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SI NO QUIERES RELIGIÓN, DOS TAZAS

- Miguel Ángel Valverde Gea - 1

1. El nuevo nacional-catolicismo de la derecha española.

En los últimos meses, el P.P. está demostrando su verdadera faz, ha


abandonado su máscara centrista y como el lobo de Caperucita ha asomado su
patita y le ha salido su “auténtico” talante. Ha aparecido la derecha de siempre,
rancia, interesada y conservadora. Si ya la LOCE nos traía olores a alcanfor,
sabor a “letra que con sangre entra”, los proyectos de ley en los que se
desarrollan sus futuras intenciones nos invitan a observar el curioso maridaje
de intereses que hay en la derecha española: neoliberal en lo económico y
conservadora en sus principios ideológicos y valores morales. Neoliberal para
dejar hacer en lo económico, eliminar protecciones sociales, debilitar el estado
( en lo “social”), apoyar a la enseñanza privada para “hacer más competitivo el
sistema educativo”... Conservadora en cuestión de valores: potencia la
jerarquía, favorece el autoritarismo, merma la participación democrática,
impone la religión a todo el alumnado no universitario... En realidad están
reviviendo el caduco lema de “Dios, Patria y Rey” aunque aggiornado a los
tiempos que corren y trasmutado en “Dios, Patria y Bush”. Actualmente, si no
fuese porque la realidad es tozuda y evidente, pensaría que estamos viviendo
en un mundo de “muñecotes”.

El asunto de la nueva área destinada a enseñar religión es un botón de


muestra de esta situación esperpéntica. El ministerio de Pilar del Castillo ha
tenido la considerable idea de reconquistar espiritualmente a los hijos e hijas de
los que nos permitimos la osadía de pensar diferente, de los descreídos, de los
confusos, de los no creyentes y de los que creyendo, consideran que las
creencias son un asunto privado y personal de cada quisque. ¡“Dios nos libre”
de los Torquemadas que este puñetero país produce con frecuencia! No hay
nada mejor que un converso para machacar las vidas o las conciencias de sus
antiguos camaradas. ¡Vivan las cadenas de la conciencia!

Se han inventado una asignatura para todo el alumnado “del mundo


mundial” y la han llamado Sociedad, Cultura y Religión. Y han ideado dos
formulaciones de la misma: Una, llamada confesional, está destinada para los
hijos de los creyentes y cuyos contenidos son establecidos por la jerarquía
eclesiástica e impartida por profesorado pagado por todos pero seleccionado
por dicha jerarquía. Otra, denominada falsamente no confesional (yo la llamaría
pluriconfesional), será impuesta a la filiación de los no creyentes, sus
contenidos son fijados por el Gobierno y serán enseñados por profesorado de
Geografía e Historia o de Filosofía.

Y aquí estamos, abocados a optar entre Religión y El Hecho Religioso


(parece una cosa de Groucho Marx, ¿verdad? ¿Quiere usted café con leche o
1
Algunos documentos empleados para la elaboración de este escrito están sacados de la página web de la
Asociación Pi y Margall por la Educación Pública y Laica. Su dirección es http://www.piymargall.org

1
leche con café?). Pienso yo que si el artículo 16 de la Constitución garantiza la
libertad ideológica (además de la religiosa y de culto), señala que nadie podrá
ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias y que ninguna
confesión tendrá carácter estatal, la intención de imponer religión de forma
obligatoria a todo el alumnado es una propuesta totalitaria que intenta, de
forma subrepticia, hacer tragar a los no creyentes, a los que no quieren que sus
hijos sean adoctrinados en una religión, tres religiones como mínimo (¡ved los
contenidos!). Esta situación representa con claridad el compromiso del partido
Popular con valores cercanos al nacional catolicismo aunque adaptados para
un régimen político democrático. ¡Es el neo-nacional-catolicismo!

Si analizamos la nueva asignatura de Sociedad, Cultura y Religión,


especialmente su versión no confesional (El hecho religioso), podemos sacar
algunas conclusiones curiosas, como por ejemplo:

 Acerca de los contenidos:

Los ingredientes de la religión no confesional, a grandes rasgos y


extraído de los anexos de los proyectos de R.D. de E.I., Primaria y
Secundaria, son los siguientes:

o Educación Infantil: Conocimiento de símbolos, edificios religiosos


y fiestas, etc.
o Primaria: En primer ciclo, las celebraciones, tiempos sagrados,
imágenes y símbolos religiosos, lugares de culto y peregrinación,
ritos y cultos, la oración, los libros sagrados...; en segundo ciclo,
las grandes religiones, mitos y leyendas, el arte religioso...; en el
tercer ciclo, las religiones de la antigüedad, orientales, actuales,
estructura básica de toda religión...
o Secundaria Obligatoria: 1º de ESO, historia de las religiones; 2º
de ESO, grandes temas del fenómeno religioso, la realidad de
Dios en las distintas religiones, el sentido de la vida, la oración...;
3º de ESO, las tres religiones monoteístas; 4º de ESO, principales
debates y reflexiones sobre el hecho religioso, análisis de los
intentos totalitarios de abolir la religión o convertirla en ideología
de estado, el ateísmo de estado...

Como podemos apreciar “barren para casa”, pues no plantean en ningún


momento la existencia a lo largo de la historia de otras formas de
pensamiento equidistantes de la religión, no dogmáticas y partidarias de
reivindicar la independencia de la razón del pensamiento religioso (el
librepensamiento) y del Estado de la religión (el laicismo), tampoco
aparecen en los contenidos el agnosticismo o el ateísmo (“sin estado”). Se
supone que muchos padres y madres que no son partidarios de que a sus
hijos se les enseñe religión estarán más próximos a estos contenidos que a
los marcados en el currículo “no confesional”. Esto es una muestra del
respeto del Gobierno a la libertad de conciencia que garantiza la
Constitución.

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Si como se escribe en el prólogo del anexo los contenidos de la religión
no confesional fuesen todos de carácter histórico, cultural, humanístico,
científico y moral, podrían ser la mayoría de ellos integrables en el
currículum normal del área de Geografía e Historia. Debido a ello tenemos
que plantearnos un interrogante, ¿por qué se desgajan de los contenidos
generales del área? Esto conducirá a que se pierda conexión entre unos y
otros, a dificultar la transferencia de los mismos a contextos más amplios y
a una pérdida del sentido global de la historia y de la sociedad. Por lo tanto,
siguiendo la lógica de los contenidos creo que pocos profesores o
historiadores podrían defender la compartimentación de la historia en estas
edades. Como no soy demasiado ingenuo, sé que el motivo no es mejorar
la enseñanza de la historia en general (incluido en ella el fenómeno
religioso).

Por otro lado, si tan necesarios son estos contenidos para el alumnado y
se tiene la certeza de que no son impartidos con la ley de educación
anterior, ¿por qué se permite que el alumnado de religión confesional no se
beneficie de ellos? ¿no necesita también completar su cultura con el
conocimiento de otras religiones, con la historia de éstas, con otros
personajes, ritos, manifestaciones artísticas diferentes de las que creen sus
padres? La respuesta de estos interrogantes quizás esté en que en realidad
la religión confesional se centrará en su propio dogma y tendrá un carácter
eminentemente adoctrinador. Los contenidos los fijan las autoridades
eclesiásticas... ¡Pobres alumnos de religión confesional, tendrán un déficit
cultural respecto a los demás!

¿No sería más sensato dar algo más de horario a la asignatura de


Geografía e Historia e incluir esos contenidos de forma integrada en el
aprendizaje general de la historia de la humanidad? ¿No sería más justo
que esos contenidos se dirigieran a todo el alumnado con independencia de
las creencias de sus padres? ¿Y, por último, no sería más propio de un
estado laico que el profesorado que los impartiera no estuviese de origen
condicionado ideológicamente sino que fuese el profesorado de Geografía e
Historia en su diversidad y confiando en su profesionalidad el que los
enseñara? ¡Pues parece que no! Ya sabemos que el sentido común es el
menos común de los sentidos.

 Acerca del tiempo:

Otro asunto importante es el relativo al tiempo dedicado a la asignatura


de religión en el currículum de los distintos niveles educativos. En la
enseñanza Primaria alrededor del 10% del tiempo de clases estará
destinado para la asignatura de Sociedad, Cultura y Religión (en cualquiera
de sus dos versiones). El Gobierno le ha asignado para esta etapa tanto
tiempo, en líneas generales, como a Educación Física, Educación Artística y
Lengua Extranjera. Más horas que a Geografía e Historia o a Ciencias
Naturales, examinándolas por separado, pues las funde en una misma área
y les asigna un poco más de tiempo que a Religión. Matemáticas solamente
tendrá cien horas más que Religión en toda la etapa (415 en lugar de 315
horas).

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En la enseñanza secundaria obligatoria, en la parte del horario fijado por
el Ministerio de Educación, parece que una hora semanal será asignada a
Sociedad, Cultura y Religión en 1º y 3º y dos en 2º y 4º de la ESO. La
mayoría de los alumnos asistirán más horas a ésta asignatura que a
Tecnología, Música, Educación Plástica, Educación Física o Ciencias de la
Naturaleza. ¿Parece lógico que con la necesidad que muchos alumnos y
alumnas tienen de refuerzo educativo en áreas instrumentales, idiomas,
etc., se invierta un tiempo considerable del periodo escolar en el control de
las conciencias de los niños y jóvenes en lugar de emplearlo en la mejora
de su aprendizaje y de su cultura?

2. La ley del embudo.

Las condiciones en las que se produce la enseñanza de la religión en


nuestras escuelas e institutos viene determinada, desde el restablecimiento de
la democracia, por los Acuerdos establecidos entre la Santa Sede y el Estado
español sobre enseñanza y cultura de 1979 y por el Real Decreto que regula la
enseñanza de la Religión de 1994. Los Acuerdos con la Santa Sede fueron
firmados en la época de gobierno de la U.C.D. y el real decreto fue aprobado
por un gobierno socialista. Y si no eran suficientemente beneficiosos para la
Iglesia católica, el gobierno del P.P. se ha propuesto dar una vuelta de tuerca
adicional implantando la religión para todos los españoles en edad escolar
(Adicional segunda de la LOCE). Es bueno qué conozcamos lo que se
establece en ambos documentos para poder demandar que se revoquen, para
ello vamos a realizar un breve repaso de sus contenidos y medidas principales:

 Los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado Español sobre enseñanza


y cultura (1979) señalan:

o La acción educativa respetará el derecho fundamental de los


padres sobre la educación moral y religiosa de sus hijos en el
ámbito escolar.
o Se incluirá la enseñanza de la Religión en los planes de estudios
de los niveles educativos no universitarios en condiciones
equiparables a las demás disciplinas fundamentales y para todos
los centros de educación.
o La enseñanza de la religión católica no tendrá carácter obligatorio
para el alumnado, aunque se garantiza el derecho a recibirla,
según el texto del acuerdo, por respeto a la libertad de
conciencia.
o El profesorado que imparta la asignatura de Religión será
propuesto por el obispado (ordinario diocesano) y formará parte a
todos los efectos del Claustro de profesorado de los centros.
o Los contenidos de la asignatura de Religión católica, los libros de
texto y materiales curriculares serán fijados por la jerarquía
eclesiástica.

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o La situación económica del profesorado de religión católica se
concertará entre la Administración Central y la Conferencia
Episcopal Española.

 En el Real Decreto 2438/1994 por el que se regula la enseñanza de la


religión se adoptan las siguientes medidas:

o La enseñanza de la religión católica se impartirá en los centros


docentes de segundo ciclo de Educación Infantil, Primaria,
Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato en condiciones
equiparables a las demás disciplinas fundamentales.
o Al mismo tiempo, también se garantiza el derecho a recibir
enseñanza religiosa de aquellas confesiones que tienen suscritos
acuerdos de cooperación con el Estado (evangélicos, israelitas y
musulmanes).
o Los padres, tutores o alumnado (si es mayor de edad)
manifestará, voluntariamente, al director del centro su deseo de
cursar las enseñanzas de religión. Esta manifestación se realizará
al comienzo de cada etapa o nivel educativo o en la primera
adscripción del alumno al centro.
o Para el alumnado que no haya elegido cursar enseñanza religiosa
los centros organizarán actividades de estudio alternativas.
Dichas enseñanzas complementarias se realizarán en horario
simultáneo al de la asignatura de religión, serán de carácter
obligatorio y sus contenidos estarán relacionados con aspectos
de la vida social y cultural, así como con diferentes
manifestaciones literarias, plásticas y musicales. En dos cursos
de la ESO y en otro de Bachillerato las actividades de estudio
alternativas versarán sobre manifestaciones escritas, plásticas y
musicales de las diferentes confesiones religiosas. Estas
actividades no serán evaluadas ni constarán en el expediente
académico del alumnado.
o El currículum de las enseñanzas de Religión será competencia de
las autoridades religiosas. También les corresponde la aprobación
de los libros de texto y de los materiales didácticos.
o Las enseñanzas de la Religión serán evaluables y constarán en el
expediente académico de los alumnos. En Bachillerato, estas
calificaciones no se computarán para la obtención de la nota
media ni para las becas.
o La asignatura de Religión será impartida por personas propuestas
por las autoridades religiosas.

Como hemos podido observar son estos dos documentos los que
establecen las reglas del juego respecto a este tema y a los que se hace
referencia desde las dos últimas leyes orgánicas de educación (la LOGSE y la
LOCE) en sus respectivas disposiciones adicionales segundas. Sin embargo,
en la práctica incluso estas condiciones, tan abusivas, son transgredidas en
perjuicio de los que no quieren que sus hijos e hijas reciban adoctrinamiento

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religioso. En lo que respecta a esta materia en España se practica la ley del
embudo. Podemos citar algunos ejemplos:

 En Andalucía la Orden de 22-08-1995 que regula las enseñanzas


complementarias, para el alumnado que no opte a la enseñanza
religiosa, no se lleva a cabo en muchos centros. Según esta Orden, para
estos alumnos se les ofertarán algunos de los siguientes talleres:

o En Educación Infantil y Primaria: Radio; Cine y televisión;


Dramatización; Ajedrez; Cuentacuentos; Poesía infantil; Folklore y
costumbres populares.
o En Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato: Para 1º, 2º
de ESO y 2º de Bachillerato, talleres de Radio; Cine y televisión;
Prensa en el aula; El periódico de mi centro; Ajedrez; Teatro;
Danza; Poesía; Folklore y costumbres populares. Para 3º, 4º de
ESO y 1º de Bachillerato, Cultura Religiosa.

¿Tal vez la alternativa más corriente a la enseñanza de la religión es


en el mejor de los casos un profesor o profesora que los deja estudiar, o
aparcados en un banco del pasillo u otro lugar del centro, o quedarse en
ocasiones en la propia clase de religión, o ...? Ante mi falta de datos
estadísticos, que cada uno juzgue en función de su propia realidad.

 Hay institutos que efectúan los agrupamientos de los cursos en función


de la religión o la alternativa: 1º A son los de religión católica, 1º B los
que no quieren dar religión, por ejemplo. Como los primeros grupos
parecen que tienen mayores expectativas académicas, padres que no
desean que sus hijos o hijas reciban enseñanza religiosa deben de optar
por sacarlos del centro o por saltarse sus convicciones y adscribirlos a
los grupos de religión católica. Incluso en algunos colegios de origen se
aconseja a los padres que elijan religión para conseguir un buen
agrupamiento.

La Constitución señala que los españoles somos iguales ante la


ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social. ¿Qué pensaríamos si se organizaran los
grupos de un centro según la raza? En 1º A los gitanos, moros y otros
“diferentes”, y en 1º B...; o algo que ocurría hace algunos años, los niños
por un lado y las niñas por otro (pues había colegios masculinos y
femeninos).

 Año tras año, en muchos centros los padres de todos los alumnos se
ven obligados a declarar sobre sus creencias cuando tienen que
matricular a sus hijos. En los impresos que se proporcionan hay que
poner una cruz en religión católica (u otra que se oferte) o en alternativa
a la religión. La Constitución en su artículo 16 indica que nadie podrá ser
obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias; y en el R.D.
que regula la enseñanza de la religión se señala el proceso que hay que
seguir para que los padres según sus creencias manifiesten que desean

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que sus hijos reciban enseñanza religiosa. Esto es algo que solamente
deben de manifestar los padres de estos alumnos y no los demás, que
se ven también obligados a declararlo hasta ahora. Pues bien,
recientemente ha habido una sentencia del Tribunal Superior de Justicia
de Cataluña que falla contra dicho procedimiento. Sólo quienes opten
voluntariamente por la enseñanza de la religión tendrán que declararlo,
los demás no.

 Por último, señalar la enorme presión ambiental que se produce en


muchos centros públicos a la hora de celebrar las fiestas religiosas
(Navidad, Semana Santa o las Cruces de Mayo...), no supeditadas
exclusivamente a las clases de religión sino desarrolladas en otras áreas
del currículum y para todo el alumnado. Las fichas con el portal de
Belén, las miniaturas de pasos semanasanteros, las cruces realizadas
en el propio colegio..., son algunas muestras de ese ambiente. Además,
todavía nos encontramos en muchos centros públicos con símbolos
religiosos católicos presidiendo clases, despachos, salas, pasillos o
patios. Y para el remate, aunque menos frecuente, hay algunos
profesores y profesoras que como en la época de la dictadura rezan
diariamente en las clases y hacen rezar a todos sus alumnos, sin tener
en cuenta las convicciones de sus padres o despreciándolas por
considerarse en posesión de la fe verdadera.

3. El elefante encadenado.

Un psicoterapeuta argentino, cuenta en uno de sus libros una historia, la


del elefante encadenado2, que puede servirnos para realizar una última
reflexión sobre este tema, dice así:

“Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran
los animales. Me llamaba especialmente la atención el elefante que, como más tarde supe, era también el
animal preferido por otros niños. Durante la función, la enorme bestia hacía gala de un peso, un tamaño y
una fuerza descomunales... Pero después de su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el
elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que
aprisionaba una de sus patas.

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos
centímetros en el suelo. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un animal
capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.

El misterio sigue pareciéndome evidente. ¿Qué lo sujeta entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenía cinco o seis años, y todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté
entonces a un maestro, un padre o un tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el
elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: “Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo
haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, olvidé el misterio del elefante y la estaca, y
sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho esa pregunta alguna
vez. Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio
como para encontrar la respuesta:

2
BUCAY, Jorge: Déjame que te cuente. Edita Círculo de Lectores.

7
“El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que
era muy, muy pequeño”

Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de
que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus
esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.

Imaginé que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro...
Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su
destino.

Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no
puede. Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió después de nacer. Y lo peor es que jamás
se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.

Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza...”

Bueno, como es obvio no voy a revelar el sentido del cuento en relación


con nuestro tema. Es mejor que cada uno saque sus conclusiones.

La Línea, 11 de Mayo de 2003.

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