Vous êtes sur la page 1sur 16
PRESENTACION ‘PRIMERA PARTE Debates conceptuales en torno a la desigualdad y sus determinaciones Cartruto 1 . Revisién del debate acerca de la desigualdad educativa en la sociologia de la educacién: la reemergencia del determinismo biolégico Carina Kaplan y Silvia Llomovatie ... Captruto 2 Las précticas sociales en la formacién del sentido contin. La naturalizacién en Ja psicologia José Antonio Castorina ... Cartruto 3 Reflexiones sobre lo heredado y lo adquirido Alberto Kornblihtt SEGUNDA PARTE El sentido y la trama de la desigualdad educativa. Apoties de investigacion 1: ‘Capfruto 4 éPersistencia o retorno del racismo? Consideraciones desde la antropologia de la educacién ‘Marta Rosa Neufeld 51 Carfruta s Procesos psicolégicos: diferencias e inferencias Nora E. Stichiry Cariruto 6 Desigualdacl, fracaso, exclusién: gcuestién de genes o de oportunidades? Carina Kepian vs 7 Tercera Parte Contribuciones especiales Carfruto 7 Pobreza y trayectorias escolares de adolescentes madres y embarazadas. Una critica a los enfoques deterministas Paula Fai ane 101 Cartruto 8 La construccién socio-educativa del becario eft un contexto de asistencialismo Nora Glu 11 Cartruto 9 La construccién social del “alumno violento”: ‘més alld del cleterminismo y la naturalizacion Javier A. Garcia y Sebastién Garcia 139 Arénpice Agenda de trabajo del workshop 159 vestigacion en clones en Wer UBA, quecons 36 deconocimien’ er cea: Determinisna bit bre las desigualaudes alternativos en pro auspicio de la * ‘cre Filosoffa y Letr=~ d Este libro prese, ‘cuentro. Se trate de ccursos que legi 1a tualizan las viet ~f¢ El interés exnlic ver la articulaciua d modo de contri. ir pretensiénhege sr duccién de conoim tro de los cixcuitos « diendo generar re fatilitando ast le ar te el proceso de ~ns logros de ese recorti Las reflexiones ¢ pliar y amplific: Ja Is tesis y estrat ia prensiGn profunda ¢ TT CapiTULo 1 Revisién del debate acerca de la desigualdad educativa en la sociologia de la educacién: la reemergencia del determinismo biolégico Carina Kaplan Silvia Llomovatte Silvia Llomovate es licenciada y profesora en Ciencias de la Educacién (UBA). Profesora titular de Sociologia de la Educacién y de Educacién 1 (UBA). Es ditectora del Programa de Investigacién en Sociologga de la Educacion en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educacién de la Facultad de Filosoffa y Letras (UBA). Diige el proyecto UBACyT ““Aportes al campo de Ia Sociologta de la Educacién critica hoy: dimen- siones cle la experiencia social y la experiencia escolar de adolescentes y jvenes y dimensiones del vinculo emergente entre Ia universidad y la sociedad”. Actualmente es secretaria de Transferencia y Desarrollo de la Facultad de Filosofia y Letras (UBA), Es autora de los libros Analfaetis- ‘mo y tnaljaetosen argentina y Adolescente entre la escuela y el Irajo, Carina Kaplan es licenciada y profesora en Ciencias de la Educacién (WBA) y master en Ciencias Sociales con mencién en Educacion (FLAC- 80), Profesora adjunta de Sociologia de la Educacién (UBA) y profesora fitularide Sociologia cle la Educacién (UNLP). Investigadora en el Instit to de Investigaciones en Ciencias de Ia Educacién de la Facultad de Filo- sofia y Lettas (UBA). Dirige el proyecto PICT 0417339 "Las violencias en la escuela media: sentidos, practicas e instituciones”, FONCyT- AGENCYT, SECYT-Ministerio de Educacién, Ciencia y Tecnologia, con sede en Ia Facultad de Filosofia y Letras UBA y codirige el proyecto UBACYT “Aportes al campo de la Sociologfa de la Educacién critica hoy: dimensiones de la experiencia social y la experiencia escolar de adoles- centes y j6venes y dimensiones del vinculo emergente entre la universi- dad y la sociedad”. Fs autora, entre otros, dle Buenas y malas alunos, Des- cripciones que predicen y La intligencia escolarizada. Un estudio de Ins repre- sentaciones socials de los maestros sobre la inteligenca de los alunos y sef- cacia simbdlica y coautora de La escueln: una segunda oportunidad frente a In exclusion, iG) Presen L inte ence ere tee mes wen innatism ee ot as nee Presentacién de exclusién y polarizacién, profundiza la injusticta en toe socieda- L de enctans MEmentacion y desigualdad que agualiza los procesos Ass, tanto del Norte como del Sur. Enel caso del Norte, importantes 2 Gonfiguracin de nuevas desigualdades, dela criminliccean ne la Pal reta, potenclando los efectos devastadores del cere de In antoea falttial En ocasion de la Conferencia Intemacional de Sociologfa de ta ratincién celebmada en Busnos Aires? se exponfan sus Ramses wenge-Polticos en este sentido, Alf se carscterizabn el contents nate sane social come discursive, en el que hoy se da el debate a Ie educaciGn en los paises periféricos, como producto de las Politicas eco- ir is y sociales neoliberales y neoconservadorss, vinculadas « tar des éoincidentes con las viejas formas del determiniamre biolégico, del sna mo, del racismo, todas ellas enmarcadas en la "Nueva Derevha in embargo, el campo educativo contin siendo arena de sea serie de patallas en los planos de las palabras y discursos dela resistence yde las politicas y précticas ed donde el derecho a la tema educativo como mas allé de la escuela, es ralificado en su innegable trascendencia humana y social, 2 Carina Kaplan y Sitvia Llomovatte Sarina Kaplan y Sitoia Llomovatte. La desigualdad educativa en Ia historia de la sociologia de la educacion Es bien sabido que la sociologia de la educacién se ha ocupado, desde sus origenes “clésicos”, de la desigualdad social y su relacidn con la educa, cién en los trabajos fundantes de Karl Marx, Max Weber y Emile Durk- heim. El primero, sustertando a través de sus aportes las, interpelaciones a la sociedad de clases que los sociGlogos de la educacién contemporé- eos han tipificado como la “sociologta del conflicto”. Los otros dos, des. a problematica especttica de la desigualdad éducativa recién es re- fonocida e incorporada de manera consistente como tematica valida on Jas investigaciones sociceducativas de los paises centrales a partir de la Posguerra de la Segunda Guerra Mundial asumiendo, en general, una potfurg naturalizacora -con sus variantes neodarwiniana, biologicista o individualizadora/autorcesponsabilizante~ del fenémeno durente las décadas del 50 y del 60 en pleno siglo XxX3 Resulta verdaderamente asombroso comprobar cuén tardfamente se cidental que yace en los otigenes del esclavismo,* hasta es posible encon- Star una fecha “oficial” para verificarlo, la de la declaracion “Las bases cientificas de la unidad humana” que en su pagina 1 sostiene: “De aeuer, do con el conaciniento actual, no existe prueba de que los grupos huemanos di ‘fieran en sus caracteristicas mentales innatas, nien cuinte 4 inteligencia ni en Lp relativo a temperament Laevidencia cientfica indica que elaleance de ln on Pacidades mentales en todos los grupos étnicos es précticamente la misma” ¢ Havighurst y Neugarien? aclaran, sin embargo, que “la mayorla” de los cientificos sociales acordaban en ese momento con esta declaracion y “gregan que, si bien hay diferencias innatas entre individuos en el interior de grupos étnicos, raciales 0 religiosos, su inteligencia promedio como grupo humano® es similar a la del resto. La ambigiiedad de este texto es un buen referente para ilustrar la postura de la época, y sirve de marco ideolégico a’ un intento posterior 2or justificar los resultades discriminatorios de los test de inteligencia? de la época; los autores sostienen que dichos resultados se deberian a di- sersos factores: a) “diferencias en la experiencia” con los tipos de problemas ‘bordaclos en los test; b) “diferencias en la motioacin para dar todo de sf da, ‘ante el test; c) “posibles diferencias en las experiencias de los afios pre-escola- ee eee 4 res”, Si bien caf rada, los facie cial,2® ya que deestos gru, 1s to, paraade a diados del ©" -Ic adoptar el de" o También tle adecuacién a 1a secuente respur caso. Acepla.s ponente poli. 2 yreligiones,. i cia social que 1 dual del frace~< La socioloo plicacién y lac ; vestigaciones, ¢ denominada uw. gia se obsesic. mola movilic |; cial” es posib® Los hitos * 60, por las obr ; dio masivo ace | tivo y sus efecr : y negros, urba, | rican Occupati...1 neracionalen || metodolégica en este texto, ¢ la educacién e ningtin mome. necesidades de dustrial”. Estos traba ra de la Segu: mayor eficiene la identificaci¢ exigencia con Beet * sLiomovatte desde sus ala educa- nile Durk- ‘pelaciones ‘ntempors- ss dos, des- sélisis mar- a valida en oartir de la sneral, una slogicista o surante las famente se ea yno 0c- ible encon- “Las bases :*Deacuer- sumanos a gencia ni en veede as ca- vayoria” de claracion y vel interior vedio como flustrar la 0 pésterior rteligencia? berfan a di- problemas vo de sf du- spreescola- Revision del debate aceren de a desigualdad education, 185", Si bien el factor a) se asemeja'a un intento por democratizar la mi- 1ada, los factores b) ¢) re-inauguran un nuevo tipo de darwinismo so- cial} ya que motivaciones y experiencias son constitutivas de la cultura de estos grupos histéricamente oprimidos y discriminados y, por lo tan to, para adecuarlos a Jas expectativas de los test dle inteligencia de me- diados del siglo XX serfa preciso renunciar a su patrimonto cultural y adoptar el del opresor. . ‘También lama la atencién una nueva explicacion para la falta de adecuacién a la norma: el componente “defectuoso” individual y la con- secuente responsebilizacién de cada individuo acerea de su propio fra- caso. Aceptado por estos autores -muy influyentes en la época~ el com- ponente politicamente corracto de la igualdad colectiva de razas, etn y religions, elaboran un discurso que se constituye en bastién de la ie cia social que naturaliza la mirada estigmatizante: la explicacién inclivi- dual del fracaso social. La sociologia de la educacién dominante de la época adopta esta ex- plicacién y la convierte en la témética privilegiada de sus estudios ¢ in- vestigaciones, asumiendo asimismo una corriente metodol6gica aoc, denominada desde entonces “empizismo metodoldgico”.Esta metodolo- gfa se obsestona por medir a igualdad / desigualdad educativa, ast co- ‘mo la movilidad social, en un intento por demostrar que el “ascenso so- cial” es posible dadas ciertas condiciones. Los hitos hist6ricos en esta conch estén constituldos, en los aftos 60, por las obras pioneras Equality of Educational Opportunity! -un est- dio masivo acerca de Ia distribucién de los recursos en el sistema educa tivo y sus efectos sobre el desempefio y logro de los estudiantes blancos yy negros, urbanos y rurales, en Jos EEUU de Norteamérica~ y The Ame- rican Occupational Structurel? -un estudio de la movilidad social interge- neracional en ese pais-, Ambas obras inauguraron tuna nueva tendencia rmetodolégica en las ciencias sociales, pero, en cuanto a nuestro interés cen este texto, es mas importante sefialar que ambas abordan el papel de la educacion en la desigualdad social, caya existencia no cuestionan en ningiin momento, salvo para mostrar su ineficiencia en términos de las necesidades de la economia y organizacién de la “moderna sociedad in- dustrial” Estos trabajos vienen a responder a los requerimientos de Ia posgue- ra de la Segunda Guerra Mundial acerca de la importancia de lograr la mayor eficencia econsmica y social en el gasto educativo y, por eide, en la identificacion y entrenamiento de los “talentos” en la sociedad. Esta cexigencia conlleva el supuesto de la complejdad del desaffo implicito en u Carina Kaplan y Silvia Llomovatte la tarea. Como ilustracién de esta postura, en Ja introduccién de una de Jas primeras obras de su tipo,1 J. Floud y A. Halsey advierten que, en realidad, si bien se suele sostener que el-desarrollo tecnolégico requiere de més educacién y ésta, a su vez, produce importantes tasas de movili- dad social ascendente, no se puede determinar el papel jugado por la educacién en este proceso.4¢ particular, cudl era su rendimiento.académico en cada circunstancia. eee Las obras de Blau y Duncan y de Coleman et al: muestran en térmi- nos cuantitativos ‘a extensién de la desigualdad social en los Estados Unidos de Nortea:nérica, pero, a pesar de la sofisticacion técnica de Ja que ptegumen ambos estudios en sus respectivas metodologias, no arri- ban a conelusione: definitivas ni comunes en cuanto al papel de la edu- cacién enuna sociedad desigual. Sin embargo, en total sintonfa y en com- plementacién te6rica e ideolégica con la teorfa del capital humano, am- bas obras contribuyeron a sustentar la mirada meritocratica en la socio- logia de la educacién, mirada inserta en el paradigma funcionalista del optimismo pedaggico, inaugurado por la obra de Emile Durkheim, do- minante'en la época (thitad del siglo 200 y recurrente hasta nuestros dias. Blau y Duncan (1967) estudiaron solamente a la poblacién masculina y, apoydndose en la obra clasica del estructural funcionalismo acerca de la institucién escolar de Talcott Parsons (1959),15 sugieren que el posicio- namiento laboral de los estadounidenses de la época se deberia més a su desempefio educa‘ivo, medido en afios de permanencia en la escuela, que a su origen socioeconémico familiar, medido de acuerdo con el ori- gen paterno. Sin embargo, sus datos no descartan la relacién existente en- tre origen social y desempefio, sustentando asf la creencia original del funcionalismo en la educacién como canal de movilidad social indivi- dual. En cuanto al Irforme Coleman (1966), su equipo investigé en qué medi- da los estudiantes de diversos orfgenes étnicos y socioeconémicos asistian a escuelas que contaban con ofertas y recursos diferenciales en términos de docentes, materiales didacticos y otros elementos pedagégicos y, en Este informe tuvo miiltiples efectos sobre el campo académico de la sociologia de la educacién, entre los més importantes se cuentan el intro- ducir en nuestra clisciplina la temética de los test estandarizados de co- nocimiento como medida del logro académico estudiantil, asf como el hallazgo de que la mayor parte de la variacién en dichos logros no se de- fa tanto al tipo de escuela y a los recursos que en ella se dispontan, co- mo al origen sociveconémico del hogar de los alumnos. En otras pala- bras, los resultades descalifican la posibilidad de influencia de la escue- reno HATE respoi Es enla denor ‘ne menci~na valores d: dol6gica duos y se difere..ciz enlor at car la: if rane: le Hymr p valores de dria dismi En ot invesuga educe..vt form: i6 titocy ‘ic El dena Frenteal nacienw tode i alo, 8 biole & des d~Ie construi: sicion’gy que se© cialy ed. ile med a en keys: pract*20 obvie. b Revisin del debate acerca de Ia desigualad educativn. 1s ie merendeladesgualiad education. 1S iy, por ende, de la politica educativa, rforzando asf Ia hipstesié cle la responsabilidad individual por el fracaso escolar. Esta linea de investigaciones desemboca llegando a la décida del 70, en Ia sociologta de la educacién en los EEUU de Norteamérica, en otra denominada “el sindrome del logro"'6 que consideramos pertinente ‘mencionar acé, Esta corriente focaliza en los sistemas y orientaciones de valores diferenciales segiin clase social de origen como estrategis meto- dolégica para explicar las diferencias de comportamiento entre tnclivi. duos y sectores en la sociedad en general y, en particular, aplicado a las diferencias en los logros educacionales: “las diferencias entre clases sociales eno relativo a creencas y valores pose una relevancia considerable para expli- car ls diferencias de clase en el desempeo eduction. Esl diferencias se cen {ran en el énjasis que cuda clase social, earactersticamwente,ciloca sbi ip, por een, Na Ta aeRO nT Wd ie Tk trlores dela clase knjaactian para reducir la acim volustaria misma que pox ‘rin disminuir la diferencia entre clases” (Banks, 1970, 75), En otzas palabras, las familias de clase baja, segtin esta corriente de investigacién lo afirma, no quieren que sus hijos gocen de los beneficios educativos de los que goza la clase media. Esta interpretacin de la in. formacién cuantitativa recogida exacerba, entonces, el pensamiento me. ritocrético de los 60. El debate, hoy Frente al avance y retorno de teorfas legitimadoras del orden y la domi- nacién en la sociedad, adquiere hoy importancia el desenmascaramien- to de las falacias subyacentes en los supuestos y la desnaturalizacién de J logica discursiva hegeménica que, apoyados en los desarrollos de la biologta y la genética, postulan y justifican las jerarqufas y desigualda- des de los individuos y grupos, A tales fines, e plante6 la inguietud de construir un espacio colectivo de intercambio aeadémico y tomas de po- sicién que avancen hacia la construccién de argumentos sisteméticos ‘que se constituyan en un enfoque alternativo acerca de la exclusin so. cial y educativa, La eficacia simbélica de estas précticas y discursos reside en gran ‘medida en que, lejos de presentarse en el orden de lo consciente, operan en la oscuridad de las disposiciones del habitus. Penetran en el sentido préctico de los sujetos, operando en la vida cotidiana con la fuerza de lo abvio, 10 incuestionable, generando modos de percepcién y de accién AS, 16 28 * Carina Kaplan y Silvia Llomovatte Carina Kaplan y Sitoia Lomovatte coinciclentes con las viejas formas del determinismo biolégico, del racis- mo, evidenciando que el darwinismo social en modo alguno se ha extin- guido. Frente 3 este escenario, una ‘de las preguntas centrales es acerca de Jos efectos sobre las concepciones del iiimdo de los principios tesrico. ‘deolégicon de la nueva derecha/eliiod en que contribuyen a configu rar una ideologfa naturalizada acerca de lo social y el tipo de précticas e>- colares que, a partir de las producciones que desarrollan en distintos campos del saber, van logrando instaurar con la fuerza de lo legitimo. Esta legitimidad, cuya forma manifiesta es la resignacién frente » la marginaci6n de vastos grupos sociales, se construye a través de cada vez més sutiles y eufemizadas expresiones del racismo, que trastocan los mo. Gos de socislizacién de las nuevas generaciones. Se entiende ast que los Propios excluidos, en este capitalismo sin freno y sin maquillaje,interio. ricen en su auto-imagen que su destino es algo natural, Tal como plantea Bourdieu (1991), la forma de eufemizacién més co- iin hoy es 2l aparente cardcter cientifico del discurso. Asi, cierta ciencia es cémplice de lo que se le pide que justifique. Si se involucra el discur- 80 clentifico para justificar el racismo de la inteligencia, esto no se debe Solo a que Is ciencia representa la forma dominante del discurso legit mo, también y sobre todo se debe a que un poder que cree estar funda. do en la ciencia, un poder de tipo tecnocratico, recurre naturalmente a la Glencia para ftndar su poder, se debe a que la inteligencia es la que legi- ima Para gobemar cuando el gobierno se dice fundado en la ciencia y en 's competencia “cientfica” de los gobemaites (piensen en el papel de la Ciencia en la selecci6n escolar, dondé lal matemidtica se ha convertido en la medida de foda inteligencia). ©"! Esto implica cuestionar la supuesfa neutralidad del conocimiento cientifico y dar cuenta de su cardcter profundamente politico. Es preciso, cmionces, develar el cardcter socio-politico de estas taxonomfas sociales y de las practicas a las que dan lugar, ya que no es suficiente el reconoci- miento de la ilesigualdad social para revertirla, EI desarrollo de politicas focalizadas en los 90 es convergente con la repeticion y resurgimiento actual dé los argumentos del determinismo biol6gico. Tai como indica Stephen Gould en La falsa medida del hombre,1? Se comelacionan con episodios de retroceso politico, en especial con las campafias para reducir el gasto del Hstado en los programas sociales, o a veces con el tmor de las clases dotninantes, cuando los grupos desfavo- recidos siembran cierta intranquilidad social o incluso amenazan con usurpar el pocler. Segtin el autor, récientes estudios elaborados en el Am- las vac Ise sua rach a” Revision del debate acerea de In desigualdad educate. et, bito de los paises centrales remiten al problema de la apropiacién desi- gual del conocimiento en nuestras sociedades en funcién de argumentos deterministas-biologicistas centrados en las caracterfsticas genéticas de los individuos y Ia naturaleza de la inteligencia, Désde estas visiones, las. Aiferencias sociales se transmutan en diferencias entre “naturalezas", pre-determinadas ya desde el nacimiento. A través de estos argumentos se ocultan las verdaderas causas de la desigualdad social, avoreciendo Jas explicaciones que se basan en la supuesta deficiencia innata de la po- blatién pobre, Es conocida la repercusion que a principios de los 90 tuvo la obra de J.-Murray, The Bell Curve. Este socislogo norteamericano, intelectual or- ginico del neoliberalismo, teoriza en torno a uni élasificaciGn de la inte- ligencia y aptitudes innatas para el aprendizaje y competencia social de la que serfan portadores diferentes grupos raciales / étnicos; a pesar de las erticas y manifestaciones piblicas que antropélogos, bislogos, socis- logos, pedagogos, psicslogos, etc. realizaron, su libro se agot6 en las pri- eras ediciones y sirvié para'que grandes grupos econémicos retiraran su aporte en impuestos para educacién y salud. Comprender esta resig- naci6n requiere adentramos en el impacto de estos discurios y précticas, sobre la produccién de subjetividades ajustadas a la objtivicad social. Exponer la contingencia de las condiciones sociales que nos afectan es condicin para gestar muevas estrategias de cambio y transformacion en el plano social y educativo, generando politicas capaces de combatir los efectos perversos de la injusta distribucién de los bienes simbélicos y materiales producidos por las actuales politicas econmicas, cuya agudi- zaci6n en Ia actualidad esté arrastrando a gran parte de nuestra pobla- ign a condiciones de vida infrahumanas. Algunas reflexiones finales Alo largo de los distintos capftulos de este libro, que se presentan como resultado del workshop “Determinismo biol6gico, innatismo y exclusién fen las tesis neoliberales sobre las desigualdades educativas: hacia la construccién de discursos y practicas altemativos en la-produccion de nuevas subjelividades”, queda evidenciada la preocupacién y el com- promiso compartide por mostrar y analizar los diferentes y mutantes rostros que hoy adquieren los determinismos e innatismos que, en nom- bre de una perspectiva cientifica que se arroga la descripcién abjetiva y ‘certera de lo rel, termina configurando tan slo la contracara de nuevos 8 Carina Kaplan y Sitoia Llomovatie Sarina Kapa y Siti Llomovitto racismos. Por oposicién a estos discursos, que no representan més que una versin renovada de viejos postulados que contribuyeron hist6rica- tiente a sostener la ideologia de la meritocracia, quienes participamos de este encuentro nos ubicamos en aquellas posiciones que los reconocen como fntimamente ligados'a Ja instauracién y conservacién de un orden social cada vez més injusto y violento. Afirmamos, desde esta perspectiva, que las desigualdades sociales y jlares no radican-en “la genética”, Y.que el origen fundamental de" aibas no es sino la desigual distribucién de las condiciones materiales y simb6licas que caractériza a nuestras sociedades y, por ende, a nuestras escadlas ~ “~~ Como se sefiala en los distintos trabajos, la fuerza de estos discursos reside en que, a través de modos sutiles, pero no por ello menos ficien- tes, impactan sobre los modas de pensar, actuar y sentir de los sujetos, Contes. tar a este discurso no s6lo.es'necesario desde la asuncion de la ‘esponsa- bilidad de doblegar los efectos de la exclusién social, sino, también, qui- 243 la az6n més significativa se halle en llevar ésta disputa al terreno del andlisis del impacto que estos discursos y précticas ejercen sobre la pro- duccién de subjetividades, Asimismo, frente al actual contexto de aplicacién de las politicas neo- liberales ~que propone la desaparicién progresiva de los universos auté- nenos de produccién cultural mediante la imposicién de los valores del mercado y la destrucci6n y fragmentacién de todas las instancias capaces de contrarrestar los efectos de la maquina infernal-, la modalidad asumi- da opone otra Iégica. Una légica que se bosqueja como un campo para perisamos como colectivo, para reflexionar -a modo de meta-andlisis sobre las condiciones sociales de Pproduccién de conocimiento cientifico, sus obstaculos y posibilidades, y su capacidad de consolidacién de una vor contrahegeménica que quiebre la complicidad entre ciencia e ideolo- gia y que genere novedosos, alternativos y eficaces modos de interpela- cidn y cambio. Revit del debnte acer de I desigualdad education. 19 Novas 1. Alrespecto se pueden consltar las sbras de Castel, 1995; Gore, 1998; Bour- ‘teu, 1999; Sennett, 2000; Weequant, 2000. 2 ste congreto fue organizado por Ja Asociacién Intemacional de Sociologia {(SA-RC 0f,Sociologts dela Eclucacin), la Facultad de Filccoiay Letras, UDA, ‘Instituto Paulo Freire Argentina Buenos Aires y Los Angeles, CTEICA (Ins. {ito Marina Vite), cheL.A - Fundacion Bx-Acta, TEMA: Clobelizacin, eter. cit, resistencia y teerolgtns: La responsable scil dela sovalegtn del cent, ‘Frente a los movinientos sociales emergentes. "Globalization, Education, Resistance ‘and Technolgies: the social responsibility of the Sociology of Eduction facing the tergent social movements”, Buenos Aites, Argentina 25 al 28 de agosto de 2004 53. Tas fuentes secundarias acerea de este fenémeno abundan; como ejernplo po-

Vous aimerez peut-être aussi