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‘Tratado de sociedades Mereantiles CAPITULO T “RENCIAS HISTORICAS DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES REF 1) INTRODUCCION BI estudio de la sociedad mercantil, constituye sin lugar a dudas una de las més tieas e inagotables teméticas. La bibliografia es abundante y amplia, como lo es también In gama de enfoques y posiciones tanto en el Ambito doetrinario como legislative. Y es que efectivamente, Ia existencia de la sociedad mercantil es un hecho esenoial y relevante para la marcha econémica de la colectividad, trétese de regimenes capitalista liberales 0 de regimenes econémicos que se estructuran en funcién de Ia interveneién del Estado, 0 lo que es lo mismo, en franca oposicién a los prineipios del capitalismo.- Se configura asi como uno de los ‘més importantes eventos que el hombre ha realizado en toda su historia; éste instrumento téenico permite la captacién de capital, al tiempo que fomenta el ahorro y posibilita el hacer frente a empresas que por su dimensién requieren una enorme y vasta concentracién de capital y de energia de trabajo'. La sociedad mercantil es una estructura juridiea que, ontoligicamente, tiene una existencia ideal, es una persona juridica, un sujeto de derechos y obligaciones; “capaz de realizar actos juridicos; titular de un patrimonio, responsable frente a terceros de las consecuencias de su actividad juris En le actualidad existe un predominio cada ver més ereciente de los empresatios colectivos (sociedades mercantiles, especialmente capitalistas), sobre los empresatios individuales, en cuanto los requerimientos del tréfico mercantil modemo tornan en un imperativo el fenémeno asociativo para realizar wna actividad econdmica lucrativa con el fin de repartirse entre si las ganancias obtenidas. 2) BREVES REFERENCIAS HISTORICAS Las sociedades mereantiles aparecen en la historia cuando las necesidades del incipiente téfieo merzantil las requieren; de igual manera sus estructuras juridicas, se van formando en consonancia con dichas exigencias, siendo luego receptadas por el ordenamiento pos * Vivante, C.- Tratado di dito Commerciale, Sta. ed. Il NUmero 300, pagina 20 2 Cervantes Ahumada R.--Derecho Mercantil, edi, Herrero Pagina 37 ® Controntar Zaldivar Enrique y otros.- Cuadernos de Derecho Societario. - Volumen I , El Abeledo Perrot Buenos Aires, Argentina, Pagina 1 a7 Jorge Roberto Maradiaga M. El antiguo derecho no conocié Ia institucién de la sociedad con personalidad Juridica, la que es una creacién del derecho moderno®; empero, en el Derecho Romano se advierte la existencia de ciertos contratos que pueden considerarse origen o fuente directa de algunos de los actuales tipos societarios; En Roma para el caso, existicron las saciefatis publicanorum, que tenian_por_objeto_la_explotacidn_de_arrendamientos de Impussios, cl asteeimiento de viveres y ropa para el eército, fa explotaciOn de salinas, la ejecucién de obras importantes, ——~ El tiesgo del comercio_maritimo ereé ta necesidad de limitar la responsabilidad de Tos armadores 0 de compartir dicho riesgo.- Para satisfacer tal necesidad, los comereiantes matitimos inventaron dos instituciones: El préstamo @ la’ gruesa y el contrato de commenda; éstos eran contratos que agrupaban a dos 0 mAs socios, uno gestor y otro capitalista, Por el primero, el prestamista_entregaba_al_prestatario (Naviero) una cantidad de dinero 0 mereaneias; el derecho de cobrar 10 prestado se condicionaba a la feliz realizacién o culminacién del viaje. El contrato de commenda nace en siglo XII, y consiste en el encargo dado por el commendator o socio capitalista, al tractator 1r) para que éste opere corel diners ‘ue aquél Te proporciona, Estos dos contratos constitayen en suma la primera etapa de las sociedades mercantiles, etapa caracterizada precisamente por ser meramente ocasionales 0 transitorias; es decir, constituidas para la realizacién de un fin determinado en un plazo breve. La Segunda etapa se caracteriza por la-marcada evolucién de la Commenda, como resultante de las necesidades creadas por la evolucién misma del trafico mercantil, que demanda la creacién de nuevas formas jurfdicas de asociacién. Es as{ como aparecen alrededor del siglo XIII en las citudades italianas de la Toscana, las compaiiias generales o colectivas, antecedente directo de las sociedades de este tipo, asi como la en comandita, Y es que efectivamente resulté imprescindible constiwir compaiias mas duraderas, estables y complejas que ia commenda, para agrupar capitales mayores y abarcar diversas actividades mercantiles.~ La sociedad colectiva tuvo un cardcter famitiar, ditigida por la persona de mayor predicamento en el gtupo. Genietalmente funcionaba en la misma casa de habitacién de Ia familia;= Es por tanto, el resultado de ta transformacién de empresas individuales artesanales en sociedades basadas en el trabajo de los hijos de los artesanos y atin de todos los miembros de la familia que actuaban en forma “ Véase Paillussean Jean.- La Socielé Anonyme, Tecnique Diorganisation de Lientropriso.- Paris 1967, Pagina 40 38 @ @ plao Quen sh conjunta como representantes de la sociedad, y de ahi dimana justamente la responsabilidad personal y solidaria por los actos realizados en su nombre. A comicnzos de laCFided Moder aparece el capitalismo comercial, caraeterizao por el rol del capital como factor de expansidn econdmica Con pindess ios grandes descuibrimientos geogrificos, los Estados colonizadores tuvieron aque afrentar la gran tarea de colonizacién de las tierras descubiertas, y dado gue no estaban preparados para ello, la sociedad anénima se convirtié en el erande y poderoso auxiliar del Estado colonizador. Zoe renunsinreon fi y dec Fil origen de 1a sociedad andnima 0 su precedente mas inmediato se encuentra cen las compafifas Holandesas de las Indias Orientales, fundadas en 1602, siglo de ta primera explosién capitalist y del expansionismo ligado a la actividad colonial’. Nacen justamente cuando es necesatia la primera acumulacion de capital, que con carécter generalizado se produce con la primera revolucién comercial.- Su creacién responde a una alianza entre 1a ineipiente Burguesia, Industrial y Comercial la Monarguia, queso explica “porque la prima et interesada en realizar la colonizacién siempre que le sean concedidos determinados privilegios para Hlevarla @ cabo, a su vez Ia monarquia ve en estas empresas un instrumento-adecuado para aumentar su poder politico y econémico”, yy, x sta tercera etapa que abarca hasta el siglo XIX, se puede puntualizar como ta del aparecimiento de las sociedades de capital, al tiempo que marca la plenitud y madurez de las sociedades mercantiles.- Con las acciones, atomizadoras del capital social, que se distribuia en muchas manos, surge la sociedad anénima en su modema funcién de formadora de grandes capitales por medio de la captacién de pequefias aportaciones miiltiples.- La’ sociedad andnima se convierte en Ja columna vertebral del sistema capitalista’. Més, en una ‘itima etapa, que se ubica en el curso del siglo XX las forma econémicas y juridicas de las empresas mercantiles suften marcadas transformaciones en su tradicional concepeién.- Ello se _ debe fundamentalmente a un doble fenémeno: el surgimiento de fas sociedades de economfa mixta, que entrafian una participacién del Estado en activi ie artnarig sion eenades Se ee mereantiles, y las grandes concentraciones industtiales (TRUSTS, KARTELS, KONZERN, etc.) también conocido como la aparicién de los “grupos de sociedades”, Es dable sefialar que atin cuando las sociedades que conllevan limitacién de responsabilidad de sus integrantés ocupan hoy en dia Ia cima de Ja actividad { Cite Broseta Pont Manuel.- Manual de Derecho Mercantil Edit. Tecnos, Madi, Pagina 192, ‘bid Pagina 192 ” Cit. Ripert Georges.- Aspectos Juridicos del Capitalisme Modemno, Pagina 50. Jorge Roberto Maradiaga M. juridica y econdmicas, su introduccién y divulgacién como instrumento ‘écnico ficilmente accesible a los particulares no es muy antigua; en realidad cs propia del siglo XIX; empero, de entonces a fa fecha han experimentado una casi dramétiea evolucién que en muchos aspectos de vital significacion, hha amenazado con dejar rezagados a la doctrina y al legislador'. Estos entes socictarios comienzan a ser descritos como una simple asociacién de capitales para una empresa determinada, cuya administracién y gobierno estaba a cargo de los accionistas, entre quienes se distribuia las utilidades resultantes de la especulacion, Paulatinamente, las sociedades van adquiriendo independencia frente a sus accionistas y de ahi que la administracién y gobiemo se desplaza a manos de dlirestores independientes y profesionales, produciéndose el fendmeno conocido como “poder sin propiedad” ? (BI poder concentrado en manos de los ditectores).- Ademés, Ins utilidades de Ia sociedad son volcadas principalmente a las exigencias de Ja empresa, a su redimensionamiento, por via de reinversién, previo pago por regla general « los socios de alguna cantidad en concepto de utilidades, a fin de no desvirtuar la causa del contrato socictario, Pero en una tercera y extraordinariamente difundida variedad, la sociedad no constituye una persona juridiea independiente, sino que se integra dentro de un complejo mucho més extenso.~ En ocasiones ese complejo se limita a aviar a la sociedad para la realizacién de su objefo; otras, en cambio, utiliza esta forma socictaria como mero “instrumento” para la realizacién de fines que resultan ser gjenas a esta tltima, De esa manera, se advierte hoy Ia aparicién de “grupos de sociedades” cuyo tema principal es probablemente la determinacién de la responsabilidad de la controlante y del grupo por las actuaciones ¢ insolvencia de algunas de ellas.- El tema es “Per se” complejo y mayor es, debido a la diversidad de funciones para las que (dentro de un grupo) puede ser instrumentada una sociedad, lento que no se limita sélo a la de ser titular de una empresa 0 negociacién, sino de varias; a la existencia de situaciones de control y dominio sobre otra u otras sociedades por medios distintos de la participacién accionaria; y Finalmente, debido a In mareada aceleracion de In intemacionalizacion de las relaciones comerciales y la concentracién de capital!®, Como producto de la separacién de patrimonios y consiguientemente de la limitacién de responsabilidad, el fendmeno de concentracién de sociedades conlleva a ciertos abusos y desviaciones que el ordenamiento juridico debe ® Vease Lepera Sergio,- Cuestiones de derecho Comercial Modemno Edit. Astrea, paginat33 ° ofr, Borlo A. Power without property; Londres 1960, pagina 10 y siguientes. *® Véase Lepara Sergio. Op. Cit. Pagina 136 40 | ‘Tratado de sociedades Mereantiles preeaver- La doctrina del Disregard conocida en espafiol como de ‘“allanamiento de la personalidad”, ha venido a cumplir un papel muy importante; esta doctrina importa en suma, prescindir de la concepcién de la sociedad como una persona juridica independiente, y prestar adecuada atencién a los reales titulares 0 a los reales intereses que Se gestan a través de forma societaria, ‘Tratado de sociedades Mercantiles CAPITULO I NATURALEZA DEL ACTO CONSTITUTIVO DE LA SOCIEDAD Sumario: 1, Introduccién, 2. Doctrinas: a) La doctrina clisica: El contrato de sociedad.- b) Doettina del acto social constitutive. c) Teorfa del acto complejo.- d) Teorfa de la institucién. Critiea.- e) El contrato Plurilateral o de “Organizaci6n.- Diferencias entre contratos Plurilaterales y de cambio, INTRODUCCION os estudios con relacién a la naturaleza del acto constitutive de las sociedades mereantiles nos muestran claramente los diferentes enfoques 0 concepciones, los que indefectiblemente estén intimamente vinculados al momento histérieo determinado. Como es natural, se ha experimentado una evolucién en esas concepeiones que han conducido a que actualmente la inmensa mayoria de la doctrina y de las legislaciones conciban a las soviedades mereantiles como hijas de un contrato plurilateral de organizacién, tal como lo hace nuestro Cédigo de Comerci DOCTRINAS is teorfas 0 doctrinas que pretenden explicar la naturaleza del acto constitutivo de Ia sociedad quedan enunciadas en el sumario precedente y a cllo habremos de referimos de inmediato: ‘La Doctrina Clisica, El Contrato de Sociedad tis usual Ja expresién proveniente de 1a legislacién civil francesa, luego reproducida en todos los eédigas decimondnicos, de que la sociedad es un conirato!.- A esta influencia no se ha sustraido nuestra legislacién, pues si bien el Cédigo de Comercio de 1950 no consagra definicién 0 concepto alguno, no es menos cierto que si lo hace el Cédigo Civil de 1906, cuando en su articulo 1782 expresa: “La sociedad 0 compafifa es el contrato por el que dos o més personas estipulan poner un capital o algo en comiin con el objeto de repartir entre sf las ganancias o pérdidas que resulten de la especulacién.” Fs preciso puntualizar, que Ia sociedad cs una persona juridica, un comerciante sujeto de derechos y obligaciones, y que por tanto, no debe confundirse con el acto juridico del cual dimanan, Sirva lo anterior para aclarar y dejar sentado que cuando se habla de la sociedad como un conttato, se esté haciendo referencia insita al acto juridico del cual nace, mas no a la (cralidad de la expresién, sin que ello importe deseonocer la fntima conexién cntte Ia persona juridica y el contrato, la que perdura durante la vida de la sociedad. " Exprosa El Cédigo Civil Napolednico.-"La Sociedad es un contrat... (Aiticulo 1832). 43 Jorge Roberto Maradiaga M. La doctrina eldsica trat6 a la sociedad como uno mis entre los varios contratos del derecho privado®. La ubic6 como uno mas entre los actos voluntarios, bilaterales y conmutativos determinantes de derechos y obligaciones; se clasificaba como un contrato sinalagmatico como otros, al que se reconocia, eso si, algunas modalidades propias*; pero no determinantes de una categoria contractual diversa La concepeién contractual de Ia sociedad aceptada en forma univoca por la doctrina tradicional, constituyé Ia explicacién objetiva de un derecho positive cuya sistemética la reglamentaba entre los eontratos, tal Jo que ocurre con nuestro Cédigo Civil, que la ubica en el libro IV “de las obligaciones y contratos” titulo VI, articulo 1782 y siguientes. sa concepiualizacién, es rotundsmente negada por la doctrina dominante, apoydndose en los siguientes argumentos*: A diferencia de lo que ocurre en Jos contratos conmutativos, en el acto constitutivo de ta sociedad, no existen prestaciones de las partes que se crucen como contraprestacién, sino prestaciones que salen de Ta esfera patrimonial de cada una de ellas, que Concurren a la formacién de un patrimonio social; resulta imposible aplicar al negocio constitutive de la sociedad gran parte det régimen juridieo de fos contratos bilaterales (por ejemplo, la cldusula resolutoria técita y la anulabilidad por vicios del consentimiento). En los contratos conmutativos, la jnclusién de un nuevo contratante supone la modificacién fundamental det contrato; en el de sociedad, es normal la inolusién de nuevos socios 0 la Sustitucién de los existentes; y finalmente, se argumenta que el acto constitutive de fa sociedad determina el nacimiento de una persona juridica distinta de los socios, que supone vinculos juridieos permanentes que no se extinguen por su cumplimiento, como en efecto ocurre en los contratos bilaterales. Teoria del Acto Social Constitutivo El primer esfuerzo dirigido a la fijacién del concepto de sociedad se debe a la dovsina alemana, a través de los esfuerzos de Von Gierke* y Kuntzc*. ? Gfr.- Maradiaga M. Jorge Roberto.- La Sindicacién de Acciones Edit. Depaima. Bs. As. ‘Argentina, 1981, pagina 7 8 \Vease Thaller E.- Traite E.emntaire de Droit Commercial, Sta. ‘edicién pagina 157. Ademas Vieate Cacar Tratado de Derecho Mercanti, Madrid 1952, tomo 2 pagina 31 quien exprese: sera momento en que conclayen aquel acto consiuvo esta “El uno front aloe” como fr cuaiquer aco bitter y conmutatve, después, al ejecularo, cambian de postura y se eo aaa a tor uno al lado de ott", porque mediante la eseritura de la sociedad sus interoses ‘opuestos ce funden en un “Inlerés Comir Cir Broseta Pont M.- OP Cit. pagina 160; Rodriguez Rodriguez Joaquin. Tretado de ssocladades mercanties tom |. Edt Porrua, México pégina 14 ®Gierke Von.- Deutsches Privatrecht, Leipzing, 1985 © Kunlze.- “Dor gesamtakt Ein Never Rechibegritf, en fest gabe der Leipziger Juristen Fakultat F. Mueller, 1892. Tratado de sociedades Mercantiles cional como uno més entre los Cuestionaron duramente su calificacién tradi vontratos del derecho privado. 1} primero de los autores, a partir de la insuficiencia del contrato para explicar lus multiples relaciones que se derivan del vinculo social concertado, especialmente en lo atinente a su aplicacién frente a terceros, y de los socios livnte a a “corporacién” enuncié su teorfa del acto social constitutive. rogular situaciones objetivas, no es capaz de crear una personalidad juridica, xin sujeto de derechos,- Afirma, la sociedad no tiene un carécter contractual, sino el de un acto unilateral constituide por la expresién de las voluntades de los soeios dirigidas a la creaci6n de una persona distinta de ellos. Para este autor, la sociedad es un acto constitutivo unilateral, puesto que “la sociedad desde que se inicia hasta que se perfeceiona supone un sdlo acto Juridico, en el que la voluntad de los participes se proyecta unilateralmente”. Vin suma, la teorfa del acto social constitutivo surge al amparo de los cuestionamientos’ sefialados en el primero y segundo pétrafos de este iypartado; empero ésta es a su vez. objeto de algunas objeciones, tal la que pone de relieve que, el efecto del acto constitutive no es sélo la creacién de tuna personalidad, sino también el establecimiento de una serie de derechos tuirgo de los socios y de la sociedad. ‘Vwatando de superar tales eriticas surge Ia teorfa del acto colectivo con una concepeién sumamente parecida Segin la opinién predominante, acto vlectivo seria: aquél acto pluripersonal en que la manifestacién de las voluntades singulares se unen para la satisfaceién de intereses paralelos.~ Se sulvierte que més gue en la creacién de la personalidad juridica, insisten en la lnificacidn de una de las diferentes manifestaciones de voluntad, obviamente con un propésito determinado ‘Val como tendremos oportunidad de demostrarlo, la teoria del acto social constitutive ha sido totalmente superada, méxime si se toma en cuenta que pura su autor Gierke, Ia personalidad tiene una realidad extrajuridica, 10 cual hoy en su dia es inadmisible, por cuanto las sociedades mercantiles no s6lo son reguladas por tos Cédigos de Comercio, sino que la tendencia sronctalizada es més bien Ia emisiOn de cuerpos especificos, en algunos casos denominados Ley de sociedades mercantiles o Ley de sociedades comerciales, los cuales recogen como es natural todos los requerimiento concretos, pues el derecho es una respuesta a la realidad. Jorge Roberto Maradiaga M. Teoria del Acto Complejo Bl ereador de esta teoria es el aleméin Kuntze apoyado por autores como Witte y Windscheid, ésta alcanzé mayor difusién que la anterior por cuanto conts con ardientes seguidores tanto en Francia como en Italia.~ En este iltimo pats, fie incluso ampliada por Rocco, quien eonstruyé la teorfa del negocio juridico mereantil’, El parecido de ambas doctrinas es extraordinario, sus autores tienen como comin punto de partida la insuficiencia del contrato para explicar cualquier efecto juridico que trascienda la mera relacién juridiea entre los socios; sin embargo existen ligeros matices que las diferencian. De conformidad con la opinién predominante el acto complejo seria aquél en que las voluntades individuales no sé6lo son interdependientes y juegan unidas, sino que se finden en una sola voluntad.- La diferencia con el contrato - se argumenta - es que éste sélo produce efectos entre las partes contratantes, en tanto que el acto complejo puede influir también en la csfera jurfdica de terceros; en el conttato las manifestaciones de voluntad son opuestas y antagénicos los intereses de los contratantes, mientras que en el acto complejo, las manifestaciones de voluntad son interdependientes y coincidentes los intereses de los participantes. Del simple anélisis de esta teorfa dimanan una serie de objeciones que Ia tornan también vulnerable.- Obviamente y puesto que los socios se proponen crear mediante la sociedad una empresa mercantil colectiva, Hamada en principio, a generar para todos ellos sin distincién alguna, beneficios, no cabe duda que, desde este punto de vista, sus intereses son coincidentes; empero, no es menos cierto, que desde el momento de su constitucién, durante su funcionamiento y atin en a liquidacién los intereses de los’ socios son opuestos 0 conflictivos. Asi por ejemplo: en lo relativo a la valoracién; cuando se efectite una aportacién en bienes distintos del numerario, el socio aportante pretenderd obtener Ja més alla valuacién, en cambio los otros estarin en el extremo opuesto; en Jo tocante a la distribucién de utilidades, al socio gestor no le interesard; en cambio para el socio inversor serd trascendente y finalmente, en Ja determinacién de la cuota de participacién en la liquidacién del patrimonio ” Cf Messineo Francesco.- I negocio glurdico plurilaterala, Milano pagina T7.- Femara F. Teorie delle persone gluriichi, 2da. edic. 1923, pagina 785 que sostiene: “ Da Accogliersi 6 la dottrina che nel” allo di costituzione vede ‘un alto collective, cidé un acoordo de pid dichiarazione para quelle rivolte allo stesso fine, © non aid incrociantesi fra di loro in punto di coincidenza, come Avwiene, nello schema contrattuale". Ver en sentido opuesto a la sis por nosotros sostenida: Soprano, Tralalto teorico praltico delle societé commercial, |, ndmeros 101 y 102, igualmonte Salandra. La societé irregolare, segunda edicién, quien éxpresa que existe un contrato en las relaciones intemas y un acto complejo en las externas. 46 ‘Tratado de sociedades Mereantiles al, cada socio lucharé por una mayor asignacién, a pesar de las normas claras en el sentido de que dicha cuota sera fijada en forma proporcional al valor exhibido de las acciones. in suma, no hay en la sociedad coincidencia de intereses*, afirmarlo no es ands que una utopfa; 1o que sf hay es, comunidad de fin, y esa comunidad de fin s6lo es un medio para la satisfaccién de los encontrados intereses de las partes? Teoria de la Institucién EI mds fuerte embate a la caracterizactén de la sociedad como contrato, fue articulado por Ja teoria institucionalista.- En efecto, la doctrina tradicional (contractualista) fue sometida a una fuerte critica y duro cuestionamiento, Dentro de este contexto se seffalaba que la misma estaba dotada o impregnada de wna intencién de reforma, que (rasluefa un linaje politico, y no estructuralmente juridico. La teorfa institucionalista niega la aplicacién absoluta del principio de autonomia de 1a voluntad en materia de sociedades comerciales, asi como el de Ia libertad de contratacién, consecuencia del primero, por cuanto sus seguidores sostienen la existencia de un interés comtin; el de la comunidad. Esta teorla debe su elaboracién al pensamiento de los franceses Maute Hauriou'? y Georges Renard’, Conté con seguidores en Alemania y fue retomada por uno de los més prestigiados autores franceses, Ripert quien expresa “es necesario abandonar resueltamente como inadecuada esta idea de contrato y ver en ta fundacién de la sociedad una institucién jurfdica de un tipo original”, Hauriou, define la institueién como una idea de obra o de empresa que constituye una realizacién independiente de la voluntad subjetiva de individuos determinados y que se caracteriza por su duracién en el medio social fr. Rodriguez y Rodriguez J. Op. Cit. Pagina 18, quien expresa: "No hay, pues, en la ‘sociedad coincidencia de intereses; hay, si una comunidad de fin, pero esa comunidad de fin {g8.s6lo un medio para la satistaccién de ios inleroses contapuestos de las partes. *Cit- De La Cémara Manuel. Esludios de Derecho Mercantil, tomo |, Edit, le Derecho Flnanciero, Madrid, Pagina 276.- Rodriguez R. Joaquin.” OP, Cit. Pagina 18. {1 Hauriou M. - Précis de Droit Administatf et de ceok pubic, Paris 1919, *" Renard G. - La théorie de L'instition, essai d'ontolodie juridique, 1r vo. patio juridique, Paris 1930, " Ripert Georges - Tralté Elémentaire de droit Commercial No, 627, edit. gon. de droit et jurisprudence, Paris 1959, pagina 40, Jorge Roberto Maradinga M. El tratadista Renard la define como un organismo dotado de propésitos de vida y de medios de accién superiores en poder y en duracién a aquellos de los individuos que lo componen. Emili Gaullard, uno de sus més brillantes expositores, glosa los puntos en que reposa dicha teoria a: El eontrato originario da nacimiento a “una institucién”; es decir, a un organismo que tiene por finalidad la realizacién de un interés intermedio entre el interés del individuo y del Estado”, La sociedad es un sujeto de derechos, porque ella comporta un interés propio distinto del de los socios y una voluntad propia para defenderlos, La sociedad comporta una idea de autoridad, necesaria para el cumplimiento del fin comiin a que ella debe tender. “BI poder no puede ser attibuido en vista de intereses individuales, sino del interés comiin; no puede ser repartido en forma igualitaria sino en forma proporcional a los servicios rendidos al interés social", La sociedad Hleva implicito un interés perdurable, a diferencia del contrato que tiende a una operacién tinica.- De aqui la “regia de la continuidad”, Las cléusulas estatutarias “son vias y medios establecidos para la consecucién del interés social.” Por tanto, pueden variar de acuerdo a las necesidades del interés sociel Critica a la Teoria Institucionalista. Hay que convenit que las reglas que presiden la constitucién y funcionamiento de las sociedades se alejan de la coneepeién tradicional que tenemos del contrato; empero tampoco fa teoria de la institucién nos oftece una concepeién o una construccién satisfactoria, a pesar de la difusién alcanzada y del peso de algunos de sus sostenedores, sobre todo en Europa y en algunos paises de la América del Sur. Aparte de la propia indefinicién de la institucién, Ia critica cardinal de orden cientifico que se Je formula, es precisamente la de que no comporta, en general, una construccién juridica, sino una serie de apreciaciones politico- sociolégicas dotadas de una aspiracién de reforma.- Su esfuerzo, radica en la necesidad de cambio de ciertas estructuras legales cuyos excesos (abusos de ® Gaillard Emile La Societé Anonyme de demain, Paris, Recueil Sirey, pagina 37; remisién GAR. Colombres, “La evolucién de la sociedad anénima’, Jurisprudencia Argentina, 1958, ‘Tratado de sociedades Mercantiles Ulerochos) repugnaban la concieneia social, empero carece de un autéatico sedimento ju Teoria del Contrato Plurilateral H] breve andlisis de las teorfas precedentemente expuestas, ponen de manifiesto notorias falencias del acto social constitutive y la del acto complejo, inaceptables para explicar la estructura de la sociedad en el ordenamiento mereantil hondurefio, y con relacién a la teoria del contrato, tal como la concibe la doetrina clésica, al ubicar a la sociedad como un contrato ordinario, bilateral y conmutativo, también resulta inadmisible, por cuanto no alcauza a explicar las miltiples relaciones de vineulo social verbigraci modificabilidad del contrato, la admisién de nuevos socios, la substituc los actuales, la posicién misma de los socios etc. La mas conotada doctrina tanto Alemana como Italiana, que impulsé a revisién del concepto de contrato, no plantea dudas sobre la admisibilidad del contrato de varias partes o contrato pluriateral!®, Ascatelli, con su genial agudeza, al ver que cl acto constitutive de Ia sociedad no encuadraba dentro del marco tradicional y legal del contrato, recurrié a la figura del contrato plurilateral de organizacién, cuya finalidad y cuyos efectos no consisten en la creacién o transferencia de obligaciones, sino que su principal finalided es la de organizar la nucva entidad juridiea que es la sociedad"®, ‘Sus ensefianzas, seguidas entre otras por Auletta’’, constituyen el mejor aporte ‘con que cuenta la ciencia contemporénea en cuanto a la fijacién de la naturaleza del acto constitutivo de la sociedad, Este influjo sustancial del jurista Ascarelli se evidencia en el propio Cédigo Civil Italiano de 1942, ef que conceptualiza a los contratos plurilaterales como: “Contratos con mas de dos partes en los que las prestaciones de cada una estin ditigidas a la obtencién de un fin comtin”, y agrega: “La nulidad que afecte ci vinoulo de una sola de las partes, no conlleva la nulidad del * Chi Colombres Gervasio.- curso de derecho Societtario Eait, Abelodo Porrot, Bs. As, Ragina 19 y siguientes. * La discusién subsiste a nivel de algunos tratadistas, en lo atinente a si pueden 0 no diferenciarse el contrato pluilateral y el negocio pluileteral. Véase L. Cariota Ferrara, El Negocio juridico, Madrid, 1956, Traduccién espariola péginas 136 y siguiontes. * scare Tulio - Saggl Glurdicl Milano, 1949 pagina 269 y siguientes; a liceta doi sindicatl azionari, Riv. Dit. Comm. 1931 tomo il, paginas 256 y siguientes; Le unione dl improso, Riv Dir. Comm, 1955, tome | pagina 182 y siguientes. "7 Aulelta, . - il contrato di socielé commerciale, Milano 1937 pagina. 37 y siguientes. Jorge Roberto Maradiaga M. contrato, salvo que la participacion de ella deba considerarse esencial, hubida cuenta de las circunstancias”'®. En Jo que hace a nuestro ordenamiento mercantil es de sefialar que, después de ponderar las diversas doctrinas existentes en tomo a la naturaleza del acto constitutive de la sociedad, toma partido por Ia teorla de los contratos plurilaterales, cuando puntualiza en la exposicién de motivos: “El Ejecutivo estima que Ia Sociedad Mercantil nace de un contrato que tiene pot caracterfsticas la de ser de organizacién y de plurilateralidad”, Contrato de Organizacién en cuanto las partes que en él intervienen no reciben una contraprestacién de sus contrapartes, sino que las prestaciones esenciales integran un fondo que se atribuye al nuevo sujeto jurfdico; ta contraprestacién 1a obtiene el socio de ta propia sociedad en forma de participacién en las utilidades. Como contrato plurilateral, el de sociedad se caracteriza por Ia posibilidad de que en él intervengan no dos, sino tres o mas personas, de manera que cada uno de los contratantes tenga frente a si, simultfneamente, tantas contrapartes como personas - menos él mismo - intervienen en el contrato.- Por eso el contrato de sociedad es un contrato que, sin que se altere su substancia, permite la adhesin de nuevos socios y ta salida de los existentes”. Y evidentemente el aleance de tal enfoque no es objeto de ningin cuestionamiento. Nuestro Cédigo de Comercio, si bien no conceptualiza los contratos plurilaterales, si los disciplina en forma similar al Cédigo Civil Italiano, cuando en el articulo 746 preceptia: “La nulidad y anulabilidad de los contratos mercantiles se regité por las disposiciones aplicables del Codigo Civil, si bien en los que las partes persiguen un fin comin, la nulidad 0 anulabilidad que afecte a Jas obligaciones de una de las partes no supondré la del contrato, salvo que la realizacién del fin perseguido resulte imposible sin aquellas,” Y en Io que hace al tema de la resolucién de los contratos, el articulo 751 del mismo Cédigo de Comercio estipula: “La resolucién de la obligacién de una parte, on los contratos plurilaterales, no supone la resolucién del mismo, de no ser aquélla esencial, dadas las circunstancias”. Como se puede apreciat, primero establece etiterios con relacién a la nulidad de los contratos, y luego, con relacién a la resolucién de los mismos. El comin denominador es que ni la nulidad ni la resolucién conllevan automaticamente ta caida del contrato, a menos evidentemente, que tal prestacién resulte esencial, Veanse ademas, los articulos. 1446, 1459 y 1468 del Cédigo Civil Italiano, ‘Tratado de sociedades Mercantiles De la leotura de las citas precedentes, incluyendo las reglas contenidas en los articulos 15, pérrafos 7 y 8 y 26 parrafo tercero, de la Legislacién Mercantil, puede concebirse este negocio jurfdico, como aquél en que participando un nimero indeterminado de partes que, teniendo sus voluntades encaminadas al cumplimiento de un fin comin’, perseguido a través de una actividad econémica, aportan a dichos efectos bienes 0 servicios”. Difcrencias Entre El Contrato De Cambio y El Plurilateral odo el andlisis precedente pone en evidencia que se deseché Ia doctrina del conttato de cambio, por tanto cabe la interrogante: {Cul es la diferencia entre ésle y el contrato plurilaterat?. Intre otras, la doctrina advierte como notas caracterizantes de los contratos plurilaterales, con relacién a los de cambio, las siguientes” (1) Partes Intervinientes Un primer resgo diferenciador se refiere a las Partes Intervinientes.- Mientras ni los contratos bilaterales las partes, que no pueden ser més de dos (comprador y vendedor, en el caso de compra-venta), estén situadas la una frente a Ja otra, en los contratos pluritaterales, las partes no estén la una frente a laotra, sino frente a todas y cada una de las demés, y el hecho que pueden ser mas de dos partes” no Je quita su naturaleza contractual.- Esto equivale a decir que tiene una estructura abierta”? particularidad que permite que a una sociedad se puedan adherir més adelante cuantos quieran participar en ella”, dando por entendido que las adhesiones posteriores conforman una prolongacién del primitivo contrato sin que altere, por lo tanto, su sustancia y naturaleza. © Vease Guliérez Falla L.- Apunies de Derecho Mercantil tomo Il. pagina 60. Ascareli Tullo Sociedades y asociaciones Comercales, Buenos Aires, 1947 pagina 24, lo describe asi: * Puede decirse quo la sociedad conslituye el ejemplo caracteristico y tradicional (del contrato pluriateral), en cuanto partcipando en él varias partes adquieren como consecuencia del Tnismo, obligaclones y derechos de la misma idéntica naturaleza juriica’. ® En su momento expresamos que 0! contrato tipico resulla deficiente para explicar el fendmeno societario. 7" Cfr. Maradiaga Maradiaga J. R. Op. Cit, Pagina 11 y siguientes. 2 Mossa L- Trattalo del nuevo Dirito Commerciale Dadova, 1951, pagina 35, objeto el ‘término parte en relacién al contraio de sociedad, por cuanto la sociedad resulta como persona juridica, de la fusion de la voluntad de diversas personas, y es una éola parte la que ‘acta 0 se toma en consideracién on el momento constitutiv dela sociedad. 2B \Vease Rodriguez y Rodriguez J. Tratado de Sociedades Mercantiles, México 1959, pagina 2. 215 de recordar que en caso de la S. de R. L. al tenor de lo dispuesto en el articulo 69 det ‘Cédigo de Comercio no pueden existir més de 25 socios, y de oira parte que no puede existir Sociedad de un sélo socio, pues estaria incursa en una causal de disolucién, artculo 322 del ‘mismo cuerpo legal Jorge Roberto Maradiaga M. EI Codigo Civil en el articulo 1782 expresa: “La sociedad o compaitia, es un contrato por el que dos o més personas estipulan poner un capital o algo en comin con el objeto de repartirse entre sf las ganancias o pérdidas que resulten de la especulacién”. Es cutioso que el concepto de Sociedad se encuentra en el Cédigo Civil de 1906 y no en el Cédigo de Comercio de 1950 y que si'bien es cierto no utiliza fa expresién partes, consagra el cardcter abierto del contrato societatio, partiendo en todo caso de la premisa que sern cuando menos dos partes, las que le dardn vida a la sociedad’. Esta peculiatidad - contrato abierto - es el motivo por ef cual son partes del contrato por adhesién directa, aquellos que suscriban posteriormente acciones en los aumentos de capital o adquieran las mismas de sus anteriores tenedores, ello en funcién de que se persigue un fin comin; pero sin soslayar el cumplimiento de las obligaciones emergentes. En efecto, el articulo 27 del cédigo de Comercio, hace responsable a los nuevos socios segin la forma socictaria, de todas las obligaciones sociales contraidas antes de su admisién; el articulo 117 en cuanto establece Ia solidaridad entre suscriptores y adquirentes de acciones pagadoras, y cl 456 segin el cual la transmisién de un titulo valor - accién en este caso - conlleva, salvo pacto en contrario, la transmisién de los dividendos devengados (2) Destino de la Prestacién, Un segundo rasgo es, ol Destino de la Prestacién.~ En los contratos de cambio, la prestacién de una de las partes entra directamente en el patrimonio de la otra, en cambio en las plurilaterales, las prestaciones de las partes estén dirigidas al beneficio directo del ente creado (sociedad), en cuanto persiguen tun mismo objeto, el de Iucrarse con las resultas de la gestion administrativa de la sociedad es decir, el fin previsto, es justamente la utilidad comin de las partes”, sin que con ello pretendamos afirmar la inexistencia del conflicto de intereses, como luego lo veremos. (3) La Existencia de Interés Antagénicos. Esta es la nota dominante en los contratos de cambio; cuanto mis se beneficia una de las partes mas pierde Ia otra; es decir, cuanto més se enriquece una de las partes, més se empobrece Ia otra.- En los contratos plurilaterales el beneficio de una de las partes se obtiene mediante el logro de la finalidad ® Ferrara F. - Empresarios y sociedad, Madrid, pagina 140 expresa’.. es obvio (que en ol ccanirato social haya por lo menos dos partes) pues ne podria haber un contrato con una sola parte contratante, ya que esto supandria una contradiccién en los términos...” ® Vease el atticulo 1783 del Codigo Civil ‘Tratado de sociedades Mereantiles ‘comniin; si bien lo usual, como expresamos en el literal anterior, no implica auisencia de conflicto de interés. Coneretamente, para los contratos de cambio lo anterior se expliea de la siguiente manera: KARLA PATRICIA es titular de un vehiculo valorado on doscientos mil Lempiras y se lo ofiece en venta a YADIRA YAMILETH .- El conflicto de intereses surge desde qué esa prestacién Ginica prometida por KARLA PATRICIA esta en funeién de la contraprestacién de YADIRA YAMILETH, Obvio y entendido es que si el vehfculo lo puede vender por una iiidad superior a los doscientos mil Lempiras asi lo hard, de donde se concluye, que en la medida en que Ia vendedora se enriquecié, en esa misma medida se empobrecié la compradora y viceversa. Por tanto, el conflicto de intereses tiene una doble manifestacién. En cl contrato societario, también existe conflicto de intereses entre las partes, iismos que se advierten desde ef momento de la constitucién de la sociedad (por ejemplo, en Ia aportacién de bienes distintos del numerario, cada quien usearé una mayor valoracién de la misma). Durante su funcionamiento (unos pretenderén la distribucién de utilidades, otros, probablemente no), y aan en la liquidacién (pago preferente de {a cuota de liquidacién); pero en definitiva todos esos intereses extrafios, ceden ante la necesidad de explotar en forma racional y para beneficio de todos, la empresa’” , habida cuenta que la ventaja del uno es la ventaja el otto y viceversa En suma, si bien en los contratos phurilaterales como el de sociedad existen intereses egoistas, extrasociales de lucrarse a expensas de la sociedad, por medio del contrato mismo, s¢ limitan sus respectivos intereses, de forma tal de poder todos Iuerarse a través de fa sociedad y no a expensas de ella. (4) Por el tipo de Prestaciones. En los contratos de cambio las prestaciones son tipicas, compra-venta, (el comprador debe pagar el precio y el vendedor entregar la cosa); en los plurilaterales, las prestaciones pueden ser de diverso contenido (mientras uno aporta dinero, otro puede aportar bienes distintos del numerario y ain trabajo, si bien éste no es admisible en las sociedades capitalistas).. Ahora bien, el hecho que las prestaciones sean de diverso contenido, no significa que no sean idénticas en cuanto a su naturaleza juridica; vale decir, a pesar que las prestaciones cualitativa o cuantitativamente sean diferentes, no 2 Ofc Gutiérrez Falla L. Op.Cit. pagina 56. 2 Avletta.- Cidusula arbitrala Nell Acto consfitutivo de Soc. coop. Foro Pad., II 826: (Existe) tuna verdadera y propia confusién conceptual entre comunién de fin e identidad de intereses: tel hecho de que los interases de los socios singulares sean destinados a confi a converger, para el logro de un objativo comtin, no puede, obviamente, signifiar que deban ser idénticos 9 ..n0 conficvos. 53 Jorge Roberto Maradiaga M. les priva de seguir siendo negocios juridicos de idéntica tipicidad obligacional. (5) Por la existencia de un Deber y un Derecho. En los contratos de cambio las partes tienen el deber de cumplir Ja prestacién prometida ®, en los plurilaterales, ademds del deber existe el derecho de realizarla.- En efecto de conformidad con 1o establecido en cl articulo 26 del Cécligo de Comercio existe el deber de realizar las aportaciones en la época y forma estipuladas en el contrato; pero ademés, dada la naturaleza de! conteato, el socio tiene el derecho de exigir, se le permita cumplir 0 realizar la aportacién prometida a efecto de adquirir o mantener el status 0 la calidad de tal. Ademés de los rasgos enunciados hay otros de singular importancia, que ponen de manifiesto su diferencia con los contratos de cambio.- Por ejemplo cn los contratos plurilaterales se habla de: OTRAS DIFERENCIAS (1) La no aplicacién de la Exceptio Non Adimpletis Contractus. La misma se encuentra consagrade en el articulo 26, pérrafo tercero in fine del Cédigo de Comercio cuando expresa: “Ningin socio podri invocar el incumplimiento de otro, para no realizar su propia aportacién”.- En otras palabras, ningin socio pode invocar el incumplimiento de uno de ellos para eximirse de cumplir la prestacién prometida’? - Con el mismo espiritu el artfculo 121 del mismo cuerpo legal establece que si en el plazo de un mes contado a partir de la fecha en que debiera hacerse el pago de Ia exhibicién decretada, no hhubiere sido posible vender las acciones, procede Ia correspondiente reduccién de capital social. Debe tenerse presente que las prestaciones de las partes no se entrecruzan entre si, sino, que buscan paralelamente ef logro de un fin comtin, el cual se alcanza justamente con el éxito de la empresa societaria’!.- Por ello puede - validamente - afirmarse que si bien no existe una relacién correspectiva entre las prestaciones de los socios™ si existe un correspectivo indirecto a través del % Véanse los articulos 28 que impone la obligacién de efectuar fa aportacién y 747 y 748 det Cédigo de Comercio, en cuanto logitiman ala parte afectada para exigr el cumplimiento de la Bfeslacion antes de pedi a resoluctin del contrat. ‘Vease el articulo 120 del Cédigo Civil Argentino. % Caserta... Acordo e Contralte, Bari 1943 pagina 20 quien expresa que en los contratos, plurlaterales hay una confluencia de voluntades, en los que las prestaciones de les partes gpnvergen en vez de enirecruzarse, 5 Cf, Simonetto E.- Societd contrat e Prestazloni corispettive. Estratto in onore Asquin Padova 1963 pagina 45. ‘Tratado de sociedades Mereantiles logro del fin comin o si se quiere entre cada accionista y la persona juridica - sociedad - que surgié con motivo del contrato. Si la sociedad fuese un simple contrato de cambio obviamente, se podria invocar a Exceptio Non Adimpletis Contractus en cuanto le serfa aplicable lo dlispuesto en el articulo 747 del Cédigo de Comercio “La facultad de resolver Ins obligaciones. se entiende implicita en los contratos con_prestaciones reefprocas para el caso que uno de los obligados no cumpla lo que le incumbe”” @)No extincién del contrato por imposibilidad de cumplimiento de Ia prestacién, Mientras subsista la posibilidad de aleanzar el fin comin con las prestaciones todavia vigentes, no se produciré la resolucién del contrato™. articulo 751 de nuestro Ordenamiento Mercantil estipula: “La resolucién de la obligacién de una parte, en Jos contratos plurilaterales, no supone la resolucién del mismo de no ser aquélla esencial, dadas las cireunstancias”. Ya hemos expresado, que las obligaciones de los socios no son como en los de cambio, correspectivas entre si, de donde, 1dgico es concluir que para que se pueda producir la resolucién del contrato, es preciso que el ineumplimiento sea csencial, pues de lo contratio produciré los efectos juridicos correspondientes™, (3) No extincién del contrato en caso de nulidad o anulabilidad, Lin efecto, la nulidad o anulabilidad que afecta la obligacién asumida por una de las partes no supondré la del contrato, salvo que la realizacién del fin perseguido resulte imposible sin aquéllas.- Para la mejor comprensi6n de esta particularidad, preciso es remititse al estudio del articulo 746 relaciondndolo cen todo caso con el articulo 15 del mismo Cédigo de Comercio (hablan de la esencialidad de Ja prestacién y de la ineficacia de la declaracién de voluntad de algin socio). De Ia simple lectura de lo precedentemente expuesto, ficil ¢ intuitivamente puede apreciarse [a importancia y trascendencia que tiene la conceptualizacién de la sociedad como un contrato plurilateral, de organizacién, Io que pone a nuestro Cédigo de Comercio a la altura de la doctrina més actualizada y que resulta ser consustancial con las particulatidades propias de! fenémeno socictario en general ® Vease el aticulo 1488 del Cécigo Civil italiano ** Asi por ejemplo, en el caso del articulo 121 del Cédigo de Comercio en donde el aporta no es esencial el contrato se mantiene como tel ey ‘Tratado de sociedades Mercat CAPITULO 1 ELEMENTOS DEL CONTRATO DE SOCIETARIO Sumario: Consideraciones preliminares.- 1.- Consentimiento: capacidad, padre con patria potestad, menores sujetos a tutela o curatela; vieios del consentimiento: error, violencia ¢ intimidacién, dolo. 2.- El Objeto: objeto del contrato social: la aportacién, clasificacién: A) Recursos, momento y ccuantia; a) Aportacién en numeratio, b) Aportacién en especie: I Aportacién de inmuebles, Il Aportacién de mucbles: IL.1 aportacién de oréditos, 1L2 acciones, IL3 otros titulos, IL4 aportacién de empresas, ILS aportacién de cosa futuras. Efectos de la Aportacién, Riesgo de las cosas Aportadas, B) Aportacién de esfuerzos, concepto y particularidades, 3 La causa: a) concepto, b) teorias: b.1 Clasica, b.2 Anticausalista, b.3. De la causa como mévil, €) Bi conflicto de intereses, d) Cléusula leonina, e) Disposiciones que no se consideran leoninas, f) La cldusula de exclusién en las pérdidas. CONSIDERACIONES PRELIMINARES HNemos expresado en el cap{tulo anterior, que Ia sociedad tiene siempre un origen voluntario, aunque sea tacito.- Nace de un negocio juridico ditigido especialmente a crearlo'.- Este negocio juridico es conocido como un contrato, el contrato de sociedad, por tanto ia socieded tal como queda dicho ¢s hija de un contrato plucilateral de organizacién, Ahora bien, como todo contrato, el negocio juridico constitutive de una sociedad mercantil, no importa su tipo o clase, debe reunir tres elementos esenciales: el consentimiento de los contratantes, tener un objeto cierto que sca materia del contrato, y finalmente, gue la obligacién que se establezea tenga una causa, En tal sentido, y por remisién expresa del articulo 715 del Cédigo de Comercio, ¢s de aplicacién cl artfculo 1552 del Cédigo Civil.- Empero, es del caso mencionar, que si bien es cierto en materia civil, la falta de alguno de e508 requisitos conlleva la nulidad del contrato (articulo 1586 del Cédigo Civil), no ocurre lo mismo con el contrato societario, por cuanto al tenor de los dispuestos en el articulo 15 del Codigo de Comercio, ello constituir mas bien una causal de disolucién y consiguiente liquidacién de la sociedad, A nuestro juicio deberia estipularse: disolucidn de la sociedad y consiguiente liquidacién del haber social, dado que la persona juridica como sujeto de derechos no se liquida, se disuelve, ‘Sumamente ilustrativa resulta la actitud del legislador hondurefto, cuando al Justificar su posicién sobre el particular puntualiza en Ia exposicién de ‘ Véase Guliére Falla Op. Cit. tomo ill pagina 74 57 Jorge Roberto Maradiaga M. motivos: “Un principio radicalmente nuevo en el derecho hondurefio, es el relativo a 1a nulidad de las sociedades inseritas en el Registro Pablico de Comercio, Teniendo en cuenta la experiencia de otros paises y la propia prictica hondurefia, es inadmisible la solucién tradicional que aplicaba al contrato de sociedad mercantil, las reglas communes de nulidad, de manera que cuando se probaba una causa suficiente para declarar la nulidad del contrato, ésta obraba retroactivamente; y al desaparecer el vinculo juridico desde su comienzo, desaparceia el sujeto juridico y producia la inexistencia de todas Jas situaciones que ei mismo habia establecido, talvez al comer de muchos alos de actividad.” “Por eso declara (articulo 15 del Cédigo de Comercio) que las sociedades insctitas no pueden ser declaradas nulas, lo que significa que la nulidad produce efectos a partir de su declaracién y no retroactivamente; que la nulidad de una sociedad inscrita es causal de disolucién de la misma, pero no opera su inexistencia, para asi proteger Ia buena fe de los que contrataron con Ja sociedad fiados en Ia apariencia de su misma constitucién y en la fe piblica ue el Registro les merecfa,” Tal como queda dicho, el contrato societario es para la Iegislacién hondurefia un contrato consensual, por cuanto se perfeeciona por el s6lo consentimiento de las partes intervinientes; en tal sentido los articulos 1830, 1544 y 1550 del Cédigo Civil, y si bien es cierto el ordenamiento mercantil exige el otorgamiento de escritura publica’ e igualmente la norma civil (véase el articulo 1789), no lo es menos, que de conformidad con el artiewlo 17 del Cédigo del Comercio, no requiere tal requisito’, para tener personalidad juridica En efecto, si In sociedad se ha exteriorizado como tal frente a terceros, conste © no en esctitura publica y esté o no inscrita en el Registro Publico de Comercio’, tendré no obstante personalidad juridica.- En concordancia y complemento de lo anterior, el articulo 18 del mismo Cédigo de Comercio, cleva a la categoria de derecho del socio, el pedir Ia regulatizacién de la sociedad, derecho que le viene otorgado ineluso a cualquier interesado y al propio Ministerio Fiscal. De consiguiente, a nuestro juicio es incorreeto decir que sélo las sociedades insotitas en el Registro Pablico del Comercio tendriin personalidad juridica, como lo precepttia nuestro ordenamiento mercantil, porque, tal como queda * El parrafo final del articulo 14 expresa; “La constitucién de la sociedad y sus modificaciones 6 hardn constar en escitura pica, oforgada ante Notario”. 5 Conftontar os aticulos 1802, 1803 y 1804 del Cédigo Cui * En tal sentido el erticulo 14 can relacién al 18 del Cédigo de Comercio, ‘Tratado de sociedades Mereantiles dicho, la sociedad, en tanto, en cuanto se hubiere exteriorizado como tal frente a terceros, tendra personalidad juridica; ergo, lo correcto seria puntualizar que solo las sociedades inscritas en el Registro Mercantil, se consideran ciedades regulares; las demés serian iregulares, con todas las consecuencias sobrevinientes. Expuesto lo anterior, procederemos al estudio y anilisis de los elementos de conttato sovietario, en el entendido que no se trata de ningin descubrimiento con relacién a los elementos de los otros contratos; pero en el caso de las sociedades mereantiles, en cuanto contrato plurilateral, tiene sus propias particularidades 1) EL CONSENTIMIENTO: a) Generalidades Sin lugar a dudas el tema del consentimiento, es uno de los més importantes, habida cuenta que campean criterios diversas en lo relativo a la capacidad, sobre todo cuando se trata de la constitucién de la sociedad, més no asf, si se trata de una sociedad ya constituida a la cual acceden menores de edad, sobre lo cual existen criterios coincidentes. PI consentimiento supone la conformidad de cada socio para poner en comin los bienes 0 actividades convenidas’, asi como las bases generales stablecidas para la constitueién y funcionamiento de la sociedad.- Obvio es por tanto, que, para su existencia se requiere que sea dado por persona capaz y ademés, que ese consentimiento no esié afectado por ningiin vicio que pueda alterar 0 desnaturalizar su voluntad, Es de recordar, que tratadistas como Francesco Messineo, niegan el cardcter contractual de Ia sociedad y al negar que el negocio constitutivo de la sociedad se perfecciona por el consentimiento de sus partes, afirma que es la resultante de una voluntad colectiva (suma , de voluntades individuales paralelas) que se manificsta unitaria como procedente de una sola parte.- Ello hace que Ia perfeccién de aquél negocio constituya un acuerdo colectivo (negocio unilateral).- Bsta tésis ha sido superada, consideréndose a la sociedad como hija de un contrato plurilateral, en donde las voluntades individuales no se suman, como sostiene Messineo, sino que simplemente se sintetizan. Establecido lo anterior es de sefialar, que de conformidad con el articulo 1553 del Cédigo Civil: “El consentimiento se manifiesta por el concurso de la oferta y de la aceptacién sobre 1a cosa y la causa que han de constituir el contrato.”” - Y luego el artieulo 1554 del mismo cuerpo legal estipula “Para que el consentimiento sea vélido se necesita que el que lo manifiesta sea 5 Véase Rodriguez y Rodriguez J. Op. Cit. Pagina 24 59 Jorge Roberto Maradiaga M. Iegalmente capaz.”- En tal sentido cabe preguntarse: ;Cual es la capacidad requerida para constituir una sociedad mereantil? El articulo 1555 del mismo Cédigo consagra la regla gencral: “Toda persona es legalmente capaz”, para luego hacer Ia emumeracién de las personas a quienes considera incapaces, ya sea absoluta o relativamente y desarrollar en otros articulos, los vicios del consentimiento.- Con esto queremos significar, que las regles sobre 1a capacidad para intervenir en un contrato como el de sociedad, estén dadas tanto en el Cédigo Civil como en el de Comercio.- F: efecto, el articulo 715 del ordenamiento societario®, que regula las obligaciones y contratos mercantiles, hace una remision a la norma civil Siguiendo Jo establecido en el artfculo 7 del Cédigo de Comercio que Iiteralmente expresa: “Los comerciantes menores de veintitin afios y mayores de dieciocho afios se reputarén mayores de edad, sin estar sujetos a las restricciones del Derecho Civil”, podemos Iegar a afirmar, que podré ser parte del contrato societario, toda persona mayor de veintitin aflos que no esté legalmente declarada incapaz o inhabilitada y los comerciantes menores de veintitin aflos y mayores de dieciocho aos; y que los menores emancipados voluntariamente, los mayores de dieciocho y menores de veintiin afios y los habilitados de edad que no sean comerciantes, perfectamente bien pueden constituir una sociedad, toda vez que su aportacién consista en bienes muebles, en virtud de que tratindose de bienes inmuebles, la norma civil exige la autorizacién judicial para la enajenacién de los mismos’, y no cabe ninguna duda, que Ia aporiacién de un bien raiz a la sociedad entratia enajenacién, por cuanto la aportacién es traslativa de dominio, figurando en adelante como legitimo titular la sociedad, y no el socio aportante. En lo que hace a Jos menores de edad y los sujetos a tutela y curatela, Ia ley y Ja doctrina distinguen segin se trate de bienes muebles o inmuebles, adoptando un criterio rfgido en el segundo caso, por cuanto exige autorizacién judicial, pudiendo enajenarse, dnicamente en-pilica subasta.- Ahora bien, la realizacién del contrato de sociedad, es acaso un acto de administracién ordinaria 0 extraordinaria? La doctrina es conteste en admitir que la participacién en una sociedad de responsabilidad ilimitada es un acto de administracién extraordinaria “porque expone ilimitadamente el propio patrimonio a las contingencias y riesgos del 5 preceptia el artculo 716 “Los Contralos Mercantiles que no estén especialmente regulados ‘en este Cédigo, se regién por las regias generales y por las estipulaciones de las partes, yen fo que fueren omisas, por fas disposiciones del contrato con el que tengan més anatogia de los reglamentados en este ordenamiento 0 en el Cédigo Civil.” ” Veanse los articulos 264 y 265 numeral 2 con rolacién a los aticulos 270 y 275 del Cédigo ivi ‘Tratado de soviedades Mercantiles ejercicio mercantil”*. Y controversial resulta cuando se trata de una sociedad de responsabilidad limitada Si la aportacién se hace con el capital, puede considerarse un acto de administracién extraordinaria, equivalente a un acto de enajenacién’ y si en carabio, la aportacidn se hace con ls rentas del capital, podria considerarse un acto de administracién ordinatia?”, Hay autores que consideran que et contrato de sociedad atin tratdndose de rentas de capital es un acto extraordinario, por considerar que el acto en si mismo debe estar encaminado ai mantenimiento, productividad 0 mejoramiento del activo patrimonial'” En tomo a los menores 0 incapaces es preciso sefialar que para ser comerciante se requiere tener capacidad y dedicarse de un modo permanente a la realizacién de actos de comercio.- Tiene capacidad, el que puede contraer obligaciones y siendo que a éstos tal como lo establece la norma civil, les hace falta 1a condicién primaria; la capacidad, obvio es que no pueden ser comerciantes. Empero, tratandose de incapaces que adquieran por herencia o donacién una ‘empresa mercantil y cuando se declare sujeto a curatela a un comerciante, si pueden adquirir la calidad de comerciantes; tal los términos del articulo 8 del Cédigo de Comercio, si el juez previo el informe de dos peritos decide que la negociacién ha de continuar.- Esta disposicién tiene el propdsito cardinal de proteger los intereses del incapaz frente a una actividad que por naturaleza es riesgosa. Siguiendo lo expresado en los dos pérrafos anteriores, significa acaso que el comerciante no es Ia sociedad sino los socios?, o que la constitucién de la sociedad es un acto de comercio?.- Ni lo uno, ni lo otro; veamos porqué: Que la sociedad y no los socios es ef comereiante, se desprende de fa simple lectura del artfculo 2 del Cédigo de Comercio, cuando en la parte primera ‘expresa: “Son comerciantes: Las personas naturales titulares de una empresa mercantil. IL.- Las sociedades constituidas en forma mercantil.” ‘Tampoco es un acto de comercio, en cuanto el articulo 3 del mismo cuerpo legal preceptiia: “Son actos de comercio, salvo los que sean de naturaleza ® Ault. il contratto de societ commerciale, Min 1970 pégina 104, ® Manara.- Delle societé e delle associazion! commercial Mila 1624 numero 20, °° Soprano.- Teattato delle soci commercial, Turin 1934 ndmero 106. Rodriguez R. Op. Cit. Pagina 26, Jorge Roberto Maradinga M. esencialmente civil, los que tengan como fin explotar, traspasar o liquidar una empresa y los que sean anélogos.- Mas, siendo el contrato societario, un contrato expresamente regulado por dicha norma, légico es concluir, que la capacidad plena en lo que hace a la materia esté dada en el articulo 7 del mismo cuerpo legal; vale decir, la eapacidad plena esta dada, para los comerciantes menores de veintitn aitos y mayores de dieciocho, ial como hemos afirmado anteriormente, e igualmente los mayores de veintign aos no eapacitados ni inhabilitados, 4) El Padre con Patria Potestad De conformidad con lo dispuesto en los articulos 257 y 258 del Cédigo Civil, ya citados, el padre con patria potestad tiene prohibido engjenar hipotecar bienes inmuebles del menor, sin autorizacién judicial con conocimiento de causa y en piblica subasta, (articulo 1046 del Cédigo de Procedimientos). A contrario sensu, si la aportacién consistiese en bienes mucbles, el padre puede comparecer a nombre de su hijo menor en Ia constitueién de una sociedad andnima”?, si bien, se niega Ia posibilidad de que padre pueda aportar la empresa de su hijo a una sociedad, dada la naturaleza del bien requisitos exigidos para su transmisién y por la aplicacién analégica del articulo 8 del Cédigo de Comercio, habida cuenta que si se exige autorizacién Judicial para la continuacién de una empresa mereantil adquirida por un incapaz por herencia o donacién, lo mismo habré de ocurir con un acto de enajenacién, como serfa el aporte de Ia empresa, Vale la pena preguntarse: ¢Pueden acaso los menores de edad participar como socios accionistas en la constitucién de una sociedad mercantil?. Con todo el respeto que me merece e! critcrio afirmativo y nuestra prictiea, me parece que mamente discutible e! permitir que los padres puedan constituir una sociedad anénima por ejemplo, incorporando como accionistas a sus hijos menores de edad (con edades de 13, 15 y 17-aflos respectivamente, por ejemplo), por cuanto de defensores de los derechos de sus representados pueden convertirse en conculcadores de los mismos, utilizindolos simplemente como instrumentos en el logro de un propésito determinado. Ello en virtud de Ia falta de madurez, conocimiento y eapacidad valorativa en cuanto a la toma de decisiones productiva o rentable patrimonialmente hablando'®, ® Gutiérrez FallaOp. Cit. Tomo Ill pagina 8. '° El arficulo 8 del Cédigo de Comercio sive de asidero a nuestra posicion, por cuanto si el legislador en af énimo de proteger al menor, consagra la posibilidad de que la emprosa Iercantil se liquide, con mucha més razén y fuerza debe evitarse la constitucisn do Ssociedades con menores, aunque nuestro criterio seria defnilivamente flexible si se tratase de invertir en una sociedad ya constitulda, dado que se supone habré superado todos los ‘obstaculos y resisténcias propios de fa iniclaclén de una actividad mereanti ‘Tratado de sociedades Mercantiles Repdrese en lo dispuesto en el articulo 8 del Cédigo de comercio “Cuando un ineapaz. adquiera por herencia o donacidn una empresa mercantil y cuando se declare sujeto a curatela a un comerciante, el Juez decidiré, con informe de dos perites, si la negociacién he de continuar o liquidarse, y en qué forma, a no ser que el causante hubiere dispuesto algo sobre ello, en cuyo caso se respetard su voluntad, en cuanto no oftezca grave inconveniente a juicio del Juez”, ain en el easo de herencia o donacién se genera esa desconfianza en cuanto a que el curador pueda disponer a nombre de su representado de la empresa mercantil, justamente por la falta de madurezy valoracién de éste, con mucha més razén puede sostenerse Jo improcedente ¢ inadmisible de que se constituya sociedades con quienes no tienen las condiciones a que se reficre cl artfculo 6 del Cédigo de Comercio. Espero que seamos contestes en que, ingresar a una sociedad no es ejercer el comereio, pues quien adquiere ia calidad de comerciante es la sociedad y no los socios'*; pero a pesar de esto, resulta evidente el paralelismo de las situaciones que plantea Rodriguez'*, las cuales hacemos nuestras, Se prohibe que el menor adquicra la calidad de comerciante por el riesgo que ello supone; siendo socio de una sociedad mercantil core el mismo riesgo aunque no sea comerciante, Se prohibe que el tutor realice actos de comercio por cuenta del menor, porque se trata de actos de administracién extraordinaria; el ingreso en una sociedad mercantil tiene las mismas caracteristicas. Coincidimos con Garriguez cuando afirma: “Por Io tanto debe Hlegatse a la conclusién que los menores no pueden ingresar como socios a las sociedades mereantiles.- Esta prohibieién debe tener la misma excepeién que se hacia en ‘cuanto a la posibilidad de adquirir a calidad de comerciante”, ©) Menores sujetos a Tutela 0 Curatela Si la constitucién de una sociedad sea un acto de administracién ordinatia 0 extraordinaria, los tutores y curadores no pueden disponer del capital de sus pupilos, ni pueden invertir las rentas en dichas operaciones, dado que el articulo 481 dei Cédigo Civil ordena que se inviertan los dineros ociosos de! pupilo; bien en préstamos, o bien en la adquisieiGn de bienes rafces. Tanto la doctrina como la legistacion coinciden en que la calkiad de comerciante se olorga gla sociedad yno a os socios. Rodriguez J. Op. Cit. Péging, 26 Jorge Roberto Maradiaga M. d) Vicios del Consentimiento En esta materia debemos hacer aplicacién de los principios generales del Derecho Civil, con las vatiantes propias de un contrato como el de sociedad que es plurilateral, ya que al tenor de lo dispuesto en el articulo 746 de Cédigo de Comercio, en el caso de los contratos pluilaterales, la nulidad o anulabilidad que afecte a las obligaciones de una de las partes no supondré ta de} contrato, salvo que la realizacién del fin perseguido resulte imposible sin aqueéllas, y esto, no es aplicable a los contratos bilaterales. La voluntad de los socios debe manifestarse libre y esponténcamente, exenta de todo tipo de vicios.- De conformidad con el articulo 1556, los vieios de que puede adolecer el consentimiento son: el error, violencia, intimidacidn o dolo. Dispone el articulo 1557 del Cédigo Civil en el primer patrafo: “Para que el error invalide ef consentimiento deherd caer sabre la substancia de la cosa que fuere objeto del contrato, 0 sobre aquéllas condiciones de la misma que principalmente hubiesen dado motivo a celebrarlo, ‘Como ejemplo y a los efectos de itustrar el alcance de la anterior disposicién podemos citar el easo de una persona que decide participar en la constitucién de una sociedad, creyendo que se trata de una sociedad anénima, la que por definicién entrafia limitacién de responsabilidad, cuando en realidad se trata de una sociedad colectiva.- En tal caso tiene derecho a pedir la anulabilidad del contrato, con base al error sobre la substancia de la cosa, El segundo pérrafo del articulo supra-citado preceptiia: “El error sobre a persona slo invalidard el contrato cuando la consideracién a ella hubiere sido la causa principal del mismo.” Sobre el particular Ruggiero’® sostiene: “el error en las personas no influye sino en Jos negocios en que las personas o sus calidades son tomadas en particular consideracidn”.- Y es que efectivamente en las. sociedades capitalistas, la persona del socio no tienen mayor importancia, puesto que siendo el vinculo de carécter netamente patrimonial, los socios vienen a ser, al decir de algunos tratadistas “sacos de dinero””, A pesar de lo anterior, pociria citarse el caso de un inversionista que decide participar en Ja constitucién de una sociedad constructora, en la cual a su vez participa un ingeniero de renombre en el medio y resulta que al final quien * intituciones de Derecho Chil, Madi, tomo | pga 271 " Garriguez Joaquin.- En teorla general de las Sociedades Mercantiles R.D.M. No. 131, 1974 pagina 7 y siguientes, sostiene: “EI error sobre las cualidades personales de los demés Socios... seria inelevante si se tratase de sociedades personalistas”, 64 ‘Tratado de sociedades Mereantiles ponticipa es una persona que tiene el mismo nombre del ingeniero.- En este iso cabe la anulabilidad en funcién de que ef éxito de la empresa estaba Uineacdla en el nombre y prestigio del ingeniero participante. ii) Violencia e Intimidacion ulo 1558 del Cédigo Civil en su pérrafo primero estipula “Hay violencia cuando, para arrancar el consentimiento, se emplea una fuerza Iuvesistible” y Iuego en el segundo pérrafo “Hay intimidacién cuando se Iuspira en uno de los contratantes el temor racional y fundado de suftir un mal huminente y grave en su persona o bienes de su ednyuge, descendientes 0 useendientes.” Por la naturaleza del contrato societario plurilateral, no tiene mayores repercusiones; empero, si un socio se encontrare en esa circunstancia (para el caso amenaza de secuestro a uno de sus hijos), desaparecida la circunstancia puede pedir la anulabilidad de su prestacin y conllevard la del contrato de sociedad, solo si esa prestacién es esencil, i) 11 Dolo pecto al dolo, tema complejo y polémico, se han levantado frondosas cusiones, en virtud de que algunos consideran que para que el dolo produzca la nulidad del contrato societario es preciso que sea empleado por locas las partes intervinientes; Asi por ejemplo , Ferrara'® considera que “el dolo sélo serd causa de anulacién cuando el engafio haya sido usado por todos los demas socios, o todos éstos tuvieran conocimiento del fraude empleado y todos hubiesen sacado algiin provecho de él ..” en cambio, otros sostienen que ¢s suficiente la conducta viciada de un sujeto en perjuicio del otro'’, Res FI Cédigo Civil en el articulo 1560 estipula: “Hay dolo cuando con palabras y ‘maquinaciones insidiosas de parte de uno de fos contratantes, es inducido el olro a celebrar un contrato que, sin ellas, no hubiera hecho”, Y luego el 1561 consagra: “Para que el dolo produzca la nulidad de los contratos, deberd ser grave y no haber sido empleado por las dos partes contratantes”, En materia societaria se presentan dificultades para la tipificacién de la figura, pues mientras en un articulo se habla de maquinaciones empleadas por uno de los contratantes, en el otto, se norma que no debe ser empleado por las dos partes contratantes.~ Recuérdese que la sociedad es un contrato plurilateral, de donde la existencia de més de dos partes es comin, extremo frente al eual, indudablemente la norma civil, se queda corta por serle extraiia esa pluralidad de partes, Ferrara.- Empresarios y Sociedad. Madtid 1974, pagina 147. Gutiérrez Falla. Op. Cit Tomo Il pagina 88 | rr q | | i ‘Jorge Roberto Maradiaga M. Pero si hacemos una aplicacén literal dela norma civil, tendremos que Hegar & Ja conclusién que, es suficiente la condueta dolosa ‘de una de Ine partes, involucrando de consiguiente a dos sujetos, un sujeto activo y otto pasivo, Gunave - & nuestro juicio - no nos parece conveniente desde el punto de vista doctrinario Ia soluci6n dada, en virtud de que asi como ningts sosio puede ‘nvoear el incumplimiento de uno de ellos, para dejar de cumplir con su Presecién, igual, la maquinacién de un sujeto no conlleva per se, la anulabilidad del contrato, en donde més bien, la finalidad (Iucto) de cade socto se alcanza en la medida en que la sociedad logra su finalidad coma En tomo a la nulidad o anulabilidad, es justo recordar, que si bien el artculo 746 del Cédigo de Comercio, remite en esta materia la notmia civil, ésta us rer ocumente aplicable en los eontatos plurilaterales, como el de sociedad, Por quanto de conformidad con el artfeulo 15 del ordenamiiento societario, una sociedad inserts en ef Registro Pablico de Comercio no puede ser deckornta jnexistonte © nula con efectos retroactivos.« Agrega, que, devlarade ie Hatgsencit © la nulidad del acto consttutivo, se provederd a ia disolucisn y liquidacién, ¥ ¢s ms, a ineficasia de Ia dectaracidn de voluntad de un socio es causal de Separacién a favor del mismo, y s6lo seré causal de disolucin de la sbeiedal én el caso que dicha prestacién sea esencial para Ia realizacién del fin Persegnido; pero en el entendido, que atin cuando el socio ejercite el derecho de receso, de separacién o retiro®, su responsabilidad para con terceros queda subsistente, en todas las operaciones pendientes al momento de la separncion. Finalmente, por su vinculacién al tema, el 758 del Cédigo de Comercio declara “ declaran 0 confiesan falsamente lo que en re: convenido entre ellas”, La simulacién es absoluta cuando se da a un contrato una falsa apariencia que ‘oculta su verdadero cardcter.” {utego agrega que, la simulacién absoluta no produce efectos juridicos yla relativa si produce entre las partes, toda vez que retina los requisitos, necesatios para su validez, No eabe duda que puede darse la figura de la simulacién en este ‘campo; pero e conformidad con el aticulo 15 del ordenamiento comercial, su decane icy Houde ata Ja malidad; més bien, provoceria Ia disolucién y consiguienie liquidacién en los términos de la ley. & Arliculo 318 del Cétigo de Comercio. “El soco que se Separe 0 fuere excluido de una srmmonacniuadara responsable para con ls trcares de todas las operaciones wanna ‘el momento de la exclusién 0 separacién, ‘Tratado de sociedades Mercantiles Jt constatacién de la existencia de la simulacién no borra la actuacién de la sociedad, ni tiene efectos sobre los derechos adquiridos por los acteedores sociales’ De ahi que los socios simulantes no puedan oponer a los nereedores sociales la simulacién; por el contrario a éstos les queda expedita \n via para cobrar sus eréditos en el proceso de liquidacién de la sociedad”, Fin esa misma linea de pensamiento, los acreedores de! socio simulado no nndrin preferencia alguna (articulo 760 del Cédigo de Comercio), y por ende blo podrén cobrar sus créditos del propio patrimonio del socio”, 2) OBJETO DEL CONTRATO SOCIAL. a) GENERALIDADES Por su importancia y pata evitar confusiones, preciso es diferenciar el objeto del contrato social, del objeto de la sociedad. As{ por ejemplo, Vivante™ sostione, el objeto de la sociedad, segiin el lenguaje del Cédigo (refiriéndose «il Cédigo Civil Italiano), esta constituido por las operaciones mercantiles que. sv propone realizar.- Es decir, el objeto social tiene que ver con los fines que | sociedad persigue y en consideracién a los cuales la misma se constituys’, HI Cédigo de Comercio, en el articulo 14 numeral IV, exige como requisito de In escritura de constitucién, ef relativo a la finalidad de la sociedad.- En este aso esté queriondo significar la actividad principal que la sociedad habré de desarrollar.- De abi que, si realiza una actividad no enmarcada en la finalidad para la cual fue constituida, la misma se ealificaria como una actividad “ultra Vires”, aunque debemos reconocer, que es comiin, por no decir regla general, gue inmediatamente después de describir o enunciar en ia escritura de constitucién Ja finalidad de la sociedad (el objeto social), se agregue la expresién y “cualquier otta actividad de licito comercio”, con lo cuél ficilmente puede llegarse a desarrollar una actividad “ultra vires.” Jin lo que hace al objeto det contrato social, siguiendo a Rodriguez, podemos decir, que el objeto del contrato de sociedad son las obligaciones que estén a cago de los socios; a su vez el objeto de las obligaciones de los socios consiste en las aportaciones que los mismos han de realizar, por lo que, por 2 fiaipern I. Op. Cit. Pagina 160, Zaldvar Op, Cl, Pégina 88. ® AscarelT. - Studi in tema di societé Milano 1962 pagina 69: Las partes no pueden oponer In simuiaion alos terceros de buera fe pueden, cestamente Invocar la simulacion conta las ites, para mayor fusion ver ele otto Halperin. OP Ci pagina 160 y sus cas; Zaklivar QP. Cit. Pagina Gutiérrez F. Tomo Ill Op. Cit. Pagina 87 y siguiantes; ft Vivanle C.- Op. Cit. | pagina 81 * Gfr. de la Cémara.- OP. Cit, Pagina 319; Brosota Pont OP. Cit. pagina 163 cuando afirma “que cl contenido del objeto social delimita los actos y negocios que puede realizar Ia sociedad, la inversién de su patrimonio y el ambito de las facultades de sus administradores". Jorge Roberto Maradiaga M. extensién, se habla de objeto del contrato de sociedad para referitlo al objeto de las obligaciones de sus socios, es decir, a las aportaciones”. Por ende, el objeto del contrato de saciedad son las obligaciones que engendra pata los socios y ef objeto de las obligaciones de éstos es 1a aportacién Ginero, bienes o trabajo) que deben realizar al pattimonio social, con el fin de que Ja sociedad pueda realizar la actividad econémica para la cual fue constituida Los tratadistas sobre In materia hablan de la esencialidad de Ia aportacién, ctiterio con el cual concordamos plenamente, puesto que al no existir un patrimonio social, no se podria realizar ninguna actividad econdmica y, en Beneral, seria contrario a su creacién.- Por esa razén y destacando la esencialidad de la aportacién, el Cédigo Civil en el articulo 1782 conceptualiza la sociedad, “como un contrato por el que dos o més personas estipulan poner un capital 0 algo comin con el fin de repartir entre si Ins gananeias o pérdidas que resulten de la especulacién”. De Ia lectura de dicho atticulo se desprende, que la aportacién es una obligacién ineludible para los socios, que la aportacién es la fuente primatia del patrimonio social y finalmente, que se trata de un “algo” que el socio ha de entregar a la sociedad. Es una obligacién, porque es el precio que debe pagat para ser socio y sobre la base de ello ejereitar los derechos politicos y patrimoniales que se derivan de su calidad de tal” Se reafitma esta obligacién con lo dispuesto en el articulo 26 del ordenamiento mereantil: “Los socios debersn realizar las aportaciones ‘en la época y forma estipuladas en el contiato,” La aportacién es fuente del patrimonio social y al formar un fondo comin se constituye en un factor productivo de utilided, que es lo que al final busca el socio; ademés se constituye en garantia de los acreedores sociales, ya que de conformidad con el articulo 2244 del Cédigo Civil, la sociedad (deudor), en tomo al cumplimiento de las obligaciones responde con todos sus bienes, presentes y futuros.- En consecuencia los acreedores sélo tienen acceso a ichos bienes para la recuperacién de los créditos, por ser el limite de responsabilidad, excepto por supuesto si se tratase de sociedad personalista o Jo que es to mismo, de sociedad cle responsabilidad ilimitada, Se trata ademds, de un algo que el socio ha de entregar.- Esto se deduce det contenido de los articulos 1782 del Cédigo Civil y 24 del Cédigo de * Rodiguez J. Op. Ch Tome i pagina 2 Graziani. Ditto dele sccicta, Napol 1951 pégina 20 afima: no puede exit un socio que no tonga la oblgacion de apotar... No eit setedad sin epetacionc™

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