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Penny Lernoux
Semana 27 del Tiempo
Ordinario
Testigos y testimonios de all y de aqu
+ Penny Lernoux: Penny era una defensora de la vida, de la
gente, en Amrica Latina. Periodista norteamericana, casada y
madre de una nia.
Muri de cncer, 8 de Octubre de 1989 en Colombia, joven
an, a los 49 aos, de los cuales 25 estuvieron dedicados a su
profesin, que ejerci de manera comprometida con el proyecto
de Jess, en defensa de los empobrecidos de Amrica Latina.
Vivi mucho tiempo en Colombia y lleg a ser una
especialista en Iglesia catlica latinoamericana. Identificada con
la Iglesia fue profeta tanto en el interior de la institucin,
denunciando la manera como a veces se convierte en cmplice
con el sistema que oprime a los pueblos, como hacia en el exterior
denunciando tantas agresiones contra la vida en tantas partes. Se
apoy en la misma Iglesia para realizar la fascinante aventura de
seguir al hombre de Nazareth en este rincn del mundo.
Fue durante muchos aos la corresponsal del National
Catholic Reporter en Amrica Latina, adems de escribir para
otras publicaciones.
Fruto de su investigacin es el libro El Grito del Pueblo,
que escribe despus de la reunin del CELAM en Puebla y donde
denuncia el papel que le cabe a Estados Unidos en la injusticia
que sufren los pueblos pobres de Amrica Latina (El Salvador,
Nicaragua...) Despus escribe Pueblo de Dios, con el mismo
trasfondo proftico y Los Bancos en que Confiamos, sobre la
perversidad del sistema bancario internacional, que sume en la
miseria al Tercer Mundo. Graduada en la Universidad de
California del Sur, escribe para importantes publicaciones y
agencias informativas de Estados Unidos.
Consciente de la gravedad de su estado, confiesa: Me siento
como quien va camino abajo dando un nuevo paso. No es miedo a
la muerte, porque los pobres de Latinoamrica, con su coraje, me
han enseado una teologa de la vida que, por la solidaridad y
nuestra lucha comn, trasciende la muerte, dice Penny, entre
otras reflexiones. Era una gran periodista y una gran amiga
-afirma el cardenal de San Pablo, don Pablo E. Arns-. A su muerte,
ms de doscientas religiosas de Maryknoll asistieron a sus
Reflexin