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PRESENTACIÓN
Durante el siglo XX se ocupó mucho la prensa de este historiador universal, Vi-
cente Beltrán de Heredia y Ruiz de Alegría. Los libros y estudios diversos de este
historiador dominico fueron muy afortunados en recensiones elogiosas de los historiadores
y críticos más exigentes. Pero el año prolífico en noticias elogiosas de la prensa lo fue el
de l973, en el que el P. Beltrán de Heredia llegaba a la meta de su vida y a la meta de sus
publicaciones, ya extenuado por los años y falta de salud, como quien ha terminado
felizmente una dura y larga carrera, y espera sólo el galardón que merecen sus esfuerzos.
Fueron los diarios salmantinos, «El Adelanto» y “La Gaceta”, los que
contemplaron en directo el gran «sprint» final de publicaciones, y clamaron a voz en grito
por un premio adecuado. En 1972 eran editados dos gruesos volúmenes del Cartulario de
La Universidad de Salamanca -el vol. IV de 605 páginas y el V de 514 páginas1- y tres
tomos aún más voluminosos de Miscelánea Beltrán de Heredia -el tomo I de 644 páginas, el II
de 636 páginas y el III de 675 páginas2.
En los primeros meses de 1973 completaba el P. Beltrán ambas obras con el VI tomo
del Cartulario y el IV volumen de Miscelánea3. La noticia de haberse terminado la impresión
del Cartulario, obra clave para la Historia de la Universidad de Salamanca, resonó en seguida
por toda la ciudad. El periodista D. Leandro- Cuadrado la anunció solemne en las páginas de "El
Adelanto». EI P. Prior del Convento de San Esteban, Felipe García Llamera, propuso hacerle un
homenaje, aprovechando la celebración de la fiesta de Santo Tomás de Aquino por las dos
universidades de Salamanca, que iba a tener lugar en ese año en el día 6 de marzo.
1
V. BELTRÁN DE HEREDIA. O. P., Cartulario de la Universidad de Salamanca. La Universidad en el
Siglo de Oro, IV y V (Salamanca 1972).
2
Miscelánea Beltrán de Heredia. Colección de Artículos sobre Historia de la Teología Española, I-III
(Salamanca 1972). Los primeros tomos del Cartulario habían aparecido en el mismo lugar en 1970 y el t.
III en 1971.
3
Los dos tomos, el VI del Cartulario y el IV de Miscelánea son editados en el mismo lugar que los
anteriores. El Cartulario aparece formando parte de «Acta Salmanticensia. Historia de la Universidad»
17, 19, 20, 22, 23 y 24. La Miscelánea comprende en la «Biblioteca de Teólogos Españoles» los
volumenes 25-28. Notemos finalmente que la edición del Cartulario aparece patrocinada y sufragada por
la Fundaci6n Calouste Gulbenkian de Lisboa, como lo había estado igualmente el Bulario de la
Universidad de Salamanca, publicado por el P. Beltrán en los años 1966 y 1967.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 4
realizado este hombre modesto entre nosotros. Ha llevado a cabo una empresa que podría
considerarse como inaccesible al esfuerzo de un solo individuo. La ciudad, después. Cuarenta
y cinco años de estudio en Salamanca y sobre Salamanca y sobre algo que constituye
espacio central de su ser cultural en el ancho piélago del mundo, merecen algo más que un
homenaje. ¿Para quién, entonces, las mejores medallas y los rótulos de las calles? Medalla
de oro universitaria y vía pública es el mínimo exigible. ¿O será todo un sueño y nada ha
pasado y todo seguirá siendo lo mismo? Si no tuviéramos su obra, si se apagara su luz y
sus resplandores de repente, nos quedaríamos un poco perdidos, y ciegos por los caminos
de un ayer esplendoroso”.
En el mismo periódico su Director, D. Enrique de Sena, le dedica su sección de
«Tema nuestro de cada día» bajo el titulo Figura y Gloria de la Escuela. El día 6 de marzo
los dos periódicos de Salamanca -«La Gaceta Regional» y «El Adelanto»- dedicaron amplios
artículos al P. Beltrán. El de «El Adelanto» (última página) estaba firmado por el conocido
periodista Leandro Cuadrado y era continuación del articulo anteriormente expuesto. Hablaba
ahora de los tres monumentos literarios de nuestro héroe: el Bulario de la Universidad de
Salamanca, el Cartulario de esta misma academia y la Miscelánea Beltrán de Heredia. El
artículo de «La Gaceta Regional» (pagina segunda) es de D. Lamberto Echeverría, profesor de
ambas universidades salmantinas, en su secci6n «Nuevas Páginas Universitarias», con el título:
Una figura, una labor, dos obras ingentes que culminan.
El homenaje proyectado por el P. Felipe G. Llamera, Prior del convento de San
Esteban, se tuvo por fin con cierta intimidad en un lugar fácilmente asequible al P. Beltrán
de Heredia, ya muy delicado de salud. Fue en la sala de recreación de la comunidad a las
dos de la tarde. Asistieron las siguientes autoridades: el obispo de Salamanca, D. Mauro
Rubio Repullés; el obispo de Ciudad Rodrigo, D. Demetrio Mansilla Reoyo; el gobernador
civil de Salamanca, D. Ulpiano González Medina; el alcalde de la ciudad, D. Pablo Beltrán
de Heredia; el presidente de la Diputación Provincial, D. Julio Rodríguez Muñoz; el fiscal
de la Audiencia, D. Bernardo Almendral Lucas; el procurador de Representación Familiar
en Cortes, D. Marcelo Fernández Nieto; el cronista de la provincia, D. Antonio Lucas
Verdú; el rector de la Universidad Civil de Salamanca, D. Julio Rodríguez Villanueva; el
secretario de dicha academia, D. Feliciano Pérez Varas; el decano de la Facultad de
Derecho y el decano de la Facultad de Medicina del mismo centro, D. Alfredo Calonge
Matellanes y D. Pedro Amat Muñoz, respectivamente; el rector de la Universidad
Pontificia de Salamanca, Padre Fernando Sebastián Aguilar; el vicerrector de la misma,
D. Antonio María Rouco Varela; los decanos de las Facultades de Teología y Derecho
Canónico de esa Universidad, D. Olegario González Hernández y D. Juan Sánchez y
Sánchez, respectivamente. Asistieron además al acto sacerdotes, religiosos de diversas
comunidades, estudiantes, amigos, su único hermano superviviente, Agustín, y los
religiosos de la propia comunidad.
El P. Prior del convento hizo la presentación del homenaje. La ocasión del
mismo, dijo, venía ofrecida por la ultimación de dos obras claves para la Historia de la
Teología Española (la Miscelánea) y para la historia de la Universidad de Salamanca (el
Cartulario). La presencia de las autoridades eclesiásticas, civiles y universitarias es la
manifestación clara de que su obra pertenece a todos: a la Iglesia, a España y a la
Universidad. El P. Faustino Martínez, eficaz colaborador durante la composición del
Cartulario y autor de sus índices, explicó lo que significaba la obra literaria del P.
Vicente Beltrán de Heredia, particularmente en torno a la Universidad de Salamanca. El
P. Victorino Rodríguez, bajo cuya dirección se ha efectuado la publicación de la
Miscelánea, cuyo último tomo lleva un estudio bibliográfico sobre el P. Beltrán y los
índices, elaboradas ambas cosas por él, explicó el origen de la decisión de publicar este
conjunto misceláneo y su significado.
Terminados estos discursos introductorios, se procedió a la imposición de la
Medalla de la Universidad de Salamanca. El rector de la misma, D. Julio Rodríguez
Villanueva, manifestó su admiración por la obra realizada por el P. Beltrán. El, por
llevar poco tiempo en nuestra Universidad, no la había conocido hasta muy
recientemente, pero no pudo menos de quedar sorprendido ante las proporciones
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 5
4
Crónicas de aquel homenaje pueden verse en los periódicos salmantinos: «EI Adelanto»,
del 7 de marzo de 1973, pagina 12, o última; «La Gaceta Regional», del mismo día, página 3.
También se hizo eco de estos sucesos «BIPE» (Boletín Informativo de los Dominicos de la
Provincia de España), n. 41, marzo-abril de 1973, páginas 4 y 9, donde se publica igualmente el
discurso del P. Faustino Martínez en el citado homenaje.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 6
publicada al día siguiente en la página cuatro, decía haber sido aprobada definitivamente la
moción propuesta de conceder la Medalla de oro de la Ciudad al P. Vicente Beltrán de
Heredia.
I. DATOS BIOGRÁFICOS
5
Ordo Divini Officii Recitandi ... (Vergara 1901) 90.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 7
Otro será Prior Provincial de los Dominicos en España (tres veces) y en Argentina, además
de optimo profesor de Filosofía, José Cuervo López 6.
A Salamanca viene Fr. Vicente Beltrán de Heredia para comenzar el curso 1905-
1906. «Abrióse [el curso] -nos dice el Registro Escolar- el día 15 de septiembre bajo la
presidencia del M. R. P. Fr. Juan González Arintero, bachiller del Estudio, el cual hizo una
distribución de clases puramente provisional.
«Pasados algunos días, formóse el siguiente cuadro de Profesores:
El M. R. P. Regente, Fr. Lesmes Alcalde, enseña Derecho Canónico.
El M. R. P. Bachiller, Fr. Juan González Arintero, ensena Lugares [Teológicos] y
Apologética.
El M. R. P. Maestro de Estudiantes, Fr. Matías García, enseña Teología Dogmática.
El M. R. P. Lector de Teología, Fr. José Gafo, enseña Teología Moral.
El M. R. P. Lector de Teología, Fr. Antonio Queipo, enseña Hermenéutica Sacra.
El M. R. P. Lector de Teología, Fr. Luis G. A. Getino, enseña Historia Eclesiástica.
N. B.-El P. Queipo enseña también Oratoria Sagrada» 7.
El grupo de profesores era extraordinario. Ya hemos dicho algo del P. Matías
García, Profesor de Teología Dogmática, pedagogo siempre recordado muy gratamente par
sus alumnos. El P. Lesmes Alcalde por muchos anos Regente de Estudios, además de su
amplia labor docente, dejará diversos escritos de formación y de ascética. El P. Juan
G. Arintero, escritor fecundísimo, que elevará a alto grade los estudios místicos en
España. El P. Luis G. A. Getino, gran historiador y brillante publicista, será el primer
guía del P. Beltrán por los intrincados senderos de las fuentes de la historia. En el con-
vento de San Esteban se encontraban también entonces destinados el P. Antonio
Carrión, escritor entusiasta de las gestas dominicanas, y el P. Victorino Osende, fiel
discípulo del P. Arintero y difusor con la pluma de sus doctrinas ascético-místicas8.
El ambiente que se respiraba entonces en el convento de S. Esteban no podía
menos de sorprender positivamente a los jóvenes dominicos, que llegaban a él por vez
primera. Dejando aparte el aspecto monumental e histórico del convento, capaz de
entusiasmar a la más disminuida de las humanas sensibilidades, la observancia regular
pormenorizadamente vivida por aquellos hombres y la exigencia en materia de
estudios y el celo y la emulación mutua por divulgar la ciencia sagrada, infundían
ánimos a los jóvenes estudiantes, que cobraban y enardecían su valor, al ver en sus
maestros modelos a los que valía la pena imitar. Otros profesores irá encontrando
nuestro estudiante Beltrán de Heredia en los siguientes años: e1 moralista Pedro
Nolasco de Medio y e1 escriturista Alberto Colunga fueron los más importantes.
Entre los estudiantes de Teología del convento de San Esteban en esos años,
en que el P. Beltrán hace sus estudios teológicos, encontramos al futuro obispo de
Tenerife y de Córdoba, abanderado de los problemas sociales en España, Albino G.
Menéndez Reigada. En el mismo campo de la sociología destacará otra figura
eminente, todavía estudiante de Teología, José Gafo, que morirá víctima de la
persecución roja en 1936, y beatificado como mártir en 2008. No es necesario recordar
a sus destacados y ya nombrados condiscípulos en Filosofía, ahora como él con-
vertidos en teólogos9.
Por las calificaciones de final de curso podemos concluir que el P. Beltrán
fue un buen estudiante; su aplicación le permite sacar holgadamente todas las
disciplinas. Hay una en que sobresale particularmente; es la Sagrada Escritura, en que
obtiene dos veces la máxima puntuación. No sin motivo en los primeros años de búsqueda
de especialización dentro- de las ciencias sagradas se inclinará por la Exégesis. Estudió él
esta disciplina en los cursos tercero, cuarto y quinto de Teología. En el año académico
6
Ordo Divini Officii Recitandi… (Vergara 1901) 90 s.
7
Registro II, f. 36. Dejemos constancia ahora para todo el resto de este artículo que la palabra Registro
hace referencia a los Libros de Estudios de la Facultad de San Esteban de Salamanca.
8
Elenchus Conventuum et Fratrum ... (Vergara 906) 5.
9
Registro II, f. 37 v.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 8
1907-1908, el tercero de sus estudios teológicos, obtiene notable en todas las materias,
menos en Exégesis, en que logra sobresaliente; otro tanto podemos observar en 1908-
1909; en el último año de Teología llevó en todas las asignaturas notable10.
Por los libros de los exámenes para recibir las órdenes o para la aprobación de
los confesores, con la ayuda de los catálogos de los religiosos de la Provincia Dominicana
de España, podemos seguir fácilmente sus ascensos y sus felices resultados en ambos
conceptos. Fue examinado y aprobado para recibir el subdiaconado el 2 de septiembre de
190711, y debió de hecho recibirlo en el sábado de témporas inmediato, que fue el 21 de
septiembre. El día 12 de diciembre de ese mismo año es examinado para diácono y,
habiendo superado la prueba, debió recibir dicha ordenación el sábado de las témporas de
aquel Adviento, el 21 de diciembre de 190712. En el catálogo de los religiosos de la
Provincia Dominicana de España, añadido como apéndice al calendario litúrgico para
1908, pero compuesto a finales de 1907, aparece e1 P. Beltrán como diacono13.
Para recibir el sacerdocio fue examinado el 2 de diciembre de 1909 y debió recibir
e1 presbiterado en el sábado de las témporas inmediatas, que tuvo lugar en ese ano el día
18 de diciembre14. En el catálogo adjunto al calendario litúrgico para 1910, impreso a
finales de 1909, se nos presenta al P. Beltrán de Heredia como sacerdote estudiante en el
convento de San Esteban de Salamanca15. En las listas alfabéticas de dichos catálogos,
cuando se nos dan también las fechas de la recepción del presbiterado, figura para el que se
dedica esta biografía el 18 de diciembre de 1909.
No marchó de Salamanca el P. Beltrán, al terminar su carrera, sin haber dado
buenas pruebas de su óptima condición de publicista. En esos años de estudiante, entre
1907 y 1909, publicó cuatro artículos en la revista «Ideales»; los dos primeros versaban
sobre el arte cristiano primitivo y los dos últimos sobre el sentido espiritual de la Sagrada
Escritura16. La ausencia de Salamanca no fue de momento muy prolongada. Finalizados los
cinco años de Teología en 1910, fue destinado al convento de S. Vicente Ferrer de Manacor
(Mallorca), recién restaurado en 1908. E1 catálogo editado con el calendario litúrgico a
finales de 1910 nos lo sitúa en dicho convento con el oficio de sacristán y organista 17.
Estaba dotado de buenas condiciones para la música el P. Beltrán. En su última
enfermedad, en uno de los días de la semana de Pascua de 1973, hablando del canto de la
Pasión y de la Angélica, me recordó que él las había cantado muchas veces. En una Semana
Santa en Madrid -me dijo- en los primeros años de sacerdocio tuvo que cantar la Pasión dos
veces, una inmediatamente después de la otra en iglesias distintas y debiendo correr para
llegar a tiempo; en los cantos de la Pasión hizo siempre de Cronista.
En su destino de Manacor preparó el examen de dos horas, que habría de sufrir
todavía en Salamanca, para poder oír confesiones. Los tres exámenes de confesor,
tradicionales en la Orden de Predicadores, disponían a los candidatos para otra parte de la
mayor gravedad e importancia en el ministerio presbiteral. Los tres los efectuó en el
convento dominicano de la ciudad del Tormes. El primero, en el que se le examinaba
también como predicador u orador sagrado, tuvo lugar el día primero de mayo de 1911,
10
Registro II, ff. 42 v., 47, 52 v.
11
Libro de Exámenes de Ordenandos y Confesores (ms. Conventual), I, p. 82.
12
Libro de Exámenes ... , I, 87.
13
Ordo Divini Officii Recitandi ... (Vergara 1907) 6.
14
Libro de Exámenes..., I, 93.
15
Ordo Divini Officii Recitandi…, (Vergara 1909) 105.
16
Para todo lo referente a publicaciones del P. Beltrán de Heredia consúltese siempre al P. VICTORINO
RODRÍGUEZ, O. P., Reseña bio-bibliográfica de Vicente Beltrán de Heredia, O. P., en «Miscelánea
Beltrán de Heredia" IV (Salamanca 1973) 613-647, también en separatas.
17
Ordo Divini Officii Recitandi… (Vergara 1910) 118.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 9
18
Ordo Divini Officii Recitandi… (Vergara 1910) 118.
19
Ordo Divini Officii Recitandi... (Vergara 19~1) 11, de la tercera parte, pues cada Provincia
Dominicana (dentro de España) tiene ya su parte correspondiente en el catálogo de ese año.
20
Ordo Divini Officii Recitandi ... (Vergara 1912) 12.
21
Registro II, f. 66 v.
22
Ordo Divini Officii Recitandi ... (Vergara 1913) 12.
23
«La Ciencia Tomista» 11 (marzo-agosto 1915) 388-408; 12 (septiembre 1915-febrero 1916) 34-48.
Advirtamos antes de pasar adelante que en las propias obras del P. Beltrán de Heredia encontramos
bastantes elementos de carácter autobiográfico. Menciono seguidamente algunos lugares de sus escritos
con esos datos: El Antiguo Capitulo Conventual… (Salamanca 1951) 29; Sermo ad Fratres, en «Acta
Capituli Provincialis…» (Villava 1962) 64; Final de la Discusión…, en «La Ciencia Tomista» 80 (1953)
284 s.; Autenticidad de la Bula "1n Apostolatus Culmine"… (Ciudad Trujillo, República Dominicana,
1955) 16 s., 19-21; Cartulario, I, 28 y 34; Miscelánea, I, 10-15. Las fechas de división de período no las
tomamos a veces con todo su rigor, haciendo referencia sólo al momento en que una faceta se hace más
manifiesta en sus actividades docentes o en sus publicaciones. Por ejemplo el contacto con el P. Getino
había comenzado ya antes de 1916, pero es en ese año, cuando, por las circunstancias que indicamos,
comienza a dar sus frutos más sazonados.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 10
3. CONSAGRACIÓN A LA HISTORIA
Otra fecha importante en la vida del P. Vicente Beltrán de Heredia es el año 1928. En
ese ano, veíamos, publicaba su primera obra. La redacción de «La Ciencia Tomista» es
trasladada a Salamanca, y a la ciudad del Tormes viene también nuestro protagonista. Éste iba a
ser su destino hasta el final de sus días. En ese mismo año comienza igualmente su profesorado
en e1 Estudio General de San Esteban, que prolongaría luego al ser elevado éste a Facultad de
Teología y que extendería, asimismo, a la Universidad Pontificia de Salamanca, al ser fundada
ésta en 1940. Raramente tendrá a través de su docencia muchas clases; él era un
especialista muy ceñido a su propio terreno, la Historia de la Teología Española en su
época dorada del Renacimiento. Subía, pues, a la cátedra, con una preparación sin igual,
conociendo los problemas en sus propias raíces y hechos objeto de sus propias vivencias.
Llegó a Salamanca en diciembre de 1928, ya avanzado el curso, pero entonces
mismo le encargaron una clase semanal sobre un tema bien determinado. Lo leemos en
el libro escolar de S. Esteban: "Al cuadro de profesores y asignaturas anotadas en el folio
110 [para el curso 1928-1929] hay que añadir al Muy Reverendo Padre Lector Fray
Vicente Beltrán de Heredia, el cual comenzó en diciembre a poner una clase semanal de
Historia de la Escolástica y es obligatoria para los estudiantes de los dos primeros años
de Suma»30.
Desde su cuartel general de San Esteban de Salamanca el P. Beltrán proyectará y
efectuará continuas incursiones por los archivos y bibliotecas de fondos antiguos, para
llenar sus carpetas de copias de documentos y de extractos de libros raros. Cada vez su
círculo de acción va siendo más grande: Santiago, Barcelona, Sevilla. Pasa las fronteras:
Lisboa (Biblioteca de Ajuda, Archivo de Torre do Tombo), Paris (Biblioteca Nacional),
Roma (Biblioteca Vaticana, Archivo Secreto Vaticano, Archivo General Dominicano...),
Londres (British Museum) y mas ciudades europeas. Tampoco le bastara Europa y
saltará a América (México, Estados Unidos, República Dominicana)31.
Para un ritmo semejante de exploraciones en unas proporciones de tanta
amplitud, se precisaba no estar demasiado sujeto por las exigencias de la vida escolar. En
el curso 1929-1930 no aparece su nombre en el cuadro de profesores y materias 32. En
Salamanca se encuentra, sin embargo, en las siguientes fechas, en que se nos cita
formando parte de los tribunales para los exámenes de los Lectorandos: 26 de septiembre
y 10 de octubre de 1929, y 27 de febrero de 1930 33. Con respecto al curso 1930-1931 nos
28
Ordo Divini Officii Recitand… (Vergara 1924) 149.
29
Supplementa ad Kalendarium Provinciae Hispaniae Ordinis Praedicatorum et Elenchus Fratrum...
(Vergara 1926) 11 s.
30
Registro II, f. 111 v.
31
En los lugares autobiográficos de las obras del P. Beltrán citados en la no ta 23 se mencionan
a veces sus búsquedas en los archivos. Conservamos además un pasaporte, que luego
utilizaremos, la ficha de caja de su billete de viaje a Austin (Estados Unidos) y algunos de los
carnets de investigador.
32
Registro II, f. 114 v.
33
Registro II, ff. 124 v., 128 v., 132 v.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 12
dice el libro escolar, a pesar de que no figura en el cuadro ordinario de lecciones: «EI
Reverendo P. Lector Fr. Vicente Beltrán de Heredia tiene clases de Historia de la
·Orden y de Paleografía. Las de ésta son libres; a las de aquella deben asistir los de
Suma y de Apologética, y tienen lugar los martes de 5 a 6»34.
De algunas ausencias queda incidentalmente constancia en el registro
académico. Sirva de ejemplo este texto: «Junta de Profesores.- Se celebró el 2 de enero
de 1931. Presidió el muy Reverendo P. Provincial Fr. José Cuervo. Asistieron los
Padres Profesores [...], a excepción de los Padres Beltrán de Heredia y Ceballos que
estaban ausentes»35.
Historia de la Orden Dominicana y Paleografía explica también en 1931-1932.
En los cursos siguientes tiene sólo una clase semanal de la Historia de la Orden de
Predicadores36. En 1934-1935 tendrá dos clases semanales, una sobre Historia de la
Orden Dominicana para los estudiantes de Filosofía y otra de Historia de la Teología
para los estudiantes teólogos de tercero y cuarto de Suma 37.
En estos seis primeros años de residencia como profesor en Salamanca, además
de la labor docente, debemos señalar la fundación en 1930 de la colección de
publicaciones científicas sobre Teología con el epígrafe «Biblioteca de Teólogos
Españoles. Dirigida por los Dominicos de las Provincias de España». El P. Beltrán fue
también su director durante más de cuarenta años, es decir, desde su fundación hasta
unos meses antes de su muerte, en que asume su gobierno el P. Victorino Rodríguez. El
primer volumen aparecido fue el de su compañero, infatigable trabajador también, en la
Historia de la Teología, P. Venancio Diego Carro: El Maestro Fray Pedro de
Soto,O.P38.Pronto irán apareciendo y sucediéndose unos a otros los volúmenes
preparados por el P. Vicente Beltrán de Heredia con los escritos inéditos primeramente
de Francisco de Vitoria y más tarde los de Domingo Báñez. Ya en 1932 se publicaron
los dos primeros de Vitoria y en 1934 veía la luz el tercero.
Al mismo tiempo continuaba dando a conocer con sus artículos en las más
varias revistas científicas a los grandes teólogos dominicos del s. XVI o temas diversos de
Historia de la Teología. Así vemos trabajos suyos en «La Ciencia Tomista», «Bulletin
Thomiste», «Anuario· de la Asociación Francisco de Vitoria», «Boletín de la Academia
Gallega», «Archivo- Ibero-Americano», «Archivum Fratrum Praedicatorum». Sus
personajes: Francisco de Vitoria, Domingo Báñez, Matías de Paz, Domingo de Soto,
Bartolomé de las Casas, Martín de Ledesma…
El catálogo de 1936 nos presenta al P. Beltrán con el cargo de Bibliotecario, que
le fue otorgado el día 26 de febrero de 1935; ostenta, asimismo, las funciones de Cronista
y Archivista de la Provincia Dominicana de España39. El 14 de septiembre de este último
año pronunciará el discurso de apertura del año académico 1935-1936 con el titulo-
Rivalidad entre el convento de San Pablo de Valladolid y San Esteban de Salamanca40. El
registro de estudios lo coloca en el cuadro de profesores, compartiendo la enseñanza de la
Historia de la Iglesia, con el P. Alberto Colunga para los alumnos del tercer año de Filosofía.
Eran cuatro clases semanales; dos las daba el P. Alberto Colunga y las otras dos el P. Beltrán41.
No figura, en cambio, en el cuadro de profesores del curso 1936-193742. En 1937-1938 da una
clase semanal de Patrología.
34
Registro II, f. 119 v.
35
Registro II, f. 120 v.
36
Registro II, ff. 124 v., 128 v., 132 v.
37
Registro II, f. 137.
38
La nota bibliográfica completa es, de esta obra del P. VENANCIO D. CARRO. O. P., E1 Maestro Fray
Pedro de Soto, O.P. y las Controversias Político-Teológicas en el s. XVI, I (Biblioteca de Teólogos
Españoles l), Salamanca 1931.
39
Elenchus Conventuum et Fratrum…(Palencia 1936) 7.
40
Registro II, f. 142 v.
41
Registro II, f. 134.
42
Registro II, f. 148.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 13
Cuando más recargado estuvo de clases fue en los años académicos 1938-1943,
en los que hubo de explicar a los estudiantes teólogos de primer curso la Patrología con
una clase semanal y la Historia de la Iglesia con dos clases semanales a los de segundo
curso en 1938-1939, y a los segundo y tercero en 1939-194343. Años demasiado
recargados, sobre todo los cursos 1940-194344, porque hubo de enseñar también en la
recién fundada Universidad Pontificia de Salamanca Historia de la Teología. En la
memoria que recoge la actividad de este centro en el curso 1940-1941 aparece nuestro
biografiado en la lista de profesores de la siguiente forma: «Rvdo. Dr. P. Fr. Vicente
Beltrán de Heredia, O. P., Profesor de Historia de la Teología, principalmente
española»45.
El día 8 de marzo de 1940 recibió el cargo de Pro-Maestro de estudios, que
llevaba consigo el ocuparse de la secretaría del Estudio General. Así lo testimonia el
registro académico: «El día 8 de marzo se leyó ante la comunidad el nombramiento del
Muy Reverendo P. Fr. Vicente Beltrán de Heredia para Pro-Maestro de Estudios, y, hecha
la profesión de fe en manos del Muy Reverendo P. Prior [Alberto Colunga], delegado ad
hoc, se posesionó del cargo»46. Hasta noviembre de 1940 firma siempre como Pro-
Maestro de Estudios y desde diciembre de ese mismo año como, Maestro, también de
Estudios47. El 4 de noviembre de 1940 fue promovido al grado de Maestro en Sagrada
Teología, propio de la Orden de Predicadores, confiriéndosele el 24 de noviembre de ese
mismo año48.
Al iniciarse el curso 1941-1942 en la Universidad Pontificia de Salamanca, el P.
Beltrán tuvo la lección inaugural con el título Controversia "De Certitudine Gratiae"
entre Domingo de 5oto y Ambrosio Catarino 49.
En 1942, en la Segunda Semana Española de Teología, organizada por el Instituto
Francisco Suárez del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y celebrada en
Madrid en el mes de septiembre, pronunció una conferencia sobre el tema Hacia un
inventario de los manuscritos teológicos de la escuela salmantina, siglos XV- XVII,
conservados en España y en el Extranjero50. En ese mismo año en la Asociación
Francisco de Vitoria tuvo también otro discurso bajo el epígrafe ¿En qué año nació Fray
Francisco de Vitoria?51.
Nuevos libros, y nuevos y múltiples artículos salieron de su pluma en esos años
1935-1943. Unos ilustran facetas aun no perfiladas de tólogos ya por él estudiados, como
Vitoria, Soto y Bánez. Otros nos presentan grandes figuras aun por él no divulgadas:
Mancio de Corpus Christi, Juan de la Peña, Bartolomé de Carranza, Juan de Torquemada,
Juan Vicente Asturicense… No faltan abundantes estudios sobre las antiguas
universidades hispanas: Palencia, Salamanca, Oviedo, Toledo, Alcalá, etc.
En 1942 comienza 1a publicación de los comentarios inéditos de Báñez a la
Suma de Teología de Santo Tomás en 1a por el fundada «Biblioteca de Teólogos
Españoles». Todavía hay otros temas de gran interés, cuya alusión no puede ser preterida:
43
Registro II, f. 153v
44
Registro II, ff. 160, l64 v, 171 v., 178, 182 v.
45
La Pontificia Universidad Eclesiástica en su Primer Trienio (Salamanca 1943) 116. De este
volumen, que recoge el primer trienio de actividades escolares de la Universidad Pontificia de Salamanca,
sabemos que se encargó al mismo P. Beltrán de su preparación, trasladándose a Madrid expresamente
para ello.
46
Registro II, f. 168.
47
Registro II, ff. 174 r. y 174 v.
48
Las fechas precisas las hemos tomado de una nota privada del mismo P. Beltrán. Se consigna esta
concesión en Acta Capituli Provincialis Provinciae Hispaniae O. P., anno 1942 (Vergara 1942) 8.
49
La Pontiticia Universidad Eclesidstica en su Primer Trienio (Salamanca 1943) 135.
50
Ib., 137.
51
Ib., 138.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 14
52
Registro II, ff. 187 v., 192, 197 v., 200.
53
Registro II, f. 192.
54
Memoria del Curso Académico de 1944-45 (Salamanca 1945) 12.
55
Registro II, f. 200.
56
Memoria del Curso Académico 1944-45 (Salamanca 1945) 24·26.
57
Ib., 43-47. Esta tesis doctoral ha sido publicada en 1967 en Vitoria (Victoriensia. Publicaciones del
Seminario de Vitoria 24).
58
Memoria del Curso Académico de 1945-46 (Salamanca 1946) 22 ss.
59
Memoria del Curso Académico de 1945-46 (Salamanca 1946) 22 ss.
60
Ib., 51.
61
Viene la noticia en Memoria del Curso Académico de 1946-47 (Salamanca 1947) 295. Fue publicado
el trabajo en «La Ciencia Tomista» (enero-junio 1947) 41-61.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 15
c) Grandes descubrimientos
74
Memoria del Curso Académico de 1950-1951 (Salamanca 1951) sin paginar.
75
Ib., sin paginación.
76
Memoria del Curso Académico 1951-1952 (Salamanca 1952) 45.
77
Memoria del Curso Académico de 1952-1953 (Salamanca 1953) sin paginar.
78
Ib., sin paginación.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 17
definitivamente el arduo problema sobre la patria chica de Francisco de Vitoria, que venía
ocupando desde hacía unos veinte años a varios historiadores de España.
Sobre este hallazgo publicó pronto un artículo en «La Ciencia Tomista», titulado
Final de la discusión acerca de la patria del Maestro Vitoria: La prueba documental que
faltaba79. Llevado siempre por su afán único de la verdad, supo abandonar sus afirmacio-
nes anteriores en desacuerdo con lo ahora logrado y sus sentimientos como alavés al ver
abandonada definitivamente a Vitoria como patria de su figura predilecta en la Historia de
la Teología Española. Dice en efecto en el citado artículo:
«Abrazarla [a la verdad objetiva] una vez conocida suficientemente, es deber
sagrado. Si para ello hay que rectificar afirmaciones anteriores, se rectifican
honradamente, porque eso, lejos de rebajar, enaltece. Lo escribí hace ya 23 años […] y
quiero trasladar aquí aquellas palabras, para que no se crea ser esto una componenda de
última hora. “Os aseguro que por encima de las razones de sentimentalismo está para mí la
verdad objetiva, a la que es preciso rendirse, una vez conocida con certeza… La verdad
tiene mucha fuerza, y dondequiera que se encuentre, yo espero que algún día brillará con
todo esplendor”. Ese día ha llegado»80.
Al año siguiente, también en el mes de abril y en la semana de Pascua, le sonrió
ampliamente la fortuna. La ciencia histórica corona sus pesquisas en torno a la
autenticidad de la bula de Pablo III «In Apostolatus Culmine», que erigía en 1538 la
primera de las universidades americanas sobre el Estudio General de los Dominicos de la
ciudad de Santo Domingo en la isla de La Española, actual República Dominicana. Con
este motivo, invitado por el Gobierno de la isla, pronunció una conferencia en el
Paraninfo de la Universidad de Santo Domingo en la ciudad y república del mismo
nombre el 10 de septiembre de 1954 y le fue impuesta la Medalla de Oro de dicha
Universidad81.
Además de toda esta ingente actividad académica y de conferencias e
investigaciones, continuaba ofreciendo con su pluma libros y artículos, preparados con el
máximo rigor científico. Prosigue la impresión de los comentarios inéditos de Vitoria y
Báñez, se ocupa de abundantes temas inquisitoriales, particularmente con respecto a los
alumbrados del s. XVI, perfila diversos aspectos de la historia del convento dominicano
de San Esteban de Salamanca, continúa sus publicaciones sobre los teólogos de la Escuela
Salmantina y sobre la historia de la Universidad de Salamanca. Sus recensiones y sobre
todo sus notas críticas -abundantes en este tiempo- son a veces también acabados estudios;
cito como ejemplos las notas a los libros de J. de Mata Carriazo sobre la crónica de Lope
de Barrientos, de G. Marañón sobre Antonio Pérez, de Bernardino Llorca sobre las bulas
papales acerca de la inquisición española.
79
«La Ciencia Tomista» 80 (1953) 274-289.
80
Ib., 285.
81
V. BELTRÁN DE HEREDIA, O. P., "La Autenticidad de la Bula "In Apostolatus Culmine", base de la
Universidad de Santo Domingo, puesta fuera de discusión (Ciudad Trujillo, República Dominicana,
1955).
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 18
tuvo una conferencia el día 16 bajo el titulo Los tres primeros siglos del Convento de San
Esteban82. En 1a IV Semana Española de Filosofa, tenida en Alcalá en mayo de 1957,
disertó sobre el tema El pensamiento filosófico de Cisneros 83. En 1958, en la Cátedra de
Francisco de Vitoria de la Universidad Literaria de Salamanca dio también una
conferencia, titulada Información y cartas inéditas del licencia Hernando Vázquez de
Menchaca84. Ante el Capítulo Provincial de la Provincia Dominicana de España, reunido en el
convento de Santo Domingo de Caleruega (Burgos) en los días primero y siguientes de
septiembre de 1962 dirigió a los Padres capitulares el discurso llamado «Sermo ad Fratres»,
titulado Necesidad de fomentar los estudios históricos en la Orden y particularmente en la
Provincia85.
En sus publicaciones desde 1954 a 1962, en que se jubila de la cátedra de
Historia de la Teología, nos ofrece artículos sobre lo más variados temas de 1a historia de
la cultura española. Unos prolongan sus estudios sobre los grandes teó1ogos o las diversas
universidades y academias hispanas y sus proyecciones en Europa y América: Juan de
Torquemada y los concilios del s. XV; el Colegio Español de Bolonia, etc. Varios
estudios hacen referencia a la historia de 1a espiritualidad dominicana y española: el
convento de San Esteban, San Ignacio de Loyola, Domingo de Baltanás… Se ocupa
también de la Universidad de Salamanca y de figuras ilustres en campos diferentes al de
1a Teología, como del jurista Fernando Vázquez de Menchaca y del poeta Juan de Mena.
Dos grandes libros nos ofrece asimismo en este tiempo: uno biográfico sobre Domingo de
Soto, y otro sobre Melchor Cano, Domingo de Soto y Juan de la Cruz, con la reedición de
sus tratados espirituales.
El último recorrido por los archivos extranjeros lo efectuó en 1960.
Conservamos su último pasaporte, usado solamente para sus tres idas a Roma entre los
años 1957 y 1960. Por el sello de la Policía del aeropuerto de Ciampino, de Roma,
ponemos a continuación las fechas de sus entradas y salidas de la Ciudad Eterna, a la que
iba en avión desde España para estudiar en sus archivos y bibliotecas. En el citado
pasaporte se consigna como primera fecha de llegada a Ciampino el 29 de diciembre de
1957, como fecha de salida, de nuevo para España, el 15 de junio de 1958. En la segunda
vez que usa el P. Beltrán su último pasaporte se consigna como llegada a Ciampino el 28
de diciembre de 1958 y como· salida de dicho aeropuerto el 21 de julio de 1959. El
tercero y último de los viajes tiene anotado como día de llegada a Roma el 3 de enero de
1960 y como día de salida del aeropuerto romano de Ciampino el 22 de mayo de 1960.
e) Su obra inmortal
82
Sobre estos actos y conferencias puede verse RAMÓN HERNÁNDEZ, O.P., Los veinticinco años de la
Facultad de Teología de S. Esteban de Salamanca, «Ciencia Tomista» 99 (1972) 522-524.
83
Memoria del Curso Académico de 1956-1957 (Salamanca 1957) 38.
84
Memoria del Curso Académico del 1957-58 (Salamanca 1958) 32.
85
Acta Capituli Provincialis Proviciae Hispaniae ... (Villava 1962) 63-75.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 19
86
Sobre este homenaje ve RAMÓN HERNÁNDEZ, O. P., Los veinticinco años de la Facultad de Teología
de S. Esteban de Salamanca, «Ciencia Tomista» 99 (1972) 535 s.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 20
trabajo incansable. Un día uno en un tono medio familiar medio festivo le llamo 'viejo'. El
reaccionó enseguida: 'Yo no soy viejo; una cosa vieja es una cosa inútil'. Él, que pese a sus
ochenta y seis años, estaba en plena efervescencia productiva, que tenía fraguados tantos
planes para los años venideros, que soñaba con más ilusión que cualquier joven, no
merecía el nombre de viejo, de cosa inservible y arrinconable. Así fue hasta el final de
irreductible su genio».
Fue enterrado- en el Panteón de los Teólogos del convento de San Esteban de
Salamanca, después de una misa de funeral concelebrada por unos cincuenta sacerdotes,
dominicos la mayoría, venidos de los diversos conventos de la Provincia Dominicana de
España. EI P. Provincial, Jacinto Hoyos, pronunció una densa y emotiva homilía,
resaltando los valores intelectuales, humanos y sobrenaturales del P. Vicente Beltrán de
Heredia y proponiéndolo a todos como ejemplar acabado del fraile dominico, al que bien
merece la pena imitar.
Las muestras de condolencia recibidas en esos días fueron muy abundantes y del
más variado origen: los obispos de Salamanca y Ciudad Rodrigo, las autoridades civiles y
universitarias de Salamanca, familiares y amigos, superiores mayores y de muchas co-
munidades de religiosos y religiosas. Cito expresamente sólo a las representaciones civiles
y culturales, fuera de la provincia de Salamanca: el Ayuntamiento de Burgos, que ya se
había unido a la distinción que proponía hacerle el de Salamanca con la concesión de la
Medalla de la Ciudad; la Real Academia de la Historia, de la que el P. Beltrán era
miembro correspondiente; D. Ángel González Álvarez, Secretario General del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas; D. Joaquín B1ázquez Hernández, Director del
Instituto «Francisco Suarez»; D. Alberto Comenge, mecenas en la impresión de la
Miscelánea Beltrán de Heredia; J. M. Razquin Jene, Presidente de la Diputación de
Lérida.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL por Ramón Hernández Martín, O. P - 21
COMPLEMENTO
El Cartulario de la Universidad de Salamanca87
o simplemente fechas o lugares, cambian como por arte de magia su tradicional careta
para asomar su verdadera personalidad.
Contra López Ferreiro, los clérigos compostelanos del siglo XIII no hacen de
ordinario sus estudios en París, sino en Bolonia (t. I, p. 91 s.). Los historiadores clásicos
del Colegio de San Bartolomé de la ciudad del Tormes, en su afán triunfalista con
respecto a su instituto y al fundador del mismo, son corregidos en puntos importantes y
completados en omisiones graves que desfiguran la realidad (t. I, p. 282). El canciller
Pedro López de Ayala adquiere nuevos contornos y recibe base científica con respectos a
otros (t. I, p. 151 ss.). Juan Alfonso Martínez de Segovia es puesto críticamente en su
lugar frente a sus apologistas rutinarios (t. I, p. 372 ss.). Nuevas noticias y precisiones
vienen a enriquecer las figuras de Rodrigo Sánchez de Arévalo, de Clemente Sánchez
Vercial, de Alfonso Fernández de Madrigal (El Tostado), Juan Alfonso de Mella, Juan de
Flores…
Personalidades de primer orden de nuestra literatura, como Juan de Mena y el
arcipreste de Talavera, Alfonso Martínez de Toledo, son objeto de amplio estudio, en que,
siguiendo con la vista los documentos, se corrigen muchos puntos biográficos y se
ofrecen nuevos conocimientos de la forma de ser y de obrar, insospechados hasta ahora
por los historiadores.
Pero la edad de oro de la Universidad salmantina, cuando irradia hasta el máximo
su poder y presenta series encadenadas de hombres relevantes y de obras inmortales,
comienza con los Reyes Católicos. El volumen II y siguientes recogen la documentaci6n en
torno a la Universidad durante el reinado de los Reyes Cató1icos y de todo el siglo XVI.
Con razón llama al renacimiento español, a partir de entonces, "renacimiento sin
paralelismo posible con el de los otros pueblos" (t. II, p. 14) por sus peculiares características y
por su proyección en Europa y principalmente en el Nuevo Mundo. También la Escuela
Teo1ógica Salmantina aparece como única, logrando metas no alcanzadas ni en París, ni en
Colonia, ni en Roma (t. II, p. 16). Este encumbramiento del centro universitario salmantino se
debe al empuje dado por la reina Isabel en su esfuerzo por lograr la trasformación de Castilla,
tan postrada y debilitada cuando se encarga ella de su gobierno.
La fama universal que adquiere en seguida Salamanca fue particularmente en el campo
teológico con la renovación lograda en esa ciencia por Francisco de Vitoria, formador de la
conocida Escuela Salmantina, que atrajo a la ciudad del Tormes estudiantes de otras
nacionalidades y llevó sus doctrinas y métodos a los otros centros europeos y americanos.
El cartulario ofrece material abundante para otros campos distintos del teológico: la
fábrica del conjunto de las construcciones universitarias, las catedrales, los colegios, la literatura
científica con sus maestros y sus aplicaciones, sean estas de orden físico, o agrícola o industrial;
interesante a este respecto la planificación para el trasvase del Rio Frío al Carrión (t. III, p. 353
ss.).
Las personalidades que hace desfilar el autor desde principios del siglo XVI, siempre
con datos nuevos que añaden nuevos rasgos a los ya conocidos o corrigen los precedentes, son
muy numerosas, formando una verdadera galería de celebridades salmantinas o ligadas a su
academia, que no puede ser olvidada.
El tomo III termina con un buen conjunto de piezas documentales extraídas del British
Museum. Ya había ofrecido varias con respecto a personajes estudiados aisladamente, pero al
final agrupa otras, en las que puede de modo particular apreciarse la solicitud de los reyes de
España por colocar al frente de los puestos de responsabilidad a los sujetos más aptos, salidos
de nuestros centros universitarios, entre los cuales figura en primer plano la Universidad de
Salamanca.
Auguramos para esta magna obra los máximos honores en todas las buenas bibliotecas,
como instrumento de trabajo insustituible con respecto a nuestra Alma Mater y a nuestra cultura
española antes del 1600.
Ramón Hernández Martín O.P.
BELTRAN DE HEREDIA, HISTORIADOR UNIVERSAL
Angarmegia: Ciencia, Cultura y Educación