EL UNIVERSAL
Enero 12, 2002
opinion.eluniversal.com
Atrévete a sofar
EL! BRAVO
EL SUENO DE LA RAZON produce
Mmonstruos, pensaba Goya, y tomo ad-
vertencia nos dejé ese impactante gra-
bado donde vemos un ejército de cria-
turas espantosas al vuelo mientras un
hambre duerme, no muy placidamen-
te, con su cabeza apoyada sobre una
mesa. Sabia el espafiol queno importa
cuan sometido creamos tener el in-
consciente, éste siempre encuentra su
camino para revelar las sombras que
guardamos.
Enfrascades como estamos hoy en
dia en analizar palabra por palabra a
nuestros actores politicos ;Qué tal si
iniciamos la exploracion de suuniver-
so onirico? Imagine que por un nove-
doso cuestionario, ademas de sus opi-
niones, pudiésemous conocer esas ima-
genes que asaltan sus mentes en las
noches. Invadides come andamos de
cartomanticas y astrdlogos, el asunto
no seria demasiado exético. Total, vi-
vimos en el trdpico y aqui la extrava-
gancia le roba protagonismo a la nor-
malidad.
i@ué podria swiar un individuo
como Nicolas Maduro, o Tarek Wi
lliams, o Carmona Estanga’ Yo paga-
ria una buena suscripcion por cual-
quier informe que me permitiese sa-
ber si Rangel escucha el galope de ca-
ballos mientras cierra los ojos, 0 si
Pefia suefia con el embate del mar con-
tra las piedras.. Estoy seguro que la
descripcidn dé ésas imagenes y simbo-
los, nos permitiria saber muche mas
sobre ellos que toda una mafiana de
entrevistas predecibles. Y como la es-
peculacién sobre futuros escenarios
se ha convertido en asunte de rigor.
quizés ha llegacdo el momento de darle
Unchancealainterpretacion comovia
alterna. Entre Freud y Jung ya tene-
mos las bases, loquenos queda esdarle
un matiz criolio al tema.
2¥ qué hay del ensuefio romantico de
nuestro presidente, convertido en pe-
sadilla para muchos? El trasnocho de
suego debe producir las criaturas mas
reveladoras y una incursién en esa
galeria de engendros debe ser un asun-
to fascinante. Dominado por la razon
revolucionaria, eliminado por la fla-
mna bolivariana, sus suefios podrian
ser material parala novela maselectri-
zante sobre el delirio humano. Existen
enemigos que ningin anillo de escol-
tas puede mantener a distancia, y-aun-
que é] sea teniente coronel de! ejército
de sus ideas, cuando toca ix mas pro-
fundo, alli no deja de ser un soldado
raso al servicio de sus instintos.
Lamentablemente, jamas entrare-
mos a ese mundo intimo y ambiguo, *
pues la mascara se ocupa de mantener
los monstruos arava. “Hay una fronte-
ra que solo nos atreyemos a cruzar de
noche” escribe Carlos Fuentes, en .
Gringo viejo, “la frontera de nuestras
diferencias con los demas, de los com-
bates con nosotros mismos”.