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Pero no por que esto este mal, tengo que aceptar lo otro, propuesto por Roma que
tambien esta mal. No se como saldremos del denominacionalismo, pero creo en la
soberania de Dios y que a su tiempo Dios irá derribando las paredes que nos separan a
los evangelicos, ya que no son tantas las diferencias doctrinales que nos separan.Mas
bien muchas veces son diferencias secundarias.
Está bien esto, si, de acuerdo, pero no es romana necesariamente,como cita por ejemplo
Pio XII, ya que el concepto que ellos tienen es errado a la luz de las escrituras. La iglesia
de Roma es una clase de iglesia católica,pero no la única que ha surgido en la historia
del cristianismo.
«Nada más glorioso, nada más noble, nada, a la verdad, más honroso se
puede pensar que formar parte de la Iglesia santa, católica, apostólica y
Romana, por medio de la cual somos hechos miembros de un solo y tan
venerado Cuerpo, somos dirigidos por una sola y excelsa Cabeza, somos
penetrados de un solo y divino Espíritu; somos, por último, alimentados con
una misma doctrina y un mismo angélico Pan, hasta que, por fin, gocemos
en los cielos de una misma felicidad eterna» (5). S.S. Pío XII, o. c., n. 41 cit
en http://www.parresia.org/teologia/teo_01.htm
Pero citando al teologo reformado Berkhof, damos respuesta a este concepto, explicando
por ejemplo, que
Tiempo después entregaría mi vida al Señor Jesus definitivamente. Creo en la Iglesia del
Señor, y también creo que hay una iglesia visible, donde manifestamos publicamente
nuestra religiosidad natural y participamos de la comunión con otros hermanos. No creo
necesariamente que sea lícito ser cristiano clandestino, que nunca visita una
congregacion, salvo esto por razones obvias de fuerza mayor.
La Iglesia, sin duda, es un misterio, revelado,pero que contiene aun muchas cosas por
reflexionar. Como Jesus se relaciona por su Espíritu omnisciente con este Cuerpo, como
Jesucristo como cabeza de la Igleisa le envía las órdenes al cuerpo,como el Señor
reparte de sus carismas a la Iglesia, adornandola y revistiéndola de poder para el
cumplimiento de su mision. Sin duda, son muchos los temas a reflexionar. Seguramente
muchos de ellos tienen respuesta, otros quizas nunca los conozcamos perfectamernte
hasta que estemos en la eternidad con Cristo.
Pearlman define "La iglesia es entonces una compañía de personas llamadas del mundo,
apartadas de el, que profesa y promete lealtad al Señor Jesucristo" También explica que
se aplica el término ekklesia a [7]
• (1) todo el cuerpo de cristianos de una ciudad. Hch 11:22; Hch. 13:1.
• (2) A una congregación.1 Co 14:19; 1 Cor 14:35; Rm.16:5.
• (3) Al cuerpo todo de creyentes de la tierra. Ef 5:32.
Vemos en la epístola a los Efesios que el apóstol Pablo utiliza tres veces la
palabra "misterio'':
a. por revelación me fue declarado el misterio (v.3)
b. podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo (v.4)
c. aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio (v.9)
John Stott, teologo anglicano, explica que esta "es una palabra clave para nuestra
comprensión del apóstol Pablo. Necesitamos entender que las palabras castellana y
griega no tienen el mismo significado. "[8]
Luego, explica de modo facil las diferencias en significado:[9]
a. En castellano un 'misterio' es algo oscuro, secreto, enigmático. Lo "misterioso" es
inexplicable, hasta incomprensible. "
b. La palabra griega mysterion, sin embargo, es diferente. Aunque aun es un "secreto"
ya no está celosamente guardado sino a la vista.
Simplificando este concepto, Stott explica que podemos decir que "el misterio de Cristo"
es la unión Completa de judíos y gentiles unos con otros a través de la unión de ambos
con Cristo. Era esta unión doble, con Cristo y de uno con el Otro, la sustancia del
"misterio". Dios se lo había revelado especialmente a Pablo, según lo expresa
brevemente (v.3) en el capítulo anterior. Pero también les fue dado a conocer a los
santos apóstoles y profetas por el Espíritu (v.5), y a través de ellos "a sus santos" (I Co.
1:26) Ahora era, por lo tanto, la posesión común de la Iglesia universal.[10]
Pablo "escribe que es "por medio del evangelio" que los cristianos judíos y gentiles se
unen en Cristo." [11]
De que modo sucede esto? Esto sólo puede ser así porque el evangelio anuncia el
misterio, de manera que la gente llegue a escucharlo, creerlo, y experimentarlo.[12]
El Antiguo Testamento ya revelaba que Dios tenía un propósito para los gentiles.
Prometía, por ejemplo, que todas las familias de la tierra serían benditas por medio de la
prosperidad de Abraham; que el Mesías recibiría a las naciones como su herencia; que
Israel sería dada como luz a las naciones; y que un día las naciones harían una
peregrinación Jerusalén y aun "correrían" hacia ella como un río ancho. [13]
Esto es profetizado en pasajes del A.T: Gen. 12:1-3;Sal. 2:8;Is.42:6;49:6;2:2-4
Jesús también habló de la inclusión de los gentiles y comisionó a sus seguidores para
que fueran y los hicieran sus discípulos. Pero lo que no reveló ni el Antiguo Testamento
ni Jesús, fue la naturaleza radical plan de Dios, que la teocracia (la nación judía bajo el
gobierno de Dios) llegaría a su fin y sería reemplazada por una nueva comunidad
internacional, la Iglesia; que esta Iglesia sería "el cuerpo de Cristo", unida
orgánicamente a él; y que judíos y gentiles serían incorporados a Cristo y su Iglesia en
términos de igualdad sin distinciones. Esta unión completa de judíos, gentiles y Cristo,
era lo radicalmente nuevo y Dios se lo reveló a Pablo, venciendo su arraigado prejuicio
judío. [14]
Stott explica que Pablo equipara las palabras "misterio" y "evangelio",lo que es
significativo,[15]
Porque hace esto?
Por lo tanto, si el primer don de la gracia de Dios para él fue "el misterio" que le había
sido revelado (vv.2-3), el segundo era el ministerio que le había sido confiado y
mediante el cual lo compartiría con otros. Lo había recibido por gracia de Dios y lo
ejercería según la operación de su poder.[17]
a. Haciendo conocerlas riquezas de Cristo a los gentiles (v.8) Debido a que el misterio
que le había sido revelado incluía el plan de Dios de incorporar a los gentiles en Cristo,
era lógico que el ministerio que le había sido confiado fuera dirigido primero y más que
nada hacia ellos. Se lo había comisionado a anunciarlo entre Los gentiles. Stott explica
que
b. Haciendo conocer el misterio a todos los hombres (v.9) La segunda parte del
ministerio privilegiado de Pablo está expresada en estos términos: aclarar a todos cuál
sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las
cosas. El versiculo 9 no repite simplemente el versículo 8. [19]
Stott señala tres importantes diferencias entre los versículos 8 y 9[20]
El tercer aspecto que señala Stott es el que nos interesa mas.
La lección más importante que nos enseña esta primera mitad de Efesios 3 es "la
centralidad bíblica de la Iglesia".[25]
Stott señala tres aspectos de esta centralidad:[26]
M. Pearlman señala que varios son los vocablos que describen a los cristianos.[27]
• a. Creyentes. A los cristianos se los denomina creyentes, o "los que creen,"
puesto que su doctrina característica es la fe en el Señor Jesucristo.
• b. Santos. Se los denomina "santos" (literalmente consagrados) puesto que son
separados del mundo y consagrados a Dios.
• c. Escogidos. Se hace referencia a los creyentes con el vocablo "escogidos"
puesto que Dios los ha escogido para realizar un ministerio importante y
disfrutar de un glorioso destino.
• d. Discípulos. Son discípulos puesto que están sometidos a una preparación
espiritual, bajo la dirección de maestros inspirados de Cristo.
• e. Cristianos. Son "cristianos" puesto que su religión gira alrededor de la
persona de Cristo.
• f. Los del Camino. Al principio de la iglesia los creyentes eran denominados con
frecuencia los de "este camino," (Hch 22:4) puesto que se los identificaba con
el Camino o forma de vida.
Perlman explica que es asi se como se logran superar tres grandes barreras sociales
humanas [29]
• 1. la más profunda de todas las divisiones, basadas en la historia religiosa - "no
hay siervo ni libre," - "ni griegos ni bárbaros,"
• 2. la más profunda de las divisiones culturales - "no hay varón, ni hembra,"
• 3. la más honda de todas las divisiones humanas."
Este misterio "no se comprende si no es a la luz del misterio del Verbo Encarnado y del
misterio de la Trinidad" [30]
Una mirada de conjunto al Símbolo de los Apóstoles nos hace ver cómo dentro de la
estructura eminentemente trinitaria, la Iglesia está inserta en un lugar elocuente y
catequético, a partir del cual el creyente toma consciencia de que «creer que la Iglesia
es "Santa" y "Católica", y que es "Una " y "Apostólica" (como añade el Símbolo Niceno-
constantinopolitano) es inseparable de la fe en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo» (31).
En la declaracion de iglesia del Concilio Vaticano II, se comienza precisamente con una
confesión de fe en Cristo, Luz de los pueblos (32), en quien la Iglesia es «como un
sacramento, o sea signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de
todo el género humano» (33), e inmediatamente después explicita la relación de la
Iglesia con el Padre (n. 2) el Hijo (n. 3) y el Espíritu Santo (n. 4).
En la enciclica papal "la Lumen gentium", dirá con palabras de San Cipriano de Cartago -
en cuya teología
que la Iglesia es
«un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo» (35).
Dios providente preparó un pueblo para obrar la salvación del género humano. En Cristo,
con Cristo y por Cristo, nacido de María por nosotros y nuestra salvación, nace el nuevo
Pueblo de Dios en el cual, por el don del Bautismo, el Espíritu congrega a los hijos de
Dios (36).
Por tanto, el misterio de la Iglesia forma parte esencial del misterio cristiano en su
conjunto. Su lugar en la economía de la salvación es esencial pues ella es la
continuadora de la misión reconciliadora que, por designio del Padre, el Señor Jesús obra
con la fuerza del Espíritu Santo.
Creer, pues, en la Iglesia no es un asunto opcional para el discípulo de Cristo.
Como dice el documento de Puebla,
Por lo mismo, aceptar a Cristo exige aceptar su Iglesia [37] . Ésta es parte del
Evangelio, del legado de Jesús y objeto de nuestra fe, amor y lealtad.
La dificultad reside, en que a todas las iglesias, que usan la Biblia, no importa si son,
Católico Romanos, Testigos de Jehová, Jesús solo, Adventistas del séptimo dia,
Mormones, La Piedra Angular, Creciendo en Gracia y otras mas, le llaman Cristianos.
Para el mundo la palabra cristiano se ha convertido en una palabra genérica. En los
censos que se hacen en muchos de los países, cuando quieren saber cuantas religiones
existen en su país, dicen por ejemplo, tantos musulmanes, tantos budistas y tantos
cristianos, y agrupan bajo esta palabra, a todos los demás.
Yo creo en la unidad del cuerpo de Cristo, una unidad en la cual todos los creyentes
mantengamos los mismos principios bíblicos, aunque podamos diferir en otras cosas que
no tengan que ver con la salvación. Es cierto que Dios no viene a buscar
denominaciones, él viene a buscar Su Pueblo. Los ministerios y los dones no salvan.Hay
doctrinas que pueden afectar nuestra relacion con el Señor,incluso pueden poner en
riesgo la salvación verdadera del creyente, ya que puede estar adorando "otro Cristo",
nada que ver con el Jesus historico revelado en las escrituras.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los
abrojos?
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Así que, por sus frutos los conoceréis.
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace
la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu
nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre
prudente, que edificó su casa sobre la roca.
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y
no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre
insensato, que edificó su casa sobre la arena;
y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella
casa; y cayó, y fue grande su ruina. Mateo 7:16-27
En los ultimos años, hemos presenciado como Benedicto XVI está deshaciendo el trabajo
ecuménico que efectuaron sus antecesores Juan Pablo II y Juan XIII.
Un artículo publicado en internet en 12 de julio de 2007, comenta que representantes de
iglesias evangélicas en Guatemala han decidido hacer oídos sordos a la carta emitida por
el papa Benedicto XVI, en la que afirma que la única iglesia es la Católica, y que el resto
no puede llamarse así ni tiene “medios de salvación”.
Concluyo que todo esto es mirando hacia atrás, reflexionando en base a las esrituras y la
tradición crisitiana. Pedro ofrecio resistencias al Espiritu Santo y demostró graves
prejucios étnicos cuando este lo llamo para ir a casa de Cornelio. Solo se convenció
cuando vio que recibían los gentiles el Espiritu Santo al igual que ellos. También Jonás
rehusó ir a Ninive cuando Dios lo llamó.
Se dice que todos los caminos llevan a Roma, pero en cuanto a Dios la cosa cambia. Sin
embargo, muchos de nuestros contemporáneos piensan que todas las religiones vienen a
ser lo mismo. Si uno es sincero Dios, si existe, se encargará de lo demás. Esta manera
de ver las cosas puede parecer tranquilizadora. Así que puedo creer cualquier cosa, todo,
lo contrario e incluso nada… con tal de que sea sincero.
La Escritura desmiente todos esos razonamientos humanos y afirma que sólo hay un
camino para conocer a Dios. Este camino es Jesucristo. Si usted quiere seguir otro
camino, después de muchos esfuerzos deberá reconocer que está perdido. Pero Jesús
vino
• “a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10).
Acudir a Dios sin Cristo significa enfrentarse a estas preguntas: ¿Aceptará él el mal que
hice en mi vida? Y si no, ¿cómo borrarlo? ¡No hay escapatoria! Semejante problema no
se resuelve huyendo, mintiendo o negando la existencia de Dios.
Muchos son los desafíos. Nadie está obligado a creer en el Evangelio. Pero que cada uno
evalúe su elección de creer o no creer, y que luego pese las consecuencias. El Evangelio
no ofrece una religión que sería mejor que otras, sino la certeza de ser amados por el
gran Dios Salvador y ser recibidos por él, tal como somos. Él nos comunica la paz de su
presencia y la firme esperanza de verle algún día.
El mundo no cree más en palabras, el mundo quiere ver, y cuando ve una iglesia donde
hay amor, donde hay generosidad, humildad, servicio, buenas obras, el mundo dice “eso
es lo que yo quiero, es lo que necesito”. La gente se va a convertir diciendo “¡qué linda
que es tu familia! Yo quiero que la mía sea como la tuya”. Te van a tomar de la ropa
para preguntarte cuál es tu secreto, por qué estás siempre bien con tu esposo o esposa,
o feliz aunque no tengas mucho dinero, no rezongas, no te quejas.
El mundo está desorientado, los políticos no tienen la solución, la iglesia de Cristo sí. Es
Cristo la esperanza, la luz del mundo, pero ese Cristo está en ti, es hora de que nos
levantemos, que enseñemos la voluntad de Dios a las naciones, que oremos por nuestro
país y por las naciones, que evangelicemos, y es hora de que seamos ejemplo de vida
para la sociedad.
En el Antiguo testamento,hay un pasaje bíblico que creo es bien profético para los
tiempos finales que vivimos en esta dispensación de la gracia.
Muchas personas vendrán a los pies de Cristo. Viene este tiempo; en algunos lugares ya
piden ayuda a los pastores porque no saben como resolver los problemas. Dios nos
llama a ocupar nuestro lugar. La sociedad se derrumba, se destruye, y nosotros somos
la columna.
Creo que es cierto que Dios espera dos cosas de todos nosotros como Iglesia:
a. La primera, fe. Sin fe es imposible agradar a Dios. Cuando creemos a Dios, Él hace
en nuestra generación lo que siempre ha prometido; esta tiene que ser una generación
de fe, que dice “Señor, yo creo, esta y otras naciones se rendirán a tus pies”.
b. La segunda cosa que Dios pide es nuestra vida: Él espera que le digamos “Señor,
contá conmigo, estoy a tu disposición; todo lo que tengo es tuyo: mi vida, mi casa, mi
familia, mi empresa. Quiero enseñar, quiero orar, quiero evangelizar, quiero ser un
ejemplo”.
Para finalizar lo hago con una cita de Robert Hastings Nichols que me parece interesante
"Jesús determinó con toda claridad que hubiera una sociedad compuesta de
sus adeptos y seguidores para dar el evangelio a la humanidad, ejercer un
ministerio en beneficio de ella y trabajar como él lo hizo para el
engrandecimiento del reino de Dios. No preconizó organización alguna o plan
para el gobierno o administración de esta sociedad... Hizo algo mucho más
grande que proporcionar organización: él dio vida. Jesús formó la sociedad
de sus discípulos llamándolos para que se congregaran a su alrededor. Le
comunicó a dicha sociedad, hasta donde le fué posible durante su ministerio
en la tierra, su propia vida, su espíritu, su propósito. Prometió continuar
impartiendo, hasta el fin del mundo, su vida a dicha sociedad, la iglesia. Su
gran don u obsequio a la iglesia, podemos decir, fué sí mismo." [43]
Dios los bendiga y espero podamos seguir reflexionando sobre este misterio revelado.
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