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América Latina,

una Revolución Inacabada


ERNESTO SAMPER PIZANO. ExPresidente de Colombia

Entre los avances más significativos registra- de más de ciento cincuenta elecciones duran-
dos en los últimos treinta años en América te los últimos veinte años, la región apostó

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Latina se encuentra la aceptación generaliza- claramente por un destino democrático. Rei-
da de que el crecimiento económico, para que terar sin condiciones este camino es la pro-
sea sostenible en el largo plazo, requiere una funda razón que subyace detrás del golpe de
macroeconomía estable y la convicción firme estado y restablecer plenamente la democra-
de que la gobernabilidad en democracia es cia en Honduras. Independientemente de las
el mejor camino para seguir avanzando en la circunstancias que llevaron a los detractores
construcción de una sociedad más justa, en la a sacar del poder y exiliarlo de su país al Pre-
cual impere la convivencia democrática. sidente Zelaya, la región no puede permitir el
regreso a los defenestramientos antidemo-
Sostener hoy, como sucedió al comenzar la cráticos propios de las dictaduras militares
segunda mitad del siglo pasado, que se pue- de los años 60. Convalidar por acción o por
de hablar de un modelo sostenible de desa- omisión el golpe de Honduras abriría una
rrollo sin estabilidad macroeconómica, apo- peligrosísima puerta al regreso de esas “ten-
yado, por ejemplo, en emisiones monetarias taciones totalitarias” de que hablara Revel y
sorpresivas, devaluaciones traumáticas o dé- que, todavía, deambulan por el efervescente
ficits fiscales peligrosos, no tiene asidero en panorama social latinoamericano. La demo-
la realidad. Las dolorosas experiencias de la cracia en Honduras nos concierne a todos los
hiperinflación, la devaluación masiva de las que pensamos que la convalidación del gol-
monedas locales y el sobreendeudamiento pe hondureño pondría en cuestión todos los
externo que vivió la región quedaron como avances democráticos conseguidos durante
huellas indelebles de lo que fue el manejo los últimos años.
desatinado de la economía latinoamericana
cuando se subordinó a los caprichos de dic- Principales retos del ALCA.
tadores militares y mandatarios populistas.
Hoy día, sin importar el signo ideológico del Asegurada la estabilidad económica y la go-
modelo nacional de desarrollo, podemos afir- bernabilidad democrática, América Latina
mar que la estabilidad económica fue asumi- debe encarar cuatro retos fundamentales. El
da por todos los mandatarios como una pre- de la competitividad en lo económico. El de la
condición irrenunciable del desarrollo y por equidad en lo social. El de la gobernabilidad
ende como factor esencial para la cohesión en lo democrático y el de la identidad en lo
social, la convivencia democrática. cultural. Cuatro desafíos que tienen entre sí
estrechas interdependencias y cuya supera-
Importante ha sido, en este catálogo de bue- ción le permitirá a la región encontrar un ca-
nas herencias que nos dejó el final del siglo, mino para transitar el siglo XXI y un lugar en
el proceso de apertura y consolidación de la el tempestuoso escenario de la globalización
democracia en la región. Con la celebración mundial.
La competitividad es el nuevo nombre del Las discusiones académicas de finales de si-
crecimiento. Los países no son competitivos glo llegaron hasta satanizar el crecimiento
frente a sí mismos, sus economías deben económico como tal. Crecer no es malo, lo
competir con otras; para hacerlo cuentan, por malo es no repartir o hacerlo de manera de-
supuesto, con sus ventajas naturales como ficiente. Aparece aquí el segundo objetivo de
recursos y materias primas; también pueden nuestra visión: la inclusión social. La recien-
“fabricar” las ventajas como sugiere el Profe- te crisis financiera internacional - aunque
sor Michael Porter. América Latina presenta nos sorprendió mucho mejor preparados,
problemas de competitividad relacionados en términos de respuesta fiscal y financie-
con su escasa infraestructura, bajos niveles ra que muchos otros países desarrollados -
de conectividad, precaria bancarización de puso nuevamente de relieve que la exclusión
sus mercados de capitales, deficiencias en social sigue siendo uno de los más grandes
materia de tecnología y rezagos en su prepa- y vergonzosos lastres de la historia recien-
ración científica. Enfrentar el reto de corregir te latinoamericana. La crisis, a través de sus
estas dificultades a través de la definición de principales canales de transmisión como el
una “Agenda Regional para el Desarrollo” es comercio, la inversión y las remesas de los
una tarea inaplazable. Y aunque en materia migrantes, consiguió elevar a veintiún millo-
de libre integración perdimos años valiosos nes el número de desempleados en la región.
en el empeño de conformar el gran bloque
americano de integración propuesto en la La Agenda Social.
Cumbre de las Américas de Miami de 1994
para reunir, en un solo mercado, las tres Amé- Es cierto y es conveniente repetirlo aquí que
ricas, seguimos obligados a mejorar nuestras América Latina, en el curso de las últimas tres
posibilidades de relacionamiento regional o cuatro décadas, ha registrado progresos no-
para una mejor y más competitiva inserción tables en sus niveles de desarrollo social; lo
internacional en el mundo. prueban los aumentos en las coberturas de
salud y educación, la reducción de los índices
La integración americana hacia el futuro de analfabetismo y la asimilación positiva de
tiene connotaciones de epopeya. En su bús- fenómenos demográficos como la incorpora-
queda se atraviesa, lamentablemente, la cir- ción masiva de la mujer a la sociedad o la edu-
cunstancia evidente de que la reciente ne- cación de todos los niños nacidos en lo que se
gociación selectiva de los tratados de libre conoció como la época del boom demográfi-
comercio con los Estados Unidos, que em- co. También es cierto que la región aún tiene
pezó integrando Canadá, Estados Unidos y una agenda social pendiente que tiene que
México a través del NAFTA y continuó con los ver con las posibilidades reales de inclusión
tratados de libre comercio con Centroaméri- de vastos sectores de la sociedad, mayorita-
ca y el Caribe, Perú y Chile, ha terminado por riamente jóvenes y mujeres y la superación
dividir la región alrededor de dos modelos de de brechas estructurales que han frenado se-
desarrollo sustantivamente distintos y hasta cularmente su desarrollo social como las di-
contrapuestos; de una parte, está el modelo ferencias entre el campo y la ciudad y entre
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de Panamá hacia el sur, identificado con los el sector moderno y el informal. El distancia-
patrones tradicionales del desarrollo latino- miento entre el bienestar campesino y urba-
americano, la exportación de productos bá- no y la creciente informatización del mercado
sicos, el desarrollo de recursos naturales, el laboral, que ya llega al 60% en algunos paí-
manejo rentístico de las finanzas nacionales ses, son síntomas preocupantes de que cier-
y en la otra parte, aparece el modelo de Pana- tas variables estructurales, responsables de
má hacia el norte, ligado al ciclo económico la asimetría social, siguen operando. Para su-
de los Estados Unidos, basado en la produc- perar estas brechas profundas y hacer frente
ción de semimanufacturas y el suministro de a nuevos desafíos como el mejoramiento de
materias primas básicas para el mercado del la calidad de los servicios públicos sociales,
norte. la mitigación de los efectos del calentamien-
to global y la organización ciudadana se pre-
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cisa acordar los términos de una ambiciosa to de Región” que asegure nuestra cohesión
“Agenda Social”. social y la convivencia democrática. Para con-
seguirlo debemos empezar por recuperar,
La definición de esta Agenda debe ir acompa- simple y sencillamente nuestra capacidad
ñada por el diseño de una nueva instituciona- para ponernos de acuerdo, para hacer y, so-
lidad social que sin caer en dilemas sofistas bretodo, para respetar consensos. Un Proyec-
sobre lo público y lo privado, asegure la ob- to que actúe como un espejo en el cual poda-
tención por parte de los nuevos ciudadanos mos mirarnos todos y encontrarnos; con esta
latinoamericanos de una canasta de necesi- apuesta compartida por el futuro será muchí-
dades básicas para superar la indigencia y simo más fácil encarar el formidable desafío
unos niveles definidos de bienestar para que de sostener la gobernabilidad en democracia.
otros remonten la condición de pobreza. Por
fortuna, la reciente crisis financiera institu- La Gobernabilidad Democrática y sus
cional demostró que, contra lo que pensaban Desafíos: La Construcción Democrática.
los artífices del Consenso de Washington -que
tenía mucho más de Washington que de con- La gobernabilidad puede ser definida como
senso - la intervención del Estado para corre- la capacidad que tienen los gobiernos elegi-
gir asimetrías sociales y geográficas que son dos democráticamente para dar órdenes y la
la base de la inequidad, sigue siendo indis- disponibilidad de los ciudadanos gobernados
pensable en América Latina; también probó para aceptarlas. La capacidad para ordenar,
que la receta simplista según la cual el mer- relaciona la gobernabilidad con la estructura
cado va de la mano con la democracia puede formal de la democracia, el buen gobierno,
ser sustituida con la todavía más inquietante la transparencia administrativa, se trata del
reflexión sobre “cuánto mercado es capaz de funcionamiento mismo del poder. El acata-
resistir una democracia”. miento de esas órdenes nos remite a la legi-
timidad misma del sistema democrático: los
En la forma y medida en que ésta nueva agen- ciudadanos aceptan el gobierno porque se
da social exprese un nuevo concepto de iden- sienten beneficiarios del mismo.
tidad regional será más fácil atender la exi-
gencia del Premio Nobel, Amartya Sen, para La gobernabilidad formal en América Latina
quien la clave en la lucha contra la exclusión está amenazada por la crisis de representa-
contemporánea está en compaginar la satis- tividad que atraviesa el sistema democrático
facción de la necesidad con unos mayores y los peligros contra la seguridad que desde
márgenes de libertad individual que permi- afuera y desde adentro rondan el ejercicio del
tan satisfacerla. Las metas del milenio traza- poder. Los partidos políticos en la Guerra Fría
das por Naciones Unidas pueden ser un buen nacieron para representar los intereses po-
referente en la definición de estos propósitos pulares frente a la utopía comunista preconi-
sociales pero no pueden ser el único patrón de zada en la época, según la cual y gracias al co-
eficiencia. La identidad tiene mucho que ver munismo, el pueblo terminaría gobernando
con la existencia de una visión de región que directamente sus propios destinos. Los par-
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trascienda la idea de identidad de cada país; tidos contemporáneos están haciendo crisis
tal vez ha llegado el momento, como lo pro- porque la política misma está en crisis. La po-
pone García Canclini, de no seguir insistiendo lítica ya no la hacen los políticos, la hacen los
en el concepto de “latinoamericanidad” como medios de comunicación, las organizaciones
el simple resultado de la suma mecánica de no gubernamentales, los movimientos popu-
las identidades nacionales de los países la- lares en las calles y los jueces en los juzgados,
tinoamericanos. Y aprender a reconocernos por cuenta de lo que se ha conocido como la
en una realidad común e interdependiente judicialización de la política. Y lo grave es que
que está allí, subyacente en nuestra historia estas personas y organizaciones hacen políti-
y en nuestro presente; una realidad, como él ca sin responsabilidad política. Ellos no res-
sugiere, hibridada y compleja pero muy rica. ponden a un mandato programático, ni a la
El desafío, entonces, es construir un “Proyec- posibilidad de ser fiscalizados.
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La gobernabilidad también se ha visto afecta- En un reciente Congreso celebrado en la ciu-
da por la aparición de una serie de patologías dad de Cartagena de Indias, donde se reunie-
globales como el narcotráfico, la corrupción, ron un centenar de historiadores latinoame-
el armamentismo y el auge de algunos fenó- ricanos y europeos para examinar, en una
menos igualmente globales como el calenta- visión de amplio espectro, los costos y bene-
miento global, la inseguridad alimentaria y la ficios de la independencia latinoamericana
creciente inseguridad en las ciudades. Para después de dos siglos, en medio de un inte-
contrarrestar estos peligros la agenda de go- resante debate entre eurocentristas y nacio-
bernabilidad debe trabajar en el diseño de nalistas, un viejo y sabio profesor, el Doctor
una nueva “Política de Seguridad Hemisférica David Bushnell intervino para decirles, pa-
Colectiva” que, reemplazando la vieja política ternalmente, a los acalorados polemistas que
de la seguridad nacional, propia de la guerra no pelearan más por defender o satanizar la
fría, construya maneras conjuntas de respon- herencia del proceso independista. “No den
der regionalmente a estos complejos desa- más vueltas- les dijo, palabras más, palabras
fíos. Esta nueva estrategia de aseguramiento menos- la independencia de América Latina
debe partir de la premisa elemental de que en les dejó a ustedes, precisamente, la indepen-
un mundo que camina hacia su globalización, dencia; y sobre esa independencia- continuó
los viejos conceptos de fronteras territoriales pausadamente - lograron ustedes construir
tienden a desaparecer. Por los canales abier- la República”. Luego demostró cómo, a par-
tos de esa globalización no solamente cir- tir del momento emancipatorio, comenzó a
culan bienes, servicios y flujos de capitales; operar la figura del sufragio que tardó tanto
también lo hacen terroristas, armas, drogas, tiempo y tanta sangre en llegar a Europa; pro-
corruptos, seres humanos esclavizados. La bó también cómo el proceso de liberación de
forma de combatir estos tráficos ilícitos es a los esclavos demoró muchísimo menos que
través de formas desterritorializadas de con- en otros países, los Estados Unidos por ejem-
tención, como redes regionales de inteligen- plo.
cia, acuerdos de cooperación judicial y hasta
unidades conjuntas de fuerza. Lo importante es entender que América
Latina no es un “continente olvidado” como
El tema de la legitimidad debe atenderse con sugiere un reciente texto de un agudo perio-
una clara y contundente respuesta a través de dista inglés, sino un continente inacabado.
una ambiciosa “Agenda de Inclusión” como lo La revolución latinoamericana no es una re-
propusimos al examinar la manera de enca- volución de pasado, como la soviética, ni de
rar el desafío de la equidad. Si la gente no se futuro, como la china, es una revolución de
siente “parte” del sistema político y si no está presente. Aquí se están “cocinando” procesos
segura de que ese “sentirse parte” le acarrea de cambio complejos en distintos fogones so-
beneficios concretos en materia de calidad de ciales e ideológicos. Nuestra responsabilidad
vida para él, ella y para los suyos, nos vere- es, entonces, conseguir que todo esto se en-
mos en serias dificultades para construir la cauce constructivamente sin renunciar a lo
ciudadanía que la gobernabilidad y la convi- que podríamos considerar como valores irre-
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vencia democrática necesita. nunciables de lo “nuestro”. La democracia es


uno de ellos.

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