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“Nosotros los que conocemos somos desconocidos para nosotros, nosotros mismos
somos desconocidos para nosotros mismos: esto tiene un buen fundamento” 2
Hemos perdido la memoria de lo que somos.
El presente escrito, para aquellos que lo escucharen o lo leyeren, mostrará que
cierta medida los hombres no son del todo iguales ni del todo diferentes. Habrá
para quienes resulte ser una simple reseña histórica; un escrito propio de
antropología (y eso mexicana); todo menos filosofía. Habrá también para quienes
represente una apología de los “indios” o una acusación para los “conquistadores”.
Y cada quien tendrá una interpretación diferente, aunque también habrá quienes
compartan con nosotros la idea que trataré de plasmar y con ellos mantendremos,
en cierta medida, una identidad en tanto que compartimos un punto de acuerdo
reconociendo semejanzas de pensamientos.
Empero hemos de decir que lo que se busca es provocar al lector u oyente en
general despertar tanto su sensibilidad, como su memoria, y para el filósofo y
estudiante de filosofía, en particular, representa un reto a su objetividad, de la que
a veces tanto pregona.
I
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
Gabriel Hernández Mendieta
Sin lugar a dudas uno de los motivos que nos llevan a estudiar filosofía es saber ¿qué es lo
que al contar varias y diversas maneras para intentar responderla encontramos que no es tan
Una manera para llegar a un saber más preciso con respecto a algo es diferenciándolo, en
tanto que es posible, de lo que no es. El hombre ha tratado de saber, de esta manera, lo que
es él mediante la distinción de lo que no es. Por ejemplo, para diferenciarse de los animales
se ha dicho que el hombre al contar con una naturaleza y esencia que son divinas tiene “la
función del ser más divino [que es] pensar y tener entendimiento”3; que tiene la posibilidad de
razonar4; por contar con conciencia, es decir saber de su saber5 e incluso porque a diferencia
de los animales, el hombre “Comienza a producir sus medios de existencia”.6 Aún cuando
suenan muy halagadores tales presupuestos el único cometido fue mencionar ejemplos, por lo
Más aún continuemos este camino de distinción aunque ahora enfocado al propio hombre.
Es que ¿acaso no es necesaria una distinción entre los mismos hombres? No hablamos de
una distinción por la cual se establezcan niveles de superioridad o inferioridad entre ellos,
como sí lo ha hecho el hombre con respecto a las demás cosas, ya no sólo con los animales.
3 ARISÓTELES, Partes de los animales, Editorial Gredos, Madrid, 2000, p. 213 (686ª 27-30) El
corchete es nuestro.
4 Los llamados Racionalistas: Descartes, Spinoza o Leibniz entre otros. Quienes, en general, se
sirven de un sistema de pensamiento que acentúa el papel de la razón en la adquisición del
conocimiento.
5 Por ejemplo los filósofos del idealismo alemán. Fichte, Schelling y Hegel. De manera en general,
sostienen que la realidad extra-mental no es cognoscible tal como es en sí misma, y que el objeto
del conocimiento está preformado o construido por la actividad cognoscitiva, aunque con algunas
variantes según cada filósofo.
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
Gabriel Hernández Mendieta
El tipo de distinción por la cual nos pronunciamos es para determinar si es que efectivamente
Pensemos por el momento que los hombres no son del todo iguales, pero tampoco del
todo diferentes que en realidad son semejantes. Entendiendo por semejanza en éstos ciertas
características o aspectos constitutivos de su ser, mismos que comparten y que los hace ser
iguales entre sí en un grupo determinado pero, que con respecto a otros, los hacen ser en
estrictamente, a una persona nativa de Inglaterra con otra de diferente país o región, pues los
Ahora tomando en cuenta el término de semejanza, como quedo dicho, nos será más fácil
ponernos de acuerdo qué entender por identidad, a sabiendas que esto no agota sus
de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”7 o retomando una definición un
tanto más filosófica tenemos que es “la relación que cada entidad mantiene sólo consigo
misma”.8
Si además encontramos que este hombre está unido, por una relación de identidad, a
tendremos más claramente –aunque sea en forma general- lo que es cultura: “Conjunto de las
8 Robert Audi, ed., «identity» (en inglés), The Cambridge Dictionary of Philosophy (2nd Edition),
Cambridge University Pres
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
Gabriel Hernández Mendieta
señalar que tales rasgos y características, así como tradiciones, costumbres y conocimientos
deben en la medida de lo posible mantener un orden, una orientación y sentido 10, por medio
de lo cual se logrará una trascendencia de la cultura. Ahora que ya hemos dejado, de cierta
manera, en claro lo que entenderemos en este escrito y de forma general por semejanza,
identidad y cultura estamos listos para dar el siguiente paso en este camino para intentar
saber cuál es la condición que guarda hombre, en este caso el mexicano, con respecto a su
identidad.
que nos brinda la posibilidad de contar con pertenencia y orgullo; al no tener claro que
nosotros somos (o debiéramos ser) distintos de otros en tanto que contamos con un conjunto
de rasgos y características originarios que nos son propios pero a la vez distintos de otros se
desprende el problema del por qué tenemos tantos problemas a la hora de hablar de nosotros
nuestro caso como mexicanos, es cometiendo el grave error de imitar la manera en que un
griego, un francés o un alemán, a su vez y respectivamente intentan explicar lo que para ellos
son su ser, su identidad y su cultura. Al no reflexionar los problemas que nos conllevan
(siendo este un rasgo ya tan propio en nosotros), lo que estamos haciendo es explicar lo que
somos a partir de lo que son los otros: sin tener la seguridad de su veracidad, sin saber que a
fantasmas. Totalmente absurdo es querer explicar lo que somos al intentar entender lo que
otros son y peor aún mediante la explicación que dieron otros acerca de lo que son, o la
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
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entendidos como ocios o vicios, como la embriaguez, “el malinchismo”11 que impiden al
temas, al no estar sensibilizado aparece otro gran problema su falta de compromiso, mismo
que de darse se lograría una unidad en cuanto a un fin al cual llegar, en este caso recuperar
su memoria y; c)Siendo esta última –la falta de memoria- el principal problema el cual nos
impide ver que somos parte de uno de los que se han llamado “Los pueblos originarios” con
poco más de 8000 años de tradición; falta de memoria que –dicho sea de paso- nos hace
celebrar tan solo 200 años de historia de un México “independiente” con lo cual borramos de
Para terminar este apartado, hemos de decir que el mexicano como tal, no tiene la
conciencia de que en tanto que es el heredero directo de una cultura, la anahuaca, con
características propias e iguales dentro de tal grupo, pero diferentes con respecto a otros; con
una historia y desarrollo ancestrales, pues son poco más de 8000 años, se encuentra perdido
buscando donde no tiene que buscar, imitando lo que no tiene que imitar sin contar los
problemas que esto acarrea. De ahí que sea más difícil hablar de nuestro ser, de nuestra
II
En 1519 se dan los primeros contactos entre dos mundos en los que por haberse
mantenido tanto tiempo alejados encontramos ya desde este momento diferencias entre uno y
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
Gabriel Hernández Mendieta
otro, nos referimos al mundo del Cem Anahuac12 y el mundo de “occidente”13. Momento a
partir del cual cada mundo desde su muy particular visión uno se maravilló del otro.
El hecho para mostrar este encuentro de las visiones de estos mundos (de lo cual no
fueron conscientes) puede muy bien ser denominado como “el intercambio de regalos” en el
cual:
“Cortes se quito un collar de vidrio, tan vistoso como barato, <y se lo eché al cuello; y
después de haber andado la calle adelante, vino un servidor suyo con dos collares de
camarones envueltos en un paño, que eran hechos de huesos de caracoles colorados, que
ellos tienen en mucho, y de cada collar colgaban ocho camarones de oro de mucha
Lejos estuvieron de imaginar todos los presentes que en dicho “intercambio” se estaban
dando diferentes interpretaciones para explicar un mismo hecho; lo que nos muestra a su vez
que dependiendo de la cultura que posea cierto grupo de individuos muy bien identificados
Es así que con el collar hecho de “unas piedras de vidrio […] que se dicen margaritas, que
precisamente estaba regalando algo valioso ni material ni mucho menos espiritual era
simplemente una baratija, lo que encontró a la mano para quedar bien ante su anfitrión si
acaso fue un mero gesto de saludo. En cambio tal collar para Moctezuma represento mucho
más que eso, hemos de recordar que para el náhuatl tenía más valor una piedra de jade; una
12 Nombre dado al a extensión del territorio conocido por la civilización mexica. Derivado de las
palabras “cem” (totalmente) y Anáhuac que a su vez se conforma de “Atl” (agua) y “nahuac”
(rodeado). Y a los pobladores del Cem Anáhuac se le llamaban “anahuacas” siendo su gentilicio.
15 DÍAZ, Del Castillo, Bernal, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, Espasa,
México, 1955, págs. 186 y 187.
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bella flor; una bella pluma o un bello canto. Así el collar de piedras de vidrio, tuvo un
significado diferente mostrando que la visión de cada “mundo” así lo fue: mientras que para
Cortés significó prácticamente regalar nada en tanto que carecía para el de valor tanto
material como espiritual; para Moctezuma significó recibir un mensaje muy valioso: la llegada
o retorno de Quetzalcóatl.
Ahora veamos la interpretación que dieron al collar que, por su parte, Moctezuma le regalo
a Cortés. Lo valioso que veía Moctezuma en tal regalo era el significado espiritual y el
mensaje que con tal le estaba dando a Cortés: el reconocimiento del vacío de poder que
imperaba desde que Quetzalcóatl partió pero que al reconocer en Cortés –por una serie de
circunstancias- al mismo Quetzalcóatl le entregaba el poder: “Cortés, aun sin saberlo, ya era
dueño legal de México” los camarones y caracoles que del collar representaban, a su vez, al
mismo Joyel del Viento “Ehecacózcatl” un atributo exclusivo de Quetzalcóatl, manera en que
valor del collar fue muy distinto a todas luces se vio que fue un valor netamente material y
esto se comprueba mediante el saqueo continuo de oro durante años del preciado metal.
Metal que para los nahuas era llamado: “Teocuítlatl” o excremento de los dioses, el cual era
tan sólo un bello medio de ornato, mucho menos apreciable por sí mismo que el jade; que una
Los mismos indígenas se sorprenderán de que este “Dios” tenga una insaciable hambre de
oro:
“…mucho le rebuscan, mucho le requerían el oro […] de todo se adueñaron […] unos a otros
se daban palmadas: tan alegre estaba su corazón”17 Así fue como aquel grupo de extraños
16 GUERRERO, José Luis, Flor y Canto del Nacimiento de México, Alfa Offset S.A. de C.V., México,
1980, p.100
17 Ídem P. 114
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
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enceguecidos por el resplandeciente fuego del metal les impidió ver el gran agravio que no
conocimientos en el preciso momento en que usaron la gran cantidad de códices que había,
así como los ornamentos de bellas plumas para fundir las bellas y refinadas obras de arte en
oro en las no menos maravillosas, inigualables y sobre todo bellas barras de oro.
por preguntarse ¿cómo es que una cultura alcanzo tal nivel de desarrollo, de esplendor y
A la par que acabaron con sus códices; sus templos ceremoniales; con su arte en todas
sus manifestaciones, también acabaron con las personas sabías de la civilización nahua
tales como:
“Los pipiltin (quienes) legitimaban sus poderes y concebían el mundo en el que vivían con
apoyo en los conocimientos que conservaban celosamente. Aquel saber que señalaba los
modos de vida, tradiciones, por mantener, herencias por transmitir, y todo aquello que, de
una manera en general, puede designar la palabra tlapializtli. Al cosmos se pensaba que
esos conocimientos le conferían una norma, una medida y una estabilidad. [Y lo más
El mexica al perder a sus sabios como los pipiltin o los tlamatini¸ junto con, prácticamente,
todo vestigio de sus conocimientos plasmados en los amoxtli o códices pierde su memoria
que al perder a sus padres ya no cuenta con quienes le transmitieran un modo de vivir, sus
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
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tradiciones, sus herencias, sus normas o pautas para conducirse, lo que en la sociedad se
De esta nueva condición –la de orfandad- (misma que prevalece hasta nuestros días) es la
que a nuestra manera de ver van a surgir los problemas para hablar no solo del ser del
puesto que al encontrarse indefenso sin nadie que le aconseje; sin sus saberes plasmados en
sus códices le será difícil distinguir entre lo conveniente y lo no conveniente19 tanto para el
individuo como para el grupo social donde se desarrolla a diferencia de lo que se le enseño,
nuevo mexicano, una cultura ajena, una cultura de la imitación la que “es la única
posible”20 Así se formará muy pronto el hábito de ver a lo extranjero como lo mejor en
tanto que representa –entre otras cosas- una aculturación, es decir: un proceso en el
cual un pueblo o grupo de gente adquiere una nueva cultura. Por tanto esta es la nueva
nuestros días, que nos hacen ver que en lo extranjero es –casi- todo mejor; como
cuando oímos el clásico “dicen los que saben” lo cual demuestra dependencia
cometió o invento para asignar a una culpable, no es raro que sea mujer. La Malinche
19 A diferencia de distinguir entre lo bueno y lo malo, los nahuas hacían hincapié hablar más de
conveniencia o no conveniencia para su sociedad.
20 RAMOS, Samuel, El Perfil del hombre y la cultura en México, Espasa-Calpe Colección Austral,
México, 1976, 21- 25
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
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nunca prefirió lo extranjero a lo propio, ella en verdad creyó que Cortés era el Dios
extranjeros.
• Al ser privados de sus personas sabias mismas, el mexicano acepto –no le quedo de
otros rasgos que prevalecen. Una serie de normas nuevas y contrarias a lo que sus
antiguas normas estipulaban, en las cuales, había un estricto control para que las
personas no bebieran demasiado: “se ponía gran diligencia en que no bebiese octli
(pulque) la gente que era de cincuenta años abajo” buscándose que “los vicios e
controlar su apetito, eran enseñados desde pequeños a acarrear agua o leña, con lo
que eran ejercitados todo con un fin el de: autocontrol por medio de una serie de
privaciones y trabajos a los que debían de acostumbrarse, los nahuas, desde niños y
El día 1 Serpiente del año 3 Casa: 13 de Agosto de 1521, el Quinto Sol se puso, y junto
con él el mundo anahuaca, para siempre perdiéndose casi en su totalidad sus conocimientos,
sus tradiciones y valores; se perdió la identidad y la cultura; aun cuando sus últimos rayos
Estos rasgos originalmente ajenos al mexica en algunos años se conformaron como parte de
21 LEÓN, Portilla Miguel, ”La Filosofía Náhuatl” UNAM, México, 2006, p. 233.
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
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nuevo estado de orfandad, el mexicano deberá soportar un trato discriminatorio que por no
contar con memoria aceptará al pensar que efectivamente tales rasgos son propios de él.
“La declaración papal que reconoce racionalidad al indio, sin embargo, no es suficiente para
librarlo del trato indiscriminatorio a que se ven sujetos los pueblos conquistados. La
condición de los indios, entonces más que nunca, es discutida El cronista Gonzalo
Fernández de Oviedo […] Asevera: <esta gente de su natural es ociosa e viciosa, e de poco
ninguna constancia […] esta gente destos indios es para poco e por poca cosa se mueren
[…]porque su principal intento era comer, e beber, el folgar, le luxuriar, e idolatrar, e exercer
Aún cuando la autoridad del papa está en acuerdo de aceptar una cierta racionalidad del
indio, la verdad sea dicha, no cambio en nada la nueva concepción al indio, pues, se le van a
adjudicar rasgos que no eran suyos ni parte de su ser, de su identidad, de su cultura, rasgos
una cultura, la denigran, la tienen sin orden, sin orientación y sin sentido.
Y no sólo eso antes las criticas y discriminaciones venían mayormente por personas
ajenas a estas tierras, hoy lamentablemente siguen dándose y además parten de nosotros
mismos contra nosotros mismos, en efecto, esto se da por la falta de memoria de lo que
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
Gabriel Hernández Mendieta
Conclusión
encadenado: por haberle mostrado a los hombres de la otra parte del mundo su esplendor, su
riqueza tanto material como espiritual (tanta fue la material en caso concreto el oro el cual los
encegueció como ocurre cuando se mira al fuego muy de cerca) recibió el peor de los castigos
dejó huérfano, se le hizo perder la memoria de lo que fue y con esto su enorme legado en
inmovilizado al estar encadenado a una gran roca, tan grande como su amnesia; y las
cadenas formadas que lo atan están formadas por los eslabones de la pereza, la apatía, la
Sus ojos y su mente, paradójicamente, se encuentran sólo enfocados en ver aquel “cielo
olímpico”, error queremos decir cielo occidental, tan alejado, mismo que le priva de recobrar
su memoria, sus raíces, le impide recordar los rasgos propios y característicos de su ser, de
su identidad y de su cultura. Con la mirada puesta en imitar aquello que ni es ni puede ser y
Por si fuera poco es atacado día a día por el “buitre24” que baja de aquél cielo y le devora
las entrañas, dejándole las mínimas fuerzas para subsistir. Este “buitre” no es más que la
Realidad en la que vive, la que al encontrar a una presa fácil, por estar ésta perdida en sus
contemplaciones, acaba no sólo con sus fuerzas sino que también le impide pensar en lo
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PRÓLOGO A UNA GENEALOGÍA DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO
Gabriel Hernández Mendieta
BIBLIOGRAFÍA CONSLUTADA:
México, 2007.
2007.
• GUERRERO, José Luis, Flor y canto del nacimiento de México, Alfa Offset S. A. de C.
México, 2006.
• AUDI, Robert, ed., <<identity>>, The Cambridge Dictionary of Philosophy, 2nd Edition,
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