Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Casi todos los das pensamos en que debemos cambiar algo: comer mejor,
hacer deporte, dejar de fumar o retomar las clases de ingls son algunas
de las tantas metas que queremos alcanzar. Pero, por qu la mayora de las
veces se convierten en promesas incumplidas o de corta duracin? La clave
est en los hbitos.
A lo largo de la vida vamos incorporando conductas regulares con las que
podemos sentirnos a gusto o no. Generalmente forman parte de un proceso
inconsciente, automtico y veloz: comienzan como respuesta ante una
necesidad y al adoptarlas con periodicidad el cerebro se acostumbra y las
termina convirtiendo en un hbito.
Un nuevo estudio publicado en el boletn de la Sociedad de Psicologa
Individual y Social explica que es precisamente este funcionamiento
neuronal el que vuelve tan difcil desarraigarse de estas conductas, por ms
que intentemos lo contrario. Segn la investigacin liderada por Wendy
Wood, del Departamento de Psicologa de la Universidad del Sur de
California, cerca del 40 por ciento de las actividades que las personas
realizan a diario se corresponden con la misma situacin y contexto.
A diferencia de lo que muchos creen, el no lograr modificar los hbitos no
siempre est relacionado con falta de predisposicin o inters, sino que
tiene que ver con reacciones propias del cerebro. En principio se derivan de
una eleccin consciente que tomamos para hacer frente a determinado
estmulo o disparador. En esta etapa entran en funcionamiento los ganglios
basales, que son parte de la corteza prefrontal y estn involucrados en la
toma decisiones. El cambio se produce cuando, al reiterar la conducta, la
informacin se desplaza al motor sensorial y provoca una respuesta
inmediata segn las representaciones ya almacenadas. En esta instancia, el
cerebro no asocia objetivos y resultados sino que repite el comportamiento
anterior.