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El documento discute la cuestión de si los niños que mueren al nacer están predestinados a la salvación. Explica que la Biblia enseña claramente la soberanía de Dios en la salvación, pero que también enseña que la fe y el arrepentimiento son necesarios. Esto plantea un dilema sobre el destino de los niños que no pueden ejercer la fe. El documento resume tres posiciones evangélicas sobre este tema: 1) que todos los niños van al cielo, 2) solo los elegidos son salvos, 3) no se puede
El documento discute la cuestión de si los niños que mueren al nacer están predestinados a la salvación. Explica que la Biblia enseña claramente la soberanía de Dios en la salvación, pero que también enseña que la fe y el arrepentimiento son necesarios. Esto plantea un dilema sobre el destino de los niños que no pueden ejercer la fe. El documento resume tres posiciones evangélicas sobre este tema: 1) que todos los niños van al cielo, 2) solo los elegidos son salvos, 3) no se puede
El documento discute la cuestión de si los niños que mueren al nacer están predestinados a la salvación. Explica que la Biblia enseña claramente la soberanía de Dios en la salvación, pero que también enseña que la fe y el arrepentimiento son necesarios. Esto plantea un dilema sobre el destino de los niños que no pueden ejercer la fe. El documento resume tres posiciones evangélicas sobre este tema: 1) que todos los niños van al cielo, 2) solo los elegidos son salvos, 3) no se puede
Que pasara si alguien te dijera que a tu predicacin le falta algo que
podra socavar tu ministerio completo? Tristemente, mucho de la predicacin hoy en da quiere ser bblica, pero le falta algo esencial para representar un cristianismo bblico completo: el juicio de Dios. Hay diversas razones por las que el juicio de Dios no est presente en mucho de la predicacin, aun en predicadores que quieren ser fieles. Y no siempre estamos conscientes del porqu. Aqu hay cinco de esas: 1. Han hecho del amor de Dios un dolo e ignoran sus otros atributos. Mientras las Escrituras claramente ensean que Dios es amor (1 Jn. 4:16), tambin ensean claramente que l es santo, celoso, y justo; el juez del universo a quien todos tendrn que rendir cuentas. A nuestra cultura de pensamientos positivos no le gusta hablar de las doctrinas negativas como la muerte o el infierno, pero la Palabra de Dios tiene mucho que decir al respecto. Exaltar el amor de Dios por la omisin de la ira de Dios tiene el efecto opuesto de lo que quieres hacer: evita las malas noticias y hace que las buenas nuevas sean opcionales. Por esta razn, empezar presentaciones del evangelio con las palabras Dios te ama sin presentar tambin que hemos pecado contra l es intil. Dios me ama? Por supuesto, soy una persona muy especial!. Es posible que despus de or que Dios les ama, sus odos se cierren al nico evangelio que les puede rescatar de la ira de Dios. 2. Han credo sutilmente en una versin del evangelio de la prosperidad. Incluso pastores que rechazan el evangelio de la prosperidad pueden caer en la tentacin de creerlo en sus corazones o proclamarlo desde el
plpito. Nuestra cultura materialista solo aumenta el peligro. En vez de
proclamar el juicio eterno, algunos predicadores enfatizan los beneficios del cristianismo, y en el proceso roban poder y gloria del evangelio. 3. Tienen una perspectiva disminuida de la santidad de Dios. La santidad de Dios es una de las doctrinas ms descuidadas hoy en la iglesia evanglica. El profeta Isaas y el apstol Juan recibieron visiones del saln del trono del cielo y oyeron el contenido de alabanza celestial: Santo, Santo, Santo (Is. 6:3; Ap. 4:8). Solo cuando veamos a Dios en la luz de su santidad brillante podremos entender nuestra rebelda contra l y por qu merecemos su justa ira. Cuando perdemos la vista de la santidad de Dios, su ira parece ser arbitraria. 4. Tienen un enfoque pragmtico sobre su ministerio. Muchas iglesias hoy funcionan ms como negocios y basan su definicin del xito en el ministerio sobre las mtricas. En vez de enfocarse en la fidelidad a las Escrituras y hacer discpulos, se enfocan en la asistencia semanal, programas mejores y ms grandes, y el monto de dinero en la canasta de las ofrendas. Cuando la meta es crecer nmeros, no es sorprendente que algunas doctrinas menos sabrosas como el infierno se dejen atrs. 5. Temen ms al hombre que a Dios. Cuando tememos a nuestro prjimo ms que al Creador, el deseo de agradar a la gente moldear el contenido de nuestros sermones. Los predicadores tienen que buscar el temor del Seor, que es el principio de sabidura (Pr. 9:10), y dejar que Dios defina el xito ministerial. En el ministerio y cada parte de la vida, estas palabras de Proverbios 29:25 son verdaderas: El temor al hombre es un lazo, pero el que confa en el Seor estar seguro. Que nuestras actitudes imiten a Pablo: Busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo
todava estuviera tratando de agradar a los hombres, no sera siervo de
Cristo. Un falso Cristo no puede salvar a nadie de la justicia de Dios. Predicar un falso Cristo guiar, junto con otras consecuencias, a falsa certeza. Evitar las malas noticias degrada la gloria de las buenas. Las presiones de la cultura y el comezn de odos pueden hacernos olvidar el gran privilegio de predicar el evangelio completo, no solo el infierno que merecemos pero tambin la gloria de aquel que carg el infierno para ganarnos vida eterna. Proclammonos fielmente la totalidad de las buenas nuevas para que nuestros oyentes puedan arrepentirse, creer, y escapar la ira que vendr.
Si creemos en la predestinacin, qu pasa con
los nios que mueren al nacer? Esta pregunta tiene dos vertientes. Por un lado, debemos establecer primero si existe tal cosa como una predestinacin de Dios, y luego, qu ocurre con los nios a la luz de esa realidad. La biblia es sumamente clara en el sentido de que Dios es soberano en la salvacin de los pecadores. En Efesios captulo 1, Pablo dice que fuimos predestinados antes de la fundacin del mundo. Por otra parte, Pablo dice en Romanos captulo 9 que esa predestinacin no se hace en base ni a la fe que Dios prevee que el hombre va a tener, o a la bondad que el hombre va a tener, sino ms bien al puro afecto de su voluntad. Dios dice claramente en su palabra yo tendr misericordia del que yo tenga misericordia. Ahora, si partimos de la premisa de que Dios escoge desde antes de la fundacin del mundo, eso quiere decir que todos nosotros, cuando ramos nios, y todava no creamos en el Seor, ya ramos elegidos, si despus se vino a manifestar que nosotros llegamos a ser cristianos. O sea que los nios que hoy son adultos una vez fueron nios y fueron elegidos, y se convirtieron finalmente al Seor. La dificultad viene en el hecho de que Dios no solamente predestina a los que se van a salvar, sino tambin el medio a travs del cual se van a salvar, y el medio es la predicacin de la palabra de Dios. Las personas tienen que responder en arrepentimiento y fe. Pablo dice en 2 Timoteo 2:10 yo todo lo soporto por amor a los escogidos para que ellos tambin obtengan la salvacin que es en Cristo Jess. As que hay una predestinacin pero hay tambin un medio a travs del cual el predestinado viene a ser salvo. Hay una predestinacin pero hay tambin un medio a travs del cual el predestinado viene a ser salvo. La dificultad es que el infante que muere en la infancia no tiene la oportunidad ni de arrepentirse ni de ejercer fe. Entonces, qu ocurre con esos nios? Bueno el mundo evanglico ha tenido 3 posiciones mayoritarias en cuanto a esto. La primera es que todos los nios que
mueren en la infancia van al cielo, y hay muy buenos hombres de Dios
que creen esto, de hecho es la posicin que la mayora del pueblo evanglico tiene. La otra postura es que solamente los nios elegidos sern salvos, y una ltima postura es que no sabemos, no podemos decir dogmticamente una cosa ni la otra. En lo personal, yo tiendo a decir la palabra de Dios no es clara en cuanto a este tema. Mi tendencia es a creer que el nio que muere en la infancia va a la presencia del Seor. Ahora, yo creo que es importante aclarar algo aqu antes de dar por terminada esta pregunta: nosotros sabemos que Dios es bueno, es santo, es justo; cualquiera que sea la decisin que Dios tome con respecto a los nios que mueren en la infancia es una decisin buena, es santa y es justa. Lo que Dios decida con respecto a los nios que mueren en la infancia es una decisin buena, santa y justa. Por el contexto general de las Escrituras, mi tendencia es a pensar que los nios son salvos. Ahora, esa respuesta, a mi parecer la tendremos con toda certeza cuando lleguemos a la presencia del Seor.