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5. La importancia del conoc' into del cuerpo en el desarrollo psicoldgico el nifio Algunos aspectos de la integracién de la somatognosia Al adentrarnos en otro de los campos fundamentales de teflexién de la génesis de la psicomotricidad, queremos Unica- mente apuntar los aspectos més significativos del conoci- mienta del propio cuerpo y de la complejidad de estructura- cién de su representacion. En este estudio caben numerosos aspectos, todos impor- tantes, pero nos dedicaremos, simplemente, a los siguientes: a. la evoluci6n de las ideas sobre la nocién de esquema corporal, b. la génesis de la nocién del cuerpo, c. los problemas o perturbaciones resultantes de la desin- tegracion de la somatognosis. 5.1 Evolucion de las ideas EI cuerpo, en tal que materia corruptible (1), ha estado muchas veces en segundo plano, en las preocupaciones de estudio de los fisiologistas y de los psicdlogos. La tradicional segregacién de los aspectos espirituales mas importantes y de los aspectos corporales (menos importantes) ha puesto de lado los estudios relacionados con la existencia corporal humana. El cuerpo apenas ha interesado en los aspectos descrip- tivos, independientemente de la designacién antropolégica de hombre en tal que ser esencialmente corporal (12). Desde Aristoteles, pasando por el cristianismo, se considera al 83 cuerpo come un objeto del hombre y se le justifica por su exis- tencia, Sélo después de Descartes nos habituamos a separar un cuerpo asimilado a un objeto (porque éste constituye un fragmento del espacio visible y mensurable) de un yo, sujeto reconocedor, reducido a un pensamiento consciente (20). Sdlo con la abertura del siglo xx, el Cuerpo empieza a ser objeto de estudio; en primer lugar por los neurologistas porque éstos necesitan entender mejor las estructuras cerebrales, o bien porque tras el resultado de una clarificacién de los fac- tores patolégicos se hace necesario, y, mas tarde, por los psi- cdlogos y los psiquiatras. Peisse (1884) (9) define el cuerpo come un sentimiento cinestésico que aparece en el yo, como sujeto espiritual que se siente y se perfecciona. El cuerpo surge no sdlo como revestimiento cutaneo sino como el eslabon de contacto con el mundo (15). Algunos autores han comenzado por relacionar el conoci- miento del cuerpo en funcién de las experiencias pasadas, tanto las visuales, tactiles y cinestésicas como las vestibulares, que se agrupan sintesis en un modelo plastico cuya sede se situa en el cortex parietal (18). Wernicke y Foerster (37) han esbozado algunos casos patolégicos, relacionados con sindromes de negacién corporal, a través de la desaparicién de sensaciones de la actividad muscular que originaban la pérdida de conocimiento del yo. En tanto han aparecido los estudios de Pick (29) (imagen espacial del cuerpo), de Schilder (32) (esquema corporal), dé Head (18) (esquema postural), de Van Bogaert (34) (imagen de si), de Lhermitte (22) (imagen de nuestro cuerpo), Hécaen y Ajuriaguerra (19) (somatognosia) y de tantos otros autores que, con diferentes designaciones, apenas expresan conte- nidos similares. Conviene considerar que no se trata de una confusi6n doctrinal 0 nocional, porque todas las nociones pre- tenden defender las mismas ideas. Esquema corporal tal vez sea la mas habitual. simple- mente conviene que se consideren los siguientes aspectos: a. si se trata de un esquema integrado; b. si se trata de un esquema funcional; c. si se aplica al sentimiento que se posee de nuestro cuerpo; 84 d. si se denomina asi por la funcién de los mecanismos fisiol6gicos que nos dan el sentimiento correspondiente a la estructura real del cuerpo (Conrad) (33). La noci6én de esquema corporal traduce un proceso psico- fisiol6gico que tiené origen en los datos sensoriales, que son enviados y suministrados por las estructuras motoras, resul- tantes del movimiento realizado por el sujeto (32) Como defiende Schilder (32), la nocién no depende unica- mente de la actividad motora sino que también esta relacio- nada con los aspectos emocionales y con las necesidades bioldgicas. Los estudios realizades por Lhermitte (22) sobre la pertur- bacién de la nocién corporal han demostrado que la alteracion se justifica por un déficit de la figuracién espacial de las per- cepciones. También Pick (29), con sus aproximaciones neuro- logicas, apunta a que la alteraci6n de la nocién del cuerpo es el resultado de la imposibilidad dé que los movimientos refle- jados y localizados (imagen espacial del cuerpo) sean inte- grados. Aqui existe, nitidamente, la preocupacién de dar al cuerpo una representacién, como totalidad de un abjeto vivido y como un conocimiento implicito. Henri Head (1910) (18), Von Monakow (1912) (27), Babinski (1914) (4) presentaron casos patoldgicos relacio- nados con las perturbaciones de la somatognosia, posterior- mente prolongados por la brillante obra de Schilder (1923) (32). Schilder entiende el esquema corporal como el conoci- miento de la experiencia de nuestro propio cuerpo, resultado de una sintesis de impresiones sensoriales diversas. Admitié que existe un dispositive cortical que lo subentiende, y si éste se lesiona, determina numerosas perturbaciones. Gertsmann (1924) (16) abordé un nuevo campo de la somatognosia, relativo a las agnosias digitales (pérdida del conocimiento de la mano) que, al estar relacionadas con la evolucién de la practognosia, dan una nueva horizontalidad a los estudios de la genesis de la psicomotricidad. Nielsen (28) en los Estados Unidos, Schilder y Lhermitte en Europa, comienzan formulando trabajos anatomo-clinicos al poner en comparacién las perturbaciones somatognésicas con los fenémenos de apraxia. 85

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