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Aparte de la batalla que como individuos libramos, entre el Yetzer har (inclinacin de la
carne) y el yetzer ha tov (inclinacin al bien), tendremos un mayor conocimiento y cercana a
Elohm.
El yetzer har, nos motiva a gratificar nuestros deseos personales, e impulsos, apetencias
fsicas que exigen gratificacin inmediata; como comer, sexo, expresar su rabia sin freno
cuando, donde y como deseen; verse en exceso "bonito"; ocupar el lugar que le corresponde
a otro; egocentrismo; no poner en orden las prioridades y un largo etc.
Aparte, tenemos otra batalla nacional.
Cada judo juega un papel en esa batalla, ya sea como hombre, o como mujer.
En esa guerra, los hombres son los soldados de vanguardia o del frente...etc. La mujer juda es
la que se mantiene en retaguardia, para presenciar el desenvolvimiento de la guerra, lejos de
las trincheras.
No podran ver la situacin de los soldados, a no ser que estn lo suficientemente lejos del
campo de batalla para divisar la guerra lejos de las trincheras. Ejemplo: el caso de Joshu y el
levantamiento de manos de Mosh, con los amalecitas Exodo 17:8-16.
La mujer debe ser capaz de ver el bosque, antes que el rbol, mientras el hombre se concentra
ms en los detalles de la guerra.
Esta es una de las razones por las que la mujer est exenta de ciertos mitzvot temporales y de
cargos pblicos; ya que ambas situaciones podran restarle a su habilidad de percibir el
desarrollo total de la batalla que tenemos que librar.
La mujer est a cargo de mantener la moral de las tropas y de reabastecer las
provisiones.
O sea; no puede estar luchando.
En la batalla lucha el varn.
No se puede estar en dos sitios a la vez; no queramos hacerlo todo nosotras; o invertir el lugar
del otro.
equivocado.
Hemos entendido?
En otros estudios veremos vidas de mujeres, que sirvieron de ayuda o de tropiezo.
De estos dos ejemplos nosotras tenemos que aprender.
Bendiciones
Rajel esposa de Kefa