aiot7 «Elinterés de Francisco ya noes la iglesia
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1, En la reciente Navidad, el sefior Leonardo Boff uno de los principales idedlogos de la
llamada Teologia de la Liberacién especialmente a través de su libro Iglesia, carisma,
‘poder, junto a otros miiltiples escritos y actuaciones= ex franciscano, autor intelectual de la
‘encielica Laudato Si, ha efectuado unas declaraciones bastantes estridentes, si asi se puede
llamar a la entrevista que concedié al periddico alemin Kéiner Stadt-Anceiger!", y raducida
in extenso por Religién la vor libre.)
Son variadas las afirmaciones del sefior Bott, como aquella en la que sefiala que «Francisco
‘ha convertido la Teologia de la Liberacién en una propiedad comin de la Iglesia. ¥ ta ha
‘ampliado», no siendo tal afirmacién obviamente novedad alguna, sino una confirmaciéa por
‘boca de uno de los més conspicuos idedlogos del comuno-progresismo al interior de la
Iglesia Cat6lica, del rambo en que ésta actualmente navega.
Sin embargo, la expresién mas explosiva de la entrevista en cuestién estribe en esta frase:
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“Elinterés de Francisco ya noes la glsian
«Por lo que yo entiendo, el centro de su interés (de Francisco) ya no es la Iglesia -y
ciertamente no el funcionamiento interno de la Iglesia.
humanidad, ef futuro de ta tierra»,
ino la supervivencia de la
En junio de 2012, paralelamente a Rio*20, (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Desarrollo Sostenible), que tuvo lugat en el Brasil, se verificé la Hamada «Cumbre de los
pueblos», la que hizo gala del proyecto anticristiano «Carta de la Tierra», poniendo en
evidencia el sincretismo y panteismo ecologista diseftado para remplazar al Decilogo. La
Carta de la Tierra y la «Declaracién universal del bien comtin de la madre tierra y dela
humanidad», presentada esta iltima, en la Primera Conferencia Mundial de los Pucblos
sobre Cambio Climético y Derechos de la Madre Tierra, realizada en Cochabamba, Bolivia
(abril 2010), tienen como fin primero y iltimo el posicionamiento de una reingenieria,
‘pagana, que se vino desarrollando, muy particularmente a partir del V Centenario del
Descubrimiento de América, para armar una «lglesia ecuménica mundiab», al servicio de un
Nuevo orden mundial, (democracia socioeésmica en expresion de Bott), 0 dicho de otra
forma un socialismo espiritual, sistemético proyecto de retorno, a ta idolatria y el
Paganismo.
«Sin embargo, como cristianos, no compartimos ninguna forma de animismo ni
caracteristica alguna de deidad que pudiera atribuirse a la tierra, porque el Dios Creador se
hat revelado definitivamente en Jesucristo, verdadero hombre y verdadero Dios.
Por eso también consideramos que la tierra no es sujeto de derechos, ya que sélo es la
persona humana, culmen de la creacién, la que tiene derechos y deberes frente a todo lo
creado, pues se trata de un don del Dios trascendente, cuyo valor es trascendental mas allé
de su utilidad econémica. Si se desvanece esta visién, se acaba por considerar la naturaleza
como un tabi intocable o, al contrario, por abusar de ellay.\31
Detras de toda esa ofensiva se esconde el proyecto de un orden anticristiano absolute,
2. La Iglesia Romana afirma ser la verdadera Iglesia de Cristo, y Dios aprueba este
testimonio, luego es creible.
La Iglesia es un verdadero y perpetuo milagro que atrae a si los ojos, interesa a las
inteligencias y las convence de la verdad de su indole divina,
La difusi6n, estabilidad, unidad, fecundidad y santidad de la Iglesia implican una especial
intervencién de Dios, ahora bien, Dios en su infinita veracidad no puede difundir, conservar,
uni, fecundar y santificar una Iglesia que falsamente se atribuye origen divino.
Es admirable el hecho de que en los siglos que pareeia que se iba a hundir la Iglesia (siglo IV
arriano y siglo XVI protestante) es cuando la Verdadera Fe produjo la mayor floracién de
santos,
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“Elinterés de Francisco ya noes la glsian
Y debemos recordar una vez mii
| llamado siglo de hierro del Pontificado, dcl que dice
Mourret fue uno de los mas humillantes de la Historia de la Iglesia, sin embargo,
palabras de San Ledn la dignidad de Pedro no se pierde con el sucesor indigno.
Es una ley sicolégica que conducta y doctrina concuerden, por consiguiente si declina la
conducta, fécitmente cambia ta doctrina, sin embargo eso no sucedi6 con pontifces
indignos: juan XI, Benedicto IX o Alejandro VI por ejemplo, éstos no intentaron defender
su conducta alterando el dogma o la moralidad.
Ni las persecuciones Ia derribaron (s6lo Ie cortaron ramas); ni las herejias la inficionaron,
(pues conservé los medias y retuvo la autoridad jerairquica).
El Papa Pio XII declaré:
«Si buscamos una definicién de la esencia de esta verdadera Iglesia de Cristo, que es la
santa, catdlica, apostélica y romana Iglesia, no se puede hallar nada mds excelente y
egregio, nada més divino que aquella frase con que se la llama Cuerpo mistico de
Jesucriston!4
El conecilio Vaticano I, hizo la siguiente declaracién en la Constitucién dogmdtica sobre la
Iglesia de Cristo:
El Pastor eterno y obispo de nuestras almas (I Petr 2, 25) decidié edificar la santa lelesia a
fin de hacer perenne la obra salvadora de la redencién, y para que en ella, como en la casa
del Dios vivo, se reunieran todos los fieles con el vinculo de una fey una caridad
EI Papa San Pio X, en el juramento contra los errores del modernismo (1910), declaré que:
La Iglesia fue fundada de una manera inmediata y personal por el Cristo verdadero e
histovico durante el tiempo de su vida sobre la tierra,!9 cuyo fim cs la santidad, cuya doctrina
es uniforme y su predicacién est a cargo del Pontifice Romano y de los obispos.
Como aparece en todas las paginas del Evangelio, Nuestro Sefior Jesueristo se presenta como
el fundador del Reino de Dios -que en su fase terrena esth destinado a recoger a todos los
hombres”), puso a los Apéstoles como rectores del Reino! constituyé a San Pedro Cabeza
de los Apéstoles!]
Con tales elementos el Seiorinsttuy tna verdadera sociedad jerirquicamente constituida,
visible alos ofos de todas, pera can un fin no politico, sino religioso!! destinéndalos a
aplicar a través de los siglos los frutos de la Redencién tH
3. Como sabemos el esfuerzo més connotado de los tedlogos de la liberacién consiste en
gran parte en hacer del término «diberaciémy un equivalente adecuado y expresive del Reino
de Dios,
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