Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
1
servicios educativos, por un lado, las escuelas ponen su esfuerzo en prepararse y
se hallan ante el reto de atender a estudiantes que demandan una dificultad
especial, y que anteriormente excluían con facilidad; por otra parte, la educación
especial y tradicional se discuten y son llamadas a una profunda transformación.
Dentro de este aspecto, el nuevo concepto de dificultades de aprendizaje, cambia
de forma considerable, recogiendo nuevas expectativas y nuevas prácticas
docentes que favorezcan la inclusión de los niños.
Por otra parte, como caso típico, las dificultades de aprendizaje son parte del
fracaso escolar, el cual se observa dentro del aula de clase, por tal motivo, hay un
gran interés por elevar la calidad de vida de los niños y la calidad de educación de
las instituciones, donde los maestros superen el agobio del fracaso escolar de
ciertos alumnos. En esta línea, se plantean algunas estrategias pedagógicas que
el maestro debe aplicar en el aula con el fin de beneficiar a los que son o han sido
excluidos por su singular forma de aprender, especialmente, la reeducación del
problema de aprendizaje en niños escolares, se aborda desde una base teórica y
metodológica, que permitirá al maestro aceptar el reto de la inclusión de niños con
dificultades de aprendizaje, para enfatizar en el potencial de aprendizaje de los
alumnos que tienen problemas para pensar y para aprender. Claro está, que estas
estrategias no son recetas prediseñadas aplicables a cualquier contexto, en el que
el saber técnico prima sobre el entendimiento del mundo circundante.
En otras palabras, es importante fortalecer al maestro para que ayude a los niños
a motivarse por aprender, mostrando a los estudiantes, otras formas y alternativas
para acceder a lo que considera difícil. Por consiguiente, frente a la necesidad de
desarrollar y aplicar estrategias hay que aceptar que la integración de estudiantes
2
con dificultades de aprendizaje al aula regular, demanda costos, capacitación
docente, políticas educativas y uso de la tecnología; aspectos que facilitarán la
labor del maestro dentro del aula.
En primer lugar,
REDUZCA EL ESTRÉS
En este sentido, los retos son numerosos, pero se debe iniciar a partir de una
actitud positiva, donde se conserve la serenidad, así como la capacidad de
controlar el impulso y la angustia. Los niños con dificultades de aprendizaje
requieren maestros que los eduquen, manifestando sus logros, a través de la
aplicación de refuerzos positivos, tales como: la alabanza, la atención, la
recompensa y los privilegios.
En segundo lugar,
3
En efecto, el maestro no debe proclamar la realidad sin conocerla, puesto que
frenará el acercamiento entre él y sus estudiantes, en cambio, al conocerla podrá
crear ambientes de aprendizaje que favorezcan el desarrollo integral de los niños y
las niñas. Si bien la función principal del maestro es promover el rendimiento
escolar, también le corresponde conocer como crecen y se desarrollan sus
estudiantes con el fin de aceptar incondicionalmente a cada uno de ellos, sin
importar la clase social, la religión, el nivel intelectual, etc.
Es importante que el maestro evite generar ansiedad en las familias y en los niños,
en especial debe evitar etiquetar al niño como problema. Este es el caso típico,
del niño en edad preescolar, al cual se le diagnostica una dificultad de aprendizaje,
cuando ni siquiera ha iniciado su proceso escolar.
En el mismo orden de ideas, el maestro debe saber ¿Qué son? ¿Cuáles son? Y
¿Cómo se manifiestan las dificultades aprendizaje?, con el fin de no caer siempre
en el error del desconocimiento, puesto que las dificultades de aprendizaje, no
deben ser criterio de exclusión de los alumnos, sino por el contrario, el momento
para que el maestro reflexione sobre su quehacer y tome medidas para que los
niños con dificultades tengan mayores posibilidades de alcanzar el éxito.
En tercer lugar,
Es decir, para facilitar la total participación del niño y la niña con dificultades de
aprendizaje es necesario ajustar las actividades y el currículo a las necesidades
individuales de los alumnos, especialmente, se realizan modificaciones relativas a
la temporalización de los objetivos, donde el estudiante logra alcanzar alguno de
los propósitos, más tarde que el resto de sus compañeros, pero dentro del mismo
nivel.
Así mismo, para este proceso, el maestro debe involucrar a todas las personas
comprometidas en la educación del niño, esto implica que habrá que determinar
4
quienes van a ser responsables de estas decisiones, quienes van a ejecutarlas y
en qué momento van a ser revisadas. A lo largo del curso escolar, los profesores
toman múltiples decisiones: organizan los grupos de alumnos, seleccionan y
distribuyen, pero así mismo, deben ser los gestores para nuevas propuestas de
apoyo a las dificultades de aprendizaje dentro del aula regular.
Con el mismo propósito, el maestro debe asumir una actitud positiva, donde apoye
constantemente el proceso, donde seguramente reflejará seguridad y comodidad
en las tareas escolares de los niños, afianzando asimismo lo que les gusta e
interesa. Es decir, la intervención del educador es una ayuda irreemplazable que
facilita al alumno la exploración de nuevos ambientes, en la construcción de
conocimiento y el desarrollo integral, generando así, un clima seguro y relajado.
Al igual que la actitud del maestro, el tipo de ambiente que se le presente al niño
con dificultades de aprendizaje, estimulará o no la capacidad y la iniciativa. El
maestro puede ser gestor del éxito al establecer expectativas de comportamiento
claras y apropiadas para la edad de los niños.
Por último, para lograr el éxito de inclusión, es necesario reconocer, que en torno a
las dificultades de aprendizaje, se ha iniciado la búsqueda de estrategias
encaminadas a buscar respuestas específicas y orientaciones prácticas dentro del
aula para ser aplicadas en el proceso de aprendizaje de los niños, pero se ha
determinado que este trabajo requiere de un apoyo interdisciplinario más
complejo, es así, como los directivos, maestros y especialistas, deben estar cada
vez más interesados y preocupados por establecer estrategias para atender a las
dificultades y así prevenir el fracaso escolar.
En cuarto lugar,
Debido a esto, es necesario que los niños con dificultades de aprendizaje sientan
que el maestro confía en sus capacidades, y para esto, es importante asignarles
responsabilidades que sean atractivas para ellos, no sólo dentro del aula sino por
fuera. De la misma forma, los niños deben lograr comprender que las estrategias
propuestas por el maestro son por y para él, debido a que se cree en las
habilidades y destrezas para autocontrolarse. Más aún, este autocontrol, estimula
5
a los niños a aprender de sus errores, sin temor a explorar y vivenciar nuevas
situaciones.
En quinto lugar,
REPLANTEE LA METODOLOGÍA
Ante esta realidad, se debe repensar en nuevas metodologías, donde los niños
con dificultades de aprendizaje sean tomados como sujetos activos, que requieren
de la atención de los maestros, donde la escuela no se convierta en la generadora
de los llamados fracasos escolares. Adicionalmente, para que un alumno aprenda
de manera significativa es necesario partir de sus conocimientos previos y de sus
intereses, lo que genera mayor motivación.
6
el trabajo de los niños, con el fin de canalizar un poco sus frustraciones frente a
las tareas inconclusas.
En sexto lugar,
7
progreso de los niños en torno a las capacidades, destrezas e
intereses, con el fin de planear las actividades y experiencias
que promuevan el desarrollo y aprendizaje individual.
En séptimo lugar,
PROMUEVA HÁBITOS
Los hábitos son importantes para que el niño obtenga logros académicos, los
cuales influyen de manera directa con la familia, los compañeros y en general, con
la institución. Con respecto a sí mismo, el sentimiento es positivo por cumplir con
lo esperado, en cuanto a la familia, las relaciones interpersonales mejoran y se
enriquecen los espacios con actividades diferentes a área académica. Entre
compañeros, el niño con dificultades de aprendizaje será aceptado, de tal manera
que en la institución, será reconocido por su esfuerzo y dedicación.
Claramente, se sabe que los niños tienden a postergar sus actividades, siempre y
cuando estas resulten difíciles, pero si se establecen hábitos de organización
donde los personajes principales son los niños, seguramente sentirán mayor
compromiso en sus actividades y en especial reconocimiento a su esfuerzo.
En este orden de ideas, los maestros deben optar por una actitud positiva que
acompañe a los niños en su proceso de aprendizaje, con el fin de superar estas
dificultades. En otros términos, es indispensable conversar constantemente con
los niños acerca de los hábitos que se acordarán y en especial, en torno a los
8
beneficios que generarán, proponiendo incentivos una vez los niños cumplan con
lo acordado.
En octavo lugar,
9
confiables, el maestro debe ayudar a los niños a encontrar algún amigo y
establecer alternativas y oportunidades de tomar decisiones.
A MANERA DE REFLEXIÓN
¿Contamos con los recursos personales suficientes para atender las dificultades
de aprendizaje?
10
¿Intercambiamos experiencias y resultados entre nosotros? ¿Con otras
instituciones?
El maestro debe siempre recordar que cada uno de los niños a quienes enseña,
son ante todo individuos, que poseen intereses, experiencias, habilidades y
necesidades individuales.
11