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Fecha: 24 / 03 / 2010.

Os voy a contar la historia de mi ciudad:

Barakaldo, es una de las ciudades con más extensión de la provincia de


Vizcaya, está aproximadamente a unos 8 kilómetros de Bilbao la Capital, en
la actualidad cuenta con unos 100 mil habitantes.

Mirando hacia atrás en la historia, vemos que la primera Iglesia que se


construyó data del siglo XIII, (San Vicente) todavía sigue en pie y es utilizada
por sus parroquianos.

El primer ayuntamiento se construyó frente ha esta iglesia, estas dos


edificaciones congregaban el mayor núcleo de población, puesto que el resto
estaba diseminado entre caseríos y huertas.

No se sabe con certeza la procedencia del nombre, pero posiblemente será


de Ibarratxalde (que en Euskera significa tierra de huertas). Porque es un valle
bordeado de montañas y surcado por un pequeño río llamado Galindo, por un
lado por otro limita con la desembocadura del Nervión, también llamado ría
de Bilbao.

Entre huertas, hortelanos, agricultores y ganaderos transcurría la vida en


Barakaldo durante siglos hasta que más o menos hacia en el año 1900 se
descubrieron en un pueblo cercano (Ortuella) minas de hierro, un metal que
sería muy preciado.

Como había entonces que extraerlo, se produjo una gran explosión


demográfica ya que empezaron a acudir a Barakaldo, gentes de todas partes
de España a ofrecer mano de obra.

Los mineros extraían grandes bloques de mineral, que luego se trasportaba


en vagones de tren, con unas vías construidas exclusivamente para el envío
de estos, los que serían fundidos en los altos hornos de Vizcaya para una vez
licuados producirían hierro y muchos otros derivados ; como la canción popular
dice, “los hornos de Barakaldo alumbran todo Bilbao.”

Esta fue la época de mas esplendor, no solamente por las fábricas sino por los
diferentes comercios que de ellas se derivaban, tiendas de diferentes tipos,
con lo cual el bullicio de la población se hacía latente.

A pesar de que las infraestructuras de la cuidad no estaban preparadas para


cobijar a tanta gente.
Barakaldo se concentro de pronto en levantar fábricas, uno de los objetivos era
hacer planchas de metal para la construcción naval que se realizaba en
diferentes localidades colindantes, Empezó la época del Barakaldo fabril
trabajo, trabajo y mas trabajo, durante esta época el aspecto urbanístico de
Barakaldo fue desastroso (1950 a 1970) como todas las cosas que no se
controlan las minas de hierro se fueron terminando poco a poco hasta que se
agoraron del todo, fruto del poco control del gobierno de aquella época, hubo
que hacer una reconversión industrial, entonces la mitad de la población
baracaldesa se quedo en el paro y el esplendor de la cuidad se esfumo, esto
ocurría durante en más o menos durante la década de los 80.

Vino la democracia y Barakaldo con la ayuda de las nuevas autoridades


empezó dejar de ser fabril para convertirse en una bella cuidad de servicios
con colegios, institutos, universidad, hospitales, hoteles, restaurantes, zonas
verdes, polideportivos con zonas de esparcimiento, teatro, cines, comercios
etc. etc. Se ha convertido en una cuidad muy cosmopolita dispuesta a recibir
con los brazos abiertos tanto a turistas como a la comunidad de inmigrantes
que se mezclan entre el pueblo.

Tenemos cantidad de centros culturales, como el de Andalucía, de Galicia, de


Extremadura, Burgos, León, en fin todas las representaciones de todos los
emigrantes que poblaron Barakaldo en aquella época.

A partir de 1982 existe un colectivo de discapacitados físicos en Barakaldo que


conjuntamente con el ayuntamiento y demás entidades políticas hemos
trabajado para conseguir por ejemplo la eliminación de barreras tanto
urbanísticas como arquitectónicas para que podamos transitar con libertad
absoluta por todos los rincones de nuestro pueblo y así entre todos mejorar la
calidad de vida del discapacitado.

Os invito a que en cuanto tengáis oportunidad y el tiempo lo permita porque


suele llover a menudo pero también hay muchos días de sol que os deis una
vuelta por Barakaldo ¡Seguro que merece la pena!

Victoria López Jiménez

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