ALGO DE HIDALGO

Demetrio Vite
Un gran valle,
de infinitos magueyales,
de mezquites y trigales,
el Valle del Mezquital;
que hace siglos,
desde Tulancingo a Tula,
el tolteca y su cultura,
floreci en este lugar.
Mi Pachuca,
tu aire fro calienta mi alma,
como fuego hecho de plata,
tu metal de mucha ley,
y por Apan,
Almoloya con su barro,
de seguro te da un jarro,
con el alma del maguey.
Esto es solamente algo,
de lo que en Hidalgo podrs encontrar,
paisajes y tradiciones
de sus tres regiones, te enamorars.
Por la sierra,
las estrellas y la luna,
jugueteando en las lagunas
me pintaron la ilusin
y en mi alma,
Real del Monte es una mina,
Tlanchinol una neblina
y Calnali una cancin.
Mi Huejutla,
perla de las tres hustecas,
manta blanca y piel morena,
caf negro y zacahuil.

Unos ojos,
su recuerdo me entregaron,
en los besos de un huapango
y en las notas de un violn.
Esto es solamente algo,
de lo que en Hidalgo podrs encontrar
y una sonrisa hidalguense,
s que te convence para regresar.
Cuando ando,
lejos de esta tierra santa
y algn huapanguero canta,
pone el alma en su cantar,
la nostalgia
me trae ecos de mi tierra,
con el verde de la sierra,
de all por Chapulhuacn.
A la feria de Pachuca,
nunca fallo,
porque Pachuca es caballo,
eso dicen por all
y se me hace,
que el reloj ya apunta al cielo,
para hacerme con luceros,
un collar de eternidad.
Esto es solamente algo,
de lo que en Hidalgo podrs encontrar,
el calor que hay en su gente,
alegre, valiente, sincera y leal.