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Inversión económica, social y humana a largo plazo, la educación es sacrificada con excesiva
frecuencia en los planes de ajuste,
pese a que la expansión de la escolarización exigiría aumen-
tar los presupuestos nacionales en ese terreno. Es, así pues, 3 Naciones Unidas,
necesario esforzarse por compensar los efectos negativos que en informe de la Cumbre
el gasto público en educación tienen las políticas de ajuste y re- mundial de Desarrollo
ducción de los déficit internos y externos. Al respecto, la Comi- 'Social, Nueva York, 1995.
sión considera prometedoras las experiencias recientes de
conversión de deudas en acciones en favor de la educación.
La deuda exterior de un país, adquirida con descuento -en divisas- a los bancos comerciales u otros
acreedores por un organismo de fomento del desarrollo (por lo general, una organización internacional no
gubernamental), es comprada parcialmente en moneda local por el deudor, por intermedio de su banco
central, y el importe en moneda local se dedica exclusivamente a financiar (a veces durante periodos
relativamente largos) programas educativos específicos. Es difícil negociar esos acuerdos de conversión
de deuda, que no son siempre practicables; pero, en algunos países cuyo tesoro público está abrumado
por las deudas que debe reembolsar, el organismo exterior que negocia un acuerdo de esa índole puede
ayudar a que aumente el gasto en educación. En numerosos países gravemente endeudados, cuyo
porcentaje del PIB dedicado a educación disminuye, al igual que el número de alumnos, es esencial
reducir la deuda para dedicar a la educación una parte de los ingresos nacionales. Ahora bien, esa
reducción no siempre se traduce en un aumento de los gastos sociales, y, al respecto, la conversión de la
deuda da a quienes recaudan fondos externos cierto medio de presión, además de poder ayudar a
resolver los problemas que plantea a los organismos de fomento del desarrollo el empleo de divisas para
financiar gastos en moneda local o la asunción de gastos corrientes. Observando que los titulares de la
mayoría de las deudas son gobiernos y los organismos de crédito oficiales multilaterales, la Comisión
considera que deberían estudiar la posibilidad de participar también en esos acuerdos de conversión.
Esforzándose por detectar tanto los obstáculos, financieros o de otro tipo, que frenan el progreso de
la educación como los nuevos caminos que ésta podría seguir, la Comisión se ha mostrado
especialmente atenta a los terrenos en que tiene lugar un cambio rápido. Uno de éstos, que se analiza
más detalladamente en los Capítulos 2 y 8, es el de las nuevas tecnologías de la información, las cuales
transforman ya las sociedades en que se implantan al modificar las relaciones de trabajo y crear, al
margen del mundo real, un mundo virtual que todavía es muy difícil evaluar qué promesas y qué peligros
encierra. Pueden asimismo -y mucha gente lo reconoce en la actualidad- hacer una aportación cada vez
mayor a los sistemas educativos. Es menester, pues, velar por que se difundan en todos los países, a fin
de evitar que se abra un nuevo foso entre países ricos y países pobres, que podría hacer peligrar los
intentos de reequilibrio. Como la aparición de la sociedad de la información es uno de los datos
fundamentales del futuro, la Comisión recomienda que la UNESCO cree un observatorio que se encargue
de dilucidar y de evaluar, en la perspectiva del siglo XXI, dos aspectos de la cuestión: la previsible in-
cidencia de esas nuevas tecnologías en la evolución de las sociedades y en los procesos educativos
propiamente dichos. Ese proyecto condiría, en nuestra opinión, perfectamente con la función de «pilotaje»
intelectual de la comunidad internacional que corresponde a la UNESCO y permitiría sin duda aclarar
mejor una vía hacia el futuro por la que avanza a zancadas el mundo moderno, aunque, por así decirlo,
sin puntos de referencia. El control intelectual, político y social de esas tecnologías será una de las
grandes empresas del siglo XXI.
La Comisión considera igualmente que la UNESCQ en su condición de centro de intercambio de
informaciones, debería desempeñar una función determinante en el terreno de los programas informáticos
educativos. Dos orientaciones principales deberían guiar concretamente su acción: la concesión de un
sello de calidad que permita distinguir los materiales pedagógicos de calidad y el fomento de la
producción de programas informáticos que respeten la especificidad cultural de cada pueblo. Para ello,
debe tomar la iniciativa de un diálogo con los editores de programas y las empresas informáticas, con
miras a la creación y la concesión de premios que recompensen cada año las mejores iniciativas en ese
campo.
El mandato asignado a la UNESCO dentro del sistema de las Naciones Unidas y el lugar que
efectivamente ocupa en el dispositivo de la cooperación internacional la convierten en una institución
clave para el futuro. Su misión, definida hace medio siglo tras una guerra planetaria de trágicas
consecuencias, sigue teniendo plena actualidad, pero las mutaciones del mundo le imponen
transformarse a la par que él.
Ni organismo de financiación, ni simple institución de investigación, la UNESCO ha tenido siempre
por tarea desarrollar el potencial humano, en colaboración con los Estados Miembros de la Organización y
sus múltiples asociados e interlocutores en el escenario internacional. la cooperación intelectual que
estimula es, a la vez, un elemento de acercamiento y de entendimiento mutuo entre los pueblos y las
personas y un instrumento indispensable para la acción. Más que nunca, la transferencia y la difusión de
los conocimientos, el enfrentamiento de las ideas, la colaboración de alto nivel, la formación de redes de
innovación, la difusión de informaciones y de experiencias que han tenido éxito, las labores de evaluación
e investigación que favorece en sus ámbitos de competencia, son actividades indispensables para edificar
un mundo más solidario y más pacífico. Es preciso que estos aspectos de su acción no dejen de
desarrollarse.
la originalidad de la UNESCO estriba en el abanico de sus competencias -no sólo la educación, sino
asimismo la cultura, la investigación y la ciencia y la comunicación-, que hacen de ella una organización
intelectual en el sentido amplio, menos sometida que otras a una visión únicamente economicista de los
problemas. Su polivalencia corresponde a la complejidad del mundo contemporáneo, en el que tantos
fenómenos se hallan en relación de simbiosis. Autoridad moral y productora de normas internacionales,
sigue estando tan atenta al desarrollo humano como al mero progreso material. Todas estas
características la predisponen a llevar a cabo, en el terreno de la educación, una acción en varios frentes
al mismo tiempo: ayudar a los Estados Miembros a edificar y renovar sus sistemas educativos, a sacar el
mejor partido posible de la revolución científica y tecnológica y al mismo tiempo hacer del derecho a la
educación una realidad para todos los habitantes del planeta y promover por doquier la idea de paz y el
espíritu de justicia y de tolerancia.
La Comisión hace votos por que la UNESCO pueda ser dotada por sus Estados Miembros de los
medios necesarios para llevar a cabo esta tarea múltiple, lo cual supone, ante todo, que pueda ampliar y
reforzar, en los años próximos, todo un haz de acciones basadas a la vez en su experiencia y en ideas
innovadoras, a fin de alentar, entre otros medios gracias a alianzas y colaboraciones internacionales, el
perfeccionamiento de los sistemas educativos nacionales. La Comisión insta a la UNESCO a que
promueva además, a través de su programa, la noción de educación a lo largo de la vida propuesta en el
presente informe, a fin de inscribirla paulatinamente en la realidad educativa del mundo contemporáneo.
Por otra parte, la UNESCO puede contribuir considerablemente, mediante la educación, a abrir las
mentes a los imperativos de la solidaridad internacional. Mientras las organizaciones internacionales y los
Estados nacionales se preparan a responder a los desafíos del siglo XXI, la ciudadanía mundial sigue
siendo un concepto muy alejado de las realidades y de las percepciones concretas, pese a que la aldea
planetaria es nuestro horizonte, a medida que se multiplican las interdependencias y los problemas se
mundializan. Se exacerba la tensión entre lo global y lo local, al no existir una toma de conciencia de las
mutaciones en curso. En esta perspectiva, hay que alentar todas las iniciativas procedentes de la base,
fomentar los intercambios y los diálogos, seguir a la escucha de los hombres y las mujeres en la vida
cotidiana. la acción de las organizaciones no gubernamentales reviste al respecto una importancia
fundamental, para hacer retroceder los temores e incomprensiones y tejer los múltiples lazos que
constituirán la sociedad mundial del futuro. la UNESCQ de la que las ONG son desde hace mucho
asociadas de primer orden sobre el terreno, no puede por menos que ganar si recurre cada vez más a su
apoyo, que arraiga su acción en la realidad.
En esta perspectiva, hay que poner el acento en la educación para el entendimiento internacional y
en la aportación esencial de las ciencias sociales en esa toma de conciencia de una solidaridad
planetaria. la UNESCO podría, a título de ejemplo, fomentar un vasto balance interdisciplinario, en el que
se recapitulasen los principales interrogantes que se plantean a las sociedades humanas en este final del
siglo xx.
Si se funda en esa aprehensión directa del mundo contemporáneo, la UNESCO podrá ejercer
plenamente su magisterio moral, pues la Comisión considera que la vocación ética de la UNESCQ a la
que su Constitución da prioridad, tiene más importancia aún hoy en día ante las nuevas misiones que se
imponen a la educación en el mundo moderno, ya se trate de promover el desarrollo duradero, de
asegurar la cohesión social, de alentar en todos los planos la participación democrática o de responder a
los imperativos de la mundialización. En todos esos terrenos, las finalidades sociales de la educación no
deben hacer perder de vista jamás la primacía del ser humano y de los ideales que la comunidad
internacional proclamó cuando se fundaron las Naciones Unidas. En ese sentido, la exigencia ética, la
primera de todas, es en último análisis lo que más profundamente concilia la acción de la UNESCO con
las realidades de la época actual, conformadas por interrogantes e incertidumbre. Anclando esta acción
en la utopía de una visión voluntarista y equilibrada del progreso, la orienta, en vísperas del nuevo siglo,
hacia la instauración de una auténtica cultura de la paz.
Pistas y recomendaciones
Ø La necesidad de la cooperación internacional -que debe repensarse radicalmente- se impone
también en la esfera de la educación. Debe ser obra no sólo de los responsables de las políticas
educativas y de los docentes sino también de todos los agentes de la vida colectiva.
Ø En el plano de la cooperación internacional, promover una política decididamente incitativa en
favor de la educación de las muchachas y las mujeres, según las ideas de la Conferencia de
BeiIing (1995).
Ø Modificar la llamada política de asistencia con una perspectiva de asociación, favoreciendo en
particular la cooperación y los intercambios en el marco de los conjuntos regionales.
Ø Destinar a la financiación de la educación una cuarta parte de la ayuda para el desarrollo.
Ø Estimular la conversión de la deuda a fin de compensar los efectos negativos que tienen sobre
los gastos de educación las políticas de ajuste y de reducción de los déficit internos y externos.
Ø Ayudar a fortalecer los sistemas educativos nacionales favoreciendo las alianzas y la cooperación
entre los ministerios en el plano regional y entre países que se enfrentan con problemas
similares.
Ø Ayudar a los países a realzar la dimensión internacional de la enseñanza dispensada (plan de
estudios, utilización de las tecnologías de la información, cooperación internacional).
Ø Fomentar el establecimiento de nuevos vínculos de asociación entre las instituciones
internacionales que se ocupan de la educación, poniendo en marcha, por ejemplo, un proyecto
internacional tendente a difundir y a poner en práctica el concepto de educación a lo largo de la
vida, según el modelo de la iniciativa interinstitutional que tuvo como resultado la Conferencia de
Jomtien.
Ø Estimular, especialmente mediante la elaboración de los adecuados indicadores, el acopio en
escala internacional de datos relativos a las inversiones nacionales en educación: cuantía total de
los fondos privados, de las inversiones del sector industrial, de los gastos de educación no formal,
etc.
Ø Constituir un conjunto de indicadores que permitan describir las disfunciones más graves de los
sistemas educativos, poniendo en relación diversos datos cuantitativos y cualitativos, por ~: nivel
de los gastos de educación, porcentajes de pérdidas, desigualdades de acceso, escasa eficacia
de distintas partes del sistema, insuficiente calidad de la enseñanza, situación del personal docente, etc.
Ø Con sentido prospectivo, crear un observatorio UNESCO de las nuevas tecnologías de la
información, de su evolución y de sus previsibles repercusiones no sólo en los sistemas educativos
sino también en las sociedades modernas.
Ø Estimular por conducto de la UNESCO la cooperación intelectual en la esfera de la educación:
Cátedras UNESCO, Escuelas Asociadas, reparto equitativo del saber entre los países, difusión de las
tecnologías de la información, intercambio de estudiantes, de docentes y de investigadores.
Ø Reforzar la acción normativa de la UNESCO al servicio de los Estados Miembros, por ejemplo, en lo
que atañe a la armonización de las legislaciones nacionales con los instrumentos internacionales.