Vous êtes sur la page 1sur 6

Tierras

De Brujas Y Duendes

“...El que va a Santiago


Y no va a El Salvador
Visita al criado
Y deja al Señor

C O
ANGAS
DE NÍS
Y su Parador C
Ancestral Dicho Popular

restas abruptas y valles pintados de verdes ingleses con


carnavales barrocos de soles. Montes que ablandan sus picos en
ríos indómitos. Casas pintadas con musgos de nieblas y brujas y duendes.
Costas y mares de humos y humores inflexibles y amables. Gentes de
diminutivos decires y rotundos haceres. Pueblos de aventureros errantes
de suspiros patriotas. Comarcas con caricias de prosperidad intocable.
Tierras rebeldes de amores y guerras eternas. Paisajes de cruces, de hoces
y coces.

No presumen los asturianos de ancestrales linajes: bastante apretados lo


tienen en el ovillo de su madurez y medieval historia. Aún así, a lo
primero, tuvieron que pasar por celtas y de aquellos barruntos cultos les
quedan cosas en algún desván colectivo, inconsciente y polvoriento:
Cuando acabaron llegando los romanos encontraron “tribus más bravas y
feroces que las de los demás pueblos de la Hispania; y, por morar en
lugares frescos y enriscados y carecer del regalo y comodidades que tienen
los demás pueblos, son grandes sufridores de trabajos...”

Tampoco eran tan rudos como se pudiera suponer. Usaban ya la rueda


en el carro que arrastraba el “asturcón”, tan poderoso jaco que hasta
Nerón llevó alguno a su establo. De entonces vienen, según dicen, éstos
que hoy llamamos “vaqueiros de alzada”, pastores de ganados
trashumantes que vivían en los riscos y en las brañas con insólitas
costumbres por Estrabón contadas y guardadas por los siglos: “...Se lavan
con los orines guardados durante algún tiempo en cisternas y, tanto los
hombres como las mujeres, se lavan los dientes con ellos...”. Pero no haga
ascos el lector que, a buen seguro, contará con algún remoto abuelo
practicante de aquella aséptica ablución. Tan oscuro y tortuoso es el
origen de estos peripatéticos ganaderos. Unos dicen que fueron celtas o
normandos; otros, que judíos de esclavos romanos descendientes... De
cualquier forma que fuera, guarda con celo el asturiano sus muy antiguos
usos y costumbres, sin ocultar siquiera primorosas supersticiones
adoradoras de las hermosas ninfas de las aguas que aun se llaman
xanas”; de las bellas mozas, “yalgas”, encantadas y presas de
horripilantes “culebres”. O de los pícaros y trasteadores “trasgus” que
continúan hoy siendo los duendes invisibles de todos los bosques. Y la
mujer, que ya lucía funciones matriarcales. Y las danzas, alargadas desde
antaño, que ahora llaman “corri-corri”, “pericote”...

De unas y otras cosas hay muestras, casi vivas, por muchos de estos
contornos. Hermosas cuevas talladas por el tiempo –la de Moria, en
Rivadesella– o vividas y tapizadas por las más madrugadoras tribus hace
decenas de milenios: La cueva del Bruxu, en Cangas de Onís, donde ya se
inventó la geometría; la de Les Pedroches, cerca de Villaviciosa ;el Ídolo
de Tú, al lado de Llanes... Y, quizá, más que ninguna, la de Tito Bustillo,
que compite con holgura, con la de Altamira, en lo más hondo de los
tiempos rupestres.

CANGAS DE ONÍS Y SU PARADOR 1


Amaneció Covadonga justamente para que naciera Asturias; para escribían códices latinos y maestros constructores que hacían iglesias con
resucitar España salvada de “la arrolladora marea islámica” del contumaz bóvedas de piedras para sobresalto de todos los lugares. Y tan hábiles
Sánchez Albornoz, por un Pelayo armado de piedras grandes y cruces de orfebres que bordaron el oro de la Cruz de los Ángeles, donde el virtuoso
palo. Aunque otros, menos partidarios, pretendan que “moros eran sólo monarca dejara escrito el conjuro perpetuo que el visitante puede todavía
pocos y andaban algo perdidos por aquellos picos...” Y hasta hay quien comprobar: “...cualquiera que presumiere llevarme fuera, perezca
asegura, con dudosas intenciones, que el buen espontáneamente por el rayo divino...”.(Estrabón)
Pelayo, se lanzó a la gran aventura de su vida y
nuestra historia por venganza contra un La capital se vio pronto engalanada con riquezas, servicios y oropeles
moro que osó de amores con su propios de una corte, aunque insólitos en tan austeras cristiandades:
hermana... acueductos, baños, hospitales, tribunales... Canteros, “mestres de jometría”
y escultores de la piedra se pusieron manos a la obra sorprendente –para
entonces y hasta hoy– de la maravilla llamada prerrománico. La iglesia de
San Tirso, en los alrededores de la catedral, que aún muestra un alfiz,
alarde del virtuosismo propio de los moros para misterio de estudiosos y
admiración del visitante. El no menos sorprendente templo de San Julián
de los Prados de excepcional aprecio por su estructura constructiva y las
pinturas que tapizan sus muros interiores.

Entretanto, el pertinaz acecho del infiel había arrancado el doloroso


tributo de las Cien Doncellas asturianas, destinadas al disfrute en los
harenes cordobeses a cambio de oscuros pactos. El heroísmo de las jóvenes
y la regia habilidad lograrían enmendar tan humillante tregua.

Justo por aquellos calendarios del noveno siglo serían plantadas dos
obras magistrales de la arquitectura religiosa secular que no por conocidas
perdonan visita y repaso cuando menos: Santa María del Naranco, antes
esplendoroso palacio del rey Ramiro I, y San Miguel de Lillo. Ambas
empinadas en el monte Naranco; las dos también modelos del arte y la
sabiduría de los tiempos. La catedral, que el viajero hoy puede retratar
flamígera de gótico, era ya un elegante edificio de lo primero del románico.
Sus coros, por poco gregorianos, ofrecían cotidiana bienvenida a los
romeros numerosos que acudían a venerar las reliquias milagrosas
guardadas, intocables, en la Santa Cámara. Es tesoro admirable y
codiciado -robado y milagrosamente devuelto hace pocas décadas– que
muestra las más golosas obras de las orfebrerías románicas. La auténtica
Por entonces, una cuadrilla de monjes benedictinos, que andaban en Cruz de la Victoria, joya y escudo de este Principado. En su interior está la
busca de morada y lugar propicio para poner unas reliquias al resguardo cruz de madera de carballo obradora de la singular y portentosa victoria
de los sarracenos, encontraron un lugar llamado Oveato. Edificaron allí de Pelayo.
iglesia y monasterio en honor de su protector mártir san Vicente. Llegaron
enseguida los primeros reyes asturianos y ovetenses. Fue el tal Fruela Pero es, sobre todo el Arca Santa lo que más maravilla y sobrecoge al
quien mandó hacer una mejor iglesia, para dedicarla al Salvador, sin piadoso y aún al impío visitante. Tal era su fama y la virtud de sus
saber, seguramente, que acabaría siendo presumida y señera catedral, reliquias que el rey Alfonso VI quiso hasta aquí peregrinar en compañía de
refugio y relicario de la escasa y huidiza cristiandad, aunque resultaría casi su hermana doña Urraca, del Cid Campeador y de varios obispos. Tras
a cascotes reducida por la furia mahometana que había vuelto a las una semana de la penitencia preceptiva de los unos y los otros, se pudieron
andadas. dar las condiciones suficientes para que fuera abierta la sagrada caja. Tal
fue el tesoro que encontrase el rey que hubo de mandar hacer un nuevo
Llegado el segundo rey Alfonso –por su exceso de virtud llamado El cofre de adecuado y más precioso rango. Mandó, después, que fuera
Casto– convendrá al viajero que se coloque en el sosegado trance de los cerrado para no poderse abrir jamás. Y así permanece hoy para impedir
tiempos: está instalado en el Oviedo prerrománico, cuando corría, cualquier asomo de miradas de incredulidad o irreverencias tentadoras y
perezoso, el siglo VIII. Estas calles estaban no muy llenas de vecinos, de envidiosas. Tantas son y tan sagradas las reliquias en el Arca contenidas
nobles y de algunos peregrinos piadosos y crédulos en la medida que fuere que llegaron a achicar las del propio Compostela.
menester. Vivían también
frailes que

CANGAS DE ONÍS Y SU PARADOR 2


Romeros Porteadores Europa de las ciencias y las letras mas adelantadas. Gaspar Melchor de
Jovellanos, progresista activo y practicante temible, martillo de
De Milagrosas Reliquias inquisidores y de los excesos de los bienes terrenales de la Iglesia. Uno de
los más importantes pensadores y ensayistas de la Ilustración española en
P ero tranquilice el lector su curiosidad. A mediados del pasado siglo el siglo XVIII. Y Leopoldo Alas, Palacio Valdés, Pérez de Ayala, Alejandro
el obispado desvelaba, previo pago, al peregrino el contenido, en Casona...
documento impreso, del sacrosanto cofre:
Hombres para las ideas y hasta para las armas. Como Rafael de Riego,
“...El precioso sudario de Cristo teñido con su Santísima Sangre... Ocho brazo, con su propio himno armado, contra los franceses invasores. Fueron
espinas de su Sagrada Corona... Un jirón de los pañales que le cubrían en estos asturianos ilustrados de Independencia los primeros españoles que
el pesebre... Uno de los denarios que Judas recibió por su traición... Un declararían la guerra a Napoleón y así continuaron levantando la cabeza
trozo de la piedra en la que se sentó Moisés cuando ayunó en el Sinaí... una y otra vez, y los brazos muchas más, en una de las geografías más
Un trozo de la varita que usó para separar las aguas del Mar Rojo...” E cultas y más politizadas de la península, eufemismo socorrido para evitar
incluso, algunos milagrosos alimentos: “...Un trozo del pescado asado y del llamar a las cosas de la izquierda por su nombre.
pastel de miel que Nuestro Señor comió después de resucitar... Pan del de
la Santa Cena... Maná del que Dios hizo llover para los hijos de Israel... Habrían de llegar tiempos premonitorios de mineros alzado de hoces y
Leche de la misma Madre de Dios...” jamás de coces suficientemente reprimidos, como la Historia y ellos
mismos se empeñarían en no dejar de recordar.
El preciso y precioso certificado gozaba del preceptivo aval de la
autoridad eclesiástica: ”Nos, Deán y Capítulo de la Santa Iglesia de Cuando la Guerra incivil, Oviedo resistió atrapada de geografía y de
Oviedo, hemos hecho extender y extendemos los presentes...” Alzamiento, como un paréntesis en el mar astur republicano. Inexorables y
lentamente sosegadas se vendrían cumpliendo vaticinios y esperanza de
Si el romero lector es afecto a la sagrada lencería, puede contemplar el Ramón Pérez de Ayala mientras el viajero se despide hasta otro luego:
Santo Sudario, con visos científicos de autenticidad, aunque sólo podrá
verlo en señaladas ocasiones desde un palco. Y, si aún gusta de “...España tiene algo de rompecabezas. Las piececillas andan todas
comprobación necrológica de la dinastía astur, visite el Panteón Real. En él revueltas y confusas; pero no falta ninguna y están todas en buen uso. Un
reposa, se supone, lo que quede de los Fruelas, los Bermudos, los Castos, día, de pronto, veremos que se han ajustado unas en otras y que la tarea
los Ramiros y hasta Alfonso III. el Magno o doña Urraca. de unirlas era cosa llana...”

Luego, enseguida, llegó al fin un futuro anunciado y mucho menos


soleado: cortesanos y monarcas asturianos marcharon de Oviedo para
encontrar mejor y más estratégico acomodo en la ciudad de León,
principio y fin de las esencias castellanas de entonces y de
siempre.

Entretanto, estas gentes ovetenses y asturianas, mirando


al mar forzadas, al rebojo de los valles o sumidos en lo más
hondo de la tierra, conocieron las secuelas del abandono
cortesano. Tanto sería el descalabro económico que la
manera del trueque de cosa por cosa volvió a ser la regla
del comercio, donde la sal –en estas tierras siempre
abundante y generosa– volvió a ser poco menos que el
placebo monetario.

Pero no llegaría la sangre al río de la Historia; que Oviedo


y su región tendrían mucha tarea por delante. Al borde ya
del siglo XV, el sabio rey don Juan I. tomó una iluminada
decisión creando, para beneficio del futuro, el título de
Príncipe de Asturias, patrimonio del primogénito de la real
familia. Y al siguiente siglo, Fernando Valdés, clérigo insigne y proclive a Recuerde o considere el peregrino que está instalado en los dudosamente
la cultura tuvo la feliz ocurrencia de crear la Universidad de Oviedo. gloriosos pasados medievales.
Tendría mucho que ver y qué decir para que los vecinos de estas tierras
puedan, con sobrantes razones, presumir de pasar por los más leídos y Esta sorprendente “posada”, privilegiada herencia del que fuera
sabidos españoles. Fue también Valdés, a la sazón poderoso Inquisidor monasterio de San Pedro de Villanueva, transformado hoy en Parador, por
General, el autor del temeroso Índice de Libros Prohibidos que tanto daría virtuosa obra y gracia del arquitecto y artesano Mariano Martitégui
que callar. Cáceres. Sus rancios y épicos orígenes han sabido prestarse a las sabias
exigencias del confort de los presentes tiempos, sin hollar las históricas
Florecieron, además, otros ilustres e ilustrados ovetenses, aunque ya reliquias instaladas para siempre al borde del río Sella, duradera frontera
estaremos de paseo por el siglo XVII: Juan Carreño, el mejor pintor barroco que dividiera, aunque hermanase con tierras, costumbres, paisajes y
de la Escuela Madrileña, si no hubiera un Velázquez por delante. Fray paisanajes entre pueblos cántabros y astures.
Benito Jerónimo Feijó, polifacético teólogo y ensayista, enseñador a media

CANGAS DE ONÍS Y SU PARADOR 3


Hoy el visitante está instalado en un portentoso núcleo de astillas de la Cruz, réplicas de la Sábana Santa. Todas con virtudes
comunicación: entre el mar Cantábrico y las montañas de los Picos de polivalentes, todas curativas...
Europa, así llamados porque en los pasados no tan remotos “...Eran como
el faro salvador que de referencia sirvieron para los cántabros Inevitablemente, palpará el curioso una atmósfera aún presente de
navegantes..”, que por estas costas y mares faenaban y continúan supersticiones; cualquier periódico regional le sorprenderá con anuncios
navegando. sobre echadoras de cartas y otros sorprendentes y mágicos artilugios
todavía empapados de cautivadores males y virtudes.
Hoy el que fuera monasterio de San Pedro presume con razón de ser
amo y gobernante de estos insólitos valles preñados por las aguas, todavía Todos o muchos de estos ancestrales mitos están aun presentes, tal vez
limpias y fértiles de los ríos guardados por estas bellísimas geografías que, a la vez, tienen bastante
Sella y Gueña. Los que ver con las barreras de la incomunicación dela región.

Citamos un resumen del Sínodo de principios del siglo


XVII. “...Si sabéis de algunas personas que usen
hechizos, encantamientos, agüeros y sortilegios o usan de
hacer maleficios, conjuros, ensalmos, santiguado de mal de
ojo...Si sabéis de algunos que tengan libros prohibidos...
Presenten sus denuncias al Provisor Vicario o Visitadores, y
examinadas si son buenas, y católicas o si resultan ser
supersticiones y reprobadas...”

Recuerde el forastero que, de algún modo, está viviendo y


conviviendo en la que fuera una basílica en la que hubo un
panteón real que fuera obligada y piadosa referencia desde los
alrededores del siglo viii. De todos aquellos pasados hoy quedan
solamente algunos testigos: los muros de la nave y tres ábsides
originales.

En todo caso, este Parador disfruta de rancios y orgullosos, y


ricos abuelos románicos del siglo XII. Tome nota el visitante de
paisanos de estas vegas presumen de su privilegiada geografía; tal la traza y talla de los capiteles sorprendentemente dibujados en la
vez la más feraz de toda la región. piedra, pese a los inevitables añadidos que conociera el monasterio para su
conservación, especialmente a partir del siglo xvii, lo que permitió, al
Desde aquí disfrutará el forastero de múltiples y muy diversas visiones y menos, que este cenobio haya podido mantenerse vivo y presumido para
sensaciones: unas sobre las geografías y naturalezas siempre cambiantes e ser hoy un sorprendente Parador.
inevitablemente sorprendentes: Mares encrespados a veces; muchas veces
de amables sosiegos. De picos amenazadores y abruptos de nieves
persistentes; pero de primaveras y estíos de climas y gentes generosas de
Manteles Golosinos
palabras y obras. De tradiciones sabiamente conservadas. De artesanías
todavía cuidadosamente perdurables. O de excursiones que calan hasta las A dvierte la nueva ortodoxia culinaria que son cuatro diferentes las
profundas prehistorias, a los más puros románicos... Y no pocas artesanías cocinas asturianas: la costera del pescado y el marisco; peregrina
aún presentes. Y hasta unas gastronomías de las que esta comarca es entre Gijón, Cudillero y Avilés; la minera del Nalón de Potes y Fabadas
indiscutible santuario. Rehogados a la Sidra por la parte de Oviedo; la que va un poco en
El bello esqueleto del actual Parador nació por los piadosos alrededores busca de Pulpos y Empanadas por los caminos del poniente Y la otra
del siglo XII en pleno hervor románico y romero aunque el paso de los que, al oriente, se encuentra más a gusto entre ríos de Truchas y
tiempos impuso severas cirugías. Mediado el siglo XVII se remodeló la Salmones.
cubierta y la escalera se modificó. A partir de entonces el monasterio de
San Pedro se rediseña en torno a un claustro de dos pisos, los arcos de Hará bien el viajero si olvida semejantes sutilezas, más propias de
medio punto perfilan la parte inferior. Las bellas arcadas carpaneles doctores culinarios que de honestos y agradecidos paladares. La bella
ennoblecen y rematan la parte superior del patio. capital del Principado es también catedral que convoca a las más variadas
mesas de estas tierras.
El cenobio sufriría inevitablemente la furia desamortizadora de
Mendizábal a mediados del siglo XIX hasta que la Real Academia de la Puede ponerse en hora, como ellos mismos suelen ,con alguna previa
Historia propició que fuera declarada Monumento Nacional. Al fin, en pequeñez de Lapas o de Erizos, “Oricios” los llaman, en otras latitudes
1995 se acondicionó el edificio para convertirlo en Parador de Turismo. despreciadas, que ya han alcanzado la categoría de caviar... O de Angulas
o Nécoras; o Centollos o Quisquillas...
El actual viajero comparte estancias que por los siglos fueron celdas
ocupadas por monjes orantes y laborantes que daban posada y Calderetas y Zarzuelas de justo y ganado aprecio, aunque hay
mantenimiento a romeros unos más fieles que otros. Y no pocos traficantes pescados solitarios que son santa palabra: el Sargo a la Sidra o la
de reliquias, algunas milagrosas y muchas impregnadas de portentosas Merluza Rellena, por ejemplo. O el Besugo o el Rape.
virtudes: Huesos de santos y mártires, espinas de la Corona de Cristo,

CANGAS DE ONÍS Y SU PARADOR PARADOR 4


establecimiento, cada cocinero y cada familia pinta y esculpe sus propios
platos, elaborados, heredados y retocados según nadie sabe ni de dónde ni
por qué.

Con frecuencia es sólo un toque leve o una arriesgada variación, como el


Compango.

El Compango es una peculiar fabada con sabios retoques, siempre


aderezados por morcillas y chorizos necesariamente astures. Imprescindible
algún que otro hueso de jamón, tocino y lacón. Y que no falte un toque
prudente de azafrán.

Ésta y tantas y tantas componendas resultan ser arbitrarias y sabrosas


variaciones, que jamás lo son, sobre bases comunes. Exquisitas Cebollas
Rellenas con libertinajes propios y exclusivos de cada cocina.

Finas y sorpresivas elaboraciones de estos peces fluviales: como el


Salmón, el Reo, la Trucha, desde luego criada y crecida y pescada en su
Y otros peces de otras propio río. Nada más lejos de los corrales acuáticos, que ahora llamamos
mesas desterrados que por aquí encuentran excelente paladar. Sin descuido viveros...
de Anguilas y Lampreas y otras fluviales menudencias.
Mariscos y Pescados de imprescindible compañía para una
Fabadas y Potes, que son éstas mayores contundencias. Unas y otros Caldereta como Dios manda. Y Besugos de estos Cantábricos
siempre en imprescindible compañía y protección de algo del “Gochu”, elaborados de muchas maneras. Sería olvido imperdonable no probar el
matado, a poder ser, por San Martín ,que dará sabores propios y precisos Rape mejor conocido como “Pixín” que crea adicción y se sirve con muy
de estas tierras: Chorizo; Lacón no del todo parecido al de Galicia; una diversas variantes . O el Paté de Cabracho. La Ventresca de Bonito,
Morcilla con bien de pimentón y más de ahumado. O el “Chosco”, la Lubina con o sin Verduras...
sabroso condumio entripado de pasta reciente de morcilla. El Tocino, que
tiene que ser, por fuerza ,entreverado... Dominan las carnes de los “Terneros Culones”, forzosamente nacidos
y criados por estos contornos. Y el Cerdo, fiel padrino de chorizos y
Platos de remotas y definitivas composturas: el “Bollu Preñau” de morcillas. Carnes con Guisantes que tienen mucho más que humilde
Chorizo, el “Emberzau” de Morcilla y Picantito antes de que sea compañía. O la Manzana, insignia asturiana. No solo de Sidra, también
bautizado de chorizo... Inventos magistrales, inutilmente disfrazados de inseparable protagonista de guisos y postres diversos
modernos: Fabes con Jabalí, Fabes con Almejas...
Golosinas y postres derivados de estas avellanas “Les dicen ablanes” y
Carnes Rojas excelentes, aunque queden ateos que lo nieguen. nueces y castañas.”Mayuques”. Y fresas y cerezas... O el Arroz con
Cordero Asado o a la Estaca como siempre se hizo en Pola de Lena. Y Leche. Nada que ver con otros arroces dulcificados.
Caza, cuando se deja y es posible, de los Picos. Rebecos, Corzos y
Jabalíes sobre todo.
Disfrutar Del Cantábrico
Cualquiera, aunque mejor varios, de estos quesos que en su tabla caben
y con holgura compitan con las más exigentes y hasta europeas geografías.
Cabrales, Gamonedo, Urbíes, Fuente, Bota, Peñamellera y otros N adie sabe a ciencia cierta si el Cantábrico es un mar o un rabo
muchos más a menudo de difícil encontrar para definitiva y desoladora del Océano, de mitos y leyendas tan tenebrosas como
comprobación de lo artesanal y raquítico de sus cosechas. esperanzadoras. Lo que sí es cierto es que desde estas costas y de estos
bravos mares arribaron y partieron culturas y civilizaciones ya ancestrales.
Dulces sueños y remate, si se puede, con “Frixuelos”, que son tortas
de sartén; empanaditas que llaman “Casadielles”, ”Carbayones”... O, Es una tentación casi inexcusable: Crucemos el río Deva, frontera que
sencillamente el Arroz con Leche que hasta los comensales de otras sería con la Cantabria señera y presumida, perseguidora de apellidos
latitudes reconocen su incuestionable y majestad virtud. castellanos. Bien enseguida nos haremos encontradizos con la Cueva del
Pindal, de dimensiones más que generosas: Guarda, pero enseña grabados
Vinos no hay, aunque juran que los hubo en otro tiempo. Confórmese el y pinturas rupestres.
lector en beber los que le sirvan de León como ya hizo Carlos V, también
culinario emperador y no hizo ningún asco, tal vez porque se dio a la sidra Colombres es plaza de recomendable visita. Esta capital del consejo de
que siempre es excelente conformar. Rivadeva que alcanzara gloria y fama porque por estos lares llegara a
pasar el emperador Carlos V, apenas amanecido el siglo XVI. A poco tardar
RECETA BOCA A BOCA sería geografía y embarcadero de riadas de emigrantes que, a la vuelta y
revuelta de sufridoras generaciones, devinieron en potentados “indianos”
Estas gastronomías gozan, a veces padecen, de abundantes orgullosos y ostentosos de sus fructíferos pasados. Justamente aquí se
publicaciones. Por estos lares escasean las recetas secretas. Aquí las guarda el Archivo General de los llamados Indianos.
normas y culturas culinarias se transmiten boca a boca: cada

CANGAS DE ONÍS Y SU PARADOR 5


Abundantes muestras encontrará el curioso por casi todas estas costas...
Como Bufón de Vidago, que bufa y rebuzna espasmos de aguas cuando
más brava está la mar. Paisajes que dan de mamar a excelentes quesos y
cecinas, y chorizos. Hasta jamones sabia y cuidadosamente curados.

Por La Garganta Divina Del Cares

La ruta del río Cares aconseja un día completo que muy bien lo vale.
Quizá quiera el huésped saber algo de este mítico y divino río Cares. Sepa,
por si así fuera, que su nacimiento viene de la sierra llamada de “La
Cebolleda” y que, desde allí sus aguas se escurren y discurren, camino de
Caldevilla, en el Valle de Valdeón.

“Es el Cares río de limpias, ricas y dulces aguas, pero de aguas que
hasta con las piedras pueden: no hay más que verlo...” Y así es; y claro
que se ve y se comprueba en todo su recorrido como tan indómito río pudo
excavar tan insólito cauce.

Y a muy pocos pasos, la encantada y encantadora playa de La Franca. La osada aventura del Cares empezó hace algunos cientos de millones
Seguirá sorprendiendo al transeúnte la Sierra de la Cueva coronada por de años y lo hizo, paciente pero inexorablemente, a base de disolver los
una cuesta que rebasa los mil trescientos metros de altitud. Desde lo más materiales calcáreos del Período Carbonífero: por eso y sólo por eso son así
alto son fácilmente visibles los mares cántabros a la vez que los Picos de los colores de estas tierras. Primero y desde abajo vemos tierras más bien
Europa. rojizas; un poco más arriba son algo rosadas. Después hay tonos
negruzcos. Por último, las cimas blancas, soberbias y orgullosas de caliza.
Y ,aún, una sorprendente curiosidad: son los llamados “bufones”:
estrechas cavidades por las que los vientos modulan especies de silbidos En cualquier caso, este paseo por el Cares divino no comporta cansancio
amables o sobrecogedores que hacen resucitar surtidores de las aguas, (a poco que el caminante sea prudente y sosegado) No hay que ser ningún
cuando está más brava la mar. atleta para recorrer la ruta del Cares. Cuente el huésped con que este
paseo necesita alrededor de un día completo. Tan espectaculares son estas
También cerca –junto a la Cueva– se empina el ídolo de “La Peña- cumbres que desde ellas se ve –se domina, casi– parte del Parque Nacional
Tú”, un sugerente y enigmático testigo de la Edad del Bronce. de Covadonga, los bosques abarrotados de hayas, robles, nogales, fresnos y
tilos, donde aseguran que fue coronado el Gran reconquistador Don
Cangas Pelayo...

Mi madre dióme de palos Y, en el caso que sea ésta su primera visita a tierras asturianas y no ande
Por querer a un marinero muy corto de tiempo, le aconsejamos acercarse a Oviedo, bellísima ciudad
Y al son de los palos dixe que invita a ser paseada.
¡Vivan la barca y el remo!... (Retahíla marinera)

Es el Deva, río que decide quién es quién a una orilla es Cantabria y a


la otra asturiana es... Colombres se quiere empinar como capital del
concejo de Ribadedeva, cuya fama debe y reverencia por llegar a ser
parada y fonda provisional del emperador den Carlos V. Y aquí
justamente, en este lugar, se guarda y conserva el Archivo de Indianos.

Pretendida pero fallida residencia homenaje para el ex presidente de


México Porfirio Díaz. Muy por estos contornos el curioso viajero gozará,
bien cerca de numerosas y virginales playas: como La Franca, de suaves
Parador de Cangas de Onís
aunque engañosas aguas; frente al mar cántabro se empina Sierra de 33550 Villanueva. Cangas de Onís. Asturias
Cueva, que sabe y quiere otear desde sus soberbias miradas con visuales Tel.: 985 84 94 02 - Fax: 985 84 95 20
gobiernos que alcanzan el pico de Turbina, por encima de los 1.300 e-mail: cangas@parador.es
metros hasta las lejanías de los Cántabros mares a la vez que otean,
vigilan en los altanares los faros indestructibles de los Picos de Europa,
Central de Reservas
faro y guía que desde todos los tiempos: así lo decidieron y estos otros Requena, 3. 28013 Madrid (España)
intrépidos navegantes. Tel.: 902 54 79 79 - Fax: 902 52 54 32
www.parador.es / e-mail: reservas@parador.es
Junto a estos mares permanece, impertérrito Llanes, que sabe ser
Textos: Miguel García Sánchez Dibujos: Fernando Aznar
capital de su concejo, desde tiempos casi olvidados, tanto que goza de
abuelos que vivieron y convivieron en cuevas y comunidades prehistóricas.

CANGAS DE ONÍS Y SU PARADOR 6

Vous aimerez peut-être aussi