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respectivos territorios como estaban demarcados en 1810, esto es, la extensin del
territorio que comprenda cada Capitana General o Virreinato de Amrica
Las partes se garantizan mutuamente la integridad de sus respectivos territorios
en el mismo pie en que se hallaban antes de la presente guerra, debiendo
respetarse los lmites que tena en aquel tiempo cada Capitana General o
Virreinato, que ha reasumido en el da del ejercicio de su soberana
El gran sentido poltico de El Libertador se hace evidente al proponer una norma
jurdico-poltica con las siguientes caractersticas:
Los nuevos Estados no heredaban territorios de la corona espaola. Estos se
reconoceran mutuamente los lmites territoriales fijados en estricto derecho por
los espaoles, desde el momento de asumir el ejercicio de sus respectivas
soberanas.
Sabiamente no se refiri a los lmites de cada provincia o gobernacin poltica, sino
que fijo lo territorial a la total integridad de los Virreinatos y Capitanas Generales.
Habra que imaginarse la independencia individual de cada una de las provincias
que integraban la Capitana General de Venezuela (Caracas, Guayana, Margarita,
Cuman, Maracaibo y Barinas)
En consecuencia a lo anterior vincul su norma a las grandes divisiones polticoterritoriales espaolas en sus colonias, obviando otras figuras organizativas como
las reales audiencias, haciendas o intendencias, entre otras.
No fij excepciones a la norma, es decir, las provincias an bajo el control de la
corona espaola, estaban incluidas.
Lo anterior indica una clara diferencia entre el Uti Possidetis romano y la norma
jurdica poltico-territorial de Bolvar:
Segn el derecho romano, ante un litigio de posesin, el juez-pretor preguntaba
quin de los litigantes posea de hecho al objeto de la disputa, una vez averiguado,
se dictaba el siguiente interdicto provisional: uti possidetis, ita possideatis es
decir, as como lo poseis, as tambin lo poseis o sigis poseyendo, hasta tanto,