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Pues aunque andamos en la carne, no luchamos segn la carne; porque las armas de nuestra
contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destruccin de
fortalezas; destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo, (2
Corintios 10:3-5)
Una fortaleza era una estructura defensiva fortificada, como una ciudad con una muralla
alrededor, de hasta 50 pies de alto y 10 pies de grosor. Defendan contra ejrcitos invasores.
As nos ataca el enemigo, quien construye una fortaleza para mantener a la gente cautiva, como
un hombre fuerte que defiende su casa. (Mateo 12:28-30)
El enemigo busca establecer fortalezas espirituales en nuestra mente para que la presencia de
Dios no entre a nuestras vidas y sigamos en opresin. l crea murallas de acusacin en nuestra
mente en contra de Dios para que no podamos experimentar la sanidad de nuestro corazn.
Tipos de fortalezas
Fortalezas personales: las fortalezas en nuestra mente son una coleccin de ideas que estn
de acuerdo con el diablo. Estas mentiras acusan a Jess y su liderazgo, y luego acusan nuestra
posicin delante de Dios. Son argumentos o mentiras acerca de su carcter. poder y sabidura y
sobre nuestra relacin con l. Cuando creemos mentiras acerca de Dios, creemos las mentiras
sobre quienes somos en Cristo. Para desmantelar as fortalezas espirituales debemos renunciar
a las ideas falsas o mentiras acerca de Dios.
Fortalezas culturales: Consisten en acciones y leyes en una regin especfica que estn de
acuerdo con el diablo y en contra de la justicia de Dios. Para desmantelarlas debe haber
arrepentimiento por estas acciones y leyes junto con intercesin por la misericordia de Dios.
Fortalezas csmicas: Las fortalezas en el mbito espiritual son causadas por demonios
territoriales que tienen influencia sobre reas geogrficas para que haya comportamientos
impos e ideas malvadas. Hay una jerarqua demonaca sobre cada regin de la tierra (Efesios
6:12; Dan. 10:12, 20-21). Se desmantelan con intercesin y arrepentimiento en la congregacin
(Joel 2:12-17).
Cuando pecamos, le damos entrada legal al diablo a nuestras vidas. Si cedemos al pecado,
los demonios incrementarn su actividad sobre ese pecado en nosotros, de manera que
nuestras debilidades se conviertan en iniquidades. (Santiago 1:14-15)