Este documento narra la historia del Señor de Locumba, un Cristo que llegó misteriosamente al pueblo de Locumba en dos cajas traídas por mulas. Aunque inicialmente se intentó enviar una de las imágenes a otro pueblo, los animales se negaron a moverse, indicando que esa imagen pertenecía a Locumba. Desde entonces, el Cristo ha otorgado varios milagros, incluyendo salvar a todo el pueblo durante la guerra del Pacífico al desviar a las tropas chilenas que los buscaban
Este documento narra la historia del Señor de Locumba, un Cristo que llegó misteriosamente al pueblo de Locumba en dos cajas traídas por mulas. Aunque inicialmente se intentó enviar una de las imágenes a otro pueblo, los animales se negaron a moverse, indicando que esa imagen pertenecía a Locumba. Desde entonces, el Cristo ha otorgado varios milagros, incluyendo salvar a todo el pueblo durante la guerra del Pacífico al desviar a las tropas chilenas que los buscaban
Este documento narra la historia del Señor de Locumba, un Cristo que llegó misteriosamente al pueblo de Locumba en dos cajas traídas por mulas. Aunque inicialmente se intentó enviar una de las imágenes a otro pueblo, los animales se negaron a moverse, indicando que esa imagen pertenecía a Locumba. Desde entonces, el Cristo ha otorgado varios milagros, incluyendo salvar a todo el pueblo durante la guerra del Pacífico al desviar a las tropas chilenas que los buscaban
fiesta. Locumba dejara por un momento su apacible silencio y har del valle de locumba una verdadera luz de fervor. Cuenta la vieja historia, an rodeada de mitos y costumbres. Que, mi Cristo de Locumba, llego al antiguo labriego de locumba, montado sobre dos mulas. Que llevaban consigo cargadas, dos extraas cajas. Las cuales decan: era una para locumba y otra para el valle de Sama (ubicado kilmetros ms abajo- camino al valle de Tacna) Se dice que nadie sabe cmo ni de donde llegaron aquellas bestias hasta el pueblo. Al ver los pobladores, aquella extraa carga, buscaron con insistencia al arriero que traa aquella misteriosa encomienda. Luego de mucho buscar, sin xito alguno. Por fin, uno de los curiosos se animo a abrir las cajas y descubrir tan intrigante misterio. Y as, una vez abiertas las cajas, encontraron dentro de ellas; a dos bellos Cristos del calvario. Estos, como lo habamos sealado, eran segn deca la descripcin: uno para Locumba y otro para Sama. El de Sama era particularmente ms grande que aquel que corresponda al pueblo de Locumba. Revelado aquel misterio para el pueblo. Recorri entre el bullicio de la gente. La idea de quedarse con el Cristo ms grande y enviar en camino el Cristo ms pequeo a su equivocado destino (antes ya marcado). Fue as que volvieron a cargar la caja sobre uno de los jumentos y lo obligaron a seguir su camino hacia el valle de sama. Cuentan, que aquellas mulas, se haban posado sobre la sombra de una palma y que de aquel lugar no queran moverse. Pese a los fuertes arreos dados por los pobladores. Se dice entonces: Que otro arriero, en camino por el pueblo, se ofreci a llevar dicha carga hacia su destino. Ofreciendo una de sus mulas para tal encomienda. As parti este con la carga hacia Sama. Sin embargo, luego de recorrer algunos metros. Se cuenta que aquella bestia se planto en el camino y dejo su andar y con ello el viaje del pequeo Cristo, que llevaba sobre su fuerte lomo. Visto aquel misterioso designio divino. Comprendieron los antiguos pobladores. Que, aquel Cristo pequeo, perteneca verdaderamente al pueblo de Locumba. Cargaron entonces sobre el animal el Cristo de sama y aquella bestia antes inerte: comenz nuevamente su pausado andar, hacia su destino final. Mientras tanto, las primeras mulas, que trajeron consigo aquel extrao y divino designio. Se encontraban descansando a la sombra de un rbol de palma. Sin intenciones de partir ni reanudar su camino. Fue as, como se dice: Que, mi Cristo de locumba, se convirti en el Cristo del palmar. A partir de ello, muchos milagros se concederan, bajo su gracia y divinidad.
MILAGRO DEL SEOR DE LOCUMBA
Fueron y son en verdad muchos los milagros que se le conceden al Cristo de Locumba. Entre ellos y el ms significativo: Fue aquel que permiti la salvacin del pueblo entero del valle de locumba. Eran entonces, los tiempos en que el Per, viva su ms cruenta historia. La guerra haba llegado al apacible valle de locumba y con ella la calma y tranquilidad haban cesado. Se dice: Que, durante la guerra del pacifico, una avanzada chilena llego a Locumba. Con el nico propsito de ver aquello que flagelaran y robaran. Pero, antes que ello ocurra, los montoneros del bravo Crnl. Gregorio Albarracn Lanchipa; dieron cuenta de los invasores. Acabando con cada uno de ellos y devolviendo la paz momentnea al pueblo. Pues ante aquella afrenta, el ejrcito chileno, decidi ingresar a locumba a destruir todo sobre su paso. Llegada la noticia y sabiendo que ahora nada podra hacerse. El pueblo entero decidi escapar del lugar. Dejando todo cuanto tenan. Sin embargo, aquellos pobladores, protegieron lo nico que los mantendra vivos. Fue as que buscaron proteger a su Cristo. Y decidieron esconderlo. Dada la imposibilidad de llevarlo consigo. Lograron entonces esconderlo entre unas barracas vacas de vino. Licor que se produca desde hace mucho en el valle. Y que mantiene an (aunque ya casi extinto) prestigio por su exquisitez. Gracias a lo clido de su clima y sus buenos frutos. Terminada la misin, partieron en fuga hacia los cerros y comprendieron que pronto llegara la entrada del temible invasor. Llego entonces el ejrcito al pueblo y encontr solo vacio y silencio. Destruyeron y redujeron a ceniza toda frente a su paso. Sin embargo, aquello no fue suficiente, para el invasor y ahora vengativo ejrcito. Entonces decidieron ir en busca de la gente y hacer corran la misma suerte del pueblo ahora reducido a pedazos. Mientras tanto, en una quebrada alejada del pueblo. Se encontraba la gente de aquel desolado dolor. Solo mujeres, nios y ancianos se encontraban entre ellos. Los jvenes y hombres se encontraban formando el ejrcito que en defensa de la patria se formo en Tacna. Fue as que conocedores de que llegara su fin, se decidieron a defender sus vidas, con palos y piedras de ser necesario. Aquel ejrcito, sediento de venganza. Se encontraba, a poca distancia del escondite, que sostena el silencioso suspiro de los que crean haba llegado su hora. El pueblo, imploraba entonces a Dios, su salvacin. En eso, se apareci un viejecillo, en el camino del ejrcito chileno. Y se cuenta, que aquel detuvo su paso y sobre la marcha se le consulto sobre el paradero del pueblo. A lo que el viejecillo, muy tranquilo contesto: Que los vio irse en aquella direccin. Sealando, el lado contrario, al lugar donde se hallaban los Locumbeos; Orando a Dios. Fue extrao, pero aquellos enfurecidos soldados, creyeron en la palabra del bendito viejo. Y dirigieron su paso hacia el camino equivocado, perdindose entre aquellas pampas vacas. Fue as, como aquellos salvados de la muerte, vieron una vez ms los milagros de aquella imagen. Llegada en el lomo de un simple y ahora importante jumento. Y una vez ms, entendieron los designios de Dios y el de su decisin de posarse frente aquel palmar y hacer de aquel pequeo pueblo, su hogar. Regresaron entonces a sus casas y encontraron a su pueblo sumido en las cenizas y escombros. Sin embargo, comprendieron, que era posible volver a empezar. Empezaron, entonces por buscar, a su Cristo milagroso. Aquella bsqueda, fue difcil, pues las cenizas estaban por todos lados y los escombros hacan irreconocible el lugar antes escogido; como escondite para el Cristo de Locumba. Pero, por fin, lograron
hallar el lugar y un nuevo milagro los hara regocijar. Aquella imagen se encontraba debajo de las cenizas y escombros. Maravillosamente intacta.