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Año 1. Número 1.

Revista de literatura y crítica

Con la aguja al norte


Índice
Prólogo al primer número
Crítica
La pornografía como recordatorio de un teórico: Propp aplicado a Garganta Profunda
Rodrigo Ramírez Bravo

Reincidencia criminal en La Asesina Ilustrada: una novela posmoderna


Nancy Méndez López

Rayuela, literatura del absurdo


Ada Pantoja

Traducción
Definición Hermética (fragmento)
Hilda Doolitle
Traducción de Raúl Aníbal Sánchez

Miss Junio: el facsímil del mes


Revista de Literatura Soviética, Agosto 1978

Columnas
Lovely Rita

Cuento
Era de esperarse
Peter Paul Ramírez
Poesía
Tres Poemas
Caroline Santiesteban

Variaciones
La fotografía como simulación de la realidad
Iván Sah

Desde la tumba

Autor invitado: Katherine Mansfield

Fragmentos del diario de Katherine Mansfield

Una mente demasiado sensible


Virginia Woolf

Katherine y ellas
Juan Carlos Onetti

Felicidad
Katherine Mansfield
Travesura realizada
Prólogo al primer número

L o sabíamos desde hace mucho tiempo, pero no sé cómo, un buen día


mientras charlábamos, lo compartimos: el mundo es un extenso cam-
po que debíamos explorar. Jóvenes y solos, comenzar a recorrerlo era una
tarea que se antojaba imposible, hay barreras incrustadas hasta en la punta
de nuestros dedos, esas, las más difíciles, nos obligan a luchar contra noso-
tros mismos y la desidia, contra la zona de confort que ofrece el silencio y la
aceptación de las condiciones ya existentes.
Respecto a esas condiciones, el que las formulas editoriales fijadas estén que-
dando rezagadas frente a otros medios masivos, nos exige y motiva a buscar
la movilidad y lo inmediato, a encontrar ese formato que todavía desconoce-
mos pero que sin duda estamos construyendo, ese modelo que aspira ser el
vínculo entre los ojos y las palabras, entre el oído y la voz, entre la literatura
y la vida.
Por eso, en la aventura de explorar todos los territorios nos asistimos con
una brújula, una guía que apunte siempre hacia arriba, hacia el éxito y las
aspiraciones, una rosa de los vientos que excite nuestro apetito de sapiencia
y nos permita el don de la ubicuidad, para conocer y tocar todo.

Ada Pantoja
E stoy consciente del nombre extraño de la revista. Cuando digo “Con
la aguja al norte” no falta el que piensa mal o no le encuentra sentido.
No, esta no es una revista de literatura regional norteña o de frontera. No,
este no es un folletín de albures. Esta es una revista literaria que publicará
lo que a sus dirigentes les guste, esperando que los lectores comprendan y
tengan ese gusto por la literatura en general, sin dejar a nadie de lado. El
nombre, si quieren saberlo, viene de una broma entre amigos y un poema
del profesor Evodio Escalante del cual citaré sólo la parte que nos interesa:

Tallé mi necia voz sobre las rocas de los montes.


Pero mi brújula en tus labios
y mi aguja insensata, delirante,
todavía piden norte.

En este primer número ofrecemos artículos para todos los gustos. ¿Qué
tanto se puede aplicar Propp a Garganta profunda? ¿La fotografía miente?
¿Quién es la irresistible Lovely Rita? Paciencia. Estas preguntas se pondrán a
discusión en artículos dentro de este primer número. Además contamos con
un apartado sobre traducción con poemas de Hilda Doolitle, crítica sobre
Cortázar y Vila-Matas, textos de Virginia Woolf y Onetti sobre Katherine
Mansfield, así como un cuento clásico de esta gran autora. También ofre-
cemos para aprovechar las bondades de la digitalización, una sección con
el facsímil del mes, el cual en esta entrega trata de la recepción de Federico
García Lorca en la URSS. Y no pueden dejar de visitar las páginas de cuento
y poesía que en este número están llenas de ganadores.

No queda más que desear que disfruten esta revista tanto como nosotros
disfrutamos escribir.

Mariana Orantes
Crítica

La pornografía como recordatorio de un teórico:


Propp aplicado a Garganta Profunda.
Por Rodrigo Ramírez Bravo

L a plática transcurre en un bar, y


debemos mencionar el nombre
de Sanborns para exaltar la sorpre-
rrientes novedosas de crítica
textual lo han arrojado. No hay
mejor manera de lograrlo que
sa del oyente. Entre copa y copa va mover a las conciencias al asom-
surgiendo ese afán, ese gusto litera- bro. Las mentes elusivas de los
rio que nace por todo. Las cervezas estudiantes ya subidos de copas
se hacen más y las comparaciones maquinan el mejor método. Des-
se hacen más extremas. Caemos en pués de un rato lo encuentran,
el terreno de las comparaciones va- por supuesto; no es difícil para
gas y, ¿por qué no decirlo?, guarras. una mente sucia encontrar una
Ese solitario hombre esperando en solución cochambrosa. Analizar
la barra; ése que ve con tanto inte- una película pornográfica utili-
rés la puerta esperando que alguien zando la Morfología del cuento
entre de un momento a otro, ¿no es de Vladimir Propp. La elegida
un cuento por si mismo? Probable- será Garganta profunda, un clá-
mente el sudor no venga del calor sico del género de faldas alzadas,
regiomontano sino de la expectativa clichés de grandes dimensiones,
de cumplir la función número de III situaciones irreales y gemidos.
de Propp: transgredir una prohibi-
No se piense que el análisis es anár-
ción.
quico, claro que no, el mismo For-
El plan consiste en rescatar a malista ruso nos lo dice en las Raí-
Propp de la tumba en que co- ces históricas del cuento:
“Los errores de los estudiosos consis- “Su resultado será establecer una morfo-
ten con frecuencia en el hecho de que logía del cuento, es decir, una descripción
limitan su material a un tema, a una del cuento según sus partes constitutivas y
cultura, o a otras delimitaciones crea- según las relaciones de esas partes entre sí
das artificialmente. Para nosotros, es- y con el conjunto ”
tas delimitaciones no existen ”
Así como al resto de los formalistas,
Con la certeza de no faltarle el respe- a Propp le interesaba la manera de la
to al autor, o tal vez podríamos de- constitución. No es el cuento por sí
cir con su bendición, nos lanzamos mismo sino la constitución lo que le
a hacer lo menos pensado: elevar a importará a la Morfología del cuen-
una película pornográfica de su pro- to. Nosotros veremos la constitu-
caz naturaleza. ción en Garganta profunda. No se
piense que pasaré más de 10 minu-
Se debe hablar un poco de Gargan-
tos describiendo ante ustedes sim-
ta profunda. Para esto, no hay nada
ples y sórdidos actos sexuales, por
mejor que la misma contraportada
favor. Serán sórdidos actos sexuales
de la película: “la cómica historia de
que constituyen una relación entre
una mujer con el clítoris en el fon-
sí y el conjunto.
do de la garganta ” Película que vio
la luz en 1972 y fue recordada por La protagonista de nuestra prime-
mucho tiempo como objeto de es- ra cadena de funciones responde al
tremecimiento de las mentes puri- nombre de Linda Lovelace, señorita
tanas. Al parecer era un craso tabú de inocentes deseos y exuberante fi-
hablar de pornografía con historia, gura. Su historia comienza con una
ya ni decir pornografía cómica. falta. La necesidad del verdadero
placer del orgasmo. Propp lo define
Se nos había concedido anterior-
como una situación feliz que cambia
mente un permiso por parte del mis-
de un momento a otro. La vida era
mo autor para entrar en este campo
perfecta para nuestra tímida estrella
tan peligroso; ahora, entenderemos
porno. Buena vida, buen cuerpo y
el propósito del ejercicio de Propp
cuantos hombres con bigotes po-
dirigido a los cuentos populares.
blados de los setenta quisiera. Aquí
se desencadena la Octava función: Es así como explicaremos los inten-
algo falta a uno de los miembros de tos sucesivos de Linda por conse-
la familia, se desea poseer algo. Ese guir el orgasmo, teniendo una espe-
algo posee el nombre de orgasmo. cial fiesta con multitud de hombres
penetrándola para conseguir el tan
Enlazada a esta función de nece-
ansiado don, mas ninguno logra
sidad del verdadero orgasmo, se
provocarlo, rompiendo con lo di-
arrastran las funciones de la IX a
cho el movimiento e inaugurando
la XI donde se descubre al héroe de
uno nuevo. Con precisión, más de
la historia que no es otra más que
30 movimientos, en palabras de la
nuestra misma protagonista, y ci-
protagonista.
tando directamente las funciones,
se anuncia la desdicha o la falta. El Las funciones que hemos evitado
héroe-buscador acepta o decide in- describir por ser falsas y regresos a
tervenir y el héroe abandona su casa. las funciones que inauguran la tra-
Estas funciones se prosiguen rápi- ma son la XII, XIII y XIV, relativas
damente en la dicotomía de Propp a lo que llamaremos Auxiliar má-
pues simbolizan el arranque de la gico. A nivel de la película encon-
trama y las demás funciones. traremos que la madre de Linda le
comunica de un grandioso doctor
Por parte de Linda, significa reco-
que podría encontrar cuál es su mal.
nocer esa extraña falta de orgasmos
Un poco reticente, Linda acepta a
en su vida a pesar de contar con mi-
ir a consultar al doctor. Toda la se-
les de hombres dispuestos a realizar
cuencia es fácilmente abstraible por
actos sexuales con ella. Esto nos
la metodología en las tres funciones
lanzará a una función falsa que nos
antes mencionadas y que poseen su
regresará al principio. Propp deno-
propio nombre: a) El héroe es pues-
mina movimiento a cada nueva ca-
to a prueba a modo de preparación
dena de funciones, éstos: “pueden se-
para recibir la ayuda de un auxiliar
guirse sucesivamente, pero también pueden
mágico, b) el héroe reacciona frente
imbricarse el uno en el otro, o bien el pri-
a las acciones del futuro donante y
mero interrumpirse provisoriamente para
c) el héroe entra en posesión del ob-
dar paso el segundo .”
jeto mágico.
La gran prueba para recibir el me- del único modo que podría hacerlo
dio mágico, que en la historia es el una comedia pornográfica a la que
conocimiento o el mismo clítoris han llegado a llamar arte. Un es-
localizado en la garganta de Lin- pectáculo simbólico de un sentir de
da, es la consulta con el cándido cohetes y campanas. Las imágenes
doctor. Y el decir cándido no es un de cohetes ascendiendo a la atmós-
epíteto sin significado, el personaje, fera y de campanas siendo tañidas
aquí tomando la forma de donante se alternan con escena de la cara de
acorde a Propp, es un dechado del goce de Linda al felar el miembro
más puro humor pornográfico, que del doctor; escena que, cabe men-
va desde hacer extrañas propuesta cionar, ocasiona que las mentes dé-
indecorosas cargadas de sorna y hu- biles se contraigan de horror ante la
mor negro hasta el cansancio sexual descripción de la misma.
expresado en forma de una venda
Propp define a los medios mágicos
enrollada alrededor de su miembro,
como todos los objetos que son
casi marchito por tanta actividad.
transmitidos al héroe por el donan-
Las funciones poseen un grado te . Los medios mágicos, función
de especificidad escabrosa, en esta XIV, serán medios por los cuales
ocasión encontramos una variación el héroe podrá culminar su historia
de la función XIII que le va como y remediar la transgresión de una
anillo al dedo al filme. La primera prohibición o una falta. En el caso
variación establece la experimenta- de Garganta profunda, el medio
ción del héroe para entrar en pose- mágico se encuentra desde el mis-
sión del objeto mágico. La prueba mo héroe.
en cuestión será una sesión de sexo
oral, después de descubierta la habi-
lidad única, por decirlo de un modo, La protagonista, al sentir el placer
de la protagonista. de un verdadero orgasmo, intenta
apresurar el cierre del movimiento
La certificación de este movimiento
y le pide a su donante que se case
como verdadero vendrá de la mano
con ella pues la ha hecho tan feliz.
de la representación del orgasmo
El hombre se cierra los pantalones
mientras niega con la cabeza. En con los que Linda ejercerá su papel
un extraño movimiento el donan- de enfermera sexual; sin embargo,
te impulsa, sin saberlo, la evolución no estaríamos en lo correcto. Va-
del movimiento original de Linda. mos, otorgarle un carácter maligno
Ahora sabemos que el objetivo real a un hombre con filias extrañas sue-
de Linda no es sólo el de conocer na cruel, a pesar de lo mucho que
un verdadero orgasmo sino vivir odiemos la filia de tomar Coca Cola
satisfecha consigo misma. Extraño durante el acto sexual. Se prefiere al
fin para una película pornográfica aspecto de distintos movimientos
que hace poco causó miradas de entrecruzados unos con otros. Lin-
desaprobación. En el dominio de da Lovelace empezó siendo heroína
la película, el doctor ofrece a Linda o buscadora. Ahora será donante.
convertirse en una especia de enfer-
Las variables que introduce Propp
mera sexual, un ser que comprende
son muchas. El problema es que
su sexualidad y ayudará a otros per-
son tan variadas que sería imposible
sonajes a cumplir sus propios mo-
no pensar que es un juego eufemís-
vimientos. Su historia aún no se ha
tico para no contar verdaderos mo-
cerrado pero podemos encontrar
vimientos sexuales grotescos. Lo
que ahora que posee su medio má-
mejor es comparar la falta de goce
gico y su felicidad puede funcionar
sexual como el daño que desenca-
de donante para otros personajes.
dena el movimiento del personaje
Ahora que la protagonista entra en y es remediado con la ayuda de la
posesión del objeto mágico puede enfermera donante en la que se ha
proceder a las siguientes funciones convertido Linda Lovelace.
dadas por Propp. Un tipo de funcio-
Todos los movimientos anteriores
nes que no hemos tocado desde el
son descritos a nivel de la película
inicio del análisis: las del antagonis-
por el personaje que anteriormen-
ta. El papel del antagonista siempre
te había actuado como donante, el
se desempeña contrario del oponen-
doctor. A lo largo de la descripción
te, impidiéndole llegar a buen tér-
del paciente, podemos ver un salu-
mino. Se podría intentar adjudicar el
dable repertorio de escenas sexua-
papel de antagonista a los hombres
les efectuadas por el doctor y una mágico, esta vez sí se busca el eu-
enfermera. Los actos sexuales no femismo, lo suficientemente grande
tienen mayor repercusión en la su- para complacer a Linda Lovelace.
cesión principal de funciones que Encontramos de nuevo la función
buscamos describir pero sirven del daño pero en una dobla cade-
como enlace de los sucesivos mo- na de funciones; Linda también se
vimientos de funciones de los per- siente atraída por el hombre.
sonajes incidentales.
Funcionando de nuevo como do-
La función XIX ha señalado el
nante encontramos al doctor que
fin de muchos personajes inci-
atendió a Linda, hombre dispuesto
dentales. Pero no ha culminado la
a agrandar el tamaño del pene de
principal, la de Linda. Ya hemos
nuestro tímido personaje. La fun-
descubierto que el verdadero ob-
ción de los personajes ha entrado
jetivo de Linda no era el del pla-
a la función XIX. Pero no termina
cer sexual sino el de la satisfacción
ahí, nuestros héroes al fin puede
consigo misma. el verdadero pla-
casarse pues han encontrado la fe-
cer, el amor.
licidad. La función XXXI y última
Señalado por el doctor, se nos pre- hace acto de presencia: El héroe se
senta un nuevo personaje con sus casa y llega al trono. Por supuesto,
propias funciones que podría ser en esta película no podemos refe-
apto para proporcionar la tan bus- rirnos a un trono pero sí a un cenit
cada felicidad al personaje de Lin- sexual, el cual alcanzan los dos per-
da. El personaje en cuestión es un sonajes mientras realizan de nuevo
hombre tímido que no puede exci- un montaje de sexo oral.
tarse a menos que se encuentre en
La función XXXI se nos presenta
una situación que lo haga liberar su
como verdadera al encontrar que el
adrenalina.
orgasmo de Linda ya no posee un
Después de una cómica escena de tañir salvaje de campanas sino un
sexo fallido, entendemos que el hermoso animal que se mueve poco
hombre en realidad busca hacer fe- a poco con su martillo hasta llegar
liz a Linda pero no posee un medio al final de su camino marcado y ha-
cer sonar dulcemente una pequeña brepasó. Las funciones no sólo abs-
campana. El cuento está completo. traen cuentos. Miles de historias se
revuelven alrededor de Propp.
Se podría finalizar la investigación
con un simple diagrama de las fun- Garganta profunda no es un cuen-
ciones destacadas en la película o to, tampoco decimos que Propp
un cierre mencionando la elevación sea el teórico de la pornografía. Lo
de Garganta profunda de un filme que buscamos expresar es una ne-
pueril a un objeto, si no de arte, tal cesidad, la urgencia de volver a los
vez de prosapia más elevada. Sería textos de Propp y encontrar no sólo
un cierre equivocado y que ofende- un afán de minimización del texto a
ría a la reunión original de los que componentes sino el método por el
tuvieron la idea en un bar perdido que funcionan estos. La capacidad
de un Sanborns. de relación entre las funciones tan
fuerte y acertada que hace posible
El hombre que probablemente
esperaba a una mujer a la cual no
debía ver no nos recordó a Propp
el análisis de lo que la gente piensa
por azar, tampoco era el efecto del
que son sólo gemidos y penetracio-
alcohol el que actuaba sobre los que
nes sin sentido. Propp se encuen-
estábamos presentes en esa mesa.
tra en muchas realidades. Se debe
La razón de la elección nos la da el
leer la Morfología del cuento para
mismo autor, de nuevo:
comprender esos mecanismos tan
“Dentro de los límites de estas 31 fun- simples y a la vez tan eficientes. Si
ciones no sólo se desarrolla la acción de se quiere, también la invitación de
todos los cuentos, sin excepción, que consti- relectura se puede extender a Gar-
tuyen nuestro material, sino también gran ganta Profunda. Excelente pretexto
cantidad de cuentos originarios de los más para regresar a la luz a un autor mu-
variados países. ” chas veces despreciado.
Olvidemos por un momento la pa-
labra cuento. Propp hizo un gran
descubrimiento que tal vez lo so-
Crítica

Reincidencia criminal en La Asesina Ilustrada:


una novela posmoderna
Por Nancy Méndez

Y es que ya estoy oyendo el crujido asesino tres elementos: por un lado la defi-
de la madera de tu escalera, nición de una estética posmoderna,
lector, y sé que sube el verso. la metaficción y por último la recep-
E. V-M. ción del texto y su relación autor-
lector.

L a situación de la novela espa-


ñola en el siglo XX tiene como El contexto histórico se ve refleja-
antecedente una serie de transfor- do en la situación artística que se ex-
maciones sustanciales en cuanto al perimente en ese momento, en el en-
estilo, tratamiento y funcionalidad torno decadente es preciso mostrar
del texto narrativo, La asesinada ilus- las múltiples facetas de la posibilidad
trada, de 1977, se encuentra en ese de expresión:
sentido dentro de un panorama
particular: el contexto de España se La ideología que subyace a todo proyecto
encuentra en un letargo social, la si- posmoderno es, sin duda, la que sostiene la
tuación cultural ha sido minimizada posibilidad de propiciar y reconocer la rique-
por un tiempo. Vila-Matas propone za cultural que tiene la diversidad estética
en su narrativa una postura que va e ideológica, individual y colectiva, formal
más allá de las vanguardias, que no e instrumental, en todas las manifestacio-
pasaron tangencialmente por Espa- nes de la producción simbólica. El proyecto
ña, sus textos son presentados desde posmoderno sustituye lo racional por lo ra-
una visión pos-moderna, mediante zonable.[2]
Esta última afirmación responde
Ubiquemos la definición de posmo- a una de las características que pro-
dernidad, de las muchas propuestas pone La asesina ilustrada, una novela
para definir el término, desde la filo- de ficción posmoderna que tiene un
sofía del lenguaje, estudios culturales, espacio fronterizo: es un texto que
la ironía, la parodia, etc. Jean Francois parte de un modelo y que recurre a
Lyotard, en La posmodernidad (explica- él pero también lo transgrede, dan-
da a los niños) dice que “la posmoder- do como resultado final un produc-
nidad es la manifestación de la crisis to “original” que innova en cuanto al
en la que se encuentran los grandes tratamiento del género. Así, observa-
relatos de Occidente, es decir, las mos lo que se discutió desde las van-
grandes explicaciones racionales de guardias: la tradición de la ruptura,
la realidad”. A la <ficción posmo- pero en este caso Vila-Matas no sola-
derna> no solamente se le atribuye la mente rompe por la simple acción de
situación espacio-temporal como ca- romper cierto canon, rompe con la
racterística esencial, también implica intención de proponer un molde que
cierta simultaneidad y a la vez trans- muestre una dimensión posmoderna:
gresión de la forma, como lo explica
Lauro Zavala: La superposición de elementos clásicos
La formulación de los productos de la y anti-clásicos. Así, por ejemplo, es posible
posmodernidad es necesariamente paradóji- resemantizar un texto clásico al asociarlo
ca, pues ésta es la única manera de recla- con otros textos modernos (o resemantizar
mar alguna autoridad epistemológica para un texto moderno al asociarlo con un texto
escapar de y a la vez reconocer aquello que clásico), produciendo así una yuxtaposición
estos productos cuestionan. Por ello, se trata que llamamos “posmoderna” a partir de
de una cultura fronteriza: a la vez moderna esta mirada asociativa. Es en este sentido
y distanciada de la modernidad, a la vez que se puede afirmar que la lectura posmo-
dentro y fuera de las instituciones, a la vez derna de un texto cultural es responsabili-
respetando y transgrediendo las fronteras dad de las asociaciones intertextuales que el
entre distintos géneros y entre la ficción y la lector proyecta sobre ese texto[4]
no ficción.[3]
Precisamente Zavala ofrece en su
texto, por un lado, algunas dimensio- ficaciones si la comparamos con las
nes comunes a paradigmas estéticos novelas que la anteceden: el escritor
que comprueban lo dicho, en La ase- juega explícitamente con diversos
sina ilustrada podemos ubicar clara- elementos formales, en primer lugar
mente el manejo de los contextos, el la estructura en forma de laberinto,
tratamiento de la trama de manera de donde vemos que, el texto que se
laberinto, el cronotopo alterado y la compone de: a) El prólogo de Elena
presencia del suspenso. Por otro, for-Villena, b) Carta adjunta en el sobre
mula algunas estrategias propias de laque envía Elena Villena a Vidal Es-
ficción posmoderna: 1) La existencia cabia el 31 de mayo de 1975, c) El
de significantes flotantes o motivos gene-
relato de Ana Cañizal que comienza
radores que Vila-Matas refleja desde el 15 de junio de 1974, que incluye
la creación artística: la invención deuna serie de historias d) El texto La
un texto que toque un tema común asesina ilustrada e) La reconstrucción
como el asesinato pero que transgre- página por página de la novela por
da el tratamiento que se ha dado sin Ana Cañizal (nota al pie de Elena Vi-
que deje de ser verosímil, 2) La inter-
llena dirigida a Vidal Escabia) y f) Su-
contextualidad ilimitada, un punto pri-
plemento de Elena Villena escrito en
mordial en la novela, porque lo que París en junio de 1975.
está en juego en toda relectura del La organización narrativa, destinada
texto es la superposición del contex- a reforzar la ilusión realista, es un método
to original de la novela y el contex- que más allá de crear una contradicción en
to del lector actual y en este mismo el texto, le otorga un punto a favor en cuan-
sentido 3) La ironía estable, es decir lo
to a la verosimilitud del texto que termina
que se presenta en un texto con la in-por crear cierta recepción en el lector.
tención irónica que más bien alude a Sobre la situación de la novela y la
la interpretación metadiegética de la metanovela Gonzálo Sobejano afir-
novela. ma que:
Una novela que refiere a un mundo
La novela presenta el tratamiento representado (fingido o imaginado en pa-
de un hecho, el asesinato[5] miste- labras) es una novela. Una novela que no
rioso que incluye una serie de modi- refiere sólo a un mundo representado, sino,
en gran proporción o principalmente, a sí émulo de la realidad, mediante una
misma, ostentando su condición de artificio, metanovela de creación y posterior-
es una metanovela, de manera semejante a mente de lectura o como lo mencio-
como el lenguaje que no remite a un mundo na Ignacio Soldevila en Historia de la
de objetos o contexto, sino a otro lenguaje o novela española al intentar clasificar a la
código, se llama <metalenguaje>.[6] novela moderna en cuanto a la cons-
Podemos considerar La asesina trucción narrativa:
ilustrada como una metanovela pues Respetuosa o continuadora de una tra-
tiene conciencia de sí misma, no es dición que anteriormente ya fue renovadora
un relato que se quede en el mundo (romántica, realista, naturalista), o en acti-
fingido del que habla Sobejano, so- tud renovadora (vanguardista, neorrealista,
brepasa el límite de la invención y se neobarroca o realista mágica, realista sucia)
convierte en una serie de cuadros fic- o innovadora al extremo de no destinarse
cionales que alcanzan una interpreta- sino a un lector experimentado como creador
ción metadiegética, el autor experi- o como teórico investigador (novela experi-
menta una serie de técnicas paralelas mental o metanovela)[8]
a la búsqueda de una nueva identidad Es pertinente, en otro punto de
narrativa que se configure por sí sola metaficcionalidad, mencionar la mise
y actúe, destroza evidentemente con en abyme, que agrupa una serie de
el realismo convencional. Más allá de realidades en el relato narrativo, Lu-
un mundo novelesco representable, cien Dallenbach menciona principal-
parece separarse de sí misma, expo- mente tres:
niendo elementos formales desde Reduplicación simple (fragmento que
un tratamiento diferente al inmedia- tiene una relación de similitud con la obra
tamente anterior. El novelista no se que lo incluye), la reduplicación hasta el
ciñe únicamente a la creación unívo- infinito (fragmento que tiene una relación
ca de una historia, al contrario: “pre- de similitud con la obra que lo incluye, y
tende revelar a su mejor destinatario que a su vez incluye un fragmento que tiene
su esfuerzo por penetrar y dominar una relación de similitud con la obra que
la realidad hasta configurarla en un lo incluye y que a la vez tiene una relación
cosmos imaginario que sea, no inde- de similitud….., y así sucesivamente) y la
pendiente de ella”[7] sino más bien reduplicación apriorística (fragmento en que
se supone que esté incluido la obra que lo únicamente a la expresión del autor,
incluye)[9] otorga a esa triada que mencionaba
Dallenbach (texto, autor, lector) una
De acuerdo con Dallenbach, la acción causal de un solo hecho, el
mise en abyme funciona como un ca- asesinato, que presentado por medio
leidoscopio interno: “reflejo es todo de la mise en abyme observamos que va
enunciado que remite al enunciado, moviéndose de un cuadro a otro, y
a la enunciación o al código del rela- que transgrede la línea invisible que
to”[10] , en La asesina ilustrada tene- existe entre lo real tangible y lo real
mos claramente este fenómeno lite- posible a través de la lectura del tex-
rario: estructuralmente, el prólogo de to, y no es un hecho meramente fan-
Villena es el relato marco, dentro de él tástico, la organización narrativa y los
está la carta adjunta, a continuación el anexos de la narración descansan en
relato de Ana Cañizal que particular- un buro de verosimilitud de la nove-
mente tiene dentro de este diversos la, tanto que en la experiencia de lec-
cuadros, la historia de cómo conoció tura causa cierto suspenso, intriga, tal
a Herrera, la muerte de Herrera, el vez, hasta desesperación.
sueño[11]: el tren, la playa y el ma-
yordomo, el episodio del jardín, el re- En una de las pocas entrevistas he-
greso de Elena cuando quiere vender chas a Enrique Vila-Matas se plantea
la casa, etc., en este sentido tenemos la postura que tiene él ante la premi-
reduplicación hasta el infinito en las sa: “narrador que va en contra la lite-
historias que se insertan en una parte ratura” a lo que el escritor responde:
de la novela; por otro lado el papel de
esta figura funciona como un aparato Siempre se mitifica en exceso al artista
de auto-interpretación del texto que y siempre he sido partidario de lo que decía
supone un autor y un receptor que Marcel Duchamp: el artista es alguien que
enfatiza la triada literaria mostrando hace cosas y no hay por qué mitificarlo tanto.
las posibles recepciones del texto. También yo he caído en esa mitificación por-
que quería ser artista. Ahora es distinto y
En La asesina ilustrada, la funcio- pienso que necesitaba esa cura de humildad
nalidad de la literatura ya no se limita muy clara, enfrentarme con lo que yo creo
que he mitificado excesivamente. En defi- que contrasta con el texto como un
nitiva, el artista es alguien que como otras ser al que se le atribuyen característi-
personas se dedica a hacer, que viene de la cas increíbles, apoyadas por una serie
palabra artesano, el que hace cosas y no es, de formulas meramente innovadoras
por supuesto, este artista tan excesivamente para el contexto y situación social y
mitificado por la sociedad.[13] artística que se vivía. Finalmente un
mensaje verdadero: la vida que en sí
Este comentario refuerza otro ele- misma no existe en realidad, que solo
mento importante de posmoderni- pasa pero en el momento de ponerla
dad, la perspectiva que tiene el autor en un papel, de convertirla del len-
de la obra artística que indudable- guaje hablado que puede llevárselo el
mente se complementa con su crea- viento a un lenguaje escrito, tangible
ción: el autor como reflejo de una empieza a tener una entidad y fun-
persona que trabaja en base a la crea- ción.
tividad, casi enemigo de géneros Vi-
la-Matas expone su punto dentro de NOTAS
la literatura por medio de personajes [1] Enrique Vila-Matas, La asesina ilustrada, España, 1977. Las
citas de este autor llevarán entre paréntesis la(s) página(s).
desdoblados, realidades trastocadas, [2] Lauro Zavala, La ficción posmoderna como espacio fronterizo:
teoría y análisis en literatura y cine, p. 14
el reforzamiento de una verdad posi- [3] Op., cit, p. 26
[4] p. 32
ble, desamparo absoluto de una sola [5] Que se sugiere desde el título y que podría resonar en el lector al
relacionarlo con la novela policiaca, una manera interpretativa que
concepción literaria, etc. Con la no- a pesar de tener algunos elementos de este género no tocaremos en
este análisis debido a la prioridad de la situación de la novela como
vela, transgrede incluso la capacidad texto pos-moderno y no únicamente policiaco.
[6] Novela española contemporánea, 1940-1995, España, 1989.
imaginativa canónica que se había es- [7] Op., cit, p. 174
[8] Madrid, 2001., p. 68
tablecido en los diversos géneros en [9] El relato especular, tr. Ramón Buenaventura, Madrid, 1981, p.
48
España hasta ese momento; el len- [10] Op., cit., p. 59
[11] Que por cierto y muy interesantemente también alude al meta-
guaje escrito es un ente unívoco pero sueño en donde el personaje sueña que está soñando, en donde
ese reconocimiento es esencial para la trama porque es donde co-
vivo, que tiene su genialidad en la mienza su propia ansiedad. Por otro lado podría tomarse como un
elemento meramente de ensoñación que remite de nuevo a otra
provocación, la comunicación con el realidad, lo curioso es que esa otra realidad surge de la primordial
que cada vez está más caótica.
lector en ese sentido es riquísima, otro [12] p. 118
[13] Enrique Vila-Matas, “La erudición enmascarada” en Procesos
elemento posmoderno. Vila-Matas de creación en la literatura europea contemporánea , p. 383
entonces propone su poética: la casi
muerte del autor como una estrategia
Crítica

Una lectura de Rayuela. Literatura del absurdo.


Por Ada Pantoja

L a novela Rayuela de Julio Cortá-


zar ofrece innumerables formas
de lectura esto se debe a las múltiples
no tener un fin inmediato o una posi-
ción lógica en la vida, además de que
la historia no tiene un final clásico,
poéticas que pueden encontrarse a lo sino que este, sobrepasa a todo el ca-
largo de ella; desde el comienzo, la non de lo que es considerado novela.
tabla de direcciones ofrece dos po-
sibilidades iniciales al lector, la nove- Estébanez, en su diccionario de
la rollo y la novela de los capítulos términos literarios, dice que, el ab-
prescindibles, estos que llama capí- surdo es en la filosofía existencialis-
tulos prescindibles son precisamente ta contemporánea un concepto cla-
los que retratan muchas de las teorías ve de orden metafísico y moral para
de la novela que hacen a este texto de definir el “sin-sentido” de la vida en
Cortázar imposible de encasillar en un mundo en que el hombre se en-
un estilo literario. cuentra como “arrojado”, y donde su
existencia, dominada por la angustia
Una de las teorías de la novela que de una muerte ineludible, carece de
se encuentran aparece en el capitu- significación y de esperanza.
lo 28, posteriormente en el capítulo
68 y al final de la segunda forma de La corriente existencialista surge
lectura. Esta teoría de la novela es el en el periodo de entreguerras y es no-
absurdo-existencial, pues los perso- tablemente reconocida por el Teatro
najes tanto como la historia parecen del absurdo de Ionesco y Beckett, co-
mienza a interpretarse presentando a Basándome en estos elementos,
la irracionalidad del existir humano considero que la novela Rayuela con-
con un razonamiento altamente lúci- tiene rasgos del absurdo y del exis-
do y construido con toda lógica, es tencialismo, para vislumbrar mejor
decir con una anécdota coherente y como se relacionan estas característi-
una ilusión de realidad. Esto es jus- cas me remitiré al texto.
tamente lo que sucede en Rayuela,
los personajes son lúcidos y parecen En el capítulo 28 vemos como la
funcionar dentro de una vida lógica convivencia del Club de la serpien-
que se desenvuelve en una “realidad” te acontece en la misma habitación
de manera coherente. donde esta el cadáver de Rocama-
dour, la Maga no se ha percatado de
Por otra lado, la corriente del ab- que su hijo a muerto y atribuye su si-
surdo esta ligada al existencialismo y lencio a que esta durmiendo, el res-
el precursor de este tipo de literatu- to del club, sin embargo, lo sabe y lo
ra es Alfred Jarry con Ubu Rey, este calla de la mejor manera que cono-
escritor es una de las principales in- ce: discutiendo sus muy particulares
fluencias de Julio Cortázar, por esto, opiniones sobre cultura. También en
su obra se ve impregnada de esta co- este capítulo confluye la historia del
rriente literaria, de la que sus princi- intento de suicidio de Guy –por lo
pales características son: que el resto del club ingresa a la pe-
queña habitación- y la discusión con
* los acontecimientos sobrevienen el anciano del piso de arriba.
al azar y provocan situaciones absur-
das Durante estos acontecimientos
* los personajes se mueven a la observamos cómo, los personajes
deriva ocupan el espacio y hablan a susu-
* el lenguaje es el centro de interés rros, casi en la oscuridad, mientras
del espectáculo teatral las discusiones se centran en tonos
* da la impresión de que todo vol- elevados y la maga rompe las discu-
verá a comenzar siones con el vaivén de las bebidas: el
café, la caña y el mate, irrumpiendo
en la sublimidad de los temas discu- los sitúa en el contexto de lo exis-
tidos. Quizá sea también convenien- tencial, pues mientras a los de Club
te imaginar este capítulo como si se les parece más sencillo opinar, dis-
tratara de una puesta en escena, pues cutir y teorizar, a la Maga, le es más
a la par de los diálogos el narrador in- fácil simplemente vivir, recordemos
dica los movimientos de los persona- el capítulo donde Horacio define a
jes como si se tratara de didascalias. la Maga cómo “aquel pájaro que no
El azar ha sido entonces el motivo sabe por que o para que vuela y que
que reúne en aquella habitación a to- simplemente lo hace”.
dos los del Club para que funcionen
como testigos de la muerte de Ro- Respecto al lenguaje, se debe traer
camadour, el acontecimiento terri- a la memoria la discusión del viejo en
ble que dispara la sensación de que el umbral, pues mientras el anciano
el instante sea “absurdo”, como dice explota y acusa, Horacio, lo atiende
Ronald al final del capítulo, quien al hablándole en su idioma tratando de
darse cuenta de lo ilógico que resul- tranquilizarlo, pero cuando habla con
ta la situación, comienza a ayudar, “a la Maga frente al anciano, le dice que
ser útil”, rompiendo así la escena de “le daría un frasco de formol para
lo absurdo existencial, pues comien- que no moleste más”, aprovechando
za a actuar según un rol social. así, el fracaso comunicativo, dados
los diferentes idiomas que manejan
Los personajes se mueven entonces y que, sin embargo, los adscriben en
según el instante que están viviendo, una extravagante escena, cuyo diálo-
pues no tienen una profesión o una go resulta imposible.
actividad fija, sino que su función de
intelectuales, su condición de extran- Al final del capítulo, el viejo vuel-
jeros, de artistas, de estudiantes, les ve discutiendo, le piden “respetar la
permiten no anclarse en ningún rol perdida”, en seguida, el viejo, reco-
social establecido y por lo tanto, mo- mienza a golpear el piso y nos damos
verse a la deriva. cuenta de que es también un perso-
naje absurdo, pues hace cosas arbi-
Esta condición de intelectuales, trarias; además, el golpeteo al piso
parece reiniciar el capítulo, momento
puede apreciarse en una lectura en
que puede insertarse en una tradición
voz alta, que serviría para remarcar la
del Absurdo, donde todo parece ini-
espectacularidad del lenguaje creado.
ciarse intermitentemente.

Para finalizar, cito el capítulo 57,


No debemos olvidar, la circula-
donde Oliveira le cuenta a Gregoro-
ridad que propone la novela del ta-
vius acerca de unos versos suyos “yo
blero de direcciones, pues nos remi-
entresueño, buzo de lavabos” y trata
te del capítulo 131 al 58 y del 58 al
de explicárselo “mientras te cepillás
131, dejando otra vez la impresión de
los dientes sos verdaderamente un
que todo puede volver a comenzar, o
buzo de lavabos, es como si te absor-
bien, de que se hará de manera recu-
biera el lavatorio blanco […] y te vas
rrente, abandonando al lector en esta
dejando ir con la esperanza de quizá
esfera de lectura y desposeyéndolo
volver a lo otro” y Gregorovius –el
de un final clásico y por lo tanto de
personaje que tiene tres madres dife-
un orden, apuntándolo así en el ab-
rentes y que sin embargo parece el
surdo, en la duda de la existencia y en
más sensato- le contesta petulante
el sinsentido.
“experiencia típicamente existencial”
y Oliveira refuta sin percatarse, pues
El capitulo 68, escrito enteramente
está demasiado abstraído “A mí el la-
en gíglico, lenguaje que creara Cortá-
vabo me chupa de verdad, che”.
zar, y que, sin embargo, posee una es-
tructura inscrita en nuestro idioma, y
que nos lleva a pensar en un encuen-
tro amoroso al ser leído. Este capítu-
lo y el tipo de lenguaje que maneja,
también podría insertarse dentro del
Absurdo por la forma excluyente y
sinsentido de las palabras que emplea
para su composición, pero que el lec-
tor distingue como un relato eróti-
co por la intensidad, intensidad que
Traducción

Definición Hermética
(fragmento)
H.D.

(1) (1)

¿Porqué han venido Why did you come


a perturbar mi decadencia? to trouble my decline?
Soy vieja (era vieja hasta que llegaron); I am old (I was old till you came);

las rosas más rojas se abren, the reddest roses unfolds,


(lo cual es ridículo (which is ridiculous
en esta época, en este lugar, in this time, this place,

nunca visto, imposible, unseemly, impossible,


incluso ligeramente escandaloso), even slightly scandalous),
las rosas más rojas se abren; the reddest rose unfolds;

(nadie puede detener eso, (nobody can stop that,


ninguna amenaza inmanente del aire, no immanent threat from the air,
ni siquiera el clima not even the weather,

que asola nuestra fruta de verano), blighting our summer fruit),


las rosas más rojas se abren the reddest rose unfolds
(tienen que tomar eso en cuenta). (they`ve got to take that into account).
(2)

Llévame a donde sea, a donde sea;


entro en ti,
(2)
Dogo* - Venecia

Take me anywhere, anywhere;


Tu eres mi país entero;
I walk into you,
me escondería en tu mente
Doge - Venice -
como un niño se esconde en el ático,

you are my whole estate;


¿que encontraría ahí?
I would hide in your mind
¿Religión, magia? ¿ambas, ninguna?
as a child hides in an attic,
¿Una o la otra? Juntos, combinados

what would 1 find there?


acoplados, exactamente lo mismo,
religion or magic - both? neither?
iguales en poder, juntos pero separados,
one or the other? together, matched,
el ámbar de tus ojos.

mated, exactly the same,


equal in power, together yet separate,
your eyes’ amber.

Trad Raúl Aníbal Sánchez

*El Dogo o Dux (latín dux, líder), era el más alto cargo oficial de
la República de Venecia, vigente durante más de mil años, entre el
siglo VIII y el siglo XVIII. Este título comenzó a utilizarse cuando
la ciudad de Venecia estaba sujeta a la soberanía del Imperio Bi-
zantino, haciéndose permanente luego de que la ciudad alcanzara
su independencia de Constantinopla. De acuerdo a la tradición ve-
neciana, el primer dogo fue Paolo Lucio Anafesto, elegido para el
cargo en el año 697.
El poema hace referencia a la famosa pintura de Giovanni Bellini:
“Il doge Leonardo Loredan”. Donde la representación del Dogo
Loredan, de expresión incierta y mística mirada recuerda las pintu-
ras de los iconos.
Miss Junio. Fascimil del mes
Columnas

Pregúntale a Lovely Rita

Q uerida (encantadora, amada) Rita. Estoy desesperada, por favor, ayúdame. Mi


novio está terriblemente enfermo, lee a Juan Rulfo una y otra vez, como si la lectura
fuera un tic nervioso. No para de escribir cosas absurdas con títulos como: “Uso del punto
y coma en Pedro Páramo”, “Cómala, espacio imaginario no euclidiano”, o incluso “Gé-
nero y fantasmagoria en la obra de Juan Rulfo”. Por fortuna, nada de esto ha afectado
su desempeño académico, al contrario, sus profesores parecen extasiados, pero a mi ya me
crispó los nervios. ¡Diles que no me maten!, despierta gritando en la madrugada, no puedo
soportarlo más.

Amiguita, amiguita, no mencionas en tu carta lo que tu novio estudia, y ni


hace falta. Desde aquí en la distancia se nota que es estudiante de Letras
Hispánicas. Lo vislumbro en la imaginación con una insulsa colita de caba-
llo y los nunca suficientemente mal ponderados lentes de pasta (esos sólo le
quedan bien a Buddy Holly, nena). No te lo tomes a pecho si la descripción
cuadra, le sucede a los mejores.
Volviendo a tu problema, es algo muy común en los estudiantes de hu-
manidades. El muchacho tiene que entender que hay un mundo allá afuera.
Conocí un chicuelo que insistía en que la literatura sólo existía a partir de las
vanguardias. No tenía caso señalarle su error evidente, ni siquiera el anacro-
nismo de su posición reaccionaria (parece que decir bravuconadas pasó de
moda el mismo día que murió Marinetti). Él sólo se aburría, se mortificaba,
delimitaba sus lecturas, y lo que es más malo: cada vez escribía peor. Sus
poemas eran tan aberrantes e incomprensibles, como si Altazor y Piedra de
Sol hubiesen tenido un hijo deforme y lo escondieran en el sótano de la casa.

¿Consejo? Enséñale que existe un mundo allá afuera. Ponte algo sexy
y bonito, prepárale una linda cena y cuando lo encuentres vulnerable desliza
entre sus manos un ejemplar de Guerra y Paz, de Madame Bovary, o cual-
quier frívola novelita de Dickens. Verás como en unos cuantos días estará
recuperado

Por supuesto cariño, si todo falla, hay una ley que te permite internarlo y
darle tratamiento con electrochoques.

Siempre tuya y de nadie:

Lovely Rita. *

*Pregúntale a Lovely Rita es un servicio gratuito a la


comunidad. Si tienes dudas o sugerences escribe a
laliebrelocademarzo@gmail.com con el subject: Lovely
Rita, jelp!
Cuento

Era de esperarse
Por Peter Paul Ramirez

Los perros ladran, Sancho, de México, y para un homenaje pri-


señal de que cabalgamos. vado en la misma entidad.
Confirmamos que el escritor (céle-
Miguel de Cervantes bre por El llano en llamas y Pedro
Páramo) recibirá la no despreciable
cantidad de 100,000 dólares (menos

V iernes, 29 de enero, 2001


guadalajara, jalisco.
gastos de envío y representación), así
como la publicación del libro y una
dotación de servicios funerarios y
Ayer jueves, en el Auditorio La Fe- mausoleos temporales, que servirán
ria de la Universidad Autónoma de tanto para la conservación de su últi-
Guadalajara, se reveló que Juan Ne- ma posada, como para el traslado de
pomuceno Pérez Rulfo, con su re- la misma a razón de una gira por Eu-
ciente obra póstuma Los muertos ropa y Sudamérica que se tiene pla-
no hablan, ganó el cotizado Premio neada para febrero con los restos del
Internacional de Novela Juan Rulfo, ilustre.
certamen 2000-01. Por tal motivo, su Durante la ceremonia en que se
cuerpo será exhumado (en próximas anunció al ganador, cabe resaltar que
horas), para la ceremonia de premia- la competencia por el primer lugar
ción que se llevará a cabo mañana en fue reñida, y que el veredicto final, a
el Auditorio Nacional de la Ciudad su vez, bastante polémico. El jurado
estuvo compuesto por los persona- descubrió –mediante un fax anó-
jes más capacitados para tan crucial nimo– que el seudónimo del autor
evento literario: el cuentista y presti- no correspondía sino a las siglas
digitador italiano, Joseph Bioy Lewis; H.O.M.E.R.O., compuestas por las
el voceador y caricaturista hispano, iniciales de un Colectivo Escandina-
Abel Quevedo Li-Po; el ensayista y vo que pretendía hacer pasar el traba-
oftalmólogo nacionalizado mexica- jo de seis escritores como el de uno.
no, Tito Montes Rousseau; el famoso «La descalificación fue automática
comediante y parapsicólogo inglés, (dictaminaron por voz de Abel Que-
Woody Allan Faulkner; el Nobel gas- vedo), la convocatoria estipulaba que
tronómico más reconocido de Amé- las obras serían individuales.»
rica Latina, El Marqués García; así Por su parte, Dante Alighieri no se
como el francés y homónimo de los quedó atrás con su Divina Comedia,
anteriores, Novocob Vargas Joyce; y pues con ella hizo el hazmerreír de
por supuesto, la no menos importan- su vida. Las opiniones de Montes y
te guionista y poetisa latina, Sor Jus- Allan Faulkner, acerca de dicho tra-
tine de la Croix; que en suma, fun- bajo, fueron contundentes. «No con-
gieron el papel de jueces con el rigor forme con dividir el recorrido de su
que su popularidad les concede. Asi- personaje en tres episodios inverosí-
mismo, dentro de los participantes miles y por lugares comunes [Cielo,
finalistas, sobresalieron los nombres Infierno y Purgatorio], la estructura
de Homero, Shakespeare, Dante, Ka- versificada deja mucho qué desear.
fka, Hesse y Cortázar, lo que provo- Ese recurso pertenece a la epopeya
có la algarabía de muchos, y la intriga griega. Nuestra apelación es falta de
de otros tantos. originalidad; casi podríamos decir
que evidenció demasiado su plagio
síntesis del descontento estilístico.»
Fuentes fidedignas [Arthur Conan En cuanto Shakespeare, los maestros
Doyle] corroboran que el criterio de García y Vargas Joyce reconocieron
desempate fue la causa de la contro- que los diálogos de Hamlet sobre-
versia. La Odisea de Homero, por pasan por mucho el nivel que Platón
ejemplo, fue descartada cuando se y Sófocles le mostraran al mundo a.
de C., pero que tres aspectos funda- un alemán “¡y óigame bien lo que le
mentales influyeron para restarle ca- digo!” que un alemán se preocupe
lificación y alejarlo de los primeros más por la adolescencia de un parási-
puestos. «Número 1 (señalaron): el to que por su espíritu nacista, por el
dilema ‘Ser o No Ser’, más que una feminismo y la desigualdad entre ju-
pertinente cuestión existencialista, díos y arios? ¿Dónde está lo relevan-
no pasa de ser un curioso juego de te de un asunto que redime a Caín y
palabras; además, resulta ridículo que reniega de Abel? Eso ni una monja
lo plantee a partir de un cráneo, ya se lo cree.» Y a propósito de parási-
que la psicología freudiana señala que tos, y de la desigualdad entre insectos
las lechugas son un “símbolo más in- y cristianos, al resonar el nombre de
tegrado y representativo del oneiris- Kafka en boca de los reporteros allí
mo del pensamiento.” Número 2: la presentes, los intelectuales se atuvie-
muerte de los personajes es injustifi- ron a responder en coro: «La Meta-
cada, pese al carácter dramático de la morfosis es de Ovidio. Y las segun-
trama; para masacres por el estilo, el das partes nunca fueron buenas.»
cine de Hollywood recomienda mer- Cortázar y su novela Rayuela, tam-
cenarios, pues dan un toque más real bién vivieron su último round bajo el
y mágico a la tragedia, al resaltar el puño del jurado; no obstante, el crite-
afán de la paz mundial. Y número 3: rio para desacreditarlo fue, a pesar de
por obvias razones, el teatro no es- unánime, en definitiva muy distinto a
taba contemplado para participar en los anteriores. Quevedo señaló: «Las
un concurso de novela, especialmen- bases de este concurso eran claras,
te, porque nunca estará a la altura de elocuentes sin duda. Especificamos,
la narrativa: eso lo comprueban las estrictamente, que no se admitiría
taquillas.» más de una obra por autor y mucho
«¡¿Demian en tiempos de guerra?!» menos una tan disfuncional y tan
Exclamó Sor Justine, cuando Do- visceral que no sigue al pie de la le-
nald Summers del Reader’s Digest, tra la fórmula aristotélica: ‘principio,
la cuestionó sobre la literatura de nudo y desenlace’, sino que anuda el
Hermman Hesse. Y, posteriormente, principio con un desenlace desagra-
agregó: «¿Acaso no es indigno que dablemente bestial y metafísico. ¡¿Y
el humor?! ¡¿Dónde dejó el humor’! hubieron apelaciones de la Real Aca-
Sin necesidad de votación excluimos demia de la Lengua Española, Ar-
el escrito. Además ¡¿quién se cree gentina, Alemana, Italiana, Inglesa,
ese gaucho narizón y churrigueresco, Griega y, sobre todo, Judía, al oír el
para ordenarnos cómo y cuántas ve- nombre del jalisciense, “entre desma-
ces leer sus kilométricas pavadas?!» nes y rechiflas de júbilo y abucheo”;
En resumen, bajo esta tónica se eva- y aunque la cantidad de reclamos era
luó a cada uno de los aspirantes. In- incalculable, todos pueden abreviar-
cluso el gran favorito, Miguel de Cer- se a uno en particular realizado por
vantes, ni siquiera con su Ingenioso filólogos rusos y semióticos france-
Hidalgo... libró la primer ronda de ses: «¡Fraude, fraude, fraude! ¿Quién
eliminación, debido a que (argumen- es Rulfo a comparación de Thomas
tó su mayor admirador, Joseph Bioy): Mann, de Dostoievski, de Sarama-
«Sus infames erratas y faltas de orto- go, si ni siquiera es posible analizarlo
grafía, bifurcan las interpretaciones desde la óptica estructuralista?» Sin
del texto y desconciertan a los lecto- embargo, al grito de “¡Viva México!”
res contemporáneos. Nos referimos el fallo resultó inapelable. Todo fue
a su primitivo y medieval uso del len- en vano. ¡Y el tequila de lo mejor!
guaje, en el que emplea repetidamen- Con respecto a tal inconformidad,
te efes en las palabras que comienzan desde la Necrópolis de Hombres
con h [cítese: fermosa, fablar, fizo, Ilustres, Rulfo prefirió no ofrecer
facer, fetc.]. ¡Es una locura! una locu- declaraciones a los medios. Evadió
ra insulsa y pretenciosa; más ingenua cualquier comentario, bajo la ame-
que ingeniosa, yo diría. ¡¿Dé qué o de naza de no propiciar malentendidos
quién se está burlando, me pregun- con las naciones que visitará en fe-
to?! Los muertos no hablan es, indis- brero, quienes sin duda son las mayor
cutiblemente, la novela ganadora.» indignadas. Su posición la respeta-
Subrayó, y dieron paso a la clausura y mos, aplaudimos y admiramos, aun-
al banquete de celebración (en ausen- que era de esperarse: la humildad de
cia y en honor del mexicano). un gran hombre [como él] nunca nos
Por supuesto, tras las posibles ano- defraudaría.
malías (poco antes de la convivencia) Sin más detalles, el domingo 31 de
enero a las 12:00 p.m., la cita es en
el Palacio de Bellas Artes. Juan Rul-
fo (o lo que queda de él) ofrecerá
una conferencia de prensa para leer
fragmentos de su obra, por lo que se
espera en el recinto capitalino una
monstruosa y alborotada concurren-
cia, ya sea para la adquisición de Los
muertos no hablan o para la firma de
autógrafos. Prácticamente todo está
listo, a menos que el escritor cancele
el evento a última hora, pues al pa-
recer “la noticia de su logro le con-
trajo problemas de salud” (indicó la
reciente autopsia que le realizaron
para los preparativos de la gira). Por
lo demás, sólo reiterar nuestra admi-
ración y felicitaciones al Insigne Juan
Nepomuceno Pérez Rulfo ¡Orgullo
de México! Más satisfacciones como
ésta, señor nuestro. Enhorabuena.
Poesía

Tres Poemas
Por Caroline Santiesteban

A la expectativa en un banco

Hay que darle un poco de felicidad a estos miserables:


Vendamos tragos,
Hagamos un puticlub…
Es importante que tenga cabras…

Con eso satisfacemos a todos.

Cuánta gente infeliz habita nuestros rincones


Niños enanos se comen nuestras maldades
Salen a los tres cuartos de la noche a recorrer el mundo ciego
Le roban la paz a los fieros canes
Alzan plegarias a la orilla del basurero
Sostienen con su infortunio toda la felicidad que hay en televisión.

Gallos nómadas nos advierten,


Lo intentan:
Hay que abrir un hoyo en la tierra.

¿Cómo se les llama a los que tienen fobias?...


Hay que liberarlos en los pueblos;
Hay que darle de besos a todos los ansiosos.

Suena en mi cabeza un teléfono:


Hay que recuperar los viejos valores…
Hay que hacer estoico el desarme de rompecabezas.

Vendamos confeti y quesadillas,


Hagamos ilegal el embarazo,
O mejor aun: desmantelemos la menstruación.
Y mejor todavía: quememos toda la pornografía del mundo
Y hagámosla de vuelta en seguida usando cartulina

Quiero que inventemos algo que yo he dado por llamar: “Bicicleta”


Son dos ruedas unidas por aceros, y sirve para sentir el viento en la
cara…

Pero antes hay que rehacer el viento.

Mala suerte

El pene de dios es dulce


Sabe a piedras y chocolate tibio
También es suave
Es como las alas de las palomas disecadas
Y eyacula milagrosos espermatozoides que son delfines.

El pene de dios es grande


Tan extenso como la imaginación de los niños, las enfermeras y los barcos
de vela
Sobre sí, está escrita la primera biblia
En ella se habla del comunismo
De los misiles
Y de las arcas bancarias milenarias donde se sube a una pareja de cada
tipo de ladrón…
Y a una prostituta de cada nación.

El pene de dios es satisfactorio


Como una quimioterapia sin consecuencias
Como una guerra de cien años donde no se ejecuta a ningún judío…

Y es mío
Lo tengo guardado en un frasco con alcohol
A manera de escapulario y pata de conejo.

Aurora

¿Quién eres?
¿Y de dónde vienes?

¿Por qué me robas mi primera serenidad?

En tu mirada no se encuentra nada


Pasas los días como en un supermercado
Tienes pasos de militar
Y cantas arias y bordas pañuelos
Tienes dientes deslizantes y enrarecidos
Y espaldas de cargador…
Mas cuando habito tu pecho, cuando me enredo en tus piernas, mi corazón
delira
Y los ojos se me llenan de imágenes desérticas, olvidadas y frías
Y respiro
Y ya no muero
Y la boca se me llena de hambre
Y la barriga se me llena de aire
Y el alma toda se me llena de ti.

¿Quién eres, Aurora?


¿Cómo te atreves a decirme que en 1974 había más árboles que hoy, que las
calles del centro parecían más desiertas, y que los habitantes eran trece?

Eso resulta, además de idiota, inadmisible…


Variaciones

La fotografía como simulación de la realidad


Por Iván Sah

pecto a lo que fotografía; el editor de


“La fotografía nos seduce por la proximidad
un periódico al seleccionar que foto-
de lo real, nos infunde la sensación de po-
grafía publicar y cual no es influen-
ner la verdad al alcance de nuestros dedos”
(Fontcuberta 1997, p67) y es por esto ciado por estas mismas variantes. De
mismo que miente; esa sensación nos esta manera al llegar al lector, quien
traiciona haciéndonos tomar como interpreta la imagen sometido a estas
verdad lo que la imagen nos presenta. mismas consignas, la información ha
sido manipulada en diferentes oca-
La prensa se ha valido de la foto- siones.
grafía no sólo de manera ilustrativa,
sino como medio de confirmación Lo que vemos en una fotografía
del hecho noticioso. Pero la informa- y lo que no, es decidido, al menos en
ción gráfica que se brinda a través de un principio, por el fotógrafo. El sólo
una fotografía periodística es delimi- hecho de decidir qué es lo que se va
tada por el marco de la misma, re- a fotografiar es una forma primaria,
duciendo su capacidad para brindar pero eficaz, de ejercer control sobre
información objetiva y por lo tanto, la información pues se aísla al objeto
que puede ser tomada como verídica. de su entorno y su tiempo, congelan-
do sólo la fracción de un hecho, ne-
Sea conciente o no, el fotógra- gándonos la posibilidad del antes y el
fo deja una marca en su obra con su después.
ideología y su sensibilidad con res-
En otras ocasiones, basta muy ella; tiene el deber de conocer su len-
poco para que las fotografías cobren guaje y establecer una posición críti-
un sentido diferente al pretendido ca con respecto a esta relación, debe
por el fotógrafo, pues su mensaje es asumir que su papel es intrínseco en
filtrado por el editor del medio donde este círculo de complicidad y que le
se publica su trabajo, esto es supedi- es imposible no mentir a través de la
tado, como ya lo mencioné anterior- fotografía. Pero es también su obliga-
mente, a ideologías de este, así como ción, a través de sus conocimientos,
a intereses políticos y económicos lograr el más y mayor acercamiento
del periódico. Observando esto cae- objetivo posible a la realidad, es decir
mos en cuenta que la objetividad de el fotógrafo debe aprender a mentir
la fotografía es nula. bien la realidad.

Al llegar al receptor la imagen es


leída y manipulada nuevamente, pues
“todo acto de percepción requiere El Fotógrafo
de un aprendizaje y esta sujeto a nu-
merosos factores adquiridos” (Font- “La fotografía periodística es un
cuberta 1997 p74), pero el lector no mensaje. El conjunto de ese men-
es plenamente conciente de ello y saje está constituido por una fuente
asume la imagen que se le presenta emisora, un canal de transmisión y
como una prueba de veracidad. De un medio receptor” (Barthes 1995
esta manera se desarrolla un círculo p11) y la emisión del mensaje tiene
de complicidad entre la fotografía, el una carga sociológica. La fotografía
fotógrafo, el editor, el medio y el lec-periodística debe dominar el lenguaje
tor, donde cada uno de ellos compar- visual para transmitir correctamente
te la responsabilidad de la existencia este mensaje, al igual que un escritor
y validación de esta mentira. de prensa domina la palabra para dar
a conocer la noticia en forma precisa.
El fotógrafo debe ser concien- “Sea conciente o no, el fotógrafo im-
te de esta mentira, no puede darse el pregna su obra con su sensibilidad e
lujo de ignorarla y ser parte pasiva en ideología” (Fontcuberta 1997 p155).
El fotógrafo gestiona la formación Lo que vemos y lo que se ha decidi-
de la imagen mediante controles que do no mostrar en un foto es una for-
la afectan. Al enfocar, filtrar, contras- ma primaria pero eficaz de controlar
tar, etcétera, transforma por comple- la información; el fotógrafo tiene el
to la imagen. poder sobre lo que comunica, tiene
la capacidad de exaltar algún aspecto
El acto fotográfico en sí mismo de la noticia y minimizar, o incluso
es una intervención del hecho foto- desaparecer otro. Las cuatro líneas
grafiado, esta intervención comienza que hacen de margen en la fotografía
con un deseo de fotografiar “algo”, son impuestas por el fotógrafo, ma-
buscar, lograr una estética deseada, nipulando de esta manera en primera
“los sujetos y objetos fotografiados instancia, la información que llega al
se “alteran” por que mas que “cap- receptor.
turados” son “modificados” por el
observador y su singular mirada, se Marco Antonio Cruz, reconoci-
“alteran” del mismo modo en que do fotoreportero y editor fotográfi-
ellos mismos “alteran” al fotógrafo”; co de la revista Proceso, opina que la
(Mancilla Rodrigo 2008 ) el fotógrafo función del fotoperiodismo es la de
se ve alterado por lo que él fotografía, “informar, crear opinión y provocar
por su carga sociológica, por su pos- emociones. El fotoperiodismo es una
tura o creencia frente a la acción que herramienta que refleja la situación
pretende capturar: “la cámara es una y condición humana” (Castellanos
máquina pero el fotógrafo no es un 2004 p79) para ser mas concientes
robot” nos dice Fontcuberta(1994), y de esto podemos complementarlo
aunque de una manera voluntaria se con lo que dice G. Freund ((1993 p8)
autoimpusiese un férreo código re- acerca de la importancia de la foto-
productivo, aunque el fotógrafo re- grafía: “no sólo reside en el hecho
dujera su cometido a una voluntad de de que es una creación sino sobre
fotocopiar lo real, la misma asunción todo en el hecho de que es uno de
de ese código implicaría la acción de los medios más eficaces de moldear
escoger. nuestras ideas y de influir en nuestro
comportamiento”
Desde la tumba

Fragmentos del diario de Katherine Mansfield

¿No te gustaría probar toda clase de vidas?; una es demasiado poco, pero ahí
está la satisfacción de escribir: se puede ser un mucha gente.
(1906)

***
Es una molestia infernal amar la vida como la amo. Parece que la amo más
en vez de amarla menos a medida que pasa el tiempo. Nunca se convierte
para mí en un hábito... siempre me maravilla. Espero ser capaz de perma-
necer en ella el tiempo suficiente como para escribir algo verdaderamente
bueno.
(mayo de 1921)
***
El arte no implica el esfuerzo del artista por reconciliar la existencia con su
visión, sino un intento de crear su propio mundo en este mundo. Lo que da
tema al artista es la desemejanza con aquello que aceptamos como realidad.
(noviembre de1921)
***
Y sí, eso es lo que traté de expresar en Fiesta en el jardín. La diversidad de la
vida y cómo tratamos de encajar en todo, incluida la Muerte. Eso resulta un
enigma para una persona de la edad de Laura. Ella siente que las cosas debe-
rían ocurrir de otra manera. Primero una y después otra, Laura dice: "Pero
todas estas cosas no deben ocurrir al mismo tiempo". Y la Vida le responde:
"¿Por qué no? ¿De qué manera están separadas entre sí?". Y todas ellas ocu-
rren, es inevitable. Y a mí me parece que hay belleza en esa inevitabilidad.
(marzo de 1922)
Desde la tumba
Una mente demasiado sensible
Por Virginia Woolf

M iddleton Murry dice que los


más notables escritores ingle-
ses de relatos cortos están de acuer-
-el tiempo, un compromiso-; perge-
ñó escenas; analizó su propio carác-
ter; describió una paloma, un sueño
do en admitir que Katherine Mans- o una conversación; no podía haber
field era una narradora hors concours nada más fragmentario, más privado.
(fuera de concurso). Nadie la ha su- Tenemos la impresión de estar con-
perado y ningún crítico ha sido capaz templando una mente que se halla a
de definir cuál era su especial cuali- solas consigo misma; una mente que
dad. De todos modos el lector de su piensa tan poco en un público que de
diario no tiene porqué preocuparse vez en cuando recurre a una especie
por tales cuestiones. Lo que nos in- de taquigrafía particular, o tal como
teresa en el diario no es la calidad de acostumbra hacer el pensamiento en
su escritura ni el grado de su fama, su soledad, se divide en dos y habla
sino el espectáculo de una consigo mismo. Kathe-
mente -una mente tremen- rine Mansfield habla de
damente sensible- que re- Katherine Mansfield.
cibe, una tras otra, las aza-
rosas impresiones de ocho Pero en cuanto todos
años de su vida. Su diario esos retazos empiezan a
fue una compañía místi- acumularse nos encon-
ca. “Acércate, tú, invisible, tramos dándoles una di-
desconocido, hablemos los rección, o, más proba-
dos juntos”, dice al iniciar un nue- blemente, recibiéndola de la propia
vo volumen. En el diario, Katheri- Katherine Mansfield. ¿Desde qué
ne Mansfield fue anotando hechos ángulo está contemplando la vida
mientras permanece ahí, sentada, “Wingly viene del jardín vecino; sal-
tremendamente sensible, registran- ta la cerca. Y delicadamente, levan-
do una tras otra todas esas variadas tando las patitas, irguiendo las orejas,
impresiones? Katherine Mansfield temeroso de que la gran ola le al-
es escritora, una escritora nata. Todo cance, sale chapoteando del lago de
cuanto experimenta, oye o ve no es hierba verde.” La monjita de Naza-
fragmentario y disperso, sino que reth “mostrando sus pálidas encías
pertenece unitariamente a la escri- y sus grandes dientes descoloridos”
tura. A veces encontramos un apun- pidiendo caridad. El perro flacucho,
te destinado directamente a ser una tan esquelético que su cuerpo pare-
narración. “Cuando escriba sobre el ce “una caja sostenida por patas de
violín debo recordar ese modo de su- palo”, corre calle abajo. En cierto
bir levemente y de hundirse lastime- sentido, Katherine Mansfield siente
ramente; el modo como busca”, ano- que el perro es la calle. Y en todos
ta. O bien, “Lumbago. Es algo muy estos fragmentos creemos hallarnos
extraño. Tan inesperado, tan doloro- en medio de narraciones inacabadas;
so; debo recordarlo cuando escriba aquí vislumbramos un principio, allá
sobre un viejo. un fin. Sólo necesitan un lazo de pa-
labras para que queden listas.
El gesto de levantarse, la pausa, la Pero el diario también es tan privado
expresión enfurecida, y, cómo, por la y tan instintivo que permite que de la
noche, en la cama, uno tiene la im- persona que escribe brote otra perso-
presión de quedar confinado”... nalidad que permanece algo alejada,
Otras veces es el instante fugaz el contemplándola mientras escribe. La
que, de repente, cobra significación, persona que escribía era una perso-
y se apresura a esbozarlo, como si na rara; a veces no había nada que
quisiera preservarlo. “Llueve, pero el la pudiese hacer escribir. “Hay tanto
aire es suave, cálido, humoso. Gran- que hacer y hago tan poco. Aquí la
des goterones caen salpicando las vida casi sería perfecta si siempre que
lánguidas hojas, las flores del tabaco pretendo trabajar lo hiciese de ver-
se doblan. De pronto se oyen unos dad. Fíjate en los cuentos y cuentos
crujidos en la hiedra.” que sólo esperan un toque... Mañana.
Pero fíjate en esta mañana, por ejem- búsqueda curiosa y ardua, de la cual
plo. No tengo ganas de escribir nada. sólo tenemos algunos destellos, y
Hace un día gris, plomizo, triste. Los éstos difíciles de interpretar, en pos
cuentos parecen algo irreal, algo que de la cristalina nitidez que se precisa
no vale la pena escribir. No quiero para escribir auténticamente. “De un
escribir; quiero vivir. ¿Y qué quieres ser desunido no puede surgir nada de
decir con eso? No resulta fácil expli- valor”, escribió. Hay que tener un yo
carlo. ¡Ves, ya volvemos a estar en lo sano. Tras cinco años de lucha aban-
mismo!” donó la búsqueda de la salud física
Efectivamente, ¿qué quiere decir con sin desesperación, pensando que su
eso? Nadie ha sentido con mayor se- enfermedad era espiritual y que no
riedad que ella la importancia de es- encontraría remedio en ningún trata-
cribir. En todas las páginas del diario, miento físico, sino en alguna “frater-
a pesar de ser instintivas, rápidas, su nidad espiritual”, como la de Fontai-
actitud hacia su obra es admirable, nebleau, en donde pasó los últimos
sana, cáustica y austera. No hay chis- meses de su vida. Pero antes de aban-
morreos literarios; ni vanidad; ni ce- donar escribió un resumen de su po-
los. Aunque durante los últimos años sición, el resumen que pone punto
de su vida debió tener conciencia de final al diario.
su éxito, no hay la menor alusión al Escribió que quería tener salud; pero
respecto. Sus propios comentarios ¿qué quería decir con esa palabra?
a su obra siempre son penetrantes y “Por salud”, escribió, “entiendo el
despreciativos. Sus narraciones nece- poder llevar una vida plena, adulta,
sitaban riqueza y profundidad; y sólo vivaz, el poder respirar en estrecho
estaba “rozando la superficie, nada contacto con lo que amo: la tierra y
más”. Pero escribir, la simple expre- sus encantos, el mar, el sol... Y tam-
sión adecuada y sensible de las cosas, bién quiero trabajar. ¿En qué? Quie-
no basta. La escritura se basa en algo ro vivir de un modo que pueda traba-
inexpresado; y ese algo debe ser só- jar con las manos, el sentimiento y la
lido y entero. Bajo la presión deses- cabeza. Quiero un jardín, una casita,
perada de su acuciante enfermedad, la hierba, animales, libros, cuadros,
Katherine Mansfield emprendió una música. Y que de todo eso, como ex-
presión de todo ello, surja mi escritu-
ra. (Aunque tal vez esté escribiendo
sobre cocheros, eso no importa.)”
El diario concluye con las palabras
“Todo va bien.” Y, puesto que Ka-
therine Mansfield murió al cabo de
tres meses, resulta tentador pensar
que esas palabras venían a ser una
conclusión lograda, a causa de su
enfermedad y de la intensidad de su
propia naturaleza, a una edad en que
la mayoría de nosotros revoloteamos
fácilmente entre esas apariencias e
impresiones, esas diversiones y sen-
saciones, que nadie ha armado tanto
como ella.
Desde la tumba

Katherine y ellas
Por Juan Carlos Onetti

L as publicaciones europeas
muestran que también por allá
la literatura femenina crece, expan-
mano misticismo de misa de once.
Otro secreto: era como los hombres
se imaginan a las mujeres que aman.
diendo sus armoniosas líneas: Mme.
Con esto de las doblemente bellas
Simone es bautizada "la nueva Geor-
letras femeninas, está sucediendo
ge Sand". Otras estrellas surgen con
algo curioso. Antes las mujeres se
su luz sonriente. Pero algo que co-
dedicaban casi exclusivamente a la
menzó con Katherine Mansfield
poesía. Cantaban al amante, a Dios,
permanece detenido: una verdadera
a los árboles y a los recién nacidos.
literatura de mujer.
A unas les salía bien y a otras mal.
Aparte de su talento, K. Mansfield Cada comarca tenía su poetisa ofi-
debe su triunfo a cial y todos muy conten-
esto: por primera tos.
vez, y por última,
Pero ahora las cosas se
hasta ahora -pese a
han complicado. En cier-
la legión de bas-bleu
to sentido, podría decirse
anteriores y poste-
que las mujeres son las
riores- una voz de
nuevas ricas de la cultura.
mujer dijo de un
Aunque no sólo ellas, está
alma de mujer. Ka-
claro. Hay superabundan-
therine Mansfield tuvo mucho de
cia, plétora de mujeres intelectuales.
milagro: no fue cursi, no fue erudita,
Casi todas las muchachas que leen y
no se complicó con ningún sobrehu-
escriben, se abruman con la obliga-
ción de hacer versitos y publicarlos.

Las que no sólo leen de corrido, las


mujeres de sólida cultura que has-
ta dan conferencias y todo, ésas no
se conforman con la estructuración
de sonetos de catorce versos, des-
cribiendo la fuerza de perturbación
erótica que poseen los ojos verdes
del amado. Escriben sobre Cristo,
Marx, el Cosmos o la técnica del au-
tor del Bisonte de Altamira.

Y todo -que si se mira comprensiva-


mente es ya bastante- empleando el
estilo más tenebroso, espeso e imagi-
nero que pueda concebirse. A razón
de dos citas por párrafo y una pareja
de adjetivos para cada nombre. En
esta excesiva riqueza, naufragaron
las jerarquías. Ya no sabemos a cien-
cia cierta, como en los buenos tiem-
pos pasados, cuál es nuestra prime-
ra poetisa, ni cuál la alta filósofa del
Plata, ni qué blanca mano esgrime la
vara máxima, severa y medidora de
la Crítica.
Desde la tumba

Felicidad
Por Katherine Mansfield

A pesar de sus treinta años, Berta "No, la comparación con el violín no


Young tenía momentos como éste expresa exactamente lo que quiero
de ahora, en los que hubiera desea- decir-pensó mientras subía corrien-
do correr en vez de andar; deslizarse do la escalera, y, después de buscar
por los suelos relucientes de su casa, la llave en su bolso y ver que la había
marcando pasos de danza; rodar un olvidado como de costumbre, repi-
aro; tirar alguna cosa al aire para vol- queteaba con los dedos en el buzón-.
verla a coger, o quedarse quieta y Y no lo expresa porque..."
reír... simplemente por nada. -¡Gracias, Mary! -Entró en el vestí-
¿Qué puede hacer uno si, aún con- bulo-. ¿Ha vuelto la niñera?
tando treinta años, al volver la esqui- -Sí, señora.
na de su calle le domina de repente -¿Han traído la fruta?
una sensación de felicidad..., de fe- -Sí, señora; ya está aquí.
licidad plena..., como si de repente -Haga el favor de llevarla al come-
se hubiese tragado un trozo brillante dor; la arreglaré antes de vestirme.
del sol crepuscular y éste le abrasa- El comedor estaba ya en penumbra
ra el pecho, lanzando una lluvia de y en él se sentía algo de frío; pero, a
chispas por todo su cuerpo? pesar de ello, Berta se quitó el abrigo:
¿Es que no puede haber una forma no podía soportarlo abrochado ni un
de manifestarlo sin parecer "beodo o momento más. El aire frío bañó sus
trastornado"? La civilización es una brazos.
estupidez. ¿Para qué se nos ha dado Pero en su pecho ardía aún aquel fue-
un cuerpo, si hemos de mantener- go resplandeciente que se extendía a
lo encerrado en un estuche como si todos los miembros como una llu-
fuera algún valioso Stradivarius? via de chispas. Casi era insoportable.
Apenas se atrevía a respirar por mie- un racimo de uvas rojas para que en
do a avivarlo más y, sin embargo, lo la mesa haya algo que recuerde la al-
hacía muy hondamente. Tampoco se fombra". Y en aquel momento esta
decidía a mirar al frío espejo..., pero idea le pareció muy razonable.
miró al fin y vio en él a una mujer ra- Cuando hubo hecho con todas aque-
diante, sonriente, de labios trémulos, llas lustrosas redondeces dos pirámi-
con unos ojos grandes y oscuros, y des, se alejó unos pasos para ver el
en toda ella ese aire atento de quien efecto, que era realmente muy cu-
escucha, esperando algo..., algo divi- rioso. La mesa oscura se fundía en
no que va a pasar... y que sabe ha de la penumbra de la habitación, y los
ocurrir infaliblemente. dos platos -el azul y el de cristal car-
Mary trajo la fruta en una bandeja y gados de fruta- parecían flotar en el
dos grandes platos. Uno de ellos era aire. Esto, debido quizás a su estado
de cristal y el otro de porcelana azul, de ánimo, le resultó increíblemente
muy bonito, con un reflejo extraño, hermoso, y se echó a reír.
como si lo hubiesen sumergido en "¡No, no! Me estoy volviendo histé-
un baño de leche. rica", se dijo. Y cogiendo el bolso y
-¿Doy la luz, señora? el abrigo, subió hasta la habitación
-No, gracias; veo muy bien. de la niña.
Había mandarinas como bolas de
fuego, manzanas llenas de lozanía La niñera estaba sentada ante una
con tintes de rosa; peras amarillas mesita baja dando de cenar a la pe-
tan suaves como la seda; uvas blan- queña Berta después de haberla ba-
cas con reflejos de plata y un gran ñado. La niña vestía una bata de fra-
racimo de rojas, tan intensas que nela blanca y una chaquetilla de lana
parecían moradas. Éstas las había azul, y sus negros y finos cabellos los
comprado para que entonaran con llevaba peinados hacia atrás termina-
la nueva alfombra del comedor. Sí, dos en un gracioso moñito. En cuan-
tal vez pareciera algo absurdo y re- to vio a su madre, levantó la cabeza y
buscado, pero no era otra la razón empezó a saltar.
de haberlas elegido. En la frutería -No, querida, no; come quietecita
había pensado: "Tengo que llevarme como una niña buena -dijo la niñe-
ra apretando los labios de una forma testó la niñera en voz baja.
que Berta conocía ya. Aquello signi- ¡Qué absurdo! ¿Para qué tener una
ficaba que era uno de los momentos niña si siempre había de estar guar-
inoportunos para entrar al cuarto de dada, no en una caja como un pre-
la niña. cioso y raro violín, sino en los brazos
-¿Ha sido buena hoy, Tata? extraños de otra mujer?
-Toda la tarde ha estado encantado- -Bien, pero yo deseo darle de cenar
ra -contestó en voz baja-. Estuvimos -dijo Berta.
en el parque y me senté en una si- La niñera, muy ofendida, le entregó
lla. Cuando la saqué del cochecito se la niña.
acercó un perro muy grande que me -Sobre todo, le ruego a la señora
puso la cabeza sobre las rodillas, y la que no la excite después de cenar.
niña le agarró las orejas tirando de Ya sabe que es muy impresionable y
ellas. ¡Oh, me hubiese gustado que la luego para dormirla me hace pasar
señora la hubiese visto! un mal rato.
Berta quiso preguntarle si no le pare- Gracias a Dios la niñera había salido
cía peligroso dejar que la niña tirara ya de la habitación con las toallas del
de las orejas a un perro desconocido, baño.
pero no se atrevió y se quedó mirán- -¡Ahora eres toda para mí, preciosa
dolas con los brazos caídos, como mía! -dijo Berta mientras la niña se
una niña pobre delante de otra rica apretaba contra ella.
que tiene una muñeca. Comió graciosamente, tendiendo
Su hijita volvió a levantar la cabeza, los labios hacia la cuchara y agitando
contemplándola fijamente, y luego le después sus manecitas. A veces no
sonrió de manera tan adorable que quería soltarla, y otras, en el momen-
Berta, sin poder resistir más, dijo: to que Berta la tenía llena, hacía un
-¡Oh, Tata, déjeme que termine de además apartándola lejos de sí.
darle la cena mientras usted arregla Cuando terminó la sopa, Berta se
las cosas del baño! volvió hacia el fuego.
-Como quiera la señora; pero, mien- -Eres encantadora..., sencillamente
tras la niña come, no debe cambiarse encantadora -dijo mientras la besa-
la persona que le da de comer -con- ba, sintiéndola tan tibia y suave-. ¡Te
quiero tanto, tanto! gó el auricular, pensando lo estúpida
¡Claro que la quería! ¡La quería por que es la civilización.
entero! Le gustaba sentir su cuello
tibio y ver los deliciosos dedos de Tenían invitados a cenar. Los Nor-
sus pies que ahora brillaban con ro- man Knight -una pareja muy bien
jizas transparencias ante el fuego de avenida: él iba a abrir un nuevo tea-
la chimenea... Sí, la quería; la quería tro y a ella le interesaba la decoración
tanto, que aquella intensa sensación de interiores-; un muchacho joven,
de dicha plena la dominó de nuevo, llamado Eddie Warren, que acababa
y otra vez no supo cómo expresarla, de publicar un tomito de versos y a
ni qué hacer con ella. quien todo el mundo invitaba a ce-
-La llaman al teléfono, señora -dijo la nar, y Perla Fulton, un "hallazgo" de
niñera volviendo con aire de triunfo Berta. Ésta ignoraba lo que la seño-
y apoderándose de su pequeña Ber- rita Fulton hacía. Se habían conoci-
ta. do en el club y Berta se entusiasmó
enseguida con ella, como siempre le
Bajó corriendo. Era Harry. sucedía con una mujer guapa que tu-
-¿Eres tú, Berta? Se me ha hecho viera algo extraño y misterioso.
tarde. Tomaré un taxi y llegaré tan Lo que más le atraía de la joven era
pronto como pueda. Retrasa la cena que, a pesar de haberse visto y habla-
unos diez minutos, ¿quieres? do muchas veces, aún no la compren-
-Sí, Harry; perfectamente. Oye... día. Hasta cierto punto, encontraba
-Dime. a la señorita Fulton extraordinaria-
¿Qué podía decirle? Nada, nada en mente franca; pero había en ella esa
absoluto. Sólo deseaba seguir en línea divisoria imposible de traspo-
contacto con él un momento más; ner.
pero no podía gritarle absurdamen- ¿Existía algo más? Harry decía que
te: "¡Qué día más preciosos hemos no. Le parecía insulsa y fría como to-
tenido!" das las rubias, y quizá con un poco
-¿Qué querías? -insistió la vocecita de anemia cerebral. Pero Berta no
lejana. estaba de acuerdo con él por el mo-
-¡Nada! Entendí -dijo Berta, y col- mento.
-Esa manera que tiene de sentarse la- ca de la tapia, un alto y esbelto peral,
deando un poco la cabeza y de son- totalmente en flor, se erguía magní-
reír oculta algo, Harry -le había di- fico y sereno recortado en el cielo
cho-. Tenemos que averiguar lo que verde jade. Berta veía, a pesar de la
es. distancia, que no tenía ni una flor ni
-Pues aseguraría que tiene un buen un solo pétalo marchito. Más abajo,
estómago -contestaba Harry. en los arriates, los tulipanes rojos y
Le gustaba dejar a su esposa sin res- amarillos parecían apoyarse en la os-
puesta con salidas de esta índole. curidad. Un gato gris, arrastrando
Unas veces decía: "A mi juicio tie- el vientre, se deslizaba a través del
ne el hígado helado". Otras: "Quizás césped, y otro negro -como su som-
padece de narcisismo". En ocasio- bra- le seguía. Al verlos tan rápidos
nes: "Tal vez sufre de una afección y cautelosos, Berta sintió un extraño
al riñón"..., y cosas por el estilo. Sin temblor.
embargo, por alguna razón extraña, -¡De qué forma más inquietante se
a Berta le gustaba eso, y casi lo ad- arrastran esos animales -balbuceó. Y,
miraba. apartándose de la ventana, comenzó
Se dirigió al salón y encendió el fue- a pasear por el cuarto.
go en la chimenea. Luego cogió uno ¡Cómo flotaba el aroma de los nar-
de los cojines que Mary había arre- cisos en el aire caliente del cuarto!
glado con tanto esmero y volvió a ¿Olían demasiado? ¡Oh, no, no! Y,
disponerlos sobre los sillones y los sin embargo, como si no hubiese po-
sofás. Así ya era otra cosa. La habita- dido resistir más el intenso perfume,
ción pareció de repente cobrar vida. se echó en un sofá apretándose los
Mientras dejaba el último almoha- ojos con las manos.
dón, quedó sorprendida al ver que lo -¡Soy feliz, demasiado feliz! -dijo con
abrazaba fuerte y apasionadamente. un susurro.
Pero esto no logró extinguir el fuego Aún persistía en su retina, bajo los
que ardía en su pecho. ¡Oh, no, no; párpados cerrados, el hermoso peral,
al contrario! con todas las flores completamente
Las ventanas del salón se abrían a un abiertas como el símbolo de su vida.
balcón sobre el jardín. Al fondo, cer- Realmente..., realmente..., lo tenía
todo: era joven; Harry y ella se que- tíbulo y besó a la señora Knight que
rían más que nunca, llevándose muy estaba quitándose un extravagante
bien; tenía una niña adorable; no le abrigo color naranja, adornado con
agobiaban preocupaciones econó- una procesión de monos negros que
micas; vivían en una hermosa casa, orlaban todo el borde y subían des-
con jardín, que reunía todas las con- pués por las solapas.
diciones deseables, y tenían amigos, -No hago más que preguntarme
modernos e interesantes: escritores, -dijo- por qué será la clase media tan
pintores, poetas y hombres de mun- obtusa y tendrá tan poco sentido del
do..., precisamente la clase de amis- humor. Querida mía, estoy aquí por
tades que a ambos les gustaban. Y, pura casualidad, y gracias a Norman,
para colmo de su dicha, había des- que me ha servido de protección.
cubierto una modista maravillosa, Mis adorables monos han revuelto el
el próximo verano saldrían de viaje tren entero de tal manera, que todos
por el extranjero, y su nueva cocine- los ojos no eran ya más que un solo
ra sabía hacer unas tortillas sabrosí- par. Se me comían, sencillamente.
simas... No se reían, no; no les producía risa,
-¡Soy absurda, absurda! -murmuró cosa que al fin me hubiese gustado.
levantándose. Pero notó que se sen- Sólo me miraban muy fijos, como si
tía completamente aturdida, como quisieran atravesarme.
embriagada. Sería seguramente la -Pero lo gracioso del caso... -repuso
primavera. ¡Sí, era la primavera! Es- Norman calándose un gran monó-
taba tan cansada, que le costó traba- culo con montura de concha-. No te
jo subir a vestirse. importa que lo cuente, ¿verdad, Cara?
Se puso un vestido blanco, un co- -En casa y entre amigos se llamaban
llar de jade y zapatos verdes. Esta Cara y Careto-. Lo gracioso fue que
combinación no era casual. Lo había cuando Face estaba más enojada se
pensado tras muchas horas de haber volvió a la mujer que tenía a su lado y
visto el peral en flor por la ventana le dijo:"¿Es que nunca ha visto usted
del salón. un mono?"
Los pliegues de su vestido crujieron -¡Oh, sí! -y su esposa unió su risa a la
suavemente cuando entró en el ves- de los demás-. Tuvo gracia,¿verdad?
Pero lo que resultó aún más diverti- Eddie siguiéndola al salón-. Yo me
do fue que, una vez quitado el famo- veía rodando hacia la eternidad en
so abrigo, la señora Knight parecía un taxi sin taxímetro.
realmente un mono inteligente que A Norman Knight ya lo conocía,
se hubiese hecho un traje con tiras pues estaba escribiendo una obra
de papel de plátano. Y sus pendien- para su teatro.
tes de ámbar eran como dos peque- -¿Qué tal, Warren? ¿Cómo va esa co-
ñas nueces colgantes. media? -le preguntó, dejando caer el
Sonó otra vez el timbre de la puerta. monóculo y concediendo a su ojo un
Era Eddie Warren, delgado y pálido momento de libertad para que pu-
como de costumbre y en su estado diera dilatarse a gusto antes de vol-
de extrema angustia. ver a quedar otra vez prisionero tras
-Es ésta la casa ¿verdad? ¿Es ésta? el cristal.
-preguntó. La señora Knight también se acercó
-Sí, supongo que sí -contestó riéndo- a él.
se Berta. -¡Oh, señor Warren! Sus calcetines
-He pasado un rato malísimo con el son preciosos.
chofer de un taxi: tenía un aspecto de -Celebro que le gusten -dijo mirán-
los más siniestros y no había forma dose los pies-. A la luz de la luna
de hacerlo parar. Cuando más tocaba producen mucho mayor efecto. -Y
en el cristal para avisarle, más corría volviendo su rostro delgado y triste
él. Bajo el claro de luna, era una fi- hacia Berta, añadió-: Porque esta no-
gura grotesca con la cabeza achatada che hay luna, ¿no lo sabía usted?
hundida en el volante... Berta sintió ganas de gritar: "¡Estoy
Al quitarse un inmenso pañuelo de segura de que la hay con frecuencia,
seda blanco que le envolvía el cue- con mucha frecuencia!"
llo se estremeció. Berta observó que Verdaderamente, Warren era muy
sus calcetines también eran blancos. atractivo; pero también lo era Cara,
¡Una combinación realmente encan- que estaba inclinada ante el fuego,
tadora! con su vestido de pieles de plátano,
-¡Debió ser horrible! -le dijo. y Careto, que, dejando caer la ceniza
-Sí, verdaderamente lo fue -continuó de su cigarrillo, preguntaba:
-Pero, ¿dónde está el novio? tamente como ella se había figurado.
-Ahora llega. -Estaba pensando si la señorita Ful-
Se oyó abrir y cerrar de golpe la puer- ton se habrá olvidado de nosotros...
ta de la calle y Harry gritó: -No me extrañaría -dijo Harry-. ¿Tie-
-¡Un saludo a todos! ¡Estaré listo ne teléfono?
dentro de cinco minutos! -Ahora llega un taxi. -Y Berta son-
Y subió corriendo la escalera. Berta rió con aquel aire de posesión que
no pudo contener una sonrisa. Sabía siempre adoptaba mientras sus nue-
que a Harry le gustaba hacer las co- vas amigas constituían para ella un
sas a gran velocidad, aunque al fin y misterio-. Es una mujer que vive en
al cabo, ¿qué importaban cinco mi- los taxis.
nutos más o menos? Pero él se con- -Engordará demasiado si tiene esta
vencía a sí mismo de que eran im- costumbre -repuso Harry tranquila-
portantísimos y además luego tenía mente, tocando el gong para la cena-
el puntillo de entrar en el salón muy . Y eso es un terrible peligro para las
lento y sosegado. rubias.
Harry sabía exprimir a la vida todo -Harry, por favor -le suplicó Berta
su sabor y Berta lo admiraba por ello. riendo.
También sentía admiración hacia él Esperaron todavía un momento ha-
por su amor a la lucha, por dar en blando y riéndose como si tal cosa,
todo cuanto se le oponía una prueba pero quizá con demasiada naturali-
de su fuerza y de su valor, aún cuando dad. Luego apareció la señorita Ful-
delante de personas que no lo cono- ton con un vestido de tisú de plata y
cían bien. Berta comprendía que este una cinta también de plata, sujetando
rasgo de su carácter lo ridiculizaba sus rubios cabellos. Entró sonriendo
un tanto..., pues había momentos en y con la cabeza ladeada.
los que se lanzaba a la lucha cuando -¿Llego tarde? -preguntó.
ésta en realidad no existía. Hablando -No, no, de ninguna manera -dijo
y riendo, Berta olvidó completamen- Berta-. Venga. -Y, cogiéndola del
te que Perla Fulton no había llegado brazo, la guió hasta el comedor.
aún y no se dio cuenta de ello hasta ¿Qué había en el contacto de su bra-
que su marido entró en el salón exac- zo frío que avivaba... que avivaba... y
hacía arder aquel fuego de felicidad -¿El autor de El amor con dentadura
que Berta sentía en su interior sin sa- postiza?
ber cómo exteriorizarlo? -Ahora quiere escribir un monólogo
La señorita Fulton no advirtió nada para mí. El argumento es un hombre
en su rostro porque rara vez miraba que decide suicidarse. Expone pri-
a las personas cara a cara. Sus espe- mero todas las razones por las cuales
sas pestañas le caían sobre los ojos, debería hacerlo y a continuación las
y una extraña sonrisa bailaba en sus que a su juicio se lo impiden y, en el
labios. Parecía vivir más para escu- preciso momento en que después de
char que para mirar. Pero de repen- sopesar el pro y el contra toma una
te Berta sintió como si se hubiera determinación, cae el telón. Es una
cruzado entre las dos la más íntima idea bastante buena.
mirada y se hubiesen dicho la una a -¿Cómo va a titularla? ¿Digestión pe-
la otra: "¿Tú también?". Y Perla Ful- sada?
ton, mientras movía la sopa rojiza en -Creo haber visto la misma idea en
el plato gris, sintió lo mismo. una pequeña revista francesa casi
¿Y los demás? Cara y Careto, al igual desconocida en Inglaterra.
que Eddie y Harry, hablaban de di- No, no; ninguno compartía los senti-
versas cosas mientras subían y baja- mientos que a ella le animaban, pero
ban las cucharas, se secaban los la- todos eran encantadores...¡todos! Le
bios, desmenuzaban el pan y tocaban gustaba tenerlos allí, sentados a su
los tenedores y los vasos. De cosas mesa, dándoles manjares exquisitos
así: y buenos vinos. Y le alegraba tanto
-La conocí una noche de estreno en su presencia, que hubiese querido
el Alfa. Es un ser de lo más fantás- decirles lo simpáticos que eran, y lo
tico. No sólo tenía muy recortado el decorativo que a su juicio resultaba
pelo, sino que parecía también ha- el grupo en el que cada uno pare-
berse quitado trocitos de sus piernas cía servir para hacer resaltar al otro,
y brazos, un pedazo de cuello, y algo como si fueran personajes de una
de su pobre nariz. comedia de Anton Chejov.
-¿No está muy ligada con Michael Harry estaba disfrutando con la co-
Oat? mida. Formaba parte de su... no di-
remos exactamente, naturaleza, ni preciso el pensamiento de la señorita
tampoco su actitud..., sino de su... Fulton, porque no tenía la más leve
algo... al hablar de los diversos platos duda de que lo había adivinado y, sin
y vanagloriarse de su "exagerada pa- embargo, ¿en qué se había fundado?
sión por la carne blanca de la langos- En casi nada; en menos que nada.
ta" y "el verde de los helados de pis- "Supongo que esto pasa alguna vez,
tacho... tan verdes y fríos como los aunque muy raramente, entre muje-
párpados de las danzarinas egipcias". res, pero nunca entre hombres -pen-
Cuando mirando a su esposa le dijo: só Berta-. Tal vez mientras prepare
"Berta, este soufflé es admirable", a el café en el salón, la señorita Fulton
ella le faltó poco para echarse a llorar hará o dirá algo que ha comprendi-
de felicidad como una niña. do."
¡Oh! ¿Por qué sentía tanta ternura En realidad no sabía lo que quería
esta noche hacia el mundo entero? decir con esto. ¡Tampoco imaginaba
¡Todo era bueno, todo justo! Cuanto lo que pasaría después!
ocurría colmaba más y más la copa Mientras pensaba de este modo se
rebosante de su dicha hasta hacerla daba cuenta de que seguía hablando
desbordarse. y riendo. Tenía que hacerlo así por-
que no le era posible contener su ale-
Y constantemente, en lo profundo gría.
de su pensamiento, tenía fija la ima- "Tengo que reírme -se dijo- , si no,
gen del peral. Ahora debía ser todo me moriría."
de plata bajo la luz de la luna a la que Y cuando se dio cuenta de la extraña
ser refirió el pobre Eddie; plateado costumbre que Cara tenía de meter-
como la señorita Fulton, que estaba se la mano en el escote de su vestido,
acariciando una mandarina con sus como si guardara allí una diminuta y
dedos largos y tan pálidos que pare- secreta provisión de avellanas, Berta
cían despedir una extraña y débil luz. tuvo que clavarse las uñas en las ma-
Lo que Berta no llegaba a compren- nos para no estallar en una carcajada.
der -y en ello estaba precisamente
el milagro- era cómo había podido Por fin terminaron de cenar.
adivinar exactamente y en el instante -Vengan a ver mi nueva cafetera ex-
prés -les dijo. hasta tocar el borde de la luna pla-
-Cada quince días tenemos una nue- teada.
va -comentó Harry. ¿Cuánto tiempo estuvieron así? Fue
Esta vez fue Cara quien la cogió del como si ambas hubieran sido apri-
brazo. La señorita Fulton las siguió sionadas por aquel círculo de luz so-
con la cabeza ladeada. brenatural; como si fueran dos seres
El fuego del salón convertido en as- de otro planeta que, perfectamente
cuas brillaba como un ojo intenso y compenetrados, se preguntasen lo
vacilante hecho "un nido de peque- que estaban haciendo en este mun-
ños Fénix", como dijo Cara. do, yendo como iban cargadas con
-No encienda todavía la luz. ¡Es tan aquel tesoro de felicidad que ardía en
bonito!- Y volvió a inclinarse cerca sus pechos y caía hecho de flores de
de las brasas. Siempre tenía frío. "Sin plata de su cabeza y de sus manos.
duda lo siento hoy porque no lleva su ¿Estuvieron así una eternidad?... ¿un
caquetita de lana roja", pensó Berta. momento? La señorita Fulton mur-
Y en aquel instante la señorita Ful- muró:
ton hizo el signo de inteligencia es- -Sí, eso es -¿o soñó Berta que lo de-
perado. cía?
-¿Tienen ustedes jardín? -preguntó Luego alguien encendió la luz y,
con voz tranquila y soñadora. mientras Cara hacía el café, Harry
Pronunció estas palabras de una ma- dijo:
nera tan delicada, que Berta no pudo -Mi querida señora Knight, no me
hacer más que obedecer. Atravesó el pregunte por mi hija, porque no la
cuarto, y descorriendo las cortinas veo casi nunca. No quiero ocuparme
abrió los anchos ventanales. de ella hasta que tenga novio-. Ca-
-¡Aquí está! -murmuró. reto se quitó un momento el monó-
Y las dos mujeres juntas contempla- culo y enseguida volvió a ponérselo.
ron el esbelto árbol en flor. Lo vie- Eddie Warren se tomó el café y dejó
ron como la llama de una vela que se la taza con una expresión de angus-
alargaba en punta, temblando en el tia, como si al beber hubiera visto
aire tranquilo. Y mientras lo miraban una araña.
les pareció que crecía más y más, casi -Lo que yo quiero es dar una opor-
tunidad a los jóvenes -dijo Careto-. mente:
Creo que Londres está lleno de obras -¿Egipcios? ¿Turcos? ¿Virginia? Es-
muy buenas, unas escritas y otras por tán todos mezclados.
escribir. A todos ellos quiero decir- Berta entonces comprendió que la
les: "Aquí hay un teatro; trabajen y señorita Fulton no sólo no le gusta-
adelante". ba a Harry, sino que le molestaba. Y
-¿No sabe usted, amigo -dijo la se- comprendió también, por el modo
ñora Knight-, que voy a decorar una en que la señorita Fulton le contestó
habitación para los Jacob Narthan? que no deseaba fumar, que esta anti-
Estoy tentada de llevar a la práctica patía la percibía y ofendía...
una idea que tengo. Hacer una de- "¡Oh, Harry!" ¿Por qué no te agrada?
coración a base de pescado frito: los Estás equivocado. Es extraordinaria,
respaldos de las sillas tendrían la for- y, además, ¿cómo es posible que te
ma de una sartén y en las cortinas sientas tan alejado de una persona
irían bordadas unas lindas papas fri- que significa tanto para mí? Cuando
tas haciendo dibujos. estemos acostados trataré de expli-
-El inconveniente de nuestros jóve- carte lo que ambas hemos sentido
nes escritores -continuó Careto- es esta noche", se dijo.
que aún son demasiado románticos.
No es posible viajar por mar sin ma- Y con las últimas palabras, algo ex-
rearse y sin tener que echar mano traño y casi espantoso cruzó por la
de una palangana. Pero, ¿por qué no mente de Berta. Y este algo ciego y
tienen el valor de decir que ésta se sonriente le susurró: "Pronto se mar-
necesita? charán todos. Se apagarán las luces, y
-Un poema horrible que trataba de tú y él se quedarán solos, metidos en
una niña a la que un mendigo sin na- la cama caliente, con el dormitorio a
riz violaba en un bosquecillo. oscuras..."
La señorita Fulton se sentó en el Se levantó rápidamente de la silla y
sillón más bajo y hondo y Harry le corrió hacia el piano.
ofreció cigarrillos. -¡Es una lástima que nadie sepa to-
Se puso delante de ella y presentán- car! -dijo alto-. ¡Una verdadera lásti-
dole la pitillera de plata le dijo fría- ma!
Por primera vez en su vida, Berta desagradable!, ¿verdad?
Young deseaba a su marido. -Tome antes otro whisky, Knight
Antes sí, lo quería... estaba enamo- -dijo Harry.
rada de él, pero de otras muy distin- -No, gracias.
tas maneras, no precisamente como Como reconocimiento por esta pa-
ahora. Y también había comprendi- labra, Berta, al darle la mano, se la
do que él era diferente. Lo habían estrechó un poco más.
discutido muchas veces. Al princi- -¡Adiós! ¡Buenas noches! -les gritó
pio, a ella le había preocupado mu- desde la escalera, notando que su
cho descubrir que era tan fría; pero viejo ser se despedía de ellos para
al cabo de algún tiempo pareció que siempre. Cuando volvió al salón, los
aquello no tenía la menor importan- demás se disponían también a mar-
cia. Se trataban con entera confian- charse.
za, eran muy buenos compañeros y, -Usted podrá ir parte de su trayecto
a su entender, esto era lo mejor de en mi taxi -dijo la señorita Fulton a
los modernos matrimonios. Warren.
Pero ahora lo deseaba, ¡ardientemen- -Me alegra mucho. Así no tendré que
te, ardientemente! Esta sola palabra hacer solo otro viaje después de la
la sentía de una forma dolorosa en horrible aventura de esta tarde.
su cuerpo abrasado. ¿Era esto lo que -Encontrarán una parada al final de
aquella sensación de felicidad signifi- la calle. Sólo tendrán que andar unos
caba? Pero, ¡entonces, entonces!... metros.
-Querida mía -dijo la señora Knight-. -¡Qué cómodo! Voy a ponerme el
Ya conoce usted nuestras desgracias: abrigo.
somos víctimas del tiempo y del tren. La señorita Fulton se dirigió hacia el
Vivimos en Hampstead y debemos vestíbulo. Berta iba a seguirla cuando
retirarnos. Hemos pasado una agra- Harry se adelantó:
dable velada. -Yo la acompañaré -dijo.
-Los acompañaré hasta el vestíbulo Berta comprendió que su esposo
-dijo Berta-. No desearía que se mar- se arrepentía de la poca amabilidad
charan aún, pero comprendo que no anterior... y dejó que fuera él. ¡Era a
deben perder el último tren. ¡Es tan veces tan niño en su comportamien-
to... tan impulsivo... tan sencillo! sonrisa de perezosa. Harry entonces
Y Berta se quedó con Eddie junto al se estremeció y sus labios dibujaron
fuego. una terrible mueca mientras decían
-¿Ha leído el nuevo poema de Bilk en voz baja:
Table d´Hote? -le preguntó Eddie -¿Mañana?
lentamente-. ¡Es magnífico! Está en Y la señorita Fulton, bajando los
la última antología. ¿Tiene usted el párpados, contestó:
volumen? Me gustaría podérselo en- -Sí.
señar. Empieza con un verso increí- -¡Aquí está! -exclamó Eddie-. "¿Por
blemente maravilloso: "¿Por qué da- qué darán siempre sopa de toma-
rán siempre sopa de tomate?" te?". Es completamente cierto. ¿No
-Sí -dijo Berta. Y se dirigió silencio- le parece? La sopa de tomate es des-
samente a una mesita que estaba al esperadamente eterna.
lado de la puerta, seguida de Eddie. -Si lo desea -dijo Harry en el vestí-
Tomó el librito y se lo dio, sin que ni bulo- puedo pedirle un taxi por telé-
él ni ella hubiesen hecho el más leve fono.
ruido. -No es necesario -contestó la seño-
rita Fulton. Y acercándose a Berta le
Mientras Eddie buscaba la página tendió sus dedos levísimos-. Adiós, y
correspondiente, Berta volvió la ca- mil gracias.
beza hacia el vestíbulo y vio a Harry -Adiós -dijo Berta.
con el abrigo de la señorita Fulton La señorita Fulton le estrechó un
en las manos y a ésta de espaldas a él poco más la mano.
con la cabeza ladeada. Harry arrojó -¡Su hermoso peral...! -murmuró.
de pronto el abrigo, la cogió por los Y se fue. Eddie la siguió, como el
hombros y la hizo volverse violenta- gato negro había seguido al gato gris.
mente. Sus labios dijeron: -Bueno, cerremos la tienda -dijo Ha-
rry extraordinariamente frío y sere-
-Te adoro. no.
La señorita Fulton le puso sus ma- "¡Su hermoso peral!...¡Su hermoso
nos con aquellos dedos como rayos peral!..."
de luna en el rostro y le sonrió con su Berta corrió hacia la ventana.
-¿Qué va a pasar ahora? -gritó.
Y el peral alto y esbelto, cargado de
flores, seguía inmóvil como la llama
de una vela que alargándose estu-
viera casi a punto de tocar el borde
plateado de la luna.

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