® EDUCACION - REFLEXIONES
Memoria
Por Guillermo
Jaimetcheverry*
a memoria, una de las capaci
dades que mejor nos definen
como humanos, se encuentra
totalmente desprestigiada entre
los educadores. Es mas, cuando se busca
descalificar una prictica educativa, se
la rotula de “memorfstica”, Esta actitud
es relativamente reciente, ya que hasta
rno hace mucho tiempo, quienes habian
recibido una buena educacién recorda
bban durante toda su vida fragmentos de
Jos més variados textos. En la escuela
hhabian aprendido “de memoria” gran-
des poemas completos o algunos de sus
versos aislados. Recordaban frases de
heroes o citas de grandes autores. Hoy
ya no intentamos poblar por dentro a
nis y j6venes mediante el ejercicio de
‘su propia memoria porque se sostiene
que basta con la de las computadoras,
Aunque allt estén los datos para cuando
los necesitemos (antes estaban en los
libros), corremos el riesgo de que esas
‘memorias digitales logren despojar a la
‘memoria humana de su capacidad pata
establecer relaciones especificas entre
informaciones y experiencias que son
singulares para cada individuo que, en
su momento, se ha apropiado de ellas
trabajando sobre si mismo, Nuestra me-
‘moria noes un bancode datos, sine, més
bien, un entramado especifico que inclu:
ye experiencias afectivas y sensoriales,
Ese conjunto tinico es el que confiereori-
sginalidad a nuestra cultura personal,
Este desprecio por la memoria hace
que cualquier alusiona la vastisima.expe-
riencia cultural del ser humano carezea
hoy de todo significado para la mayoria
de nuestros jévenes. Nos sorprendemos
por su ignorancia de la historia o de los
principales hitos de nuestra cultura,
‘Advertimos que es, ademas, una igno-
rancia orgullosa, casi militante, que no
tasunta ninguna culpa, ninguna nos-
talgia por el saber ausente. Asi, insensi
Dlemente, se va desgarrando en nuestra
sociedad loque George Steiner denomina
el “telido interior de ecos compartidos”.
Esto es grave porque las personas respon.
den a las incitaciones de la cambiante
realidad que las rode dle acuerdo con la
riqueza y la calidad de las referencias y
Jos recuerdas con que hayan conseguido
“vestirse por denteo”
Sin embargo, no hemos dejado de
utilizar nuestra memoria, Hoy, en =
gat de bellas palabras aprendidas con
un esfuerzo que entrenaba la capacidad
de retencin, la habitan los detalles mas
insignificantes de la realidad mercantil
vulgar que se es impone como presen
cia cotidiana. Ffectivamente, records
mos todo sobre la vida de los personajes
aque, acara descubierta o encapuchados,
constituyen la familia obligada que su.
brepticiamente ingresa a diario a nues-
twos hogares.
1 rechazo del ejercicio activo de la
memoria que caracterizaa la educacién
actual se explica también por un rasgo
caracteristico de la cultura contempori-
nea: el horror a lo dificil que canduce a
1a simplificacién dela culeura, Lo queen
realidad techazamos es la disciplina del
esfuerzo que require emplear conscien:
temente la memoria con la intencién de
vestir mejor nuesto interior. Mas grave
atin es el hecho de que ala escuela mo-
dena ya ni siquera le interesatransmi
tira las nuevas generaciones la impor
tancia de hacerlo,
“aMéiico,cetficoy académic; rector de la
Universidad de Buenos Aires entre 20022006
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