Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Pues bien, con todo ello no es difícil advertir que la reunión tuvo lugar
alrededor de una nueva etapa que se viene abriendo a nivel internacional
desde finales de los años noventa y principios del nuevo siglo: la etapa de
la inserción en la sociedad de la custodia compartida, o como much@s
prefieren llamar, la coparentalidad, autoridad parental, o
corresponsabilidad. Así, Estados como Francia, Reino Unido, Italia,
Canadá, alrededor de unos veinte Estados de los EEUU, o Brasil (y otros
dentro de una considerable lista de países) se han alzado a la cabeza de una
lucha que no es nada más y nada menos que a favor de los derechos e
intereses del niñ@, y en repercusión, a favor de que ambos progenitores
puedan ejercitar sus derechos y cumplir con sus deberes respecto a sus
hij@s. Pero nunca debemos olvidar que lo que siempre va a querer
defenderse va a ser el interés de l@s niñ@s.
La custodia compartida.
¿Custodia o coparentalidad?
custodia.
custodiar.
(De custodia).
custodiar
custodiar (de "custodia") tr. Mantener alguien los cuidados necesarios para que
cierta cosa no sea robada o asaltada o se escape: "Custodiar un tesoro ". Guardar,
*vigilar.
Este es uno de los elementos que nos hace advertir el largo camino que a la
legislación española en general le queda por recorrer en materia de
coparentalidad y de igualdad entre una madre y un padre frente a los
intereses de l@s hij@s.
• Lista de ventajas:
a) Garantiza a los hijos el poder disfrutar de ambos progenitores.
b) Es un modelo de convivencia más parecido al modelo de familia tradicional,
lo que evita que el niño sufra con la separación de los padres.
c) Se evitan sentimientos en los menores como el miedo al abandono,
sentimiento de culpa, sentimiento de negación, o de suplantación.
d) Se facilita que los padres puedan seguir ejerciendo sus derechos y deberes
inherentes a la potestad y responsabilidad parental y que participen en igualdad
de condiciones en el desarrollo y crecimiento de los hijos.
Son muchos los estudios realizados a los largo de los últimos veinticinco
años sobre cómo afecta a un niñ@ la separación de sus padres y la pérdida
de un progenitor en el día a día. Y la mayoría llegan a la misma conclusión:
l@s niñ@s que disfrutan de una custodia compartida se adaptan a las
circunstancias posteriores al divorcio mejor que l@s niñ@s de familias con
custodia individual.
Como es obvio, todo esto no son datos aleatorios, sino que es simplemente
una recolecta de las conclusiones a las que se ha llegado gracias a estudios
como los siguientes:
Se analizan aquí treinta y tres estudios en que se compara la adaptación de l@s niñ@s.
Se llega a la conclusión de que l@s niñ@s bajo custodia compartida están mejor
adaptados que l@s niñ@s en régimen de custodia exclusiva. Además, los progenitores
tienen menores niveles de conflictividad en sus relaciones.
V. Shiller. Joint and Maternal Custody: The outcome for boys aged 6-11
and their parents.[Custodia conjunta y custodia materna: resultados
para niños de 6 a 11 años y sus padres].
Estudio de 517 familias con niñ@s de edades comprendidas entre 10,5 y 18 años, que
abarcó un período de cuatro años y medio. Se evaluaron los siguientes indicadores:
depresión, anomalías, esfuerzo escolar y calificaciones escolares. Se constató que l@s
niñ@s en regímenes de custodia compartida física estaban mejor adaptados en relación
con esos indicadores que l@s niñ@s bajo custodia exclusiva.
Algo que demuestra que la sociedad española aun tiene mucho trabajo por
hacer es el sencillo hecho de que se encuentran pocos estudios y pocas
estadísticas oficiales que arrojen luz sobre los beneficios que supondría (o
que ha supuesto) la custodia compartida. Sólo algunas asociaciones de
padres y madres divorciados y de lucha a favor de la igualdad han
reproducido en estadísticas encuestas hechas por ellos a padres, madres y
niñ@s.
Será quizás porque en el Estado español aun es demasiado pronto para
realizar estudios fiables, o quizás porque estudios oficiales contundentes
aun darían más que hablar sobre la dudosa eficacia del Código Civil
Español y de la Ley del Divorcio sobre la custodia compartida.
Conclusión.
No es difícil deducir los orígenes de esta situación que hoy creemos injusta:
la relación del hombre y la mujer siempre ha estado basada, en lo que a
funciones se refiere, en una clara división en la que el hombre ejercía
funciones profesionales, activas, poderosas, sociales, mientras que a la
mujer se le atribuía la función pasiva, hogareña. Ha sido siempre la madre
quien ha cocinado para el hijo, quien lo ha vestido y quien lo ha llevado al
médico. Ha sido siempre ella quien ha sabido qué falta en casa, quien ha
planchado y quien se ha quedado en casa con los niños y los abuelos
mientras el padre bajaba al bar a tomar algo. Pero no sólo eso, sino que hoy
en día, con la inserción de la mujer al trabajo, sigue siendo ella
mayoritariamente quien sigue realizando todas esas tareas. Y perdóneme el
lector si a caso pareciera que le hablo de tiempos lejanos. Y perdóneme aun
más si ahora le sorprendo y le digo que en realidad le hablo de la
actualidad. Pero es que, desde mi posición de hombre joven, me resulta
imposible pensar que un juez pueda darle la custodia a un hombre que ni si
quiera sabe limpiar platos (que por supuesto, los sigue habiendo, y
muchos).
Por eso, redundo, el cambio no sólo debe plantearse desde la legalidad, sino
desde el interior de cada hombre. Con ello no sería ni si quiera necesario
proponer leyes igualitarias, pues ello sería un hecho que el legislador ya
tendría en cuenta por naturaleza.
Pero por desgracia, aun se ve largo este camino de baldosas amarillas…
Bibliografía
Libros y artículos.
Legislación.
www.noticias.juridicas.es
Jurisprudencia.