Vous êtes sur la page 1sur 8

PERJUICIOS Y FALSA SOLUCIÓN DE LA REPITENCIA ESCOLAR EN LOS

ALUMNOS DE EDUCACIÓN PRIMARIA EN EL PERÚ

INTRODUCCIÓN

La repitencia escolar en el nivel primario en el Perú ha sido abordado


esporádicamente y evidencia ser un tópico de poca importancia para las
autoridades educativas, los agentes educativos y para la sociedad en general;
de ahí que son casi nulas las investigaciones en relación a este tema. Dado
que para el sistema educativo hay un responsable “el alumno”, hasta ese
facilismo de señalar al culpable hemos llegado.

Durante muchos años el sistema educativo, de cuyo sistema formamos


parte todos; ha sido testigo y partícipe de los perjuicios y las falsas soluciones
que trae consigo la repitencia de grado para los alumnos. Pareciera que el
tinglado está sólidamente armado para culpar al alumno de su “fracaso
escolar”; dando claras muestras de la ineficiencia educativa en país. Sin
embargo, el colectivo pedagógico de la Institución Educativa, los Padres de
Familia y la sociedad tienen la responsabilidad de contribuir a la educación y
el derecho a participar en su desarrollo. Reconociendo que todos los niños
pueden aprender, ricos y pobres, los que viven en zonas urbanas y rurales,
los que hablan el quechua, el castellano u otro idioma, los con y sin familia.
Todos merecen las mejores condiciones para aprender significativamente. Un
alumno lleva consigo una riqueza cultural y de experiencias tan vasta para
contribuir a nuestra sociedad y no es un producto comercial con fallas o
caduco como para devolvérselos y volver a repetir su proceso de fabricación.

Este escrito pretende determinar las falsas soluciones y los daños que trae
consigo la repitencia escolar para los niños del país; a partir del análisis de
estudios realizados, de datos estadísticos sobre la repitencia, de experiencia
docente y la concepción sobre evaluación de los aprendizajes, educación
intercultural e inclusiva que pregona las políticas educativas.
DESARROLLO

A continuación se recogen algunas ideas sobre la repitencia escolar que


manifiestan lo siguiente:

La repetición escolar consiste en reiterar el mismo nivel de


desafío haciendo que curse el año nuevamente. La
fundamentación de esta práctica no suele cuestionarse. Está
basada en una determinada concepción teórica del aprendizaje,
aunque se decide muchas veces sin criterios claros y explícitos.
(Todos pueden aprender, 2007, agosto, p.15)

Desde el punto de vista pedagógico se concibe que la repetición permitirá


que el alumno recorra y despliegue las mismas actividades en las cuales ya
fracasó. La pregunta entonces sería ¿Qué aprendió en todo el proceso? ¿Por
qué ir nuevamente al punto de partida? El impacto de la repetición que
interpreta la sociedad se resume en “bajo rendimiento escolar” y ello produce
efectos hacia los alumnos, traducidos en su bajo nivel de autoestima, tienen
sensación de fracaso, de inferioridad intelectual, generando limitaciones para
aprender. Contrariamente a lo que podría suponerse, los alumnos repitentes
que para la escuela presentan dificultades de aprendizaje, por lo general no
reciben ninguna atención especial por parte del docente en el grado que
repiten y resultan muchas veces ser los menos atendidos.

Mientras tanto la familia cae en el desánimo de invertir para mandar el niño


o la niña a la escuela; existe más riesgo de deserción y claro está que la
escuela está siendo ineficiente al utilizar recursos humanos y materiales que
muy bien hubiesen sido trasladados a otros fines. Los factores internos al
sistema educativo tienen una influencia notable sobre las altas tasas de
repetición en los primeros grados de la educación primaria. El conjunto de
estos factores incluye al docente, sus actitudes, su nivel de preparación, las
estrategias metodológicas que utiliza y los indicadores que emplea para
evaluar el aprendizaje; el tiempo que dedica al desarrollo de las actividades.
En consecuencia, la repetición escolar es una falla del sistema educativo,
de cuyo sistema formamos parte todos. Lamentablemente, los docentes, los
directores, los especialistas, las autoridades educativas, los padres de familia
inmediatamente piensan que el único responsable de su fracaso escolar es el
alumno; en todo caso, ésta debiera ser compartido con el docente y los
padres de familia, por qué exculparlos a ellos, o por qué coludirse para
sindicar a los niños repitentes como poco estudiosos.

Las percepciones que tiene la sociedad respecto a la repitencia escolar, se


interpreta de la siguiente manera:

La repitencia se acepta como un hecho normal en la enseñanza


primaria, bajo el supuesto de que se trata de un remedio
proporcionado por el sistema educativo para compensar la falta
de aprendizaje ya sea por razones internas o externas al aparato
escolar. Desde el punto de vista de las familias y los alumnos, y
especialmente entre los sectores sociales más pobres que
realizan esfuerzos notables para acceder a la educación, es
mejor repetir el grado que tener que enfrentar mayores
dificultades con contenidos curriculares más complejos. En
definitiva, repetir es preferible a no recibir alguna instrucción
(Myers, 1993; McGinn et al., 1992).

Las ideas expuestas líneas arriba tienen seguramente respaldo de quiénes


consideran que están exento de responsabilidad y que consideran al alumno
como el único culpable de aprender o no en la escuela.

En una evaluación el docente tiene “la sartén por el mango” y es que si


quiere que sus alumnos pasen momentos de tensión por aprobar una
evaluación, simplemente complica las preguntas o si más bien quiere
brindarles un regalo adelantado, cae en la superficialidad y el facilismo. Es
obvio que algunos docentes aún priorizan la transmisión de la información y
ojo, tiene que ser como él la reproduce. El instrumento más viable para ello
es la prueba escrita; ¿cómo hacen entonces para realizar una evaluación
cualitativa?. Un alumno que tenga deficiencias en esa educación de corte
memorista y conductista; con enseñanza alejada de su realidad, con una
comunicación pedagógica y didáctica de la mas ineficiente; es bajo ese
contexto que el alumno repite. Pero algo de bueno debe tener, puede ser el
más solidario de la clase, el que más empatía muestra; sin embargo, son en
algunos casos estos alumnos quienes deben hacer el grado nuevamente.

En el artículo "Declaración sobre la repetición de grado de los estudiantes"


la Asociación Nacional de Psicólogos de Escuelas (NASP, siglas en inglés)
reportó:

- Los logros académicos de los niños que repiten el grado es menor que la de
los compañeros que son promovidos.

- Los logros obtenidos asociados con la repetición de grado desaparecen de


dos a tres años después de repetir de grado.

- Los niños que son identificados como los más atrasados son los que "más
se perjudican" al repetir de grado.

- La repetición de grado a menudo se asocia con un aumento en los


problemas de comportamiento.

- La repetición de grado tiene un efecto negativo sobre todas las áreas de


logros de los niños (lectura, matemáticas y lenguaje) y la adaptación socio-
emocional (relación con los compañeros, autoestima, problemas de
comportamiento y asistencia).

- Los estudiantes que repiten de grado tienen más posibilidades de


abandonar la escuela que los que nunca repitieron de grado. De hecho,
repetir de grado es uno de los factores de predicción más fuertes
relacionados con el abandono de la escuela.

- Es más factible que la repetición de grado tenga un efecto benigno o


positivo, cuando los alumnos no son simplemente retenidos en el mismo
grado, pero cuando reciben recomendaciones específicas para solucionar
problemas con sus habilidades o de conducta y para fomentar los logros y
las habilidades sociales.
Para respaldar la posición que se está asumiendo, destacamos lo
manifestado por el experto Juan Eduardo García-Huidobro: una de las
principales creencias que manejan los profesores, y muchas veces los padres
de los niños, es que al repetir de grado se le está dando al estudiante una
segunda oportunidad para que "nivele" su aprendizaje. De acuerdo con esto,
la experiencia sería beneficiosa. Sin embargo, los estudios demuestran que
ocurre todo lo contrario, pues existe un alto riesgo de que los repitentes
interpreten su fracaso como una falta de aptitud y que, por ello, se sientan
incapaces de aprender y se resignen a que les vaya mal en la Institución
Educativa.

García-Huidobro, señala que en países como Dinamarca, Suecia y Reino


Unido los niños son promovidos automáticamente y no por eso tienen un
rendimiento inferior a los estudiantes de los países dónde existe la repitencia.
Esto porque el fracaso escolar la mayoría de las veces viene acompañado de
otros castigos, como tener que cambiarse de escuela o pasar a formar parte
de la fila de los malos alumnos, situaciones que en definitiva pueden llegar a
estigmatizar al estudiante y hacerlo perder la confianza en sus potenciales
capacidades.

La normatividad sobre la evaluación de los aprendizajes en el Perú de los


estudiantes de educación primaria es la R.M. Nº 0234-2005-ED que aprueba la
Directiva Nº 004-VMGP-2005 y su modificatoria R.M. Nº 0387-2005-ED, que
define la evaluación como un proceso continuo y sistemático, mediante el cual se
observa, recoge, describe, procesa y analiza los logros, avances y/o dificultades
del aprendizaje, con la finalidad de reflexionar, emitir juicios de valor y tomar
decisiones oportunas y pertinentes para mejorar los procesos pedagógicos.

Conceptualizada de ese modo, la evaluación aparenta estar también del lado


de los alumnos que necesitan las oportunidades necesarias para desarrollar sus
habilidades, destrezas, conocimientos y actitudes. Sin embargo, en lo referente a
la promoción y repetición, la normatividad sobre evaluación en el nivel primario
muestra claras incoherencias ya que la promoción de primer a segundo grado es
automática; en segundo, tercero y cuarto grado la exigencia reside en las áreas
de Comunicación y Matemática, en desmedro de las otras áreas; en quinto y
sexto grado, se exige la calificación “A” en las área de Matemática, Comunicación,
Personal Social y Ciencia y Ambiente, desdeñando una vez más áreas como la de
Educación Física y Arte. Ahora entonces podemos decir dónde está una de las
raíces para nuestras mediocres participaciones en competiciones deportivas; y
por qué muy pocas personas cultivan el arte, o si lo hacen, hay una mínima
valoración social. Pero, ¿quién generalmente repite de grado? el que tiene
aptitudes para la Matemática y con limitaciones para la práctica de los deportes o
el que necesita reforzamiento en Matemática y es muy talentoso para los deportes
y el arte; obviamente repite el segundo. ¿Dónde se cumple entonces la finalidad
de la educación, que es la de formar integralmente a la persona?

Si se analizan los informes sobre educación proporcionados por la Oficina de


Estadística de la Calidad Educativa (ESCALE) del año 2008, muestra que por
cada alumno de educación primaria el Estado Peruano invirtió S/ 1279 y de cada
100 alumnos matriculados se retiran 7 antes de culminar el año académico; es
obvio que algunos de estos alumnos optan por retirarse porque no les va bien en
las aulas.

Sobre lo que nos interesa, el porcentaje de repitentes en función al total de


alumnos matriculados es el siguiente: de cada 100 alumnos matriculados en la
escuela pública en el nivel primario tanto en el área rural como urbano, repiten de
grado un promedio de 11; pero es en el área rural donde la tasa de repitentes se
eleva a 16% y lo más caótico, estos alumnos pertenecen al nivel de pobreza
(pobre extremo) cuya relación es de cada 100 repiten 18; y curiosamente en las
Instituciones Privadas la tasa de repitencia es de cada cien alumnos matriculados
repite 1 ¿Qué curioso no?

En relación a los factores sociales que afectan el aprendizaje, la misma fuente


publica que la tasa de desnutrición crónica en escolares es de 21.7 %; los niños
con madres analfabetas 20%, niños con madre sin educación básica completa
67.2%.

Es inconcebible que haya más alumnos repitentes en el área rural ¿Por qué,
me pregunto? Ese alumno que tiene que trasladarse horas y horas para llegar a
su Institución Educativa, con una alimentación pobrísima en carbohidratos, lípidos
y proteínas, ese alumno que conoce mucho más su cultura que el mismo
docente, que está empeñado en transmitir conocimientos citadinos, alejados de
su realidad; y que no constituyen aprendizajes significativos. A propósito el Diseño
Curricular Nacional plantea la interculturalidad como un eje de suma importancia
en el proceso educativo haciendo explícito que “Fomenta el conocimiento y
respeto de las diversas culturas de nuestro país y del mundo, reconoce
la necesidad imperiosa por convertir el contacto entre las culturas en
una oportunidad para aprender y aportar desde nuestras
particularidades. Al mismo tiempo, considera la diversidad humana, cultural y
lingüística, expresada en el enfoque intercultural que lo caracteriza y
que se manifiesta en las competencias consideradas en los tres niveles
educativos y en las diferentes áreas curriculares”. Del mismo modo entre los
propósitos de la educación al 2021 está el desarrollo de la identidad personal,
social y cultural en el marco de una sociedad democrática, intercultural y ética en
el Perú.

En favor de mejorar la eficiencia y la eficacia del servicio educativo, y


considerando que la repitencia escolar no contribuye a mejorar sustancialmente
los aprendizajes de los estudiantes; se puede partir asumiendo un compromiso
serio de cambiar las prácticas pedagógicas arcaicas de algunos docentes;
respetando los ritmos y estilos de aprendizaje de los alumnos, el respeto por la
persona, su cultura en el que interactúa y lo más importante sus experiencias con
los que llega a la Institución Educativa. Toda persona es valiosa para la sociedad,
no debe generarse más fragmentación social. Los estudiantes necesitan
desarrollar actitudes de responsabilidad y empeño por el estudio. Las familias son
también agentes educativos que deben sumarse a respaldar el proceso educativo.
El Estado Peruano tiene la oportunidad de enmendar un problema que atañe a
todos proponiendo un sistema de evaluación acorde con las exigencias de la
sociedad actual y que nos permita convivir de manera auténtica, con inclusión y
respetando la diversidad cultural existente en nuestro país.

CONCLUSIONES
La repitencia escolar no contribuye a fortalecer los aprendizajes “débiles “de
los estudiantes y es más bien un argumento costumbrista desvelado para señalar
a un solo culpable, apañando las responsabilidades que en materia educativa
tiene la sociedad en su conjunto.

Otro efecto a señalar es que el volver a hacer el grado en vez de coadyuvar


con los aprendizajes del alumno, genera impotencia, baja autoestima,
señalamiento de la sociedad como “malo para el estudio”, desánimo y muchas
veces abre el camino para la deserción escolar.

En el Perú, los mayores índices de repitencia se presentan en la zona rural


cuya condición de vida es de pobreza extrema; imaginen lidiar con no tener que
comer y encima liquidarlos con repetir de grado.

En términos de costo – beneficio; la repitencia escolar de los alumnos genera


gasto innecesario para el Estado Peruano, en vez de ser destinado eficientemente
dichos recursos a otros rubros del ámbito del ámbito educativo.

Se desdeña las potencialidades en materia de experiencias que el alumno


trae consigo al aula, haciendo primar conocimientos “nuevos”
“descontextualizados” que están alejados de la vida cotidiana de los estudiantes
haciéndolos primar para determinar quien repite de grado y quién no.

Muchas veces nadie le explica al niño que fue lo que no aprendió y cuál fue la
causa que le impidió pasar de grado, qué es lo que debe aprender y quién se
encargará de apoyarlo para que lo aprenda.

Los sistemas de evaluación no se ajustan a las exigencias del mundo actual;


cayendo en la subjetividad al determinar mediante procedimientos ambiguos
quien repite de grado y quien no.

Vous aimerez peut-être aussi