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CORRECTAMENTE LA BIBLIA.
Hay que esforzarse por realizar una lectura global de la Escritura, ser
sinceros y leales ante ella, no manipulando, ni seleccionando
tendenciosamente de la Palabra de Dios, los textos que nos agradan,
dejando a un lado cierto tipo de textos que no van de acuerdo a nuestra
mentalidad. Hay que escuchar lo que el Seor quiere decirnos, no lo que
nosotros queremos or.
Tampoco podemos quedarnos en un literalismo ingenuo, un
fundamentalismo, que es tomar al pie de la letra los textos sin interpretarlos
correctamente. Debemos fijarnos en lo que los autores humanos escribieron
y en lo que pretendan decir con sus palabras, imgenes y smbolos.
Hacer a un lado la simplicidad racionalista, dejndonos absorber por la
ciencia, sin permitir abrirnos a la dimensin sobrenatural de la revelacin y
de la fe, y a la autntica lectura espiritual de la Escritura. Por ejemplo, sera
incorrecto cuestionarnos si el Gnesis nos resuelve el problema del
monogenismo, de la evolucin o del pecado original. Es necesario darnos
cuenta de la diversidad de preguntas que se pueden formular en torno al
mismo texto.
La lectura de la Biblia tiene sus propias exigencias y existen actitudes
vlidas para la lectura de los dems libros, pero impropias para el libro
sagrado de la Biblia. Por tanto, no debemos perder de vista los fines
espirituales que se persiguen y no leer la Escritura simplemente por:
- curiosidad, como si se tratara nicamente de un libro interesante.
- ampliar nuestros conocimientos por sus grandes valores culturales.
- disfrutar del valor literario, como una encumbrada obra de la literatura
universal.
- ampliar nuestros conocimientos religiosos, como si fuera una obra
cualquiera de contenido religioso o espiritual.
La actitud correcta para leer la Biblia, es la espiritual, es decir, buscar en
ella el mensaje de Dios para nuestra vida espiritual. Slo as, la palabra de
Dios se extender profundamente en nuestra existencia, transformndola
en redimida, digna y santa. Su lectura, bien llevada, siempre nos hace
espiritualmente mejores, ya sea como hombres, ya sea como hijos de Dios.
OBSERVACIONES GENERALES EN ORDEN
AL LENGUAJE BIBLICO