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Debemos tener presente que todas las emociones influyen en nuestros pensamientos, en nuestros
estados psicolgicos, en nuestro cuerpo y en la voluntad de accin.
Por ejemplo, una persona envidiosa tiene pensamientos del tipo no soporto los triunfos de x en su
trabajo y que tenga lo que yo quiero. Su estado psicolgico se adecua a estos pensamientos y
experimenta rabia, rencor y miedo. El estado biolgico tambin se afecta, la persona siente
alteraciones estomacales o hepticas, y la bilis entra en accin. Estas tres fases mueven la
voluntad de accin. El envidioso slo quiere perjudicar a x -el objeto de envidia- y sin darse cuenta
se perjudica a s mismo.
- Armonizacin de las emociones con la voluntad
Generalmente no nos damos cuenta de las emociones, stas aparecen en forma automtica, como
respuestas que se disparan frente a un estmulo especfico. Slo nos percatamos de ellas cuando
acta la voluntad consciente. Cuando entra en juego la conciencia podemos armonizar las
emociones con la voluntad y, por lo tanto, tambin podemos optar por cambiarlas.
Uno puede ser vctima de las emociones o elegir tomar el control de ellas, con una firme y decidida
voluntad de cambio. La ira, por ejemplo, tiene dos aspectos: la rabia destructiva o el coraje que
nos impulsa a superar cualquier problema. Sentimientos y pensamientos van unidos, pero
tenemos voluntad para optar por quedamos atrapados en un sentimiento negativo o
transformarla en una emocin positiva, aceptando nuestras propias limitaciones, perdonando o
perdonndonos por dejarnos llevar por la frustracin o por emociones negativas. Debemos decidir
qu clase de sentimientos queremos cultivar.
- A continuacin se presentan algunas sugerencias para transformar las emociones negativas en
positivas:
Observemos sin
involucrarnos
Comuniquemos
directamente
nuestras emociones
Fomentar la empata
Comunicarnos mejor
Tener un espacio
propio