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soa Las sublimes obras det aclo 349.788 Usuarios dnicos ‘SABADO 27 ENE 2007 BUE @> 243° 86% ——— raf e Nacional: Olimpo le gané a Huracén en el SUPLEMENTOS SERVICIOS TRANSFORMACIONES . Las sublimes obras del ocio jn y la actividad intelectual surgen ligadas a la des basicas y al consecuente lujo de contemplar, especular y crear. Pero desde que el cristianismo valorizé el trabajo nadie parece escapar de él. Menos en el presente, cuando el creador y el fildsofo también salen a vender su produccién en el mercado. culturalctarin.com Los manuales dedicados a la historia de las ideas e incluso a la historia del trabajo citan unas veces remanidas etimologias y otras directamente soslayan la cuestién del ocio, la cual, con todo, tiene significativas relaciones respecto del pensamiento y del trabajo. Se suele leer que la palabra latina otium que da la nuestra ocio se opone a negotium,ocupacién, compuesta de nec y cotium, esto es "no ocio" y se justifica tal oposicién alegando que con el término negotium se alude a una situacién no querida en la cual uno queda atado al trabajo manual, cualquiera que ése fuese, y, por lo tanto, no esté libre para otras actividades sublimes que requieren justamente ocio. Esta consideracién encaja en la divisién general de los saberes que se maneja desde la Roma clasica hasta el Renacimiento, entre saberes 0 artes serviles y saberes o artes liberales. Ademas, ocio y negocio no se oponen como lo privado a lo pubblico, ni, como se verd, el ocio necesariamente se identifica con una soledad inactiva. Por otra parte, la valoracién de un estado por sobre el otro se comprueba en las palabras de origen peyorativo con que se designa la actividad en el no ocio: laborare y labor originalmente significan “deslizarse" y "desliz" respectivamente; tripalium designa primero un artefacto de tres pies en el que se coloca el caballo para que sea herrado, después el potro de tortura y, a partir del siglo XII, nuestro "trabajo", término este derivado de aquél. Operari y opera, de donde “obrar" y "obra", en cambio poseen un sentido neutro; refieren cualquier tipo de actividad, desde dar una ‘dant clarin.corsuplementosfeutura!2007/01/27iu-01352184.him MITRE odo) mésinformacion Clowns, la isa interminable Eldetio sin reno de Lovecraft La misica no descansa Ala sombra de “La dolce vita” (Crear y no hacer nada encuesta éSuele salir a escuchar misica en vivo? 1,209 votantes Si siemore qv puto (768 “ No ier ecarerabaciones encase (443) eK 36 foro AAlgunos académicos protestan por ls libros de ivulgacién que ‘abaratan fa historia’ éTienen razé ‘Accién y contemplacién 48 soa ‘dant clarin.corsuplementosfeutura!2007/01/27iu-01352184.him 215 Las sublimes obras det aclo limosna hasta componer una enciclopedia. Esta desvalorizacién del mundo del trabajo, palpable en la tradicién greco romana, viene a coincidir con la biblica, segtin la cual el trabajo es visto como un castigo debido a la pérdida del paraiso. En el paraiso recuperado no habré para el hombre esfuerzo, como en la edad dorada de los mitos griegos, sino, de nuevo, ocio. De las diferentes reflexiones sobre el ocio y sus cambiantes relaciones con el mundo del pensamiento y del trabajo se bosquejara sucintamente la historia Primum vivere, deinde philosophari En el mundo clasico greco romano el ocio no es opuesto al no ocio, antes bien hay entrambos una suerte de asistencia: esta en ocio cierta clase privilegiada que tiene resuelto el no acio y puede asi dedicarse a la especulacién. Cicerén, principal propagador de la filosofia griega en Roma, dice que la caracteristica de la vida de los sabios es que, liberados de todo cuidado de las necesidades de la vida, gastan su tiempo en investigar y ensefiar el conocimiento de la naturaleza (Del supremo bien y del supremo mal V, 53). La fuente en la que abreva la tradicién clasica es Aristételes, especialmente sus afirmaciones en la obra Protréptico o Exhortacién a la filosofia de la que sdlo nos quedaron unos fragmentos, y en el comienzo del libro primero de la Metafisica, donde establece a partir de determinados criterios el surgimiento de las ciencias, y de ellas, las mas abstractas, sdlo fueron posibles una vez que se inventaron los saberes practicos que hacen a las necesidades basicas, las utilidades y los placeres del hombre, por eso, argumenta, las matematicas nacieron en Egipto, cuando los hombres estuvieron liberados y se le dio ocio a la casta sacerdotal. El término que utiliza Aristételes para "estar liberado" es en griego scholdzein que es traducido al latin por vacare, de donde proviene nuestro "vacar" y su familia: "vacante, vacacién, vacio". Tanto el verbo griego como el latino tienen significativamente la doble acepcidn de "estar liberado de" y “estar liberado para", dando cuenta asi de aquella asistencia entre el no ocio y el ocio. La palabra griega que al latin se traduce por otium es scholé. A su vez, los romanos transcriben schola, de donde nuestro "escuela", para referirse al resultado del ocio: a un cuerpo doctrinario 0 a una corriente de pensamiento. Aristotélicamente, pues, los saberes tedricos no responden a ninguna urgencia vital y en este sentido debe entenderse la inutilidad de la filosofia. Ahora bien, el ocio no lleva necesariamente a la soa Las sublimes obras det aclo dedicacién apuntada, por ello ya en Roma comienza a ser especificado. Cicerén habla de un "ocio literario" (Disputas tusculanas V, 36), para el que incluso se dispone de villas 0 casas de campo. Séneca, verdadero pensador del, digamos, tiempo libre, recoge la expresién Ciceroniana y la contrapone al ocio inactivo: "El ocio sin letras es muerte y sepultura del hombre vivo" (Cartas a Lucilio X, 82). En ocio el hombre puede alcanzar su fin propio, la felicidad intelectual, pero también, si permanece inerte, el peor de los estados. Este sentido despectivo del ocio se encuentra en refranes populares latinos: "El ocio es el origen de todos los males"; "El ocio produce los vicios"; "El ocio es la almohada del diablo". Vida activa y vida contemplativa Séneca dedica muchisimos pasajes de sus obras y hasta un tratado, que nos llegé incompleto, al ocio, e De otio. Para él la disyuntiva nunca es entre ocio y no ocio, sino entre la vida contemplativa, la propia del buen ocio, y la vida activa, entendiendo por tal la participacién politica y social. Tambign en esto la fuente mediata es Aristételes. En su tica hay dos planteos respecto de la felicidad; uno, en el libro primero, radica en la vida polttica en la cual el hombre ejercita sus virtudes gracias al saber practico que llama prudencia, y el otro, en la vida filoséfica, en ocio, en la que ejercita las virtudes intelectuales por medio de la sabiduria. De hecho, Aristételes termina privilegiando esta segunda practica como la forma mas elevada de busqueda de la felicidad. En este sentido su influencia es determinante en la concepcién de la felicidad como busqueda interior que sostienen las escuelas filosdficas helenisticas que irrumpen en Roma, el estoicismo y el epicureismo, y de las que es deudor el pensamiento de Séneca. Rinascimento, aggiornamento Los humanistas y renacentistas italianos retoman puntualmente y enriquecen estos tépicos del ocio de las especulaciones clasicas. Petrarca en De la vida solitaria alaba el ocio positive, sumandole el retiro al campo, ocasién para el estudio y la reflexién sobre los antiguos, y al que opone el ocio negativo u ociosidad que identifica con la pereza. Alberti también identifica el ocio intelectual que denomina honestisimo y que es el que asumen algunos gentiluomini para con su actividad literaria adquirir fama y beneficios, frente al ocio inactive que "siempre fue nido y cueva de los vicios (...) Del ocio nace la lascivia, de la lascivia nace el desprecio de las leyes; ‘dant clarin.corsuplementosfeutura!2007/01/27iu-01352184.him as soa Las sublimes obras det aclo de no obedecer las leyes sigue la ruina y el exterminio de las tierras" (Libros de la familia IT, 70). Un juicio parecido que culpa al ocio de la ruina del Estado se encuentra en Maquiavelo (Discursos IT, 25). El llamamiento a rehuir este ocio como enemigo de la virtud es dado por Castiglioni (Recuerdos, cap. Del rehuir el ocio). Y Landino, entre otros, dedica una obra dialogada a la disyuntiva entre vida activa y vida contemplativa, en la que se discute cual de las dos constituye el fin de la vida humana. El didlogo es un buen ejemplo del tipo de conversazione ociosa renacentista que amalgama argumentos y ejemplos de la tradicién clasica con la biblica, razonamientos de diferente indole, teolégicos, filoséficos, politicos y literarios, y que busca una conciliacién entre el ocio contemplativo y la actividad politica, dada por una vida compuesta. Con la institucionalizacién del cristianismo en Occidente se encuentra cierta valoracién del trabajo manual que es dave para entender las consideraciones sobre el trabajo y el ocio modernas. Los benedictinos, la orden creada por Benito de Norcia y principal irradiadora de la fe en la Europa medieval, combinan, fijado por sus reglas, trabajo, oracién y estudio. Aquella relacién de asistencia entre ocio y no ocio clasica es reemplazada ahora por la de complemento. El ocio, aunque inactivo, puede no ser malo en tanto es tiempo de descanso. Por ello, la escoléstica del siglo XIII, amante de las distinciones sutiles, se ve necesitada de especificar atin ms el ocio: el reposo, la reparacién fisica del esfuerzo hecho en el trabajo; el deleite o distraccién, con el que se aleja el estado de tristeza que también produce el trabajo; el liberal, el que se dedica a las artes liberales; el pingie, el que recoge los beneficios de la contemplacién de la vida religiosa, ademas de la condenable pereza La universidad medieval puede ser vista como un refugio en el que se plasma el ocio y la consecuente vida contemplativa abogada por Aristételes y con una impronta de comunién entre profesores y alumnos, mas termina recluyéndose ante los cambios sociales respecto de los cuales tarda en adaptarse. E! oficio de maestro comienza a profesionalizarse. E! intelectual entra en la modernidad trabajando. En su ocio, ahora tiempo de trabajo personal, debe producir un producto que necesita vender en el mundo del negocio. A la par, otro ocio, ya incipiente en la Edad Media, se identifica con el descanso, vacaciones, distracciones respecto del no ocio, que se presupone agotador (borré "enajenante"). El negocio es ahora el que regula el ocio, estipula el tiempo de reposo, crea incluso un “ocio" forzoso 0 desocupacién y considera a aquellas preguntas y aquella busqueda propias de un ‘dant clarin.corsuplementosfeutura!2007/01/27iu-01352184.him ais soa Las sublimes obras det aclo ‘ocio genuino como algo exético y hasta quizds util: en un aviso publicado aqui en Buenos Aires el afio pasado una empresa solicitaba "filésofo o diletante" (sic) para dar charlas a sus empleados. ‘Ayuda | Ediciones Anteriores | Versién Palm Noticias gratis en su sitio- RSS ESI | Clarin.com pégina de inicio Copyright 1996-2007 Clarin.com - All rights reserved Directore Emnestina Herrera de Noble | Normas de confidencialidad y privacidad Diatio Olé | Diario La Razén | Cudad Internet | Biblioteca Digital | Publicidad Grupo Clarin ‘dant clarin.corsuplementosfeutura!2007/01/27iu-01352184.him 5s

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