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424 N3- 189 Daniel Sada Ese modo que colma aol EDITORIAL ANAGRAMA EL GUSTO POR LOS BAILES Rosita se disgusts porque su mam le dijo aque no anduviera en los bailes. [Nomis de vel los gestos see notaba la rabia, ademis pated un canasto que estaba cerca de ella y se fue muy colorada a bocabajear sus ansas. En su cuarto la encerrona: gran lloriqueo reflexivo, ‘mismo que por ser monserga a poco encontré lo inverso: Ia alegea de estar a solas recordando sus meneos, par de ritmos, bruto empacho, y pronto el llanto ya no, ni una igrima nonata, sino la calma risuefia de saberse una belleza deseada por los galanes, 10 Inds exbeltos de Sail. Afio de mil novecientos: abridor de fantasias, tanco invento inenarrable por venis, tanta mejor, ue ojalé en lo concerniente a los valses ya las poleas no acabara en un cambiazo empeorado 0 medio chango. ‘La mamé fue comprensiva «on su hija retechula, debido a que més de rato la dej6 ofr el graméfono: meterlo al cuarto: qué bien!, aunque el ritual fuera lento, poner misica: la 6prima, ¥yas{ devino el ensayo de balanceos sin cesar, ‘mucha cadera paseada, ch regusto de remanso, cual siadrede se dejara envolver pasitamente por el humus de la gracia, amén de lo ensofiador de imaginar asus anchas el siluetismo lejano en un salén arestado de esa gente adoratriz de los rigores del baile. Ya expensas de lo anhelado al tararearsuspiraba, sobre todo porque all en la anchura del delete de esos espacios cxrrados, de hartos metros de losets para deslizar los pies, podia sentirse una diosa que daba giros con brio, a sabiendas de que ella sola se reinventaba 2 placer. Pero dejemos todo esto aque fue efecto de un regatio yun encierto deplorables para dar paso a un detalle ‘que no se debe escapar: Rosita Alvire vivia con su madre en una casa ‘que parecia un bastidor, ‘casa parva pero mona, en el bartio de Landin, Viuda la mamé y pesuda, ris 0 menos, dicho sea, pues la herencia fue la justa para que elas estuvieran desahogadas y tumbonas ‘durante mas de quince afios, «so sicon buena estima Ja mam ‘adoptaba el modo dde una sagaz tesorera, pellicando cifras sabias. La mamé: a responsable, la poderosa, a dura; tenia que ser exigente, caripareja y tacafa. Ademés, no querfa quedarse sola, yy menos que su hija nica se casata...con quién diablos. No, jpor Dios, jcudnco problema! Y¥ los bales: lo propicio: Jaamenaza de abandono, el malcontento final, lo sexual, lo meén, lo peor, lo conrosivo que infesta yyasi el contagio indebido para siempre. ;No!, de plano, porque de ser lo concratio qué frentazo se daria, Laasonada de Rosita «slo que hay que destaca. Hipécricaa conveniencia, cabiebaja se pont ane un regafio maemo, Sabiéndose derrotada, clla misma se encerraba en su cuarto apretujado y por ende hacfa su ceatro retechillon ex profeso, con gran cuantia de sollozos. iPuras papas! jmentirosal, mds bien se rela en secteto, ala espera de... ;seintuye? Acto seguido: el consuelo, al graméfono (a carga): prestérselo, eoral qué, georrecta la solucién? La mamé dadora 0 sea: a medias arrepentida, porque le doa enterarse de lo que para una joven era reprimir su gusto. Enonces que oyera musica, a solas, hasta el hartazgo, ‘como siempre sucedia, yy hubo una ver.que pasé algo de veras insdito, como es que Rosita Alvitez, muy chispera, tramé un plan que parecia peliagudo, ‘mas como estaba dispuesta a jugirsela de a tito, tuna noche se fugs por la dinica ventana habida en su cuarto infimo: caber?: si, remisamence, Y escabullirse sin ru: vestida despampanante, To logré, bendita hazaia, ya después se pincaria ‘ss labios con colorete yycon rimel sus pestafias Y sus eejas con un Lipiz de grafico renegrido, ademas de darse crema y empolvarse los cachetes. Los cosméticos guardados en una bolsa de mano, asi que todo ese tito lo realizaria deprisa, B 4 digamos que caminando hacia el ugar del evento, Baile en un saldn grandioso, segin se lo habia informado ‘otra amiga bailadora, en la calle, un dia de tancos; desenlace, de resuleas, ida obligada, sin ms, cen rzzén de que una orquesta violinesea y cornetera, venida de Monterrey, tocarla dficuleades de ritmos a todo tren, sonidos cuyo alambique Aarmonioso y rarefato una orquestasatillense jamds podria ejecutat Pomposo, entonces, el baile, singular de pea pa... no se lo podia perder. Y esquivanda lo futuro, lo presente fue suputo, ‘Que la ruca se dutmier.. gcuindo, siempre, mis 0 menos..2 Ela se dotmia a las ocho, tal ver un poco antes. Rosita dejé prendido el graméfono vetusto, ‘cuyo sonido rasposo no duraria ni una hora, yl mamd, pues ya saben, fue a decieley.. que soxpresal "Nadie, ak: ventana abiera, Se Fue Rosita muy 2orra. SIN PERMISO. ;Vaya tretat La mamé supaso cui: ancos riesgo, cans males. Supuso un baile, ;pues st, pero dénde aconcecia. Barrio jaudl? La Guayuler? All haba un par de salones, los més grandes de Salillo; por lo cual ir enojada, angustiada, 0 al revés, ‘con pugnancia resignars, tras esperar y esperar. mmm. preferibl lo segundo, ya que Rosita estarfa de regreso cuando mucho ‘o maximo en media hor, ‘para queé preocuparse silos bales lugarefios, porlo comin terminaban ‘cuando la electricidad se ba poco antes de medianoche, la cortaban, mejor dicho, a diario, sin excepcién, De modo que la mama no perdi la compostura, tuvo paciencia de més, dado que estaba segura | ‘Ahora bien, el encuentro de ambas (jem) se dio al sire libre, a oscuas, tameador. Con s6lo oft ~spenas- unos ‘cuantos pasos en su jardincito Frontal: a mami sais de ipso «on una kimpara de pete. Nervos antes, calma ahora, y hubo alumbre de semblante: ka sombra mv -huy- con carraspeos.Luego: Rosa Avie: fntasma, Aparicin, Lit video. ~Desgraciadl Te iste sin permiso. Ts ret no resul- 86, Ahora tienes que atenerte a las peores consecuencias. Y.. bueno... métete para adeno, vlad ‘Tras esa sorpresa demasiado brusca el plan de Rosita se exbé y ji modo! Queria ir por atrés de aquella casita, thurto, si bien, astuta de mis, y por la ventana que sali6, corse. Colarse delgada, hacerse ain mas, cual fideo rachero;, también, por supuesto, gly eampante como ella era siempre. Pero la mam laeaché bien pronto, Estaba al pendiente, estaba furisa, Y las consccuencias, de resultaszeudndo? Lo primero, ficil trabajar de sobra barter y tapeary limpiar el polvo. Casireluciente y muy rechinante la casita curra. Agobio habicual. Cansancio. Obediencia, Y cero protestas. Ast pasé un mes zmultiplicador? ‘Trabajal sin eregua: més, més, mds, caray. [No podfa salir ni un rato ala calle clo tri Ne she, verre deg teaming mun a, ‘Mae abe ae ince Es Ra ps of ysis re “etn ae Cm no Sic dag ye {en Ste yore alec Liman “hotpoint perpen me Cele Taumaturgia zen juego? Con la fecha dl evento legs toda la iusin, (Como nunca ances Rosita se pintazrajed la cara. Se puso el mejor vestido, uno rojo que tei leno de flores pintadas. Se fue serosa, pues, al baile curbee de alli donde més gente acudla 7 Ida atardecida, grata, ‘como dirigirse 2 un limbo donde un enredo de misias solla desatarse en grande, lineas abstrusas que iban, se perdfan en la alturas de aque techo de catrizo, ¥y abajo los poseides, ambiciosos de menco. iCuxincos hombres para vert ;Cuineas mujeres chulosas! Y todos desesperados por entrarl a los compass. Aungue. Habfa como el doble de hombres, cosa rara, pero si. De modo ‘que las mujeres podtfan ponerse sus moos, sia lo consideraban, A Rosita Ia sacaron a bailar vatios galanes, como era la mis bonita, no paré de disfrutar, ninguno rechaz6, Buena gence, y bela y cunt. De los muchos bailadores, hhubo uno sombrerudo, lucidor de un bigotazo y arrogante como nadie. Macho ejemplar recetosco, dado que adrede portaba una pistola preciosa, hartos bills eepentinos teas a Funds, en a cinura, y Rosita, temblorosa, Te pregune si aquell ama estaba lena de balas, alo que d noms soni, 1 dijo may crcunspecro: “Cémo crees que voy a andar con un arma descargads? No, mi rina, es jams. Soy un hombre de respeto. Condceme desde ahora Soy Hipalto Cancé La muchacha de inmediato le pid al galén ranchero aque la levara ails Le daba miedo segue, sobre todo presitiendo que causa de tanto giro detepente aa pstola se lesalcra un dsparo. Pexo Hipolv insists Bala conmigo una anda. Despust levo asentae Forcejeo:esena infliz, Ell queriendo alee Elagacréndole un brazo, suavernente, todavia Hasta que Rosita Alvitez muy result lanad un grivo largo, adrde y; para colmo, destemplado, sn querer. Hiubo pocos movimientos de valientes al acecho, Zale, de vencida, 0 triunfo medro eémico al final; casi jal violencia, fo digamos ciertamente que no hubo ni un color fuerte, pues los alones entre «los fueron grotescos y [pocos.. no pasaron a mayores, ‘Lo peor: Ia inmovlidad Rosita ya no bail, [Negativa a las propuestas de galanes procurantes. uc tristisimo el regreso: de Rosita, rflexiva, ‘que hacia el repaso venal unto per punto de saul, canto lo oto. ej lo que seguia a contracurso que se alejara ain mis, La casa: ah; fa madze: pu. Es que vigndolo con trria, cl hogar significaba un restrictive acomodo ‘ouna derrotasesgada © més bien un desajuste, después del tento gan burro! {Lo musculoso sentido, sri ae queda, lo mis, ;por Dios, old, aungue fuera asunto leve, por lo cual: enuncia a tiempo, Sucre, incluso; suerte a medias Y se insisteen el regreso cae que no cae de Rosica ‘con lstrado horror macabro, fsa ver -de plano canto, fen compafa de la amiga bailadora,;serecuerda?, la que le daba recados, Ia anunciance que no era otra que lene De la Ancequera, la que la iba consolando, diciéndole cosas sos, Sobre Hipélio la plitica centre ells, paso a paso. “Tambaleantes,iban rardas, sobre calles empeds "Nada habia que exagerar, salvo que hubo un desacuerdo aque no fue mis que una pifia y blablabli ysurileras| {que para qué traer a cuento, sin embargo ls trjeron, fen retaz08 pocos, ;ouintos? Erad miedo al fin y al abo cn redondo lo central a ES A Y la rupcuravibrante, pasando alos soliloguios. Y el calor ran rocho al cabo, cen la casa de Rosia Y el abrazo de madre e hija, exprimido, caegérico, De ahi que. Por lo pronto al dia siguiente clas hicieron un pacto ‘que al vapor se convieis en una ley concluyente (dizque) acto estrict, por supuest, iluso y breve tambien: la hija trabajar en las labores doméstica, de sola sol dia tras dia, zeh?, | y hacer todo con donaire, ‘muy pimpance y pinpirets Modo de irse preparando para asprara ser ducha fen materia de limpiezas, set un ejemplo radiante cde una sefora de casa. Imagen con delantal [Nada de estudios locos 2 ‘cursando carreras mugres, sino jheredal,jnido, jeden, familial, jojal, jarmonta! Pera estuviera casa ‘ose quedara sote no habia para dénde hacerse ‘Ser mujercita chulosa yy gril ser, de reves, ‘mucho as, removiendo con d las bondades de lo simple. Y ahora volvamos al pacto para evar enredarnos fen temas que por desgracia ya nunca se desenredan, Si pese a pese Rosita ‘eumpléa con todo lo dicho, tenia permiso continuo de ira los biles de all Pero si laqueaba: ht Lo malo fue que fagues, tuna ver no limpid bien los trast de la cocina la ley funcioné al tro: no ir al baile de ral fecha, nial aalle, sno. Lo que esa educacién, 1a buena, la complicada: cl respeto por delante, No violentaren fo minimo cl pacto que hubo entre ambas. 4 ‘Teotético el antifici, Fantasia de aquellaépoca: 1 toh el aguante a toda costa con duracién de semanas, ‘meses, fio? No, jqué val [No fue el caso de Rosita, Y hay que poner hasta arriba tun dato muy importance: Irene le habia advertido que le seguirfa mandando recados todos ls dias, papelitos encontrables por ahfen el jardincilo desu cas, por las eardes; ‘0 sea que cuando el ocaso se pintara alli al otiente, Rosia saldea a leer tales ‘o cuales soxpresas manuscritas, cotidianas, egibles, bien lo queria al respecto solamente hay que decie ‘que la amiga hacia a letra mds grande de lo debido. Entonees ni una semana de respero dela ley porque a Rosita, de plano, ya le hormigueaban los pies. Tan sélo tenia una duda. {Qué el si volvia a encontrar 4 Fipélic en el sald? Rosa, esta noche no sles, -Mamé, no tengo la culpa {que a mi me gusten los bales, La culpa era del azar, del destino, 0 diga usted. Los presentimientos femeninos casi nunca fallan, La ‘mam, con la consabida experiencia que dan las canasy las arrugas, le deseribié a su hija dos o tres monstruosidades, ‘dado que tema algo atroz. De aht su preocupacién?, bab, Ia adultezes paranoica. Acontraorrent el asi Irrumpir como subiendo con dl gusto como escudo Y pese a que casi hineada ta mama le suplcd aque se quedara en la casa (que el graméfonoa places, aque d enciero, ue 60 y lo oxo), quella se desré ‘on cinismo sn igual Jo nunca vito (de jure), Rosita rebelde y dunda no quiso escuchar soseras Y airosa se encarin hacia bueno, hay que alararl, antes pasé pola amiga asa casa c hizo bien Junta se euidaran algo. ‘cto sguido: la fe en el deseo giatorio, cn baile sublimado, dsjando que el tm hicira 5 26 vuclasy vueltasy dcha: aunque también ya contaba con una resulta tesa bailar con cuanto gala, ese Hipalito del asco. Raxén de mis su pistol, Por qué andaba con pistola? Lo siguiente Noto ened Scoyéel acne lar con su gibo pasindlo apenas Rao ner, Sado qe longue Sona ctvendrn Rar que Epes hombres cass mayor ‘elon vrs Ylasdniecion ‘sbi sempre Est do mujes iu bonita ht Disa de Sa, 1 dea vex ign: fioas del plane, wo ih dct, pero mais Rosita, que ni qué, de vera. Sobraba ls sills para las mujeres. ‘Los hombres de pic, ‘como debla ser iplto legé al baile ya Rosa se digi. _Sacara a baila? jMira qué cabrénl, si hasta habia de sobra mujeres hermosa, descosas de bile, ;por qué se obstiné cLempistolade? Fcil,reteficil eso. se recuerda la otta Ver cuando Rosa fue a sentarse sin el permiso de els se recuerda el forceje. Ruptura. Negrura, al fin, Y elconje predecible del bigots que ran s6lo apreté su puio inquierdo. Desire anes, y ahora qué. ‘Lo mismo; la negativa osclante,caprichosa, aquélla movié bien fuerte su cabecita monis; ademds de sus cabellos, como que muy bailadores. “Rosita, no me desutes, Ia gent lo va 2 notat, Pues que digan lo que quieran, contigo rng he de baila. La inercia de la reaccion: lo agresivo empujador. Lo real quetiéndose suetio, ye sucBio una paradoja: Hipdito se sis 28 su pistolaretechula yle disparé a Rosita ‘tes balzzos, sn pensar. {Tito letal? No, ni de chiste Suerte gufana o declinante? Noms un tir certo: cl despachador chingén, ‘De inmediato al pistolero lo agartaron varios hombres yy mds de rato llegaron ‘unos polictasarmados, Allleviselo ala cérce, alld la averiguacion tras oscuro dela culpa, 4 confesarse con creces diciendo puras verdades; alld fea final, Yas rejas hortorosas, Crudo encierto Ya impotencia sin més cextendiéndose al garete ‘como un cincer despacioso: através de zeudntos afi? Mientras tanto acd Rosita «on sus balazos metidos en ese cuerpo de diosa {que sangraba reeegacho. (Claro que abt la desgracia sobte el suelo de losera no podia modificarse. (Claro que rods la gente se persigné con dolor. Rosia Alviez: leyenda, tan cota, an bonita Ls bueno fe que salva sl grommet horas pasa en el i nis menos baildors tvs dee de bale ‘Nandos toe de ene aig ches come nl eeador devi Sieso pas: eile! guid deena! 2 LIMOSNA MILLONARIA Mi padre me heredé una serie de abjetos de escaso va- lor, entre ellos una pistola que jamés he usado y que ain ignoro si tenga una carga siquierade eres bas, o dos o una, ‘o exté vaca, 0 no funcione, o sea ruidoss, ercéters. Recucr- do que unos meses antes de morir me regalé un ‘éricamente cerrado, pero replero de cuanta baratija pens ‘iil coleecionar, fue entonces que me dijo: «Fstos son los bienes que puedo heredarte... Creo que debes darme las gracias» No save mis opcidn que agradccere el pesado ob- Sequio, pero me costé mucho trabajo abrir el bail de buena ‘manera. La llave era tan caduca que estaba oxidada, al igual aque la cerradura. No haré el recuento de contenido que fui descubriendo al paso de los afos,sslo puedo decir que me hae deshecho de casi todo, sea que algunas veces lo he ven- dido 0 empehado, pero al considerar que en su mayoria «30s objeras no valen nada, Jos artojo por ahi o los regalo a caalquiera que pueda apreciatos. ‘Alguna vez -en el fondo del basil encontré a pistola ‘en mencién y de inmediato pensé en regalarla. Tengo que decit que se trataba de una curiosidad extravagante, pues tenia bafio de plata, ademas de unas cachas preciosa y un 163 afin que, nada mis mirarsu honda retint, uno ssen- tia mero de antemano, Era una dering ica en oe fos cincventa. Ax, com absolut cuidad, garde el ama nna bland plisco y sala vaga por ls als, La tarde tralia yLinguids, ideal para bebe un vaso de cervea en fan reuuante a aie bre, Al ear eniadedisurando lo tis vacuo dela conjeruas que ane hacia tras rar las caminans de tanto, me sore un Hinouneo de unos ‘tent ais tan vencio, que pared poser d menopolio del sufimiento de hecho, algo tata, me extendié nano pidéndome una moneda, pero lo que yo le di fel bok de plisico con lo mero bueno aden, lo que me hizo sentir un filéneopo ejemplas. El extajo yal, con an- siedad~ la pistla como si extaeramilagrosamente a ma yor solucién vil. Luego apunt6 hacia todos ladosbisbi- Seando unos pum! pum um, para al cabo dig el caf hacia el aa del cielo, como oe tratara del mero orazén de todo. Yo le orden¢ que guardara el arma en la bola y desapareciera cuanto antes, el me obedeis como tin nto repatado, Cuando obsrvé que se prdia ene la tent, le adjudiqué una cauda de palabras salto, secues- tro, sangre, asa orp suerte core, potencial yas se csfams, luego me dij: Ses imosner sabe usa a pisola fdecundamence, exoy seguro de que pronto se has milo: 164 ESE MODO QUE COLMA Sélo fataba que legara la avioneta para empezar by fiesta, Su atcrizaje estaba previsto para las once a eme, se gin lo anuncié el piloto a través de su radio, pero pod demorarse cuando mucho un par de horas. La pista clan- destina tenia una extensisn de un kilémeteo y medio y en vez de pavimento estaba cubierta de una gravllagreda, en suelo reparsjo bien cuidado. Proveniente de Colombia, el artefacio de turbohlice cargaba nada menos que con dos toneladas de cocaina pur, repartidas en sacos de diez kilos Una tonelada se quedaria en México, mientras que la otra tenia como destino los United. Por lo pronto, el tiempo no cera bueno, siendo lo més probable que el piloro, en pleno ‘vuelo, se vera obligado a hacer algunos rodeos aéreos nada ficiles. ,Angusti?, cada vex menos, dado que la gente de act abajo tenfa bastante fe, mucha més que el piloto, que ro era un vato muy ducho en eso de controlar los nervos. ‘Ahora hablemos del sinsabor habido en general, pero sobre todo del de los cuatro jeraras con sombrero que ofan la vor rasposasalida de su radio, La apretura del cuartucho donde se hallaba el aparato contribufa a que la resonancia fuera toda una gama de variadas estridencias. Hasta exo que el 165 piloto pareca hacer rebane con sus avisos truncos: esos mo- dos agudisimos de decir «ya mero llego a tiempo, ojliy sits. Qué ganas de repetir y desesperar! Pero dietom ka ‘once; luego las once y media: luego las doce y ;no!. Fal bban diee minutos para dar la una exactay.. No, ni apenas ning ruido en la gravillaaquell. De modo que se antoje darle una repasada a lo que estaba listo desde temprans hora: una gran cantidad de mesas con mantel, alate libre, causa del alot, Mesas con acomodo de cubirtos de plata, con platos de caoln y vasos de Murano: todo vacto, si bien ¥ lo de la comida, s6lo basta que decir que se mataron ~al alba todavia—a una resya un martano; se les mat6 con una ‘cuarterola para que aquellas bestias se murieran a gusto, ‘on apenas dolor al ez a taz, Después se dio fo bueno: el primor de carnitas en sazin al igual que las salsa regao- lo que se prepars con dilacién: frijles charros y arror ‘entomatado: como acompafiamiento, Pero lo que de vers, se antojaba era el baile agarroso, para lo cual se eoncrataton dos grupos de misica nortefia: Los Ruralesy Los Impcu- dentes. En fn, se establecié una regha no agradable: nadie debia portar pistola, por aquello de... ya saben... ningiin dlisparo loco! Y con esto... pues. Sh aunque... keno. y2 puede decirse que el Fandango iba para largo. Ahora que en ceuanco a mujeres... uh... sobraban, y todas de buen ver ‘ambicn sobraba el pisto: empezando, lato! por las cerve 2asclaras metas en hieleras que, cierto -ahora x toca vol ver alo anterior~: si se tardaba la avioneta, jul los der ‘mientos de hielo, o sea los renuevos obligados: pica, pica, para tepatir,zeh? Pero no, porque al filo de Ia una y diez arr la avioneta con tambaleo vivae, casi tanquilamente, sin embargo: su estruendo, su polvareda hucha... Yahora si lo que importa: parte de la coca susodichs, venfan dos peces gordos: efazosaltaneros, con pistols al cinto y gafis 166 bien ahumadas. Luego ocurté lo grande: ls oleadas de bu- laa tuiplén, el palabrevio suatoy todas las sonrisas. ‘Asi el pipiripao y luego el brincadero musical lo que vendria en desae, pero ants lo apremiant: una junta en aina de una media hora entre ls fanfarrones de alta esfera, ‘lo que es lo mismo, entre més arrogantes mas chingones! «eran sts y: cosas deafinacién aerre que ere. Los sobornos descrtos para ser aprendides de uno por uno jal chile, ce niendo por remace la gran venta fancistica alli en el rancho quis que estaba a diz kilémetros de Denver, Colorado. iChuloso negociazo! La avioneea (obvio) ibrar lo aduanal ‘que dizque esricto, esa difcultad todoterrena con dizque cuidadoressuspicaces... No, mejor la cortupcién muy a la ‘ups: choncho permiso aéreo con aderezo de dalares en grande. E rato: hacfa apenas un mes en. zc lugar clan- destino?: mesa-noche-cantna, y con damas sentadas en as, Piemas de vats engredos. La rapide2, no obstante; la pre isin del dia ycuancimés del vuelo, la hora aproximada, el tipo de avioneta, la ruta, en fn... Mientras seguia la junea, algunos achichincles aarrearon los saquitos de coca refina da rumbo a un galpén seereto. La tonelada exacta en con- ‘co muy de quedo: js! lo que habia que vender en estampia sn el norte de México: y:siewe en trajin asiduo cogian y acomodaban en tanto el recorrido de unos seiscientos me- twos: sed-sudor resultantes.. Aunque... Ahora es conve- niente decirlo con mayor detenimiento, ‘A modo de despeje yase puede asentar aque el brete dela accién tenia apectos utils. Pero para no entretenemos(cjem) en trasuntos de st 0 ‘noo de silencios ticticos, pasemos a consolidat la zd por la que hablan vendo los mentados colombianos imponen- 167 tes, agréguese su acento entre bullanguero y circunspect. ‘Aci la fineza susurcada, la tera de las inteligencias que pro~ ‘curan no mostrar ta ficil, sobre todo porque los colom- bianos no pudieron decir por radio ~cuéntese la lejania continental todo lo que aqut sf asimismo podrian mirat To mis puro mexicano expresivo: plaquearfacciones, tea ciones, a bien de una memoria visual que también Tes ser- Virla sobradamente. Con esto llegamos @ un final de junta visto de modo compacto. Arreglo con duracién de una hora asi, Por ende pasemosa lo otto: lo exclusvo de aque- Ilo, Hay que atibar en fo eircundance del tal rancho inac- cesible, Perspectiva de revés: la vigilancia de gatilleos ala redonda de... Vibracién espantosa.. Con tanto hombre regan lio prohbid a preven fala rninima, Bueno, ahora silo del piptipao y luego lo del brinca- ero musical en un drea de casi mil metros cuadrados. Los invitados eran de dos cirteles amigos: poco mis de cien personas con ganas de divertire; a esa cantidad hay que Sumar offa bastante menor: zevarenta?,ztreimt?: las caras alertas en las cuales se debe abviar lo de las muchas eejas muy en lo alto: la esperanza peledndose contra dos mugres dudas. El olor a muerte apenas recentrado,talludo quids, destrozando limites tochos, cuchos, corrosivos.. ¥ lo otro dividido: escuchar lo de arsiba y lo de abajo: primero la armonia y luego los acechos, los que hubiera, de pasos ‘que. a saber. Y ahora sf notemos lo agradable: amenizaba al pipitipao el grupo Los Rusraes (su turno) con su mesica sentimentalona y restallante, misma a la que nadie ponia, ‘mucha atencidn debido al chunta-chanea guitarroso, No- temos, asimismo, lo concerniente al cuco piscolabis: las ‘camieas humeantes, mmm, y la rapidez de las mujeres co- ‘medidas. Las més zambas eran las que tralan y levaban, 168 mientras que las que no hactan el laroso menesterestaban, sentidas comiendo con gracia y eran abrazadas por som- brerudos querendones a los que les apestaba la boca. Pr mero las bebidas fueron puros reltescos de cola: Coca 0 Pepsi, sgt el gusto, pero poco después trajeron la Fanta, las Mirinda y los Orange Crush. Muy poca diversidad, hay que deci. Por fin lo esperado: trajeron tres hieleras repleas de ccerveras. Quien quisiera que se pararay l primer vato que fue por cuatro cerveras abrié una de las hieletas y -con tal de agenciarse las mis frlas- escarbs con, digamos, bonita desesperacién en el trozadero de hie~ Tos, levindose la sorpresa de su vida: es que hall mero abajo tres cabezas despeinadas tres decapitaciones increl- bblemente bien hechas! Tres: js: tes, y la rima cervezas- caberas: tal paradoja, El ceror luminoso: expansivo, inclu 0, porque las caras muertas (més trando a gilerez. que a rmorenez) eran de personajes conocidos porla gente de aqut las cereanias, ts falanos casos: rancheros, padres (cam- bign) jdvenes(chin'), de modo que sus esposas tenfan que venir aver lo que tanta gente ya estaba viendo. Los gritos, las ayayay desconcertantes, por lo pronto, de quienes se acercaban. Cabezas juntas mero abajo de una hielera sin base de sangre, dunda frialdad macabra, pero nadie de fos mirones (tan a boca de jarro) actué con atrabanque, ds bien habia que esperar a que vinieran las viudas para aque ellas mismas decidieran lo que se debfa hacer. Antes vinieron losses fanfarrones: su enojo se manifestaba en la uantia brusca de ademanes, lo mismo sus frases mal he- cas, quirase su atropello verbal tras mirar las decapitaci- nes perfectas: trio helado: jvaya: hermandad a a fuerza. Por fin legaron las viudas y una de ellas dijo que si no era cen la hielera en dénde diablos pondrian las cabezas de sus 169 aqueridos esposos. © sex alt estaban bien: que se quedara incacto todo eso miencras las tres hllaban la mejor deci- sign, Concordancia final, expresada con movimientos ait= rmativos de esas ues caberas vvas, viudas,eristes, de pelo largo. ‘Con el tren de especulaciones que se suscité a todos los niveles hubo una conjetura a la que s legs sin eropiczo: TTRAICION: alguien conocido dio el ptazo, fue cl facia dor: zquién? Un desdoro :por qué diantres Yendo por esa linea, pronto se legé a otro argumento no dif de diluci- dar: se wataba de un grupo que de seguro fue sobornado con harto dinero: zeuntos vatos incervnieton para? Esos tales por cuales podian estar en la festa, pero nadie iba a decir eyo fui ycque?s, La mude?, ala par que la inocencia, se extenderfa como una cela comiin y cortiente. Nadi, en- tonces. Indl indagacién o inopia de rsulas, todo lo que visto al cabo de un par de dias se revelaria de otra manera Algin ranchero local tendria que ausentarse por la razén mis impensada, por ahi ~pues- la ruta segura de adivina- cin acorde con las ausencias:ée fue y aquel otro, y aque- los que de pronto zya dénde? Conteo al vapor, pero. Los colombianos se fueron. Tentan que volar rumbo a los Estados Unidos, a bien de atisar en un par de horas la pista clandestina de alli adel rancho eercano a Denver. Ya ingin contratiempo, por favor, por més horroroso que fuer, sino... Es que lo de ess deeapitaciones no era asunto colombiano, de todos modos uno de ellos hizo una adver- «encia de paso en tanto ponia su pie (merido en una bota) en la escaerilla dela avioneta: El autor de estos erimenes no puede ser otro que alguien de los Malpica ode ls Cure. A ‘y ota cosa el que puso las tes cabeza em la hileraes alguien ‘que esd en la feta. ailando?, zeomiendo?: ninguna de estas acciones sucedia porque la festa se habla acabado de 170 ipso y el comedero también. Nadie podia andar hambrien- to después de ver lo depositado en lahielera, menos, desde luego, que alguien ruviera ain ganas de baila, dado que seria muy itrespetuoso hacerlo, ilmaginense! Tampoco los misicos quisieron seguir dndole a lo suyo, asi como as. De hecho, los dos grupos musicals se retiaron bien pido en sus camionetas. Los Imprudentes nomds no pudieron tocar ni una sola piesa En fin: qued6 lo poco: la jodidez del luo, el dolor en s{—como sisetratara de un rote mo- ‘nétono-s mismo que tuvo un apaciguamienco paulatino En medio de la tristeza tenfa que sugit lo pragitce: las viudas~zcerebrales?~ enfléndose hacia las resoluciones: a poco: el qué hacer y el qué evita. Por ende: sus cuchi- chheos se alagaron. Mientras tanto, considérese lo oro: las, ‘das lentas, pensativas, de muchos, las contrariedades que hhuyen: huyendo despaci. El desénimo absoluto con pizcas dle sospecha todavia propicias, todavia torcidas, Dentro de la casona principal los cuatro fanfarrones locales estaban tan confundidos con enumerar cirtos nombres sabidos tanto de los Malpica como de los Cure, pero la infiltra- cién, el espionaje tan refinado, entre ellos -jo6mo?~el art fice de, 0 mejor dicho, el autor intelectual de. Por lo pron- to, continuaba Ia retirada de tanta gente que de veras Jamentaba lode las decapitaciones, pero sobre rodo la ocu- srenca siesta de haber puesto las cabezas en un lugar tan impropio, 0 no?, oa ver: zpor qué tanta agudeza? Humor y horror enfermos: esorbindose. Lo rato a la poste fue ‘que se quedaron las tres viudas acompafiadas de unas diez ‘once mujeres comprensivas. Puro lloradero femenino que Tuego de un rato dismainuyé, tenfa que ser; més ain porque lo mental siempre termina por derrotar alo sentimental, El ‘mundo esa ‘Comoguiera que sea véanse desde muy alto las leata- im des de todas ess mujeres. Sus cars sufridas jah! Sus aga- ches estratégicos Y, bueno, ahora que estamos hablando de leaades, quiz sea convenience que vayamos ala sala donde exaban despatarrados en sillones muelles los cuatro fanarrones, mismos que sinteron que de plano se habjan apendejado, si porque dejaron que su gente se fuera, asf como si nada, asus casas, no lejanas, hasta eso. La gente del crc amigo, rise cuenta, aunque... Aqui tenemos el primer cabo silt, pero mejor deémoslo colgando.. El pruito es otro, esta: mos en lo de lacorreccién verdad, que regresarany, que entre los jeareashabfan romado una decisién imporeante (asta que ain poi afinrs); que todo sera explicado por ensalino ac donde fue el centto del fandango. Por un altavor uado por uno de los jerarcas se dio el avisoalar- ‘mance: un wgeresen en chingals, y enlabiosparecidos un poco mis lrgos. A saber (cambign) de ne habia sacado é6e el aparato en mencién. Lo insélit ue que en menos de ‘einte minutos ya estaba de egreso una buena cantidad de gente de confianza vtosempistolados,cabronefa a pori- Ilo, Ala orden, pues. Adlantemos que para com se pre- sentaron al fin al cabo las cosas, todos los vatos que se reunieron de ipso en tornoa ss jefi0s debian de stber que habia emperado una guera. Asunto de valienes, todo al :miximo. Festa de balas, jai modo, en verde la feta de antes: Ia frusttada: po lo gacho de las caberasaparecidas tan feamente: fo bid, ¥ aunque todavia exeaban as extra tegis wen mantillas, por dece, de verdad que ya se pulian bien a bien los planes sahudos, tal como bolear a fondo unas botas para que afin de cuentas Fueran un ejemplo de boleada insuperable. Logo: fiega, tas an buen mimero de ‘tetas que por zors se desecharon. Devastar como sini smo de agotar. Osea que ningin yero 0 trper: lo abliga- nm do, eso st locas infalible, Para ello era necesaro enterane de que si alguno de los tantos sombrerudos tenfa algo que aportar, pues que lo solar, sin més. Y pasaron como dos hhoras de hablar y hablar de muchas voces con propuesay pues: qué a fin de cuenta, no, noms no, la perfeceién ni para cudndo, aunque, viéndolo bien, nunca se Hegarfa a fanto, por més que se exhibieran buenas razones. De ‘que perfeccionamiento continuaba afindose, eontinua~ ffa hasta que el grueso de los reunidos eal vex por cansan- ‘io~ decidiera no abundar més, por salud mental, incluso, aunque para que cso sucediera ain faltaba que se hiciera de noche, cuando menos. Calclense cinco horas..antae “Mejor no se calcule, porque salir de noche a afrontar los peligros, cuéntese la cuantia de rumbos hacia los ajustes de cuentas, a calidad de accién en cada cso. Preferible no pensar en el aimero de horas respecto a, mmm, que as «quedara todo lo que se estaba dciendo, porque también, st cle acumulacién de horas aqut se ha estado hablando, ya es posible referirse de leno a lo dels viuda y las oras muje- res, mismas que todavia no hallaban qué hacer con las ca- beras, cud destino? Hay que notar que mientras encontra- ban lo més razonable, debian dedicarse mientras tanto a picar hilo, afin de que esas cabezas sin cuerpo se conser ‘aranfilasy asu vez tapadas por completo, habida cuenta de que al paso de las horas ya habfan adquirido un aspecto :monstruoso, ademds de oler bastante mal. Conservatas en formol? Hubo esa propues ‘Descarte inmediato, dado que en ese rancho no habia Esconderlas.. A vet..;dénde que valer?.. La cosa «ra que no se echaran a perdes...Alotlkimo que se legs fue que no era conveniente dar solucionesparciales ‘Enverrats?.. E50 sf, pero. 173 Un ruido, cuando menos Tampoco, reciente frustracin, de resulas, dado que las cuatto ‘mujeres estuvieron tocando los vidrios con el anillo de su dedo anulary. Suinsistencia no sievis. Paso siguience: las conjeturas de elas [No estaba de mis dilucidar que Panfilo se habia ido de su casa porque cieramente él ruvo que ver con lo del aco modo de las cabezasy, bueno... zalguien lo vio en la esta? Las viudas no lo conoefan, ai que... ero la mujer igu= ante... a ver. quiso hacer memoria. y no, en definiiva nolo vio bien bien, pero justo en ese momento le habia sgustado inventar una historia a capricho en la que Panfilo spareciera no precisamente bailando con alguna morra sino plitica y plitica con el acordeonista de Los Imprudentes: por ejemplo, Pero esa ocurrencia sélo servicia para meter nds veneno a un trasunto que ya, de suyo, era horror0so.- Lo peor, por otra parte, fue que ninguna de ellas conocia a ‘otro seior que le hieiera un poco a la carpincera, Ninguno de ahia a redonda. Regreso gazmofio casi a fuerzas, con muder y agache de vencida. Aci el mujerfo expectant, el mismo que res- guardaba la hielera donde el eio de cabezas seguia estando Y picaba de grado en grado las cuatro barras de hielo que un hombre ponchado habia traido unas dos horas antes para (que ellashicieran su tarea desagradable, ecéteray etcétera, pcs siguiendo ef hilo se reiera que el mujerio vio, ahora si ‘que con asombro casi de érdago, que as viudas y la mujer figurante no venian ni con cajas de madera ni con carpin- tero ni con algo notorio en sus manos. Total que ya enften tados los dos grupos se empezaron a decir cosas nada nue vas, 0, si fueron nuevas, nada halagiefias, Gran desgracia, 176 pues, Lo bueno fue que hubo un enlabio muy largo de la lideresa que preconizs justo lo més bueno por hacer en tal ‘momento: que debian entezrar cuanto antes aquellascabe- 1zas fuera como fuere, porque de lo contrario la pestilencia ‘empezaria a expandirse como una especie de céncer impa- rable, oloroso a pudricién inverosfmil, algo as{ como ina anormalidad desesperante; entonces era necessto tact t02- las pachonas, grandes, zeh?, las mds grandes que encontra- ran en sus casas; que las delgadas no seviean... El objetivo cera envolver lo mejor que se pudieraa cada wna de las cabe- ‘as. un modo de féretro acogedor... Tambin trace picos y plas: téngase la hechura del pozo con trabajo ritmico, en- tusiasta pese a pese: lo potencial por venir: el esfuerzo fe- ‘menino: jsolamentel: abrumador pero plicido. En sf el ppozo no seria muy profundo: zpara qué’, pero al fin y al cabo suscicarfa una purificacién de ellss, digemos, sobre todo de las viudas, un atisbo de géness, una pasién valiosa, artculada; una forma de asumie un luto y selladlo de la mejor manera. As Ia accién de alejarse en busca de una blandura terrenal, misma que podian encontrara en la fl dda de una loma. Por lo general al pie de ls colinas, de los certos o de las lomas se localizan las terras mas pastosas o inconsistentes, la humedad ahi se concentra, y escarbar: ique fécil! Lo blando invita, pero antes, ir por..cosa de un ‘auarto de hora la dispersi6n necesarits digamos que trans- ‘currié un poco més para que ya de regreso del mujerfo, en ‘un punco similar al anrerior, tlmente se viera un cuasi es ppectéculo, una abundancia llamativa: sobraban las pcos y las pals, lo mismo que las toallas pachonas, Pues adelante: ef rumbo ya se dijo: zdénde una loma tralgo por e estilo? Lo més cercano que encontraton fe un allo que bien podia ser un recuesto 0 cualquier nocién de protuberancia de capa o humus que el mujerio vio només con azar un 7 poco la cabeza: al unfsono?: més 0 menos. La escena a la {que nos vamos a referir estaba a unos... qué seria: veinte, veinticinco pasos: en un lugarcito de valla donde crecfan frbotes y plancas levedad_-tenuidad, lo propicio para eerci- tarse de inmediato: por ende: lo ritmico de lo picos y las palas: que sf, que ya como si todo correspondiera @ una ‘catralidad hecha y derecha. Téngase el faldeo uniforme consonante con el accionar no tan rudo, hasta eso. Las ven tajas de lo laxo, de lo casi jugoso. También la frialdad de lo prictico; tambign, slo que a veces, lo grueso del agobi. Consccuencia: un pozo de un metro y pico y acto seguido huy- el depésito treo. As, pues, la colocacién precavi- dda de esas caberas que la mera verdad se quedaron para siempre con un gesto de amargura, tal vez porque todavia no era tiempo de morirseo sepa Dios. Lo que sf que la in- mortalidad no existe en este mundo, 0 a poco sf Respecto a las cabezas hay que agregar lo siguiente: ‘cuando fueron envueltas con cain para su entetramiento, nadie percibié que se desprendiera alguna gota de sangre, ppareceria que un aura mégica se hubiera apoderado de cll Fue una rareza tanto como una cortesia quiads del mas all Certo que las toallas pachonas sirvieron bastante. Todas eran blancas, sa fue la elecci6n del mujrio. La pureza que ‘rece, que se postula como un estigma o como wna emul- sin abareadora. Las viudas, siendo las més afigida, ha- brian de notar (porque lo dijeron casi murmurando) que les complacia saber que asus maridos (pese a estar incom- pletos) se les sepulté con absoluta dignidad, més ain por- {que no merecfan lo que merecieron. Que ls mataran; sf, de acuerdo, pero que los mocharan de exe modo... Cierto que todo final es gacho, pero ére...Vélgame...¥, para no ente= darse con ideas de espiritualidad tosca, lo mejor es detallar lo que pasé después, aunque conviene expresarlo un poco 178 més de contado: 0 sea: los rezos tras las paetadas de tiera matizando una resignacin péstuma. Rezos como cantos. Pesado recubrimiento final que hacia ver aque parse como antes habia sido, La belleza que intenta ser caricia tras un soplo de aire. En fin. La fonética del rezadero que no quie- re acabarse, pero se acabd: y: poner tes cruces para demos- ‘rarlea quien fuera que all se habia efectuado una cristiana sepultura ca derechas? Pues sf, ;pues sf, ;PUES St, YA! Sin ‘embargo, las cuces: a consolidacién, pero zedmo hace ‘Un invento mediocre a causa de la prise: agarrar de la broza que estuviera a la mano: varta, caduceos, vrgas, puncales, pértigas de alhetia, parea, yuea,zarcamora, ma- Arofi: cualquiera no era mucho. Lo bueno seta trac en- tibos bien cortados, pero... Ese quehacer.. Mejor para des- puss... La obligacién eristiana redondeada... Aunque. ‘Cristiana. All. 2... En ese terrcorio de matones... En te polo oscuro... Bueno, aclaremos debidamente que el conjunto de damas decid revrase del lugar del entiero olvidéndose de las mentadas eruces que a fin de cuentas nadie las apreciaria ni se persignara si crizara por ahi cerca, ademas todos los residentes de ee tetitoro etarian ente- rados de que se le habia dado sepultura a tres cabezas: lo aque jams habia ocurrido, al menos all. Y en pleno retro, contradictorio de ells, que ya emperaban a dsgregarse, le 6 una mujer cortiendo,jadeante de resultas, porque estaba, angustiada soltando frases teuncas, eo, je dif, ase procurante, bueno, se planté mero enfiente de las viudas, tala una nueva, pero para soltara sin wopiezo debia hacer un gran ejercicio de respiracins lo hizo, a, respirona, ya ‘on sugestva expresin de cara larga dijo, sin mis, que a unos dos kilémetros de ali, rumbo al poniente, ella y otras dos personas habian encontrado los euerpor machos de. ‘uerpos venes, muy delgados, erfa la parte restance de 179 Jos esposos descabezados? O sea Io horrpilance al maximo, juunea gracioso, ya que claro! sin sus cabezas:zobmo se iban a ver normale tales pedazotes? Que si quetfan verlos para identificarlos, pues era el momento de ir.. Las otras ddos personas halladoras se quedaron cuidando aquellosi- nest, no fuera la de malas que algunos bergantes se los Hevaran a cualquier hora, zenconces? {Ni modol, ls viudastenfan que encaminarse (no as la mujer figurante) aver la parte ms corpérea de sus esposos.. “Todavia las tres exhibian una que ocra Kgrima que rodaba ppor sus cachetes. Fra légico. La caminata fue lena, baallo- ‘pero al fin legaron al paraje donde, en efecto, noms de ver los pantalones de mezclila que ellas habfan lavado ha- cia pocos dis, amén de las camisasy las botas reconocibles is, jaray! La concemplacin alelada de aquellaincomple~ fez fue muda y minutera, como lo podria ser la de tes esta- tas que no saben qué diantres es y se lo que ven. Lego, otra ver un »jni modo!» dicho triplemente en desorden, Se deduce esta reaccidn porque ninguna de las vvudas supo hallar un desenlace benéfico al respecto; ental sentido se estaba prolongando su perplejidad visual como si al petmanecer estticas cumplieran felmente con su pa~ pel de sufridoras. Todo esto se antojaba como la conclusién de un episodio: una escena pictdrica campestre no bonita, aun cuando taviese diez colores. Pero hubo una ruptura, tuna sola pregunta que logré transgredir el encomio ance- rior: « Qué hacemos con los cuerpos?s, no importa quién la dijo, importa la secuencia, el desate postrero, un alegato absurdo, en consecuencia, que detivé en... bueno. eto cs. Se justifica aqul cualquier resumen. Y. {imterrar de una ver esos tres cuerpos mochos? No, porque sus cabezas ya estaban enterradas. Dos sepulturas jno! Lo cristiano se impuso, lo de una soa vez los rezos, el 180 seul, Ahora que fue un sfimbolo cada cabera envulta en tuna walla, alo que hay que agregar el pozo hecho, pocto al fn, pero con tierra encima; as cruces el pendiente, tcé- tera, verdad? Entonces, otra ver: {Qué hacemos con ls cuerpos’s Lo peot, pero adecuador rociarles gasoline y prender un cerlloy esperar aque el fuego reslviera el pro- ‘ema, El crunfo de la quema al ce por be. La efcaz cha- muscada, incluso sin cestigos, antes de que los buieres se :ampara las carnes ain oj: por ende: a extineién tadu- ida en impieza. {Que intcigentes fueron esas viudas al decidir lo idéneo! Paso ala acc sniestea dela quema en concordancia con la retrada de as tes, que, no obstante, idan paso a pasta pensando con faldad. Quiérase, pot lo tanc, so incivl media vuelta y su aceleracin. Olvido, més o menes. "Tado lo que acu podia ser un alcanceo un desarajuste: neta consumacién 2y neta ausencia? Ain quedaban las ‘mas de los decapitads, lo informe que se eleva yamplifc: quits, aeaso porque el alma es vagabunda cuando ya desprende dela vida: zddnde la locacién.lo eterno inena- rable? Se tiende a un acomodo que nadie ha presentido, a tuna expoliacin ‘Cada viuda en su casa a inde eventas tratando deor- dena su realidad. Paciencia Arreglo. “Tram. Descaredo Las trex com hijos nis, reeniios. Tas hoscas circunstancas que al cabo amenazaron con volverse a eneedar. {Lo futuro aprerado. Bueno, no queda mas que particularza lo que le ocu- 181 11i6auna de las viudas llamada Dorotea Una semana des- pus del entero de as eaberas, vino un primo suyo a vsi- tarla porque, segdn dl, ala buenas nuevas, &te era un hombre joven, matén, sombrerudo, llamado Zeferino. La plitica cervecea gi6 en tno ala violencia sobre la volen- Ga que sehabiadesatado por aquty por all Una espral de peripecas donde, porsupuesto,no quedaba claro quién era dl ganador defnitv, los derrtados: eas todos, pero La cosa es que por ahora muchos de los matones de aquel cirtlvemible,digae los que vivian en tal exzavio de ran- cho y ss altededors, se hablan vengado de los veinte 0 mds vats sospechosos de las decapitaciones de. sh para aque tae #ctento lo de a hiclera ilo que importaba era dezala algo no igual pero parecido? La vengana cimera: los que posiblementedecapitaron {porque sf, pues de results fueron decapitados. Antes, e- fin dijo Zelerino, reibieron tortura (de muchas manera lent), o sea: una chinga prolongada y casi festiva, una fascinacin por a crucldad que era prefeible no darle mds cuerda. Total que habla que imaginar unas veine cabeeas al {prc y unos veinte cuerpos mochos también al garet. ‘Quesi fueron entereados cuerpo ocabezas, mmm, ya seria ‘otto cantar. Que si se les rocié gasolina y prendié fuego para hacer de sus restos tatera o chicharn 0 sepa Dios, pes lo mismo (y con ganas). El veedadero asuntoestrbaba ‘en que eo de as deapitaciones, a parte de os informes recogidos por abi se estaba ponienda de moda Yel primo se dio wuelo haciendo conjeturas xs ira- cionales. Algo parecdo a. (valga la enumeracién) = ‘Una moda que podefa drat vais ao. ‘Una moda, asimismo, que desde luego abaraba lo del entierro de cabeza por doquier. 182 ‘Una moda que suponts el entero restante, el de los cuerpos mochos, ode lo coneatio la quemagloriosay pet- “a basal, ya no sigs, por favor Por qué? “Espero que esa moda pronto pase de moda. Expero aque en el Fuso inmediato los ajustes de cuentas no sean tan macabros. “Zcferino guard silencio y agaché su cabeza para mirae Jo mucho limpio que haba en el suelo de mossico:tanco sarigo inusitado. Ensguida alas la cara para mirat fj ‘mente a Dorotea, quiso sontef, pero se abstuvos mas bien decidié mira lo auscero del techo, quel intrgatse por lo ‘menos durante unos dir segundos. Luego, cas mirar en torno lo poco que habla, le dio un argo trago a su cerveza se puso de pe. Se despidiédiciendo econ petmison. 183

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