Vous êtes sur la page 1sur 61
INDICE IWTRODUCCIO! 1 CAPITULO PRIMERO: LA DEPENDENCIA TECNOLOGICA, LA ACUMULACION DE CAPITAL Y EL DESARROLLO DE LAS FUERZAS " PRODUCTIVAS EN LA ARGENTINA, 1. Imperiatismo y dependencia teenolbgica 2B I. Acumutaci6n de capital y desarrollo de las fuerzas productivas 22 HI, Acumulacién de capital y evolucién de Ja tasa de ganancia 33 IV. Acumulacién interna de capital & inversiones extranjeras 41 V. Conclusiones 54 Notas 62 CAPITULO SEGUNDO: ETAPAS DE LA ACUMULACION DE CAPITAL, ALIAN- ZAS DE CLASES Y ORIENTACIONES OBRERAS or A. Etapa de acumulacién basada en la extraccton de plusvatia absoluta 8 ‘Acumulaci6n y alianza de clases dominantes 75 I Acumutacién y mercado de trabajo industrial 91 B. Etapa de aeumulacién basada en lu ampliacion del mereado interno 95 1. Papel del ejéreito en Ia consolidacién de la nueva alianza de clases 100 Il. Definicién de aliados y enemigos 108 Notas 122 CAPITULO TERCERO: ETAPA DE ACUMULACION BASADA EN LA EXTRAC- CION DE PLUSVALIA RELATIVA 1, —_Estructuraci6n de una nueva alianza de clases Tl. Tipo de acumulacién y mercado de trabajo II. Autonomia y heteronomia de las orientaciones obreras Notas 127 127 141 163 184 INTRODUCCION* En este libro nos proponemos abordar el andlisis de los procesos sociales mis significativos de los Gltimos tiem- pos -y, en particular, el peronismo— a partir de un enfoque’ que privilegia la importancia de lo que en teo- ria marxista es conocido como fenémenos de infraes- tructura, Se intentard ver cOmo las sucesivas etapas de acumulaci6n por las que pasa el capital industrial local, configuran determinados intereses de clase y_permiten 0 no- que éstos cristalicen en alianzas de clase en el poder, al crear Ias condiciones para que un tipo de poli- tica econ6mica sea no sélo posible sino, ademas, Ia més adecuada para la realizaciOn de estos intereses. Se busca, entonces, deiectar a nivel infraestructural, Jas lamadas jones objetivas” para que determinadas orienta ciones politicas (tanto de la clase obrera como de los distintos sectores de la burguesfa) sean posibles. Con esto no protendemos sumamos al campo de los que sox tienen que los fenémenos superestructurales no son més que un mero apéndice de Ia evolucién econémica, y que esperan que las condiciones objetivas, por el solo hecho de existir, traigan aparejado un proceso revolucionario. Solo queremos enfatizar que para In elaboracién de una politica revolucionaria se hace totalmente indispensable conocer y explicar la evolucién de la lucha de clases en nuestro pais, y que ello no es posible si no se tiene en cuenta el contexto en el cual dicha lucha se traba, Bate libro forma parte de una tesis de Doctorado de Tercer Cielo realizada en Ecole Pratique des Hautes Etudes, Sorbonne, Paris, que ha sido gentllmente dinglda por el Profesor Alain ‘Touralne ® Acumulacién y lucha de clases Por ello, al analizar las etapas de la acumulacién a nivel local,’ veremos que cada una de ellas supone una determinada forma de sometimiento del trabajo al capi. tal, y por lo tanto en cada una de ellas un cierto tipo de enfrentamiento de intereses de clase adquiere el ca acter de prioritario. Si bien Ia contradiccién fundamen- tal del sistema -o sea la especificamente capitalista— esté siempre presente, el nivel que aleanza y el grado en que se encuentra generalizada a nivel social condicionan el tipo de contradiccién de intereses que en cada coyun- tura hist6rica aparece jugando el papel principal. Se veri también que para que esta contradicciOn fundamental pase a jugar el rol principal seré necesario pasar de un sometimiento virtual del trabajo al capital, a un some. ‘timiento real, es deci a una generalizacién social del modo de produccién capitalista En sintesis, nuestro objetivo central seré detectar en cada etapa de la acumulacién “la relacién de fuerzas sociales estrechamente ligadas a Ia estructura, indepen- dientes de la volntad de los hombres y que puede ser medida con los sistemas de las ciencias exactas 0 fisi- eas”, que permite “estudiar si existen en Ia sociedad los condiciones necesarias y suficientes para su transforme- ci6n, 0 sea, permite controlar el grado de realismo y de posibilidades de realizacin de las diversas ideologfas que hacieron en ella misma, en el terreno de las contradic. ciones que gener6 durante su desarrollo.”? Pretendemos, entonces, mantenernos en Jo que Gramsci considera e] primer momento en el anilisis de Jn relacién entre las distintas fuerzas sociales. Evidente- mente esto supone una limitacién del trabajo, puesto que un andlisis exhaustivo de Ia evolucién de lo hucha de clases en nuestro pais exigirfa pasar por Jos otros dos niveles de andlisis: el de la relaciOn de las fuerzas polt ticas ~es decir, el estudio del grado de homogeneidad, ‘utoconciencia y organizacién aleanzado por las distintas clases sociales y e] de la relacién de las fuerzas milita- es, 0 de las formas politico-militares que asume en la soem ont Introdueeién ° actualidad el enfrentamiento antagénico entre burguesta y proletariado. Pero dada la complejidad de} tema y ‘nuestras limitaciones personales, nos es imposible abor- dar este estudio en todos sus niveles. Sélo podemos li mitarnos —por el momento al andlisis del primer mo- ‘mento en la relacién entre las distintas fuerzas sociales. Por ello, es necesario recalear que desde esta perspectiva fas alianzas de clase, se refieren a la existencia objetiva de un bloque de fuerzas sociales en el poder y no al proceso de formacién de dichas alianzas en términos de comportamientos conscientes y organizados, es decir a partir de In evoluci6n de Jos partidos politicos. Nos cen- traremos pues en el estudio de las condiciones estructu- rales que posibilitan que un determinado conjunto de clases (0 fracciones de clase), pueda implementar desde fl poder (0 sea utilizando los mecanismos del estado), tun conjunto de politicas econémicas que las beneficie en primera instancia, Lo mismo podemos decir respecto de las orientaciones ideoldgicas que analizamos; nuestro interés fundamental es ver por qué surgen y cules son las condiciones que tas posibilitan. Dejamos para un futuro inmediato el andliss de la expresién consciente y orga nizada de Jas mismas. Se advierte entonces que nuestro trabajo se inserta dentro del frea de problemas referidos a Ia forma en que se articulan, en todo modo de produccién, Ia infra- estructura y la superestructura, Le teorfa marxista define al modo de produce’ como uns, uni estuctral jeja en Ja cual se articulan diversas instancias 0 ica. Cada una de ellas tiene su propia especificidad y autonomia relativa, pero le forma en que se inserten en Ia estructura global, seri determinada en Gltima instancia ppor la instancia econémica. De ella dependeri cuél ha de ser Ja instancia dominante en cada modo de produc- cion. Lo caracteristico del modo de produccién capite- lista es que su nivel dominante es el especificamente econémico y que su contradiccién principal residiré en- 10 Acumulacién y lucha de clases tre el desarrollo de las fuerzas productivas y un cierto tipo de relaciones de produccién, Pero en Ja medida en que un modo de produccién es ‘una construccién conceptual {abstracta} no se puede pre- tender encontrarlo en estado puro en la realidad social [concreta}. Esta dltima se caracterizardi por la coexisten- sia de diversos modos de produccién entre los cuales, sin embargo, siempre habré uno que predomine y que subordine “al conjunto. Esta totalidad seri designada, dentro de Ja teoria marxista, con el concepto de forma. sion social. Entonces, lo que caracterizaré a una for- macién social seri la coexistencia de diversos tipos de contradicciones entre las. cuales habré una que ser fun- damental, porque si existencia y desarrollo actuars so- bre las demas contradicciones y determinaré su desenvol vimiento. En otros términos, Ta contradiecién que apa- rezca jugando el rol principal en una coyuntura historica doterminada estaré condicionada por el grado de desarro- To de la contradiccién fundamental del sistema y por el nivel en que esta Gltima se ha generalizado en la socie- dad, Dentro de esta perspectiva general, nuestro anilisis supone un intento de detectar, a través de la evolucién del proceso de acumulacién de capital en la formacion social argentina, las formas en que: se articula la contra- diceién fundamental del modo de_produecién capitalista y Ia forma en que ésta se especifica dada su insercion fen una estructura de relaciones de dependencia. Intere- sari entonces ver cémo la légiea de 1a acumulacién in- terna de capital se inserta en la légica de la acumulacién {Se Tos paises mis desarrollados, y cOmo ambos procesos influyen en la configuracién y articulacién de os inte- reses de clase de cada perfodo analizado. Esto no im plica desconocer que en la Argentina coexisten distintos ‘modos de produccién y por lo tanto distintos tipos de contradicciones. Simplemente se ha querido limitar el rea de nuestro anilisis al ee que parece central para la comprensién de la lucha de clase en el momento actual. Introduccion ” Por Gitimo, es necesario seialar una cuestion metodo- logica. propia ‘al enfoque que proponemos: ta necesidad de centrar el estudio de los fendmenos de infraestruc- tura en Ta instancia de la producci6n. ‘Asi como todo modo de produccién esté constituido por distintos niveles 0 pricticas que se resumen en las instancias infraestructural y supraestructural, si se analiza especificamente a la infraestructura, se advierte que tam- bign estard constituida por distintas pricticas derivadas de Ia actividad econémica: produccion, cambio, distri bucion y consumo. Es sabido que Ia’ polémica entre Marx y la economia burguesa de su época giro en torno a Ta necesidad de remplazar el anilisis de ta produccién bbasado en las relaciones individuales, por un andlisis de la produccién centrado en la existencia de clases socia- Jes, Dicho de otro modo, el remplazo de un anilisis basado en las relaciones de cambio, por otro basado en Jas relaciones sociales de produccién. Asf, Marx demues- ‘ra cémo los mecanismos del mercado muestran s6lo la apariencia de los fendmenos y ocultan su causa real. Si se analiza lo especifico del modo de produccién capita: lista, o sea la tasa de ganancias, a partir de las relacio- nes de cambio s6lo se percibe un intercambio de equiva- lentes, pero si se la enfoca a partir de las relaciones de produccién se advierte que, por el contrario, es un inter- cambio de mercancias no equivalentes. Se explica asf donde se genera esta ganancia, Podria pensarse que la transicién de la esfera del in- tercambio a la esfera de las relaciones de produccién es un pasaje del reino de las apariencias al de la realidad. Esto no quiere decir que el inlercambio sea un proves aparente carente de realidad objetiva. Por el contrario, lo que se quiere sefialar es que se trata de un proceso objetivo que tiene como una de sus caracterfsticas espe- cfficas el dar origen a una serie de ifusiones, es decir, dar base a toda una superestructura ideolégica* (las no- ciones jurfdicas de trabajador y capitalista, de igualdad de oportunidades y de igualdad de cambio, etc.) R ‘Acamulacion y lucha de elases Pareceria que esto surge porque al pasar del andlisis, del proceso de cambio al anilisis del proceso de pro- duccién, se pasa del anilisis de las relaciones sociales a nivel individual, al anélisis de las mismas relaciones so- ciales pero a nivel de las clases sociales?. Es este cambio de terreno el que permitiria escapar en cierto modo de Ja subjetividad de los actores sociales y por lo tanto del dominio de Ia ideologia, e intentar el anilisis de dichos pprocesos con un mayor grado de objetividad. Notas 1 Gramsci, Ax Moras sobre Maquiavelo, sobre la politica sobre el estado maderno, Lautaro, Buenos Aires, 1962. 2 Geras, N,, “Essence and appearence: aspects of fetichism in Marx's capital”, en New Left Review, n® 65, febrero do 1971 i CAPITULO PRIMERO LA DEPENDENCIA TECNOLOGICA, LA ACUMULA- CION DE CAPITAL Y EL DESARROLLO DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS EN LA ARGENTINA, 1. Imperialismo y dependencia teenolégica En Ia literatura corriente, generalmente se explican las ‘ificultades de le industrializacion latinoamericana, y pa a el caso especifico que tratamos, argentina, a partir del caricter “periférico” del continente, vinculéndose es- 10 titimo a fendmenos tales como el deterioro de los ‘términos del intercambio, el atraso de la agricultura, ete. Sin embargo, tanto el término “periférico” como Ia pa Jabra “dependencia”, designan la existencia de uno patti cular relaci6n de dominacién, de una asimetria de poder en las relaciones entre distintos actores (en este caso: ef ppais central y el periférico). Esta relacién puede ser ana- lizada desde dos puntos de vista distintos pero comple- mentarios: por un lado, poniendo énfasis en tos fenéme- nos estructurales que Mevan al pais central a dominar y que le permiten mantener su dominacién, Bs aqui donde se ubica, dentro de Ia teoria marxista, el anélisis del fenomeno imperialista. Por el otro lado, enfatizando las consecuencias de la dominacién sobre los paises domina- dos. Es aqui donde so ubica el andlisis do Ta. dependen- cia econdmica, Se advierte entonces que este ltimo tér- mino no es un concepto que se diferencie nominalmente del concepto més general de imperialismo. Su valor resi de en el hecho de que apunta a ia manifestacién con- creta de dicho fenémeno en el pats, 0 paises, sometidos a la relaci6n de dominacién, Por ello todo intento de P explicacién de las formas que asume ia dependencia ne “4 Acumulacién y lucha de clases cesariamente deberi remitirse a la explicacién de tas for- ‘mas que asume Ja expansién imperialista, y por lo tanto 4 Jos procesos estructurales que le dan origen. Sin pretender profundizar el tema, quisiéramos seftalar que dentro de Ja teorfa marxista la explicacién del fen6- meno imperialista no debe centrarse exclusivamente en Jos fen6menos que afectan a las relaciones de cambio en el modo de produccién capitalists. Por el contrario, di- cha explicaciOn deberé privilegiar el nivel de las relacio- nes de produccién, buscando en el mismo los determi- nantes en Gltima instancia, tanto del imperialismo como de las formas que el mismo asume. Esto es ast porque: a)es en la esfera de Ia produccién y no én la del cam- bio, donde se encuentran las leyes que rigen a la ding ‘mica interna del sistema; b)una de las caracteristicas que hacen al nivel de las relaciones de produccién es ue en él, Ia unidad: de andlisis son las clases sociales, mientras que-lo propio a la esfera del intereambio, es el enfoque de los procesos sociales en términos individua- Jes. Por ello, el pasoje de un nivel a otro en la explica- cién de Jos fenémenos sociales, permitiria trascender la Subjetividad de los actores y encarar el andlsis en térmi- nos de comportamientos esiructurales. Es sabido que lo que caracteriza a Ia estructura del modo de produccién capitalista es la articulacién entre dos relaciones 0 formas de combinacién de los elemen- tos del trabajo: la produccién social y Ia apropiacién vada. Mas concretamente, el modo de produccién ca- pitalista” supone dos relaciones entre os elementos. del trabajo (instrumentos de trabajo, producto, trabajador, xno trabajador). Una relaci6n de propiedad —en este caso propiedad privada de los medios de produccién— y una relacion de apropiacién material 0 de Ia naturaleza en este caso produccién social. Estas dos relaciones quedan expresadas en el proceso de produccién, tanto en Ia fun- ¢ién del capitalista como en Ia del trabajador?. En el primer caso, el capitalista es explotador de la fuerza de ‘trabajo y organizador de la producci6n. En el segundo, La dependencia teenolégica Is el trabajador esti separado de los medios de produ y de la capacidad de poner a los mismos en movimien- to. La articulacion entre estas dos relaciones no es otra cosa que el proceso de acumulacion de capital, y la forma en que se expresa dicho articulacién contradicto- ria es a través de Ia ley de la tendencia descendente de Ja tasa de ginancia, En sintesis, Ja dinémica del sistema se expresard en Ja contradiccién entre el incremento de Ja masa global de ganancia y la disminucién de la tasa de gonancia, Hite hipétess de Marc fue rtomada en Ja polémjca de principics de siglo sobre In expansién imperialista, principalmente por Hilferding y Lenin, quienes vefan en Ja ley de acumulacién y en la tendencia descendente de Ja tasa de ganancia la causa principal de la expansién imperialist, una vez que el capitalismo fega a la etapa de los monopolios financieros. Sin embargo los aportes tedticos més relevantes dentro de la teorfa marxista de Jos ‘iltimos tiempos tienden a negar explicita o implfci tamente esta interpretacién del imperialismo y enfatizan sobre todo In necesidad de centrar el andlisis en la evo- Iucién del comercio mundial para explicar las nuevas formas que asume la expansién imperialista?. Esto con- Gucirfa en dltima instancia a la negacién de las leyes ‘que segin Marx igen el modo de produccién capitalista, ¥en el caso especifico de la Jey de la tendencia descen- dente de In tasa de ganancia, a su reemplazo —sin dema- siada fundamentacion— por su contrario: una tendencia ascendente de los beneficios obtenidos. ‘Ahora bien, nos parece que lejos de negar la explica- con clésica del imperialismo Iss nuevas formas que éste asume sefialan la vigencia de las leyes propias al modo de produccién capitalists. Veamos esto un poco mis de cerca, En primer lugar, es nocesario distinguir la expansién imperialista del fenémeno colonial. Si bien ambos apun- tan a una relacién entre dos paises o regiones que impli: ca Ja creacién de superganancias en beneficio de uno de 16 Acumulacién y lucha de clases ellos a partir de ta explotacion del otro, entre ambas formas de expansion median todas las diferencias que existen entre una etapa primitiva del desarrollo capita- lista y la etapa més avanzada de la técnica industrial de produecién en gran escala y de Ia integracion de las finanzas @ la industria, En sintesis, el pesaje de una etapa en Ia que la unidad econémica es Ia empresa indi- vidual relativamente pequena a otra donde dicha unidad serin Jos grandes monopolios. La caracteristica principal del mercantilismo era el comercio reglamentado entre la colonia y Ia metrépoli de forma tal que sus. términos, eran siempre favorables a la segunda y desfavorables para th primera, Si bien se realizaban inversiones en la colo- nia, su papel era netamente secundatio, ejerciéndose la explotaci6n esencialmente a través del comercio. El im- perialismo también supone este tipo de explotacién co- mercial, pero lo que lo distingue del primer caso y que por Jo tanto pasa a ser su caracteristica fundamental es Ja exportacion de capitates, es decir, la exportacién de valor destinada a crear plusvalfa en’ otras regiones del mundo no necesariamente incorporadas al modo de pro- Guccién capitalista, En otros términos, In inversion de capital en las regiones econbmicamente'dependientes. El pasaje de una etapa a otra ha sido explicado, a partir de Jk evolucién de ia acumulacién de capital y' de las con- tradicciones que ésta engendra en los paises més desarro- Undos?. Este mismo proceso explicarfa el cambio actual en Ia forma de expansion imperialista, Nuestra hipOtesis més general es que estamos en pre- sencia de_una nueva etapa imperialista caracterizada por tun cambio en Ia composicién y orientaci6n de la expor- taoién de capital, que es vonsecuencia del alto nivel ak canzado en la tasa de acumulacion de los paises. mis desarrollados (y en particular Ia de los EEUU, pats que ejerce el rol hegeménico dentro del bloque capitalisia) y que traduce Ia vigencia de las leyes que rigen la dindmi- ca interna del modo de produccién capitalista, Estos cambios en la composicién y orientaci6n de la exporta- y pasaron de 2.721 millones de d6lares en 1943 ¥ ic ‘ta dependencia tecnolézica ” cin de capital residen en una preeminencia de la expor- tacién de tecnologia (definida en este contexto no sélo como exportacién de bienes de capital sino ademés y fesencialmente como exportacién de servicios técnicos, patentes, royalties, Know-hows, ete.) que se orienta hacia fh explotacion del sector manufacturero, sobre In expor- tacion de capital dinero orientada hacia la extraccién de materias primas. Esto supone que la forma principal que hoy asume a dependencia econémica, es la dependencia tecnol6gica. La Iégica contrapartida ‘de una expansién imperialista basada en la exportacién de tecnologia, sera entonces un desarrollo creciente de la industrializacion en los pafses dominados, pero de una industrializacién basada en la importacién creciente de bienes de capital y de tecnologia extranjera. _ ‘Ahora bien, este cambio en el tipo de expansién im- perialista no quiere decir que desaparezca el tipo de ex- portacién de capital que caracterizaba a la primera fase, como tampoco habia desaparecido la exportacién de mer- cancfas, cuando Lenin describia la etapa imperialista de su époce. Estas tres formas de bisqueda de solucién externa a las contradicciones del sistema, coexisten, aun- que de acuerdo al nivel aleanzado por la acumulacién de capital en el pafs imperialista, hay una de ellas que apa- “ rece siendo central para aumentar el ritmo de ta acumu- lacion, Ademés, estas fases por Tas que pasa el imperia- lismo estén relacionadas con un incremento en el grado de concentracién y centralizacién de los capitales. Se pasa entonces de una etapa en la cual Ia unidad de produccién caracterfstica son los monopolios financieros, tal como los describe Lenin, a otra donde la unidad econémica caracteristica serdn’Ias empresas multinaciona- kes y los conglomerados, {Pero cémo se manifiesta esta nueva forma de expansion imperialisa en nuestro continente? Es sabido que Ins inversiones norteamericanas en América Latina 8.200 millones en 19614. Ademés si se consideran las inversio- 1B Acumulacion y lucha de clases xnes norteamericanas directas por sector de la economia, se tiene que mientras que en 1929 el 22% de dichas inversiones se realizaba en el sector minero, el 20.1% en petréleo y s6lo el 6.3% en Ia industria, en 1960 dichos poreentajes eran de 15.3% para la minerfa, 37.8% para el petréleo y 19.3% pata Ia industria manufacturesa; y ya en 1967 las inversiones norteamericanas en el sector ‘inero han descendido al 13.8% del total de inversiones, en el petrbleo representan s6lo el 29.4% y en el sector ‘manufacturero han alcanzado Ia cifia record del 30% del total de las inversiones directas norteamericanas®, Por otra parte, entre 1955 y 1964 las ventas de las ‘empresas norteamericanas ( sus filiales) situadas en el xtranjero, aumentaron en un 170% mientras que el cre- cimiento dentro del tertitorio norteamericano fue del 50%8. La expansién del capital norteamericano en Amé- ica Latina, asume casi exclusivamente la forma del cor glomerado, siendo dicha expansion en nuestro continente tan grande como en Jos propios EEUU. El conglomerado intenta lograr Ta estabilidad a través de la diversificacién funcional y geogrifica, basindose en el principio de la inversion en miltiples sectores con un mfnimo de inter- telaci6n, para poder asf reducir el coeficiente do riesgo, En la medida en que ésta es Ia forma principal que asume la concentracién de capital en este continente, se puede deducir que ol grado de concentracién del sector de ta economia latinoamericano formado por las filiales de empresas americanas, es mayor que el observado en tos EEUU. En efecto, “en este dtimo pafs, en 1962 las 1000 empresas manufactureras mayores controlaban tres, Cuartas partes de Ins ventas totales, En América Latins, ya en 1950, 300 flies de empresas norteamericanas respondian por 90% de las inversiones realizadas por las empresas norteamericanas en la regi6n"?, Paralelamente a este crecimiento de las inversiones ex- ‘tanjeras en la industria, el porcentaje de mano de obra Ccupada en el sector industrial de los respectivos paises latinoamericanos, no crece a lo largo de tiempo, llegan- ‘La dependencia teenologica 9 do icse amin. En os dos pate ot oe jializados de la regidn (Brasil y Argentina) di on se mantiene invariable desde 1925 hasta 19608, Esto arroja cierta luz sobre el tipo de industrializacién gue se lleva a cabo en nuestro continente. A diferencia de Ia realizada en los paises que hoy son desarrollados, ‘esta industrializacién comienza siendo altamente inten- siva en capital, respondiendo, en Ix gran mayoria de los casos, a necesidades que no’ se derivan del nivel alcan- zado"por Ia acumulscién interna de capital. La logica contrapartida de este fen6meno a nivel del mercado de ‘trabajo, es Ia ereacién de una desocupecién y una mar ginalidad crecientes, por encima de las necesidades me- dias de 1a acumulaci6n, Ya vesemos un poco més ade- Jante, cémo se manifiestan estos procesos en el caso ticular de 1a Argentina, pero, i9He Tcasén ote ete ete fenmeno de J dependencia tecnolégica, y las nuevas formas que adopta el Mujo de capital dinero desde y hacia tos EE.UU.? {Cémo se relaciona la importancia que nosotros atri- Duimos a In ley de acumulacién de capital y a su corre- Jato, Ia tendencia descendente de la tasa de ganancia, en 1h explicaci6n de los cambios en la forma de expansién imperialista, con la controvertida alteracién en los flujos de capital norteamericano? — Como es sabido, una de las ccracteristicas de In época actual es la tendencin a la igualaciOn creciente entre las salidas y las entradas de capital en los Estados Unidos. En el flujo de dinero ente este pafs y el resto de los del rea capitaista, las entradas de capital a los EE,UU,, Uegan a veces @ superar las salidas. Por otra parte, esta relacién entre las entradas y salidas del cap tal americano, es afin més significative en el caso de América Latina, pues la contribucién de capital en for mas de inversiones ditectas de la metrOpoli imperialista es crecientemente negativa, mientras que el drenaje de capital desde América Latina es cada vez mayor®. Un intento de explicacién de este fendmeno de cre- o Acumulacion y lucha de elases ciente importacién de capital dinero del resto del mundo hacia los BE.UU., residirfa en el propio proceso de acumulacién. El alto nivel alcanzado en el mismo darfa lugar a una revolucién constante de la tecnologia y de In ciencia, En In medida en que lo competencia sigue rigiendo el intereambio capitalista®, Ta inversién reciente en tecnologia y ciencia a fin de garantizar el desarrollo de la produceién, pasa a ser el elemento deci- sivo que permite a las grandes empresas sobrevivir a la competencia y mantenerse en el mercado. Esta necesidad de incrementar las inversiones en Ia tecnologla y en la ciencia indispensables para mantener el ritmo de acumu- lacién, y gurantizar Ia dominacién tecnol6gica sobre el resto ‘del bloque capitalista, proveen al sistema norte- americano de un nuevo campo de inversion de dinero, De ahi la importacién creciente del mismo desde las ‘tras éreas del mundo. Evidentemente éste no es el {inico factor que explicarfe Ia importancia de Ia inver- sion en ciencia y tecnologia, Como bien se sabe existen otros factores. también fundamentales, tales como las necesidades militares del sistema. Hemos querido simple- mente destacar aquel que esté intimamente relacionado con las necesidades de la acumulacién de capital Por iiltimo, y siempre dentro de Ia misma linea de razonamiento, Ja existencia de una relacién diferencia) de Jos flujos de capital norteamericano entre los paises mis desarrollados y los subdesarrollados, pondrfa de ma nifiesto Ia existencia de composiciones orgénicas del capital diferentes, y por ende, de distintos niveles, en Ia, ta8a de ganancia obtenible en’ las diversas regiones. Ast, Ja escasa inversién directa de capital norteamericano en ‘América Latina’ y ta importancia enorme de las salidas de ‘dicho capital desce la regi6n, pondrfan en evidencia la alta tasa de beneficio que se obtiene en este continente Y que permitirfa, con un escaso monto de inversiones, irectas, Ia multiplicacion de las solidas de capital. Si bien puede pensarse que las inversiones directas son’ re- emplazadas por las inversiones de las empresas norte- \ iia dependencia leenoligica a americanas ya instaladas en el continente, y que ello texplicarfa ei escaso monto de inversiones directas norte- americanas en este continente, el mismo razonamiento es vilido para 1os pafses capitalistas més desarrollados, por Jo que no permitiria explicar In diferencia de monto entre los inversiones directas y los beneficios repatriados. En cambio, el alto nivel alcanzado por Ia composicién orgénica del capital de 10s paises més desarrollados, y por ende la menor tasa de beneficios obtenible en ellos, explicarfa que en ellos las inversiones directas norte: americanas sean mayores que en Américe Latina y que sin embargo los beneficios repatriados sean menores. Por cierto, podrian existir otros factores que expli- caran la tendencia a invertir mas capital norteamericano fen los paises europeos que en los latinoamericanos, como por ejemplo, la estabilidad politica de los mismos que asegura un menor riesgo al capital invertido. Sélo hhemos querido destacar el que nos parece de mayor re- levancia para comprender la nueva expansi6n imperia- lista. Ahora bien, jeémo incide este fenémeno més general de la dependencia tecnolégica sobre la economia de nuestros patses? ‘A grandes rasgos se puede decir que este fenémeno tiene dos consecuencias. A nivel de las relaciones de cambio, éste se expresaré en las crisis recurrentes de la balanza’ de pagos que se producen por la incapacidad de financiar .a partir de las exportaciones de materias primas, el desenfrenado crecimiento de as importaciones de tecnologia extranjera. Esto no sélo se explica por el Hecho de que el tipo de induatralincion que oe tela tiende a aumentar aceleradamente la importaci Diener de cpialallsmenteTeenléicon” sno bsca mente por la existencia del fenémeno del deterioro de los términos del intercambio, producto a su vez de la existencia de tasas de composicién orgénica del capital esenciaimente distintas (entre los paises desarrollados y Jos subdesarrollados), Por otra parte, y ahora a nivel de fas reluciones de produccién, el fendmeno de Ia depen- 2 Acumulacién y lucha de clases dencia tecnologica, se traduciré en una tendencia a desaparicsn de la’ burguesla indistril nacional, por s asociacion creciente con el capital extranjero. La inver- si6n de dicho capital en Ios sectores més dinémicos de ‘a industria y el correlativo incremento de importacion de tecnologia avanzada, tiene como légiea contrapartida |a absoreion creciente det capital industrial nacional por el capital extranjero, Dado que nuestra preocupacion central, reside en el estudio de Ia evolucién de 1a acumulacién de capital y de los intereses de clase en Ia Argentina, nuestro andlisis enfocaré el fenémeno de la dependencia tecnolégiea desde el éngulo de las relacioties de produccién. Por ello en lo que sigue de este capitulo, trataremos de detectar 4a forma en que Ia légica de Ia acumulacién interna de capital se inserta en el nuevo tipo de expansién imperia- lista, y en los capitulos siguientes, veremos cémo estos dos procesos inciden sobre ia configuracion de Jos inte- reses de clase y su modo de enfrentamiento, en cada etapa de In acumulacién, ML. Asuctin de eid y dewroto deb are productivas : En este acépite nos centraremos en el anilisis del caso argentino, y en particular en el desarrollo de la acumula- cin de capital en la industria durante el periodo que va, de 1930 a 1966, En general puede decirse que hasta 1930, el desarro- lo de la industria argentina acompano y hasta apoyo la expansi6n general de la economia, pero no llegé a diri- Birla, es decir no logré jugar un rol dinimico, Este creci- ‘miento industrial se bas6 principalmente en la expansion de ‘as exportaciones y de Ia demanda interna. Durante todo este periodo entonces, el crecimiento de las expor- taciones agricolo-gnnaderas y la irmigracién de capital y trabajo extranjero, son los factores que se encuentran en ‘a dependencia tecnologica 23 ‘ a base de Ia expansién argentina. La sencilla estructura del sector manufacturero se evidencia por el hecho de que as ramas alimenticia, vestido, madera y curtiembre reptesentaban el 66% de todo el valor agregado en la industria en el periodo 1900-1904, y e} 51% entre 1925-29, Por otra parte, entre 1900-1904 las importaciones de bienes de consumo representaban el 13% del consumo total y las importaciones de méquinas y equipos lege ban al 46% de la inversién total en este rubro, mientras que entre 1925-29 las cifras eran respectivamente de] 13 Fy del 35% respectivamente, Por iltimo, del conjunto de las importaciones totales en ambos perfodos, la mayor proporcién corresponde a las inversiones en’ bienes de consumo no durables, La crisis del 30 representa para nuestro pafs el comienzo de un nuevo perfodo donde la industria ser el elemento dinimico de la expansién econémica La cafda brusca de los precios agricolas, producto del dete- rior de los términos del intercambio, afect6 negativae mente al sector agropecuario. La implantacién del con- trol de cambios y la depreciacion de la moneda, prote- gieron a la industria local causando un traslado de in- gresos del sector agricola al industrial, que sumado a luna serie de factores de tipo politico que trataremos en otros capitulos, mare6 el comienzo de una nueva actitud hacia Ia industrializacién. Uno de los rasgos distintivos de esta industralizacion es que descansa esencialmente en la sustituciOn de importaciones. Se estima que el 90% del crecimiento de Ia manufactura en ese periodo, se explica por la reduccién del eaeficiente de imports: ion en la oferta total de productos manufactureros argentinos. Por otra parte, la importacion de mercade- ras, que en 1925-29 representaban cerca del 25% del producto bruto interno, Megan en 1957-1961 a represen- far escasamente el 8% del mismo 12, ‘Ahora bien, si se quiere tener una idea més acabada del tipo de industrilizacion que se realiza en nuestro pais a partir de la década del 30, serd necesario tener ea Acumulacién y lucha de clases fen cuenta Ia evolucion dé ta estructura interna de Ia industria y su relucion con la expansién de la acumula cién de capital En efecto, durante el perfodo comprendido entre 1925:1929 y 1948-1950 dos rames industriates: al: mentos y bebidas y textiles, representaron el 45% de la expansién de la produccién industrial neta, mientras que todo el sector metalirgico (es decir la suma de Ins Tamas: metales, vehfculos y maquinarias, y artefactos eléctricos) proporcioné solamente e} 22% de dicha expansi6n. Ademis, en el periodo 1948-50/1959-61, el Sector metalingico constituye el $7% de Ia expansién ‘del sector industrial, mientras que el alimenticio y el textil da lugar solamente al 9% de dicha expansi6n 3, Por otra parte, tomando en consideracién el esfuerzo de sustitucién de importaciones realizado por Ia indus. ‘tia durante todo el perfodo, se advierte que durante Ia etapa anterior a 1948-1950, la parte més importante de icha sustitueién 6 realizada por In industria textil y otras industrias livianas, mientras que después de 1948-1950, mas de las dos terceras partes de esta susti- ‘uci6n provendra del sector metalixgico 4 Entonces, del anilisis de la evolucién de ta estructura interna de Ja industria, se deduce que Ia industrializacion inieiada en Ja década del 30, pasa por dos grandes eto pas. En la primera, las ramas que lideran la expansion industrial_y realizan el mayor esfuerzo. sustitutivo de importaciones son Ia textil y la alimenticia. En ta se- gunda etapa, que aparentemente se inicia en la década del 50, of el sector metalirgico el que pasaré a liderar el desarrollo industrial y la sustitueién de importaciones. Cabe entonces preguntarse qué significan estas dife. rentes etapas de industrializacion en términos de acumu- JaciOn de capital y de desarrollo de las fuerzas produc tivas 15 is dependencia teenolégica 23 endo 1 SAS DE INCREMENTO ANUAL ACUMULATIVO DEL STOCK DE CAMTAL Y.DE LA MANO BE OBKA OCUPADA EN LA INDUSTIUA 1O3541961, ”. 193545 1946.55 1956.61 Incremento stock de capital 37% 1.8% 9.8% mano de obra ‘ocupada 34% 2.9% 04% jente: hemos calculado las tasas de incremento anual {et stock de capita a pats dls ines de stock capital (base 1960 = 100) de Victor Elias, Estimates of value added, capital and labor in Argentine Manufacture 1935-63, Chicago, Mlinois, junio de 1969. Hemos calcu Jado las’ tasas de incremento de poblacién ocupada en la industria: a) en el periodo 1935-45 a partir de los indi- ces (base 1929 = 100) de ocupacién industrial que se encuentran en Murmis y Portantiero: “El movimiento obrero en los orfgenes del peronismo”, inclnido en Estu- dios sobre los origenes del peronismo, Siglo XX1 Argen- tina, Buenos Aires, 1972; b) 1946-61 a partir de las esti- maciones de poblacién obrera ocupada en la industria, de CONADE, inéditas y provistas gentilmente por esta institueién, Si se consideran los incrementos en el stock de capital como un indicador (parcial, pues solamente tiene en cuenta Ja porcién del capital fijo) de los inerementos del capital constante, y si se consideran Ios aumentos en 1k ocupacién obrera industrial como un indicador del incremento del capital variable, se advierte que segin el Cuadro 1, Jos dos primeros subperiodos analizados se caracterizan por una composicién orginica del capital relativamente estable. En otros términos: la industria. lizacién se hace en base a incrementos proporcionales de 26 Acumulacion y lucha de clases capital constante, y de capital variable, De lo cual se deduce que es una industrializacién basada en la incor poracién creciente de mano de obra al proceso produc- tivo. En cambio en el subperfodo comprendido entre 1956 y 1965 sucede lo contrario: la industrializacién se basa en luna elevacién de la composicién orgéniea del capital, es decir, en un aumento de lu productividad del trabajo. Los aumentos del capital constante superan ampliamente 4 Jos aumentos de capital variable. Se puede decir que es una industrializaci6n basada en el reemplazo de mano de obra por capital Estamos entonces en condiciones de sostener no sola mente que hay dos etapas de industrializaciOn distintas, ‘aracterizadas por el liderazgo de diferentes ramas indus- triales, sino ademés, que estas dos etapas suponen un cambio en el tipo de industrializacién que so realiza Este cambio residird en et pasaje de una industralizacion ‘asada en una composicién orgénica del capital relativa- mente estable y por ende en una incorporacién creciente de mano de obra a la industria, a otro tipo de industria. lizacién caracterizado por una elevada composicion orgi- nica del capital y donde lo central sera el reemplazo de mano de obra por capital Ahora bien, este cambio cualit corgénica del ‘capital en cada periodo del desarrollo industrial, explicaria el hecho de que sean diferentes, amas industriles Jas que lideran cada una de las dos tapas de industrializaciGn analizadas. Asi, si se consi dera el proceso productive propio a las ramas textil y alimenticia y se Io compara con el del sector metaltir- co, se adviorie que en términos generales el primero se ‘arecteriza por una composicién orginica del capital menor que la del segundo. Por ello puede pensarse que el liderazgo de las ramas textil-alimenticia durante la primera etapa de industralizacion es coherente con una acumulacién basada en una composicién orgénica del capital relativamente estable. Mientras que el liderazgo por parte del sector metatingico en la etapa de indus- ‘ba dependencia teenoligica 27 trializacién iniciada en In década del 50, seria coherente con una acumulacién basada en ‘un incremento reciente de la composicién orginica del capital. En este fentido, es interesante tener en cuenta la evolucién de Jos inctementos en el stock de capital en las diferentes amas industriales. cuadro 1 TASAS DE INCREMENTO ANUAL ACUMULATIVO DEL ‘STOCK DE CAPITAL POR TIPO DE INDUSTRIA: 1935-65 pert 193545 1986-58 1956.65 Alimentos y bebidas an é 31 Tabaco 28 43 rr 69 62 37 50 17 Imprenta y publiaciones = 1,7, 79 Productos quimicos 9 Th Petzéleo y derivados 39 173 Caucho 39 1033 Cuero a8 7 Pied, vidrio, cemento 65 4 31 Metales 7 9 109 Vehiculos y maquinasia 03 2, 125 Maquinaria eléctrica y 8 16 aparatos Varies 45 4, 48 ‘Total industiae BT 38 manufacturers Fuente: Hemos calculado Jas tasas a partir de los indices de stock de capital (base 1960) de Victor Elias: Estimates of Value Added, capital and labor in Argentine Manu- facture 1935-63, Chicago, Ilinois,. junio de 1969 Pp. 76-79, Por tos datos disponibles para estas dos amas et periodo considerado es 1935-44. 28 Aeumulacién y tueha de clases dvierte entonees gue: a. Si se considera Ia evolucién de la tasa de incre- mento anual de capital para toda la industria se llega a Ia conclusién de que hay una neta diferencia entre los ‘tes perfodos analizados, Entre 1935-1945 y 1946-1955, hay una disminucién en ta tasa de incremento anual, mientras que entre 1946-1955 y 1956-1965, hay un aumento muy grande de éste. Es evidente entonces que es a partir de 1956 que se produce un gran aumento de Ja capitatizacion en ta industria b. Si_en cambio consideramos las diferentes ramas industriales en 10s dos ditimos subperfodos analizados, se advierte que para todas las ramas industriales se produce lun aumento considerable de la tasa de incremento anual de stock de capital, a partir de 1956. Pero si analizamos Ja relacién existente entre los dos primeros subperfodos, {0 sea entre 1935-1945 y 1946-1955): verificamos. que tanto en el caso de la industria texiil como en el de la industria de alimentos y bebides se produce una neta disminucién de la tasa de incremento anual del stock de capital. En cambio en el sector metalérgico (a excepeion de la raima maquinaria eléetrica) se verifica la tendencia contraria ‘Ahora bien, ;c6mo se explica esta mayor inversion en stock de capital en el sector metalirgico y Ia corres pondiente menor inversién de capital en el sector textik alimenticio, en los perfodos en que estas dos tltimas amas lideran el desarrollo industrial? En Ja medida en que el sector metalérgico es un sector industrial relativa- ‘mente nuevo, puede pensarse que requiere inversiones de capital fo proporcionalmente mayores a las que re- quiere el sector textihalimenticio constituido por indus- trias de antigua data en el pais. Por ello la disminucién de Ia tasa de ineremento anual del stock de capital en este Giltimo sector, y su aumento en el sector metalir. ico podrian explicarse en términos de la “edad diferen- cial” que caracteriza a cada rama industrial, Sin embargo hos parece que este hecho apunta también a un fend- ‘La dependencia tecnolégica 29 meno més signficativo: la diferente composicién orgé- nica del capital de cada uno de los sectores de la indus {ria analizados. Esta interpretacién estaria avalada por el hecho de que (segin el cuadro 11), el sector metaltgico requiere siempre, independientemente del subperiodo que se considere, una mayor proporcién de inversiones gn stock de capital que el del sector textil-alimenticio. En sintesis: debido a que la tasa de incremento anual de stock de capital en el sector textil alimenticio, dismi rnuye en los dos primeros subperfodos y debido a que sto ccurre conjuntamente con un liderazgo de la pro- duccién industrial y una realizacion del mayor esfuerzo sustitutivo de importaciones por parte de este sector, se puede deducir que su desarrollo es Ia consecuencia’ de una acumulacion basada en el empleo extensivo de Ia mano de obra, es decir, de una acumulacion basada en ‘una composicién orginica del capital relativamente esta- ble. Y como contrapartide, la acumulacién altamente intensiva en capital que se realiza a partir de mediados de la década del SO traeri aparejado et liderazgo del sector metalirgico. Pero hay algo mis. Como se sabe, diferentes niveles de composicién orgénica del capital entre distintos sec- tores de la industria, tienden a indicar la existencia de situaciones de trabajo distintas, es decir, de mayor o ‘menor complejidad en la forma en que se organiza el trabajo en las empresas de cada sector industrial. Por ello es légico suponer que el periodo en que el sector textibalimenticio lidera la produccién industrial, serd ea- acterizado por una organizacién social del trabajo dife- ente —y sobre todo menos compleja— a aquella propia e aquel en que es el sector metaldrgico el que lidera la expansion industrial. En otros términos: el cambio en la ‘composicién orgénica del capital en la industria en los dos periodos analizados, y que supone el liderazgo de distintas amas industriales, pondrfa de manifiesto una alteracion éel sistema de organizacin social del trabajo: el pasaje de | manufactura a Ia gran industria 30 Acumulacién y lucha de elases ‘Se puede decir entonces, que las dos etapas de indus- trializacién analizadas suponen un cambio cualitativo en el desarrollo de las fuerzas productivas del pais. Por timo, veamos qué sucede con la evolucién de la ma- no de obra ocupada en las distintas ramas industriales: ‘Si bien no disponemos de datos sobre la ocupacion obrera por rama industrial anteriores a 1946, del cuadro siguiente se puede deduct ‘Cuadso IL TASA DE INCREMENTO ANUAL ACUMULATIVO DE LA POBLACION OBRERA EN LA INDUSTRIA MANUFACTU- TRERA: 1946-1961. 1945 1950 (1946. 1956. 1950 1930 1935 1955) 1961 1961 Total industria manufacturera 48 18 29 08 15 Industrias dind- micas 88 45 61 28 45 Sector metalirgico 109 58 82 38 61 Industrias vegetativas —2,1-0,7, 0.7 22-15 Alimentos y bebidas 4a 09 15 Fuente: Hemos calculado las tasas a partir de las estima- dones de poblacién obrera ocupada en la industria (1946-1961) del CONADE, inéditas, y provistes gentil mente por esta institucién, Hemos llamado. industrias dinamicas a aquellas que CONADE-CEPAL, Disiribucion del ingreso y cuentas Nacionales en la Argentina, 1965, lama indusérias en desarrollo, y hemos considerado in- dustrias vegetativas, a las que CONADE-CEPAL lama industrias desarrolladas. En otros términos, las industrias ‘que hoy son vegetativas (estancadas) son las que en los ae ba dependeneia tecnolégica a1 dos primeros subperiodos de industrializacion tideraban 1 desarrollo industriel, por eso hemos destacado dentro e este grupo, al sector textibalimenticio, Por otra parte, también entre las industrias que hoy lideran el desazrollo, industrial (¥ que por eso Uamamos también dinémicas), hnemos destacado al sector metalirgico por ser el més representative dentro de estas industries. a) En términos generales e independieptemente del tipo de industria, se verifica que hasta principios de la década del SO los sumentos de Ia ocupacién industrial son proporcionales los inerementos del stock de capi- tal (analizados en el cuadro Il). Por ello si se compara el sector metalirgico con el sector textitalimenticio se advierte que en el primero Ia ocupacién crece mucho mas que en el segundo. Esto es coherente con una ii dustrializacién basada en una composicién orginica del capital relativamente estable. Es decir, con una industria- lizacién centrada en la incorporacién de mano de obra. ) Bl pasaje a una industrializacién basada en el empleo intensivo de capital, se ubica en los alrededores de la década del 50, en la medida en que se pasa de una tasa de incremento anual de la mano de obra indus- trial del 4.8% entre 1946-50 a otra del 1,5% entre 1950-55. Este cambio concierne a todas las industras, ya sean industrias con un crecimiento dinémico 0 vege- tativo. Pero si en el primer caso, este cambio se traduce en wna disminucién neta de In capacidad de absorcién de mano de obra, en el segundo caso, 0 sea en las industrias que tienen un crecimiento vegetativo, se tradu- ciré en la expulsién de mano de obsa. Por otra parte, si analizamos los tacas do ineremento amual de] producto bruto por tipo de industria a partir de Ia década del 50 se advierte que las industrias vegeta- tivas (y en las subramas principales dentro de este sec- tor: la textil y de alimentos) disminuye el producto br to producido por aio, mientras que en el sector diné- mico (y dentro de éste, el metalirgico) se produce un ligero aumento. Ademés’en este dltimo caso, la tasa de a2 Acumulacién y lucha de clases ineremento anual del producto bruto es muy superior a In tasa de las industrias vegetativas. ‘Cuadzo IV: ‘TASAS DE INCREMENTO ANUAL ACUMULATIVO DEL PRO- DUCTO BRUTO INDUSTRIAL, FOR TIPO’ DE INDUSTRIA. 195055 1956.61 195061 Producto Bruto Total Industrias manufacturers, 4 = 4244) Industrias vegetativas 09 = 02 OB Textil, alimentos y bebidas 12 12-08 Industrias dinémices 849,789 Metalurgia 1911 11,8 Fuente: Hemos calculado las tasas a partir de los datos sobre el producto bruto interno real de las industrias ‘manufactureras (en $1960) del tomo 3, pp. 104 y 105, de la Disiribucion del Ingreso » Cuentas Nacionales en a Argentina, CONADE CEPAL, Bs. As., 1965. En sintesis, 1a década del $0 marca el pasaje de una industrializacién centrada en el liderazgo de las indus- trias productoras de bienes de consumo, basadas en una utilizacion extensiva de Ja mano de obra y probable- ments en una organizacion social del trabajo relative: mente poco compleja, a otra industrializacion en la que el liderazgo provendri de las industrias productoras de bienes intermedios y de capital, basadas en una utiliza. ida intensiva del capital y en’ una, organizacién social del trabojo relativamente mis comple. Cabe pues, preguntarse acerea de las causas que expli- carfan este cambio en el desarrollo de las fuerzas. pro- ductivas en nuestro pais. Para ello trataremos de enfocar el problema desde dos puntos de vista distintos, pero La dependeneia teenolégica 33 complementarios. Por un lado buscaremos los condicio- nantes internos del cambio, es decir las causas que se derivan del propio desarrollo de la acumulacién interna de capital, Por el otro lado, intentaremos detectar los condicionantes externos de ese cambio, a partir de la consolidacién del fenémeno mas general de la depen- dencia tecnoldgica. TUL, Acumulacién de capital y evolueién de Ia tasa de ginancia En Jo que sigue, trataremos de analizar Ia evolucion de Ja acumulacién ‘de capital en términos de la relacién existent entre la tasa de plusvalia, el capital variable (Cv) y el capital constante (cc), 0 sea en términos de la evolucién de Ia tasa de ganancia en el periodo de indus- trializacion que se inicia con la década del 30. En el proximo capitulo abordaremos el mismo problema, pero enfocéndolo desde otra perspectiva: la de Ia evolucién de Ia contradiceién entre el capital y el trabajo, es decir de la lucha de clases. De acuerdo con el cuadro siguiente podemos dedueir que: a) si se considera Ia evolicién de In masa de ganancia (0 sea de la suma de utilidades, interés, alquiler ¥ renta) ésta aumenta levemente hasta 1944, a partir de ‘entonces disminuye bruscamente hasta 1954, pasando del 55.2% del Ingreso neto en 1944, al 42.3% del mis- mo en 1954. Desde ese fio, se recupera y lega en 1962 a representar casi el mismo porcentaje del ingreso neto, que representaba en 1944. Como contrapartida, la emuneraci6n de) trabajo aumenta en forma creciente su participacién en el ingreso neto durante el perfodo pe- onista (1946-55), para disminuir_ progresivamente esa participacion a partir de la eafdsr de dicho gobierno. b) Si se considera Ia evolucién de Ja tasa de la plusvalia (masa de ganancia o masa de plusvalia) ‘variable (c) 24 Acumulecién » lucha de clases es decir la evoluci6n de la tasa de explotacion, se advierte que ésta sigue un desarrollo semejante. Aumenta progresivamente hasta 1944; a partir de 1947 disminuye ‘mucho, y a pesar de una setie de fluctuaciones, se pue- de decir que permanece més 0 menos constante a un nivel bajo hasta 1954, con respecto al alcanzado antes del 44, Peto a partir de entonces, aumenta progresiva- ‘mente, recuperando los niveles de explotacion de la década del 40, en Ia década del sesenta, Cundro V EVOLUCION DE LA PARTICIPACION EN LA REMUNE- RACION DEL TRABAJO Y DEL CAPITAL (EN 9) EN EL ‘TOTAL DEL INGRESO NETO (A COSTO DE FACTORES), DE LA TASA DE PLUSVALIA ENTRE 1935-1963, EN EL SECTOR DE LAS INDUSTRIAS MANUFACTURERAS semuneraciin remuneraciintasa de Gel trabajo? del capita” plosvaliaé on 1935 468 53,2 13,5 1938 46,6 53,4 145 1941 453 34,7 rr 1944 448 352 123, 1947 468 534 1145 1950 36,7 433 76,5 1951 545 45,5 83,5 1952 375 425 4 1953 56; 43,6 715 1954 377 423 35 1955 52 48 92,5 1956 525 475 30 1957 535 465 87 1958 498 30,2 101 1959 43,5 344 119,5 1960 47,5 * 525 M1 1961 451 349 122 1962 44,8 35,54 124,5 1963 45,1 54,90 122 Le dependencia tecnolégica 6 Fuente: En el perfodo que va de 1935 a 1947, nos basamos en 10s datos de Guido Di Tella y Manuel Zymelman, fas etapas del desarrollo econémico argentino, BUDEBA, 1967, pp.119. En el perfodo posterior @ 1950 tomamos los datos de CONADE-CEPAL, Distri bucién del Ingreso y Cuentas Nacionales en ta “Argenti- a, volumen 2, p.48: “Produccion ¢ ingresos originados en el sector industrias mamufactureras”. 4 Comprende Ia suma de los susllos y slaios 9. aportes jobiltrios- > eomprends la remuneracion & la propiedad de Smpresay” del ‘capital, ex deci ln suma des utlkades, el interés alguller y zenta. No comprende evidentemente la depre- Giacidn dl capitate os el cocionte ente: In remunpracén de api y la cezeraci6n dsl trabajo. Bs det, Blan 0 alone ‘abs-a Darts de Ta extimaclon de la depreslacon, pues este dato faltaba para et08 dos aes ‘eames entonces un poco més de cerca qué signifi can estos ‘datos, en términos de la evolucién de ta tasa de ganancia del capital industrial: Cuadro VE TASAS DE INCREMENTO ANUAL ACUMULATIVO DEL CAPITAL VARIABLE (CV), DEL CAPITAL CONSTANTE (CC) 'Y DE LA TASA DE PLUSVALIA (P): 1935-1963 1935-1944 1946-19540 1955-1963 ent en en 32 49 10,6 ~ - 2.8 34 41 04 09 59 35 cién de los ftems que detallamos ensegui- da, hemos utilizado las mismas fuentes que en el cuadro anterior, s * a Para ealeular p' on ol aflo 1946 (dato que no hemos odio encontrar), hemos utiizado: 1) la evolucién de ls pare 36 Acumulaci6n y lucha de clases Yicipaclin del trabalo en el ingrso sectoral a. costo. dé fox torts que s© eneuenta en £1 deswrollo ecoubmico y la di bucion del ingreso en la. Argentine, CEPAL, 1968, p. 116. Es tos dates excioyen la pertcpacion de los spores jubilatorie, peo los hemos utiizado dado que en nuesios datos no tenis Ios. la" participacin del trabajo. en el afo. 46. If) « pari de a varacién entre Ia partcipacin del trabajo y de ba tosa de estimado ia Yast de de capital Go dentro Get capital constant, Para caleuat las Tasos en cada. porfouo hemos utilizado os indices do. stock de capital (base 1960 = 100) do Vitor Elias, ttimates of Yue Added, capital and labor in Argentine Manufacture 1935-65, Chicago, Iinols, {mio 1969, pp. 76-79. © eey+ et la poreion de materas primas © capital ciculante, el toil deb capital constant. Esto dato Séio To Demos conseguldo pasa pesfedo pester 2 1950, en CONADECEPAL: op. lt, vol 2, p48. Por fo tanto en todo ol pirfodo anterior a esta fecha, analizaremos la evolucon de fa lisa de ganancia sin considera’ a este factor. Evdentemente ta ‘una lime sera, pero ereemos que sin embargo no impo Gtectar Ia ovolucén de esta tsa do gananca come tendencia 8. oy es el capital variable, ahora bien: 1) en todo el petfodo 19351944, dado que exrecfamos del total de dinero elective rub, hemos clculado ol a parr de ibn, Pare ello amos uilaado tos fadies de ocupacon indnstal (1929-1945) (aso. 1929 = 100) que se encuentran en M, Murmis y J. C. Portantiro, “El movimisto obreo en es onfgenes del peronis- smo", en ed. cit.'Si bien estos indices 50 refleren a In ocupacién industia en Bs. As, eresmos que no ivalidan ln comparacién, en ln medida en que en esa poca, como veremos mis adelante, 1k gran mayoria do las industras se encuentran concentadas en Buenos Aires. Por ott, parte, tampoeo creemos que se invalile ha comparacién porque en este perfodo ullaamos este Indicodor de ey, ¥ en los ros ullzames el dinero gasiado, puss como so puede ver on fz nota 17, hemos ealeulado. también para los Soe perfodon, is tant de baci pots Je la tllzeion de} como taza de ineremento de) nivel ocupacional, y of remltado el mismo, Evidentemente esto se debe, aque como ya dijt ‘os, ante, la industilzaiGn es capital extensiva o intensva Gegin de" qué perfodo se tate) y que yor Jo tanto se puede sponer que cuanto mayor #8 el empleo Je mano de obra, ma: yor es el dinero que clrcula como oy y-vieevera 11) Bn el perfodo 1946-1954 ‘hemos estinado el ev gastado (presios 1960), de ta siguiente manera: () Para el afo 1946, se esiné la partic prclbn poscentual de los sualos, salaros y aportesjublatorios en ‘La dependencia tecnolégica 37 Ingreso Bruto a partt de la evolucién de esta variable entre 1950-1954 (CONADE-CEPAL op, cit vol Il p. 48) y de la cvo- Iucldn dep’ entre 194447 (ver euadzo anterior). Ademas se wtll- 26 la seve del Valor de In Producci6n ruts Interna de Diaz ‘Aleiandro: Etapas de la Indusilaltzacién argentine, ch. p. 77. {i Para el alo’ 1984 se ullizaron Ia participacién porcentual de fos sueldos salarios y aportes jubilatorios en el Ingreso Bruto, de CONADE-CEPAL op. cit, vol, Ip. 48, y la sere de valor de la ProducciGn Bruta Interna de Diaz Alejandro, Erapas de ta indus. trializacion argentina, ed. city p. 77. iil, En el periodo 1955-1963, hemos uillzado los datos de CONADECEPAL, op. it, pero To hemos deflacionado por el aumento del costo de la ‘ida, Para ello hemos utilizado los fndices de costo de Ia vida que se encuontran en: Eshag y Thorp, “Las politcas econémicas orto- doxas de Pern a Guido”, en Los planes de establizacén en la Argentina, Paidbs, BS. As, 1969. De acuerdo con este cuadro, y recordando las conetu- siones a que legs Marx® después de analizar Ia relacién entre estas variables tenemos que: a) En el perfodo 1935-1944: el capital constante aumenta en un 35%, o sea a una tasa de incremento anual acumulativa del 3,2%; el ev, aumenta un 37% os decir a una tasa del 3,4%; y por diltimo p’ aumenta en un 8,8% 0 sen a.una tasa del 0,9% anual. De lo cual se deduce que la tasa de ganancia aumenta en todo este perfodo en mayor proporcién que la tasa de plusvalia, porque la proporeién del cy sobre el capital total, varia’ en el mismo sentido que la tesa de plusvalfal®. ‘Por otra parte, esto se da juntamente con un incremento de la masa de ganancia, 1b) En el perfodo 1946-1954: tenemos que ce aumenta en un 16%, 0 seaa una tasa anual acumulativa del 1,9%; el ev se incrementa también en un 39%, 0 sea a una tasa anual del 4,1%. En cambio p’ disminuye en un 59%, 0 sea una tasa ‘anual del -5,9%, De lo cual se deduce que la tesa de ganancia dismimaye munque en menor proporcién " que Ia tasa de plusvalia, porque Ia proposcion del capital variable sobre el capital total varfa en el sentido opuesto a ln tasa de plusvalfa, aunque en menor proporcién®, «) Por ditimo, en el perfodo 1955-1963: tenemos que 8 Acumulacién y lucha de clases el capital fijo dentro del capital constante (0 sea cc!) aumenta en un 124% © sea a wna tasa de incremento anual acumulativo del 10,6%, mientras que la porcién de capital circulante dentro del cc aumenta en un 25,5% en todo el perfodo o sea a una tasa de ineremento anual del 2,8%. Por otra parte, el or disminuye un 4,24 en el perio- do, o sen a una tasa anual del -0,4%, y la tasa de phisvalia, aumenta en un 32%, siendo su tasa de incremento anual acumulativo, det 3,5%. De To cual se deduce que Ia tasa de ganancia disminuye aunque la tasa de plusvalfa avmen- ta, porque Ja proporcién del cy dentro del capital total varfa en el sentido opuesto a Ia tasa de plusvalia y en mayor proporcién®+. Por otra parte, esta disminucién de Ja tasa de gunancia del capital industrial coincide con un aumento de la masa de ganancia del mismo. Tenemos entonces que, en el primer subperfodo anali zado, la tasa de ganancia y la tasa de plusvalfa aumentan, on el segundo subperfodo, ambas disminuyen, y en el iti: ‘mo, a pesar de que se produce un incremento de Ja tasa de phusvalia, es0 no impide que la tasa de ganancia dis- ‘minuya, debido al incremento que se verifica en este pe- riodo en Ia composicién orginica del capital. Esto no quiere decir que la tasa de ganancia no pueda aumentar a corto plazo, Para ello, seria necesario que la composicion corginica del capital se incremente en menor proporcién de lo que crece la tasa de plusvalia, Pero en el caso con- ereto que analizamos, Ia evolucién a corto plazo de Ja tasa de ginancia es igual a la tendencia a largo plazo, es, decir: Ia tendencia a su disminucidn, por el aumento en la composicién orginica del capital. Por tiltimo, y antes de extracr conclusiones, veamos un poco mis de cerea lo que ‘cure durante el perfodo peronista: Lo dependencia tecnol6gica 29 cuadro Vil TASAS DE INCREMENTO ANUAL ACUMULATIVO. DEL CAPITAL CONSTANTE, DEL CAPITAL VARIABLE Y DE LA. ‘TASA DE PLUSVALIA (1946-54) 1946-1950 1950-1984 on a ws OC 48 09 ow 19 04 P +102 09 Fuente: Ver cuadro VI. Nota: El capital constante en ambos casos, representa solamen- te al capital Hijo. Se advierte entonces que: s) entre 1946-1950, el capital constante crece a una’ tasa del 4,8% anual, 0 sea que se incrementa en un 20,8% Por otra parte el * capital variable crece durante todo el perfodo en un 35% es decir a una tasa de” incremento anual acumu- lative del 7,95 Mientras que la tasa de plusvalia disminuye en un 34,6% 0 sea a una tase anual del +10,2% De lo cual se deduce, que Ja tasa de ganan- cia _disminuye en menor proporcién que la tasu de plus- valia, porque la proporciGn del capital variable sobre el capital total varia en el sentido opuesto a la tasa de plusvalia, aunque en menor proporcién. Por otra parte, esto. ocurre juntamente con una disminucién de ta masa de ganancia. b) Entre 1950-1954, vemos que el capital constante disminuye en un 3,8%, es decir a una tasa anual acumulativa del -0,9% El capital variable también disminuye en todo el perfodo, en un 1,7% y su tasa amual es del -0,4%, Por dltimo, la tasa de plusvalia dis- minuye en todo el perfodo en un 4% es decir @ una tesa anual del -0,9. De ello se deduce la misma concli- 40 AcumulaciOn y lucha de clases sin que en el subperiodo anterior, es decir que Ia tasa de ganancia disminuye en menor proporciOn que la tasa de plusvalfa, porque la proporci6n del capital variable sobre el capital total varfa en el sentido opuesto a In tasa de plusvalfa, también en este caso disminuye la masa de ganancia, aunque en menor proporcién. Enton- ces, a pesar de que en 10s dos subperiodos le ganancia disminuye, en la medida en que en el primero, la tasa de plusvalia disminuye mucho més que en el segundo, se puede concluir que Ta tasa de ganancia disminuye ain ids en este primer subperiodo. En sintesis: creemos que 10s datos presentados permi- ten sustentar Ia hipétesis de que .el cambio cualitativo fen la evoluci6n del desarrollo de las fuerzas productivas, © sea el passje de un tipo de industrializacion basado en €l uso extensivo de Ia mano de obra y caracterizado por el liderazgo de las industriss productoras de bienes de consumo y por una organizacién social del trabajo rela jamente poco compleja, a otto tipo de industializa- jén basado en el uso intensivo del capital y caracteri- zado por el liderazgo de las industrias productoras de bienes intermedios y de capital, y por una organizacién social del trabajo relativamente més compleja es conse- ‘ouencia de la necesidad de elevar Ia tasa de ganancia del capital industrial para restituirla a un nivel adecuado @ Jas exigencias de Ta acumulacién de capital. La politica de redistribucién de ingresos. del gobier- no peronista, trajo aparejada una importante dismi- ‘mucion de Ia tasa de plusvalfa, de la masa de ganancia y do In tase de ganancia. Para clevar esta iltima c incrementar ta tasa de plusvalia fue necesario remplazar mano de obra por capital, 0 sea aumentar la com- pposici6n orginica del capital. Esta contradicciOn entre la politica distributiva y sus consecuencias negativas sobre fa tasa de ganancia, marcan el Iimite de una determé- ‘nada alianza de clases en el poder (como veremos en el capitulo siguiente) y el pasaje a una nueva fase en la facumulacién de capital. El objetivo de esta nueva fase La dependencia tecnolégica 41 seri 1a modernizacién de la produccién mediante Ia in- jroduccién de tecnologia, es decir elevar la composicion corginica del capital. Esto traerd aparejado un incremento de la masa de ganancia y de Ia tasa de plusvalia que volveri a alcanzar los niveles de la década del 40. Pero fn virtud de las contradicciones derivadas de la ley de acumulacion no se lograré impedir (por lo menos en el perfodo conereto que hemos analizado) que In tasa de ganancia siga disminuyendo, Por iltimo, esta politica supondri a nivel del desarrollo de las fueraas productivas ‘un cambio cualitativo: las industrias que por el tipo de bienes que producen, requieran una composicion orgé- rica del capital més elevada y una organizacién del tra- ‘bajo més compleja, serdn las que més se beneficiarin con este proceso. Mientras que las industrias que se ba- san en el uso extensivo de Ia mano de obra y en una organizacion del trabajo relativamente simple entrarin en lun proceso de estancamiento progresivo, del cual, hasta el dfa de hoy no se han recuperado. IV. Acumulacién interna de capital e inversiones extran- Jeras Pero existe ademds otro tipo de condicionante estruc- ‘tural del cambio cualitativo en el desarrollo de las fuer zas productivas en la década del 50: la consolidacion de tuna nueva fase de expansion imperialista. Ya hemos vis to un poco mis arriba que a cada fase de acumulacién de capital en los paises mis desarrollados, corresponde hhistéricamente una forma diferente de “resolver” exter- ramente sus contradicciones, Asi en Ia época colonial Ia forma principal en que se resuelven dichas contradic- ciones, es a través de la exportacién de mercaderias; en Jn época de los monopolios financieros es Ia exportacién de capital dinero orientada hacia I explotacién de mate- rias primas; y por filtimo en la época de los conglome- tados y de las empresas multinacionales, es Ia exports- 42 Acumulacion y lucha de closes cion de tecnologia otientada hacia la explotacion de! sector manufacturero. También habiamos dicho que a ‘medida en que se desarrolia la acumulacién en los patses desarrollados, cada una de estas fases pasa a tener pric- ridad pero no excluye a las anteriores. Veamos entonces ahora, cémo se da este cambio de estrategia imperialista fn nuestro pafs. Es decir, cuindo se origina y se conso- la el fenémeno més general de la dependencia tecno- égica. Para ello, trataremos de analizar In evolucion en el origen, orientacién y volumen de las inversiones ex- tranjeras. En el periodo comprendido entre principios de siglo 'y comienzos de la década del 30 se pueden detectar dos Ssubperiodos, a partir de Ia influencia negativa que ejerce J primera guerra mundial sobre el volumen de inversio- nes extranjeras y a partir de un apreciable cambio en la orientacién del ‘capital extranjero que se invierte en el ais. Hasta 1914 el monto de inversiones extranjeras inver- tido en Ia Argentina crece pronunciadamente, Uegando a representar el 25% del Producto Bruto Nacional hacia 1910, Ademis, el grueso de dichas inversiones proventa de Inglaterra quien también hacia 1910 poseia el 65.4% del total. de inversiones extranjeras a largo plazo. Estas se orientaban bisicamente hacia la construceién de ferro- carriles y hacia la compra de valores piblicos. A partir de Ia guerra, se produce una disminucién dristica de dichas inversiones, de tal modo que si bien en 1913, representaban el 22% del Producto Bruto Nacional, al flo siguiente s6lo Megan a representar el 10% del mis- mo. Desde entonces, no cesan de disminuir como bien puede apreciarse en el cuadro VIII. Por. otra parte, esta ristica disminucién del monto de inversiones extranje- ras, se da conjuntamente con un cambio en el origen del capital y en la orientacion del mismo. Asi, si bien las inversiones de capital inglés representaban el 59.3% del total de inversiones extranjeras en 1913, hacia 1927 s6lo Uegan a representar el 24% de dicho total. Parale- La dependencia tecnologia 43 es ‘mente aumentan las inversiones de “otros pafses" y particulamente las de los EE.UU., que ya en 1931 re- presentan e] 20% del total de las inversiones. También 5e da un cambio en la orientacién de dichas inversiones: éstas tionden a diversificarse, disminuyendo las inversio- nes en valores piblicos y ferrocarriles y aumentando las orientadas al comercio de exportaci6n e importacién, a Jos bancos y a la industria, expecialmente frigorificos © industria alimenticia en general??, \ La crisis de 1929 no hace otra cosa que reforzar este fendmeno que aparece en forma incipiehte después de la primera guerra mundial. Esta pone de manifiesto una alteracion en Ja relacién de fuorzas dentro del mundo capitalista, Frente al imperialismo inglés que va perdien- do cada vez més su fuerza hegeménica aparecen lo ex- ‘pansion capitalista en Alemania, Japon y los BE UU intensificéndose 1as huchas interimperialistas que tienen por objeto a redistribucidn de las éreas de influencia. La decadencia de la hegemonfa inglesa va acompaniada por una serie de factores coyunturales, principalmente el detgrioro de Jos términos del intereambio y un conse- quente desplazamiento del comercio internacional, de los productos alimenticios a los productos manufactureros. Sintetizando entonces tenemos: 1) cambios en el vo- Jumen de las inversiones, ello se traduce en una disminu- cién de las mismas; 11)’ cambios en 1a orientacién, éstos presuponen una tendencia cada vez mayor hacia el sec- for industrial; II) cambios en el pais de origen de la inversion, o sea la disminucién relativa de la inversion inglesa_y_ el consiguiente aumento de las inversiones de otros pafses, especialmente norteamericanas. Estas alte- raciones podrian explicarse por dos tipos de factores: a. Factores coyunturales derivados de una crisis del comercio internacional: el deterioro de los trminos de intercambio de los productos primarios, las restricciones Je exportacién de los mismos y Ia consiguiente adop- cion en nuestro pais, de une politica de disminucién de 44 Acumulocién y lucha de clases importaciones para equilibrar 1a balanze comercial (sobre todo a purtir de Ia crisis del 29), habrfan provocado una disminucion de} volumen de las inversiones extranjeras y tuna bisqueda, por parte de las compaffas extranjeras, de oportunidades de inversion mas Iucrativas. La crisis del comercio mundial tiende @ ubjcar a las inversiones en Ia industria, y més precisamente, en las industrias sustitutivas de importaciones. A esto se suma el agota- miento de las posibilidades de expansi6n horizontal de 1a inversion intema, es decir de la expansién de Ia inver- sion a través de la incorporacion de nuevas tierras cult- vables?3, agotamiento que se produce cuando todas las tierras cultivables han sido ya incorporadas a la produe- cion. La industria se transforma entonces, en el sector que permitiré un mayor incremento de la gonancia. ’b. Cambios en la tasa de acumulacién de capital de Jos pafses mis desarrollados, que sefialan los origenes de gestacion de una nueva forma de expansion imperialista De acuerdo con Io dicho un poco mis arriba a partir de Ia primera guerra mundial, pero sobre todo en Ia década del 20, el mundo capitalista asiste a un cambio cvalitativo en la forma de expansion imperialista ofigi nado en los distintos niveles a que se llega en cada etapa de la acumulacién de capital en los. paises mis desarrollados. Durante Ia época en que Inglaterra tiene Ja hegemonia dentro de) bloque capitalista, su forma de expandirse y dominar a los paises subdesarrollados, con- siste en Ia inversion en los sectores de materias primas y en Ia infraestructura, que permitiré Ia comercializacion de dichos productos. La exportacién de capital hacia stor sactores obedece a las necesidades de acumulaci6n en la metropoli, sea para el desirrolio de su industria, sea para abastecer a su mercado interno dejando bres a Jos recursos ingleses para que se inviertan en Ia produc- cion industrial, ocal. A medida que comienza a debili- tarse su hegemonfa en el sistema econémico capitalista, por la competencia con pafses que tienen un fuerte de- sarrollo capitalista competencia que se torna desigual ‘La dependencia teenotogica 45 por la incapacidad estructural inglesa de modernizar su industria se verifica la imposibilidad del capital inglés de adecuarse 2 la nueva situacién mundial, Es decir, la imposibilidad de adaptarse a los nuevas oportunidades de inversion que se presentan a partir de la crisis del co- ‘mercio mundial. Paralelamente, el fuerte proceso de acu- mulacién de capital en los EE.UU. da lugar a un nivel de acumulacién con una alta composicién orginica del capital. En la década del 20, Inglaterra y los BE.UU, ya tienen un nivel de acumulacién diferente, siendo proba- blemente 1a del segundo mds alta y teniendo por lo tanto una industria més dindmica y moderna, Esto hace que sus capitales puedan adecuarse mejor a la nueva situa- cién mundial, y a las repercusiones de ésta en los paises més dependientes. Es decir, sus capitales pueden orien- tarse desde el principio a la inversion en ei sector indus- tial. También, el hecho de que este pais haya salido indemne de a primera guerra mundial, serfa otro factor ‘que contribuiria a explicar su posici6n privilegiada. Con esto no se quiere decir que se ponga fin defini tivamente a las inversiones extranjeras en las fuentes de materias primas necesarias para la acumulacién en el ‘pais central, ni que Ia nueva fase de expansion imperia- lista se consolide definitamente en esta época, sino, que esta etapa de expansién contiene y refuerza a la primera, porque: a) El imperialismo no puede (por razo- nes estructurales) renunciar a la obtencitn de bienes in- dispensables a la produecién en condiciones de ganancia Sptima. Por Jo tanto, se invertiré en las fuentes de ma- terias primas de los ‘paises. subdesarrollados, cuando en ellos se obtengan bienes que no se consiguen en la me- Ur6pol, cuando en ellos se tos consign con mayores mir. genes de ganancia 0 cuando su almacenamiento 0 acu- mulacion se haga necesaria por razones de tipo esiraté- Bico; b) Se refuerza Ja dependencis, pues se inaugura una de nuevo tipo, més de acuerdo con las necesidades es- ‘tructurales de los pafses desarrollados: Ia dependencia tecnolégica. 46 Acumulacién y lucha de elases Estas tendencias que empiezan a aparecer incipiente- mente en Ia Argentina, en esta época, s6lo se consolidan 4 nivel mundial a partir de la década del 50 y concre- tamente en nuestro pais a partir de la caida del gobier. ‘no peronista. Aunque evantitativamente las inversiones que provienen del exterior sean de poca importancia du- ante todo e} perfodo que se inicia con la primera gue- ra mundial y que termina en el 55, su importancia cualitativa es muy grande porque, por un lado, sefialan un cambio en la tendencia de la inversién extranjera y por otro, este cambio coincide con la iniciacién det pro- ceso de industrializaci6n en nuestro pais. En el proximo capitulo veremos cémo afecta todo este proceso a la ‘burguesfa industrial En Jos cuadros que siguen, se pueden analizar los cambios en la orientacién, volumen y origen de las in- versiones extranjeras en ese perfodo: La dependencia teenolégica a7 * cuadeo VIL LA INVERSION COMO ®%DEL PRODUCTO BRUTO NACIONAL {(PROMEDIOS QUINQUENALES) TOTALES NACIONAL EXTRANJERA 1910-14 422 24 208 1915-20 13.0 96 34 1920-25 264 228 36 1925-30 333 28.5 438 1930 35, 222 19.0 32 1935-39 23.7 22 25 1940-44 182 16.7 15 1945-49 24.4 243 1 Fuente: G. Di Tella y M. Zymelman, op. cit. ‘Cuadro 1X CAPITALES EXTRANJEROS PRIVADOS SEGUN PAIS DE ORIGEN (EN *%) 4131/12/49 51 26/8/83 at 31/12/58 EBUU. 2%1 69312 Inglaterra is io 21 Bélgica-Luxemburgo 15.0 24.0 12.7 Suiza iT 35 9.1 Francia 10.7 72 7 Italia 21 19 29 Paises Bajos 24 3.0 18 Alemania 0.2 14 18 Panamé 10 13 12 Espatia 43 16 14 Suecia 07 07 08 Canad 09 08 07 ies limitrofes 62 53 45 Otros 10 14 12 Fuente: Altimir, Santamarfa y Sourrouille, “Los instra- mentos. ..” en Ige, cit. p. 369. eB Acumulacién y lucha de clases Cuadro x. CAPITAL EXTRANJERO POR SECTORES DE ACTIVIDAD 1909 1953 Millones Millones délares délares 4% ‘Titulos del sobiemo 667 307 8 05 Ferrocamiles 776 35.6 - — Servicios 166 16 391° 263 146 a7 32 — 40 27 Industrias de ‘ransformacion 28 13 470 317 Comercio 193 89 nu? 146 Bancos 36 17 95 64 Sociedades Financieras _ _ 128 88 Compaftias Inmobiliarins 145 66 2 Varios 20 09 4 Total _ 2476 = 10001487 Fuente: Altimir, Santamaria y Sourronille, “Los instru- montos do promocién industrial on la posguerra”, Desa rrollo econdmico, volumen 27, 1967, p. 368. Durante el gobierno peronista el monto de la inver sion extranjera que llega al pais es minimo. Esto se debi6, no sélo a la eseasez. de capitales disponibles luego de Ja’ segunda guerra mundial, sino también a la politica nacionalista de dicho gobierno, que impone toda una ‘1a dependencia teenolégica 49 erie de restricciones a la inversion extranjera, entre allas, Ia prohibiciOn para repatriar utilidades, y les nacio- nalizaciones de empresas extranjeras (ferrocartiles ingleses y franceses, International Telegraph and Telephone nor- feamericana, etc.) que generaron un clima no propicio a nuevas inversiones. Sin embargo en ln d6cada del SO ta situacién empieza 1 cambiar. Por un lado, la presiOn del capital extranjero pam sumentar sus inveisiones en el pais, se acrecienta sobre todo a partir del fin de la guerra de Corea, Por otro lado, esa presién se ejerve en un momento en que se agudizan los conflictos internos entre la polftica dis- iuibutiva y Ia disminucion de Ja tasa de ganancia. Este cambio de actitud hacia el capital extranjero cristaliza en la ley 14.222 de 1953 donde se establece por prk mera vez un status legal definido para las inversiones extranjeras. El régimen establecido por Ia ley permitia, entre otras cosas, transferir las utilidades Ifquidas obteni- das por Ja inversion hasta un 8% anual sobre el capital registrado. Sin embargo, continuaban existiendo contro- Jes por parte del estado en la seleccién de las inversio- nes, y otra serie de trabas que hicieron que, solo a partir de la caida del gobiemo peronista, comenzase a fluir la inversion extranjera hacia nuestro pais en canti- dades importantes. Para analizar Ia evolucién de las inversiones a partir de 1955 tendremos que basamos en el estudio de las autorizaciones de inversiones extranjeras pues, desgracic- damente, no hemos tenido acceso a los datos sobre in- versiones directas efectivamente realizadas en el pais. Bn loe doe cuadros siguientes se puede apreciar que, aproximadamente el 90% de las autorizaciones sobré in- versiones extranjeras, se destin6 a las industries dindmi- cas, y el 10% restante se distribuy6 entre la agricultura, Ia infraestructura.y las industrias vegetativas, Por otra parte segin David Félix “una estimacién aproximada nos dice que quizés el 50 6 55% de las inversiones se reali- zaron sobre industrias de bienes de capital. Evidente- 60 Acumulacién y lucha de clases ‘mente Ja actuaci6n de la inversién privada extema fue la de ‘mayor relevancia para expandir la capacidad interna de bie- nes de capital a un nivel en que la economia argentina se encuentra imposibilitada de utilizarios completamente? Pero, {que pasa con el oigen de los capitales im tidos? Habiamos visto que ya en 1949, la composicion por origen del capital invertido era ampliamente favora- ‘ble a los EEUU. y que Inglaterra habia pasado a un segundo plano. Esta evoluci6n se .acentia ain més a partir de 1955, Segin Altimir, Santamarfa y Sourrouille “entre 1954 y 1963 los capitales estadounidenses repre- sentan e} 56% del total invertido en todo el perfodo. De Jos capitales europeos, los principales son Inglaterra y Suiza con un 8% del total respectivimente, y Alemania, Italia y Holanda con cerca del 6% cada uno”2s, Cuadro x1 AUTORIZACIONES ANUALES DE RADICACION DE INVER- SIONES EXTRANJERAS, CLASIFICADAS POR ORIGEN DE LOS CAPITALES (EN % 1954-63 1954 19819561987 1958 FEU. 91 89 65439, Europa 9 lt 386 40a América lating = «10 8 ‘tras reas SS Fondos sigentinos en el exterior Moe 1959 19601961 1962/3 BE.UU. 26 479 59.5 37.8 Europa 347324503366 5213 ‘América Latina ad $2) 2a 30 Otzas reas ea 02 0 Fondos argentinos en el exterior 00s 05 Fuente: Altimir, Santamaria y Sourrouille, op. cit, pp. 372-73. (exc/maq) La dependencia teenolégica 51 Ccundro XI AUTORIZACIONES ANUALES DE RADICACIONES DE IN- ‘VERSION EXTRANJERA CLASIFICADAS ‘7 POR ACTIVIDAD (EN %) 7 1954 1955 19861957 Agropecuario. Maquinaria agricola Aparatos eléctricos Construccién Navegacién—Petr6leo Comunicaciones Servicios auxiliares prod.— Comercio ‘Manufacturas varias = — eee llels Pesca —_ — — +39 Minerfa po — Ind. Manufacturadas ‘Alimentos y bebidas —- —~ 32 03 Frigorifica — — — 07 Textil — — 1 2s Madera a 03 Celulosa y papel =9§ —- —— 18 Especialidad medi- cinaly veterinaria = 9.8 = ——~ 372.7 Petroquimica — 7 43 66 Produetos quimicos y plésticos 32 4 «5 14 Deriv, de petréleo = —- —- —— 19 Cuero —- -—- SS Caucho — — 4% — Piedra, vidrio, ete. —— 1 07 Metalurgia 4a 20 5 32 Automotriz y tractores—— £1 3624 Maquinaria y vehfculoso—— —— 16.7 24 4 =_ I Fuenter Altimir, Sentamaria y Sourrouille, op. cit., p.372. ) 82 Acumulocién y lucha de clases ta dependenciateenolielen 63 Con sespecto al rol de las inversiones norteameri- canas, segin el Business International, “las inversiones porteamericanas directas en la Argentina, se incrementa- ron de 350 millones de d6lares en 1950 a 472 millones de délares en 1960. Desde entonces han aumentado grondemente llegando a 992 millones de délares en 1965. } “Ademés las inversiones directas en manufactures se yon y ain més en los dltimos 5 afios"®®. La importancia de la manufactura para las inversiones norte- americanas, se puede apreciar en el cundro_siguien donde advertimos que entre 1961 y 1965, las inversi nes estadounidenses en el sector manufacturero argentino pasaron del 43 al 61% del total de las inversiones en el pafs, es decir, se incrementaron en un 18% (Cuadro XIV INVERSIONES DIRECTAS NORTEAMERICANAS EN LA ARGENTINA (MILLONES DE DOLARES) Total Manufactura Fuente: David Féin indusratnaciin suatttion de importaciones » Exportacon industrial en la Argentina, Uestituto i Tella, Centro de Investigaciones Econémicas, cuadro 12, 1961 656 283 1982 1 408 . 3 Fe 9 asa e TPUIMSEVIITEIIT : 18s 883 27 1985 992 si? Fuente: Argentina today Conditions and prospect for profs, ediado por Busines Internationa, p10. ‘ Sintetizando, podemos decir que eh periodo que se abre con la caida del gobierno peronista, se carscteriza por una polftica de incentivacion de tas inversiones ex- ‘ranjeras. En la prictia, esto signficars la consolidacion del rol hegeménico del ‘capitsl norteamericano en nues- tro pais; su orientacién decisiva hacia el sector indus- Cusdro XU o4 Acumulacion y lucha de closes trial, y dentro de éste, hacia las industries con mayor composicién orginica del capital. ‘Vemos entonces, de acuerdo con lo que hemos dicho un poco més arriba, que hay una coincidencia de dos clases de intereses en el nuevo tipo de industrializacion Por un lado tenemos el interés de la burguesia industrial nacional en reemplazar mano de obra por capital, para restituir Ia ganancia a un nivel adecuado con las nece sidades de la acumulacién interna de capital. Por el ‘otro estin os intereses del capital extranjero y més cespecificamente estadounidense, de concentrarse en las industtias con alta composicion orginica del capital, para poder asi realizar su phusvalfa. Esta coincidencia se tr duce en una importacion y empleo ereciente de teeno- logfa modema, en a produccién industrial. Las necesi dades intemas de le acumulacién de capital en una co- ‘yuntura intemacional en que se consolida 1a nueva estra tegia imperialista, explicarian entonces el cambio cualita- tivo en el desarrollo de las fuerzas productivas. V. Conelusiones Veamos a grandes rasgos cules son las consecuencias de este proceso. Por un lado, tenemos que esta necesidad de introducir tecnologia (que en el caso de Ia burguesia industrial nacional, podrfa pensarse que es coyuntural y que se corresponde a los ciclos de expansi6n sefialados por Marx y al papel que en ellos juega el ejército indus- trial de reserva), se transforma en el caso de una for ‘macién social capitalista dependiente, en una tendoncia 0 Ja deseparicion de la burguesfa industrial nacional como tal. En efecto, para sustituir trabajo por capital se nece- sita invertir en tecnologia. Para ello, dada la situacion actual del capitalismo en que existe un claro monopolio de Ia tecnologia por parte de los paises més desarrolla- dos, y entre éstos especialmente por parte de los EE.UU,, esto supone necesariamente In apertura de la ‘Lo dependencia teenologiea 65 economia nacional (y de su sector mis dindmico), es decir de la industria, al capital extranjero, Como conse- ‘vencia, asisimos a la compra creciente de empresas acionales por empresas extranjeras, filiales de las gran des corporaciones, y paralelamente, a una creciente con centracién de la propiedad, o sea a una progresive mono- polizacién de la industria. En esta situacién, la tnica alternativa que le queda a la burguesfa industrial nacional, 5 su asociaci6n con el capital extranjero, Pero, cuiles son las consecuencias de este cambio cualitativo en el desarrollo de las fuerzas.productivas sobre la situacién objetiva de Ia clase obrera? Habiamos visto que los dos primeros perfodos de la industrializacion asgentina se caracterizaban por una composiciOn orgénica del capital relativamente constante. Es decir, que los incrementos de capital constante se acompafiaben por inerementos proporcionales del capital variable; lo cual a nivel del mercado de trabajo daba como resultado una creciente accesibilidad del mismo 0 fen otros términos, una tendencia a la disminucién del ejército industrial de reserva Esto significa que la masa de plusvalfa, se incrementa f partir del aumento de Ia jornada social del trabajo dedicada a producir trabajo excedente, es decir que la forma principal que adopta la extraccién de plusvalia a nivel social, es Ia forma de la plusvalia absoluta. Los obreros podrin recuperar el trabajo apropiado por los capitalistas, a partir de una disminucién de la parte de Ja jomada’colectiva de trabajo dedicada a producir tra bajo excedente. A nivel social esto se traduciré en el hhecho de que las fluctuaciones salariales. dependerin de Jas fluctuaciones de Ta oferta y la demanda de fuerza de trabaj En cambio, cuando Ia industrializacién se basa en la elevacién de la composici6n orginica del capital, et in- cremento del capital constante es mayor que el aumento respectivo del capital variable, de to que resulta una cre iente restriccién en la accesibilidad del mercado de tra- 66 ‘Acumulaeién y lucha de clases ‘bajo y por Jo tanto un aumento del ejército industrial de reserva. En este caso, la forma que adopta a nivel social la extracci6n de la plusvalia, es la extraccion de plusvalfa relativa. En otros términos, los incrementos de Ja masa de plusvalfa se barin en base a la disminucién de la parte de la jomada de trabajo dedicada a repro- ducir a la fuerza de trabajo, es decir, de Ia parte de la jornada colectiva de trabajo ‘dedicada’a producir trabajo hecesario. Por ello Ins fluctuaciones salaiales tenderén a regirse por las fluctusciones de la productividad, més que por les fluctuaciones en Ia oferta y la demanda de fuerza de trabajo. Estos cambios en la forma de extraccion de la plus- valfa a nivel social y en la forma en que fluctian los salarios, tienen dos tipos de consecuencias. En el primer caso, 0 sea cuando Ia plusvalia es absohuta, en la medida fen que Ins fluctuaciones de los salarios tienden a depen- der de las fluctuaciones en la oferta y la demanda de trabajo, se produce una creciente homogeneidad en la situacién objetiva de a clase obrera y un creciente con- tol del mercado de trabajo, por parte de los. gremios. En el segundo caso, 0 sea cuando la plusvalia es rela. tiva, en la medida ‘en que las fluctuaciones salariales tienden a depender de las fluctuaciones en la producti vidad del trabajo, se produce una creciente heterogenei- dad_de In situacién objetiva de Ia clase obrera y una pérdida creciente del control del mercado de trabajo, ppor paste de los gremios, La dependencia teenologica 67 ‘Guadro XV FASAS DE INCREMENTO ANUAL ACUMULATIVO DE LAS REMUNERACIONES MEDIAS DE LOS ASALARIADOS EN LA INDUSTRIA 1950-1966 ! 1950-58 1986.61 1961-66 1956-66 ‘Alimentos y bebidas 044 -140 +120 -1.30 Tabaco 793 084 1.59 1.25 Textil ° $55 2.27 Confeccién y calado 2.47 4.20 -2.20 Madera y corcho = OS 1.20 Muebles y accesorios 0.04 -2.10 Papel y carton “1,60 2.29 Imprenta y editorial 3.95 0.79 Guero y piel 2 059 Caucho 059 1.92 Productos quimicos 2.01 0.59 Derivados de petroleo 0.34 2.69 Minerales no metilicos-2.86 0.98 Metales 0.41 2.50 Maquinaria y vehioulos0.22 1.36 Maquinaria y aparatos 0.98 0.82 eléctricos Diversos Total 1.05 1.75 032 083 221 097 Fuente: Hemos caleulado las tasas de incremento anual ‘de los salarios a partir de las Remuneraciones Medias ‘Anuales de los ssalariados de la industria que se encuen- tan en Origen del Producto y Distribucién del Ingreso 1950-1969, Boletin Estadistico nimero 1, enero 1971, Banco Central de la Repjiblica Argentina, Gerencia de Investigaciones econdmicas, p. 18; fueron deflacioundos 9 precios 1950 con los indices de Salario Real que se encuentran en Plan Nacional de Desurrolio 1970-1974, CONADE, vol. 1, Anilisis Global. 58 ‘Acumulacién y lucha de clases Veamos esto un poco més de cerca. En lo que se refiere a Ja heterogeneidad creciente de la situacién obje. tiva de la clase obrera, si se considera la tasa de incre. ménto anual acumplativo de los salarios reales de los asalariados de Ja industria, como un indicador de la evo. Iuci6n de Jos salarios del personal obrero industrial, y si se analiza su evolucién por rama, tenemos que: 1) Si bien carecemos de datos sobre el conjunto del perfodo pperonista, del anilisis de los dltimos aos de dicho go- bierno (es decir de! subperfodo 1950-55) surge un hecho significativo: es el nico subperfodo en el que subramas pertenecientes a lo que hemos llamado sector vegetativo de Ia industria, tienen incrementos anuales de salarios que superan a Jos incrementos medios para toda la in- Gustria, $i bien durante todo este perfodo, ya se advierte Ja tendencia a Ia diferenciacién entre los salarios pagados por el sector dindmico y el vegetativo (diferencia que se conereta 2 favor del primer sector), el hecho de que subramas vogetativas y especificamente las més importan- tes entre ellas aumenten sus salarios por encima de los incrementos medios de la industria, indicaria que en ese subperfodo hay una mayor homogencidad de la situa- cién objetiva de Is clase obrera. Esto se confirma en el hhecho de que las desviaciones, por encima o por debajo de los incrementos medios salariales, no son tan grandes como en los demés subperfodos; b) En los otros dos perfodos, se advierte claramente 1s tendencia creciente a Ja diferencincién entre ramas industriales, en lo que se refiere a los aumentos salarales. Es evidente que son los sectores de punta dentro de Ja categoria de industrias indmicos, 108 quo mis aumentan anualmente los sale rios. Como contrapartida en el sector vegetativo, se veri- fica a tendencia contraria, es decir disminuyen Jos sals- ‘ios en todos los casos, atin en las ramas mas importantes dentro de este sector, como ser Ia alimenticia y Ia textil. Esto queda ain mis claro si se analiza el conjunto del perfodo posperonista. Se advierto entonoes que a ex- cepei6n de la rama tabaco, todas las ramas del sector ‘Lo dependencia teenolégiea 59 vegetative estin por debajo del incremento medio de salarios industriales y, ademés, en aquellas ramas los sala- rios_disminuyen, -En cambio’ en el sector dinimico se verifica la tendencia contraria, Por Gltimo, las diferencias de incrementos con res- pecto al incremento medio salarial en la industria son mucho mayores que en el primer perfodo analizado. ‘Vemos entonces que se da una creciente heterogeneidad de la situacién de la clase obrera. Los obreros que se encuentyan trabajando en el sector dindmico, tienden a beneficinrse con mayores incrementos anuales de salarios, que los que se encuentran en las ramas vegetativas. La hreterogeneidad se verifica en términos del sector de Ia produccién en el cual los obreros se encuentren trabajando. Por otra parte, si se consideran los salarios basicos de convenio en algunas de las ramas mis significatives de cada sector de la industria, se advierte que: Cuadro XVI SALARIOS BASICOS DE CONVENIO, FOR HORA, A PRE ‘CIOS CORRIENTES Y PARA ALGUNAS RAMAS INDUSTRIALES 1948 19851966 Alimentacion oi 1.88 4.08 92.40 peén 18s, 45 87.49 text oficial 237 538 100.23 pein 208 330 96.87 caucho oficial 1.90 347 100.78 pen 135 439 90.73, metaburgia oficial 229 eas 12442 peén 142 479 101.72 Fuentes: Salarios bisicos de convenio, aiios 1948 y 1955, Distribucidn del ingreso y cuentas nacionales en la 60 Acumulacién y lucha de closes Argentina, CONADE-CEPAL, Bs. As., 1965, tomo 5; afio 1966, Origen del Producto’ y Distribucién del Ingreso 19501969, ed. cit. En el afio 1948 los peones de las industrias vegetati- vas ganaban mas que los de Ins dinémicas, mientras que ‘entre 10s oficiales las diferencias no son nitidas. En cam- bio en el afio 1955, los salarios percibidos por convenio por los peones de las industrias vegetativas, tienden a ‘gualarse con los de las dinémicas, mientras que 1os of ciales del sector metaligico tienden a percibir ingresos ‘més altos que sus pares de las otras ramas. Por Gltimo, en 1966 ya se ve claramente la diferencia salarial entre los obreros del sector metalirgico y el resto: los peones rmetalirgicos ganan més que los oficiales de las industrias vegetativas © incluso que los del caucho, rama pertene- ciente al sector dinémico de la industria, Por tltimo si bien las diferencias salariales entre oficiales y peones en ‘todas las ramas industriales consideradas disminuyen a ‘medida que pasa el tiempo, Jo cierto es que de lo que demostramos se desprende que la heterogeneidad dentro de la clase obrera, se establece no tanto por el nivel de calificacién alcanzado, sino més bien por el sector de la produecién en que se encuentra trabajando, Pero ademés 10s aumentos anuales de salarios estén indicando otra cosa: et poder diferencial de negociacién de Ios gremios. Los gremios correspondientes a las indus- ‘rias dindmicas, tienen mayor poder de negociacién que los gremios de’ las industrias vegetativas. Sin embargo, y como veremos en el Giltimo capitulo, Io caracteristico Ue] nuevo perfodo de acumulacién es la dismimci6n del poter de negociacién para el conjunto de los sindicatos. Es decir que, independientemente del hecho de que ha- ya gremios que por su ubicacién en la produecién ten- ‘gan un mayor poder de negociacién que otros, 10 cierto 8 que lo caracteristico del perfodo es una disminucién de dicho poder, en relacion al que poseia el conjunto de los gremios en Ia etapa de acumulacién precedente, La dependencia teenoldgica 61 Si bren esto seri desarrollado ms adelante, cuando se analice la orientaci6n de las acciones sindicales del pe- rfodo, la crudeza de les ciftas mateméticas demuestra cmo, entre 1966 y 1968, In ofensiva de Ia burguesia uebranta a los gremios, e impone al conjunto de la clase obrera un bloqueo slarial que perjudica tanto a Jos obreros de las ramas vegetativas como a aquellos sectores de punta de Tas ramas dindmicas y que habian logrado en todo el periodo anterior (1956-66), los ma ryores inerementos salariales por aflo, Cuaaro XVI TASAS DE INCREMENTO ANUAL ACUMULATIVO DE LAS REMUNERACIONES MEDIAS DE LA INDUSTRIA 1966-1968 1966-1968 Alimentos y bebidas 0.70 Tabaco 0.17 Textil 5.95 Confeccién y calzado 872 Madera y corcho 5.80 Muebles y accesorios 535 Papel y cartén 478 Imprenta y editorial 017 Cuero y piel 290 Caucho 2.86 Productos quimicos “185 Derivados de petréleo “5.20 Minerales no metélicos 4.10 Metales 315 Maquinaria y vehiculos 4.60 Maquinaria y aparatos eléctricos 281 Diversos 4.60 Total 440 Fuente: idem que el cuadro anterior. ALR 62 Acumulaci6n y lucha de clases En los capitulos siguientes veremos e6mo todos estos procesos. gravitan sobre la hucha de clases en muestro pais. NOTAS LB mie, hee ean, dae ma moe Buenos Aires, 1970. eee eco mn mi otf soe mi ce 1 ee eo cee oer hae ger con hn ie, ee Zo adie cue aor abet see ees ee Sores ae bene rae epee ne oe Sete tele te em Se so enamine ro he Bit mclesa enn grb ten alates eee Bae al pao ore pyle gy ken Ps Si es hoi ia aa ects arte ce eg Pita, Griatbo, ‘México, 1970), = el! eee eee a tes mma, i 8 Se ae Pein tae Ie dant pau a orate or Ae pacar Patz Peg nC se at a rae, Tae 2 genie my act seri outers, an Peza a Sein snes cenyay ata res Lap toner ei ‘La dependencia teenolégica 63 Por iltimo y en to que se refiere a la literatura mis reciente faire el toma, ver Agi Emmanuel ‘51 Iercambio devia, XxI_ Argentina, Buenos" Ales, 1972, Sobre el tema pueden Seu Ie was cls the! volumen Inperalima) Gomercio inernacional, Cuadernos de Posado y Presente, 0°24, Chidobs, 1971; [N. del E.] 3 Ver V. Lenin £1 imperiaismo, etapa superior del capitals. ‘mo, varias ediciones; también R. Hllferding, £1 capital financlero, ‘Teenos, Madrid, 196: 47, dos Santos, “The changing structure of foreign invest rent tn Latin Asien" en Lain Ameria Refer or Revo Irion, edtado. por J. Petss y,M. Zetin, Faveett Publications, New York, 1968. [ay edicibn en enstelano América Latina, Zeforna 0 rerolucién? , Yéitoral Tiempo Contemporineo, Bue- fos Ales, 1970, N. del.) 5 Afo. 1929, T. Dos Santos, op. cits aflos 1960 y 1967, ‘Brasit 1970; nem sid nem super, Departamento de Comercio de EE.UU,, 1970 ® Cf. Celso Furtado Um proyeto para 0 Brasil, Saga, Rio de Janeiro, 1968, 7 idem, p. 128. ® Fernando H, Cardoso, Cuestiones de Sociolortn del desaro- Mo de América Latina, Etioril Universitaria, Santiago de Chile, 1968. . © En esto sentido ver Harry Magdoff, “La om de} imperil. smo", en Monthly Review en espatiol, vol. S8-59, febrero de 1969, [Hay edii6n completa en espanol La era del imperialismo, Ed forial Nuestro Tiempo, México, 1970, N. del E.} Ali se presenta al siguiente cundro: f Cuadro XVI: INVERSIONES AMERICANAS Y DENEFICIOS REPATRIADOS ‘A LOS EE.UU (BILLONES DE DOLARES) 1950-1961 América Europa Canadé “Latina Otros | Fiujo de inversiones

Vous aimerez peut-être aussi