166 4
Pierre Bourdieu y Ginter Gras:
la tradicién de “abrir el hocico”*
En una entrevista con fecha dels de diciembre de 1999 transmitida por la cadena
de television “Arte el socidlogo Pierre Bourdieu y el escritor alemaén Ginter Grass
Premio Nobel de literatura 1999, hablaron libremente sobre el papel de los inteletuales
vel humor —o la falta de humor—en la sociologia y de ls falsos pretextos del socialismo.
Pierre Bourdieu: En alguna parte usted ha hablado de
“Ya radicién europea o alemana —que dicho sea de pa-
so,tambin es una tradici6n francesa— de abri el hoci
0"; cuando planeébamos realizar este dislogo publico
«on sindicalistas, yo desde luego no sabia que usted seria
Premio Nobel,
‘Me regocia profundamente que usted sea Premio No:
bel y también me regocia profundamente que el Premio
Nobel noe haya cambiado, que siga tan dspuesto como
antes a “abrir su hocieo’ y quisiera que lo abrigramos
juntos
Desacatos, nm. 8, invieen0 2001, pp. 166-170
* Le Monde ier Bourieny GonterGrs:la acon debe
elon" Jrves 2 de ener dl oat publado ena ed
‘io dl edcembre de 999
Traducin: babel y Lene Marmasse
Lu comentarios de Ginter Gras fro tradi del ales a
‘Rants por Gabriele Wenner,
Ginter Grass: Tomando en cuenta la experiencia ale
‘mana, es relativamente raro que un socidlogoy un esc:
torseencuentren Alli es mis frecuente que los ildsofos
se agrupen en un rincén de la pieza los socilogos en
‘otro, yls escritores disgustados con los unos ylos otros,
nla tastenda, Una comunicacién como la nuestra es
Ja excepcién, Cuando pienso en su libro, La miseria del
‘mundo, o en mi obra mis reciente, Mi siglo, hay algo que
nos tne en el trabajo: contamos a historia vista desde
abajo. No hablamos por encima de la cabeza de a socie-
dad, no tomamos el punto de vista de los vencedores
sino que, través de nuestro oficio, estamos marcada-
‘mente del lado de los vencidos, de fos marginados, de los
cexcluidos de la sociedad.
En La miseria del mundo logr6, junto con sus colabo-
radores, poner su individvalidad en segundo plano y
apostar todo a la comprensién, sin pretender saberlo
todo mejor: una visin de las condiciones sociales y del
‘estado dela sociedad francesa que bien puede trasponer
‘2 otros paises Sus historias incitan al esritor que soy a
usarlas como materia prima Por ejemplo, el estudio deuna joven inmigeada del campo a Pars para casificar cr.
taspor as noches, La descripcin de sus hares de trabe
jonas hace entender los problemas sociales sin por eso
resaltarlos de manera ostentosa Eso me gust6 mucho.
‘Me gustaria que exstiera un libro as sobre las condi-
cones sociales en cada pls.
‘Quiz el nico punto que me lla la atencion forma
parte del dominio de a sociologia:no hayhumor en este
tipo de libro. Falta lo cémico del fracaso, que juega un
sgran papel en mis historias, los absurdos que surgen de
ciertasconfrontaciones,
‘sted ha contado magnificamente algunas de ls
experiencias que evocamos. Pero quien reibe dichas
experiencias drectamente de la persona que las vivié
est un poco abrumado, agobiado, y la ides de tomar
distancia apenas es concebible. Por ejemplo, tuvimos
que exclirciertasnarraciones def libro porque eran de-
‘masiado desgarradoras y demasiado patéticas, dema
siado doloross,
.G:Hablando de lo “comico’ quiero decir que la tra-
sgedia y la comedia no se excluyen mutuamente, que as
fronteras entre ambas fuctian.
PLB. Totalmente.. Es verdad... De hecho, lo que que-
ramos ra lanzar ante los ojos del lector ese absurd en
«estado bruto, sn efecto especial algun. Una de nuestras,
consignas era que habia que evitar hacer literatura. Qui-
274 lo escandalice; al enfrentarse a semejantes dramas
existe Ia tentacin de escribir bien.
La consigna era tratar de ser lo mas brutalmente po-
sitivo posible, para restituir a estas historias su violencia
extraordinata, casi insoportable. Esto por dos razones
ciemtifcas y, pienso, también lterarias, porque queria-
_mos no ser literarios para ser lterarios de otro modo
Pero también por razones politicas, Nos parece que la
violencia que ejerce actualmente la politica neoliberal
practicada en Europa, en Latinoamérica yen muchos
paises, la violencia de este acto es tan grande que no se
puede rendir cuenta de ella mediante andlss pura-
‘mente conceptuales, La critica no esta la altura de los
efectos que produce esta politica,
Desacatos
6.6. Ambos, el socslogoy el escrior, somos hijos de
la Tstacién europea, de una tradicién que hoy en dia
se cuestionaen todas partes —en todo casoen Francia y
‘Alemania—, como si el movimiento europeo det Auf
rung de las Les hubiese fracasado, Muchos aspec-
tos que existieron al principio —pensemos tan slo en
‘Montaigne se pedieron al paso de los silos. El hu
mor, entre otros, forma parte de ellos. Hl Cindlido de
Voltaire 0 Jacques el fatalista de Diderot, por ejemplo,
son libros donde ls condiciones sociales descitas son
igual de horrendas. No obstante, aun en el dolor ye fa-
as, la capacidad humana de er cimicoy, en este sen
tido, vctoriso, se impone.
pero esa sensacion que tenemos de haber perdi
dla tradicion de las Laces tiene que ver con el vuelo de
toda una isin de mundo que fueimpuesta por a pti-
«a neoliberal, que domina hoy en dia, Creo que —aq)
cen Alemania puedo usar esta comparacién— la revolu-
ion neoliberal es una revolucion conservadora —en el
sentido en que se deca revolucin conservadoraen Ale
mania en la década de los aos teinta—, y una revolu
«én conservadorae algo muy extra: es una revolucin
{que restaura el pasado y se presenta como progresis-
1a, que transforma la regresion en progreso, Tan es asi
«que quienes combaten esta regresin parecen regresi-
vs. Quienes combaten el terror parecen terrorists. Es
algo que hemos padecido en comin: a menudo se nos
trata de areaoos, en francis se dice ringards (*rucos"),
arrers‘atrasados”),
6.6:"Dinosauria’
“Dinosaurios’ exactamente. Es es la gran fuerza
de ls evoluciones conservadoras, de las rstauraciones
‘progresistas” Incluso lo que usted die, me parece, par-
ticipa.. dela idea... Nos dicen: no son graciosos. Pero,
ila época realmente noes graciosl En verdad, no hay de
que reise
6.G:No quise decir que vvimos en una épocachistosa,
La risa infernal, desencadenada por los medi iterarios,
también es una protesta contra nuestras condiciones
»
1676s
sociales. Lo que hoyen dia se vende como neoliberal
mo es un regresoalosmétodos de liberalismo tipo Man-
chester desig XIX. En a décaa de os aio setentaen
toda Europa hubo un intento rlatvamentelogrado de