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Núcleo 2

Imágenes e
Identidad
Imágenes

1ª Parte
NUESTRA
RELACIÓN
HABITUAL
CON LAS
IMÁGENES
¿qué nos transmiten las imágenes?

Algo diferente a cada una de las personas que ve una imagen. La mayor parte de las
veces que hago una foto trato de plasmar un concepto que tengo en la cabeza. Puede
ocurrir al contrario: salgo a coger imágenes que después me llevan al concepto.
En este caso, daba un paseo por Palafrugell en Gerona y en esta foto vi una una
combinación de elementos que hacía palpable la soledad de esa calle. Tal vez el tono frío
y azul, tal vez la combinación de edificios, tal vez una mezcla de varias cosas. A mí me
transmite soledad, ¿y a vosotros?
2ª parte
Lo que las imágenes
parecen y no son
(o cómo nuestra
relación con las
imágenes es muy
compleja y es
sistémica)
3ª parte
Las imágenes
construyen una cierta
realidad, y me
construyen a mí.
La realidad como
relato y como
memoria
Ernst H. Gombrich (1982) , La imagen y el ojo. Nuevos
estudios sobre la psicología de la
representación pictórica, Alianza Editorial, S.A., Madrid,
1987, página 138.
TEORÍA DE LA REPRESENTACIÓN. IMAGEN Y REALIDAD
Imagen y realidad aparecen como los dos términos de una contradicción
(que es
también equivalencia bajo el punto de vista de la figuración) que nos lleva a
preguntarnos por cómo desciframos mundos tridimensionales a partir de
imágenes en
dos dimensiones. En principio, plantearse el problema de cómo es posible
que una imagen
"sustituya" (es decir, represente) a una realidad a la que toma como
referente implica, en
principio, preguntarse por el tipo de relación que establecemos entre ambos
términos. Para
nosotros, todo viene a cumplirse en el interior de un discurso sobre el signo
y, más
concretamente, sobre aquel tipo de signos a los que denominaremos en
principio
icónicos.1.
Tradicionalmente ha venido considerándose a este tipo de relación como
basado
en una cierta manera de semejanza o analogía entre la imagen y su referente
(aunque rara vez se explica en qué consiste tal analogía o los términos de
esta semejanza); el problema surge si nos planteamos que los términos bajo
los que juzgamos dos cosas como “semejantes” están sujetos a las
oscilaciones del gusto o a los diferentes criterios de base escogidos para
comparar dos objetos con exclusión de los demás, por eso mismo es que
podemos afirmar que según que época o cultura no se juzgan semejantes las
mismas cosas.
El problema es central para entender el proceso de representación ya que si,
según todos los indicios, la semejanza no es una competencia natural sino
adquirida, la imagen vendría a basar su funcionamiento en códigos
convencionales, de cuyo conocimiento por parte de los sujetos de la
comunicación dependería, en mayor o menor medida, el éxito de su
capacidad representativa.
Las imágenes no sólo
representan, no sólo
cuentan otras cosas
además de lo
representado: también
me representan a mí,
me construyen, me
convierten en parte de
un sistema de
narraciones e historias
4ª parte
Vivimos en una
sociedad del
espectáculo
La sociedad del espectáculo convierte
cualquier suceso, por
lejano que sea, en un objeto a consumir por
parte del público.
Cosifica toda la vida, la convierte en
producto. Multiplica el
conocimiento (a través de lo audiovisual
fundamentalmente),
pero facilita una vida que no es real.
HISTORIA
DE LAS
IMÁGENES
La sociedad del espectáculo
convierte cualquier suceso, por
lejano que sea, en un objeto a
consumir por parte del público.
Cosifica toda la vida, la
convierte en producto.
Multiplica el
conocimiento (a través de lo
audiovisual fundamentalmente),
pero facilita una vida que no es
real.
1956

1956
1960
1976

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