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PSICOLOGIA. MEDITACION. MINDFULNESS PSYCHOLOGY. MEDITATION. MINDFULNESS REVISION EL PACIENTE MINDFULNESS: CURAY LA LIBERACION (Rev GPU 2011; 7;4:387-395) : UN VIAJE ENTRE LA Ricardo Pulido’ INTRODUCCION | encuentro fecundo entre meditacién y psicologia occidental es un fenfmeno reciente, aunque tiene antacedentes antiguos. Mark Finn (2003) di ‘tres grandes momentos de esta relacién. La 5 un periodo de citca ala meditacién y en general a toda prictica espritual por parte del saber occidental Un ejemplo claro es e! ensayo que Franz Alexander, el fundador de la medicina psicosomstica, que presen- 16 en el Vil Congreso de fa Sociedad Internacional de Psicoandliss en Berlin en el ao 1922. Su ponencia se llamaba “La préctica de Ia meditacién como catatonia artificial y comenzab con la siguiente pregunta: "En ‘qué consiste la teorianihilista de Gautama Buda y qué influencia tiene sobre sus discipulos y quienes siguen su ensefianza?" El ensayo es hasicamente una equipa- racién de los cuatro estados de la meitacion descritos en algunos textos budistas con cuatro estadios regresi vs del desarrollo libidinal de individuo. Por ejemplo, «al primer estadio, shana, descito coro un retiro de las peercepciones del mundo para poner la atencién en un solo objeto, e le asocaria una autoobservacién sédi- ‘@ de tinte melancélico, Mas ain, sefala que ésta seria tuna melancolia inducida experimentalmente y que la superacién de ella corresponderia al segundo estadio meditative, donde le libido se retira totalmente del ‘mundo y se vuelca sobre si misma produciendo un es- tado de goce que el psicoanalistaasimila a una condi: cin narcsist... “un orgasmo difuso por todo el cuerpo" (pig, 261), El tetcerestadio seria una regresién hacia. {a esquizofrenia,y finalmente la cuarta fase correspon- deria a una demenciaesquizofrénica, equiparando de este modo el Nirvana con uma regresién profunda a i vida intrauterina. Como pueden ver, el resultado de este primer encuentro no podria ser otro que el clerre completo del movimiento psicoanalitio a este tipo de prdcticas consideradas como regresiones narcisisticas, estados patolégicos o ambos (Rubin 1996), La segunda etapa de este dilogo correspond @ tun periodo de redescubrimiento,esel period conocido, como el New Age que secifundié entre los aos sesenta, Y ochenta, Aguf encontramos uno de Ios textos cst 0s del encuentro entre ambos mundos: Psicoandlisis _y Budismo Zen de D.T. Suzuki y Erich Fromm publicado or primera vez en 1960. A partir de estos escrito, del trabajo de Jung, Reich, dela Gestalt de Pers del Taa de la Fisice de Capra, del Proyecto Atman de Wilber, entre tos, la tradcién oriental comienza a ser revalorada, enerindose una nueva esperanza.en: dental, que después dea Il Guerra se mueve hacia una profunda transformacin social y al mismo tiempo, un sentimiento de rechazo y despreci por las formas mas tradicionales desu propia cultura Se produce una suer- te de idealzacion de lo oriental con la concomitante devaluacién de Occidente. En este period, psicotera- * Unidad Mindfulness, Facultad de Psicologta- Universidad Alberto Hurtado, reowcsinentsane | 387 PACKER MD FULNESS-UN IRE ENTRE LA CUDA LA UIBERACION pla y précticas de desarrolio espiritual son vistas como antitesis, Se hacia fa una o la otra. En otras palabras, ‘era muy df y raro encontrar pacientes meditantes © meditantes que asstieran a terapla. V lo mismo con los ‘terapeutas de las escuelas més tradicionales como la psicoanalitica y le cognitivo-conductual, Por supuesto hay grandes excepciones: de hecho podemos pensaren ‘el posterior movimiento dela psicologiatranspersonal, pero aun en este caso, es mas una hiper valoracién de Oriente que una verdadera Integracién con nuestras tradiciones de conocimiento y sabiduria, El paso de los afios mastré que aquellaesperan 2a puesta en las précticas orientales no traj fos frutos Ads que una técnica oun estado, debemos entender la palabra "mindfulness" como descibiendo une disposi in ineror, una madalidad de ponerse en rlacién con |a propia experiencia que es comin a todos ls tipos de ‘meditacién budlstay a algunas peéctcas provenientes roves tessrins | 391 EL PACENTE MINDFULNESS: UN VIE ETRE LA CURA LALIBERACION Ge esta actitud permite desrrllar una mayor capa- cided de observa los propos estados emacionales, mentales y telacionales y, ademés,frecuentemente desencadena experiencas signifiatves, novedosas y Sorpresivasparaelpacente. Quads en el pasado resu tase extraio que una persona con tales competencias fuese un paciente de psicoterapia, per lo cierto es que enlaactualidad no es un fenémeno aro y serdcada vez menos raro si consideramos que segin una encuesta reallzada por el Gobierno de EE.UU. en el 2007, une de cada once estadounidenses,aproximadamente 20 mi- llones de personas, habia practcado la mecitacin el Uma afo (National Center for Complementary and A ternative Medicine, 2007). Esto abre algunas preguntas signifiatves, Por ejemplo: {De qué manera las expe- riencias meditativas del pacente, desde sus descubr- rmientos interiores hasta sus dficultades en la practice, pueden ser acogidasy trabajadas en el contexto tera- péutio? Si el terapeuta no es un meditante, puede establecer un vinculo profundo con estas pacientes? {Quéaspectos dela terapia pueden favorecersupréct «a personaly, viceversa, qué aspectos de a meditacién pueden ayuelar acura psicoligica? EL PACIENTE MINDFULNESS. ‘A continuacién se presentan los resultados prlimina- res dein estudio que estamos levandoa cabo enla Fa- caltad de Psicologia dela Universidad Alerto Hurtado, Se trata de una encuesta online (ver anexo 1) disponi- ble en espatiol, ingls e italiano que se aplica a per- sonas que ademés de meditar son o fueron pacientes de psicoterapia y que tiene como objetivo recoger las impresiones de cSmo estos dos procesos se han afec- tado mutuamente, Hasta el momento hemos recogido niueve encuestas. Laedad de os partcipantes va de 26 a69afios,con tana mecia de 42 afis, Cinco son mujeres. En relacién ‘con us nacionalidades, tres son chilenosysesitaianos. Respecto del estado cv siete son sotetosy dos casa- dos, Asimismno cinco se declran catlicos, dos dicen no tener ninguna religion y dos no contestan. En cuanto a iones, se trata de cuatro terapeutas (psicélo- ra, terapeutacréneo-sacral), tes empleadas de ofcina, un profesor y una persona cesante, Los encuestados han hecho tres ais cuatro meses de terapia de tipo freudiana, de orientacion psicoana- de otras tradciones (je: a "oraciin del corazén® prac ticada por los mistcas ortodoxos y la “meditacién del corazén" de la tradicin Su, 392 | cwcraviesscan litica, cognitivo-estratégia, biodindmica, jungiona 0 constelacion familiar. Los afos de préctica meditativa van de 3.2.21, con una media de diez aos y as princ pales prcticas han sido meditacion de presencia men- tal y Hatha Yoga. Cinco han estado paralelamente en amos procesosy tres inciaron con psicoterapia y una vez terminada comenzaron a meditar. Analzando las tespuestas de los sujetos, aparecen muchas regularidades en las distintas experiences Reportamos agu una pequena sintesis de los aspectos més signifcativos,escrbiendo en cursvas algunas citas textuales de los encuestados. Uninimemente, los participantes consideran que la prictica meditativay la psicoterapia son espacios de nutrimiento reciptoco, que se potencian mutuamente Y de manera constants, pr elemplo, sintiendo que fa iiwestigacn a través dl sitenco 0 en meditacsn, abre espaciosyhorizontes que luego seelaboran ena terapia. ‘Almismo tiempo, enfatizan que abordan nivelesdistin- tos de a persona: la psicoterapia se aboca a nivel rla- clonal, psiol6gico, afectvo, a todo lo que tiene que ver conel vviry el estar con otros, mientras que la medita- cif responde mis bien 2 un nivel que los encuestados definen come existencal es decir, no tanta acerca del modo cémo se enfrenta la vida, sino del hecho mismo el vii. Para muchos, la meditacién por sisolano es capaz de resolver problemas asociados a traumas, a herdas afectvas profundas o a momentos de la vida dema- siado dificies. En estos casos la compaia y el apoyo e un terapeuta aparecen como fundamentales para sali adelante. Penso que esto tiene que ver con que para nosotros, occidentales, la meditacion no es parte de nuestra cultura, no tenemos una tradicién de medi- tacién, por ello fa sola préctica no es capaz de abarcar aspectos psicoldgicos de un sujeto que en el ultimo siglo se ha vuelto cada vex més individual sacrificando en gran medida su sentido de pertenencia colectva, Asimisma, segin los encuestedos, a psicoterapia es insuficiente para aftontar el problema del sentido y de la existencia en general, lo que se refiejaen varios de los testimonios: no existe argument psicolégico que pueda dar una razén ala total falta de sentido detodala existencia;el problema existencialprofunda:no a vida, sina la exstencia Qué sentido tiene todo esto? a cues- tin exstencalo sea fo que tene que ver con dos mds call dela propia historia personal: las verdades utimas, Esimportente mencionar que esto dos niveles, si bien pueden distinguirse nfidamente, no aparecen como ‘aspectos de la persona desvinculados entre si, sino que se integran e influencian progresivamente. Por ejemplo, un sueto sel: mientras mas se profundiza ‘mi prctca, mds veo quelos dos nivlessecorelacionan En general hay bastante acuerdo en que la medi- tacién ayuda al proceso psicoterapéutic y vieversa. La meditacién le permite al paciente un acceso priv- legiado a su experience, abriéndoleespacios afecivos ‘nuevos, favorecendo su autoaceptacién, ayudéndolo a que las defensaspsiquicas cedan, posibltando una mayor escucha y Iucdez respecto a lo que siente y desartlla una actitud compasiva frente asi mismo y los otros. Por ejemplo, un sueto seiala que la medi- tacién le permite experimentarvivencas que no son postbes en la pslcoterepa o ena vida coriente como: elsilence, la quietu, fa unin de cuerpo y la mente la capacidad de obsereacién profundo, la apertura de pre- unig latentes y a forma de evidenciar Ia exstencia, En este sentido, mas que un complemento del trabajo psicoldgico, la meditaciin aparece como una base, un lugar desde donde adentarse en las profundidades de Ja psique, como una alfombra que esté par debajo de fa teria, Por su parte la psicoterapia ayuda al meditante a integrarenla vidalastransformaciones que ive duran- te sus prctcsy le permite un acceso més profundo a la experiencia de si mismo. Esto sltimo me parece uno de los aspectos mas importantes a tener en conside- ‘acién, pues no obstante todos los encuestads, sean personas relativamente bien adaptadas y sin grandes sintomatoloaas, manfistan que la psioterapia les ha ayudado a enfrentar aspectos necesaros paraadentrar- s¢ en profundidades meditativas como son la confian- 72, laseguridad ya capacidad para estar en soledad sin angustanse: sila herida es demasiado profunda y toda- via etd abierta, a pscoterapia ayuda a sanaria, porque no puede hacer uno solo... y luego lentamente uno ya 5 capaz de estar solo con ese dolor yeventualmente lr nds all de Uno de los apectosrelevantesserefiere a fa ma- nera cémo el terapeute de cada pacienteha acogizo 0 ‘no su experiencas meditatvas yi elpacinte ha sen- tido la conflanza para contaras en la terapa. En este unto observamas que les experiencias son distntas. Sibien todos han hablado con sus terapeutas de sus cxperiencias meditativas, slo algunos se han sentido acogidos yestimulados a seauir Otros, en cambio, han Sentido race y una gran dficultad par hablr de elo y entice comprendidos, Pr eemplo ua persona cuen- ta una vez me pid un ejempoy Fe conté que habia t= pactado con fa concencia misma y me dijo: chundise en la concencio fe da seguridad? ;Por esto fo hace?.Y otto ejemplo signifcatvo: cuando le hablé de hecho que sent una fuerte sensacién de muerte, que siempre a he sentido, ue he pensado en lo muerte cada dia de mivida, que agradezco por esto... nas ha tomacio tiempo el que ella considerara esto darse cuenta yno angusta. Finalmente, en relacién con la experiencia con el silencio y la palabra en ambos procesos, hay testimo- nios muy signficativos donde el aprender a estar en silencio potencia un descubrimiento mds certeo de a palabra. ese silencio posblita la palabra mds cetera. Y¥esa certeza posibiita un espacto de mayor conffanza. Es como sila meditacin ayudara 2 observar mas deteni- cdamente sensaciones que luego pueden ser nombra- cas y trabajadas en la terapia: meditando se observan emociones que sdlo ene! silencio pueden aparecer; antes de meditar no sabia cémo nombrary entender lo que sen- ‘fay sellenaba las sesiones con palabras vacas de sgnif- cado.Sélo con i meditacién empecé a valorary apreciar el silencio. He aprendida incluso a quedarme ala espera de fa palabra usta e incluso a valorar la imposibilidad de nominar; la meditacién permite ver muy bien fo que «uno le paso, pero no siempre da los instrumentos para trabajar con ell, por ende, se necesita un otro, terapeuto, {que acompare el proceso deelaboracién, En resumen, el estudio muestra que para estas per- sonas la meditaciony a psicoterapia: 1. Se nutren reciprocamente, sin obstruitse y sin so- breponerse 2. Abordan Ambitos dstintos: 2. Lameditacién aborda el problema existencial . La psicaterapia los problemas vinculados a la vida yas elaciones afectivas 3. _Amboshan sido process significativosyel trabajo realizado en uno ha nutrido y potenciado el raba- joenelatro. CONCLUSION Si tal como vimas en la introducién de este artculo, Ta primera y segunds fase del encuentro entre media ci6n y pscologa occidental se caracterizaban por una electién, por una especie de competencia reciproca, en fa fase actual que vivimos aparece la integracion y el complemento como ura excelente posiblidad de trasformacin, sanacin y lberacién de la persona, La rmecitacién no slows y puede volverse una gran aloda de acura de i persona, acelerando certos procesos y permitiendoun acercamiento menos culposo yautoct- tico del pacente hacia si mismo, sino que es capa2 de enfrentar preguntas ynecesidades humana que.al pa- recer la mayor pare de las pscoterapias occidentale, ssosrinuersean | 393 ¥ particularmente las psicoanaliticas, nohan sido capaz de abordar satisfactoriamente, seguramente porque desde sus origenes se han propuesto asociadas a un ‘modelo médico de cura y sanacién, Por su parte, la psicoterepia puede ser una im= portante aliada del proceso de liberaciGn y despertar ‘existencial,ya sea ayudando al practicante a sanar al- ‘gunas heridas profundas, dondndole mayor confianza, seguridad y capacidad para estar en soledad, ya sea protegiéndolo de fantasias, sugestiones, transferen- clas, idealizaciones y refugios que se pueden encon- ‘rar cuando alguien se compromete seriamente en un ‘amino espiritual. Hay documentos sobre este dltimo ‘punto. Por ejemplo Michael Eigen (1998) describe dos as0s clnicos donde la meditacin, antes que condu- ira la liberacion, se habia transformado en un refugio efensivo, Uno es el caso de Owen, un serio practican- te, instructor de meditacién, con una herida relacio- nal profunda que lo llevaba a vanagloriarse de su ser ‘meditante y a utilizar el centro de meditacién como lugar para coquetear con sus alumnas, El segundo es el caso de Jesse, que después de 15 afos de prdctica seria, se habla enfermado de fatiga c-nica; més atin, la meditacién, tal como él la practicaba, habria sido la causa de enfermar, pues se habia convertida en luna excelente herramienta de control emocional y de des-implicaciin existencial que lo estaba literalmente deshumanizando, Seguramente, un aspecto esencial en la terapia

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