0 évaluation0% ont trouvé ce document utile (0 vote)
5 vues8 pages
A pesar de las consideraciones que sin interrupción se han vertido sobre L.B. Alberti (1404-1472) desde el Renacimiento, ha sido sólo en nuestro siglo cuando se ha reconocido el carácter fundacional de su teoría del arte. Es decir, sólo cuando ha llegado a apreciarse en el arte una distancia respecto al paradigma al que Alberti presta sus principios teóricos; y cuando la reflexión sobre el arte y sus criterios estéticos ha alcanzado suficiente madurez como para entenderse desde una perspectiva histórica crítica, desembarazada definitivamente de los grandes sistemas filosóficos y atenta a su propio devenir en nuestra cultura occidental, cuya originalidad en sus raíces y desarrollo comprendemos mejor una vez que aceptamos la relatividad de nuestra definición del arte como una opción más entre diversas sociedades.
Por Rocío de la Villa
A pesar de las consideraciones que sin interrupción se han vertido sobre L.B. Alberti (1404-1472) desde el Renacimiento, ha sido sólo en nuestro siglo cuando se ha reconocido el carácter fundacional de su teoría del arte. Es decir, sólo cuando ha llegado a apreciarse en el arte una distancia respecto al paradigma al que Alberti presta sus principios teóricos; y cuando la reflexión sobre el arte y sus criterios estéticos ha alcanzado suficiente madurez como para entenderse desde una perspectiva histórica crítica, desembarazada definitivamente de los grandes sistemas filosóficos y atenta a su propio devenir en nuestra cultura occidental, cuya originalidad en sus raíces y desarrollo comprendemos mejor una vez que aceptamos la relatividad de nuestra definición del arte como una opción más entre diversas sociedades.
Por Rocío de la Villa
A pesar de las consideraciones que sin interrupción se han vertido sobre L.B. Alberti (1404-1472) desde el Renacimiento, ha sido sólo en nuestro siglo cuando se ha reconocido el carácter fundacional de su teoría del arte. Es decir, sólo cuando ha llegado a apreciarse en el arte una distancia respecto al paradigma al que Alberti presta sus principios teóricos; y cuando la reflexión sobre el arte y sus criterios estéticos ha alcanzado suficiente madurez como para entenderse desde una perspectiva histórica crítica, desembarazada definitivamente de los grandes sistemas filosóficos y atenta a su propio devenir en nuestra cultura occidental, cuya originalidad en sus raíces y desarrollo comprendemos mejor una vez que aceptamos la relatividad de nuestra definición del arte como una opción más entre diversas sociedades.
Por Rocío de la Villa