí la conclusión de Prebisch de que “el control
cambiario no resultó de una teoría, sino que fue una imposición de las
circunstancias. Nadie que haya conocido de cerca todas las complicaciones
que ese sistema trajo consigo podría haber optado por él, en el caso de que
hubieran surgido otras alternativas o si estuviese al alcance de los países
latinoamericanos la eliminación de las causas profundas de este mal.” (p.101)
3. En lo que respecta a la teoría de las ventajas comparativas, la crítica de
Prebisch parte de la constatación empírica de que las promesas de la teoría –
de que habría una socialización de los frutos del progreso técnico-
simplemente no se verificaron. Al contrario. El deterioro de los términos del
intercambio significó una transferencia de recursos de las economías
periféricas a las economías centrales. En sus palabras “mientras los centros
preservaron íntegramente el fruto del progreso técnico de su industria, los
países periféricos les transfirieron una parte del fruto de su propio progreso
técnico” (p.83). Prebisch atribuyó los equívocos de la teoría de las ventajas
comparativas al total irrealismo de sus premisas.

- Los supuestos de la plena movilidad de los factores económicos de


producción y de la homogeneidad de las estructuras económicas y
sociales de las economías que componen el sistema capitalista mundial,
habrían inducido al terrible equívoco de pensar al comercio

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internacional en los mismos términos que el comercio interno. Sin
embargo, como advierte Furtado, “el comercio exterior no puede ser
concebido como un simple prolongamiento de la actividad productiva
interna, un intercambio de excedente que permite aumentar la
productividad de los factores relativamente más abundantes” (p.12)
- El reducido grado de apertura de la economía norteamericana no la
habilitaba para funcionar como el centro principal de un sistema de
comercio internacional en el que todo sistema de intercambios de
basaba en las ventajas comparativas de cada economía. “La verdad es
que la sociedad norte-americana no se había preparado para ejercer la
posición internacional dominante que el país ocupó como resultado de
la segunda guerra mundial” [Furtado, pp. 14]. [Los textos de Furtado y
Aníbal Pinto profundizan estas ideas].

4. Prebisch resaltó la necesidad de un esfuerzo de teorización que tenga


como perspectiva la mirada latinoamericana luego de haber impugnado el
uso de las teorías que ignoraban las especificidades de las economías
latinoamericanas y las particularidades del modo de funcionamiento de la
economía mundial. En sus palabras:
- “Es necesario exponer con claridad la situación de los países
latinoamericanos, a fin de que sus intereses, aspiraciones y
posibilidades, se integren adecuadamente en fórmulas generales de
cooperación económica internacional.”(p.73)
- “Son bien conocidas las dificultades que se le presentan a una tarea de
esa naturaleza en América Latina. Tal vez la principal de ellas sea el
número exiguo de economistas capaces de penetrar, con un
discernimiento original, en los fenómenos concretos latinoamericanos.
Por una serie de razones, no se consigue suplir su carencia con la
formación metódica de un número adecuado de jóvenes de alta
calificación intelectual. Enviarlos a las grandes universidades de Europa
y de Estados Unidos representa un progreso considerable, pero no es
suficiente, porque una de las fallas más visibles que padece la teoría
económica en general contemplada desde la periferia es su falso sentido
de universalidad” (p.80)

V. Agenda de investigación e hipótesis de trabajo

1. Más que un cuerpo teórico acabado, el esfuerzo de teorización de los


problemas del desarrollo de las economías periféricas hecho por Prebisch
definió una agenda de investigación, estableció hipótesis de trabajo y fijó
criterios para orientar la política económica de los países
latinoamericanos. Sin pretensión de agotar la vasta gama de cuestiones
abordadas por el manifiesto fundador del estructuralismo latinoamericano,
intentaré resaltar los aspectos que considero más importantes para nuestro
propósito de rescatar la tradición del pensamiento crítico latinoamericano.

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2. En lo que respecta a la agenda de investigación, Prebisch enfatiza tres
dimensiones de la problemática de la industrialización periférica.
- Comprender los efectos del patrón de difusión desigual de progreso
técnico sobre las economías latinoamericanas, teniendo como finalidad
la de establecer el campo de oportunidades de la industrialización
periférica y los desafíos de su consecución. Se trata de identificar las
tecnologías que están siendo difundidas, las condiciones de acceso a
tales estructuras, y los requisitos económicos, financieros, sociales y
culturales para su asimilación en las economías periféricas.
- Estudiar los condicionamientos económicos y socioculturales del
proceso de acumulación de las economías periféricas, con el objetivo
de identificar las rupturas necesarias para la superación del
subdesarrollo. El punto fundamental es el de superar los bloqueos a la
introducción y difusión del progreso técnico, tanto como el de
subordinar la incorporación del progreso técnico a las verdaderas
necesidades de la sociedad nacional.
- Establecer criterios racionales para la intervención del Estado en la
economía a fin de definir directrices para el planeamiento económico.
Teniendo en cuenta el sentido, la intensidad y el ritmo que se desea
imprimir a la industrialización, le cabría al planeamiento orientar el
patrón de inserción en la economía mundial, definir las reformas
sociales e institucionales necesarias y calibrar el equilibrio entre el
mercado y el Estado.

3. Más allá de establecer una compleja agenda de investigación, Prebisch


presenta un conjunto de hipótesis sobre el origen del sistema capitalista
mundial y sobre las raíces del subdesarrollo que sirvió como esqueleto para
el desarrollo de la economía política de la CEPAL. Por su actualidad para la
comprensión de “algunos de los principales problemas” de las economías
latinoamericanas, conviene mencionar lo siguiente:

1) El comercio internacional no puede ser entendido como un


desdoblamiento del circuito mercantil interno. Él posee un dinamismo
propio que depende de:
- El patrón de integración internacional, o sea, del carácter del sistema
centro-periferia;
- El modo de funcionamiento del centro principal, o sea, del papel del
centro principal en el funcionamiento del comercio internacional y en la
operación del sistema monetario y financiero internacional.
2) La posición periférica en el sistema capitalista mundial constituye un
obstáculo para el desarrollo de las economías latinoamericanas. 1 Prebisch
destaca dos desventajas resultantes de la situación periférica:

1
En palabras de Prebisch: <<(...) las nuevas formas de producción en que la técnica se manifestó incesantemente, abarcara
solo a una proporción reducida de la población mundial>> [pp. 139].

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-
Por un lado, el deterioro de los términos del intercambio drena
recursos desde las economías periféricas;
- Por el otro, la elevada productividad de las economías centrales
constituye un obstáculo a la internalización de la producción
industrial, porque las economías periféricas no tienen forma de
competir con mercancías importadas de los centros industriales.
3) En consecuencia, la industrialización no puede ser vista como un
problema aislado, que pueda ser estudiada independientemente de lo que
ocurra en el sistema capitalista mundial. El secreto del estudio de la
industrialización periférica pasa exactamente por la comprensión de la
situación periférica dentro del sistema centro periferia. 2
4) No es el lugar aquí para detallar las diferentes versiones que explican el
deterioro de los términos de intercambio, versiones que han sido
exhaustivamente detalladas en el trabajo del propio Prebisch y de Rodríguez;
sin embargo, es importante marcar que la causa fundamental subyacente al
deterioro de los términos de intercambio está asociada, básicamente, a dos
factores:
- Al patrón de inserción en el comercio internacional que vincula
orgánicamente a las economías especializadas, exportadoras de
productos de bajo contenido tecnológico, con las economías
diversificadas, exportadoras de productos manufacturados con elevado
contenido tecnológico.
- Al modo de funcionamiento del mercado de trabajo en las economías
periféricas, que bloquea el aumento de los salarios reales y crea una
brecha frente a las fuertes oscilaciones de los precios de los productos
primarios en el mercado internacional.

5) Así, Prebisch vincula el subdesarrollo –la incapacidad de elevar la


productividad media del trabajo y la renta media de la población al mismo
ritmo que lo hacen las economías centrales- con una doble determinación: la
posición periférica en el sistema capitalista y la presencia de fuertes
asimetrías sociales dentro de la economía periférica. Prebisch resumió
esta cuestión en los siguientes términos: “En los centros cíclicos, la capacidad
mayor que tienen las masas de conseguir aumentos salariales en la fase
ascendente y de defender su estilo de vida en la descendente, así como la
capacidad que tienen esos centros, por el papel que desempeñan en el proceso
productivo, de trasladar la presión cíclica hacia la periferia, obligándola a ésta
última a contraer su renta más acentuadamente que en los centros; explican
por qué la renta de estos últimos tiende sistemáticamente a subir con mayor
intensidad que en los países periféricos, como queda claramente planteado en
la experiencia latinoamericana. En esto reside la clave del fenómeno por el
cual los grandes centros industriales no sólo preservan para sí el fruto de la

2
Rodríguez destaca que el desafío está en <<(...) elucidar cuales son las características que tal proceso asume al difundirse
las técnicas capitalistas de produción en el ámbito de un sistema económico mundial compuesto por centros y periferias>>,
[Rodríguez, pp. 37]

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aplicación de innovaciones técnicas en sus propias economías, sino que
también permanecen en una posición favorable para captar una parte del
fruto que surge en el progreso técnico de la periferia.” (p.87-88) Y además “hay
una relativa abundancia de potencial humano en las actividades primarias
que tiende a presionar continuamente los salarios y los precios de los
productos primarios y que, de este modo, le impide a la periferia compartir
con los centros industriales el fruto del progreso técnico obtenido por éstos. Y
aún más, le impide a esa periferia poder conservar una parte del fruto de su
propio progreso técnico.” (p.143) 3
6) La copia de los patrones de consumo y de los estilos de vida de las
economías centrales conduce necesariamente a la perpetuación de la
fractura social característica de las economías latinoamericanas. Dicho
problema, apenas esbozado en los trabajos de Prebisch de 1949, está asociado
a dos fenómenos resultantes de la asimilación de un nuevo patrón tecnológico
muy sofisticado para el grado de desarrollo de las fuerzas productivas de las
economías periféricas. La inadecuación tecnológica y la insuficiencia dinámica
(sea por falta de recursos para financiar las inversiones, o sea por los efectos
negativos sobre el crecimiento de la estrechez de los mercados) no le permiten
a la economía periférica absorber la sobreabundancia de mano de obra
existente en actividades de alta productividad. Tendremos oportunidad de
volver a este tema en las clases 5, 7 y 9.
7) En la concepción de Prebisch, el subdesarrollo no debe ser visto como una
etapa del desarrollo o como una distorsión del desarrollo, sino como el
estado que asume la transformación capitalista en la periferia de la
economía mundial. Por su parte, el desarrollo no puede ser confundido con el
mero aumento de la productividad del trabajo y de la renta, sino que debe ir
acompañado de una situación social que asegure una democratización de los
frutos del progreso técnico. La cuestión democrática es, de este modo, una
parte integrante de la problemática del desarrollo nacional.
8) La industrialización es entendida como una condición sine qua non de la
independencia nacional y de la superación de las asimetrías sociales:
- Por un lado, la industria es considerada como la columna vertebral del
desarrollo nacional. Prebisch explicó el problema en los siguientes
términos: “Si los precios [de los productos primarios] no acompañan a la
productividad, la industria es el único medio del que disponen los
países de América Latina para aprovechar ampliamente las ventajas del
progreso técnico” (p.89). “Ahí reside la importancia fundamental de la
industria de los nuevos países. Ésta no constituye un fin en sí mismo,
sino que es el único medio del que disponen para ir captando una parte
del fruto del progreso técnico y elevando progresivamente el patrón de
vida o el estilo de vida de las masas” (p.72).

3
Rodríguez sintetizó la razón del comportamiento diferenciado de los precios de los productos manufacturados y primarios
en el mercado internacional, así: <<Ese comportamiento de los precios y la tendencia que de él se deriva son influenciados
por la mayor capacidad de la fuerza de trabajo de los países centrales para conseguir aumentos de salarios o para evitar su
disminución – capacidad que se debe a su mayor escasez relativa y a su mejor organización sindical>>, [pp. 41].

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- Por el otro, la expansión de la industria es una condición necesaria para
la eliminación de la sobreabundancia de mano de obra que vegeta en
actividades de bajísima productividad y que, por lo tanto, es un factor
indispensable para la creación de un mínimo de equidad social. “Los
grandes países industrializados –escribe Prebisch- dada la estructura
actual de la economía internacional limitan ese proceso (de movilidad
social) a su propia población; ya que en ellos la industria y las demás
actividades no crecen de manera tal que puedan absorber la población
de la periferia; de forma tal que los países que componen dicha periferia
no tienen otro modo de absorber el excedente de su población activa que
el de desarrollar su propia actividad industrial” (p.146).
9) Desde la perspectiva de Prebisch, la industrialización no ocurriría de
manera espontánea. En palabras de Rodríguez, “la diversificación [del parque
productivo] no logra eliminar la falta de complementariedad entre los sectores
productivos, ni la condición primario exportadora de la periferia. Tampoco
logra suprimir el atraso de la productividad, no sólo por la dificultad de
reabsorber mano de obra empleada en sectores en donde la productividad es
muy baja, sino que también, porque la propia reabsorción se realiza en
condiciones de productividad diferenciada en relación con el centro, inclusive
en varias ramas del sector manufacturero.” (p.48)
10) La superación de la condición subdesarrollada exige rupturas
económicas y sociales:
- Desde el punto de vista estrictamente económico, la industrialización
nacional exige una política económica proteccionista, que defienda al
mercado nacional de la competencia de productos manufacturados de
las economías centrales, así como la presencia de planificación
económica, único medio para evitar los desperdicios y canalizar los
escasos excedentes económicos hacia las actividades consideradas
estratégicas en la conquista de la independencia económica de la
nación.
- En lo que respecta a la cuestión social, la industrialización requiere
reformas sociales que permitan la generación de una correlación de
fueras relativamente equilibrada entre el capital y el trabajo. Esto
significa que la reforma agraria es colocada como un elemento
estratégico de la política de industrialización, que es a su vez un
elemento orgánico del desarrollo nacional. Dada la importancia de esta
cuestión y su sorprendente actualidad dejo al propio Prebisch decir que:
“Si recordamos que una gran parte de la población activa trabaja con la
tierra en los países latinoamericanos, comprenderemos que la solución
del problema de propiedad de la tierra es sólo una parte del problema
general del desarrollo económico. Sea cual fuere esa solución, no se
avanzará mucho en la elevación del modo de vida de las masas que
trabajan el suelo (sobre todo el suelo pobre de agricultura secular)
mientras su población excedente no sea eliminada a través del progreso
de la técnica, y mientras no sea reabsorbida por actividades de

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productividad satisfactoria esa parte de la población que no fuera
necesaria para trabajar las nuevas tierras disponibles para el cultivo.
Esto no debe ser interpretado en el sentido de que la cuestión de la
propiedad de la tierra sea un problema que admita postergación. Al
contrario, esta cuestión también debe ser parte integrante de los
programas de desarrollo económico, a partir de un examen objetivo e
imparcial de los diferentes términos en que es formulado el problema
esencial del aumento de la producción agrícola.” (p.212-213)
11) Para que el proceso de industrialización tenga un papel constructivo en
el desarrollo nacional es imprescindible que su sentido, ritmo e intensidad
sean calibrados en función de las necesidades estratégicas del conjunto
de la población y de las posibilidades materiales de la economía. En
palabras de Prebisch: “Es necesario definir con precisión el objetivo que se
persigue a través de la industrialización. Cuando ésta es considerada como el
medio para alcanzar un nivel de autosuficiencia, en el cual las
consideraciones económicas pasan a un segundo plano, cualquier industria
que sustituya las importaciones se convierte en admisible. Si el objetivo es,
por el contrario, el aumentar aquello que con acierto se denominó como
bienestar mensurable de las masas, es preciso tener en cuenta los límites más
allá de los cuales una industrialización mayor podría significar un quiebre en
la productividad.” (p.78)

5. Termino destacando algunos criterios de política económica que revelan la


clarividencia de las reflexiones de Prebisch en sus estudios seminales de 1949
que aparecieron en el momento oportuno. Desde su perspectiva, una política
comprometida con el desarrollo nacional debería:

1) Preservar en todas las circunstancias la soberanía de los centros internos


de decisión. Con la autoridad de ex-presidente del Banco Central argentino
en un momento de fuerte turbulencia financiera, Prebisch advierte que:
“Suponer que el cumplimiento de los pagos externos y el buen funcionamiento
monetario depende meramente de la decisión de adoptar ciertas reglas de
juego acarrea un error de graves consecuencias.” (p.75) Mejor haría la
autoridad si subordinase la política monetaria a la necesidad de promover la
industrialización y de defender la economía nacional. El desafío está en
“aprovechar la experiencia particular y general, a fin de ir elaborando
fórmulas mediante las cuales la acción monetaria pueda integrarse, sin
antagonismos ni contradicciones, dentro de una política de desarrollo
económico intenso y regular.”

2) Al momento de pensar la inserción en la economía mundial, es importante:

- Rechazar la falsa dicotomía entre prioridad del mercado interno o


del mercado externo. “La solución no está en crecer al costa del

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comercio externo, sino en saber extraer de un comercio externo cada vez
mayor, los elementos propulsores del desarrollo económico.” (p.73)
- Definir la contribución de la empresa extranjera teniendo presente el
objetivo estratégico de alcanzar la autonomía económica. Por lo tanto, el
papel de las inversiones extranjeras en el desarrollo nacional debería ser
de carácter temporario y subordinado a las directrices de la
planificación económica.
- Al momento de pensar el aporte del capital extranjero, Prebisch destaca
la importancia de evitar la dependencia financiera: “Mientras no se
llegue a la referida solución fundamental, cabe indagar si no sería
prudente orientar las inversiones hacia aplicaciones productivas que, al
reducir directa o indirectamente las importaciones en dólares, permitan
cumplir regularmente con los servicios financieros.” (p.75)

3) Al momento de planear la utilización de los excedentes económicos, dos


observaciones concienzudas resultan absolutamente oportunas:
- El Estado debe orientar las inversiones conforme el interés público.
En palabras de Prebisch: “La política de inversión debe procurar
establecer una clara distinción entre la conveniencia de los empresarios
y los intereses generales de la economía.” (p. 207)
- Las autoridades deben apostar al futuro dando prioridad a la
formación bruta de capital fijo por sobre la ampliación de la oferta de
bienes de consumo suntuarios. “Justamente porque el capital es escaso
y porque su necesidad es muy grande, sería necesario restringir su
aplicación con un criterio de rigurosa eficacia.” (p.78)

4) El ritmo del proceso de industrialización debe respetar las posibilidades de


la economía, y la escala de producción de la industria debe ser dimensionada
teniendo en cuenta las necesidades del país, evitando la instalación de
industrias que impliquen un fraccionamiento excesivo de los mercados y la
generación de capacidad ociosa no planificada. Prebisch es muy explícito en
su advertencia sobre los peligros de un aceleración voluntarista de la
industrialización: “No es necesario forzar la creación de industrias de capital.
Si el grado de desarrollo industrial, destreza técnica y acumulación de ahorro
lleva al país a eso espontáneamente, dará mucho más ánimo esa
comprobación de madurez. Sin embargo, habiendo mucho campo disponible
para aumentar la productividad de las actividades destinadas al consumo
corriente, no se comprende cuál sería la razón económica para seguir ese
camino.” (p.135)

5) La incorporación de progreso técnico no debe sobrevalorar las tecnologías de


última generación, pero debe tener en cuenta la realidad de economías que
conviven con el fenómeno de la heterogeneidad estructural (fuertes
desniveles en la productividad media del trabajo en el parque productivo). Por
esto, es importante estar atento a la advertencia de que: “Es posible que, en

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muchos casos, convenga mantener en funcionamiento la maquinaria
anticuada ya que su eliminación significaría una destrucción de capital
existente, en una situación en que el capital para las nuevas inversiones es
escaso.” (p. 206) Finalmente, él explica que: “En los países en que, por falta de
capital, todavía existe una proporción considerable de personas con escasez
de capital y baja productividad en la producción primaria, sin hablar de las
personas desempleadas en otras actividades, no se justifica destruir los
equipamientos existentes cuando, a pesar de su obsolescencia, la mano de
obra en ellos empleada tienen una productividad mayor de la que existe en
otras actividades.” (p.206)

VI. La evolución y la actualidad del pensamiento de Prebisch

1. La evolución del pensamiento de Prebisch sobre los dilemas de la


industrialización periférica fue condicionada por los problemas concretos
enfrentados por las economías latinoamericanas al impulsar el desarrollo
nacional. Corriendo el riesgo de una fuerte simplificación, remarco tres
momentos distintos:
2. El primer Prebisch, responsable por las ideas seminales de estructura en la
economía política de la CEPAL creía que, a pesar de la adversidad del marco
histórico, el desarrollo recuperador estaba en el horizonte de las economías
latinoamericanas. Era un Prebisch encantado con la posibilidad de introducir
reformas que permitieran la solución del subdesarrollo. Un Prebisch con
fuerte sesgo economicista que defendía, por así decir, la utopía de la
industrialización como salida para los pueblos latinoamericanos. Un autor
genial que, ingenuamente en algunos momentos, se agitaba con la posibilidad
de una equiparación del grado de desarrollo de las economías
latinoamericanas con las economías centrales. En sus palabras, “si, a través
del progreso técnico, conseguimos aumentar la eficacia productiva, por un
lado; y si la industrialización y una legislación adecuada fueran elevando el
nivel de salario real, por el otro, será posible ir corriendo gradualmente el
desequilibrio de ingresos entre el centro y la periferia.” (p.78)
3. El segundo Prebisch, dirigente de la UNCTAD creía en la posibilidad de
reformar el orden económico internacional. Era un Prebisch que reconocía con
amargura los impasses de la industrialización periférica y apostaba todas sus
fichas a la creación de una institucionalidad que protegiera los flancos más
débiles de la economía mundial, creando un ambiente internacional más
cooperativo y solidario con las economías periféricas. El sueño de que la
sensatez, la persuasión y el convencimiento político abrirían nuevos
horizontes para los pueblos del tercer mundo sucumbió frente a la
contrarrevolución monetarista que, en América Latina, llegó al poder de la
mano de las sanguinarias dictaduras militares.
4. Hay finalmente un tercer Prebisch. El editor de la Revista de la CEPAL que,
políticamente aislado, resistió con gallardía el tiempo sombrío que se abatió
sobre el continente, sembrando nuevas ideas. A contra mano del movimiento

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revisionista que avanzaba a todo vapor en la CEPAL, el viejo Prebisch pasó en
limpio sus ideas originales y radicalizó sus posiciones a favor de la
humanidad. Sin temer la incertidumbre de sus aventuras intelectuales, el
gigante de la economía política latinoamericana abandonó el puerto seguro de
la economía y buscó una nueva síntesis de los dilemas del capitalismo
periférico. “En la CEPAL –afirmó- sociólogos y economistas estuvimos
desencontrados por mucho tiempo, mirando con cierto recelo para ver quién
era el que se atrevía a entrar en el terreno del otro.” Prebisch no desconocía el
riesgo de su expedición: “Estoy tratando de interpretar el desarrollo periférico
como un complejo fenómeno de carácter dinámico que abarca elementos
técnicos, económicos, sociales, políticos y culturales. Todo esto sobrepasa el
ámbito de la teoría económica, con lo que me expongo a la indiferencia de los
economistas y al inconformismo de los sociólogos. Pero es necesario hacerlo.”
(Prebisch, Prefacio, de la “Teoría del subdesarrollo de la CEPAL”, de Octavio
Rodríguez, p. 10)
5. Siendo una crítica radical y democrática a la situación periférica Capitalismo
periférico – Crisis y transformación, de 1981, es el resultado de este esfuerzo.
Sin ilusión con relación a la posibilidad de encontrar una solución para los
dramas de los pueblos latinoamericanos en el marco del capitalismo, Prebisch
buscó nuevos caminos, vislumbrando una tercera vía entre el capitalismo y el
socialismo. Con un fino instinto político, se anticipaba a su tiempo,
preparándose para responder con altura el desafío que surgiría con la
redemocratización de América Latina: la necesidad de descongelar la historia e
impulsar las reformas sociales y económicas interrumpidas por los procesos
contrarrevolucionaros que se derramaron por el continente.
6. La acogida recibida por la última obra de Prebisch es ilustrativa de los
impasses de nuestra época. Blanco de infinitos homenajes, su última
provocación prácticamente no encontró eco en el debate latinoamericano.
Siendo un intelectual gregario, Prebisch no formó nuevos discípulos. Era un
intelectual orgánico de los grupos económicos y sociales esclarecidos, y su
grito desesperado por encontrar una salida civilizadora de la tragedia
latinoamericana no fue respondido. Prebisch murió solo con su voz sofocada
por la avalancha neoliberal.

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