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EL CREDITO EN NUEVA ESPANA Maria del Pilar Martinez Lépez-Gano Guillermina del Valle Pavin (coordinadoras) IxsTITUTO Mora EL COLEGIO. DE MICHOACAN EL COLEGIO DE MEXICO INSTTTUTO DE. INVESTIGACIONES HISTORICAS-UNAM Cumenvans 06s. VaLce Pa linterés delos lideres del Consulado en incidi ‘onsulado en incidiren laredefin dela normatividad que regia los intercambios comereiales ta metr6poli y el virreinato; la biisqueda de uma alternativs establecido sus principales miembros, ios famiarny de ssa ge 8 y de paisanaje. Este fendmeno pudo hab presenta ent timn decade del eke ead ab rédito como consecueneia de la escasez de ci vino al establecimiento del comercio libre, extraccién de caudales por la via fiscal. Asinniy capacidad del Tribunal mercantil para enc aportaran el linero necesario para quelos primerosinversionig pudieran retirar sus depésitos, dada la incapacidad de la Be Hacienda para restituirles los caudales Sf forma de pean estituites los caudales que babsan ovorgad EL CREDITO DE REPARTIMIENTO POR LOS ALCALDES MAYORES, ENTRE, LA TEORIA Y LA PRACTICA Daniéle Dehouve* (CNRS, FRANCIA Durante fa época colonial, fa corona delegs ef cuidado de sus pro- vincias a unos gobernadores regionales liamados corregidores 0 alcaldes mayores encargados de los cuatro ramos del gobierno: administraciGn, justicia, guerra y hacienda. Ademas de los pode- res amplios que les otorgaba la ley, estos funcionarios legaron a adquirir el monopolio sobre el comercio desu distrito yacaparar gran parte de la produccién indigena por medio de un sistema conocido con ef nombre de “repartimienca de mercanctas”! Segiin este sistema, los funcionarios reales encargados de alcaldias mayores de Nueva Espaiia repartian algo —mercanci dinero 0 materia prima—entre los habitantes de su jurisdiccién, quienes tenian que pagarlo en un plazo convenido en dinero 0 en especie. Ast, acostumbraban entregar bienes de consumo, tales como ropa 6 vino, exigiendo unos meses mis tarde el pago en dinero.o en productos de cuitivo; comprar por adelantado ls cose- cchas futuras; o repartir hilos de algod6n que tejfan las mujeres para entregar mantas después de cierto tiempo. La costumbre del repartimiento estuvo muy difundida entre todos los espaiioles del siglo XVI, comerciantes, frailes, y por su puesto alcaldes mayores. Pero con el tiempo estos ultimos se volvieron los principales beneficiarios del repartimiento. En efec * Agradenco al doctor Juan Pedro Viqueira sus comentarios y sus correccio- nes de esl. Ese tipo de repartimiento es distinto del “repartimiento de trabajadores™ practicado en los sighs 7 XU, per edio del ca los espatines se epartian Frmano de obra ineigena, "Pastor, "Repartimiento”, 1985, p- 204 at fBIL atu vay eat, 152 to, podian aprovechar su puesto oficial en los dos momentos. ves del sistema: obligando a que los indios aceptaran los bi adelantados, y exigiendo el reembolso de las deudas contra das, Bajo su impulso, el comercio de repartimiento se desarr «en los siglos vit y xvi, hasta que tos Borbones lo prohibieroni 1786, con mas 0 menos éxito, y desaparecié por completo con| independencia. Durante ta mayor parte de la época colonial, alcaldes mayores practicaron el repartimiento en la parte centi de Nueva Espaia (Valladolid, Guanajuato, Oaxaca, Chiapas, racruz, la sierrade San Luis Potosi, el valle de Puebla, lasierra, Puebla, Yucatdn y Tehuantepec), mientras que el sistema tt ‘menos importancia en los reinos del norte (Durango, Zacate y Sonora, Guadalajara)* Para un historiador de nuestro siglo, parece evidente que! comercio de repartimiento fue un sistema crediticio. En ef elcrédito fue definido como “el cambio den bien presente; tra un bien futuro, implicando, por tanto, la transterencia poral del uso de ta siquera’« Al repartir dinero o mercanet cambio de la promesa de un pago futuro, el alcalde mayor pr ticaba el crédito, segtin la definicién que aceptamos hoy en’ Ademds, él mismo se beneficiaba del crédito por parte de des comerciantes que le adelantaban el dinero y las mercan que repartir y que comercializaban los productos obtenidos. Si embargo, elrédito colonial novohispano nunca se desarroll6 ‘manera sencilla; por el contratio, se vinculaba con institucio} reales o eclesidsticas fuertes, y muchas veces las practicas real se escondian detras de formas juridicas ficticias, Asi ocurnis bién cone repartimiento, y después de ofrecer elcuadro gener de su desarrollo apoydndonos en estudias realizados anterie mente? trataremos de sacar ala luz la complejidad de las practic: de los alcaldes mayores. EL REPARTIMIENTO DE NUEVA ESPANA Los alcaldes mayores legaban de Espana a México a cumplir sé cargo esperando hacerse ricos rpidamente y, eventualmentey 3 tid. p. 203. 8 Campo, Diccionario, W75,p. 581; cad por Maines, Cristo, 1995, p. 11 Harnett, Politica, 1975; Pastor, "Repartimiento”, 1985 33 1, CREDITO DE RERARTINIENTO r ‘ on Veracruzsin dinero debi cqresa a ¥spaist Desembagcaban en Veracrusin oo: 2 lava enian que entregi wre acababan de pagar st vie (0 a do ue a ae dct, naga alana destin aa gurarel pago de os ibutos reales. Tenian pues que Buscar ase ge aieres novobispanos aun fador capaz de adelan aa a nas Tras este primer préstamo, et fadoradelantaba tate Mo hubilizacign), o sea el dinero y os efectos que fos lca cae onc repartian ene won eos de ss juriicciones, Ese Mader se llamaba el aviador, 0 habilitador.* Mas tarde, el a re ayorenvabatos bites recaudados etre a poblacién itr cae ay aviador, el cua) se encargaba de vendeflos al mem Adige naa ing 0 calocarfos en el mercado internacional ‘rio mereideres se socaban para fang como avadorss i feun prominentene- 9 et diode a compaiifa de comercio de un promi menu ce Mex, Fanosce aio dee Basile xvi, muestra que ésteestableci allanzss con “Co- tiny rile que vivian en tos macieos wrbanos regionals; eh roca Ouaaca.” Uno ovaries “tenientesayudaban lala Hareygr Eran generaiyente comesciantes, a veces vinculade oar aanfascle conercio que fiaban yhabiitabanalos fun tonarios reales i : no todos los alealdes mayores tuvieron aviado res “amet proporcona Clejemplo detalalde mayor de Ixe- (Optus) en 1792 el eval deserbié su comercio expicando Pe oat dinero (4000 pesos al ato) entre To Indios y les Fae ere ios meses despues la grana cockimilla, No dependia soa efor augue sabia que varios otros alcaldes mayores (er anbrabn tener uno, y Compantian ts ganancias con él Ea et en los que dependia de una compafia de co- sna Sueipal, un alae mayor soiitaba ademds fanzas y Papel ae de aa get Veta, lca ls vend para vsti alossirvlentes de Danae Dna préstamos a varias fuentes adicionales. A veces el alcalde may anterior permanecfa en los negocios por cuenta personaly fiat asusucesor. La dote de la esposa también podia servir de fan Y ademis el alcalde mayor solicitaba préstamos de dinero dem, caderes provincial, de conventos, capellanias y obras pias ues, el repartimiento aparecfa como el punto nodal de una re compleja de relaciones sociales que vinculaba las capas supe res de México-Puebla-Veracruz con las de la provincia, . Los alealdes mayores comerciaban asi tanto con los mestin como con losindios de su jurisdicci6n. Pero solamente con es liltimos, el repartimiento cobraba toda su importancia En efo to, el sistema contaba con la colaboracién de los gobiernos reptiblicas de indios, es decir de las autoridades indigenas de k Pueblos. Elalcalde mayor mandaba a sus tenientes alos pueble arias veces:al mes oalafi, Por medio delosgobiernos de indi los tenientes juntabana los indjgenas y les repartian a fuerza ci tacantidad de dinero productos.Juntocon tas Resta regeen estos repartimientos consttuian losacontecimientos de mayor im Portancia en la vida indigena. El alcalde mayor o su teniente lide gaba con un intérprete, ayudantes y muchas bestias cargadas de. mercancias. Juntaba.a toda la poblacién en la plaza del pueblo Procedia al repartimiento. Durante su estancia, la poblacion le ofrecia alimentos, y luego guias para proseguir su viaje. Ciertsl tiempo después, el teniente regresaba alos pueblos exigiendo a Obviamente los funcionarios reales aprovechaban su poder off cial para desarrollar el comercio de repartimiento por su propia’ cuenta. Formalmente esas pricticas eran ilegales, como se les. Prende del texto del juramento para a toma de posesidn del car. Ko y de varias cédulas del siglo Xvi que prohibian el comercio a los funcionarios reales. Pero la corona mostré mucha permisiv dad hacia el repartimiento, dado que permitia compensar la estre? chez de los salarios ofrecidos a los gobernadores. Ademas, com gitlempo el sistema cobré tanta fuerza quese volv6 el mejor mey | io para obtener riquezas de las regiones indigenas y para Girls entre la poblacién espanolae ns Bem PAPA eae, " Romera, Economia, 1990, pp. 6134618, apéndices vil y 1% EL CREDITO DF REPARTIMUENTO 155 En efecto, el repartimiento no era el tinico tipo de comercio practicado en las regiones indigenas, y junto a él existia un co- mercio libre en manos de mestizos o de indigenas. Pero por su amplitud, constituia el ee de toda la produccién comercial y, por su medio, se extrafa una gran variedad de productos destinados al mercado interno y externo." Las mantas de algodén eran uno delos productos més codiciados. En efecto, elalgodén se cultiva ba en las regiones — al menos cerca de ellas—en las que los indios lo hilaban y tejfan. Los textiles baratos tenian mucha demanda y servian para vestir a la mano de obra de las haciendas, de las, ‘minas, y alos indios tributarios de otras regiones. Por el contra- rio, la grana cochinilla, un colorante que se obtiene de un insecto criado en los nopales, se destinaba a la exportacion, y en particu- lara la industria textil europea. Su drea de produccidn se limitaba a Oaxaca y Michoacan. De otras alcaldias provenia una infinidad de productos. Cacao, miel, liquidambar, anil, trigo, mais, frijol, chile, sal, ebo, asf como productos artesanales tales como som: breros y petates. Losalcaldes mayores también vendian por repartimiento pro- ductos procedentes de otras partes del reino 0 del extranjero. ‘Asi, repartfan toretes, bueyes, mulas y caballos criados en las haciendas espafiolas y comprados al mayoreo en las ferias. Los hhabitantes de las provincias, indios y mestizos, los wtilizaban para el transporte y la labranza, Entre los otros bienes repartidos, se pueden mencionar los vestidos de Europa y China, el jabén de Puebla y las herramientas. 2C6mo, en la prictica, se las arreglaban los alcaldes mayores para vender y comprar esos productos por repartimiento? Tal es, Ja pregunta que vamos a tratar de respoder. EL REPARTIMIENTO, UN SISTEMA COMERCIAL En primer lugar, hay que hacer notar que en aquellos sigios no cexistia una concepcién del erédito comparable a la nuestra. Los eclesidsticos y juristas distingufan por una parte el préstamo de dinero y por la otra el comercio con la posibilidad de comprar y vender poradelantado. El repartimiento caia en esa segunda ca tegoria "© Pastor, “Repartimiento", 1985, pp. 220-280. 16 Dante Det Las bases juridicas Desde los primeros tiempos de la cristiandad y dese los ex deSanto Tomasde Aquino, la Iglesia catdlica prohibi la usura finida como el préstamo con interés de ciertos bienes en loss tes resulta imposible distinguir la posesion del uso, por ejemplo, villas, los rebatios yel dinero, En efecto, estos bienes, una ver py {ados, siguen fructificando en provecho de su nuevo poseeder Aplicando estrictamente esta ordenanza, estaba prohibido pr far dinero cobrando réditos.!! Sin embargo, en Occidente, desde ¢} sigho ¥lt los negocian buscaron la manera de prestary pedir prestado sin caer bajo prohibicién. La mas corriente consistia en disfrazar el préstam bajo otra forma juridica, la del intercambi 1a de un contrat: de as formas mas antiguas de prése tamo en el Occidente medieval y una de las mis diftnioneon a México virreinal, se definia como el contrato mediante el cual sé. {ompraba y se vendia el derecho de recibir una pension anual} {a cual representaba en realidad los réditos percibilos, La “mohal ra" merece una mencién especial. A unia persona que necesitabay 50 pesos, un prestamista le vendia un caballo por el importe de 55, pes0sy la persona se comprometiaa revenderle el mismo cabac Mo en 50 pesosal cabo de wnafio. Asi, la venta del caballo era une Asi se puede decir que el crédito financiero era licito sélo si se disfrazaba de operaciones de otro tipo, como el intercambio co. mercial. En cambio, siel crédito se realizaba en el curso de una Compraventa, no cafa bajo prohibici6n alguna. Tal era el caso de Ja venta.al fiado, es decira crédito, durante la cual el negociante Guregaba la mercanciaal comprador varios mesesanves de per. 4 cibir el pago. Fse contrato era licto si se observaba la regla del Justo precio: “Lo que se hace para comtin utilidad, no ha de ser 8 Chamoux etal, Prar, 1904, " Moreno, elas, 1697, p. 8 157 EL EREDITO DE REPARTIMIENTOL mnayorgravamen deIauna parte que dela ota" "y por tanto clei modebepesudcaraunade adores Sin ctgelprecioque nora ory nel hay precio riguroso, medio e infimo, y todos justos”. De hecho, los pals derecho deve means a reso ng soy comprar productos indigenasa precio infimo. Slo cafa! pao Ta acusacion de usura el “vender al fiado mas de lo riguroso”," lo gue ronullaba muy dflel de comprobar, demas compra 2 ienpodebanerat esa ponents con sccompracl go, aungefutamenon queens eee dd cominal er proves vn pase jor como para el comprador. tel vepartimiento fue un stema de créto comercial y, por tao neat pram con ieee eae ido cn aquellapoca, Losteditosyganancisse confundian con Iospreie tendo exon coneptaledon come mmo nmox, De ests considerscones se deriva las tlias puestas tn prictiea por los aleales mayores EL juego con los precios ci fa esconder una si pues, cada intercambio comercial permit goo Deahi se ofrecin una gran varedad de posibiidades Las operaciones comerciales con crédito aas transacciones comerciales realizadas por conceptos de re- partiniento crn de stops os es pats ean vers ¥comprasacrédito. Enel primer caso (la vents aalealde mayo distribuia a crédito mulas, bueyes, ropa manufacturada, jabén, yetates, sombreros o herramientas. Varios meses después, un afio 2 mds tardar, cobraba el dinero correspondiente a esa seni. EL precio erageneralmente mis alto que el precodle plaza 4 deci el practicado por los comerciantes en los tianguis. Siel alcalde id, p. 8 oid p.8 Carta, Guia, 1658 Id. a * 158 Dawe Det To apace ee aun rédito porconcepto delcrédito otorgad \cepto del cré no aparecia claramente, dadp que estaba inclu 0 dl mte, dado que estaba sncluido en el py ‘muy inferior al precio de plaza, y su re y ipa Precio de plaza, y su rédito se escondia detris de tercera operacion comercial consnia eel rveque de ned, productos por otros. El alealde mayor distribu eee os seme coP&© ganado, y cobraba su valorvarios meses despre invbibie, * “ERY de compra aseguraba una doble genancis | Los alcaldes may | ayores practicaban todavia una cuarta opera: «ion de reparumient, pero éta ya pestenece tana tage ‘as operaciones comerciales sobre et trabajo indigena tal mes. Veinte dias despuce terminada se compraba en ocho reales, au uprecio depi ‘aera de 1 reales. Detrs dese opeines one el & repartimiento, se escondia en realidad la compar nen Imercancia, sino de afueraade trabajo indigcen: Recah gee artimiento de algodén o de hilos sin paga habla see ane Practicado por los espafioles,y muchas vecey, prohibido, orice 27 Hamme, Politica, 1971, p. "Ibid, pp. 13.1, ie EL CREDITO DE. REPARTIMIENTO 159 ron, Recibia enionces et nombre de derrama, que, “en st uso colonial, se referia a tributos extra 0 no autorizados”." Ya des- pués, asimilada al repartimiento por los alcaldes mayores, esa ‘Operacién revistio la apariencia de una transaccién comercial. Pero en Chiapasen el siglo XVI, todavia recibfa el nombre de de- rama." A diferencia de los primeros, este cuarto tipo de repartimiento no escondia un rédito, sino mas bien un salario, por cierto mini imo, 2 cainbio det trabajo que fos indigenas se vefan forzados a realizar en sus casas para tejer las mantas. Las operaciones comerciales con intercambios escondidos En ocasiones los productos comprados por el alcalde mayor no se obtenian en la regién. Los indios tenian que ir entonces a hu- gares vecinos en donde fos compraban, pero a precio fuerte, Un fraile autor de una gufa para confesores de alealdes ma- yores nos proporciona dos ejemplos: Un alealde mayor no tiene en los pueblos de su jurisdiccién vai nillas (pongo ejemplo) nigrana, y no embargante eso ceparce dine ro alos indigenas para vanilla, y grana, y comoallos indios noles, vale decir que no hay en sus pueblos estos frutos, hanlos de buscar en otros}... yen buscarlos gastan muchos das, y como no entran a buscarlos con vara de justicia, no los hallanal precio que dieron, nilos otros indios que los tienen se los vendenal precio quelos dan asucorregidor |... por locale incio comprador pone dinero de su casa En un pueblo donde se dan vainillas o grana, hay cinco que la tienen ycinco que na latienca, reparten entre todos diez ef dinero para que todos la den.” Segtin Francisco Polanco, obispo de Chiapas a fines del siglo xvmt, el alcalde mayor de la provincia acostumbraba pedir mas frutos de los que los indios recogfan. Estos tenian que ira com prarlos a otros lugares y asi por ejemplo adquirian “en 18, 20.0 ‘ms pesos” la carga de cacao que vendian al funcionario real en 8 Gibson, Asteas, 1967, p. 97 ® Gosner, “Soldiers”, 1984, p. 53 21 Morena, Regas, 1682, pp-8, 9, regla quinta. 2 fia, p. 14, regla ona, 160 (fiez Pesos. Mis atin, el alcalde mayor repartia a los ineios, sens p enuto amariliento y de baja calictad, yles obligaba sdk dere ean? hilado, de tal forma que los indios tentan lera bajo precio el algodén repartido, para 6 megane preci elalgodon repartido, para compraralged Asipues, en este caso, los alcaldes Las operaciones comerciales ficticias Portiltimo, existian casos ext , extremos, comoaquel denunciado «lf, autor de un iho destinad lo confesrcad a nayores.” Seguin él, estos funcionarios “sucle rayores®Segin dl ‘uclen repartir can ¢ Pesos para vanilla, y porque saben que los inclios no ln tes hems Hevan ellos sus criados, una petaquilla de ellos, y vende nas por el valor de un tomin (0 un real; es decit Ix un peso); en seguida compraba a los indios las Partmiento era icticioy se reais poi taba prohibido percbir tbat lager dee realidad, la ganancia del alealde mayor presengs Pen o * Larson y Wasserstrom 2 thd. 390, je Moreno, Reglas, 1687, p, 10, reyta sexta Notese que ‘un peso de oro comin contenia ocho reales 0 tomines, ‘onsumo", 1982, pp. 399, 304 161 iL CREDITO Dk REPARTIMMENTO sultado de un repartimiento de mercancias eraun simple tributo legal 36 pues una revisiéncuidadosa dela formasderepartimiento juestra la variedad de operaciones que se escondian detras del intercambio comercial. Fi precio practicado por elalcalde mayor encubria muchas veces el rédito de las mercancias o del dinero adelantados, pero también un salario, o un tibuto ilegal. En el sigio XVI estas operaciones habian sido asimiladas, por lo gene- ral, al tributo. De hecho, el repartimiento practicado por los al caldes mayores mantuvo una relacién privilegiada con la recau- dacién del real tributo durante toda la época colonial. EL REPARTIMIENTO, UN COMPLEMENTO DEL TRIBUTO El primer historiador que mostré la relacién entre los tributos y el repartimiento fue Charles Gibson.” En unos parrafos cortos pero acertados, ese autor sefiala que los alcaldes mayores eran responsables del cobro del tributo entre la poblacién indigena y de su entrega a los funcionarios del tesoro. La recaudacion de tributos se realizaba durante las visitas del alcalde a su jurisdic- cién las giras que efectuaba por las comunidades. Estas ofrecian su vez oportunidades para ¢ cabro de tributos no autorizados, Iamados derramas. “El interés de los corsegidores en el comer. Gio aparece en parte como una consecuencia del interés por el tributo y las derramas” #* que cronolégicamente tiene su origen en el siglo xv. El vepartimiento y el tributo Hoy sabemos que el cobro de los tributos ofrecia efectivamente la ocasi6n de realizar repartimientos. Te6ricamente, los gober- nadores indigenas pagaban el tributo real en nombre de sus in- dios tributarios tres veces al afio (en los terciosdel aio, osea cada cuatro meses, en abril, agosto y diciembre) y el alcalde mayor lo debia entregar inmediatamente en las cajas reales de su jurisdic- ion fiscal. Los gobernadores de los pueblos indigenas recibian 2 Gibson, Astras, 1967, pp. 97,98, 8 id, p98. a Dawiéte D su.vara y su nominacién por parte del alcalde mayor a pri de enero. En esa ocasidn recibian mercancias que tepartir Jos indios. En diciembre del aio siguiente, cuando debian lar el pago de los tributos, les correspondfa pagar al mismo ti po el importe de las mercancias repartidas. Entre esas fe cada pueblo recibfa la visita de los “tenientes” delalcalde, es de los comerciantes que les ayudaban en su oficio, que s repartiendo nueva mercancia o cobrando la anterior ‘Ast,al tepresentar la autoridad de la corona en la recaudaci de los tributos, elalcalde mayor disfrutaba de un poder legal qe utilizaba para organizar las operaciones de repartimiento + ‘cuenta. Pero las operaciones de repartimiento se vinculaban tributo de un modo atin mas estrecho. Ese era el caso cuando el buto se percibfa en especie en vez de dinero. Legalmente, a partir de fines del siglo XVI los tributos de Ni va Espafia consistian principalmente en reales pagados por gobiernos indigenas en nombre de sus tibutarios. A cada butario le correspondta entregar cerca de dos pesos anuales, embargo, en ocasiones los tributos eran pagadosen especie, este caso el repartimiento precedia la recaudacién de los tba tos, como lo demuestra el caso de la provincia de Tlapa.® 18 Alli el alcalde mayor cobraba los tributos principalmente dos productos: las mantas de la Mixteca y las jfcaras pintadas Olinali. Para conseguirlos, solfa repartir dinero entre los pucbl artesanos en diciembre. Los indios lo invertfan, manufacturabate sus productos, yempezabana entregarlos por tributo con un tex cio de atraso, es decir en agosto, y le nuevo en diciembre, Elab | calde mayor vendia una parte de los productos en agosto, y con eae dinero pagaba la totalidad de los tributos del afi en| Dehn, Quon, 190, p. 60, : 4 Esta reconstitucién proviene de los dos textos siguientes: El primero en os Sema por ede mayor de Tapa Sin tues porticonipese neces nents dst nbecsseaeschc neater acectay fon hau pone cn fia i eas totsen Mee testo fat hecho una misera” Ach, Mic, 16, 1743, clades Deke Oecd 1900p. 190. F! segundo provene de un forme de conde: reac eens a | {Conan entra seria ea Real Canada compress eiege I Petae loraades mayores habla introduc el enterar Forse petal sree sitio empo de epender or seconde algodonchindosy Renee ree ne inion pganreiarmentclosreiestshytesylonindin perspec tobser ‘cui el pagar con clara den eres Aon Inds (La Ho aa oo {BL CREDITO DE REPARTIMIENTO 163 -uedien hallarse pricticas semejantes en otras alcaldfas mayo- ressenparticularen varia de Oaxaca, donde se pagaba el tibuo enmantas de algodén. Este era el caso en la alcaldia de Villa Alta comolo comprucba vent, cealzada en 1708, de mantas oe Ia Alta al negociante Yraeta por parte de su coxresponsal r Tei Magro. Este entrego en Mevico “144 terios de manta dc tributo", los cuales se componfan de 324 piezas cada uno. Como eltributo se pagaba por tercios, eso puede significar que los 144 tercios provenian de 144 pueblos o mas probablemente de 48 pueblos que pagaban los tres tercios del afio. Yraeta page a Ma- 70 25 110 pesos, contando la manta en once reales y un cuarto, para revendesta en doce reales al menudeo. ‘Asi, la recaudacién de los tripntos en especie se basaba en un repartimiento previo de dinero o de materia prima por parte del alcalde mayor, segxin la relacién repartimiento-tributo. También, se dio la relaci6n inversa. EL tributo y el repartimiento Varios casos regionales demuestran que el dinero tributado por lo nds era utlzao por el lade mayor en sus operaciones le repartimiento, segtin la relaci6n tributo-repartimiento. eTaPajemplo bien documentado ese dela Mxtcea Altay (Oaxa ca) donde, a fines del siglo Xvu, los alcaldes mayores invertian el dinero del tributo en la compra de ganado cabrio: cobraban los tibutos de los pueblos en reales, con ellos compra- ‘ban cabezas de ganado, las cuales no tenian que pagar totalmente de contado, Esto les permitia,con el mismo dinero, adquirir un, rniimero mayor de cabezas, Como las compraban cuando el ga: nado estaba casi en edad de ser sacrificado, no habia que esperar ‘mucho tiempo antes de poder matarlas con el trabajo barato de Jos indios. Entregaban los productos de la matanza a su ‘encomendero mercantil en la ciudad de Puebla, obtenfan una ‘ganancia con la que terminaban de pagar el ganado que habfan adquirido a crédito, y su encomendero colocaba cn las cajas rea les el monto del tributo.* 2 Torales, "Francisco", 1985, p. 198 52 Romero, Economia, p. 38. 164 El éxito de la operacién dependia de su desarrolto duran corto plazo que se extendia entre el pago de los tributos por. indios y la entrega del dinero a la tesoreria real. Durante plazo, el alcalde mayor tenga tiempo para invertir el dinero. ‘compra de ganado ya engordado, matarlo y mandar parte’ productoa suaviador de Puebla. Al ecibirlo, este ultimo elesbuto en haar del alealde mayor en Ls caja reales del donde vi Una operacién del mismo tipo era realizada por el ale mayor de Chiapas a principios del siglo XVI Se encuentra bien documentada en un articulo de Viqueira® y en una der cia presentada en 1708 por dos espaitoles vecinos de Ciudad! don Clemente de Ochoa y Velasco y don Manuel de Moral ‘Sin embargo, el caso €s mucho més complejo, dado que teéri mente, en la provincia de Chiapas, el tributo se cobraba py palmente en especie. ‘A mediados del siglo xvit cada triburario debfa pagar un t6n endinero contante y sonante (el "tost6n real” equivalia tro reales), una cantidad determinada de mantas de algodé diversos productos tales como gallinas de Ya tierray de Casi air, frijol, chile, cacao, grana o miel, Para el alcalde mayor primera operaciGn consistia pues en conseguir reales en lugar productos, en el caso del maiz, frijol o chile Para ello, elalcalde mayor acostumbraba cobrar en forma‘ gal, en unos pueblos, el tributo en reales. Los tributarios cot guian el dinero trabajando en empresas espanolas contra un Tario. Una vez al aio el alealde mayor vendia en remate el derecho’ a cobrar el mate, el frijol y el chile de los tributes a precios muy bajosen la plaza pablicade Ciudad Real. Por su parte, losalcaldes | ‘mayores no cobraban a os indios los productos, sino su equiva. Iencia en dinero. Pero la equivalencia no se calculaba al precio del remate, sino precios del mercado, que eran dos o tres veces superiores a los que se habfan ofrecido en los remates. Asise en- ende Ia descripcidn por el cronista dominice fray Francisco ménez: “Pregonandose el mafz y rematéndose a cuatro reales para su majestad, todos se los cobran a los indios en dinero cuando me- nas a peso, con que el alealde mayor y los vecinos todos destru- 2 Vigra, Trot, 194 | Epi [LLcREDITO DE REPARTINNESTO 165 yen alos pobres indios, que aunque tengan el fruto y lo quieran Yaar en maie no se les recibe sino es en dinero." . ‘Luego el alcalde mayor pagaba a la tesoreria teal el mafe al srecio del remate, y guardaba para élla diferencia entre este pre Pep el pagado realmente porlos indios tributarios. El obispo de ‘Chiapas evalus en 5 000 a 6 000 pesos al afo el monto de lo de audado a ka Real Hacienda por este medio. Practicas semejantes tran habituales en varias provincias del Reino de Guatemala.” Seguin los denunciantes de 1708, una ver recogido el dinero lakelite mayor versa aca parte de los reales en una segunda operacién comercial. El dinero tributado por los zoques le pe thitia comprar maiz en dos regiones, Los Llanos y la guardiania de Huitiupan, a seis reales por fanega. Pagaba ademas el trans- porte a Ciudad Real a res seales pot fanega. Asf pues, la fanega {que le habia costado nueve reales, la revendia a doce reales en Giudad Real, en las casas del cabildo, o en su propia casa. Tam- ‘bien mandaba hacer tortillas, que vendia cada dia por Ia tarde. Otro dinero del tributo te servia para comaprar algodén en greiia para revenderloacomerciantes,ndios.o part repartirlo, y para acaparar cacao, grana cochinilla y tabaco. Pade operacign descansaba ch unageston hab del ir po. Desgraciadamente este hecho a pasado inadvertido parala Inayoria de los investigadores, porlo que queremos llamar la ater Cidn sobre a importancia de observar con cuidado las fechas de las operaciones comerciales realizadas por los alcaldes mayores. Enefect, el sstema de recaudacin de wins djs siempre un plazo entre el ue realizaban los indios y su entrega en saa elias reales, Desde lovafos 1560, en la mayor parte del centro de México tos mdios pagaron por tercios, salvo en Chiapas donde, Como en ciertas regiones del Pers, el pago se realizaba dos veces dl aito, en el dia de San Juan Bautista en junio, y el 1 de enero.” En tcoria, los alcaldes rayores debian entregar el tributo en las cajas reales de su distro fiscal correspondiente asu jurisdiceign Conforme lo iban juntado, es decir por tercios en la mayor parte Gel pais y dos vecesalafio en Chiapas. Sin embargo, se realizaban tndltiples acuerdos entre los contadores reales y os alcaldes ma- yores,yse puede afirmar quetasatoridades provinciales “no cum- 95 Fray Francisco Ximénez, Historia, 1971, 1, p. 251, ctado por Viquies ~Teipato™ 199, p23. so. 5 Gomer, “Soliers, 1984, p47 166 Dawttue plieron con puntualidad sus compromisos con la Real da”. Los alcaldes mayores “presentaban las cuentas concepto ce rezago, por el cual debiacomprenderse tacit {que las cuentas no habiars sido cobradas a tiempo ~¥ no gligencia de las autoridades y que por es0 se deposit temporincamente”.* Asi pues, en el caso de la Mixteca Alta, expuesto ant tc,ala muerte delalcalde mayor don Diego de Rosedal, éste' ceaire sus bienes mas de 7 000 cabezas de ganado cabrio det lanza, una deucda en la caja real de México y varias deudas esparioles.® Aparenternente, murié antes de haber reali matanza y devuelto el dinera prestado por unos y otros. EE cho es que se habfa arreglado para pagae altesororealcon él | auraso. En otros casos, el alcalde mayor establecia un arreglo co contador de su provincia para especificar el atraso con el cual tregaba el ssibssto en fa caja real. Tal era el caso en Tlapa a alcaldes mayores habian introducido eh enterar por afios pi tener el necesario tiempo de expendes los efectos de algodoagae™ hilados y jtcaras”.* | El tribute y el aviador a Finalmente, la complicidadl de tos funcionarios del tesoro reid con los funcionarios provinciales quira fue més importante de: que podemos imaginar. En efecto, muchas veces los alcald mayores no entregaban en persona el dinero del tributo en ‘cajas desu provincia, sino que en su lugar lo entregaba suaviadoay cents cajas de fa metr6poli donde residia (México o Puebla). Per lacomplejidad del sistema residia en eso: en realidad, este dinerd: no siempre era cabrado por et tesoro real, sino que slo trang sitaba por las cajas reales. Finalepente ¢} importe entregado ett ‘México por el aviador se pagaba al alcalde mayor en las cajad.| reales de su jurisdiccién. Asi pues, este dinero fungia como un, Did. q #8 Romero, Econrmia, 1990, p. 348, q 41 Dehouve, Quand, 1990, g-199, spud. en AC, Indios BI (150). 39 Yuste, “Francisco”, 1985, 122 ‘| 167 “pu cabDITO DE REPARTINDENTO. or .ctos indigenas entregados, 0 como un nuevo Fe nate actor yl verdaderobuIn era pages so ard Po implode esa operacién cone pago de 15 000 pesos que realiz6 un negociante de México, Francisco tg: odode Yracta, en 1793, favor del subdelegado" de Villa lta, aco ode navi, acta expiio una carta a Bonsai formandote: spun sofcar orden del sedor vey para enter quince il Map pu [de Meco] por cvenade wera merce] ne eager queda hecho eleltadoenteracomo seared sade onde os mibron dela Rel Haley Bor a ea mencn enced procesr gue exit oo ton nbs Card Omar, ps alles expres aan escoadacertacin j dicho quince mi pesos Fan peecleargado con mas de dox esos, siete reals Seesaw aan pot a ora de Fazbn, como Je ee eden, papel sella Ycargadaces™ 93, segiin fuentes estudiadas por otro investigador,** las hn Tx tate er pe ‘Jata hai entregado por €l en ls cas reales le México aaa el pago de jos tributos por Yracta fue ficticio y sirvi eee ea seins nero des aviador. Se Put We Foner que Bonavia pags despues su propio teibuto em fae ria de Oaxace : ca scamerciantessevalian del mismo método. Enefeco, pars no transportar dinero a Jomo de mulas por los caminos del pais, ‘itieaban la ibrapza, orden de pago por cart, semejante a una (ana de cambio. Pero también recurrian a las cajas reales. 1) co Srerciance de México pagaba asa corresponsal de Oaxaca entre ido en las caja teales de la capital el importe de fos wibut SGeudados por el alealde mayor de Ia jursdiccion de la ue aecaban las mercancias. Las cajas reales de Oaxaca pagaban er fonces ese inporte al comerciante de Oaxaca. Si est transaction te realizaba antes de Ja entrega de productos, funcionaba come Seto, y si se realizaba después, como pago. Un ciclo re esas fechas 4 pyeno que empl a de alae mayor en 13 Goren ean 185, 9.168. ‘epilowele, Plies 1571 . 178, apéndic 8 168 Dantite Da en las cuentas de las cajas reales de Oaxaca demuestra e ios ejemplos que, en 1791, “sobre las entradas dedincrns del tesoro de Oaxaca para ese afio, 0 sea un impor de 385 Pesos, 5 reales, 5% granos, una cantidad de 260 555,66 8 Pagada a los comerciantes locales”. Esos importes babe agactos por los comerciantes de México en las cajay ren ‘capital para ese efecto. El estudio realizado de 1790 har arroja resultados concordantes,” AAsi pues, por las cajas reales transitaban avios de un avi su corresponsal provincial oalalcalde mayor, Es necenacte " A lizaban esas transacciones tenfan algo que ver con la perindicidad de los ributos. Beet, a pesar dela posibilidad que tenfan los lealdes mayore ac obtenido de unos y otros, escogerlas operaciones comercial las cuales invertirlo, constituia el arte de losalcaldes mayores conformaba configuraciones regionales especificas 4 LOS SISTEMAS REGIONALES Partimientos sobre la economia yla sociedad indigena, Uns Sieron el acento sobre el anpecto coereitiva del Seton ee resulta evidente, ya que dio lugar arebelionesindigenas. Ast Hams | nett hizo referencia a las rebeliones en contra de los alcaldew mayores que se extendieron en Oaxaca en 1660. El funcionarioy rea de Tehuantepec, cuyo repartimiento se evaluaba en 20 00D pesos de oro, fue muerto porlos indios, ysus casas reales fueron eres fl movimiento gané Nejapa, Itepeji, Teutitla, Teor Ceaaico, Villa Alta y Huajuapan. En Chiapas en 1712, el repare Ge ete fae mencionado como la causa principal dela rebeliom {i Mid, pp. 102 7 177, spendice & “© iid, pp. 12, 18 by cREDITO DE REFARTISIENTO ne Otros historiadores analizan los repartimientos como un sistema de consumo forzoso. Larson y Wasserstrom, al compa rar Cochabamba (Alto Pert) y Chiapas legan a la conclusion de {que sirvieron para empujar a los indigenas hacia la economia de mercado. En Chiapas, los funcionarios reales “pretendfan [..] crear un mercado artificial para sus mercancias con el objeto de movilizar a los trabajadores indigenas y canalizar sus fuerzas ha- cia In produccién de cultivos comerciales como el cacao, la co- chinilla y el indigo”. Por el contrario, existe la tesis opuesta del repartimiento co: ‘mo sistema de crédito agrario.® Pietschmann, basindose en los repartimientos de la regidn de PueblaTlaxcala en el siglo xvim, afirma que si bien el sistema tuvo un caracter compulsive en los siglos anteriores, ya para esas fechas se hallaba considerablemente adaptado a las condiciones econé- ‘micas locales y no constitufa ya un instrumento de manipulacign, de 10s usos locales de consumo y produccién [...] Procuraba fa integracién dela poblacién rural, particularmente a indigena[.,.] aun sistema de mercado supralocal {...] lenando ademis las fuciones de un sistema de crédito rural? Finalmente, Pastor (1985), en un estudio largo y matizado, re. sulta a su vez cada aspecto del sistema. Dice que éste se presenta claramente como un “mecanismo de coaccion politica”, y que “aun sus defensores admitian —todavia en 1772— el elemento compulsivo del sistema” al afirmar que “el indio era por natura- leza haragan y que, de no obligarsele a consumir, estarfa dispues- toaandar desnudo con tal de no trabajar”. Pero, por otro lado, los indios sabian aprovechar el sistema para defender sus intere- ses. Asi, los productores de gran cochinilla de Oaxaca lograban mantenerse en su pueblo, donde los repartimientos les propor Gionaban trabajo a domicilio, dinero y bienes de consumo y, mas atin, protegian el territorio de su comunidad contra su rival mas peligroso, la hacienda. #7 Larson y Wasserstrom, "Consumo", 1982, 8 id, p. 983. © Piewichmann, “Comercio”, 1975, p. 152. Wid 81 Bid, p 206. 52 Bid, p21. 55 Seguin un estudio de Carmagmani comentado en ibid, p. 225, oe et micos regionales. Ea efecto, el repartimiento no se rede imple saqueo de la producciénindigena. En todas as proving formaba parte de complcjos sistemas de produecién y ializaci6n a los cuales les daba un impulso fundament ello es importante reconstnuin. PS? aan Enelsiglo XVill.Ialcaldia mayor de Tlapa comprendia Zonas ecologicas, por lo que tal vez sea mas facil entendes © {uncionaba el mercado regional. Para describirlo, partie cl interés de su alcalde mayor en la produccién indigena, Ambosproductostensinun pumocomane been de materia pra procedentedela conta dondese coal pos de algodén y donde crecian los arboles en que se rec las jicaras. Sila costa hubiera formado parte de laalealdin may de Maya, su aeade mayor hublere paid hese TOE mndlogos de Chiapas y de varias alcaldias oaxaquenias: pedir coms, tributoalgodén en rena delos puchlos producenetacnee sobre el algodén de la costa, pues ésta pertenecta a otra ale rosea Peal dl6n y de la jicaras se realizaban por otros medios: descansaleay fn Manos de los mestizos de Tlapa y de los indios de la regions jaPor medio del repartimiento, el alealde mayor de Tlaps ver diamulas tanto alosindios como.alosmestizos de la Compraba las bestias en las ferias anuales donde solo se conse! guian por mayoreo y las revendian a crédito. Cada indio tibucs, regents que adquirir una o dos al ao. Ast, a ninguno de ellos es ‘iltaban medios de transporte. Pero quizis les podia hacer flee cl capital necesario para comprar la materia prima. Entonces entraban en juego otras institiciones crediticive De ¢stas, cabe sefialar en primer lugar el repartimiento, dado que elalcalde mayor, comose ha dicho arriba, repartiacieriacan, “ Dehouve, Quand, 1990, pp. 198207, sjurisdiccién, | it Et EREDITO DE REPARTIMIENTO. tidad de dinero entre los indios. Seguramente por eso es que é- tos “habfan conseguido el pagar (el tributo en productos) con el atraso de un tercio": entre el primero y el segundo tercio, com- praban materia prima con la ayuda del dinero adelantado por el alcalde mayor. En segundo lugar, entraban en juego las cofradas religiosas, upos de culto. tn santo patron, de las cuales existian varias en cada pueblo de indios. A fin de costear sus fiestas religiosas y el culto anual a su imagen, esas cofradias posefan un capital en di nero de varios cientos de pesos que invertian en la compra de materia prima de la costa. Los “diputados”, escogidos anualmen- te por rotacién entre los vecinos, realizaban varios viajes anuales alla costa para conseguir algodén y jicaras que revendian en la sierra ye depresidn del Balsas. As{contribuian en abastecer con ‘materia primaa los artesanos del interior, quienes la manufactu- raban para obtener los bienes exigidos como tributo. ‘Con este ejemplo se percibe claramente cémo se articulaban las instituciones reales y religiosas (repartimiento-tributo y co fradias) con el mercado libre e individual. Abastecido en mulas, cada mestizo e indio tenia la facultad, si obtenia un capital, de realizar ef transporte por su cuenta. Cabe seftalar ademas que, aparte de la venta forzosa de las mantas y jicaras pintadas, al alcalde mayor, buena parte de la produccién se vendia a comer: ciantes. Laalealdia mayor de Chiapas, rica de muchas zonas ecologicas, se prestaba particularmente a la elaboracién de sistemas muy complejos de produccién y comercializacién, que seria intere- sante reconstruir. Del mismo modo, este ejercicio aplicado a varias otras alcaldias permitirfa detallar de qué modo losalcaldes ‘mayores articularon en casos especificos el juego sobre los pre- ios, y a relacién entre tributo y repartimiento, las instituciones reales y la iniciativa privada. FL REPARTIMIENTO, 2UN SISTEMA DE CREDITO? Después de esta revisi6n de las practicas de repartimiento, pode- mos tratar de contestar la pregunta siguiente: éFue el Tepar- timiento un sistema de crédito? Al parecer éste tuvo una doble aturaleza: la de crédito y la de tributo (0 derrama). Segain las Epocas o los lugares, pao predominar uno u otro aspecto. diticias de la €poca colonial, como las obras pa fa © habilitacién por parte de las on an ciances; y finalmente, un crédito especial consti ances; yfnalmente, recial constituido por los pPuosantes de que estuvieran depositados en lascajasfealen elu Constitutan un préstamo en dinero alos funcionaries, les, Sin réditos y de manera peu E el aeratltos y de manera oculta, por parte de los indigene, A:suvez, clalcalde mayor otorgaba crédito. El té a a 1 otorgaba crédito. Eltérmino mis de repartimientosignficabaadelant, y cuando ot aa dinero o mercancias, se puede decir que los adelan renee ears. en varios casos, y sobre todo en el siglo XVII, esoe enesadetantados [epresentaban paralosindigenasverdaderoq medios de produccién (materia prima, form: are Imereancias, medios de Iabranza ecétera). n° Ate law eit por otra parte, la historia del repartimiento no se pue Separar de la recaudacién de los tributos y del cobro dele mas, o Uibutos extralegales. Elaspecto compulsivo del setane ee, rece como una herencia de los cobros foreasos ele ¢ id proporcionar gratuitamentealimentos yguiasalosh reales provino dectamente de aquella pore, wi nan es ePeracones. El reparininto de algedSn eos ue os Sa, nian la obligacion de devolver tejidos, se origin en clergie a ¥,conservs en partes (como en Chiapas) su antigue notice ae conser’ n 1 antiguo nombre derma. La costumbre de exp producer eee 8 2 i : - es 3 g ; Ademas, la falsa compra de vainillas denunciada 3gl Xt seaparen con um nba extant ‘ncercambio comercial que fingta ser eis econ ‘or in, y aun cuando el repartimiento funcioné como un; dladera operacion comercaleon crédito, anutnco een ee go embre ligada a la recaudaciin de fos tributos reales, Liege Punto de constituir un solo sistema bajo sus dos formas dee, Partimiento-tsibuto(es deci elrepartimtento dedioen eee BL cREDITO DE REPARTIMIENTO. 173 impulsar la produccién de un tributo pagado en especie), yde tri: butorepartimiento (o sea la inversién del dinero del tributo en el comercio de repartimiento). DE LOS RFPARTIMIENTOS A LAS HABILITACIONES El repartknienco permanecié durante toda la época colonial co mo nexo de un conjunto de intereses opuestos. La corona, que admitia su necesidad a pesar de la evasién fiscal que inducta, lo toler6, aunque varias veces probibié sus abusos, Por su parte, los frailes mendicantes acusaban a fos alcaldes mayores de no prac ticar el “justo precio”.** Pero el sistema nunca estuvo en peligro antes dé fines del siglo XVut. A partir de 1760 las criticas radicales provinicron de unos al- tos funcionasios de la corana, tales Como Branciforte, Bucarel Ulloa y Galvéz. Estos, bajo la influencia de los economistas in- gleses, se declararonen contra de cualquier sistema monopolista ya favor dela libre concurrencia, Antes de atacar de frente a los repartimientos, promovieron una serie de cambios tales como la limitaci6n de las prerrogativas de los consulados y la creacién de compafifas comerciales para la explotacién del tréfico colonial, Finalmente, la corona ordené formular una reforma estructural del sistema de gobierno provincial que inctuia fa abolicién del repartimiento y de los cargos dealcaldes mayores y corregidores. La reforma se concretizé en la creaci6n del muevo sistema de intendencias y subdelegaciones por medio de la “Real Ordenan- zade Intendentes” de 1786. Reemplazaba a tos alcaldes mayores y corregidores por subdelegados a los cuales se les prohibia el comercio de repartimientos y se les attibuia un salario. Los in- tendentes, autoridades suprarregionales, tenian el encargo de controlar los subdelegados y de recibir las denturncias por fas in- fracciones a la nueva ley. Poco tiempo después se establecieron ‘nuevos Consulados (cerca de 1798) que rompieron el monopolio de los antiguos consulados de México y Sevilla y que por ello es- tablecieron nuevas relaciones entre los negociantes y tos func: aaarios reates. 5 Moreno, Reglas, 1637, 5 Pastor, “Repavtimiento”, 1985, pp. 230234, y Hamnees, Ftica, 1971, pp 42155, vn m EL CREDITO 9%, REP: a cangotos gastos el vine mab Yo Ja forma comer ia, En todos os casos, forma comer "ic la habiliracién tuvieron en comin 's, exactamente como habia suc ‘cambio, la relaci6n con el tributo ‘ompulsivo de este fimo sis- ico medio de promo ra de }os taba una parte del sabari del trabajador a su hacie tial yla Forma asalariada cay oy mea scent raniatento. EX i can rom pce emp tema, deeper poblacionindigena. Ast, 3 Tepartimientos te siguis la de las habilitaciones. Las consecuencias fueron muy distintas segiin los lugares, mo lo comprueba una pesquisa ordenatla por eh virrey Magigedo en 1790. Asi, en el Bajioy Valladolid, los repartimien de ganado desaparecieron rapidamemte. Pero en otras, como en Oaxaca, el repartimiento siguié vigente a pesar de Eat uejas, los arrestos y Tas condenas. La polémica a favory en cof! tra de los repartos permanecié viva durante esos afios, hasta que ganaron tos abogados de antiguo sistema en 1794, Los subdefe ‘gados consiguieron fa autorizacion de practicar el comercio, aut que yano bajo ef concepio de repartimiento, sino can nambres, nuevos. Se les autoriz6 a seguir practicando el crédito comercial, “sin fuerza ni abuso”, estableciendo contratas de préstamos de dinero, del aviador al subdelegado y de éste a sus clientes. Pero, ‘nds tarde, en 1803, sacoronavalvida promulgar una nuevaorde- nanga prohibiendo el comercio, y finalmente la independencia puso fin a los repartimientos, Se abre entonces un periodo poco estudiado en el que se da paso del crédito de repartimienta a un crédito comercial practi § cado por los comerciantes. En lugar de la relaci6n entre funcio- nario realy repiiblica de indios, se establecié tna relaci6n perso nalentre vendedoresy compradores, pero siempre conadelanto de dinera y mercancias. Al principio los desdrdenes de las gue ras de Independencia y de Castas no favorecieron un sistema ‘pasado en la capacidad de obtener el reembolso de las deudas: Pero el porfiriato, con su administracion rigurosa, ofrecié un cua «dco ideal para la generalizaciOn del nuevo crédito comercial en las regiones indigenas. ‘Un estudio realizado en la regién de Tlapa*” muestra que las nuevas operaciones crediticias recibieron nombres en parte he- redadas de la épocs colonial. Dos términos se refirierona las ope raciones de préstamo (que se habfan llamado de avio o habilita- cién) del gran negociante al comerciante intermediario: la habilitacién, o préstamo de dinero, y la refacci6n o préstamo de mercancfas. A su ver, el intermediario compraba a tiempo, es decir a crédito, la produccién indigena. El término habilitaciGn se sigui6 usando hasta mediados det siglo xx para designar las operaciones comerciantes con crédito, Mas inesperadamente, también sirvié para designar Ia habilita- Gién de mano de obra, mediante la cual un terratenienteadelan- | 57 Dehouve, Quand, 1990, pp. 218222,

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