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7 HUSSERL Y LA FENOMENOLOGIA* {Quées la fenomenologia’ Responder a nuestro interrogante no es Cosa facil. ‘Sin duda que la mayoria de los grandes pensadores del siglo XX se reconocen deu- ores de Vussei\: Sense, Rarhrnann Nave evans Renee Lisi Gadamer, entre otros, realizaron su reflexion filos6tica bajo (a sornbra ae Hassert Aigumos de ellos reconocieron explicitamente su deuda con el maestro. Heidegger en Ser y Tiempo lo afirma sin rodeos: «Sila siguiente investigacin da algunos pasos hacia delante (..) lo debe el autor en primera linea a E. Husserl, que lo familiariz6 (.) ‘con los mas variados dominios de la investigacién fenomenolégica, mediante una solicita direccién personal y la mas liberal comunicacién de trabajos inéditos»”®, Sartre, con motivo de la muerte de Merleau-Ponty, firma rotundamente: Ia feno- menologia de Husserl «nos lo dio todo»". Inclusive, él mismo Habermas formula ‘su Teoria de la accién comunicativa al descubrir una complementariedad entre Inaccién comunicativa y el pensamiento husserliano sobre el mundo de la vida” [Ninguno de ellos se consider6, sin embargo, husserliano y si nos detenemos en sus reflexiones encontraremos tales diferencias entre si y, con mayor raz6n, con Husserl, De ahi que bien podriamos decir con Ricoeur: «La fenomenologia es en ‘gran medida la historia de las herejias hussertianas»”. Considero que ta sucesién de estas herejias se debe a que los pensadores asumieron un momento del desarrollo del pensamiento husserliano como el = Leecidn inaugural del afio académico. Facultad de Filosofia de la Universidad de San Bue- naventura. 5 de febrero de 2002. 30. Sein und Zeit, 8e Auflage, Max NiemeyerVerlag, Tobigen, 1957, p. 38. 31. Merleau-Ponty. En: Ideas y Valores, Bogoti, Universidad Nacional, Noms. 71-72, 1986,p. 146. 2 Che. Vorstudion und Erganzugen zur Theorie des kommunikativen Handeins, Frankfurt a. M, 1984; p. 572. 33. «Surla phenoménologien, en Sprit, (1953), p. 836. 112) osa facil. cen deu- jadamer, Algunos renSery sos hacia ariz6 (..) jante una éditosy”™, la feno- s formula fad entre la vida” remos en azn, con gia es en ensadores ) como el de San Bue- 1986, p. 146 Frankfurt a OR L0S SENDERS Dax PasoF4e OccENrAL definitivo, 0 como el mas fecundo o como el més fundamental. Una visién mas exacta de dicho pensamiento nos exige tener en cuenta lo siguiente: El desarrollo de un pensamiento filos6fico no es otra cosa que el resultado del esfuerzo por explicitar una primera y genial intuicién, anticipadora de los logros que poco a poco se irdn alcanzando, Husser! lo tenia bien claro para si En Filosofia Primera nos lo dice: «Toda invencién presupone una anticipacién, Nada se puede buscar ni ningiin trabajo productivo se puede comenzar sin po- seer de antemano una idea directriz de aquello que hay que buscar o de aquello que hay que producir»."* Esta intuicién no siempre es ficil de captar. Husserl nos Ia dio a conocer en un texto de finales de su vida, pero que permanecié inédito hasta 1954. Segiin él, en 1898 tuvo la intuicién de que entre el hombre ¥ el mundo existe una correlacién, es decir, que yo no puedo comprender al hombre sin su relacién con el mundo ni al mundo sin su relacién con el hom- bre. Desde entonces «toda mi vida de trabajo, nos dice, estuvo dominada por {a tarea de una elaboracién sistemiética de este a priori de correlaciény™, Y ciertamente esta claboracién sistematica nunca la logré plenamente. El mismo ‘0s lo confiesa cuando en 1937, poco antes de su muerte, escribe: «Yo no sabia que fuese tan duro morir. Justamente ahora, cuando he emprendido mi propio camino, justamente ahora tengo que interrumpir mi trabajo y dejar inconclu- s#mi tareay. Pero digamos, desde ahora, que una plena explicitacién de esta IntuiciOn es imposible porque la experiencia humana no se deja explicitar y mucho menos racionalizar plenamente: ella nunca entrega toda la verdad de su sentido. A veces la correlacién parece descansar totalmente en el mundo vivido, ocultando la vida que vive este mundo y, a veces, se nos revela como la vida que experimenta al mundo, ocultando todo el sentido del mundo. De aqui == se haya tildado a la fenomenologia de ser una filosofia de la ambigtedad. Sesserl fue consciente de ello. En Crisis considerard que «Su destino (que mis ‘asde serd comprensible como un destino esencialmente necesario) es caer y sefver a caer en paradojasy, una de las cuales le sirve de titulo al pardgrafo la misma obra, la cual reza asi: «La paradoja de la subjetividad humana = cs sujeto del mundo y conjuntamente objeto en el mundon. rte Philosophie, Haag, M. Nijhoff, 1956, p91. © Gh Die Krisis der europtischen Wissenschaften und die traszendentale Phiinome- ologie. Haag, M. Nijhoff; 1984: p. 168-170. = Biden. a1 Danie Herrera Restrepo El origen de las «herejias husserlianas» tiene aqui una primera explicacién: :uchos pensadores, como lo hemos dicho, asumieron el momento del esfuerzo reflexive de Husserl como el mas interesante o el mas fecundo y algunos como el definitivo, sin embargo estos s6lo constituian «intentos» de explicitacién de su intuicién originaria. El mismo, en el texto anteriormente citado, nos dice que su obra Ideas de 1913, obra considerada por muchos como la expresion de un pensa~ miento idealista, tan sélo constituyé freilich die ersten Durchbriiche («ciertamente los primeros intentos») de una explicitacién sistematica de aquella intuicién. Esta dificultad para comprender lo que fue la fenomenologia para Hussert se agrava con el hecho de que nuestro filésofo, dado su sentido de rigor y de responsabilidad intelectual, publicé muy poco en vida y esto en circunstancias muy especiales. Casi toda su obra permanecié inédita hasta después de la se- ‘gunda guerra mundial, en parte continéa inédita. La tmica obra completa que publicd fue Investigaciones Légicas (1900-1901); de Ideas, obra que consta de tres volmenes, s6lo por presiones de sus seguidores, publicé en vida el primero de ellos. Logica formal y trascendental (1929), por cierto su obra més completa, la comenzé a escribir como la simple introduccién de la posible publicacién de ‘una obra ~Experiencia y juicio—que, de hecho, tan sélo fue publicada en 1939,€s decir, después de su muerte. Finalmente, Las meditaciones cartesianas, publicadas en francés en 1931, contenian las conferencias dictadas en la Sorbona en honor a Descartes, donde por cortesia con los franceses, recorrié de nuevo el camino cartesiano seguido en Ideas, aunque de hecho ya lo habia abandonado. Por ales sometié este texto a una revisi6n que permanecié inédita hasta 1950. Quienes tuvieron la posibilidad de conocer algunos de sus inéditos, parte, conocieron més en detalle el desarrollo y significado de su pensat Recordemos el texto citado por Heidegger en el cual le agradece a su Maestro haberle dado a conocer sus inéditos y lo que ellos significaron para Ia elaborack de Ser y tiempo. De acuerdo con lo anterior, un acercamiento al pensamiento hus implica juzgar lo publicado en vida y los textos inéditos, a partir de su punto. egada en ese esfuerzo por explicitar su intuicién originaria sobre el a prior’, la correlacién hombre-mundo, punto de llegada que se encuentra en Crisis las ciencias europeas y la fenomenologia trascendental, obra que no al finiquitar a causa de su muerte y que permanecié inédita hastal954. 118) Prive Panre » Pon Los SeNoEROS DEL Fitosorur OCCIDENTAL Lo anterior nos permite comprender las interpretaciones tan diversas de su concepeién de la fenomenologia. Detengémonos en las tres mis significativas. La fenomenologia como método para una ciencia eidética Una primera interpretacién es la de la fenomenologia como método que permite Ia elaboracién de una filosofia como ciencia eidética, es decir, como ciencia de las esencias. En Jnvestigaciones légicas, Husserl se coloca en el poto objetivo de la correla- cién hombre-mundo, interesado en ese primer momento en la elaboracién de una «légica pura» como ciencia tedrica, auténoma y a priori en contra de la concepcién psicologista de la l6gica como ciencia préctica ~arte de pensar correctamente-y como ciencia subordinada a la estructura psicolégica del hombre. Husserl lo hace partiendo del cardcter intencional de la conciencia, del hecho de que la conciencia es siempre conciencia de algo y que, por consiguiente, el camino més apropiado seria ira ese algo, ira la cosa misma, dejando de lado todo supuesto y limiténdose una escrupulosa descripcién que permitiera intuir —ver intelectualmente— la esencia 0 eidos de ese algo. La fenomenologia como método se identifica aqui con la lamada «reduccién eidética» consistente en ira las cosas mismas, describir las variaciones de los hechos individuales similares para alcanzar su esencia, la cual no es otra cosa que el nticleo invariable comin a los mismos. Muy pronto se conforms alrededor de Husser! un grupo -el llamado Circulo de Gotinga— para el cual el insinuado método fenomenolégico era valido no sélo para la descripcién de las esencias logicas, sino para las esencias de no importa qué regi6n de la realidad. Citemos algunos nombres de estos primeros fenome- nologos conocidos en nuestro medio: A. Reinach, D. Von Hildebrand, A. Koyré, E. Stein, J. Haring, A. Phinder y M. Scheler, quienes elaboraron fenomenologias de lo estético, o ético, los valores, el derecho, la sociedad, etcétera. Vale la pena llamar la atencién sobre cémo un buen nimero de ellos, se interesa por la des- cripcién fenomenolégica de la esencia de la religién, En 1916, al continuar Husserl su ensefianza en Friburgo, se conformé un nuevo grupo -el Circulo de Friburgo- al cual pertenecieron, entre otros, M. Heidegger, H. G. Gadamer, E. Levinas, J.P. Sartre, H. Marcuse, K. Lowit, L. Landgrebe, E. 115) Daniel Here Restrepo Fink”, Todos estos pensadores concibieron la fenomenologia como un método que al describir las «intenciones» que acompafian la experiencia, permite poner de presente la irreductibilidad de las diversas experiencias de la realidad, descubrir horizontes no pensados en los que dicha realidad se sittia cuando se respetan las intencionalidades que la aprehenden y, finalmente, delimitar y fijar el estatuto original de la esencia de las realidades asf alcanzadas. Investigaciones ldgicas no logré esclarecer la correlacién hombre-mundo, vida cientifica y vida pre-cientifica. Encontramos alli una fenomenologia defi- nible desde un a priori material que dejaba, sin resolver cémo los objetos ideales adquieren el cardcter de donacién. Ellas constituyen fundamentalmente una critica de la significacién. Husser| no lograba ir més alla del ser logico y del ser mate- mitico sin alcanzar una mayor justificacién de las significaciones, sin esclarecer satisfactoriamente los alcances de la intuicién y de la evidencia, sin profundizar en los alcances de Ia intencionalidad y de la constitucién alli insinuada. [No pocos comentadores de esta primera obra de Husser! vieron una «resurrec- cién de la metafisica realista», Sin duda que podemos hablar de un Husser! realista. El mismo en Crisis lo acepta en forma clara: «no existe, escribe, un realismo mas radical que el nuestro. Realista si, pues nuestra experiencia implica la presencia de una realidad. Pero el objeto de este realismo no es la cosa del empirista que ‘choca con otra cosa que seria el sujeto, ni tampoco el objeto del racionalista que, ‘en cuanto pura representacién, necesariamente esté o no esti presente en la con- ciencia, Para Husserl el objeto es sélo objeto gracias a las diversas vivencias del conciencia que prescriben a priori el cémo de su presencia, los modos del aparecer de las cosas, las cuales en muestra vida cotidiana las vivimos directamente sin que tengamos plena conciencia de cémo ellas son vividas para que ellas sean vilidas para nosotros. Ahora bien, estos modios son miiltiples y relativos. Una cosa es ef Arbol percibido y otra el 4rbol recordado. La manera de darse el drbol difiere ex estas vivencias porque cada una de ellas tiene sus propias leyes. En sintesis, todo objeto de experiencia esté en correlacién con los modos como el sujeto se puede: hacer presente a las cosas, modos que al mismo tiempo, determinan el modo ée 37 Para un conocimiento detallado de! movimiento fenomenolégico ver: Biemel, W., Die Em tescheidenden Phases der Enifaltung von Husserls Philosophie, en Zeitschrift fr Philos ‘hie, Xl, 1959: Spieelberg H., The Phenomenological Movement. Historical introduction, ‘Second ed. Phaenomenologica. The Hague! Boston/London, M. Nijhoff, 1978, 11) todo er de ubrir an las auto undo, defi deales critica mate- ndizar ealista. no mas esencia sta que sta que, Jacon- as dela parecer sin que validas ssa es el fiere en sis, todo modo de {, Die En- ¥ Philoso- roduction Pess PaRrs + PoR 108 SeNDEROS DEL FiosoFAR OCCIDENTAL darse de éstas. Husserl, sin embargo, como lo hemos dicho, no logra explicitar esta correlacién en Investigaciones légicas. Afiadamos, finalmente, que muchos otros intérpretes de esta etapa del de- sarrollo de la fenomenologfa, entre ellos muchos latinoamericanos, consideraron erréneamente ala fenomenologia eidética, en cuanto descripcién de esencias, como una resurreccién del platonismo, como si las esencias de las que hablaba Husser! constituyeran «otro mundo», causa inmutable de los fenémenos fugitivos de la experiencia sensorial o como si dicha fenomenologia s6lo estuviese en funcién de las vivencias intelectuales o logicas, dejando de lado todas las otras vivencias el hombre como las emocionales, sentimentales o valorativas. Justamente estos lltimos intérpretes redujeron la fenomenologia a un simple método descriptive ys por cierto, descriptivo de cualquier cosa. A lo largo de los afios muchos pensadores asumieron esta vision de la feno- menologia, innegablemente con fecundos resultados. Hasta su muerte Husser! siempre considerd a la fenomenologia como un método, pero como un método para el desarrollo de una disciplina apriérica. En su articulo para la Enciclope- dia Briténica en 1930 lo dice expresamente: «Fenomenologia designa un nuevo método descriptivo (...)y una ciencia apriérica que se desprende de él y que est destinada a suministrar el 6rgano fundamental para una filosofia rigurosamente cientifiea»*, Pero el método no se reduce al practicado en Investigaciones ldgicas, ai el aprior’al a priori material propio de una metafisica realista. Afiadamos que en la década de los cuarenta en Colombia, Luis Eduardo Nieto Arteta utilizé la fenomenologia como ciencia eidética para esclarecer la esencia del ser humano, la esencia de lo social y, de manera especial, la esencia 4e lo juridico. En contra del formalismo juridico de la Teoria pura del derecho de Kelsen, Nieto Arteta, a partir de fecundos andlisis fenomenolégicos, sostuvo fo siguiente: «realidad y valor, vida y espiritu, ser y deber ser, forma y materia, he ahi el contenido de la experiencia juridica. Ni pura raz6n, ni pura vida. Lo vital racionalizado y lo racional vitalizado»®. Por su parte Rafael Carrillo, por la 38 Elarticulo de la Enciclopedia Britinica, Trad. Antonio Zirién, Cuadernos, México, UNAM, 1990, p. 59. 29° Légica, fenomenologia y formalismo juridico, Universidad Catélica Bolivariana, Medellin, 194, p. 458, in?) Danie Herrera Restrepo ‘misma época, definiendo a la fenomenologia como «disciplina filos6fica auxiliary, recurrié a ella para defender, también en contra de Kelsen, la posibilidad de un conocimiento de Ia esencia del derecho y de la relacién de éste con los valores. El derecho, nos dice, «es algo que el hombre hace para hacerse a si mismo, y el hacerse a si mismo constituye la realizacién del valor supremo de una persona». Igualmente, desde la fenomenologia eidética, Carrillo rechaz6 la mentalidad po- sitivista de quienes pretenden definir la racionalidad con la legalidad sistematica del «asi es» e inferir desde allt el «asf debe serm®, La fenomenologia como analitica de la conciencia En suesfuerzo por explicitar la intuicién originaria de la correlacién hombre- ‘mundo, Husserl da un paso en 1913 con su obra Ideas relativas a una fenome- nologia trascendental y una filosofia fenomenolégica tomando como punto de partida el polo subjetivo de Ia correlacién, a saber, la conciencia en si misma. Para ello, él afiade algo nuevo a su método, por I llamado, «camino cartesiano», a saber, la reduccién trascendental, cuyo primer paso era la «epojé, el poner entre paréntesis 0 suspender el juicio sobre la realidad en si misma para dirigir le mirada hacia la realidad en cuanto vivida o presente en el torrente de las vivencias de la conciencia y, posteriormente, para dirigir esa mirada a la conciencia en st misma, ala conciencia pura, al Yo Trascendental como condicién a priori de todo cconocimiento y de toda accién con independencia de nuestra experiencia empirica, sujeto no identificable con el Yo empirico que es el sujeto de las vivencias y polo de la unidad de las mismas. De acuerdo con Eugenio Fink", asistente de Husserl, el problema central de ‘esta fenomenologia seria el mismo de todas las religiones, a saber, el origen det mundo, s6lo que entendiendo por mundo el conjunto de significaciones presentes a la conciencia intencional. La génesis de este mundo no seria otra que la active dad constituyente de un Ego trascendental. El andlisis fenomenol6gico pet descomponer las significaciones en sus elementos, seguir sus referencias lo intencionalmente anterior y llegar finalmente a la subjetividad absoluta fuente de toda significacién. 40 Ambiente axiolégico de la teoria pura del derecho, Bogota, 2* edicién, 1979, p40. 4 Chr. Die phanomenologische Philosophie E. Husser! in gegenwartigen Kritt, en Ke XXXII, 1933, p. 318-382, us un es. el > ica lien, ‘Pasa Pare» Pog 108 SenenOs Det FLosorin OCCIDENTAL Esta analitica de la conciencia fue de inmediato calificada como idealista; su Yo como el solus ipse propio de una filosofia solipsista que en su soledad es incapaz de salir de si mismo para reconocer la existencia de una verdadera tras- cendencia. Si la conciencia es intencional, si ella es siempre conciencia de algo y no simple receptiiculo de ideas, representaciones, imagenes o sentimientos, una pregunta se hacia forzosamente presente: se6mo se puede intuir al Yo en si mismo sin esta relacién esencial a un algo? Inclusive, muchos identificaron este Yo con Ja concepeién de un Dios creador omnipotente y arbitrario. Muchos fueron los que asumieron una actitud critica al Husserl de /deas yy muchos fueron los que se revelaron contra su Maestro, e, inclusive, lo aban- donaron. No me detendré en ta validez de estas criticas. Como ya lo hemos visto, el mismo Husserl consideré a Ideas como un simple «intentoy en su esfuerzo por explicitar su intuicién originaria de la correlacién hombre-mundo y, como lo veremos un poco mas adelante, a partir de la década de los veinte, en sus textos inéditos encontramos algunas autocriticas més que suficientes para comprender por qué se traté tan slo de un «primer intenton. Esta visién de la fenomenologia como una analitica de la conciencia de corte idealista fue la que predominé en Colombia hasta los inicios de los afios sesenta, Ya en la década de los cuarenta Danilo Cruz Vélez asumié una actitud de rechazo y orienté su reflexidn por los caminos fenomenoldgicos de Heidegger, reflexidn reforzada por su estadia en Friburgo en los afios cincuen- ta. Para nuestro pensador la pretensién husserliana de elaborar una filosot sin supuestos a partir de un sujeto puro que, liberado de toda trascendencia, podia pensarse como pura actividad, era una vana empresa, pues finalmente dicho Yo venia a ser determinado como un Yo real y, por consiguiente, como tun Yo impuro, Al publicar en 1970 su texto Filosofia sin supuestos, Cruz. Vélez conocia algunos inéditos de Husserl ya publicados -entre otros Filosofia Primera (1923-24) y Crisis (1934) y sabia que en dichos textos se revelaba, cito textualmente, «algo completamente nuevo: la nueva figura del pensar», Lamentablemente alli termina su exposicién del pensamiento de Husserl y comienza entonces a reflexionar a partir del pensamiento fenomenoligico de Heidegger. 42 Filosofia sin supuestos. Buenos Aires, Ed, Suramericana, 1970, p. 87 9) Daniel Herrera Restrepo Quisiera aftadir que tanto Guillermo Hoyos" como mi persona“, hemos analizado criticamente en diversos textos esta fenomenologia como analitica de la conciencia pero, gracias entre otras cosas, al conocimiento de la obra inédita de Husserl sabemos que, en realidad, alli sélo hay un «intento», en buena parte frustrado, de la explicitacién de lo que realmente Husserl trataba de explicitar: la correlacién hombre-mundo, explicitacién que sélo comenz6 a adquirir contornos definitivos a partir de la década de los veinte, cuando la fenomenologia es formulada como fenomenologia del mundo de la vida y de Ja experiencia humana. La fenomenologia como ciencia del mundo de la vida Insatisfecho con los resultados de Ideas, Husserl dirige sus esfuerzos a biisqueda de nuevos caminos diferentes al cartesiano. {Por qué? En primer lugar porque se le ha hecho claro que el mundo no puede ser puesto en duds ni sometido a una «epojé», ni a una suspensién del juicio en cuanto a su realidad, La suspensi6n del juicio s6lo puede referirse a la creencia natural de que los sentidos y valores que lo habitan sean totalmente independientes del hombre y que el hombre s6lo sea una cosa entre las cosas y no el sujeto del mundo. Yo puedo dudar de las cosas singulares, pero no de! mundo en general. Y no s6lo esto. La experiencia humana sélo es posible a partir de la certeza del mundo. «El es, nos dice, aquello que es anterior a todo lo que nosotros podemos decir de él, a toda posicidn de ser, a toda actividad pric tica 0 tedrican. Frente al mundo, el filésofo sélo puede «cuestionar el mods: de ser del mundo de la vida precientifica y preguntarse por aquello que ex. ‘ motiva al hombre para Ia nueva tarea y Ia nueva praxis que se denomins cientifica» Toda experiencia, concluye, «se dara sobre el suelo del mung de la vidan‘*, Y en Experiencia y juicio podemos leer: Este terreno universal de la ereencia en el mundo esti presupuesto por toda praxis, tanto por la praxis de la vida como por la praxis teérica del conocimiento, El ser del mundo en su totalidad es lo sobreentendido, de lo 43. Ct IntentionaltaalsVerantwortung, Phenomenologica Haag, M. Nijbof, 1976 y Lost ela vida cotidiana y la ciencia, Bogotd, Universidad Nacional de Colombia, 1986, p. 108 44 Cir. Hombre y Filosofta, Cali, Universidad del Valle, 1970. 45. Die Krisis, Anexo V1. La Haya, M. Nijofl, 1954, p. 398-399. 120) . ee BRET RRB okeees Pune Pasre + Pos Los Sevoenos et FiLoso#ak OCCIDENTAL {que nunca se duda y que no ha sido adquirido primero mediante la actividad _judicativa, sino que ya es presupuesto por todo juicio. Conciencia del mundo es conciencia en el modo de la certeza de ereenci Por otra parte, a Husserl se le ha hecho claro que la idea cartesi mundo como mera substancia extensa es «la cosa més vacia» y la més pobre (das leerste Etwas). Al mundo lo experimentamos vinculado esencialmente al hombre y a su historia, como un mundo pleno de sentido, de sentido que se ha sedimentado en el lenguaje y del cual nos apropiamos a través de la comuni- |, del aprendizaje o de la tradicién, El mundo en el que vivimos, escribe Husser!, y en que ejercemos nuestras actividades (..) nos ha sido pre-dado desde siempre como impregnado de una sedimentacién de funciones logicas; nunca nos ha sido dado cen forma diferente que como un mundo en que nosotros u otros, cuya apropiacién de experiencia nos apropiamos mediante comunicacién, aprendizaje o tradicién, hemos estado activos juzgando y conociendo de manera légica®. El mundo de la vida es el horizonte no explicitado, sino anénimamente vi- vido, substrato histérico constituido por tradiciones, factores culturales, valores éticos, sistemas de correlaciones intencionales subjetivas. De acuerdo con lo anterior, el mundo es a instancia universal ala que toda experiencia singular remite. El es el verdadero a priori universal de nuestra experiencia, la plataforma global de sentido sobre la que se asientan las diversas ideas finalizantes» que el hombre se formula para hacer surgir los mundos especializados: el mundo de la historia, el mundo de la cultura, el mundo de la ciencia, el mundo del proletariado, el mundo de fa familia, el mundo universi- tario, Sustituir el mundo de la vida por un mundo particular, por ejemplo, por el mundo de los cientificos, implica tomar la parte por el todo'*. Bien vale la pena citar aqui un bello texto de Einstein: 46 Exfahrung una Urte, L. Hamburg, Clasen Verlag, 2a. Ed, 1954, p. 25. 47 Ibid, p. 3. 48 Chr Kriss, p. 459-462. i) Danie Herrera Restrepo Entre todas las posibles imagenes del mundo, se pregunta él, ;qué lugar ‘ocupa la que ha creado el fisico? La nitidez, la claridad y la certeza no ‘se obtienen mas que a expensas de la plenitud. (Que atractivos ofrece ‘entonces el conocimiento de un sector tan limitado dela naturaleza cuando se descuida por timidez, todo lo que resulta més complicado y delicado? {Merece acaso el resultado de un esfuerzo tan modest el término orgulloso de teoria del universo con el que se le denomina’™, Husser! sintetiza su pensamiento en el siguiente texto de Crisis: El dela vida es el mundo de Ia experiencia concreta pre-cientifiea donde el hombre se instala, acta, construye proyectos y se realiza como cientifico, como politico, como ereyente, Es el mundo de la experiencia cotidiana donde el ‘Yo que filosofa posee una existencia consciente y en el que se inscriben las cias los cientificos. En ese mundo somos objetos entre los objetos yen a ese mundo el polo opuesto, sujetos egol6gicos ideoligicamente refer ccomo quienes lo experimentan, valoran, se preocupan. Un reino, en fin, de valores y metas, que no es sustituible por maniféstacion parcial alguna del ‘mismo, como pretende el objetivismo cientifico, sino que subyace como sustrato englobante de todo acontecer y de cualquier obrar®. De acuerdo con todo lo anterior, el mundo no es objeto de duda come pensé Descartes. El es el a priori universal concreto y, como tal, Husser! le: ‘me como el camino mAs expedito para explicitar esa intuicién anticipadors correlacién hombre-mundo. Pero detengdmonos en ese «Yo que filosofa» y que «pose una consciente» que Husser! ha mencionado en el tiltimo texto citado. El camino cartesiano lo abandona Husser! no sélo por la duda sobre el «que él implica, sino también porque dicho camino conduce de forma ‘aun cogito vacio, irreal y sin interés filoséfico como lo dice en Crisis: 49. Comment je vois le monde, Trad. De Cros, Paris, Flammarion, 1934, p. 214. 50° Krisis, p. 107. Cf. Krsis, p. 461, 484; Erfahrung und Urtll, p. 38, 45s. 123) Pea Panrs + Pow Los Sevoenos net Fuosorar OCCIDENTAL En efecto —leemos alli~é! lega, como de un s6lo golpe al ego trascendental, pero por laausencia de una explicacién previa, este ego aparece aqui como vacio de todo contenido, Por consiguiente, no se ve de inmediato aquello que puede ganarse con el descubrimiento de este ego, y menos se ve aiin més, cémo podria establecerse, a partir de alli, una ciencia fundamentalmente nueva y de gran importancia para la filosofia.(..) La recepeién reservada amis Ideas lo han dejado ver muy bien’ El Yo que filosofa y que posee una existencia consciente, el famoso Yo trascendental, no es otro que el Yo de carne y hueso que transita por las calles. Textualmente Husser! nos lo dice: «todo Yo trascendental (..) es un hombre en el mundo». Y de una manera mds rotunda, después de preguntarse {Qué es el Yo trascendental de Fichte? responde: «el Yo trascendental de Fichte es el mismo sefior Fichte ejerciendo funciones trascendentales». Abandonando la visién dualista del hombre heredada de los griegos, Husserl Jo concibe como una totalidad que gracias a su estructura puede vivenciar, experi- ‘mentar el mundo como de hecho lo experimenta. A través de todas sus vivencias, el hombre de carne y hueso capta con una conciencia esponténea los sentidos que posee la realidad gracias al didlogo, al encuentro con las intencionalidades de los hombres del pasado y con sus mundos vitales, o bien, gracias a su propio dilogo mediante el cual enriquece los sentidos pre-dados con uno nuevo. Ya en los circulos académicos se habla de la inteligencia sentiente, de la inteligencia emocional, de la razén poetizante, es decir, de los sentimientos como viven donadoras de sentido, donacién que se sedimenta en el lenguaje poético. Nuestra sensacién no es el choque o encuentro entre dos cosas como lo pensé el empirista, ‘ampoco es el encuentro por parte del sujeto de una representacién 0 de una imagen en su solitaria inmanencia como lo pensara Descartes. La sensacién es un didlogo entre mi Yo-cuerpo y las realidades que definen al mundo de mi vida en cuyo horizonte ellas se me ofrecen. Nuestro cuerpo no € una cosa entre las cosas. Mi experiencia me ha convencido que Yo no tengo un cuerpo, sino que soy un cuerpo. El constituye mi camino de acceso a las co- sas, mi apertura originatia al mundo, mi saber consciente aunque prerreflexivo SI Krisis, p. 18.

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