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La actividad exploratoria, abarca dos áreas imprescindibles que son los estudios
geológicos y geofísicos y la perforación de pozos exploratorios. Ambas actividades,
lamentó, han sido severamente disminuidas durante mucho tiempo que han llevado a la
industria nacional a una situación crítica.
En este sentido, donde el sector ha mal orientado la actividad exploratoria, no son creíble
los datos proporcionados por la Secretaría de Energía en cuanto a que sólo se disponen
de 100 mil millones de reservas, toda vez que en el reporte de labores de 2007 se asienta
que dichos recursos probables y posibles suman únicamente 44 mil 483 millones de
barriles.
Enlistó una serie de sugerencias para aumentar el volumen de reservas, entre las que
sobresalen la perforación a la brevedad la ubicación terrestres y marítimas con mayores
probabilidades de éxito; iniciar la exploración de campos maduros con técnicas de
recuperación mejorada; privilegiar la exploración subsalina en tierra en lugar de optar por
las aguas profundas, donde las inversiones son superiores y representan un alto riesgo.
También sugirió la intervención de los campos abandonados debido a que por la mala
tecnología los niveles de recuperación fueron muy bajos.
Por otro lado, si bien reconoció que es alarmante la disminución de las reservas
petroleras, precisó que ello se origina por la errónea plataforma de producción
establecida para convertir PEMEX no nada más en el principal instrumento para equilibrar
el presupuesto público, sino en un agente fortalecedor de la seguridad energética de
Estados Unidos, tal y como lo sostuvo. recordó, Raúl Muñoz Leos, ex director de la
paraestatal, cuando en marzo de 2004 dijo que "el reto es cómo saber que esta riqueza
debe ser orientada hacia el fortalecimiento de la seguridad energética de nuestro socio
comercial".
La iniciativa del Ejecutivo para la reforma petrolera implica retroceder a la primera etapa
de esta industria en México, cuando estaba en manos de extranjeros y el país no obtenía
ningún beneficio de este recurso.
Cuestionó las objeciones para no mantener en manos de los mexicanos las áreas de
exploración, explotación y producción de petróleo, sostuvo que sería conveniente que el
Senado de la República realice una consulta para conocer la voluntad de la nación antes
de tomar decisiones sobre el futuro del petróleo.
Et apas de la indus tr ia pet role ra. Se refirió que no es posible entender la situación del
petróleo sin conocer las tres etapas de la evolución de esta industria: La primera, que va
hasta 1938, cuando empresas extranjeras operaron como cónclaves y en que México no
obtuvo ningún beneficio.
Citó que en esta etapa se hicieron realidad los preceptos de Richard Lansing, quien en
1924 aseguró que "México es un país extraordinario porque basta dominar a un solo
hombre, al Presidente", y en su calidad de secretario de Estado de EU propuso abrir las
universidades a los jóvenes mexicanos ambiciosos, quienes, con el tiempo, sin necesidad
de que EU gastase un centavo harán lo que los estadounidenses desearan.
Señaló que el área de exploración y producción es la que más han intentado proteger los
países con petróleo y de la que más buscan apropiarse los países consumidores, a través
de golpes de estado, invasiones, guerras.
Dijo, que ni en sus peores momentos México había sido tan acometido como ahora para
entregar estos recursos, y denostó que los argumentos del Ejecutivo y quienes defienden
su propuesta, refieran como impedimentos la incapacidad e incompetencia de los
mexicanos.
Aseguró que es falso que la posibilidad de encontrar yacimientos de fácil acceso esté
agotada y propuso empezar explotación en aguas someras para mantener y aún
acrecentar los ritmos de producción, en tanto se generan las condiciones para la
perforación en aguas profundas.
Señaló que a partir de 1955 las reservas -ya sea probables, probadas o posibles- se
contaba con una cifra de 2 mil millones de barriles de crudo. Dicha cifra se incrementó
gradualmente hasta 6 mil 300 millones en 1975. A partir de ese año, cuando fueron
descubiertos los yacimientos en Chiapas y Tabasco y la sonda de Campeche (Cantarell)
se incrementaron estas reservas hasta alcanzar el máximo récord de 72.5 miles de
millones de barriles de crudo en 1982.
Desde ese año, agregó, las reservas comenzaron a declinar por no descubrirse nuevos
campos con reservas importantes debido a que la falta de presupuesto imposibilitó
nuevas actividades de exploración. Actualmente, abundó, la cifra es de 45 mil millones de
barriles de crudo, de los cuales 14.10 son reservas probadas, otros 15 son probables y
15.6 posibles.
Agregó que habría que apostarle al desarrollo de la exploración de aguas profundas (Golfo
de México), el cual, reconoció no debe abandonarse a pesar del gran reto tecnológico y
operativo que significa.
Sin embargo, fue muy puntual al señalar que debido a las enormes erogaciones que
tendría que hacer PEMEX sería recomendable tener prudencia en tomar tales decisiones.
Se pronunció por realizar las reformas propuestas por el Ejecutivo en materia energética
sin necesidad de hacer una consulta pública. Los problemas técnicos deben resolverse
por los expertos, “no se requiere consultar a nadie”, criticó que criterios ideológicos
permeen el debate de la reforma cuando lo que requiere la paraestatal son soluciones de
carácter técnico.
Señaló que el inmenso tamaño de los desafíos requiere la adecuación del marco
regulatorio actual y, por tanto, la aprobación de la iniciativa de reforma energética, lo que
dará certidumbre a los mercados petroleros y permitirá traducir en desarrollo los
recursos del subsuelo.
"Tener petróleo en el subsuelo no beneficia a nadie y hay que extraerlo para convertirlo
en desarrollo", declaró, tras señalar que el declive en las reservas de petróleo se debe a
que después de la década de los 70 se dejó de invertir en exploración y eso no ha
permitido restituir reservas, además de que los actuales yacimientos se están agotando.
Del total de la producción, el 70% viene de campos en declinación.
Consideró que para mantener la industria petrolera nacional se deberá definir y planear a
corto, mediano y largo plazo las mejores áreas para la exploración de las principales
cuencas geológicas -sean marinas o terrestres- con la finalidad de aumentar la
producción y las reservas. Dicha labor deberá ser estudiada no solamente por Petróleos
Mexicanos, sino por su dirección de Exploración y Producción, así como por el Instituto
Mexicano del Petróleo.
Por lo que toca a las riquezas de las cuencas, el especialista especificó las aportaciones
de cada una de ellas: De la cuenca de Sa binas mencionó inició su producción en 1974,
y desde entonces ha producido 412 mil millones de pies cúbicos de gas a partir de 23
campos descubiertos; de los cuales 18 de ellos se encuentran activos con reservas del
orden de 240 mil millones de pies cúbicos de gas (pcg).
Dijo también que de acuerdo con PEMEX Exploración se estima un recurso prospectivo
total de mil 500 millones de pcg registrado en 83 oportunidades exploratorias.
Tamp ico- Mi san tl a. Esta cuenca cubre 50 mil kilómetros cuadrados y es la productora
de aceite más antigua de México. Su actividad exploratoria inició en 1904. En 2007, su
producción promedio fue de 86 mil 111 barriles diarios de aceite, luego de máximo de 600
mil barriles por día, alcanzado en 1921. La prospectiva es de mil 700 millones de barriles
de crudo, de los cuales el 74 por ciento se encuentran en 155 oportunidades
exploratorias.
Detalló que en realidad las reservas probadas de Cantarell no son para 9.3 años, sino para
6.8; por ello, urgió a tomar “acciones urgentes para poder apoyar a PEMEX”, dado que casi
la mitad de la producción en México (49 por ciento) es aportada por este pozo.
Por ello, dijo, “es necesario dotar de mayor flexibilidad a PEMEX, de mayor capacidad de
ejecución para tomar decisiones”.
Se preguntó por qué no se explora y respondió que podría ser el temor al riesgo,
ignorancia, consigna con el propósito de minar una industria, pero en todo caso lo
importante es “que no hay que tenerle miedo a explorar”.
Dijo que el riesgo también se puede calcular, y hay evidencias científicas para poder
calcular esos riesgos. Por otro lado, explicó que Chicontepec es una reserva muy alta,
pero difícil de extraer.
Sostuvo que PEMEX no podrá incursionar solo en aguas profundas. “Nadie lo hace. Los
brasileños han descubierto recientemente debajo de la sal” no han ido solos a
desarrollarlos.
Informó que “por cierto, nosotros tenemos mucha sal ahí y muchos indicios de que puede
haber grandes yacimientos debajo de la sal”.
En este contexto, habló de los costos que tiene la relación de PEMEX con el sindicato
petrolero. En su opinión, el sindicato, que encabeza Carlos Romero Deschamps, se ha
venido quedando con una parte de la renta petrolera.
Responsabilizó de esta situación, tanto al régimen político de ayer como al de hoy; una
disfuncional relación que deberá corregirse.